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ASpectos Geneales Del Enfoque Sistemico

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CONCEPTOS GENERALES SOBRE EL ENFOQUE

SISTÉMICO

En el presente capítulo abordaremos diferentes conceptos sobre el enfoque


sistémico. Entre los principales resaltaremos la familia como sistema, el enfoque
sistémico, los tres modelos de la terapia sistémica, la primera entrevista familiar y,
dentro de esta, nos referiremos a los objetivos principales: el diagnóstico,
motivabilidad, celebración del contrato y preparación orientadora para la terapia
ulterior.

1.1 La familia como sistema

“La familia es un sistema en donde sus miembros se comunican entre si, bajo
reglas propias y con el transcurso del tiempo se van elaborando pautas de
interacción. Estas pautas constituyen la estructura familiar y a su vez rigen el
funcionamiento de la familia, definen su gama de conductas y facilita su interacción
recíproca”1.

Desde la teoría sistémica la familia es considerada como un grupo de pertenencia


primario, donde se establecen una serie de lazos afectivos y sentimientos. En este
espacio el sujeto forja expectativas, aprende, afianza sus valores, creencias y
costumbres. Va vivenciando los primeros procesos de socialización que en lo
posterior van a facilitarle la adquisición de una serie de conductas. En estos procesos
de socialización el ser humano sabe que influye en la conducta de los otros y que
ellos influyen en la suya. A esto Martín Wainstein llama interdependencia mutua.

Según Salvador Minuchin y Charles Fishman2 los miembros de una familia no


siempre sienten que son parte de un sistema. Cada uno se ve como una unidad
interactuando con otras, siendo el concepto sistémico el que crea un sentido de
totalidad, presentando una noción de familia como un todo que no sólo puede
entenderse a partir del conocimiento individual de sus miembros.

1
Salvador Minuchin, Familias y terapia familiar, Ed. Celtia, Buenos Aires, 1983, Pág. 24.
2
Cf. Salvador Minuchin y Charles Fishman, Técnicas de terapia familiar, Ed. Paidós, Barcelona,
Pág. 25.

1
El funcionamiento integral de la familia es interdependiente, cualquier cambio que
se origine en una parte del sistema incide en otra. Esto implica un proceso de
adaptación porque, al incidir en un miembro, se transforma todo el sistema. Lo dicho
se fundamenta en la siguiente premisa: “Los problemas y los síntomas reflejan una
adaptación del sistema a su contexto total, en un momento dado en el tiempo”3.

1.2 El enfoque sistémico

La terapia familiar o sistémica comienza a desarrollarse en Estados Unidos a


partir de la década de los 50. Su aparición promovió una forma nueva y diferente de
entender el comportamiento humano. Los terapeutas familiares sostienen que los
problemas psicológicos se desarrollan y se mantienen dentro del contexto social de
la familia.

“Esta perspectiva cambió el enfoque a cerca del origen de los problemas y el


modo de intervención: interno e individual (psicoanálisis) o externo e individual
(conductual), hacia la interacción familiar. La terapia sistémica percibe a la familia
como un todo integrado”4.

En la terapia familiar sistémica el terapeuta pone énfasis en las relaciones al


interior de la familia, trabaja con todo el grupo familiar y establece alianzas con los
distintos miembros del sistema familiar. Así puede obtener resultados en corto tiempo
ya que evalúa e interviene desde la primera sesión.

Para el enfoque sistémico, la dinámica y la historia de la familia constituyen los


principales factores que explican y permiten modificar el comportamiento de los
pacientes index. El terapeuta o equipo terapéutico trabaja con la familia teniendo
como objetivo el cambio del sistema familiar en los aspectos estructurales y en la
transformación de los procesos interaccionales en disfunción.

También destaca este enfoque, como característica, la contextualización de


cualquier evento, acción o juicio porque considera que la mayoría de estos elementos
no tienen por si mismos un valor intrínseco, sino que dependen de la función que
cumplen en el sistema familiar.
3
Dorys Ortiz, Apuntes del primer congreso de Psicoterapia Sistémica Familiar, Quito, 2004
4
www.teoríageneraldelossistemas, Luís Cibanal, El enfoque sistémico, 2000

2
El pensamiento sistémico estudia el todo para comprender las partes.
Fundamentalmente se interesa por las conexiones entre las partes y la influencia de
algunas de ellas sobre el todo. Un sistema es un conjunto de elementos que
interactúan y se relacionan entre si, tienen una estructura y reglas determinadas; es
un todo que va más allá de las partes y que se encuentra en un contexto definido,
donde el sujeto interactúa.

Este enfoque sostiene que la conducta no se da de manera aislada. Es el contexto


el que la determina. Por lo tanto, los sistémicos deben armar y evaluar la conducta
según la realidad del sujeto o la familia, deben tratar de entender qué relaciones se
mantienen entre los elementos y qué patrones de comportamiento se establecen a
través del tiempo.

Para este enfoque la conducta no es independiente de las condiciones


ambientales ni de los procesos intrapsíquicos, sino es el resultado de procesos
recíprocos entre las partes interactuantes. El individuo y la familia se ven como
sistemas. La conducta familiar en su conjunto es determinada por las reglas de
comunicación e interactuación aplicables en el sistema familiar, así como también
para la estructura de la familia misma, o sea, por el tipo de relaciones recíprocas que
existen entre los miembros de la familia. Para el enfoque sistémico no existe la
realidad absoluta. Esta se construye en función de lo que somos. “En este enfoque
el sujeto es visto como una parte del sistema mayor que constituye la familia”5.

En la última fase de la primera entrevista es importante que el terapeuta familiar


tenga claro que tipo de técnicas sistémicas va a utilizar en la terapia sin perder de
vista los tres modelos de intervención del enfoque sistémico.

1.2.1 Modelos del enfoque sistémico

En este trabajo, sólo hablaremos de manera breve de los tres modelos de


intervención terapéutica familiar del enfoque sistémico, ya que es necesario que el
terapeuta los conozca.

 Modelo Estratégico: Pretende interrumpir los circuitos formados por las


soluciones fallidas intentadas por el consultante y, de esta manera, influir para

5
Martín Wainstein, Intervenciones para el cambio, Ed. JCE Ediciones, 2006, Pág. 61

3
que enfrente el problema de manera diferente. En este modelo “el problema es
visto como una estrategia fallida, una forma fallida de relacionar medios y fines”6,
no hay una adecuación entre ellos; por lo tanto, la entrevista debe tener como
objetivo la focalización del problema, ver en que términos se da y como es
sostenido por las creencias y comportamiento de la familia, mientras que la
intervención debe estar centrada en adecuar medios y fines.

 Modelo Estructural: Pretende modificar los patrones interactivos. El problema


se da en el momento en que la disfunción de las partes estructurales (patrones
mediante los cuales los miembros de las familias interactúan) afectan a un todo,
por lo que la entrevista busca hacer un diagnóstico de la estructura, precisar el
lugar de la disfunción y trazar fronteras.

 Modelo Constructivista: Este modelo se basa en la forma en que el consultante


dice algo y como lo dice, tomando en cuenta el lenguaje y el significado. La
dificultad se origina en el modo insatisfactorio de organizar la realidad mediante
el pensamiento.

La primera entrevista es válida para los tres modelos del enfoque sistémico, no
así la intervención terapéutica. Esta será determinada por el tipo de problema que
presenta cada familia o consultante.

1.3 La primera entrevista familiar sistémica

La primera entrevista es de fundamental importancia, porque representa el primer


encuentro entre el sistema familiar y el terapeuta según Murizio Andolfi7. En este
primer encuentro el terapeuta familiar debe procurar empatizar con la familia; esto
garantizará que la familia regrese.

La primera entrevista familiar no es un solo encuentro, sino el número de veces


necesarias hasta cumplir la elaboración de los objetivos; en algunos casos esto se
logra en dos o tres sesiones. Este es un tiempo dedicado para crear el vínculo o
alianza terapéutica, de manera que se pueda establecer el trabajo y se pueda definir
si hay un problema, cuáles son los términos del problema, su naturaleza y

6
Martín Wainstein, Intervenciones para el cambio, JCE Ediciones, Buenos Aires, 2006, Pág. 26.
7
Cf. Mauricio Andolfi, Terapia Familiar, Ed. Paidós, Barcelona. , 2001, Pág. 41.

4
cómo es sostenido. Es fundamental tener en cuenta todos estos elementos para
poder establecer el objetivo y posteriormente la estrategia terapéutica.

Esta primera entrevista tiene como objetivo principal “establecer un contexto de


colaboración y confianza recíproca, además es el fundamento sobre el cual se
construirá una terapia válida y adecuada”8.

