5 Arte Rupestre en La Provincia de Catamarca
5 Arte Rupestre en La Provincia de Catamarca
5 Arte Rupestre en La Provincia de Catamarca
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Consultado el: 3/02/07
EL ARTE RUPESTRE EN LA PROVINCIA DE CATAMARCA
GOBIERNO DE LA
PROVINCIA DE
CATAMARCA
Direccin de Patrimonio
Cultural
Departamento de
Gestin del Patrimonio
Arqueolgico y
Paleontolgico
1. Introduccin
El arte rupestre es uno de los componentes del registro arqueolgico, fue y
sigue siendo abordado como un interrogante especial por muchos
investigadores. La nueva propuesta apunta a su estudio como una evidencia
ms, como cualquier tecnofactura, sus antecedentes pioneros se deben a
Gradn quien intent la primera sistematizacin en el arte rupestre (ver
bibliografa) y a partir de l un grupo numeroso de investigadores dedicados a
esta temtica han armado este nuevo encuadre al que hago referencia.
Al presente subsiste la brecha, por un lado un grupo numeroso de
rupestrlogos, segn palabra acuada por Schobinger hace varios aos,
estudian el arte rupestre, dira yo, un poco desglosado del registro
arqueolgico, esto es as por que lo vemos en trabajos, en las reuniones e
incluso en jornadas o congresos especiales dedicados a temas de arte
rupestre.
Por otro lado en las citadas reuniones o en trabajos arqueolgicos de sitios
con arte rupestre, asoma la nueva propuesta, para nuestros intereses
explicativos, hemos elegido dos trabajos representativos, uno de Isabel
Hernndez Llosas que elabora un diseo de investigacin para
representaciones rupestres y otro de Carlos Aschero quien desarrolla una
nueva propuesta para un encuadre arqueolgico del arte rupestre (en ambos
casos ver bibliografa). Hablamos de brecha solo en un sentido figurado, en la
prctica solo las posturas tericas y metodolgicas coexisten en forma pacfica
y la verdad de cada una dir la ltima palabra.
Realmente el arte rupestre es un integrante ms o es algo especial dentro de
las evidencias arqueolgicas?, presenta resonancias especiales no
compartidas con sus congneres?, cuando me encuentro inmerso en el
corazn de La Tunita, veo resonancias especiales pero cuando en el gabinete
debo acceder a su estudio, abordarlo como un integrante ms del registro me
clarifica los conceptos.
Con esto queremos expresar que hasta cierto nivel de anlisis puedo ver como
cualquier tecnofactura, pero un segundo nivel se me aparece con esas
resonancias especiales de que hablaba, dicho en otra forma me resulta difcil
equiparar, por ejemplo una punta de lanza con el personaje del sacrificador de
La Tunita, se me dir que estos son ejemplos aislados, es lgico por que
elucubraciones as me quitaran la posibilidad de acceder a la contrastacin de
hiptesis previamente planteadas.
Pienso que el estudio del arte rupestre seguir planteando problemas de este
formativo.
El arte rupestre del formativo temprano presenta diferencia con los anteriores,
en este momento que predominan las representaciones de la figura humana
con distintos atributos: tocados, objetos, etc., y adems la figura de los
camlidos.
Este esquema parco que presentamos significa un importante avance en el
conocimiento del arte rupestre local, la continuidad de las investigaciones en la
zona, la ampliacin de los estudios hacia otros espacio del oeste provincial
augura promisorias perspectivas.
Corresponde que nos traslademos al este de la provincia, que segn
expresamos es otra regin con abundantes expresiones de arte rupestre. La
ladera oriental de la sierra de Ancasti-El Alto es el reservorio y corresponde a
los departamentos La Paz, Ancasti, El Alto y Santa Rosa. Esta cubierta por la
formacin del bosque del cebil y corresponde a la penetracin de la selva
tucumano-oranense.
La formacin geolgica de la sierra ha permitido que la erosin de distintos
agentes externos durante millones de aos forme aleros, cuevas y distintos
refugios, elegidos por el hombre, en la mayora de los casos, para transitorias
ocupaciones.
Al presente no contamos con estadsticas que nos informen sobre la cantidad
de refugios de ste tipo que alberga la ladera, tampoco el nmero de cuevas,
aleros, etc., que presentan testimonios de ocupaciones humanas, por nuestra
experiencia personal en el terreno solo podemos decir que son numerosas y
se localizan a lo largo de la sierra en espacios de los cuatros departamentos
del este de nuestra provincia.
Existe un predominio casi total de pinturas sobre los grabados, una variedad
de expresiones pictricas que abruma, un ambiente especial que lo da el
bosque del cebil con la presencia de dos plantas alucingenas relacionadas
con practicas shamnicas: el cebil y el cactus San Pedro, y por si esto fuera
poco tenemos La Tunita un centro nico y especial de arte rupestre.
Esta regin careci de investigaciones sistemticas por mucho tiempo, el
inters arqueolgico apuntaba a trabajos en los yacimientos de las restantes
reas provinciales, especialmente los valles del oeste a los que se agrega con
posterioridad la zona punea.
Por otro lado el registro arqueolgico de la ladera oriental de la sierra de
Ancasti-El Alto no ofrece la cantidad y variedad de indicadores que
encontramos en los otros ambientes, predomina notablemente el arte rupestre
y al presente carecemos de indicios que orienten a la presencia de
asentamientos importantes y permanentes, es como si los antiguos pobladores
hubieran estado en la regin en forma transitoria con objetivos precisos,
manejndose desde otros lados.
Un pionero en recorrer la zona fue ngel B. Segura, quien a partir de 1964
comienza a sistematizar sus relevamientos de arte rupestre del sitio Campos
de las Piedras, Dpto. Ancasti, en 1966 realiza labores similares en el Campo
de El Algarrobal, Dpto. El Alto y en 1968 en Ampolla, Dpto. Santa Rosa. La
ultima publicacin de Segura, describe las pictografas del sitio de La
Candelaria en el Dpto. Ancasti, en 1988.