Antropología Del Tiempo Litúrgico PDF
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La palabra liturgia viene del griego leitourgia (leiton y erj>on), ,servicio puhlico
o accin realizada para el hien de todos, y leitourgos era quien prestaha este servicio.
En un principio, Ia accin litrgica era de naturaleza tcnica, pero ms tarde, tam-
hin, de naturale/a religiosa y cultural; en este ltimo sentido Ia utilizan los LXX '.
En el Nuevo Testamento se utiliza para designar el ministerio cultual del sacerdocio
de Cristo 2 y el ministerio apostlico de San Pahlo 3. En Oriente, liturgia pronto vino
a ser el trmino para designar sacrificio y, ms concretamente, Ia misa '; desde el
siglo iv esta denominacin se hace comn 5. La sagrada liturgia es el culto pblico
que Nuestro Seor Redentor rinde al Padre como cabeza de Ia Iglesia, y es el culto
que Ia sociedad de fieles rinde a su Fundador y, por medio de El, al Padre Eterno- 6 .
El calendario litrgico y el Breviario sufrieron, a Io largo del tiempo, muchas
reformas, Ia ltima a partir del Concilio Vaticano II. El sacrosanto Concilio Ecumni-
co Vaticano II no se opone a Ia fijacin de Ia fiesta de Ia Pascua en un domingo
determinado y a Ia estabilizacin del calendario; tampoco se opone a Ia introduccin
de un calendario perpetuo en Ia sociedad civil, siempre que se respete Ia semana de
siete das con el domingo, sin aadir ningn da que quede al margen de Ia semana ?.
Las tmporas desaparecieron del breviario reformado segn el Conc. Vat. II. Antes,
las divisiones del Breviario hacan referencia a las estaciones del ciclo anual, y las de
ahora a los tiempos litrgicos K .
1 Nm. 4. 33: Kx. 28, 35.43; 1 Petr. 23.v 28; Lc. 1, 23; Hebr. 9. 21; 10, 11.
2 Hchr. 8, 2.6.
3 Rom. 15, 10.27; l'hil. 2, 17; 2 Cor. 9, 12.
4 Didach, 15, 1; 1 C!em. 41, 1 ss.
5 C. V'agaggini. /:'/ sentido teolgico de Ia liturgia. Ensayo de liturgia teolgica general, Madrid,
1959, 26, nota 1.
6 Mediator I)ei, 20. ASS 39, 1947. 528.
7 Concilio Valicano 11, Orentalium ecclesiarum, 20.
8 ()fficium l)irinum. Liturgia boranim iuxta rititni romanum. /. Tempus adventus, Tempus
Nativitatis, Typis Polyglottis Vaticanis, 1971, 9-18. El moderno breviario, pues, despus de Iu reforma
del Conc. Vat. II, qued as (udems del I, ya reseado): Tempus quadragesimae. Sacrum Triduum
Puschule. Tempus Paschale; I I I : Tempus per annum. Hebdomadae I-XVII; IV: Tempus per annum.
Hebdomadae XVIII-XXXIV. El anterior era as: lireviarum Romanum ex decreto Sacrosancti Concilii
Tridentini restitutum Summorumque Pontificum Cura recognitum. Cum nova psalterii versione Pii
Papae XII jussu editu juxta editionem novam typicam. I: Pars Hiemalis; II: Pars verna; III: Pars autum-
nalis; IV: Pars acstiva.
1. DlOSYKLTIEMPO
El encuentro del hombre con Dios se realiza en Ia historia por medio de Cristo9,
que aparece como su culminacin y Ia cristologia como su formulacin ms precisa10.
Cristo, el Logos, forma parte de Ia historia total del mundo y de los hombres: es su ple-
nitud y su trmino ' '. En el Nuevo Testamento el tiempo en que acaece Ia salvacin se
designa con kairsu. Aion tiene, a veces, el significado especial de mundo '3, pero de
ordinario significa el tiempo y Ia etemidad '4. La eternidad, siempre en plural, aiones, es
una serie ilimitada de eras, cuya sucesin slo Dios puede captar. Otras expresiones,
tales como emera (da), ora (hora), nun (ahora), semeron (hoy) designan unos espacios
de tiempo muy limitados, elegidos por Dios para realizar su plan de salvacin 1S.