En la primera entrevista familiar sistémica la actitud del terapeuta consiste en


llevar a cabo una exploración no sólo del síntoma sino también del contexto en el que
se desenvuelve el sujeto; sin embargo, no es necesario iniciar la primera entrevista
con gran cantidad de información sobre la familia, así los miembros partirán con el
deseo de volver a la siguiente sesión.

1.3.1 Aspectos importantes a tener en cuenta en la primera entrevista familiar


sistémica.

Es importante tener en cuenta que esta fase inicial de la terapia determina


significativamente el resultado del tratamiento. La primera entrevista en terapia
familiar es una situación única.

 “El hecho de que la familia acuda a terapia implica el previo reconocimiento de


que hay dificultades dentro de la familia”9 (seguramente localizados en un
miembro) y cierta capacidad de integrar una actividad que requiera un esfuerzo
cooperativo.

Sin embargo, cuando la familia acude a la primera entrevista presentará una


actitud negativa frente al cambio aunque verbalmente expresen lo contrario,
puesto que la sintomatología es el medio por el que se mantiene la "homeostasis
familiar". Por lo tanto, en este primer encuentro todos sus esfuerzos estarán
dirigidos a la anulación de la actividad del terapeuta como promotor del cambio.

El nuevo sistema constituido por el "grupo familiar" y el "terapeuta familiar", recibe


el nombre de Sistema Terapéutico y presenta distintas propiedades: La familia es
responsable de iniciar por sí misma el tratamiento y de esforzarse,
8
Mauricio Andolfi, Terapia familiar, Ed. Paidós, 1991, Pág. 41
9
www.terapiafamiliarsistemica, Luís Cibanal, La primera entrevista familiar, 2005

7
con la ayuda del terapeuta, para dilucidar su propia visión de los problemas y
definir lo que desea modificar, es decir, definir los objetivos del tratamiento. La
tarea inicial del terapeuta es instituirse o tomar a su cargo el proceso terapéutico.

Por tanto es necesario que la primera sesión sea un encuentro terapéutico


real de personas, de tal manera que la familia empiece a sentir que es posible el
cambio sin que por ello tenga que ser destruido totalmente su sistema actual.

 Iniciar la primera sesión con la menor cantidad posible de información sobre la


familia es una práctica muy útil para el terapeuta. Por lo tanto, no debe ir armado
a la primera entrevista con una extensa historia de la familia derivada por otro
terapeuta. Esto le permitirá sensibilizarse frente a la singularidad del nuevo
sistema.

El terapeuta tiene ante sí las interacciones verbales y no verbales de los


miembros de la familia, lo cual le revela las áreas familiares de debilidad y fuerza.
Esto le permite poder prescindir de una "historia" antes de poder ofrecer
tratamiento. Debe usar con mucho cuidado la exploración histórica para evitar
que la familia escape del presente. Además debe tener en cuenta que en la
terapia sistémica EL AQUÍ Y EL AHORA son de suma importancia.

“El terapeuta no debe olvidar que las claves para el diagnóstico las encuentra
más en el proceso no verbal que en el contenido verbal. Debe determinar el grado
de homeostasis que opera dentro del sistema familiar”10. Necesita apreciar los
modelos de comunicación, las alianzas internas, las coaliciones, los papeles que
desempeñan los miembros de la familia y el modo en que el sistema lo afecta
como terapeuta. También debe saber captar las discrepancias entre la
comunicación digital y la analógica de los miembros de la familia.

 El terapeuta debe dar a entender que le interesa el grupo como totalidad y que
no está simplemente tratando a un individuo "en presencia de su familia" sino a
toda la familia. Debe evitar ser atrapado por la información secreta que un
miembro puede dar sobre otro. Por eso, expresará a la familia cualquier cosa que
un miembro comparta con él; esta información será considerada propiedad

10
www.terapiafamiliarsistemica, Luís Cibanal, La primera entrevista familiar, 2005

8
de todo el grupo y, en consecuencia, compartida con todos. Una información
privada puede bloquear o dificultar la espontaneidad y libertad del consultor
durante la intervención.

1.3.2 Formas en las que la familia puede presentarse a la entrevista:

a) Forma sintomática: en función de "un miembro" con problemas.


b) Forma interaccional: en función de las dificultades que existen dentro de una
relación familiar.

Generalmente, el terapeuta se encuentra con la primera forma en la que la familia


considera que la fuente de todos sus problemas está localizada en uno de sus
miembros. La familia piensa que los problemas desaparecerían si el paciente index
desaparece. Sin embargo, la sintomatología individual es la que da la pista de las
zonas disfuncionales dentro de las relaciones internas de la familia.

Cuando una familia aplica a uno de sus miembros la etiqueta de index, es posible
considerar a los síntomas del paciente identificado como un recurso para mantener
el sistema. El síntoma puede haberse desarrollado en un miembro individual debido
a sus características particulares y, luego, ser apoyado y mantenido por el sistema
familiar.

La meta de la intervención del terapeuta es la familia aunque no debe ignorar a


los individuos, se ocupa sobre todo de realzar el funcionamiento del sistema familiar.
Para transformar el sistema familiar debe intervenir de tal modo que desequilibre el
sistema. No obstante, todo terapeuta que no tenga la capacidad de proporcionar a la
familia un intenso sentido de respeto para cada uno de ellos como individuos y
demostrarles su firme voluntad de cambio, perderá a la familia en el proceso de
transformación. Por todo esto, es importante que, al finalizar la primera entrevista,
cada miembro sienta que ha participado en la exploración de los problemas.

1.4 Objetivos de la primera entrevista

El objetivo fundamental de la primera entrevista es la obtención de la información


sobre el problema que motiva a la familia a consultar y lograr un cambio en el síntoma
del paciente index en ciertos aspectos del funcionamiento familiar que

9
mantienen la conducta sintomática. Este objetivo se logra a partir de los siguientes
ejes: El diagnóstico, la motivación para trabajar en problemas comunes, el contrato y
la preparación de la terapia ulterior.

1.4.1 El diagnóstico

El diagnóstico en la primera entrevista familiar es necesario ya que de él


dependerá el tratamiento a seguir. Está centrado más en la “evaluación" que en el
“análisis" debido a que la observación del terapeuta está puesta en el funcionamiento
global y sistémico de la familia más que en el de cada individuo. Mediante el
diagnóstico familiar no se pretende llegar a un conocimiento preciso y sin fallo, sino
a un "conocimiento aproximado" de la familia.

El diagnóstico para un terapeuta significa esencialmente dos aspectos:

a) La visión sistémica:
Aporta la base fundamental para la hipótesis dinámico-relacional que debe
ser elaborada en la primera sesión, aunque siempre va a estar sujeta a revisiones.
No obstante, será la base para el plan terapéutico. “La obtención de la hipótesis
relacional se da a partir de la información esencial, mediante dos vías: Exploración
de hechos familiares, centrales, existenciales y por observaciones de patrones,
elementos que servirán posteriormente para crear estrategias y bloquear los patrones
disfuncionales”11.

b) La comprensión de la situación motivacional de la familia:


Según Stierlin Helm y Otros12, al examinar este aspecto, se capta la
ambivalencia en algunos miembros de la familia que piden una conversación y no
siempre tienen la intención de procesar ellos mismos el problema. En algunos casos
un miembro de la familia gestiona la terapia de otro considerado como paciente y en
otros es la familia la que presenta al paciente index y este ni siquiera tiene la
impresión de tener un problema. Ante esta situación “el terapeuta debe formarse un
criterio respecto a que motivación existe en todos los miembros de la familia para
elaborar sin presión exterior los problemas comunes”13.

11
Stierlin Helm y Otros, La primera entrevista, Ed. Gedisa, 1981, Pág. 82
12
Cf. Stierlin Helm y Otros, La primera entrevista, Ed. Gedisa, 1981, Pág. 83
13
Stierlin Helm y Otros, La primera entrevista, Ed. Gedisa, 1981, Pág. 82

10
1.4.2 Motivabilidad

“La evaluación de la situación de las motivaciones no puede separarse de la


pregunta de si y como la familia es motivable para una ulterior labor en común a
través de la primera entrevista”14. Esta motivabilidad depende de factores familiares
y diversos factores de la relación terapéutica, que deben activarse en la primera
entrevista. Uno de ellos es la capacidad del terapeuta para ir reduciendo la
vergüenza, culpabilidad y el miedo entre los miembros de la familia; despertar
esperanza y confianza, resultar liberados por topar un ámbito emocional tabú para la
familia y fortalecer el sentimiento de valor propio a través de una connotación positiva.
Cuando el terapeuta incluye estos elementos en la primera sesión contribuye
rápidamente a una relación de confianza y cooperación. Así como también la puede
destruir si tiene un comportamiento torpe y carente de empatía.

