Este documento discute tres problemas principales relacionados con el significado en lingüística: 1) Cómo describir el significado de un signo, 2) La relación entre el signo y su referente en la realidad, y 3) La relación entre la estructura lingüística y la estructura social. Según Saussure, el significado es un concepto mental opuesto a otros significados, pero no ofrece una definición clara de concepto. Además, aunque los signos se usan para referirse a la realidad, la relación signo-referente es
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Este documento discute tres problemas principales relacionados con el significado en lingüística: 1) Cómo describir el significado de un signo, 2) La relación entre el signo y su referente en la realidad, y 3) La relación entre la estructura lingüística y la estructura social. Según Saussure, el significado es un concepto mental opuesto a otros significados, pero no ofrece una definición clara de concepto. Además, aunque los signos se usan para referirse a la realidad, la relación signo-referente es
Este documento discute tres problemas principales relacionados con el significado en lingüística: 1) Cómo describir el significado de un signo, 2) La relación entre el signo y su referente en la realidad, y 3) La relación entre la estructura lingüística y la estructura social. Según Saussure, el significado es un concepto mental opuesto a otros significados, pero no ofrece una definición clara de concepto. Además, aunque los signos se usan para referirse a la realidad, la relación signo-referente es
Este documento discute tres problemas principales relacionados con el significado en lingüística: 1) Cómo describir el significado de un signo, 2) La relación entre el signo y su referente en la realidad, y 3) La relación entre la estructura lingüística y la estructura social. Según Saussure, el significado es un concepto mental opuesto a otros significados, pero no ofrece una definición clara de concepto. Además, aunque los signos se usan para referirse a la realidad, la relación signo-referente es
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U.N.L.Z. - FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES
LINGSTICA ALGUNOS PROBLEMAS DEL SIGNIFICADO de Mara Adela Carboni (2014) El significado de un signo parece ser una cosa bastante inasible y difcil de precisar. Este punto es probablemente uno de los ms difciles y abstractos de los estudios semiticos -y lingsticos, por ende-. Es un tema muy especulativo, y en realidad, acerca de este punto hay muchas teoras distintas y ninguna de ellas "cierra", ninguna constituye un modelo totalmente coherente, simple y explicativo de lo que son los significados en una lengua. El significado fue uno de los temas postergados de la lingstica, que primero desarroll el anlisis del significante (estudios fonolgicos, morfolgicos y sintcticos). Recin en los aos 60 comenz a plantearse este tema, no por falta de inters sino por las enormes dificultades que se plantean cuando se intenta describir qu es eso que Saussure llam "concepto", en relacin adems con un contexto de uso, es decir, mediante un enfoque que va ms all del sistema cerrado, acotado, en el que se haban estudiado los significantes. Al hablar de los significados de una lengua se plantea la interaccin de una multiplicidad de variables que inciden en ellos. Es imposible hacer una descripcin acabada de todos los significados que estn operando en una cultura en un momento determinado. La nocin de significado, se abre en un abanico cada vez ms amplio de conceptos. No llegaremos a una definicin concreta, sino que vamos a abordar slo algunos autores, algunos aspectos del problema, que son en general, polmicos y discutibles. Pero esto es lo que tenemos. Vamos a abordar el tema del significado a partir de tres planteos que se dan ntimamente ligados y los vamos a ir desarrollando uno a uno. Para resumir, entonces, los problemas seran: 1ER. PROBLEMA: CMO DESCRIBIMOS EL SIGNIFICADO DE UN SIGNO? 2DO. PROBLEMA: CMO SE RELACIONA EL SIGNO CON SU REFERENTE, CON LO REAL? 3ER. PROBLEMA: CMO SE RELACIONA LA ESTRUCTURA DE LA LENGUA CON LA ESTRUCTURA SOCIAL, CON LOS PROCESOS SOCIALES? LA LENGUA REFLEJA LA SOCIEDAD, LA LENGUA CREA LA MANERA DE VER EL MUNDO? Con respecto al primer problema ya hemos visto cmo, para Saussure, el signo es una entidad completamente psquica. Por lo tanto, la lingstica deba limitarse a estudiar la relacin entre la imagen
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mental de determinadas formas significantes y otros contenidos psquicos no claramente definidos que son los conceptos. Es decir que el objeto de estudio de la semitica estara totalmente situado en la mente humana. Incluso para algunos lingistas no le correspondera a la lingstica estudiar el significado -por ser el mismo de carcter psicolgico-, sino a la psicologa. Pero ocurre que la mayor parte de las veces nosotros usamos los signos para referirnos a una realidad, digamos "exterior", que no est en la mente. Y es ms, usamos los signos para operar con esa realidad. Cuando decimos "Hay que podar el rbol" no queremos decir que hay que cortarle las ramas a un contenido mental. De manera que parece una restriccin excesiva decir que la semitica no debe preocu- parse por ver cmo se relacionan los signos con los objetos de la realidad. En particular porque la mayor parte de la actividad humana se desarrolla por medio de signos y sin embargo uno dira que produce efectos materialmente bastante palpables como el alargamiento de la vida humana, la bomba de Hiroshima, las computadoras, etc. ste sera entonces, el segundo problema. cul es la relacin del signo con su referente, con la realidad? Por ltimo, hay un tercer problema. Dentro de cada cultura, de cada sociedad, los signos que se usan son aceptados intersubjetivamente. Son comunes a todos los integrantes de la comunidad. Eso es lo que permite la comunicacin. Y es algo muy obvio. El propio Saussure advierte que la lengua es el aspecto social del lenguaje: "una herencia" "un tesoro". Pero entonces la pregunta es: Si un sistema de signos es social, en qu medida la investidura en determinadas expresiones es un proceso que se relaciona con los procesos sociales? Dicho en otras palabras, qu relacin existe entre los mecanismos de base del funcionamiento social y el mecanismo semitico, es decir el mecanismo de produccin de significados relacionados con determinados significantes? Qu relacin existe entre la lengua y la sociedad? Mediante qu mecanismo la lengua de los pueblos de estepa tiene innumerables nombres para el color ocre, por ejemplo? Mediante qu mecanismo la realidad social influye en el lenguaje y viceversa? Aqu entramos ya en el terreno de la filosofa del lenguaje. 1er. PROBLEMA: DESCRIPCIN DEL SIGNIFICADO: Comenzaremos con el signo lingstico tal como lo describi Saussure. El signo, tal como l lo describi, est constituido por un significante -expresin-, que es una imagen acstica mental (la huella del sonido que se pronuncia); y por un significado -contenido-, que es un concepto, es decir, otra entidad mental, o psquica. Es decir que dentro de la concepcin de Saussure el signo es algo que tiene una realidad eminentemente psicolgica: su lugar est en la mente humana. Pero el concepto de "concepto" o
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significado es confuso. En ninguna parte del Curso... aparece una definicin clara y distinta de lo que es el "concepto". El primer estructuralismo, es decir, Saussure y los primeros estructuralistas, no consiguieron dar una definicin de lo que es el significado. Adems, Saussure afirma que el signo es una entidad relacional, es decir, cada signo existe en tanto cada uno de ellos en el nivel del significante y en el del significado-, se opone a otro signo; es una entidad formal (forma, no sustancia, afirma Saussure). El anlisis estructural se desarroll respecto de tres niveles: la fonologa, la morfologa y la sintaxis, todos referidos a los significantes. Pero en lo que respecta al estudio de los significados, se tard mucho ms en abordar el tema: en qu sentido podemos decir que "fro" se opone a "caliente" o a "tibio"?; qu quiere decir que "chango" y "gur" son sinnimos?; si el valor de un elemento es ser todo lo que los dems no son, cul es el valor del significado de "silla" frente al de "silln", por ejemplo?. En lo que hace a la estructura del plano de los significantes la cosa parece estar muy clara: hay unidades mnimas que no tienen significado en s mismas que se combinan entre s para formar mnimas unidades con significado que son los morfemas. Estos a su vez se articulan entre s para formar palabras y oraciones. Eso es lo que se llama "la doble articulacin del lenguaje": la combinacin de unidades con significado compuestas por la combinacin de unidades sin significado.
