Historia de La Navegación PDF
Historia de La Navegación PDF
Historia de La Navegación PDF
CARTEL
CRONOLOGA
ANTES DE CRISTO
4000 Nace la navegacin a vela, posiblemente en Mesopotamia.
2000 El Faran Senusret ordena construir un canal del Nilo al Mar Rojo.
1184 Fecha sealada como la cada de Troya. Viajes de Ulises.
480 Batalla de Salamina.
146 Destruccin de Cartago y Corinto. Roma se aduea del Mediterrneo.
31 Batalla de Accio: Octavio derrota a Marco Antonio y Cleopatra.
DESPUS DE CRISTO
150 Tolomeo publica su geografa, cuya influencia se prolong por toda la Edad Media.
844 Los vikings exploran la costa occidental de Espaa.
1000 Leif Ericson llega a la costa de Amrica del Norte.
1340 Eduardo III destruye la flota Francesa al comenzar lo guerra de los Cien Aos.
Captulo 1
PRIMEROS TIEMPOS DE LA NAVEGACIN
"LOS ROS SON CAMINOS QUE SE MUEVEN", ha dicho Pascal. Tal vez esa misma
intuicin impuls al hombre del paleoltico a vivir siempre cerca del agua? Al
comienzo requera la cercana del vital elemento que an no haba aprendido a
canalizar, almacenar o transportar para sobrevivir en el mundo prehistrico de
selvas, cavernas y gigantescos animales salvajes. Pero no cabe duda de que el
espectculo de un tronco cado y arrastrado por las aguas le sugiriera la posibilidad
de moverse sobre ellas, de explorar y conocer nuevos horizontes.
empresa anloga: el Arca bblica mide 157 metros por 26 est construida de
madera calafateada con betn y cuenta con tres puentes y ventanillas. En todo
caso, no cabe duda de que vario: milenios antes de Cristo se cono can ya -los
principios bsicos di la construccin de naves.
Entre el II y el III milenio antes de Cristo, la marina egipcia explora el Mar Rojo: mil
aos antes de la guerra de Troya, la flota del faran Sahuri navega a lo largo de las
costas africanas, y ms tarde, la reina Hatshepsut, enva sus barcos hacia el sur,
donde descubren el Pas del Incienso (Somalia). Ha nacido la sed de exploraciones,
precursora de la gran epopeya marina que descubrir al otro lado del globo, un
gigantesco continente insospechado Amrica.
Las naves de la reina Hatshepsut regresan cargadas de extico animales e inslitas
mercancas maderas preciosas, metales, mono r hasta una pantera. Al mismo
tiempo, barcos de Mesopotamia exploran las mrgenes del golfo Prsico, a la
bsqueda de cobre piedras preciosas y marfil. Todo in mundo nuevo se abre tras el
horizonte, y para conocerlo se necesitan barcos y ms barcos.
La flota egipcia domina el Mediterrneo oriental. Sus naves se construyen con
madera de cedro libans, adquirida a los habitantes de la ciudad fenicia de Biblos:
los primeros grandes navegantes y mercaderes de la Antigedad.
Quines fueron los fenicios? Desde comienzos del tercer milenio pre cristiano, este
pueblo semita haba ocupado una franja de 40 kilmetros de ancho en la costa
palestina: sus ciudades, enclavadas en pequeas bahas separadas por
TRIRREME ROMANO. Era semejante al trirreme griego, aun cuando los dibujos de la
poca no nos proporcionan informaciones precisas.
Orientados hacia el mar, los habitantes de Acre, Sidn, Tiro y Biblos convirtieron su
pas en verdadera encrucijada comercial del mundo: Fenicia era camino obligado
entre el mar y el desierto de Siria, ruta ineludible entre Sina y Egipto por una parte,
Mesopotamia y Asia Menor por la otra.
Ya en tiempos remotos los fenicios exportan a Egipto madera de cedro y pino,
aceite, resina, sustancias aromticas. El futuro les reserva un esplendor sin lmites:
sus flotas llegarn hasta Malta, Cerdea, Ibiza, Cartago y Cdiz. Sus temerarios
piratas y navegantes llevarn por todo el mundo conocido sus naves cargadas de
EL MAR Y LA HISTORIA
Pero an falta mucho para que los fenicios lleguen al apogeo de su gloria. En
tiempos del Imperio Nuevo (1500 a. de C.), es Egipto el amo del Mediterrneo
oriental.
yergue el pabelln con la momia: le siguen los barcos de los dolientes, los amigos,
los portadores de dones para los dioses.
Pero la historia de la civilizacin se enraza, ahora, menos con los grandes ros que
con el dominio del ocano. Creta es la primera autntica potencia martima: los
egipcios llaman a los cretenses "el pueblo de las islas del centro del mar".
Sus naves, provistas de ensambladura y quilla, van y vienen entre Sicilia y Siria
llevando vasijas y trayendo objetos de lujo para adornar sus maravillosos palacios.
Piezas de cermica cretense han sido encontradas en la costa de Siria, en Egipto,
cerca de las ruinas de Anibeh en Nubia, en el norte de frica. La influencia cretense
se extendi por todo el Egeo; en 1460 a. de C. los aguerridos marinos de Creta
fueron dominados por los griegos de Micenas, y poco despus una nueva oleada de
invasores desde el Norte destruy la capital cretense de Cnosos, y la isla se
convirti en una provincia ms de Grecia.
Sin embargo, la tradicin martima de Creta no desapareci de la noche a la
maana. Ahora que los micenianos, cuyo centro de podero se encontraba situado
hacia el oeste en la pennsula griega propiamente tal, se haban apoderado de la
isla, el comercio martimo heleno-cretense se extendi hacia occidente, llegando
hasta Marsella y la costa espaola. La prosperidad de sus lneas de comercio marino
creci hasta alcanzar nuevas cimas de fastuosidad y podero.
Tras el florecer de la navegacin en aquellos primeros tiempos, vino una sbita
decadencia. Oleada tras oleada de nmades norteos asol la soleada pennsula
griega: bandas de saqueadores destrozaron el sistema de comunicaciones, cuyo
funcionamiento, por tierra y por mar, era tan vital para Micenas. A la destruccin de
las ciudades sigui un xodo masivo: muchos de sus habitantes se dedicaron a la
piratera, recorriendo las costas a la bsqueda de los lentos barcos mercantes. La
invasin drica termin por liquidar la floreciente civilizacin de Micenas, sucesora
de Creta.
Los "pueblos del mar", griegos desposedos, aventureros, piratas, fueron, durante el
perodo siguiente, el terror de las poblaciones costeras de Grecia, Siria y Palestina.
En 1190 a. de C. organizaron una verdadera invasin a Egipto, tras numerosas y
afortunadas incursiones de pillaje: fue necesario todo el podero de la marina de
guerra del faran Ramss III para impedir sus desmanes, tras una batalla naval que
ensangrent las costas del Delta. Algunos historiadores identifican a estos "pueblos
del mar" con los filisteos, que poco despus llegaron a establecerse a Palestina.
Tras la cada de Micenas el podero martimo pas a manos de Fenicia. La guerra de
Troya, primer gran conflicto entre potencias econmicas rivales que chocaban por el
dominio de las rutas martimas a Oriente, integr la conquista de los mares a la
leyenda: los hroes de Homero recorran el ocano en livianos y veloces barcos de
guerra con una hilera de diez remeros en cada costado, un mstil y una gran vela
cuadrada, mientras los fenicios extendan la red de su comercio martimo por todo
el Mediterrneo. Homero, en "La Odisea", les canta: "He aqu que vienen los
fenicios, hombres famosos por sus naves, bandoleros codiciosos, portadores de
innumerables frusleras en sus negros barcos..."
Las "frusleras" eran plata, plomo, hierro, y las naves fenicias buscaron estao en
Inglaterra y materia prima en todas las costas. Mientras los comerciantes
establecan factoras, verdaderas "puertas de entrada" a los territorios costeros,
otros navegantes arrendaban sus flotas a los faraones egipcios y exploraban por
orden de los soberanos del Nilo las costas africanas. Seis siglos antes de Cristo, una
flota fenicia comisionada por el faran Necao borde el Continente Negro de este a
oeste; un siglo despus, el cartagins Hannon sembr de colonias la costa
occidental del frica. Cartago, colonia fenicia, estableci sus propias colonias en
Sicilia, Cerdea, Espaa. La red del comercio martimo se extenda ya como una
telaraa por todo el mundo conocido.
415 la flota ateniense intent apoderarse de Siracusa, perdi 200 barcos y 50 mil
hombres. Menos de cien aos despus Grecia caa ante los macedonios y su luz se
apagaba para siempre.
Los sucesores de Alejandro Magno perfeccionaron tanto los navos de guerra como
las embarcaciones comerciales, pero la tendencia principal consisti en aumentar su
tamao. A fines del siglo III a.de C., la flota de Tolomeo VI contaba con una galera
impulsada por 4 mil remeros: un monstruo de los mares, de ms de 135 metros de
largo.
Entretanto Roma haba aprendido a utilizar los birremes y trirremes de estilo griego;
sin embargo los romanos preferan el combate terrestre, y slo improvisaron una
primera flota de guerra el ao 264 a. de C., durante su primer choque con los
cartagineses. Las guerras pnicas terminaron con una clara supremaca naval del
La increble peregrinacin dur mil aos, y en algunos trechos, como entre las
Marquesas y Hawai, las grandes flotas de cientos de piraguas recorran ms de tres
mil kilmetros sin tocar tierra.
Los antroplogos y arquelogos han llegado a la conclusin de que los nmades
martimos de la Polinesia utilizaban gigantescas piraguas dobles, provistas de velas
e impulsadas hasta por 50 remeros. En el centro se alzaba una plataforma donde se
refugiaban mujeres, nios y animales domsticos. El itinerario de estas migraciones
ocenicas constituye uno de los grandes misterios de la historia.
En China, desde tiempos muy remotos, existan juncos capaces de navegar por los
grandes ros y a lo largo de las costas. Algunos eran de gran tamao: en el siglo
XIII, Marco Polo hablaba de juncos provistos de un puente bajo el cual existan
"sesenta pequeos camarotes amueblados, uno para cada mercader". El diseo, por
otra parte, no haba cambiado durante muchos siglos.
Veleros de cinco mstiles se desplazaban por los ros de Caray cuando Europa slo
conoca primitivas balsas de troncos. El timn, la brjula, puentes y camarotes
pertenecan al equipo corriente de una embarcacin china mucho antes de que las
flotas occidentales llegasen a tan alto grado de desarrollo, y fue slo gracias a los
rabes, quienes durante milenios hicieron de intermediarios entre Oriente y
Occidente, que la navegacin europea comenz a desarrollarse definitivamente.
Los propios rabes dominaban el comercio con Oriente durante la Edad Media:
traficaban entre China y Occidente en suntuosos barcos equipados con brjulas
chinas y ricamente adornados. En Bagdad, una de sus capitales, en una poca en
que su imperio abarcaba desde Espaa hasta la India, confluan sedas y jades
chinos, especias de Sumatra, tinturas tradas de la India, rubes, pieles, esclavos,
miel, mercancas llegadas desde Rusia, Escandinavia, Asia Central. Con barcos
adquiridos en Levante y marineros egipcios y sirios, los rabes pudieron conquistar,
en el siglo IX de nuestra era, Chipre, Creta y Sicilia, y slo la flota bizantina les
impidi apoderarse de Constantinopla.
Sobre los escombros del Imperio Romano, entretanto, descenda la brbara noche
medieval. Mientras Constantinopla se enorgulleca de sus "dromons", grandes
galeras birremes impulsadas por un centenar de remeros, equipadas con "fuego
griego" para incendiar las naves enemigas, y los rabes protegan sus naves con
Captulo 2
Los Vikingos
Los brbaros nrdicos pusieron pie en Amrica cuatro siglos antes que Cristbal
Coln. Haciendo de los mares un camino real y de los ros, senderos, los Hombres
del Fiordo conquistaron casi media Europa entre los siglos IX y XI
Uno de los pueblos de navegantes ms notables, no slo de la Edad Media, sino que
de toda la historia del mundo, fue el de los "hombres del Norte" o normandos, ms
conocidos como vikingos, palabra que literalmente en antiguo escandinavo significa
"el que frecuenta un fiordo". Procedan de las regiones escandinavas, Suecia,
Noruega y Dinamarca, y constituyeron el ms importante ncleo de invasores, que
cual manga de langostas se lanz sobre el continente europeo durante el transcurso
del siglo IX, tras el desmembramiento del Imperio carlovingio. Los vikingos eran
muy semejantes a los brbaros germanos que haban convergido sobre Roma en
siglos pasados, tanto racialmente como en los aspectos de organizacin social,
religin y costumbres. Sin embargo, la gran diferencia con aqullos fue que sus
hordas guerreras operaban fundamentalmente por mar.
Ante todo, los vikingos fueron intrpidos marinos que, en frgiles naves de unos 25
metros de largo y con tripulaciones de 60 hombres cada una, no vacilaron en
aventurarse a vela y remo por los mares del Norte e introducirse en los grandes ros
navegables de Europa, realizando asaltos rapidsimos que les permitan retornar a
sus tierras cargados de botn. Pero muy pronto estos osados aventureros dejaron de
lado los apresamientos en el mar y comenzaron a saquear las ciudades costeras,
instalndose en ellas y emprendiendo la conquista de los pases en que haban
desembarcado. Y como si esto no les bastara, abordaron seguidamente empresas
nuticas de largo aliento, descubriendo nuevas tierras hacia el occidente y llegando
incluso a realizar la portentosa hazaa de atravesar el Atlntico y poner pie en
tierras americanas, nada menos que cuatro siglos antes de que Cristbal Coln
llegara a Amrica.
hicieron del mar un camino real, y de los ros, senderos. Esto no signific que en
tierra firme no fueran igualmente efectivos, ya que cuando queran operar en ella,
cogan caballos y movanse velozmente por el interior de los pases, cual
consumados jinetes. No obstante el elemento lquido constituy de preferencia el
gran escenario de sus proezas. En sus largas naves abiertas, de altas proas, velas
cuadradas, numerosos remos, y bordas de las cuales pendan los escudos de los
combatientes, los vikingos efectuaban viajes increbles, iniciando su vida en el mar
a muy temprana edad, a veces a los doce aos.
Las "sagas" o tradiciones heroicas y
mitolgicas de la antigua Escandinavia
describen a los vikingos como "hombres
corpulentos y rubios, fuertes y duros de
corazn, potentes y siempre victoriosos
guerreros, de fiera mente, adustos, y
cortos en palabras". As, no fue extrao
que su aparicin atemorizase en tan alto
grado a los habitantes de las costas
inglesas y francesas, sobre las que se
dirigieron las mayores ofensivas vikingos.
"De la furia de los normandos lbranos,
Seor", fue el rezo ms socorrido de los
sacerdotes ingleses de aquellos tiempos,
que debieron lamentar la destruccin de
sus monasterios y la prdida de cuantiosas
cantidades en plata y oro, botn predilecto MASCARON DE PROA. La imagen de
un feroz animal iba ahuyentar, segn
de los brbaros nrdicos.
los vikingos, a los pueblos del litoral y
a los crueles piratas del Norte
LOS DIOSES VIKINGOS
Primitivamente los vikingos fueron paganos y sacrificaron animales y aun seres
humanos a sus dioses, de quienes tenan en sus templos imgenes en madera. Ms
tarde fueron convirtindose al cristianismo, a contar del momento en que los
daneses, por su tratado con Alfredo de Inglaterra, en 878, consintieron en ser
bautizados, hasta fines del siglo XI, en que el paganismo haba desaparecido casi
por completo de entre ellos. Los mitos de sus dioses, as como las sagas o epopeyas
de sus hroes, se fueron transmitiendo verbalmente por sus bardos de generacin
en generacin, hasta que los intelectuales islandeses del siglo XIII los transcribieron
al fin. Constituyen en su conjunto un magnfico legado de la literatura nrdica,
comparable en majestuosidad y belleza a las leyendas de los griegos.
Los mitos nrdicos se remontan al principio de las cosas, relatando la lucha entre
los dioses y los gigantes (las fuerzas del mal) y aludiendo al gran fresno, Igdrasil, el
rbol de la existencia, siempre verde, cuyas tres races nacen en el mundo
subterrneo y cuyas ramas alcanzan hasta Asgard, la ciudad de los dioses, que
cubren con su sombra. En las estancias de esa ciudad o Walhalla, es donde Odn
recibe a los hroes muertos en combate. Los muros son brillantes espadas; las
techumbres estn constituidas por relucientes escudos, y dan acceso al lugar 540
puertas. All los hroes se entregan a un festn interminable, servido por las
valquirias, o bien se embarcan en sus naves para pelear a la manera vikinga, pues
las frgiles barcas de los navegantes nrdicos son constantes protagonistas de toda
la tradicin mitolgica escandinava.
