Abuso Infantil. Guía para Padres
Abuso Infantil. Guía para Padres
Abuso Infantil. Guía para Padres
Ministerios de la
Mujer.
MISIÓN ARGENTINA DEL SUR - 2006
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GUÍA PRÁCTICA PARA PROTEGER A LOS NIÑOS
DEL ABUSO
INTRODUCCIÓN:
Este material es un logro largamente acariciado. Durante varios años de trabajo en este
tema y al recorrer las iglesias del Sur Argentino, muchas Esposas de Pastores y de
Ancianos me plantearon la necesidad de recibir más instrucciones acerca de este asunto
que tanto preocupa a la sociedad actualmente. Por eso quiero dejar para ellas este Manual
sobre el Abuso Infantil.
Hace unos años, obtuve un Manual sobre Abuso Infantil de la Lic. Mónica P. Diner por
Internet, que considero lo mejor que encontré sobre este tema y están volcados en este
trabajo. Además se incluyeron los materiales recibidos desde la Asociación General y la
División Sudamericana a través de los Ministerios de la Mujer y otros artículos. También
agrego mis propias experiencias. Recopilé todos estos materiales para brindarles este
trabajo. Todo material que no sea de la Lic. Mónica Diner, lleva un (*) con su referencia
correspondiente al final del artículo.
Deseo que las beneficiadas puedan ser educadoras en sus iglesias y comunidades, porque
la mejor educación es la prevención. Sugiero que lo compartan en reuniones, donde se
congregan familias. Además se pueden hacer programas especiales dedicados a la
instrucción y prevención del Abuso Infantil y Familiar, cuyo material ya recibieron
anteriormente las Esposas de Pastores de la MAS. También se puede utilizar este Manual
pueden hacer Reuniones Evangelísticas y charlas para la comunidad.
1) DEFINICION Y CLASIFICACION
Se debe diferenciar el “abuso” de otras maneras en que un niño puede ser dañado, enfatizando que
el abuso es un hecho que proviene de una persona más grande, fuerte o autoritaria, sobre quien el
niño no tiene control, que puede o no ser de la familia (padres, abuelos, tíos, hermanos, padrastros,
cuidadores, amigos, vecinos, etc.)
a) ABUSO INFANTIL: todo daño producido a un niño, en forma no accidental, por una persona de
mayor edad más fuerte o autoritaria, conocida o no por el niño. El mismo puede ser:
Físico: (violencia) actos que producen lesiones físicas -con o sin instrumentos- como golpes,
lastimaduras, quemaduras, marcas, fracturas, accidentes, enfermedades o intoxicaciones.
Emocional: (maltrato) actos que atentan contra la autoestima del niño y/o impiden su natural
tendencia a la interacción con los demás.
Puede tratarse de conductas activas y/o pasivas como la privación de afecto y de seguridad,
indiferencia, rechazo, aislamiento, intimidación, falta de comunicación, gritos, insultos, burlas,
desvalorización o exigencias superiores a la edad o capacidad.
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Sexual: (abuso) consiste en hacer participar al niño en actividades sexuales tales como tocar o hacer
tocar de manera seductora cualquier parte del cuerpo -no sólo los genitales- del niño o del adulto,
mirar o hacer mirar las partes íntimas del niño o del adulto, mostrar o tomar fotos explícitamente
sexuales, mostrar revistas o películas pornográficas, hacer observar al niño actividades sexuales,
penetrar en vagina, ano o boca con el órgano sexual o con un objeto en vagina o ano. También puede
no haber contacto corporal o visual, como en el caso de propuestas verbales indecentes, pero en
todos los casos se trata de actividades que el niño por su inmadurez no puede comprender y para las
cuales no está preparado, ni física ni emocionalmente.
Los distintos tipos de abuso sexual entran dentro de la categoría del incesto cuando se trata de
relaciones con familiares directos (padre, madre, hermanos, abuelos, u otros familiares, según las
diversas culturas o leyes). Un tipo especial de abuso infantil es el:
b) NEGLIGENCIA: si el “abuso” es dañar por una acción (cuando el niño es tratado de manera
indebida o dañina), “negligencia” es lo contrario, es el descuido o abandono del niño, dañar por
omisión o hacer menos de lo necesario para mantener el bienestar físico y/o emocional del niño. Se
trata de un daño pasivo en lugar de activo, y puede abarcar desde un accidente hasta la falta de
provisión de lo imprescindible para satisfacer las necesidades físicas, sociales, psicológicas e
intelectuales, así como una falta de previsión de futuro.
La negligencia es una amenaza para el desarrollo psicológico (emocional y sexual) o físico del niño, y
puede deberse a motivos conscientes, inconscientes, ignorancia, incapacidad o pobreza.
También hablamos de negligencia cuando por descuido o falta de cuidado de las personas encargadas
de su atención, el niño queda expuesto a situaciones de abuso por parte de personas conocidas o
desconocidas.
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10. El 80% de los casos de abuso sexual es cometido por un conocido, en muchísimos casos de la
misma familia.
M: Sólo los niños con problemas (un poco lentos o ingenuos) son víctimas de abuso sexual.
V: Si bien los niños con algún retardo son de mayor riesgo, la gran mayoría tiene un promedio de
inteligencia normal.
FAMILIARES
Endogamia
Se puede decir que la familia es el espacio donde el ser humano crece y se desarrolla como individuo,
es el lugar donde logra la individuación.
Cuando el tabú del incesto no se cumple predomina la indiscriminación de vínculos familiares (familia
actual - familia de origen), como la indiscriminación generacional (padres - hijos) y de tiempo
(pasado - presente). Cuanto mayor sea esta indiscriminación mayor será la patología y la posibilidad
de abuso, sobre todo sexual.
Cuando el hijo significa para los padres una mera prolongación de ellos mismos, cualquier
inadecuación del pequeño respecto a las ilusorias expectativas de los padres, pueden generar
sentimientos de enorme frustración, odio y rechazo, al punto de desencadenar conductas abusivas,
tanto físicas como emocionales.
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Para que el niño logre un adecuado desarrollo en la vida, los padres deben sentir que además de ser
parte de ellos, el hijo es a la vez alguien único y diferente.
CULTURALES
Autoritarismo Masculino
Es de orden cultural, económico y biológico y se origina en la supremacía física y cultural del hombre
sobre la mujer y los niños. En lugar de hacer respetar la ley, él se cree la Ley. Su carácter dominante
abusivo y controlador de
SOCIALES
Aislamiento Social
En las familias muy aisladas socialmente, las dificultades de integración pueden deberse a que viven
o provienen de lugares muy apartados o a otros motivos de índole psicológica. También, es habitual
el abuso en aquellas familias que viven hacinadas por motivos socioeconómicos.
INDIVIDUALES
Aumento de Tensión o Estrés
Personas que están atravesando una crisis por motivos económicos o afectivos, etc. (la frustración
puede producir aumento de la agresión, regresiones, alcoholismo) pueden ser potenciales
abusadores, siempre que haya una predisposición, sobre todo si no cuentan -como en el caso del
aislamiento social- con fuentes de apoyo externas, familiares o comunitarias.
Supervisión Deficiente
Niños poco atendidos, de poca estima propia, muy solos o poco comunicados son proclives a
convertirse en víctimas fáciles del abuso. Su personalidad débil, de baja estima tienen poca capacidad
de enfrentar conflictos y superarlos, son dependientes y sufren la falta la seguridad emocional y se
tornan como personas muy inseguras de si mismas. La Inmadurez emocional es la causa frecuente de
trastornos en la personalidad.
Personalidad Perversa
Si bien es cierto que algunos abusadores son considerados sádicos, perversos, adictos al alcohol u
otras drogas, es difícil dar un perfil del abusador, porque los hay de muy distintas personalidades.
Pueden ser individuos muy enfermos, en los cuales la personalidad está afectada en todas sus áreas,
pero también pueden ser individuos que lleven una vida aparentemente normal, siendo el abuso el
único rasgo anormal.
El abuso puede darse en cualquier estructura de personalidad: psicótica, perversa o neurótica, siendo
por lo general mas grave cuando mayor sea el trastorno de personalidad.
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5) FACTORES QUE GENERAN LA VIOLENCIA
Se repite la conducta violenta aprendida en la infancia.
Se aprende en la Televisión, Internet, juegos sociales de violencia
Continuos traslados de las familias, no logran arraigarse y formar sus raíces
El consumo de drogas y alcoholismo genera violencia.
CAPITULO 2
1) TRAUMA Y MANIFESTACIONES
La función del aparato psíquico consiste, en un último análisis, en mantener en un nivel lo más bajo
posible o constante, la energía interna de un organismo (Principio de Constancia, relacionado con el
Principio de Placer, opuesto a la angustia).
Esto se logra, por una parte, mediante la descarga de la energía existente (Abreacción), por otra,
mediante la evitación de lo que pudiera aumentar la cantidad de excitación, y también a través de la
defensa contra ese aumento que provoca tensión interna.
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(b) ANGUSTIA
Angustia: sensación de peligro inminente, aunque sea desconocido, que suele caracterizarse por
síntomas fisiológicos y psicológicos.
Depresión: humor triste, disminución del interés y la energía, ideas peyorativas de la existencia,
sentimiento de culpa. La depresión puede ser “endógena” o reactiva a una situación traumática.
Lesiones Corporales
Se caracteriza por:
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b) Re-experimentación del traumatismo.
Recuerdos recurrentes, dolorosos e intrusivos del hecho traumático.
Sueños recurrentes del hecho traumático.
Comportamiento y/o sentimiento repentino, como si el hecho traumático estuviera presente,
más visual que auditivo, aunque sepa que no es real (debido a una asociación con un
estímulo ambiental o ideativo).
Intensificación de los síntomas frente a la exposición de acontecimientos que simbolizan o
recuerdan el acontecimiento traumático.
Trastornos disociativos (cuando revive el episodio o como consecuencia del episodio
traumático).
f) La incapacidad puede ser leve o afectar todos los aspectos de la vida laboral, recreativa,
familiar y social.
