Nosotros Los Municipales
Nosotros Los Municipales
Nosotros Los Municipales
A partir del "Cordobazo", en mayo de 1969, se desarroll en la_ Argentina una marea
social impresionante que conmovi al rgimen sem1colo~1al admm1strado por entonces
por"el Onganiato". Este avance popular se expres, a part1r de ese momento, a trav~s de
estallidos populares espontneos que sacudieron has.ta la~ !?calidades _ms apacibles,
como Malargue y otras similares, donde la democrac1a h1~ocnta del s1stema ~':"pez
a ser reemplazada por formas de demo~racia directa y as1m1sm?, por la a~anc1n de
organizaciones armadas de diverso s1gn~ IdeolgiCO. La clase dommante se v1o obligada
a conceder elecciones, pero a part1r del tnunfo popular del11 de marzo de 1973 se lanz
a la conspiracin como lo reconocerla luego el propio 'Joe' Martfnez de Hoz.
Aquella fue una 'gran oportunidad histrica para la liberacin, pero los antagonismos
internos del movimiento nacional se fueron acrecentando y a ello se sum el fallec1m1ento
de Pern todo lo cual cre condiciones para el golpe del 24 de marzo de 1976. La
oligarqufa atimorizada porque habla percibido que sus privilegios hablan estado a
punto de desaparecer, se lanz a un genocidio brutal, impulsada por su od1o de_ clase
y dispuesta a un bao de sangre para que las osadfas de populares no se rep1!1eran
jams. Lo dems es conocido.
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Fueron muchos los militantes que pagaron con su VIda por haber enarbolado el sueo
de una Argentina igualitaria, autnoma y concertada con el resto de una Amnca
Latina unida y libre. De estos luchadores han sido rescatados algunos pero 111uchos
otros han quedado en la sombra, slo recordados en el cfrculo fn~imo de familiares y
amigos. Los grandes medios de comumcac1n, tan esmerados par~ mformar las ~o!ICiaS
insignificantes, no recogieron los nombres de tantos hombres y mueres que se ugaron
la vida con aquella conviccin de unos versos de Jauretche:
Por eso es necesario rescatarlos del olvido para que sirvan de ejemplo de generosidad y
entrega a lo popular en las luchas por venir.
A veces, he escuchado en los corrillos de los velatorios, con pretensin de filosoffa,
que alguien afirmaba: La muerte nos iguala a lodos. Y otro, agregaba: -fectivamente,
observe usted que en los cementerios, las lpidas son todas elogiosas, como si todos
los muertos hubiesen sido extraordinarios padres y esposos o hijos ejemplares. Pero
eso es falso. Prefiero el comentario de un novelista italiano, Giovanni Mosca, quien
afirma que tambin en la muerte persisten las diferencias sociales: los ricos se mueren
muchas veces, afirma, tantas veces como avisos aparecen en las pginas fnebres de
los peridicos. (Esto sirve a los investigadores para descubrir a cuantas sociedades
annimas estaba ligado el extinto). Agrega Mosca: Algunos mueren 40 50 veces ...
En cambio, los pobres tienen un avisito mfsero de sus deudos y amigos o a veces, ni
siquiera se sabe que murieron. Porque tambin en la muerte subsisten los privilegios de
clase, tanto en esos avisos como en las bvedas lujosas de los cementerios ricos y en
las extensas necrolgicas laudatorias de "La Nacin" cuando se trata de un estanciero,
varn consular" y "ejemplo de argentino" que se pas ta vida parasitando en el lujo,
merced a la explotacin del trabajo ajeno.
Sin embargo, tambin es cierto que esta gente acaudalada slo deja recuerdos en sus
fntimos con motivo de las hijuelas hereditarias y nunca, en cambio, en el afecto profundo
de quien comp-arti un sueo de liberacin, de solidaridad y de igualdad. Estos ltimos,
los annimos, son los que hacen la Patria y abren camino a la verdad y a la justicia.
Por esta razn, he sentido la necesidad de escribir estas lfneas introductorias a- las
historias de trabajadores municipales; docentes, judiciales y tantos otros que feron
vfctimas- de esa barbarie oligrquica que viene de lejos: empez con el envenenamiento
de Moreno y sigui luego con el fusilamiento de Dorrego, las represiones de Mitre, las
torturas a los irigoyenistas en la Dcada Infame, los bombardeos de junio del 55, los
fusilamientos de junio del 56 y culmin en "los desaparecidos" de la ltima dictadura.