OBSERVACIN SOBRE EL SIGNO ICNICO (signos en relacin analgica con la realidad: dibujos, fotos, etc.) Esta doble articulacin diferencia profundamente el signo verbal de otra clase de signos, fundamentalmente el icnico. Por ejemplo, a nivel del significante nos encontramos con las unidades mnimas: "/c/ /a/ /r/ /a/". Pero tratemos de aplicar este tipo de anlisis al dibujo de una cara, por ejemplo sta:
Se puede decir que la cara es la suma de un crculo, de dos circulitos ms pequeos, de una recta, etc.? No, porque esto tambin es el signo de una cara:
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Cules son entonces las unidades mnimas que se combinan para formar unidades mayores con significado? Aparentemente, a nivel icnico no existe una doble articulacin, no existe el equivalente de fonemas que se unen para formar el equivalente de palabras, porque esos que podramos considerar como equivalentes a los fonemas: el puntito que hace de ojo, la raya que hace de nariz, etc., adquieren distintos significados en funcin de su cotexto. Adems hay tantas formas y significados como pintores haya. Fundamentalmente dependen del co- texto, es decir, de la relacin con los otros elementos que aparecen en la foto o en la pintura. A veces la idea global aparece a partir de unas manchas de color, que no tienen nada que ver con el redondelito que aqu representa a un ojo. Volviendo al plano del significado en l pasa algo similar a lo que ocurre en el plano del significante? El nivel del significado de un morfema tambin se compondr de unidades ms pequeas as como su significante se compone de fonemas? Podemos decir que un morfema, a nivel del significado, est formado por unidades de significado menores que el significado global del morfema? Se puede descomponer el significado en unidades menores de la misma manera que se puede descomponer el significante en unidades menores? A estas preguntas la lingstica estructural tard ms o menos cincuenta aos en tratar de dar la respuesta. En resumen, la pregunta es: cmo se describe el significado de un trmino? Desde la teora de Ferdinand de Saussure, vemos que el significado de un signo es la contracara de un significante. Y los significados y los significantes se oponen a otros significados y significantes, adquiriendo as un valor opositivo. Su existencia, en el sistema de la lengua, es puramente relacional, todo ello dentro de una concepcin mentalista (el sistema de la lengua existe en la mente de la totalidad de los hablantes). Pero no todo el estructuralismo tuvo esta postura. A principios de este siglo un autor norteamericano, Leonard Bloomfield, toma una direccin totalmente distinta. Hace una interpretacin conductista del significado y afirma que el significado de un signo consiste en la reaccin que provoca. El conductismo o
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behaviorismo sostiene que el mundo exterior genera estmulos que actan sobre el sistema nervioso, provocando una reaccin que puede ser observada en la conducta. Los procesos mentales no importan porque no son accesibles a la observacin. Si tengo hambre y veo una manzana, sta acta como un estmulo que provoca en m una respuesta: agarrarla y comrmela. El habla puede ser, en una situacin similar, una respuesta secundaria: si la manzana est muy alta, y soy petisa, en lugar de tomarla directamente puedo decirle a alguien ms alto: "Por favor, me daras esa manzana?"; y probablemente me la d (a lo mejor previo pago del precio correspondiente, si esa otra persona es un quintero). La conducta del otro es una respuesta secundaria, motivada no directamente por el estmulo de la manzana, como la ma, sino por el estmulo del habla. Tener significado, dice Bloomfield, es estar relacionado con los "hechos prcticos" que preceden y siguen el acto de habla: es decir, en nuestro caso, con el deseo de la manzana por mi parte y con el drmela por parte del otro. De manera que el significado no es ms que una conducta observable. Esta concepcin lleva a Bloomfield a afirmar que, puesto que el significado consiste solamente en esos "hechos prcticos", esos hechos prcticos caen dentro del objeto de estudio de otras ciencias. Por ejemplo, la manzana deber ser estudiada por la botnica, y las reacciones del hombre por la biologa, la neurofisiologa, etc. Por lo tanto la lingstica nada tendra que ver con los significados. Esta no es ms que una aproximacin muy burda al pensamiento de Bloomfield, que es muy importante en otros aspectos, por ejemplo, en la descripcin de las lenguas indgenas americanas. Pero con respecto a la semntica, poco es el aporte que brinda el conductismo. Qu ocurre con el estructuralismo europeo? A mediados de los aos `60 comienza a ocuparse del tema del significado y se propone analizarlo con el mismo mtodo de la fonologa. La fonologa descarta todas las caractersticas materiales, propias de un pronunciacin o de circunstancias puntuales, que no tienen relevancia para diferenciar unos de otros los sonidos distintivos de una lengua. Por ejemplo, en espaol si alguien pronuncia casa con una /a/ un poco ms abierta o ms cerrada, ms sorda o ms sibilada, la palabra no vara de significado. De manera que la apertura de la /a/ no es en espaol un rasgo que importe para diferenciar un fonema. Un fonema es una unidad distintiva, es decir que sirve para distinguir un morfema o una palabra de otra. En la serie "casa, cara, cala, caza, cama, cana, etc.", la "s", la "r", la "l" etc. son fonemas distintos porque si reemplazamos uno por otro la palabra cambia de significado. De manera que de lo que se trata, en fonologa, es de tomar en cuenta slo aquellos
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rasgos pertinentes que permiten oponer un fonema a todos los dems. El conjunto de rasgos pertinentes que lo caracterizan constituye la definicin de un fonema. Por ejemplo:
En el morfema los fonemas se dan por separado, uno a continuacin de otro; en el fonema los rasgos se dan juntos, simultneamente. La descripcin de los significados que dan los estructuralistas es muy parecida a la descripcin de un fonema. En efecto, para Algirdas Greimaz, por ejemplo, francs, que en 1966 hace uno de los intentos ms serios y completos de una semntica estructural, el significado de una palabra es un haz de rasgos caractersticos, a los que llama semas, que, como los del fonema, sin simultneos y constituyen una configuracin tal que opone esa palabra a todas las dems palabras del sistema. Veamos algunos ejemplos: espacialidad espacialidad alto dimensionalidad "bajo" dimensionalidad verticalidad verticalidad gran cantidad pequea cantidad
Cada uno de estos rasgos menores en que se divide el significado de "ancho", de "angosto", es un sema. Como ven, cada uno de estos adjetivos tiene una configuracin propia de SEMAS, que se opone a todas las dems. El conjunto de semas constituye un semema (o lexema: no vamos a distinguirlos, si bien no son exactamente lo mismo). El lexema es la palabra, entendida desde el punto de vista del significado. El semema o lexema est constituido por un conjunto de semas que lo diferencia de todos los dems. Todos estos semas que hemos visto como ejemplo pertenecen a lo que podramos llamar el mismo campo semntico: es decir, una porcin del contenido que tiene algunas caractersticas comunes (la espacialidad, la dimensionalidad, en este caso) y que, por eso mismo, permite la oposicin sobre determinados ejes: horizontalidad / verticalidad, pequea cantidad / gran cantidad, prospectividad / lateralidad. Los campos semnticos seran as especies de subsistemas semnticos en los que se divide el sistema semntico global que abarca todos los contenidos que pueden ser expresados por la lengua. La meta de la semntica estructural sera poder describir todos los subsistemas, oponerlos unos a otros, y tener as la descripcin completa del sistema del contenido, como tena la descripcin completa del sis- tema fonolgico. Pero aqu comienzan los problemas: Cules son los semas, los ejes? En estos casos es fcil determinar que se trata de horizontalidad, verticalidad, etc. Pero, qu ocurre con palabras como "libertad", "amor", "sociedad"?. El sistema de semas es tan complejo como innumerable es el nmero de palabras que existe en una lengua. Los semas
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se expresan con palabras, a su vez. Cules seran las palabras bsicas para describir al resto de los trminos de una lengua? Adems, la mayora de las palabras pertenece a varios campos semnticos. La palabra "trabajo" puede oponerse a "capital", en el campo de la economa; en el campo de las virtudes, puede oponerse a "pereza"; etc. Piensen en la palabra "perro". Por un lado, se opone a "gato", por el eje "cnido/felino". Pero qu pasa con la frase "Ese tipo es un perro, me ech del trabajo. Aqu, a qu se opone "perro", a "bueno", a "considerado"? Habra que plantear la existencia de semas nucleares, que permaneceran inmutables sin importar los cotextos ni los contextos de aparicin del trmino; y otros semas que apareceran o no segn el cotexto o el contexto en que se usara una palabra. Pero en la medida en que esos cotextos y contextos en que puede aparecer una palabra es casi infinito, es imposible preverlos todos, y por lo tanto no puede hacerse nunca una descripcin completa. La otra cosa importante es que, a diferencia del sistema fonolgico cuyos cambios son muy lentos y que permanece estable una gran cantidad de tiempo, el sistemas semntico se est reestructurando permanentemente. Piensen que los fonemas del espaol son los mismos en general, desde hace muchsimo tiempo. En un campo semntico, en cambio, basta que varen algunas condiciones sociales, que aparezcan nuevos objetos, etc. para que todo el sistema tenga que reestructurarse. Piensen en la palabra "huelga": en nuestra sociedad, entre sus semas debera aparecer en algn momento algo as como "derecho adquirido por los trabajadores" o "protesta legal", que la opondran por ejemplo a "sabotaje", que debera tener un sema "ilegal". Si cambia la legislacin laboral, ese eje de oposicin ya no sirve y hay que reestructurar todo el campo. Piensen en cmo cambiaron los semas de "novio" desde la poca de nuestros abuelos hasta hoy. Cuanto ms exhaustivo quiere hacerse la descripcin del significado, ms parece escaparse de las manos. Umberto Eco, en el Tratado de Semitica General, plantea un anlisis semntico, que incluira en la descripcin del significado, adems de los semas, toda la tradicin cultural acerca de una palabra. "Len" debera incluir, adems de los semas "felino, carnvoro, cuadrpedo...", el dato de que los leones se coman a los cristianos en la antigua Roma, que el len se usa en herldica, que tambin hay leones en los circos y en el zoolgico adems de la selva....Esto permitira entender el sentido de la frase "En el encuentro con los banqueros, ellos fueron los leones y nosotros los cristianos", o "a sus plantas rendido un len", como se lee en el himno. Para decirlo en otros trminos, Eco propone que se incluya en la descripcin del significado algo parecido a lo que Kerbrat llama competencia cultural.
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Eco da el ejemplo de "ballena". Los semas que conformaran este lexema seran (grosso modo), "animal, salvaje, grande...." y aqu viene un problema: "mamfero". Pero resulta que para mucha gente la ballena no es un mamfero sino un pez, y la asocia no con la vaca sino con la trucha. No es un pez, no pone huevos, pero esto est dentro del significado de ballena. Adems dentro del significado de "ballena" entra la nocin de mal, de demonio, de monstruo. En la Edad Media se consideraba que ciertos animales se re- lacionaban con el demonio: la ballena, el gato, el dragn. En Moby Dick, la ballena blanca que persigue el capitn Ahab, representa el mal. En el significado de ballena tambin entra la idea de "extincin", "ecologa" (y ya veremos estas cadenas, con el concepto de semiosis). Estos elementos no se actualizan todos, en las mismas circunstancias. No todos los usuarios poseen todos los elementos semnticos que constituyen el significado de "ballena", (aqu importa el tema de la competencia cultural). Asimismo, no todos los elementos se actualizan siempre, an cuando el usuario los conozca. Hay contenidos que se mantienen latentes. Si estoy viendo las ballenas con los ballenatos en Puerto Madryn, probablemente no asocie a esos animales con el demonio, sino con el hecho de ser mamfero. Pensemos en el trmino "hombre": en su significado entraran elementos como "animal, racional, mamfero..."; tambin "pitecantropus...", como antecesores; y asimismo, "boca, estmago, pulmones....etc." Ese tipo de significado lo tenemos todos: todos sabemos que un hombre tiene cabeza, estmago... Pero resultara muy extrao que al comienzo de una novela leyramos "Juan tiene una cabeza, dos brazos, pulmones y estmago." Tendramos que postular una hiptesis: a lo mejor es una novela de ciencia ficcin y el que est describiendo al hombre es un extraterrestre, por ejemplo, y debemos suponer en este caso que este extraterrestre no tiene los mismos rganos que el hombre. Pero si se trata de una novela realista, ese tipo de informacin no se actualiza, se da por hecho, por sabido. Pero, qu pasa en una novela como La montaa mgica, de Thomas Mann? Es un relato acerca de un hombre con tuberculosis que se dirige a un sanatorio ubicado en lo alto de la montaa, para tratar de curarse. El relato es muy lento porque la percepcin del tiempo del protagonista es muy lenta, y al final se acelera, junto con el desenlace, que es la muerte. En este texto se est actualizando permanentemente el hecho de que el protagonista tiene pulmones, porque precisamente el tema es se, la enfermedad del pul- mn que lo lleva a la muerte. Se actualiz aqu un elemento de la "enciclopedia" que no se actualiza en otro cotexto o contexto. Se hace una actualizacin de un elemento de la enciclopedia.
