Decimas 2
Decimas 2
Decimas 2
i Juan
I .*
Uribe Echevarría
h1
t
o FLOR DE, CANTO
A LO1 UMANO
@ 41.737.
EDITORA NACIONAL GABRIELA MlSTRAL LTDA.
Avenida Santa María 076, Casilla 69-D, Santiago de Chile.
Primera iEdicibn 1974 en esta Editorial.
1.O al 5 . O millar.
FLOR DE CANTO A LO HUMANO
LÓPEZ
MORAN
Bien se ve ue tú no eres
f
sino un sue to monigote
que al aguuite, como jote,
por gustar de los placeres
te llevas con las mujeres;
de lo que aquí se responde
por alguno que se esconde
haciendo de caviloso,
que tu estado es el de ocioso,
y no el que tecorresponde.
8
i’ ~a décima satírica ac asunto político, a x c c s
, costumbrista, suelta o glosada d e cuarteta, acom-
1
paña la !historia del !país durante todo el siglo XIX
y el primer tercio del presente.
El paraguayo Manuel Antonio Talavera, cro-
i
nista d e los Iiedhos ocurridos en los primeros me-
ses de la Independencia, recoge en su obra Revo-
ltrciones de Chile algunas décimas anónimas que
aparecían en los lugares públicos de Santiago:
l _. -
-
,"I1
cia, como se puede apreciar en cl número aparc-
ciclo el 10 de abril de 1827:
Oh infernal aristocracia,
monstruo de disolución,
que contrastas la opinión
con la más fuerte eficacia;.
cuán notable es la desgracia
que trae tu solicitud,
pues quieres que la actitud
se cifre en el nacimiento,
con desprecio del talento, l
del mérito y la virtud.
i
que otras veces elevado,
con entusiasmo exaltado
al triunfo habdis contribuido;
vuestro influjo sostenido
ejercite su eficacia,
i superior a la desgracia
inspire vuestra energía,
y entonces la tiranía
i
(Una Pipiola.)
-
En el seno de la Convención Constituyente,
1 que preparaba la Carta de 1833, se avivó nue-
vamente la lucha irreconciliable entre ipipiolos y
pelucones. Por Santiago circularon hojas anóni-
mas lcon décimas de impugnación mutua. Ri-
cardo Donoso, en su libro La Sátira Política e n
Chile, reproduce algiinas de ellas:
Vaya a un cuerno la razón,
la peluca y la etiqueta,
claven en toda chaveta
la antigua Constitución.
Siendo toda imitación,
se trabaja a lo animal.
No haya más pacto social
que el de aquella triste hechura;
que el obrar contra natura
es la b y más liberal.
Sucumba todo habitante,
del pelucón al coloso;
13
el sabio y el laborioso
sométanse al ignorante;
1
si quisiera algún tunante
que sea puro el incensario,
que le procese un actuario
de herejes eh la ralea;
y que todo a gusto sea
del pelucón propietario.
E n el gobierno *de José Joaquín Pérez (1861-
1871) se produjo un hecho decisivo (para l a his-
toria de nuestra poesía popular.
L a guerra contra España (1865-1866) dio
origen a una serie d e acontecimientos, c m o la
captura de la Covadonga, el suicidio del almi-
rante José Manuel Pareja y el bombardeo de
Valparaíso, el 31 d e marzo de 1866, hechos que
sacudieron profundamente el alma del pueblo.
E n los ,diarios d e Santiago y d e provincias,
poetas cultos como Tos& Antonio Soffia, Eduar-
do de la Barra y Enrique del Solar pulsaron la
lira patriótica, americanista y antihispánica con
extraordinario brío.
l
Por su caráclter más popular destacaremos el
San Martín, de Valparaíso, periódico d e caria.
turas que se singularizó, desde el primer número,
aparecido el 29 d e a,gosto de 1864, por la QU-
blicación <de décimas y zamacuecas d e tal viru-
lencia contra España que provocaron reclamacio-
nes diplomáticas y fueron una d e las causales del
bombardeo. D e gran interés son las dkitmas glo-
sadas sobre las desgracias del almirante Pareja
que aparecieron en el N.O 80, del 24 de marzo
14
(le 1866, a una semana del bombardeo de Val-
paraíso:
Pareja murió de pena,
solo se quitó la vida,
porque perdió el Covadonga
con la $ente que traía.
