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Microbiologia Agricola
Microbiologia Agricola
Microbiologia Agricola
Ada S. Albanesi
Microbiología Agrícola.
Un aporte de la Investigación
en Argentina
SEGUNDA EDICIÓN
Prefacio
Ada S. Albanesi
Presentación
Resumen
La calidad de suelo, está relacionada con las funciones del mismo en eco-
sistemas naturales y agroecosistemas e incluye los principios de la sustentabilidad,
cuyo objetivo es alcanzar una alta capacidad productiva sin perder sus propiedades
físicas, químicas y biológicas. La misma es dinámica y está en función de las ca-
racterísticas específicas del suelo, de las condiciones ambientales en que se en-
cuentra, del uso y prácticas de manejo. Esto presenta numerosas dificultades al
momento de definir y cuantificar la calidad, en particular al considerar las pro-
piedades biológicas y bioquímicas usadas como indicadores, las cuales aún no
presentan un consenso en cuanto a su determinación y niveles de referencia. Esto
dificulta la interpretación de los indicadores analizados individualmente, en índi-
ces simples, o en índices multiparamétricos. El objetivo es discutir la necesidad
de una mirada integradora en la evaluación de los suelos, resaltar los indicadores
biológicos y bioquímicos en la construcción de índices y evaluar la calidad en sis-
temas de producción en ambientes semiáridos. En la región chaqueña el efecto de
los sistemas de habilitación de tierras evaluados, esta en función del manejo pos-
terior del sitio, y los indicadores, en general, presentan una fuerte dependencia
del sitio ecológico y la cobertura vegetal presente.
a
FAyA–Univ. Nac. Sgo. del Estero; Av. Belgrano 1912, (4200) Sgo. del Estero.
*Mail: albanesi@unse.edu.ar
b
INTA-Santiago del Estero;
c
ETSI-UPM España
-1-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Calidad de suelos
A partir de la década de los 90 los estudios sobre la calidad del suelo fueron
en aumento, sin embargo, contrariamente a otros conceptos como calidad del aire
y agua, aún no existe reglamentación para establecer la calidad del suelo, ni un
consenso sobre su concepto. Han surgido varias significaciones de calidad de sue-
los, en su mayoría relacionados con las funciones del mismo en ecosistemas na-
turales y agrícolas (Araújo et al., 2012). Las funciones específicas del suelo
incluyen: i) captar, mantener y liberar agua y nutrientes y otros compuestos quí-
micos. ii) recargar las napas subterráneas. iii) mantener un hábitat edáfico ade-
cuado para la actividad biológica del suelo.
La calidad de suelos, establecida por el comité de la Sociedad Americana
de la Ciencia del suelo, es la capacidad funcional de un tipo específico de suelo,
para sustentar la productividad animal o vegetal, mantener o mejorar la calidad
del agua y el aire, y sostener el asentamiento y salud humanos, con límites eco-
sistémicos naturales o determinados por el manejo (SAG, 2005). Incluye los prin-
cipios de la sustentabilidad, cuyo objetivo es alcanzar una alta capacidad
productiva (habilidad del suelo para promover la productividad del ecosistema o
agroecosistema, sin deteriorar sus propiedades físicas, químicas y biológicas) y
la conservación o mejoramiento de la capacidad del mismo para atenuar los con-
taminantes ambientales, los patógenos, y cualquier posible daño hacia el exterior
del sistema, incluyendo también los servicios ecosistémicos que ofrece (Cuevas
et al., 2004), con el fin de lograr un rendimiento sostenido de manera constante a
lo largo del tiempo (López Zamora, 2005).
La calidad del suelo es dinámica y puede cambiar en el corto plazo de
acuerdo con las características específicas del suelo, con las condiciones ambien-
tales, con el uso y con las prácticas de manejo; es por ello que para conservarla es
necesario implementar prácticas sustentables en el tiempo con sistemas de manejo
diferentes según cada situación particular (Navarrete Segueda et al., 2011). Inter-
pretar y predecir los efectos del manejo sobre la calidad del suelo a través de in-
dicadores confiables y sensibles constituye una de las principales finalidades de
la ciencia del suelo moderna (Campitelli et al., 2010).
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Calidad de suelo. Propiedades biológicas y evaluación en ecosistemas semiáridos
efectos son combinados durante un período de tiempo (Gil –Sotres et al., 2005;
Li et al., 2013).
En la evaluación de la sustentabilidad y considerando que la calidad del
suelo es un aspecto fundamental de la misma, existen dos posibilidades: una es la
evaluación per se y la otra es la evaluación comparativa. La primera exige una
definición de valor absoluto de sustentabilidad donde el factor tiempo es esencial
ya que se compara un sistema consigo mismo en el tiempo. En la evaluación com-
parativa (retrospectiva o prospectiva) no importa el valor absoluto ya que se com-
paran sistemas o tecnologías. En la comparación retrospectiva es muy importante
conocer el estado inicial o de referencia y que los cambios que se evalúen sean
debidos al efecto del sistema que se está evaluando y no estén enmascarados por
otros factores. En la evaluación prospectiva se puede realizar un monitoreo de in-
dicadores en el tiempo, por lo cual se necesitan varios años para lograr resultados
confiables. Otra forma es realizar una proyección a futuro con una serie histórica
de datos ajustando a alguna función matemática para conocer la tendencia (Sa-
randón, 2002).
Independientemente del método, la evaluación de la sustentabilidad está
basada, fundamentalmente, en la elección correcta de los indicadores y en el des-
arrollo de su aplicación dentro de un sistema de monitoreo (SAG, 2005). Es así
que la calidad del suelo, no puede ser medida directamente ya que se necesitan un
gran número de variables, puede ser estimada a partir de indicadores selecciona-
dos.
Para evaluar la calidad del suelo es conveniente determinar la escala de es-
tudio, dividir la región o área de estudio en diferentes ecorregiones, seleccionar
zonas ecológicas con suelos similares, definir el objetivo de estudio sobre la cali-
dad del suelo (producción agrícola, protección ambiental o cualquier otro uso), se
deben elegir un conjunto de indicadores para el área de estudio, seleccionar un
punto de referencia (línea base) para cada indicador y especificar los límites crí-
ticos para los indicadores seleccionados que varían en función de cada indicador
y transformarlos en índices de calidad de suelo/sustentabilidad (Araújo et al.,
2012).
Niveles de percepción
En el ajuste de las metodologías de evaluación es muy importante, el espa-
cio elegido como nivel de resolución, el cual depende de la escala de estudio, ya
que los paisajes son por naturaleza heterogéneos en su composición y dependientes
de la escala. Es así que con una misma resolución temática, un paisaje puede ser
homogéneo en la escala local, pero heterogéneo en otra escala incluida o inclusiva
de la anterior (Riesco Chueca et al., 2008), siendo por ello importante definir pre-
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Niveles de referencia
Los indicadores de calidad de suelos seleccionados, deben ser propiedades
edáficas que mejor reflejen el cambio en la calidad, aún cuando la misma es afec-
tada por un gran número de propiedades. No existen procedimientos de evaluación
adecuados y acordados por el cual estas propiedades se miden adecuadamente.
Además existen diferentes enfoques para establecer los niveles de referencia de
calidad de un suelo, uno de ellos considera que un suelo de máxima calidad es
aquel que está en equilibrio con todos los componentes del ambiente, es decir, un
suelo climax desarrollado bajo vegetación climax. El otro enfoque considera que
un suelo de referencia de máxima calidad es aquel capaz de mantener una alta
productividad y de provocar el mínimo disturbio al ambiente (Gil –Sotres et al.,
2005; Li et al., 2013).
El nivel umbral de cada indicador puede ser obtenido de diferentes maneras:
i) de los ecosistemas no disturbados o con impactos antropogénicos mínimos
(cuando se comparan suelos dentro de una región ecológica o de un mismo tipo
de suelo), ii) el uso de suelos de referencia capaces de mantener un alto nivel de
productividad y funciones medioambientales en estrecha relación con el nicho
ecológico de los cultivos que se realicen en los agroecosistemas a evaluar, esto
es, en relación con los requerimientos óptimos de las especies que habitualmente
se cultivan en la región, área o sitio; iii) determinando los valores medios resul-
tantes de estudios realizados con anterioridad o a partir de datos históricos, de los
mismos suelos de los agroecosistemas que se desea evaluar; iii) fijando como lí-
mite crítico una proporción por encima de los valores medios del indicador y fijar
este exceso como nivel de sostenibilidad de ese indicador; iv) monitorear las di-
námicas de los cambios de los indicadores para determinar la calidad del suelo
(Albanesi et al., 2003).
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Calidad de suelo. Propiedades biológicas y evaluación en ecosistemas semiáridos
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Calidad de suelo. Propiedades biológicas y evaluación en ecosistemas semiáridos
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Calidad de suelo. Propiedades biológicas y evaluación en ecosistemas semiáridos
y sustentable. Implica una intervención inicial con eliminación del estrato arbus-
tivo que aumenta la productividad primaria neta en los primeros años de evalua-
ción (Figura 2).
Esta eliminación del estrato arbustivo puede ser manual o mecánica (ro-
lado). Las prácticas que acompañan estas transformaciones del ecosistema son
generalmente el fuego y la siembra de pasturas, con el fin de mejorar la cantidad
y calidad del forraje.
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Calidad de suelo. Propiedades biológicas y evaluación en ecosistemas semiáridos
Tabla 1. Valores medios de respiración edáfica (RE) en ug C g suelo-1 día-1, carbono de la biomasa
microbiana (CBM) en ug C g suelo-1, carbono potencialmente mineralizable (C0) en mg C kg-1, tasa
de mineralización del carbono potencialmente mineralizable (Kc) en mg de C-CO2 kg-1 suelo dia-1,
carbono orgánico total (COT) en g C kg-1 suelo, carbono orgánico particulado (COP) en g kg-1 suelo,
nitrógeno total (NT) en g kg-1 suelo, en Testigo (T), Rolado 4 años sin pastoreo (Rs/p) y Rolado 4
años con pastoreo. Letras diferentes evidencian diferencias significativas (p=0,05).
Tabla 2. Valores medios de las relaciones CBM: COT en %, cociente metabólico microbiano (qCO2),
RE: COT en %, C: N y COP: COT en Testigo (T), Rolado 4 años sin pastoreo (Rs/p) y Rolado 4
años con pastoreo. Letras distintas indican diferencias significativas (p≤0,05).
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Calidad de suelo. Propiedades biológicas y evaluación en ecosistemas semiáridos
Tabla 3. Valores medios de respiración edáfica (RE) en ug C g suelo-1 día-1, carbono de la biomasa
microbiana (CBM) en ug C g suelo-1, carbono potencialmente mineralizable (C0) en mg C kg-1, tasa
de mineralización del carbono potencialmente mineralizable (Kc) en mg de C-CO2 kg-1 suelo dia-1,
carbono orgánico total (COT) en g C kg-1 suelo, carbono orgánico particulado (COP) en g kg-1 suelo,
nitrógeno total (NT) en g kg-1 suelo, debajo de distintas coberturas: Schinopsis lorentzii (Qc), Aspi-
dosperma quebracho blanco (Qb), Zizyphus mistol (M) y sin cobertura vegetal (D). Letras distintas
indican diferencias significativas (p≤0,05).
Tabla 4. Valores medios de las relaciones CBM: COT en %, cociente metabólico microbiano (qCO2),
RE: COT en %, C: N y COP: COT, debajo de distintas coberturas: Schinopsis lorentzii (Qc), Aspi-
dosperma quebracho blanco (Qb), Zizyphus mistol (M) y sin cobertura vegetal (D). Letras distintas
indican diferencias significativas (p≤0,05).
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Tabla 5. Carbono orgánico total (COT), particulado (COP), asociado (COA) (g C kg-1 suelo), Nitró-
geno total (NT), particulado (NOP) y asociado (NOA) (g N kg-1 suelo); nitrógeno potencialmente
mineralizable (Nan) (mgN kg-1 suelo día-1) y actividad hidrolítica de FDA (ug fluoresceína g-1 h-1)
en los tratamientos testigo (T0), rolado de un año (R1) y rolado de 4 años (R4), bajo cobertura de
quebracho blanco. Letras distintas indican diferencias significativas (p≤0,05).
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Calidad de suelo. Propiedades biológicas y evaluación en ecosistemas semiáridos
Tabla 6. Relaciones COP: COT (%), NOP:NT (%), COT:NT, COP:NOP; en los tratamientos testigo
(T0), rolado de un año (R1) y rolado de 4 años (R4), bajo cobertura de Aspidosperma quebracho
blanco. Letras distintas indican diferencias significativas (p≤0,05).
La cobertura influye en el efecto del rolado sobre la calidad del suelo, de-
mostrando que el aporte de residuos al suelo por el G disminuyen el COP al año
de efectuada la práctica, por el aporte de biomasa vegetal desde las pasturas que
presentan menor relación C:N, aumentando la tasa de mineralización a expensas
de la fracción más lábil de materia orgánica del suelo (Tablas 7,8).
Tabla 7. Carbono orgánico total (COT), particulado (COP), asociado (COA) (g C kg-1 suelo), Nitró-
geno total (NT), particulado (NOP) y asociado (NOA) (g N kg-1 suelo); nitrógeno potencialmente
mineralizable (Nan) (mgN kg-1 suelo día-1) y Actividad hidrolítica de FDA (ug fluoresceína g-1 h-
1
), en los tratamientos rolado de un año (R1) y rolado de 4 años (R4), bajo cobertura de Aspidosperma
quebracho blanco (Qb) y Panicum maximum cv. gatton panic (G). Letras distintas indican diferen-
cias significativas (p≤0,05).
Tabla 8. Relaciones COP: COT (%), NOP:NT (%), COT:NT, COP:NOP en los tratamientos rolado
de un año (R1) y rolado de 4 años (R4), bajo cobertura de Aspidosperma quebracho blanco (Qb) y
Panicum maximum cv. gatton panic (G). Letras distintas indican diferencias significativas (p≤0,05).
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Figura 3. Agroecosistemas sojeros bajo riego en dos sitios de diferente calidad de suelo.
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Calidad de suelo. Propiedades biológicas y evaluación en ecosistemas semiáridos
Figura 4. Análisis biplot de los tratamientos y variables de suelo y biomasa vegetal., en estadio ve-
getativo en sitio I. Referencias: Tratamientos: 1, 2, 3, 4 y 5. Los indicadores físico-químicos de
suelos pH; CE; NT; COT; COL; COP; COPe. Las variables vegetativas fueron: MS nod 1°; MS nod
2°; MS raíz; M S aérea.
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Figura 5. Análisis biplot de los tratamientos y variables de suelo y biomasa vegetal, en cosecha en
dos sitios (I y II). Referencias: Tratamientos: 1, 2, 3, 4 y 5. Los indicadores físico-químicos de suelos
pH; NT; COT. Las variables vegetativas: MS nod 1°; MS nod 2°; MS raíz; MS aérea, IC s/raíz e IC
c/raíz.
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Calidad de suelo. Propiedades biológicas y evaluación en ecosistemas semiáridos
Conclusiones
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Indicadores de calidad de suelo: Una perspectiva biológica
Soil quality indicators: a biological perspective
Resumen
El uso de las tierras para fines agrícolas es una de las principales causas de
degradación del suelo. Implementar prácticas de manejo conservacionistas con-
tribuye a la sustentabilidad de los agroecosistemas. Los parámetros físicos, quí-
micos y biológicos son potenciales indicadores de calidad de suelo, que permiten
monitorear en forma temprana y de manera eficaz los cambios que se puedan pro-
ducir como consecuencia del manejo. Se evaluaron indicadores edáficos en dife-
rentes ensayos en siembra directa, rotación de cultivos, rotaciones
agrícolo-ganaderas y cultivos de cobertura en INTA Oliveros, Marcos Juárez y
Rafaela en el período 2006-2008. Los parámetros microbiológicos evaluados tales
como carbono de la biomasa microbiana y actividad de las enzimas fosfatasa
ácida, deshidrogenasa y ureasa resultaron indicadores sensibles y tempranos para
manifestar cambios producidos por el uso del suelo. La construcción de Índices
simples de calidad de suelo como el cociente metabólico y la relación entre enzi-
mas y carbono orgánico, así como generar nuevas variables a través del uso de
técnicas como Análisis de Componentes Principales permitió relacionar paráme-
tros físicos, químicos y biológicos de utilidad para el monitoreo de las situaciones
de manejo. El desafío inmediato es la construcción de Índices complejos de calidad
de suelo que permitan integrar las variables físicas, químicas y biológicas con va-
riables ambientales y de producción.
a
Microbiología Agrícola, bEdafología, cManejo de Tierras
Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional de Rosario, Parque J. Villarino s/n, Zavalla,
Santa Fe. Mail: storesan@gmail.com
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Introducción
Figura 1. Modelo conceptual para mostrar la relación entre el nivel de insumos y la productividad
según diferentes calidades de suelo (Cassman, 1999).
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Indicadores de calidad de suelo: Una perspectiva biológica
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Indicadores de calidad de suelo: Una perspectiva biológica
Figura 2. Carbono de la biomasa microbiana en las parcelas bajo cultivo y en el suelo de referen-
cia. Letras distintas en el mismo año de muestreo indican diferencias estadísticamente significati-
vas entre tratamientos (p < 0,05).
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Figura 3. Cociente metabólico en las parcelas bajo cultivo y en el suelo de referencia. Letras dis-
tintas en el mismo año de muestreo indican diferencias estadísticamente significativas entre trata-
mientos (p < 0,05).
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Indicadores de calidad de suelo: Una perspectiva biológica
Figura 4. Actividad fosfatasa (A), deshidrogenasa (B) y ureasa (C) en las parcelas bajo cultivo y
en el suelo de referencia. Letras distintas en el mismo año de muestreo indican diferencias esta-
dísticamente significativas entre tratamientos (p < 0,05).
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Sitio Estación Experimental INTA Marcos Juárez (39º 41´S; 62º 09´O)
El suelo es un Argiudol Típico serie Marcos Juárez (Soil Survey Staff, 2006)
con una composición mineral en horizonte Ap de arcilla 215 g kg-1 y limo 689 g
kg-1. El ensayo fue iniciado en 1993/94 con la rotación Maíz-Trigo/Soja-Soja en
un diseño con bloques completos con un arreglo factorial con parcelas subdividi-
das con tres repeticiones. En la parcela principal (36m x 50 m) se dispuso la fer-
tilización y en la subparcela (9m x 50m) se encuentran los siguientes sistemas de
manejo: labranza combinada (LC) que consistió en realizar labranza mínima en
trigo, labranza vertical en maíz y soja de primera, y siembra directa en soja de se-
gunda; siembra directa en todos los cultivos (SD); siembra directa con dosis doble
de fertilización respecto al uso actual medio de los productores (SD- DF) y siem-
bra directa con cultivo de cobertura antes de los cultivos de verano (SD-CC). Se
muestreó además un sector que no ha recibido laboreo desde 1993 (terreno de
clausura) considerado como referencia. Los muestreos se realizaron siempre sobre
la misma parcela, correspondiendo los siguientes cultivos de la rotación: 2006/07
Soja, 2007/08 Maíz y 2008 Trigo/Soja. La aplicación de fertilizantes nitrogenados
y fosfatados se realizó según el uso actual medio de los productores.
Dentro de los sistemas de manejo, la LC presentó los valores más bajos de
CBM, manifestando diferencias importantes con respecto a SD-CC en las cinco
fechas de muestreo. (Figura 5).
Figura 5. Carbono de la biomasa microbiana (CBM) en las parcelas bajo cultivo y en el suelo de
referencia, para cada fecha de muestreo.
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Indicadores de calidad de suelo: Una perspectiva biológica
Figura 6. Actividad fosfatasa (A), deshidrogenasa (B) y ureasa (C) en las parcelas bajo cultivo y
en el suelo de referencia, para cada fecha de muestreo. Las barras indican el error estándar de las
medias
-35-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-36-
Indicadores de calidad de suelo: Una perspectiva biológica
Figura 7. Análisis de componentes principales sobre las variables Carbono orgánico total (COT),
Fosfatasa ácida (Ff), Deshidrogenasa (Dh), Ureasa (Ur) y Agregados Estables al agua (Ea) y eta-
nol (Ee) para los diferentes tratamientos en los muestreos de 2006, 2007 y 2008.
-37-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Figura 8. Promedio de la CP1 teniendo en cuenta todas las variables estudiadas para las rotaciones
(T/S)3 - S pp4, (T/S - S)2 pp4, T/S - S - M - S pp4, T/S - S -S -S - pp4 y el suelo testigo en los
muestreos realizados en 2006, 2007 y 2008.
-39-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
cíficas del suelo que consideren: la capacidad del suelo de recibir, almacenar y
ceder el agua; aspectos relacionados al ciclado y almacenamiento de nutrientes;
el ambiente físico para promover crecimiento de raíces y desarrollo microbiano y
la capacidad de resiliencia del mismo. Se determinan valores mínimos, máximos
y óptimos para realizar curvas-función teniendo en cuenta como referencia suelos
vírgenes o suelos de máxima producción. Los indicadores pueden seleccionarse a
través de:
Análisis de Componentes Principales: Se seleccionan los indicadores con
elevada incidencia en las CP y se incorporan a los modelos
Regresiones múltiples: permiten relacionar e identificar las variables que
explican de mejor manera las funciones del suelo
Agrupamientos Clusters: mide la similitud entre entidades a agrupar. Per-
mite agrupar a los tratamientos a través de los valores de las variables estudiadas
Índices simples
Como índices simples de calidad de suelo podemos utilizar entre otros:
1.a.Cociente metabólico microbiano (qCO2): es la relación entre el CO2
producido por ARM y el CBM. Mayor respiración en relación al CBM indica
menor eficiencia. Una ARM más elevada en relación al tamaño de la BM puede
estar manifestando una menor eficiencia metabólica, reflejada por una mayor ener-
gía de mantenimiento como respuesta a la baja disponibilidad de nutrientes o sus-
tratos como el carbono orgánico. El C se usa para Energía, en lugar de convertirlo
en biomasa.
2. Relación entre actividad enzimas y CO o fracciones: permite observar
la dinámica de la MOS y sus fracciones en relación al comportamiento enzimá-
tico.
3. Relación entre diferentes indicadores biológicos y bioquímicos
4. Cociente microbiano (q MIC): relación entre CBM y CO: en la medida
que exista mayor disponibilidad de carbono para los microorganismos, menor será
el qMIC. Si existe una menor disponibilidad de carbono orgánico, la comunidad
microbiana respirará a una tasa mayor, manifestando una menor eficiencia meta-
bólica como respuesta a la baja disponibilidad de nutrientes o sustratos carbona-
dos.
5. Componentes principales: el ACP es un análisis exploratorio que permite
reducción de la dimensión de datos. Generar una nueva variable (CP1 o CP2) que
condense la información de “n” variables, permite interpretar y relacionar la in-
formación.
A continuación se presentan algunos ejemplos de Índices simples de calidad
de suelo obtenidos a partir de los resultados presentados en la evaluación de los
-40-
Indicadores de calidad de suelo: Una perspectiva biológica
-41-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Tabla 1. Diferencias entre tratamientos dentro de cada sitio para parámetos biológicos. Los aste-
riscos indican diferencias significativas: ANVA (p < 0,05)
Oliveros ns *1 * ns * ns * * *
Marcos Juárez * * * * * * * * *
Rafaela ns ns ns ns ns ns ns * ns
-42-
Indicadores de calidad de suelo: Una perspectiva biológica
vados una disminución en la actividad de las mismas enzimas que las evaluadas
en este trabajo, mostrando mayor caída la Ff y la Ur. Estos hallazgos dan cuenta
del disturbio provocado por las prácticas de manejo en diferentes condiciones eda-
foclimáticas, no obstante ello, el impacto del uso del suelo sobre las propiedades
biológicas y bioquímicas son diferentes según parámetro y situación que estemos
evaluando. Los factores que influyen sobre la actividad de una enzima pueden ser
diferentes a los de otra enzima, por lo que la sensibilidad de cada una de ellas di-
fiere frente a distintas condiciones de manejo. Por otra parte la actividad por uni-
dad de CO pone en evidencia tendencias diferentes a la actividad enzimática
absoluta. Aparentemente el deterioro respecto a la situación óptima es menor, in-
clusive se pueden hallar valores superiores al de referencia. Algunos autores atri-
buyen esto a la degradación del CO del suelo, lo que provocaría un stress
aumentando la actividad de la enzimas, otros autores apoyan la idea de que esta
situación se debe a una necesidad de mantener cierto equilibrio ecológico (Tra-
sar-Cepeda et al., 2008).
El qCO2 hallado en la mayor parte de las parcelas cultivadas de Oliveros y
Marcos Juárez fue mayor respecto al suelo de referencia. Los valores de qCO2
hallados en muestras de suelos cultivados en Rafaela estuvieron por debajo de los
suelos no disturbados, no existiendo diferencias entre tratamientos (Tabla 1).
Según Anderson y Domsch (1993) coeficientes metabólicos comparativamente
bajos constituyen una característica típica de comunidades microbianas diversas
y muy relacionadas entre sí. El qCO2 provee una medida específica de la actividad
metabólica que varía en función de la composición y estado fisiológico de la co-
munidad microbiana, de la disponibilidad de sustratos y de diferentes factores
abióticos (Melero et al., 2006). Este índice establece que, en la medida que la flora
microbiana sea más eficiente en el uso de los recursos disponibles, la pérdida de car-
bono en forma de CO2 a través de la respiración será menor. Un aumento en el CBM,
con una consecuente disminución del qCO2 sugiere que el ecosistema se encuentra
estabilizado. En esta experiencia, el suelo de referencia expresó los valores más
bajos de qCO2, manifestando una mayor biomasa microbiana que resultó ser más
eficiente en el empleo de sustratos carbonados, empleando más carbono para cre-
cimiento celular en lugar de utilizarlo como fuente de energía para mantenimiento.
-43-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Tabla 2. Coeficientes de correlación entre las variables biológicas, físicas y químicas en el ensayo
de rotaciones y fertilización de INTA Marcos Juárez
Consideraciones finales
-44-
Indicadores de calidad de suelo: Una perspectiva biológica
Agradecimientos
Los autores agradecen a los responsables de los ensayos: Ings. Agrs. Silvina
Bacigaluppo, Marcelo Bodrero y Fernando Salvagiotti de INTA Oliveros; Jorge
Villar de INTA Rafaela y Carlos Galarza de INTA Marcos Juárez, por su perma-
nente colaboración y por permitir llevar a cabo la experiencia en sus ensayos de
larga duración.
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-47-
Parámetros biológicos y bioquímicos de suelo
en sistemas bovinos pastoriles de la Llanura
Deprimida Salina de Tucumán
Resumen
a
Instituto de Investigación Animal del Chaco Semiárido- INTA. E-mail:
nbanegas@correo.inta.gov.ar.
b
Facultad de Agronomía y Aroindustrias-Universidad Nacional de Santiago del Estero.
c
Facultad de Agronomía y Zootecnia-Universidad Nacional de Tucumán.
-49-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Introducción
-50-
Parámetros biológicos y bioquímicos de suelo en sistemas bovinos pastoriles ...
El sistema silvopastoril
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Parámetros biológicos y bioquímicos de suelo en sistemas bovinos pastoriles ...
-53-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
El COL es considerado como la fracción más dinámica del CO, por ser sus-
ceptible a la actividad microbiana y al manejo del suelo. Se encuentra estrecha-
mente vinculada con la formación de agregados de suelo, principalmente de
macroagregados pequeños (250-2.000µm). En general, los incrementos de COL
están asociados al aporte de residuos e incrementos en los niveles de MO (Chen
et al, 2010).
En este estudio, los valores medios de COL mostraron diferencias signifi-
cativas por profundidad (p<0,0001), presentado un distribución estratificada (Ta-
blas 3 y 4).
Tabla 3. Carbono orgánico ligero (COL), en g.kg de suelo-1, a diferentes profundidades de suelo en
Monte y pradera de Chloris gayana cv Finecut sometida a diferentes sistemas de manejo (Año 1).
Tabla 4. Carbono orgánico ligero (COL), en g.kg de suelo-1, a diferentes profundidades de suelo en
Monte y pradera de Chloris gayana cv Finecut sometida a diferentes sistemas de manejo (Año 4).
-54-
Parámetros biológicos y bioquímicos de suelo en sistemas bovinos pastoriles ...
tivos en los valores de COL en los primeros 20 cm (Tablas 3 y 4). Los altos con-
tenidos de COL en los tratamientos pastoriles estuvieron asociados al significativo
aporte que realizan las raíces y a una alta actividad microbiana (ver datos respira-
ción edáfica).
Chen et al. (2010) señalan que la fracción ligera de C tiende a disminuir
con el agregado de fertilizante inorgánico, como consecuencia de la ruptura de
los macroagregados del suelo en microagregados, a los cuales se asocia el C, y
posteriormente a las arcillas y limo. Los mismos autores expresan que el agregado
del fertilizante tiende a ocasionar degradación de C en esta fracción del suelo. Sin
embargo, en este estudio los tratamientos fertilizados no presentaron diferencias
significativas con respecto a los correspondientes no fertilizados (PF vs P-NF; RF
vs R-NF) (Tabla 4). Esto estuvo asociado al mantenimiento de una cobertura de
suelo permanente, lo cual generó un aporte continuo de material a la fracción
ligera de C.
La fracción soluble del CO cobra relevancia como sustrato de la microflora.
El carbono soluble (CS), está constituido por azúcares, ácidos orgánicos y prote-
ínas simples, es decir compuestos que pueden ser rápidamente mineralizados por
los microorganismos. Collins et al. (1992) sostienen que el carbono mineralizado
deriva de los compuestos activos de la MOS e indica acumulaciones variables de
C lábil, resultantes de diferentes prácticas de manejo y de la masa microbiana
muerta.
Para todos los tratamientos evaluados, se registró una estraficación del CS
(Tablas 5 y 6), encontrándose los mayores valores en los primeros 40 cm de suelo.
Una particularidad a destacar en la distribución del CS, es la profundidad 21-40
cm en la cual los contenidos de CS son significativamente mayores con respecto
a 6-20cm en ambos años.
Tabla 5. Carbono Soluble (CS), en mg.kg de suelo-1, a diferentes profundidades de suelo en Monte y
pradera de Chloris gayana cv Finecut sometida a diferentes sistemas de manejo (Año 1).
-55-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Tabla 6. Carbono Soluble (CS), en mg. kg de suelo-1, a diferentes profundidades de suelo en Monte y
pradera de Chloris gayana cv Finecut sometida a diferentes sistemas de manejo (Año 4).
Amelung et al. (1997) sostienen que, en suelos minerales, los sacáridos pue-
den difundirse dentro de los poros o ser adsorbidos por las arcillas. De esta manera,
estos compuestos resultan protegidos del ataque microbiano. Teniendo en cuenta
la textura del suelo en estudio, los compuestos solubles podrían haber sido adsor-
bidos por las fracciones de menor tamaño y estar protegidos de la acción micro-
biana. A su vez, el muestreo se realizó en marzo de ambos años, cuando el perfil
del suelo se encuentra húmedo, producto de las lluvias estivales que habrían pro-
vocado la lixiviación a los compuestos solubles hacia zonas más profundas del
perfil.
Las diferencias significativas entre tratamientos para ambos años se regis-
traron en los primeros cm de profundidad. En el año 1, Monte presentó los mayo-
res valores de CS hasta los 40 cm con respecto a Chloris gayana cv Finecut. Luego
de cuatro años (año 6) se observa que el manejo influyó sobre el contenido de esta
variable. Mientras que en Monte, los valores medios de CS se mantuvieron esta-
bles, en los tratamientos con pastura, los mismos se incrementaron.
En los sistemas pastoriles, PF presentó los mayores valores de CS con res-
pecto a los restantes tratamientos. Los menores valores se observaron en R-NF.
En las tablas 7 y 8 se observa que los mayores valores medios de HCS para
todos los tratamientos se encontraron en superficie (0-5 cm), posiblemente en re-
-56-
Parámetros biológicos y bioquímicos de suelo en sistemas bovinos pastoriles ...
-57-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
tidad de los mismos son exportados (como biomasa vegetal), sin ser repuestos.
CS y HDCS son consideradas como las fracciones más activas de la MO.
Aún cuando, esta fracción representa solo una pequeña parte del CO, actúa como
un agente buffer en mecanismos como la descomposición de los residuos y la exu-
dación radicular, y son especialmente importantes en el incremento de la estabi-
lidad estructural. Escaso aporte de residuos vegetales y/o animales, y prácticas
agropecuarias que disminuyan su concentración, causan reducciones en la cantidad
de nutrientes totales y en la biomasa microbiana. La disminución de los mismos
provocan la degradación de las funciones biológicas del suelo.
Tabla 10. Carbono de biomasa microbiana (CBM), en mg.kg suelo-1, a diferentes profundidades en
Monte y pradera de Chloris gayana cv Finecut sometida a diferentes manejos (Año 4).
-58-
Parámetros biológicos y bioquímicos de suelo en sistemas bovinos pastoriles ...
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Tabla 11. Respiración edáfica (RE), en mg.kg suelo-1, a diferentes profundidades del suelo en Monte
y pradera de Chloris gayana cv Finecut (Año 1).
Tabla 12. Respiración edáfica (RE), en mg.kg suelo-1, a diferentes profundidades del suelo en Monte
y pradera de Chloris gayana cv Finecut sometida a diferentes manejos (Año 4).
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Parámetros biológicos y bioquímicos de suelo en sistemas bovinos pastoriles ...
-61-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Conclusiones
Todos los sistemas evaluados (Monte, PF, P-NF, RF, R-NF) presentaron
una estrecha relación entre las variables biológicas (carbono de biomasa micro-
biana y respiración edáfica) y las bioquímicas (carbono orgánico, carbono orgá-
nico ligero, carbono soluble e hidratos de carbono soluble).
En el sistema natural (Monte), las variables se mantuvieron estables en el
tiempo, mientras que los sistemas pastoriles variaron en función del manejo. Los
sistemas pastoreados presentaron los mayores valores de todos los parámetros con
respecto a los correspondientes de henificación (PF vs RF; P-NF vs R-NF) en re-
lación con un aporte de sustrato mayor que estimula a la biomasa microbiana y su
actividad, y por lo tanto favoreciendo los procesos de transformación y ciclaje de
nutrientes en suelo.
