Confesarse Bien en 5 Pasos
Confesarse Bien en 5 Pasos
Confesarse Bien en 5 Pasos
experimentar esa misericordia infinita en nuestras vidas, viene la pregunta difcil y personal: Y cmo
debo confesarme?, qu debo decirle al Sacerdote?
Digamos de manera sencilla, que el Sacramento de la Reconciliacin es el momento en el que
confesamos individualmente, delante de un Sacerdote, los actos que, con toda libertad, hemos realizado
sabiendo que son malos, que van contra lo establecido en los 10 mandamientos de la Ley de Dios y
aceptndolos conscientemente en nuestras vidas, para recibir una orientacin y una penitencia que
ayuden a enmendar los errores cometidos, acompaados por la fuerza del perdn y la gracia que se
reciben con la absolucin de nuestras culpas. Y as como es el momento de SENTIRSE AMADO, debe
ser un momento que debemos preparar profunda y cuidadosamente. Es por ello que para hacer una
buena confesin, deben seguirse 5 pasos:
1. Examen de conciencia
Para comenzar la preparacin de nuestra confesin, antes de llegar al confesonario, debemos tomarnos
un poco de tiempo para analizar las conductas de nuestra vida y determinar cules son los actos
malos que hemos realizado. Para descubrirlos es este primer paso de la confesin: el examen de
conciencia. Realizar un examen de conciencia requiere de una total disposicin de nuestra vida para
ser cuestionada, as como una total honestidad y sinceridad delante de nosotros mismos y de Dios para
determinar aquello en lo que verdaderamente hemos actuado mal, por ello, antes de comenzar a realizar
este examen, conviene invocar la presencia del Espritu Santo, para que ilumine nuestros pensamientos
y llene de humildad nuestro corazn durante este momento, y ahora s, comenzar el examen de
conciencia, tratando de recordar cada pecado que se ha cometido. Para lograr enlistar nuestros pecados,
deben analizarse fundamentalmente los 10 mandamientos de la Ley de Dios, los 5 mandamientos de la
Santa Madre Iglesia y los 7 pecados capitales, preguntndonos y respondiendo honestamente si hemos
actuado segn lo que en ellos se establece o si no lo hemos hecho. Actualmente existen tambin
exmenes de conciencia a base de preguntas directas, que ayudan a descubrir de manera ms directa y
sencilla nuestros pecados, y stos, son ampliamente recomendables.
2. Dolor de los pecados
Seguramente, luego de enlistar nuestros pecados, nos daremos cuenta de que hemos ofendido a Dios en
muchas maneras, al menos de las que somos conscientes, y viene este segundo paso de manera
espontnea a nuestra alma y a nuestro corazn: el dolor de los pecados, que en realidad es reconocer
que hemos decidido alejarnos libremente de la mano de Dios y que nos avergonzamos y arrepentimos
de corazn de los pecados que hemos cometido, porque con ello hemos negado a Dios el lugar
privilegiado que debera tener en nuestras vidas.
3. Propsito de no volver a pecar
Si verdaderamente amamos, no podemos seguir lastimando al Amado, si Dios nos ha amado y nos ha
perdonado, no podemos ms que amarlo y buscar no ofenderlo ms con nuestras obras. De nada sirve
confesarnos si no queremos mejorar, es cierto, podemos caer de nuevo por debilidad, pero lo
importante es la lucha, no la cada, la firme determinacin de querer rechazar el pecado de nuestras
vidas, ms que dejarnos vencer por el desnimo y creer que nunca dejaremos atrs nuestras debilidades.
Reconociendo que hemos pecado y que hemos ofendido a Dios, en nuestro corazn debe generarse un
propsito de luchar contra aquellas cosas que nos han alejado de l, esto es tener un verdadero
propsito de no volver a pecar.
BIBLIOGRAFA:
Catecismo de la Iglesia Catlica , nn. 980-987; 1114-1134; 1420-1498.