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Este tipo de significado se parece ms a un artculo de enciclopedia que a una definicin de diccionario. Eco habla de una enciclopedia, en relacin con la descripcin del significado de un trmino; el significado de un trmino es un contenido enciclopdico. Adems de los semas, Eco agrega algo as como una instruccin de uso. Adems de los semas, en la descripcin del significado de una palabra debe incluirse una especie de instruccin, que especifique cules semas deben actualizarse segn el cotexto (el resto del texto) y el contexto (las circunstancias en que se dice) de uso. En el caso de "len", adems de los semas "felino, salvaje, ruge, melena....." habra que agregar adems "si aparece en un sintagma con "zoolgico", se debe incluir el sema "cautiverio"; si con "selva", el sema "salvaje"". "Agua!", gritada en medio del comedor, quiere decir "Tengo sed". Dicha delante de un incendio, significa "Quiero una manguera o un balde". Estos significados que dependen de la situacin, del cotexto, indicados por las "instrucciones de uso" podramos denominarlos significados situacionales. A todos estos aspectos relacionados con la definicin del significado nos queda por ver, adems, el tema de la connotacin del significado (Eco propone incluir las connotaciones dentro de la "enciclopedia", jungo con los otros datos que segn l constituyen el significado de un trmino). Este tema de la connotacin lo analizaremos siguiendo la teora de Catherine Kerbrat-Orecchioni (una semiloga francesa contempornea). En general, se considera la connotacin como una especie de "halo" de significado, un plus de significado, que acompaa la denotacin de un trmino. En general tambin, se considera que ese plus de significado es ms bien indefinible, ambiguo, no sistematizable, una especie de "nebulosa de sentido", que tiene que ver directamente con el contexto de uso, con la subjetividad del hablante. Kerbrat, por el contrario, afirma que la connotacin es un fenmeno que se puede circunscribir, y que, si bien es ms aleatorio que la denotacin, no es un hecho ambiguo, imposible de sistematizar o de describir en forma ms o menos orgnica. Ella plantea una hiptesis: as como hay un signo de denotacin, con un significante perceptible y un significado ms o menos compartido por todos los usuarios; de la misma manera existe un signo de connotacin, con su significante y su significado particulares. Cul es el significante de denotacin para Saussure? La palabra, el morfema. El soporte perceptible del significado de denotacin es el morfema. En muy contados casos, en castellano tambin opera como significante de denotacin la construccin sintctica. No es lo mismo decir "Don Quijote es un buen caballero", que decir "Don Quijote es un caballero bueno". En el primer caso estamos juzgndolo como caballero, en el segundo en su calidad de hombre. Don Quijote era bueno, era un buen tipo que
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defenda a las viudas, a los nios, a las mujeres; pero no era un buen caballero, porque fracasaba en todas las empresas de caballera que emprenda, estaba desfasado en el tiempo, la caballera como orden ya haba desaparecido cuando decide salir a deshacer entuertos. En este caso, es el orden sintctico el portador del sentido. Pero casos como ste son contados con los dedos de la mano, en castellano. Otro ejemplo podra ser: pobre hombre (sin felicidad) y hombre pobre (sin dinero). En cuanto al significado denotado, bsicamente se trata de un significado que nos remite al referente, al objeto del cual estamos hablando. Esto en cuanto al signo de denotacin. Ahora bien, qu ocurre cuando digo [peyo] en lugar de [perro]? En este caso, el significado no es slo "animal mamfero, domstico, etc.", sino que existe un plus de significado: el sonido [y] connota que se trata de una variante dialectal del espaol. Estamos frente a un significante que ya no es el morfema, sino el fonema (/y/), y frente a un significado que se refiere no al referente sino al emisor de esa palabra. Es decir que la denotacin se diferencia en este caso de la connotacin tanto a nivel del significante como del significado.
Sintetizando: En cuanto al significado, la denotacin remite a un referente; en cambio la connotacin aporta fundamentalmente informacin sobre el emisor, el receptor, sus circunstancias, sus competencias. Con respecto al significante, el de connotacin (o connotador), es mucho ms variado que el de denotacin.
El sustento material de la denotacin, como ya lo vimos, es la palabra, el morfema. En el caso de la connotacin, nos encontramos ante significantes de tipo fnico (el acento, la tonada, algunos fonemas, la rima). El tono o el timbre tambin connotan: voz de mujer, voz de hombre, voz de nio. En cuanto a la rima, constituye un connotador de lenguaje potico, de intencin ldica, y si es elaborada, tambin con- nota la aproximacin semntica de los trminos que riman (trminos que suenan igual a partir de la ltima vocal acentuada, en cuanto al significante, se asocian a nivel de los significados). El ritmo tambin es un connotador fnico: la presencia de acentos fuertes y acentos dbiles a intervalos regulares. El tartamudeo es un significante fnico (que connota nerviosismo, timidez, o alguna patologa). Es decir, se trata de significantes de tipo fnico.
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Otro tipo de connotador o significante de connotacin es el morfema o la palabra. Las palabras no slo denotan sino que tambin pueden connotar (pinsese en "nazi, judo, militar, drogadicto, etc.). Si digo "catrera", "me voy a atorrar a la catrera", cul o cuales son los significante y los significados en este caso? Por un lado, a nivel de la denotacin, me encuentro frente a palabras: "catrera", "atorrar", que remiten a un referente: "cama" y a algo as como "accin de cerrar los ojos y descansar". Por otro lado, a nivel de la connotacin, estos mismos significantes lxicos aportan informacin sobre el emisor, sobre su sociolecto, en este caso lunfardo. Por un lado entiendo que alguien dice que se va a la cama a dormir, pero adems estos significantes connotan que el emisor posee un determinado sociolecto. Tambin pueden connotar familiaridad, registro informal. No le digo a mi jefe esta frase. La puedo decir entre amigos, en familia. No slo las palabras sino tambin los morfemas pueden ser significantes de connotacin: ustedes tienen en el prctico una publicidad de un producto de uso veterinario: Bayverm. Est dirigida a veterinarios y ganaderos. Esta marca est compuesta de dos morfemas: "Bay" y "verm". Si se posee la competencia cultural especfica, "Bay", en el contexto de las medicina connota "Bayer"; y "verm","vermes" es decir un tipo de par sito. Toda la palabra, en funcin de la mayscula inicial, connota marca, o por lo menos, sustantivo propio, nombre. Asimismo son connotadores los grafemas, la forma de la palabra escrita. Cada letra escrita es un grafo. Cuando estamos frente a una variacin de los grafemas (ya sea variacin de color, de tamao, de forma) podemos pensar en un sentido connotado, sugerido. Este recurso aparece mucho en la publicidad. Encontramos letra cursiva para sugerir elegancia, personalidad, por ejemplo. En los ttulos de tapa de los libros la letra gtica connota novela gtica, de misterio; letras con sangre que sugieren novela policial, etc. Este recurso tambin es usado en los peridicos: tipografas especiales para los titulares tipo catstrofe, para los desplegados a dos pginas; diferentes tamaos para el ttulo del artculo principal en una p gina y los de los textos sobre el mismo tema pero secundarios o de opinin sobre el mismo tema. Nos encontramos frente a un grafema que connota algo as como "resumen" en el caso de las negritas, que tambin pueden connotar "ideas principales", o "cita". A veces es la ausencia del significante la que connota: piensen en una frase tal como: "El Dr. Cavallo, el Dr. Bauz y Menem..." (Menem, en tanto abogado, tambin es Doctor). Por algo el emisor omite el tratamiento, algo se est insinuando. Puede connotar una desvalorizacin. Finalmente, otro tipo de significante de connotacin es el orden sintctico. Y aqu estamos hablando de la combinacin de palabras en el sintagma. En toda lengua existe un orden normal de
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distribucin de las funciones (normal quiere decir "ms habitual"). En la lengua castellana esta forma, que denominaremos "no marcada", es la de SUJETO + VERBO + MODIFICADORES VERBALES. Este es el orden ms neutro, en el sentido de que no sugiere nada en especial. Lo que aparece primero, el sujeto, es habitualmente un dato conocido, y la informacin nueva, que se predica sobre el sujeto, aparece al final de la frase. Es lo que esperamos habitualmente. Cuando este orden normal, no marcado, se altera, probablemente se est sugiriendo, connotando, algo. El emisor se vale de la alteracin, que rompe la expectativa desde el punto de vista del receptor, para resaltar algn elemento de la oracin, para destacarlo o disimularlo. Al orden alterado se lo denomina orden marcado, oracin marcada. El orden marcado connota, sugiere alguna intencin o valoracin por parte del emisor acerca de los hechos de los que est hablando. Esta connotacin es aleatoria, depende del texto y del contexto. Las modificaciones del orden normal y las llamadas transformaciones del orden sintctico no generan punto a punto una connotacin determinada. En otras palabras, los cambios del orden normal no se corresponden puntualmente con tal o cual intencin comunicativa. Hay que analizarlo en contexto y dentro de un cotexto particulares para determinar cul es el significado de connotacin correspondiente.