A LA CONQUISTA DE EUROPA
Las incursiones vikingos sobre la Europa Occidental empezaron poco antes del ao
800 y prosiguieron durante ms de doscientos aos. El primero de los invasores
nrdicos cuyo nombre ha llegado hasta nosotros fue Turgesios, quien a partir del
795 se fue apoderando de la mitad de Irlanda. Hacia esa misma poca, otros
NAVE VIKINGA DE OSEBERG. Este navo fue restaurado en el museo de Oslo. Las
incursiones vikingas sobre Europa Occidental empezaron poco antes del 800 y
prosiguieron durante ms de doscientos aos consecutivos.
Frico el Rojo explor durante tres aos las costas de la inmensa Groenlandia hasta
encontrar tierras habitables, a las que traslad 25 naves de colonos reclutados en
Islandia, de las que slo llegaron catorce, naufragando las restantes en un
temporal. Con los que llegaron, se fund en Groenlandia una colonia, de la cual no
tardaron en salir a su vez nuevas exploraciones.
Un islands establecido en Groenlandia, llamado Bejarne, refiri a Erico que siendo
arrastrado por una tempestad haba divisado un pas frtil al sudoeste. Como Erico
el Rojo estaba ya muy viejo para hacerse a la mar, equip una nave que confi al
mando de su hijo, Leif Ericsen y la hizo aventurarse en aquella direccin. El viaje de
Leif fue extraordinariamente fructfero ya que le permiti descubrir Helluland o
"tierra de las piedras" (Terranova) y Markland o "tierra de la madera", la que
Captulo 3
LOS NAVEGANTES DE LABORATORIO
Hacia el siglo XIV, Europa, que vive los das de la Baja Edad Media, deja de
concentrarse nicamente en la religin y comienza a dirigir la vista al mundo.
Nuevos valores, desenterrados de la cultura grecolatina, y arrastrados a Occidente
por los guerreros que retornan de las Cruzadas, inflaman la sociedad europea de la
poca, despertando en ella la aficin pon escribir, pintar y filosofar. Surgen un
Dante, un Giotto, un Rogerio Bacon, y otros maestros que con sus obras anuncian el
advenimiento de una nueva etapa en la evolucin cultural de Occidente, que se
llamar Renacimiento. Pero mientras los espritus se ensanchan, la tierra permanece
estrecha. Frente a todas las costas se levanta fiero el mar, y con l lo desconocido y
lo impenetrable, Los viajes de los vikingos a travs del ocano son ignorados, y si
ENRIQUE, EL NAVEGANTE
El obstculo que representaba para el trfico comercial martimo hacia la India el
dominio del Medio Oriente por los turcos otomanos, el cual culminara con la toma
por stos de Constantinopla, en 1453, sumi a los occidentales en un mar de
interrogaciones. No sera una verdadera cruzada, provechosa y cristiana a la vez,
atacar a los infieles otomanos por la espalda? No se podra, acaso, circunnavegar
frica para llegar a las islas de las especias? Estas inquietudes, que pasaron a ser la
gran preocupacin del siglo XV, constituyeron en un principio la ilusin de un
hombre aislado, el prncipe Enrique de Portugal (1394-1460), a quien la historia
recuerda como Enrique el Navegante, a pesar de que l personalmente jams se
embarc rumbo al Ocano. Este prncipe lusitano consagr vida y esfuerzos a una
sola meta: "pasar a donde nacen las especeras", las islas ndicas; llegar a las
BUQUES PORTUGUESES. Durante la primera mitad del siglo XVI yo recorran los
mares las carabelas de Portugal, uno de los pases ms adelantados en materia de
navegacin. Exista una gran rivalidad con su vecino: Espaa
Y gracias a la tenacidad del prncipe portugus comenz la poca de los viajes por
las costas de frica, ms largos cada vez. En 1460, a la muerte de Enrique, los
portugueses haban alcanzado casi al Golfo de Guinea, comerciando en oro e
iniciando el trfico de esclavos.
RIVALIDAD CASTELLANO-PORTUGUESA
La desaparicin de Enrique el Navegante no paraliz la expansin martima
portuguesa, pues la exploracin de frica, que haba empezado prcticamente como
una aficin particular del prncipe, se convirti en un asunto de inters nacional. En
1486, durante el reinado de Juan II, Bartolom Daz descubri la extremidad
meridional del continente africano, dando la vuelta al cabo que llam de las
Tormentas, y que fue rebautizado por el soberano con el nombre de Buena
Esperanza. El descubrimiento del cabo permiti a su vez la prosecucin de los
viajes, siguiendo ahora la costa oriental de frica, hasta llegar a la India, hazaa
que fue realizada por primera vez por Vasco da Gama, en 1498.
Pero a todo esto haba sucedido algo increble. Un tal Cristbal Coln, amparado por
los Reyes Catlicos, haba salido en 1492 al ocano abierto rumbo al Oeste, en vez
de seguir la ruta al Este, pasando por frica y, milagro sin igual, "haba llegado a la
India", de acuerdo a lo que se crey inicialmente.
Ms tarde, cuando hacia 1500 se empez a pensar que las tierras descubiertas
deban corresponder a un "Nuevo Mundo", el mismo Coln y otros navegantes
encaminaran todos sus esfuerzos por encontrar en aqul el ansiado paso hacia la
verdadera India, constituyndose esta circunstancia en un nuevo impulso para el
auge de la navegacin.
NUEVOS PROGRESOS
Las grandes travesas martimas del siglo XVI trajeron aparejados consigo nuevos e
importantes progresos en materia de construccin naval y conocimientos nuticos.
Viajeros distinguidos y gegrafos prolijos dieron a la publicidad mltiples trabajos de
gran utilidad para los navegantes. Juan Huygen van Linschooten (1563-1611),
viajero holands que particip en varias expediciones, public diversas obras que
fueron traducidas a varias lenguas, como "Historia de la navegacin", "Viajes a las
Indias Orientales" y "Catecismo del navegante". Otra contribucin digna de destacar
fue la de Tycho Brahe, astrnomo dans nacido en 1546 y muerto en 1601, quien
confeccion un catlogo que inclua 777 estrellas, el cual represent un inestimable
aporte para la orientacin de los marinos en alta mar.
Asimismo, las cartas nuticas mejoraron sustancialmente con la invencin en 1569
de un nuevo procedimiento, el de las "latitudes aumentadas", debido al gran
gegrafo flamenco Gerardo Kremer, ms conocido como Mercator. La proyeccin de
Mercator consiste en representar los meridianos por lneas rectas, igualmente
espaciadas, y los paralelos por lneas rectas perpendiculares a los meridianos, cada
vez ms separadas a medida que se alejan del ecuador, hacia los polos. Es la nica
que permite trazar los rumbos en lnea recta y medir exactamente la distancia entre
dos puntos, por lo cual se ha seguido utilizndola hasta el da de hoy en las cartas
nuticas.
Captulo 4
LA EPOPEYA DE LOS DESCUBRIMIENTOS
Pocas gestas en la historia del mundo tiene colorido y el valor implcitos en las
hazaas de los navegantes portugueses y espaoles de los siglos XV y XVI, que
zarparon hacia el oeste dejando la vida en la bsqueda de nuevas tierras.
negros prisioneros, con gran asombro de los portugueses, quienes hasta ese
momento crean que toda frica, al que asignaban una extensin mucho menor de
la que realmente tiene, estaba habitada por tribus bereberes de Sierra Leona.
Antes de que terminara el siglo, los portugueses haban descubierto la costa de
Guinea y el delta del Nger: en 1484, Diego Cao plant la bandera lusitana en las
mrgenes del Congo y al ao siguiente lleg hasta los 22 grados de latitud sur antes
de volver sobre sus pasos.
Cada expedicin dejaba establecida una factora,
verdadera cabeza de puente de Portugal en la
costa africana; muy pronto el comercio entre
Lisboa y las factoras se hizo floreciente, y ya
alrededor de 1465 una veintena de carabelas
visitaba cada ao la lejana baha de Arguim,
regresando con cargamentos de esclavos, marfil y
maderas preciosas.
El tramo final, el pasaje del Atlntico al ndico, va
el Cabo de Buena Esperanza, fue descubierto
gracias a Juan II de Portugal, quien subi al trono
en 1481 y de inmediato se dispuso a emular las
hazaas de su clebre to, Enrique el Navegante.
En Bartolom Daz, marino de cuya ascendencia
poco o nada se sabe, encontr al capitn capaz de
encabezar la arriesgada empresa.
AO 1500. Carta geogrfica
En la primera quincena de agosto de 1487,
realizada por Juan de la Cosa
Bartolom Daz zarp de Lisboa con tres pequeos
navos, con los cuales recorrera ocho mil millas. Tras tocar tierra en varias bahas
de la costa occidental del frica, una tempestad le alej del continente negro y slo
unos das ms tarde un viento favorable le permiti tomar rumbo hacia el este, para
acercarse una vez ms, segn crea, a la costa. Pero despus de varios das de
navegacin, an no se vislumbraba tierra en el horizonte... La pequea flota haba
rodeado, sin percatarse de ello, el extremo sur del frica.
Bartolom Daz comprendi la situacin y puso proa al norte. Haba podido
comprobar que el frica no era, despus de todo, una barrera infranqueable que se
extenda hasta el polo, como sostenan muchos sabios de la poca. Quiso continuar
viaje hasta llegar a la India, pero la amenaza de un motn le oblig a retroceder
sobre sus pasos, rodeando una vez ms el terrible Cabo de Buena Esperanza, esta
vez sin separarse de la costa, y regresando a Portugal va el Atlntico. En diciembre
de 1488, la triunfante flota entraba al estuario del ro Tajo.
BARTOLOM DAZ. Contorne frica del Sur y le dio el nombre de Cabo de Bueno
Esperanza.
LA "SANTA MARA". La carabela de mayor envergadura de las tres con que Cristbal
Coln zarp del puerto de Palas rumbo al Nuevo Continente.
Tras esta primera visita a lo que pronto sera la ms importante colonia de ultramar
de su patria, Alvares Cabral puso proa al sudeste para acercarse al Cabo de Buena
Esperanza. Los terribles temporales que durante gran parte del ao asolaban la
regin alcanzaron tambin a la intrpida flota lusitana: cuatro embarcaciones se
hundieron en el embravecido oleaje, sin que fuese posible salvar ni a uno solo de
con las Indias Orientales, Siam y China, llegando hasta el Japn en 1542.
UN MUNDO NUEVO
La bula de Alejandro VI, el Tratado de Tordesillas, la expedicin de Alvares Cabral
fueron slo algunas trascendentales consecuencias de la heroica aventura
protagonizada poco antes por un navegante genovs cuya vida se entreteje con la
leyenda: Cristbal Coln, quien descubri un mundo nuevo y estableci en el
remoto continente las primeras avanzadas de un imperio sobre cuyas tierras jams
se pondra el sol.
Las incgnitas que rodean su vida se inician con el lugar y la fecha de su
nacimiento. Varias ciudades se disputan el honor de haberle visto nacer: los
eruditos se inclinan por Gnova, y fijan la fecha entre septiembre y octubre de
1451.
Existen innumerables otras hiptesis acerca de los orgenes y la juventud de Coln.
Se ha dicho que era judo, gallego o cataln, que en su juventud fue corsario, que
era pariente cercano del almirante francs Coulon, con quien naveg bajo las
rdenes de Ren d'Anjou.
En todo caso, se sabe que durante casi una dcada Cristbal Coln se esforz
infructuosamente por interesar en sus planes a los reyes de Portugal (entre ellos
Juan II, quien habra tratado de arrancarle su "secreto" con engaos), de Francia y
de Espaa; pero slo en 1492 la reina Isabel de Castilla accedi a sus insistentes
solicitudes y le autoriz a formar su flotilla de tres carabelas en el puerto de Palos.
El texto del contrato de Cristbal Coln con la casa real de Castilla, las cartas de
presentacin dirigidas al Gran Khan y el salvoconducto otorgado por sus
patrocinadores, testimonian su intencin de descubrir "varias islas y tierras firmes
del Ocano" a lo largo de las costas de China, fundar una factora similar a las
portuguesas del frica, y convertirse en seor hereditario de estas tierras, bajo
proteccin del soberano espaol. Antes de zarpar, se le nombr por anticipado
virrey y gobernador general de todas las tierras que descubriera.
La "Santa Mara", la "Pinta" y la "Nia" zarparon de Palos el 12 de agosto de 1492, y
tras una estada de tres semanas en Las Palmas, pusieron proa al Atlntico a
comienzos de septiembre. Los vientos alisios le hicieron avanzar rpidamente hacia
LA LARGA TRAVESA
La bitcora de Coln, as como diarios y cartas de otros navegantes de la poca,
permiten reconstruir algunos detalles de la vida de a bordo. El rumbo era controlado
por el timonel, quien, bajo cubierta, maniobraba la pesada palanca horizontal que
mova el timn: se guiaba por la brjula o, a veces, por rdenes gritadas desde el
puente.
pero debi abandonar dos de sus cuatro embarcaciones, y a duras penas pudo
llegar a Jamaica con las otras dos. All esper un ao que una carabela, procedente
de Santo Domingo, llegara a rescatarlo; a fines de 1504 regresaba a Espaa,
envejecido y quebrado moralmente por la injusticia de las autoridades. Muri dos
aos ms tarde, pobre y amargado, convencido an de haber descubierto las
primeras avanzadas del continente asitico.
Muchos de sus compaeros se disputaron la gloria de descubrir nuevas tierras. Ya
en 1499 Vicente Yez Pinzn, comandante de la "Nia" en 1492, organiz su
propia expedicin, que atraves el Ecuador y el 26 de enero de 1500 vislumbr en
el horizonte un promontorio, identificado hoy como el Cabo de San Agustn, en el
Brasil. Bordeando la costa, Yez Pinzn lleg hasta las desembocaduras del
Amazonas y del Orinoco, pero dos de sus barcos naufragaron y regres a Palos
completamente arruinado. Alonso de Hojeda, quien en su niez fuera paje del
duque de Medinaceli, acompa a Coln en su segundo viaje, en 1499, en una
expedicin financiada por su familia; recorri la costa de Venezuela hasta el golfo de
Maracaibo y explot el Magdalena, regresando a Cdiz a mediados de 1500. Ms
tarde, volvi a Amrica, donde se dedic a explotar lavaderos de oro y traficar en
esclavos; a lo largo de su agitada y aventurosa vida, jams recibi una herida y
estaba convencido de su propia invulnerabilidad. Muri en la miseria, en Santo
Domingo en 1515.
En el primer viaje de Hojeda, le hizo de piloto Juan de la Cosa, quien acompaara
a Coln en sus primeros dos viajes. Fue una vctima ms de los incontables peligros
de las casi desconocidas tierras americanas: en una expedicin posterior, en 1510,
tom parte en una escaramuza con los indios y una flecha envenenada con curare
puso fin a su vida. Antes, en 1501, haba piloteado el barco uno de los personajes
ms pintorescos que recorrieron la zona en esos aventurosos aos: Rodrigo de
Bastidas, un rico notario sevillano, quien, entusiasmado por los relatos de los
marineros que regresaban de las Indias, organiz ese ao una expedicin que
explor las costas centroamericanas. Bastidas fue apresado por Bobadilla en Santo
Domingo y enviado de regreso a Espaa; pero el Caribe lo atraa como un imn, y
all, tratando de fundar una colonia, muri veinte aos despus de su primer viaje.
Tambin a comienzos del siglo XVI naveg por las tumultuosas aguas americanas el
EL CAMINO AL ORIENTE
Alrededor de 1490, tras los descubrimientos de Bartolom Daz, los reyes de
Portugal comprendieron la conveniencia de enviar una flota que explorara la costa
oriental del frica y buscara salida al ndico. Noticias enviadas por exploradores
VASCO DA GAMA. Fue enviado con una Flota por los reyes de Portugal a explorar la
casto oriental de Atrito y buscar una salido al Ocano Indico
La tarea fue confiada a Vasco da Gama, hijo del gobernador militar de Sines y
descendiente de una familia de noble tradicin militar, dedicada por muchas
generaciones al servicio de la Corona. Por primera vez se construy especialmente
una flota para un viaje de descubrimiento, cuidando de incluir armas y pertrechos
en abundancia. El 8 de julio de 1497, las cuatro naves zarparon de Lisboa: tras una
travesa de casi tres meses, la flota toc costa africana y continu rumbo al sur,
rodeando el Cabo de Buena Esperanza, hasta llegar al punto donde Daz decidiera
regresar.
A partir de entonces, las dificultades se multiplicaron: las traicioneras corrientes del
canal de Mozambique, los ataques de los tribeos desde las costas, conflictos entre
la tripulacin pusieron en peligro el xito de la empresa. Logrando llegar a duras
penas al puerto de Melinda, Vasco da Gama trab amistad con el potentado del
lugar y logr que le facilitara los servicios del piloto Ahmed-ben-Madjid, gran
conocedor del ndico. Gracias al hbil gua, la travesa hacia la India demor apenas
20 das, y el 20 de mayo de 1498 las cuatro naves anclaban frente a Calcuta.
anciano ya, ejerci su cargo apenas por 4 meses; la noche de Navidad de ese ao
muri all, en la lejana India, que su viaje haba incorporado al mundo conocido.