Por la falta del cuarto de hora
Pareja se suicidó,
por sí solo se mató,
su pensamiento se ignora;
permitió Nuestra Señora,
imagen linda y tan buena,
manifestando que ordena
SIL capilla en el Papudo;
por este milagro mudo
Pareja murió d e pena.
No lo podremos negar,
era hombre de sentimientos,
y sin revelar su intento
fue sepultado en el mar;
dl venia aquí a elear
t
y a la reina le ecía:
cuente usted, señora mía,
ue a Chile lo humillare;
P
e salió el cuento al reves,
solo se quitó la vida.
La guerra produjo la confluencia de la poesía
culta y la poesía popular en el canto de exaIta-
ción nacional provocado por la independencia
amenazada. El proceso evolutivo del periodismo
satírico y la reacción unánime de toda l a opinih 1
pública, sin diferencias políticas y saciales, crea-
ron el clima favorable (para la aparición de las
primeras hojas de versos populares imprentados,
7q
en las que se hizo el comentario periodístico de
hechos Ide actualidad.
Hacia 1865, o ital vez un poco antes, nadie h a
podido precisarlo, el cantor d e novenas y velo-
rios, diestro en la composiación d e dBcimas a lo
divino y a lo humano, se decidió a utilizar el
viejo metro en el comentario de hechos cívicos,
y dio a conocer sus composiciones por medio de
la imprenta.
Los autores de las hojas lucen el comentario de
sucesos nacionales desde el nivel del pueblo. Lo
representan con fidelidad, porque ellos mismos
son pueblo. Aunque se inspiraron para la con-
fección de sus ho'as en los diarios satírico5 más
en 'boga, la verdad es que trajeron una voz nue-
va con gran riqueza de expresiones y metáforas
criollas tomadas de los depósitos más profundos
y secretos del habla lpopular campesina y ciudada-
na, que hasta entonces no había aleanzaldo los
honoies del papel impreso.
Además, y esto cs un hecho de extraordinaria
significación, en estas !hojas aparecen también
versos tradicionales a lo divino, !cuyo canto se 8
i ” s.
T
Rómulo Larrañaga. Utilizó varios seudónilinos:
“El Negro Peluca”, “Rolak” y “Pepa Aravena”.
Este último para competir con Rosa Araneda.
Fue director del (periódico El Criminal, dedicado
a narrar en décimas los crímenes d e actualidad.
,
1
E n 1884 publicó E l Guitarrero Popular, en dos
tamos. 1
Larraiiaga es au’tor de celebrados contrapuntos:
El humo y el abogado, Pedro Urdemales y el
Corregidor Zañartu, El buey y el chivato. l
luan Bautista Peralta (“El Ciego Peralta”) . El
franciscano fray Pedro Bustos nos ha dejado una l,
excelente biografía de Peralta en la revista Verdad
y Bien. l
Peralta nació en Lo Cañas, en 1875. A los seis l1
años de edad quedó ciego, ‘‘,con la cara arada”,
por el sarampión. Hasta los diecinueve años fue
suplementero y cantor d e una cofradía religiosa.
Colaboró e n “El Chileno”, periódico donde dio a
conocer sus primeros versos.
Reconocía a Liborio Salgado y a Santiago DU-
rán como sus maestros en el arte. Debutó como
cantor en la Fonda de San Roque. Peralta se
hizo evangélico (canuto) a instancias de su her-
mano mayor, ipero rompió con la hermandad por
n o tolerar el menosprecio que hacían d e la Vir-
gen María.