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-62-
Parámetros biológicos y bioquímicos de suelo en sistemas bovinos pastoriles ...
-63-
Microorganismos del suelo y su participación
en la formación de la materia orgánica:
degradación de lignocelulosa
Resumen
Introducción
Figura 1. Ciclo del Carbono y su relación con el oxígeno adaptado de Madigan et al. (2004). Ob-
sérvese la diferencia entre los procesos autotróficos (CO2 → Compuestos orgánicos) y heterotró-
ficos. QUI, quimiolitotrofía; FO, fotosíntesis oxigénica; FAO, fotosíntesis anoxigénica; REA,
respiración aeróbica; REAN, respiración anaeróbica; FER, fermentación; MEG, metanógenos;
MET, metanótrofos; HOA, homoacetógenos.
-66-
Microorganismos del suelo y su participación en la formación de la materia orgánica...
Este último cumple un rol clave en la rigidez de las paredes de las células
vegetales xilemáticas y es lo que da sostén y contribuye a la defensa frente ataques
microbianos (Martínez et al., 2005). La transformación de estos polímeros en el
suelo es un proceso clave del ciclo biogeoquímico de carbono lo que tiene impacto
en las características estructurales y químicas del suelo. Los microorganismos he-
terótrofos de la microbiota del suelo utilizan la lignocelulosa como sustrato de
crecimiento y/o simplemente la degradan en reacciones cometabólicas, y de esta
manera actúan sobre el flujo de energía en el sistema, lo que afecta a otros niveles
tróficos y conduce además a la liberación de CO2 a la atmósfera. A causa del sig-
nificado funcional que tiene la celulosa y la lignina como material de partida en
los procesos de transformación de residuos vegetales en el suelo y en la formación
de sustancias húmicas así como la estabilización de los suelos (Paul, 2007), en
este capítulo se analizará el rol de los microorganismos en la transformación de
ambos polímeros y como un caso de estudio se describe la participación de los
hongos en la degradación de la hojarasca de Celtis ehrenbergiana y Scutia buxi-
folia, material que está asociado a un suelo forestal condicionado por el pH y su
relación con la actividad enzimática lignocelulolítica. Además, se incluye infor-
mación sobre las sustancias húmicas, precursores y su relación con la lignocelulosa
en el contexto actualizado de los modelos de las sustancias húmicas y los procesos
de transformación de la materia orgánica.
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Microorganismos del suelo y su participación en la formación de la materia orgánica...
-69-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Figura 4. Estructura modelo de la lignina de una conífera (Picea sp.; A) y de una angiosperma
(Populus sp.; B), adaptado de Rencoret (2008). Las diferentes tonalidades denotan subestructuras
características del polímero.
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Microorganismos del suelo y su participación en la formación de la materia orgánica...
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Microorganismos del suelo y su participación en la formación de la materia orgánica...
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Microorganismos del suelo y su participación en la formación de la materia orgánica...
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
tivos de termites e insectos que infectan (atacan) madera. Estas bacterias despoli-
merizan lignina Kraft de alta y baja masa molecular, y producen a partir de ligno-
celulosa de trigo metabolitos de la ruta catabólica de compuestos aromáticos como
el ácido oxálico y el ácido protocatéquico. La actividad ligninolítica de algunas
bacterias fue mayor en presencia de peróxido de hidrógeno, por lo que se ha aso-
ciado a las peroxidasas extracelulares con el proceso, si bien otras bacterias atacan
lignina sin agregar peróxido de hidrógeno, lo que sugiere la produccion de peró-
xido de hidrógeno in-situ y/o la presencia de sistemas enzimáticos tipo lacasa
(Taylor et al., 2012). Las evidencias que sustentan la habilidad bacteriana para
metabolizar lignina son:
1. el crecimiento de los aislamientos sobre medios minimos conteniendo
lignina Kraft fraccionada por tamaño como única fuente de carbono;
2. la despolimerizacion de lignina Kraft de alta masa molecular y la gene-
ración consecuente de productos de baja masa molecular;
3. la detección de metabolitos específicos de baja masa molecular, cuyas
estructuras son consistentes con rutas de degradacion de fragmentos modelos de
lignina; y
4. la actividad de degradacion usando diferentes preparaciones de lignina,
tal como la lignina nitratada y lignina Kraft.
Si bien ciertas enzimas de bacterias que degradan lignina han sido identifi-
cadas y caracterizadas con sustratos modelos, resta conocer cuales son los proce-
sos/mecanismos de la degradación bacteriana de la lignina y sus fragmentos
oxidados. Además se deben identificar con precisión los pasos de las vías catabó-
licas involucradas, ya que el conocimiento actual sólo es inferido a partir de los
datos obtenidos en experimentos con compuestos modelo de la lignina que son
simples (no poliméricos) y que presentan unicamente un enlace representativo
(Taylor et al., 2012).
-76-
Microorganismos del suelo y su participación en la formación de la materia orgánica...
hojarasca, rol que es más relevante que el de las bacterias, probablemente debido
a que el desarrollo miceliar permite explorar una mayor superficie (Kjoller y
Struve, 1982; Gaspar et al., 2001; Busso et al., 2008). Además, los hongos inter-
actúan en forma directa o indirecta con otros organismos, favoreciendo el des-
arrollo, la estabilidad y el control de los ecosistemas, incluido el suelo y sus
comunidades vegetales asociadas (Trape y Luoma, 1992).
Los “talares” son bosques nativos dominados por Celtis ehrenbergiana
(Klotzsch) Liebm. (Celtidaceae) y Scutia buxifolia Reissek (Rhamnaceae) del
Noreste de la Provincia de Buenos Aires (Argentina, Arturi, 1997). Estos repre-
sentan la principal comunidad boscosa nativa de la Región, cuya fisonomía res-
ponde a las propiedades de sus suelos tipo Rendol (alcalino-calcáreos, Arturi,
1997). Entre estas, en esta comunidad el pH del suelo puede alcanzar valores cer-
canos a 9, y por ello es un regulador de la actividad microbiana (Elíades et al.,
2010, 2011a,b; Saparrat et al., 2007, 2008, 2010). La hojarasca de C. ehrenber-
giana y S. buxifolia en estos bosques es el reservorio de nutrientes, incluyendo al
C, así como también de un amplio espectro de hongos saprótrofos (Allegrucci et
al., 2005, 2007). Numerosos trabajos han reportado recientemente sobre el estado
del arte de las comunidades de hongos asociados a los suelos y su hojarasca de
los talares de Magdalena, así como su contribución a la transformación de la ma-
teria organica (Allegrucci et al., 2003, 2009; Cabello y Arambarri, 2002; Crous et
al., 2005; Elíades et al., 2004, 2006, 2011a,b). Por ello, se ha estudiado la degra-
dación in-vitro de la hojarasca de ambas especies vegetales por hongos anamorfos
de Ascomycota y el rol de sus sistemas enzimáticos lignocelulolíticos. Entre los
resultados obtenidos, se identificaron propiedades fisico-químicas de la hojarasca
y actividades enzimáticas como herramientas diagnósticas de la degradación fun-
gica (Saparrat et al., 2008). Mientras que el pH, los azúcares reductores y los cro-
móforos revelaron ser parámetros indicadores confiables de la descomposición
de la hojarasca de C. ehrenbergiana y S. buxifolia, la degradación de la hojarasca
de S. buxifolia sólo se relacionó con los componentes enzimáticos celulolíticos:
celobiohidrolasa y β-1,4 endoglucanasa (Figura 5a,b). Sólo la actividad β-gluco-
sidasa, tercer componente del sistema celulolítico fúngico, estuvo asociada a la
degradación de la hojarasca de C. ehrenbergiana (Figura 5c; Saparrat et al., 2008).
Con respecto al componente ligninolítico, la actividad enzimática oxidativa no se
relacionó con el proceso de degradación (Figura 5d). Se caracterizó también el
potencial celulolítico de Ulocladium botrytis LPSC 813, un hongo aislado a partir
de la hojarasca de S. buxifolia, que produjo enzimas con actividad β-1,4 endoglu-
canasa que están involucradas con el proceso de degradación (Saparrat et al.,
2007).
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-78-
Microorganismos del suelo y su participación en la formación de la materia orgánica...
transformado por el hongo. Los resultados sugieren una estrecha relación entre la
capacidad del hongo para metabolizar estos sustratos y su posible rol como colo-
nizador primario en la hojarasca de S. buxifolia (resultados inéditos y parciales en
Troncozo et al., 2008 y Saparrat et al., 2010). Adicionalmente, y en base a que C.
buxifolia aislamiento LPSC # 847 reveló actividad oxidativa extracelular sobre
cultivos agarizados suplementados con guaiacol y otros compuestos fenólicos, se
observaron incrementos significativos en los niveles de la actividad lacasa (resul-
tados inéditos y parciales en Troncozo et al., 2011). Además se analizó la capaci-
dad de hongos aislados de los suelos alcalino-calcáreos y neutros de los bosques
de C. ehrenbergiana y S. buxifolia así como de hongos asociados a los suelos al-
calino-sódicos cubiertos de Distichlis spicata en el este de la provincia de Buenos
Aires (Reserva Biosfera ‘‘Parque Costero del Sur’’, Argentina) para crecer y pro-
ducir actividades del complejo celulolítico (actividad endo-glucanasa y β-gluco-
sidasa) sobre cultivos a pH 6,0 y 9,0 (Elíades et al., 2010, 2011a,b). Se observó
que la actividad de estos hongos y el pH del medio donde desarrollan están estre-
chamente relacionados. Estos resultados sugieren que estos hongos tienen meca-
nismos (aún desconocidos) que les permiten tolerar pH alcalinos. Puesto que las
enzimas sintetizadas por estos hongos tienen potencial de aplicación en diferentes
desarrollos tecnológicos (Elíades et al., 2011a,b; Jurado et al., 2011), futuros es-
tudios revelarán información sobre sus propiedades catalíticas y su factibilidad
como herramientas biotecnológicas.
-79-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
mendros, 2008a,b). Las sustancias húmicas afectan las propiedades físicas y quí-
micas del suelo y aumentan la fertilidad del mismo, porque intervienen en varios
ciclos biogeoquímicos que ocurren en el suelo. El efecto indirecto de las sustancias
húmicas sobre el crecimiento de las plantas consiste en el acomplejamiento de ca-
tiones y en el aumento de la biodisponibilidad a las plantas. Las sustancias húmicas
forman complejos sistemas húmico-metal que alteran la absorción de nutrientes
por la planta (García-Mina, 2000). Por otro lado, las sustancias húmicas interac-
túan con procesos metabólicos relacionados con el crecimiento de la planta como
la respiración y la síntesis proteica; así como por su actividad hormonal a través
de la inhibición de la actividad de la enzima ácido indol-acético (AIA)-oxidasa,
por lo que contribuirían a elevar los contenidos de ácido indol-acético en los teji-
dos y por lo tanto, estimular el crecimiento vegetal (Sánchez, 1999; Pizzeghello
et al., 2002). Otro elemento distintivo de las sustancias húmicas es su actividad
catalítica en las reacciones de hidrólisis y condensación (Klavins et al., 2001).
Las sustancias húmicas representan una clase de polímeros de alta masa molecular
de color amarillo a pardo oscuro o negro. Tienen un núcleo de tipo aromático y
un grupo de componentes alifáticos enriquecidos con nitrógeno heterocíclico, que
es estable bajo condiciones naturales. Estos componentes del humus, son quími-
camente indefinidos, siendo refractarios, complejos, heterogéneos, amorfos y po-
lidispersos, Estos se caracterizan por presentar variada masa molecular, multitud
de grupos funcionales, presencia de grupos oxigenados (carboxílicos, OH fenóli-
cos y enólicos, OH alcohólicos, y C=O de quinonas), alto contenido de grupos
ácidos (carboxílicos y fenólicos, principalmente) que le otorgan propiedades re-
guladoras del pH. Las sustancias húmicas tienen un mayor contenido de C y menor
de O que la mayoría de sus precursores. Su composición elemental se puede sin-
tetizar en: C, 45-55 %; H, 3-6 %; N, 1-5 %; O, 30-45 %; S, 0-1%. Además las
sustancias húmicas están estrechamente asociados con los constituyentes inorgá-
nicos de los suelos, a menudo formando agregados, lo cual explica su lenta mo-
dificación y/o mineralización. Todas estas características explican su resistencia
a la degradación y al ataque químico. No obstante, las sustancias húmicas son de-
finidas convencionalmente en tres categorías: ácidos húmicos (AH, fracción so-
luble en medio alcalino e insoluble en medio ácido), ácidos fúlvicos (AF, fracción
soluble tanto en medio alcalino como en medio ácido), y humina (material orgá-
nica insoluble en los residuos alcalinos).
La humificación es entendida como la serie de procesos por los cuales el
carbono de las sustancias orgánicas precursoras son transformadas y convertidas
en sustancias húmicas a través de procesos bioquímicos y abióticos (Figura 6).
-80-
Microorganismos del suelo y su participación en la formación de la materia orgánica...
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
gen microbiano. Estas alteraciones prevalecen en suelos con una actividad bioló-
gica baja y media y están relacionadas a los niveles de oxígeno molecular en el
ambiente.
1.2. Alteración de formas biosintéticas microbianas análogas a sustancias
húmicas como son las melaninas fúngicas que actúan como fuente de materia or-
gánica, las que además son también resistentes a la biodegradación.
Diferentes reacciones pueden también incluso diferenciarse en los procesos
de condensación:
2.1. Reacciones bioorgánicas a través de la biodegradación y condensación
en estructuras macromoleculares, como es el caso de la condensación enzimática
de compuestos generados durante la degradación de lignina y otros biopolímeros,
que incluye también la condensación de lixiviados y/o exudados de estructuras
vegetales (hojas y raíces) que además son favorecidos por la matriz de las enzimas
del suelo.
2.2. Reacciones de síntesis abióticas a partir de precursores aromáticos (fe-
noles) o alifáticos simples, que condensan con aminoácidos, formando productos
de alta masa molecular de color marrón del tipo catecol-glicina.
2.3. Síntesis de análogos de productos de Maillard vía la condensación de
aminoácidos y carbohidratos, como resultado de lo cual se forman macromolécu-
las heterogéneas. Este proceso ocurre en suelos y/o sedimentos en donde la materia
orgánica no se biodegrada rápidamente debido a bajas temperaturas, anegaciones
(falta de oxígeno molecular), oligotrofia o presencia de productos antimicrobianos.
También se forman abióticamente a través de la deshidratación de carbohidratos
en medios pobres en nitrógeno (pseudomelanoidinas). Además en situaciones ex-
tremas, como son los suelos afectados por incendios, procesos abióticos conducen
a una serie de partículas orgánicas carbonizadas progresivas que finalmente for-
man el llamado “carbón negro” (Guggenberger, 2005).
2.4. Otras reacciones consisten en la condensación abiótica de lípidos (áci-
dos grasos) insaturados que forman productos de alta masa molecular. Estas reac-
ciones involucran unas de foto-oxidación, donde la presencia de óxidos, arcillas
y otros catalizadores inorgánicos puede incrementar el envejecimiento fotoquí-
mico y la resinificación de lípidos y su asociación a sustancias húmicas preexis-
tentes, pudiendo incluso desarrollarse en suelos donde la actividad biológica está
limitada por la falta de agua (Almendros, 2008b).
Todo esto sugiere que las sustancias húmicas tienen un origen complejo y
una estructura macromolecular heterogénea que además es una función de los ma-
teriales de origen y las condiciones ambientales de los distintos suelos (Stevenson,
1982), siendo de importancia capital en la comprensión de la composición, carac-
terísticas, actividad y calidad del suelo y su fertilidad así como en el estudio de
los mecanismos de secuestro de C en el suelo.
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Microorganismos del suelo y su participación en la formación de la materia orgánica...
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Microorganismos del suelo y su participación en la formación de la materia orgánica...
Perspectivas futuras
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Agradecimientos
Bibliografía
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Microorganismos del suelo y su participación en la formación de la materia orgánica...
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Mineralización de Nitrógeno del suelo: potencial
de mineralización. Factores relacionados
con el potencial de mineralización
Resumen
Introducción
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Mineralización de Nitrógeno del suelo ...
El N orgánico del suelo está formado por un pool húmico o pasivo que cons-
tituye entre un 80 a un 90 % del N orgánico, un pool orgánico estabilizado y un
pool orgánico lábil que constituyen del 10 al 20 % (Rodríguez 1993). La minera-
lización a partir de la fracción húmica es pequeña por lo que se la considera un
pool pasivo. La mineralización que aumenta los contenidos de N mineral durante
el ciclo de un cultivo está vinculada al N orgánico lábil y en menor medida al N
orgánico estabilizado (Rodríguez 1993, Frioni 1999).
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Situación N0 (mg.kg-1)
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Del análisis de los resultados, se puede deducir que los dos sistemas de uso
tuvieron efecto similar sobre el N mineralizado acumulado, tal como puede verse
en la figura 3 alcanzando valores de N mineralizado acumulado del orden del
70% del que se alcanza en el campo natural.
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Mineralización de Nitrógeno del suelo ...
Donde:
k = intensidad de mineralización
T = temperatura absoluta (°K)
Nt = - 13,8 + 1,11 q / q0
Donde:
Nt = mineralización relativa de N (%)
q / q0 = contenido relativo de humedad (%)
Donde:
Nm = N mineralizado.
N0 = N potencialmente mineralizable.
T = temperatura edáfica en grados Kelvin. (°K)
q = contenido volumétrico de agua.
q0 = contenido volumétrico de agua óptimo para la mineralización. (0,7 atm.)
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
primer caso se supuso una humedad de suelo relativa del 50% de la óptima para
el proceso de mineralización y se estimó una mineralización de 97 kg. N.ha-1. Para
una humedad del 80% de la óptima, se mineralizarían 174 kg. N.ha-1 en el mismo
período.
Cabrera (2000) cita estimaciones de N mineralizado realizadas por Camp-
bell en suelos de Canadá que van de 52 kg. N.ha-1 en cultivo de secano a 81 kg.
N.ha-1 en cultivos bajo riego.
El equipo de trabajo en investigaciones sobre el N de la FCA- UNER (in-
édito) trabajando en un suelo Argiudol ácuico encontró que la diferencia de tem-
peratura del suelo en el horizonte superficial por efecto de las labranzas,
comparado con siembra directa durante un período de barbecho de 5 meses, se
mantuvo en 2ºC. Esta diferencia de temperatura a favor de la situación laboreada,
produjo una diferencia de 22 kg. N.ha-1
Estos resultados muestran una amplia variación en las estimaciones y que
en muchos casos el N mineralizado a partir de la materia orgánica representa una
proporción importante de la cantidad requerida por los cultivos.(Cabrera 2000).
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Mineralización de Nitrógeno del suelo ...
Bibliografía
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Mineralización de Nitrógeno del suelo ...
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Incubaciones anaeróbicas para la determinación de
N mineralizable: su aplicación para establecer
necesidades de fertilización
Resumen
Introducción
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Incubaciones anaeróbicas para la determinación de N mineralizable...
Donde:
N0 = N potencialmente mineralizable (ppm) calculado por regresión de la
inversa del N mineralizado y el tiempo medido en semanas.
Nac = N mineralizado acumulado (ppm) en el tiempo de las incubaciones
aeróbicas.
b = pendiente (ppm/semanas)
t = tiempo de incubación, expresado en semanas.
Entonces:
Estimación de N0 para este caso particular 1/0.0096 =104 ppm
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Donde:
Nm = nitrógeno mineralizado semanal.
N0 = nitrógeno potencialmente mineralizable.
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Incubaciones anaeróbicas para la determinación de N mineralizable...
Figura 3. Isolíneas para valores de humedad entre 0,2 y 1 θ/θ0 cada 0,2
-115-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
mineralizarse en el corto plazo. Sin embargo, presenta inconvenientes por los lar-
gos períodos de incubación necesarios para estimar el N mineralizable, por lo cual
no puede ser utilizada como técnica de rutina en laboratorio de diagnóstico de
fertilidad nitrogenada.
Por esta razón se han buscado métodos de laboratorio más simples y rápidos
que permitan estimar el N0 (Gianello y Bremner, 1986; Echeverría et al. 2000;
Benintende et al. 2007; Garcia Lamothe et al. 2010; Reussi Calvo et al. 2013).
El Laboratorio de Microbiología Agrícola FCA - UNER ha encarado un tra-
bajo de comparación de distintas técnicas para la estimación de N0 (Sterren et al.
2001). Entre las metodologías analizadas la técnica de incubaciones anaeróbicas
de siete días es la que mejores resultados ha tenido para suelos de Entre Ríos.
El método consiste en realizar una incubación de suelo por siete días en
anaerobiosis a 40 º C. Finalmente se determina el N inorgánico por destilación
por arrastre de vapor.
En esta línea de investigaciones, Benintende et al. (2007) han trabajado con
treinta y dos muestras sobre las que se midió N0 de incubaciones aeróbicas y N
de incubaciones anaeróbicas, se ajustó una ecuación lineal y se obtuvo un coefi-
ciente de regresión de 0.73. Esta ecuación permite estimar el valor de N0 haciendo
uso de una medición de N mineralizado en incubaciones anaeróbicas, que, como
se ha visto, es una técnica sencilla que puede incorporarse en análisis de rutina
para diagnóstico de fertilidad nitrogenada.
El N0 se calcula multiplicando el contenido de N obtenido por incubacio-
nes Anaeróbicas, por un coeficiente de 1,1305 y se suma 55,275 (Figura 4).
Cabe destacar que esta estimación tiene validez para valores de N de incu-
baciones anaeróbicas de 20 a 137 ppm, que estiman valores de N0 de 78 a 210
ppm.
-116-
Incubaciones anaeróbicas para la determinación de N mineralizable...
N min
N0 PMN-IA N min (N0)
Suelo Cultivo (PMN IA)
(ppm) (ppm) (kg/ha)
(kg/ha)
Argiudol 66,5 132 136
Maíz 127
acuico (N0 = 130) (66 ppm) (68 ppm)
N0: Nitrógeno potencialmente mineralizable calculado a partir de la ecuación propuesta por Stan-
ford y Smith.
PMN-IA: Nitrógeno mineralizado en anaerobiosis (Waring & Bremner, 1964).
N min (N0): N mineralizado durante el ciclo de un cultivo, corregido por humedad y temperatura
de campo (Oyanedel y Rodriguez, 1977) a partir del N0 .
N min (PMN– IA): N mineralizado durante el ciclo de un cultivo, corregido por humedad y tem-
peratura de campo (Oyanedel y Rodriguez, 1977) a partir del N0 estimado con el modelo que re-
laciona PMN-IA y N0.
semanal para el ciclo del cultivo en cuestión y estimar lo que se aportaría en años
secos usando un contenido de humedad volumétrica (q/q0 ) de 0,5 y para años hú-
medos de 0,8. Una vez calculado el Nm acumulado durante el periodo de creci-
miento del cultivo (en ppm), se calcula el peso por hectárea que representa el Nm
para una profundidad de 20 cm.
Aplicando el procedimiento de cálculo propuesto para un suelo cuyo N0
estimado es de 100 ppm, y considerando una humedad óptima de suelo, en el pe-
ríodo correspondiente a un cultivo invernal (trigo) el N mineralizado ajustado por
T y H es de 51 kg por hectárea, mientras que para un cultivo estival (maíz), es
de 91 kg.
Para facilitar la aplicación del procedimiento de estimación del N que se
mineraliza durante la estación de crecimiento de los cultivos, se han calculado al-
gunos coeficientes por los cuales se pueden afectar el valor estimado de N0 y así
obtener rápidamente el N que se mineraliza a campo. Estos coeficientes han sido
generados para cultivos que se desarrollan en Entre Ríos, ya que se han conside-
rado para su cálculo las temperaturas promedio para una profundidad de suelo de
5 cm para los ciclos de los cultivos en cuestión.
Los coeficientes calculados se presentan en la tabla 3.
Maíz
Fechas de siembra Humedad (Ɵ/Ɵ0) coeficiente
1 de septiembre 0,8 0,36
1 de diciembre 0,8 0,46
1 de septiembre 0,5 0,219
1 de diciembre 0,5 0,274
Trigo
Fechas de siembra Humedad (Ɵ/Ɵ0) coeficiente
1 de junio 0,8 0,205
1 de julio 0,8 0,240
1 de junio 0,5 0,122
1 de julio 0,5 0,144
1 de junio variable 0,162
1 de julio variable 0,188
Los coeficientes corresponden a cultivo de maíz considerando dos fechas
de siembra, 1 de septiembre y 1 de diciembre, y dos condiciones extremas de hu-
medad (óptima para la mineralización (q/q0 de 0,8 y humedad correspondiente
a un años seco q/q0 de 0,5).
Los coeficientes correspondientes a cultivo de trigo se presentan conside-
rando dos fechas de siembra, 1 de junio y 1 de julio y tres condiciones de humedad.
Las dos condiciones extremas de humedad (óptima para la mineralización q/q0
de 0,8 y humedad correspondiente a un años seco q/q0 de 0,5) y una humedad de
un suelo que se va secando a medida que avanza el cultivo.
-118-
Incubaciones anaeróbicas para la determinación de N mineralizable...
Tabla 4. N mineralizado durante el ciclo de un cultivo de trigo y uno de maíz en suelos molisoles
y vertisoles de Entre Ríos.
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Bibliografía
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Procedimientos microbiológicos modernos aplicados al es-
tudio de comunidades microbianas de suelo
Resumen
Los microorganismos del suelo son los responsables de llevar a cabo fun-
ciones ecosistémicas claves. Por ello, junto con el análisis físico y químico, el mo-
nitoreo de la biota del suelo es de suma importancia en los sistemas agrícolas y
pecuarios para asegurar que las prácticas de manejo se desarrollan dentro los lí-
mites de la sustentabilidad. Desde los comienzos del estudio del suelo se han des-
arrollado diversos métodos para realizar este monitoreo, algunos de ellos por su
simplicidad y accesibilidad perduran en el tiempo. Sin embargo el análisis pro-
fundo y en detalle de los microorganismos requiere de metodologías que permitan
acceder a la diversidad genética de las poblaciones cultivables y no cultivables.
En este capítulo se pretende describir los procedimientos microbiológicos moder-
nos para estudiar los microorganismos a nivel de comunidad, analizar las ventajas
y desventajas de cada una de ellas, así como el manejo y análisis de la información
obtenida con cada procedimiento.
Introducción
a
Instituto de Suelos. CNIA. INTA Castelar. De los Reseros y Nicolás Repetto s/n. Hurlingham,
Pcia Buenos Aires. CP 1686.
b
Fac. Agronomía y Agroindustrias. Univ. Nac. de Santiago del Estero. Av. Belgrano (s) 1912,
Santiago del Estero. CP 4200.
*
jsilberman@cnia.inta.gov.ar
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Procedimientos microbiológicos modernos aplicados al estudio de comunidades microbianas ...
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Procedimientos microbiológicos modernos aplicados al estudio de comunidades microbianas ...
Figura 1.Número de publicaciones que utilizaron la técnica DGGE para estudio de suelo en los úl-
timos 15 años.
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Análisis del espacio intergénico ribosomal (RISA)/ análisis del espacio in-
tergénico ribosomal automatizado (ARISA)
RISA separa los productos de PCR que se encuentran entre el extremo 5´
del gen ARNr 16S, a través del espaciador, y en el extremo 3´ del gen ARNr 23S.
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Procedimientos microbiológicos modernos aplicados al estudio de comunidades microbianas ...
-129-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
que se hibridiza con una región adicional conservada que se encuentra dentro del
amplicon de la secuencia target. La sonda TaqMan está marcada con fluorescencia
en el extremo 5´ y contiene una molécula quencher en el extremo 3´( Livak et
al.,1995). La proximidad de la sonda de la molécula quencher al fluoróforo impide
la fluorescencia debido a la transferencia de energía de resonancia fluorescente.
Durante la etapa de annealing de cada ciclo de PCR, los primers y la sonda intacta
se unen a la secuencia target. Durante la subsecuente extensión de la cadena, la
actividad exonucleasa 5´de la enzima Taq polimerasa libera el fluoróforo de la
sonda TaqMan y se detecta una señal fluorescente, ya que el fluoróforo ya no está
en proximidad cercana al quencher (Figura 2b). La amplificación del templado
es medida por la liberación y acumulación del fluoróforo durante la etapa de ex-
tensión en cada ciclo de PCR. La especificidad adicional proporcionada por la
presencia de la sonda TaqMan asegura que la señal fluorescente generada durante
la Q-PCR deriva solo de la amplificación de la secuencia target (Smith y Osborn,
2009).
Pirosecuenciación
La pirosecuenciación fue desarrollada para dar respuesta a la necesidad de
un método de secuenciación robusto, de bajo costo y a la vez de alto rendimiento.
Este método fue desarrollado por Pål Nyrén en la década de 1990s y se basa en la
detección del pirofosfato liberado (PPi) durante la síntesis de ADN. En una reac-
-130-
Procedimientos microbiológicos modernos aplicados al estudio de comunidades microbianas ...
ción enzimática en cadena, se genera una luz visible que es proporcional al número
de nucleótidos incorporados. La cascada comienza con la polimerización de un
ácido nucleico en el que el PPi es liberado como resultado de la adición de un nu-
cleótido por la polimerasa. Este PPi liberado es convertido a ATP por la ATP sul-
furilasa, que provee energía a la luciferasa para oxidar la luciferina y generar luz
(Figura 3). Debido a que se conoce el nucleótido agregado, se puede determinar
la secuencia del templado (Novoais y Thorstenson, 2011)
-131-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Metagenómica shotgun
Uno de los eventos más trascendentales en el campo de la ecología micro-
biana en la década pasada fue el surgimiento y desarrollo de la metagenómica. Se
entiende por metagenómica al análisis genético directo de los genomas contenidos
en una muestra ambiental. El campo inicialmente comenzó con la clonación de
ADN ambiental, seguido del screening de expresión funcional, y luego comple-
mentado rápidamente con la secuenciación shotgun directa al azar del ADN am-
biental. Estos proyectos iniciales no solo mostraron pruebas del principio del
enfoque de la metagenómica, sino que también descubrieron una enorme diversi-
dad genética funcional en el mundo microbiano. La metagenómica Shotgun con-
siste en la secuenciación directa al azar del ADN ambiental y permite acceder a la
composición de genes funcionales de las comunidades microbianas y por lo tanto
da una descripción mucho más amplia que los estudios filogenéticos, que a me-
nudo se basan sólo en la diversidad de un gen, por ejemplo, el ARNr 16S.
Por su parte, la metagenómica brinda información genética acerca de nue-
vos potenciales biocatalizadores o enzimas, uniones genómicas entre la función y
la filogenia de los organismos no cultivados y los perfiles evolutivos de la función
de la comunidad y la estructura. Esto también puede ser complementado con me-
tatranscriptómica o metaproteómica para describir expresión de actividades (Tho-
mas et al., 2012).
La rápida y sustancial reducción del costo en las nuevas tecnologías de se-
cuenciación (Next generation sequencing) ha acelerado el desarrollo de la meta-
genómica basada en secuencias (Thomas et al., 2012). Este procedimiento está
siendo ampliamente usado en el campo de la ecología microbiana para estudiar la
variación producida por la fertilización N Fierer et al (2012a); para describir co-
munidades microbianas en pastizales Delmont et al (2012) y para comparar atri-
butos funcionales de la microbiota de suelos de desiertos fríos, desiertos cálidos,
bosques, pastizales y tundra Fierer et al (2012b).
Aún cuando está herramienta permitió acceder a información nunca antes
lograda, considerables retos permanecen en el análisis de estos datos, particular-
mente con respecto al análisis de velocidad. No obstante ello, el set de datos de
secuencias de metagenomas shotgun creció enormemente en pocos años.
En el futuro se utilizará la metagenómica de la misma manera que hoy se
utilizan los métodos fingerprinting basados en el ARNr 16S para describir la di-
versidad microbiana (Thomas et al., 2012). Por ello es esperable que esta técnica
se convierta en una herramienta estándar en los laboratorios de microbiología de
suelos.
-132-
Procedimientos microbiológicos modernos aplicados al estudio de comunidades microbianas ...
Tabla 1. Cuadro comparativo de las ventajas, desventajas y costo de cada metodología molecular
- Algunos ADNss
- No requiere GC clamp
pueden formar mas Kirk et al.,
SSCP - No requiere gradiente *
de una conforma- 2004
desnaturante
ción estable
- Alto coto
- Es el método que mayor - Requiere dominio
Metagenómica información proporciona de bioinformática
******
shotgun respecto de la función de para manejo de la
las comunidades gran cantidad de
datos obtenidos
-133-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Técnicas bioquímicas
Biolog
Un método CLPP (community level physiological profiling) requiere la ex-
tracción de las células de la muestra de suelo, que es inoculado directamente en
microplacas, con diferentes fuentes de carbono, disponibles comercialmente como
Biolog Eco Plate. Un set de datos de absorbancia o densidad óptica, uno por sus-
trato, es obtenido de las mediciones colorimétricas de la reducción de un colorante
de tetrazolio. Aunque es una técnica basada en cultivo, se encontró que células no
cultivables responden a este método (Garland y Lehman, 1999). Este método no
sería tan sesgado como las técnicas de cultivo tradicionales (Preston-Mafham et
al.2002). Sin embargo, el metabolismo de un sustrato particular durante un ensayo
CLPP no indica necesariamente lo que ocurre en el campo (Garland y Lehman,
1999). En sentido inverso, la falta de metabolismo de un sustrato no refleja la fun-
cionalidad de la comunidad in situ.
Smalla et al. (1999) notó que CLPP refleja solo las características funcio-
nales de aquellos microorganismos capaces de crecer o estar activos en condicio-
nes de ensayo, dando una imagen incompleta de la funcionalidad de la comunidad
(Preston-Mafham et al., 2002).
Por otra parte, la diversidad metabólica no necesariamente indica la diver-
sidad de especies, como en el caso de una comunidad compuesta de pocos gene-
ralistas y un gran número de especialistas (Garland, 1997; Konopka et al., 1998).
