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El Saber Filosófico - 1

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Colegio particular mixto

“purulhà”
Profa. María Zoe López
Nombre: SERGIO BAUDILIO

APELLIDOS: CAAL CAAL

Grado: 4º BACHILLERATO

Materia: FILOSOFIA

Docente: CELESTINO CAHUEC

Tema: PROYECTO DE LA FILOSOFIA

FECHA DE ENTREGA: 13-10-2,018

SICLO ESCOLAR: 2,018


El saber filosófico
Poned sobre los campos un carbonero, un sabio y un poeta.
Veréis como el poeta admira y calla y el sabio mira y piensa.
Seguramente el carbonero busca las moras y las setas.
Llevadlos al teatro y solo el carbonero no bosteza. Quien prefiere
lo vivo a lo pintado es el hombre que piensa, canta y sueña. El
carbonero tiene lleno de fantasía la cabeza.

PARA PENSAR JUNTOS: Leemos el diálogo de la


página siguiente, debitamos sobre él y, después estudiarlo
esta unidad didáctica, y respondemos las cuestiones.
1. Para hablar de algo por ejemplo la música ¿Hay que
conocerlo aquello de que se habla? Sí, hay que tener
ese conocimiento de que habla la canción y también
hay que tener una voz que suene a la voz que le llegue
la canción.

2. ¿Estás de acuerdo con lo que dice Luis, que el arte no


es verdadero no es falso, ni bueno ni malo si no bello y
feo? Si estoy de acuerdo, porque el arte no es bueno,
malo, verdadero y ni falso.

3. ¿Crees que hay diferentes formas de saber? Si Hay


diferentes formas de saber todas las cosas, porque hay
algunos instructores que explican bien y también hay
algunos que explican a como se de las ganas.

4. ¿Para qué te parece la filosofía que vamos a estudiar


este curso? A mi personas, la filosofía es muy
interesante y es muy importante que la estudiemos
porque la filosofía es más estudiado en todo el mundo.

Ya estamos en 4º Bachillerato, llevamos un año


estudiando la filosofía, casi desde que acordamos de
nosotros mismo que hemos aprendidos Matemáticas,
Lengua Castellana y Literatura, Ciencias de las
Naturaleza, Ciencias Sociales, Música, Dibujo,
Tecnología, algunos Religiones, Idiomas y otras
disciplinas; en fin, ya sabemos muchas cosas.

Conocemos, además, a personas que no han


estudiado y no por eso son ignorantes saben acerca de
los elementos de su trabajo y de otros muchos asuntos
relacionados con la vida.

Podemos ahora preguntarnos que entendemos por


((saber)) en su doble significación, esto es, como la
acción que entraña (Infinitivo del verbo) y como
definición y tipo de mismo (sustantivos). También
vamos a indagar como pueden clasificarse los distintos
saberes que estudiamos y qué lugar ocupa la filosofía
entre ellos, su origen y su especificidad.

LA FILOSOFIA EN TU VIDA: A lo largo del curso


va a acompañarnos en grupo de estudiantes que
compartirán con nosotros sus dudas y sus
reflexiones. Cada uno tiene su personalidad y su
manera de enfocar los temas; Ana: con ideas
propias, peo tímidas y poco habladora; Belén:
irónica y de razonamiento elaborados; Brahim:
estudioso, responsable y más duro que los
demás; Carmen: bastante crítica y portadora de
reflexiones que desestabilizan las del grupo;
Consuelo: espíritu crítico moderado y sentido
realistas; Fernando: defensor de la tecnología
como signo del avance de la humildad; Juan:
defensor de los saberes científico, mentalidad
positivas; Paco: algo infantil, dependiente de las
opiniones del grupo.

Habían quedado para tomar un helado y despedir


las vacaciones cuando vieron a venir a Paco, que
parecía bastante enfadado.

Carmen ¿tienes calor?


PACO.- Vengo ardiendo. He dicho en casa que hay
música buena y mala…, y se ha organizado una… Mi
padre me han dicho que no hable de cosa que
desconozco; yo he contestado que la música no se
conoce, se escucha. Mi madre ha dicho que la música
forma parte de las historias de las personas y tienen un
componente sentimental propio de cada una.

BELÈN.- Para qué, Vienes acelerado; no se te puede


llevar la contraria

JUAN.- No parece que le hayan llevado, si no que han


pedido que piense antes de hablar.

PACO.- Pues quizás pretendías eso, pero mi hermano


Luis me ha soltado: ((Tienes que aprender a hablar con
propiedad. La música es un arte y el arte no es
verdadero ni falso, ni bueno ni malo si no que bello y
feo)). Sabe que no me gusta que me hable con
superioridad. Le he dicho que, cuando quiera que me
de clase, ya lo contrataré. Mi madre me ha reñido, mi
padre ha movido la cabeza con disgusto y mi hermana
ha dicho que lleva razón. Estoy harto, pero no he
entendido lo que Luis quería. ¿Lo entendéis vosotros?
Bueno, lo que Luis quería decir es que tenemos que
estudiar la filosofía, para poder entender a lo largo y
que tengamos ideas de la filosofía.

BRAHIM.- No mucho. Tu hermano es mayor y estudia


cosas que nosotros todavía no sabemos. Sí sabemos
que de verdad y falsedad hablan las ciencias, y la
música no es una ciencia.

CARMEN.- En Ética aprendimos que bueno y malo se


dice de las acciones libres de las personas, y la música
no es propiamente una acción libre, aunque sea
resultado de ellas.

FERNANDO.- Hemos oído hablar de lo bello y lo feo a


propósito de una composición en música y cuando
hemos visto obras de arte en Ciencias Sociales.

ANA.- Bueno Brahim, no solo la ciencia hablan de


verdad y falsedad, porque las catequesis para
Confirmación también se utilizan esas palabras
hablando de los hechos de Jesús.

BRAHIM.- Y cuando estudiamos en Corán.

JUAN.- Y este curso vamos a estudiar todos Filosofía,


que no sé yo si tiene mucho sentido hoy.

FERNANDO.- Bueno, igual nos sirve para aclararnos


porque estudiamos muchas cosas que no sabemos
relacionar entre sí y, si las estudiamos es porque tiene
un valor para nuestra vida. No paran de hablarnos la
sociedad del conocimiento y de la información. No sé,
quizás hay diferentes de saber, y posiblemente se
complementen.
CARMEN: No parece que las ciencias lo solucionen
todo. De ética sabemos pocos y las artes, aunque para
nosotros la música y el cine sean vitales, tampoco
disfrutan de reconocimiento.

FERNANDO: No, desde luego. En cambio, la


tecnología es fundamental: mirad todo lo que hemos
conseguido gracias a ella.

PACO: ¡Uf! Sois peores que mi familia! Si llego a saber


que mi discusión iba a dar por lo tanto, no la cuento.

CONSUELO: No, has hecho bien, porque fíjate en las


cosas que han salido en las conversaciones: las artes,
las ciencias, la ética, la técnica, las religiones, la
filosofía… Ya tenemos asuntos en los que pensar y lo
mismo nos sirve para clase.

1 La necesidad humana del saber

((Todos los hombres desean por la naturaleza saber)),


así comienza la Metafísica de Aristóteles (Grecia, 384-
322 a C.) Esta afirmación ha sido explicada diversas
maneras a lo largo de la historia, y nosotros lo vamos a
hacer desde la menesterosidad que caracteriza al ser
humano: a diferencia de los animales, el ser humano
nace muy desvalido, precisa de un período de crianza
y cuidado muy largo, y es muy pobre en instintos y
destrezas innatos.