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5. Complicaciones neuróticas u otras.
* FENICHEL, O.: Teoría Psicoanalítica de las Neurosis. Ed. Paidós. Bs. As., 1996.)
No es fácil conocer el número de víctimas de abuso infantil; entre los diversos motivos podemos
mencionar los siguientes:
No todos los casos de abuso son denunciados. Los que más salen a la luz son los casos
graves de abuso físico y abuso sexual.
No hay un centro que coordine toda la información. Lo que si podemos decir es que, en los
últimos años, los centros asistenciales declaran un incremento alarmante de casos de
maltrato y abuso. Es probable que dicho incremento este influido por la difusión del tema y la
existencia de centros especializados.
En Estados Unidos se hacen estadísticas no solo de los casos denunciados sino también basadas en
encuestas realizadas a adultos, en forma retrospectiva, acerca de situaciones de abuso en la niñez.
Gráfico basado en la adaptación que Martínez Roig y De Paul Ochotorena hacen del esquema original
de H. Rostad en el libro “Maltrato y Abandono en la Infancia”, Ed. Martínez Roca. Barcelona, 1993.
En la base, que incluye el mayor porcentaje, están los casos no conocidos y a medida que avanzamos
hacia el vértice, donde está el menor porcentaje, nos encontramos con los casos conocidos,
detectados, denunciados y juzgados.
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La mayoría de los padres violentos, u tutores generalmente parecen perfectamente normales delante
de otras personas; uno de las formas mas comunes de extorsión a sus víctimas es: “Yo soy una
persona respetable, nadie creerá las tonterías que dices”. Pero, ser sensible a algunas pistas puede
ayudar a identificar a los agresores como el propósito de intervenir y proporcionar auxilio.
c) Padres u tutores que sienten un vacío interno de falta de amor: no fueron amados y no recibieron
atención cuando niños, no pueden llenar las expectativas de sus hijos, no son capaces de amar y
brindar amor hacia sus retoños.
El aislamiento social se observa cuando el niño casi nunca está con los padres, y estos también se
mantienen a distancia de la compañía de los otros, a veces explicando esa actitud como teniendo
el objetivo de apartarlo de las malas influencias. Los padres parecen tener dificultades para
relacionarse con los hijos cuando hay otras personas cerca.
Los padres son negativos respecto de sí mismos, dan disculpas y a veces son defensivos.
Aparentan tener un concepto propio muy pobre.
Los padres, a veces hablan acerca de su propia infancia que fue severa y generalmente repiten
que eso no les hizo mal, y que era la manera de ser tratados que justamente necesitaban. En
otras ocasiones, expresan miedo de lastimar a los hijos.
Algunos padres admiten que su relación con sus propios padres no fue buena. Aunque la
violencia física no estuviese presente, eso puede indicar que existía violencia emocional.
La ira de los padres contra los niños parece desproporcional al comportamiento que los hizo
reaccionar, repiten las conductas violentas de su niñez. “El demonio de la violencia se apodera de
ellos”, como cristianos debemos aconsejar un tratamiento profesional y ayuda espiritual
necesaria.
Según del Dr. Luis Feder (Director del Instituto de Psicoanálisis de México) los abusadores tienen
estas características:
Son incapaces e inseguros de ser amados: buscan en sus hijos afecto y seguridad que ellos
mismos no poseen. Su bienestar emocional depende de otros o de sus niños. Son incapaces
de hacer frente a las necesidades de sus hijos; reaccionan y se frustran en verse reflejados
en sus pequeños.
Alimentan profundos temores hacia los demás: proceden generalmente de hogares con
carencia afectiva. La hostilidad y los azotes eran el pan de cada día. Aprendieron a reaccionar
solo con violencia. Se arrepienten de repetir esas conductas pero luego vuelven hacerlo y se
forma un círculo vicioso.
Con frecuencia ven a sus hijos como rivales: compiten inconscientemente con sus retoños por
el amor del cónyuge. “Para estos padres hay esperanza, al hacerles entender que su ira es
solo una válvula de escape y que no la apunten a sus hijos”.
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CAPITULO 3
AUTOPROTECCION INFANTIL
1. DEFINICION
Definimos la Autoprotección Infantil como la capacidad que puede ser desarrollada por los niños para
evitar o disminuir situaciones de riesgo emocional, físico o sexual en la infancia, pasibles de producir
un trauma psíquico o perturbaciones psicológicas duraderas.
2. FACTORES DETERMINANTES
Son muchos los factores que determinan e intervienen en la capacidad de autoprotección en el niño.
Aunque la mayoría de ellos están interrelacionados, para poder lograr una mayor comprensión de los
mismos es conveniente agruparlos del siguiente modo:
Elementos de Autoprotección
Interacción Familiar
a) Elementos de Autoprotección
Amor y Autoestima
La autoestima puede ser definida como “los sentimientos de una persona acerca de todo lo que ella
es”. La Autoestima depende en gran parte de la interrelación entre la percepción de uno mismo y lo
que a uno le gustaría ser o Ideal. Cuando la autopercepción y este ideal coinciden en muchos
aspectos, la autoestima es positiva. La autoestima positiva es fundamental para el desarrollo y el
éxito en la vida.
Cuando la percepción y el ideal están lejos de coincidir, la autoestima suele ser negativa. Una
persona con baja autoestima no puede hallar aspectos de sí misma que la hagan sentir bien porque
los sentimientos preceden e influyen en los pensamientos y en la conducta.
Toda persona es importante, y se sentirá valiosa en la medida en que sea respetada y querida con
sus propios deseos, sentimientos, ideas, capacidades y características físicas, aunque sea diferente de
las demás personas.
Lo más o menos valioso que un niño se sienta, dependerá en gran parte, primero, del amor de los
padres y otras figuras significativas, y luego, de las metas propuestas o ideales, que pueden o no ser
alcanzables, dependiendo de la edad, capacidad y características del niño.
Para que un niño pueda protegerse, primero debe sentirse valioso. Por eso, para niños que padecen
problemas importantes de autoestima es indispensable la implementación de métodos terapéuticos.
No hay un modo de medir con seguridad si un niño tiene baja autoestima, especialmente antes de los
seis años. Según Alice Pope, en su libro “Mejora de la Autoestima” es importante el juicio profesional
a través de entrevistas al niño, padres y maestros.
Su “Test de Autoestima” basado principalmente en la puntuación de una serie de preguntas acerca de
cómo los niños sienten y piensan, respecto a diversas áreas como: corporal, familiar, escolar, social,
etc., permite obtener valiosos datos al respecto.
Un modo de influir en la Autoestima es centrarnos en un área problemática y tratar de mejorarla.
Otro modo consiste en examinar las diferencias entre la percepción de uno mismo y el ideal (por ej. :
ayudar a la persona a modificar su ideal por uno más adecuado a sus posibilidades o ayudarla a
modificar la percepción de sí mismo en forma más benigna).
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Sentimiento y Expresión
Los sentimientos, que surgen ante situaciones a las que uno debe enfrentarse continuamente en la
vida, resultan útiles para discriminar dichas situaciones; por lo general, suele aparecer malestar o
miedo frente al peligro, bienestar o agrado frente a la seguridad, y confusión frente a una situación
ambivalente. Vergüenza y tristeza se relacionan más con la autoestima.
Cuando los niños son dañados, emocional, física o sexualmente pueden sentir y expresar: miedo,
enojo, tristeza, vergüenza, confusión, etc.
Los niños con baja autoestima pueden tener dificultades para reconocer y manifestar sus
sentimientos.
Una de las formas de comenzar a trabajar con los niños para ayudarlos a discriminar y expresar sus
sentimientos y deseos consiste en preguntarles cuáles son sus preferencias en relación a los sentidos:
vista (colores, paisajes, etc.), olfato (aromas, perfumes), oído (sonidos, canciones), gusto (comidas,
sabores), tacto (vestimenta, juguetes, etc.); en relación a las actividades cotidianas (juegos,
deportes, etc.) y a las personas que los rodean (familiares, amigos y vecinos).
Otra propuesta para alentar a los niños a identificar los sentimientos es a través de la visualización de
rostros que representan distintos estados de ánimo como por ejemplo: feliz, alegre, seguro, triste,
desilusionado, aburrido, confundido, indeciso, asustado, temeroso preocupado, furioso, enojado,
dolido, avergonzado, tímido, incómodo.
Deber y Derecho
Los niños tienen derecho a adquirir información y pedir ayuda para lograr el mejor nivel físico,
emocional e intelectual que sea posible. La sociedad tiene el deber de promover el bienestar de los
niños.
REGLA “NIC”
NO
IRSE
CONTARLO
Esta regla para protegerse (decir NO, IRSE del lugar y CONTAR lo ocurrido), no siempre puede ser
usada por los niños en forma completa. Por ejemplo: cuando el contexto tiene ciertas características
que impiden poner en práctica la regla, o tornan la situación más peligrosa, tal vez puedan poner en
práctica alguna de sus ítems (por ejemplo contándoselo a alguien más adelante).
Cuando los niños no se sienten lo suficientemente valiosos como para defenderse, lamentablemente
es difícil que recurran a esta regla en forma total o incluso parcial.
Contacto y Caricia
Las caricias consisten en diversas maneras de tocar el cuerpo de una persona. Hay distintos
momentos, lugares y circunstancias en las que un niño puede ser tocado; lo que está bien o mal en el
tocar, depende de las diferentes culturas, edades y gustos personales; el niño puede rehusar a ser
tocado cuando se siente incómodo o no lo desea, ya se trate de una caricia, cosquillas o cualquier
otro contacto que los haga sentir mal.
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b) Secreto y Olvido
Uno de los modos de explicarle al niño cuándo un secreto debe contarse es establecer una diferencia
entre buenos y malos secretos; los buenos tendrían más que ver con cosas lindas y divertidas, (como
por ejemplo una sorpresa, un regalo), mientras que los malos se relacionan a cosas que dan miedo,
culpa, tristeza o confusión (pueden estar encubriendo situaciones de abuso) y son siempre difíciles de
contar. Son precisamente estos últimos los que deberían ser contados, porque tratar de olvidar el
hecho sería más dañino.
c) Soborno y Engaño
Soborno es aquello que se ofrece a cambio de algo que no se debe hacer y muchas veces es un
engaño. El soborno puede ser algo de índole material, como un caramelo o un juguete, o inmaterial,
como algún tipo de premio o favor.