MAGALLANES Y ELCANO
El 7 de septiembre de 1522, los pescadores que zurcan sus redes en el puerto de
San Lcar de Barrameda observaron, incrdulos, cmo en la rada atracaba una
nave que pareca escapada de una pesadilla: mstiles despedazados, velas hechas
jirones, proa carcomida. Un grito rasg el aire:
-Es Sebastin!
Alguien haba reconocido, en aquel flaco marino que se descolgaba hacia tierra, a
Sebastin Elcano, el piloto vasco que tres aos antes partiera de aquel mismo
puerto, como segundo comandante de una flota de cinco carabelas. Jefe de la
expedicin de 237 hombres, de los cuales regresaban apenas 18, haba sido un
Si Coln pudo realizar sus proyectos gracias a los Reyes Catlicos, Hernando de
Magallanes recibi similar apoyo de parte de otro monarca espaol: Carlos V,
seducido por la posibilidad de llegar, a travs del Pacfico, a las fabulosas islas
Molucas, con sus tesoros de pimienta, vainilla y especias. Faltaban an unos pocos
aos para que las ricas mercancas orientales pasaran a segundo plano, desplazadas
por el oro, la plata y las joyas de Mxico y Per... En 1518, Magallanes, quien a los
38 aos ya tena tras de s una gloriosa carrera de soldado y navegante, logr
convencer al todopoderoso monarca espaol de la posibilidad de rodear el extremo
sur del continente americano. Pero la ubicacin de este extremo era, hasta el
momento, un misterio.
EN LAS COLONIAS. Una escena de la vida de Hernn Corts. El Nuevo Mundo sirvi
tambin de punto de partida a diversas hazaas marinas.
Reducida a tres embarcaciones, por las tempestades, la flota naveg durante cien
das rumbo poniente, sin ver otra cosa que cielo y mar. Escase el alimento, el
escorbuto diezm a la tripulacin. Finalmente, en marzo 1521, los vigas avistaron
el archipilago filipino. All, el jefe indgena de la zona se mostr amistoso,
aceptando el barco junto a cien de sus guerreros pero a continuacin organiz una
campaa para "cristianizar" al reyezuelo rival, y Hernando Magallanes, quien insisti
en formar parte en la contienda, fue alcanzado por una flecha envenenada y muri
junto a ocho de tripulantes.
Elcano no pudo lograr que aborgenes le entregaran los despojos del infortunado
comandante, y a comienzos del ao 1522 hacindose cargo de lo que restos de la
expedicin, condujo sus maltrechas naves hacia las Molucas. Seis meses ms tarde,
con una sola, entraba al puerto de San Lcar. Haba terminado la gran epopeya:
gracias a la sobrehumana perseverancia y arrojo de Magallanes, Europa ya tena su
"ruta hacia el Oriente"...
afirmado por el marino portugus Jorge de Meneses, quien haba convivido con los
papas de esa isla, dos aos antes. Otra pintoresca figura de aquellos aos fue el
lusitano Mendes Pinto, quien recorri el Pacifico Sur entre los aos 1539 y 1558, ya
fuese como esclavo de musulmanes o malayos, como pirata o como embajador de
su rey: recorri, entre otras zonas, todo el archipilago de las Sonda, y en Malacca
se encontr con San Francisco Javier, a quien acompa al Japn.
Tambin las costas septentrionales del continente fueron recorridas palmo a palmo
por los intrpidos navegantes hispanos. Francisco de Ulloa, Hernando de Alarcn y
Juan de la Fuca realizaron viajes cada vez ms largos: mientras el primero se limit
a explorar la costa californiana, el ltimo lleg hasta Vancouver. Pnfilo de Narvez,
autorizado en 1532 para conquistar la Florida, se adentr en territorio desconocido
y desapareci sin dejar huellas; uno de sus hombres, Alvar Nez Cabeza de Vaca,
pudo escapar y vag durante aos por las mrgenes del Mississippi. Hernando de
Soto, quien regres a Espaa tras haber tomado parte en la conquista del Per,
llev en 1539 una expedicin de siete naves a Florida y muri de fiebre tras haber
explorado una vasta comarca. Juan Fernndez, al viajar desde Per a Chile, se alej
de la costa y descubri las islas que llevan su nombre, en 1572; dos aos ms tarde
comand una flota que lleg hasta la Polinesia, y muri all, sin haber podido
regresar...
Junto al morir el siglo XVI, los grandes viajes de descubrimiento y exploracin
comenzaban a tocar a su fin. Mientras soldados y colonos se adentraban en los
continentes recin descubiertos, los ocanos vieron surgir a un nuevo tipo de
"dueo de los mares": el pirata. Pero las andanzas de bucaneros y corsarios no
pueden compararse, en coraje y espritu de aventura, con aquellas incomparables
epopeyas de los grandes descubridores que recorrieron ocanos ignotos, guiados
por la visin de gloria y riqueza.
Captulo 5
EL DOMINIO DE LAS GRANDES POTENCIAS
En el amplio periodo que va desde Coln hasta el advenimiento del vapor, el mar
qued a merced de las ms fuertes naciones martimas y un generoso avance
tcnico fue la antesala del bsico aporte de Robert Fulton.
GIGANTE DEL MAR. Los veleros llamados "clper" fueron la ms alta expresin de
estas naves antes del vapor. El invento de Fulton termin por erradicamos.
La navegacin a vela se desplaza por los siglos XV, XVI, XVII y XVIII en un viaje
majestuoso, romntico y rico de contenido. Esa impresin externa dista vertebral-
mente de la realidad ntima de la vida de las tripulaciones heroicas de fragatas,
bergantines, carabelas y clperes, donde seoreaban el hambre, los malos tratos y
la miseria. Esta es su historia.
AUMENTA LA SEGURIDAD
En el siglo XVI, cuando an la fiebre de los descubrimientos enloqueca a Europa, la
navegacin progresa paralelamente con la apertura de nuevas rutas y la
construccin de gigantescos puertos. Los diarios de los navegantes que empiezan a
publicarse son importante testimonio y un rico caudal de experiencias para
considerarse en viajes futuros.
El progreso no es obra slo de los navegantes. Astrnomos, tcnicos, inventores y
cientficos trabajan aisladamente, pero por una causa comn. As surgen tablas de
correcciones, cartas nuticas, mapas y leyes cientficas de navegacin. -
En 1572, el astrnomo dans Tycho Brahe, publica "De Nova Stela Ani". Sus
descubrimientos astronmicos son de incuestionable valor. El dans no slo mejora
las teoras de la Luna existentes hasta el momento, sino que considera la refraccin
EL IMPERIO DE HOLANDA
El podero poltico y el podero comercial en disputa por las grandes potencias de la
poca son los dos mayores acicates para el progreso de la navegacin. Durante los
siglos XVI y XVII esas grandes potencias son los Pases Bajos, Gran Bretaa y
ms all del Cabo Buenaventura, o para fortalecer el imperio colonial francs en las
Antillas. Pese a sus esfuerzos y a los de su sucesor, Mazarino, la marina francesa no
alcanzar su apogeo, sino hasta Colbert, ministro de Luis XIV.
Aunque el rey no parece interesarse por "las cosas del mar", ordena la construccin
de buques, instituye el sistema de las matrculas, aboga por el mejoramiento de las
condiciones econmicas de los marinos. Crea adems el Servicio de Hidrografa de
la Marina, populariza la oficialidad, funda compaas nuevas de navegacin
comercial y, mediante una ordenanza, estructura la jurisprudencia poltica.
Cuando Luis XIV, influenciado por el propio Colbert, declara la guerra a los Pases
Bajos, no slo cometer un error poltico y tctico de proporciones, sino que
decretar la decadencia del podero naval francs. A finales del siglo XVII, el
panorama marino ha cambiado fundamentalmente: Francia y los Pases Bajos estn
en decadencia. Es el momento de Gran Bretaa, que sale de la guerra enriquecida y
poderosa, y va a convertirse no slo en la primera potencia naval, sino en la
primera potencia comercial del mundo. El siglo XVIII es el siglo de los grandes
almirantes ingleses, como Thomas Mathews, Edward Hawke, John Byng, Hyde
Parker, Barrington y el gran Horacio Nelson.
Por otra parte, los britnicos tambin progresan tcnicamente. Ya en 1850, el ingls
Richard Green construye el primer clper, de casco de madera, barco que sera
adoptado luego en todo el mundo. Fue tambin un ingls, Sir William Thompson, el
que solucion las dificultades de la construccin de barcos con casco de hierro,
emanadas de la desviacin de la brjula por el material empleado. En 1890 los
ingleses haban construido el velero de hierro ms perfeccionado.
En 1637, Inglaterra bota el "Sovereign of the Seas", primer navo de tres puentes,
pero su horrible peso impide una navegacin airosa, aunque el conjunto de cordajes
con que innova ser utilizado hasta el trmino de la navegacin a vela.
(muy similares a las fragatas, pero carentes de palo mayor) escriben las pginas
ms atractivas de la historia corsaria de la poca.
Hacia finales del siglo la construccin de los barcos a vela y el poder de maniobra
llegan a su mximo apogeo. En ese tiempo surge como gran maestro el ingeniero
naval francs San, cuyos planos conceban los navos de formas ms perfectas, los
ms veloces, los de ms fcil evolucin. La obra mayor de San, apodado el
"Vauban" de la Marina, fue "Les Etats de Bourgogne", que fue botado en 1790 y que
prest sus servicios hasta 1848: mstiles altos y delgados, un velamen gigantesco y
bien distribuido, un castillo de popa reemplazado por una pequea toldilla, eran sus
rasgos arquitectnicos ms distintivos.
EN EL SIGLO XIX
En el siglo XIX surgen, junto a los grandes navos, otros tipos menores de barcos,
algunos de los cuales ya cruzaban los mares en las ltimas dcadas del siglo XVIII.
medio y en cualquier condicin hacia las colonias. Eran los albores del turismo
moderno.
Los viejos barcos de madera, aunque eran concebidos en dimensiones gigantescas
para la poca, tenan sus limitaciones de capacidad de carga y de pasaje, y sobre
todo de seguridad. Los naufragios eran frecuentes, y los incendios a bordo era una
plaga temida por las tripulaciones de todo el mundo. Por otra parte, la navegacin
no poda escapar a la revolucin que vivan todas las ramas de la actividad
econmica: en los Pases Bajos, en Alemania, en Francia y en Amrica, los tcnicos
se especializaban en concebir nuevas frmulas, pero topaban con el obstculo
principal, la substitucin del agente externo, el viento, o de los primitivos remos.
Con la muerte de la navegacin a vela morir tambin tal vez el perodo ms
romntico de esta actividad, inspiracin de un gigantesco ncleo de artistas,
escritores, pintores, poetas, novelistas. Destronada por el vapor, quedar apenas
como un testimonio viviente de tiempos ms heroicos, casi legendarios. Aun cuando
por razones econmicas sus barcos perdurarn an mucho tiempo despus del
descubrimiento del vapor, slo en las regiones ms primitivas o en el mundo del
"placer naviero" seguir siendo utilizada.
Tambin morira con ella la explotacin del tripulante. La era del vapor cambi la
mentalidad patronal. Si hasta fines del siglo XVIII an haba capitanes que
utilizaban el "secuestro" para lograr una tripulacin completa que ms tarde
trataran a "hambre y palos" durante su desempeo, la mentalidad laboral recibira
los primeros cambios emanados de un acontecer ms revolucionario como el de
principios del nuevo siglo.
Captulo 6
EL PODEROSO AVANCE DEL VAPOR EN EL MAR
EL "CLERMONT". El primer buque a vapor construido por Robert Fulton y que abri
uno nueva era dentro de la navegacin.
FINES DEL SIGLO XVIII. Izquierda, sistema de John Fitch; derecha, hlice de la
corbeta "Napolen", en 1842.
La "Sphinx" tena, sin embargo, corazn ingls; sus mquinas haban sido
construidas en Gran Bretaa, junto a Francia, Holanda, pas de navegantes por
tradicin, y despus Alemania, Rusia, los pases del Este europeo, van sumando
paulatinamente sus flotas a vapor a la carrera de la poca. Roberto Fulton, que
haba muerto casi quince aos antes, 1815, estaba vengado: sus proyectos,
rechazados por el viejo continente, eran ahora aclamados por una impresionante
realidad.
Tradicionalmente los historiadores han sostenido que el primer barco que atraves
un ocano, el Atlntico, fue el "Savannah", definido como un "velero de tres palos,
de 350 toneladas de arqueo, mquina de vapor y ruedas laterales". La hazaa del
"Savannah" se inici el 24 de mayo de 1819, en el puerto estadounidense de
Georgia, cuando la nave zarp con destino a Liverpool. Cruzar el Atlntico le
demand apenas 27 das, pero la mquina a vapor slo funcion unas ochenta
horas. El milagro restante fue obra de las velas. Pese a ello, el buque reclama para
s el mrito de este primer viaje transocenico con mquina a vapor, mrito que
nueve aos ms tarde le disputar un pequeo vaporcito holands, el "Curaao",
que cumple la travesa sin ayuda del viejo sistema de las velas.
Tras estos hitos iniciales de la navegacin a vapor transocenica, se desencadena
con la misma rapidez que el proceso anterior, cuando estaba limitada a navegacin
fluvial o sobre mares. En esa carrera hacen historia el barco ingls Enterprise", que
sale de Londres y en 113 das llega a Calcuta, tras doblar el Cabo de Buena
Esperanza; el "Great Western", primer barco con casco de madera que navega en el
Atlntico, saliendo de Bristol el 8 de abril de 1838 y arribando a la ya burbujeante
Nueva York el da 23 del mismo mes, a una velocidad de 8,2 millas por hora y
consumiendo 650 toneladas de carbn.
EL "LOUIS XVI". El grabado muestra a este navo, que funcionaba a vela y o vapor,
pasando bajo el puente de Brest en 1862.
Al final de la dcada del treinta, siempre en el siglo XIX, empiezan a surgir las
primeras grandes compaas navieras. La "Lloyd-Triestino", austraca, y la "Cunard
Line", inglesa, hacen poca. Emergen tambin los primeros monopolios, como el
logrado por esta ltima, al obtener que el gobierno ingls le confiara con
exclusividad el servicio postal a Amrica.
La competencia entre la "Cunard Line" y su rival, tambin inglesa, la "Great
Western", desatada en forma casi incontrolable, fue el mejor aporte a la navegacin
al promediar el siglo XIX.
A esa competencia se debi la utilizacin del hierro en la construccin de los
EL PARNTESIS DE LA GUERRA
En agosto de 1914, el estallido de la Primera Guerra Mundial paraliz Europa. La
navegacin civil experiment como colaboradora y auxiliar de las naves de guerra
en cada pas, pero la asombrosa carrera de progreso tcnico en que asom al siglo
XX se detuvo bruscamente. De todas formas, la inauguracin de la gran ruta del
Canal de Panam, abierta el mismo 15 de agosto de 1914, correspondi a un barco
civil: el "Ancn".
discreto fueron los petroleros rusos "Dedo" y "Emmanuel", que sirvieron en el Mar
Caspio. La construccin de este tipo de buque se extendi rpidamente por los
pases europeos. El "Lafayette" y el "Flix Roussel" franceses son grandes ejemplos.
Una ltima innovacin en ellas es el cambio de propulsin turboelctrica por la
propulsin diesel-elctrica, utilizada especialmente en los ferry-boats destinados a
travesas largas.
Captulo 7
LEYENDA Y TRADICIONES
Desde Jons y la ballena hasta las intocables gaviotas, el costumbrismo del mar
est sobrecargado de mitos y supersticiones que se respetan severamente.
"Mas Jehov haba aparejado un gran pez, que tragase a Jons, y estuvo Jons en
el vientre del pez tres das y tres noches.
Y or Jons desde el vientre del pez a Jehov, su Dios, y dijo: "Clam de mi
tribulacin a Jehov y l me oy: del vientre del infierno clam, y oste mi voz".
Luego de indicar alabanzas a Dios, termina ese captulo el profeta:
"Y mand Jehov al pez, y vomit a Jons en tierra."
Jons, que haba sido lanzado al mar por unos desesperados marineros, salv sin un
rasguo y viaj a Nnive a propagar una orden divina.
La extraordinaria aventura de Jons, incomprensible para todos, tuvo su rplica a
fines del siglo pasado, segn relato de la revista norteamericana "STAG", de junio
de 1957. All, en un artculo titulado "Aventura Vivida", se cont la extraa odisea
del marinero James Bartley, miembro de una tripulacin de barcos pesqueros que
hacan sus incursiones en la zona del Ecuador. Su barco, "Star of the East", formaba
parte de una flota pesquera importante de la marina mercante de Estados Unidos.
despotismo del general francs y se adverta, con increble premonicin, el fin que
esperaba a los entonces imbatibles galos. La carta era una suerte de despedida y
advertencia.