Con Luis Emilio Recabarren trabajó en l a ven- 1
ta del diario La Reforma, y fue funldador de un
centro social obrero. Fundó también el periódico 1
losé Arnero, donde publicaba versos en defensa 1
32 l
il
T
Algunos versos los firmaba con el seudóiiiiiio
(le Juaila María Inostroza, (como lo denuncia Da.
niel Meneses:
l H o y Juan se firma Juanita
por vender más poesías,
1 luciendo sus fantasías
se encuentra la Mariquita.
Peralta es hoy Inostroza,
pero no le han dado vista,
ya no se llama Bautista
el de cienciq mentirosa.
~
l
,
1 Juan Bautista Peralta falleció en Santiago el
j 8 de marzo d e 1933.
1 Patricio Miranda Venegas. El Ultimo de los
grandes lpoetas polpulares editores de hojas iiació
en Valdivia de Paine, en 1861. E n su juventud
conoció d e cerca y cantó can José Hipólito Ca-
sas-Cordero, Rafael Trincado, Nicasio Gatcía,
Javier Jerez, Adolfo Reyes, Liborio Salgado y otros
ases de la décima glosada. “Don Patria”, como
lo llamaban sus amigos, fue hombre de variados
oficios, princilpalmente minero y carrilano. Jubiló
como albañil de la Municipalidad de Valpa-
raíso, para dedicarse enteramente a la poesía.
Fundó L a lira porteña, hoja que declaiinaba y
, vendía en la feria d e la Avenida Argentina idel
puerto, y en ;las riberas del Mapocho.
l Todo poeta popular
1 es trabajador, primero,
/ defiende, en sus proporciones,
la causa del pueblo obrero.
1 (Los heclios de los poetas populares.)
33
I
Fallecid un doiningo de marzo dc 1940 mieii- 1
Santiago.
Aniceto POZO.
-
tras recitaba su9 hojas en IJ Quin'ta Normal dc
l
i
vista.
E n la rueda de cantores, Quila acostumbra
lanzar su célebre desafío:
'r
Ouila Ballesteros, Honorio, 4
Z t r a con veintidós letras, f
es el único poeta
que hay en este territorio;
e n composición no ignoro,
soy rico improvisador;
sáqiienme a otro mejor
34
T
1
1 en todo lo que han andado;
pa cantar improvisado
l yo soy el mejor autor.
y de Francisco lavier.
L
VERSOS PATRIOTICOS
Chile
t
(Domingo Pontigo.)
El territorio chileno
es fértil y productivo
y su pueblo es muy autivo
en cultivar su terreno,
este paraíso ameno,
donde habita tanta hermosa,
es muy abundante en loza
como se se en Copequén,
Y no hay pueblo que también
no produzca alguna cosa.
4 . Reses, ases y serduras
se encuentran en todas partes .
y sin las reglas del arte
las produce la natura;
melones en Quilicura
se toman particulares;
en Lo Cuevas, los sandiales,
ñenca las buenas frutillas,
petates da Melipilla
, y Copiapó, los metales.
41
Concepción y la Aconcagua
dan el mosto y aguardiente, 1
El roto chileno
Es el dhileno rotito
un soldado sin segundo,
considerado, en el mundo,
como un bravío torito;
44
tan huinilde y calladito,
cuando la patria lo llama,
huele, bufa, escarba y brama,
y es capaz, como guerrero,
de comerse al mundo entero,
desde el hueso hasta Ea ruma.
Quien va al cainpo y lo divisa,
con culero y con ojota,
iquB va a creer que es e1,patriota
que a su patria inmortaliza!:
el liuaso a quien nadie pisa,
y a quien nadie Pone raya;
el que vence en la batalla
al más terrible adversario;
el roto, en fin, temerario,
de poncho largo y-chupalla.
Este huasito simplrjn,
más mansito que una tagua,
fue el que se abrió, en Raneagua,
paso por sobre el cañón;
el que salvó a su nación
B combatiendo en Chacabuco,
el que a puñal y trabuco
y en lanchas tomó a Valdivia,
plaza española y anfibia
que nos metíu más CUCO.