Los niños deben aprender a no aceptar obsequios o propuestas de desconocidos, aunque parezcan
placenteros; tampoco deben aceptarlo de gente conocida cuando sientan que algo no está bien o los
confunde.
d) Miedo y Culpa
Si los niños tienen miedo al castigo o se sienten culpables no podrán defenderse o pedir ayuda. La
culpa nunca es de los niños cuando son abusados.
Este concepto juega también un papel importante en la posibilidad de elaborar la situación
traumática, en caso de haber sido agredido; de lo contrario, la agresión puede ser vivida como un
castigo merecido.
Podríamos afirmar que la capacidad de autoprotección y el desarrollo psicológico se influyen
recíprocamente. La familia es el ámbito primario donde esta capacidad se va constituyendo, pero
algunas instituciones, como por ejemplo la escuela, son un espacio desde donde también se la puede
promover, poniendo el énfasis en los siguientes conceptos:
b) Interacción Familiar
La familia es uno de los factores determinantes de la capacidad de autoprotección en los niños, por
eso es importante conocer las características principales de la estructura e interacción familiar.
Se puede decir que la familia es el espacio donde el ser humano crece y se desarrolla como individuo.
En la actualidad, la familia es entendida como un sistema o totalidad, es decir, una estructura
formada por elementos interdependientes que se influyen recíprocamente.
Para lograr su normal desarrollo, los integrantes de la pareja conyugal deberán ir diferenciándose de
sus respectivas familias de origen, renunciando en parte a metas y normas que cada uno trae al
matrimonio, e ir creando un conjunto de pautas y normas compartidas que hagan posible la vida en
común.
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Los cónyuges deberán ayudarse mutuamente a independizarse de sus familias de origen, y así, pasar
de ser sólo hijos a constituir una pareja, para ser luego padres de una nueva familia; pero es
importante que cada cónyuge deje un espacio para el vínculo afectivo que su pareja tiene con sus
propios padres y hermanos.
La estructura familiar se caracteriza por tres funciones: materna, paterna y filial. Según cómo sean
ejercitadas las mismas, será la evolución del desarrollo familiar. La función materna aglutina y tiende
a la fusión; la función paterna discrimina y limita, representando a la cultura y la Ley (prohibición del
incesto, fundante de toda cultura); la función filial se orienta al futuro y a la individuación.
Si esto no se logra, suele manifestarse, en mayor o menor grado, una serie de conductas
características: desacuerdo entre los cónyuges, reglas y valores no compartidos, repetición de pautas
provenientes de las respectivas familias de origen (que a menudo resultan ser inadecuadas en la
situación actual), falta de confianza y respeto, poca flexibilidad y creatividad. Respecto a los hijos,
hay poco espacio para que puedan discriminarse como individuos independientes. Son de esta
manera, posibles víctimas del abuso de los padres, ya que al no haber una clara discriminación de
funciones y roles se puede esperar de ellos conductas que no concuerdan con el lugar que debieran
ocupar en la familia y tampoco con su edad y posibilidades.
Los elementos que se detallan a continuación pueden ser considerados como algunos de los más
relevantes en la interacción familiar.
a) Respeto
El respeto entre las personas es primordial; consiste básicamente en aceptar que cada individuo es
valioso a pesar de las diferencias individuales. Es importante reconocer el derecho de cada uno de
tener sus propios deseos, sentimientos e ideas, y vivir de acuerdo con ellos, siempre que esto no
dañe a los demás.
Aunque son diversos los significados que un hijo puede tener para sus padres, es fundamental para
su desarrollo que los padres sientan que además de ser parte de ellos, ese hijo es a la vez alguien
único y diferente.
Respetar las diferencias dentro de la familia implica reconocer y aceptar los deseos, sentimientos,
ideas, valores y capacidades de cada uno; respetar las diferencias fuera de la familia implica respetar,
entre otras cosas, la raza, la religión, la cultura, la clase social, y el estilo de vida de las demás
personas.
El respeto y el afecto son fundamentales para el desarrollo de la autoestima.
b) Afecto
Puede ser expresado en infinidad de conductas: acariciar, abrazar, jugar, estar juntos, decir cosas
gratificantes, etcétera. El afecto puede ser dado por personas que son de la familia y por otras que no
lo son; es tan imprescindible como el cuidado de las necesidades físicas de abrigo, higiene,
alimentación y sueño, entre otras. Los sentimientos de amor coexisten frecuentemente con los
sentimientos agresivos, en distintas áreas de la vida; es necesario tener presente la existencia de
estos dos sentimientos, para que los agresivos puedan ser tolerados y controlados, integrando a
ambos en las diversas relaciones familiares y extra-familiares.
c) Confianza
Los miembros de cada familia deben poder confiar los unos en los otros y establecer límites sanos
entre ellos; a la vez, deben poder crear vínculos amistosos con personas de afuera. Confianza
significa también creer en la capacidad que cada uno tiene de aprender de los errores y de cambiar
de manera positiva, para enfrentar mejor la vida. La confianza se va desarrollando a medida que las
experiencias positivas van predominando sobre las negativas.
d) Humor
El buen humor -aunque no sea fácil de lograr ayuda a aflojar las tensiones propias de la vida, permite
hacer frente a la adversidad y recobrarse del dolor más fácilmente.
El humor sano consiste en reír junto a otros y no a costa de otros; humor no es avergonzar, criticar o
molestar a otros. El humor también ayuda a aceptar aquellas cosas de la vida difíciles de modificar.
En este sentido, suelen tener mayores dificultades las personas que por su carácter muy rígido tienen
poco sentido del humor.
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e) Valores
Es conveniente tener ideas claras y coherentes sobre lo que consideramos bien o mal, o lo que es
importante o no. Los valores pueden transmitirse a los niños verbalmente o a través de los libros y de
los juguetes que les ofrecemos, o de la forma de vida que desarrollamos; pueden involucrar
diferentes aspectos de la realidad, como la amistad, el honor, el amor, la violencia, la religión, el
sexo, el dinero, etc., temas que deben tratarse progresivamente de acuerdo con la edad de los niños.
f) Reglas
Las reglas están basadas en los valores, y, al igual que los mismos, pueden ser explícitas o no.
Además, si son consistentes y tienen sentido, nos permiten conducirnos de manera adecuada en gran
parte de la vida diaria, sin tener que detenernos a analizar cada cosa que hacemos; no obstante, las
reglas deben ser periódicamente examinadas. La adecuada disciplina produce la mejor autodisciplina
en los niños.
g) Flexibilidad
Si bien las reglas son necesarias para que cada uno sepa cómo comportarse y qué esperar de los
demás, no deben ser muy rígidas, porque siempre surgen necesidades y acontecimientos imprevistos
a los que hay que dar una respuesta adecuada, tanto en las diversas situaciones de la vida cotidiana
como en las crisis vitales o accidentales.
h) Creatividad
Está muy ligada a gran parte de los conceptos mencionados anteriormente; la confianza y la
flexibilidad, por ejemplo, posibilitan la aparición de ideas nuevas y diferentes, como respuesta a
diversas situaciones de la vida.
i) Cooperación
Los integrantes de la familia deben ayudarse mutuamente para resolver sus problemas, tanto
materiales como afectivos, pues todas las personas necesitan unas de las otras para poder vivir.
j) Recreación
Es importante pasar cierto tiempo todos juntos en familia. Son múltiples las actividades que pueden
ser compartidas: vacaciones, comidas, juegos, compras, caminatas, charlas, actividades específicas,
etc.
Por último, podemos decir que todas las familias funcionan en algunas áreas mejor que en otras, y se
debe tratar de analizar aquellas donde se producen mayores conflictos.
Una familia debe poder aceptar las diferencias individuales, tolerar los errores y ofrecer un espacio
seguro donde desarrollarse y crecer. La familia, a través de su estructura, funciones e interacción,
debe permitir que el niño -quien nace en un estado de completa indefensión- logre su más pleno
desarrollo como individuo. Para lograr tan importante meta, es fundamental el desarrollo de la
autoestima, que comienza cuando un niño se siente aceptado y querido por sus padres como alguien
que además de ser parte de ellos, es también único y diferente.
Debido a los innumerables incidentes de abuso y molestias a los niños, ha habido mucha preocupación sobre las
caricias que nuestros hijos reciben. Esto es particularmente una realidad en guarderías, escuelas y en actividades
relacionadas con la iglesia.
La parte buena de todo este énfasis es que nos conscientizamos de los daños que acarrea un toque inconveniente.
Aprendemos que hay consecuencias de larga duración cuando se saca provecho de la naturaleza confiada de un
niño. Les enseñamos a los niños sus derechos y cómo protegerse de este terrible tipo de abuso.
Ha habido un triste cambio por causa de esa preocupación, a saber, la resistencia y a veces la negación de los
involucrados en tocar a los niños, hasta de forma benigna. Los niños que estaban acostumbrados a recibir abrazos
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en la escuela o a sentarse en la falda de la profesora en busca de consuelo, ahora no reciben más toques, y son
carentes de este tipo de comunicación saludable.
Hasta los padres comenzaron a concientizarse de sus hábitos de tocar, especialmente en relación con los hijos que
están llegando a la pubertad y adolescencia. Algunos padres, en casa, no abrazan más a sus hijas por miedo a ser
mal interpretados. Esto es perturbador, pues no tocar al niño es más que un riesgo para su crecimiento y desarrollo
general. Evitar el toque y el apropiado tipo de intimidad que genera, deja al niño más susceptible a ser molestado.
Se le niega al niño la oportunidad de aprender su función en una intimidad honesta y abierta.