Por qu se eligi tan extrao medio? Es que exista una muy fuerte censura y
control sobre la oficialidad y tropas? La historia real confirm los temores del
remitente: el teniente Louis Steiner muri en los hielos de Rusia en 1812. La carta
no lleg a destinatario, pero las predicciones resultaron profticas.
LAS SIRENAS. Criaturas con cuerpo de mujer y cola de pez que aparecen en la
mitologa griega por primera vez. En 1700 los sabios discutan el canibalismo de los
negros de Angola, que segn se deca, las cazaban y coman
veces ms grande que el barco en que viajaba y cuya cabeza llegaba hasta el mstil
ms alto.
En el siglo I antes de Cristo un griego llamado Alejandro relat por vez primera la
aparicin de una sirena, con las cualidades que definen a tan extrao ser.
KRAKEN, la serpiente descrita por Olaf Magnus. Esto, segn el escritor, tiene 60
metros de largo y 6 de grosor, pelos de un metro en el cuello y ojos feroces.
Lanzada por el mar a la playa, se trataba de una mujer bellsima, cuyo cuerpo
estaba cubierto de escamas desde la cintura hacia abajo. Ante la muchedumbre que
la contemplaba se sinti tan confundida, que estall en llanto. El rey del lugar
orden retirarse a los curiosos y cuando estuvo sola se lanz nuevamente al agua.
Sali por segunda vez a la superficie, articul algunos sonidos ininteligibles y
desapareci definitivamente.
En las playas danesas, en Noruega y otros lugares del norte de Europa se cuentan
innumerables historias sobre sirenas.
Un curioso episodio seudocientfico se registr en 1700. Los sabios de la poca se
enfrascaron en agudo debate para dilucidar si era acto de canibalismo el comer
sirenas, puesto que entonces se haba publicado que los negros de Angola solan
CREENCIAS VARIAS
Los viejos cazadores de focas de Terranova tenan una antigua tradicin para evitar
el fracaso de cada faena: consista en "humedecer" la cola de la primera foca
cazada. La cola era cortada cuidadosamente, suspendindola de un trozo de
alambre. Cada tripulante de la embarcacin deba sumergirla en un vaso de grog,
brindando por el xito del viaje. Despus era clavada sobre la mesa de la cmara y
se constitua en talismn, que no se quitaba hasta el ao siguiente, en que una
nueva cola de la primera foca cazada pasaba a reemplazarlo.
En algunos barcos mercantes, los balleneros por ejemplo, existe la supersticin de
que si una mujer viaja a bordo trae mala suerte y la faena de pesca queda
condenada al fracaso. Incluso, un escritor tan apegado al mar como fuera el
norteamericano Eugenio O'Neill, la dej registrada en su pequeo drama "Ballenas a
la vista".
Para los marineros es signo ineludible de mala suerte matar a las gaviotas; estos
pjaros, casi en forma similar a las vacas de la India, constituyen verdadera especie
sagrada. Quien las mata ha de recibir a la larga la venganza del mar y de los seres
que lo pueblan.
El mar posee un verdadero cdigo de honor. Una de sus leyes, que se viene
cumpliendo con exactitud desde hace siglos, seala que el capitn ha de ser el
ltimo que se salve ante un naufragio o, en su defecto, deber hundirse con su
barco. La historia de la navegacin registra hasta la saciedad los casos de capitanes
que se hundieron junto a la nave antes que abandonarla. Al hundirse en el Atlntico
el barco de pasajeros "Trinator" en 1889, su ltimo y sobrio mensaje expresaba
simplemente:
Pasajeros y tripulacin a salvo.
"Trinator" y su capitn quedan en el mar.
Captulo 8
MISTERIOS DEL MAR
Aunque los viejos marinos estn desacreditados por su frtil imaginacin, hay
misterios insondables que an subsisten y que forman parte de la mitologa marina,
una de las ms ricas en leyendas y en hechos que no tienen explicacin racional
Miles de historias se han tejido en torno a los llamados "Misterios Dei Mar". La
publicidad, por una parte; la propia fantasa, esa facultad tan desarrollada de los
viejos "lobos de mar"; la literatura y la ficcin. Todo ha sido conjugado, pero por
sobre las fantsticas lucubraciones perduran las bases reales de tantos naufragios
irresueltos, de tantos barcos perdidos, de tantos hombres y mujeres desaparecidos
en forma misteriosa. Una botella con un mensaje escrito en su interior, un pedazo
de mstil flotante, un instrumento enmohecido y carcomido, pueden ser indicios de
una tragedia. Para los navegantes cada "Cuerpo Extrao En El Mar" puede ser el
hilo que descubra la madeja de una tragedia real. Estas son algunas de ellas.
Pero tal vez las historias ms imaginativas las crearon los propios hombres de mar.
Una de ellas cuenta que un pulpo gigante atrap al "Mary Celeste" por la quilla,
afirmando uno de sus tentculos en el fondo del mar y utilizando los otros nueve en
botar al agua uno a uno a los azorados marineros. Cuando el tribunal que investig
el asunto del "Mary Celeste" cit como testigos a algunos hombres de mar, stos
sonrieron con suficiencia; qu saban los de tierra de lo que poda ocurrir all?
Robert de la Croix, especialista en "barcos abandonados" y escritor, y John Keating,
que por diez aos persigui datos sobre el "Mary Celeste", presentaron, sin
embargo, una teora muy plausible.
Los capitanes del "Dei Gratia" y del "Mary Celeste" eran amigos. Se encontraron
das antes que el barco fantasma emprendiera su viaje y el primero ofreci al
capitn del "Mary Celeste" tres hombres para que le ayudaran, en vista de que la
tripulacin estaba escasa por esos tiempos. El propio "Dei Gratia" recogera a esos
hombres ms adelante, a la altura de las Azores, donde los dos barcos se
encontraran.
El "Mary Celeste" parti con los tres tripulantes del "Dei Gratia" y dos amigos de
confianza, ms 'la tripulacin original. Las dificultades estallaron pronto a bordo. El
capitn debi imponer disciplina. Las faltas continuaban y eran cada vez ms
graves. Adems toparon varias tormentas, pero en las horas de placidez la
tripulacin menos adicta al capitn, la proveniente del "Dei Gratia", lo obstaculizaba.
Estall el inevitable "motn". El capitn y su hermosa mujer fueron lanzados al agua.
Al encontrarse con el "Dei Gratia", el capitn de este barco encontr slo a sus tres
hombres (todo el resto de la tripulacin haba sido conminada a embarcarse hacia
las costas de Portugal, y relatar que una tormenta haba terminado con el barco y la
vida del capitn y su esposa). El capitn del "Dei Gratia" ocult a los tres hombres
de su propia tripulacin, y viendo una excelente oportunidad de lograr una jugosa
ganancia, acept continuar la comedia, inventando la historia del barco encontrado
desierto, "con tazas de t y estofados an humeantes a bordo".
Este relato, que se estima verdadero, fue recogido por el escritor John Keating de
labios de un anciano, muchos aos despus de la tragedia. Su nombre era John
Pemberton, cocinero del "Mary Celeste" y uno de los tres implicados en el fraude
final.
Apenas zarp lo sorprendi una tempestad que hizo calcular un retraso de por lo
menos diez das. En todo caso an se poda esperar que el 24 de diciembre los
tripulantes estuvieran con sus familiares. Su mejor velocidad a vela, si hubiera
experimentado averas de motor, habra sido dos nudos, con lo que habra
demorado treinta das en cubrir la ruta. Esta fue la especulacin que empezaron a
hacer las autoridades de marina, cuando advirtieron que el barco se retrasaba.
Hay vveres suficientes? pregunt alguien en las esferas oficiales.
Por lo menos para tres meses fue la respuesta.
Pero la bsqueda se inicio. Un grupo especializado y la cooperacin de todos los
barcos que surcaban los mares: el crucero "Galileo" recorre la costa argelina; el
"Romsdal", la espaola.
UN DESTINO INCIERTO. Cado nave que se hace a la mar corre una aventura. Miles
de ellas, antes y hasta hoy, han desaparecido sin dejar una huella.
EL "PAMIR". Uno de los tantos buques escuelas que sucumbieron arrasadas por un
terrible huracn. Solo se salvaron cinco de los 86 tripulantes. La mayora eran
cadetes, de entre 16 y 18 aos.
hundido, pero all estaba, majestuoso sobre las aguas, el "Frigorifique". Apenas uno
de sus tripulantes, venciendo el pavor y la supersticin, se decidi a abordarlo, el
misterio se despej.
Tras la primera colisin, el timn del barco haba quedado asegurado y por ello el
"Frigorifique" giraba en crculos. Esa fue la causa de que dos veces chocara con el
"Rumney". El agua que haba inundado la sala de mquinas tras el primer choque
no fue suficiente para hundirlo y el vapor pudo mantenerse a flote. Pero el mismo
hombre comprob que, pese a su temporal supervivencia, el "Frigorifique" tena las
horas contadas a raz de las dos colisiones siguientes y lo abandon. Minutos
despus, y ahora definitivamente, el "Frigorifique" descenda al fondo del ocano
quizs a juntarse con su enemigo, el "Rumney", que yaca all.
EL BARCO A VAPOR. Naci en los ros y lagos. En el Siglo XIX afront los mares.
El amor le trajo tambin una nueva aficin. Tras dedicarse a estudiar a fondo todo
cuanto se escriba sobre el arte de navegar, pidi y obtuvo en el puerto de Fiume su
licencia de piloto. Al mismo tiempo pidi permiso a la corte para separarse
definitivamente de su familia y de sus ttulos, y, adoptando el apellido materno, se
convirti en el John Orth que conocemos.
Sus aventuras empiezan con la adquisicin de un tres palos que bautiz con el
COMBATE DE CARTAGENA.- Librado por Sir Charles Wager contra la flota espaola.
Captulo 9
LOS HROES DEL MAR
Desde los albores de la historia, el barco ha transportado, junto con seres humanos,
mercancas, costumbres, ideas, riquezas y lenguajes; hasta el advenimiento de la
aviacin, fue el nico medio de ir de una regin a otra, y a veces de un continente a
otro. No es extrao, entonces, que a menudo se haya transformado en escenario de
choques y batallas: desde que "los pueblos del mar" del primer milenio antes de
Cristo iniciaron sus incursiones en el Mediterrneo occidental, comienza la larga
historia de las guerras marinas, sus derrotados, sus vencedores, sus hroes.
Uno de los primeros que consigna la historia fue el cnsul romano Duilio, quien
comand en el ao 260 a. de C. la flota romana que afront a los cartagineses
frente a Mileto. La rivalidad martima entre Roma y Cartago haba conducido a un
largo intercambio de hostilidades: en 264 a. de C., al acudir en socorro de la
amenazada guarnicin de su fortaleza en Messina, las naves de la ciudad de las
Siete Colinas debieron enfrentarse por primera vez a su poderoso contrincante, y la
catstrofe en que culmin su posterior desembarco en frica pareca amenazar la
existencia misma de la nueva potencia del Lacio. Fue Duilio quien, gracias a su
coraje y su habilidad, logr una decisiva victoria; sus agradecidos conciudadanos le
erigieron, en el Foro, una gran columna adornada con proas de las naves enemigas.
a todas las costas vecinas, a Grecia y Rusia, por los Dardanelos; a Siria, a Egipto, al
Canal de la Mancha, los monarcas hispanos de Catalua y Aragn luchaban por
imponerse a las veloces naves rabes.
Arriba izquierda. NAVOS ROMANOS. Junto a ellos surgieron los primeros hroes del
mar, antes de la era cristiana. Arriba, derecha. HERMANOS BARBARROJA. Ambos
sirvieron al islam. Abajo izquierda. A VELA Y REMO. Galera armada con piezas
gruesas. Abajo derecha. ANDREA DORIA. Defendi los intereses del Papado, de
Francia, de Npoles y de Carlos V.
En el siglo XI, dos heroicos combates ayudaron a empujar hacia atrs a las huestes
musulmanas: en Almera en 1147, y frente a Tortosa el ao siguiente, Ramn
Berenguer barri con la armada de la Media Luna, maniobrando con incomparable
coraje su inmensa flota de casi doscientas embarcaciones. Un siglo ms tarde,
Jaime I dara otra estrella naval por Mallorca, comandando una gran armada de 155
barcos.
En la primera mitad del siglo XIV, el otrora indiscutido podero naval veneciano y
genovs tocaba a su fin. En 1353 el almirante Bernardo de Cabrera destruy la flota
genovesa frente a Argel, pero lo que pareca una naciente supremaca naval
aragonesa no lleg a concretarse: los turcos seran los prximos seores del
Mediterrneo. La larga pugna, iniciada a comienzos del siglo XV con los primeros
choques navales entre turcos y venecianos y aguzada con la cada de
Constantinopla en 1453, desemboc en una sangrienta lucha entre las fuerzas
navales de la Cristiandad y del Islam por el control del Mediterrneo. Y fue durante
las alternativas de esa lucha, en la primera mitad del siglo XVI, que surgieron dos
grandes hroes marinos, uno de cada bando: el temido almirante Khair-ed-Din o
"Barbarroja, y el genovs Andrea Doria.
EL LEGENDARIO BARBARROJA
La historia de Khair-ed-Din se inicia con las hazaas de su hermano Horuc. Ambos
eran hijos de un alfarero griego que huy con su familia a Mitilene cuando su isla
natal, Lesbos, fue conquistada por los turcos; lo que no impidi que sus hijos se
distinguieran en el servicio del Islam.
En los primeros aos del siglo XVI, Horuc abraz la fe islmica y se enganch como
marinero en un buque pirata turco que recorra los Dardanelos. Muy pronto el rey
de Tnez, impresionado por su coraje, le ofreci el mando de un barco propio,
encomendndole la tarea de hostilizar a toda nave cristiana que se le pusiera por
delante.
Horuc super ampliamente las expectativas de su protector. Frente a la costa
italiana intercept a dos gigantescas galeras pertenecientes al Papa, que llevaban
un valioso cargamento de Gnova a Civitavecchia. Tras abordar la primera, el hbil
corsario disfraz a su propia tripulacin con la ropa de los vencidos y continu
navegando en la galera papal, remolcando su propia nave. As se acerc a la
segunda embarcacin vaticana, cuyo capitn, alborozado, crey que su colega le
traa el botn de una galera pirata derrotada. Sorpresivamente. Horuc dio la seal de
abordaje, y el engaado navegante cristiano debi rendirse a la evidencia: haba
Algunos aos ms tarde, Carlos V envi una poderosa flota a reconquistar Argel,
ocupada por Horuc. En la batalla, el audaz pirata turco muri tratando de escapar
a sus perseguidores. Le sucedi su hermano menor, Khair-ed-Din, quien pronto
fue nombrado comandante de todas las fuerzas navales de Turqua por el poderoso
sultn Suleiman el Magnfico. A la cabeza de su inmensa armada, Khair-ed-Din
conquist, una tras otra, todas las bases navales espaolas en el norte de frica;
slo la fortaleza de El Pen, cerca de Argel, permaneci en manos cristianas.
Al ao siguiente, Khair-ed-Din volvi a derrotar a la flota del monarca espaol.
Pronto se hizo legendario su apodo de Barbarroja, as como los actos de arrojo de
sus lugartenientes: Dragut, quien le sucedera a su muerte, el hebreo Sinay y el
renegado Aydin, prisionero cristiano que abraz la fe musulmana y se convirti en
brazo derecho del almirante turco.
cabeza de una vasta flota de 400 naves, a poner fin de una vez por todas a las
depredaciones de Barbarroja.
En la primera confrontacin, el audaz marino italiano derrot decisivamente a su
enemigo; Khair-ed-Din se vio obligado a huir con un pequeo convoy compuesto
de 10 galeras y 3 galeones, y a duras penas logr refugiarse en su cuartel general
de Argel. Una nueva expedicin encabezada por Andrea Doria tuvo menos fortuna;
esta vez, fue Barbarroja quien le infligi una dolorosa derrota, tras lo cual se
dirigi a las costas de Calabria y saque el prspero puerto de Castelnuovo.
En 1543, el incansable Barbarroja volvi a la palestra. Con una fuerza de 110
galeras y 15 mil soldados atac Reggio, apresando al gobernador y hacindose
fuerte en la ciudad. Fue entonces que, pese a su avanzada edad, el aguerrido
navegante cay vctima de Cupido; se enamor de la hija de su prisionero y tras
liberar al gobernador contrajo matrimonio con la hermosa doncella. Poco despus,
una su flota a la armada francesa del conde de Enghien, y ambas escuadras se
lanzaban sobre Niza. Slo pudo resistir el castillo de la ciudad, defendido por Paolo
Simeoni, en cuyo socorro acudi velozmente la flota de Andrea Doria, que con
algn esfuerzo logr poner en fuga a los franco-otomanos. Prisionero del enemigo
qued Dragut, el clebre lugarteniente de Khair-ed-Din, pero ste logr su libertad
al ao siguiente, mediante el pago de tres mil ducados; un "acuerdo de
caballeros" que indign a muchos prncipes cristianos, convencidos de que Dragut
mereca la muerte por sus fechoras.