Así se forma un soldado,
un marino o artillero,
como se lanza a un potrero
y lo ara, de lado a lado;
en el río, sabe el vado,
en la montaña, la huella,
y en la pendencia o querella
no hay quién sea mds sereno;
tal es el roto chileno
con su buena o mala estrella. .
(Rómulo Larrañaga.)
'1
46
VERSOS POR LITERATURA
(Rosa Araneda.)
POR EL AMOR
(Bernardino Guajardo.)
52
ESQUINAZO
58
VILLANC1C.0
Al Niño Dios
P
saliendo A$n del araíso,
¿dónde se fue a re ugiar?
T. Mi don Javier de la Rosa,
dígame si no fue así:
del paraáso lo echó el ángel
al huerto Getsemaní.
f. No te demores, Taguada,
Adán y Eva si se vieron
desnudos y avergonzados,
¿con qué tela se cubrieron?
T . Mi don Javier de la Rosa,
no hallando piel de animales,
de las hojas de la higuera
hicieron sus delantales.
J. Habéis de saber, Taguada,
responde con energía:
¿por qué bramará la vaca
no estando recién paría?
T. Mi don lavier de la Rosa,
en prado, potrero o loma,
pregúnteb a Salomón
que les entendió su idioma.
1. Habéis de saber, Taguada,
yo quiero saber también,
decidme, ,¿por qué motivo
el gallo pica la sartén?
I’. Mi don Tavier de la Rosa,
si necesita saberlo,
el gallo al sdrtén lo pica
porque no puede kImerl0.
1. Atención, señor Taguada,
usted que es hombre de letras,
ahora me ha de decir
si la pava tiene tetas.
T. Mi don Javier de la Rosa,
la respuesta le daré:
la pava no tiene tetas,
las tetas las tiene usted.
7. Habéis de saber, Taguada,
yo soy pallador y bueno,
escápate si supieres
que a ddrte la muerte vengo.
T. Mi dorL lavier de la Rosa,
no temo al más entendido,
hasta la edad que me ve
por nadie he sido vencido.
7. Taguada, yo te prevengo,
ya que cantas sin ventura:
yo vengo a darte la muerte
y una infeliz sepultura.
68
T . Mi don Javier de la Rosa,
sepultura me ha de dar,
no sea en loma ni altura
menas en el medanal.
J. Alerta, señor Taguadd,
yo le hago esta preferencia,
no se remonte tan alto
ni suba a tanta eminencia.
T . Mi don lavier de la Rosa,
le contesto vigilante:
atropello al quinto infierno
y paso más adelante.
I
Contrapunto entre el agua y el fuego
La tierra de Tauia
Mundo al revés
Casamiento
A un coipo lo vi a caballo,
a una tagua con peineta,
un pidén con escopeta
haciéndole el punto a un gallo.
La calandria de cantora
a orillas de una laguna,
sin quedar ave ninguna
oían su voz sonora;
más allá estaba una lora
cocinando un pejegallo,
que sacaron de un trasmallo;
85
iba diciendo una rara:
topiando en la gruesa vara
a un coipo 10vi a caballo.
Las loicas de bailarinas
aparecieron compuestas;
discretas y muy honestas
llegaron las golondrinas;
y en una de las esquinas
estaba una gallineta
que vendía una maceta
de un matiz particular;
en esto salió a bailar
una tagua con peineta.
Con vestidos blanquecinos
fueron garzas, fueron diucas,
jilgueros con las hembrucas,
después los cometocinos;
preguntaron por los vinos,
pidieron una peseta;
cojo con una muleta
llegó un traro y les cantaba;
como cazador andaba
un ,pidén con escopeta.
El halcón y el gavilán
recorrían las chinganas,
donde cantaban las ranas
a un tiemfio con tanto afán;
de violinista, el chercán,
es así como detallo:
el pillo, como vasallo,
86
le cobraba agravio al chuncho,
miraron al aguilucho
haciéndole el punto a un gallo.