Aun con las limitaciones que presenta este método, CLPP usando Biolog,
provee resultados rápidos y reproducibles que permite discriminar comunidades
de bacterias en muestras ambientales (San Miguel et al.,2007). Por tal motivo,
está siendo ampliamente empleado en estudios de ecología microbiana (Weber et
al., 2007; San Miguel et al., 2007; Weber y Legge, 2009; Tiquia, 2010; Bang
Zhang et al., 2011).
-134-
Procedimientos microbiológicos modernos aplicados al estudio de comunidades microbianas ...
Estudio de caso
-136-
Procedimientos microbiológicos modernos aplicados al estudio de comunidades microbianas ...
1-Aeromicrobacterium sp
2-Escherichia sp
3-Actinobacterium sp
4-Trichococcus sp
5-Bacillus sp
6-Dehalococcus sp
7-Uncultured bacterium
8- Uncultured Bacillus sp
-138-
Procedimientos microbiológicos modernos aplicados al estudio de comunidades microbianas ...
Bibliografia
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Procedimientos microbiológicos modernos aplicados al estudio de comunidades microbianas ...
-143-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-144-
Microbiología y Bioquímica de suelos cultivados bajo
Siembra Directa en Argentina
Resumen
Introducción
a
Rizobacter Argentina S.A., Parque Industrial Pergamino, 2700 Pergamino, Pcia. Buenos Aires,
Argentina.
b
Departamento de Agronomía (CONICET), Universidad Nacional del Sur (UNSur), 8000 Bahía
Blanca, Pcia. Buenos Aires, Argentina. *Email: masagardoy@gmail.com
-145-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-146-
Microbiología y Bioquímica de suelos cultivados bajo Siembra Directa en Argentina
España 650.000
Ucrania 600.000
Sudáfrica 368.000
Venezuela 300.000
Francia 200.000
Zambia 20.000
Chile 180.000
Nueva Zelanda 162.000
Finlandia 160.000
Mozambique 152.000
Reino Unido 150.000
Zimbawe 139.300
Colombia 127.000
Otros 409.440
Total 124.794.840
Figura 1. Tasa de mortalidad de 170 rhizobios, aislados de suelos de Santa Fé, sobre semillas de
soja respecto al testigo E109 (SD= s. directa, SC= s. convencional).
-148-
Microbiología y Bioquímica de suelos cultivados bajo Siembra Directa en Argentina
-149-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
piedades químicas (MO, N total y NO3-N) y biológicas del suelo (actividad y bio-
masa microbiana) y la cantidad y calidad de la cobertura de rastrojo en los sistemas
implantados.
En coincidencia con lo comúnmente observado, los suelos del horizonte
más superficial (0-10 cm) bajo SD ganaron en contenido de C y N siendo esa ga-
nancia claramente mayor con más años bajo SD. Los porcentajes de ganancia ob-
servados en este trabajo después de 10 años (aproximadamente 20% para C y 25%
para N) fueron semejantes a los obtenidos en suelos de igual profundidad en zonas
semiáridas de Australia luego de 21 años bajo SD (19%) (Heenan et al., 2004).
Los autores destacaron que los resultados obtenidos eran mayores a los obtenidos
en regiones húmedas de la Pampa con 10 años de SD, donde se obtuvieron ga-
nancias de 12% de C y N, y en el Sur de Brasil donde con 12 años de SD se re-
gistraron aumentos de 8% en C y 11% en N. El contenido de NO3-N, la biomasa
y actividad microbiana, de los tratamientos estudiados, mostraron alta variabilidad
en ambas fechas de muestreo, 5 y 10 años, mostrando una fuerte relación con las
condiciones climáticas imperantes al momento de los muestreos. La cobertura del
rastrojo fue mayor en la rotación maíz-soja con antecesor maíz (2473,9 g m-2) que
en el monocultivo de soja (1035,7 g m-2), siendo la fracción del rastrojo no iden-
tificable muy importante en todos los tratamientos (rangos entre 2-10 t ha-1), lo
que favorecería la formación de un nuevo suelo superficial. Los autores conclu-
yeron afirmando que la liberación de nutrientes, a partir de un abundante rastrojo
en descomposición puede constituir una importante fuente de nutrientes por lo
que debería incluirse en los cálculos para requerimientos de fertilización de los
cultivos.
La gran mayoría de estudios reportados acerca de los efectos de la labranza
sobre la microbiología del suelo están basados en la comparación de SD y LC.
Pero poco se conoce cómo afecta el paso del tiempo en suelos exclusivamente
cultivados bajo SD. Montero (2000) estudió el efecto del tiempo en sistemas con
SD dado por los años de cultivo bajo SD y por las estaciones climáticas, sobre
diez variables microbiológicas en el perfil superficial (0-10 cm) de suelos agrícolas
de nuestro país. Los suelos pertenecían a 4 establecimientos agrícolas, ubicados
en Fortín Olavarría (FO) (Buenos Aires), Don Cristóbal 2° (DC2) (Entre Ríos),
Bengolea (B) (Córdoba) y Arequito (A) (Santa Fe). Al inicio del estudio el suelo
de FO tenía 1 y 4 años de SD, el de DC2 1 y 7 años, el de B 3 y 5 años y el de A
1 y 7 años de SD. Además, en algunos suelos con determinado tiempo bajo SD,
se estudió el efecto de la fertilización mineral aplicada por el productor para cada
cultivo. En cada sitio se utilizó un diseño de Parcelas Divididas en el tiempo,
donde durante dos años fueron determinados estacionalmente los niveles de bac-
terias heterotróficas, oligotróficas y ureolíticas, hongos filamentosos, respiración
(producción de CO2), C de la biomasa microbiana (CBM), actividades enzimáti-
cas de la deshidrogenasa, catalasa, fosfotriesterasa y ureasa y cuatro variables fi-
sicoquímicas (contenido de agua, temperatura, pH y tenor de N-NO3- del suelo).
Los cultivos realizados durante el tiempo de estudio incluyeron trigo, soja, maíz
-150-
Microbiología y Bioquímica de suelos cultivados bajo Siembra Directa en Argentina
-151-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Figura 2. Cambios en el tenor de CBM en el suelo de Fortín Olavarría (Buenos Aires), a partir de
1 y 4 años de manejo bajo SD (NF= no fertilizado; F= fertilizado).
(a) Significación entre Promedio Suelo 4 años SD (NF) y Promedio Suelo 4 años SD (F) [*:
p= 0,06; F; n= 21]; (b) LSD (/2= 0,025) para las comparaciones en el tiempo dentro de
Suelo 4 años SD (F) o Suelo 1 año SD (F) (n= 3); (c) significación dentro de cada muestreo
entre Suelo 4 años SD (F) y Suelo 1 año SD (F) [ns: p> 0,05; **: p< 0,01; LSD; n= 3].
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Microbiología y Bioquímica de suelos cultivados bajo Siembra Directa en Argentina
Figura 3. Cambios en el tenor de CBM en el suelo de Don Cristóbal 2° (Entre Ríos), a partir de 1
y 7 años de manejo bajo SD (NF= no fertilizado; F= fertilizado).
(a) Significación dentro de cada muestreo entre Suelo 1 año SD (NF) y Suelo 1 año SD (F)
[ns: p> 0,05; **: p< 0,01; LSD; n= 3]; (b) significación entre Promedio Suelo 7 años SD (NF)
y Promedio Suelo 7 años SD (F) [ns: p> 0,75; F; n= 18]; (c) LSD (/2= 0,025) para las com-
paraciones en el tiempo dentro de Suelo 1 año SD (F) o Suelo 7 años SD (F) (n= 3); (d) signi-
ficación dentro de cada muestreo entre Suelo 1 año SD (F) y Suelo 7 años SD (F) [ns: p>
0,05; *: p< 0,05; **: p< 0,01; LSD; n= 3].
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Fig. 5. Cambios en el tenor de CBM en el suelo de Arequito (Santa Fe), a partir de 6 y 9 años de
manejo bajo SD (NF= no fertilizado; F= fertilizado).
(a) Significación entre Promedio Suelo 9 años SD (NF) y Promedio Suelo 9 años SD (F) (1)
[ns: p >0,80; F; n= 18]; (b) LSD (/2= 0,025) para las comparaciones en el tiempo dentro de
Suelo 9 años SD (F) o Suelo 6 años SD (F) (n= 3); (c) significación entre Promedio Suelo 9
años SD (F) (2) y Promedio Suelo 6 años SD (F) [ns: p> 0,25; F; n= 24].
Conclusiones
Bibliografía
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Microbiología y Bioquímica de suelos cultivados bajo Siembra Directa en Argentina
-155-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-156-
Diversidad de hongos en suelos agrícolas
Resumen
En gran parte de las regiones con agricultura templada se proyecta una ex-
pansión del área de cultivo, lo cual dará continuidad al proceso de intensificación.
En los suelos cultivados, el Reino Fungi constituye la mayor parte de la biomasa
microbiana total, aportando más del 50% de la biomasa en el suelo Comprender
la respuesta de los componentes fúngicos del suelo es un aspecto crucial, ya que
pueden subsistir en ese ambiente como saprótrofos, parásitos o simbiontes. Co-
nocer estos organismos no se limita a estudiar el rol que juegan en el equilibrio
ecológico como degradadores de restos orgánicos, con el consecuente retorno de
nutrientes al suelo o como reguladores de poblaciones de fitopatógenos y plagas
en el caso de los entomopatógenos, sino que implica reconocer su capacidad de
producir enzimas y metabolitos secundarios de potencial uso biotecnológico. Su
diversidad y abundancia dependen del cultivo y su manejo, del tipo y manejo del
suelo, el macro y microclima del lugar, entre otros. Por lo cual, los hongos, deben
ser considerados como eslabones de una cadena productiva dentro de los agroe-
cosistemas, tanto por sus efectos perjudiciales como por sus atributos para la de-
gradación de la materia orgánica, que finalmente tendrá una función clave en la
nutrición de los cultivos.
Introducción
-157-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-158-
Diversidad de hongos en suelos agrícolas
-159-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-160-
Diversidad de hongos en suelos agrícolas
del suelo (Bethlenfalvay y Barea, 1994; Miller y Jastrow, 2000). Los hongos del
suelo, así como otros microorganismos son críticos para el medio ambiente suelo
(Dalal, 1998), pueden actuar tanto como fuente o sumidero para muchos elemen-
tos, así también como, agentes de transformación de nutrientes y degradadores de
agroquímicos (Ellicot y Des Jardín, 2001; Imberger y Chiu, 2002).
En las últimas tres décadas, numerosos estudios se han realizado para de-
tectar el efecto de la agricultura ecológica y convencional sobre los hongos del
suelo (Labouriau y Elmholt, 2000; Nesci et al., 2006; Samaniego-Gaxiola y Chew-
Madinaveitia, 2007). Existen antecedentes del efecto de la labranza sobre los hon-
gos patógenos de plantas, los formadores de micorrizas vesiculo-arbusculares y
los entomopatógenos (Klingen et al., 2002; Steinkellner y Langer, 2004; Meyling
y Eilenberg, 2006; Porras-Alfaro et al., 2007; Quesada-Moraga et al., 2007; Fer-
nández et al., 2008). En nuestro país, desde el 2000 a la actualidad, se han reali-
zado trabajos con hongos de suelos agrícolas, principalmente sustentados por
metodologías convencionales basadas en el uso de medios de cultivo para estudiar
la diversidad fúngica (Luque et al., 2005; Bonel y Morrás, 2000; Fracchia et al.,
2003; Novas et al., 2005; Nesci et al., 2006; Schalamuck et al., 2006, 2007; Gomez
et al., 2007; Irrazabal et al., 2008; Lori et al., 2009; Moreno et al., 2011; Silvestro
et al., 2013; Velazquez et al., 2013).
Herramientas tradicionales
El análisis de la micobiota del suelo se realiza tradicionalmente empleando
métodos de cultivo y observación directa. Ambos tipos de técnicas pueden resultar
en la detección de un gran número de especies. Tradicionalmente, la diversidad
de los hongos se evaluó mediante siembra en medios selectivos y recuentos viables
directos de propágulos y esporas. El uso de estas técnicas permite conocer la di-
versidad de microorganismos asociados con diferentes parámetros de calidad del
suelo, detectar suelos supresivos, analizar la descomposición de la materia orgá-
nica, y corroborar el efecto de la aplicación de fungicidas y herbicidas (Anastasi
et al., 2005; Elmholt y Labouriau, 2005; Cantrell et al., 2006). Entre los métodos
más usados se destacan la suspensión y posterior siembra por dilución del suelo
(Steinkellner y Langer, 2004; De Cal et al., 2005; Elmholt y Labouriau, 2005;
Nesci et al., 2006). Esta técnica ha sido ampliamente discutida, se sabe que los
hongos pueden existir en el suelo como micelio activo y como esporas inactivas,
esta técnica no permite discriminar entre estas dos formas. En 1955, Warcup pro-
pone como alternativa otra técnica para detectar sólo micelio activo asociado al
suelo, la misma se ha seguiod utilizando hasta el presente (Deacon, et al., 2006).
-161-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Una técnica adicional a esta ha sido propuesta por el Parkinson y Williams (1961),
siendo su aplicación masiva (Martínez, et al., 2001; Cabello y Arambarri, 2002;
Deacon et al., 2006; Samaniego-Gaxiola et al., 2007; Silvestro et al., 2013). El
medio de cultivo utilizado para el aislamiento de los hongos del suelo es de suma
importancia. Probablemente, el uso de una amplia gama de medios selectivos sería
el enfoque más eficiente para un estudio completo de la estructura de la comunidad
hongos del suelo. Generalmente, cuando el objetivo principal del estudio es des-
cribir la comunidad de los hongos del suelo, los medios de cultivo seleccionados
son agar papa glucosado (APG), agar extracto de malta (AEM) y Czapek-Dox.
Los resultados obtenidos con estas técnicas han sido ampliamente publicados. El
uso de las herramientas tradicionales debe considerarse como la principal herra-
mienta de aproximación a la realidad.
Herramientas moleculares
En las últimas décadas, las técnicas moleculares han demostrado ser una
herramienta muy útil para la identificación de las especies y el estudio de la bio-
diversidad microbiana produciendo resultados muy interesantes en la interpreta-
ción de los problemas de desarrollo, taxonomía y distribución de las especies.
Diversos enfoques en base a la biología molecular de las comunidades microbianas
se han desarrollado para superar algunas de las limitaciones asociadas con las téc-
nicas tradicionales basadas en el cultivo (Marcial Gomes et al., 2003). Entre estos,
los sistemas de identificación basados en análisis de secuencias nucleotidicas, es
uno de los más conocidos y masivamente aplicado (Tang et al., 2007). Entre las
técnicas que implican el uso de la PCR, la primera respuesta fue el desarrollo de
reacciones específicas para detectar hongos patógenos. Para esto, los cebadores
se seleccionaron de acuerdo con el objetivo propuesto. Blanco et al. (1990) des-
cribieron varios cebadores para la amplificación del ADNr de hongos a partir de
una amplia gama de grupos taxonómicos. En los últimos años, la disponibilidad
de secuencias del genoma de los hongos filamentosos ha permitido que el número
de estudios de los hongos ambientales se haya incrementado (Borneman y Hartin,
2000; Kullnig et al., 2000; Möhlenhoff et al., 2001; Schabereiter-Gurtner et al.,
2001; Klamer et al., 2002; Landerweert et al.,2003; Green et al., 2004; Das et al.,
2007; Tang et al., 2007; Hatamoto et al., 2008; Molnár et al., 2008; Klaubauf et
al., 2010). El análisis molecular de la comunidad de hongos en muestras ambien-
tales parece simple, sin embargo, la principal dificultad es el diseño de cebadores
de PCR adecuados con especificidad hacia ADN fúngico. Una de las regiones del
ADN más ampliamente utilizada para los cebadores de diseño para identificar a
nivel de especie, es el espaciador transcripto interno (ITS) del ADNr que contienen
dos regiones no codificantes variables que se encuentran entre la subregión pe-
-162-
Diversidad de hongos en suelos agrícolas
En nuestro país los sistemas de labranza más utilizados son la siembra di-
recta y labranza reducida y en algunas regiones la labranza convencional. En ge-
neral, se ha observado que los sistemas de labranza, tienen diferentes efectos sobre
la comunidad de hongos del suelo, pero éstos generalmente están asociados tam-
bién con algún otro factor relacionado al manejo del cultivo, como ser, secuencia
de cultivos, riego y aplicación de agroquímicos. Es complejo detectar un único
efecto que sea atribuible sólo al tipo de labranza. Existen estudios cuyo objetivo
ha sido comparar la comunidad fúngica desde suelos sin disturbar o “recuperados”
frente a suelos agrícolas. Klamer y Hedlund (2004), observaron mayores valores
del índice de riqueza de especies (S) en suelos naturales respecto a suelos agríco-
las. En general, los estudios de diversidad de hongos, en sistemas agrícolas, tienen
como objetivo el detectar el efecto de diferentes prácticas de manejo sobre las po-
blaciones de hongos fitopatógenos o aquellos de potencial efecto antagonista, los
denominados biocontroladores, ya sea de insectos o de otros hongos. Klingen et
al. (2002), observaron un aumento en la población de hongos entomopatógenos
cuando se pasa de una producción con manejos convencionales a una con manejos
orgánicos. Meyling y Eilenberg (2006) observaron la prevalencia de Beauveria
Bastiana en suelos cultivados respecto a los suelos protegidos, en los cuales se
observaron mayor frecuencia de Paecilomyces fumosoroseus. Así como se ha es-
tudiado el efecto sobre los entomopatógenos, también se ha profundizado el estu-
dio sobre patógenos y saprótrofos. Vargas Gil et al. (2011) observaron diferentes
perfiles moleculares para la comunidad fúngica, siendo significativa la diferencia
entre siembra directa (maíz-soja) y labranza reducida (monocultivo de soja), no
así entre los dos sistemas de labranza con monocultivo de soja. Hagn et al. (2003)
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Diversidad de hongos en suelos agrícolas
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Diversidad de hongos en suelos agrícolas
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Agradecimientos
Bibliografia
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Diversidad de hongos en suelos agrícolas
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Diversidad de hongos en suelos agrícolas
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Diversidad de hongos en suelos agrícolas
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Biodiversidad de hongos formadores de micorrizas
arbusculares reportada para Argentina
Marta Cabello
Resumen
Introducción
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
asocian a las raíces de las plantas vasculares terrestres, epífitas, acuáticas y tam-
bién a rizoides y talos de briofitas formando una relación simbiótica mutualista
denominada micorriza arbuscular (MA) y micotalia, para vegetales con y sin raíces
respectivamente.
En los últimos años se les ha prestado especial atención debido al papel que
estos hongos cumplen en la adquisición de nutrientes por las plantas, fundamen-
talmente del fósforo (P) que es uno de los elementos limitantes en la mayoría de
los cultivos agronómicos.
Los suelos naturales, con las más diversas coberturas vegetales, contienen
naturalmente comunidades HFMA asociados a las raíces de las plantas. Determi-
nar la diversidad y los factores que afectan la estructura y función de esas comu-
nidades y su contribución para el crecimiento de diversas plantas cultivadas o
nativas ha sido el objetivo de numerosas investigaciones realizadas en nuestro
país. De este modo se han efectuado estudios tendientes a las identificaciones de
las comunidades fúngicas y su relación con las comunidades de plantas y factores
ambientales en ecosistemas naturales y practicas agronómicas empleadas en los
agroecosistemas. Cuanto más exacta sea la identificación de las especies, mayores
serán las chances de comprender su ecología y el efecto de los factores bióticos y
abióticos sobre ellos. En este capítulo se abordaran aspectos básicos de la biología
y morfología de los Glomeromycota como así también la diversidad reportada
para Argentina.
Morfología de la colonización
Existen tres componentes fundamentales en el sistema radical micorrizado
– la raíz y los dos sistemas miceliares asociados: uno dentro de la raíz: el intrara-
dical y otro en el suelo: micelio extraradical. Las descripciones e ilustraciones del
micelio interno fueron realizadas por Janse en 1897. Detalles de las interacciones
-180-
Biodiversidad de hongos formadores de micorrizas arbusculares reportada para Argentina
fúngicas con las células y tejidos vegetales fueron publicados por Gallaud en 1905.
En sus observaciones Gallaud describió 2 tipos básicos en la colonización, el Arum
y el Paris. El tipo Arum: “típica micorriza arbuscular” se da en un sistema radical
de rápido crecimiento. El hongo se dispersa rápido en la corteza de la raíz mediante
hifas intercelulares; ramas cortas y laterales penetran las células y desarrollan los
típicos arbúsculos. En el tipo Paris la colonización se caracteriza por un extenso
desarrollo de hifas “coils” intracelulares, las cuales se dispersan de célula a célula
entre la corteza. Estos “coils” (también llamados circunvoluciones), más que los
arbúsculos, predominan en gametofitos de Psilotum, en la briofita aclorófila
Cryptothallus mirabilis y en raíces de miembros aclorófilos de las Gentianaceae
y Burmanniaceae.
En Argentina los estudios relacionados a los diferentes tipos de colonización
dan como resultados que el tipo Arum está presente en el 90% de las especies ve-
getales analizadas en el Parque Nacional el Palmar (Velázquez y Cabello, 2010).
Este resultado coincide con los hallazgos de Fracchia et al., (2009), quienes tam-
bién encontraron este tipo de colonización como el más abundante en los bosques
del Chaco Serrano. El tipo Paris fue dominante en la vegetación de la Selva de
las Yungas (Becerra et al., 2007) y en bosques de Polylepis (Menoyo et al., 2007).
Aunque la formación de los tipos Arum y Paris está principalmente bajo el control
genético de la planta hospedadora (Jacquelinet-Jeanmougin y Gianinazzi-Pearson,
1983), existiendo una fuerte relación entre el tipo de colonización y la identidad
de las familias vegetales (Yamato 2004), existen evidencias que la especie fúngica
puede tener también su efecto en la determinación del tipo de colonización (Ca-
vagnaro et al., 2001).
Esporas
Los Glomeromycota producen esporas con características únicas en el
Reino Fungi. La organización de las paredes en las esporas es uno de los princi-
pales atributos morfológicos utilizados en su caracterización con fines taxonómi-
cos. Cada espora producida por hongos arbusculares es una única célula
multinucleada, y los fenotipos de los caracteres subcelulares que constituyen las
paredes de la espora presentan alta variabilidad que no es encontrada en otros gru-
pos fúngicos. Diversas características morfológicas y ontogenéticas de las esporas
son utilizadas para describir y clasificar a estos hongos.
Mediante microscopia electrónica de barrido se han confirmado observa-
ciones realizadas con microscopios ópticos relativas a las ornamentaciones de las
paredes de las esporas (Figura 1A, B y C). Con microscopia electrónica de trans-
misión las investigaciones han revelado variaciones en la arquitectura fina de com-
ponentes de paredes e hifas.
-181-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-182-
Biodiversidad de hongos formadores de micorrizas arbusculares reportada para Argentina
cian el proceso de germinación, aunque se sabe que contienen los factores bioló-
gicos requeridos para germinar. No poseen los sistemas genéticos y metabólicos
para su crecimiento continuo y esporulación a menos que se asocien a células de
raíces vivas.
La taxonomía tradicional de los Glomeromycota se basa en la morfología
de las esporas. Actualmente, las identificaciones de las especies se están corrobo-
rando con asistencia de técnicas moleculares las cuales proveen las evidencias fi-
logenéticas que soportan su filogenia.
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Biodiversidad de hongos formadores de micorrizas arbusculares reportada para Argentina
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
ceae
Diversispo- Diversispora spurca (Pfeiff., Walker & Bloss) Walker & Schüβler
raceae
Acaulospora- Acaulospora bireticulata Rothwell & Trappe
ceae Acaulospora delicata Walker, Pfeiff. & Bloss
DIVERSISPORALES
-186-
Biodiversidad de hongos formadores de micorrizas arbusculares reportada para Argentina
Continúa Tabla 1
Acaulospora nicolsoni Walker, Reed & Sanders
Acaulospora paulinae Blaszkowiski
Acaulospora rehmii Sieverd. & Toro
Acaulospora rugosa Morton
Acaulospora scrobiculata Trappe
Acaulospora spinosa Walker & Trappe
Acaulospora tuberculata Janos & Trappe
Acaulospora undulata Sieverd.
Entrophos- infrequens ( Hall) Ames & Schneid.
pora
Gigaspora- Gigaspora candida Bhattacharjee, Mukerji,Tewari & Skoropad
ceae Gigaspora decipiens Hall & Abbott
Gigaspora gigantea (Nicolson & Gerd.) Gerd. & Trappe
DIVERSISPORALES
Pasados 100 años desde este hallazgo, comenzaron a identificarse otras es-
pecies de Glomeromycota aisladas en suelos de diferentes ambientes (Cabello,
2001; Fracchia et al., 2003, Irrazabal et al., 2005; Lugo et al., 1995, 1997, 1999
ab; Mohadeb 1985, 1986).
Schüβler et al., (2001) utilizaron especies de Gigasporaceae (Gigaspora
aff. margarita, Racocetra fulgida y R. weresubiae (citadas como Scutellospora),
-187-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Análisis de biodiversidad
En los 2000 comenzaron a evaluarse la composición de las comunidades
de Glomeromycota; de esta manera Menéndez et al., (2001) en una parcela de 12
ha perteneciente a la Estación Experimental de INTA Castelar (provincia de Bue-
nos Aires) relevó 17 especies fúngicas. Por su parte Schalamuk et al., (2006) en
la Estación Experimental Ing. Agr. Hirshhorn, perteneciente a la Facultad de Agro-
nomía de la Universidad Nacional de La Plata (prov. de Buenos Aires), describie-
ron la influencia del monocultivo y las diferentes prácticas agronómicas sobre
estos hongos, identificando 24 especies de Glomeromycota. Covacevich et al.,
(2006, 2007) estudian el efecto del fósforo sobre colonización y número de pro-
págulos de hongos arbusculares en campos del SE de la Provincia de Buenos
Aires.
Lugo y Cabello (2002) evaluaron el efecto del pastoreo sobre las poblacio-
nes de esporas de Glomeromycota en pastizales de altura en Pampa de Achala, en
la Provincia de Córdoba, recuperando 17 especies fúngicas; en la misma localidad
Lugo et al., (2003) analizaron la colonización radical en esos pastizales. El efecto
del pastoreo sobre comunidades de esporas de hongos arbusculares también fue
abordado por Mendoza et al., (2011) en pastizales de Tierra del fuego, contando
con una diversidad compuesta por 25 morfotaxa.
Irrazabal et al., (2004) publicaron los hallazgos de 26 especies de hongos
arbusculares en bosques xéricos dominados por Celtis tala (tala) y Scutia buxifolia
(coronillo) en la Reserva de Biosfera (MAB-UNESCO) en el Partido de Magda-
lena, Provincia de Buenos Aires y Lugo et al., (2005) estudiaron las comunidades
de Glomeromycota en un ecosistema de arbustal árido denominado “Jarillal” en
Centro Argentina dominado por Larrea divaricata donde se relevaron 7 morfoes-
pecies.
Soteras et al., (2012) investigaron las comunidades de hongos micorricicos
y su presencia en raíces de Chaenopodiaceae a diferentes profundidades de suelo
-188-
Biodiversidad de hongos formadores de micorrizas arbusculares reportada para Argentina
Consideraciones finales
-189-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Bibliografía
-190-
Biodiversidad de hongos formadores de micorrizas arbusculares reportada para Argentina
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Biodiversidad de hongos formadores de micorrizas arbusculares reportada para Argentina
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Microorganismos nativos para una gestión
sustentable de los ecosistemas terrestres
Resumen
Cátedra de Microbiología Agrícola. Facultad de Agronomía. Universidad de Buenos Aires. Av. San
Martín 4453 (c1417DSE). Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Argentina. correa@agro.uba.ar
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Introducción
El control biológico de enfermedades constituye una alternativa que permite
la obtención de cultivos limpios, con trazas mínimas o nulas de agroquímicos que
afecten la salud humana y la calidad del ambiente. Algunas cepas de bacterias aso-
ciadas a las raíces, denominadas PGPR (del inglés Plant Growth Promoting Rhi-
zobacteria), pueden ser empleadas como fitoestimuladores y agentes de control
biológico de enfermedades vegetales. Entre los agentes de biocontrol bacterianos
más estudiados se encuentran los géneros Pseudomonas y Bacillus, en los que se
han descripto diversos mecanismos que les permiten actuar contra patógenos pre-
sentes en el suelo, hojas y frutos, tanto en las distintas etapas fenológicas de cultivo
como en postcosecha. Estas bacterias tienen capacidad de excretar enzimas hidro-
líticas que degradan las paredes celulares (Chernin y Chet, 2002), sideróforos que-
lantes de hierro (Renault et al., 2007), y lipopéptidos cíclicos activos (Raaijmakers
et al., 2010), además de inducir resistencia sistémica en la planta, siendo este tipo
de resistencia efectiva frente a un amplio espectro de patógenos. Últimamente, el
género Bacillus ha adquirido mayor relevancia debido a su capacidad de esporular,
lo que le permite persistir en el ambiente por largos períodos de tiempo aún bajo
condiciones adversas (Shoda, 2000).
En Argentina, el cultivo de soja (Glycine max (L.) Merr.) ha experimentado
una creciente evolución, constituyéndose actualmente en el más importante de los
cultivos extensivos, con un área sembrada de más de 18 millones de hectáreas y
una producción de más de 40 millones de toneladas durante la campaña 2011/2012
(MinAgri, 2013). Sin embargo, las enfermedades, causadas principalmente por
hongos patógenos de plantas, representan limitantes para su cultivo, destacándose
algunas enfermedades/patologías foliares, y de raíz y tallo.
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Microorganismos nativos para una gestión sustentable de los ecosistemas terrestres
Figura 1. Reducción de los síntomas de enfermedad luego del tratamiento de semillas de B. napus
con bacterias antagonistas en ensayos sobre hoja cortada. (a) Ejemplo de hojas de colza infectadas
con B. cinerea, (b) Severidad de la enfermedad causada por B. cinerea sobre hojas de plántulas de
colza provenientes de semillas sin inocular (control); inoculadas con B. amyloliquefaciens BNM340
y con P. fluorescens BNM296. El nivel de infección fue medido como porcentaje de área con necrosis
producida por el hongo a las 96 hs luego de la inoculación (c) Hojas inoculadas con S. sclerotiorum,
(d) Incidencia de la enfermedad causada por S. scleotiorum expresada como porcentaje de lesiones
extendidas a las 96 h post-inoculación. Se repitieron dos experimentos independientes para cada pa-
tógeno, empleando 24 hojas por tratamiento. Se realizó una comparación de medias mediante
ANOVA de una vía. Las barras indicadas con * representan diferencias significativas respecto al
control (p<0,05).
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Microorganismos nativos para una gestión sustentable de los ecosistemas terrestres
Figura 2. Desarrollo de las hifas de C. sojina durante la germinación de las esporas, vistas al mi-
croscopio óptico, luego de la incubación por 72 h con el filtrado libre de células de BNM122: (a)
Hifas deformadas y ensanchadas luego del tratamiento con el sobrenadante deBNM122 (b) hifas
con apariencia desorganizada y presencia de gránulos en su interior (c, d) germinación normal de
los conidios en agua estéril (control).
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Por otro lado, se llevaron a cabo ensayos de biocontrol in vivo bajo condi-
ciones de invernáculo, utilizando plántulas del cultivar de soja NIDERA A
4613RG, susceptible a la infección por C. sojina. Los tratamientos consistieron
en la aplicación foliar de suspensiones de BNM297 (109 UFC mL-1), BNM340 y
BNM122 (108 UFC mL-1) a los 21 días de emergencia de las plántulas. Luego de
24 horas, estas mismas plantas fueron inoculadas con una suspensión de conidios
del hongo, y la severidad de la enfermedad se estimó a los 20 días, calculando el
área del folíolo central (%) afectada con lesiones típicas del hongo. Se observó
que la aplicación foliar de las dos cepas de Bacillus evaluadas redujo significati-
vamente la severidad de la enfermedad, con respecto a las plantas control (sin tra-
tar). Sin embargo, el pre-tratamiento con Pseudomonas BNM297 no mostró
ningún efecto sobre la severidad de la MOR (Tabla 1), a pesar de que colonizó
eficientemente la superficie de las hojas de soja. Es frecuente observar estas dis-
crepancias en los resultados obtenidos a partir de ensayos in vitro e in vivo (Dal
Bello et al., 2008). La pérdida de actividad antifúngica de BNM297 bajo condi-
ciones de invernáculo podría deberse a su reducida habilidad de adaptarse a un
ambiente altamente variable como es la superficie de las hojas. De aquí se des-
prende la necesidad de corroborar los resultados obtenidos in vitro mediante en-
sayos realizados bajo condiciones naturales. El uso de bacterias antagonistas,
aplicadas de modo preventivo, constituye una opción prometedora para el manejo
de la MOR, más aún si se considera la reducción de costos, de contaminación am-
biental y de riesgo para la salud humana respecto de los fungicidas clásicos.
Tabla 1. Severidad de la enfermedad causada por el hongo C. sojina sobre plantas de soja tratadas
mediante la aplicación foliar de suspensiones de bacterias, bajo condiciones de invernadero.
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Microorganismos nativos para una gestión sustentable de los ecosistemas terrestres
Introducción
En los cultivos extensivos es frecuente la aplicación de herbicidas, con el
fin de controlar las malezas que disminuyen el rendimiento. En Argentina, la apli-
cación del paquete tecnológico ligado al cultivo de soja RR (Glycine max, L.,
“Roundup Ready”) aumentó, tanto en superficie como en frecuencia, el uso de
N-phosphonomethylglycine (nombre comercial: Glifosato), un herbicida de am-
plio espectro que no afecta el crecimiento de esta variedad de soja. Dado su uso
difundido y las potenciales alteraciones que puede provocar en las comunidades
de microorganismos que viven en el suelo, así como en algunos de los procesos
llevados a cabo por éstos, estudiar el comportamiento de este herbicida resulta de
fundamental importancia.
Existen microorganismos capaces de degradar el N-phosphonomethylgly-
cine. En este sentido, los hongos cuentan con la particularidad de poder penetrar
en los agregados con sus hifas y llegar así al herbicida adsorbido a las arcillas.
