Fracturas Condilo Mandibuar
Fracturas Condilo Mandibuar
Fracturas Condilo Mandibuar
ODONTOOGA
DEPARTAMENTO DE CIENCIAS
MORFOLGICAS
DEPARTAMENTO DE CIENCIAS
MORFOLGICAS
El Dr. Jos Luis Lpez-Cedrn Cembranos, Jefe de Servicio del Servicio de Ciruga Oral y
Maxilofacial del Complejo Hospitalario de A Corua, el Prof. Dr. Juan Antonio Surez
Quintanilla, Profesor Titular del Departamento de Ciencias Morfolgicas de la Facultad de
Medicina y Odontologa de la Universidad de Santiago de Compostela, y el Prof. Dr. Urbano
Santana Penn, Catedrtico de Oclusin y Prostodoncia del Departamento de Estomatologa de
la Facultad de Medicina y Odontologa de la Universidad de Santiago de Compostela,
CERTIFICAN:
Que el presente trabajo de investigacin titulado Fracturas de cndilo mandibular.
Estudio morfofuncional de las secuelas segn el tipo de tratamiento ; de la licenciada en
Medicina Emma Iglesias Candal, ha sido elaborado bajo nuestra direccin, y hallndose
concluido, consideramos a la doctoranda en condiciones para optar al grado de doctor,
autorizndose a su presentacin a fin de que pueda ser defendida ante el tribunal
correspondiente.
Fdo. Dr. Jose Luis Lpez-Cedrn Fdo. Prof. Dr. Juan Antonio Surez Quintanilla
Fdo. Prof. Dr. Urbano Santana Penn Fdo: Emma Iglesias Candal
I.1 Epidemiologa....2
I.4 Complicaciones......... 26
II. JUSTIFICACIN...41
III. OBJETIVOS..43
IV.2 Anamnesis.45
V. RESULTADOS...57
V.2 Anamnesis..58
VI. DISCUSIN....92
VI.3 Resultados...95
VI.7 Conclusiones..106
VII. CONCLUSIONES..107
VIII. BIBLIOGRAFA...108
I. INTRODUCCIN
La mandbula constituye la estructura facial que con ms frecuencia se afecta por un
traumatismo tras las los huesos propios de la nariz; siendo el cndilo, la localizacin
dentro de la mandbula, ms frecuentemente afectada (1-5).
I.1 EPIDEMIOLOGA
Segn los diferentes estudios existe un pico de incidencia entre los 20 a 30 aos para
los varones y entre los 30 y 40 para las mujeres, con una media de edad en torno a los
28 aos (3, 7, 12).
La etiologa de las fracturas mandibulares vara entre los distintos pases y ha ido
cambiando con el paso del tiempo en relacin a mltiples factores. La etiologa de los
traumatismos maxilofaciales es multifactorial, dependiendo de factores
socioeconmicos, demogrficos, culturales, tecnolgicos y de desarrollo. En la
literatura se describen varias causas principales de las fracturas mandibulares.
2) Fractura del cuello del cndilo: La lnea de fractura se inicia en la lnea en algn
lugar por encima de A y en ms de medio corre por encima de la lnea A en la
vista lateral. La lnea A es la lnea perpendicular que pasa por la escotadura
sigmoidea a la tangente de la rama (Figura 2).
Figura 2: Fractura de cuello de cndilo
3) Fractura de la base del cndilo: La lnea de fractura pasa por detrs del
foramen mandibular y, en ms de la mitad, por debajo de la lnea A (Figura 3).
El trmino desplazamiento mnimo se toma como la definicin que se utiliza
en el estudio multicntrico, es decir, el desplazamiento de menos de 10 o
superposicin de los extremos del hueso de menos de 2 mm, o ambos.
Figura 4: Categorizacin de las fracturas de cndilo mandibular segn Ellis (28, 29)
Un grupo indio public en 2011 (30) una clasificacin basada en las radiografas
panormicas y las radiografas de proyeccin de Towne que categorizaba las fracturas
de cndilo en 3 grupos:
- la sintomatologa clnica
- la presencia de ciertos hallazgos radiolgicos relativos a la fractura
- la extensin de la fractura (unilateral o bilateral)
- el nivel de la fractura (intracapsular, cuello de cndilo, subcondlea)
- el grado de desplazamiento de la fractura
- la presencia de otras fracturas faciales asociadas
- el desarrollo de maloclusin dental o disfuncin mandibular
- el soporte oclusal posterior
- la experiencia clnica y pericia del cirujano
- la situacin clnica del paciente
- los propios deseos del paciente sobre el tipo de tratamiento (36).
Las indicaciones del tratamiento abierto han ido variando a lo largo de las dcadas. Un
claro ejemplo de los cambios sobre las indicaciones quirrgicas de las fracturas de
cndilo mandibular lo encontramos en los trabajos publicados por dos autores clsicos
como son Zide y Kent, que presentan distintas indicaciones de tratamiento a lo largo
de los aos.