En 1546, el ya legendario Barbarroja mora, minado por su agitada vida y sus
licenciosas costumbres. Dragut tomara el mando de las fuerzas navales turcas;
pero faltaban menos de tres dcadas para que en Lepanto se dirimiera para
siempre el conflicto musulmn-cristiano, con una definitiva victoria de la Liga
Santa, Espaa, Venecia y el Papado, sobre el Islam. A partir de entonces, el
podero turco comenzara a declinar, mientras holandeses, espaoles, franceses e
ingleses incrementaran cada vez ms su podero martimo.
internacional, que pona su habilidad y su valor al servicio del que mejor le pagase.
Andrea Doria, genovs de nacimiento, defendi los intereses de los reyes de
Npoles, del Papado, del rey de Francia y finalmente de Carlos V, con igual arrojo y
coraje. Entre los aos 1503 y 1506, defendiendo los colores de su ciudad natal,
logr someter la isla de Crcega, sublevada contra el dominio genovs. Ms tarde,
se distingui en innumerables escaramuzas contra navos turcos: en 1519, su
victoria en la batalla naval de Pianosa le dio fama internacional, y muy pronto
Francisco I de Francia le llam a su servicio, nombrndole comandante general de
sus galeras. A la cabeza de la flota francesa, Doria intent liberar su ciudad natal,
asediada por soldados del Imperio: pero sus naves llegaron con un da de retraso y
encontraron la plaza ocupada por el enemigo. Slo en 1524 Doria se anot una
primera gran victoria sobre la flota espaola de Moncada.
VAN RUYTER. Uno de los ms grandes almirantes holandeses del siglo XVI. Se
destac en la batalla de Portland, en la que actu bajo las rdenes de Van Tromp.
DERECHA: el gran almirante ingls, Horacio Nelson, segn un retrato de John
Hoppner, y en otro realizado despus de su victoria en la batalla de Abukir.
familia genovesa que diera dos Papas al trono de San Pedro. En 1555, con la
abdicacin y el retiro al monasterio de Yuste de Carlos V, el monarca a quien haba
servido por un cuarto de siglo, tambin el anciano Andrea Doria desapareca de la
vida pblica: muri, convertido en una leyenda en vida, en 1560.
espaoles y holandeses.
Blake entr a la historia como un ejemplo de coraje. En Portland afront a su
enemigo, el holands Maarten van Tromp, ganando para Inglaterra el control del
Canal de la Mancha; dispuesto a lanzarse siempre a la batalla, sufri graves
heridas. Su flota recorri el Mediterrneo, atacando y destruyendo Tnez, tras
haber exigido reparaciones del duque de Toscana, los Caballeros de San Juan de
Malta y los piratas moros de Argel, todos los cuales prefirieron pagar antes que
afrontar las escuadras de Blake.
El intrpido almirante apres varios galeones espaoles que venan de las colonias
americanas cargados de riquezas. En 1657 atac frente a Santa Cruz de Tenerife
una flota de Indias, cuyo comandante, Diego Eguez, orden incendiar todo el
convoy, 9 galeones y una fragata armada, antes que dejarlos caer en poder de
Blake. Tambin esta vez el almirante sufri graves heridas en la batalla; en el
momento en que su barco, el "George", entraba victorioso a Plymouth, Blake muri
a consecuencia de un sablazo enemigo, dando su vida a cambio de la victoria.
La batalla de Portland, que tanta gloria diera a Blake, cont entre los numerosos
comandantes que participaban bajo las rdenes de Van Tromp con un personaje que
pertenece, sin duda, a las filas de los hroes marinos de todas las pocas: Michiel
Adriaanszoon van Ruyter, uno de los ms grandes almirantes holandeses del siglo
XVI.
Hijo de un prspero cervecero holands, Van Ruyter entr a la marina como
grumete, y muy pronto mostr sus dotes innatas de marino y su valor. Se distingui
combatiendo a los espaoles en las Indias, y a los piratas berberiscos en el
Mediterrneo; pero fueron las guerras anglo-holandesas de mediados de siglo las
que le dieron la gloria.
El primer conflicto, iniciado en 1652, desemboc en esa gigantesca confrontacin
que fue la batalla de Portland, de tres das de duracin. La decisiva victoria de Blake
pareci saldar la pugna, pero ya en 1665 Van Ruyter, ahora comandante de una
poderosa flota de 70 naves, lanz un audaz ataque contra la costa inglesa y penetr
por el estuario del Tmesis hasta Gravesend, destruyendo las flotas inglesas de
Chatham y del ro Medway y poniendo en peligro la propia capital britnica.
Londres, agobiada por una epidemia de peste y un incendio que la haba devastado
casi en su totalidad, recibi el golpe de gracia cuando Van Ruyter captur el buque-
almirante de la orgullosa "navy" inglesa, el "Royal Charles": al Rey Carlos II no le
qued otra cosa que entablar negociaciones de paz.
En 1672 la pugna estall una vez ms, y Van Ruyter nuevamente arremeti contra
sus rivales: en la batalla naval de Texel, conquist para s el indiscutido ttulo del
ms grande almirante de su poca. Pero la leccin de 1665 haba impulsado a los
ingleses a fortificar y reorganizar su marina: adems, entre 1660 y 1680 Colbert
haba creado la poderosa flota francesa. Pese a figuras de la talla de Maarten y
Cornelis van Tromp y Michiel van Ruyter, el podero naval holands entraba
indefectiblemente en la decadencia.
Van Ruyter muri como mueren los hroes del mar: combatiendo. En 1676 Sicilia se
sublev contra el dominio espaol, y Francia envi una escuadra al mando del
almirante Duquesne, en apoyo de los rebeldes. La marinera francesa ocup
Messina, y Van Ruyter zarp rpidamente en auxilio de los espaoles. Frente a
Lipari, su flota afront la poderosa escuadra de Duquesne; un segundo combate
tuvo lugar en Agosta. El almirante holands, derrotado y mal herido, fue
desembarcado en Siracusa, donde muri el 22 de abril de 1676. Su escuadra, entre
LA EPOPEYA DE NELSON
En el siglo XVIII, la supremaca martima britnica pareci inamovible. Sobre los
siete mares ondeaba la bandera inglesa: no slo sobre barcos de guerra, sino sobre
buques negreros, naves balleneras y barcos de exploracin. En uno de estos
ltimos, el capitn Cook, en el transcurso de tres extensos viajes, recorri la costa
australiana, Nueva Zelandia y las islas del Pacfico; en 1779 fue asesinado por los
habitantes de Hawai. Y si bien a fines de siglo las flotas inglesas mostraron
suficiente debilidad como para ceder ante los franceses, Suffren, en 1781, estuvo a
punto de arrebatarles sus colonias de la India, y el almirante De Grasse contribuy
a la derrota inglesa en la guerra de Independencia de los Estados Unidos, muy
pronto surgira una figura a quien la historia ha dado perfiles de incomparable
grandeza: el almirante Horacio Nelson.
Nelson naci el 29 de septiembre de 1758, en plena Guerra de los Siete Aos, que
dara a Inglaterra las colonias francesas de Norteamrica y de la India y la
convertira en la mayor potencia colonial del mundo y en duea de los mares. El
joven Horacio era hijo de un pastor protestante; uno de sus tos maternos se haba
labrado una brillante carrera en la marina, y fue l quien puso en movimiento sus
influencias para que su joven sobrino, apenas cumplidos los 12 aos, pudiera
tambin vestir el uniforme naval. La vocacin marinera del joven Horacio se haba
manifestado desde su primera infancia, y el ocano jams dej de atraerlo.
Tras un primer viaje en un velero mercante, del que regres en 1773, Horacio
celebr su decimoquinto cumpleaos obteniendo su nombramiento como
guardiamarina en un barco que viajaba a las Indias orientales. All tom parte en el
primer combate naval de su vida, cuando la nave debi luchar contra un buque
perteneciente a la escuadra del potentado hind Hyder Al. Hasta agosto del 1776,
Nelson continu prestando servicio naval en la India, recorriendo las costas del
Deccan y de Ceyln. Vctima de una fiebre tropical, debi pasar un tiempo de
convalecencia en Bombay antes de regresar a la patria, donde recibi su
nombramiento como teniente de la Marina Real, apenas cumplidos los 18 aos.
El joven oficial prest servicio en diversas naves, realizando viajes a Gibraltar,
Jamaica y numerosas bases britnicas en Las Antillas. En 1780, mientras tomaba
parte en un ataque contra las colonias espaolas de la costa de Nicaragua, sufri
graves heridas que hicieron necesaria su repatriacin: demor ms de un ao en
recuperar la salud hasta el punto de poder volver al servicio activo. Tras otro
perodo rutinario en el Bltico, le fue asignado un cargo en tierra; por espacio de
cinco aos, entre 1787 y 1792, debi resignarse a ver de lejos el agitado ocano
que le atraa como un imn.
Cuando en 1793 estallaron las hostilidades entre Inglaterra y la Francia
revolucionaria, Nelson volvi a embarcar, esta vez como capitn del "Agamemnon",
que se distingui en varias acciones navales. En el sitio de Calvi, en Crcega, en
julio de 1794, recibi la herida que le priv de su ojo derecho. Transferido a la flota
del Atlntico comandada por el clebre Sir John Jervis, perdi el brazo derecho en el
sitio de Santa Cruz, ganando en cambio una histrica victoria sobre la flota franco-
espaola, frente al cabo San Vicente. Poco despus, fue ascendido a almirante.
Entre batalla y batalla, Nelson regresaba al hogar que haba formado con una joven
que conoci mientras prestaba servicio en las Antillas. Le gustaba alternar sus
hazaas marinas con apacibles perodos de descanso, durante los cuales lea a sus
autores favoritos, Shakespeare, Swift, Sterne, Addison, y reciba a sus amigos,
ganando una bien merecida fama de excelente anfitrin.
En mayo de 1798, el almirante Nelson recorra el Mediterrneo cuando, frente a las
costas de Cerdea, uno de estos amigos tuvo oportunidad de salvarle la vida. Se
trataba de Sir Alexander John Ball, contralmirante de la marina y amigo ntimo de
Nelson: al arreciar una inesperada tempestad, Ball hizo enganchar su nave, el
"Alexander", con el "Vanguard", de Nelson, para remolcarlo a lugar seguro, ya que
la nave del almirante haba sufrido serias averas. Nelson le orden soltar las
amarras, temiendo la prdida de ambas naves; pero Ball, arriesgando su carrera y,
posiblemente, su vida, desobedeci y tras una dursima noche entre los arrecifes y
BATALLA DE COPENHAGUE. Librada por una fuerza novel a las rdenes de Nelson.
Fue a mediados de ese mismo ao, 1798, que, el ya cuarentn almirante Nelson
recal en Npoles y se dirigi a visitar a su amigo, el cnsul britnico ante la corte
napolitana, Sir. William Hamilton. Este haba contrado matrimonio con una joven de
pasado dudoso, pero de esplendorosa belleza, y el romance entre Nelson y la
hermosa Lady Emma Hamilton fue, poco despus, la comidilla de todo Npoles. El
idilio se interrumpi, aunque renacera ms tarde, y slo terminara con la muerte
del hroe, cuando lleg la noticia de que las flotas de Napolen haban atacado
Malta: Nelson sali en persecucin de su enemigo y le dio alcance el 1 de agosto en
Abukir, cerca de la desembocadura del Nilo.
La batalla fue decisiva para las ambiciones del corso. Su flota, destruida por Nelson
en la confrontacin, no pudo rescatar a sus tropas del territorio egipcio, donde
quedaron aisladas y condenadas a la aniquilacin. Ms tarde, Bonaparte dira: "Si
no hubiese sido por Abukir, yo habra podido ser emperador de Oriente..."
La noticia de la victoria de Nelson llen de jbilo a una Inglaterra atemorizada por el
podero napolenico. Nelson fue agraciado con el ttulo nobiliario de barn y recibi
una pensin vitalicia de dos mil libras esterlinas anuales. Herido una vez ms en el
combate, se tom unos meses de licencia para convalecer, pero en lugar de
regresar a Inglaterra se refugi en la casa de Sir William Hamilton, en Npoles; su
romance con su anfitriona, quien se dedic enteramente al cuidado del ilustre
enfermo, pronto adquiri los ribetes de escndalo.
deber".
Uno de ellos fue Sir David Beatty, oficial de carrera, quien, en 1900, se convirti, a
los 29 aos de edad, en el capitn ms joven de la Armada britnica y en el
flamante esposo de la hermosa y multimillonaria hija del magnate norteamericano
Marshall Field.
Desde su adolescencia, se haba distinguido como excelente marino: en las
campaas de Egipto y Sudn, en la expedicin contra los boxers En 1910, antes
de cumplir los 39 aos, pasara a ser el almirante ms joven desde los tiempos de
Nelson.
Fue Beatty quien realiz e/ ataque naval a Heligoland, hundiendo numerosos
barcos enemigos; poco despus rechaz con xito las incursiones de los cruceros
alemanes de Von Kipper, que rondaban la costa inglesa. Tom parte importante
en las batallas de Dogger Bank y de Jutlandia, como jefe de la vanguardia de la
Gran Flota de Jellicoe: sucedi a ste como comandante general de la flota
cuando Jellicoe ascendi a Primer Lord del Almirantazgo.
considerndola nica salvaguardia no slo del Imperio, sino de los aliados. Pese
a todo, oblig a la escuadra alemana a retirarse y le impidi volver a tomar parte
decisiva en la contienda. Al firmarse el armisticio, los restos de la orgullosa
escuadra germana quedaron internados en Scapa Flow.
Sir John Jellicoe fue recompensado con ttulos de nobleza y con el nombramiento
de gobernador general de Nueva Zelandia; muri en Londres en 1935, tras haber
publicado un discutido libro, "The Grand Fleet", en que expone las razones de su
recelosa actuacin en Jutlandia. Beatty, pese a discrepar de sus opiniones
estratgicas, sigui siendo su ms ntimo amigo. Fue justamente en el fro
noviembre londinense de 1935 que, tras asistir a las exequias de Jellicoe, Sir
David Beatty contrajo la enfermedad que le llevara a la tumba pocas semanas
ms tarde.
Pero Inglaterra tambin tuvo marinos que no slo protagonizaron sus grandes
batallas navales, sino que sacrificaron su vida por la victoria. Uno de ellos fue
Craddock, Von Spee atac, pero al percatarse del podero de los cruceros de batalla
"Invincible" e "Inflexible", opt por retirarse. Sturdee lo persigui y abri fuego a
medioda: a las 5 de la tarde, los grandes acorazados germanos yacan en el fondo
del mar, y antes de la puesta del sol todo el convoy de Von Spee qued destruido.
El comandante germano, de acuerdo a la tradicin, permaneci en su puesto y
muri junto a sus hombres.
Captulo 10
LOS PIRATAS
Los bandoleros del mar son figuras casi legendarias que asolaron los ocanos y las
colonias espaolas en Amrica
JULIO CESAR. Capturado por piratas, debi pagar una fuerte cantidad de dinero por
su rescate, y proseguir su marcha hacia el poder y la muerte.
JUEGO DE BOCHAS. En un partido con sus amigos aparece Drake en este grabado.
Era de mediana estatura, rubio, regordete, jactancioso y alegre.
frica, que no cesaron de amenazar a las naves de todas las naciones hasta bien
entrado el siglo XIX. En las costas de frica, del Golfo Prsico, la China y Polinesia,
la plaga perdur hasta comienzos de nuestro siglo.
Los corsarios, por otra parte, dieron cierta respetabilidad a esta antigua especialidad
delictual: sus incursiones, debidamente autorizadas por sus gobiernos, dieron e
estos ltimos tanto dinero que reyes y ministros "invertan" sus fortunas personales
en financiarlas, como si se tratase de una empresa comercial cualquiera. Francis
Drake, uno de los primeros y de los ms clebres corsarios ingleses, pag a sus
financistas a razn de 47 libras por cada "accin" de una libra, invertida en su
empresa de dar la vuelta al mundo para saquear las colonias espaolas del Pacfico.
Desde Plymouth sali Drake junto con las otras naves britnicas para atacar a la
Invencible Armado espaola, la que fue derrotada y finalmente destruida.
BARBA NEGRA. Famoso por sus aventuras galantes, Edward Teach cay en su
propia ley.
Desde luego, los ladrones marinos slo podan prosperar mientras existiesen
mercados para sus mal habidas mercancas. A comienzos del siglo XVII, muchos
piratas ingleses regresaban a Europa para vender su botn a prsperos mercaderes
irlandeses; las crnicas consignen que en 1605, Sir William Monson, enviado por el
gobierno a buscar guaridas piratas en los archipilagos de las Shetland y las
Hbridos, encontr a los presuntos fugitivos cmodamente instalados en el suntuoso
castillo del noble comerciante irlands Lord Cormack, su amigo y cliente, Otras
comunidades de piratas se instalaron on las mrgenes del Mar Rojo y en
Madagascar, donde cobraban un derecho de paso a todos los barcos que, cargados
de mercancas, venan desde las Indias Orientales hacia Europa.