1.4.3 Celebración del contrato terapéutico

Stierlin Helm y Otros15, sostienen que la primera entrevista debe finalizar con
un acuerdo, aunque sea mínimo, entre el terapeuta y la familia. En este acuerdo
deben constar las metas, expectativas y todos los pasos siguientes a emprender.

Al salir la familia de la primera entrevista debe tener conciencia de que tiene


un problema familiar común que está afectando a todos sus miembros. Si la familia
continua con la intervención terapéutica conviene realizar un contrato de terapia
familiar que contenga el marco y las condiciones en las cuales se desarrollarán los
posibles encuentros posteriores.

El contrato familiar debe quedar sujeto a cambios ya que, en el proceso


terapéutico, se irán dando modificaciones según vaya apareciendo nueva
información; todo esto determinará nuevas metas, expectativas, modificaciones,
reformulaciones y el contrato existente tendrá que ser ampliado.

Stierlin Helm y Otros16 consideran que en caso de que las dos partes no
puedan llegar a un consenso, el terapeuta está en la obligación de establecer por lo
menos un mínimo acuerdo. En este caso debe tomar nota de de las divergencias de

14
Ob. Pág. 83.
15
Cf. Stierlin Helm y Otros, La primera entrevista, Ed. Gedisa, 1981, Pág. 84.
16
Cf. Stierlin Helm y Otros, La primera entrevista, Ed. Gedisa, 1981, Pág. 85.

11
intereses y motivaciones para establecer un acuerdo sobre el hecho de no poder
llegar a un consenso. Seguido de esto, es importante dilucidar si tiene sentido o no
continuar una intervención terapéutica. En este caso, lo más aconsejable es derivar
a la familia a otro profesional, ya que este ambiente no es adecuado para una
intervención provechosa y de cambio.

Los contratos ayudan a las familias a ser una especie de consumidores


conscientes de los servicios terapéuticos. Dichos servicios son más efectivos si la
familia se responsabiliza de los términos bajos los cuales fue realizado el contrato.

La elaboración del contrato es un proceso de intercambio de información en


relación con la definición del problema. En el transcurso de este intercambio la
naturaleza del proceso terapéutico comienza a evolucionar desde los elementos más
importantes hasta los más superficiales.

El resultado es el elemento que especifica el rol del terapeuta, el rol de cada


miembro de la familia, los objetivos a largo y corto plazo y un plan inicial para alcanzar
dichos objetivos. Todo esto ayudará al terapeuta a proceder de manera organizada
y, como consecuencia, se obtendrá una intervención adecuada.

El contrato se lo puede efectuar de forma verbal o escrita, no obstante, si se


quiere obligatoriedad jurídica se lo debe realizar por escrito y firmado por ambas
parte. Dicho contrato recogerá honorarios, la información y otros aspectos legales. El
cliente debe saber que en el caso de ser un contrato para una terapia familiar este
será revisado en el transcurso de dicho proceso.

El contrato debe contemplar:


 Período de evaluaciones: corto o largo.
 Pro y contra de cada uno.
 Objetivos o metas que buscan tanto el terapeuta como la familia.
 Compromiso de ambas partes.
 Rol del terapeuta como consultor y tareas asignadas.
 Los honorarios.

Todo contrato facilita la evaluación y el proceso terapéutico ya que en él se fijan


las metas y responsabilidades de cooperación de ambas partes.

12
Modelo de un contrato terapéutico

1. Los abajo firmantes manifiestan estar de acuerdo con las siguientes


condiciones de trabajo terapéutico propuestas por el terapeuta familiar:

2. La duración de la terapia será de 10 entrevistas, entendiéndose que si se


alcanzan los objetivos antes, no será necesario cumplimentar las 10
entrevistas.

3. Tanto el cliente como el terapeuta podrán finalizar la terapia en el momento


que lo consideren pertinente.

4. El cliente se compromete a aceptar las condiciones de trabajo que su


terapeuta le proponga en lo concerniente a duración de las entrevistas,
intervalo entre sesiones, trabajo en equipo, honorario, etc.

5. El Centro se compromete a guardar una estricta confidencialidad sobre


cualquier cosa que el cliente hable con su terapeuta.

6. El cliente se compromete a responder a un cuestionario que 6 meses después


de finalizar la terapia en este Centro se le remitirá con objeto de evaluar su
estado y nuestro método.

7. Horarios:………………………… No. de Sesiones:………………………………

MANIFIESTO QUE HE ENTENDIDO Y ACEPTO LAS CONDICIONES QUE


ANTECEDEN

........................................de. .......................... de 200

1.4.4 Preparación orientadora para la terapia ulterior

El terapeuta familiar debe ser directivo ya que tiene que “intervenir


constantemente de una manera estructurante para conducir el drama familiar en

13
una determinada dirección”17. Para ello debe guiarse por un modelo terapéutico que
prescriba una determinada estrategia según las características del problema.

Un terapeuta experimentado debe conocer y disponer de diferentes opciones


de intervención terapéutica o modelos terapéuticos que serán aplicados según la
problemática específica de cada familia, respondiendo al contexto para que pueda
darse el cambio.

Del presente capítulo como conclusiones resaltaremos que con el surgimiento


de la terapia sistémica los problemas psicológicos son vistos como situaciones que
se desarrollan y se mantienen al interior de la familia. Este concepto cambia la forma
de ver los problemas psicológicos y la intervención terapéutica. Los terapeutas
comienzan a trabajar con toda la familia con el fin de cambiar los aspectos
estructurales y relacionales disfuncionales en la familia.

El enfoque sistémico considera a la familia como un sistema donde sus


miembros se comunican y se relacionan entre si. En este espacio los miembros van
aprendiendo y vivenciando los primeros procesos de socialización que en lo posterior
van a facilitarle la adquisición de una serie de conductas.

17
Stierlin Helm y Otros, La primera entrevista, Ed. Gedisa, 1981, Pág. 85.

14
2. LA PRIMERA ENTREVISTA FAMILIAR

La primera entrevista familiar sistémica es un proceso de coparticipación,


diagnóstico y planificación. En el que es preciso alcanzar cierto grado de logro, a fin
de que la familia regrese a una segunda sesión; por lo tanto, a lo largo de este
capítulo, se tratarán aspectos acerca de la pre entrevista, pasos durante una primera
sesión y las fases de una primera entrevista. Todos estos aspectos nos brindan una
visión acerca de la importancia de estructurar bien las primeras sesiones
terapéuticas. Finalmente se hablará acerca del genograma, su importancia dentro
de la primera entrevista y su elaboración e interpretación.

2.1 La pre entrevista

El primer contacto con el terapeuta familiar, por lo general, proviene de un


miembro de la familia o a través de un profesional que la deriva. El primer contacto
puede ser telefónico o personal con algún miembro de la familia; aquí se inicia una
relación entre la familia y el terapeuta que debe ser entendida como una relación
terapéutica. Es importante comunicar que el trabajo se lo realiza conjuntamente con
toda la familia que vive en la misma casa o los miembros que están unidos por
vínculos de sangre. Sin embargo, en ocasiones puede no ser necesario hacer venir
a un niño cuando es muy pequeño. Además la pre entrevista es fundamental para el
terapeuta familiar ya que le permite organizar el proceso de acogida para la primera
entrevista, según Midori Hanna18.

Una manera cómoda de proceder es decirles simplemente que se desea conocer


a la familia del paciente con el fin de comprender mejor el problema. La aceptación o
rechazo por parte de la familia comienza a proporcionarnos datos acerca de la actitud
familiar ante el hecho consultado.

Es importante destacar en este contacto telefónico que queremos ver a toda la


familia, al menos una vez, dejando así la posibilidad de dividir el sistema total en
subsistemas en función de lo que la dinámica de la terapia vaya aconsejando como
más conveniente.

18
Cf. Hanna Midori, La práctica de la terapia familiar, Pág. 83.

15
El pre entrevisto incluye varias categorías importantes para la primera entrevista:

 La información relativa a la derivación. Es importante saber por quien es


remitida la familia y cuales son las razones por las cuales es remitida.
 Terapias previas. El terapeuta debe saber si hubo o no intervenciones
anteriores y cuales fuero para no repetir cosas.
 Información de la familia. Se debe tener por lo menos un conocimiento mínimo
de la familia: quienes son, que hacen, cuantos son, razones por las que
consultan.
 Información de las sesiones. Cuando uno de los miembros llama, se le debe
comunicar que es importante que toda la familia asista.