1983
Indicaciones absolutas
Indicaciones relativas
Problemas periodontales
Prdida de piezas dentales
1989
Indicaciones absolutas
Indicaciones relativas
Indicaciones quirrgicas
Lee y cols. (64) en un estudio retrospectivo diseado para valorar las indicaciones de
tratamiento abierto y cerrado, concluyen que en el caso de las fracturas subcondleas
el tratamiento adecuado es la ciruga abierta, y en las fracturas intracapsulares o de
cuello plantean un tratamiento conservador en la fase aguda, teniendo la ciruga
ortogntica como reserva para los casos de maloclusiones posteriores. Presenta
adems el siguiente algoritmo (Figura 5):
Figura 5: Algoritmo para el manejo de las fracturas de cndilo mandibular segn Lee y
cols. (64)
Los mtodos usados para la estabilizacin de una fractura de cndilo son tan variados
como podamos imaginarnos, tal y como se resume a continuacin (65-71):
- Sonda uretral
- Condilectoma
- Alambrado de fijacin intraseo
- Pins intramedulares
- Traccin con tornillos de osteosntesis
- Lag-screw
- Ferulizacin onlay-inlay
- Miniplacas de compresin dinmica
- Fijadores externos
- Injertos autlogos
- Reparacin de disco e interposicin de material aloplstico
- Placas rgidas y tornillos
- Placas reabsorbibles y tornillos
Hammer y cols (72) realizaron una revisin sobre el uso de 5 sistemas de fijacin con
placas de osteosntesis, de donde destacan que todos los fallos de osteosntesis se
produjeron en el grupo de miniplacas de adaptacin con tornillos monocorticales.
Ziccardi y cols. (77) en un estudio similar, demostraron que bajo las condiciones
estudiadas un lag screw era superior en estabilidad a una miniplaca adaptada de
cuatro agujeros.
Otra de las decisiones a la que debe enfrentarse el cirujano que decide tratar una
fractura de cndilo mandibular es la eleccin del abordaje quirrgico de la misma. Esta
eleccin va a estar condicionada por varios factores como son la localizacin de la
fractura, el mtodo de fijacin que se vaya a emplear y la preferencia del cirujano (33,
35, 81-90).
Sin duda la estructura anatmica responsable del debate y dudas sobre los abordajes
abiertos es el nervio facial. Debido a la gran variabilidad anatmica en la divisin del
nervio facial es muy importante la identificacin de las ramas del nervio facial durante
la diseccin de cualquiera de los abordajes cutneos empleados para el tratamiento de
una fractura de cndilo mandibular.
El abordaje preauricular (91-97) suele ser el abordaje de eleccin por muchos autores,
y especialmente til en las fracturas de cndilo mandibular altas. El abordaje no difiere
tcnicamente del empleado para otras cirugas de la articulacin temporomandibular.
(figura 6)
El abordaje submandibular suele consistir en una incisin entre 1,5 y 2 cm. por debajo
del borde inferior de la mandbula. ( figura 7)
El abordaje retromandibular descrito por Ellis y Dean (82) se realiza mediante una
incisin retromandibular que empieza unos 0,5 cm por debajo del lbulo de la oreja y
contina inferiormente unos 3-3,5 cm. Se sita justo detrs del borde posterior de la
mandbula y habitualmente no se extiende inferiormente por debajo del ngulo
mandibular. La diseccin se practica a travs de la piel, tejido celular subcutneo y el
escaso componente del msculo platisma. (figura 8)
El abordaje de ritidectoma o tipo lifting fue descrito por Zide y Kent en 1983 (59)
para el tratamiento de las fracturas de cndilo. Esta tcnica implica la diseccin del
nervio facial y diseccin roma de la glndula partida y del msculo masetero (figura
9).
La incisin comienza a nivel de la patilla y por encima del arco cigomtico. Contina
hacia el pabelln auricular y prosigue de manera retroauricular para disminuir la
cicatriz visible. Una vez disecado el componente cutneo se expone la rama
mandibular. Las ventajas son fundamentalmente la facilidad para la visualizacin y
fijacin de la fractura y una cicatriz bastante esttica. La desventaja principal es el
mayor tiempo quirrgico que requiere este abordaje respecto a los abordajes citados
anteriormente.
El abordaje intraoral puede ser utilizado en fracturas de cndilo mandibular. Descrito
por primera vez por Silverman en 1925 (104), este abordaje se suele reservar para
fracturas subcondleas bajas. Hoy en da se usa aislado o asistido endoscpicamente
(42, 105-109). El abordaje es similar al empleado para el abordaje transoral de la
osteotoma sagital de rama mandibular. Se realiza la seccin de la insercin de
msculo temporal a nivel de la rama mandibular mediante diseccin subperistica. La
escotadura sigmoidea puede ser visualizada colocando un retractor a nivel del borde
anterior de la apfisis coronoides. Ser necesaria la manipulacin del ngulo
mandibular para la reduccin de la fractura condilar. Se recomienda el uso de un trocar
insertado de manera transcutnea en la regin preauricular para la instrumentacin.