A esta menesterosidad se ha de añadir que somos


también los únicos capaces de preguntar y
preguntarnos, y los únicos que sabemos que vamos a
morir. Todas estas son razones para que deseemos
«por naturaleza saber» y necesitemos ser educados,
mientras que los animales pueden ser adiestrados,
pero no educados.

Deseamos saber para conocer la realidad y hacernos


con ella, y deseamos además orientar nuestra vida
para ser felices. Podemos ignorar muchas cosas,
porque no son indispensables para conservar nuestra
vida, ni nuestra salud física y mental; y otras, incluso, ni
siquiera son importantes para lograr una vida feliz. Pero
hay otras cuyo desconocimiento puede dañarnos y
hasta truncar nuestra vida; y otras que, si las
ignoramos, nos conducirán a la infelicidad.

Quienes nos han precedido en la historia han elaborado


distintos saberes y diferentes concepciones de los
mismos según el momento histórico; todos ellos han
dado como resultado el ser humano y la sociedad
actuales, aunque hay que tener en cuenta que no todos
los seres humanos ni todas las sociedades actuales
participan en el mismo grado de los distintos saberes

¿Qué es saber?
El término «saber» procede del verbo latino supere,
que significa tanto «saber» como «saborear». En ese
sentido, saber es saborear las cosas, gustar de ellas y
distinguir sus componentes. Este término también
puede ser usado como sinónimo de «conocer» y
«conocimiento», pero veremos más adelante que no es
exactamente lo mismo saber y conocer.

Del mismo modo que cuando sentimos hambre nos


preguntamos qué nos apetece comer, conforme vamos
viviendo nos preguntamos qué son cada uno de los
objetos con los que nos tropezamos y qué es el
conjunto de todos ellos, la realidad; y nos preguntamos
quiénes somos nosotros, y quiénes son aquellos con
quiénes convivimos; y por qué existe todo ello y se nos
muestra organizado de un modo y no de otro; y un sinfín
de preguntas más que nos asaltan. Todas estas
interrogaciones nos alejan del mero «vivir entre las
cosas», de la ignorancia y de la inconsciencia, y nos
conducen a intentar aprehender la realidad para
hacerla nuestra, expresarla y transmitirla a los demás,
sistematizarla e incorporarla a la tradición cultural a la
que pertenecemos.

Por tanto, los saberes son necesariamente históricos,


porque intentan dar razón de la realidad y están sujetos
a los cambios que en ella se producen, del mismo modo
que reflejan también los cambios que se dan en la
propia vida de los hombres. Esta historicidad es
especialmente interesante, como veremos, en el saber
filosófico.

Fuentes del saber


Podemos ya definir el saber como el resultado de un
conjunto de operaciones en virtud de las cuales nos
hacemos con un ámbito de la realidad, tomamos
conciencia del mismo, lo sistematizamos y damos
razón de él ante otras personas. Conocer, en cambio,
es la actividad que realizamos cuando nos hacemos
con un objeto o con un estado de cosas, de modo que
podemos compartir el resultado de dicha actividad con
los demás.

El conjunto de operaciones que entraña saber lo llevan


a cabo dos facultades principales del conocimiento, que
son los sentidos y la razón. Los sentidos nos
proporcionan la experiencia fundamental de las cosas
en un contexto teórico que las hace inteligibles, porque
no funcionan aislados, sino entremezclados con la
razón: no percibimos, por ejemplo, un color, sino un
objeto que tiene un color y que es igual o se parece a
alguna otra cosa ya percibida. Además, todos nos
desenvolvemos en diferentes ámbitos de experiencia:
la vida cotidiana, la experiencia amorosa, la
experimentación científica, el disfrute artístico, la
experiencia religiosa y otros.

En todos estos ámbitos nuestros sentidos son la


primera herramienta de la que disponemos para
acercarnos a los objetos y hacernos con ellos. Algunos
filósofos han resaltado la importancia de uno de los
sentidos sobre el resto; por ejemplo, para Platón
(Grecia, 427-347 a.C.) la vista es el más importante,
porque alcanzamos la sabiduría cuando somos
capaces de ver la realidad auténtica, y por eso, según
él, la auténtica educación de las personas no consiste
en transmitirles contenidos de conocimiento, sino en
enseñarlas a mirar más allá de la apariencia, a los
auténticos seres. Para Aristóteles, en cambio, el
sentido más importante es el tacto, pues mientras que
solo podemos ver los objetos que entran en nuestro
campo de visión, el tacto está distribuido por todo el
cuerpo y, por consiguiente, nos suministra más
información acerca de la realidad en torno.

Por su parte, la razón también produce diversas formas


de saber según el tipo de experiencia en el que repara;
sabemos por intuición a partir de una experiencia
inmediata, y sabemos por deducción, por inducción o
por reflexión a partir de la elaboración de la experiencia.
«Los sentidos engañan a la razón con falsas
apariencias, y esta misma trampa que ellos le juegan a
la razón la reciben de ella como revancha. Las
pasiones del alma turban los sentidos y crean en ellos
falsas impresiones. Estas dos facultades se mienten y
se engañan en una especie de competencia».

• ¿De qué facultades humanas se habla en el texto?


Es la facultad de la filosofía, en la naturaleza y la
filosofía tiene mucho que ver en esas cosas vivas.
Porque los sentidos engañan a la razón con falsas
experiencia.

• Según el autor, ¿por qué se mienten los sentidos y la


razón? Porque las pasiones del alma turban los
sentidos y se crean en ellos de las falsas impresiones.

¿Estás de acuerdo con él? Razona tu respuesta.


Si porque según lo relatado y lo dicho, ellos han hecho
la engaña dura del conocimiento y las falsas
impresiones que han hecho durante el tiempo de la
filosofía.

La historia de nuestro saber


Si intentamos determinar cómo los hombres fueron
conociendo y transformando la realidad que los
rodeaba, a sí mismos y a los demás hombres, pronto
caeremos en la cuenta de que fue gracias al lenguaje
oral, primer vehículo de transmisión del saber:
elaboraron relatos mediante los cuales contaban a sus
compañeros de vida sus descubrimientos, y también
sus fantasías, suposiciones y conjeturas. Estos relatos
orales se convirtieron después en narraciones escritas,
por lo que podemos afirmar que la primera forma de
saber que surge en nuestra historia es la literatura.
Entre los antiguos griegos, fueron los poetas Homero y
Hesíodo quienes recogieron buena parte de los relatos
orales y los pusieron por escrito, en forma de poemas
épicos y en forma de relatos, llamados mitos. Vamos a
detenernos en estas formas de saber.

El saber mítico
Los mitos fueron las primeras explicaciones de la
realidad que se elaboraron en nuestra cultura y son
narraciones maravillosas situadas fuera del tiempo
histórico y protagonizadas por personajes de carácter
divino o heroico. Elaborados por los poetas, los mitos
se caracterizan por dos rasgos:

Tomados en su conjunto, constituyen una explicación


total acerca del origen del universo, del hombre, de la
civilización, de la organización social y de todos los
aspectos problemáticos de la vida humana.

Suponen una manera de pensar, que se plasma en que


las fuerzas naturales son concebidas como personas y
dioses, y en que los fenómenos naturales y la propia
conducta humana dependen de la voluntad caprichosa
de los dioses, aunque tanto los hombres como los
dioses y los acontecimientos cósmicos aparecen en los
mitos sujetos al destino (Moira o fatum), una fuerza
abstracta que se impone sobre la voluntad de unos y
otros.

