El documento discute la necesidad de encontrar un sentido más profundo a la vida humana más allá de la mera subsistencia y la rutina. Plantea que para comprender plenamente al ser humano es necesario compartir su vida en toda su realidad, incluyendo sus dificultades. Muchas personas viven atrapadas en la desesperación de una existencia carente de esperanza, significado o contemplación, definida sólo por el trabajo y la lucha diaria por la supervivencia. Se requiere una mayor preocupación y simpatía por la realidad de cada persona para ayudar
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El documento discute la necesidad de encontrar un sentido más profundo a la vida humana más allá de la mera subsistencia y la rutina. Plantea que para comprender plenamente al ser humano es necesario compartir su vida en toda su realidad, incluyendo sus dificultades. Muchas personas viven atrapadas en la desesperación de una existencia carente de esperanza, significado o contemplación, definida sólo por el trabajo y la lucha diaria por la supervivencia. Se requiere una mayor preocupación y simpatía por la realidad de cada persona para ayudar
El documento discute la necesidad de encontrar un sentido más profundo a la vida humana más allá de la mera subsistencia y la rutina. Plantea que para comprender plenamente al ser humano es necesario compartir su vida en toda su realidad, incluyendo sus dificultades. Muchas personas viven atrapadas en la desesperación de una existencia carente de esperanza, significado o contemplación, definida sólo por el trabajo y la lucha diaria por la supervivencia. Se requiere una mayor preocupación y simpatía por la realidad de cada persona para ayudar
El documento discute la necesidad de encontrar un sentido más profundo a la vida humana más allá de la mera subsistencia y la rutina. Plantea que para comprender plenamente al ser humano es necesario compartir su vida en toda su realidad, incluyendo sus dificultades. Muchas personas viven atrapadas en la desesperación de una existencia carente de esperanza, significado o contemplación, definida sólo por el trabajo y la lucha diaria por la supervivencia. Se requiere una mayor preocupación y simpatía por la realidad de cada persona para ayudar
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Algunos dicen a la vida "eres digna de ser conocida" y no "eres digna
de ser vivida". El hombre terico no vive ms que por y para el
conocimiento pero, sin embargo, la cultura no es una coleccin de ideas abstractas sino una manera de vivir, un sentimiento y un estilo de vida. A veces, nos olvidamos que, para comprender al hombre, es necesario compartir su vida hasta las heces. El pensamiento, la cultura, necesitan un anclaje en lo humano. Lo sistemtico, lo especulativo, lo terico, an en su autonoma, deben, en forma mediata o inmediata, ser respuesta que encamine a los hombres. Urge una gran simpata con la realidad del hombre, de cada hombre. Este ser que es el hombre vive en un mundo que es el de las cosas y el de los hombres. Ese mundo es nuestro mundo, aunque a veces nos resulte inhspito o extrao, ya que nos condiciona. Pero lo que nos caracteriza en l no es el estar sino la manera de estar. El mundo es el lugar del encuentro y la responsabilidad, aun cuando ofrece riesgos. Tiene, por lo mismo, un carcter mediativo, en la posibilidad de un estar hospitalario, descubierto en la contemplacin de nuestro ser personal, que siendo corporal se realiza en el espacio y el tiempo, en la historia. Ser en el mundo significa vivir la realidad en la historia y descubrir all lo permanente. Significa no vivir el nivel de lo abstracto, sino la realidad concreta de los hombres, en ntima simpata con su esperanza y su dolor y, en medio de ella, descubrir lo trascendente. Por lo mismo significa, tambin, capacidad para elevarse ms all de lo inmediato, descubriendo su carcter mediativo, que impide toda apropiacin absoluta. Es por eso que, en la historia de cada da, se escribe para cada hombre, su destino trascendente o su "modo de aburrimiento" en la rutina de un activismo desesperado por poseer, en la repeticin de los actos de cada da, todos iguales, da a da, semana a semana, en la desesperacin de das sin esperanza, todos ellos sin vislumbrar un sentido ms all de ellos mismos y del consumo de su tiempo.