Nunca somos demasiados viejos a punto de no sentir la necesidad de un toque y la consecuente sensación
agradable de aceptación que produce. Ya se demostró que niños pequeños pueden enfermarse gravemente sin un
toque amoroso. Niños y adultos emocionalmente necesitados pueden sufrir daños sicológicos cuando no reciben
toques. A veces, los niños se retraen o retroceden; otras asumen comportamientos indebidos para obtener un
toque.
Las personas que tratan con niños deben estar seguras al usar el tipo adecuado de cariño. Cuando se enfrentan
consigo mismos y pueden afirmar que las caricias no son para suplir necesidades propias, sino para beneficio del
niño, está en condiciones de demostrar cariño. Nunca fueron apropiados los toques muy frecuentes o toques en las
áreas genitales. Pero, toques gentiles y abrazos, o el acto de sentar al niño en la falda, es pertinente cuando trae
bienestar, seguridad y transmite al niño un sentimiento de valorización.
Los padres deben entender que sus hijos van a buscar cariño fuera de casa, si eso no forma parte de la relación
con los padres. Lo que es apropiado para un bebé puede no serlo para un adolescente, pero en vez de ponerle fin
a alguna cosa que puede ser tan importante en el desarrollo de un niño, que haya cuidadoso interés en imitar los
“toques suaves” que Cristo usaba en Su ministerio. (Ver DTG,475) (Día del Énfasis Sobre la Prevención del
Abuso – 2003 – Subsidios Adicionales)
Nadie tiene el derecho de tocar las partes privadas de sus cuerpos o hacer que ellos se
sientan incómodos por lo que dicen de sus cuerpos o de alguien más. Los niños tienen el
derecho de dar un fuerte y enfático “NO” aún para familiares y amigos cercanos que hacen
esto.
Los adultos no deberían pedir que los niños guarden secretos de las cosas que ellos hacen
juntos. Si alguien les pide que guarden esta clase de secretos, ellos deben decirlo
inmediatamente a sus padres, maestros u otros adultos. El hecho, por lo menos en la mitad
de todos los niños abusados sexualmente, ha ocurrido dentro de la familia.
Ellos no deben permitir que nadie les tome fotografías desnudos o semi desnudos. Si alguien
les sugiere hacer esto o les muestra fotos de otros niños haciendo esto, deben informar el
incidente a sus padres, maestros o a cualquier otro adulto inmediatamente.
Los niños deben informar a sus padres, maestros o a otros adultos si alguien hace
comentarios ridículos acerca del sexo, muestra cuadros sucios, o hace gestos depravados o
algunos ademanes que ellos no entienden.
Los niños también deberían informar si alguien les ofrece dar regalos o dinero.
Si están solos en casa, nunca deben abrir la puerta a extraños.- Ellos nunca deben hablar
por teléfono con alguien y decir que están solos en casa. No deben responder ninguna
pregunta.
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Ellos nunca deben ir a la casa de otras personas o subir al carro de alguien sin el previo
permiso verbal de uno de los padres. No es apropiado o seguro que los padres den tal
permiso a través de otra persona.
Ellos no deben ayudar a personas extrañas a buscar alguna dirección, mascotas etc. No es
apropiado que los adultos vengan a pedir tal ayuda a los niños.
Los niños deben saber como usar el teléfono en caso de emergencia. Deben conocer
también su propio número de teléfono y cómo usar números de emergencia. Deben ser
enseñados como usar un teléfono público, ya sea con monedas, fichas o tarjetas.
Las tres reglas de “Seguridad y Supervivencia” que todo niño debe conocer para prevenirlo
del abuso son:
Decir “NO”
Escapar rápido
Avisar a alguien.
Los niños raramente (en menos que el 3% de los casos) inventan historias de abuso. Ellos
simplemente no tienen el vocabulario o la experiencia para hacerlo. Una denuncia sobre la conducta
del niño, que lo hace sentirse incómodo, es siempre digna de una atención cuidadosa.
Dé todos los pasos necesarios para proteger al niño de posibles abusos. Una denuncia a las
autoridades apropiadas es un paso importante en asegurar esta protección.
Explore informaciones que le pueden dar compañeritos del niño afectado.
Averigüe por antecedentes en la familia.
Detenga el abuso de los ofendedores. Contactarse con las leyes de imposición es un paso
para ayudar a mantener a los abusado-res responsables y parar el abuso.
Ayude a curar a las víctimas quebrantadas, ofreciendo la adecuada orientación en la iglesia.
Brinde orientación acerca de ayuda profesional que siempre es recomendada en casos de
abuso.
Restaure las relaciones familiares donde el arrepentimiento y un cambio de conducta abra el
camino para el perdón y la reconciliación.
Ayude a la víctima a sentir pesar por la pérdida de una relación importante cuando la
restauración no es posible.
La mayoría de los niños necesitan sentirse seguros y confiados antes de disponerse a conversar con
alguien que está tratando de ayudarlos. Para obtener esa confianza es importante proceder en forma
bondadosa, agradable y sin apuro. En lugar de sentarse frente al niño, pareciendo un confronto, se
sugiere que la persona se siente al lado de él. A veces, hacer alguna cosa durante la conversación
quita la tensión del diálogo y produce una atmósfera más distendida. Puede incluirse cosas como
colorear, jugar con arcilla o con un osito de peluche. A continuación enumeramos algunas
sugerencias para una conversación eficaz:
Usar un tono de voz bajo y cariñoso. Una voz fuerte da la impresión de que alguien hizo algo
malo.
17
Las frases cortas funcionan mejor, con palabras fáciles de entender. Cambie esta frase:
‘¿había otros niños cuando entraste en la camioneta roja del Sr. Sales para ir a su casa la
semana pasada?’ por esta: ‘Cuéntame alguna cosa sobre la camioneta del Sr. Sales, ¿tú
estabas solo/a?’ Espere la respuesta a cada pregunta antes de proseguir. Los niños
solamente logran formular una respuesta por vez.
Es mejor colocar las preguntas en orden, de la más fácil a la más difícil. Por ejemplo: usar
preguntas comenzando con dónde, cuándo, quién y cómo, antes de hablar exactamente de lo
que sucedió. Las preguntas que se inician con ‘¿por qué?’ parecen acusadoras (¿porqué
fuiste con él?), y deben ser omitidas.
Manténgase alerta a los posibles problemas cuando el niño hace comentarios que indican
miedo de ciertas personas o dan a entender que no les gusta estar cerca de ellas. Pistas que
indiquen que hay turbulencias en casa pueden requerir también una investigación.
Si la persona que puede ser la agresora se encuentra en el mismo recinto, observe si el niño
mira a la persona esperando aprobación antes de responder. Eso puede ser un indicio de que
el niño tiene miedo de responder con franqueza.
Cautela: No saque conclusiones a partir de una o dos pistas solamente. Evalúe sus observaciones y
aquello que está oyendo, junto con el lenguaje corporal. Compare todos los datos y actúe con base
en aquello que parece contradictorio y sospechoso.
En muchas partes del mundo personas profesionales como pastores, profesores, doctores, abogados,
policías, relacionistas públicos, están legalmente ordenados para denunciar una sospecha de abuso o
mal-trato del niño, a las autoridades de abuso del niño.
(Día de Énfasis Sobre la Prevención del Abuso – 2003- MM-DSA)
Los niños que han sido mimados y a quienes se les ha dado siempre lo que quieren,
siguen esperando que se los atienda en esa forma; y si no se satisfacen sus expectativas, se
molestan y desaniman. Esta misma disposición se verá en toda su vida; llegarán a ser inútiles,
dependerán de otros para recibir ayuda, esperarán que otros los favorezcan y cedan a sus deseos.
Y si encuentran oposición, aun después de que se hayan convertido en hombres y mujeres,
piensan que se está abusando de ellos; y así llevan una vida descontenta, y difícilmente pueden
valerse por sí mismos, a menudo murmuraban y se irritaban porque no todas las cosas las cosas
les resultan bien (Conducción del Niño, Pág.119)
18
CAPITULO 4
Los indicadores son los signos manifiestos o consecuencias observables que permiten detectar o
inferir la existencia del abuso.
Podemos clasificarlos en indicadores generales, específicos e inespecíficos Estos indicadores, junto
con el contexto familiar y la entrevista al niño, permitirán hacer un diagnóstico de la situación.
Los indicios posibles de abuso están listados a continuación, no necesariamente indican pruebas que
un niño está siendo abusado o abandonado, sino que sirven como señales de aviso para prever,
buscar auxilio y determinar si o no un niño necesita ayuda. Confíe en sus instintos si piensa que una
familia o individuo está en problemas. Algunos indicios posibles son:
Infecciones
Bulbo vaginitis.
Infecciones del tracto intestinal.
Enfermedades de transmisión sexual en vagina, ano o boca.
INDICADORES ESPECIFICOS
Relato del niño espontáneo y coherente.
Lesiones corporales específicas.
Presencia de enfermedades de transmisión sexual (tricomonas, clamídeas, gonorrea, sífilis,
HIV).
Presencia de esperma.
Embarazo.
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INDICADORES INESPECIFICOS
Frecuente necesidad de ir al baño, por irritación anal o vaginal.
Dificultad para sentarse o caminar, por dolor o picazón en el área anal o genital.
Ropa desgarrada o ropa interior manchada de sangre.
Erotización prematura.
Conducta seductora sexual.
Demasiado conocimiento sobre temas sexuales.
Inusual interés en temas sexuales.
Preocupación por los órganos sexuales.
Relatos o dibujos inusuales o sobre temas sexuales.
Juegos inapropiados sexuales con otros niños.
Vestimenta inapropiada, o provocativa.
Extrema inhibición sexual.
Irritabilidad cuando alguien lo acaricia, porque identifican caricia con sexo.
Miedo a determinados lugares (baños, etc.).
Miedo a determinadas personas.
Deseo de no participar en actividades físicas.
Evitación de cualquier tema sexual.
Comentarios sobre que el propio cuerpo está sucio o dañado, o que algo malo sucede en el
área genital.
Conductas compulsivas de lavar o ducharse.
Vestimenta excesiva aun con tiempo caluroso.