Además, los hongos producen enzimas extracelulares que pueden difundir y ex-
plorar más volumen de suelo que sus hifas (Mujica et al., 1999). Por ello, el ob-
jetivo general de este trabajo consiste en lograr la implementación de un consorcio
de hongos filamentosos a partir de una formulación de esporas fúngicas, con el
fin de biorremediar suelos agrícolas con acumulación de glifosato (Fernandez di
Pardo et al., 2010). Para ello, se aislaron e identificaron taxonómicamente cepas
de hongos provenientes de la localidad de Chivilcoy (provincia de Buenos Aires)
en lotes de soja con aplicación del herbicida.
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Introducción
Los hongos endofíticos septados oscuros (DSE) son un grupo de microor-
ganismos poco estudiados en su comportamiento y su relación con las plantas y
el ambiente. Pertenecen a la división Ascomycota, presentan hifas septadas oscu-
ras, son capaces de colonizar raíces inter- e intracelularmente, y ocasionan efectos
benéficos para el hospedante (Peterson et al., 2004). Esto último ocurre princi-
palmente en ambientes extremos, como son los suelos afectados por distintos tipos
de estrés abiótico como salinidad o exceso en el uso de agroquímicos. Algunos
autores creen que los DSE pueden ser considerados como hongos micorrícicos,
debido a que manifiestan un efecto benéfico sobre el hospedante. También lo son
en función y efecto, es decir, los efectos benéficos en las plantas se vinculan a la
toma de nutrientes debido a un extenso micelio extrarradical y su transferencia a
la planta vía intercambio intracelular.
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Microorganismos nativos para una gestión sustentable de los ecosistemas terrestres
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Introducción
La simbiosis micorrícica que se da entre las raíces de plantas y hongos bio-
trofos obligados pertenecientes al Phylum Glomeromycota se encuentra amplia-
mente difundida en el reino vegetal. Los hongos micorrícicos, además de mejorar
el crecimiento de sus hospedantes debido a un mayor aporte de nutrientes(funda-
mentalmente N y P) , también pueden incrementar su tolerancia a una amplia va-
riedad de estreses bióticos y abióticos, tales como el estrés salino, hídrico y la
presencia de contaminantes (Pearson et al., 2006). En los últimos años, se ha ob-
servado la presencia de altos niveles de As debido a la irrigación con aguas que
poseen concentraciones elevadas de este metal (Franco et al., 2012). Existen es-
tudios que evidencian que en plantas micorrizadas se activan los transportadores
fúngicos de fosfato ante la presencia de As (Rausch et al., 2001), provocando, en
algunas asociaciones, una pérdida de la función de captación directa de P por parte
del hospedante (Smith et al., 2003). La interrupción de la actividad de los trans-
portadores de fosfato de las raíces podría incrementar la tolerancia al arsenato
(Gonzalez-Chavez et al., 2002).
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Microorganismos nativos para una gestión sustentable de los ecosistemas terrestres
Introducción
La intensificación en el uso agrícola del suelo, particularmente en las últi-
mas décadas, ha despertado preocupación sobre los eventuales cambios negativos,
y quizás irreversibles, que puedan afectar su calidad. Estos cambios podrían estar
relacionados con alteraciones en su fertilidad química, su capacidad para almace-
nar agua, su aireación, entre otros. Por ello, para asegurar uso sostenible de este
recurso, es preciso contar con indicadores que permitan evaluar el estado actual
del suelo y predecir su evolución, sobre todo en ecosistemas influenciados por las
actividades humanas. Dado que los microorganismos desempeñan un papel fun-
damental en el funcionamiento del suelo, influyendo en su fertilidad y los servicios
que éste presta al ecosistema, existe una necesidad particular de desarrollar indi-
cadores microbianos, cuya variación pueda ser entendida como señales tempranas
de cambios en el ambiente (Anderson, 2003; Bastida et al., 2008). Algunos autores
han mostrado que los monocultivos tienden a una homogeneización del ambiente
que atenta contra la biodiversidad, incluida la del suelo, donde los microorganis-
mos representan la mayor biomasa y fuente de diversidad. La importancia de la
diversidad microbiana para el funcionamiento del ecosistema es todavía una cues-
tión que se debate. Un trabajo reciente, por ejemplo, mostró que la pérdida de di-
versidad microbiana altera la actividad de desnitrificadores y, por ende, del ciclo
del nitrógeno (Philippot et al., 2013). Otros autores, sin embargo, midieron pará-
metros microbianos del suelo en un experimento a campo de larga duración y no
observaron efectos negativos ligados a la intensificación agrícola (Wardle et al.,
1999).
El objetivo de esta línea de trabajo es analizar atributos microbiológicos de
suelos para contribuir a un mejor conocimiento de la dinámica y diversidad mi-
crobiana, y establecer una relación entre esta última y el funcionamiento de las
comunidades microbianas. Asimismo, la integración de propiedades microbioló-
gicas y parámetros químicos y físicos de los suelos posibilitará, en el mediano
plazo, generar información útil para el manejo sustentable de los sistemas agríco-
las. El estudio de las comunidades microbianas en un sistema tan complejo como
el suelo requiere de la utilización de distintas técnicas que provean información
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Figura 3. Evolución del carbono de la biomasa microbiana (A: CBm) y la respiración basal del
suelo (B: RS) en una cronosecuencia de uso agrícola de Las Lajitas, Salta. La leyenda presenta las
tres fincas estudiadas y su denominación. Letras distintas señalan diferencias significativas entre
categorías de años de uso (p<0,05).
Una situación de este tipo podría implicar pérdidas de carbono del sistema
y, de hecho, en estos suelos observamos que el carbono orgánico parecería dismi-
nuir más pronunciadamente entre los 3-5 y los 11-14 años desde el desmonte. Por
otro lado, en estos suelos se observó una aparente estabilización del valor de car-
bono de la biomasa microbiana durante más de veinte años, fenómeno que hasta
ahora no ha sido reportado y que tal vez pueda vincularse con alguno de los be-
neficios de la siembra directa implementada en los últimos 15 años (Tosi et al.,
2013b).
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
neidad de las comunidades microbianas bajo SD, la cual podría relacionarse con
la preservación de una mayor diversidad.
La función también se vio afectada principalmente por el sistema de la-
branza. Al evaluar la actividad enzimática global mediante la técnica de hidrólisis
de diacetato de fluoresceína y la descomposición de rastrojo en microcosmos, fi-
gura 5 a y b, se detectó una mayor actividad en los suelos bajo SD. Esta tendencia
ha sido frecuentemente reportada en la bibliografía.
Bibliografía
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Interrelaciones microbianas en la rizósfera de plantas
cultivadas de interés económico en el Noroeste Argentino
Resumen
Rizósfera
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túan en forma simultánea y/o independiente, en sinergia y/o antagonismo con re-
sultados benéficos o perjudiciales (Manoharachary and Mukerji, 2006). Entre las
relaciones más estrechas que se encuentran en la rizósfera están las simbióticas
como: rizobios-fabáceas y las micorrícicas entre hongos-raíces de las plantas.
Micorrizas
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Interrelaciones microbianas en la rizósfera de plantas cultivadas de interés económico...
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
dado lo estrecho y particular de la relación con estas familias botánicas, se las de-
nominó ericoides (Peterson et al., 2004). Las raicillas del arándano se caracterizan
por ser muy finas y las zonas de la epidermis, corteza y endodermis en estudios
anatómicos realizados y observados al microscopio se destacan por estar formadas
por monocapas celulares. En estudios realizados se comprobó que estas especies
tienen la capacidad de captar el nitrógeno del suelo en forma orgánica, mediada
por micorrizas específicas y únicas de estas familias, las ericoides. Estas asocia-
ciones se caracterizan por formar en las células de la corteza sus hifas en super-
enrollamientos, llamados ovillos; las células se conectan por medio de las hifas.
El hongo más estudiado formador de estas asociaciones aunque no es el único es
Hymenoscyphus ericae= Pezizella ericae (Leotiales); se caracteriza por formar
propágulos asexuales (artroconidios). Otra especie muy frecuente es Scytalidium
vaccinii (estado anamórfico de Hymenosciphus ericae). Otro género identificado
es Oidiodendron y sus estados teleomórficos ( Myxotrichum y Byssoascus) son
muy importantes. Las hifas de Oidiodendron se caracterizan por ser septadas, me-
lanizadas y articuladas.
En Tucumán se llevaron a cabo estudios, en un trabajo final para acceder al
grado de Licenciado en Biotecnología, de detección de la posible colonización de
arándanos con hongos micorrícicos ericoides. Se determinó que la var. Misty, es-
tuvo colonizada con un hongo pseudomicorrícico. El mismo presentaba los super-
enrollamientos de densidad variable en la capa de células epidérmicas y en la
corteza, con una estructura similar a un manto muy fino y se concluyó después de
su aislamiento en medio de cultivo semisintético, que pertenecía a la categoría de
los endófitos septados oscuros y que respondió a las características de Phialoce-
phala fortinii Wang and Wilcox (Botta, 2005). Esto coincide con estudios llevados
a cabo por otros autores, los que constataron que los hongos endófitos septados
oscuros reemplazan en determinadas condiciones a los micorrícicos cuando ellos
no están presentes, o si lo están, su cantidad es insuficiente para los requerimientos
nutricionales de las plantas (Jumpponen, 2001).
Se realizaron estudios pioneros de micorrizas ericoides en ericáceas nativas
en el marco de una Tesis de Maestría en Ciencias Agrarias or Producción Soste-
nible. Las mismas fueron detectadas en el departamento Santa Victoria a 3500
msnm, en la provincia de Salta, Los individuos fueron identificados como Gaul-
theria Kalm ex L. (= Pernettya). A esta única especie de las ericáceas se la ubicó
en nichos rocosos, donde se concentraba la humedad, con elevado contenido de
materia orgánica proveniente de la misma planta, en estado de floración y fructi-
ficación abundante. En preparados microscópicos se observaron morfologías si-
milares a Hymenoscyphus ericae= Pezizella ericae, los que se aislaron en medios
de cultivo semisintéticos al igual que P. fortinii (Diéguez et al., 2004 y 2005).
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Interrelaciones microbianas en la rizósfera de plantas cultivadas de interés económico...
embargo, hoy en día se estima que el área sembrada con soja sin antecedentes pre-
vios es menor al 10 %, por lo que la mayoría de los suelos presentan poblaciones
naturalizadas de rizobios (Devani et al., 2002). No obstante, se han observado res-
puestas a la reinoculación en lotes con antecedentes de soja. En áreas con varias
secuencias del cultivo de soja, la repetida inoculación anual ha permitido que los
rizobios introducidos capaces de nodular soja, se hayan establecido y naturalizado.
(Amigo et al., 2003).
Por otro lado, los tradicionales tratamientos biológicos de semillas basados
en el mejoramiento de la fijación de nitrógeno requirieron del uso de cepas selec-
cionadas, con adecuada sobrevivencia y comportamiento bajo condiciones de uso
a campo. Las nuevas tecnologías están focalizadas hacia los efectos combinados
de fijación biológica de nitrógeno mejorada y la promoción del crecimiento de las
plantas en respuesta a la presencia de moléculas activas (ej. Factores nod) solo o
en combinación con cepas de otros microorganismos promotores del crecimiento
vegetal (Micucci et al., 2010).
Otros factores de estrés a los que se exponen las bacterias del inoculante al
ser aplicadas sobre la semillas son cuando estas tratadas junto con curasemillas
(fungicidas, insecticidas, micronutrientes), práctica ampliamente difundida en los
sistemas de producción de soja en el cono sur. Varios autores han comprobado
que después de la inoculación se produce la mortalidad de B. japonicum sobre la
semilla y existe una incompatibilidad entre el producto químico y el inoculante.
Para evitar esto, se han desarrollado agentes de protección bacteriano (protectores)
que se aplican junto con el inoculante para prevenir el efecto tóxico de los pro-
ductos químicos (Montero et al.., 2005). La inoculación incrementó el número y
el peso seco de nódulos alcanzando los mayores valores en los tratamientos donde
se aplicó el protector bacteriano con lo que se estaría demostrando un efecto po-
sitivo del uso del mismo sobre la nodulación y los rendimientos cuando es incor-
porado a la semilla inoculada junto con fungicidas compatibles (Amigo et al.,
2007).
El uso de inoculantes con protectores bacterianos permitió mejorar la su-
pervivencia de las bacterias sobre las semillas de soja cuando se emplean fungi-
cidas e insecticidas curasemillas sobre estas (Penna et al.., 2002; Montero et al.,
2003; Montero et al., 2005).
Es interesante reseñar que las cepas de algunos rizobios muestran una ele-
vada especificidad por los diferentes cultivares de soja, lo que significa que una
determinada cepa puede ser muy efectiva con un cultivar y a su vez ser mediocre
con otro cultivar (Virnardell et al., 2006). Existen conceptos básicos sobre la FBN
que establecen que las diferentes estirpes de rizobios difieren en su capacidad de
fijar y nodular; que la eficiencia de la fijación varía con las características del
-223-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-224-
Interrelaciones microbianas en la rizósfera de plantas cultivadas de interés económico...
Figura 1a. Nódulos en raíces de garbanzo Figura 1b. Arbúsculos e hifas en raíces de gar-
banzo
Durante 4 campañas agrícolas, a partir del 2008, se realizaron ensayos con
el propósito de evaluar la incidencia de la práctica de la inoculación sobre los ren-
dimientos del cultivo en condiciones de secano y bajo riego (Ulla et al., 2010).
Las evaluaciones se centraron en analizar parámetros de crecimiento y rendimiento
cultural. Así se observó que la inoculación ejerció un efecto positivo sobre los pa-
rámetros analizados. En lo que respecta al rendimiento del garbanzo en kg ha-1,
los valores promedio superan en el tratamiento inoculado entre 23% y 25% con
respecto al testigo con riego y se observaron incrementos debidos a la práctica de
inoculación en promedio de 14% -19% en condiciones de secano, las respuestas
estuvieron fuertemente condicionadas al tipo de ambiente y a las condiciones de
siembra empleada (Amigo et al., 2011).
Las evidencias demuestran el efecto estimulante para la planta de la inocu-
lación, lo que estaría indicando que este cultivo presenta una fuerte dependencia
de esta práctica y se destaca la conveniencia de la adopción de tecnologías mo-
dernas del uso de inoculantes para el sostenimiento de altos rendimientos en el
cultivo de garbanzo en la provincia de Tucumán.
-225-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Interrelaciones microbianas en la rizósfera de plantas cultivadas de interés económico...
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Interrelaciones microbianas en la rizósfera de plantas cultivadas de interés económico...
Consideraciones finales
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Los rizobios que nodulan la soja en sitios con
ambientes nativos y cultivados de la Argentina
Resumen
La soja es una leguminosa que establece simbiosis con diez especies dis-
tintas de rizobios entre las que se encuentran bacterias de crecimiento rápido y
lento. La interacción es el resultado de la expresión de un conjunto de genes en la
planta y en la bacteria. En este trabajo se describe que los cultivares de soja de la
Argentina presentan variabilidad en su capacidad de nodulación y que se han en-
contrado dos satélites asociados a este carácter. Por otro lado el análisis de la di-
versidad en suelos sin historia del cultivo de soja demostró que los rizobios nativos
de esas áreas podrían aportar genes para la evolución de los rizobios simbiontes
de la soja. Es más, la diversidad de suelos y ambientes en los que se cultiva la
soja es probable conduzca a la evolución de asilamientos con capacidades sim-
bióticas contrastantes.
a
INFIVE Instituto de Fisiología Vegetal-Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales-Universidad
Nacional de La Plata
b
Cátedra de Microbiología Agrícola Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales-Universidad Na-
cional de La Plata
c
CIDEFI Centro de Investigaciones de Fitopatología- Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales-
Universidad Nacional de La Plata. *pbalatti@gmail.com
-237-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Introducción
-238-
Los rizobios que nodulan la soja en sitios con ambientes nativos y cultivados de la Argentina
-239-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Continúa de Tabla 1
-240-
Los rizobios que nodulan la soja en sitios con ambientes nativos y cultivados de la Argentina
Continúa de Tabla 1
Ramirez-Bahena (M.H.),
Chahboune R., Peix A., Ve-
lazquez E.: Reclassification of
Agromonas oligotrophica into
Bradyrhizobium oligo- ATCC 43045 = JCM
JQ619230. the genus Bradyrhizobium as
trophicum 1494 = LMG 10732.
Bradyrhizobium oligotrophi-
cum comb. nov. Int. J. Syst.
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Ramirez-Bahena M.H., Peix
A., Rivas R., Camacho M.,
Rodriguez-Navarro D.N., Ma-
Bradyrhizobium PAC48 = CECT 7396 =
AY624135. teos P.F., Martinez-Molina E.,
pachyrhizi LMG 24246
Willems A., Velazquez E. Int.
J. Syst. Evol. Microbiol.,
2009, 59, 1929-1934
-241-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
macho et al., 2002, Chen, 2004, Zhang et al., 2011; Li et al., 2011). Se encontró
que en las regiones tropicales y subtropicales de China con climas húmedos y sue-
los ácidos, la soja establece simbiosis con B. japonicum, B. elkanii y difícilmente
con B. liaoningense, B. yuanmingense and B. canariensis (Barcellos et al., 2007;
Yang, 2006), excepto en Hubei sitio de donde se aislaron diversas cepas de Ensifer
fredii (Camacho et al., 2002). En Heilongiang, una provincia al Noreste de la
China que tiene clima húmedo y suelos neutros o ligeramente ácidos, la soja es
nodulada primordialmente por B. japonicum, muy poco por B. elkanii y nunca por
E. fredii (Wang et al., 2009). Tanto la provincia de Hubei como de Heilongiang se
cree que son los centros de origen de la soja. Esta también fue introducida en la
provincia de Xinjiang, que tiene clima seco y suelos alcalinos en los que las es-
pecies de rizobios que nodulan soja son Ensifer fredii y B. liaoningense. Es im-
portante destacar que en los sitios descriptos se cultivan distintos cultivares de
soja. Todos estos resultados sugieren entre otras cosas que la diversidad de los ri-
zobios que interactúan con la soja no es completamente clara, más aún algunos
de estos rizobios nodulan preferencialmente con ciertos materiales genéticos y
por lo tanto el cultivar utilizado como trampa define la diversidad encontrada. Por
otro lado, también se concluyó que el pH de los suelos y la disponibilidad de un
conjunto de nutrientes claves definen la distribución geográfica de los rizobios.
La capacidad de la soja para interactuar con los rizobios está determinada
genéticamente y cada cultivar de soja responde específicamente a la interacción
con cepas seleccionadas y en este sentido no solo se han identificado genes que
regulan la respuesta de la planta a determinadas bacterias (Balatti, 2008), sinoque
además se identificaron caracteres cuantitativos asociados a marcadores SSR que
determinan la capacidad de nodulación de la soja (Nicola´s et al., 2006; Santos et
al., 2006; Salvucci et al., 2011). Más aún, Yang et al. (2010) encontraron que la
respuesta de incompatibilidad de algunos cultivares de soja con estirpes de Ensifer
fredii se debía a un gen de resistencia a enfermedades. Es posible que, de la misma
manera que los genes de resistencia determinan que la planta reconozca a las bac-
terias patógenas, algo similar ocurra con los rizobios, desencadenando así una re-
acción de hipersensibilidad. Una de las características de los rizobios es la
especificidad, esto es que una bacteria aún con su genoma completo solo induce
formación de nódulos fijadores de nitrógeno en una planta pero no en la otra, lo
que podría estar regulado, al menos en parte, por los genes de resistencia a enfer-
medades, que se encuentran en gran cantidad en el genoma de las plantas.
Con la idea de identificar interacciones leguminosa-rizobios de alto poten-
cial de fijación de nitrógeno se trabajó sobre la planta de soja. Se evaluó si los
marcadores moleculares asociados a caracteres cuantitativos de nodulación, des-
criptos por otros investigadores, son herramientas útiles para identificar estos ca-
-242-
Los rizobios que nodulan la soja en sitios con ambientes nativos y cultivados de la Argentina
-243-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-244-
Los rizobios que nodulan la soja en sitios con ambientes nativos y cultivados de la Argentina
Figura 2. Rizobios aislados de suelos del norte Argentino sin historia del cultivo de la soja
-245-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-246-
Los rizobios que nodulan la soja en sitios con ambientes nativos y cultivados de la Argentina
Figura 3. Rizobios de suelos bajo distinto sistema de manejo (siembra directa con cultivo antece-
sor soja y labranza convencional con cultivo antecesor maíz)
-247-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Figura 4. Análisis de secuencias ITS de rizobios aislados de suelos y cepas controles de las espe-
cies B. japonicum y B. elkanii, utilizadas en formulaciones comerciales.
-248-
Los rizobios que nodulan la soja en sitios con ambientes nativos y cultivados de la Argentina
que las características ambientales de los suelos pueden generar linajes o grupos
de Bradyrhizobium u otros rizobios con características propias, tal cual se descri-
bió que ocurrió en los suelos de la China. Algo importante, que aun no está claro,
es si es común que las leguminosas establezcan relaciones exclusivas con ciertos
rizobios, o si es que se asocian con rizobios menos especializados que pueden aso-
ciarse con otras leguminosas que coexisten. Este sería el caso de lo encontrado en
los suelos de Salta en donde probablemente simbiontes de plantas nativas nodulan
soja. Recientemente, Tian et al. (2013) demostraron que el genoma de Bradyrhi-
zobium es desproporcionadamente rico en lípidos y metabolitos secundarios; por
otro lado, genes de osmo-protección y de adaptación a pH alcalino son específicos
del genoma de Sinorhizobium. Estos resultados sugieren que los genomas de los
rizobios evolucionan preferentemente por recombinación que incluye a la trans-
ferencia lateral de genes; y en esto, la adaptación de los rizobios a interacciones
simbióticas y otras condiciones ambientales demanda incorporar genes de pro-
tección procedentes de otros linajes, en lo que es un proceso de especiación que
ocurre permanentemente en el suelo.
Siguiendo con el análisis de los aislamientos de suelos con diversos mane-
jos, se seleccionaron 12 representantes (115, 665, 457, 9110, 2614, 2615, 163,
366, 458, 2112, 455 y 953). Estos aislados fueron evaluados en un ensayo bajo
condiciones controladas en lo que hace a su capacidad de fijación de nitrógeno,
lo que se determinó indirectamente en base al peso seco de la parte aérea de las
plantas. El ensayo consistió en 18 tratamientos con 10 repeticiones de cada uno,
en el mismo se incluyeron además las cepas de uso comercial de B. japonicum
(Semia 5079, Semia 5080 y E109) y B. elkanii (Semia 587y Semia 5019). Se en-
contró que las plantas inoculadas con las cepas de crecimiento lento 366, 115,
665, 457, 2614, 2615, 458, 2112, 455 y 953 mostraron una producción mayor de
biomasa vegetal que las plantas inoculadas con la cepa de control E109. También
se observó que en las plantas inoculadas con las cepas 366 y 665 se produjo una
mayor biomasa nodular que en las plantas inoculadas con la cepa E109 y las plan-
tas inoculadas con la cepa 953 mostraron menor producción de biomasa nodular
en relación a las plantas inoculadas con la cepa E109 control. Estos resultados
fueron reconfirmados en dos nuevos test de inoculación en plantas, con una sub-
selección de cepas que en el primer ensayo mostraron comportamientos contras-
tantes a la cepa control E109, conforme se continuaba con la caracterización de
las mismas.
Simultáneamente, se realizó una caracterización genética de los aislados
con marcadores moleculares REP, BOX, Multiplex PCR-RSα. El conjunto de estas
secuencias suelen ser útiles para diferenciar aislados de Bradyrhizobium en al
menos dos grupos, uno de cepas de B. elkanii y el otro de B. japonicum (López
-249-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-250-
Los rizobios que nodulan la soja en sitios con ambientes nativos y cultivados de la Argentina
Bibliografía
-251-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-252-
Estudios de la movilidad y distribución de
Bradyrhizobium japonicum en el suelo
Studies about motility and distribution of
Bradyrhizobium japonicum in the soil
Resumen
Introducción
-253-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-254-
Estudios de la movilidad y distribución de Bradyrhizobium japonicum en el suelo
Movilidad
Debido a que en nuestros primeros estudios observamos que la movilidad
vertical de B. japonicum en vermiculita a capacidad de campo es muy escasa
(López García et al., 2002), decidimos encarar una serie de experimentos para ver
si era posible mejorarla. Así logramos, mediante selección artificial, una cepa con
movilidad aumentada y más infectiva que la cepa parental, derivada de USDA
110, a la que denominamos LP 3008 (Althabegoiti et al., 2008). La cepa LP 3008
fue obtenida por selección recurrente a partir del borde de halos de movilidad en
agar blando sin manipulación genética, lo cual nos permitió liberarla para estudios
a campo. Por lo tanto, los cambios seleccionados son desconocidos a nivel mole-
cular, aunque sabemos que han sido estables luego del pasaje por nódulos y a lo
largo de varios repiques, durante unos diez años. Por lo tanto, creemos que dichos
-255-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-256-
Estudios de la movilidad y distribución de Bradyrhizobium japonicum en el suelo
lafA1-2, como así también dobles mutantes, tanto en el acervo genético de la cepa
salvaje como de LP 3008 (Althabegoiti et al., 2011) y estudiamos, en cada uno de
ellos, la contribución de cada flagelo a la movilidad y a la competitividad para
nodular en vermiculita. Observamos que el flagelo subpolar, que gira en sentido
horario y antihorario, promueve trayectorias más rectilíneas pero no contribuye a
la movilidad en un medio viscoso, mientras que el lateral, que gira sólo en sentido
antihorario, promueve mayor frecuencia de cambios de dirección y es requerido
para la movilidad en un medio viscoso (Althabegoiti et al. 2008 y resultados no
publicados). Si bien ambos flagelos se requieren para la natación y el verbenear,
el flagelo lateral parece ser el más importante para el verbenear (Covelli et al.,
2013). Sin embargo, el verbenear no fue relevante para el desplazamiento en suelo
a capacidad de campo (Covelli et al., 2013). Esto nos motivó a conocer más acerca
de la movilidad de esta bacteria en un medio poroso.
La movilidad de las bacterias ha sido ampliamente estudiada en medios lí-
quidos o en agar semisólido. A diferencia de estos medios, el suelo es una matriz
particulada, donde existen poros de distintos tamaños formando canales tortuosos,
que según el estado hídrico del suelo tienen diferentes contenidos de agua y aire.
A medida que el contenido de agua del suelo disminuye, también lo hace el rango
de diámetros máximos de los poros que aún pueden retener agua. Así, las bacterias
del suelo pueden encontrarse en estado planctónico y nadar libremente en suelos
anegados, aprovechando este estado del suelo para desplazarse en busca de nuevos
hábitats y formar allí biopelículas (Stoodley et al., 2002). Por el contrario, en sue-
los a capacidad de campo o menor, solo podrían desplazarse en canales más es-
trechos y tortuosos donde la solución del suelo es más viscosa, o bien asociarse y
formar biopelículas sobre superficies bióticas o abióticas, siendo estas asociacio-
nes más tolerantes a las adversidades ambientales (Stoodley et al., 2002). En con-
cordancia con ello, observamos que nuestras dobles mutantes desprovistas de
ambos flagelos fueron igualmente competitivas que la cepa salvaje para nodular
soja en vermiculita a capacidad de campo; sin embargo, cuando la vermiculita se
encontraba saturada de agua, la competitividad de la cepa salvaje sí fue mucho
mayor que la de la doble mutante desprovista de los dos flagelos (Fig. 1). Estos
resultados se repitieron utilizando tanto el acervo genómico de USDA 110 como
el de la cepa de mayor movilidad LP 3008 (Althabegoiti et al., 2011) y concorda-
ron con estudios previos de la colonización radical en vermiculita o perlita con
distintos contenidos hídricos (Althabegoiti et al., 2008; 2010). Tomados en con-
junto, estos resultados indicaron que el tipo de movilidad relevante para la dis-
persión en suelo y la competitividad es la natación, pero que dichos
desplazamientos podrían esperarse en el suelo sólo en cortos períodos de anega-
miento.
-257-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Figura 1. Competición para la nodulación entre la cepa salvaje (WT) y la mutante desprovista de
flagelos, en plantas de soja cultivadas en vermiculita a capacidad de campo o inundada.
-258-
Estudios de la movilidad y distribución de Bradyrhizobium japonicum en el suelo
-259-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-260-
Estudios de la movilidad y distribución de Bradyrhizobium japonicum en el suelo
-261-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-262-
Estudios de la movilidad y distribución de Bradyrhizobium japonicum en el suelo
pueden coincidir con genes que se sabe que están involucrados en la conmutación
de flagelos en otras especies bacterianas. Entre ellos podemos mencionar una copia
de fliL dentro del cúmulo del flagelo subpolar y otra dentro del cúmulo del flagelo
lateral. FliL ha sido propuesta como parte de un mecanismo que controla la tran-
sición entre el estado móvil y el sésil en C. crescentus (Christen et al., 2007), pa-
rece requerirse para la rotación del flagelo, y es inhibida por un complejo formado
por otra proteína, llamada DgrB, y c-di-GMP. Sin embargo, no está claro si estos
efectos ocurren por alguna interacción con el motor. Además encontramos ORF
que codifican proteínas integrales de membrana involucradas en la conmutación
entre estados móvil y sésil en Pseudomonas spp. Entre ellas, dos copias de bifA y
una copia de scrG. Lo interesante de estas proteínas es que parecen estar involu-
cradas en un fenotipo pleiotrópico que incluye no sólo la transición entre natación,
verbenear y la formación de biopelículas, sino también la síntesis de EPS y la
morfología de la colonia en medio semisólido, todos fenotipos que nosotros hemos
visto ligados entre sí. Actualmente hemos obtenido mutantes en estos genes y es-
tamos realizando su caracterización fenotípica.
Formación de biopelículas
La contracara de la movilidad es el estado sésil, en general formando bio-
películas sobre distintos tipos de superficies. Se ha señalado que el estado sésil
podría ser el modo de vida más corriente de las bacterias, ya que en este estado
las colonias bacterianas se diferencian y estratifican con tipos celulares especiali-
zados, y son más tolerantes a las adversidades ambientales. Así, quienes proponen
que el estado sésil es asimilable al somático en organismos más complejos, su-
gieren que el estado móvil o planctónico semejaría al estado de propágulo (Stoo-
dley et al., 2002). Por lo tanto, es posible que el estado más común en que se
encuentren los rizobios en el suelo sea el de biopelículas, y que el estado móvil o
natatorio solo sea empleado cuando se dan las condiciones edáficas relevantes
(e.g. anegamiento durante una lluvia) como para abandonar una biopelícula ave-
jentada e iniciar una nueva en otro lugar.
Así, a diferencia de los rizobios inoculados, los de la población del suelo
probablemente se encuentren distribuidos más o menos uniformemente en los pri-
meros cm del perfil como biopelículas ya sea sobre materia orgánica en descom-
posición (Seneviratne y Jayasinghearachchi, 2003) o sobre agregados de suelo,
con la participación de proteínas o restos vegetales. Por lo tanto, en suelos con
contenido hídrico a capacidad de campo o menor las raíces en crecimiento “ba-
rrerían” microcolonias de rizobios de las biopelículas, lo cual daría inicio a la co-
lonización de la rizósfera y la infección de la raíz por parte, mayoritariamente, de
los rizobios de la población del suelo en detrimento de los del biofertilizante.
-263-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Cuando los rizobios se inoculan aplicando los biofertilizantes sobre las se-
millas, ocurren tres fenómenos que conspiran contra una buena distribución bac-
teriana en la rizósfera. Por un lado, más del 90 % de los rizobios muere sobre las
superficies seminales (Streeter, 2007). Además, de los rizobios que quedan vivos,
una fracción considerable entra en la etapa de adhesión irreversible a los tegu-
mentos y es llevada por los cotiledones fuera del suelo, dado que la soja es una
planta epífita. Finalmente, los pocos rizobios que se desprenden de las superficies
seminales y quedan vivos en las inmediaciones de la raíz se concentran en la pe-
queña región de suelo donde se depositó la semilla pero no se dispersan hacia las
zonas más profundas exploradas por las raíces en crecimiento, debido a su escasa
movilidad especialmente en sentido vertical (Althabegoiti et al., 2008; 2011; Ho-
riuchi et al., 2005; Liu et al., 1989; López García et al., 2002; Madsen y Alexander,
1982; McDermott y Graham, 1989). Por tanto, los rizobios inoculados en las se-
millas alcanzarían muy lentamente las zonas infectables de las raíces (zona de los
pelos emergentes) en situaciones de capacidad de campo y sólo lo harían a una
velocidad razonable como para competir con los rizobios del suelo en cortos pe-
ríodos de anegamiento como las que ocurren luego de una lluvia, o bien mediante
movimientos pasivos, e.g. llevados por la mesofauna del suelo o por las labores
culturales (Horiuchi et al., 2006; Madsen y Alexander, 1982).