Al fin la fiesta acabada
dijeron que hubiese rey, .
y obedecieron la ley
para siempre respetada;
la águila, por encumbrada,
se tomó esa obligación,
y dijo sin dilación
concluyendo su mandar:
la gaviota se va al mar
y a los montes, el concón.
(Nicasio García.)
Bruieríu
91
AMOR, CUERPO Y OFICIOS REPARTIDOS
Y como yo me casara
ahora en la ley civil,
el registro en Guayaquil,
el agente en Santa Clara;
92
los papeles en el Niagara,
el tintero en Aconcagua,
las plumas en Nicaragua,
los testigos en Pumanque;
yo me inscribí en Huincanque,
y mi esfiosa en Tagua-Tagua.
LOSoficios
6 L Errázuriz.
~
95
fui general en Mendoza
y alcabalero en Chiloé.
(Anónimo.)
(.Anónimo.)
99
C OSTUMBRISTAS
El rodeo
Al mando de un cafiataz
se dirige aquella gente,
sin temerle a la pendiente
ni al tigre, ni al león voraz;
al rodear Id animalá
y a esos toros montesinos
vienen muchos inquilinos
de otras partes a correr,
y otros por reconocer
todo el ganado vecino.
(Aniceto Pozo.)
103
Pedro Urdemales l
callejones y potreros;
iba con tranco ligero
a buscar ocupación;
se metió por un portón
donde habían unos chanchos,
y habló con el dueño del rancho
que ahí mismo lo contrató.
Pedro cuidaba un pantano
que los chanchos no cayeran,
y en el barro se sumieran
esos porfiados marranos;
en eso llegó un paisano
que había cruzado el cerco;
le compro todos los puercos
le dijo a Pedro Urdemales,
y vendió los animales
sin que lo supiera el dueño.
Antes de,entregar los chanchos
les cortó todas las colas,
no les dejó ni una sola,
vendió chocos los marranos;
las ensartd en el pantano
104
con las puntas asomás
y se fue este Satanás
a decirle al dueño avaro:
los chanchos se etnpantanaron
. y no los fiuedo sacar.
E n un 18 de Septiembre
En un 18 de Septiembre
bastante me divertí,
al otro día me vi
matando (piojosy liendres.
De bastón y de levita
yo a pasear salí muy pije,
topé una niña y le dije:
jvamos los dos, señorita?;
como la vi tan bonita
como la flor de noviembre,
la cintura como mimbre
tenía la preciosa, bella;
yo a pasear salí con ella ’
en un 18 de Septiembre.
Le dije: -Tengo harta plata
que trabajando iunté,
como pa’ servirla a usted
en los días de la Patria;
ella me dijo con gracia
salgamos pronto de aquí,
me dijo: -Vamos a allí
a una casa conocida,
y junto a la prenda mía
bastante me divertí.
Después se armó una pelea
mientras yo estaba de atraque,
sin tener arte ni parte
me metieron en la rueda;
yo no tenía ni idea
de lo que pasaba allí;
de un combo que recibí
caí al suelo, aturdido;
en un calabozo frío
al otro día me vi.
l
si me van a ver, se quiebran.
108
Cuentan de otros bandoleros
conzo bandidos de planta,
“Pim-Pini” y “El Negro Lasanta”,
“El Choro” con “El Cliaiichero”;
“Poca-Ropa” y “El DuZccro”
saltearon en Santa ñita,
y los pacos de L a Nermita
los pescaron en Malloco,
porque se le trancó el choco
al finado “Tongorita”.
(Patricio Miranda Venegas.)
A todos, en general,
dijo adiós Francisco Tdllez,
adiós, soberanas leyes,
adiós, pena ca;bital;
adiós, banquillo fatal
donde mi sed terminó;
adiós, corte’que dictó
mi sentencia purpurina;
i o9
adiós, fatal carabina,
que mi pecho traspasó.