Deseo de no desvestirse para la revisación médica.
Cambio en el rendimiento escolar.
Cambios en la conducta habitual (si el abuso es reciente).
Regresiones: chupeteo o masturbación compulsiva, balanceo.
Alteración en las funciones (sueño, alimentación).
Alcohol, drogas, fugas, promiscuidad, frigidez, homosexualidad.
Tendencia a la revictimización o identificación con el agresor.
Estados depresivos, automutilación.
Trastornos por estrés postraumático.
Informe de abuso por parte de los cuidadores o de un testigo.
La ubicación, el tamaño y forma, y la fecha del daño, es elemental para determinar si el daño es
accidental o no.
Ubicación
Zonas frecuentes de abuso: pecho, abdomen, espalda, nalgas, muslos (atrás), palma de las manos,
orejas.
Zonas frecuentes de accidentes: nuca, frente, mejillas, mentón, caderas y piernas, son lugares donde
los niños se golpean y lastiman habitualmente en forma accidental, porque son zonas de huesos
superficiales que pueden entrar en colisión con el entorno físico en el que se desplaza el niño.
Tamaño y Forma
Instrumentos: en general se utilizan instrumentos que se tienen a mano y que dejarán la huella de su
forma y tamaño.
Fecha
Se puede saber cuándo ocurrió la lesión y cuándo consultaron según el color del moretón.
Primer día: rojo o azul
Después del 2º día: amarillo, verde, marrón
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Generalidades
Fuerza: según el elemento que se utilice sea más o menos chato, grueso o puntiagudo, con la
misma intensidad o fuerza, se puede provocar un moretón, una fractura o una lastimadura,
respectivamente.
Sacudidas o golpes: contra superficies blandas pueden no dejar rastros externos pero si daño
interno.
Patrones regulares en diferentes áreas: reflejan el instrumento utilizado e indican que el niño
ha sido golpeado desde distintas direcciones.
Marcas idénticas: en ambos lados del cuerpo.
Moretones: de distintas tonalidades (golpes en distintos momentos).
Fracturas: en varios estadios de curación.
Cicatrices: viejas y nuevas juntas.
Moretones Injustificados
Cabeza cuero cabelludo, orejas. cara: boca, nariz, ojos,
Torso espalda, nalgas, pecho, abdomen.
Extremidades piernas (parte trasera) brazos (palma de manos)
Genitales externos
Fracturas Injustificadas
Cabeza cráneo cara: nariz.
Torso costillas.
Extremidades brazos y piernas.
Columna vertebral,
Múltiples o en espiral. varios estadios de curación. cualquier fractura en un niño menor de dos
años.
Marcas Injustificadas
Falta de mechón de pelo: cabellos arrancados. de cables en piernas brazos cuello o torso: haber
permanecido atado, de dientes: mordidas. Golpes, látigos, con perchas o sartén.
Quemaduras Injustificadas
Marcas de cigarrillo: especialmente en la planta de los pies, palma de las manos, nalgas o
espalda.
Quemaduras por inmersión: en las manos (como guante) en los pies (como medias), en
nalgas o genitales. En las quemaduras por inmersión quedan protegidas las áreas de flexión.
La piel de las palmas y de la plantas de los pies son mas gruesas y suelen estar menos
afectadas. Las quemaduras de grasa caliente son más severas que las de agua, que nunca
pueden pasar los 100º, además se escurren más rápido, y es menos severa si es arrojada
porque en el aire se enfría.
Quemaduras secas: en las que se ven las marcas del instrumento utilizado (plancha, tijera de
rulos, cuchillo, tenedor, lamparita, encendedor del auto, plato caliente. En general se utiliza
21
cualquier instrumento capaz de generar o mantener el calor y el grado de la quemadura
dependerá del grado de calor del material y del tiempo de exposición al mismo.
INDICADORES INESPECIFICOS DE ABUSO FISICO Y/O PSIQUICO
Dificultades de aprendizaje.
Trastornos en las funciones.
Trastornos de conducta.
Retraso en el crecimiento y/o en las adquisiciones madurativas.
Miedo a los padres o excesivo apego a los padres.
Miedo injustificado o apego inmediato a desconocidos.
Búsqueda de afecto indiscriminada.
Tendencia al aislamiento, pocos amigos.
Relaciones superficiales.
Depresión, inexpresividad emocional.
Baja autoestima, desvalorización u odio así mismo.
Sentimiento intenso de culpa o infelicidad.
Necesidad de castigo.
Mirada vacía o fija.
Respuestas con monosílabos.
Inapropiada o precoz maduración.
Asunción de responsabilidades de adulto.
Dificultad de adaptación o adaptación extrema.
Extrema preocupación cuando lloran otros niños.
Poca exigencia y/o demasiada complacencia.
Inhibición en el juego.
Retraimiento, conductas infantiles y fantasías excesivas.
Manipulaciones para atraer la atención.
Demandas permanentes y exageradas.
Hiperactividad.
Conductas agresivas, antisociales.
Adicciones, conductas autodestructivas.
Intento de suicidio o de mutilación.
Robos o mentiras, fugas.
4. INDICADORES DE NEGLIGENCIA
SÍNTOMAS GENERALES
Falta de higiene en cuerpo, uñas, pelo.
Eritema del pañal.
Lesiones cutáneas climáticas.
Heridas infectadas.
Caries.
Falta de vacunas.
Enfermedades mal curadas.
Desnutrición, bajo peso.
Distensión abdominal.
Hambre permanente o pedido o robo de comida.
Fatiga constante o apatía.
Hablar lento o susurrando.
Retraso en el crecimiento o en adquisiciones madurativas (marcha, lenguaje, etc.) por falta
de estimulación y aislamiento.
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Falta de supervisión especialmente en actividades peligrosas o por largos períodos
(accidentes).
Permanecer más tiempo en el colegio (antes y después).
Faltas frecuentes o dormirse en clase.
Inapropiada búsqueda de afecto.
Depresión, falta de expresividad.
Asumir responsabilidades de adulto.
Vestuario inadecuado al clima.
Uso de alcohol o drogas, delincuencia.
Comentarios acerca de que no hay quien lo cuide.
INDICADORES ESPECIFICOS
Higiene pobre.
Hambre constante.
Fatiga constante.
Ropa inapropiada.
Falta de atención de los problemas físicos y enfermedades.
CINCO ETAPAS:
1. Secreto: es aceptado por la víctima porque cree que al descubrir los hechos provocará una crisis
temible y peligrosa. Además se siente responsable y por lo tanto cómplice de la experiencia
compartida.
2. Desprotección: ausencia de autodefensa porque no se sienten protegidos por nadie; no son
escuchados y no tienen a quien recurrir.
3. Atrapamiento y Acomodación: El niño al no poder salir de la situación se acomoda para seguir
el resto de su vida con cierta normalidad, pero pueden surgir infinidad de síntomas psíquicos o físicos
que delatan que algo no funciona bien.
4. Revelación tardía: conflictiva y poco convincente, surge en un momento de rabia.
5. Retractación: a menos que se logre una intervención eficaz para que el ofensor reconozca su
responsabilidad, y se tomen las medidas adecuadas al caso, lo frecuente es que la víctima, por culpa
o miedo, se retracte y diga que todo fue inventado.
6. Revelación adulta: muchas víctimas pueden hablar de su vida pasada recién cuando son adultas,
se casan o pasan por crisis severas. El apremio suele impulsarlas a hablar aunque con mucha
dificultad logran sacar desde lo mas profundo de su alma, el llanto y la angustia reprimidas por
muchos años.*((Descrito por Roland Summitt en EE.UU. en 1983)
Muchos médicos no denuncian debido a la falta de pruebas. Otros facultativos no denuncian por los
trastornos que implican las visitas a los juzgados. Hay quienes temen complicar las cosas y alejarlos
de su familia. Con los avances tecnológicos ahora se pueden detectar lesiones antiguas de posibles
abusos o fracturas múltiples de en diversas etapas de curación. (Dr. Zanzi Gerldilcie, Abogado – Chile
23
CAPITULO 5
Orientaciones sacadas del libro: “La Conducción del Niño” de Elena G. de White:
“Padres y madres, tenéis una obra solemne que realizar, la salvación eterna de vuestros hijos
depende de vuestra conducta. ¿Cómo educaréis con éxito a vuestros hijos? Habladles con bondad,
ternura y amor. Decidles lo que Dios quiere que hagan. Cuando hagáis vuestra parte, podréis confiar
en que Dios hará la suya”. (Conducción del Niño Pág. 31).
“Los padres les hacen mucho daño a sus hijos si les permiten gritar y llorar. No debieran permitirles
ser descuidados y turbulentos. Si no se corrigen a edad temprana esos rasgos objetables de carácter,
los niños los conservarán desarrollados y fortalecidos” (Pág. 81)
“Hablar palabras alocadas es como golpear pedernal contra pedernal. No uséis palabras ásperas e
hirientes” (Pág. 87)
“Si a los niños se les permite la falta de respeto en sus propios hogares, la desobediencia, la
ingratitud y el mal humor; el pecado esta a las puertas de sus padres... No les permitáis hablar
ninguna palabra irrespetuosa acerca de vosotros”. (Pág.90)
“Pero si se permite que el egoísmo, la ira, la obstinación se posesionen del niño durante los primeros
tres años de su vida, resultará muy difícil someterlo a una disciplina conveniente. Su genio se ha
tornado displicente; se complace su propia voluntad; el control paternal le resulta desagradable.
Estas tendencias negativas se desarrollan con el crecimiento del niño, hasta que en la adultez, el
egoísmo supremo y la falta de dominio propio lo colocan a los males desenfrenados de nuestra
sociedad”. (Pág. 77).
“Cuando los padres dejan de requerir una obediencia rápida y perfecta a sus hijos, fracasan en
colocar el debido fundamento del carácter en sus pequeños. Preparan a sus hijos para deshonrarlos
cuando sean mayores, llenando de tristeza cuando se acerquen a su tumba. (Pág. 80).