En base a estas consideraciones, hemos iniciado estudios de la capacidad
de B. japonicum para formar biopelículas mediante la metodología de cuantifica-
ción en placas de poliestireno. Hemos observado que, tal como ocurre en otras
especies bacterianas, la formación de biopelículas es un proceso lento, que re-
quiere varios días. Esto indica que no sería una etapa temprana de la infección ra-
dical, ya que la misma debe completarse en unas pocas horas antes de que el tejido
vegetal se vuelva no infectable (es decir, que maduren completamente los pelos
radicales). En B. japonicum, la formación de biopelículas depende en parte de la
composición del exopolisacárido (EPS). Esta macromolécula posee en su com-
posición dos clases de residuos galactósidos: galactosa y ácido galacturónico. Aun-
que aún no está claro el lugar que ocupan estos residuos en la estructura del EPS
(Quelas et al., 2006; 2010) pudimos observar que si el EPS está desprovisto de
galactosa la bacteria no forma biopelículas pero en cambio si está desprovisto de
ácido galacturónico se forma una cantidad normal de biopelículas (Quelas et al.,
2010). Sin embargo, la cantidad de EPS por célula se ve muy reducida tanto en
los mutantes que no poseen galactosa como en los que no poseen ácido galactu-
rónico, lo que sugiere que la formación de biopelículas no está correlacionada con
la cantidad sino con la composición de los EPS. En particular, el EPS desprovisto
de ácido galacturónico no posee carga negativa, lo cual podría explicar en parte
la mayor adhesividad de estos mutantes a la superficie de poliestireno. Así como
-264-
Estudios de la movilidad y distribución de Bradyrhizobium japonicum en el suelo
-265-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Conclusiones
Agradecimientos
Bibliografía
-266-
Estudios de la movilidad y distribución de Bradyrhizobium japonicum en el suelo
-267-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Estudios de la movilidad y distribución de Bradyrhizobium japonicum en el suelo
-269-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-270-
Aportes de las moléculas señal producidas
por rizobios a la producción de soja
Martín Díaz-Zorita
Resumen
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Introducción
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Aportes de las moléculas señal producidas por rizobios a la producción de soja
los factores Nod sinterizados y liberados por rizobios luego que la planta de legu-
minosa exuda una mezcla de azúcares, ácidos carboxílicos y flavonoides (Oldroyd,
2001) que se enlaza con los rizobios y activa sus genes (Kamst et al. 1998). El
primer paso en el “diálogo” molecular entre la planta y las bacterias es la detección
por el rizobium de los flavonoides y otras moléculas relacionadas que son secre-
tadas por las raíces de la leguminosa para sintetizar los LCO (Figura 1).
Las señales producidas por las plantas son específicas para cada leguminosa
y son reconocidas por rizobios específicos dónde la molécula señal se vincula con
la caja Nod activando la expresión genética en los microorganismos. Se han iden-
tificado muchas moléculas de LCO producidas por diferentes especies de rizobium
y estas son “huésped específicas”. En la planta, receptores tipo quinasas son los
receptores de las moléculas señal producidas por rizobios y, en respuesta a la pre-
sencia de concentraciones adecuadas de estos, activan los genes nodulin y una
cascada de eventos en las plantas. Los efectos directos y derivados sobre el creci-
miento de las plantas en presencia de los LCO se ha descripto en un amplio y bajo
rango de concentraciones de aplicación entre 10-6 y 10-12 M (Prithivaraj et al.,
2003, Kahn et al., 2008, Kidaj et al., 2012, Olah et al. 2005). En general, las res-
puestas más efectivas se reportaron con aplicaciones en el rango de entre 10-7 y
10-9 M.
La nodulación es el resultado natural de la combinación de rizobios infec-
tivos con su leguminosa huésped. Varios estudios muestran tanto nodulación tem-
prana o mayor cuando el inoculo de rizobios es complementado con la molécula
LCO requerida para este proceso (Macchiavelli y Brelles-Marino, 2004; Kidaj et
al., 2012; Maj et al., 2009). La producción y el intercambio de señales y la sim-
biosis entre rizobios y leguminosas es interrumpido por factores ambientales de
-273-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-274-
Aportes de las moléculas señal producidas por rizobios a la producción de soja
Tabla 1: Efecto de la concentración de moléculas señal producidas por rizobios sobre la masa seca
de raíces y de la parte aérea de plántulas de soja 10 días luego de su germinación (Adaptado de Sou-
leimanov et al.2002)
Materia seca
Aérea de raíces
Concentración (mg planta-1)
0M 178 63.5
10-7 M 184 73.5
10-9 M 183 68.1
10-11 M 178 64.0
Según Miransari et al. (2006), las respuestas a los LCO permiten superar
condiciones abióticas estresantes, tales como bajos niveles de pH, que afectan el
enrulamiento de los pelos radicales. Además, los LCO son moléculas activas que
en baja concentración incrementan la colonización con micorrizas y promueven
al desarrollo de raíces laterales (Olah et al. 2005). Estas moléculas tienen recep-
tores específicos del tipo de receptores de quinasas (LsyM) ubicados sobre las ra-
íces que activan cascadas genéticas especificas (Gherbi et al. 2008) que participan
en la nodulación con rizobios o en la penetración de micorrizas en las raíces.
-276-
Aportes de las moléculas señal producidas por rizobios a la producción de soja
Tabla 3. Efectos de concentraciones de moléculas señal producidas por rizobios y de las unidades
formadoras de colonias (ufc) de Bradyrhizobium japonicum sobre semillas sobre los rendimientos
de soja (kg ha-1) (Adaptado de Catroux, 2005)
Bradyrhizobium Japoni-
Concentración de lipo-quito-oligosacáridos (M)
cum (ufc semilla-1)
0 10-7 10-8 10-9
104 2746 3129 3075 3061
106 4118 4325 4203 4222
-277-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Tabla 4. Respuesta media de cultivos de soja al tratamiento líquido de semillas de soja Bradyrhizo-
bium japonicum en 22 evaluaciones de campo en los E.U.A. y 4 en la República Argentina (Adaptado
de Smith et al. 2004b). Índice de “vigor”: rango entre muy bajo (1) y excelente (9) estado de creci-
miento del cultivo.
E.U.A. Argentina
Control Tratado Control Tratado
Plantas m-2 14,5 16,6 33,7 36,6
Indice de “vigor” 5,3 7,2 5,7 8,0
Nodulos planta-1 2,9 11,9 6,0 20,0
Rendimiento en grano (kg ha-1) 2613 2928 1936 2528
Comentarios finales
Bibliografia
-279-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-280-
Aportes de las moléculas señal producidas por rizobios a la producción de soja
-281-
Efectos positivos de la inoculación de soja sobre
la nodulación, la FBN y en los parámetros
de producción del cultivo
Piccinetti Carlos1*, Norma Arias2, Luis Ventimiglia3, Martín Díaz Zorita4, León
Murua5, Héctor Sanchez6, Gustavo Ferraris7, Fernando Mousegne8, Hugo
Fontanetto9, Eduardo Sá Pereira10, Julia Capurro11, JM Enrico12; Carlos
Lopez13, Adolfo Sebastían Carrizo14, Fernando Salvagiotti12, Daniel Collino15
y Alejandro Perticari1
Resumen
El cultivo de soja en nuestro país desde sus comienzos fue acompañado por
la inoculación dado la inexistencia o escasa presencia en nuestros suelos de los
rizobios específicos de las especies Bradyrhizobium japonicum y B. elkanii. Los
efectos de esta tecnología sobre el cultivo eran altamente significativos avalando
su uso por los productores agropecuarios. En suelos con historia de soja se esta-
blecieron poblaciones de rizobios introducidos por la repetida inoculación anual
y estos promovieron la aparición de nódulos en la soja sin inocular. Esta situación
generó dudas sobre los efectos de la inoculación. La incorporación de los sistemas
de siembra directa al cultivo de soja acompañado de nuevos cultivares con mayor
capacidad productiva, junto a precios y costos favorables permitieron la fuerte
expansión del cultivo a nuevas áreas. En concomitancia, se aumentaron los nece-
sidades de inoculación para las nuevas áreas y los requerimientos de N de la soja
para alcanzar los rindes esperados con los nuevos cultivares. Esto representó una
oportunidad para que la inoculación o el aporte biológico de N sea incorporada
definitivamente en los sistemas productivos. Por intermedio del Proyecto Inocular,
se evaluó el comportamiento de esta práctica en los diferentes ambientes cultiva-
1
INTA IMYZA 2EEA INTA Concepción del Uruguay 3AER INTA 9 de Julio 4FAUBA-Novozi-
mes Argentina 5AER Jesús María 6 EEA INTA Famaillá 7EEA INTA-Pergamino 8AER INTA San
Antonio de Areco INTA 9EEA INTA Rafaela 10AER Coronel Suárez 11 AER Cañada de Gómez
12
EEA INTA Oliveros 13AER Río Primero, 14EEA INTA Salta 15 INTA IFVRG CIAP.
*cpiccinetti@cnia.inta.gov.ar
-283-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
dos con esta leguminosa. Los efectos positivos de la aplicación de esta tecnología
se expresan en la número y peso de nódulos en raíz primaria, en la producción de
biomasa aérea, en el rendimiento y en los aportes de N.
Introducción
Selección de cepas
-284-
Efectos positivos de la inoculación de soja sobre la nodulación, la FBN y en los parámetros ...
Inoculación
-285-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Proyecto Inocular
-286-
Efectos positivos de la inoculación de soja sobre la nodulación, la FBN y en los parámetros ...
Tabla 1. Uso de inoculantes para soja en Argentina. (fuente: Proyecto Inocular-ICASA 2010)
Centro
Norte Oeste SE de Sur de Centro Este de Sur
Pregunta Total Sur de NOA NEA
de BA de BA BA SF de SF CDBA de ER
CDBA
Siempre/
94% 86% 98% 95% 93% 100% 92% 95% 100% 86% 100%
casi siempre
A veces/ Es-
porádica- 4% 12% 2% 5% 0% 0% 6% 3% 0% 8% 0%
mente
Casi nunca/
2% 2% 0% 0% 7% 0% 2% 3% 0% 5% 0%
nunca
-287-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-288-
Efectos positivos de la inoculación de soja sobre la nodulación, la FBN y en los parámetros ...
-289-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
La soja como todo vegetal utiliza radiación solar, agua y nutrientes para lle-
var adelante su ciclo de vida, en primera instancia para su crecimiento y desarrollo
y finalmente sustancias de reserva que le permitirán transferirlas a los órganos re-
lacionados a su descendencia (granos). Durante el ciclo del cultivo en las plantas
existe un momento donde encuentra su máxima capacidad de acumulación de nu-
trientes, que coincide con su máxima capacidad de acumular biomasa. La cuanti-
ficación de la biomasa aérea acumulada en soja es un parámetro productivo donde
confluye la dinámica de crecimiento y desarrollo del vegetal durante la campaña,
el tipo de manejo y las meteorológicas (radiación, disponibilidad hídrica, tempe-
ratura, disponibilidad de nutrientes, etc.) y los aportes de la interacción entre Bj-
soja. Por lo tanto, es un fiel reflejo de las características particulares de cada
ambiente (lote), del cultivar de soja y que explica gran parte del rendimiento de
granos. En este sentido, con la inoculación se detectan beneficios cuantificables
en la cantidad acumulada de biomasa aérea en el momento previo a la caída prin-
cipal de hojas (R6.9).
Con el análisis de 22 ensayos de inoculación de soja (Tabla 3) se determinó
un incremento promedio significativo de la biomasa aérea total en el cultivo
(p=0.04) a favor de los tratamientos inoculados sobre los lotes de distinta historia
agrícola respecto del control sin inocular. En el rendimiento de granos la respuesta
a la inoculación es altamente significativa (p=0.001). En cambio, el índice de co-
secha tiende a ser más alto cuando se inocula pero esa mejora promedio no es sig-
nificativa (Tabla 2). La evaluación de componentes de rendimiento determinada
en 14 ensayos indica efectos positivos significativos frecuentes en el número de
granos por m-2 con la inoculación (p=0.03) y respuestas no significativas en el
peso de mil granos (p=0.11)
Tabla 3. Efectos de la inoculación de soja sobre la biomasa aérea total (BAT) en R6, rendimiento
de granos (RG) e índice de cosecha (IC) realizados en diferentes ambientes y campañas. Trata-
mientos control sin inocular (C) e inoculados (C) con Bradyrhizobium japonicum (fuente: Pro-
yecto Inocular).
BAT* RG* IC**
Tratamientos C I C I C I
Media 9288 9569 3262 3511 37.5 39.6
Incremento(%) 3.0 7.6 5.4
p valor 0.04 0.001 0.08
CV 3.0 6.7 10.3
*BAT y RG están expresados en kg/ha
**IC está expresado en %
-290-
Efectos positivos de la inoculación de soja sobre la nodulación, la FBN y en los parámetros ...
Sudoeste
Eduardo de Sá Pereira AER Coronel Suárez 5 1282 1708 426
Bonaerense
León Murúa2, (1)AER Huinca Renancó
Carlos López3, (2)AER Jesús María,
Córdoba 13 3330 3463 134
Francisco Fuentes4, (3)AER Río Primer
Guillermo Resch1 (4)EEA Marcos Juárez
*RG y G están expresados en kg/ha
-291-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
La planta de soja tiene una constitución orgánica muy particular, ya que al-
rededor del 3% en las estructuras de su biomasa vegetal es N total. Y para producir
un Mg de granos necesita en promedio acumular en la biomasa aérea 84.3 kg de
N (n: 248, fuente: Proyecto Inocular), lo que implica una más que elevada cantidad
de N en la estructura del cultivo. Además, la planta acumula en sus granos apro-
ximadamente un 73% del total adquirido y que se exporta del ambiente como pro-
ducto (61.5 kg de N/Mg de grano producido). Es altamente dependiente para la
construcción del rinde de la capacidad de adquirir N, por tal motivo lo puede tomar
de dos fuentes naturales, la que proviene principalmente de la mineralización de
la materia orgánica del suelo y/o de la simbiosis mutualista generada por la inter-
acción con rizobios específicos.
Distintos procesos físico-químicos suceden para que la planta de soja dis-
crimine la adquisición del 14N en detrimento del 15N consecuencia de las diferen-
cias entre las características de los isótopos y este proceso puede ser más selectivo
dependiendo de la cepa de rizobio utilizada del inoculante o naturalizada del suelo
y en última instancia de su enzima nitrogenasa. En las evaluaciones realizadas por
Guimaraes et al. (2008) encontraron que las cepas B. japonicum tuvieron un rango
de discriminación entre -1.84 y -0.50‰, mientras las cepas de B. elkanii el rango
estuvo entre -3.67 y -1‰.
Básicamente son dos los métodos utilizados para la determinación del por-
centaje de la FBN en condiciones de campo con historia previa del cultivo, uno de
ellos es “dilución isotópica de 15N” y el otro “abundancia natural de 15N”. En refe-
rencia al método de dilución isotópica, se debe conocer la tasa o enriquecimiento
del fertilizante y en consecuencia la cantidad a aplicar. Esta cantidad debe permitir
cambiar la composición isotópica del suelo para ser detectado por el espectrómetro
(de masa o de emisión). La aplicación del fertilizante enriquecido se realiza en sitios
bien delimitados dentro de las parcelas y generalmente se utiliza 1 m2. En relación
al método de abundancia natural propuesto por Boddey y col. (2000) se basa en la
composición isotópica del 15N/14N de las estructuras del vegetal, sin el agregado de
fertilizante nitrogenado enriquecido al suelo. En ambos métodos de cuantificación
de la FBN se utiliza la biomasa seca finamente molida del vegetal fijador de N, el
mismo procedimiento se realiza con el vegetal no fijador de N o control negativo.
La diferencia entre los métodos radica en que con la abundancia natural del 15N re-
quiere además de un control positivo o factor β, es decir, en el que todo el N de la
estructura del vegetal fijador de N provenga de la FBN.
Del análisis de las experiencias de campo utilizando el método de abun-
dancia natural (Tabla 5) sobre porcentaje de la FBN se observa que las diferencias
-292-
Efectos positivos de la inoculación de soja sobre la nodulación, la FBN y en los parámetros ...
Cam-
Localidad Variedad %FBN %N BAT BAT N BAT N dFBN
paña
C I C I C I C I C I
Runciman 2005-6 DM 4200 54.8 65,8 2.9 2.7 9816 10630 287 291 158 192
Vedia 2005-6 A4303 61.8 46.3 2.33 2.3 7634 8484 178 194 110 90
Casilda 2005-6 DM3700 50.8 63.4 2.9 3.0 5980 6281 173 189 88 120
Cañada
2005-6 DM4800 88.3 85.7 2.72 2.9 9919 10196 270 295 238 253
Loma
Cañada
2005-6 DM4800 63.9 67.6 2.83 3 10163 9539 288 286 184 193
Bajo
Jesús
2006-7 A6445 79.3 73.3 3 3 6423 6715 193 201 153 148
María
Huinca
2005-6 DM 4800 32.6 43.9 2.2 2.2 3345 4322 74 95 24 42
Renancó
Río
2005-6 DM 4800 50 64.6 2.6 2.8 10800 10864 281 304 140 197
Primero
Oliveros 2004-5 DM 4800 63.3 67.5 3 2.9 8181 9031 245 262 155 177
Oliveros 2006-7 DM 5.5i 78.4 75 2.55 2.6 8389 9613 214 250 168 187
Media 62.3 65.3 2.71 2.74 8065 8568 220 237 142 160
Incremento
4.8 1.4 6.2 7.5 12.7
(%)
p valor 0.342 0.373 0.017 0.001 0.025
-293-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Efectos positivos de la inoculación de soja sobre la nodulación, la FBN y en los parámetros ...
Flujo ug N-
Año publi-
País Cultivos estudiados N2O/m2/h repor- Autores
cación
tado
Argentina 2012 Soja-Maíz-Trigo 0-314 Cosentino y Taboada
Argentina 2012 Soja-Trigo/Soja-Maíz 62,58-145,99 Cosentino et al.
Argentina 2012 Soja 13,54-82,17 Lewczuk y Posse
Argentina 2012 Soja-Maíz 6,39-82,8 Alvarez et al.
Argentina 2012 Campo Natural 7,06 Alvarez et al.
Argentina 2012 Soja-Maíz-Intercultivo 11,5-14,0 Dyer et al.
Estados Unidos 2004 Soja 21-151 Marinho et al.
Canadá 2009 Soja 88-483 Almaraz et al.
Brasil 2008 Soja 8-18,7 Jantalia et al.
Nuevos desafíos
Los niveles de biomasa nodular promedio por planta son muy bajos (150-200 mg)
respecto a los potenciales (900-1000 mg). Ante esto se considera que se deberían
evaluar prácticas de manejo que incentiven a un mayor peso de nódulos por planta,
como el empleo de rotaciones y/o el agregado de cultivos de cobertura que favo-
rezcan la relación C/N favorable a la simbiosis, el aporte nutricional acorde a esta
premisa en particular de P y Ca, disminuyendo las situaciones de compactación
entre otros. En paralelo se debería incentivar líneas de investigación de mejora-
miento de soja que incluyen la FBN y la masa nodular. En otro contexto existen
publicaciones en condiciones controladas que muestran que determinadas cepas
de Bradyrhizobium japonicum podrían hacer que las plantas emitan menos N2O
esto debería evaluarse en nuestras condiciones. El conjunto de estas propuestas
de obtener más biomasa nodular, más FBN y menor emisión de N2O conducen
a reubicar al cultivo de soja y colocarlo en prácticas agrícolas tendientes a la sos-
tenibilidad .
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Conclusiones
Bibliografía
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Efectos positivos de la inoculación de soja sobre la nodulación, la FBN y en los parámetros ...
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Aplicación de la tecnología RIVET
(Recombination-based In Vivo Expression Technology)
a la caracterización molecular de la interacción simbiótica
Sinorhizobium meliloti – Medicago spp.
RIVET Technology Application (Recombination-based In Vivo
Expression Technology) to the molecular characterization
of the Sinorhizobium meliloti
symbiotic interaction - Medicago spp.
Resumen
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Introducción
Los rizobios son bacterias Gram negativas que poseen la capacidad de aso-
ciarse con raíces de plantas leguminosas para formar nódulos radicales fijadores
de nitrógeno atmosférico. Los beneficios económicos y ecológicos del aprove-
chamiento agronómico de la fijación biológica de nitrógeno son indiscutibles
(Muslera Pardo y Ratera García, 1984; Peoples et al., 1995; Flores y Sarandón,
2002). Lamentablemente, dada la sensibilidad de las interacciones simbióticas
frente a diferentes factores ambientales (bióticos y abióticos) y a la competencia
por la colonización y nodulación con cepas de rizobios naturalizadas, la utilización
de inoculantes no siempre resulta en una simbiosis eficiente. Para poder corregir,
cuando sea posible, los efectos adversos de los factores ambientales sobre la sim-
biosis, es necesario conocer del modo más acabado posible las etapas y eventos
moleculares que de modo secuencial conducen a una asociación madura (Jones
et al., 2007; Oldroyd et al., 2011; Saeki, 2011; Oldroyd, 2013).
En este sentido, durante los últimos 30 años se han realizado muchos esfuer-
zos orientados a dilucidar a escala molecular el diálogo planta-rizobio, y los meca-
nismos involucrados en la tolerancia y adaptabilidad a diversas condiciones de estrés
ambiental. Como primera aproximación, durante los años 80s y 90s, se utilizaron
con mucho éxito estrategias de mutagénesis, basadas en la generación de colecciones
de mutantes y el posterior análisis del fenotipo simbiótico, o de resistencia a condi-
ciones particulares de estés, de los mismos. Estos estudios permitieron identificar
un gran número de genes requeridos para el éxito de la interacción simbiótica (Long,
2001). Con el advenimiento de las tecnologías “ómicas” (i.e. genómica, transcrip-
tómica y proteómica) (Colebatch et al., 2002), a partir del año 2000 se ha encarado
la identificación a gran escala de genes inducidos o reprimidos durante la interacción
simbiótica, y bajo diferentes condiciones de vida libre. Los resultados obtenidos han
permitido grandes avances en la identificación de genes expresados durante la sim-
biosis (Cabanes et al., 2000; Ampe et al., 2003; Djordjevic et al., 2003; Rolfe et al.,
2003; Barnett et al., 2004; Bestel-Corre et al., 2004; Capela et al., 2006), en diversas
condiciones de estrés (Ruberg et al., 2003; Becker et al., 2004; Krol y Becker, 2004;
Dominguez-Ferreras et al., 2006; Shamseldin et al., 2006), y también, la identifica-
ción de genes controlados por diferentes reguladores transcripcionales asociados a
la vida libre y/o simbiótica (Chen et al., 2003; Capela et al., 2005; Krol y Becker,
2011; Yurgel et al., 2013). Sin embargo, gran parte de la información generada re-
sulta muy difícil de interpretar, y en particular, resulta muy complicado asociar los
genes identificados a una función particular.
Como resultado de estos estudios, se conocen hoy con detalle muchos de
los genes implicados en la síntesis de productos cruciales para el desarrollo de
-300-
Aplicación de la tecnología RIVET ...
nódulos fijadores (ej. nod, nif, fix) (Long, 2001). Se ha descripto también, la exis-
tencia de muchas proteínas que son secretadas al entorno, y que si bien en muchos
casos no resultan indispensables, tienen un rol en el establecimiento de la simbiosis
(CasA, ExoK, ExpE1, ExsH, NodO, PlyA,PlyB, RapA1, RapA2 y RapC, y NOPs
entre otras) (Fauvart y Michiels, 2008). En cuanto a la caracterización del proceso
de infección y diferenciación al estadio de bacteroide fijador de nitrógeno, se han
identificado y caracterizado también genes cuyo rol es relevante ya sea para el
progreso del hilo de infección (exo, lps, katB, cbrA, ndvA, ndvB), o para la forma-
ción del simbiosoma (bacA, hemA), aunque para varios de ellos se desconocen
aún los mecanismos precisos implicados (Jones et al., 2007; Gibson et al., 2008).
A este respecto, recientemente se ha vinculado a la proteína BacA con la impor-
tación de péptidos ricos en cisteína secretados de manera específica por células
del nódulo (NCRP). Estos péptidos, que poseen en altas concentraciones caracte-
rísticas antimicrobianas, son necesarios para la diferenciación del rizobio al estadio
de bacteroide (Haag et al., 2012). En paralelo, y especialmente durante la última
década, se han logrado grandes avances en la caracterización molecular de las cas-
cadas de señalización y diferenciación celular que ocurren en las raíces de la planta
leguminosa durante el desarrollo de la simbiosis (ver las revisiones de Oldroyd y
Downie, 2008; Oldroyd et al., 2011; Oldroyd, 2013).
Sin embargo, a pesar los avances alcanzados en los últimos años, el cono-
cimiento del proceso simbiótico es aun fragmentario. Esto se ha debido principal-
mente a la dificultad de reproducir en condiciones de laboratorio los entornos
complejos y dinámicos en los que existen y se desarrollan los microorganismos
(Rediers, et al., 2005). Para abordar experimentalmente estos casos, fueron ideados
varios métodos que permiten evaluar la expresión de genes “in vivo”. Entre estos
se incluyen: a-. la creación de fusiones transcripcionales de promotores conocidos
(o de bibliotecas genómicas) con un gen reportero del tipo gusA, lacZ o gfp (Cowie
et al., 2006). La utilización de este tipo de aproximaciones en conjunto con tec-
nologías de separación celular, condujo al desarrollo de la metodología de Induc-
ción de Fluorescencia Diferencial DFI (del inglés: Differential fluorescence
indution) (Valdivia y Falkow, 1997; Allaway et al., 2001); b-. la generación de bi-
bliotecas de mutantes con etiquetas moleculares (Singature Tagged Mutagenesis)
(Pobigaylo et al., 2006; Pobigaylo et al., 2008); c-. la metodología de huella digital
de ARN con cebadores arbitrarios (Cabanes et al., 2000); y d-. los métodos de
“trampa de promotores”, como la tecnología de expresión in vivo IVET (In Vivo
Expression Technology) y sus variantes RIVET.
El método IVET (Mahan et al., 1993) es esencialmente un sistema de
trampa de promotores que permite la identificación de genes bacterianos que se
expresaron in vivo en estudios de interacción con modelos animales o con plantas.
-301-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Para lograr este objetivo Mahan et al. (1993) diseñaron un sistema en el que a una
cepa mutante auxotrófica para el gen purA (requiere adenina para crecer) de Sal-
monella typhimurium se le introdujo por recombinación homóloga una colección
de plásmidos que provee fusiones de los genes purA (que revertirá la auxotrofía)
y lacZ (gen reportero) carentes de promotor, idealmente, a todas las unidades trans-
cripcionales de S. typhimurium. Dicha colección de recombinantes fue sometida
por un tiempo determinado a una condición de interés (e. g. infección de ratones),
recuperando luego del huésped las bacterias que fueron capaces de colonizarlo /
infectarlo utilizando placas con medio de cultivo suplementado con adenina. En
un ensayo como el anterior solo pueden sobrevivir in vivo (y luego recuperarse)
aquellos clones capaces de sintetizar adenina, que son los que presentaron una fu-
sión transcripcional del gen purA a una región genómica con actividad promotora,
ya sea constitutiva o inducida diferencialmente en el interior de los ratones. Fi-
nalmente, se evaluó la actividad β-galactosidasa de los clones sobrevivientes,
siendo los clones de interés aquellos que no mostraron actividad β-galactosidasa
in vitro (colonias blancas en placas suplementadas con X-Gal). A partir del sistema
IVET original se han desarrollado diferentes modificaciones, clasificables según
el sistema de selección que utilizan (Angelichio y Camilli, 2002; Rediers et al.,
2005). Entre las más usadas se encuentran las basadas en resistencia a antibióticos
(Camilli y Mekalanos, 1995) y en la complementación de mutantes auxótrofos
(Rediers et al., 2003; Silby y Levy, 2004; Zhang y Cheng, 2006).
Una variante adicional a la metodología IVET es la técnica basada en el
uso de recombinación específica de sitio, RIVET (Recombination Based In Vivo
Expression Technology) (Camilli et al., 1994). Esta se basa en la utilización del
mecanismo de recombinación específica de sitio del transposón-gd (TnpR/res)
para la generación de un sistema que permite la selección y posterior identificación
de genes inducidos en una condición in vivo de interés. Para ello se vale de la ca-
pacidad de la resolvasa TnpR de producir la pérdida de un cassette de selección,
si el mismo se encuentra flanqueado por secuencias res. Los sistema RIVET re-
quieren, en general, de dos módulos: a) un módulo que actúa de trampa de pro-
motores, y en el cual se deben generar fusiones transcripcionales al gen tnpR sin
promotor, y eventualmente también a lacZ (fusiones transcripcionales promotor-
tnpR-lacZ) y b) un sistema indicador constituido por un cassette de resistencia a
antibióticos (e. g. tetraciclina, Tc) flanqueado por dos sitios res (blancos de la re-
solvasa TnpR) que deben encontrarse en la misma orientación.
La utilización de este sistema para la búsqueda e identificación de genes
expresados en una condición de interés requiere la integración en el genoma del
microorganismo en estudio, tanto de la trampa de promotores, como del sistema
indicador. En una primera etapa se construye una cepa portadora del módulo in-
dicador, en la que luego se integra por recombinación homóloga una colección de
-302-
Aplicación de la tecnología RIVET ...
Este módulo se halla bajo el control del promotor nptII que se expresa de
modo constitutivo y fuerte en varios rizobios y en diferentes bacterias Gram nega-
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Aplicación de la tecnología RIVET ...
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
En el caso del plásmido pRIVET-I, el gen tnpR (codificante para la resolvasa) sin
promotor se encuentra situado inmediatamente río abajo de un sitio BglII único
en el vector. Dicho sitio se utiliza para la generación de bibliotecas de fragmentos
de ADN (usualmente obtenidos por digestión parcial SauIIIA de ADN genómico)
de modo que la misma represente de la mejor manera posible todas las regiones
promotoras de la bacteria cuyo estudio quiere abordarse. En este caso, luego de la
integración del vector por recombinación homóloga en el genoma de la bacteria
que se desea estudiar (y de la que se preparará la biblioteca), la resolvasa quedará
bajo el control transcripcional de la región genómica en la que se ha integrado el
vector, aun en el caso de insertos chicos. La identificación de los genes inducidos
in vivo requerirá finalmente la recuperación del vector con las secuencias genó-
micas asociadas a la región río arriba de la resolvasa, mediante clonados genómi-
cos al final del estudio RIVET. Una alternativa a los sistemas de tipo integrativo,
en nuestro caso pRIVET-R, implica la utilización de vectores trampa de promo-
tores basados en plásmidos con la capacidad de replicar en la bacteria que se desea
estudiar (vectores de amplio rango de huéspedes). La ventaja principal de estos
sistemas es la fácil recuperación de los plásmidos de interés al final del estudio
RIVET (por simple “miniprep”). Sin embargo el uso de vectores replicativos re-
quiere bibliotecas con mayores coberturas que las bibliotecas integrativas, atento
a que no todos los insertos incluirán promotores. En las bibliotecas integrativas
todos los insertos orientados de manera adecuada servirán para detectar activida-
des promotoras. Finalmente hemos construido una serie de mini-transposones para
la generación de fusiones transcripcionales a tnpR por transposición, evitándose
de esta manera, la necesidad de construir bibliotecas genómicas, lo que simplifi-
cará la implementación de estudios RIVET. Estos vectores derivados del vector
pBAM (Martinez-Garcia et al., 2011) poseen bajas tasas de cointegración (inte-
gración del vector entero) y una alta frecuencia de transposición en diferentes es-
pecies bacterianas (Lozano et al., 2013).
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Aplicación de la tecnología RIVET ...
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Aplicación de la tecnología RIVET ...
teca cada operón estará representado por al menos 7 clones (C=1.49, O= 5.25 Kb,
F=1 kb) de los cuales la mitad deberían estar (estadísticamente) en la orientación
correcta.
Esta biblioteca fue transferida a la cepa S. meliloti 2011R1WNGG por con-
jugación y se colectaron más de 50.000 transconjugantes. La colección presentaba
en ausencia de condiciones inductoras niveles moderadamente elevados de esci-
sión (cercanos al 5%). Trabajos previos (Osorio et al., 2005) sugerían que este
valor fuera inferior al 1%, por lo que se procedió a una depuración de la biblioteca
obtenida por análisis de clones individuales y eliminación de clones con alta fre-
cuencia de escisión en medio de cultivo hasta alcanzar valores de escisión <1%.
El procesamiento de 25.536 clones escogidos al azar, permitió seleccionar para
su mezcla y preservación posterior 6.485 clones de baja frecuencia de escisión.
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Conclusiones
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Aplicación de la tecnología RIVET ...
Bibliografía
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Aplicación de la tecnología RIVET ...
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-314-
Aplicación de la tecnología RIVET ...
-315-
Efectos del nitrato sobre la simbiosis
Bradyrhizobium japonicum – soja
Effects of nitrate on symbiosis soybean - Bradyrhizobium japonicum
Thuar, Alicia M a* ,Carla V. Bruno a ,Stella M. Castro b
Resumen
Introducción
Complejo nitrogenasa
Una vez diferenciados los rizobios en bacteroides comienza la transforma-
ción del nitrógeno atmosférico a amonio, proceso llevado a cabo por el complejo
nitrogenasa. Este complejo es altamente sensible al oxígeno y consta de dos su-
bunidades, una ferroproteína (Fe-proteína) o di-nitrogenasa reductasa, y una fe-
rromolibdenoproteína (FeMo-proteína) o dinitrogenasa (Olivares et al., 2006). La
reacción estequiométrica de la reducción de N2, en condiciones óptimas, es la si-
guiente:
El donador de electrones de la nitrogenasa es la ferredoxina, una proteína
de potencial redox muy negativo. En la conversión del N2 a NH4+, la ruptura del
triple enlace (N≡N) de la molécula de nitrógeno posee una elevada demanda de
energía. Es por ello que la reacción está acompañada de la hidrólisis de 16 molé-
culas de ATP por cada molécula de N2 que se reduce.
Los bacteroides dependen totalmente de la planta para obtener la energía
necesaria para la fijación de N2. Los principales compuestos orgánicos transpor-
tados al interior de los bacteroides son los intermediarios del ciclo del ácido cítrico,
en particular los ácidos de cuatro carbonos succinato, malato y fumarato. Estos
ácidos son utilizados como donadores de electrones para la producción de ATP y,
después de su conversión a piruvato, como última fuente de electrones para la re-
ducción del N2.
El primer producto estable que se obtiene de la FBN es el amoníaco (NH3+),
el cual es transportado desde el bacteroide a la célula vegetal y es asimilado por
la planta en forma del aminoácido glutamina (Gln) y glutamato (Glu), a través de
la enzima glutamina sintetasa y glutamato sintasa. Una vez asimilado el nitrógeno
en Gln y Glu se incorpora a otros aminoácidos por reacciones de transaminación
a través de aminotransferasas, como por ej: aspartato aminotransferasa (AAT),
que transfiere el grupo amino del Glu al aspartato (Asp). La transferencia del grupo
amino de la Gln al Asp forma asparagina (Asn) por la acción de la asparagina sin-
tetasa (AS). La asparagina junto con la glutamina son productos de exportaciones
en los nódulos indeterminados de las leguminosas de climas templados, las cuales
son llamadas, exportadoras de amidas. Los ureídos (alantoína y ácido alantoico)
son transportados en el xilema desde los nódulos determinados de las leguminosas
tropicales, las cuales son llamadas, exportadores de ureídos (Gonzalez et al.,
2006).