Adiós, fierro desgraciado,
que por desgracia tomé,
con e1 cual me acriminé
sin haber premeditado;
adiós a aquel magistrado
que me brindó esta propina;
adiós, fuerte disciplina
que mi culpa castigó,
y enseguida me entregó
a la muerte repentina.
Valparaíso, en cuestión,
adiós, Playa Ancha querida,
adiós, la panadería
donde maté a mi patrón;
adiós, la dura prisión,
tormento del presidiario;
adiós, terrible sumario
que marcó el castigo fuerte,
premiándome con la muerte
por mi crimen temerario.
Adiós, la cárcel chilena,
adiós, la Penitenciaría,
adiós, celda oscurecía
y adiós, grillos y cadenas;
adiós, recinto de penas,
de reniegos y pesares;
110
adiós, tristes ejenzplares
de mil modos consumados;
adiós, vicios desgraciados,
y adiós, cantinas y bares.
\
(JuanBautista Peralta.)
111
PAJAROS Y ARBOLES
Despedida
E n lo furioso soy pavo
y soy gallo en lo galán,
gallina en el cacarear
y ganso en lo descuidado;
pavo real en lo arreglado
113
por mi cola de peineta;
por mi voz soy gallineta,
traro soy por lo formal;
perdiz soy para volar
cuando siento una escopeta.
(Ramón Castro.)
En la fragaln,cia,arrayán,
y cedro en lo apetecido,
,palma soy en la dulzura
y roble en lo suspendido.
Soy olmo en lo coposo,
en lo espiiiudo, crucero,
higuera en lo fruticero
y litre en lo veizenqso;
nipa soy en lo hostigoso,
en lo firme, guayacán,
en lo anudado, yungay,
sombra de varias campañas;
soy jardín de las montañas,
en la fragancia, arrayán.
En lo fértil soy maifén,
en lo casero, peral,
en lo ganchudo, nogal,
y en lo amarillo, bolldiz;
114
en lo apagoso tralhuén,
litre soy en lo escondido;
laurel en lo perseguido
en las mús altas riberas;
de distinguidas maderas
soy cedro en lo apetecido.
Soy coigiie cordillerano,
en lo duro soy espino,
en lo derecho soy pino
y en el fruto soy manzano;
en lo cargado, avellano,
luma soy por ser tan dura;
parra soy en la figura,
y en lo buscado soy palqui;
y entre quila, boldo y maqui,
palma soy en la dulzura.
Soy durazno en lo apreciado
y álamo en lo crecido,
naranjo en lo trascendido
y peumo en lo colorado;
quillay en lo desaseado,
limón de azahar vestido;
soy molle en lo distinguido
y diferente al patascq
algarrobo en lo retaco
y roble en lo suspendido.
Caballeros, en verdad
soy campesina patagua,
soy canelo con las aguas,
115
crezco con prosperidad;
caoba y jacarandá,
níspero, acacio extranjero;
en ceremonia de duelo
soy ciprds de mayor grado;
si algún árbol se ha quedado
pregúntenle al carpintero. 4
(Adán Arrnijo.)
116
CIELO E INFIERNO HUMANIZADOS
118
más que Purgatorio y Gloria;
y si ésta es cosa ilusoria
o cuento de diversión,
cumplamos la obligación
que la Iglesia nos ordena;
bien puede toda alma buena
temer la condenación.
(Bernardino Guajardo.)
Un rodeo en la Gloria
L a medialuna es de oro,
en contorno embanderada,
asimismo iluminada
que resplandece el tesoro;
San Isidro y San Gregorio
119
corren sin tener recelo,
a un novillo overo negro
le gritan: iaquí va, aquí va!,
y le hicieron la ataiá
en sus caballos tan buenos.
San Lorenzo y San ñaimundo,
dos huasos muy bien montados,
y el capataz les ha dado
requetelobo un toruno;
los caballos son seguros
pa’taiar en la bandera;
el tintín de las espuelas
suenan como campanillas,
los santos gritan y avivan:
jesús son atajás buenas!
BIBLIOGRAFIA
INDICE