Las ventajas de este abordaje seran fundamentalmente: evitar una cicatriz visible y el
hecho de ser un abordaje habitual para los cirujanos orales y maxilofaciales. La mayor
desventaja el acceso limitado que proporciona tanto para la visin del foco de fractura
como para su posterior reduccin y osteosntesis.
- Fracturas subcondleas o del cuello del cndilo en las que existe hueso
suficiente para estabilizar la fractrura mediante la fijacin de una placa de
osteosntesis.
- La presencia de maloclusin y/o disminucin del rango de movimiento
mandibular (pacientes edntulos con fracturas subcondleas pueden tratarse
con endoscopia, sin embargo, deben emplearse frulas o dentaturas para
estabilizar el maxilar y la mandbula)
- Perdida de proyeccin del mentn o asimetra facial
En relacin a los resultados obtenidos con la tcnica endoscpica, como sucede con las
tcnicas precedentes, siguen existiendo controversias y existen pocos estudios
prospectivos y aleatorizados.
Dentro de esta vorgine de ideas y opiniones, Ellis publica en 2009 (133) un artculo en
el que expone un mtodo para determinar cundo una fracturas de cndilo
mandibular debe ser intervenida y cundo no es necesario un tratamiento abierto.
Valora la apertura oral, los movimientos mandibulares y el desplazamiento del cndilo
a nivel radiogrfico as como el nivel de la fractura. Valora intra-operatoriamente la
estabilidad de estas determinaciones clnicas, y en los casos en que no sea estable,
procede a la intervencin quirrgica.
Concluyendo este apartado podemos resumir que los ltimos artculos muestran una
tendencia de cambio desde el tratamiento conservador hacia un tratamiento
quirrgico, y con un poco ms de visin de futuro hacia la ciruga endoscpica. Si bien
de toda esta revisin es importante tener presente un concepto: la necesidad de
individualizar cada caso, valorando todos los aspectos que se han ido mencionando
previamente y que pueden condicionar el xito o el fracaso del tratamiento elegido.
I.4 COMPLICACIONES
La suma de los 5 apartados del score de Helkimo equivale al ndice de disfuncin (0-25
puntos), que se clasifica en:
Una adecuada funcin mandibular podra definirse segn Walker (1988-1994) en base
a los siguientes 5 criterios:
Sea cual sea la opcin de tratamiento que elijamos, las complicaciones ocurren
despus del tratamiento de las fracturas de cndilo. Evidentemente hay muchos
factores que influyen en esas complicaciones:
Otro cambio que se produce tras una fractura son los cambios que se producen a nivel
dentoalveolar, mediante extrusin de los dientes del sector anterior o extrusin de los
dientes del sector posterior. Por lo tanto para que no se produzca maloclusin estos
tres factores adaptativos deben estar controlados y no producirse en la cuanta
suficiente como para modificar la oclusin, siendo generalmente el punto clave el
mantenimiento y restauracin de la dimensin vertical posterior. Si la maloclusin se
ha establecido debe recurrirse a la reconstruccin de la ATM o a la ciruga ortogntica,
segn el caso.
Para entender mejor este concepto explicaremos este concepto en base a la Ley de
Planas (157)
Ley de Planas de la mnima dimensin vertical y ngulo funcional masticatorio de
Planas
El axigrafo parece ser un medio econmico y sencillo, que nos permite el registro de
los distintos movimientos mandibulares, ya sea de apertura y cierre, o de protrusin y
retrusin, patrones que podran estar relacionados con la existencia de patologa
articular.
Para Piehslinger y Slavicek, (158,159) entre otros, el axigrafo tiene una alta capacidad
de reproduccin de la posicin del cndilo por la variacin de los trazados de apertura
o de protrusin, as como para determinar el componente rotacional de los
movimientos mandibulares, y la dominancia funcional de la parte derecha de la
mandbula en los distintos movimientos.
No obstante, parece existir una controversia sobre la utilidad del mismo, en cuanto a la
informacin que proporciona en determinadas patologas articulares.
Para Alsawaf, (160) el axigrafo nos permite obtener un mayor detalle dinmico y
funcional de la ATM, dndonos una informacin adicional al resto de exploraciones
(161) .Lochmiller (162), sin embargo, afirma que estos trazados no aportaran ms
datos al examen manual.
Parlett (163), emple el axigrafo para la evaluacin del movimiento del cndilo y los
efectos de los desrdenes internos en este movimiento, lo cual tendra que traducirse
en una modificacin de los trazados axiogrficos, encontrando una sensibilidad
diagnstica del 64%. Segn este estudio la axiografa es marginal en la identificacin de
la enfermedad cuando est presente.
Para Theusner, (164), los trazados de apertura parecen estar relacionados con la
inclinacin de la eminencia. Encontr unos trazados de apertura y cierre ms amplios
que los de protrusin y retrusin, sobre todo en pacientes sin sintomatologa articular.