Los dueos de los campos cortaron el transporte de provisiones sujeto verbo O.D.
Esta es una oracin no marcada, neutra (en el plano de la combinacin). Pero el mismo hecho puede ser presentado mediante una oracin pasiva. La pasivizacin es una transformacin sintctica que consiste en convertir al objeto en sujeto sintctico. A nivel semntico, en la primera oracin, voz activa, nos encontramos con que el sujeto sintctico coincide con el agente de la accin: "agente" entendido como "el que acta". El objeto de la accin, quien la recibe, cumple la funcin de objeto directo. En la voz pasiva nos encontramos con que el objeto paciente, que recibe la accin cumple la funcin de sujeto sintctico; el verbo se ha transformado en frase verbal pasiva, con el auxiliar ser + un participio (-ado, -ido); y finalmente el agente, el que hace la accin, se convirti a nivel sintctico en nuestro conocido complemento agente, introducido por la preposicin "por":
"El transporte de provisiones fue interrumpido (por los dueos de los campos) sujeto paciente frase verbal pasiva complemento agente
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Qu ocurre con "los dueos de los campos"? En la primera oracin es ms difcil elidir, suprimir el sujeto y hacerlo aparecer como desinencial o tcito. Es una elisin que se nota, se percibe el vaco: "Interrumpieron el transporte de provisiones" quines?. En cambio, en la segunda oracin es mucho ms fcil elidir a este agente. Es muy comn, y esto se observa en los titulares, que la pasiva no lleve complemento agente, si bien se puede reponer. En cuanto al objeto que recibe la accin, en la voz pasiva, si bien tiene el papel temtico de "paciente", se convierte en sujeto sintctico (es decir, concuerda en persona y nmero con el verbo). Esta transformacin puede interpretarse como la manifestacin -a travs del orden sintctico-, de la intencin del emisor de disimular el agente real de la accin, de sacarlo del primer plano. Pero repito, la interpretacin de cualquier alteracin del orden o transformacin sintctica depende del cotexto y del contexto en que aparezca; no hay una regla matemtica que diga que a la transformacin X corresponde la intencin o la connotacin Y. A veces la pasivizacin busca el efecto contrario: Se focaliza el agente, se hace hincapi en l, contrastndolo de alguna manera con otros posibles agentes:
"El pueblo ha sido bien gobernado por este Presidente." (y no por el anterior mandatario)
Si el texto es oral, este contraste se enfatiza mediante la entonacin, ms fuerte en la construccin final: "por Fulano". Adems de una transformacin sintctica como esta, se podra alterar el orden normal, no marcado, de la oracin (Sujeto + Verbo + Objeto). Por ejemplo: "El campo cort las rutas en Santa Fe" puede alterarse como: En Santa Fe, el campo cort las rutas En este caso, al alterar el orden esperado (S-V-O), y convertir en Tema el circunstancial de lugar (primer elemento experiencial de la oracin, segn Halliday), rompo con las expectativas del receptor, y de alguna manera llamo su atencin sobre el lugar en donde ocurri el hecho. Muchas veces, al alterar el orden lo que se hace es contrastar aquello que aparece en primer trmino con otras posibilidades potenciales, implcitas: "Un joven (y no "un adulto") fue golpeado....."
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El elemento implcito con el que se contrasta la informacin de alguna manera est presente, ya sea porque es muy conocido, o por circunstancias relacionadas o porque apareci en frases anteriores. El contraste se hace ms explcito en el caso de las oraciones hendidas, del tipo de: "Fue el campo quien comenz la crisis." "Fue en la provincia de Santa Fe en donde cortaron las rutas." "Fue al gobierno a quien el campo presion." Mediante esta construccin se resalta, se contrasta el elemento que queda "enmarcado". Otro tipo de transformacin sintctica es la pasiva cuasirrefleja. Con esta transformacin se pierde la posibilidad de reponer el agente. Una accin es refleja cuando se revierte, se ejerce, sobre el propio sujeto: "Yo me lavo" (a m misma") Cuasi refleja es cuando slo en apariencia la accin es ejecutada por el sujeto y se vuelca sobre l. Por ejemplo: "Los libros se venden solos" Quin recibe la accin? Los libros. Quin es el sujeto sintctico de este verbo "venden"? Los libros. En realidad los libros realizan la accin de venderse a s mismos? Evidentemente no. En estos casos el verdadero agente no puede reponerse. Esta forma con "se" puede tambin emplearse en la llamada "oracin unimembre" por la gramtica tradicional: "Se asesin a dos malvivientes en operativo sospechoso" En este caso "dos malvivientes" no es sujeto sintctico ya que no concuerda con la flexin verbal. Otra transformacin es la nominalizacin, que consiste en la recategorizacin (transformacin, cambio de categora) de un verbo en un adjetivo o en un sustantivo. Los verbos estn formados por dos morfemas: si digo "derramaron", puedo dividir morfolgicamente esta palabra en "derram-", cuyo sentido sera algo as como "volcar una sustancia"; y "-aron", que aporta la siguiente informacin: 3ra. persona plural, tiempo pretrito indefinido (hecho pasado, puntual), modo indicativo (el de los hechos reales), voz activa (requiere un sujeto agente). Toda esta informacin est en la desinencia verbal, que en la nominalizacin se pierde; se pierde la idea dinmica de accin: "Derrame de petrleo" Petrleo derramado En el caso de "derramado" se podra decir que se mantiene en parte la idea de accin. Esta palabra, que funciona como adjetivo, en realidad es algo as como medio verbo: es un verboide, y entre los verboides, un participio. En "derrame" podemos encontrar el sema "esttico", frente al sema "dinmico"
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que es parte de todo verbo. En el caso del verboide participio (derramado), que es adjetivo pero tambin verbo, persiste en parte la idea de movimiento. El participio (-do, -ido) [y los dems verboides: infinitivo (-ar, -er, -ir) y el gerundio (-ando, -iendo)] admiten modificadores verbales (OD, OI, circunstanciales, complemento agente, predicativo). Podra escribir: "Petrleo derramado en el golfo por barco-cisterna norteamericano". El participio, adems, en tanto adjetivo, funciona como modificador adjetivo, en este caso, de "petrleo". Al nominalizar un verbo se pierde informacin, se torna ms ambiguo el enunciado, o menos informativo a nivel referencial. Todas estas oraciones marcadas aportan un plus de informacin al significado denotado, que es el literal, que en todos los casos no vara o vara mnimamente (los referentes son los mismos: petrleo, barco, etc.) pero se aade el significado connotado. El significante es el orden sintctico; el significado, en este ejemplo, la intencin, la actitud del hablante respecto a esos hechos. Los objetos extralingsticos tambin funcionan como significantes de connotacin, porque los objetos pueden funcionar como signos. Un BMW, un tapado de visn -los objetos en s-, son connotadores de un determinado nivel econmico. El objeto, por otra parte, se convierte en signo de su funcin: recuerdan al hombre que mata al mono con un palo, y entonces el palo se convierte en signo de su funcin; el palo es "para matar". En las imgenes, la publicidad explota la connotacin de los objetos, asociando al producto objetos que socialmente sugieren, connotan determinados significados: la botella de vino de marca X acompaada de un plato con ostras, de cubiertos de plata, de un fino mantel; el personaje X acompaado de una lapicera, de un par de lentes, de una biblioteca. Estos objetos connotan respecti- vamente, calidad, alta cocina, paladar refinado, en un caso; y en el otro, intelectual, reflexin, anlisis " se- sudo" (piensen por ejemplo en los objetos que aparecen en el programa de Grondona, cules son los elementos que aparecen al final y al comienzo de cada seccin del programa, entre las tandas publicitarias, por ejemplo; contrasten con los que aparecen en el programa de Tinelli). Quisiera analizar una publicidad, bastante vieja, pero muy sugerente: la de Bayverm. Es interesante la relacin complementaria que se establece entre la imagen y el texto verbal. Leemos en la parte superior de la pgina: "Es tiempo de abandonar la etapa oral". En el margen derecho, encolumnada, est la descripcin del producto, Bayverm. En el lado izquierdo, ocupando 3/4 partes de la pgina, hay una imagen que muestra un divn, y en l, una vaca, acostada. De espaldas al receptor, hay un hombre sentado en un silln de respaldo alto, observando (escuchando?) a la vaca.
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La frase etapa oral denota el significado literal: finalizar, perodo, boca... Tiene que ver con el hecho de que los antiparasitarios se administraban por la boca, en forma oral. Pero lo ms importante es su connotacin: etapa oral connota lenguaje psicoanaltico. La etapa oral es un estadio de crecimiento, de evolucin del beb durante el cual todo lo experimenta a travs de la boca, todo se lo lleva a la boca, succiona, etc. Tericamente, para madurar se debe superar esta etapa, si no nos llevaremos el lpiz a la boca, nos comeremos las uas, fumaremos, etc. Superar esta etapa significa madurar. Madurar en cierta manera es llegar a la plenitud, superarse es una palabra con connotacin siempre positiva. Nos encontramos as ante una cadena de connotaciones: psicoanlisis - etapa oral - superacin - madurez - plenitud (o perfeccin). Esta cadena se actualiza porque la imagen a su vez connota psicoanlisis: divn, paciente, psiclogo. Si en lugar de esta imagen tuviramos una mano que est inyectando con una jeringa el antiparasitario, probablemente no se actualizara la connotacin "psicoanlisis", y simplemente se opondra "etapa oral" a "inyectable". De esta forma se asocia el abandono de la etapa oral con superacin y madurez y como Bayverm es un producto que supera la oralidad, porque es inyectable, Bayverm es un producto maduro, es decir, un mejor producto que aquellos que todava se asimilan oralmente. Bayverm est ms adelantado que todos los dems, por lo tanto, es mejor. (Aqu operan presupuestos culturales: lo nuevo es mejor, ms efectivo, el progreso siempre va hacia adelante...etc. etc.) Resumiendo, estamos frente a una imagen que connota a travs de la seleccin de determinados objetos, que a su vez actualizan la connotacin de determinadas palabras (connotadores lxicos), obviamente, siempre en relacin con las competencias culturales del receptor.