“El mal genio del niño debe dominarse tan pronto como sea posible…sus faltas se fortalecerán a
medida que transcurran sus años, retardarán el desarrollo de su mente, y sobrepujarán todos los
rasgos buenos y nobles del carácter”. (Pág.86)
1. DISCIPLINA Y CASTIGO*
La mayoría de los padres tienen un profundo deseo de hacer lo correcto. Desean verdaderamente
criar a sus hijos en la doctrina y amonestación del Señor. Muchas veces hay un mal entendido acerca
de esa amonestación y en qué consiste. La disciplina se confunde con castigo, aunque no sean la
misma cosa. Hablando de modo simple, la disciplina establece límites para el comportamiento y
procura inducir comportamientos deseables, mientras que el castigo inflige dolor deliberadamente o
desagrado con la intención de conseguir cambios de comportamiento. A continuación enumeramos
los contrastes entre los dos:
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El blanco de la disciplina es enseñar, y es orientada al futuro; el castigo espera concordancia
en el mismo momento.
La disciplina recompensa el buen comportamiento; el castigo amenaza al mal
comportamiento.
Un padre que disciplina está dispuesto a ser un ejemplo; un padre que castiga, raramente
desearía ser usado como modelo mientras aplica el castigo.
La disciplina busca establecer un nuevo padrón de comportamiento que puede ser
generalizado para otras situaciones; el castigo usa la misma medida para cualquier tipo de
obediencia, no hay relación entre el castigo y la trasgresión.
La disciplina no hace que el niño se sienta rechazado; al contrario del castigo.
La disciplina precisa tiempo; el castigo puede aplicarse rápidamente.
La disciplina implica comunicación verbal, y así se refuerza la unión entre padre e hijo; el
castigo se aplica como una comunicación de mano única, si hubiera, y hace muy poco para
unir uno al otro con afecto.
Si usted quiere ser más eficiente en ayudar a sus hijos a madurar en la familia de Dios, lea estos
mensajes dados a otros padres pues le serán de mucha utilidad.
“La censura continua y el castigo corporal endurecen a los niños y los separan de sus padres. Estos
deben aprender primero a dominarse a sí mismos; y entonces podrán dominar con más éxito a sus
hijos.” (Joyas de los Testimonios T1, 148)
“Un niño no es un caballo ni un perro a quien le dé órdenes de acuerdo con su voluntad imperiosa o
que sea regido en todas las circunstancias con un palo o un látigo, o mediante golpes dados con la
mano.” (Conducción del Niño, 235) (Boletín MM de la DSA)
Es necesario comprender, que Dios ha puesto en cada ser humano el “Instinto de Conservación”, que
nos permite actuar con premura ante el peligro. Es como una alarma que se activa ante ciertos
estímulos. Los gritos, golpes y acciones violentas activan la alarma de nuestro organismo, la cual
debería ser usada solamente en defensa personal.
Debemos aprender evitar activar la alarma muy sensibilizada de los niños que estuvieron bajo el
efecto de la violencia familiar, para ello se recomiendan estos pasos:
Todos los problemas se pueden superar con la ayuda de Dios. La persona victimaria debe orar
mucho y pedir con todo el corazón la intervención Divina para vencer el hábito de la violencia.
Debe reunir a su familia, explicar lo nuevo que ha aprendido y su deseo sincero de hacer el
cambio en su actitud. Pedir perdón con mucha humildad.
Bajar al nivel del niño al hablarle. Tocarle con mucha suavidad el hombro y pedirle el con
respeto el encargo que debe realizar. “Ej.: “Marita, por favor trae las manzanas”. (Si antes
gritaba desde el lavadero y los niños están en el dormitorio; ahora debe acercarse al niño, si
esta jugando en el piso, inclinarse y pedirle el encargo).
Siempre llame al niño por su nombre.
Haga que el niño la mire a los ojos.
Sólo entonces diga la orden, sencilla y al punto.
De las gracias por obedecer.
Repita el procedimiento si es necesario.
Estime a su hijo, él siente su amor.
No cambie las órdenes, mantenga la perseverancia en sus principios de educación. Mantenga
un frente unido con su cónyuge. No debiera haber diferencias de opinión en cuanto a la
educación de los hijos.
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3. ¿SE PUEDE USAR LA VARA EN LA EDUCACIÓN DE LOS HIJOS?
“Demandad obediencia en vuestra familia, pero al hacer esto, buscad al señor con vuestros hijos, y
pedidle que venga y dirija. Vuestros hijos quizás hayan hecho algo que demande castigo; pero si los
tratáis con el espíritu de Cristo, los brazos de ellos ceñirán vuestro cuello, se humillarán delante del
Señor, y reconocerán su error. Eso es suficiente. Entonces no necesitan castigo. Agradezcamos al
Señor porque ha abierto el camino por el cual podamos llegar hasta el alma…Si vuestros hijos son
desobedientes, debieran ser corregidos….Antes de corregirlos pedid a solas al Señor, que ablande y
subyugue el corazón de vuestros hijos y que os dé sabiduría para tratarlos. Ni en un solo caso he
sabido nunca que haya fracasado este método. NO podéis hacer que un hijo comprenda cosas
espirituales cuando el corazón esté conmovido por la pasión” (La Conducción del Niño, Pág. 228)
“Castiga a tu hijo, en tanto que hay esperanza, mas no se apresure tu alma a destruirlo” (Proverbios
19:18)
“La vara y la corrección dan sabiduría. Mas el muchacho consentido avergonzará a su madre”
“Corrige a tu hijo y te dará descanso y dará alegría a tu alma” (Proverbios 29:15,17)
Jesús honró la fe de ellos: “De cierto, de cierto os digo que si no os volviereis como niños, no
entrareis en el reino de los cielos” (Mateo 18:13). ¡Cuán admirable que Jesús pusiera la fe de
un niño como la norma para entrar al reino de los cielos! “Estos pequeñitos que creen en
mi…” (Marcos: 9:42)
Jesús amonestó a que no seamos culpables de hacer pecar a un niño: “Cualquiera que
escandalizare a unos de estos pequeños que creen en mi, mejor le fuere que se le atase una
piedra de molino al cuello, y fuera echado en el mar” (Marcos 9:42) Evidentemente Jesús se
refería a acciones o actitudes que pudieran destruir su valor, su honor y la fe de ellos.
Debemos enseñar por precepto y ejemplo el valor de la gracia y el amor de Dios, para que
cuando sean adultos desarrollen una fe genuina que se transmita de generación en
generación. El abuso y maltrato que se dan a los niños, produce horribles cicatrices que
llegan hasta lo mas profundo del alma y el castigo del que Jesús habla es terrible y definitiva
su destrucción para los que dañan y abusan de pequeños niños.
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Jesús era cariñoso en su trato con ellos: El podía levantarlos en sus brazos, sanar sus heridas
y enfermedades; su amor por ellos era el mas profundo. Su encargo es de tratarlos con amor
y compasión. La inocencia, sencillez y la confianza que revela un niño, nos consuelan y
levantan el ánimo. “Entonces le presentaban niños, para que los tocase; y los discípulos los
reprendieron. Viéndolo Jesús, se indignó y dijo: dejad a los niños venir a mí, y no se lo
impidáis, porque de ellos es el reino de los cielos. E cierto os digo, que el que no recibe al
reino de Dios como a un niño, no entrará en él. Y tomándolos en los brazos, poniendo sus
manos sobre ellos, los bendecía” (Marcos: 10:13-15)
“Vuestros hijos son la propiedad de Dios, comprados con precio. Tened mucho cuidado ,
padres y madres, de tratarlos en forma cristiana” (LA Conducción del Niño, Pág. 228)
Deberíamos dar el trato cariñoso apropiado: cuando hay un contacto cariñoso y apropiado en
el círculo de la familia, el amor se aprende y devuelve. Esos abrazos y besos llenos de cariño
que le damos a nuestros niños cuando les abrazamos y contamos una historia, estos
momentos tiernos cuando los pequeños se sienten amados, son los momentos que les
enseñan amar. Ese es el amor de los padres que les enseña amar a Dios. Es el camino para
comprender, amar y temer a Dios; se deleitarán en obedecer sus mandamientos. Cuando
sean adultos se deleitarán en Dios y El les agrada tenerlos cerca y bendecirlos. Cada edad
tiene una manera propia de recibir abrazos y besos, no se aconseja a una niña de 13 años
sentarse en el regazo de papá, abuelo, tíos etc. La educación preventiva es muy importante,
como ya dijimos en capítulos anteriores.
La traición del abuso sexual: los niños no tienen la capacidad de entender el sexo como se
entiende entre adultos. El abuso es una traición en su mente y alma que producirán horribles
cicatrices por el resto de sus vidas; las dañaran en su vida adulta la posibilidad de una feliz,
permanente y provechosa relación de pareja. ¿Cómo entenderán a Dios y puede relacionarse
con el perfecto amor del Padre cuando es abusado sexualmente, y más cuando es perpetuado
por su propio padre?
El daño que causa el abuso y la violencia: la falta de disciplina propia; si tratamos de guiar a
nuestros niños con castigos, golpes, y otras clases de abuso físico, es difícil para ellos
aprender y disciplinarse ellos mismos. Se destruye la construcción del carácter; los estudios
demuestran que cuanto más castigo físico se use, más afecta el desarrollo del carácter.
“Pensé que si esta madre conociera su responsabilidad como madre, no haría lo que estaba
haciendo en esta oportunidad…Cada palabra áspera, cada golpe grosero le sería devuelto. Si
fuera calmada y obrara con paciencia al disciplinarlos; el poder de su buen ejemplo se vería
en el comportamiento de sus hijitos. Es dudoso cuantas almas para Cristo ganarían las
madres como ella. Realmente creo que no ganarían ni un alma para Jesús. Lo único que
hacen es entrenar, regir y arruinar. (EGW, citada en Adventist Heritage, verano 1990, pág 26)
(Partes del Articulo de Audray Jonson- Sermón Vida familiar-1997)
Afirmar la dignidad y el valor de cada ser humano y desaprobar todas las formas de abuso
emocional, sexual, físico y violencia familiar.