El lugar ideal para sus fechoras, sin embargo, fue el Caribe, con sus numerosos
archipilagos, islotes y caletas desconocidas. Desde Tortuga, los capitanes piratas
salan a atacar galeones y bergantines; posteriormente, vendan su botn a los
comerciantes de Jamaica, Nueva Inglaterra o Irlanda. Pero aunque los tribunales
ingleses an solan perdonar a los piratas capturados, considerndolos verdaderos
benefactores pblicos, y lo mismo ocurri ms de una vez en las propias colonias
afectadas, cuyos habitantes preferan surtirse de mercaderas robadas y
contrabandeadas, en vez de pegar les altos precios que exigan los monopolistas
JEAN BART. Audaz corsario francs, condecorado por Luis XIV, pese o haber
alternado sus correras autorizadas con actos de piratera.
XIV pese a haber alternado sus correras autorizadas con actos de piratera pura y
simple.
Tal vez la figura ms legendaria entre los piratas sea Bartholomew Roberts, quien,
pese a morir en una escaramuza antes de cumplir los 40 aos, logr apoderarse de
ms de 400 naves. Se distingua sobre todo por su austeridad: no permita la
presencia de mujeres ni juegos de azar a bordo de sus barcos, y aunque conceda a
sus hombres una generosa racin de ron, se enorgulleca de no haber probado
jams una gota de alcohol.
Ms pintoresco fue Edward Teach, protagonista de innumerables aventuras
galantes, conocido entre sus hombres por el apodo de "Barba Negra". Tambin l
cay en su ley: en 1718, al abordar una fragata britnica, se trenz en un combate
mano a mano con el teniente de marina Roben Maynard y sucumbi ante una
estocada que le atraves el corazn.
Famoso fue el caso del pirata ingls William Kidd, uno de los pocos que fueron
ahorcados por sus fechoras. Nacido en 1645, comenz a navegar muy joven y se
estableci al otro lado del mar, en Nueva York, donde se cas. En 1691 fue
recompensado por sus servicios contra los corsarios franceses: el gobernador de
Massachusetts le entreg una patente de corso para que defendiera a los buques
ingleses de las Indias. Kidd zarp en septiembre de 1696 rumbo al Mediterrneo: el
no encontrar presas, se dedic a la piratera, pero pronto regres a Nueva York con
un barco capturado, dispuesto a defender la licitud de sus actos. Sin embargo, se le
apres y envi a Londres, donde fue juzgado y ejecutado en 1701. Posteriormente,
se dijo que haba sido vctima de intrigas polticas.
No todos los grandes piratas fueron ingleses. El capitn Misson, hijo de una noble
familia francesa, se dedic al bandidaje marino desde su cuartel general en
Madagascar, donde instaur una verdadera repblica basada en los principios del
socialismo utpico: "una comunidad de hermanos" sobre la que rein largos aos.
Un curioso caso de patriotismo y espritu libertario se dio en le actuacin de Jean
Lafitte, cuyos orgenes son desconocidos, pero sus obras mostraron una mezcla de
corsario, contrabandista y hombre de honor que jams atac barcos de su patria,
presumiblemente de adopcin, los Estados Unidos. A los 32 aos, cuando era jefe
indiscutido de una colonia en la costa de Baratarian, en Colombia, rechaz un cargo
Captulo 11
DIEZ GRANDES BATALLAS NAVALES
Salamina (480 a. de C.), Accio (31 a. de C.), Lepanto (1571), Derrota de "La
Invencible Armada" (1588), Abukir (1798), Trafalgar (1805), Navarino (1827),
Tsushima (1905), Jutlandia (1916), Golfo de Leyte (1944)
Entre todas las epopeyas vividas sobre las aguas, diez atraen la atencin
retrospectiva, por su trascendencia histrica, herosmo que en ellas se despleg y
magnitud del potencial blico y humano empeado. No son, ni con mucho, todas las
grandes batallas navales de la historia, pero constituyen s una representativa
muestra de la lucha en el mar a travs de los siglos.
BATALLA DE SALAMINA
Una de las ms importantes batallas del mundo antiguo fue la de Salamina, librada
en el curso de la Segunda Guerra Mdica, en el ao 480 a. de C., y que ocasion la
destruccin a manos de los griegos de la enorme flota de los persas. Estos ltimos,
encabezados por Jerjes, haban iniciado una gigantesca invasin sobre Grecia,
haciendo atravesar el Asia Menor a un inmenso ejrcito que se desplaz por las
llanuras de Anatolia, Laodicea, Sardes y Prgamo, con la intencin de franquear los
Dardanelos para alcanzar a los griegos en su pennsula.
Los preparativos de Jerjes fueron de una magnitud impresionante. Para evitar los
peligrosos arrecifes del monte Athos, donde ya antes, en tiempos de Daro, haba
naufragado una escuadra persa, dispuso que se cavara un canal de 2.400 metros de
largo a travs del istmo que une su pennsula con el continente. Luego, un puente
de barcas de 1.500 metros fue tendido sobre el Helesponto. Como una tempestad
los destruyese, Jerjes hizo azotar y dar muerte a sus constructores. Finalmente un
segundo puente permiti atravesar el estrecho al ejrcito persa, que desfil sobre l
durante siete das y siete noches. Se ha dicho que ste constaba de 3 millones de
hombres reclutados en las satrapas: persas, babilonios, egipcios, rabes y etopes.
Pero los nicos de verdadero valer militar eran los persas. El resto formaba una
multitud sin organizacin ni armamento apropiado.
Bordeando las costas, en un viaje paralelo al de las tropas, es decir, frente a Tracia,
Macedonia y Grecia del Norte, avanzaba la escuadra de Jerjes, una parte de la cual
haba sido utilizada para construir el puente sobre el Helesponto.
Frente a la invasin persa se alz no slo el herosmo del pueblo griego, sino
tambin el genio de un hombre: el de Temstocles. De inteligencia poco comn, l
fue, sin duda, el ms hbil de los jefes de Grecia y una de las ms altas figuras de
la historia. Ante el peligro persa, Temstocles, marino nato como todos los griegos,
supo encarar con firmeza y energa la delicada situacin. Cuando antes de Salamina
se consult al orculo y ste respondi: "Atenas debe atrincherarse tras una muralla
de madera", el jefe griego dio la siguiente interpretacin: "La muralla de madera es
un mamparo formado por los costados de los barcos que se construirn a toda prisa
y se pondrn a flote". Y, desarrollando una febril actividad, prepar, dirigi y puso
en marcha dicha construccin, hasta obtener una gran escuadra naval capaz de
hacer frente a la poderosa flota de Jerjes.
La batalla de las Termpilas, en que Lenidas y sus 300 espartanos permanecieron
heroicamente en sus puestos hasta el momento en que perecieron todos a manos
de los persas, no fue capaz, sin embargo, de detener la invasin de stos ni de
salvar nada. Al contrario, esta derrota en tierra trajo aparejada consigo el repliegue
de la flota griega que defenda el flanco de las tropas en el cabo Artemision y que en
numerosos encuentros menores haba infligido severas prdidas a la escuadra de
Jerjes.
La batalla de las Termpilas dej a Jerjes abierta la ruta del tica. Muy pronto
llegaron los persas a la vista de Atenas, la cual fue tomada e incendiada.
Temstocles orden entonces evacuar la ciudad, haciendo que las mujeres y los
nios se refugiaran en las islas de Egira y Salamina, y que los hombres en estado
de servir fueran embarcados en los navos de la repblica. Quienes rodeaban al jefe
griego pensaron en retirarse al Peloponeso despus de un ltimo combate en la
Acrpolis. Pero Temstocles resisti esta presin, imponiendo su plan de presentar
batalla a Jerjes en el golfo Sarnico, cerca de Salamina, en el firme convencimiento
de que en definitiva Grecia iba a ser salvada por su flota, en la cual l haba
depositado tantas esperanzas.
SALAMINA. Los buques persas, atacados a espoln por los griegos, no pudieron
evolucionar para esquivar los golpes y se fueron unos sobre otros, segn muestra
un grabado de la poca.
Pero el jefe persa, como si dudara de sus posibilidades, pareca no tener mucha
prisa por combatir, por lo que Temstocles tuvo que enviarle un emisario
anuncindole que la flota griega se iba a retirar. Ante esto, Jerjes tuvo que entrar
en combate en aquellos estrechos pasos en que los persas estaban impedidos de
poder usar sus potentes medios. La escuadra griega, compuesta por navos de
Atenas y de las otras repblicas helnicas, se hallaba situada en el estrecho de 2
kilmetros de ancho que forma la isla Salamina frente a las costas meridionales del
tica, posicin que favoreca la defensa y dificultaba enormemente el ataque, ya
que la escuadra de los persas no poda maniobrar fcilmente en un espacio tan
reducido.
Tras una jornada de ardua lucha, en que los griegos saltaron al abordaje de algunos
navos enemigos y hundieron el resto, la batalla de Salamina concluy con la
desastrosa derrota de los persas. Jerjes se vio obligado a retornar al Asia y
abandonar su ejrcito en territorio griego, el que a su vez sera aniquilado en la
batalla de Platea. La escuadra de Temstocles haba sido capaz de salvar al mundo
helnico, y con ello a la cultura occidental, de caer bajo el dominio de los persas en
una de las acciones navales ms notables de la antigedad.
BATALLA DE ACCIO
Otra de las grandes gestas navales de la antigedad tuvo tambin como escenario
Grecia y fue la de Accio, librada junto a este promontorio de la costa occidental
griega, situado a la entrada del golfo de Ambracia. Este combate, acaecido el ao
31 a. de C., enfrent a los triunviros romanos Octavio y Marco Antonio,
comprometidos en una ardorosa guerra civil por alcanzar el domino del Imperio.
Tras el asesinato de Csar, el ao 44 a. de C., le haba sucedido un triunvirato
integrado por Marco Antonio, Octavio y Lpido, entre quienes no tard en surgir la
rivalidad por prevalecer en el mando supremo del Imperio. Lpido, personaje de
condiciones inferiores a las de los otros dos triunviros, fue pronto separado del
Gobierno y hubo de contentarse con el cargo de Sumo Pontfice. Marco Antonio, en
tanto, se estableci en Alejandra, seducido por los encantos de Cleopatra, reina de
Egipto. All vivi como un soberano oriental, enajenndose las simpatas de los
romanos, ante los ojos de los cuales perdi su prestigio. Octavio, por su parte, tras
someter con la ayuda de Agripa a Panonia y Dalmacia, se volvi contra su
orientalizado rival, no tardando en producirse una lucha a muerte entre ambos.
Cuando estall la guerra civil, pareci ms bien que se trataba de un
enfrentamiento entre Roma y Alejandra que entre dos adversarios romanos, ya que
la suerte de Marco Antonio apareca por completo ligada a la de la reina egipcia.
Agripa, el general que ganaba las batallas para Octavio, hizo transportar
rpidamente parte de sus fuerzas por mar hacia las costas de Grecia, y envi por
tierra otra parte en direccin a Macedonia, de modo que sus dos ejrcitos
convergieran en el frente sudeste ante el enemigo. Pero Marco Antonio, al conocer
la maniobra de Octavio, puso en movimiento todo su ejrcito, por tierra y por mar,
tal como haba hecho el adversario, mandando hacia adelante parte de sus tropas
griegas hasta llegar al golfo de Patras, y embarcando la otra en su flota hacia el
oeste. Antonio esperaba encontrar al enemigo en el mar, pero tena necesidad del
total de sus fuerzas terrestres, como reserva o para cubrir una posible retirada.
En la costa extraordinariamente abrupta del norte de Grecia, la violencia del mar
haba abierto en un punto, en los contrafuertes de la montaa, un espacio de 20
kilmetros de anchura por unos 50 de profundidad, cuya entrada, en la que
sobresala el promontorio de Accio, tena apenas un kilmetro. Era el golfo de
Ambracia, modernamente llamado de Arta, de valor inapreciable como refugio
contra los vientos o las tempestades, pero muy peligroso en tiempos de guerra para
una flota perseguida, ya que es mucho ms fcil de aislar que los Dardanelos, cuyo
acceso es diez veces ms ancho.
Octavio ocup con sus legiones las colinas del norte del golfo y situ sus naves a la
entrada de la baha, en cuyo fondo se encontraban reunidas todas las fuerzas
navales de Marco Antonio y Cleopatra, combinadas con sus fuerzas de tierra, que
ocupaban una gran profundidad del pas. La batalla entre las dos flotas se desarroll
ante los respectivos ejrcitos terrestres, que contemplaron la lucha desde lo alto de
las colinas inmediatas al golfo, cual un pblico de anfiteatro. Plutarco escribi: '"El
combate ofreci el aspecto de un ataque terrestre, de un asalto contra las murallas
de una ciudad. Tres o cuatro naves de Octavio rodeaban a una de Antonio,
atacndola a la vez con lanzas, jabalinas, barras de hierro y fuego..., mientras que
el enemigo baca llover sobre ellos, desde lo alto de sus torres, los gruesos
proyectiles defensivos".
Dion Casio, a su vez, relata as la batalla de Accio: "El mar ruga bajo el golpetazo
de los remos cuando las pequeas y estrechas galeras realizaban el asalto,
procurando esquivar los proyectiles adversarios. De vez en cuando conseguan
atravesar el casco de un navo, y si fracasaban retrocedan a toda prisa antes de
que pudiera alcanzarlos; despus volvan a atacar al mismo barco o cualquier otro
que estuviese en mala situacin. Las galeras de Octavio parecan saltar sobre las
aguas, unas veces hacia delante, otras hacia atrs, como jinetes que hacen
evolucionar sus monturas; las galeras de Antonio, en cambio, intentaban protegerse
como s mantuvieran a raya a una pesada infantera".
Ante esto, Marco Antonio perdi la cabeza y slo atin a seguirla con las pocas
naves que le quedaban a fin de reunirse con ella. Octavio los persigui hasta Egipto,
donde finalmente Antonio se suicid y Cleopatra fue hecha prisionera.
Despus de intentar vanamente seducir al vencedor de Accio, Cleopatra comprendi
que ste la conservaba slo para llevarla como trofeo en su entrada triunfal en
Roma. No queriendo sufrir semejante humillacin, la hermosa reina de Egipto
prefiri quitarse la vida hacindose picar por un spid. Octavio, tras extinguir la
dinasta ptolomeica, se adue de Egipto. A los 36 aos de edad se le concedi el
ttulo de Augusto, y todos lo reconocieron como nico seor del mundo romano.
Ante el peligro oriental, la cristiandad se vio obligada a coaligarse contra los turcos,
firmndose al efecto el 27 de mayo de 1571 un tratado entre la Santa Sede, Espaa
y la Serensima Repblica de Venecia. Habiendo ya muerto Doria, el rey de Espaa,
Felipe II, se vio forzado a nombrar como comandante en jefe de la flota cristiana a
su hermanastro don Juan de Austria, que si bien era un hombre valeroso, como
marino era muy poco experimentado, pues contaba slo con 22 aos de edad.
El 17 de septiembre de 1571, la flota de don Juan de Austria se hizo a la mar con
230 naves tripuladas por unos 80 mil hombres, entre soldados y marineros. De ellas
204 eran galeras y 6 galeazas, estas ltimas un nuevo tipo de buque que entraba
en escena por primera vez. Se trataba de naves ms altas que las galeras, de unos
70 metros de eslora y 16 de manga y aparejo de tres velas, que disponan de una
potente artillera a proa y en las bandas, lo que les permita romper las lneas de
combate de los buques adversarios y realizar despus estragos en medio de stos.
El 3 de octubre, al saber que la escuadra turca estaba en el puerto de Lepanto,
situado al fondo del golfo de Patras, la flota de don Juan abandon su base de Corf
para dirigirse hacia dicho golfo. Los turcos, que no tenan intencin de permanecer
en el fondeadero, salieron al encuentro de los cristianos con todas sus fuerzas.
Estas se componan de 271 barcos, de los cuales 208 eran galeras y las otras,
embarcaciones de diversos tipos. El centro de la lnea turca tena por comandante
en jefe a Al Pash (o Al Baj), estando confiado el mando del ala izquierda al
clebre pirata Auldj Al, y el del ala derecha, a Mehmet Chaulak, apodado por los
cristianos Mehmer Siroco. En total, las unidades turcas llevaban una tripulacin
ascendente a los 120 mil hombres.