A partir de lo expuesto, vemos que es muy difcil, de hecho no se ha logrado, hacer una descripcin y una clasificacin exhaustiva de los significados de una lengua, una enciclopedia completa. S existen modelos de anlisis, hiptesis reguladoras. Es imposible prever los infinitos contextos, cotextos, las variaciones constantes que puede ir sufriendo, las denotaciones y las connotaciones...La descripcin semntica slo podra hacerse con relacin a un mensaje determinado, o por lo menos, en un contexto acotado. De la misma manera que no podemos clasificar exhaustivamente los gneros discursivos porque stos se relacionan con las praxis humanas y stas van cambiando y renovndose con el tiempo, tampoco se puede hacer una descripcin exhaustiva del significado como enciclopedia. Adems, a medida que
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furamos elaborando la enciclopedia, el concepto mismo de enciclopedia variara. Desde un punto de vista lgico es imposible. Tambin est el problema de la variacin en el tiempo. Qu pasa con el contenido de las palabras a medida que este transcurre? Eco da un ejemplo muy claro. En el contenido enciclopdico de la palabra "azcar" se incluye en un determinado momento, a partir del uso de los ciclamatos en los productos dietticos, la idea de "muerte": azcar - gordura - ataque al corazn - muerte. Y paralelamente, en el contenido de "ciclamatos" se incluye "vida": ciclamato - delgadez - mejor funcionamiento del corazn - vida. Pero resulta que despus se descubre que los ciclamatos son cancergenos. Y aqu se vuelve a cambiar el contenido de ambos. Azcar produce gordura pero mayor posibilidad de vida que el ciclamato que produce cncer. Y esto ocurre en un lapso de pocos aos, quiz 6 7 nada ms. Y as como cambi el contenido enciclopdico de estos trminos, as cambian todos. "Huelga", a comienzos de la revolucin industrial tena en su contenido enciclopdico el rasgo "ilegal", "sabotaje"; el contenido enciclopdico actual de "huelga", adems de esos contenidos que sabemos que pertenecen al pasado, los contenidos actualizables hoy en da son "actividad legal" "derecho del trabajador", por lo menos hasta tanto no cam- bie la ley de trabajo y se convierta en ilegal. Es decir que estos contenidos estn en un permanente cambio, en relacin con la cultura, con la sociedad. Lo que se intenta con estas teoras no es la clasificacin exhaustiva de los significados de una lengua, lo que es imposible, sino la descripcin de lo que es el contenido. Y esto es importante porque el contenido tiene que ver con las ideologas y las actividades sociales. Qu es el contenido? Son los significados que una sociedad atribuye a unos significantes. Y esos signos operan sobre la sociedad. El caso de huelga es bien claro. Si le asigno a "huelga" el contenido "legal", la accin ser una; si le asigno el contenido "ilegal", la accin ser otra. Las leyes, los antecedentes jurdicos, en cierta manera hacen eso, determinan qu es un delito y qu no lo es. Estamos hablando del significado de "delito". Y esto genera determinadas acciones sociales. Es importante desde un punto de vista semiolgico qu es el significado. Y un comunicador social debe tener en cuenta todo esto, que de alguna manera destruye la transparencia del lenguaje. No s cuantos de uds., antes de comenzar la materia, no hubieran respondido que el significado de un trmino es la cosa que menciona. Qu consecuencias tiene esa visin ingenua? "rbol" es el objeto rbol. Se "naturaliza" la lengua. Si el significado de /rbol/ es el objeto rbol, el significado de /huelga/ es una accin ilegal. Una cosa es tan natural como la otra. Se pierde de vista que los signos son convencionales y que hay una manipulacin social permanente, social e ideolgica, de los significados del lenguaje.
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Esta manipulacin se observa claramente en textos como los periodsticos de opinin, los discursos polticos, las publicidades; y en forma ms encubierta en las crnicas, las notas, y otros textos no tan abiertamente ideolgicos. En la publicidad es muy notoria esta manipulacin: En un aviso de una bebida sin alcohol se dice que est hecha con hierbas naturales. Y pueden las hierbas no ser naturales? Uno supone que las hierbas todava no se sintetizan. Al significado natural -proveniente de la naturaleza-, se le acoplan otros significados, por reiteracin en diversos discursos: ligth, sano, por ejemplo. Sin embargo, pinsese que la cicuta, que envenena, tambin es natural. Lo natural, en nuestra cultura, es objeto de culto: la onda verde, la onda ligth, comidas naturales, pinturas naturales. Lo natural no es lo mismo para nuestra sociedad actual que para el hombre de hace 80 aos atrs: hoy lo "natural" tiene una connotacin positiva; probablemente en los inicios de la eclosin tecnolgica, "natural" haya tenido una connotacin negativa, se valoraba ms lo tecnolgico que lo natural. Los significados reflejan la ideologa predominante, reflejan la forma en que la sociedad se apropia de lo que la rodea, su cultura. Este tipo de anlisis ayuda a eliminar la transparencia de la lengua. Cuando un vidrio es transparente, no lo vemos, vemos lo que est del otro lado. De la misma manera, cuando hablamos no nos damos cuenta de que estamos usando palabras para referirnos a la realidad. La lengua es algo as como el telescopio: con l vemos la realidad modificada, ms grande, ms chica. El lenguaje tambin est siempre entre nosotros y la realidad. Opacarlo, como si se opacara el vidrio, consiste en tomar conciencia de su existencia mediadora, de que refleja una forma social de ver la realidad.
Qu conclusiones se pueden sacar de la excursin por los distintos modelos, ms o menos fallidos, de descripcin del significado? Creo que ms all de la posibilidad terica de dar razn del contenido con tal o cual modelo de anlisis hay tres caractersticas del significado, por lo menos del signo lingstico, que se nos han puesto de manifiesto y que debemos tener en cuenta: 1) su plasticidad, en el sentido de que se adapta a las variaciones infinitas de contexto que influyen sobre l. 2) su espesor, en el sentido de que suma denotaciones y connotaciones mltiples y simultneas. 3) su mutabilidad, en el sentido de que se reestructura rpidamente frente a los nuevos datos de la experiencia, y es una caja de resonancia de la variacin social.
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PASEMOS AHORA AL SEGUNDO PROBLEMA: CUL ES LA RELACIN ENTRE EL SIGNIFICADO Y EL REFERENTE DE UN SIGNO? Al hablar del signo estamos hablando de un objeto que tiene una existencia mental, psicolgica: a partir de un elemento exterior que estimula nuestros sentidos (el significante) se genera en nuestra mente la asociacin entre ese elemento que percibimos y otro, ausente, al cual el primero nos remite. Aquello a lo cual nos remite el signo es, en algunos aspectos, otra entidad mental, pero asimismo tiene una existencia real: es el referente. Frente a la concepcin de Saussure de un signo bipartito y totalmente encerrado en la mente humana, otras visiones del signo consideran la relacin que se establece entre tres elementos solidarios: una forma perceptible (lo que Saussure llama significante), su significado, que es una entidad del orden del pensamiento, y el objeto al cual se refiere el signo. Antes que nada conviene que aclaremos un poco la terminologa que usan los autores, porque puede inducir a confusin. En la literatura semitica y lgica suele llamarse signo a lo que Saussure denomina significante, es decir, la mera expresin, la forma. Tienen que tener cuidado con esto, porque veremos que para Saussure el signo es una entidad relacional de significado y significante. Lo que Saussure llama significado aparece con distintos nombres: referencia, en Ogden y Richards; interpretante, en Peirce; sentido, en Frege y en Bajtin. No es que todos ellos digan lo mismo bajo nombres distintos. En realidad las concepciones acerca del signo suelen diferir bastante entre s. La cuestin de qu es el significado es la pregunta de la filosofa del lenguaje, y se pueden llenar varias bibliotecas con lo escrito al respecto. En lneas generales, de todos modos, podemos decir que el significado es algo que est en el pensamiento (entendiendo por pensamiento algo muy amplio, que va desde una "imagen mental de corte psicolgico" hasta una "opinin aceptada en comn por una sociedad", o algo ms abstracto como una "entidad de orden lgico"). En cuanto al otro elemento, el representado mediante el signo, llamado indistintamente referente u objeto, sea lo que sea es algo diferente tanto de su representacin (significante) como de su significado. No es lo mismo el significado de un trmino que el referente. El significado puede apuntar al referente, puede simbolizar, representar, al referente, pero no es el referente. Otro autor, G. Frege (lgico alemn del siglo XIX) plantea dejando de lado los aspectos puramente lgicos de su teora, que no nos interesan aqu-, plantea que debemos diferenciar el sentido de un signo, que es lo que nosotros entendemos cuando omos o vemos determinada expresin; de su referente , que es la cosa designada por esa expresin. Para ilustrar eso Frege explica que diferentes sentidos pueden tener un mismo referente. Por ejemplo, si Juan y Maria viven juntos en la misma casa, una pareja amiga
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Pedro y Juana-, puede decir Voy a lo de Juan, o Voy a lo de Mara. Pensemos que cualquiera de las dos expresiones estar designando a la misma casa, al mismo referente. Sin embargo su sentido puede no ser el mismo: Si Pedro dice que va a lo de Mara, Juana puede contestarle, con los brazos en jarras, Y vos qu tens que ver con esa?. Evidentemente, el sentido de Voy a lo de Mara no coincide con Voy a lo de Juan, en este caso. Sin embargo, repito, el referente sera el mismo. Segn Frege, hay problemas que son del mbito del sentido y otros que lo son del mbito del significado. Dice Frege que el hecho de que una expresin tenga sentido no garantiza que tenga referente: cules seran los referentes de "sirena", "centauro", "marciano"?. Si digo que el significado es el referente, estos ltimos signos no tendran referente, por lo tanto, no tendran significado. Tampoco tendra referente una expresin como el nmero ms grande de oraciones que se pueden formar en espaol, porque el lenguaje es recursivo (puedo colocar oraciones dentro de oraciones, como cajas chinas, en forma indefinida) y por lo tanto el nmero de oraciones es infinito. Por tanto, frente a cualquier nmero por grande que sea siempre habr otro mayor. Sin embargo, esta expresin tiene sentido. Para Frege el sentido es un hecho social, trans-subjetivo. En cuanto al referente, al objeto, para Frege es el objeto de la realidad, que tiene existencia en s, independientemente de que lo podamos tocar o ver. Supongamos, por ejemplo, la democracia. No es un objeto material en el sentido de que no es un cuerpo fsico. Sin embargo, por lo menos las personas que creen en ella la conciben como un tipo de organizacin social que puede existir concretamente en el mundo. Por supuesto que se puede creer que existe un objeto que sera el referente de alguna expresin y sin embargo estar equivocado. Por ejemplo, si un astrnomo, por ciertos efectos que observa en el espacio, cree que existe un cuerpo celeste determinado al que denomina planeta X, ese cuerpo sera el referente de la expresin planeta X, diferente del sentido de la misma expresin, como lo prueba el hecho de que a ese mismo referente podra mencionarlo con otra expresin de diferente sentido: el planeta descubierto por el cientfico Tal. Ahora bien, si un da se descubre que el astrnomo Tal se ha equivocado y no existe el planeta X, habra que decir que la expresin el planeta X tiene sentido pero no referente. Pero mientras se creyera en la existencia de ese planeta, ese cuerpo celeste postulado sera el referente de esa expresin. Al respecto, Eco propone la nocin de unidad cultural. l afirma que una unidad cultural es una entidad que una sociedad determinada, en un momento determinado, considera como unidad existente, como objeto que existe, de tipo material, afectivo, psicolgico. Por ejemplo, la ballena como animal demonaco es una unidad cultural propia de la antigedad, ms especficamente de la Edad Media.
