Rudy Kousbroek El Secreto Del Pasado
Rudy Kousbroek El Secreto Del Pasado
Rudy Kousbroek El Secreto Del Pasado
Rudy Kousbroek
Selección y prólogo
Maarten Asscher
narrativas
Título original: Opgp'd [se l ecc ió n ] Rudy Kousbroek (1929-2010) cultivó el género lite-
Traducción: Diego J. Puls, con la colaboración19 María Cristina G1ibca rario conocido en el mundo entero como "literatura del
Editor: Fabián L,b,sglik
Maqueta 19 tapa: Eduardo Swpí
exilio". En ese sentido, su obra puede compararse con
Diseño: Gabricla Di Giuseppe la del palestino Edward Said o la del alejandrino André
1 edición Aciman. Nacido en 1929 en la isla de Sumatra, hijo de
1 edición o España
un hacendado holandés, en 1946 emigró de las Indias
Selection ofDy Opgpd (2003),
(2005), Ht ,adda19- hk 19g (2007) Orientales Neerlandesas y, previo paso por Amsterdam
©byRdyKbcak —donde residió cuatro años—, se estableció por un largo
O6g196ly p,,b1ihd by Uisgij Augustus, Aescad,,
© 19k cad,'19ó,,: Diego J. P1 período en París, ciudad en la que estudió japonés, chi-
del prólogo: Maarten Ascher
© Adriana Hidalgo editora S.A., 2013 no y matemáticas, entre otras cosas. Desde París, en la
Córdoba 836 -19 13 - of. 1301 década de 1960 comenzó a publicar artículos en periódi-
(1054) Buenos Aires
cos y semanarios holandeses como corresponsal cultural
independiente. Tal como les sucedió a Said yAciman, la
ISBN Argentina: 978-987-1923-05-2 experiencia del exilio marcó su condición espiritual por
ISBN España: 978-84-92857-94-4
el resto de su vida. Su juventud en las Indias determinó
Impreso Argentina
Pi,,tdi,,Argentina en gran parte su escritura, tanto en lo concerniente a las
Queda hecho el depósito que indica la ley 11 .723 fuentes emocionales como al programa intelectual.
Prohibida 19 reproducción parcial o total 19, permiso escrito
1919 editorial. Todos 1,. derechos reservados. En total, Rudy Kousbroek pasó casi cincuenta años de
su vida fuera de los Países Bajos. Aun así, es considera-
do —con el eslavista Karel van het Reve— el ensayista más
N Ittrenfds
dth foundafion
Este libro fue publicado 19 apoyo
19,19 F,,,,d,i19, neerlandesa 19 kt,,,.
importante de la literatura neerlandesa de la posguerra.
for Iitrature
un gran crítico de la mentalidad holandesa, que tildaba
Ya en 1975, su obra fue galardonada con el premio P.C.
Hooft, la distinción literaria más prestigiosa de los Países de mezquina y antiintelectual. En una entrevista llegó a
Bajos. En la década de 1950, como poeta experimental, calificar a Holanda como "e1 pals más rústico de Europa".
La añoranza de su país de origen, las Indias irrecu
Kousbroek era lúdico e ingenioso. Como ensayista po-
lítico y cultural, en los años sesenta y setenta fue un ra- perables, constituyó en la escritura de Kousbroek una
cionalista crítico y un temido polemista. En su aversión fuente que alimentaba los más diversos recuerdos y
fantasías, y el hilo conductor de sus numerosos inten-
por fenómenos tan variados como la religión, el maoís-
tos por recobrar y evocar el pasado, también en otros
mo, la cría industrial de animales, la modá o el deporte,
podía ser muy vehemente, con unaactitud rayana en el lugares y en otros. tiempos. Ya la fascinante naturaleza
activismo, como lo demuestran sus ensayos y artículos de las Indias, con sus tigres y sus kalongs, sus volcanes
publicados en los años ochenta y noventa. Peto la selec- y waringins, representaba un mundo de ensueño ini-
ción que aquí se presenta de su producción ensayística gualable, comparado con los llanos y húmedos Países
tardía se caracteriza sobre todo por dos de sus móviles Bajos, donde canales, autopistas y antiestéticos edificios
más profundos: la curiosidad y la nostalgia. de apartamentos acotan la imaginación del ser humano.