Reconocer la extensión global de este problema y los serios y prolongados efectos en la vida
de todos los involucrados.
Mantener a los agresores responsables de sus acciones, destacar las injusticias de abuso y
hablar claramente en defensa de las víctimas.
Quebrar el silencio y crear una atmósfera donde los secretos deben ser revelados y encontrar
la ayuda necesaria.
Guardarse en contra de la exclusión de la familia o de la iglesia.
27
Buscar una buena asistencia y cooperación con otros servicios profesionales que escuchen y
cuiden de aquellos que sufren abuso y violencia familiar, amándolas y afirmándolas como
personas de estima y valor.
Proveer la reconciliación donde las actitudes y los comportamientos han cambiado y abrir las
posibilidades de perdonar y comenzar de nuevo.
Ayudar a las familias con relaciones lamentables y que no pueden ser restauradas.
Tratar las dudas espirituales que enfrentan las personas abusadas.
Buscar entender el origen del abuso y la violencia familiar y desarrollar mejores caminos de
prevención del círculo recurrente.
Fortalecer a las familias con oportunidades de educación y enriquecimiento que los habiliten a
relacionarse con los demás por vías saludables. (*Ministerio de la Mujer – DSA.)
Informe cualquier sospecha de abuso sexual. Si el abuso ocurre en la familia, repórteselo a la
Agencia de Protección Infantil (Child Protection Agency) local.
Si el abuso ocurre fuera de la familia, infórmeselo a la policía o a la oficina del fiscal de su
distrito.
Los individuos que informan de buena fe los abusos están inmunes de ser procesados
judicialmente. La agencia que recibe el informe conducirá una investigación y tomará la
acción necesaria para proteger al niño/niña.
Los padres deben de consultar con su pediatra o médico de familia, quien podrá referirlos a
un médico que se especialice en la evaluación y el tratamiento del abuso sexual. El médico
que examine al niño podrá evaluar su condición y dar tratamiento a cualquier problema físico
causado por el abuso; podrá también obtener evidencia que ayudará a proteger al niño y le
asegurará que todo está bien.
El niño/niña que ha sido abusado sexualmente deberá someterse a una evaluación siquiátrica
calificada para determinar cómo le ha afectado el abuso sexual y así determinar si necesita
ayuda profesional para superar el trauma del abuso. El siquiatra de niños y adolescentes
también puede ayudar a otros miembros de la familia que puedan estar muy afectados por el
abuso.
Aunque la mayor parte de las acusaciones de abuso son verdaderas, puede haber
acusaciones falsas en casos de disputas sobre la custodia infantil o en otras situaciones. En
algunas ocasiones la corte puede pedirle a un siquiatra de niños y adolescentes que le ayude
a determinar si el niño/niña está diciendo la verdad, o si le hará daño prestar testimonio en
corte acerca del abuso.
Cuando el niño/niña tiene que testificar, se pueden tener consideraciones especiales (tales
como el uso del video para grabar el testimonio, pausas frecuentes, la exclusión de
espectadores o la opción de no tener que mirar al acusado) las cuales hacen la que la
experiencia cause menos estrés.
Los adultos, dada su madurez y conocimiento, siempre son los culpables en los casos de
abuso. Nunca se le debe de echar la culpa al niño que ha sido abusado.
Cuando el niño hace una confidencia a alguien acerca del abuso sexual, es importante darle
apoyo y cariño; éste es el primer paso para ayudar al niño a que restablezca su confianza en
los adultos. (*American Academy of Child and Adolescent Psychiatry (AACAP) (Internet)
28
CAPITULO 6
Mi querido amigo —tú que me amas y quieres ayudarme —sé que este tiempo de confusión y dolor es
difícil para ti. Yo estoy envuelta en mi propia manta pesada de oscuros pensamientos y tortuosos
recuerdos, pero siento tu deseo de alcanzarme. Por ignorancia puede ser que te alienes y duelas en
lugar de llevar a cabo lo que tan cariñosamente has ansiado administrar. Si nuestras posiciones
estuvieran reservadas, mi respuesta podría ser como la tuya. ¿Cómo podemos saber qué es lo
correcto cuando tales horrores indecibles nunca han sido parte de nuestros pensamientos o vidas?
Por tanto te ofrezco señales que te pueden dar dirección para el camino. Comienzo con los que
alegan: “No Entre”. No es mi intención focalizar lo negativo, más bien compartir los pensamientos
que primero entraron en mi conciencia durante un momento de shock cuando no sabía qué pedir para
mi. Sólo conocía lo que no me ayudó. Los primeros días, semanas, aun meses estuvieron llenos de
terror y parálisis.
29
A medida que pasó el tiempo, y agradecida porque en cierta medida la aceptación y recuperación
comenzaron, pude poner la señal: “Entre Aquí”. Pude abrir ventanas para ti en las palabras y
acciones que ansiaba cuando finalmente fui capaz de analizar mis propias necesidades.
Finalmente, quisiera compartir contigo algunos hechos recogidos de mis consejeros del centro de
crisis de asalto sexual y de mi lectura sobre la materia. Que nuestro viaje juntos traiga paz y
curación a nosotros dos.
Puede ser que sea fuerte, pero nada en mi herencia o fortaleza aprendidos me ha preparado para el
rapto, asalto con arma, y violación. Es verdad que una fuerte fe personal, el apoyo de los amigos y
familia, y tal vez un optimismo general de afuera proveen un fuerte fundamento para el camino
áspero fuera del infierno, que no implican que mi “fortaleza ” cancelará automáticamente una larga
recuperación o eliminará la necesidad de llorar, sufrir, estar enojada, o tener pesadillas, me impiden
curarme a mi manera, la única manera que conozco.
¡Esa es mi lucha! No hay nada que quisiera más y que sea tan imposible. ¿No lo ves? No QUEDARÁ
detrás mío. No se ha “terminado” sólo por el hecho que no estoy físicamente en presencia de mis
atacantes. Está presente, siempre presente, constantemente volviendo a repetir en mi mente el: “qué
si”. Ahora mi vida es diferente. Las cosas han cambiado para mí. Nunca más seré la misma que fui
antes de que esto pasara. No sé dónde encajar este horror en la narrativa de mi vida. Las cosas que
solían ser una diversión están ahora enlazadas con miedo e inseguridad. No es un brazo roto que se
cura en un periodo de tiempo prescrito y de una manera altamente predecible. El “tiempo” es
relativo. Puedes pensar que una semana es suficiente. O tu generosidad tal vez me permita dos
meses. Pero si de aquí a cinco años sigo llorando, sintiendo aprehensión, teniendo ataques de pánico
o momentos de desesperación, ¿quitará esto mi valor de tus ojos? Tal vez pienses que es como un
accidente de auto — el inconveniente de encontrar transporte temporal y la molestia de tratar con el
seguro y luego queda todo arreglado. Querido Dios, si tan sólo fuera así de fácil. Realmente lo
siento si estás cansado de pensar o escuchar acerca de esto, pero otra vez cuando dices: “Es tiempo
de dejar esto atrás”, siento que estás reprimiéndome y exigiéndome que me acomode a tu agenda.
5. “Dios debe haber permitido esto por alguna razón, o más contundentemente,
“Posiblemente Dios está tratando de enseñarte algo”.
Yo estoy completamente segura que Dios no tiene nada que ver con esto. Yo tengo un inmenso “¿por
qué?” que quiero que Él me conteste algún día, pero creo que las dimensiones de la lucha espiritual
en la cual nos encontramos está más allá de la comprensión humana. Mi concepto de Dios está
limitado a su relación conmigo cuando en efecto él es el Gobernante de todo el universo. No tengo
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dudas que él pudo haber encerrado a esos dos hombres en el fondo del océano, pero no lo hizo. Yo
no sé por qué, pero no lo hizo. Y, si pienso que es algún tipo de disciplina, entonces toda mi
afirmación para nuestro llamado al ministerio en este lugar y mi sentido de valor como persona que
hace el mandato de Dios, es solamente vidrio roto bajo mis pies. Yo tengo que creer que Dios estuvo
conmigo en la montaña así como estuvo con Cristo en el Getsemaní y en el Gólgota; con María y
Martha en la tumba de Lázaro; con Estaban cuando le llovieron piedras sobre él. Eso es todo lo que
tengo — la única esperanza de la cual puedo aferrarme. ¡Y no la voy a perder!
6. “Serás una persona mejor después de haber pasado por esa experiencia.”
¿Cómo lo sabes? Posiblemente sea peor. Estás diciendo que esto me hace sentir que anteriormente
yo era deficiente o mala alumna. Estoy orando constantemente para que Dios tome lo “malo” y cree
algo hermoso y bueno de eso. Creo que lo puede hacer, lo hace, y ya lo hizo. Pero en cierta manera,
estas palabras no traen entendimiento, curación o bienestar ahora. No conozco el futuro. No puedo
ver los resultados de mi experiencia. Sólo lo veré cuando mire para atrás desde el seguro puerto de
la perlina puerta que seré capaz de decir “Valió la pena.”
1. Sostenme.
Elimina la desesperada soledad y aislamiento. Siento seguridad física cuando te preocupas.
3. Créeme.
Totalmente, sin reservas, créeme. No cuestiones dónde estaba, qué estaba vistiendo, qué dije o qué
no dije o cómo reaccione ante el ataque. Todos somos humanos, imperfectos, luchando para hacer
decisiones basadas en informes. Y nuestra repuesta a las situaciones de crisis al nivel más básico se
vuelve el instinto animal para sobrevivir. Tú no eres yo. Tú no estuviste allí. Déjame decirte “mi”
verdad.
4. Escúchame cuando necesite hablar o llorar sin ofrecerme soluciones, juicios, censura o duda.
Hablar sobre mi experiencia es un esfuerzo desesperado para encontrar luz en medio de la oscuridad
y un entendimiento de lo incompresible. Yo sé que te gustaría pensar que he olvidado (para tu
propia paz mental), y me siento mal cuando destruyo esta ilusión. Pero estar callada por lo que ha
sucedido no me ayudará a olvidar.