La Iglesia terrestre es Ia manifestacin histrica de Ia victoria reportada por Cris-
to y slo alcanzar su consumada plenitud en Ia gloria celestial16 con Ia venida defi-
nitiva del Seor 17. El elemento trans-histrico que est presente en los actos huma-
nos de Jess se actualiza por los sacramentos que dan Ia gracia, que significan, a los
que no ponen obstculos 1H. De todos ellos, l ms expresivo es Ia eucarista, en
Ia que se realiza Ia Nueva Alianza, una nueva epifana, y anuncia el futuro por Ia
presencia real de Cristo 19. Porque el tiempo pertenece a Dios, que en l se manifies-
ta, Ia Iglesia condena a quien, por otros medios que no sean Ia oracin, pretende
escrutarlo y apropiarse de l 2 0 . -Dios puede revelar el porvenir a sus profetas o a
otros santos. Sin embargo, Ia actitud cristiana justa consiste en entregarse con con-
fianza en las manos de Ia Providencia en Io que se refiere al futuro y en abandonar
toda curiosidad malsana al respecto21.
2. EL TIEMPO LITRGICO
590, Ia celebracin de una letana septiforme con motivo de una peste 3S; esta ltima
parece ser que no tena el carcter de celebracin anual. La anterior no se sabe si
era una celebracin de carcter fijo o movible *. A veces los rituales confunden las
letanas mayores y menores y hablan de todas ellas en De Processionibus: Processio-
nes autem quaedam sunt ordinariae, quae fiunt certis diebus per annum ut in festo
Purificationis B. Mariae Virginis, in Dominica Palmarum, in Letaniis majoribus in festo
Sancti Marci... Rogationum triduo ante Ascensionem Domini, in festo Corporis Christi;
vel aliis diebus pro consuetudine Ecclesiarun> 37v
2) El domingo
Con razn lleva este da el nombre del Seor o domingo; se basa en una tradi-
cin apostlica que trae su origen del mismo da de Ia resurreccin de Cristo- -w. Los
cuatro evangelistas estn de acuerdo en que Ia Resurreccin ocurri en domingo, el
primer da de Ia semana w. El nombre de domingo aparece por primera vez en
el Apocalipsis 40, hacia finales del siglo i. -El domingo es Ia fiesta primordial, que
debe presentarse e inculcarse a Ia piedad de los fieles, de modo que sea tambin da
de alegra y de liberacin del trabajo. No se Ie antepongan otras solemnidades, a no
ser que sean de suma importancia, puesto que el domingo es el fundamento y el
ncleo de todo el ao litrgico' 1 .
3) Las cuarentenas
35 Vita sancti Gregorii, 1. 1, c. XLI-XLH. Sobre letanas, en general, cf. DACL, IX, 2, col. 1540-1571.
36 DACL, X, col. 1740-1741.
37 Rituale Romanum, p. 324. Le faltan las primeras pginas; por comparaciones, bien pudiera
tratarse de un ejemplar idntico al que figura en Ia Biblioteca Nacional de Madrid bajo Ia rbrica:
Libros Litrgicos, n. 110: Rituate seu Manuete Romanum... cum canto toletano, Madrid, 1626).
38 Concilio Vaticano II, Sacrosanctum Concilium, 106. Cf. F. H. CoIson, The week. An essay on
the origin and developement ofthe seven day cycle, Cambridge, 1926; P. M. Duval, -Les dieux de Ia
semaine-, in Gallia, 11, 1953, 283-293; P. Grelot, -Du Sabbat juif au dimanche chrtien-, in La Mai-
son Dieu, 123, 1975, 79-107; A. Lemaire, -Le Sabbat a l'poque royale isralite-, in Revue Biblique, 80,
1973, l6l-185; C. S. Mosna, -Storia della Domenica dalle origini fino agli inizi del v secolo-, in Anal.