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Otro ejemplo muy claro que da Eco es el de la estrella matutina y la estrella vespertina: esa estrella que se ve desaparecer en ltimo trmino durante la maana, y aqulla que es la primera en aparecer al atardecer. Son dos unidades culturales de nuestra sociedad, por lo menos para mucha gente. En realidad, el referente de esos signos es el mismo: se trata del planeta Venus, que tambin es, a la vez, una unidad cultural. Sobre este planeta, por otra parte, no conocemos ms que lo que hemos ledo en los textos. Todas estas son unidades culturales de nuestra sociedad, que existen con tanta fuerza como silla, mesa, amor. Tienen la misma fuerza existencial, pero no son el referente. Lo que importa es que creamos que tienen existencia en s. En fin, entonces, frente a la relacin de dos elementos de Saussure tenemos una serie de concepciones que se basan en una relacin de a tres, una especie de tringulo amoroso semitico, planteadas por estudiosos que en algunos casos son contemporneos de Saussure, o casi, como Peirce y Frege (dos lgicos del siglo XIX) y a veces un poco posteriores, como Ogden y Richards (trabajaron en los aos 20).
Antes de continuar, vamos a detenernos un poco en la teora del signo de Charles S. Peirce. Peirce fue un filsofo norteamericano, que vivi a fines del siglo pasado y comienzos del XX, en EEUU. Con una rigurosa formacin en matemticas y qumica, se dedic a los estudios filosficos, en especial, lgicos. En su obra parte de Kant, y desarrolla una teora del conocimiento. Le interesa explicar cmo opera el conocimiento cientfico. Cul es el planteo que hace Peirce con respecto a la realidad? Afirma que la realidad tiene una categora de existencia diferente a la categora de existencia que tiene nuestro pensamiento. Nuestro pensamiento es un evento mental, psicolgico, social, lgico. La capacidad sgnica del hombre es lgica. La existencia de la realidad es de una clase y la existencia de nuestro mundo interior es otra, mental. Ese mundo exterior nos estimula con millones de estmulos por minuto. De ese bombardeo de estmulos nuestro aparato perceptivo capta una mnima parte, nada ms. Hay sonidos que no escuchamos, ondas de luz que no vemos. De esta realidad externa hacemos una seleccin, ya estamos condicionados por nuestro fsico, nuestro aparato perceptivo. Pero adems de esta seleccin condicionada por nuestros sentidos muy limitados, conjuntamente vamos construyendo (en el sentido en que usa este trmino Piaget) la imagen de la realidad por medio de escorzos. Qu quiere decir esto? No percibimos la realidad en su totalidad sino por partes, en determinados aspectos. Por hbito, mediante la reiteracin de experiencias, conceptualmente tengo en mi mente una imagen de la realidad. Pero nuestro conocimiento avanza en etapas, mediante conocimientos
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parciales, jams absolutos, del objeto. Simplificando mucho la cuestin: Pensemos en un ser humano. Puedo conocerlo en su totalidad? Estoy hablando del ser humano como objeto de estudio. Evidentemente, no. Slo conocer aspectos. Ustedes me conocen a m como docente, pero adems de docente soy madre, esposa, hija. A ustedes los conozco como estudiantes, pero adems son novios, trabajadores, hijos, padres, etc. Ni siquiera a m misma me puedo conocer totalmente, porque hay situaciones lmite en las cuales no s a ciencia cierta cmo podra llegar a reaccionar. Siempre hay aspectos que se nos escapan. Nadie puede conocer totalmente al otro. Ese aspecto que vamos tomando en cuenta de un objeto de la realidad, aspecto siempre parcial, Peirce lo denomina OBJETO INMEDIATO. A la realidad en s misma la denomina OBJETO DINAMICO. Esa realidad en si misma es incognoscible en su totalidad. Se la conoce por escorzos. Vamos aproximndonos, conociendo aspectos. Mi conocimiento es siempre parcial, sujeto a una instancia temporal. Sobre la fsica, la biologa, la matemticas, la ciberntica, la inteligencia artificial, acerca de las estrellas, el universo, los fenmenos sociales, se puede decir que se conoce todo HASTA HOY. Probablemente dentro de 100 aos haya nuevos conocimientos. El objeto inmediato se manifiesta mediante un REPRESENTAMEN, se corporeiza por medio de una palabra, una imagen, un gesto. Peirce no est analizando el signo lingstico sino todo aquello que puede funcionar como signo. El representamen es, con mucha cautela, algo as como el significante de Saussure. Es algo que se puede percibir, sentir: ver, oler, tocar, etc. Ese aspecto que tomo en cuenta, el objeto inmediato y el representamen que ese objeto inmediato determina estn relacionados porque existe un INTERPRETANTE. El interpretante es la instancia del significado. Un interpretante es a su vez otro representamen que forma parte de otra trada. Veamos un ejemplo concreto. Supongamos que estoy frente a una persona y, tomando en cuenta uno de sus aspectos, digo que es una profesora. Ese es un representamen (un conjunto de sonidos) que se relaciona con la idea, con el aspecto que tom en cuenta, gracias a que existe un interpretante: "persona que ensea", que a su vez es otro representamen que se relaciona con otro objeto inmediato (diferente del anterior, aqu hay explcita una accin, por ejemplo). Cada interpretante tiene materialidad, es percep- tible, es a su vez un representamen que requiere de otro interpretante. Cada interpretante en tanto representamen constituye una nueva trada semisica, que va "cercando, acotando" el objeto dinmico, sin llegar nunca a tocarlo. Un interpretante es un signo ms desarrollado. Puede ser una descripcin cientfica, una acepcin cotidiana o vulgar, un dibujo, una foto, un texto cientfico... Para Peirce, una teora cientfica es un signo (el
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concepto de signo va mucho ms all de la nocin de palabra o morfema de Saussure). As entendida, la misma teora de Peirce es un interpretante de la teora de Kant, en la medida en que Peirce toma algunos de sus elementos, desecha o refuta otros, reformula otros ms. Asimismo, la teora de Galileo Galilei es un interpretante de la teora de Coprnico, por ejemplo. Las tradas semisicas se van desplegando alrededor del objeto dinmico, presentando las diversas facetas, sin agotarlo nunca, aunque se puede hablar de interpretantes finales provisorios. El interpretante final absoluto es una utopa de un futuro indefinido, al que se llegar cuando los cientficos se pongan de acuerdo. Esta relacin que se plantea entre las tradas que conforman algo as como eslabones de una cadena, sin comienzo ni fin, es lo que Peirce denomina "semiosis ilimitada". De esta manera el significado de un trmino es en realidad la suma de tradas que se van asociando alrededor del objeto dinmico. Es claro as que no podemos conocer sin los signos. Conocemos aquello que significamos, aunque no por eso esta teora niega la existencia de otra realidad mayor. Pero si no la conocemos en absoluto, nada podemos decir de ella. Es en este sentido que Peirce afirma que existe slo lo que conocemos. No porque nuestro conocimiento agregue o quite un pice a la realidad, sino porque lisa y llanamente, acerca de lo que nada conocemos en absoluto ni siquiera podemos predicar su existencia. En consecuencia, la cadena semisica parte siempre de un objeto conocido; no se puede hablar de lo desconocido. La semiosis desarrolla el conocimiento, no lo crea, siempre a partir de un objeto conocido. En esta concepcin del signo se cuela la realidad. Aqu, el representamen est determinado por el objeto inmediato, que es a su vez un escorzo de la realidad u objeto dinmico. La lengua no es una abstraccin desligada de los referentes, sino que el referente determina de alguna manera al signo: al representamen y en consecuencia al interpretante.
3ER. PROBLEMA: CMO SE RELACIONA LA ESTRUCTURA DE LA LENGUA CON LA ESTRUCTURA SOCIAL, CON LOS PROCESOS SOCIALES? LA LENGUA REFLEJA LA SOCIEDAD, LA LENGUA CREA LA MANERA DE VER EL MUNDO?