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5. Reconoce que la recuperación es un proceso largo, doloroso que no tiene una fórmula
fija.
El asunto no se acaba con la visita a la sala de emergencias, el llenado de un reporte policial, una
“bomba” de antibióticos para combatir una infección de transmisión sexual, o la sesión de un
consejero. No necesitamos entrar en detalles y largas historias para los meses venideros,
simplemente pregúntame de vez en cuando cómo estoy, como si realmente te importara saberlo.
Luego, dame la libertad de contestarte con honestidad. Déjame saber que tus pensamientos,
oraciones y amor no paran con mi retorno a la casa.
Estaba aterrada con el recuerdo del entumecimiento que sentí durante el ataque el cual resultó en
una queja inútil. No había nada en mi mente, después de la primera lucha desesperada, excepto un
grito del corazón a Dios por ayuda y liberación y la letra de la canción, “Mi Jesús yo te amo” ¿Por
qué me rendí? ¿Por qué no peleé más fuerte, más largo? ¿Por qué no planifiqué un escape cuando el
camión subía por la montaña? ¡Tuve tiempo suficiente, el cielo lo sabe!
Nancy Venable Raine (1998) confirma esta experiencia en su libro “After Silence” [Después del
Silencio] : “La experiencia de la extrema impotencia, establecida durante los primeros momentos del
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trauma (cuando la respuesta natural a pelear o volar es bloqueada completamente por circunstancias
que no se pueden cambiar, sólo soportar) es una toxina en el centro de uno mismo” (p. 151). Los
seres humanos desamparados rara vez saltan a la acción en situaciones traumáticas. Fue un alivio
saber que lo que pasó tuvo una causa física. Pero, aunque asentí mentalmente a la evaluación de mi
marido, de que sería imposible que una abuela de 50 años tuviera más fuerza y escapara de dos
hombres jóvenes fuertes que manejaban un puñal, todavía sigo haciéndome las mismas preguntas
una y otra vez.
Los meses que siguieron a la violación, mi inhabilidad para concentrarme o recordar me causa
conflicto y lágrimas. Como ya he mencionado, ni siquiera pude formular una oración decente. Hay
cinco libros abiertos en la primera o segunda página, alrededor de la casa en la primera o segunda
página, que no pude seguir leyendo. ¿Qué pasaba conmigo? Nuevos estudios en desorden de
conflictos postraumáticos indican que “el terror abrumador, aun una pequeña cantidad, puede causar
alteraciones físicas del cerebro para siempre”. Nuevos estudios en el camino destructivo que la
experiencia abrumadora corta los conductos nerviosos afectados del cerebro sugieren, que
“acabarlos” es algo nada menos que milagroso... [de acuerdo con un reporte] “las hormonas que
inundan el cerebro para inmovilizarlo en la fase del terror pueden aún ser tóxicas para las células en
el hipocampo, una estructura vital del cerebro para aprender y memorizar, que realmente se encoge”
(Raine, 1998, pp. 60-62). Mi memoria y mi habilidad para aprender están gradualmente
recuperándose, alabado sea el Señor. Para algunas victimas, la pérdida es permanente.
No podía entender por qué sentía vergüenza. ¿Por qué debía estar avergonzada por algo que no
hice? La vergüenza, aprendí, provino de la idea de que de alguna manera yo había hecho un “trato
con el diablo.” Si hubiera peleado más fuerte, habría escapado o muerto. Pero dejé de pelear. La
decisión fue inconsciente, no deliberada, y no me alabo por ello. Sin embargo, lo que parecía sabio
en el momento, de pronto viene bajo el escrutinio de otros que posiblemente cuestionen esta
sabiduría. La vergüenza resulta cuando otros reaccionan contra mí con vergüenza o incomodidad. Y
si la vergüenza intensa me fuerza a estar callada, entonces parezco aceptar el concepto de ser
sorprendida en un “acto errado”. Me quiero ocultar, desaparecer. Me siento indigna. También creo
que gran parte de mi sentimiento de vergüenza es el resultado de los malos entendidos acerca de lo
que es la violación los cuales otros expresaron con palabras y hechos.
Otro rompecabezas era por qué el “video” en mi cabeza seguía repitiendo el ataque una y otra vez.
¿Por qué no lo podía borrar de mi mente? La razón es realmente simple. El trauma de violación era
una experiencia “nueva” que mi ser no estaba preparado para procesar. No puedo liberarme de la
escena, y no se encajará dentro de ninguna cosa que he conocido o entendido antes. Es por eso que
de alguna manera debo rescribir la narración. También vuelvo a vivir la experiencia en “un intento
por dominar el terror, la impotencia, y el pánico del “peligro mortal” (Raine, 1998, p. 193). Casi sin
excepción, las víctimas de violación temen por sus vidas, aun cuando el perpetrador sea conocido por
ellas.
La gente se siente libre para hablar de sus accidentes de auto o asalto de carteras, por eso, ¿por qué
mi experiencia era tan diferente para otros y para mi? Desesperadamente quería complacer y
obedecer a aquellos que me aconsejaron seguir adelante con la vida. Pero no podía. ¿Fue ésta
solamente una mórbida preocupación con el yo y mis problemas? Aprendí que la violación difiere de
otros traumas por que, como en la tortura, “la fuente de la ofensa es otro ser humano que actúa
intencionadamente, no un objeto inanimado o un accidente natural o humano” (Raine, 1998, pp. 254,
255). Esto echa la larga sombra del torturador en la mente subconsciente de la víctima. “Violar es
malo. No es un acto de Dios, si no un acto del hombre” (Raine, 1998, p. 273).
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seguridad significaba libertad. El temor significa encarcelamiento. Mis violadores están libres,
mientras que yo he recibido una sentencia de por vida.
Sobre lo aprendido de mi violación (o algunas otras violaciones más), muchas mujeres parecen tratar
de encontrar una disculpa a lo sucedido. Fue por la ropa, o la ubicación, o el tiempo del día, etc. Por
lo tanto, si no parecen anda, camina de noche, nunca te volverá a suceder. Falso. Nadie está libre
mientras vivamos en este planeta pecador. Pero puedo aceptar este razonamiento como un intento
para distanciarme de una inexplicable pesadilla. Si se puede fabricar alguna “razón” para el ataque, o
debilidad o error de parte de la víctima, subconscientemente uno se hace inmune y salva.
Desgraciadamente, las estadísticas muestran que la mayor parte de las violaciones son perpetradas
por personas conocidas por la víctima, y la mayoría tiene lugar en la casa de la víctima.
Un escritor mencionó que las victimas de violaciones están en shock por lo menos cuatro meses
después del ataque. Después de once meses el shock se va quitando de mí. Estoy procurando mi
salida del valle oscuro, del asfixiante frío negro de la niebla a la luz del sol — a los calientes y
bienvenidos rayos del sol. Mi primer “aniversario” se está acercando — un momento para recordar en
un lugar de “nunca olvidar”. Es momento para la celebración del agradecimiento por la vida, el
progreso, la curación, la esperanza — un momento de agradecimiento a ti, mi amigo, por tus brazos
alrededor mío y al Señor por mantener su promesa de estar conmigo.
No pasando cada día detrás de las paredes del dolor, pero ningún día pasa sin que los pensamientos
de la violación sean intrusos en mi mente de alguna forma. Tampoco ando como si nada hubiera
pasado solamente para probar que no he sido afectada. He tratado de ser una “aprendiz” y esta
pieza está escrita con el deseo de compartir el conocimiento sin la pena y el dolor de una experiencia
de primera mano. Soy más cauta con lo que me rodea, más entendida con el lenguaje corporal y
sentimientos de disconformidad cuando estoy rodeada de otras personas. Estoy intentando balancear
mis miedos y aprehensiones con el deseo de vivir y moverme y experimentar nuevas cosas y lugares.
Me regocijo en el retorno de la alegría en tareas simples. Saludo cada mañana con confianza
creciente — días buenos y malos — sabiendo que pronto el cristal oscuro se acabará y podré ver. Y si
el cuadro de mi trauma y horror puede ayudar sólo a una persona a visualizar más claramente el
desarrollo de la lucha entre el bien y el mal y ser influenciada para escoger lo bueno, entonces estoy
contenta. Mis preguntas no han sido contestadas, pero Dios promete que el amor perfecto echa fuera
el temor. Pueda ese amor venir a descansar en mi corazón. (*Carta encontrada en Internet)
BIBLIOGRAFIA
Este manual es un Resumen del libro de Mónica P. Diner, “LA Capacidad de Autoprotección en los
Niños” y ABUSO INFANTIL - MANUAL DE PREVENCION Y DETECCION
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WINNICOTT, D.: Escritos de Pediatría y Psicoanálisis. Ed. Laia. Barcelona, 1979.
CURRICULUM DE LA AUTORA
Lic. MONICA PATRICIA DINER
-Licenciada en Psicología (Universidad de Buenos Aires).
-Especialista en Psicología Clínica Infanto - Juvenil, egresada de A.P.N.A.D. (Asociación Argentina de
Psicología de la Niñez y Adolescencia).
- Ex Concurrente del Servicio de Psicopatología del Hospital de Niños de Bs. As., Dr. R. Gutiérrez.
-Visiting Fellowship del Centro de Terapia Familiar del Berkshire Medical Center, en Pittsfield,
Massachusetts, U.S.A.
-Docente Responsable del Curso para Graduados “Abuso Infantil y Prevención”. U.B.A.
-Autora del libro “La Capacidad de Autoprotección en los Niños” (Guía para padres y maestros).
Bs.As. 1996.
-Autora del video “Piquito Aprende a Cuidarse” (Títeres educativos para niños). Bs. As. 1996.
-Autora del video “Abuso Infantil y Negligencia, qué son y cómo prevenirlos”. Bs. As. 2000.
-Miembro de la International Society for Prevention of Child Abuse and Neglect.
Los materiales que no sean de la Lic. Mónica Diner, llevan un (*) y la referencia aparece al pie
del resumen.
Mónica de Wasiuk
AFAM-MAS 2005
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