Otra aplicacin del mismo es estudiar la correlacin entre la ATM y los dientes
anteriores, en trminos de morfologa. Helfgen(168), basndose en los valores de radio
establecidos para la geometra de cada cabeza condilar, correlacion stos con facetas
protrusivas de los incisivos y primeros premolares. Michielin (169) relacion tambin
la morfologa funcional de guas anteriores y superficies articulares, dato muy
importante para la rehabilitacin posterior.
Algunos estudios han intentado comparar la utilidad del axigrafo con otros medios
diagnsticos, y as Piehslinger (170) encontr concordancias entre el axigrafo y la
resonancia de un 70% en relacin a los desrdenes internos.
En los casos de fracturas se produce una modificacin de las superficies articulares que
pueden afectar a la eminencia articular y/o al cndilo, con la consiguiente variacin en
los trazados axiogrficos, de ah el inters de comprobar qu utilidad tiene el axigrafo
en estos pacientes.
En 2008 de nuevo Ellis, en colaboracin con Zhang (140), realizaron un estudio para
revisar la asociacin de las fracturas de cndilo mandibular y la aparicin de anquilosis
temporomandibular. Estos autores (140) encontraron una alta asociacin entre las
fracturas sagitales intracapsulares de cndilo mandibular y la presencia de anquilosis.
Destacan tambin la mayor incidencia de anquilosis en pacientes que presentaban
otras facturas mandibulares asociadas (cuerpo o snfisis).
Steed (197) lleva a cabo un estudio multicntrico donde compara a pacientes con
trastornos temporomandibulares de origen traumtico y trastornos
temporomandibulares sin origen traumtico. Los pacientes con antecedente
traumtico presentan dolor a la palpacin mucho mayor y refiere mayor disoclusin.
No hay diferencias significativas respecto a dolor espontneo, disfuncin articular,
estrs y el resto de sintomatologa de los trastornos temporomandibulares.
En relacin a esta probable asociacin de la disfuncin temporomandibular con
patologa del mbito psicolgico nos lleva a plantearnos la necesidad de valorar dicha
patologa en pacientes con trastornos de disfuncin temporomandibular. Existen
mltiples cuestionarios para valorar las alteraciones psicopatolgicas as como
infinidad de clasificaciones de los trastornos psicopatolgicos en relacin a las
diferentes escuelas. Este aspecto psicobiolgico ha sido considerado como Axis II en el
Research Diagnostic Criteria for Temporomandibular Disorders; los autores
recomiendan el empleo del test autoaplicado SCL-90-R de L. Derrogatis (198). Este
inventario ha sido desarrollado para evaluar patrones de sntomas presentes en
individuos y puede ser utilizado tanto en tareas comunitarias como de diagnstico
clnico.
Cada uno de los 90 tems que lo integran se responde sobre la base de una escala de
tipo Likert de cinco puntos (0, no haber tenido ninguna molestia en absoluto- 4, si la ha
tenido mucho o extremadamente). Se lo evala e interpreta en funcin de 9
dimensiones primarias y 3 ndices globales de malestar psicolgico.
El SCL-90-R tiene siete tems adicionales que no se incorporan a las nueve dimensiones
ya mencionadas pero que tienen relevancia clnica:
De nuevo Ellis (200) realiz una revisin de las complicaciones quirrgicas derivadas
del tratamiento abierto de las fracturas de cndilo mandibular. Estudi un total de 178
pacientes: a las 6 semanas era el pico de incidencia mayor de paresia del nervio facial
con un 17,2%, y todos los casos se resolvieron a los 6 meses. Tambin observaron un
7,5 % de cicatrices hipertrficas.
Por tanto a la vista de todos estos resultados podemos concluir que las complicaciones
quirrgicas existen pero se pueden considerar infrecuentes.
II. JUSTIFICACIN
Las mandbula constituye la estructura facial que con ms frecuencia se afecta por un
trauma tras los huesos propios de la nariz; el cndilo es la localizacin mandibular ms
frecuentemente afectada, constituyendo por su frecuencia y trascendencia una de las
lesiones ms trascendentes en el rea de la ciruga maxilofacial.
Las fracturas de cndilo mandibular han generado a lo largo de los aos ms discusin
y controversia que ningn otro tipo de fractura en el campo de la traumatologa
maxilofacial. Es importante destacar la alta incidencia de este tipo de fracturas, que
suponen entre un 10 y un 52% del total de fracturas mandibulares. Su importancia
radica no slo en su elevada frecuencia si no en las consecuencias que pueden derivar
de las mismas: alteraciones oclusales, desviacin en la apertura oral, anquilosis de la
articulacin temporomandibular, y disfuncin interna de la articulacin
temporomandibular. Por todo ello la reparacin de estas lesiones supone un reto para
el cirujano maxilofacial por la importancia de estas fracturas.
Se pretende comparar el rendimiento clnico de tres opciones teraputicas de las fracturas del
cndilo mandibular: conservadora vs ciruga abierta y endoscpica, con la finalidad de obtener
informacin objetiva que permita valorar los protocolos empleados y su posible futura
sistematizacin y protocolizacin.