Gregoriana, 170, 1979; Ch. Pietri, -Le temps de Ia semaine a Rome et dans l'Italie chrtienne, in Le
temps chrtien, Paris, 1984, 63-93; W. Rordof, Sabbat et dimanche dans l'EgIise ancienne, Neuchtel,
1972.
39 Mat. 28, 1; Mac. 16, 9; Luc. 24. 1-8; Jan. 20, 1-18.
40 Apocalipsis 1, 10.
41 Concilio Vaticano II, Sacmsanctum Concilium, 106.
42 M. Mandianes, -El Magosto-, in Boletn Auriense, XX-XXI, 1990-91, 293-308.
4) El ciclo de vida
3. CARACTERSTICAS
1) Loscoloresyelfuego
2) Ruidos/silencio
52 RitualeRomanum,o.c.,U2.
53 Rituale Romanum, o. c., 65.
54 Rituce Romanum, o. c., 273.
55 Synodicum Hispanum (en adelante SH), I, Madrid, 1981, Mond 22, 1441, 6, p. 74. Cf. J. Tahoa-
da, Ritosy creenciasf>allegas, 2 ed., La Corua, 1982, 117-143; Martn Dumiense, De correctione rusti-
corum, n. 16.
56 G. Durand, o. c., 383.
da se haca ruido con las carracas. A Ia entrada de Ia noche, a Ia postura del sol,
hora que vara segn las pocas del ao, se taan las campanas en todas las igle-
sias, para que los fieles cristianos re/aran las Avemarias, el ngelus y vsperas; en
algunas dicesis tambin se tocaban cuando amenazaba tormenta ^1. Llamar a misa
con Ia campana, avisar de que se va a llevar el Vitico a algn moribundo, de Ia
muerte de un miembro de Ia parroquia. -Interim detur campanae signum transitus
defuncti pro loci consuetudine, ut audientes pro eius anima Deum precentur> 5 .
Cum generatim in actionibus liturgicis curandum sit, ut 'sacrum quoque silen-
tium suo tempore servetur' w, in ipsa persolvenda Liturgia Horarum opportunitas
silencii praeleatur-, para mejor escuchar Ia voz del Espritu, pero sin deformar Ia
estructura del oficio W).
3) Comida/ayuno
Las cuatro tmporas son un perodo de tres das, durante los cuales se impone
a los fieles el ayuno y aumento de oraciones a fin de que los ordenandos sean dig-
nos ministros del altar. Durante las letanas de San Marcos y el mircoles siguiente
no se poda comer carne; quien coma carne, o el carnicero que Ia venda, algn da
de cuaresma o en cualquier viernes del ao, caa en excomunin, y se establecen
das de ayuno obligatorio. Desde muy antiguo no se pudo comer carne ni nada que
procediera de Ia carne o animal, como Ia leche y los huevos, aunque durante algn
perodo se podan comer pjaros, por Ia misma razn que se puede, an hoy, comer
pescado: por ser productos del agua y del aire y porque excitan menos las pasiones61.
Manteniendo como sagrado el ayuno pascual, el viernes de pasin y, segn Ia situa-
cin, extenderlo al sbado santo, hoy ha de fomentarse Ia penitencia no slo interna
e individual, sino tambin externa y social, adaptndose a nuestro tiempo y, an, a
los diferentes pases. Los otros ayunos tradicionales pueden sustituirse por Ia limosna
penitencial 62 . Despus de muchos aos de cristianismo, los gallegos continuaban
haciendo banquetes en Ia iglesia el da de los mortuorios y de los Fieles Difuntos,
57 SH, o. c., Or. 28-29 (1543-44), 35, 1, 3; 36.1, pp. 246-247; Tuy6(1528), 3.l6.3^, pp. 485-488;
ruy6(1528),483-484.