Todo esto elementos facilitan al terapeuta la elaboración de la hipótesis inicial


sobre la naturaleza del problema.

2.1.1. Modelo de Ficha Telefónica

1) Nombre completo y edad del paciente index


2) Estudios o profesión
3) Motivo de consulta
4) Composición de la familia nuclear y extensa
5) Quiénes viven en la casa
6) Quién llama a pedir la consulta
7) Quién los ha derivado o si vienen por voluntad propia
8) Domicilio y teléfono de contacto
9) Fecha de esta primera llamada
10) Miembros que se citan a la primera sesión
11) Citados para el día, mes, hora
12) Quién atenderá a la familia

Estos 12 aspectos le facilitarán al terapeuta familiar recopilar suficiente


información, para posteriormente ponerla en común con su equipo y hacerse una
idea de la situación familiar y preparar la primera conversación. Toda la información
recopilada es crucial para la efectividad de la primera entrevista.

16
2.2 Pasos a seguir en la primera sesión de la entrevista Familiar

Cada entrevista familiar constituye una situación nueva y única para el terapeuta,
cada familia es un organismo particular y complejo, por eso siempre debe quedar un
espacio para la flexibilidad, la espontaneidad y la comprensión empática. Estos
pasos sólo quieren ser una guía para la primera entrevista, más no una norma;
siempre es bueno tener en cuenta la situación y el contexto de cada familia.

a) Saludo. Es importante citar a la familia media hora o 15 minutos antes de


comenzar la entrevista. En este tiempo una secretaria o la persona encargada
debe recoger algunos datos personales de todos los miembros de la familia. En
caso de que uno de ellos no llegue, se lo debe esperar por un tiempo prudencial
para comenzar la entrevista, de lo contrario, se comienza con los que estén. Este
dato muestra el grado de interés que la familia tiene por el deseo de cambio.

b) Captación del ambiente en la sala de espera. Ya en la sala de espera los


miembros de la familia comienzan a mostrar su comportamiento ante la nueva
situación. Esta disposición de ánimo nos proporciona información de cómo la
familia maneja la situación, nueva para ellos.

c) Como entran y como se distribuyen las sillas ya dentro del consultorio. Al


entrar al consultorio por lo general la familia deja entrever aspectos importantes
de la relación paterno – filial. En este momento podemos darnos cuenta, por
ejemplo, de cómo los padres disciplinan a sus hijos. La elección del orden en que
se sienta la familia nos muestra claramente las posibles coaliciones,
triangulaciones, cercanías y distancias en el seno familiar.

d) Salutación y familiarización con el consultorio. En lo posible, ya en la sala de


espera, el terapeuta debe haber tenido un pequeño contacto personal con los
miembros de la familia. En el consultorio es aconsejable que el terapeuta se
presente, les salude dándoles la mano y llamándoles por el nombre. Esto creará
un ambiente de confianza y les ayudará a bajar el nivel de tención. Antes de entrar
en la problemática o en el motivo de consulta el terapeuta deberá interesarse por
conocer a cada uno de los miembros para que todos se sientan

17
parte de la entrevista. Después de haber hablado con cada uno de ellos se les
dará a conocer del equipo y las instalaciones del consultorio, si las hubiera.

e) La confidencialidad. El terapeuta hará conocer a la familia de la discreción


incondicional de la información y al equipo de la responsabilidad ética de guardar
el secreto profesional. En caso de que el terapeuta o el equipo quieran utilizar la
información para fines investigativos, deben pedir autorización escrita a la familia.
Si algún miembro del equipo conoce a la familia, lo más aconsejable sería que se
retire de la intervención para evitar involucrarse en la situación.

f) En cuanto a la información telefónica. El terapeuta deberá corroborarla con


toda la familia. Seguido de esto reconocerá la importancia de que todos estén allí
y que participen activamente de la entrevista. Si se comienzan a presentar
dificultades en la comunicación el terapeuta deberá hablar con tranquilidad,
determinación e invitarlos cordialmente a decir lo que piensan.

g) En cuanto a la Problemática. Se deberá preguntar a cada miembro de la familia


los motivos por los que consultan o están allí. En caso de que alguno quiera
interrumpir al otro el terapeuta le hará conocer que cada uno tendrá oportunidad
y tiempo para decir lo que piensa en torno al problema.

En este momento no debemos apelar como primero al que fue designado como
paciente index telefónicamente, porque es posible que no responda y se sienta
castigado por a familia; en caso de que sea un niño, lo más aconsejable es que
el terapeuta comience expresándole sus sentimientos y trate de identificarse con
él. Si se observan problemas de autoridad es bueno lanzar la primera pregunta a
los padres, esto servirá para restablecerla.

h) Interacción en la familia. Después de tener claro el problema que afecta a la


Familia, el terapeuta debe procurar indagar cómo está la relación familiar, cómo
funciona, existe ligazón o expulsión de alguno de sus miembros, etc.

i) La despedida. Antes de la despedida el terapeuta debe definir con la familia las


metas u objetivos, prepararles y motivarles para la siguiente sesión.

Si en la primera sesión no se ha logrado llegar a un objetivo, se pueden realizar


una o dos sesiones exploratorias con el fin de recopilar elementos suficientes para

18
una evaluación de la situación. Una vez establecido un primer objetivo, en el curso
de la intervención, el contrato estará sujeto a cambios y modificaciones.

“Tras la despedida de la familia es importante que el equipo se reúna y discuta


sobre los detalles de la conversación: aspectos de la dinámica familiar, las
intervenciones terapéuticas y las impresiones de los observadores, si hay un equipo,
de lo contrario el terapeuta deberá hacer una revisión y un resumen de que sintetice
la conversión familiar. Este resumen debe ser claro, conciso y breve, pero a la vez lo
suficientemente concreto e ilustrativo, que ofrezca una imagen exacta a otro
terapeuta que no conozca a la familia”19.

2.3 Fases de la primera entrevista

Una primera entrevista puede dividirse en cuatro etapas:

2.3.1 Primera etapa: El terapeuta sigue las reglas culturales de relación social.

En esta fase, la preocupación del terapeuta es lograr que la familia se sienta


cómoda; para conseguir esto se presenta y ayuda a la familia a presentarse ante él.

Cuando la familia llega y toma asiento, el terapeuta familiar debe prestar


atención al modo en que se ubican. Les dirá que se sienten donde quieran, estando
las sillas colocadas en forma semicircular. Por lo general la ubicación puede
proporcionar algunos datos acerca de los vínculos existentes en la familia.

Los primeros minutos de entrevista pueden ser utilizados para charlar


informalmente con la familia. Si se utiliza algún equipamiento especial, como
grabadores o filmadoras, se le debe explicar a la familia de qué se trata. El terapeuta
familiar no permitirá que nadie empiece a comentar el problema hasta que cada uno
de los miembros de la familia haya dado alguna respuesta "social".

2.3.2 Segunda etapa: Obtención de la visión individualizada del problema.

En esta fase, el terapeuta pregunta a cada miembro de la familia acerca de cuáles


son, en su opinión, los problemas. La primera pregunta del terapeuta es

19
Stierlin Helm y Otros, La primera entrevista, Gedisa, 1981, Pág. 129

19
planteada, generalmente en términos genéricos, y no va dirigida claramente a ningún
miembro de la familia en particular. Puede comenzar de diversas maneras. Por
ejemplo: “Bueno, veamos qué es lo que les ha traído aquí". 0 de una manera más
personal: “¿En qué puedo serles útil?". Otra forma consiste en decirles: "Quise que
hoy vinieran todos los miembros de la familia para ver que opina cada uno de ustedes
sobre la situación familiar”20, sostiene Rosa Pfefferman.

 El terapeuta presta una atención especial a las semejanzas y diferencias de la


forma en que cada miembro presenta los problemas. También está atento al
contenido de la presentación del problema por parte de la familia pero, sobre todo,
observa el modo en que se comporta la familia.

Si fueron los padres los primeros en exponer el problema, el terapeuta preguntará


a un tercer miembro para conocer su opinión. Por lo general, no conviene que
esta persona sea el paciente index, ya que si los padres se han centrado en un
hijo/a como el problema, éste se encuentra en una posición defensiva. Si el
terapeuta establece contacto con él, puede sentir entonces que el terapeuta se
une a la coalición que lo acusa. El contacto previo con otro miembro de la familia
puede permitir que se manifieste otro punto de vista acerca del problema,
abriendo así una nueva área de los problemas de la familia.