El encuentro tuvo lugar el 7 de octubre de 1571, al sur de la isla de Oxis. Pese a su
inferioridad numrica, los hombres de don Juan de Austria, animados por el ejemplo
de su valeroso generalsimo, combatieron con singular herosmo, alcanzando al fin
la ms resonante victoria. Los turcos perdieron 224 bajeles, de los cuales 130
quedaron en poder de los cristianos, en tanto que el resto fueron echados a pique o
incendiados. Treinta mil turcos encontraron la muerte y unos 8 mil fueron hechos
prisioneros, entre ellos todos los jefes, con excepcin de Auldj Al. En cuanto a los
cristianos, stos perdieron 15 naves y unos 8 mil hombres, entre muertos y heridos.
El botn capturado de las naves turcas fue incalculable y bast para compensar con
mucho las prdidas materiales de la flota de la llamada Liga Santa.
En la memorable batalla de Lepanto, que sell el triunfo de la cruz sobre la media
luna, tres personajes alcanzaron notoriedad por distintos motivos. Uno fue Al
Pash, que encontr la muerte batindose heroicamente. Por el lado de los
cristianos sobresali don Alvaro de Bazn, ilustre marino espaol y consejero de don
Juan de Austria, que por sus atinadas instrucciones durante el curso del combate
fue recompensado por Felipe II con el ttulo de Marqus de Santa Cruz. Pero quien
navegara ms lejos rumbo a la inmortalidad sera un simple soldado herido en la
batalla, llamado Miguel de Cervantes Saavedra, el clebre "Manco de Lepanto", que
con su obra maestra "El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha" se convertira
ms tarde en una de las glorias de las letras universales.
LA INVENCIBLE ARMADA
Si bien Felipe II vio a su hermanastro don Juan de Austria ganar la gran batalla
naval de Lepanto, tambin le correspondi presenciar aos ms tarde el doloroso
suceso del desastre de su "Invencible Armada", que en 1588 enfil hacia Inglaterra
con la intencin de invadirla y fue destruida en su casi totalidad, constituyndose la
infortunada expedicin en el mayor revs de toda la historia naval espaola.
Felipe II tena en mente desde haca mucho tiempo someter a la religin catlica, a
la protestante Inglaterra. Esta circunstancia, unida a las incursiones de los corsarios
ingleses, que no slo asolaban las colonias espaolas de ultramar sino los propios
puertos de la Pennsula, corno aconteci con Cdiz, saqueado por Drake en 1587,
determin que el monarca se decidiera a invadir las Islas Britnicas, tras haber
obtenido la anuencia del Papa Sixto V. Otro motivo que impuls a Felipe II a tomar
esta decisin fue su deseo de terminar con la ayuda que Inglaterra prestaba a la
insurreccin de los Pases Bajos, antes una de las provincias ms leales al Imperio
espaol y que ahora estaba empeada en una ardorosa lucha por liberarse del yugo
de Espaa.
A principios de 1588, Espaa haba terminado de construir la ms formidable flota
que hasta entonces surcara los mares: 134 grandes navos con una tripulacin de
ms de 30 mil hombres, entre los que figuraban 8 mil marineros, 2 mil galeotes y
20 mil soldados de infantera. Pero no slo iban a embarcarse marinos y militares,
sino que un sinnmero de gente de todas las clases y condiciones que emprendera
la aventura esperando alcanzar gloria y riquezas. No hubo una sola casa de la
nobleza de Espaa que no contara con algn pariente entre los tripulantes de esta
armada que se crea "invencible". Tambin iba el vicario don Martn Alarcn,
mandados por don Juan de Valdez, quien junto con otros nobles fue hecho
prisionero por Drake.
ABUKIR
El triunfo sobre la Invencible Armada fue el primer jaln de una larga trayectoria de
xitos que transformaran a Inglaterra en una potencia naval de primera clase.
Hacia fines del siglo XVIII y principios del XIX, los britnicos haban alcanzado ya un
bien ganado prestigio sobre el mar y contaban con un extraordinario almirante,
quizs si el ms grande de todos los tiempos, llamado Horace Nelson.
Muchas fueron las batallas en que este gran marino cubri de gloria a las Islas
Britnicas, pero dos de ellas sobresalen ntidamente: la de Abukir y la de Trafalgar.
de agosto de 1798.
Horacio Nelson, el gran marino ingls que el 1.0 de agosto de 1798, cay sobre la
flota francesa en Abukir. En pocas horas sta haba quedado prcticamente
destruida.
TRAFALGAR
Para romper el equilibrio entre una Francia suprema en tierra y una Gran Bretaa
suprema en el mar, Bonaparte plane aos ms tarde la invasin de Inglaterra,
intentando repetir la frustrada empresa de Felipe H y su Invencible Armada.
BATALLA DE TRAFALGAR. Acab con el podero naval francs y puso fin a los sueos
de invasin a Inglaterra que tena Napolen.
Tras reunir una gran escuadra en Boulogne, que comprenda barcos franceses y
espaoles, la puso bajo el mando del almirante francs Juan Bautista Silvestre de
Villeneuve, encargndole que asegurase el dominio del Canal de la Mancha siquiera
fuese por medio da.
Pero Villeneuve no pudo hacerlo, pues antes de que ello pudiera ocurrir, la batalla
de Trafalgar, el 21 de octubre de 1805, acab con el podero naval francs, dio fin a
los sueos de invasin de Napolen y permiti ms tarde a Inglaterra prestar auxilio
a Portugal y Espaa, los cuales se rebelaron contra Bonaparte.
El 21 de octubre sali de Cdiz la escuadra franco-espaola en procura de la flota
inglesa de Nelson y la avist no lejos del cabo de Trafalgar, situado en el lmite
occidental del estrecho de Gibraltar. Los aliados contaban con 40 navos bajo el
La flota inglesa, compuesta por 33 unidades dirigidas con gran pericia por Nelson,
rompi por el centro la formacin franco-espaola, sin que los distantes barcos de
las alas de sta pudieran acudir en auxilio, haciendo as patente la debilidad de la
disposicin en una sola lnea ordenada por Villeneuve.
Slo 15 barcos de la escuadra aliada se salvaron del desastre, 4 con Dumanoir y 11
con Gravina. Los 25 restantes fueron hundidos o capturados. El comandante en jefe
Villeneuve fue hecho prisionero, mientras el almirante Magon mora en combate. En
total, las prdidas humanas franco-espaolas alcanzaron a unos 3 mil muertos y mil
heridos. Los britnicos, por su parte, si bien sufrieron pocas prdidas materiales,
debieron lamentar la sensible prdida del almirante Nelson, herida mortalmente en
combate en su barco insignia "Victory".
Al fin de la batalla, el gran almirante agonizaba. Inclinndose sobre su cabecera,
Hardy, el comandante del "Victory", le dijo suavemente, como para no turbar al
NAVARINO
Hacia 1827, los griegos se batan heroicamente por sacudir el yugo turco y las
principales potencias navales de Europa decidieron por fin intervenir a favor de la
causa helnica.
Las flotas francesa, britnica y rusa, mandadas respectivamente por los almirantes
Henri-Daniel de Rigny, Edward Codrington y Loguin Petrovitch Heyden, se reunieron
en el Mediterrneo dispuestas a asestar un golpe decisivo. Esta escuadra aliada se
compona de 10 navos de lnea (4 rusos, 3 franceses y 3 ingleses), 10 fragatas (4
rusas, 4 inglesas y 2 francesas), una corbeta y tres bricks britnicos y 2 schooners
franceses. En total, estas naves representaban un potencial de 1.298 caones y 22
mil hombres. Los turcos, por su parte, opusieron 62 unidades navales de diversos
tipos, armadas con 2.106 caones y con una dotacin de 22 mil hombres.
La batalla entre las dos poderosas escuadras, lucha de la cruz contra la media luna,
TSUSHIMA
A principios del siglo XX, Japn emergi como una nueva potencia naval en el
mundo, asombrando con el podero de su escuadra, que en la guerra ruso-japonesa
(1904-1905) fue capaz de aniquilar a la flota del zar. El conflicto chino-japons
(1894-1895) haba significado para los nipones una victoria de sus armas.
JUTLANDIA. Los alemanes perdieron once barcos y 2.545 hombres, pero celebraron
la victoria. Derecha: mapa de la batalla de Jutlandia.
Sin embargo, las compensaciones que recibieron fueron muy inferiores al esfuerzo
que demand la guerra, ya que se vieron obligados por presin de las potencias
europeas a renunciar a su preponderancia sobre Corea y a entregar a Rusia Port
Arthur. Ello lastim enormemente el orgullo japons e incub su odio contra Rusia y
sus ms fervientes deseos de revancha. Es as como Japn se hizo construir una
gran flota, en la que colaboraron ingenieros franceses e instructores britnicos, y
cuando estuvo lista la lanz por sorpresa en 1904 sobre la escuadra rusa del
vuelta al frica, para hacer su entrada en el Mar de la China slo en mayo de 1905.
Pero la larga travesa de la escuadra rusa del Bltico fue en vano, pues le esperaba
una aplastante derrota. Cuando la flota de Rojestvensky, que marchaba formada en
"tres lneas de fila", o columnas paralelas, alcanz el estrecho de Corea, era ya
esperada por Togo, quien en la maana del 27 de mayo de 1905 cay sobre ella
entre la isla de Tsushima y la costa japonesa.
La batalla se inici con un movimiento envolvente de los buques de Togo sobre la
primera divisin de los acorazados rusos. La artillera nipona se demostr, a todas
luces, superior. Muy pronto, cinco grandes navos rusos quedaron fuera de combate.
Por la noche, los torpederos japoneses entraron en accin, hundiendo numerosas
naves adversarias. Al da siguiente, la batalla haba terminado con la ms completa
derrota para el almirante Rojestvensky. De los 38 barcos de la flota del Bltico, slo
haban escapado unos pocos cruceros, destructores y barcos auxiliares. Asimismo,
nueve mil rusos perecieron o fueron hechos prisioneros. Los japoneses, en cambio,
slo lamentaron la prdida de tres torpederos hundidos, y averas reparables en
algunos de sus buques. Sus bajas, slo ascendieron a 116 muertos y 538 heridos,
incluidos los oficiales.
La batalla de Tsushima fue una accin definitoria. Rusia se vio obligada a firmar la
paz, reconociendo el protectorado japons sobre Corea y su soberana sobre Port
Arthur.
Pero, por sobre todo, Japn emergi desde ese momento como una gran potencia
naval que reinara por cerca de medio siglo en os mares del Extremo Oriente.
JUTLANDIA
La Primera Guerra Mundial trajo consigo la mayor batalla naval que hasta esos aos
haba presenciado la humanidad, cuando en Jutlandia se enfrentaron en pleno las
escuadras britnica y alemana, integradas por 37 y 21 acorazados,
respectivamente, amn de otras unidades menores. En total, hubo en combate 252
naves.
Un escuadrn al mando del almirante Sir David Beatty descubri a fines de mayo de
1916 un grupo de cruceros ale-inanes en el Mar del Norte y se lanz en su
persecucin.
Pero el 31 de mayo se encontr de pronto con toda la flota alemana de alta mar del
almirante Reinhardt von Scheer dispuesta en lnea de combate, cerca de la
pennsula de Jutlandia, en Dinamarca.
Haba cado en una estratagema del almirante germano, tendiente a atraer la flota
britnica y batirla por partes. Sin embargo, los servicios de inteligencia britnicos ya
haban informado de esto al Almirantazgo, el cual alcanz a prevenir la maniobra a
tiempo. As, a las pocas horas de trabado el combate, con serias prdidas para los
ingleses, se present el grueso de la flota del almirante Sir John Jellicoe, que
intent cortar la retirada de la escuadra alemana.
Con la llegada de Jellicoe, las fuerzas germanas fueron agobiadas por la gran
superioridad numrica de la flota britnica y debieron retirarse a sus bases,
amparndose en la obscuridad de la noche. Las prdidas alemanas consistieron en
un crucero acorazado, un crucero pesado, cuatro cruceros ligeros y cinco
destructores, con 2.545 bajas humanas; las inglesas, en tres cruceros acorazados,
tres cruceros de batalla y ocho destructores y torpederos, y 6.097 hombres.
Mindanao. Leyte fue elegida por considerarse que era el punto ms dbil de los
japoneses, as como por su posicin estratgica. Al expirar el da 21 de octubre, 103
mil soldados norteamericanos haban sido desembarcados con muy pocas bajas, y
slo tres barcos de guerra haban sufrido daos.
Pero a todo esto los japoneses no se haban dormido, decidiendo llevar a la prctica
su plan "Sho", el cual no era otra cosa que un intento desesperado de destruir la
escuadra norteamericana. Consista en atraer a la flota principal del almirante
William Halsey, que cubra la invasin anfibia del general MacArthur sobre Leyte,
mediante un cebo que proporcionara el almirante Jisaburo Osawa alejndose hacia
el norte. Se esperaba que Halsey persiguiera a Osawa, apartndose de la isla y
dando ocasin para que las fuerzas de los almirantes Takeo Kurita y Shoji Nishimura
irrumpieran en el golfo de Leyte y dieran cuenta de los barcos norteamericanos all
apostados.
La primera parte del plan "Sho" result bien para los japoneses, pues Halsey se
empe en la persecucin de Osawa, retirndose del teatro de operaciones de
Leyte. Pero el xito de su misin le cost al almirante japons algo caro, ya que le
Los norteamericanos decidieron asestar un golpe contra las Filipinas, para la cual
eligieron Leyte, el punta ms dbil de los japoneses, All desembarcaron 103 mil
soldados.
Captulo 12
LOS QUE NO VOLVIERON
A LOS BOTES. El capitn del "Titanic" fue obedecido, y los nufragos, salvados por
el "Carpathia"
paredes y la bandera del III Reich presidiendo los ornamentos; todo esto y cuanto
la imaginacin poda concebir en el interior de un crucero era el "Wilhelm Gustloff",
que, como el rgimen que le dio vida, iba a conocer tiempos de gloria y un fin
macabro.
A fines de enero de 1945, miles de alemanes, que haban seguido a las tropas nazis
buscando puestos en la burocracia de los pases conquistados, emprendan, igual
que sus ejrcitos, la retirada, con el enemigo sovitico pisndoles los talones. Como
manadas de animales hambrientos, entumecidos por el fro, aterrados, buscaban
como vas de escape cualquier puerto, cualquier insignificante rada de pescadores.
Cuatro barcos esperaban, refugiados junto a las barracas flotantes de las ciudades
blticas de Gdnya y Dantzig; uno de ellos era el "Wilhelm Gustloff".
A medida que los refugiados llegaban, iban penetrando al barco, pagando gruesas
sumas por el derecho a subir civiles, mujeres, nios y 200 soldados heridos,
llegados a ltima hora, penetraban como gigantescas oleadas. Ocho mil pasajeros
bajaban, casi hasta hundirlo en el agua, el casco del crucero "Wilhelm Gustloff",
cuyo capitn, temiendo que siguiera sobrecargndose su navo, se hizo hacia alta
mar bajo la proteccin militar de un pequeo dragaminas. Pronto lo sorprendi una
tormenta que aterroriz al pasaje hacinado en el vientre del barco. Los aviones
rojos zumbaban, aadiendo horror al viaje. De pronto, a las 9:15 del 31 de enero,
un torpedo alcanz el crucero. El drama fue cuestin de segundos; una violenta
explosin, y el barco se empez a hundir; un segundo torpedo destruy el sistema
elctrico. La embarcacin caren y gir en un ngulo inmedible.
Los pasajeros intentan salir a cubierta en una carrera ciega. El capitn da rdenes a
la pequea tripulacin de contenerlos, si es preciso, mediante el uso de armas. La
primera andanada de balas se dispara al aire; la multitud sigue pechando; se
dispara a los cuerpos. Intil, la muchedumbre pisotea los cadveres de los cados y
se lanza sobre los tripulantes armados.
Algunos resbalan por cubierta y caen; otros -saltan a las aguas heladas y... a la
muerte segura. Los botes salvavidas se atascan; los pasajeros tiran de las cuerdas,
stas se cortan y hombres, mujeres y nios caen al agua. El capitn lanza cohetes
luminosos pidiendo auxilio, e intenta controlar al menos a los grupos que quedan.
Como por milagro, el "Wilhelm Gustloff" permanece an 30 minutos sobre la
Una historia aun ms dramtica es la de "El Prncipe", que al mando del capitn M.
Morin sali de la rada de Lorient con destino a Ponchidery, en un fatdico viaje en
1752. El 26 de julio del mismo ao, una voz grit con desesperacin: FUEGO!
Ochenta tripulantes intentan de inmediato poner orden entre los 300 afligidos
pasajeros. El capitn ordena botar al mar una canoa, que impide las labores de
salvataje, y de inmediato se lanzan al agua tres hombres y un maestro del barco,
apoderndose de la embarcacin y alejndose con ella. Las intimidaciones del
capitn de nada valen. Entretanto, las llamas abrazan el barco, salen por las
escotillas y presentan un espectculo dantesco.
El capelln imparte la bendicin a cada mujer, cada hombre y cada nio. Uno a uno,
o en grupos, de cualquier manera. Para ahondar ms la tragedia, el fuego hace
saltar las balas de los caones y stas siegan la vida a un inmenso grupo de gente.