Los mitos, pues, son relatos, subgénero del género


literario narrativo, y se hallan muy relacionados con las
leyendas y con los cuentos. No son leyendas, porque
no relatan hechos fantásticos acaecidos a personajes
de la historia o situados en un lugar real; y no son
cuentos, porque tienen una pretensión de explicar la
realidad que sobrepasa la intención pedagógica y de
entretenimiento de los mismos.

«Zeus, conquistador incansable, se enamoró de


Europa, joven princesa fenicia hija del rey Agenor. Para
seducirla, tomó la forma de un toro y se mezcló entre el
ganado de su padre. Mientras Europa y sus damas
recogían flores a la orilla de la playa, la joven quedó
fascinada por el toro, lo acarició y, viendo que era
manso, terminó por subir sobre él. Entonces el toro se
precipitó al mar, nadando con ella a su espalda hasta
la isla de Creta. Al llegar, Zeus reveló su auténtica
identidad y Europa se convirtió en la primera reina de
Creta.

El padre de Europa la buscó durante el resto de su vida


al grito de “¡Europa!, ¡Europa!”, que quedó grabado en
la memoria
de los habitantes de los lugares por los que pasó y que
acabó dando nombre al continente. Zeus regaló a
Europa un autómata de bronce, un perro que nunca
soltaba a su presa y una jabalina que nunca erraba, y
tuvo con ella tres hijos: Minos, Sarpedón y
Radamantis». El rapto de Europa, relato adaptado

• ¿Por qué crees que se elaboraría este mito? Porque


el mito de Europa ha inspirado numerosas
representaciones artísticas. La de esta página es un
mosaico romano hallado en Mérida, Museo Nacional de
Arte Romano.

• Los regalos de Zeus a Europa ¿guardan alguna


relación con la evolución histórica de Europa?
Explícala. Pues por lo relatado yo lo explico que sí.
.

«Siempre en tu pensamiento ten a Ítaca. Llegar hasta


allí es tu destino. Pero no apures tu viaje en absoluto.
Mejor que muchos años dure: y viejo ya ancles en la
isla, rico con cuanto ganaste en el camino, sin esperar
que riquezas te dé Ítaca. Ítaca te dio el bello viaje. Sin
ella no hubieras salido al camino. Otras cosas no tiene
ya que darte». Konst Antinos Kavafis, Viaje a Ítaca
• Busca información sobre el contenido del poema y
relaciónalo con el saber mítico.

En el siglo vi a.C. surge en Mileto (Grecia) una nueva


forma de acercarse a la realidad, una actitud distinta
ante el mundo: la filosófica, que convivirá con los mitos
y conservará de ellos la pretensión de ofrecer una
explicación total de la realidad. Pero lo hará
apoyándose en la razón y tratando de abandonar el
antropomorfismo (personificación de las fuerzas
naturales) y la arbitrariedad que va ligada a él.

El saber literario
La palabra «literatura» procede del latín littera, que
significa «letra»; por tanto, etimológicamente, se refiere
a la palabra escrita, pero, como hemos visto, la primera
forma de lenguaje es el lenguaje oral, que goza como
aquel de la posibilidad de expresar la belleza y, por
tanto, de convertirse en arte.

De «literatura» encontramos diferentes definiciones a


lo largo de la historia y en el momento presente, y de
todas ellas la de María Moliner (España, 19001981)
parece la más comprehensiva, para quien «la literatura
es el arte que emplea la palabra como medio de
expresión, la palabra hablada o escrita».
Siguiendo a Aristóteles, primer pensador que reflexionó
sobre el arte de la producción literaria en su obra
Poética, diremos que las características de la obra
literaria son las siguientes:

Es una imitación (mímesis) de la realidad.

No cuenta lo que sucede, sino lo que puede suceder


(verosimilitud).

Tiene que «purgar» al autor y al receptor de afecciones


negativas o dolorosas (catarsis).

La literatura, pues, es el arte que crea o recrea,


mediante el lenguaje escrito, situaciones fantásticas o
vinculadas a algún ámbito de la realidad, produciendo
en los lectores emociones diversas y goce estético. Se
diferencia de la filosofía en que, mientras aquella nos
presenta situaciones y personajes nacidos de la
imaginación en el ámbito de lo posible y alternativo, la
filosofía se apoya en la razón para ofrecer argumentos
que expliquen las soluciones a los problemas que se
plantea, elaborando un discurso sistemático.

«Acaeció que, llegando a un lugar que llaman Almorox


al tiempo que cogían las uvas, un vendimiador le dio un
racimo de ellas en limosna, y como suelen ir los cestos
mal tratados, y también porque la uva en aquel tiempo
está muy madura, desgranábasele el racimo en la
mano; para echarlo en el fardel tornábase mosto, y lo
que a él se llegaba. Acordó de hacer un banquete, así
por no lo poder llevar, como por contentarme, que aquel
día me había dado muchos rodillazos y golpes.
–Y ahora quiero yo usar contigo de una liberalidad, y es
que ambos comamos de este racimo de uvas, y hayas
de él tanta parte como yo; partirlo hemos de esta
manera: tú picarás una vez y yo otra, con tal que me
prometas no tomar cada vez más de una uva; yo haré
lo mismo hasta que lo acabemos, y de esta suerte no
habrá engaño.

Hecho así el concierto, comenzamos; mas luego, al


segundo lance, el traidor mudó propósito, y comenzó a
tomar de dos en dos, considerando que yo debería
hacer lo mismo. Como vi que él quebraba la postura,
no me contenté con ir a la par con él, más aún, pasaba
adelante, dos a dos, y tres a tres, y como podía las
comía.

Acabado el racimo, estuvo un poco con el escobajo en


la mano, y meneando la cabeza, dijo:

–Lázaro, engañado me has; ¡juraré yo a Dios que has


tú comido las uvas tres a tres!

–No comí –dije yo–, mas ¿por qué sospecháis eso?


Respondió el sagacísimo ciego:

–¿Sabes en qué veo que las comiste tres a tres? En


que comía yo dos a dos, y tú callabas». Anónimo, El
lazarillo de Tormes

• Explica cómo se reflejan en el texto las tres notas que,


según Aristóteles, caracterizan a la obra literaria.

• ¿Crees que el texto tiene una finalidad que va más


allá de la belleza literaria? Di cuál. No tiene finalidad,
porque el saber literario es un tema muy importante en
la filosofía

• Analiza la conducta de los dos personajes que


intervienen y califícala.

¿Siguen vigentes en la actualidad los mitos? Razona la


respuesta y pon ejemplos.

¿En qué se parecen y en qué se diferencian los mitos,


los cuentos y las leyendas?

Busca algún ejemplo literario que haya traspasado el


lugar y el momento histórico en los que surgió y explica
tu elección.

Consulta otras definiciones de «literatura» y explícalas;


elige la que creas más adecuada a tu experiencia
como lector y justifica tu elección.

¿Cuáles son las características de la obra literaria


según Aristóteles?
El saber filosófico 1

El saber religioso
Es común a todas las religiones intentar responder a la
pregunta sobre el sentido de la vida: cómo, cuándo,
para qué surgió y qué nos espera tras la muerte.
Elaboran sus respuestas valiéndose no solo de lo
revelado en los libros sagrados, como la Torá, la Biblia
y el Corán, sino también del saber legado por la
tradición y la fe de los creyentes.
A diferencia de los demás saberes, las religiones
contienen una fuerte dimensión vital y personal que
impregna todos los ámbitos de la vida de quienes creen
en ellas, porque se saben en presencia de Alguien:
Yahvé, Jesucristo, Alá, y porque su visión de sí mismos
y de la realidad está penetrada por su fe.