 En esta etapa, el terapeuta no hará ninguna interpretación o comentario para


ayudar al individuo a ver el problema bajo una perspectiva diferente. Debe aceptar
simplemente lo que le dicen, aunque puede preguntar sobre un punto que le
parezca confuso. Debe tomar en cuenta que cada familia construye su realidad
según su contexto

Nunca debe preguntarle a alguien cómo se siente con respecto a algo, sino que
se limitará a recoger hechos y opiniones. Si alguien interrumpe al que está hablando,
el terapeuta no intervendrá de inmediato: lo dejará hablar un poco para observar
brevemente la índole de la interrupción y luego intervendrá para pedir al que estaba
hablando antes que continúe; le dirá cordialmente al que interrumpió que ya le llegará
su turno. No se deben permitir intervenciones largas.

20
Cf. Rosa Pfefferman, Apuntes del curso de graduación. Buenos Aires, 2006

20
 El terapeuta debe ponerse en contacto con cada uno de los miembros de la familia
presentes, incluso los niños más pequeños. Es posible que en algunos casos no
se pueda preguntar al niño sobre el problema familiar, no obstante el terapeuta
puede intercambiar algunas palabras o gestos efectivos con él y hacerle sentir
que forma parte de la sesión.

En esta segunda etapa el terapeuta sólo quiere conocer la opinión de cada


entrevistado. Por tanto, todos deben tener oportunidad de expresar lo que creen
en torno al problema familiar.

2.3.3 Tercera etapa: Exploración de la estructura familiar favoreciendo la


interacción entre los miembros.

En esta fase, a diferencia que en la anterior, - el terapeuta maneja


directamente la conversación para pedir a cada miembro su visión del problema - el
terapeuta debe dejar de ser el centro y conseguir que todos dialoguen sobre el
problema, es decir, deberá procurar que todos los miembros se integren cada vez
más en la conversación.

Los integrantes de una familia no pueden describirle al terapeuta sus


secuencias y pautas de conducta porque las desconocen. Esta información sólo se
obtendrá observando cómo se conducen entre sí; la conversación entre los miembros
del grupo servirá para que el terapeuta repare en la clase de secuencia existente en
esa familia.

La técnica de organizar a la familia en subsistemas también ayuda a ampliar


el foco del problema. Un ejemplo que pone Haley21 es el siguiente: “En una familia
en la que falta el padre, la madre dice que no se explica por qué su hija no le hace
caso y le miente”. El terapeuta puede intervenir diciendo: "Quiero que elija una de las
mentiras y hable de ella con su hija". En cuanto madre e hija comienzan a conversar,
la abuela excesivamente dedicada a su nieta se entremeterá para interrogar ella
misma a la niña o criticar el modo en que le habla la madre. Cuanto más difícil sea
impedir que la abuela se entrometa, tanto más arraigada estará esa pauta en la
familia. Si el terapeuta logra frenar la intromisión y madre e hija pueden

21
www.monografias.com, Luís Cibanal, La primera entrevista familiar, 2005

21
conversar entre sí, habrá dado simultáneamente dos pasos: establecer un
diagnóstico y comenzar un cambio.

Aunque el terapeuta familiar presta atención a lo que dicen los miembros de


la familia, su principal preocupación es la de intentar comprender el modo en que
funciona la familia. Al orientar a determinados miembros para que hablen entre sí
pone a prueba sus "hipótesis" acerca del modo en que la familia funciona. Explora
áreas de discrepancia, observa de qué modo se maneja esa discrepancia y cómo
resuelve la familia un problema.

También recopila información para su estrategia posterior, que puede consistir


en incluir a otro miembro en la negociación en curso o en explorar una diada diferente.
Examina el grado de "diferenciación y autonomía individual", trazado de limites y
flexibilidad. Pero, al mismo tiempo explora las configuraciones disfuncionales.

Cuando la familia asiste a la primera entrevista con un paciente index, sus


objetivos y los del terapeuta no son los mismos. La familia se ha organizado
centrándose en el paciente index y, en ciertos casos, se empeña en mantener este
foco. El terapeuta de familias, por el contrario, considera desde un comienzo que el
paciente index responde a aspectos disfuncionales de las transacciones familiares, y
que el mejor modo de enfocar los problemas del paciente es el de esclarecer y
cambiar estos aspectos disfuncionales. A menudo, esta etapa de la sesión oscila
entre estos dos puntos: el terapeuta de familia extiende el foco de exploración desde
el paciente index a diferentes aspectos de la organización familiar y la familia centra
nuevamente el problema en el paciente index.

La familia ha acudido a terapia debido a su fracaso en la resolución del


problema con el paciente index. Al ampliar la visión del problema, el terapeuta hace
surgir la esperanza de que abordando el problema de una manera diferente les
permitirá encontrar una solución.

“También se deben explorar los puntos de stress, pero el terapeuta debe tener
conciencia del nivel que la familia puede tolerar. Cuando los miembros de la familia
se sienten demasiado incómodos, el terapeuta debe dar un paso atrás,

22
hasta el punto en el que la familia se sienta nuevamente cómoda y posteriormente
poder abordar otra vez la situación concreta”22.

Todas las intervenciones terapéuticas deben realizarse teniendo clara


conciencia del hecho de que la primera regla de la estrategia terapéutica es que la
familia parta con el deseo de volver a la siguiente sesión.

2.3.4 Cuarta etapa: La familia junto con el terapeuta fijan los objetivos

Si no se fijan objetivos en la primera entrevista, el proceso terapéutico no


avanza. Los objetivos deben incluir:

 La visión que el cliente tiene del problema debe ser resultado de un diagnóstico.
Además deben ser representados en una conducta concreta y evaluables por el
cliente y el terapeuta.

Al final de la primera entrevista es importante obtener de la familia una


formulación suficientemente clara de los cambios que quieren alcanzar mediante
la terapia:

 El problema a ser resuelto por el terapeuta debe ser uno que la familia desee
solucionar. Si una familia define como problema la "angustia" de uno de sus
miembros, el problema no es la angustia, sino el modo en que se manifieste esa
angustia y la reacción de la persona angustiada.

 Una de las razones por la que debe especificarse claramente el problema es que
así podremos saber si se ha conseguido el objetivo; si este es confuso, también
lo será la evaluación de los resultados y, por lo tanto, la intervención será
inadecuada.

 Si al término de la primera entrevista se tiene una idea lo suficientemente clara


del problema, se pueden fijar otros elementos del contrato terapéutico como son
la duración, frecuencia y número de sesiones.

22
www.monografias.com, Luís Cibanal, La primera entrevista familiar, 2005

23
Con respecto a la duración de la terapia, más que hablar de un tiempo en meses,
es aconsejable fijar un número concreto de sesiones. “Como orientación podemos
situar 5 sesiones para casos poco graves, y entre 10 y 12 para los más graves, y
crónicos. Así mismo, se les dice que si el problema se resuelve antes de finalizar
el número acordado de entrevistas, no será necesario realizar las que faltan. No
obstante, si al llegar a la última sesión acordada no se ha conseguido el objetivo
propuesto se hará una valoración conjunta con la familia para decidir la posibilidad
de continuar con algunas sesiones más”23.

Dentro de la primera entrevista es de vital importancia el genograma familiar


para la elaboración del diagnóstico.

2.4 El Genograma

El genograma es un formato para graficar el árbol genealógico que registra


información sobre los miembros de una familia y sus relaciones por lo menos de tres
generaciones.

“Los genogramas muestran gráficamente la información familiar, nos permiten


una rápida comprensión de los posibles problemas, de los patrones familiares
complejos y la manera en que un problema clínico puede estar conectado con el
contexto familiar y la forma en que ha ido evolucionando a través del tiempo”24.

El genograma se lo elabora en la primera sesión pero puede ser modificado


en las sesiones posteriores, cuando se dispone de nueva información.

2.4.1 Importancia del Genograma en la primera entrevista familiar

El genograma es importante en la primera entrevista familiar porque


proporciona al terapeuta una síntesis clínica eficaz y le permite familiarizarse con el
caso y formarse una idea clara del posible problema familiar. Además, mediante la
interpretación, puede generar hipótesis tentativa para una evaluación sistémica
global.

23
J. Navarro, M Beyebac, Avances en Terapia Familiar Sistémica, Ed. Paidós, Barcelona, 1995,
Pág. 33
24
Mónica Goldrick, El genograma en la evaluación familiar, Ed. Gedisa, Barcelona Pág. 17.

24
“El genograma ayuda al terapeuta a recordar los miembros de la familia, los
patrones y eventos que pueden tener una repercusión significativa en el acontecer
de la vida familiar”25. Además ayuda a pensar sistemáticamente en que la forma, los
eventos y las relaciones en la vida de los pacientes están vinculados a los modelos
de salud y enfermedad.