Bien, si qued ms o menos clara esta concepcin del signo tridico de Peirce y el hecho de que el significado no es el referente, vamos a profundizar un poco ms en este tema de la relacin entre la lengua y la sociedad, los procesos sociales, las bases y las superestructuras. Este problema est ntimamente ligado al segundo, a la relacin entre signo y referente. Se trata de ver precisamente si al analizar cualquier tipo de mensaje social se debe ignorar el referente y analizar los signos en s mismos, sin salir del sistema
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que integran, o bien debe considerarse la relacin con el mundo. Es decir, se debe encarar de alguna manera la relacin de los signos con las cosas, del universo de lo simblico con el universo de lo material y con el universo de la ideologa?. Esta cuestin no es inocente ms que en apariencia. Ha estado en el centro de la discusin ideolgica del pensamiento moderno y de uno u otra manera se han ocupado de ella casi todos los filsofos y todos los estudiosos de semntica filosfica o lingstica. Las distintas posiciones tomadas en este campo han sido motivo concreto de discriminacin y proscripcin de innumerables pensadores, tanto de parte del maccartismo occidental como del dogmatismo burocrtico en los pases socialistas. Por qu tanto escndalo? Aclaremos un poco el camino. Un aspecto de la cuestin tiene que ver con la respuesta que se da a la siguiente pregunta: De dnde salen los signos? Por qu cosas est determinado el sistema simblico de una sociedad? Un sistema simblico es precisamente la puesta en relacin de un conjunto de significados con un conjunto de formas significantes, sean stas sonidos, imgenes, comportamientos, objetos, instituciones, mitos, etc. Todo el funcionamiento social se expresa en sistemas simblicos: en el sistema jurdico, decidir que tal comportamiento es un delito significa atribuirle determinado significado a determinada forma. Tambin lo es asociar los sonidos que forman la palabra "indulto" con determinada configuracin de semas. Decidir si una ley, un programa de televisin, una pintura, son buenos, bellos, verdaderos, es tambin atribuirles un significado. Antes de decidir si algo responde o no al "bien pblico", al "ser nacional", primero hay que describir los rasgos semnticos asociados con esa expresin. Despus del descubrimiento de Amrica, resolver si los indios tenan alma o no quera decir ver si en la configuracin smica de su significado entraba el sema "humano". La atribucin de significados es un mecanismo fundamental para el funcionamiento social. De lo que se trata ahora es ver por qu los hombres atribuyen determinados significados y no otros. Frente a esta cuestin existen, muy simplificadamente, dos grandes corrientes: a) La postura idealista: en general quienes se inscriben en esta posicin se inclinan por la preeminencia de las "ideas" por sobre la "materia". Grosso modo, podemos decir que consideran que la manera de interpretar el mundo depende de un principio universal (Dios, el Absoluto, la Racionalidad, la Belleza...), el cual determina tanto la mente del hombre como la estructura del mundo. O bien consideran que los sistemas de representacin del mundo estn regidos por alguna lgica interna, por sus propias leyes que delimitan los significados por oposicin de unos con otros (el caso del estructuralismo, por ejemplo). O bien consideran que la pregunta carece de sentido, ya que slo podemos conocer lo que pasa dentro de nuestra mente, y no hay forma de saber qu pasa fuera de ella.
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b) La postura materialista: en general quienes sostienen esta postura afirman que existe un mundo objetivo fuera de la mente del hombre y que es el estado de cosas realmente existente en el mundo el que determina nuestra forma de pensar. En la formulacin de Marx: es la realidad la que determina la conciencia y no la conciencia la que determina la realidad. Para el materialismo dialctico en particular, el pensamiento de los hombres est determinado por las condiciones materiales de vida. A medida que, por la actividad humana, cambian esas condiciones materiales, se produce una contradiccin entre esa realidad y la forma de representarla simblicamente, comienzan a aparecer nuevas maneras de pensar, es decir, nuevas representaciones, que entran en conflicto con las viejas y terminan por superarlas dialcticamente. Esto implica que todo significado es histrico. Es evidente que esta discusin no es tan terica como parece y tiene efectos prcticos sobre la actividad social. Para un pensamiento revolucionario que pretenda transformar la realidad es fundamental plantear que las formas simblicas con las que los hombres interpretan esa realidad son histricas, propias de un momento y un lugar, vinculadas a un estado determinado de las cosas, y que cambian cada vez que cambian las condiciones materiales. Para un pensamiento conservador, en cambio, es importante afirmar la existencia de principios universales y eternos que justifican la manera en que se piensa acerca del estado de cosas existente en el mundo. Desde un punto de vista ms semitico el punto de vista del materialismo dialctico se plasma en la teora del reflejo de Lenin, que afirma que el conocimiento es el reflejo del mundo objetivo y, por lo tanto, que todos los productos de la actividad simblica los signos-, son el reflejo del objeto en la conciencia. Ahora bien, hay que decir que los desarrollos concretos de esta teora han derivado, en la mayor parte de las veces, en aplicaciones dogmticas, mecanicistas y no dialcticas. Algunos problemas fundamentales que se dan al respecto los plantea Adam Schaff en el texto que ustedes tienen Lenguaje y Realidad (a continuacin del texto de Voloshinov). Vamos a sealar aqu dos aspectos: a.- El reflejo del objeto en la conciencia, es decir, nuestro famoso significado del signo, suele concebirse como un acto simple, inmediato. Aqu est el objeto, bien determinadito, y aqu est la conciencia, que no tiene ms que hacer que reflejarlo como un espejo. Esta concepcin de la conciencia como cera virgen en la que las cosas dejan su huella termina pareciendo ms bien propia de la filosofa medieval. En realidad el proceso del conocimiento parece que no es una cosa tan simple. Piaget sostiene que los conceptos de las cosas, nuestra imagen de ellas, se construyen paso a paso a partir de una capacidad perceptiva biolgica muy limitada, y por medio de nuestra accin sobre ellas.
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Para poner un ejemplo muy simple, piensen que nosotros nunca vemos una cosa en su totalidad, slo un escorzo (cf. Peirce), una parte de ella que depende del punto de vista desde el que la miramos. Sin embargo, conceptualmente tenemos en la mente la cosa completa y actuamos de acuerdo con las expectativas pertinentes. Por ejemplo, veo una mesa: pero lo que veo en realidad es un escorzo de su plano superior y dos patas, cuando mucho tres. Sin embargo, mi imagen de la mesa tiene cuatro patas. Por eso voy confiadamente y apoyo mis cosas en ella. Esa imagen la he construido a partir de muchas experiencias con objetos similares que se han ido sedimentando y han terminado por producir la conservacin de una imagen estabilizada. Ya no necesito ahora dar la vuelta alrededor de esa silla para ver cmo es por detrs. Es ms, ni siquiera necesito ver la silla para saber cmo est hecha, tengo una imagen mental de ella. Lo que importa destacar entonces es que los conceptos de las cosas, que son en ltima instancia los significados de los signos, son algo complejo, construido poco a poco. Son algo as como la estratificacin de muchsimas imgenes y experiencias. Nuestra representacin del mundo es una construccin de lo real que abarca desde los niveles inferiores de actividad prctica hasta niveles superiores, ms abstractos, ms distantes de la prctica perceptiva inmediata, en los que se forman los esquemas perceptuales con los que nos representamos, por ejemplo, las instituciones sociales. El significado de palabras como democracia, injusticia, comercio, etc., son construcciones de este tipo. Por eso es necesario tomar en cuenta el espesor del significado: una enorme estratificacin de experiencias interconectadas -puesto que en cada experiencia una cosa puede relacionarse con otras diferentes-, de las cuales llamamos cada vez a la conciencia slo aquellas que nos son necesaria en cada ocasin. Dicho en trminos ms semiticos, el significado sera una estratificacin virtual de denotaciones y connotaciones que apuntan a campos semnticos diferentes, de las cuales slo se actualizan las pertinentes al contexto y a las circunstancias. b.- El otro problema de muchas aplicaciones de la teora del reflejo es que, si bien todos aclaran que por objeto no hay que entender slo los objetos naturales sino tambin los productos de la actividad humana, entre ellos los productos de la actividad simblica, no se sacan de este hecho todas las consecuencias que se deberan sacar. Como vimos, los hombres, en el curso de su actividad social, van construyendo sus representaciones del mundo. Pero, al mismo tiempo, van objetivando, es decir, sacando afuera, dando existencia exterior, fuera de la mente, a esas imgenes. Y eso constituye, precisamente, el proceso de comunicacin. Para esa objetivacin se crean sistemas especficos de signos como el lenguaje, el dibujo, la
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msica, las instituciones que regulan la vida social, etc. O, como ya vimos, se atribuyen significados a toda clase de objetos. Esas representaciones del mundo, una vez objetivadas en signos, se transforman a su vez en objetos (es decir, en referentes) de nuevas representaciones (es decir, de nuevos significados); y stos a su vez, en nuevos signos, y as sucesivamente. De manera que el proceso semitico social est constituido, infinitamente, por signos de signos. Esto no quiere decir, entendamos bien, cortar los lazos de las representaciones con el mundo objetivo. Las condiciones materiales, por lo menos desde mi punto de vista, estn en la base de todo el proceso semitico y reclaman de l cierta adecuacin. Aunque haya momentos en la historia en los que parece que el universo de los smbolos, por decirlo de alguna manera se despega de la realidad, yo creo que cuando el conflicto es muy grande se termina produciendo una fractura de ese universo y aparecen nuevas interpretaciones que dan cuenta ms fielmente del estado de cosas real. Son los momentos histricos en los que se configuran las nuevas grandes interpretaciones que dan cuenta ms fielmente del estado de cosas real. Son los momentos histricos en los que se configuran las nuevas grandes interpretaciones globales del mundo: el humanismo italiano del s. XV, el iluminismo francs del s. XVIII, el marxismo del s. XIX, etc. En esos momentos, bajo el impulso del cambio de las condiciones materiales se producen verdaderas revoluciones semnticas, en el sentido que cambia todo el sistema de los significados, o, mejor dicho, que la acumulacin de los cambios de significado que se venan dando ininterrumpidamente en la historia se resuelve en una nueva interpretacin global. Pero volviendo a la circulacin de los signos en el proceso semitico social, el hecho de que los signos se transformen permanentemente en objetos referentes de nuevos signos produce, podramos decir, algo parecido al rebote de un reflejo en una serie mltiple de espejos, con las consiguientes contradicciones en la imagen. Piensen que si una figura se refleja en diferentes espejos puestos a su alrededor, en uno aparecer de frente, en otro de espaldas, en otro de tres cuartos, en otro desde arriba, etc. En todos, adems, se sumar el reflejo de los otros espejos enfrentados. De manera que es ingenuo esperar que el reflejo del mundo objetivo en las formas sgnicas sea un calco directo de los objetos. Por el contrario, registrar las diferencias y hasta las contradicciones que surgen de las distintas situaciones en el mundo. Tambin es ingenuo esperar que la diferente situacin en el mundo de cada sector social d una imagen directa del mundo visto desde ese punto de vista. En realidad, las imgenes del mundo de cada sector social tambin reflejan, integran en parte, las imgenes de otros sectores, incluyndolas, transformndolas en una imagen diferente. El no tener en cuenta esta verdadera dialctica de las