Por lo que hace a su relación con el mito y la literatura,


las religiones contienen elementos del primero, en
cuanto que recurren a explicaciones que sobrepasan la
realidad, pero se diferencian del mismo por la fuente de
la que nacen, el dato revelado, y por la dimensión vital
de la que hemos hablado.

Recurren también a la literatura, pues nos presentan


relatos, dramatizaciones y poemas, pero no lo hacen
con pretensión artística, sino para hacer más
comprensibles a los creyentes los contenidos de la fe.

En cuanto a su diferencia con la filosofía, radica


principalmente en que las religiones parten de
verdades indubitables, mientras que la filosofía se
pregunta por ellas y no acepta ninguna afirmación
como incuestionable. Este hecho no es óbice para que
la filosofía se haya ocupado durante siglos, y aún hoy
lo siga haciendo, de cuestiones religiosas, dado que las
religiones constituyen cosmovisiones que la filosofía,
en su pretensión de universalidad y radicalidad, no
puede dejar de lado.

Así representó el pintor Jerónimo Bosch, llamado El


Bosco (Flandes, 1450-1516), el relato bíblico sobre la
creación de Eva, el pecado de Adán y Eva y su
expulsión del Paraíso.
«Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi
espíritu en Dios, mi Salvador; porque ha puesto sus
ojos en la humildad de su esclava, y por eso desde
ahora todas las generaciones me llamarán
bienaventurada, porque el Poderoso ha hecho obras
grandes en mí: su nombre es Santo, y su misericordia
llega a sus fieles de generación en generación.

Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios


de corazón, derriba del trono a los poderosos y
enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de
bienes y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la


misericordia –como lo había prometido a nuestros
padres– en favor de Abraham y su descendencia por
siempre». Evangelio de Lucas

• Examinando solo la forma del texto, ¿a qué tipo de


saber crees que pertenece? ¿Por qué?

• ¿Quién lo pronuncia y en qué situación? • ¿Qué obras


se atribuyen en él al «Poderoso»?

• ¿Qué idea de Dios te transmite?

Otros saberes
Del saber científico nos ocuparemos en un tema
posterior. Baste decir ahora que las ciencias son
saberes rigurosos y sistemáticos, con un método –un
modo determinado de proceder– que les permite
estudiar sus objetos formulando hipótesis –que se
afirman o rechazan empíricamente– y leyes.
Muy relacionado con la ciencia se encuentra el saber
técnico, encaminado a producir determinadas cosas.
Ciencia y técnica se complementan y ayudan: el saber
científico ha alcanzado muchos de sus descubrimientos
gracias a los avances de la técnica, que le ha
proporcionado medios espectaculares para la
investigación; y, por otra parte, la técnica se está
desarrollando tanto que, a veces, reta al saber
científico, produciendo herramientas cuyas
posibilidades aún no se conocen. Esta interacción entre
ambos saberes se denomina «tecnología».

Por su parte, el saber artístico, en su conjunto: música,


pintura, cine, etc., constituye una narración de la
experiencia vital de las personas. No solo la literatura,
de la que ya hemos hablado, sino también las demás
artes suponen un conocimiento de la realidad, en dos
sentidos: todas ellas tienen una parte que podríamos
llamar técnica, porque conllevan un saber hacer; y,
además, son formas de conocer la realidad y nos
acercan al resto de saberes.

También hay personas que no han estudiado y no por


eso son ignorantes; jamás han ido a un centro
educativo o han ido muy poco tiempo, y, sin embargo,
son expertas en las tareas a las que se dedican; quizá
no saben dar razón de por qué hacen su trabajo como
lo hacen, pero saben hacerlo gracias a su propia
experiencia, que es la base de su conocimiento.
Estamos hablando del saber común u ordinario, que no
es sistemático y que frecuentemente va acompañado
de prejuicios.

Los museos de arte dan a conocer a los visitantes obras


de artistas de todas las épocas y su visión de la
realidad. En la imagen, una profesora explica a un
grupo de niños el cuadro de Joaquín Sorolla (España,
1863-1923) El baño del caballo, en el Museo Sorolla
de Madrid.
«Tenemos, pues, que mientras el simple vivir, el vivir
en sentido biológico, es una magnitud fija que para
cada especie está definida de una vez para siempre,
eso que el hombre llama vivir, el buen vivir o bienestar
es un término siempre móvil, ilimitadamente variable. Y
como el repertorio de necesidades humanas es función
de él, resultan estas no menos variables, y como la
técnica es el repertorio de actos provocados,
suscitados por e inspirados en el sistema de esas
necesidades, será también una realidad proteiforme, en
constante mutación». José Ortega Gasset Meditación
de la técnica

• Pon ejemplos de necesidades para el bienestar en el


pasado que en la actualidad no lo son.

• Elige un producto de la técnica o de la tecnología y


di qué necesidades satisface.

¿En qué medida contribuye a nuestro bienestar?

¿Qué problemas nos genera su uso?

• ¿Qué significa que la técnica es «una realidad


proteiforme»?

Explica la siguiente afirmación: «Las religiones


contienen una fuerte dimensión vital y personal».

Elige una obra de arte y explica en qué sentido nos


proporciona conocimiento de la realidad.
Haz una redacción sobre cómo sería nuestra vida
cotidiana sin los actuales avances técnicos y
tecnológicos
¿Por qué decimos que el saber común va
frecuentemente acompañado de prejuicios?
El saber filosófico 1

La filosofía
La «mirada» de la filosofía
Ya se ha dicho que la filosofía, como nosotros la
conocemos, surge en el siglo vi a.C. en Grecia,
concretamente en Mileto. Su nacimiento se debe a un
cambio en la «mirada» sobre la realidad: mientras que
en el mito se mira el mundo circundante con los «ojos»
de la imaginación, en la filosofía se mira con los «ojos»
de los sentidos y de la razón, y busca en unos y otra los
elementos para explicarlo.

La filosofía conservará del mito la pretensión de


elaborar una explicación de la realidad completa, pero
irá eliminando paulatinamente el recurso a la fantasía y
a personajes con poderes extraordinarios.

La causa de ese cambio de «mirada» es una nueva


actitud, la actitud filosófica, que se caracteriza por la
admiración, la duda y la conciencia de estar perdido o
desorientado en el mundo. En la raíz del pensamiento
filosófico se encuentra la admiración ante la regularidad
de los fenómenos naturales y el orden apreciable en el
conjunto del universo, regularidad y orden que los mitos
no consiguieron explicar; admiración también ante la
existencia de una naturaleza común a la inmensa
diversidad de seres que pueblan el mundo, que ha de
ser definida y explicada.

Acompaña a la admiración la duda que se suscita en el


ser humano cuando toma conciencia de su ignorancia,
cuando cae en la cuenta de que lo que creía verdadero
puede no serlo; de la duda nacerá una tarea que
caracterizará al saber filosófico a lo largo de la historia:
preguntar hasta poner de manifiesto los supuestos en
los que se apoya cualquier afirmación.