La canoa raptada, tras alejarse unos metros, vuelve. Otras seis personas suben a
bordo. En seguida se aleja
Quienes subieron e la canoa fueron los nicos que salvaron con vida. Navegaron
ocho das y ocho noches y una maana arribaron a la Baha de Tresson, en la costa
brasilea. El capitn, su tripulacin y 290 pasajeros se perdieron entre el fuego, el
agua y las balas de los caones de "El Prncipe".
Escenas tan dramticas como las anteriores, pero sin el fantasma del fuego, fueron
las vividas por los pasajeros riel mercante "Borstenes", que el 15 de diciembre de
1866 toc un arrecife, partindose en dos, en un punto desconocido, prximo a
Oran. Pero un grupo de 70 pasajeros logra saltar a la roca con que el buque ha
chocado y se salvan
Las horas vividas all son macabras... Cuando las olas devuelven algn cadver de
quienes eran sus compaeros de viaje, los nufragos les desprenden los zapatos o
la ropa para cubrirse. Una mujer intenta intilmente sujetar en sus brazos a su
pequea, que la marejada intenta arrebatarle. "Muramos juntas, entonces", grita...
y nadie puede siquiera intentar detenerla cuando se suelta de una barandilla para
dejarse arrastrar por el mar.
Una barca de coraleros espaoles los encuentra, finalmente... Pero es un grupo
pequeo, la mayora de los pasajeros del "Borstenes" ha muerto.
UN SIGLO DE NAUFRAGIOS
Entre 1867 y 1967, le historia de la navegacin registra medio centenar de grandes
naufragios, cuyo nmero de vctimas oscila entre 259, el menor, y 3.400, el mayor,
incluidos algunos de los mencionados con anterioridad; los escenarios ms propicios
han sido los mares ingleses, japoneses y chinos.
Algunos se mantuvieron por semanas como noticia de primera pgina en los diarios
de la poca; otros, no menos importantes, fueron postergados al parrafeo, por
acontecimientos ms gravitantes, como los relacionados con la Primera o la
Segunda Guerra Mundial, los inicios de la carrera espacial o los relatos de las
tragedias areas, que desplazaron los desastres martimos en la preferencia o el
inters del pblico lector.
Dos naufragios de ese centenar, consignados nerviosamente por las agencias
noticiosas, pueden narrarse mediante una simple sntesis de los cables distribuidos
a todo el mundo.
Alrededor de mil personas fueron dadas por perdidas esta noche y posiblemente
ahogadas, cuando un violento tifn volc a un enorme ferry-boat, frente a la isla de
Hokkaido, al norte de Japn.
La Junta Japonesa de Seguridad Martima dijo que se haban rescatado 442
cadveres; haba 544 desaparecidos y 155 sobrevivientes...
El servicio de noticias de Kyodo dijo que a bordo del "Togu Maru", de 4.300
toneladas, iban 1.141 pasajeros, cuando fue volcado por una gigantesca ola en el
puerto de Hakodate. 400 cadveres fueron arrojados a la costa por las olas, 42
personas fueron aplastadas por los vagones de ferrocarril que transportaba el barco
y que se soltaron y estrellaron contra la cubierta
En total, hay 56 norteamericanos dados por desaparecidos, en su mayora,
soldados con sus familiares. El nmero total de muertos puede ser mucho mayor, a
causa de los accidentes que sufrieron tambin otros barcos. Se dijo que otros cuatro
barcos grandes de carga, todos japoneses, se hundieron a raz de la violenta
tormenta que azot, este fin de semana, el estrecho de Taugaru.
Captulo 13
LOS QUE DESAFIARON EL MAR
"KON-TIKI", Fue construida con nueve troncos unidos con cuerdas de camo;
cabina de bamb y dos mstiles, sosteniendo una vela cuadrada.
Las grandes aventuras, las que culminan con hazaas extraordinarias como las de
Coln, Marco Polo, Magallanes y, en nuestros das, la de exploradores como Thor
Heyerdahl o de aquel intrpido puado de navegantes solitarios, entre los que se
cuenta Sir Francis Chichester, no son nicamente producto de la casualidad. Aun
cuando se originen muchas veces en un hecho fortuito, no comienzan en realidad
sino cuando el hombre, decidido a apostar su porvenir, su dignidad y hasta su vida,
lanza su desafo. Hermana del azar, la aventura no acepta lmites ni previsiones.
Slo algunos seres extraordinarios son capaces de cumplirlas. Los impulsan diversos
LOS NAVEGANTES.- El 28 de abril de 1947 partieron desde Callao los seis hombres
dispuestos a descubrir la relacin entre el pasado polinsico y americano del sur, en
la "Kon-Tiki".
Todo este material lo incluy; en sus "Memorias", pero el viejo lobo de mar no pudo
permanecer nunca ms durante un perodo largo de tiempo en tierra firme. Se
transform en una especie de nmade del mar. Catorce aos ms tarde, siempre a
bordo del "Spray", zarp de Bristol, Rhode Island, con el propsito de navegar el ro
Orinoco, en Sudamrica. Nadie volvi a ver a Joshua Slocum ni a su embarcacin.
El destino de este primer navegante se ha repetido con frecuencia entre los
solitarios que se aventuran en el mar. Muchos experimentados y viejos marinos
encuentran su final en las inmensidades ocenicas. El ltimo de ellos, un
norteamericano, William Willis, de 75 aos de edad, desapareci mientras intentaba
cruzar el Atlntico, partiendo desde Nueva York. Se dice que el marino naveg a la
deriva durante varios das, a bordo de su yate "Pequeito". Emple sus ltimas
horas tratando de reparar su mstil roto. Mientras trabajaba se desat una nueva
tormenta y una ola le arroj al Atlntico Norte.
CHICHESTER, EL VICTORIOSO
"Si tuviera que empezar de nuevo no lo hara, pero puesto que ya empec seguir
basta el final", declar Francis Chichester en Sydney, Australia. Esta fue la nica
escala realizada en su travesa alrededor de la Tierra. Haba cumplido la primera
parte de ella viajando ciento siete das, desde su partida, en Plymouth, el 27 de
agosto de 1966. Su pequea embarcacin, "Gypsy Moth IV", velero de 16 metros de
largo, complet la vuelta al frica, sufriendo algunos desperfectos en su exigua
nave.
Aun le faltaba el tramo ms difcil. Repar la embarcacin y reinici el viaje el 29 de
enero, continuando en direccin este. Casi dos meses ms tarde, el "Gypsy Moth IV"
debi enfrentar el siempre desconocido Cabo de Hornos, sepultura de innumerables
barcos desde la primera travesa hecha por Magallanes.
Viajando con vientos que soplan a velocidad de cuarenta nudos, Chichester venci
el Cabo de Hornos. Al concluir su proeza, el 21 de marzo de 1967, estaba
totalmente agotado.
Continu la navegacin baca el Atlntico Sur, camino de los icebergs. Luego enfil
hacia el norte con vientos favorables en el trpico y calmos en las Islas Azores, para
definitivamente acercarse a Europa y entrar en el Canal de La Mancha. El ex
lejanos misterios.
La bsqueda de la relacin entre el pasado polinsico y americano del sur llev a un
noruego, Thor Heyerdahl a sostener, en la dcada del 40, que existira una
identificacin entre los pueblos que habitaron los sectores geogrficos sealados y
que se habra producido antes del siglo XI de nuestra era una emigracin, que
parti desde las costas del viejo incanato en el Per, llegando por el Pacfico a las
Islas Polinsicas.
Sus detractores le aconsejaron, de una manera burlesca, que cruzara el Pacfico
personalmente en una balsa (los incas no tenan otra embarcacin). Ello le
permitira abogarse tranquilamente y no distraer a la ciencia con sus ideas
descabelladas. Heyerdahl decidi hacer la experiencia. Entusiasm a cinco
aventureros y, premunidos de ciertos bienes, viajaron a la selva ecuatoriana para
proveerse de troncos de un rbol muy liviano, denominado balsa, que hicieron
viajar por el ro hacia el Pacfico. Con nueve grandes troncos, unidos con cuerdas de
camo sin clavos ni alambres, fue construida la "Kon-Tiki", nombre
correspondiente a uno de los dioses incas. Sobre su cubierta, una cabina de bamb
abierta y dos mstiles sosteniendo una vela cuadrada.
Los seis navegantes partieron del Callao el 28 de abril de 1947. En las primeras 50
millas, la "Kon-Tiki" fue remolcada por un pequeo vapor, que la dej instalada en
la lnea de la corriente de Humboldt. Desde los primeros das fue un viaje difcil;
altas olas parecan sepultar por segundos a la balsa, que lograba salvar las
dificultades casi milagrosamente. Dos de los navegantes que estaban a cargo del
timn, tenan que saltar a cada ola y treparse a un poste de bamb, sobre el techo
de la cabina, hasta que el agua hubiese barrido la cubierta. Esto los decidi a hacer
la guardia en popa, permaneciendo atados con gruesas cuerdas, para no ser
llevados por el oleaje.
El viaje de la "Kon-Tiki" fue tambin matizado por la aparicin de atunes, bonitos,
delfines, marsopas y peces voladores, que caan sobre cubierta. Por la maana eran
recogidos y constituan el alimento del desayuno.
Al penetrar en aguas ms al norte, los navegantes esquivaron ballenas, tiburones y
debieron enfrentar una fortsima tormenta, que produjo serios daos en la
embarcacin.
EL TIEMPO JUSTO. Antes de partir en la " Kon-Tiki", Heyerdahl seal que su viaje
deba durar 97 das, exactamente lo que demor.
Por fin, el 17 de julio, la balsa fue visitada por dos pjaros, cuya procedencia de
tierra firme era indiscutible. Trece das despus, avistaron la pequea isla polinsica
de Puka-Puka. Las corrientes marinas arrastraron la "Kon-Tiki" lejos de la isla y los
navegantes continuaron viaje tres das ms para encontrarse finalmente con la isla
de Angatau. Haban transcurrido 97 das desde su salida del Per. Thor Heyerdahl,
antes de emprender la aventura, haba sealado que el tiempo mnimo de dicha
travesa era, exactamente, 97 das.
VIAJE AL FUTURO
La energa atmica desatada en 1945 sobre Hiroshima y Nagasaki mostr un
porvenir incierto para el hombre. Pero, al mismo tiempo, abri un camino de
creacin, traducido, por ejemplo, en la hazaa del submarino atmico "Nautilus", en
1958. Este logr cruzar, bajo la superficie del ocano, el Polo Norte, cubierto de
hielos, en un viaje que no necesit reabastecimiento, gracias al empleo de la nueva
fuente energtica.
La hazaa del "Nautilus" complet 2.300 aos de intentos del hombre por
conquistar el Polo Norte. Ya en el ao 330 antes de Cristo, el capitn griego Pitias,
de Marsella, en una frgil embarcacin, intent alcanzar esa meta. Slo lleg hasta
Islandia y desde all decidi el regreso. El novelista francs Julio Verne, en su libro
"20.000 Leguas de Viaje Submarino", describi adelantndose en el tiempo, a un
poderoso submarino que cruzara el Polo Norte.
El diseo y construccin del "Nautilus" signific trabajo de varios aos,
especialmente por el objetivo para el que fuera creado. La Armada de los Estados
Unidos mantuvo el proyecto en absoluto secreto. De los 116 tripulantes, slo el
capitn y un grupo de oficiales fueron informados de la travesa polar.
Captulo 14
PRESENCIA DEL MAR EN EL ARTE
Personaje sombro y poderoso para escritores y poetas, dio nuevas luces y colores a
los pintores y escultores, mientras los msicos recogan el mensaje milenario del
incesante trabajo marino.
REGATAS EN ARGENTEUIL As titulo Claude Monet esta marina, que est expuesta
en el Museo del Louvre de Pars.
Desde los primeros tiempos el hombre estuvo enfrentado al desafo de las aguas y
acometi grandes empresas y aventuras para dominarlas, hasta que ros, lagos y
ocanos estuvieron a su servicio, con frecuentes actos de rebelin, en que los
elementos demostraban su poder doblegando las dbiles embarcaciones primitivas y
los imponentes monstruos de acero, smbolos del progreso cientfico y tcnico.
Este constante enfrentamiento abri una rica veta a las inquietudes artsticas,
aportando una fuente inextinguible de victorias y tragedias, fracasos y avances que
mantienen hasta hoy al hombre y al mar en una lucha constante que gradualmente
se convierte en el afianzamiento de la supremaca humana.
La navegacin aport un nuevo personaje a la literatura; personaje sombro e
EL MAR Y LA LITERATURA
Para Joseph Conrad, novelista del mar, su misin era "relatar las acciones de los
hombres en el mar", y busc en la inmensidad marina el medio para situarlos: "El
Negro del Narciso" es una viaje de Bombay a Inglaterra; "Lord Jim", de Arabia a las
Indias Orientales; "El Pirata" ocurre en el Mediterrneo. Desde 1894, cuando se
qued en tierra en Inglaterra. "porque de ser marino hay que ser ingls", este hijo
de exiliados polacos, nacido en Ucrania, habr de entregar toda una enciclopedia del
mar en su extensa obra, que tiene su ltimo captulo en 1924, cuando muri.
Jonathan Swift, creador de Gulliver y sus viajes maravillosos, periodista y den de
la Catedral de San Patricio, us los viajes por mar para crear el ambiente necesario
a sus crticas sociales. Sus relatos enriquecieron la imaginacin de los nios del
mundo, as como tambin cautiv la fantasa infantil y juvenil el relato vibrante y
emotivo de las aventuras escritas por Daniel Defoe para su personaje mundial,
"Robinson Crusoe". Defoe, nacido en 1660, comerciante en quiebra, periodista y
revolucionario encarcelado por sus ideas, tom de la aventura real vivida por
Alejandro Selkirk en la Isla Ms a Tierra del Archipilago de Juan Fernndez, todos
los elementos para trazar una epopeya del hombre frente al mar. Autor de otras dos
obras, "Moll Flandes" y "El Capitn Singleton", Daniel Defoe est unido a la
literatura marina ms que nada por "Robinson Crusoe".
suba baando los lomos y se escurra despus. Los contornos de esas masas
oscuras parecan pesar sobre el mundo. Una de ellas va a morir".
HOMERO, que nueve siglos antes de Cristo escribi sus dos gigantescas epopeyas:
"La Ilada" y "La Odisea". En ellas, el mar es el principal protagonista.
Vital como las islas que so Perse, Long Island surge del mar corno un cetceo
frente a Nueva York, el mar luchando contra el viento en la costa desgarrada. Es el
En sus poemas emergen anclas, barcos y las oscuras aguas de los puertos:
Como los barcos, el poeta navega sin descanso. De Isla Negra a la desgarrada
Espaa de la guerra civil y de all a Macchu Pichu a lo largo de Chile, junto a las
piedras de la costa cuyo idioma de eternidad comprende; suea frente al mar en
calma, enfrenta la marejada que lo asedia:
La marejada se llev
todos los cercos de la orilla
tal vez era el sueo del mar
PABLO NERUDA. En sus poemas emergen anclas, barcos y las oscuras aguas de los
puertos. El poeta suea frente al mar calmo y enfrent la marejada.
JOSEPH CONRAD. Consider que su misin era relatar las acciones de los hombres
en el mar. Leg a la humanidad una gran enciclopedia marina.
Entre el silbar del viento y el golpeteo de la lluvia Wagner escuch la leyenda del
buque maldito y de su misterioso capitn. Es un marino holands condenado a
vagar eternamente. Slo podr descansar cuando encuentre una mujer que le sea
fiel hasta le muerte.
La historia conmovi al msico alemn. Comenz a delinearse un drama legendario
en el que la msica y el teatro sern un gran poema al hombre y al mar. As naci
"El buque fantasma", en el que Wagner ve "una expresin de ese deseo de reposo
que hace presa del alma en las tormentas de la vida"- El msico, nacido en 1813 en
Leipzig, y muerto en Venecia en 1883, fue un poco el "holands errante" en busca
de reposo.
Cuando Richard Wagner muri, Claude Debussy tena 21 aos. Era esa la poca de
los pintores impresionistas: Monet, Degas; y de los poetas que buscaban nuevas
formas de "realidad": Verlaine, Baudelaire, Mallarm. Debussy, muy unido a los
pintores y poetas de su tiempo, buscaba la forma de realizar en msica lo que
aqullos hacan en pintura y literatura.
La obsesin del agua y de los juegos cambiantes de la luz, influy tambin en el
msico francs. En "La Catedral sumergida", la msica evoca el hondo sonido de un
campanario sin aire ni vuelo de palomas, sino que sumergido en el denso claroscuro
del agua. De su pieza "Sirenas", Debussy escriba: "El mar y su ritmo inexplicable.
En medio de las olas sobre las que juegan los rayos de plata de la luna, se oye el
mstico canto de las sirenas que ren, juegan y desaparecen".
FIN