Durante el establecimiento de la asociación simbiótica, la planta expresa
proteínas específicas llamadas nodulinas. Entre ellas, la leghemoglobina la cual
tiene como función aportar y controlar los niveles de O2 en los bacteroides. Esta
proteína se localiza en el citosol de las células de la planta infectada por bacteroi-
des y es la que da el típico color rosado de los nódulos funcionales.
-319-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Desnitrificación
La desnitrificación es una forma alternativa de respiración por la que, en
condiciones limitantes de oxígeno, el nitrato, y sus óxidos de nitrógeno deriva-
dos, actúan como aceptores finales de electrones en una cadena de transporte
hasta la formación de dinitrógeno molecular, de acuerdo con la reacción:
La reducción de los óxidos de nitrógeno está acoplada a la formación de
ATP, lo que permite el crecimiento en ausencia de oxígeno.
La desnitrificación es un proceso clave en el ciclo biogeoquímico del ni-
trógeno (N) en la naturaleza, ya que es el mecanismo por el cual se devuelve a la
atmósfera el N2 que se reduce durante la fijación biológica del mismo. Este pro-
ceso es la principal reacción para eliminar el exceso de nitratos que contaminan
los ecosistemas terrestres y acuáticos.
El óxido nítrico (NO) y el óxido nitroso (N2O), productos intermediarios
de la desnitrificación, tienen un enorme impacto sobre la contaminación atmosfé-
rica ya que son potentes gases invernadero que se liberan a la atmósfera e inter-
vienen en la formación de la lluvia ácida, en el calentamiento global de la
atmósfera, y en la destrucción de la capa de ozono. El NO es, por otra parte, una
importante molécula señal que desempeña diferentes funciones en los sistemas
biológicos, tanto eucariotas como procariotas (Robles et al., 2007).
La capacidad de desnitrificar está muy extendida entre los procariotas y se
encuentra en bacterias que pertenecen taxonómicamente a varias subclases de las
Proteobacterias y de las Arqueobacterias. Aunque la desnitrificación es propia de
las bacterias anaerobias facultativas, y se considera que solo ocurre en ausencia
de oxígeno, se han descripto algunas especies del género Paracoccus capaces de
desnitrificar en condiciones aeróbicas (Delgado et al., 2006). También se ha de-
mostrado la existencia de genes implicados en la desnitrificación en bacterias ni-
trificantes . Algunos hongos del género Fusarium también tienen la capacidad de
desnitrificar (Robles et al., 2007).
La desnitrificación se lleva a cabo de forma secuencial por la actuación con-
secutiva de las enzimas nitrato reductasa (Nap/Nar), nitrito reductasa (Cu-Nir/cd1-
Nir), óxido nítrico reductasa (qNor/cNor) y óxido nitroso reductasa (Nos),
codificadas por los genes nap/nar, niK/nirS, c-nor/q-nor y nos respectivamente.
Aunque la reducción de nitrato inicia la desnitrificación, se considera que la re-
ducción de nitrito a NO es, en sentido estricto, la reacción clave que define el pro-
ceso ya que la reducción de nitrato también puede ocurrir en microorganismos no
desnitrificantes. En general, se considera que un microorganismo es desnitrificante
si es capaz de crecer microaeróbicamente con nitrato/nitrito como única fuente de
energía. No obstante, hay bacterias que, en ausencia de oxígeno, son capaces de
utilizar exclusivamente el nitrato/nitrito, a la vez, como fuente de energía y como
fuente de N para los procesos biosintéticos celulares.
-320-
Efectos del nitrato sobre la simbiosis Bradyrhizobium japonicum – soja
-321-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-322-
Efectos del nitrato sobre la simbiosis Bradyrhizobium japonicum – soja
Evaluaciones realizadas
-323-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
según el método del ácido salicílico descripto por Cataldo et al., 1975. En el
análisis estadístico se utilizó el análisis de la varianza (ANOVA) y la prueba de
Duncan para las comparaciones múltiples de las medias con un nivel de signifi-
cancia de 5 %. Se realizaron correlaciones de Pearson de las variables apropia-
das. Los tratamientos se asignarán a un diseño experimental completamente
aleatorizado con 10 réplicas por tratamiento.
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Efectos del nitrato sobre la simbiosis Bradyrhizobium japonicum – soja
-325-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-326-
Efectos del nitrato sobre la simbiosis Bradyrhizobium japonicum – soja
Conclusiones
Bibliografía
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Aspectos bioquímicos, fisiológicos y agronómicos
de la producción de fitohormonas por Azospirillum sp.
Resumen
-329-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Auxinas
Figura 1. Estructura química de las auxinas verdaderas (A), precursores (C) y otros metabolitos in-
termediarios (B) propuestos para el género Azospirillum. Tomado de Cassán et al. (2013) en prensa.
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Figura 2. Vías propuestas para la biosíntesis de ácido indol-3-acético (AIA) en Azospirillum sp. Lí-
neas de puntos representan pasos hipotéticos. Tomado de Cassán et al. (2013) en prensa.
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Aspectos bioquímicos, fisiológicos y agronómicos de la producción de fitohormonas ...
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
(1936) propuso que las auxinas juegan un papel importante en la ontogenia (for-
mación y desarrollo) del nódulo en la simbiosis rizobio-leguminosas, muchos es-
tudios han indicado que los cambios en la concentración de esta fitohormona o su
balance con CK son un prerrequisito para la organogénesis del nódulo (Mathesius
et al. 1997). Las siguientes referencias son consideradas un buen ejemplo de esta
afirmación: la inoculación de plántulas de frijol común con A. brasilense aumentó
la producción de flavonoides en raíces de plantas y una mayor capacidad para in-
ducir la expresión de genes nod en Rhizobium, en comparación con plántulas no
inoculadas (Burdman et al., 1996). En muchos rizobios, la expresión de genes nod
y la síntesis de los factores Nod, así como el AIA, son provocados por los flavo-
noides producidos por la planta (véase Cooper, 2007). Los efectos positivos de A.
brasilense Cd sobre el crecimiento de poroto, organogénesis del nódulo, produc-
ción de flavonoides y lipoquitooligosacáridos fueron evaluados en un sistema de
cultivo hidropónico por Dardanelli et al. (2008). Otros reportes han demostrado
la respuesta beneficiosa sobre la fijación biológica de nitrógeno de la co-inocula-
ción de Rhizobium y Azospirillum en leguminosas, no sólo a nivel molecular o
morfología de la raíz y nódulos, sino también en la funcionalidad de nódulos,
como el aumento de la actividad de la nitrogenasa en simbiosomas (Yahalom et
al., 1990). La co-inoculación de Ensifer meliloti (productor ineficiente de AIA)
con A. brasilense (productor eficiente de AIA) sobre semillas de alfalfa aumentó
significativamente el número de nódulos en la raíz primaria. El aumento fue co-
rrelacionado con el número de azospirillos obtenidos en el medio de cultivo du-
rante la fermentación. Esta respuesta sólo fue imitada por la adición exógena de
AIA (Schmidt et al. 1988). La evidencia directa del papel y efectos de promoción
de AIA en los estudios de co-inoculación de A. brasilense y R. etli en poroto
común también fue proporcionado por Remans et al. (2008a, b) por el uso de la
mutante ipdC knock-out de A. brasilense.
-334-
Aspectos bioquímicos, fisiológicos y agronómicos de la producción de fitohormonas ...
los altos niveles de AIA bacteriano presentes en el medio de cultivo, que solo fue-
ron igualados por la aplicación exógena de concentraciones similares de AIA.
Kucey (1988) encontró que la inoculación de trigo con A. brasilense simuló el
efecto del tratamiento con AIA y GA3 exógeno en relación con el patrón de cre-
cimiento de tallos y raíces. También en las plantas de trigo, Zimmer et al. (1988)
probaron que la adición exógena de AIA y nitrato fueron total o parcialmente sus-
tituidas por la inoculación con A. brasilense. Falik et al. (1989) inocularon plán-
tulas de maíz (Zea mays L.) con A. brasilense Cd y evaluaron la concentración de
AIA e IBA (tanto en las formas libres y conjugadas) en tejidos de la raíz por cro-
matografía líquida-gaseosa (GLC) y cromatografía de gas-masas acoplada a es-
pectrometría de masas (GC-MS). Ellos encontraron que los niveles libres de AIA
y de IBA fueron superiores en los tratamientos inoculados en comparación con
las raíces no inoculadas. Barbieri et al. (1988) demostraron que la inoculación con
una cepa de tipo salvaje de A. brasilense (productor de AIA) aumentó el número
y la longitud de las raíces laterales de trigo. En contraste, la inoculación con un
mutante con menor producción de AIA, no modificó el desarrollo de la raíz. Bothe
et al. (1992) demostraron que la inoculación de plantas de trigo con A. brasilense
aumentó significativamente la formación de raíces laterales y aumentó el peso
seco de la raíz, así como la formación de pelos radicales; mientras que la aplica-
ción exógena de AIA aumentó significativamente el peso seco de la raíz, pero no
tuvo ningún efecto sobre la formación de las raíces laterales. Tanto Dobbelaere et
al. (1999), como Spaepen et al. (2008) presentaron evidencia concluyente sobre
el papel de AIA y su efecto fitoestimulador por la inoculación con Azospirillum
sp. mediante el uso de cepas salvajes y deficientes en la biosíntesis de AIA, así
como de tratamientos exógenos con la hormona. Ellos demostraron que la inocu-
lación resulta en una clara disminución de la longitud de la raíz de gramíneas,
pero con un aumento en la longitud y densidad de los pelos radicales presentes,
con un consecuente aumento del volumen del órgano.
Giberelinas
-335-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-336-
Aspectos bioquímicos, fisiológicos y agronómicos de la producción de fitohormonas ...
Figura 3. Vías propuestas para la síntesis de formas activas de giberelinas en Azospirillum sp. Líneas
de puntos representan pasos hipotéticos y moléculas indicadas con una estrella han sido inequívo-
camente identificadas en cultivos puros de la bacteria. Tomado de Cassán et al. (2013) en prensa.
-337-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Citoquininas
Barea et al. (1976) encontraron que al menos el 90% de las bacterias aisla-
das de la rizósfera de cultivos de interés agrícola, eran capaces de producir com-
puestos del tipo-CK en medio de cultivo. Tien et al. (1979), utilizando diferentes
tipos de cromatografía (HPLC y TLC) y un bioensayo de inoculación en el mijo
perla (Pearl millet) fueron los primeros en demostrar la capacidad de A. brasilense
para producir moléculas de tipo-CK; sin embargo, en este trabajo, los compuestos
parcialmente purificados no fueron caracterizados completamente debido a la baja
resolución de los métodos analíticos empleados en ese momento. Ellos informaron
que la inoculación provocaba cambios significativos en la morfología de la raíz
mediante el aumento del número de raíces laterales y la densidad de pelos radicales
eran similares a los obtenidos por la aplicación exógena de CKs. Resultados si-
milares fueron encontrados por Muralidhara y Rai (1986) en A. lipoferum. Hore-
mans et al. (1986) modificaron el procedimiento analítico y pudieron demostrar
que A. brasilense produce isopentenil adenina (iP), isopentenil adenina ribósido
(iPR), y zeatina (Z) en medio de cultivo químicamente definido. La referencia
más significativa de la producción de CK por Azospirillum sp. fue publicada por
Strzelczyk et al. (1994), utilizando un medio de cultivo suplementado con dife-
rentes fuentes de C. Ellos informaron la producción de isopentenil adenina (iP),
isopentenil adenina ribósido (iPR), trans-zeatina ribósido (trans-Z) y zeatina (Z)
en tres cepas de Azospirillum sp. aisladas del esporocarpo de los hongos ectomi-
corrícicos Rhizopogon vinicolor, Laccaria laccata y Hebeloma crustuliniforme;
sin embargo, sólo pudieron confirmar la producción de iPR en una de las tres
cepas por cromatografía gaseosa (GC). Recientemente, fue informada la produc-
-338-
Aspectos bioquímicos, fisiológicos y agronómicos de la producción de fitohormonas ...
Etileno
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Ácido Abscísico
-340-
Aspectos bioquímicos, fisiológicos y agronómicos de la producción de fitohormonas ...
Poliaminas
La producción de putrescina (Put), espermidina (Spd) y espermina (Spm)
fue reportada por Thuler et al. (2003a) en cultivos químicamente definidos de
Azospirillum sp. aislados de raíces de mandioca. En un segundo reporte, Thuler
et al. (2003b) informaron la producción de Put y Spd en medio químicamente de-
finido de Beijerinckia derxii ICB-10 (ATCC 33962), aislada de la sabana brasileña.
La producción de cadaverina (Cad) y otras poliaminas fueron reportadas en primer
lugar por Hamana et al. (1988 y 1990) para un amplio grupo de α-proteobacterias
pertenecientes a la orden Rhizobiales, pero recientemente propuesto para Azospi-
rillum brasilense por Cassán et al. (2009a). Resultados similares fueron reportados
-341-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
por Goris et al. (1998) en un grupo extenso de cepas que pertenecen al así llamado
Pseudomonas rRNA grupo I (pseudomonas auténticas) y Azotobacteraceae (fija-
dores de nitrógeno de vida libre). Todas las cepas evaluadas mostraron capacidad
de producir Put, Spd y Cad, aunque para algunas pseudomonas auténticas, no pudo
ser identificada Cad.
Óxido Nítrico
A. brasilense Sp245 (Creus et al. 2005) y Az39 (datos no publicados) pro-
dujeron NO en condiciones de cultivo anaeróbico o aeróbico. El último probable-
mente puede lograrse por múltiples vías, tales como una desnitrificación aeróbica
y nitrificación heterótrofa. El NO es producido durante las fases de crecimiento
media y final logarítmica (Molina-Favero et al. 2007; 2008). La producción de
NO en A. brasilense Sp245 induce cambios morfológicos en las raíces de tomate
independientemente de la capacidad bacteriana completa para sintetizar AIA. Un
mutante deficiente en la vía de síntesis de AIA induce los mismos cambios fisio-
lógicos (ligeramente menores) sobre el desarrollo de raíces que la cepa tipo salvaje
(Molina-Favero et al., 2008). Este fenómeno puede ocurrir por la producción bac-
teriana de NO y sería de gran interés en aquellos sistemas deficientes en la bio-
síntesis de AIA.
Conclusiones y perspectivas
-342-
Aspectos bioquímicos, fisiológicos y agronómicos de la producción de fitohormonas ...
tas superiores. En tal sentido, en muchos casos debemos confiar en los modelos
de síntesis obtenidos de plantas superiores para comprender la biosíntesis en ri-
zobacterias. Un prerrequisito para estimar la importancia de la producción de fi-
tohormonas bacteriana en la promoción del crecimiento vegetal se basa en contar
con la herramienta adecuada, en este caso, mutantes con impedimento en la bio-
síntesis de algunos de estos compuestos. Por ejemplo, un mutante knock-out en
un gen clave de la biosíntesis del ácido indol-3-acético. En tal sentido, solo en el
caso de las auxinas y en particular para el AIA, la funcionalidad fisiológica y mo-
lecular ha sido descripta de manera exquisita, tanto en condiciones de cultivo quí-
micamente definido, como en la interacción planta-microorganismo. En el caso
de las giberelinas y particularmente para el caso del ácido giberélico y la GA1, el
modelo está un poco más avanzado y ha sido descripto de manera bioquímica y
con una interpretación fisiológica, pero no se encuentra definido desde un punto
de vista molecular. Por último, para CKs, ABA, Et, poliaminas y NO, la capacidad
de varios microorganismos para producir tales compuestos en cultivos ha sido
confirmada y ocasionalmente en ensayos de inoculación; sin embrago, no se ha
logrado establecer un modelo funcional mas acabado que explique parte del efecto
de la inoculación durante la interacción planta-microorganismo. La integración
de ambos sistemas, tanto el modelo microbiano, como el vegetal, desde un punto
de vista fisiológico y particularmente hormonal, podría ser el comienzo de una
mejor comprensión de la interacción planta-microorganismo dentro de un nuevo
sistema de estudio denominado “fisiología de la interacción planta-microorga-
nismo”.
Agradecimientos
Bibliografía
-343-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-344-
Aspectos bioquímicos, fisiológicos y agronómicos de la producción de fitohormonas ...
-345-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-346-
Aspectos bioquímicos, fisiológicos y agronómicos de la producción de fitohormonas ...
-347-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-350-
Estudio de Azospirillum como tecnología aplicable
en los cultivos de trigo y maíz
Resumen
Introducción
a
Laboratorio de Bacterias Promotoras del Crecimiento Vegetal, IMYZA, INTA Castelar, Buenos.
Aires, Argentina. e-mail: jgarcia@cnia.inta.gov.ar
b
CONICET, Argentina.
-351-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
pecies de microorganismos que pueden ejercer sobre las plantas efectos positivos,
neutros o deletéreos (Whipps, 2001). Los microorganismos neutros establecen
una interacción inocua sobre las plantas huésped (Beattie, 2006). Los deletéreos
influyen de manera negativa sobre el crecimiento y la fisiología de las plantas. En
contraposición a estos microorganismos están los que influyen sobre las plantas
de manera positiva, pudiendo ejercer su efecto de manera directa o indirecta. La
estimulación directa se produce por diversos mecanismos como la fijación bio-
lógica de nitrógeno, la producción de fitohormonas como auxinas, citocininas y
giberelinas, la solubilización de fósforo y hierro, la producción de sideróforos y
enzimas y la inducción a la resistencia sistémica, mientras que la estimulación in-
directa básicamente está relacionada con el control biológico, incluyendo produc-
ción de antibióticos, la quelación de Fe disponible en la rizosfera, la síntesis de
enzimas extracelulares y la competencia por nichos dentro de la rizosfera (Zahir
et al., 2004;. Van Loon, 2007; Bashan y de Bashan, 2010). Estos microorganismos
son también llamados PGPR (de las siglas en inglés Plant Growth Promotion Rhi-
zobacteria), y se los utilizan comúnmente como inoculantes para mejorar el crec-
imiento y rendimiento de los cultivos agrícolas. Dentro de los PGPR están los
microorganismos que se asocian con las raíces de las plantas de manera extrace-
lular (ePGPR) y los que lo hacen de manera intracelular (iPGPR) (Martínez-Vi-
veros et al., 2010). Dentro de los ePGPR se encuentran los géneros Agrobacterium,
Arthobacter, Azotobacter, Azospirillum, Bacillus, Burkholderia, Caulobacter,
Chromobacterium, Erwinia, Flavobacterium, Micrococcous, Pseudomonas y Se-
rratia. Los iPGPR incluyen los endófitos Allorhizobium, Azorhizobium, Bradyrhi-
zobium, Mesorhizobium y Rhizobium y las especies de Frankia (Bhattacharyya y
Jha, 2012). Dentro del grupo de los ePGPR, el género Azospirillum es uno de los
más estudiados y empleados para la formulación de inoculantes en el mundo (Hun-
gria et al., 2010). La respuesta de diversos cultivos a la inoculación con Azospiri-
llum ha sido ampliamente estudiada tanto en experimentos en condiciones
controladas como a campo. En la mayoría de los estudios realizados en condicio-
nes controladas, la promoción de crecimiento por parte de Azospirillum fue clara-
mente demostrada (Dobbelaere , 2001; Walsh et al., 2001, Dobbelaere y Okon
2007; Cassán y García de Salamone, 2008; Díaz-Zorita y Fernandez-Canigia,
2009; Spaepen et al., 2009) y se evidenció a través de cambios en diferentes pa-
rámetros de crecimiento como: i) incremento en peso seco total, concentración de
nitrógeno en follaje y grano, número total de espigas, espigas fértiles, y mazorcas;
ii) floración y aparición de espigas más temprana; iii) incremento en el número
de espigas y granos por espiga; iv) plantas más altas e incremento en el tamaño
de la hoja y v) tasas de germinación más altas (Bouton et al., 1979; Bouton y Zu-
berer, 1979; Bandani y Döberreiner, 1980; Albrecht et al., 1981; O’hara et al,.
-352-
Estudio de Azospirillum como tecnología aplicable en los cultivos de trigo y maíz
1981; Schank et al., 1981; Mertens y Hess, 1984; Pacovskyet et al., 1985; Schank
et al,.1985; Bashan, 1986; Warembourg et al., 1987; Stancheva et al., 1992; Bhat-
tarai y Hess, 1993; Puente y Bashan, 1993; Fulchieri y Frion, 1994; Carrillo-Garcia
et al., 2000; Saubidet et al., 2002; Ozturk et al., 2003). Sin embargo, el efecto más
remarcable de Azospirillum lo produce en el sistema radicular (Fages, 1994). Se
ha observado que la inoculación produce un incremento en el desarrollo del sis-
tema de raíces, tanto en longitud como en volumen a través de una mayor proli-
feración de pelos radiculares, mayor elongación de la raíz primaria y el incremento
en el número y largo de raíces laterales (Okon y Kapulnik, 1986).
En los ensayos a campo generalmente los efectos son menos evidentes y
muchas veces se ven incrementados parámetros de crecimiento en la etapa vege-
tativa que pueden o no afectar el rendimiento a cosecha. Según Dobbelaere y Okon
(2007) basándose en varias revisiones realizadas sobre los resultados de experi-
mentos a campo con Azospirillum en diversos cultivos (Rao et al., 1983; Watanabe
y Lin, 1984; Bashan y Levanony, 1990; Sumner, 1990; Fages 1994; Okon y La-
bandera-Gonzalez, 1994; Fulchieri y Frion, 1994) la respuesta a la inoculación
sobre el rendimiento osciló entre el 10 y el 30%. En trigo, Caballero et al. (1992)
observaron incrementos en el rendimiento desde 23 hasta 63%. Los efectos de la
inoculación en cereales con bacterias promotoras son ampliamente estudiados en
todo el mundo (Albrecht et al., 1981; Reynders y Vlassak 1982; Rennie et al.,
1983; Kloepper et al., 1988; Caballero Mellado et al., 1992; Okon y Labandera-
González, 1994), así como también en Argentina (García de Salamone et al., 1996;
Rodríguez-Cáceres et al., 1996; Creus et al., 2004; Díaz-Zorita y Fernandez-Ca-
nigia, 2009; Puente et al., 2009), sin embargo, es muy importante contar con un
mayor número de ensayos a campo utilizando las cepas bacterianas presentes nues-
tro país.
-353-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-354-
Estudio de Azospirillum como tecnología aplicable en los cultivos de trigo y maíz
lado con la cepa Az39 e inoculado con el aislamiento 73). El inoculante para ambas
cepas fue preparado en medio líquido de Sadasivan y Neyra (1985) y el título ajus-
tado a 1x109 UFC mL-1. La dosis de inoculación sobre semilla fue de 10 mL kg-1.
Durante el crecimiento vegetativo se evaluó el peso seco y peso fresco de las plan-
tas en dos momentos: inicio y fin de macollaje. Posteriormente, en madurez fisio-
lógica se determinó el rendimiento en grano y sus componentes: número de
espiguillas/espigas, número de granos/espiga, número de granos/espiguilla, gra-
nos/m2 y peso de mil granos. Se realizó un ANOVA y las medias fueron analizadas
por medio del test DGC.
Los resultados de los muestreos en etapas vegetativas indican que en inicio
de macollaje no hubo efecto de fertilización, como tampoco de inoculación. En el
segundo muestreo realizado en el fin del macollaje se observó respuesta al nivel
alto de fertilización tanto en peso fresco como en peso seco. En relación a la ino-
culación, en peso fresco (Figura 2) sólo se observó efecto bajo niveles de fertili-
zación media (50%) tanto en las plantas inoculadas con la cepa Az39 como con la
cepa 73.
Figura 2. Peso fresco de plantas de trigo a fin de macollaje según tratamientos de fertilización (0,
50 y 100) y de inoculación (0, Az39, aislamiento 73) ensayo Castelar, campaña 2009-2010. Las
barras en los gráficos representan el error estándar y las letras distintas indican diferencias signifi-
cativas (p≤0.05).
Los resultados de peso seco (Figura 3) indican que con niveles del 50% de
fertilización únicamente cuando fue combinado con el aislamiento 73 se obtuvo
el mismo peso seco que el tratamiento fertilizado con el 100% de la dosis óptima.
-355-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Figura 3. Peso seco de plantas de trigo a fin de macollaje según tratamientos de fertilización (0,
50 y 100) y de inoculación (0, Az39, aislamiento 73), ensayo Castelar, campaña 2009-2010. Las
barras en los gráficos representan el error estándar y las letras distintas indican diferencias signifi-
cativas (p≤0.05).
Figura 5. Rendimiento en grano del cultivo de maíz según tratamientos de inoculación en San An-
tonio de Areco (a) y en Barrow (b) en la campaña 2010-2011. Las barras en los gráficos represen-
tan el error estándar y las letras distintas indican diferencias significativas (p≤0.05).
-357-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Figura 6. Rendimiento en grano (a) y número de espigas (b) del cultivo de maíz según tratamien-
tos de inoculación en Balcarce, campaña 2010-2011. Las barras en los gráficos representan el
error estándar y las letras distintas indican diferencias significativas (p≤0.05).
Identificación molecular
-358-
Estudio de Azospirillum como tecnología aplicable en los cultivos de trigo y maíz
mento del ADNr 16S. La secuencia obtenida fue inicialmente comparada en bases
de datos públicas, observándose identidades de hasta 99% con secuencias de cepas
anotadas como A. brasilense. Sin embargo, al realizar un análisis filogenético del
aislamiento 73 con secuencias de cepas de las especies que integran el género
Azospirillum de acuerdo a las más actuales revisiones de sistemática procariota
(Euzéby ,1997), se observó que en el árbol resultante el aislamiento 73 se separó
de la rama que contiene a las cepas de A. brasilense (Figura 7), agrupándose con
la especie A. formosense sp. nov. Esta especie fue propuesta por Lin et al. (2012)
a partir de una cepa proveniente de Yunlin (Taiwan) que, al igual que el aislamiento
73, fue aislada de suelo agrícola. En el caso de la cepa Az39, ésta se ubicó en la
rama que contiene a las A. brasilense, confirmándose su pertenencia a esta especie.
Si bien el análisis filogenético sugiere que el aislamiento 73 es una cepa de A. for-
mosense sp. nov., esto deberá ser corroborado mediante un análisis molecular más
profundo y estudios bioquímicos y metabólicos.
Figura 7. Análisis filogenético del aislamiento 73. Un fragmento del ADNr 16S del aislamiento 73
fue secuenciado y utilizado para realizar un alineamiento múltiple con secuencias de cepas de cada
una de las especies pertenecientes al género Azospirillum y un posterior análisis filogenético con el
software MEGA 5.2 (Tamura et al., 2011) empleando el método “Maximum Likelyhood” y el mo-
delo de sustitución Tamura-Nei. Se utilizó a Rhodospirillum centenum como grupo externo para en-
raizar el árbol. En la Figura se muestra un árbol consenso obtenido por la prueba de Bootstrap con
1000 repeticiones. A la derecha de cada cepa se indica el nombre de colección y el número de acceso
GenBank de la secuencia ADNr 16S correspondiente (subrayado).
-359-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Ensayos complementarios
-360-
Estudio de Azospirillum como tecnología aplicable en los cultivos de trigo y maíz
Agradecimientos
Bibliografía
-362-
Estudio de Azospirillum como tecnología aplicable en los cultivos de trigo y maíz
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Utilización de la rizobacteria Azospirillum para aumentar
el crecimiento vegetal y la sostenibilidad agrícola
Resumen
-367-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Varios microorganismos del suelo tienen propiedades que los hacen ade-
cuados para ser utilizados como herramientas biotecnológicas. Sin embargo, cual-
quier microorganismo del suelo debe mostrar al menos una característica
beneficiosa con el fin de ser considerado para su producción comercial y la con-
siguiente aplicación a campo. Existen distintas alternativas de productos micro-
bianos que pueden ser utilizados. En general, pueden ser clasificados en algunos
de los siguientes tipos: microorganismos fijadores de nitrógeno, agentes de control
de plagas, rizobacterias promotoras del crecimiento vegetal, generalmente llama-
das PGPR por su sigla en ingles (plant gorwth promoting rhizobacteria), y micro-
organismos para la biorremediación. Cualquier cepa específica debe moverse a
través de varios pasos antes de convertirse en un inoculante microbiano. En primer
lugar, el desarrollo de un nuevo producto microbiano para la agricultura o biorre-
mediación comienza con el descubrimiento de un organismo natural útil. Esto sólo
se puede conseguir mediante el establecimiento de objetivos específicos de selec-
ción que deberán ser probados en cada cepa aislada. Una secuencia de experimen-
tos de laboratorio, invernadero y de campo se realiza generalmente con el fin de
reducir el enorme número inicial de los aislamientos obtenidos a un pequeño grupo
de cepas seleccionadas que tienen una combinación de características con poten-
cial comercial. Los programas de detección son generalmente llevados a cabo por
instituciones oficiales o laboratorios universitarios. La mayoría de los aislamientos
de suelo prometedores se han obtenido en los laboratorios de la universidad y
luego se licencia a las empresas privadas para desarrollar formulaciones comer-
ciales. Los inoculantes microbianos para la agricultura deben ser vendidos en una
forma que los agricultores puedan aplicar fácilmente. Los inoculantes líquidos
son los más aceptados debido a que pueden aplicarse fácilmente sobre las semillas
antes de la siembra. En este capítulo, se dedica especial énfasis a un determinado
grupo de los microorganismos del suelo. Estas son las PGPR que suelen estar aso-
ciados con las plantas de interés agrícola y en muchos casos se observan efectos
beneficiosos directos sobre el crecimiento y la nutrición vegetal. Debido a eso,
constituyen una alternativa ecológica y económica para aumentar la producción
de alimentos (Bashan et al., 2004; Caballero Mellado, 2004; Díaz-Zorita y Canigia
Fernández, 2008; Ferraris y Courerot, 2004; Naiman et al., 2009.; Reed y Glick,
2004). Sin embargo, debe tenerse en cuenta que el impacto de las interacciones
entre los cultivos y los microbios del suelo sobre la circulación de nutrientes puede
ser considerable. A este respecto, el aumento en la producción de biomasa vegetal
debido a la inoculación con PGPR puede afectar a la mineralización de nutrientes,
la solubilización del fósforo, la fijación biológica de nitrógeno (FBN) y otros pro-
-368-
Utilización de la rizobacteria Azospirillum para aumentar el crecimiento vegetal ...
Azospirillum: La PGPR
-369-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-370-
Utilización de la rizobacteria Azospirillum para aumentar el crecimiento vegetal ...
-371-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-372-
Utilización de la rizobacteria Azospirillum para aumentar el crecimiento vegetal ...
-373-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-374-
Utilización de la rizobacteria Azospirillum para aumentar el crecimiento vegetal ...
Síntesis y perspectivas
-375-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
que se orienten a conectar procesos que ocurren en la parte aérea con los procesos
edáficos del ecosistema.
Agradecimientos
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-379-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-381-
Aplicación de biofertilizantes formulados con
Azospirillum sp. en especies hortícolas
Resumen
a
Depto. de Tecnología, Universidad Nacional de Luján, 6700 Luján, Buenos Aires, Argentina. Correo
electrónico: mariana.garbi@gmail.com.
b
Depto. de Ciencias Básicas, Universidad Nacional de Luján, 6700 Luján, Buenos Aires, Argentina
c
Asesor privado
-383-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Introducción
-384-
Aplicación de biofertilizantes formulados con Azospirillum sp. en especies hortícolas
lonias (ufc) por g de raíz colonizada (Hadas y Okon, 1987). Normalmente se pre-
tende que esta cantidad de bacterias pueda estar presente en cada semilla o en cada
g de suelo, pero lo más importante no está relacionado al número de organismos
sino a brindar a la planta las mejores condiciones para lograr que esta población
se establezca y colonice las raíces. El ambiente rizosférico ofrece a los azospirilos
exudados ricos en compuestos orgánicos como ácido málico, succínico, pirúvico,
compuestos aminados, y vitaminas entre otras sustancias, que actúan como estí-
mulos quimiotácticos permitiendo el anclaje de las células a la superficie radicular.
Los factores que afectan la colonización radical son la especie de la planta y la
bacteria, como así también los factores ambientales (Monzón de Asconegui, 2003).
Se ha expresado en muchas oportunidades que las hortalizas se cultivan en
ambientes muy ricos en materia orgánica y bien provistos de nutrientes. Esta si-
tuación hace que los cultivos se desarrollen en ambientes edáficos con una abun-
dante presencia microbiana. Las bacterias adicionadas con los inoculantes deben
sobrevivir y establecerse en las raíces a medida que crezca el sistema radical. Sin
embargo, aún en estas condiciones la inoculación con Azospirillum produjo cam-
bios en las plantas tratadas que llevaron a incrementos en el crecimiento y en los
rendimientos (Puente et al., 2007).
Tomate
El tomate (Lycopersicon esculentum Mill.), denominado más moderna-
mente como Lycopersicon lycopersicum (L.) Fawell, es una especie de origen sub-
tropical perteneciente a la familia Solanaceae. Su centro de origen se encuentra
en la zona de Perú y Ecuador, desde donde se extendió al resto de América y se
introdujo en Europa en el siglo XVI. Es una planta perenne que se cultiva como
anual. Posee un sistema radical amplio, cuya mayor parte se ubica en los primeros
50 cm de suelo, constituido por una raíz principal, gran cantidad de ramificaciones
secundarias y raíces adventicias provenientes de la base del tallo. La planta puede
desarrollarse de forma rastrera, semirrecta o erecta, pudiendo alcanzar una altura
de 10 m en las variedades de crecimiento indeterminado (Maroto Borrego, 1992;
Chamarro Lapuerta, 1995). El consumo de esta hortaliza está ampliamente gene-
ralizado en todo el mundo. En la Argentina es uno de los cultivos hortícolas de
mayor importancia económica, con un consumo de 27 kg.hab-1.año-1, lo que de-
termina un mercado de 1.134.000 t.año-1. Entre las principales zonas productoras
de tomate para consumo en fresco se encuentra la región del noroeste (Salta, Jujuy
y Santiago del Estero) con unas 5500 ha de cultivo, de las que 250 ha se realizan
-385-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Lechuga
La lechuga (Lactuca sativa L.) es una planta herbácea de la familia Astera-
ceae El origen de esta especie no se encuentra bien definido, dado que su más se-
guro antecesor Lactuca scariola L. se encuentra en estado silvestre en la mayor
parte de las áreas templadas (Maroto, 1992). Es prácticamente la única hortaliza
que se consume únicamente en fresco, siendo la especie más utilizada en la pre-
paración de ensaladas. En la Argentina, se cultivan unas 9841 ha, lo que representa
el 55% del total de la superficie destinada a hortalizas de hoja, entre las que se
agrupan acelga, espinaca, apio, radicheta y rúcula (Ferratto et al., 2010). El ciclo
de producción del cultivo se extiende de 35 a 120 días, dependiendo del cultivar
y la estación del año (Ferratto, 1996). La planta posee un sistema radical profundo.