La palabra «filosofía» significa «amor a la sabiduría» y


surge en el entorno de Sócrates (Grecia, siglo v a.C.),
para quien la sabiduría es el más alto anhelo y la
ignorancia, el peor de los males. Solo podrá buscar la
sabiduría quien se sepa ignorante, por lo que el
reconocimiento de la propia ignorancia es el principio
de la sabiduría. Y así cabalgará el filósofo de todo
tiempo, a caballo entre la ignorancia, de la que es
consciente, y la sabiduría, que no termina de alcanzar.

La observación de los fenómenos y prodigios de la


naturaleza, como la nebulosa de la fotografía, es una
fuente de sabiduría, que puede ayudarnos a meditar y
a conocernos a nosotros mismos.

«El que quiera ser filósofo debe ejercitarse en el


ejercicio libre de su razón y no en un ejercicio imitativo
y, por así decirlo, mecánico […]. Todo pensador
construye, por así decirlo, su propia obra sobre las
ruinas de otro; pero nunca sucede que una obra llegue
a estar terminada en todas sus partes. Por ello, y
fundamentalmente, nadie puede aprender filosofía,
porque esta nunca está dada… Quien desee aprender
a filosofar debe considerar todos los sistemas de
filosofía únicamente como historia del uso de la razón
y como objeto de ejercicio de su propio talento. El
verdadero filósofo, como pensador autónomo, debe
hacer un uso libre y personal de su razón, no un
uso esclavo e imitativo». ImmanueL Kant, Crítica de la
razón pura

• ¿Qué entiendes por «ejercicio libre de su razón»?


Pon un ejemplo.

• ¿Y por «ejercicio imitativo»? Pon un ejemplo.

• Explica lo que es un uso esclavo de la razón y pon


un ejemplo del mismo.

Objetivos y objetos de la filosofía


A lo largo de su historia, la filosofía se ha propuesto dos
fines u objetivos:

Conocer con verdad la realidad, lo que ha convertido la


realidad entera en su primer objeto; la mirada filosófica
trata de elaborar una explicación de toda la realidad
para descubrir su estructura (el qué, el cómo, el
cuándo, etc.) y su sentido (el porqué y el para qué). A
esta tarea se dedica la filosofía teórica, así llamada
porque el verbo griego theoréin, que en un principio
significaba «observar», «contemplar», y se usaba para
nombrar la mirada de los espectadores en el teatro,
tomó después la significación de entender la diversidad
del mundo, comprenderla mediante conceptos y
teorías, y expresarla mediante el lenguaje.

Por eso se ocupa de las normas de corrección del


pensamiento; de la estructura de la realidad, del
conocimiento de la misma y del mal que hay en ella
frente a Dios; del hombre; de la naturaleza como un
todo; de la ciencia y de la técnica; y del lenguaje como
herramienta privilegiada para expresar la realidad
entera y lo que sabemos de ella.
Vivir una vida feliz, objetivo para el que es preciso
saber elegir, ordenar adecuadamente los bienes y los
fines que pretendemos, y realizar las acciones que nos
llevan a ellos, así como participar en la organización de
los grupos humanos en los que vivimos, para alcanzar
en ellos la justicia y hacer posible que, en su seno, las
personas seamos felices. De este objetivo se ocupa la
filosofía práctica, que tiene por objeto las acciones
libres del hombre en su vertiente individual y social.

Son, pues, sus objetos, además de las acciones libres


del hombre consideradas individualmente, también de
ellas en cuanto miembro de un Estado; las leyes y la
legitimidad del propio Estado y de las leyes que rigen
en él la vida de los ciudadanos; el lenguaje como
instrumento de persuasión y disfrute; el correcto uso de
los bienes y las producciones artísticas.

«La filosofía, tal como yo entiendo esta palabra, es algo


que se encuentra entre la teología y la ciencia. Como la
teología, consiste en especulaciones sobre temas a los
que los conocimientos exactos no han podido llegar;
como la ciencia, apela más a la razón humana que a
una autoridad, sea esta de tradición o de revelación.
Todo conocimiento definido pertenece a la ciencia –así
lo afirmaría yo– y todo dogma, en cuanto sobrepasa el
conocimiento determinado, pertenece a la teología.
Pero entre la teología y la ciencia hay una tierra de
nadie, expuesta a los ataques de ambas partes: esa
tierra de nadie es la filosofía». Bertrand Russell,
Historia de la filosofía
.¿Qué quiere decir que la ciencia posee un
conocimiento «definido»?

• ¿Qué es un dogma? Pon ejemplos.

• ¿Piensas que la filosofía sigue expuesta a los


ataques de la teología y de la ciencia? Razona tu
respuesta.

EL SABER FILOSÓFICO
Filosofía teórica

Filosofía práctica
Lógica: se pregunta por las reglas del pensar y es
propedéutica de todo saber.

-Metafísica: se pregunta por la estructura de la realidad


entera.
–Ontología: se pregunta por el ser en toda su
diversidad y complejidad.
–Gnoseología o teoría del conocimiento: se pregunta
por el conocimiento humano desde sus fundamentos.
–Teodicea: se ocupa de la existencia de dios en
relación con el mal.

Antropología filosófica: se pregunta por la realidad


humana.

Filosofía de la naturaleza: reflexiona sobre el mundo


físico.

Filosofía de la ciencia y de la técnica: reflexiona sobre


la investigación científica, los avances técnicos y la
relación entre ambos saberes.
Filosofía del lenguaje: se ocupa del sentido y del
significado del lenguaje, así como del uso del mismo.

Filosofía moral o ética: reflexiona sobre las acciones


libres de las personas, en cuanto se orientan a la
justicia y a la felicidad.

Filosofía política y social: se ocupa de la dimensión


social del hombre y de su capacidad para organizarse
en una comunidad política orientada a la justicia.

Filosofía del derecho: se pregunta por la legitimidad del


estado y de las leyes.
Retórica: indaga en la eficacia del lenguaje, escrito o
hablado, para persuadir, deleitar o conmover.

Filosofía de la economía: estudia los fundamentos


morales sobre los que debe apoyarse el uso de los
bienes.

Filosofía del arte o estética: reflexiona sobre la creación


artística y su relación con la belleza y el bien.

Explica con tus palabras, y con ejemplos, la


admiración, la duda y la conciencia de sentirse perdido
en el mundo como origen del conocimiento.

Explica alguno de los problemas que plantea el


conocimiento verdadero de la realidad.

Haz lo mismo con respecto al logro de la felicidad.

¿Por qué es importante para ser feliz vivir en una


sociedad que aspire a la justicia?
¿Puede haber alguna persona que no desee ser feliz?
Justifica tu respuesta.

La filosofía en su historia
A lo largo de la historia se han sucedido diversos
períodos, autores y problemas en el quehacer
filosófico. Vamos a exponer a continuación dos
divisiones de la historia de la filosofía: la más común,
por períodos; y otra, temática, atendiendo a los grandes
temas de interés de cada período.

Historia de la filosofía antigua, que comprende desde el


siglo Vi a.C. hasta el siglo V d.C.; o lo que es lo mismo,
desde el primer filósofo del que tenemos noticia, Tales
de Mileto, hasta la caída del imperio romano. A este
período pertenecen los filósofos presocráticos, los
sofistas, Sócrates, Platón, Aristóteles, el estoicismo y el
epicureísmo, la filosofía helenística y el neoplatonismo,
como figuras y movimientos principales.

