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Noticia de Un Secuestro (Reseña)

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El nobel reinventa la noticia

John J. Osorio Giraldo

Antes de entrar en el automvil mir por encima del hombro para estar segura de que
nadie la acechaba. Eran las siete y cinco de la noche en Bogot. Haba oscurecido una hora
antes, el Parque Nacional estaba mal iluminado y los rboles sin hojas tenan un perfil
fantasmal contra el cielo turbio y triste, pero no haba a la vista nada que temer. Con estas
lneas comienza Garca Mrquez Noticia de un secuestro, su relato prolongado y pormenorizado
sobre el plagio y posterior cautiverio en fechas, circunstancias y lugares distintos de un grupo
de miembros de la alta sociedad bogotana, a principios de los aos 90.
La narracin abre con el estilo cinematogrfico caracterstico de la novelstica
garciamarquiana, y nos pone frente a una escena de pelcula de suspenso, que nos ubica en el
tono del que ser un reportaje de varios meses de violencia desatada, familias en duelo y un
panorama poltico convulsionado en medio de la guerra que los Extraditables tristemente
clebre grupo de narcotraficantes colombianos le haban declarado al Estado, presidido
entonces por Csar Gaviria, en momentos en que se negociaba el Tratado de Extradicin.
Gabo abre Noticia de un secuestro con una Bogot sombra y asediada, gris, en la que
una mujer amenazada (y un tanto paranoica) se fija hasta en el ltimo detalle del escenario, para
cerrar advirtindonos que no haba nada que temer, en un momento en el que los lectores ya
nos encontramos preocupados por el panorama trgico que logra intuirse en esas lneas
milimtricamente pensadas; y en que nos hacemos conscientes de que se trata justamente de todo
lo contrario: en aquel momento infame de la historia social y poltica de Colombia todo el mundo
saba que haba mucho que temer. Es ms, ese era un conocimiento imprescindible para la gente
que necesitaba mantenerse a salvo.
De esa manera el autor nos introduce no solo en la profundidad de la noticia que va a
contarnos, sino que nos sumerge de paso en la atmsfera de incertidumbre y en el contexto de
amenaza y de emergencia que se viva por entonces en el pas. En este caso se trataba del
secuestro de Maruja Pachn y Beatriz Villamizar, por medio del cual nos va a llevar luego al
secuestro de otras personalidades de la vida cultural y poltica del pas, raptados entonces por los
estafetas de Pablo Escobar y a los que ste quiso usar como rehenes para presionar al gobierno a
que reconociera el narcotrfico como delito poltico y as facilitar una negociacin en
condiciones similares a las que se adelantaban con las guerrillas sobre los temas de la
extradicin y el sometimiento a la justicia.
Garca Mrquez se propone entonces abordar, a travs de un texto periodstico, uno de los
sucesos cruciales para la historia reciente de Colombia. Y aunque no vemos en estas pginas al
consumado novelista que observamos en Cien aos de soledad o en El otoo del patriarca, esta
Noticia de un secuestro se ve enriquecida por una enorme profundidad literaria, que llega a
mostrar con mucho aplomo la dimensin humana del secuestro, el drama de las vctimas en
cautiverio y la manera como transcurre su vida en condicin de rehenes. Pero sin llegar a perder
el rigor periodstico, que lo hace franquear permanentemente los lmites entre ficcin y realidad,
y que convierten a este libro en un valioso testimonio, documental e histrico, de la poca de los
carteles y su violencia sin cuartel contra la sociedad colombiana.
Ahora bien, creo que el libro se lee al menos desde mi experiencia personal en una
clave distinta a la que comnmente se usa al abordar la obra literaria de Gabo. De entrada, somos
advertidos de que se trata de una obra de no-ficcin, escrita por el autor a peticin de dos amigos
suyos, Alberto Villamizar y Maruja Pachn, sta ltima vctima de la oleada de secuestros