De modo genrico se valor la hiptesis nula de que no existen diferencias significativas de las
variables analizadas entre los pacientes sometidos a las diferentes teraputicas.
IV. MATERIAL Y MTODO
El presente trabajo es un estudio de investigacin clnica que pretende valorar los
resultados morfofuncionales de las fracturas de cndilo mandibular que han recibido
algn tipo de tratamiento mdico o quirrgico.
Los datos que analizamos de cada paciente los podemos encuadrar en los
siguientes apartados:
1. Datos epidemiolgicos.
2. Anamnesis: sntomas, preguntas, cuestionario
3. Exploracin clnica: Movimientos mandibulares e ndice de Helkimo
4. Exploracin instrumental: axiografa y gnatografa
5. Pruebas de imagen
IV.2 ANAMNESIS
Para evitar sesgos en la valoracin de los pacientes por el conocimiento de su
patologa previa, todas las mediciones fueron realizadas por un observador ciego
(investigador del estudio del Departamento de Prtesis y Oclusin de la Facultad
de Medicina y Odontologa de la Universidad de Santiago de Compostela).
SNTOMAS
PREGUNTAS
Cada uno de los 90 tems que lo integran se responde sobre la base de una escala de
cinco puntos (0-4). Su evaluacin nos dar nueve dimensiones primarias:
1) Somatizaciones (SOM)
2) Obsesiones y compulsiones (OBS)
3) Sensitividad interpersonal (SI)
4) Depresin (DEP)
5) Ansiedad (ANS)
6) Hostilidad (HOS)
7) Ansiedad fbica (FOB)
8) Ideacin paranoide (PAR)
9) Psicoticismo (PSIC)
- Se calculan las puntuaciones directas o brutas para cada una de las nueve
dimensiones y los tres ndices.
- Sumar los valores asignados a cada tem y dividir ese total por el nmero de
tems respondidos.
- Se convierten esas puntuaciones directas en puntuaciones T (media=50 y
D.T.=10)
- Se considera indicativa de una persona en riesgo toda puntuacin T igual o
superior a 65
- Se considera la presencia de patologa severa en toda persona que presente
una puntuacin igual o superior a T=80
IV. 3. EXPLORACIN CLNICA.
MOVIMIENTOS MANDIBULARES
NDICE DE HELKIMO
Para la valoracin de estos puntos del ndice de Helkimo se siguieron los 5 apartados
de que consta dicho ndice:
La suma de los 5 apartados del score de Helkimo equivale al ndice de disfuncin (0-25
puntos), que se clasifica en:
5. PRUEBAS DE IMAGEN
En la valoracin de pruebas de imagen en pacientes con fractura de cndilo
mandibular se emplearon ortopantomografas impresas o digitales segn el ao de
ingreso de los pacientes. Para ello empleamos la ortopantomografa inicial realizada al
ingreso del paciente en nuestra unidad, las radiografas posteriores al tratamiento
practicado y se realiz durante la visita programada para el estudio una nueva
ortopantomografa para la valoracin actual.
1. Regulares
2. Irregulares
Los cndilos irregulares se subdividen en:
La edad media de los pacientes fue de 32,49 aos, con un rango de edad comprendido
entre los 6 aos y los 78 aos y una desviacin tpica de /- 16,47 aos.
El tiempo de hospitalizacin present una media de 5,1 (/- 3,8) das. Si se exceptan
los casos de reintervencin, la media fue de 2,13 das (/- 1,8) das.
V. 2 ANAMNESIS
Respecto a las respuestas del test, los resultados fueron los siguientes:
La primera pregunta del test se centraba en la valoracin del estado de salud de los
pacientes. La distribucin de resultados respecto a este apartado, ha resultado de la
siguiente forma (grfico 1)
Estado de salud
45
40
35
30
25
20
15
10
5
0
Muy
Excelente Buena Normal Regular Mala
buena
Porcentaje 7.7 23.1 30.8 23.1 10.3 5.1
Frecuencia 3 9 12 9 4 2
Grfico 1. Valoracin del estado de la salud.
