Iniciación A Las Astrología Cabalística BLQ 2
Iniciación A Las Astrología Cabalística BLQ 2
Iniciación A Las Astrología Cabalística BLQ 2
1. Introducción
En el bloque anterior hemos iniciado este apasionante curso de Astrología
Cabalística que nos legó Kabaleb. Hemos introducido cada uno de los doce signos
del zodiaco, desde el punto de vista constituyente, es decir, en el orden de la Creación
que, según nuestro punto de vista, es el más coherente. Los signos representan la
energía que movemos en nuestro interior.
Hemos visto que el Fuego representa el impulso inicial. Que el Agua aporta la
parcela emocional. Que el Aire le pone razón y coherencia. Y que la Tierra es la que
cohesiona todos los proyectos.
Ahora vamos a abordar las Casas Terrestres, que son los canales a través de los
cuales exteriorizamos nuestra energía. Dicho de otro modo, es como nos mostramos
a los demás o como recibimos la energía que nos llega de la sociedad. Igual que los
signos, habrá Casas de plantación, de interiorización y de exteriorización.
Los 12 signos del zodíaco se encuentran doblados por las llamadas Casas terrestres.
¿Qué representan estas Casas? Veámoslo. Los signos, ya lo hemos dicho, son la
semilla con la que se constituyó nuestro universo. Nosotros, como universo en
miniatura que somos, estamos formados por esa semilla zodiacal. Pero los elementos
químicos de nuestro cuerpo necesitan una constante alimentación; es decir, esas
semillas que hay en nosotros necesitan una renovación continua de su potencialidad
y sin el contacto permanente con la fuente zodiacal, no nos sería posible existir.
Por ello es preciso que existan canales, para que las fuerzas cósmicas puedan ser
proyectadas en el ser humano. Para que el agua de la lluvia llegue al mar, existe el
canal de los ríos. Para que la fuerza eléctrica llegue a los hogares existen los hilos que
la conducen. Y para que las propiedades de los signos del zodíaco puedan esparcirse
por nuestro organismo psíquico, emocional y físico, deben también existir canales.
Esos canales son las doce Casas terrestres. El hecho de escribir las Casas con
números romanos (I, IV, VII y X), es solamente para resaltar, de una manera gráfica,
su importancia respecto a las otras casas.
Esos doce canales, no solo servirán para transmitir a nuestros cuerpos las pulsiones
zodiacales, sino que a través de ellos transmitiremos el contenido de nuestro
micro-universo al mundo que nos rodea. Por un lado recibimos la energía de arriba y
por otro expulsamos las nuestras, de modo que las Casas son vías neutras, cuya
función es la de canalizar un determinado tipo de propiedades.
Los signos del zodíaco empiezan con Aries, que representa el punto este del universo
solar. La Casa I o Ascendente será, pues, la que corresponda a Aries y señalará, desde
el lugar en que nacemos, en la tierra, el signo que en aquel momento se encuentra en
el horizonte este. Como se sabe, la Tierra da una vuelta completa sobre sí misma
en el espacio de 24 horas, de forma que si observamos el cielo desde un punto
cualquiera, en 24 horas veríamos aparecer sucesivamente los 12 signos, cada uno a
intervalos de dos horas.
Así pues, cada dos horas el Ascendente cambiará de signo, puesto que con intervalos
de dos horas los signos que se encuentran en el este, observados desde un punto fijo
de la Tierra, irán cambiando. Si un niño nace al amanecer, su Casa I o Ascendente se
encontrará allí donde se encuentra el Sol, pero si nace al atardecer, su Ascendente se
encontrará en el signo opuesto al ocupado por el Sol. Por ello, para levantar una carta
astral, es preciso saber el lugar y la hora de nacimiento de la persona, además
de la fecha, ya que sin ese dato no pueden colocarse las Casas terrestres en un tema
natal. En el caso que falte la hora, el cálculo de las Casas se realiza a partir del Sol.
El cálculo de estas Casas se limita a una simple operación. Hoy día lo más fácil es
acudir a un programa de Internet para que realice el cálculo de nuestra carta astral.
Cada signo del zodíaco tiene 30 grados, así que resultará lógico que para la
exteriorización de esta energía también se cuente con treinta grados. De este
modo, estaremos trabajando con lo que se llama el sistema de Casas iguales.
Partiendo del Ascendente, situaremos las demás Casas en el mismo grado que éste.
Es decir, si el Ascendente se sitúa a diez grados de Acuario, la casa II estará a 10 de
Piscis, la casa III a 10 de Aries y así consecutivamente. Se contará que la Casa ocupa
el signo entero. En el ejemplo anterior, el Ascendente ocuparía todo el signo de
Acuario, aunque su punta estará a 10 grados. La Casa II, todo el signo de Piscis…
El orden que seguimos para contar las Casas es el del zodiaco constituido: Aries,
Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario
y Piscis. Así, si el Ascendente está en Géminis, la II estará en Cáncer, la III en Leo…
En cambio, para presentarte aquí las Casas, lo hacemos en el orden creativo,
siguiendo el orden constituyente, el decir: el Ascendente, la V, la IX, la IV, etc. de este
modo comprenderá mucho mejor lo que representa cada Casa.