El genograma también permite al entrevistador reenmarcar, y normalizar


temas emocionalmente cargados, generando una perspectiva sistémica que ayuda a
seguir las cuestiones familiares a través del tiempo y del espacio, ayudando a orientar
a la familia. Además, el genograma nos permite ver que lo que sucede en la familia
en una determinada generación se vuelve a repetir en otra. Los mismos papeles
tienden a ser actualizados de generación en generación, aunque las conductas sean
diferentes de una generación a otra.

Bowen califica este fenómeno como “Transmisión de modelos familiares


multigeneracionales” y sostiene la hipótesis de que los modelos de relación entre
generaciones anteriores podrían proporcionar modelos implícitos de funcionamiento
familiar en la siguiente generación. Los genogramas nos muestran claramente estos
modelos de funcionamientos, relaciones y estructuras continuas o alternadas de una
generación a otra.

2.4.2 Elaboración del genograma

La creación de un genograma implica tres niveles:


1. Representa la estructura familiar
2. Registra información familiar
3. Delinear relaciones familiares

1. Representación de la estructura familiar

La parte fundamental del genograma es la descripción gráfica de como cada


miembro de la familia está biológica y legalmente relacionado uno con otro de una
generación a la siguiente. El gráfico es una construcción de figuras y líneas,
delineando sus relaciones. La representación de este gráfico tendrá significado si los
símbolos están definidos para las personas que lo van ha leer. Anteriormente

25
Dorys Ortiz, Apuntes de la maestría sobre Evaluación y Diagnóstico familiar, Cuenca, Pág. 2

25
existían varias formas de representar los símbolos del genograma, sin embargo hoy,
con la ayuda de Mc. Goldrick se ha logrado estandarizarlos.

Género. Cada miembro de la familia se representa como un cuadrado o círculo


dependiendo de su género.

La persona clave (o paciente index) es en torno a quien se construye el genograma


y se lo identifica con una línea doble o sombreando la parte interior del círculo o
cuadrado:

Las personas muertas se las representa con una x dentro del círculo o cuadrado,
indicando la edad al fallecer. Las fechas de nacimiento y muerte se indican a la
izquierda y la derecha sobre la figura.

En genogramas extendidos, que alcanzan más de tres generaciones, los símbolos


en el pasado distante usualmente no llevan una cruz, dado que están
presumiblemente muertos. Sólo las muertes relevantes son indicadas en dichos
genogramas.

Matrimonios. Los miembros de la familia están conectados por líneas que


representan sus relaciones biológicas y legales. Dos personas que están casadas
están conectadas por una línea que baja y cruza, con el esposo a la izquierda y la
esposa a la derecha. Una letra "M" seguida por una fecha indica los dos últimos
dígitos del año.

26
Divorcio. La línea que los une también es el lugar donde se indican las separaciones
y divorcios, las líneas oblicuas significan una interrupción en el matrimonio: 1 diagonal
para separación y 2 para un divorcio.

Separación
Divorcio

Las parejas unidas, no casadas, se señalan igual que las casadas, pero con una
línea de segmentos. La fecha importante aquí es cuando se conocieron o empezaron
a vivir juntos.

Convivencia

Los matrimonios múltiples son difíciles de representar. Por lo general se los grafica
de izquierda a derecha, con el más reciente al final. Ejemplo: un hombre que tuvo
tres esposas:

27
Matrimonios complejos. No es posible representarlo cuando una de las esposas,
ha tenido un matrimonio anterior a su vez; en tal caso, se listan los matrimonios más
recientes al centro:

Matrimonio Complejo

Hijos: Símbolos para embarazos, pérdidas, abortos y muertes al nacer.

Embarazo
Muerte al Nacer

Pareja con hijos: ellos cuelgan de la línea que conecta la pareja; los hijos se
dibujan de izquierda a derecha, comenzando con el mayor hasta llegar al menor.

Hijos en una pareja

28
Representación de familias con varios hijos.

Otros tipos de hijo

Otros tipos de hijo también pueden aparecer:

Otros tipos de hijo

2. Información familiar

Después de haber graficado la estructura familiar se puede añadir la siguiente


información:
a) Información demográfica: edad, fecha de nacimiento y muerte; lugar de
residencia, ocupación, escolaridad.
b) Información funcional: funcionamiento médico, emocional, comportamental.
Ejemplo: ausentismo, éxito en el trabajo, patrones de bebida.
c) Eventos familiares críticos y transiciones importantes: cambio en las
relaciones, migración, pérdidas y éxitos. Esto nos permite descubrir el efecto
de la historia familiar que puede ver afectado a los diferentes miembros de la
familia.

Por lo general mantenemos una cronología familiar con un listado ordenado de


eventos importantes en la historia familiar que pueden haber afectado al individuo.
La cronología también nos puede ser útil para ver los períodos críticos de tiempo, el
rastreo de una enfermedad.

29
3. Relaciones familiares

Este nivel de relaciones en la familia es el elemento más inferencial de un


genograma: implica delinear las relaciones entre miembros de la familia. Tales
caracterizaciones se basan en informes de los miembros de la familia y observación
directa. Para la graficación de este nivel se usan diferentes líneas que sirven para
representar los diferentes tipos de relaciones entre sus miembros.

Relaciones interpersonales

Relaciones interpersonales

Relaciones entre dos miembros de la familia

Por lo general aparecen varias relaciones alrededor del sujeto del estudio o
paciente índex. La información del genograma es obtenida a partir de la entrevista de
uno o de varios miembros de la familia. Si la información se la obtiene de varios
miembros de la familia, nos da la oportunidad de comparar perspectivas y observar
directamente las interacciones. Ejemplo: dos hijas compiten por el afecto de su padre.

30
Relaciones habitacionales

Para graficar una familia viviendo en un mismo lugar se señala con una línea
punteada alrededor de los integrantes que comparten el mismo espacio; alrededor
de dicha línea puede ir indicado el período en el cual la familia está junta.

Relaciones Habitacionales

2.4.3 Interpretación del Genograma

Para la interpretación del genograma tenemos que tener en cuenta varias


categorías que, en muchos casos, se presentan superpuestas.

 Composición del hogar:

El genograma generalmente nos muestra la composición de la familia, es


decir, si es una familia nuclear intacta, monoparental, extendida o si volvió a casarse,
numero de miembros, etc.

 Constelación fraterna:

 “La posición fraterna puede tener una particular importancia para la posición
emocional de una persona dentro de la familia de origen y en las futuras

31
relaciones con su cónyuge e hijos”26. A menudo, los hijos mayores sienten que
son especiales y en particular responsables de mantener el bienestar de la familia
o de continuar con la tradición familiar. Del hijo mayor siempre se esperan
grandes cosas.

El hijo menor a veces es tratado como el "bebé" de la familia y puede estar


acostumbrado a que otros se ocupen de él. Los más jóvenes pueden sentirse
más libres y menos cargados con la responsabilidad familiar. También los hijos
únicos tienden a ser más independientes desde el punto vista social y menos
orientados hacia las relaciones con sus iguales, tienden a tener características
mezcladas tanto de los hijos mayores como de los menores, aunque haya
predominio de las primeras como resultado de ser el único centro de atención de
los padres.

Los hijos del medio muestren características ya sea del hijo mayor o del hijo
menor o de ambos combinadas. Con frecuencia, un hijo del medio, a menos que
sea el único varón o la única mujer, debe luchar para obtener un rol en la familia
para que lo tomen en cuenta.

La posición fraterna puede predecir algunas dificultades maritales. Por


ejemplo: los que contraen matrimonio con un cónyuge de la misma posición
fraterna tendrán más dificultades en adaptarse al matrimonio, mientras que las
parejas que provienen de posiciones fraternas complementarias, el matrimonio
será más fácil porque todo sigue siendo igual.

 El género es otro factor importante en la interpretación de las configuraciones de


la constelación fraterna en un genograma. Por ejemplo: un niño sólo con
hermanas mujeres adquirirá mucha experiencia con las niñas pero muy poca con
los varones y viceversa. Dichas experiencias - o falta de ellas - con el sexo
opuesto, pueden afectar la compatibilidad marital posteriormente.

 Otro factor para comprender las constelaciones familiares es la diferencia de edad


entre hermanos: cuanto mayor es la diferencia de edades, menor es la
experiencia de hermanos. Por lo general, los hermanos con una diferencia de

26
www.monografias.com, Luís Cibanal, El genograma, 2005

32
edad mayor de seis años son más hijos únicos que hermanos, ya que han
pasado las etapas del desarrollo por separado.