Historia de la filosofía medieval, que abarca del siglo V


al siglo XV, período al que pertenecen, como
pensadores más destacados, Agustín de Hipona, san
Anselmo, Averroes, Maimónides, Tomás de Aquino y
Guillermo de Ockham. Historia de la filosofía
renacentista y moderna, desde el siglo XV hasta el
XViii, período en el que sobresalen Maquiavelo,
Descartes, Leibniz, Spinoza, Voltaire, Rousseau y Kant
en el continente europeo, y Hobbes, Locke, Berkeley y
Hume en las islas británicas.
Historia de la filosofía contemporánea, desde el siglo
XiX hasta nuestros días, período en el que surgen
multitud de movimientos filosóficos entre los que
conviene destacar: – En el siglo XiX: el idealismo
alemán (Hegel), la crítica materialista del mismo
(Feuerbach y Marx), el vitalismo (Nietzsche), el
positivismo (Comte), la hermenéutica
(Schleiermacher), el utilitarismo (Stuart Mill) y el
historicismo (Dilthey).

–En el siglo XX: la fenomenología (Husserl), el


pragmatismo (Dewey), la filosofía del lenguaje
(Wittgenstein), la escuela de Fráncfort (Horkheimer), el
personalismo (Mounier) y el existencialismo
(Heidegger, Sartre).

–En España: destacan pensadores como Ortega y


Gasset, Zubiri, Laín Entralgo y Aranguren.

«Porque al fin y al cabo, ¿qué es un sabio? Puede ser


una persona que inspire cierto respeto (o que debería
inspirarlo) por lo que sabe. Entonces la pregunta
correcta debería ser: ¿Qué clase de saber debería
inspirar respeto? “A priori” todos, aunque sea lo que
más le cueste a un profesor hacer entender a sus
alumnos. Pero si tuviera que escoger el más preciado
de entre todos, escogeríamos un saber que todos los
hombres reconocerían como el más útil. Nuestra
tradición filosófica consideró entonces, hace 2.500
años, que el saber supremo sería aquel que nos ayude
a encontrar la felicidad». Atlas básico de filosofía

• ¿Qué es un sabio desde tu punto de vista? Es aquel


que no quiere nada
• ¿Por qué crees que debe inspirar respeto un saber?
Para que podamos respetar a los demás

• ¿Estás de acuerdo en que el saber supremo es el que


nos ayuda a encontrar la felicidad? Razona la
respuesta. Si, para que tengamos mucha felicidad en
estudiar filosofía.

• Selecciona, entre los saberes que ya conoces, los que


pienses que más ayudan a conseguir la felicidad y
razona la contribución de cada uno de ellos a la misma.

• Cuenta alguna situación en la que te hayas sentido


dichoso porque has sabido lo necesario para
enfrentarte a ella.

Ruinas de Paestum, la antigua Elea, donde se


considera que nació la filosofía. Está situada en el golfo
de Salerno, cerca de Nápoles.

Atendiendo a las grandes preguntas que han servido


de punto de partida para filosofar, distinguimos los
siguientes períodos:

Período ontológico, desde el origen de la filosofía hasta


la llegada del cristianismo a Occidente. Como su
nombre indica, el problema fundamental de los filósofos
de este tiempo es la verdad de la naturaleza y del ser,
tomado en toda su generalidad.

Período ontoteológico, desde la llegada del cristianismo


hasta el siglo xV, en el que la filosofía, sin abandonar
su primer objeto, se ocupa ahora principalmente de
Dios, como causa de todo cuanto existe, y de su
relación con el mundo.

Filosofía de la conciencia, desde el Renacimiento hasta


el siglo xix, período en el que el centro prioritario de
interés de la reflexión filosófica es el hacerse del
hombre con la realidad, esto es, el conocimiento del
mundo y de sí mismo.

«El giro lingüístico», período que comprende desde el


siglo xx hasta nuestros días y en el que gran parte de
la reflexión filosófica se centra en el lenguaje y en la
importancia del mismo, no solo como herramienta para
acercarnos a la realidad, sino como elemento
organizador de ella en todos los ámbitos del saber.

«El giro práctico», período que comprende desde el


siglo xx hasta nuestros días y en el que la reflexión
filosófica se centra en la ética personal, en la ética de
la vida social y política, y en las éticas aplicadas a los
diferentes saberes y a los diversos ámbitos de la vida
en nuestra sociedad.

Los temas enunciados –la verdad del ser y de la


naturaleza, Dios, el conocimiento de sí mismo y del
mundo, el lenguaje, la ética y sus aplicaciones, y la
política– no agotan los problemas que los filósofos se
han planteado; hay más objetos de reflexión filosófica
no especificados y muchos de ellos han convivido en
diferentes momentos; estos son solo los que han
concitado un interés más general en una etapa de la
historia del pensamiento, interés que ha producido
nuevos planteamientos de los mismos, nuevos
métodos para su estudio y nuevos logros en su
conocimiento. Pongamos ejemplos:
La preocupación por el conocimiento de la realidad está
presente desde los orígenes de la filosofía y es
constante en toda su historia, desde los filósofos
presocráticos hasta hoy.

La importancia del conocimiento de nosotros mismos


es prioritaria desde Sócrates hasta el presente.

Lo divino, sea como un saber anhelado o como primer


principio y fin último de todo cuanto existe, es objeto de
la filosofía desde su nacimiento en Grecia; serán los
filósofos cristianos de la Edad Media quienes harán de
ello su centro de reflexión y el concepto de Dios no
desaparecerá del horizonte filosófico desde entonces.

Del lenguaje se ocuparon, entre otros, Platón, los


sofistas y Aristóteles, y al origen del mismo y a su uso
para conocer y convivir dedicaron importantes obras.

Y por lo que hace a la reflexión ético-política y a la


aplicación de sus conclusiones a otros saberes y
ámbitos de la vida personal y social, su presencia en el
saber filosófico se remonta a los orígenes de la filosofía
y se extiende a lo largo de toda su historia. Todos los
filósofos se han interrogado acerca de la felicidad del
hombre y sobre la presencia o ausencia de la justicia
en sus sociedades respectivas, así como acerca de la
necesaria contribución de todos los saberes al logro de
ambas.

«Hace ya algún tiempo que me di cuenta de que, desde


mi infancia, había tenido por verdaderas numerosas
opiniones falsas, y que lo construido posteriormente
sobre principios tan poco firmes no podía dejar de ser
altamente dudoso e incierto; de modo que debía
emprender seriamente por una vez en mi vida la tarea
de deshacerme de todas las opiniones que había
tomado hasta entonces por verdaderas, y comenzar
completamente de nuevo, desde los cimientos, si
quería establecer algo firme y constante en las
ciencias. Pero, pareciéndome demasiado grande esta
empresa, esperé a haber alcanzado una edad que
fuese lo suficientemente madura como para no poder
esperar otra después de ella que fuese más propicia
para ejecutarla». René Descartes, Meditaciones
metafísicas

• ¿Cuál es la actitud inicial de Descartes que lo lleva a


la filosofía? Explícala desde sus palabras en el texto.
La actitud es cuando inicia con temas que debemos de
saber.

• ¿Crees que es posible, como dice el autor,


«comenzar completamente de nuevo» en el saber?
Para que tengamos más conocimiento de la filosofía

Haz un cuadro de doble entrada en el que relaciones


los períodos de la historia de la filosofía y los temas que
centran la atención de los filósofos.

Busca información sobre alguno de los filósofos que


aparecen nombrados y elabora una redacción sobre su
vida y su pensamiento.

Elige alguno de los problemas de la filosofía


enunciados y redacta un informe con lo que tú piensas
del mismo.

Filosofía hoy, ¿para qué?


