Beethoven 2 PDF
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Se muestran con claridad sus principales herencias. El sonido masivo, contundente y en bloques
característico de Händel, el principio de elaboración motívica o el efecto sorpresa de Haydn, la
investigación armónica de Mozart o determinados recursos habituales en la música para piano
de Clementi y Dussek (enfrentar un acompañamiento en Bajo Alberti con una melodía cargada
de apoyaturas, rápidas escalas que recorren todo el teclado de múltiples formas –octavas,
arpegios, cromáticamente, movimientos paralelos, contrarios-).
Sin embargo éstas conviven con sus rasgos propios, que se muestran tempranamente:
1-contradicción constante entre su acercamiento a las formas clásicas y su transgresión.
2-melodías características “recitativo instrumental”, formadas por motivos breves, de pocos
sonidos que son más pronunciados que cantados, dichos a base de potentes golpes rítmicos)
3-el contraste como lenguaje básico de expresión musical, en todos sus niveles: registros,
matices, articulaciones, tonalidades. En realidad es realidad una continuación del efecto
sorpresivo utilizado por Haydn pero llevado hasta sus últimas consecuencias, mucho más
dramáticas.
4-.el silencio como recurso dramático
SINFONÍAS
De la nº3 a la 8. En ellas aparecen delimitados los rasgos de su lenguaje sinfónico:
…temas expuestos por diferentes timbres orquestales, que adquieren diferente carácter en cada
presentación (distintas posibilidades de una misma idea),
…agrupación frecuente de vientos y timbales,
…cuerdas claramente percusivas en articulación,
…repeticiones de un sonido o acorde,
…asincopamientos entre cuerdas y vientos,
…finales prolongados que crean la sensación de música inagotable.
CUARTETOS DE CUERDA
Compuso 5 (op.59 -3-, op.74 -1-, op.95 -1-), y en ellos, igual que ocurrió con las sinfonías, abre
y plantea nuevas posibilidades para la música de cámara. En ellos Op.59 (3), op.74 (1) y op.95
(1).
1) su publicación ya indica una trasgresión. Tres en el primer opus, y los otros dos, individuales
cuando lo habitual era recopilar seis. También sus dimensiones eran extraordinarias para
entonces con más de 10’.
2) exploró nuevos trimbres, tanto en conjunto como individualmente, planteando para ello
una escritura más amplia de registro, buscando los sonidos extremos, además de una
articulación con más enfoque en el acento que en la melodía (más percusiva y menos
legato e cantabile, habitual en ésta conjunto).
3) tomó las formas clásicas de un modo poco riguroso disolviendo los límites entre
secciones, mostrando amplísimos desarrollos o Codas de gran extensión.
TERCER PERIODO (1816-1827)
Momento de introspección en el que Beethoven inicia un proceso doloroso y complejo hacia su
mundo interior, llegando a vivir como un ermitaño. Su padecer fue en aumentó debido a
situaciones familiares (la lucha por la custodia de su único sobrino, Carl), fracasos sentimentales
(Amada Inmortal) y la sordera inexorable. Los conocidos “cuadernos de conversación” (se han
conservado casi 200) nos muestran una parte de sus relaciones con el resto del mundo. De éste
período destacan las cinco últimas sonatas para piano (desde la Op.101 a la Op.111), la 9ª
Sinfonía, la Misa Solemnis y los últimos seis cuartetos de cuerda (Op.127 a 135).
SINFONIAS
Es el momento de la emblemática “Novena” que nació a partir de tres proyectos anteriores; una
sinfonía al uso, una Cantata sobre el tema de Schiller “Oda a la Alegría” y una sinfonía que
incluyese la voz humana. Supone un punto de referencia para todo el sinfonismo posterior. Fue
estrenada con un clamoroso éxito en la Viena de 1824 tras un proceso creativo largo, de casi 10
años. En ella, el maestro de Bonn abandona los marcos convencionales y no se conforma con lo
ya conseguido; asume un riesgo máximo e incluye en el último movimiento (inmenso Finale de
proporciones colosales) la voz humana. Todo el tratamiento de la orquesta trabajado en el paso
de los años, es llevado aquí a sus últimas posibilidades formales, técnicas y expresivas. Para
incluir la voz humana abre paso a través de cello y contrabajos con un motivo recitado que será
después asumido por el baritono, al que seguirá todo el coro. ”Oh amigos, no estos sonidos, en
su lugar, cantemos otros más agradables y alegres”. Y siguiendo algo habitual en él, desplaza
el centro de gravedad de la composición al final, al último movimiento.
CUARTETOS DE CUERDA
Después de componer la Misa Solemnis en Re (1823) y la 9ª Sinfonía (1824), abandona las
composiciones de gran envergadura para centrarse en los Cuartetos de Cuerda (abandonados
hacía 14 años). Esta agrupación de cámara le permitía adentrarse en los secretos de la polifonía
de un modo más sobrio e íntimo (más apropiado con su propia trayectoria vital) y al mismo
tiempo, trabajar líneas melódicas independientes y conectadas a través del contrapunto, algo que
siempre admiró de la obra de Bach.
Un total de seis obras que van desde el op..127 (1825) hasta el op.135 (1826), y en ellos igual
que ocurría en las últimas Sonatas para piano, se enfoca con más en la naturaleza cantabile de
los instrumentos de arco y menos en la percusica (más en la melodía y menos en el acento). Las
formas clásicas se desintegran en obras con 5, 6 o 7 movimientos y el bitematismo de la sonata
clásica será sustituido por “la idea única” circulando por el movimiento (influencia evidente de
Bach y la Fuga).