Calidad de vida
80
70
60
50
40
30
20
10
0
Mejor que antes Igual que antes Peor que antes
Frecuencia 1 28 10
Porcentaje 2.6 74.4 25.6
Dolor actual
40
35
30
25
20
15
10
5
0
0 1 2 3 4 5 6 7
Frecuencia 14 7 8 2 2 2 2 1
Porcentaje 35.9 17.9 20.5 5.1 5.1 5.1 5.1 2.6
Figura 3. Valoracin del dolor en escala visual analgica del dolor
En relacin al mximo dolor facial, percibido en los ltimos 6 meses, la distribucin fue
la siguiente (figura 4):
Dolor previo
40
35
30
25
20
15
10
5
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9
Frecuencia 14 7 8 2 2 2 2 1 1
Porcentaje 35.9 17.9 20.5 5.1 5.1 5.1 5.1 2.6 2.6
Figura 4. Valoracin de mximo dolor previo en escala visual analgica del dolor
Se utiliz este test para valorar los rasgos psicopatolgicos. En la muestra se recogen
los valores de las nueve dimensiones primarias:
o Somatizaciones (SOM)
o Obsesiones y compulsiones ( OBS)
o Sensitividad interpersonal ( SI)
o Depresin (DEP)
o Ansiedad (ANS)
o Hostilidad (HOS)
o Ansiedad fbica
o Ideacin paranoiede (PAR)
o Psicoticismo (PSIC)
IGS PSDI TP
Media 27,49 28,1 29,03
Mediana 15 15 15
Desviacin tpica 30,57 31,2 28,96
Mnimo 5 5 5
Mximo 99 99 99
Percentil 25 5 5 5
Percentil 50 15 15 15
Percentil 75 50 50 55
Respecto a los resultados de los estudios de la axiografa, los valores obtenidos de las
trayectorias condleas (TC) se reflejan en la tabla 4:
AFD AFI
Media 28,61 31,06
Mediana 27 30
Desviacin tpica 7,68 9,3
Mnimo 17 24
Mximo 45 30
TCD
TCI TCD TCI mm AFI AFD
mm
Tipo de
p= 0,550 p=0,890 p = 0,290 p=0,580 p=0,862 p=0,610
tratamiento
No fue posible establecer una relacin estadsticamente significativa entre el tipo de
tratamiento y la edad (p= 0,673).
Tampoco se demostr relacin con la suma de escala del ndice de Helkimo (p= 0,344)
ni tampoco con el acortamiento de rama mandibular (p=0,127).
En relacin a los distintos apartados del ndice de Helkimo (ver tabla 4) tampoco se
encontr significacin estadstica: alteracin del rango de movimiento, funcin de la
ATM, dolor a la palpacin muscular, dolor en la ATM, dolor en el movimiento
mandibular. Aunque vemos que varios valores se aproximan a la significacin
estadstica.
Rango MOV Funcin ATM Dolor PALP Dolor ATM Dolor MOV
Tipo de
p= 0,09 p= 0,076 p= 0,23 p=0,89 p=0,07
tratamiento
Apariencia Deformidad
Cndilo ausente Total
de cndilo moderada
Tratamiento
2 3 4 9
abierto
Tratamiento
4 5 1 10
cerrado
Total 6 8 5 19
Respecto a las mediciones de las angulaciones de los focos de fractura, la distribucin
de tipo de tratamiento y angulacin de nuevo result estadsticamente significativa
(p=0,039), con la siguiente distribucin mostrada en la tabla 13:
No fue posible establecer una relacin estadsticamente significativa con la edad (p=
0,673)
Tampoco se demostr relacin con la suma de escala del ndice de Helkimo (p= 0,412)
ni tampoco con el acortamiento de rama mandibular (p=0,272).
Rango MOV Funcin ATM Dolor PALP Dolor ATM Dolor MOV
Tipo de
p= 0,232 p= 0,622 p= 0,455 p=0,899 p=0,744
fractura
Dolor
Rango MOV Funcin ATM Dolor PALP Dolor MOV
ATM
Tipo de
p= 0,009 p=0,190 p= 0,850 p=0,256 p=0,673
fractura
La suma de los valores previos, nos da la disfuncin clnica, donde la relacin entre
angulacin y disfuncin, rozan la significacin estadstica (p=0,05). De nuevo las
mayores angulaciones se relacionan con disfunciones clnicas ms severas. Aunque
debe valorarse que hay varias casillas de la tabla de contingencia con valores de 0 o 1,
lo que puede sesgar dicho resultado. La distribucin la podemos ver en la tabla 36.
Tabla 36. Angulacin*disfuncin clnica.
Dentro del grupo de cndilos irregulares tambin existe una relacin estadstica con la
angulacin, ya que las morfologas ms anmalas aparecen en el grupo de angulacin
mayor de 35.
Acortamiento
p= 0,460 p=0,897 p= 0,897 p=0,829 p= 0,460 P=0,388
de rama
Respecto a la anamnesis, no se demostr relacin con los sntomas referidos por los
pacientes (p=0,361) ni con dolor a la apertura referida por los pacientes (p=0,380).
Tampoco se demostr relacin con presencia de alodinia (p=0,970), ni con los mareos
(p=0,131), ni con los acfenos (p= 0,517), ni con el vrtigo (p=0,277), tampoco con la
sensibilidad dental (p=0,104).
Rango MOV Funcin ATM Dolor PALP Dolor ATM Dolor MOV
Tipo de
p=0,040 p= 0,488 p= 0,497 p=0,339 p=0,589
tratamiento
Tabla 50. Remodelado condilar*rango de movilidad.
Remodelado Remodelado
Rango movilidad Total
regular irregular
0 15 8 23
1 5 7 12
5 0 4 4
Total 20 19 39
Tampoco con ninguno de los valores del SCL 90 R, como se expone en tabla 46.