 Otros factores que pueden influir modificando el rol de la constelación familiar


son: el momento del nacimiento de cada hermano en la historia familiar; las
características especiales del niño; el "programa" familiar para el niño; las
actitudes e inclinaciones parentales sobre las diferencias sexuales, la posición
fraterna del hijo con respecto a la del padre.

 Configuraciones familiares inusuales:

Al analizar el genograma, aparecen ciertas configuraciones estructurales


sugiriendo temas o problemas críticos para la familia, como por ejemplo:
 Varias separaciones y divorcios.
 Preponderancia de mujeres profesionales de éxito: artistas, científicos, políticos.
 Frecuencia en adoptar hijos.
 Las mujeres por línea paterna están solteras.
 Hermanos de una familia contraen matrimonio con hermanas de otra familia.
 Reiteración en la elección de un tipo de profesión: maestros, médicos,
comerciantes, etc.

 Adaptación al ciclo vital:

Esta categoría implica la comprensión de las transiciones del ciclo vital a las
cuales se está adaptando una familia. El ajuste de edades y fechas en el genograma
nos muestra que los sucesos del ciclo vital se dan dentro de las expectativas
normalizadas.

Es fundamental observar en el genograma aquellas edades que difieran


mucho del patrón normativo del ciclo vital: las fechas de nacimientos, muertes,
abandono del hogar, de casamiento, separación y divorcio. Ejemplo: si varios hijos
en una familia se casaron por primera vez pasados los 40 años podría indicar algunos
problemas para dejar el hogar y formar relaciones íntimas. Puede ser significativo
explorar los motivos de elección en una pareja con una marcada diferencia de edad.

33
 Repetición de pautas a través de las generaciones:

Las pautas familiares pueden transmitirse de generación en generación, por


lo que el terapeuta debe estudiar el genograma para tratar de descubrirlas y ver como
se han ido repitiendo en las siguientes generaciones.

El funcionamiento de los miembros de una familia puede repetirse, pero no


siempre la transmisión se da en la siguiente generación. Un padre alcohólico puede
tener hijos abstemios y los hijos de éstos pueden convertirse en alcohólicos. Varias
pautas sintomáticas: alcoholismo, incesto, síntomas físicos, violencia y suicidio
tienden a repetirse en las familias de una generación a otra.

No siempre se repiten sólo las pautas negativas, sino se pueden también


identificar pautas multigeneracionales de éxito o una pauta de funcionamiento de
éxito y la siguiente de un notable fracaso.

También pueden repetirse las pautas vinculares de proximidad, distancia,


conflicto, etc. Por ejemplo: la madre y el hijo mayor en cada generación poseen una
alianza, mientras que el padre y dicho hijo mantienen una relación conflictiva negativa
en la familia. Estas pautas de triangulación en la familia son esenciales para el
planeamiento de la intervención clínica. La "destriangularización" es un importante
proceso clínico a través del cual se les ayuda a los miembros de una familia a
liberarse de rígidas pautas triangulares.

Al notar la repetición de pautas, el terapeuta podrá comprender mejor la


adaptación actual de la familia a la situación y así sugerir intervenciones para frustrar
el proceso inadecuado.

 Sucesos de la vida y funcionamiento familiar

Este elemento nos permite comprender como los sucesos de la vida están
interconectados con los cambios en el funcionamiento familiar. Los sucesos que se
dan alrededor de la misma época de la historia familiar están relacionados
sistemáticamente y tienen un profundo impacto sobre el funcionamiento de la familia.
Los cambios, transiciones y traumas críticos de la vida pueden tener un impacto
dramático sobre un sistema familiar y sus miembros, sin embargo un

34
suceso "bueno" también puede tener un poderoso impacto positivo y motivacional
sobre la familia.

Como conclusión destacaremos que la primera entrevista familiar sistémica


es un mecanismo que permite al terapeuta recopilar información acerca de la
problemática familiar, y en base a ella elaborar un diagnóstico y planificar la terapia
familiar.

El genograma facilita una rápida comprensión de los posibles problemas


familiares y nos da elementos para la realización de hipótesis hacia una intervención
adecuada.

35
3. ELEMENTOS QUE EL TERAPEUTA DEBE TENER EN
CUENTA EN LA PRIMERA ENTREVISTA

En el presente capítulo encontraremos algunos elementos que el terapeuta


debe tener en cuenta a la hora de realizar la primera entrevista familiar: análisis de
la demanda, la resistencia en la intervención familiar y otros aspectos generales a
tener en cuenta.

3.1 Análisis de la demanda

La demanda en terapia es lo que la familia pide o desea solucionar, para ello


es importante saber: ¿qué es un problema en la terapia sistémica familiar? Esto nos
facilitará descubrir cuál es la demanda o qué es lo que la familia desea, busca o
quiere solucionar en terapia.

“Un problema es una construcción cognitiva, una interpretación de los hechos


y también las acciones que hemos adoptado a partir de esa interpretación, que no
nos da la posibilidad de resolver favorablemente una situación”27.

El problema es una situación en la que es necesaria la elaboración de un


procedimiento adecuado para poder alcanzar buenos resultados en la intervención,
por lo tanto, la demanda debe ser bien analizada.

3.1.1 Tipos de demanda.

Por lo general existen tres tipos de demanda:


Demanda de consulta
Demanda de hospitalización
Demanda de formación

En este trabajo sólo abordaremos la demanda de consulta. En la demanda de


consulta hay que considerar los mensajes implícitos que nos envían las personas, en
cuatro aspectos:

27
Martín Wainstein, Intervenciones para el cambio, JCE Ediciones, 2006, Pág. 65.

36
a) Lugar de consulta
b) El síntoma
c) Miembros presentes o ausentes de la familia
d) Referente.

a) El lugar de consulta. El lugar determinado que la persona elige para la consulta


es muy importante. El lugar al que la persona asiste nos da datos sobre el área
en la cual se puede intervenir y, a la vez, nos alerta sobre las áreas que la persona
no desea que sean tocadas. Además nos permite tener una idea del dominio de
la situación o del problema por el que el sujeto consulta.

b) El síntoma. Al igual que el lugar de consulta, el síntoma también nos envía


mensajes implícitos y, dependiendo en el área que se manifieste, se puede hacer
una hipótesis sobre lo que puede estar pasando en la persona y en la familia. Por
ejemplo: si un niño se muestra agresivo en la escuela es posible que haya
agresividad en su casa o algo no está funcionando bien.

c) Los miembros presentes o ausentes. Este aspecto nos da elementos para


sospechar lo que puede estar pasando con la persona y la familia. Por ejemplo:
una mujer sola en la consulta nos puede llevar a pensar el poco interés de la
pareja o una mujer acostumbrada a manejar sola sus problemas.

d) El remitente. Este aspecto es significativo ya que si una persona o una familia


acude por voluntad propia es posible que los cambios se den en menor tiempo y
los niveles de resistencia sean mínimos; mientras que si vienen referido por otro
profesional los cambios serán más difíciles de conseguir y la cooperación será
mínima. Además nos permite ubicar la persona en una historia y contexto
determinado.

Si el terapeuta quiere que la familia se mueva con toda libertad sin el peso del
remitente, no debe ponerse como ejecutante del remitente; debe crearse su propia
noción del problema, un espacio para si primero y luego para la familia, tratando de
comprender lo que la transferencia ha significado para ellos y qué mensaje recibieron
al ser transferidos. Además es importante ayudar a la familia a entender el motivo de
la remisión; esto les permitirá tomar conciencia de su situación y aceptar la remisión.

37
3.2 La resistencia del sistema familiar

Es importante tener presente que las intervenciones serán más eficaces si el


terapeuta descubre a tiempo el grado de resistencia en el sistema familiar.

“La resistencia puede definirse como el conjunto de conductas del sistema


terapéutico que interactúan para impedir el logro de los objetivos de la familia en
relación con la terapia”28. El Sistema terapéutico incluye a los miembros de la familia,
al terapeuta y al contexto en el cual se desarrolla la terapia: Institución, Centro, etc.

La mayoría de las familias acuden a los terapeutas para restaurar su


estabilidad que ha sido amenazada, ya sea frente a la inevitable progresión del ciclo
vital, o a los acontecimientos vividos individualmente por sus miembros; las familias
demandan asistencia cuando tienen que adaptarse a algo nuevo y experimentan
dificultades para hacerlo. Por lo tanto, es lógico que la familia se resista a los
esfuerzos del terapeuta destinados a cambiar aún más el estado de cosas. Si el
terapeuta presupone que la familia no es ambivalente en la demanda del cambio, no
percibirá las dificultades de ésta para aceptar la terapia.