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representaciones sociales del mundo objetivo ha llevado a posiciones tan aberrantes como la de proponer para el arte un realismo socialista, entendido como una representacin fidedigna de rollizas campesinas postrevolucionarias, o como la bsqueda en los productos simblicos de todo tipo del reflejo fiel de la situacin social. Incluso se lleg al absurdo de que el propio Stalin, llamado a opinar sobre las relaciones de la lengua y la sociedad, afirmara sorprendentemente que en realidad despus de la revolucin se haba comprobado que la lengua no reflejaba la sociedad porque haba seguido sin muchas variaciones despus del cambio poltico. Seguramente esperaba que despus de la Revolucin todos los ncleos gramaticales se transformaran en modificadores y viceversa Naturalmente esto significa entender el reflejo de una manera mecnica y, al mismo tiempo, no percibir la verdadera dialctica del cambio lingstico que se da, precisamente, en las sucesivas estratificaciones del significado que se suman unas a otras, pero que, simultneamente, transforman cada signo en algo nuevo. ************************************************** ANEXO: UN EJEMPLO DEL VALOR CONNOTADOR DE LA SINTAXIS Un mensaje imperial de Franz Kafka "El emperador -as dicen- te ha enviado a ti, el solitario, el ms msero de sus sbditos, la sombra que ha huido a la ms lejana lejana, microscpica ante el sol imperial; justamente a ti, el emperador te ha enviado un mensaje desde su lecho de muerte. Hizo arrodillar al mensajero junto a su lecho y le susurr el mensaje en el odo: tan importante le pareca que se lo hizo repetir en su propio odo. Asintiendo con la cabeza, corrobor la exactitud de la repeticin. Y ante la muchedumbre reunida para contemplar su muerte -todas las paredes haban sido derribadas, y sobre la amplia y elevada curva de la gran escalinata formaban un crculo los grandes del Imperio-, ante todos, orden al mensajero que partiera. El mensajero parti en el acto; un hombre robusto e incansable; extendiendo ora este brazo, ora el otro, se abre paso a travs de la multitud; cuando encuentra un obstculo se seala sobre el pecho el signo del sol; adelanta mucho ms fcilmente que ningn otro. Pero la multitud es muy grande; sus alojamientos son infinitos. Si ante l se abriera el campo libre, cmo volara, qu pronto oirais el glorioso sonido de sus puos contra tu puerta. Pero en cambio, qu intiles son sus esfuerzos; todava est abrindose paso a travs de las cmaras del palacio central; no terminar de atravesarla nunca; y si terminara, no habra adelantado mucho; todava tendra que esforzarse para descender las escaleras; y si lo consiguiera, no habra adelantado mucho; tendra que cruzar los patios; y despus de los patios el segundo palacio circundante; y nuevamente las escaleras y los patios; y nuevamente un palacio; y as durante miles de aos; y cuando finalmente atravesara la ltima puerta -pero esto nunca, nunca puede suceder-, todava le faltara cruzar la capital, el centro del mundo, donde su escoria se amontona prodigiosamente. Nadie podra abrirse paso a
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travs de ella, y menos todava con el mensaje de un muerto. Pero t te sientas junto a tu ventana y te lo imaginas cuando cae la noche. ()" Existen varias formas literarias de reflejar la realidad. La primera y ms sencilla es hacerlo de modo literal, tal como hacan con salvedades- Gustave Flaubert, Benito Prez Galds, Honor de Balzac y otros grandes escritores realistas del siglo XIX. Pero tambin puede hacerse de forma expresionista y simblica, de tal suerte que, lo que parece ser una fantasa, resulta un retrato certero y agudo de aqulla. Y, cuando lo que se pretende mostrar es un mundo y una sociedad que se consideran absurdos y asfixiantes, esta ltima forma resulta ms apropiada, pues, al exagerar determinados rasgos y cubrirlos de un halo simblico, se obliga al lector a potenciar su capacidad de comprensin y, as, captar mejor el mensaje que el autor trata de trasladarle. Precisamente ste es el mtodo compositivo del checo Franz Kafka (Praga, 1883-1924), novelista extraordinario que reflexiona en sus obras sobre la crisis existencial del hombre en el mundo moderno con una lucidez y originalidad que lo han elevado a la categora de cuasi-mito literario. Y, por si ello fuera poco, actor principal en la renovacin de las tcnicas narrativas que se produjo a principios del siglo XX. Para darse cuenta de ello, basta leer La metamorfosis, protagonizada por Gregor Samzsa, cuya transformacin repentina en una criatura monstruosa de la que todos huyen simboliza, probablemente, la soledad del ser humano. O El proceso, cuyo protagonista Joseph K.- se ve sometido a juicio sin saber nunca de que se le acusa y que evidencia la impotencia del ciudadano ante la enorme maquinaria del Estado moderno. O -por citar tambin su tercera gran novela- El castillo, soberbia crtica del aparato burocrtico. Todas estas obras muestran una visin simblica y alucinante del malestar vital del hombre contemporneo que desembocara, tras la Segunda Guerra Mundial en el llamado Existencialismo.
Como estas novelas, el breve relato Un mensaje imperial satiriza el gigantesco engranaje del Estado que subyuga al ciudadano. Un emperador moribundo encarga a uno de sus correos llevar un mensaje a los confines de sus tierras. Pero, cuando ste parte, tan slo recorrer una sala tras otra y luego nuevos palacios pero jams llegar a su destino. Bajo la inocente apariencia de una fantasa, lo que Kafka muestra en este cuento es la crtica a la burocracia estatal moderna, un gigantesco edificio que el ciudadano recorre sin llegar nunca a poder satisfacer su demanda, una enorme organizacin contra la que el hombre choca una y otra vez. Otra interpretacin posible es la variante teleolgica: el hombre nunca alcanza los fines que se propone, la cima de sus deseos. A lo largo de su vida espera en vano la felicidad, la realizacin en plenitud, a Dios... Es como los personajes de "Esperando a Godot", de Beckett, obra cuya trama -que intencionalmente no tiene ningn hecho relevante y es altamente repetitiva-, simboliza el tedio y la carencia de significado de la vida humana, marcada por una espera que no tiene fin y que no se resuelve nunca, tema recurrente del existencialismo. Los dos personajes de Beckett, as como el lector a quien Kafka introduce en su frase final, viven la espera como parte de su naturaleza. Una espera que nunca culminar con xito. Cualquiera sea la interpretacin, es evidente el agobio que genera el relato. Agobio que se logra no slo a nivel denotativo, sino -y dira, especialmente-, gracias a la construccin sintctica de las oraciones, que se expanden y prolongan mediante yuxtaposiciones, inclusin de oraciones subordinadas en oraciones subordinadas, enumeraciones, reiteraciones de los elementos sintcticos que se pierden en el frrago de la expansin sintctica. Este tipo de sintaxis acompaa el significado denotado del texto, en forma totalmente acorde con el mensaje que Kafka trata de transmitir. Como ejemplo, analicemos la primera oracin:
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"El emperador -as dicen- te ha enviado a ti, el solitario, el ms msero de sus sbditos, la sombra que ha huido a la ms lejana lejana, microscpica ante el sol imperial; justamente a ti, el emperador te ha enviado un mensaje desde su lecho de muerte" El tema, primer elemento experiencial, es el sujeto sintctico, agente del proceso de enviar. Ntese que el proceso de enviar determina dos participantes: quien enva y lo que es enviado, es decir, es un verbo transitivo que selecciona un objeto directo. Si bien la oracin se inicia en forma no marcada, inmediatamente luego del sujeto, en lugar de continuar con el verbo y el objeto directo, se introduce una oracin parenttica ("as dicen"), que retarda el ritmo del relato. Luego del verbo contina un orden normal, con el objeto indirecto pronominal ("te"). Pero este objeto est duplicado por la construccin con preposicin "a ti" (tambin OI), que incluye no slo un trmino ("ti") pronominal, sino que se expande con sucesivas aposiciones yuxtapuestas: "ti" = "el solitario / el ms msero de sus sbditos / la sombra que ha huido a la ms lejana lejana, microscpica ante el sol imperial" Y el ncleo de una de esas aposiciones, "la sombra" es modificado a su vez por una oracin subordinada con valor adjetivo: "que ha huido a la ms lejana lejana"; y por un modificador adjetivo "microscpica", que a su vez es modificado por una construccin con preposicin ("ante el sol imperial"). Y a esta altura de la construccin, cuando ya se espera el objeto directo -es decir, qu es lo que me ha enviado el emperador (ntese que la segunda persona ha incluido al lector)-, se reitera el OI ("a ti") focalizado con un "justamente"; y nuevamente se retoma el sujeto inicial -"el emperador"-, perdido por la expansin de la oracin; y nuevamente el objeto indirecto "a ti", y recin ahora aparece el objeto directo anunciado por el verbo transitivo: "un mensaje"; para finalizar con el circunstancial de lugar, "desde su lecho de muerte". Si el texto simboliza la imposibilidad de alcanzar una meta -sea ya por la burocracia, ya por la naturaleza misma del ser humano-, evidentemente la sintaxis no se queda atrs y acompaa a nivel de la connotacin esa dificultad para avanzar, contribuyendo a la atmsfera asfixiante del relato.