Se valoraron los resultados de las escalas visuales para el dolor en el momento actual y
mximo dolor facial en los meses previos con ciertos parmetros. Se dividi en dos
grupos para facilitar la comparativa, un grupo de dolor escaso o nulo para valores
inferiores a 4 en la escala visual, y otro grupo de dolor significativo para valores iguales
o mayores de 4 en la escala visual.
Respecto al sexo no se encontr relacin significativa ni con el dolor actual (p= 0,431)
ni con el dolor previo (p=0,639).
Tampoco exista relacin entre el dolor actual y la desviacin a la apertura (p= 0,662) ni
con el dolor previo (p=0,892).
Como primer punto de esta discusin es importante destacar que el anlisis de los
resultados nos permite rechazar la hiptesis nula planteada al inicio de este trabajo.
Existen diferencias significativas entre los valores de las variables analizadas obtenidos
en los diferentes puntos de trabajo.
Las fracturas de cndilo mandibular no son una entidad homognea pero estn
subdividas por las existencia de numerosas clasificaciones (23-29). Una amplia
variedad de sistemas de clasificacin estn en uso actualmente lo que dificulta el
proceso de comparativa entre estudios y de los resultados de los mismos. Como ya se
expuso en la introduccin existen sistemas de clasificacin. Un sistema que diferencia
entre fracturas intra y extracapsulares (MacLennan). Otra clasificacin que lo hace
segn la altura de la fractura: fracturas de la cabeza, del cuello o de la regin
subcondilar (Lindahl). Spiessl y Schroll identifican seis tipos de fracturas segn el
desplazamiento de los fragmentos y el grado de dislocacin del cndilo fuera de la fosa
articular. Loukota y sus colaboradores presentaron una definicin ms precisa de los
trminos: dicapitular, cuello condleo y fracturas de la base del cndilo. Por ello los
resultados de muchos artculos no son comparables.
En la ltima dcada (214-217), los avances en las tcnicas de imagen, en los materiales
de osteosntesis y en las tcnicas endoscpicas as como los progresos conseguidos en
laboratorio y en experimentacin animal, han provocado un aumento del uso de la
reduccin y fijacin abierta de las fracturas de cndilo mandibular.
Son muchos los factores que los cirujanos tienen en cuenta a la hora de elegir el
tratamiento de una fractura de cndilo mandibular: el nivel y el grado de
desplazamiento de la fractura, la oclusin dental en relacin al estado de denticin o
edentulismo del paciente, la existencia de lesiones asociadas, el estado global del
paciente as como los deseos del propio paciente.
VI.3 RESULTADOS
La media de edad se situ en los 32 aos, encajando los valores presentados por otros
estudios, que sitan la edad media entre los 20-30 o 30-40, dependiendo del grado de
desarrollo del pas de referencia, siendo menor en pases menos desarrollados
(Nigeria, Jordania)(17-18) frente a pases ms industrializados ( Nueva Zelanda,
Australia)(13-16) . Habiendo tambin un cambio en la etiologa entre unos y otros
pases. En nuestra serie, podemos valorar un cambio en la etiologa de las fracturas
faciales, siendo entre 1998 al 2005 la causa ms frecuente los accidentes de trfico, y a
partir de ese ao, ms comn la violencia interpersonal en forma de agresin, la
etiologa ms comn. Tambin comentar que las agresiones, siguen siendo mucho ms
frecuentes en hombres que en mujeres, como ocurre en otros estudios.
Entre las negativas de los pacientes encontramos mltiples justificaciones referidas por
los pacientes: la distancia hasta nuestro centro; dada la dispersin geogrfica de
nuestros pacientes respecto al centro hospitalario de referencia; la necesidad de
perder horas de trabajo o estudio para acudir a las revisiones, el referir que no tenan
ninguna molestia y considerar que no estaba justificado volver a verlos, pacientes que
haban fallecido, pacientes que se haban traslado a otra comunidad autnoma o
incluso otro pas.
Y entre los que s aceptaron y finalmente colaboraron, pueden haber acudido por
distintas motivaciones (bsqueda de nuevos tratamientos, justificacin de invalides
prolongadas); lo que condicionara los resultados, y que supongan por tanto un sesgo
de los resultados obtenidos.
Otra opcin para este predominio de fracturas derechas sera especular acerca de una
asimetra en el volumen o una asimetra estructural de la mandbula, asociada a una
determinada biomecnica masticatoria y/o a la condicin de sujetos mayoritariamente
diestros. Al no ser este un apartado que se refleje en ningn de los estudios revisados,
sera una hiptesis a plantearse en futuros estudios.
Respecto a las 9 fracturas condleas tratadas mediante ciruga abierta puede parecer
un porcentaje elevado, por lo que es importante valorar este grupo ms
detenidamente. En tres de los casos referidos haba un gran desplazamiento del
fragmento condilar que generaba disoclusin por lo que se plantea la ciruga abierta de
dichos casos. Otro de los casos fue una complicacin de un bloqueo elstico en un nio
que present desplazamiento del foco de fractura que requiri la exresis de un
fragmento de cndilo, por lo que lo consideramos en el grupo de tratamiento abierto.