mientras desempeaba su labor como directora de Focine. Ese hecho de por s nos sita en la
fisonoma del texto, eminentemente testimonial, con una narrativa que sin embargo oscila entre
la documentacin cuasi detectivesca, el reportaje pormenorizado y el relato periodstico, por un
lado; y el lenguaje potico, las descripciones profusas y una que otra pincelada de ficcin.
Sin duda alguna, Garca Mrquez, al escribir este libro, no poda renunciar a su
largamente trabajado estilo de escritor de cuentos y novelas. Y si bien me atrevera a decir que no
se trata de una historia novelada, si es posible encontrar a lo largo del texto permanentes
guios y coqueteos con la literatura. En Noticia de un secuestro es posible reconocer,
inconfundiblemente, el estilo impetuoso, elocuente y un tanto fatalista del nobel colombiano. Su
prosa se hace evidente en cada lnea, e incluso en ciertas ocasiones la estructura del relato se ve
descuidada cuando Gabo cede no solo a sus impusos poticos, sino adems a un recuento de
pormenores que le aportan poco al desarrollo de la historia.
Por estas mismas razones, el reportaje se vuelve por ratos tedioso y pesado, y el lector se
aburre, o por lo menos se pierde entre los numerosos detalles, nombres, fechas, lugares, y uno
que otro dato innecesario, ms bien anecdtico o propio de la chismografa del jet set de la
poca, que interrumpen el flujo del relato, volvindolo por momentos farragoso. Porque en aras
de la justicia hay que mencionar que Noticia de un secuestro se trata del testimonio del secuestro
de importantes miembros de varias de las familias ms poderosas y prestigiosas de Bogot, que
quisieron dejar as una slida memoria de los episodios violentos y dolorosos que les haban
sucedido. 1
Pero en honor a la verdad, hay que decir que Garca Mrquez logra construir, con su
maestra de narrador y su voz potente, un relato coherente, que va llevando al lector de los
eventos de la vida cotidiana de los secuestrados a los sucesos polticos ms importantes del
gobierno Gaviria; y lo hace con informacin de primera mano, pues por su amistad inveterada
con el poder tiene acceso privilegiado a las fuentes. De esa manera articula un reportaje franco y
contundente, que incluye datos desconocidos hasta la publicacin del libro, con algunas
reflexiones y comentarios crticos sobre la sociedad de la poca. Sin embargo, no se puede pasar
por alto el hecho de que, en algunos fragmentos del texto, Gabo caiga en la tentacin tan cara a
muchos periodistas de hacer apologas y referencias adulatorias sobre los personajes de su
Noticia, incluso cuando se trataba de personas tan cuestionables como el general Maza Mrquez
(entonces director del DAS) o los mismos Ochoa Vsquez, conocido clan de narcos del Cartel de
Medelln. Supongo que se deban a sus devaneos literarios
Pero sobre todo, Noticia de un secuestro es la confirmacin de una de las tesis ms
defendidas por Garca Mrquez: su conviccin de que el periodismo es el poder sin trono o,
como dicen algunos, el cuarto poder. Gabo fue un convencido del valor y de la importancia del
periodismo, y particularmente de un periodismo de carcter literario, no superficial, que aspirara
de cierto modo a permanecer en la memoria, e incluso a cierta calidad esttica. Pens siempre en
el periodismo como un pilar fundamental para la construccin de una sociedad realmente
democrtica, y as lo demostr en este libro, de todas maneras crtico de la poltica y la sociedad
de la poca, pero sobre todo de un valor literario incuestionable.

1 Adems de la mencionada Maruja, aparecen en el libro Francisco Santos, hijo del director de El Tiempo;
Beatriz Villamizar y Marina Montoya, emparentadas con polticos y diplomticos; los periodistas Juan Vitta, Hero
Buss y Azucena Livano, del noticiero Criptn, secuestrados junto con los camargrafos Richard Becerra y Orlando
Acevedo; y no menos importante, Diana Turbay, directora del noticiero en mencin e hija de un expresidente de
Colombia.

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