De todo lo visto hasta ahora podemos sacar algunas
conclusiones. En concreto, acerca del saber filosófico,
que es un saber crítico y riguroso que pretende conocer
la estructura fundamental de la realidad y de la razón
misma, entendida la realidad como totalidad de lo que
hay, también de la vida personal y social del ser
humano.

A lo largo de la historia se han ido acumulando las


grandes preguntas, que son el centro de la actividad
filosófica, y también las respuestas y controversias en
torno a tales cuestiones.

Cabe ahora preguntarnos si tiene sentido filosofar hoy,


cuando las ciencias, la técnica y la tecnología, los
llamados «saberes positivos», parecen dominar ya la
realidad o les falta muy poco para ello; y cuando los
cambios sociales se producen con tal celeridad que
parece inútil dedicarse a responder las cuestiones más
generales y más radicales. Y la respuesta es que,
precisamente por estas razones, es muy necesaria la
filosofía, porque:

Los saberes positivos, cada uno de ellos ocupado en


una parcela de la realidad, deben ser integrados y
valorados desde el punto de vista de su contribución a
la felicidad de las personas y a la justicia en los grupos
humanos. Esta tarea no la realiza ninguno de los
saberes no filosóficos.

Es necesario reflexionar para conseguir criterios que


nos ayuden a superar los prejuicios y dogmatismos que
pueblan el saber ordinario sobre la realidad, de
nosotros mismos y de nuestras sociedades.
Los saberes positivos carecen de instrumentos para
cuestionar sus propios prejuicios acerca de la realidad
natural y social.

Además, hoy convivimos con algunas amenazas


especialmente peligrosas en cuanto a la información y
el conocimiento, pues la presunta información es muy
veloz y supera todas las fronteras, incluso las de la
propia intimidad; internet y el teléfono móvil, que tanto
nos ayudan en muchos momentos, son, en otros,
instrumentos deshumanizadores y que nos alejan de la
realidad.

Es preciso adoptar una posición crítica que nos permita


determinar si hay fines razonables para nuestra vida y
cuáles son, de lo que se ha ocupado, desde su origen
hasta hoy, la filosofía.

Para todo ello es indispensable conocer los conceptos


y argumentos que la filosofía ha producido, y elaborar
otros nuevos que nos permitan integrar todos los
conocimientos en una visión lo más completa posible.

Es común la experiencia del niño que, a temprana


edad, pregunta sin cesar «¿Esto qué es?» y «¿Por
qué?». A la primera pregunta suele bastarle con que se
le responda el nombre del objeto por el que pregunta,
pero la respuesta a la segunda la encadena con otra
igual, y con otra, y continúa sucesivamente con la
misma interrogación a partir de cada respuesta, hasta
que el adulto se cansa y lo distrae con cualquier juego
u objeto cercano, lo que nos lleva a pensar que
preguntar y preguntarse es inherente a la condición
humana, así como a sospechar de quienes, cansados
o interesados, intentan distraernos con juegos u objetos
para que dejemos de hacerlo.

Cuando en un momento histórico o en una sociedad los


seres humanos renunciamos a preguntar y a
preguntarnos, caemos en la desorientación, aceptamos
sin crítica acciones y afirmaciones de dudosa índole,
podemos

Observatorio astrofísico de Roque de los Muchachos,


en la isla de La Palma, Canarias. Está situado a 2.396
metros de altitud, y es un lugar de referencia mundial
para la observación del cosmos.

Detalle de un fragmento de piel de tiburón observado


con microscopio. El mejor conocimiento de la
naturaleza y de todos los seres vivos que la habitan
debe orientarse al cuidado y a la preservación por
solidaridad con las generaciones futuras.
deslizarnos hacia comportamientos prejuiciosos y no
sometemos a análi- sis nuestras vivencias y las de
aquellos con quienes convivimos y construimos la
sociedad. Todo ello conlleva una renuncia a la dignidad
de la que estamos investidos por el hecho de ser
personas.

«Y a continuación –seguí–, compara con la siguiente


escena el estado en que, con respecto a la educación
o a la falta de ella, se halla nuestra naturaleza. Imagina
una especie de cavernosa vivienda subterrá nea
provista de una larga entrada, abierta a la luz, que se
extiende a lo ancho de toda la caverna, y unos hombres
que están en ella desde niños, atados por las piernas y
el cuello, de modo que tengan que estarse quietos y
mirar únicamente hacia delante, pues las ligaduras les
impiden volver la cabeza; detrás de ellos, la luz de un
fuego que arde algo más y en plano superior, y entre el
fuego y los encadenados, un camino situado en alto, a
lo largo del cual suponte que ha sido construido un
tabiquillo parecido a las mamparas que se alzan entre
los titiriteros y el público, por encima de las cuales
exhiben aquellos sus maravillas.

–Ya lo veo –dijo. –Pues bien, ve ahora, a lo largo de


esa paredilla, a unos hombres que transportan toda
clase de objetos, cuya altura sobrepasa la de la pared,
y estatuas de hombres o animales hechas de piedra y
de madera y de toda clase de materias; entre estos
portadores habrá, como es natural, unos que vayan
hablando y otros que estén callados.

–¡Qué extraña escena describes –dijo– y qué extraños


prisiones ros!

–Iguales que nosotros –dije–, porque en primer lugar,


¿crees que los que están así han visto otra cosa de sí
mismos o de sus acompañe ros sino las sombras
proyectadas por el fuego sobre la parte de la caverna
que está frente a ellos?

–¿Cómo –dijo–, si durante toda su vida han sido


obligados a mantener inmóviles las cabezas?

–¿Y de los objetos transportados? ¿No habrán visto lo


mismo? No, pero para mí es muy interesante.

–¿Qué otra cosa van a ver?


–Y si pudieran hablar los unos con los otros, ¿no
piensas que cree rían estar refiriéndose a aquellas
sombras que veían pasar ante ellos?
–Forzosamente.
–¿Y si la prisión tuviese un eco que viniera de la parte
de enfrente? ¿Piensas que, cada vez que hablara
alguno de los que pasaban, creerían ellos que lo que
hablaba era otra cosa sino la sombra que veían pasar?

–No, ¡por Zeus! –dijo.


–Entonces no hay duda –dije yo– de que los tales no
tendrán por real ninguna otra cosa más que las
sombras de los objetos fabrica dos.

–Es enteramente forzoso –dijo.


–Examina, pues –dije–, qué pasaría si fueran liberados
de sus cadenas y curados de su ignorancia y si,
conforme a naturaleza, les ocurriera lo siguiente.
Cuando uno de ellos fuera desatado y obligado a
levantarse súbitamente, y a volver el cuello y a andar,
y a mirar a la luz y cuando, al hacer todo esto, sintiera
dolor y, por causa de las chiribitas, no fuera capaz de
ver aquellos objetos cuyas sombras veía antes, ¿qué
crees que contestaría si le dijera alguien que antes no
veía más que sombras inanes […]?». Platón, República

• ¿Estás de acuerdo con Platón en las consecuencias


que la falta de educación tiene para los hombres?
Razona tu respuesta.

• Describe alguna situación en la que tú u otra persona


se haya sentido «prisionera» en el sentido que describe
Platón.

• Partiendo del texto, haz una redacción en la que


aparezcan «las sombras» y «los ecos» de nuestro
tiempo.
• ¿Dirías que este es un texto literario, mítico o
filosófico? ¿Por qué? No sé

Tatro de Sombras de Java. todo lo real proyecta


sombras; vivir de verdad no es otra cosa que distinguir
lo real de las sombras.