Desde all es necesario que nos preguntemos qu sentido tiene,
hacia dnde apunta, la vida de los hombres y no slo de aquellos que parecen poder ser capaces de pregunta, sino la de los miles de seres hacinados, intentando slo vivir. Y no me pregunto por el trabajador de una oficina, el obrero que acarrea hora tras hora una carretilla de ripio con un ritmo siempre igual, la dependiente un negocio o el garzn de un restaurante. Es necesario mirar ms all y descubrir en su ser al que vende unos limones sueltos a la entrada de una feria o un paquete de pastillas en el bus, cuida un auto, acarrea paquetes en el mercado o espera botes en una caleta para subirlos sacndolos del mar... Dnde est all el sentido? Dnde la contemplacin y el gozo en el hambre mil veces acumulada del que espera vivir? El tiempo se aturde en horas de trabajo sin tiempo, en la esperanza de un imposible fin de semana aturdido en el juego, el alcohol, la TV, la convivencia promiscua... Ms all, dormir para poder vivir" otro da ms. El hambre, la promiscuidad, la desorbitante explosin demogrfica, que repleta con "remedos" de hombre" (perdn!) hambrientos, pauprrimos, las rutas de los pueblos pobres, mientras otros son sometidos a la esclavitud de la migracin, impiden cultivar sus atributos espirituales, que se esfuman en el urgido trfico y cansancio, en busca del tantas veces difcil "pan de cada da La falta de los ms indispensables medios para mantener una elemental dignidad, de miles de millones de seres sin destino, dificulta que salgan del subdesarrollo intelectual e impide que logren la mnima condicin de dignidad espiritual a que todos tienen derecho, en la esperanza de un maana menos doloroso, que hoy se muestra incierto y hurfano de amor para nuevas generaciones. Sin embargo, a ello se suman otras formas de aturdimiento, menos violentas, pero no por ello menos dolorosas: la del que vive su rutina sin sentido de todos los das, sin metas y sin anhelos, la del que todo lo posee y en su afn de posesin no encuentra sentido verdadero y se sabe infeliz en su necesidad de poseer ms... Si somos capaces de verdadera contemplacin en nuestro mirar, tambin podemos
descubrir esos rostros del dolor, el hasto o la rutina, por ejemplo, en
muchachos que, un domingo cualquiera, afirmados fuera de sus casas, al sol, esperan... pues en ellas no tienen interior. Para qu todo nuestro avance si no logramos descubrir y entregar sentido? Todo es un juego de nios si no logramos preguntamos y si no intentamos descubrirlo en nosotros, en nuestro mundo social y, tambin en el mundo de la naturaleza y de las cosas, que es el que mediatiza gran parte de nuestra corporalidad.
El ser del hombre, para Heidegger, es el Dasein (literalmente, ser ah),
o sea el yo mismo, para el cual est siempre en juego su propio ser. Sin embargo, el hombre entregado con los otros a sus quehaceres cotidianos, se olvida de s mismo, sus actos brotan desde fuera de s. Este sujeto de la existencia cotidiana se masifica, se vuelve uno dejando de ser yo. El trmino Dasein expresa la relacin del ser con el hombre y la relacin del hombre con el ser. El ser (Sein) entra en la relacin con el hombre en cuanto, al revelrsele est ah (Da) para el hombre. ste es el Dasein del ser. El hombre es el Da del Sein, es decir, el mbito en que el ser se hace patente. Pero, tambin, el Da del Sein es el mbito en que el hombre es. El Da del Sein es el Da (ah) del hombre. No es una relacin objetiva, pues el hombre llega a ser hombre dentro de la relacin. La palabra Dasein seala el punto en que se cruzan el hombre y el ser. El ser-en-el-mundo es otro modo de ser del hombre. Mundo equivale aqu a horizonte. El mundo es apertura del ser, en cuyo horizonte est la existencia. Este mundo cambia con los cambios en la historia de la relacin del hombre con el ser. Heidegger ha expresado que "el mundo no es lo que es y cmo es por el hombre, pero tampoco puede serlo sin l". El Dasein se temporaliza, si se entiende bien a Heidegger, en el ir a su propio encuentro desde el mundo. El mundo es aquello hacia lo cual y
por lo cual el Dasein se temporaliza, es decir, existe. La expresin por
lo cual anticipa, originariamente, la posibilidad que se determina fcticamente. El proyecto originario de la posibilidad del Dasein es poner-ante-s-mismo el mundo. Ese acontecer del supraproyecto proyectante, en el que se temporaliza el ser del Dasein, es el ser-enel-mundo. El Dasein es lo que configura el mundo. El ente no podra revelarse de ningn modo si no encontrase ocasin de penetrar en su mundo.
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