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SINONIMIA
SINONIMIA
SINONIMIA
I. MARQUE LO CORRECTO
1. Andrés tiene miedo a lo desconocido, entonces padece de:
A) distrofobia
B) criptofobia
C) agorafobia
D) nictofobia
E) helmintofobia
SINÓNIMOS
1. ETIMOLOGÍA:
Los sinónimos son los vocablos que están relacionados por sinonimia,
esto significa, las expresiones tienen la misma o muy parecida
significación o acepciones equivalentes.
BLOQUE I
1) sima ( ) irracionalidad
2) coloquio ( ) meditar
3) inicuo ( ) aprensivo
4) probo ( ) credibilidad
5) cavilar ( ) temblar
6) pusilánime ( ) vil
7) manumitir ( ) desgraciado
8) verosimilitud ( ) derrochar
9) trepidar ( ) insano
10) encono ( ) raído
11) abyecto ( ) conversatorio
12) nefasto ( ) injusto
13) disipar ( ) honrado
14) vesánico ( ) abismo
15) raudo ( ) liberar
16) ajado ( ) tirria
17) babel ( ) rápido
18) fastidio ( ) laberinto
19) encomio ( ) desazón
20) arbitrariedad( ) loor
BLOQUE II
1. Propagado : …………………………..……..……..
2. Prorrogar : ………………………………………..
3. Encomio : ………………………….………..…..
4. marasmo : ……………………….………..……..
5. Códice : ………………………………………..
6. Dadivoso : …………………………..……….…..
7. Transparente : ………………………..……………..
8. Remedio : …………………..…………………..
9. Hebra : …………………….....……………...
PRÁCTICA
COMPRENSIÓN LECTORA
TEXTO 1
¿Revisas tu smartphone cada cinco minutos? ¿Has sentido vibraciones
fantasmas? ¿Te llevas tu celular a la mesa e incluso hasta al baño? Si
es así, seguramente perteneces a las millones de personas que padecen
«nomofobia». El término surgió como abreviatura de no-mobile-phone-phobia
durante un estudio realizado por la empresa inglesa de investigación
demoscópica You Gov, para señalar la ansiedad y angustia que produce el
estar sin celular. Si bien la denominación «fobia» podría ser incorrecta, un
estudio conducido por el psicólogo Richard Balding de la Universidad de
Worcester en Reino Unido, reveló que, efectivamente, el uso constante de
estos aparatos aumenta los niveles de estrés, lo que a su vez incrementa los
comportamientos compulsivos como el buscar incesantemente nuevas
alertas, mensajes y actualizaciones. Durante el experimento, se les aplicó un
cuestionario y una prueba psicosomática de estrés a 100 participantes, entre
ellos estudiantes universitarios y empleados de diversas categorías y
ocupaciones. Se confirmó la existencia de un círculo vicioso: si bien las
personas adquirían el smartphone para manejar su carga de trabajo, una
vez que el aparato extendía virtualmente su vida social, la angustia y el estrés
se disparaban. La inhabilidad de apagar el celular, el tenerlo siempre a la
mano, el asegurarse de que nunca se acabe la pila y el miedo a perder la señal
son algunos síntomas de quienes sufren altos niveles de estrés. En México,
existen más de 190 millones de smartphones: el 72% de los usuarios no salen
de su casa sin su celular, según un informe realizado por Google, la
consultora IPSOS y Mobile Marketing Association.
TEXTO 2
La frontera entre erotismo y pornografía sólo se puede definir en términos
estéticos. Toda literatura que se refiere al placer sexual y que alcanza un
determinado coeficiente estético puede ser llamada literatura erótica. Si se
queda por debajo de ese mínimo que da categoría de obra artística a un texto,
es pornografía. Si la materia importa más que la expresión, un texto podrá ser
clínico o sociológico, pero no tendrá valor literario. El erotismo es un
enriquecimiento del acto sexual y de todo lo que lo rodea gracias a la cultura,
gracias a la forma estética. Lo erótico consiste en dotar al acto sexual de un
decorado, de una teatralidad para, sin escamotear el placer y el sexo, añadirle
una dimensión artística. Ese tipo de literatura alcanzó su apogeo en el siglo
XVIII. Los de ese siglo son grandes textos eróticos que a la vez son grandes
textos artísticos. A esto habría que añadirle que en ellos hay una carga crítica
que hoy se ha perdido. Los autores de esa época creían que escribir de esa
manera, reivindicar el placer sexual y darle al cuerpo ese tratamiento reverente
era un acto de rebeldía, un desafío a lo establecido, al poder. Los escritores
eróticos eran, pues, pensadores revolucionarios. Diderot, por ejemplo. O
Mirabeau, que desde la prisión escribe a Sofía de Monnier cartas de un
contenido sexual muy fuerte. Para él esos escritos forman parte de una lucha
por la transformación humana, por la reforma social. El caso más extremo sería
el marqués de Sade, aunque no creo que de los textos de Sade pueda decirse
que son de exaltación del placer erótico. Hay algo intelectual, obsesivo, casi
fanático en sus demostraciones sexuales. Sea como fuere, el reconocimiento
del derecho al placer es en el siglo XVIII un instrumento para conseguir un
mundo mejor, más libre, más auténtico, menos hipócrita, un medio para liberar
al individuo de las iglesias, de las convenciones. Eso no se vuelve a alcanzar.
El erotismo en el siglo XIX se convierte en un juego muy refinado. Y en el XX
se banaliza, se vuelve superficial y previsible, se comercializa, en el peor
sentido de la palabra. Ya no genera experimentación formal y pierde su carga
crítica, salvo en casos excepcionales, como el de Bataille. Los escritos de
Georges Bataille son profundamente revulsivos, muy desafiantes con las
últimas convenciones. A la vez son más lúgubres y siniestros. Los suyos son
más textos de perversión que de asunción del placer, pero es uno de los
escritores modernos en los que el erotismo va acompañado de una gran
audacia artística.