58 Rituale Romanum, o. c., p. l69. Sobre el uso litrgico y civil de las campanas, cf. A. Cea,
Instrumentos musicales de Ia Sierra de Francia (Salamanca)-, in Revista de Dialectologa y Tradicio-
nes Populares, XXXIII, 1978; P. Ciruelo, Tratado en el qual se rechazan todas las supersticiones y
hechiceras, ed. orig. 1541, Barcelona, 1628; Fray Luis de Ia Concepcin, Prctica de conjurar, en
que se contienen exorcismos y conjuros contra los malos espritus... y contra Ia langosta y otros ani-
males nocivosy tempestades, Madrid, 1721; F. Llop i Bayo, Campanasy campaneros, Salamanca,
1989; J. L. Padilla Lapuente. -Las campanas horarias de Ia catedral de Lleida hacia una nueva cesura
del tiempo urbano (s. xv), in Actes del Congrs de Ia Seu Vc1IIa de Lleida, 159-166; Sutter, La grande
aventure des cloches, Paris, 1993.
59 Concilio Vaticano II, Sacrosanctum Concilium, 30.
60 Officium Dit'inum, I, o. c., 75.
61 Summa Tbmlogica, 11.a, II-", q. CXLVII, a. 8, ad 2um.
62 ConcilioVaticano II, Sacmsantum Concilium, 109-110.
poniendo encima del altar jarros y platos 63. Desde un principio los cristianos cele-
braban el domingo, celebrando Ia asamblea de Ia palabra, de oracin y un banquete
con pan, vino y agua, al que cada uno contribua segn sus posibilidades M.
CONCLUSIN
63 SH, o. c., I, Mond., 22 (1541), 3, pp. 73-77; Tuy6(1528), 3.11.1, pp. 470-471; 3.12.4, p. 474.
Cf. M. Mandianes, -Les tnorts de Ia Galice mangent des chtaignes-, in Ethnologie Europenne, 6,
1988^9, 142-145.
64 Justino, Apologas, I, 67, 3; Ignace d'Antioche, -Lettres, Sources Chrtiennes, 10, Paris,
1969, 89.
65 M. Mandianes, -El tiempo en los snodos gallegos-, in Revista Espaokt de Derecho Canni-
co, 48.130, 1991, 265-272.
66 G. Durand, o. c., 98-101.
67 M. Mandianes, -Tiempo del indio, tiempo de Dios, tiempo de nadie-, in Rev. de Dialectolo-
ga y Tradiciones Populares, XLLLL, 1988, 379-383, y -Pastoral indigenista de algunos snodos colonia-
les-, in Misiones Extranjeras, 86, 1985, 135-145.
dos das, como el de San Blas y el de San Juan, y establecan perodos festivos que
Ia Iglesia debi regular con decretos 6^ El tiempo lineal y progresista crey muy pron-
to haber logrado el desencantamiento del mundo; evidentemente, el rito hoy no es
lo- que era en las sociedades tradicionales, pero perdura bajo otras formas. Todas las
contradicciones que puedan aparecer a raz de una concepcin linear o circular del
tiempo, en teologa quedan resueltas, puesto que Dios es el Seftor del tiempo, es su
dueo y hace con l, en l y de l Io que desea. Dios es acto puro. De aqu que no
tenga ninguna importancia desde el punto de vista teolgico que Ia sbana santa sea
del siglo xiv o xvii, o del siglo i; para Dios no hay antes ni despus *9. Si no se entien-
de esto, no se puede entender Ia teologa de los sacramentos, que son Ia actualiza-
cin del elemento trans-histrico de los actos humanos de Jess, y sta es Ia creencia
que est extendida entre los fieles y que justifica su prctica. Y puesto que el hom-
bre se mueve ms por Io que cree que por Io que sabe, poco importa que el tiempo
de los historiadores sea otro.
Manuel Mandianes
C. S. I. C. Barcelona
68 SH, Or 28-29 (1543-44), 353, p. 246; Tuy 1 (1482), 42, p. 372; 6 (1528), 2.3.8, p. 445. Ya en
el siglo iv acusaban a los priscilianistas de practicar ritos mgicos para propiciar Ia fertilidad de Ia tie-
rra. Cf. H. Chadwick, Prisdliano de vila, Madrid, 1978, 77-82.
69 Conversacin con los antroplogos C. Gaignebet y J. Frekin, mirando el Santo Sudario. Turn,
30 de octubre de 1993.