Otros dos casos se trataba de fracturas panfaciales y se busc la reduccin del todos
los focos de fractura de cara a obtener una oclusin estable y una adecuada
reconstruccin del tercio inferior facial.
La limitacin para la apertura oral es un queja comn entre los pacientes intervenidos
de fracturas de cndilo mandibular, que puede aparecer entre un 5 a un 31% de los
pacientes intervenidos, siendo ms frecuente en fracturas bilaterales, y en pacientes
tratados mediante tcnicas conservadoras (28,29,39,86). En nuestra serie el resultado
es un poco mayor al de las referencias bibliogrficas, alcanzando casi un 36%. Aunque
como ocurre en varios artculos revisados (36,86), una vez estudiados los movimientos
mandibulares, el porcentaje de pacientes que consideraramos que presenta reduccin
de la apertura oral se reduce a un 26%. No hemos encontrado en la literatura la
diferencia entre la queja referida por los pacientes y los datos de normalidad de
movimientos una vez estudiados.
Otro punto a valorar dentro de las posibles secuelas de las fracturas de cndilo
mandibular es la aparicin de disfuncin temporomandibular (175-183), que es una
patologa compleja debido a su origen multifactorial que incluye desde factores
desencadenantes como los propios traumatismos a factores psicolgicos incluyendo
en este grupo perfiles psicopatolgicos de estrs, ansiedad u obsesin.
Dada esa probable asociacin de la disfuncin temporomandibular con patologa del
mbito psicolgico decidimos valorar la presencia de alteraciones de esta ndole entre
los pacientes valorados en el estudio. Para ello se emple el cuestionario de sntomas
SCL-90-R de L Derrogatis (198). Los resultados obtenidos se aproximan ms a los de los
baremos de varones y mujeres de poblacin general no clnica que a los de pacientes
con disfuncin psicosomtica temporomandibular, y muy alejados de los baremos para
poblacin psiquitrica. De ah, que puesto que no encontramos asociacin estadstica
de los resultados del SCL-90-R con ninguna de las variables (tipo de tratamiento, tipo
de fractura) podamos descartar que exista asociacin entre la presencia de patologa
psicolgica y la aparicin de signos o sntomas de disfuncin temporomandibular, y
que la presencia de esta est justificada por las propias fracturas o por las secuelas
derivadas de su tratamiento.
Comparados con otros estudios (223 -227) los resultados presentados en otras series
se presentan en rangos de movimiento similar a los nuestros.
Para una valoracin global de la funcin mandibular hemos usado el ndice de Helkimo,
con sus cinco apartados, y usando la suma de dichos apartados obtenemos el grado de
disfuncin clnica.
Respecto a las pruebas de imagen nos han aportado varios parmetros, que
comentaremos detenidamente.
En nuestra serie hemos valorado ese efecto a travs del estudio y medicin de los
movimientos mandibulares. Se demuestra que el grupo de cndilos con remodelado
irregular presentan un rango movimientos (apertura, lateralizacin y protusin) menor
que el grupo que se categoriz como remodelado regular.
Comparado con otros estudios los valores, resultan similares: en una revisin de Eckelt
(222) la media de la prdida de altura era de 6,3 mm, con un rango de 0 a 13mm, el
artculo de Kermer (228), el acortamiento de rama presentaba una media de 7,2 mm
con un mnimo de 5 y un mximo de 11.
Como Ellis explica en varios de sus artculos (28,29, 136, 138) los cambios adaptativos
que se producen tras el tratamiento cerrado de una fractura de cndilo mandibular,
tienden a derivar en un acortamiento de rama mandibular, lo que conduce a una
oclusin inestable y a una alteracin de la posicin mandibular con las posibles
secuelas de anquilosis, hipomovilidad y disfuncin articular, ya previamente
comentadas.
Otro hecho significativo es el mayor porcientaje de queja para la apertura oral de los
pacientes, que sin embargo una vez valorados los movimientos mandibulares se
demuestra que dicha limitacin es similar a series previas.
Un punto sobre el que no hemos podido establecer comparativas y que nos parece
interesante de cara a nuevos estudios o publicaciones, es la valoracin de la calidad de
vida de los pacientes con fracturas de cndilo mandibular. Si se llevasen a cabo
estudios aleatorizados, y con un registro previo a la intervencin o tratamiento de la
calidad de vida del paciente antes de la fractura y una valoracin posterior, podran
establecerse comparativas entre los distintos tipos de tratamiento. Siendo este un
punto aadido a la toma de decisiones teraputicas del que dispondramos.
En relacin a la asociacin de los desrdenes temporomandibulares y caractersticas
psicopatolgicas de personalidad, nuestra serie presenta valores similares a los de
poblacin sana, sin desrdenes temporomandibulares. Lo que nos lleva a valorar la
aparicin de trastornos temporomandibulares en el contexto de una posible secuela
de la fractura o el tratamiento elegido.
Una vez valorados todos los apartados anteriores, parece importante mencionar las
probables limitaciones de este estudio.
VI.7 CONCLUSIONES
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