Pon ejemplos de prejuicios que hayas detectado, en ti


o en otras personas, y cómo pueden superarse. 25.
Busca el significado de «dogmatismo» y explícalo con
tus palabras.
Explica por qué el uso indebido del teléfono móvil e
internet puede llevarnos a la enajenación y a la
deshumanización.

¿Te has planteado alguna vez si tiene sentido tu vida?


Responde dando razones. Si mi vida tiene sentidos en
toda, porque redactando algunas cosas es un sentido
de la vida y la mente

Los diferentes saberes

Responde a las siguientes preguntas:

1. Nombra diferentes saberes que conozcas y explica


brevemente en qué consisten.

2. ¿Cuáles de los saberes nombrados pertenecen a la


filosofía? Relaciónalos con los objetivos y los objetos
de la misma.
3. ¿Crees que la tecnología es fundamental en nuestra
vida? Razona tu respuesta.

5. Expón algún problema que hayas vivido para el que las


ciencias no tienen respuesta.

Comentario de texto «Los hombres comienzan y


comenzaron siempre a filosofar movidos por la
admiración; al principio, admirados ante los fenómenos
sorprendentes más comunes; después, avanzando
poco a poco y planteándose problemas más grandes,
como los cambios de la Luna y los relativos al Sol y a
las estrellas, y a la generación del universo. Pero quien
se plantea un problema o se admira reconoce su
ignorancia. (Por eso también quien ama los mitos es en
cierta manera filósofo; ya que el mito consta de
elementos maravillosos). De manera que, si filosofaron
para huir de la ignorancia, es claro que buscaban el
saber en vista del conocimiento, y no por alguna otra
utilidad. Y así lo testimonian los hechos. Porque esta
disciplina comenzó a buscarse cuando ya existían
todas las cosas necesarias y las relativas al descanso
y al adorno de la vida. Es, pues, evidente que no la
buscamos por ninguna otra utilidad, sino que, tal como
llamamos hombre libre al que lo es por sí mismo y no
por otro, así consideramos esta como la única ciencia
libre, ya que lo es por sí misma». Aristóteles, Metafísica

1. Haz un resumen del texto.

2. Señala la idea principal del texto y las razones con


las que el autor la sostiene.
3. Explica la relación que Aristóteles establece entre el
mito y la filosofía.

4. Opone el autor la idea de utilidad a la de libertad


Expón tu visión al respecto.

La necesidad de la filosofía hoy

Redacta la disertación de acuerdo con el siguiente


guion:

– Definición de filosofía.

-Ámbitos del saber filosófico.

– Etapas de la historia de la filosofía. – Algunos


problemas filosóficos actuales.

La sociedad de la información

Durante una semana, recoged grabaciones de noticias


de la televisión, de la radio y de los periódicos digitales;
también recortad noticias de prensa escrita; mejor si se
trata de la misma noticia en diferentes medios.

Juntaos en un recreo y revisad todo el material,


ordenándolo de modo que reunáis las noticias sobre
los mismos acontecimientos. En clase, como
presentación, exponed el material recopilado indicando
sus fuentes.
Abrid un debate en el que intentaréis responder a las
siguientes preguntas:

1. En las diversas fuentes, ¿está expuesto con claridad


el acontecimiento al que se refiere la noticia?

2. ¿Aparecen valoraciones en las noticias? ¿De qué


índole, en cada caso?

3. Una persona que solo recibe información de una


fuente ¿está de verdad informada?

Poned luego por escrito vuestras conclusiones.

Comentario de texto «Un ser humano es parte de un


todo, llamado por nosotros “universo”, una parte
limitada en el tiempo y el espacio. Se experimenta a sí
mismo, sus pensamientos y sentimientos, como algo
separado del resto, […] algo así como una ilusión óptica
de su conciencia. Esta falsa ilusión es para nosotros
como una prisión que nos restringe a nuestros deseos
personales y al afecto que profesamos a las pocas
personas que nos rodean. Nuestra tarea debe ser
liberarnos de esta cárcel ampliando nuestro círculo de
compasión para abarcar a todas las criaturas vivas y a
la naturaleza en conjunto en toda su belleza. Nadie es
capaz de conseguirlo completamente, pero esforzarnos
en este sentido es ya una parte de la liberación y es la
base de nuestra seguridad interior». Albert Einstein, Mi
visión del mundo

1. Pon título al texto.


2. Reescríbelo con tus palabras explicando su
contenido.

3. ¿A qué llama el autor «falsa ilusión»? ¿Por qué


piensas que la califica así?

4. ¿Qué semejanzas encuentras entre este texto y el


mito de la caverna de Platón? Explícalas.

5. ¿Qué diferencias hay entre ambos textos?


Explícalas.

6. Expresa razonadamente tu valoración del contenido


del texto y la relación del mismo con el quehacer
filosófico.

Sombras y ecos de nuestro tiempo: la publicidad

1. Elaborad una lista de grupos de productos de


consumo sobre los que se hacen anuncios.

2. Haced luego grupos de cuatro o cinco compañeros


y elegid los temas según vuestros intereses.

3. Grabad los anuncios que os resulten más sugerentes


relativos al tema elegido.

4. Analizadlos siguiendo estas pautas:

– Producto que se anuncia.


–situación espacio-temporal.
–Personajes: edades, sexo, nivel cultural y económico,
aspecto físico, trabajo o profesión.
– e lementos de atracción de los que se han servido
los publicistas.
– Cualidades del producto destacadas en el anuncio.
– n ecesidad real o superflua del producto.
– Verdadera adecuación entre la necesidad y la
satisfacción del producto.

5. Luego haced un montaje con los anuncios


seleccionados y una presentación en Power Point con
vuestras conclusiones, en las que deberéis reflejar los
elementos reales y los aparentes de cada uno de ellos.

6. Redactad un informe en el que aparezcan las sombras


y los ecos de «nuestra caverna».
Las metas de la filosofía: sabiduría y felicidad

Dividimos la clase en dos subgrupos, uno se


encargará de la sabiduría y el otro de la felicidad. en
cada subgrupo, formamos equipos de cuatro o cinco
personas cada uno. elaboramos entre todos un índice
del proyecto que sea adecuado al número de equipos
que tengamos, de modo que cada equipo pueda
trabajar con autonomía sobre un aspecto concreto del
proyecto. Para elaborar el índice se pueden tener en
cuenta aspectos como los siguientes: definición de los
conceptos («sabiduría» un subgrupo, «felicidad» el
otro) en la actualidad, devenir histórico de los mismos,
personajes reales e imaginarios que los hayan
ejemplificado en sus vidas, posibilidad de realización de
los mismos en nuestro mundo actual, etc. en cada
equipo investigamos sobre un apartado del índice y
buscamos información sobre el mismo, citamos sus
fuentes y elaboramos un documento con los resultados
de la investigación. Puede haber encuestas,
cuestionarios y entrevistas a personas que el equipo
considere interesantes. Podemos hacer búsquedas en
internet, consultas bibliográficas (libros, revistas,
periódicos), hacer referencia a películas, canciones,
documentales, etc. terminado el trabajo por equipos,
se reunirá cada subgrupo por su lado para poner en
común los resultados obtenidos y preparar una
presentación pública de los mismos, preferiblemente en
un soporte informático, con una duración aproximada
de quince minutos. Un pequeño grupo de voluntarios
hará una síntesis de las aportaciones de los equipos y
la enviará por correo electrónico a todos los miembros
del grupo de clase. todo el proceso de elaboración
durará en torno a dos semanas.

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