Mientras en sus novelas sus coetáneos Harry Mu
La enorme amplitud de ámbitos que gozaban del in-
lisch y WilIem Frederik Hermans daban un lugar, en la
terés de Kousbroek procedía de un espíritu investigador
literatura de los Países Bajos, al tema de la ocupación
—de formación académica— unido a una gran afinidad
nazi durante la Segunda Guerra Mundial, el ensayista y
con el pensamiento metódico y las maravillas de la técni-
ca. Por otro lado está la nostalgia, que impregna su obra periodista Rudy Kouabroek inmortalizó con su pluma
hasta en lo más recóndito; una nostalgia íntimamente como ningún otro el drama de la descolonización de las
Indias Orientales Neerlandesas. Con la proclamación de
relacionada con el hecho de que las Indias Neerlande-
sas, donde el autor pasó los primeros diecisiete años de la República de Indonesia, en 1945, y el subsiguiente
su vida, tras su emigración hacia Europa se volvieron cruento proceso de descolonización, que se extendería
para siempre inalcanzables. Si alguna vez ha habido un por varios años, llegó a su fin la presencia colonial de
escritor para quien la edad adulta supuso la expulsión los Países Bajos en el archipiélago Índico, que había du-
rado en total más de trescientos cincuenta años. En su
del paraíso de su juventud, ese ha sido con certeza Rudy
obra, Kousbroek abordó esa historia desde una multipli-
IKousbroelc. Desde esa posición marginal, en parte obra
cidad de ángulos —político, histórico, autobiográfico-
del azar, en parte cultivada por él mismo, terminó siendo
1
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oficina dedicada a tomar fotografías de la realidad coti- nuevo todavía hoy es reconocible. A esto se suma el he-
diana en Francia, principalmente de París, y de ese modo cho de que la arquitectura de París apenas ha cambiado.
se obtuvieron imágenes de todo tipo de sitios existentes: De ahí la perfección de esta imagen, conmovedora
una terraza de café, la portería de un conserje, e1 escapa como un juguete reencontrado. Tan perfecta, tan intac-
rate de un zapatero, los interiores de una peluquería, de ta, tan parte de una realidad integral y conducente al
una oficina de correos de un restaurante comon y tam- irrefutable sentimiento de que el pasado no ha desapa-
bién de detalles: por ejemplo, cómo eran el contador de ` Lo admito, mucho
recido, sino que está en otra parte.
un taxi parisiense, o la ventanilla de un banb, el lavabo de esto es personal y tiene que ver con esa segunda ju-
de una habitación de hotel de la Ciudad Luz, la bicicleta ventud victoriosa que experimentaron los automóviles
de un repartidor de periódicos, la gorla y el capote de un de los años veinte, y que también yó pude aprovechar
policía. Las romas las realizaban por encargo los herma- personalmente Después de 1945 estos coches a me-
nos Séeberger en París. nudo de alta perfección tecnica fueron comprados con
Por eso estas fotos tienen algo muy singular Si no se avidez por jóvenes interesados en historia y en mecáni-
conocen los antecedentes no se sabe donde radica esa ca es por eso que aun hoy los asocio con la juventud
singularidad Tienen la identidad de las cosas que nadie Lamentablemente, ahora se han convertido en objetos
mira cosas cotidianas que nadie registra conscientemente, de colección para fanfarrones adinerados.
pero que aquí forman parte de una percepcion universal Este Renault NN descapotable fabricado hacia 1925
en la que todo tiene el mismo peso. Lo que muestran es es un buen ejemplo de un vehículo en el que tres déca-
el aspecto que tienen las cosas cuando no se olvida nada, das después yo veía cómo se paseaban temerariamente a
cuando se tiene la memoria de Funes el memorioso. los estudiantes parisienses, con inscripciones tales como
En otras palabras, son imágenes de una universalidad, Ne riezpas macsame, votee JIile estpeuc-étre dec/ans!' Con
aunque sea limitada, pues es evidente que no lo abarca el radiador detrás del motor (4 cilindros, 850 cm 3), tres
todo: un ejemplo de metonimia, un todo designado por velocidades, el volante a la derecha, depósito de gaso-
una parte. Limitada también en el tiempo, una realidad lina adelante sobre las rodillas, con un pequeño grifo
que ya no existe: París en los años veinte. Y también para cortar el suministro. Apto para 80 km/h con vien-
en esto hay algo singular, un paralelo extraño: los años to a favor. S oplándote el pelo. Mi nombre es Funes.
veinte parisienses tienen algo universal. Fueron los años
más fecundos del siglo, mucho de lo que entonces era
¡No se ría, señora, que tal vez aquí dentro esté ccc hija!
r
EL MÁS ALLÁ
LA VIDA DE VERDAD
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