En la fracción superior se originan raíces basales que crecen hacia 2 lados opues-
tos, próximas al hipocótilo y en forma horizontal. En la porción más larga, crecen
las raíces laterales, que se desarrollan en profundidad y producen abundantes ra-
mificaciones secundarias, explorando un volumen mayor de suelo, respecto a las
raíces basales que se desarrollan en las capas más superficiales y fértiles (Nicola,
1998). Las hojas, que pueden ser de forma redondeada, lanceolada o espatulaza,
se disponen primero en forma de roseta, y luego se aprietan formando un cogollo
de características diferentes según la variedad (Maroto, 1992). El uso de microor-
ganismos promotores del crecimiento es una práctica promisoria en este cultivo
que requiere buena disponibilidad de nutrición nitrogenada para la formación de
cogollos de buen tamaño y calidad.
-388-
Aplicación de biofertilizantes formulados con Azospirillum sp. en especies hortícolas
Área de absorción
Peso fresco Peso seco de Longitud de la raíz Longitud total
radical
de raíz (mg) raíz (mg) más larga (cm) de raíz (cm)
(mg Ca(NO3)2)
Testigo 17 a b c 4,3 b c 2,58 c d 4,00 b 8de
Sp7 31 a b c 6,1 a b c d 4,03 a 6,14 a 10 b c d e
Pl50 11 a b 5,3 a b c d 3,68 b c 4,22 b 19 a
Pl64 7ab 2,3 a b 2,78 b c d 3,40 b 14 a b c
UNLu7 22 a b c 5,8 c d 2,72 b c d 4,22 b 9cde
Pl49 16 a b c 8,0 d 2,70 b c d 3,50 b 9cde
Cd 26 a b c 11,0 a b c d 2,67 b c d 4,37 b 9cde
Pl45 15 a b c 7,6 a b c d 2,64 b c d 2,88 b c 11 b c d e
Pl7 12 a b 5,0 a b c d 2,40 c d 3,71 b 9cde
Az39 22 a b c 8,0 a b c d 2,00 c d 4,11 b 6e
Pl69 5a 2,2 a b 1,95 d 1,66 c 15 a b
Pl3 15 a b c 4,1 b c 1,76 d 3,00 b c 12 b c d
Pl59 8ab 1,9 a 1,55 d 2,87 b c 8de
Letras diferentes en la columna indican diferencias estadísticamente significativas (p ≤ 0,05)
según test de Tukey.
-389-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Tabla 4. Peso medio de plantas de lechuga a cosecha (50 días post-transplante) según tipo de for-
mulación y momento de inoculación
-390-
Aplicación de biofertilizantes formulados con Azospirillum sp. en especies hortícolas
-391-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Maíz dulce
El maíz dulce (Zea mays var. saccharata) es una planta de origen americano
perteneciente a la familia Poaceae (ex Gramíneas), siendo la única especie de
esta familia utilizada en la producción hortícola. Presenta raíces subterráneas, que
crecen oblicuamente hacia abajo, y raíces aéreas que se ramifican en el suelo,
cumpliendo funciones de absorción y sostén. El tallo es una caña de entrenudos
largos y las hojas presentan una lámina ancha y plana. Es una planta diclino mo-
noica, con las flores masculinas en panoja y las femeninas en una espiga. El fruto
es un cariopse que se consume al estado de grano lechoso, caracterizado por su
mayor contenido de agua y azúcar que de almidón (Bulnes Mendoza, 2012). En
la Argentina se cultivan unas 14000 ha, ubicadas principalmente en Salta, Jujuy,
Buenos Aires, Santa Fe y Formosa. Según estadísticas del 2010 al 2012, Salta
tiene una participación preponderante en el mercado en los meses de agosto a oc-
tubre, aportando el 43,4% de la producción; mientras que de diciembre a abril un
72 a 98% del ingreso al mercado proviene de Buenos Aires (Baron et al., 2013).
El grupo de investigación en biofertilizantes de la Universidad Nacional de
Luján condujo un ensayo a campo utilizando la variedad “Abasto” INTA de maíz
dulce. Se inocularon las semillas con diferentes cepas de A. brasilense y una mez-
cla de las mismas (formulación M5, ya descripta). El máximo rendimiento se ob-
tuvo con el tratamiento multicepa (M5) que produjo en promedio 3443 kg ha-1,
superando en 882 kg ha-1 al control sin inocular. Algunos tratamientos inoculados
individualmente con cada cepa mostraron un aumento en el número de choclos
(3% al 23%), mayor diámetro del tallo, mazorcas con mayor o igual contenido de
azúcares que el control sin inocular y aumentos en el tenor proteico del grano del
3 al 8 % (Vita et al., 2008).
Semillas de maíz dulce germinadas con preacondicionamiento hídrico e
inoculadas con A. brasilense lograron aumentar la longitud de la raíz y el peso
seco de las mismas (Casanovas et al., 2008). Trabajando con maíz dulce Puente
et al. (2009) lograron incrementar en forma significativa la altura de los plantines.
Así también consiguieron determinar la dosis de A. brasilense Az39 de 7 mL de
inoculante por planta con un título de 1 x 109 ufc mL-1 como la más óptima para
modificar el peso seco aéreo y radicular de los plantines.
Frutilla
La frutilla (Fragaria X ananassa Duchesne) pertenece a la familia Rosa-
ceae. La planta tiene un sistema radical fasciculado, formado por gran cantidad
de raíces que se ubican mayoritariamente en los primeros 25 cm de suelo. El tallo
está formado por un eje corto, denominado “corona” en el que hay numerosas es-
camas foliares. La corona posee yemas axilares de las que salen estolones en los
-392-
Aplicación de biofertilizantes formulados con Azospirillum sp. en especies hortícolas
que aparecen rosetas de hojas y raíces adventicias, y que pueden a su vez ramifi-
carse formando nuevos estolones. Las hojas aparecen en roseta sobre la corona, y
en sus axilas aparecen las inflorescencias en forma de racimos, cimas bíparas o
unifloras. El fruto es un poliaquenio en el que la parte comestible es el receptáculo
hipertrofiado (Maroto Borrego, 1992). Las frutillas son cultivadas en diferentes
partes del mundo incluyendo áreas tropicales, subtropicales y templadas. La pro-
ducción mundial de frutillas es de 3 millones de toneladas al año y se ha incre-
mentado en las últimas dos décadas. Argentina posee una superficie implantada
de aproximadamente 1000 ha y produce frutillas durante los 12 meses alcanzado
promedios de 21000 toneladas anuales. El 70% de la producción se concentra en
las provincias de Tucumán y Santa Fe, siguiéndoles en importancia Buenos Aires,
Corrientes, Mendoza y provincias del sur del país (EEAOC, 2005). Actualmente,
Tucumán es la principal provincia productora, con una superficie implantada de
aproximadamente 650 ha y una producción promedio de 22750 toneladas al año,
de las que el 70% se congela y exporta (Kirschbaum, 1999; Rodríguez et al., 2009;
Pedraza et al., 2010 a).
En Tucumán el Dr. Bellone y su grupo iniciaron los estudios de la relación
planta-microorganismos en cultivo de frutilla con resultados muy interesantes (Be-
llone y de Bellone, 1995; Bellone et al., 1995). Así, la inoculación con Azospiri-
llum consigue mejores rendimientos de los cultivos de frutilla, reduciendo el uso
de agroquímicos y logrando mayor sustentabilidad en la producción (Kirschbaum,
1999). Salazar et al. (2008, 2011) en Tucumán investigaron cepas locales de Azos-
pirillum aisladas de raíces de frutilla. Inocularon plantines del cv. Camarosa en
forma separada cada cepa, en parcelas experimentales concluyendo que se logra
incrementar el rendimiento en promedio de 80 g por planta. Empleando un sistema
de cultivo orgánico Divizia de Ricci et al. (2008) concluyeron que la producción
de frutilla en un suelo orgánico sin rotación está más asociada al efecto de Azos-
pirillum que a las dosis de los fertilizantes orgánicos usados, por lo cual habría
que profundizar la relación entre dosis de fertilizantes orgánicos y los fijadores
libres de nitrógeno. Pedraza et al. (2010 a) trabajando con distintas cepas de Azos-
pirillum brasilense y varios cultivares de frutilla observaron promoción del cre-
cimiento y encontraron un efecto rizosférico pronunciado que estaba relacionado
con el contenido de azúcares y proteínas.
Pedraza et al. (2010 b) encontraron respuesta positiva a la colonización ri-
zosférica y endofítica por azospirilos trabajando con cepas marcadas con gen de
la proteína fluorescente.
También se observó control biológico en frutillas inoculadas con una cepa
de Azospirillum con capacidad de producción de sideróforos. Se emplearon dife-
rentes test fitopatológicos que caracterizan la resistencia sistémica inducida (RSI)
-393-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Otras hortalizas
La inoculación con bacterias PGPR en otras hortalizas está muy poco estudiada,
sin embargo algunas experiencias argentinas aportan datos que servirán para la
continuación de estos estudios biotecnológicos.
En brócoli, Oberti Arnaudo et al. (2008) aplicaron inoculante de Azospirillum y
también de Pseudomonas en plantines. Evaluaron variables de crecimiento (peso
fresco y seco) cada 15 días y de rendimiento, encontrando que todos los trata-
mientos bacterizados superaron al control, resultando muy interesante la coino-
culación de ambos microorganismos.
En la Cátedra de Microbiología Agrícola de la Facultad de Ciencias Agrarias
(UNNE) en Corrientes se han realizado diversos ensayos de inoculación con Azos-
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Aplicación de biofertilizantes formulados con Azospirillum sp. en especies hortícolas
Conclusión
Bibliografía
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Aplicación de biofertilizantes formulados con Azospirillum sp. en especies hortícolas
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Aplicación de biofertilizantes formulados con Azospirillum sp. en especies hortícolas
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-400-
Azospirillum brasilense en el cultivo de frutilla en Tucumán,
Argentina: del laboratorio al campo
Pedraza, Raúl O.a*, María F. Guerrero Molinaa, Nadia C. Lovaisaa, Paola De-
laporte Quintanaa, Alicia L. Ragoutb, Sergio M. Salazarac, Juan C. Díaz Riccid
Resumen
a
Facultad de Agronomía y Zootecnia, Universidad Nacional de Tucumán. Av. Kirchner 1900. (4000)
San Miguel de Tucumán, Tucumán, Argentina.
b
PROIMI-CONICET. Av. Belgrano y Pje. Caseros, San Miguel de Tucumán, (4000), Argentina.
c
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria. Estación Experimental Agropecuaria Famaillá.
Ruta Provincial 301, km 32. (4132) Famaillá. Tucumán, Argentina.
d
Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia. UNT. INSIBIO CCT–CONICET Tucumán. Chaca-
buco 461, (4000) San Miguel de Tucumán, Argentina.
*rpedraza@herrera.unt.edu.ar
-401-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Introducción
-402-
Azospirillum brasilense en el cultivo de frutilla en Tucumán, Argentina: del laboratorio al campo
El cultivo de frutilla
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
El género Azospirillum
Las bacterias del género Azospirillum son de forma vibroide, Gram nega-
tivas, quimioorganótrofas aerobias no fermentativas, pertenecientes al orden α-
proteobacteria. Se encuentran presentes en diversos ambientes y plantas,
incluyendo no solo a las de importancia agronómica como cereales, caña de azúcar
y forrajes, sino también a frutales y florales.
El género Azospirillum se ubica dentro del grupo de las denominadas
PGPB. Estas bacterias colonizan el rizoplano, encontrándose en gran número sobre
raíces laterales y también cerca de la caliptra, lugares normalmente preferenciales
debido a que exudan más fuentes de carbono que otras áreas de la raíz por ser re-
giones de activo crecimiento. Azospirillum presenta una quimiotaxis específica
de cada cepa (Bacilio Jimenez et al., 2003; Pedraza et al., 2010a), la cual proba-
blemente refleja la adaptación de la bacteria a las condiciones nutricionales de la
planta, pudiendo jugar un papel importante en el establecimiento en la rizósfera
del hospedante (Reinhold et al., 1985).
Se han descripto 15 especies dentro del género Azospirillum, pero en tér-
minos de fisiología y genética los más estudiados son A. lipoferum y A. brasilense,
descriptos por Tarrand et al. (1978). Ambos son abundantes, principalmente en
aéreas tropicales, encontrándose no sólo en plantas de interés agronómico, sino
ecológico. Además, las especies de Azospirillum han sido asociadas con condi-
ciones extremas de temperatura o contaminación. La tercera especie, A. amazo-
nense, fue aislada y descripta en el año 1983 de plantas forrajeras de la región del
-404-
Azospirillum brasilense en el cultivo de frutilla en Tucumán, Argentina: del laboratorio al campo
Amazona, aunque también está asociada con arroz, maíz y rizosfera de sorgo y
otros pastos en el centro-sur de Brasil (Magalhães et al., 1983; Reis Jr. et al., 2006).
En Pakistán se aisló la especie A. halopraeferans del pasto kallar (Leptochloa
fusca) bajo condiciones de salinidad, la cual parece ser especifica de dicho pasto
(Reinhold et al., 1987). Otra especie descripta es A. irakense, aislada en Iraq de
plantas de arroz (Khammas et al., 1989). Posteriormente, en 1997 se transfirió la
especie Conglomeromonas largomobilis al género Azospirillum, tras ser estudiada
analizando la secuencia 16S del ADNr, pasando a llamarse A. largimobile (Sly y
Stackebrandt, 1999). En el año 2001 se describió A. dobereinerae en honor a la
científica Johanna Döbereiner, quien inició los estudios de este género en Brasil
(Eckert et al., 2001). En China fueron aisladas y descriptas dos nuevas especies:
A. oryzae, a partir de plantas de arroz cultivado en suelo inundado (Xie y Yokota,
2005), y A. melinis, a partir de raíces y tallos estériles de Melinis minutiflora Beauv
(Peng et al., 2006). En el año 2007 se aislaron A. canadense (Mehnaz et al. 2007a)
y A. zeae en Ontario, Canadá (Mehnaz et al., 2007 b), a partir de la rizósfera de
maíz. Más tarde fue aislado A. rugosum a partir de suelo contaminado con aceite
en Taiwán; su nombre se debe a la forma rugosa que adquieren las colonias (Young
et al., 2008). En 2009, dos nuevas especies fueron descriptas: A. palatum aislada
a partir de suelo en China; según su descipción se caracteriza por no fijar nitró-
geno, no producir índoles, y no reducir nitratos ni nitritos (Zhou et al., 2009), y A.
picis en Taiwán; en esta especie no se observó producción de indoles (Lin et al.,
2009). Últimamente, una nueva especie ha sido propuesta, A. thiophilum, aislada
a aguas sulfurosas en Rusia (Lavrinenko et al., 2010).
Los mecanismos por los cuales Azospirillum influye en el crecimiento de
las planta, son versátiles, incluyendo la fijación de N2, producción de hormonas
(principalmente auxinas), incrementando la absorción de nutrientes por la planta,
confiriendo resistencia a condiciones de estrés ambiental, solubilización de fos-
fatos, producción de vitaminas, sideróforos y actividad como agente biocontrol
(Dobbelaere et al., 2003; Bashan y de Bashan, 2010; Rodríguez et al., 2004).
-405-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Azospirillum brasilense en el cultivo de frutilla en Tucumán, Argentina: del laboratorio al campo
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
de A.brasilense. En todos los casos, se observó una mayor respuesta positiva con
los exudados radiculares colectados a los 7 y 14 días de crecimiento vegetal. Aún
más, las bacterias endofíticas, aisladas de raíces estériles, mostraron una mejor
respuesta quimiotáctica presentando áreas de halos mayores a 200 mm2. La mejor
respuesta quimiotáctica se observó con la cepa A. brasilense REC3 y exudados
de la variedad ‘Camarosa‘ tomados a los 7 y 14 días de crecimiento vegetal (Pe-
draza et al. 2010).
A partir de los resultados obtenidos en placas de agarosa, se seleccionaron
tres cepas bacterianas (REC3, RLC3 y Sp7) para cuantificar la repuesta quimio-
táctica por el método de capilaridad y determinar su Rchem (índice de quimiotá-
xis). Nuevamente la cepa REC3 fue la que mostró una mayor actividad
quimiotáctica con exudados de las tres variedades de plantas tomados a los 7 días
de crecimiento. Los valores más altos fueron obtenidos con la variedad ‘Cama-
rosa‘ (11,98 ± 2,39), seguido de las variedades ‘Milsei’ (6,33 ± 0,59) y ‘Selva’
(3,11 ± 0,45). Estos resultados concordaron con los valores obtenidos por el mé-
todo de placas (Pedraza et al. 2010).
Los resultados obtenidos por ambos métodos, capilaridad y placas de aga-
rosa, fueron similares y confirmaron que la actividad quimiotáctica depende de la
cepas bacterianas, de la variedad de frutilla y del tiempo de recolección de los
exudados radiculares (Pedraza et al. 2010).
La motilidad y la quimiotáxis son procesos activos involucrados en la eficiente
colonización de Azospirillum (Bashan y Holguin 1994). Estos son muy importantes
considerando que la colonización bacteriana de al menos una parte del sistema radi-
cular es requerida para que Azospirillum ejerza sus efectos benéficos cuando es apli-
cado como biofertilizante o fitoestimulador (Okon y Vanderleyeden 1997).
Las bacterias del género Azospirillum son comúnmente denominadas como
rizobacteria, presentando diferencias especie-específicas respecto al modo de co-
lonización radicular. Estas colonizan principalmente la superficie radicular, sin
embargo algunas cepas son capaces de colonizar los tejidos vegetales internos
como bacterias endofíticas que invaden los tejidos vivos de la planta sin causar
síntomas visibles de infección ni efectos negativos en el huésped (Schulz y Boyle
2006). Recientemente se demostró también la colonización endofítica de los es-
tolones de plantas de frutilla cuyas raíces fueron inoculadas, indicando que la co-
lonización de Azospirillum en estas plantas va más allá de la rizosfera
(Guerrero-Molina et al. 2010b, 2012).
Los estudios ultraestructurales de la localización de Azospirillum en la su-
perficie radicular revelaron que este puede ser hallado en todo el sistema radicular
inoculado, pero se concentra principalmente en la zona de elongación y de pelos
radiculares, en el ápice, en la base de los pelos radicales y en algunos casos en la
punta de los pelos radiculares (Okon y Vanderleyden 1997).
-408-
Azospirillum brasilense en el cultivo de frutilla en Tucumán, Argentina: del laboratorio al campo
servar por ambos métodos la colonización de los tejidos internos de raíces de fru-
tilla en comparación con plantas control, sin bacterias asociadas (Guerrero-Molina
et al., 2012). Además de confirmar la colonización endofítica, la microscopía de
fluorescencia permitió localizar a A. brasilense en los espacios intercelulares del
cortex apical en raíces de frutilla (Guerrero-Molina et al., 2010a).
-410-
Azospirillum brasilense en el cultivo de frutilla en Tucumán, Argentina: del laboratorio al campo
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Azospirillum brasilense en el cultivo de frutilla en Tucumán, Argentina: del laboratorio al campo
PR1 (pathogenesis related) involucrada en la vía de defensa del tipo SAR (sistemic
adquired resistance) (Tortora et al., 2012).
El biocontrol constituye uno de los mecanismos indirectos de promoción
del crecimiento vegetal; consiste en disminuir o prevenir los efectos deletéreos
producidos por los microorganismos patógenos de plantas mediante la síntesis de
compuestos antibióticos y/o fungicidas (Schippers et al., 1987). En este sentido,
se comprobó que la cepa REC3 de Azospirillum brasilense es capaz de inducir
una respuesta sistémica contra el agente causal de la antracnosis en frutilla, Co-
lletotrichum acutatum M11. La cepa REC3 redujo los síntomas de antracnosis en
plantas infectadas con el hongo, y este efecto fue mayor a medida que aumentaba
el tiempo entre la inoculación bacteriana y la infección con el hongo. Los estudios
bioquímicos y transcripcionales revelaron que hubo una acumulación transitoria
de AS y la inducción de genes relacionados a la defensa al mismo tiempo post-
inoculación (e.g. quitinasas, glucanasas y receptores de etileno). Además, se de-
mostró que este efecto de biocontrol ejercido sobre C. acutatum está directamente
relacionado con modificaciones estructurales a nivel de la pared celular de las
hojas como consecuencia de la acumulación de calosa y el aumento de compuestos
fenólicos solubles totales (Tortora et al., 2012). Por lo tanto, puedo verificarse que
A. brasilense REC3 es capaz de conferir una repuesta sistémica a las plantas de
frutilla contra C. acutatum M11 mediante la activación directa de mecanismos de
defensa y también mediante el “priming” de las mismas para desencadenar una
respuesta más fuerte y rápida contra otras posibles infecciones por patógenos de
suelo (Guerrero-Molina et al., 2013; Tortora et al., 2012). De esta forma, en el
caso particular del cultivo de frutilla, Azospirillum no solo constituye un promotor
del crecimiento vegetal, sino también un agente de biocontrol.
Bibliografía
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Azospirillum brasilense en el cultivo de frutilla en Tucumán, Argentina: del laboratorio al campo
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Zhou Y, W Wei, X Wang, L Xu, R Lai. 2009. Azospirillum palatum sp. nov., iso-
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Zhulin IB, JP Armitage. 1992. The role of taxis in ecology of Azospirillum. Sym-
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Zhulin IB, JP Armitage. 1993. Motility, chemokinesis, and methylation- independ-
ent chemotaxis in Azospirillum brasilense. J Bacteriol. Vol. 175, p. 952-
958.
-418-
Efectos de la co-inoculación de Rhizobium
con bacterias del género Azospirillum en leguminosas
de interés agronómico
Resumen
Introducción
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Efectos de la co-inoculación de Rhizobium con bacterias del género Azospirillum ...
per y Schroth, 1981; Défago et al., 1992; Glick, 1995). Cuando estas bacterias o
las de vida libre se consideran benéficas para el crecimiento de las plantas se las
denomina rizobacterias promotoras del crecimiento vegetal o PGPR (del inglés,
Plant Growth Promoting Rhizobacteria) (Kloepper y Schroth, 1978). Sin embargo,
esta capacidad puede ser considerada también en otros organismos distintos a los
procariotas tal como hongos micorríticos o incluso en microorganismos de origen
no rizosférico. Entre las bacterias que actúan como PGPR se encuentran los gé-
neros Aeromonas, Azoarcus, Azospirillum, Azotobacter, Arthobacter, Bacillus,
Clostridium, Enterobacter, Gluconacetobacter, Klebsiella, Pseudomonas y Se-
rratia (Gupta et al., 2003; Shishido et al., 1996; de Freitas et al., 1997; Arndt et
al., 1998; Pan et al., 1999; Bertand et al., 2001; Hamaouri et al., 2001; Nanda-
Kumar et al., 2001; Mirza et al., 2001; Kokalis-Burelle et al., 2002; Preeti et al.,
2002; Babalola et al., 2003; Bonaterra et al., 2003; Cezon et al., 2003; Esitken et
al., 2003; Garica et al., 2003; Khalid et al., 2003; Munir et al., 2003; Murphy et
al., 2003; Dey et al., 2004; Jaizme-Vega et al., 2004; Joo et al., 2004; Raj et al.,
2004; Tripathi et al., 2005). Entre estas bacterias promotoras, el género Pseudo-
monas y Bacillus spp. son los que presentan mayor distribución geográfica y junto
al género Azospirillum son los más estudiados.
El género Azospirillum está conformado por bacterias diazotróficas de vida
libre con capacidad de colonizar los tejidos internos y externos de las raíces (Bas-
han y Levanony, 1990). Este es uno de los géneros más estudiados por su capaci-
dad de mejorar el crecimiento y desarrollo así como el rendimiento de numerosas
especies cultivables (Dardanelli et al., 2008). Presenta una amplia distribución ge-
ográfica alrededor del mundo y ha sido aislada de la superficie de la raíz de una
amplia variedad de plantas y de su rizosfera (Steenhoudt y Vanderleyden, 2000).
Tarrand et al. (1978) fueron los primeros que describieron el género Azospirillum
con dos especies, A. lipoferum y A. brasilense y en la actualidad, se han descripto
al menos 16 especies del género Azospirillum (Vezyri et al., 2013).
-421-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
etileno (Strzelczyk et al., 1994), así como de otras moléculas reguladoras del cre-
cimiento vegetal, tales como el ácido abscícico (Perrig et al., 2007) y la diamina
cadaverina (Cassán et al., 2009). Basándose en datos publicados, Dobbelaere y
Okon (2007) indican que la inoculación con Azospirillum produjo incrementos
significativos a cosecha en un rango de 5-30% en alrededor de 60-70% de los ex-
perimentos. Los mayores incrementos producidos por la inoculación fueron ob-
servados principalmente en suelos livianos con niveles intermedios de fertilización
y regímenes de lluvia (Okon y Labandera-González, 1994). Si bien hay una amplia
cantidad de estudios que demuestran los beneficios que se obtienen en los cultivos
cuando son inoculados con Azospirillum, su uso a nivel extensivo presenta varia-
bilidad en las respuestas debido a la interacción con factores de manejo (fertiliza-
ción, genotipo del cultivo, etc.), de ambiente (tipo de suelo, etc.) y a las complejas
interacciones entre los sistemas planta-bacteria-ambiente (Díaz-Zorita y Fernán-
dez-Canigia, 2009).
Co-inoculación de leguminosas
La co-inoculación se define como la inoculación combinada de diferentes
géneros o especies de bacterias seleccionadas que interaccionan de manera sinér-
gica sobre la planta. Los efectos beneficiosos de la co-inoculación PGPR-rizobio
son dependientes de la cepa PGPR utilizada. Ciertas cepas de PGPR mejoran la
nodulación en leguminosas por afectar el intercambio de señales entre las plantas
y los rizobios. Estas cepas producen análogos de moléculas señal y/o estimulan a
la planta para producir más moléculas (Parmar y Dadarwal, 1999). Otro modo de
acción posible es mediante la alteración del metabolito secundario y/o la genera-
ción de antibiosis en la rizosfera. De esta manera se elimina la competencia de
los rizobios con los microorganismos perjudiciales (van Loon y Bakker, 2003).
La interacción microbiana más estudiada de Azospirillum implica al rizobio. El
beneficio obtenido por las leguminosas al ser co-inoculadas con bacterias del gé-
nero Azospirillum se debe a un efecto estimulante provocado por las hormonas
excretadas por esta rizobacteria. Estas hormonas del tipo auxinas (AIA) inducen
a la formación de un mayor número de células epidérmicas que se diferencian en
pelos radiculares convirtiéndose en sitios de infección adicionales para la coloni-
zación de rizobios (Yahalom et al., 1987; Schmidt et al., 1988). Sin embargo, los
mecanismos básicos involucrados en esta actividad sinérgica no se conocen por
completo, y sigue siendo un desafío. Al hacer una revisión de los ensayos en donde
se utilizó la técnica de co-inoculación, se pueden observar diversos resultados y
efectos en diferentes parámetros de crecimiento. Algunos ensayos realizados de-
mostraron que la co-inoculación Azospirillum-rizobio produjo aumentos en la fi-
jación de nitrógeno, en el número de nódulos, y en el rendimiento (Iruthayathas
-422-
Efectos de la co-inoculación de Rhizobium con bacterias del género Azospirillum ...
et al., 1983; Rai, 1983; Sarig et al., 1986). En otros ensayos se ha observado que
la inoculación produjo una aparición de nódulos más temprana y un comienzo
más temprano de la actividad de fijación de nitrógeno (González y Lluch, 1992;
Burdmann et al., 1997; Okon y Vanderleyden, 1997; Groppa et al., 1998. Galal
(1997) demostró que la co-inoculación en semillas de soja con A. brasilense y
Bradyrhizobium japonicum presentó mejoras en la materia seca en plantas de 60
días, en el porcentaje de nitrógeno y en el nitrógeno asimilado comparando con
la inoculación con B. japonicum solamente, atribuyendo esto a las sustancias del
tipo fitohormonas liberadas por Azospirillum. Otros autores también encontraron
que la producción bacteriana de reguladores de crecimiento vegetal por parte de
Azospirillum modificó la morfología vegetal, la tasa respiratoria de las raíces, la
captación de agua y nutrientes minerales por la planta huésped y el contenido de
leghemoglobina en los nódulos (Burdman et al. 1997; Groppa et al. 1998; Rodelas
et al. 1999). Molla et al. (2001), encontraron que la aplicación de Azospirillum
solo o co-inoculado con B. japonicum en raíces de soja incrementó el peso seco,
el volumen radicular y la biomasa aérea.
Cassán et al. (2009) observaron que la co-inoculación con B. japonicum
E109 y A. brasilense Az39 modificó la capacidad de la semilla de soja para ger-
minar y el crecimiento aéreo y radical comparado con el control sin inocular. Adi-
cionalmente, bajo condiciones limitadas de agua y de nitrógeno Burdmann et al.
(1997) demostraron que la inoculación combinada de B. japonicum y Azospirillum
spp. incrementó los rendimientos de las leguminosas.
Okon y Vanderleyden (1997) observaron que la promoción de crecimiento
luego de inocular con A. brasilense es mayormente causado por la biosíntesis y
secreción de AIA producido por esta bacteria. Se ha demostrado que ciertas con-
centraciones de AIA exógeno pueden inhibir la germinación y el crecimiento ra-
dicular (Lambrecht et al., 2000). Sin embargo, se ha demostrado que esta hormona
está relacionada con la nodulación (Boiero et al., 2007).
La aplicación de Azospirillum spp. representa una nueva alternativa ten-
diente a mejorar la productividad a largo plazo del sistema agropecuario y puede
considerarse como una tecnología alineada con principios de agricultura susten-
table. Su uso permitiría reducir las elevadas cantidades de fertilizantes que gene-
ralmente se aplican sin detrimento de la producción, y con ello disminuir tanto el
costo de producción como los problemas derivados de su uso, principalmente la
contaminación (Okon y Labandera Gonzalez 1994; Fuentes-Ramirez y Caballero-
Mellado, 2005; Castro-Sowinski et al., 2007).
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Efectos de la co-inoculación de Rhizobium con bacterias del género Azospirillum ...
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Figura 1. Efecto de la inoculación con diferentes concentraciones de Bradyrhizobium ([1] 105; [2]
107 y [3] 109 ufc•semilla-1) sobre A) peso fresco y B) peso seco de nódulos en plantas de soja de
45 días. Las barras en los gráficos representan el error estándar. Letras distintas indican diferen-
cias significativas (p≤0.05).
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Efectos de la co-inoculación de Rhizobium con bacterias del género Azospirillum ...
Figura 3. Efecto de las diferentes concentraciones de co-inoculación con Az39 y Sp245 (ipdC-) en
los tratamientos con altas concentraciones de Bradyrhizobium sobre el peso seco de plantas de
soja de 45 días. Las barras en los gráficos representan el error estándar. Letras distintas indican di-
ferencias significativas (p≤0.05).
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
significativas cuando las semillas fueron inoculadas con dosis medias de Bradyr-
hizobium sin haber ejercido efecto la co-inoculación. La longitud total radicular
no presentó ninguna respuesta frente a la inoculación con los diferentes microor-
ganismos (Tabla 3).
Tabla 3. Área superficial y longitud total radicular de plantas de soja de 45 días inoculadas con di-
ferentes concentraciones de B. japonicum
Tratamientos (ufc.ml-1) Longitud total radicular (cm) Área superficial [mg Ca(NO3)2]
E109 105 2514,59 a 1,39 b
E109 107 2688,74 a 1,94 a
E109 109 2514,59 a 1,60 b
Letras distintas indican diferencias significativas (p≤0.05)
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Efectos de la co-inoculación de Rhizobium con bacterias del género Azospirillum ...
Con los resultados expuestos, se puede concluir que en esta etapa del pro-
yecto sólo se observó efecto a la co-inoculación sobre el peso fresco de plantas
de soja de 45 días. Sin embargo, no se puede confirmar que el efecto es debido a
la producción de AIA por parte de la cepa Az39 ya que no hubo diferencias con la
cepa mutante, por lo menos desde el camino de síntesis del indol-3-piruvato des-
carboxilasa. Este camino de síntesis es el más importante para la biosíntesis de
AIA por parte de A. brasilense (Prinsen et al., 1993).
En los demás parámetros evaluados (nodulación en raíz primaria y secun-
daria, peso fresco y peso seco total; altura, peso fresco y seco de planta; área su-
perficial y longitud total radicular) no hubo interacción entre tratamiento y
subtratamiento, sin embargo, se pudo observar un efecto de promoción ejercido
por Bradyrhizobium, variable según las concentraciones utilizadas. Este efecto
observado ya fue citado por Vargas et al. (2010) quienes reportaron que algunas
cepas de rizobios ejercieron diversos efectos de promoción de crecimiento en le-
guminosas y no-leguminosas. Dentro de los mecanismos que los rizobios ejercen
para promover el crecimiento está la producción de compuestos reguladores como
las auxinas, giberelinas, citocininas, etileno, ácido abscisico, alcaloides y fenólicos
(Ferguson y Lessenger, 2006); la solubilización de fosfatos (Rodriguez y Fraga,
1999) y el control biológico de patógenos (Ozkoc y Deleveli, 2001; Chao, 1990;
Hossain y Martensson, 2008).