La mayoría de las familias, por lo general, se presentan escépticas en algunos


casos y en otros muestran resistencia ante la intervención familiar. Esto se complica
más con el pedido de que acuda toda la familia, cuando el problema claramente
reside en uno de sus miembros. Los miembros de la familia pueden partir del
supuesto, al pedírselas que acudan a terapia familiar, que la familia es la
"responsable de los problemas" de sus miembros. No es sorprendente entonces que
éstos, en particular los padres, aduzcan que "no es necesaria" una terapia familiar o
se pongan a la "defensiva", percibiendo una crítica implícita o explícita en la
propuesta de los terapeutas, en el sentido de que ellos "puedan creer" que se los
culpa de los problemas.

El hecho de recomendar a la familia una "terapia familiar" contiene en sí


mismo una "meta - comunicación" a los miembros de la familia: ellos tienen un papel
importante en el desarrollo o en la perpetuación de los problemas del paciente index.
Se trata de un mensaje implícito que no deja de provocar culpa o de

28
www.monografias.com, Luís Cibanal. Apuntes sobre la primera entrevista familiar, 2006

38
incrementar la angustia, en un momento en que esta última ya es considerable. Si
bien esta comunicación puede también concurrir a funciones positivas, ciertamente
es susceptible de causar resistencia. Si los miembros de la familia creen que se los
acusará, nada más natural que pongan objeciones a la utilidad de tratar asuntos
penosos y delicados en presencia de otros miembros que después pudieran utilizar
ese material en su contra.

3.2.1 Niveles de resistencia

El nivel de resistencia de cada familia se puede situar sobre un continuo que va


del acatamiento a la oposición absoluta:

 Algunas familias mostrarán predisposición a seguir casi cualquier directiva


terapéutica, otras se inclinarán a lo que Brehm llama "reactancia" y que sería la
tendencia a hacer lo contrario de lo que se les ha propuesto a fin de reafirmar el
sentimiento de autodeterminación.

 Las familias se pueden mover a lo largo de este continuo al paso que el


tratamiento avanza. Algunas tenderán a hacer más oposición al comienzo y a
aminorarla cuando entran en confianza con el terapeuta. Otras son más
obedientes al principio, oponiéndose sólo después de sentir cuestionadas sus
pautas básicas o su seguridad o cuando les parece estar frente a cambios
peligrosos.

 Expresiones comunes de resistencia al inicio del tratamiento: la resistencia es un


fenómeno normal y en general se hace particularmente evidente en los
comienzos de la terapia; es en las fases iniciales del tratamiento donde a veces
es difícil distinguir entre una resistencia y las realidades de la familia y de los
sistemas que estorban el compromiso de la familia con la terapia. Por ello, todas
las conductas se deben evaluar en el contexto en que ocurren.

 Algunas de las formas más comunes de resistencia encontradas en la primera


sesión son las siguientes: el problema se localiza únicamente en un miembro,
cancelaciones, no hay problema, un miembro domina, un miembro no habla, la
familia insiste en la información histórica, o simplemente se rehúsa comentar
sobre ella.

39
La resistencia es una propiedad de todo el sistema terapéutico. El principio
conductor en el manejo de la resistencia inicial es evitar enfrentaría de manera
directa.

Hay que intentar tratar de mantener el control de la situación y ser flexibles en las
estrategias de intervención. Hay que saber también "convivir con la resistencia" de la
familia. Evitando, a toda costa, la escalada de la resistencia que se produciría por
"resistir a la resistencia". La tarea del terapeuta es persuadir a la familia que acepte
la terapia, demostrándole que él es competente, que comprende la experiencia de
cada miembro individual dentro de la familia y que puede hacer algo útil para
ayudarlos en sus problemas.

3.2 Otros aspectos a tener en cuenta

Otras consideraciones generales, que el terapeuta debe tener presente en sus


intervenciones son:

a) Debe intervenirse respetando a las personas y al sistema familiar en su estilo,


ideología y valores. Un desafío frontal a cualquiera de estos puntos lleva al
fracaso o a un rechazo que provoca tensión.

b) No entrar en la familia nada más que hasta donde ellos quieran y puedan dejar
entrar en cada momento. Hay que ir entrando conforme ellos van "abriendo las
puertas", al ritmo de su confianza y de verse respetados.

c) Usar un lenguaje acomodado al nivel sociocultural de la familia.

d) Mantener una actitud neutral ante todos los miembros.

El terapeuta familiar debe saber a quien habla, a quién desafía, a que


personas une; qué es lo que está separando, con quién está haciendo una coalición,
con quién no la está haciendo. Mediante estos pasos, empieza a reestructurar el
sistema de relación en la familia y a alterar el contexto que supuestamente alimenta
al síntoma.

Como conclusiones resaltaremos, que para el análisis de la demanda es


importante tener en cuenta el lugar, el síntoma, el miembro ausente y el remitente;

40
cada uno de estos elementos nos proporciona información sobre lo que el paciente
quiere solucionar en terapia.

La resistencia es un fenómeno que siempre está presente en las familias que


asisten a la terapia. Unas presentan más oposición al comienzo y tienden a
disminuirla cuando entran en confianza con el terapeuta. Otras son más obedientes
al principio, oponiéndose sólo después de sentir cuestionadas sus pautas básicas o
su seguridad.

Al momento de intervenir una familia, el terapeuta debe tener en cuenta su


sistema de valores y creencias, su ideología, su nivel cultural; debe usar un lenguaje
claro y sencillo y mantener una actitud neutral ante todos los miembros de la familia.
De estos elementos dependerá el grado de coparticipación y empatía entre él y la
familia.

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CONCLUSIONES:

 El surgimiento de la terapia sistémica los problemas psicológicos son vistos como


situaciones que se desarrollan y se mantienen al interior de la familia. Este
concepto cambia la forma de ver los problemas psicológicos y la intervención
terapéutica. Los terapeutas comienzan a trabajar con toda la familia con el fin de
cambiar los aspectos estructurales y relacionales disfuncionales en la familia.

 El enfoque sistémico considera a la familia como un sistema donde sus miembros


se comunican y se relacionan entre si. En este espacio, los miembros van
aprendiendo y vivenciando los primeros procesos de socialización que en lo
posterior van a facilitarle la adquisición de una serie de conductas.

 La primera entrevista familiar sistémica es un mecanismo que permite al


terapeuta recopilar información acerca de la problemática familiar, y, en base a
ella, elaborar un diagnóstico y planificar la terapia familiar.

 El genograma facilita una rápida comprensión de los posibles problemas


familiares y nos da elementos para la realización de hipótesis hacia una
intervención adecuada.

 Para el análisis de la demanda en la primera entrevista es importante tener en


cuenta el lugar, el síntoma, el miembro ausente y el remitente; cada uno de estos
elementos nos proporciona información sobre lo que el paciente o la familia quiere
solucionar en terapia.

 La resistencia es un fenómeno que siempre está presente en las familias que


asisten a la terapia; unas presentan más oposición al comienzo y tienden a
disminuirla cuando entran en confianza con el terapeuta. Otras son más
obedientes al principio, oponiéndose sólo después de sentir cuestionadas sus
pautas básicas o su seguridad.

 Al momento de intervenir una familia el terapeuta debe tener en cuenta su sistema


de valores y creencias, su ideología, su nivel cultural; debe usar un

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lenguaje claro y sencillo y mantener una actitud neutral ante todos los miembros
de la familia. De estos elementos dependerá el grado de coparticipación y
empatía entre él y la familia.

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BIBLIOGRAFIA:

1. ANDOLFI Mauricio, (2001), Terapia Familiar, Ed. Paidós, Barcelona.

2. HALEY, Terapia Para Resolver Problemas, Ed. Amorrortu.

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Ed. Paidós, Buenos Aires.

4. MINUCHIN Salvador, (1982), Familias y terapia familiar, Ed. Celtia, Buenos


Aires.

5. MC. GOLDRICK Mónica, (2003), El genograma en la evaluación familiar, Ed.


Gedisa, Barcelona.

6. MIDORI Hanna, La practica de la terapia familiar.

7. PFEFFERMAN Rosa, (2006), Apuntes del curso de graduación sobre


Psicología Social, Buenos Aires.

8. STIERLIN Helm y Otros, (1981), Terapia de la familia, La primera entrevista,


Ed. Gedisa, Barcelona.

9. TOMSON Peter y K. EIA Asen, (1997), Intervención familiar, guía práctica


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10. WAINSTEIN Martín, (2006), Intervenciones para el cambio, Ed. JCE


Ediciones, Buenos Aires.

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