3. Casa I o Ascendente
4. Casa V
5. Casa IX
6. Casa IV
7. Casa VIII
Los aspectos disonantes planetarios sobre este sector indicarán que el estado de
fortuna de nuestro cónyuge y aliados es precario; que será difícil que su dinero llegue
hasta nosotros, y si su estado de fortuna es bueno, tendrán dificultad en heredar.
También indicará , en otro orden de cosas, la calidad de nuestros amantes. En casos
severos podría mostrar disfunciones del aparato reproductor, problemas en las
relaciones sexuales, en los partos, en la inseminación. Cambios bruscos.
El excesivo número de planetas sobre este sector será indicio de dependencia de la
fortuna de los demás y de estar atado a intereses, a capitales y problemas
económicos. Demasiados planetas en la Casa VIII, también podría producir un
exceso de amor propio que derivará, seguramente en egoísmo desproporcionado,
en tener un exceso de magnetismo que atraerá a demasiados amantes,
hipersexualidad.
La Casa VIII es una Casa He, de interiorización y en ella actúa Hochmah.
8. Casa XII
9. Casa VII
10. Casa XI
12. Casa X
13. Casa II
14. Casa VI
Con el servicio están los servidores, los inferiores, los elementos que viven en el
mundo que pretendemos dejar por otro más elevado, de modo que en este sector del
horóscopo vemos el perfil de los que están a nuestro servicio, de aquellos sobre los
que tenemos mando y autoridad, y que encontraremos en otra vida mandando sobre
nosotros si no sabemos darles su merecido, renunciando a sus servicios.
En esta Casa VI están las cadenas que nos atan al pasado y que nos impiden
evolucionar. Si vivimos atentos al contenido de nuestra Casa VI, pagaremos
religiosamente los favores que se nos pidan y que suponen casi siempre una
humillación, ya que para pagar tenemos que descender a un mundo más bajo,
tenemos que inclinar la cabeza, puesto que los que nos pasan factura son residentes
de ese mundo inferior.
Los manuales de astrología dicen que en este sector están inscritas las pequeñas
enfermedades y es natural que sea así porque no podemos perder materia sin
producir un desequilibrio en nuestro estado. Todos los que se encuentran en la vía de
conquista de la espiritualidad, saben que la fase de salud quebradiza es ineludible en
su ascenso, mientras no se conquista un nuevo equilibrio a un nivel más elevado.
Los aspectos disonantes sobre este sector anunciarán salud precaria, problemas de
salud, enfermedades, retrasos, molestias. Anunciarán igualmente servidumbre,
subordinación a otras personas, mientras que los buenos aspectos anunciarán
dominación sobre los servidores. Con disonancias la persona tendrá tendencia a
creer que los demás la explotan, que se aprovechan de ella y así pondrá muchos
impedimentos a la hora de realizar los servicios que le tocan y esto la abocará a una
mala salud.
Si un excesivo número de planetas se encuentran situados en la Casa VI, significará
que el tiempo de pagar ha llegado ineluctablemente y la persona tendrá que saldar
sus deudas a la fuerza, lo cual lleva implícita una disminución de su libertad y una
sujeción a la ley del karma. Tendrá la impresión que se pasa la vida al servicio de los
demás y que apenas le queda tiempo para ella.
La Casa VI es una Casa Vav, de exteriorización y actúa bajo la ley de Binah.
15. Epílogo
Las doce Casas terrestres no son productoras de energía, sino simples canales de
exteriorización de nuestro potencial. La semilla zodiacal se encuentra viva y
activa en nosotros, convirtiéndonos en pequeños zodíacos portadores de poder
creador. Nuestro Ego Superior utiliza esas semillas igual que el Dios de nuestro
sistema solar utilizó las energías zodiacales para construir su universo.
Con las propiedades zodiacales infusas en nosotros, en nuestro cuerpo mental, de
deseos y físico, el Ego Superior crea igualmente su pequeño universo y las doce Casas
son los canales por los que nuestra esencia es derramada al exterior.
Preguntas
1.- ¿Qué aspectos de la vida rigen cada una de las doce Casas?
2.- Exponer las conclusiones a las que da lugar la superposición de las Casas
terrestres que se encuentran en signos de Fuego en tu carta astral.
III.- Ídem sobre las que se encuentran en signos de Agua.
4.- ídem en signos de Aire.
V.- ídem en signos de Tierra.
Tú Decides
• Ejercicios que podrás aplicar a tu día a día para así poner en práctica
los conocimientos adquiridos mediante los textos básicos.
• Una consulta personal de una hora al mes con Tristán Llop sobre los
cursos. En ella podrás profundizar sobre los temas que más te
interesen, a la vez que formulas las preguntas que te vayan surgiendo.
Se trata del plan ÉLITE, que consta del mismo material extra y la
consulta del plan Premium, más una consulta de coaching personalizado
al mes.
Los planetas
Regencias de cada planeta
Urano
Saturno
Júpiter
Marte
Sol
Venus
Mercurio
Luna
Neptuno
Plutón