Todas las variables de nodulación y las correspondientes a la biomasa aérea
(altura, peso fresco y seco) presentaron valores significativamente mayores cuando
las semillas fueron inoculadas con Bradyrhizobium en fase estacionaria (109 ufc·ml-
1
). En esta fase del cultivo las hormonas que se encontraban en mayor concentración
fueron las giberelinas y las citoquininas, pudiendo ser las responsables de la res-
puesta observada ya que Davies (1995) informó que las giberelinas regulan diversos
procesos en el crecimiento y desarrollo de las plantas, tales como la germinación, el
alargamiento caulinar, la floración y la fructificación, mientras Nandwal et al. (1981)
observaron que la adición exógena de citocininas promovía la iniciación del nódulo
e incrementaba el contenido de leghemoglobina. Las citocininas afectan no solo la
división celular sino también la dormición de la semilla, la floración, la fructificación
y la senescencia de la planta (Ferguson y Lesenger 2006).
La superficie y volumen radicular presentaron una respuesta positiva y sig-
nificativa cuando la inoculación fue con dosis medias de Bradyrhizobium, es decir
cuando el microorganismo se encontraba en la fase exponencial y cuyas concen-
traciones hormonales fueron de 2.145,0.273 y 0.210 de µg/ml de AIA, giberelinas
y citocininas, respectivamente. La mayor concentración de AIA puede explicar
esta respuesta en las raíces debido a que esta hormona promueve fundamental-
mente el desarrollo del sistema radicular (Cassán et al., 2009).
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Bibliografía
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Efectos de la co-inoculación de Rhizobium con bacterias del género Azospirillum ...
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Efectos de la co-inoculación de Rhizobium con bacterias del género Azospirillum ...
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Biofertilizantes. Desde lo Artesanal hasta la Producción
Industrial. Su aplicación en Argentina
Resumen
a Facultad de Cs Exactas, Fco Qcas y Naturales, Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC, 5800,
Río Cuarto, Córdoba, Argentina)
b Facultad de Ingeniería, Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC, 5800, Río Cuarto, Córdoba,
Argentina).
c Facultad de Cs Económicas, Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC, 5800, Río Cuarto, Cór-
doba, Argentina).
*srosas@exa.unrc.edu.ar / rosas.susanabeatriz@gmail.com
-437-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Introducción
Del área total del planeta (510072000 km2), la parte acuática representa el
71 % y la terrestre 29 %; de la parte terrestre, sólo el 13 % se puede utilizar para
la producción agrícola. Los alimentos a nivel global provienen en un 98 % de la
parte terrestre y un 2 % de la acuática.
En los últimos años, la tasa de crecimiento de la producción agrícola se ha
incrementado; existen tres fuentes principales de crecimiento en la producción de
cultivos: aumento de la tierra cultivada, incremento de la frecuencia de las cose-
chas y aumento de los rendimientos. Hay indicios de que podríamos estar llegando
al límite de las posibilidades para las tres fuentes (FAO, 2002).
Entre los años sesenta y noventa, la tierra de cultivo en el mundo sólo creció
11% mientras que la población mundial casi se duplicó. Como resultado, la tierra
de cultivo per cápita disminuyó 40 %, pasando de 0,43 ha a sólo 0,26 ha.
No obstante, a lo largo de este mismo período, los niveles de nutrición me-
joraron considerablemente y disminuyó el precio de los alimentos. La explicación
es que el crecimiento de la productividad redujo la cantidad de tierra necesaria
para producir la misma cantidad de alimentos en un 56 %.
Esta reducción, facilitada por el aumento del rendimiento e intensidad de cul-
tivos, compensó sobradamente la disminución de superficie per cápita (Figura 1).
-438-
Biofertilizantes. Desde lo Artesanal hasta la Producción Industrial. Su aplicación en Argentina
taminación). Los éxitos de esta estrategia han sido importantes, pero es una agri-
cultura energéticamente muy ineficiente y altamente contaminante, la cual ha oca-
sionado la pérdida de la diversidad biológica, disminución de los recursos
forestales, erosión del suelo, cambios climáticos, etc. Esta situación ha disminuido
la superficie apropiada para la agricultura, causando graves problemas ecológicos,
económicos y sociales. Por tal motivo, es necesario encontrar soluciones de pro-
ducción adecuadas. Las nuevas tecnologías deben estar orientadas a mantener la
sostenibilidad del sistema mediante la explotación racional de los recursos natu-
rales y aplicación de medidas convenientes para preservar el ambiente.
Uno de los requerimientos más importantes es el mantenimiento de la fer-
tilidad del suelo.
Tradicionalmente, la deficiencia de nutrientes, especialmente N, es corre-
gida a través de la adición de fertilizantes. Sin embargo, los altos costos limitan
su uso, sobre todo en los países en desarrollo, donde la necesidad de incrementar
la producción de alimentos es más urgente. Por otro lado, se estima que los cultivos
absorben entre un 20 a 40% del fertilizante aplicado, el resto se pierde por diversos
mecanismos, generando cuantiosas pérdidas económicas y contaminación am-
biental, tal como la eutrofización de cuerpos de agua, lluvia ácida, destrucción de
la capa de ozono y el incremento del efecto de invernadero (Duxbury, 1994). La
baja rentabilidad de la actividad agrícola impulsa la investigación para desarrollar
nuevos insumos, con el fin de proveer innovaciones tecnológicas que tiendan a
maximizar el ingreso. Bajo estas condiciones, se presenta la alternativa de utilizar
tecnologías compatibles con la actividad microbiológica para favorecer la nutri-
ción de las plantas.
Barbecho
Se denomina “barbecho” a la técnica por la cual la tierra se deja sin sembrar
durante uno ó varios ciclos vegetativos, con el propósito de recuperar y almacenar
materia orgánica y humedad, además de evitar patógenos, esperando a que sus
ciclos terminen, sin poder volver a renovarse, debido a la falta de hospederos dis-
ponibles. Cuando la tierra se deja en barbecho, ésta se deja descansar por uno o
varios años. Antes de volverse a cultivar, generalmente se hace limpieza de ésta
quitándole las malas hierbas, espinos, y malezas; entonces se dice que se “barbe-
chea”, es decir, se labra disponiéndola para que esté lista para la siembra. Es una
técnica muy usada en la rotación de cultivos por algunos agricultores para que
naturalmente se pueda restaurar el equilibrio del suelo. Ésta técnica ya se usaba
desde la antigüedad. En la Biblia se hacen múltiples referencias a ella, por ejemplo
-439-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
en Jeremías 4:3 y Oseas 10:12, donde se demuestra que era usada desde tiempos
bíblicos en el Medio Oriente por el pueblo agrícola judeocristiano al que se le en-
señaba a arar la tierra rompiéndola con barbecho y retirar los espinos de la misma.
Asimismo, en regiones amazónicas y andinas se utilizaba como parte del trabajo
agrícola para dejar “descansar” la tierra y que no se sobreexplotara. En Europa
empezó a ser habitual en la Edad Media, en donde las tierras de labranza se cul-
tivaban con una periodicidad en la que se alternaba el descanso y cultivo, haciendo
que en épocas de descanso se trabajara con el arado practicando el barbecho. El
barbecho supone un proceso agrícola para permitir que las cualidades del suelo
no se desgasten. Existen dos tipos de barbecho: labrado (aquel en el que se quitan
las malas hierbas) y sin labrar. Dentro de los barbechos labrados se encuentran el
barbecho labrado químico, en el cual se eliminan lasmalezas ó malas hierbas por
medio de herbicidas y el barbecho labrado mecánico que tiene más efectividad,
ya que es tratado con implementos que aceleran el proceso de descomposición al
enterrar las hierbas, por ejemplo el arado con disco.
El advenimiento de nuevas técnicas de producción agrícola ha llevado que
el término barbecho se desdoble según sea la referencia de significado perseguida,
perdiéndose en parte el primer significado. Así se irá dejando de hablar de barbe-
cho como período para la recuperación de nutrientes gracias al empleo masivo
de fertilizantes; en tanto que se comenzará a hablar de “barbecho químico” para
referirse al uso masivo de pesticidas para combatir a los agentes patógenos previo
a la siembra como también combatir malezas (Manual de Barbecho Químico).
Fertilizantes
Se sabe que el hombre comenzó a cultivar las tierras desde hace miles de
años, pero la historia de la fertilización se inició cuando los agricultores primitivos
descubrieron que determinados suelos dejaban de producir rendimientos acepta-
bles si se cultivaban continuamente, y que al añadir estiércol o residuos vegetales
se restauraba la fertilidad. El origen de la industria mundial de fertilizantes se ini-
ció a mediados del siglo XIX, periodo en el que se empezaron a comercializar
diversos tipos de fertilizantes. El importante incremento de la población mundial
en los últimos años viene exigiendo un constante reto a la agricultura para pro-
porcionar un mayor número de alimentos, tanto en cantidad como en calidad.
Desde el inicio del siglo XIX, la población mundial se ha incrementado un 550
por cien, habiendo pasado de 1000 millones a 6500 millones en la actualidad, con
unas previsiones de que se alcancen entre nueve y diez millones de habitantes en
el año 2050.
La imperiosa necesidad de aumentar la producción ante la demanda mundial
de alimentos genera una nueva agricultura, donde la tierra ya no se deja “en des-
-440-
Biofertilizantes. Desde lo Artesanal hasta la Producción Industrial. Su aplicación en Argentina
canso” sino que a la cosecha le sigue un nuevo período de siembra. Surge así el
advenimiento de los agroquímicos.
Existen dos grandes grupos de agroquímicos: pesticidas y herbicidas, utili-
zados en el control de plagas y el control de malezas, y los fertilizantes y aditivos,
aplicados para maximizar los rendimientos de cosecha y mejorar la calidad eda-
fológica. Ambos grupos pueden producir la contaminación de suelos y aguas su-
perficiales y subterráneas y causar también la intoxicación de seres vivos, incluido
el hombre, según la Asociación Argentina de Médicos por el Medio Ambiente
(AAMMA).
Es indudable que en los últimos tiempos, y en especial desde los años no-
venta, la Argentina ha incrementado notablemente el consumo de ciertos agroquí-
micos, relacionados directamente con un marcado avance hacia la
agriculturización (sojización) y pampeanización (exportación del modelo pampe-
ano hacia otras ecorregiones como el Chaco y el NOA) y una intensificación de
prácticamente todo el paquete tecnológico aplicado al sector.
Los fertilizantes se utilizan para aportarle los nutrientes que le hacen falta
a los suelos, que luego de su utilización en varios procesos de cosechas, sin un
descanso para su recuperación, no logran hacerlo de manera óptimamente para
seguir en el proceso de cultivo de las plantas y provoca un bajo rendimiento en
las cosechas. Es así que existen diferentes tipos de fertilizantes utilizados para
este fin. De índices muy alejados del elevado consumo de agroquímicos, como
los de Estados Unidos o la Unión Europea, Argentina los elevó notoriamente y
pasó de ser un país de relativamente bajo consumo de agroquímicos y fertilizantes,
a uno mucho más orientado hacia esta línea.
En la actualidad, el índice de riesgo relativo, vinculado al consumo de agro-
químicos en toda la Región Pampeana, se ha incrementado grandemente. El país
pasó de consumir menos de un millón de litros (dosis comercial) del herbicida
glifosato a poco más de 180 millones en la última campaña.
En el norte, la respuesta ambiental ha sido la aparición de malezas resis-
tentes como el Sorgo de Alepo. Como la maleza no puede ser controlada, se lo
hace nuevamente con “viejos” herbicidas, como el 2,4 D, el paraquat, MSMA
y otros, de capacidad tóxica mucho más elevada que el primero (Pengue, 2008).
El crecimiento y el uso de la tierra en áreas cercanas a las poblaciones obligaría a
que se comience a controlar más los productos utilizados, sus volúmenes, las ro-
taciones, las combinaciones, los coadyuvantes, la deriva (químicos llevados por
el viento) sobre la población, cuyas consecuencias están sólo pobre y parcialmente
estudiadas.
En 2005 se puso en marcha un proyecto denominado “La problemática de
los agroquímicos y sus envases, su incidencia en la salud de los trabajadores, la
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Microbiología y Agricultura
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Biofertilizantes. Desde lo Artesanal hasta la Producción Industrial. Su aplicación en Argentina
Los biofertilizantes
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Perspectivas
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Biofertilizantes. Desde lo Artesanal hasta la Producción Industrial. Su aplicación en Argentina
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Bacterias asociadas a la cutícula de insectos
y su rol como antagonistas de hongos patógenos
utilizados en control biológico
Resumen
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Introducción
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Bacterias asociadas a la cutícula de insectos y su rol como antagonistas...
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Figura 1. (a): Dalbulus maidis (Hemiptera: Cicadellidae). (b): Conidios de Beauveria bassiana ad-
heridos a la superficie cuticular y a los pelos cuticulares del insecto hospedador. Las flechas indi-
can la formación de los tubos germinativos y los puntos de entrada hacia el hemocele. (c): Micelio
de B. bassiana esporulado surgido a partir de un hospedador infectado. (d): Delphacodes kuscheli
(Hemiptera: Delphacidae). (e): Conidios de Metarhizium anisopliae adheridos a la superficie cuti-
cular y a los pelos cuticulares del insecto hospedador. Las flechas indican la formación de los
tubos germinativos y los puntos de entrada hacia el hemocele. (f): Micelio de M. anisopliae con
formación de esporodoquios (conidios dispuestos en empalizada) surgido a partir de un hospeda-
dor infectado.
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Bacterias asociadas a la cutícula de insectos y su rol como antagonistas...
Hongos entomopatógenos
Taxonomía
Los hongos son organismos eucariotas heterotróficos que se nutren por ab-
sorción, que se desarrollan mediante la formación de hifas tubulares ramificadas
y que se reproducen por medio de esporas sexuales y/o asexuales (Kendrick,
2000). Los organismos que responden a estas características conforman un grupo
filogenéticamente diverso, que comprende actualmente dos reinos: Straminipila
(= Stramenopila o Straminopila, = Chromista) y Eumycota (Alexopoulus et al.,
1996; Blackwell y Spatafora, 2004).
Hoy en día se reconocen más de 700 especies de hongos entomopatógenos
representantes de los dos reinos previamente mencionados, siendo la mayoría
miembros de los Eumycota (hongos verdaderos). A diferencia de los Straminipila,
los hongos verdaderos, en su mayoría no producen esporas móviles y sus paredes
celulares están conformadas por quitina (Alexopoulus et al., 1996). La división
Crytridiomycota contiene una única clase Chytridiomycetes (acuática y con es-
poras móviles), cuyo género con especies patógenas de insectos (dípteros) más
estudiado es Coelomomyces. Los entomopatógenos de las divisiones Zygomycota,
Ascomycota y Basidiomycota no forman esporas móviles y son principalmente
terrestres. Dentro de los Zygomycota, la mayoría de las especies entomopatógenas
se encuentran dentro de la clase Zygomycetes, orden Entomophthorales, los cuales
producen hifas cenocíticas donde ocurre alguna septación, esporas sexuales
(zygosporas) y en algunas especies esporas asexuales (azygosporas), ambas con
paredes gruesas y con la capacidad de actuar como estructuras de resistencia. Este
grupo también produce conidios asexuales uni o multinucleados que al germinar
originan conidios secundarios y terciarios. Los géneros más comunes incluyen a
Conidiobolus, Entomophaga, Entomophthora, Erynia, Pandora, Neozygites y Zo-
ophthora.
Unos pocos géneros de hongos entomopatógenos (Cordyceps, Torrubiela
y Ascosphaera) poseen un estado sexual, donde las esporas son producidas dentro
de ascos, y se clasifican dentro de la división Ascomycota. Sin embargo, el resto
de los géneros entomopatógenos más representativos de esta división (Aspergillus,
Aschersonia, Beauveria, Culicinomyces, Fusarium, Gibellula, Hirsutella, Hyme-
nostilbe, Lecanicillium, Metarhizium, Nomuraea, Isaria, Sorosporella y Tolypo-
cladium) parece haber perdido la capacidad de producir un estado sexual. Todas
las formas asexuales (anamorfos) de estos hongos producen esporas llamadas co-
nidios y debido a que el estado sexual (teleomorfo) de la mayoría de las especies
es desconocido, todos ellos han sido colocados tradicionalmente en la clase
Hyphomycetes dentro de la división Deuteromycota. Sin embargo, estas no son
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
categorías taxonómicas monofiléticas, por lo cual hoy en día han sido abandonadas
y reemplazadas por la clasificación en la clase Sordariomycetes, orden Hypocre-
ales, familia Clavicipitaceae (Hodge, 2003).
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Bacterias asociadas a la cutícula de insectos y su rol como antagonistas...
Son varias las investigaciones que han tenido como objetivo conocer el rol
que ejercen los microorganismos asociados a los insectos. Estudios efectuados en
años recientes han demostrado que varios microorganismos endosimbiontes (bac-
terias y hongos) poseen la habilidad de defender a sus hospedadores de los ene-
migos naturales como ser parasitoides y hongos entomopatógenos (Oliver et al.,
2003; Scarborough et al., 2005) y conformar con ellos asociaciones que podrían
considerarse mutualistas.
La mayoría de los estudios se han focalizado en las funciones que desem-
peñan los endosimbiontes en la alimentación y en la defensa frente al ataque de
patógenos y parasitoides, pero como mencionamos anteriormente son escasos los
estudios orientados a conocer el rol que cumplen los microorganismos que residen
en la superficie cuticular de los insectos. Por tal motivo, nosotros hemos investi-
gado como se comportan in vitro las bacterias aisladas a partir de los hospedadores,
frente a los hongos entomopatógenos que actúan como agentes de control bioló-
gico de los mismos (Figura 2). Nuestros ensayos demostraron que el 59% de las
cepas aisladas presentaron actividad antagónica frente al crecimiento micelial de
B. bassiana, ejerciendo el 53% de las mismas valores de inhibición del crecimiento
de las colonias fúngicas superiores al 40%. Asimismo hemos realizado ensayos
que han demostrado el efecto antagónico que poseen algunas de las cepas bacte-
rianas aisladas, frente a la germinación de los conidios de B. bassiana y al creci-
miento de las colonias de M. anisopliae (Toledo et al., 2011; Toledo et al., datos
no publicados), constituyendo nuestros estudios los primeros registros de cepas
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Bacterias asociadas a la cutícula de insectos y su rol como antagonistas...
Figura 2. (a) y (b): Conidios no germinados de B. bassiana (co) en presencia de bacterias bacili-
formes (ba) presentes sobre la superficie cuticular del insecto hospedador. En la figura b puede
observarse la presencia de tubos germinativos (tg) largos y errantes. (c): B. bassiana control, mos-
trando un crecimiento uniforme del micelio. (d-h): Crecimiento de B. bassiana en presencia de di-
ferentes cepas de Bacillus, mostrando los diferentes grados de antagonismo ejercido por las
mismas.
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Conclusiones
Es evidente que las bacterias presentes en el filoplano y en los suelos cul-
tivados pueden estar presentes en la cutícula de los insectos plaga y de esta manera
constituir un obstáculo en el accionar de los hongos entomopatógenos. Por tal
motivo resulta de fundamental importancia conocer las interacciones que pueden
ocurrir entre estos microorganismos para lograr una adecuada formulación de un
micoinsecticida y mejorar las recomendaciones de uso de B. bassiana y M. ani-
sopliae en un programa de Manejo Integrado de las Plagas
Bibliografía
-461-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Inconvenientes en el desarrollo de la Biodegradación
Resumen
Introducción
-465-
Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
-466-
Inconvenientes en el desarrollo de la Biodegradación
y los recaudos que se necesitan para que los microorganismo realicen su trabajo
de una forma óptima, lo que se traduce en malos resultados.
La Environmental Protection Agency (EPA), (2004) en sus capítulos de
libro es clara y presenta los parámetros generales que permiten arribas a buenos
resultados en bioremediaciones (Tabla 1).
Tabla 1. Parámetros que se deben analizar para las biorremediaciones (EPA, 2004)
Efectivo Necesita corrección Baja efectividad
Temperatura 10°C ≤ °T del suelo ≤ 45°C 10°C > °T del suelo > 45°C
Humedad 40% ≤ Cap ret. H2O ≤ 85% Cap ret. H2O< 40% Cap ret. H2O> 85% *
pH 6≤ pH ≤ 8 6>pH > 8
BAT >1000 UFC g -1 < 1000 UFC g -1
Metales pesados ≤ 2500ppm > 2500ppm
Concentración
del ≤ 50000% 50000ppm
hidrocarburo
* necesita drenaje o agregado de un cobertor.
BAT, bacterias aeróbias totales
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
El objetivo de este capítulo de libro es ver los casos en que fracasó la bio-
rremediación de hidrocarburos, evaluar en donde estuvo el error para que esto no
se vuelva a cometer, por lo que se muestran años de supervisión de bioremedia-
ciones realizadas en la Patagonia.
Uno de los errores más frecuentes es pensar que todos los hidrocarburos
son factibles de biodegradar. Es común desear biorremediar todo aquello que sea
negro, a veces con grandes piedras mezcladas, suelo muy antiguo en donde el con-
taminante ya se encuentra asfaltizado el cual por su composición rica en hidro-
carburos de alto peso molecular lo hace difícil de biodegradar en 24 meses. Esta
situación puede ser evitada estudiando el contaminante por dos técnicas diferentes.
Una de ellas es su cuantificación por soxhlet y pesada que extrae todos los hidro-
carburos presentes en el suelo. La otra es la utilización de la espectrofotometría
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Inconvenientes en el desarrollo de la Biodegradación
infraroja con transformada de Fourreir (FTIR) en donde se mide solo los hidro-
carburos de entre C6 y C35, que son el rango de los hidrocarburos factibles de
degradar. En la tabla 2 podemos ver dos ejemplos de pasivos ambientales que se
deseaba llevar a un repositorio para ser tratados por métodos biológicos y que los
mismos ya estaban asfaltizados. En estos casos la biodegradación no es el método
de elección ya que se puede observar que los valores en FTIR son muy inferiores
dado que este método no cuantifica los hidrocarburos de tipo polar, hidrocarburos
que si se cuantifican con soxhlet, por lo que esta contaminación se difícil resolverla
en corto tiempo.
Tabla 2. Porcentajes de hidrocarburos realizados por la técnica de soxhlet y por la determinación
de EPA 418.1 en infrarrojo.
Soxhlet IR
%hidrocarburo %hidrocarburos
Pasivo 1 11,57 0,2955
Pasivo 2 25,27 0,1911
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Figura 3. Pileta eutrificada por el agregado abundante de nutrientes para el desarrollo de bacterias
degradadoras de hidrocarburo. Microscopía de la zona eutrificada.
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Inconvenientes en el desarrollo de la Biodegradación
Con los datos presentados en la tabla 3, se puede calcular las cantidades ne-
cesarias para una biodegradación, si utilizamos la relación 100:10:1, llegamos a
que el nitrógeno presente es 6,25% del que se necesita y de fósforo 0,6%. Otro
problema que con este análisis se ve, es que el suelo presenta muchos hidrocar-
buros polares y que probablemente se debe realizar una cromatografía gaseosa
para asegurarse que los hidrocarburos alifáticos sean inferiores a hidrocarburos
de cadena de 35 átomos de carbono.
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
biopila y las mismas se encontraban entre los 13- 15 °C, lo que indica que no hay
un procesos biológico activo ya que las temperaturas de las biopilas son más ele-
vadas (EPA). Además las concentraciones de nutrientes inorgánicos están por de-
bajo de los valores recomendados, si bien el personal a cargo del tratamiento
informó que fueron agregados, estos se consumieron y no se volvieron a agregar.
La cantidad de hidrocarburos presentes y los porcentajes de hidrocarburos alifá-
ticos, aromáticos y polares son factible de degradar por este proceso. Sin embargo
estas biopilas no estaban en funcionamiento debido al mal control del proceso.
Tabla 4: Análisis físico químico de la biopila
Conclusiones
Los métodos biológicos son muy buenos cuando se aplican correctamente. Para
esto se necesita gente capacitada y que se realicen las determinaciones que co-
rresponden, de otra forma el proceso se alarga hasta incluso es difícil de llegar a
cumplir los objetivos de remediar el suelo contaminado.
Bibliografía
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
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Cambios físico-químicos y biológicos durante el
compostaje de residuos biodegradables de un
feedlot vacuno
Resumen
a
Instituto de Ciencias Químicas. Facultad de Agronomía y Agroindustrias-Universidad Nacional de
Santiago del Estero- Av. Belgrano (S) 1912-4200, Santiago del Estero, Argentina Tel:54-385-
4509583. *E-mail: inesdep@unse.edu.ar
b
Instituto de Ciencias Agrarias-CSIC-Madrid-España
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Introducción
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Cambios físico-químicos y biológicos durante el compostaje de residuos ...
ser usada en la agricultura sin que provoque efectos adversos (Costas et al., 1990;
Solivia et al., 2008).
Durante el proceso de compostaje, en una primera etapa se desarrolla la mi-
neralización, caracterizada por la degradación de la materia orgánica y el aumento
de los nutrientes asimilables que previamente estaban inmovilizados en forma or-
gánica, en la que, la actividad microbiana es máxima, Abarca la etapa termofílica
con temperaturas superiores a 55°C, posibilitando la reducción del poder germi-
nativo de las semillas contenidas en el material a compostar y la destrucción de la
actividad de los microorganismos patógenos (Lung et al., 2001). En la segunda
etapa el material se va estabilizando, la actividad microbiana está ralentizada y
predominan las reacciones de polimerización y de condensación del producto, ca-
racterizada por el aumento del contenido de los ácidos húmicos y por lo tanto, de
materia orgánica más estabilizada. (Paz et al, 2003, Moreno Casco y Mormeneo
Bernat, 2008).El compostaje es una metodología de tratamiento para desinfectar
y estabilizar materiales para su posterior utilización agrícola. (Parkinson et al.,
1999)
La estabilidad del producto esta relacionada con la degradabilidad micro-
biana de la materia orgánica remanente (a mayor estabilidad, menor degradabili-
dad y actividad microbiana), mientras que la madurez del producto está
determinada por el grado de estabilización de la materia orgánica alcanzado du-
rante el proceso. Un compost maduro debe ser un producto sin sustancias fitotó-
xicas que pueda afectar el crecimiento vegetal (Garcia-Gil et al., 2003).
En Mazzarino et al. (2012), se informa sobre los indicadores para determi-
nar la estabilidad y madurez del compost, que fueron propuestos en diferentes pu-
blicaciones. Se aclara que la diferencia de valores límites para un mismo parámetro
podría ser atribuida a la problemática de la escasa estandarización de las metodo-
logías y a las diferentes características del material compostado. Se destaca que
no existe un único parámetro de madurez que sirva para todo tipo de material ori-
ginal, por lo que se recomienda realizar el análisis de varios parámetros y verificar
que dichos valores límites se mantengan durante la fase de madurez. Para deter-
minar la estabilidad del compost, se aconseja por sencillos y menos costosos, cuan-
tificar la evolución de: temperatura, % carbono soluble en agua (CHS) (<4-17 g
kg-1), relación CHS/N total (<0,3-0,7), disminución de la producción de CO2 a
valores menores de 120 mg C-CO2 kg-1 h-1, y para la madurez se aconseja el con-
tenido de amonio (<400-500mg N-NH4 kg-1), la relación amonio/nitrato (<0,10-
0,3) y el índice de germinación (>80%).
Residuos evaluados
Sólidos biodegradables extraídos de la limpieza de un corral (luego de 2 meses
de engordar 150 vacunos) del establecimiento Hotelería en feedlot Don Corral.
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Tecnología de tratamiento
Compostaje, en pilas al aire libre (1,8-2,0 m de altura), con volteos perió-
dicos para mantener la aireación (semanales hasta finalización etapa termófila y
luego mensuales), control de la humedad (40-50% hasta finalización etapa termó-
fila, 30-40% hasta final) y control de la temperatura (55<TºC<70 durante mas
de15 días –en etapa termófila). En la Figura 1 se muestra la cancha de compostaje
con dos pilas de excremento vacuno en proceso de compostaje.
Variables metodológicas
El pH y conductividad eléctrica (CE) del extracto acuoso en relación
1:2,5 y 1:10 (sólido:líquido), respectivamente; nitrógeno total (NT) por
Kjeldhal; Materia orgánica (MO) calcinación a 550ºC, carbono orgánico
total (COT) y carbono hidrosoluble (CHS) (solución acuosa 1:10) método
de Walkley y Black (oxidación con dicromato de potasio), Nitrato y amonio
por método colorimétrico. El carbono extraíble (CSHT) con Na2P2O7
0,1M a pH=9,8, con posterior separación del carbono precipitado (CAH)
de dicho extracto a pH=2, y del soluble a pH=2 (CAF). Respiración edáfica
(RE), por incubación durante 24 hs determinando el CO2 capturado en
NaOH 0,1 M, titulando con HCl 0,1 M. (Weaver et al, 1994). Coliformes
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Cambios físico-químicos y biológicos durante el compostaje de residuos ...
totales fueron aislados con Eosina azul de metileno agar (Levine) y la Sal-
monella con Salmonella Shigella agar de Laboratorios Britania, ambos in-
cubados en aerobiosis a 35 ºC, durante 24hs.
Temperatura
La T es uno de los principales parámetros para monitorear el proceso de
compostaje, ya que sus valores están relacionados con las reacciones biológicas
que tiene lugar así como con la capacidad de higienización del proceso, que con-
lleva a la eliminación o disminución notoria de microorganismos patógenos po-
tenciales para el hombre y para cultivos receptores del compost. (Garcia Gil et al,
2003).
Muchos factores, tales como la naturaleza de la materia orgánica que se
composta, la disponibilidad de nutrientes, contenido de humedad, tamaño del ma-
terial a compostar, así como el grado de aireación pueden explicar la intensidad y
los cambios en la Temperatura. (Charest, Beauchamp, 2002)
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Tabla 1. Evolución de la temperatura (parte superior y media de la pila) con el tiempo de com-
postaje
Tiempo(días) 1 14 31 34 39 44 49 52 68 83
T superior (°C) 45,3 71,9 61,0 68,5 68,0 62,4 61,7 52,2 37,5 31,9
T medio (°C) 50,9 60,3 63,1 64,9 63,0 55,2 53,6 49,2 32,6 31,2
Coliformes totales
Materiales Salmonella
(u.f.c. g -1)
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Cambios físico-químicos y biológicos durante el compostaje de residuos ...
pH y Conductividad eléctrica
Para lograr el máximo crecimiento y actividad de los microorganis-
mos durante el proceso de compostaje aeróbico, el rango de pH entre 6,0-
8,0 es el más favorable. Los cambios del pH con el tiempo de
compostaje-maduración se muestran en la Tabla 3. Al inicio del proceso de
compostaje, se registraron valores superiores a 8, descendiendo a los 45
días a 7,2 posiblemente debido a la formación de ácidos orgánicos durante
la degradación de la materia orgánica fácilmente biodegradable. El posterior
aumento a valores de 8,6 es probablemente debido a la formación de bases
amoniacales procedentes de la biodegradación de compuestos nitrogenados
(proteínas, amino-ácidos, etc), favoreciendo la formación de amoníaco.
(Zaha et al, 2011). Luego de los 196 días desciende a valores próximos a
la neutralidad como resultado de la formación de ácidos húmicos con ca-
pacidad buffer y a la oxidación del amonio por bacterias nitrificantes y pre-
cipitación de carbonato de calcio. (Tognetti et al., 2007, Kahlil et al., 2011).
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
Tabla 4. Variación del contenido de materia orgánica y las distintas fracciones de Carbono con el
tiempo de compostaje y la estabilización de los residuos tratados
C.SHT/
Tiempo COT M.O. M.O./C C.SHT C.AF C.AH C.AH/C CHS CHS/
COT
(días) (%) (%) OT (%) (%) (%) (%) .AF (%) (g/kg) NT
(%)
0 26,9 57 2,1 3,51 2,04 1,47 0,72 0,13 4,9 0,29
7 20,3 44 2,2 2,96 1,66 1,30 0,78 0,15 5,0 0,33
30 18,5 36 2,0 2,86 1,44 1,42 0,98 0,15 6,8 0,57
45 17,2 33 1,9 1,69 1,19 0,5 0,42 0.10 4,6 0,35
75 22,0 40 1,8 2,04 1,39 0,65 0,47 0,09 2,7 0,21
95 18,7 36 1,9 2,20 1,42 0,78 0,55 0,12 2,5 0,19
145 17,05 31 1,8 2,47 1,43 1,04 0,73 0,14 2,6 0,20
173 15,0 30 2,0 2,67 0,86 1,81 2,10 0,18 2,2 0,17
196 14,9 30 2,0 2,56 0,69 1,87 2,71 0,17 1,4 0,11
266 15,1 32 2,1 2,58 0,65 1,93 2,97 0,17 1,7 0,09
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Microbiologia Agrícola. Un aporte de la Investigacion en Argentina. Segunda Edición
N-NH4+
4687,5 4257,0 2519,5 2656,3 2187,5 1835,9 1642,3 1328,2
(mgNH4+/kg)
N-NO3-
191,9 247,5 416,0 520,3 621,1 1256,3 3238,8 6157,7
(mgNO3-/kg)
N-NH4+ /N-NO3- 24,4 17,2 6,1 5,1 3,5 1,5 0,5 0,2
C-CO2
522,5 449,2 357,2 419,5 311,8 255,2 156,3 110,0
(mgCO2/kg/h)
N-NO3- /C-CO2 0,37 0,55 1,160 1,24 1,99 4,92 20,72 55,98
C-CO2/ COT
19,4 22,5 20,8 19,1 16,7 17,0 10,5 7,3
(mgC-CO2/gCOT)
Respiración edáfica
La respiración microbiana es considerada como una segura medida de la
actividad microbiana y es un buen indicador de la velocidad de mineralización de
la materia orgánica así como un buen índice de la evolución del proceso de com-
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Conclusiones
Bibliografía
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Índice
Correa, Olga S., Viviana M. Microorganismos nativos para una gestión susten-
Chiocchio, Marcela S. table de los ecosistemas terrestres .......................... 195
Montecchia, Micaela Tosi,
Agustina Fernandez
Di Pardo, Ester Simonetti,
Federico Spagnoletti,
Oksana Sydorenko,
Jimena Vogrig.