Ellos merecen este recuerdo afectuoso y respetuoso, este colocarlos en el lugar de
ejemplos de consecuencia y de amor por la vida. Son ellos, "los de nadie y sin nada",
como dirfa Scalabrini Ortiz, los que hacen la Patria y abren camino a la verdad y a la
justicia. Por eso, este libro resulta muy valioso al rescatar a los compaeros cados en la
lucha y re incorporarlos a las peleas y utopas de hoy, con el mismo compromiso militante
y el mismo proyecto de un mundo donde pueda desarrollarse "el hombre nuevo".
Norberto
Galasso
Lo que ocurri en la Ciudad de Buenos Aires no fue ajeno a lo que sucedla en el resto
del pas. Secuestros, tortura, asesinatos, desapariciones y robo de bebes, fueron hechos
cotidianos que sucedieron en la ciudad, en pocas en que la misma estaba gobernada
por el ex brigadier Osvaldo Cacciatore. Este interventor militar del terrorismo de estado,
dividi la ciudad en dos para la construccin de autopistas, dejando a miles de familias sin
su hogar; llen de plazas secas y de cemento la arquitectura portea; intent "esconder" la
pobreza, erradicando villas de emergencia para el Mundial 78, sin demasiado xito por 1
resistencia de sus habitantes. Resulta repugnante que el actual jefe de gobierno, elegido
en democracia, confiese su admiracin hacia quien represent al gobierno golpista y
asesino de Videla, Massera y Agosti.
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Nosotros, los municipales, hoy es una realidad. Llegar hasta aqu, no fue nada facil.
Queremos destacar que este trabajo es fruto de la fuerza de los compaeros trabajadores
del Gobierno de la ciudad, y especialmente de la Legislatura portea. Son ellos, los que
con su mpetu militante y democrtico, hicieron que este proyecto de resolucin (396/06)
encontrara, el apoyo de un puado de diputados que luego posibilit que el conjunto del
cuerpo legislativo acompae con su voto afirmativo en el recinto. A lo largo de los aos,
se han hecho muchos homenajes a los compaeros desaparecidos. Pero estbamos en
deuda con los Municipales.
INTRODUCCIN
El trabajo de la Comisin hizo posible, que hoy podamos difundir estas 56 historias de
vida de los trabajadores municipales .Sabemos que no son las nicas y que seguramente
falten muchos nombres de compaeros y compaeros. Los posibles errores y omisiones,
los iremos corrigiendo con el transcurso del tiempo.
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Queremos aclarar que este Libro no intenta ser un trabajo testimonial. Muchas veces se
trata de recordar a los desaparecidos, como personas que no tenlan identidad, que no
militaban en poltica, etc. Hoy aqul estn sus rostros, sus historias de vida, su militancia.
Si, porque a ellos se los llevaron por militar pollticamente para transformar el estado
de las cosas. Para llevar a cabo ese fin que muchos de nosotros seguimos llevando
adelante, que es ni ms ni menos, que la felicidad del pueblo.
Tampoco intenta ser un libro ligado al pasado. Es un libro ligado al presente y al futuro.
Estamos rescatando en este libro a estos compaeros municipales, que dieron su vida,
para mejorar los derechos laborales de los trabajadores, para terminar con el trabajo
en negro, para pelear por un acceso universal a la salud y para que los hospitales no
se caigan a pedazos, para que los pibes puedan ir a las escuelas y tengan un boleto
estudiantil y una beca, para que el derecho a una vivienda digna sea una realidad y no
una utopa. Esas banderas por las cuales ellos luchaban, son las mismas banderas que
hoy debemos seguir levantando. Mucho mas, cuando la misma ideologla dominante en
la poca del terror, dej sus ralees en algunos funcionarios actuales.
Sabemos que una de las mejores formas de seguir homenajendolos, es continuar con
su lucha. Sigamos Adelante.
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Carlos Pisoni
Juan Cabandi
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compaeros lo llamaban ''Luis" o "Pajarito" y su esposa, Julia Ruiz, lo llamaba
my".
l,,aba en la Unidad Bsica "Patria Grande" y luego fue responsable de la Unidad
/ca "Descamisados de La Boca", ubicada en dicho barrio.
'aldo trabajaba en la Qumica Aleca SA cuando lo secuestraron un 8 de
o de 1977, en Capital Federal.
.~ue fue visto en el Centro Clandestino de Detencin y Tortura "Mansin
}'y en la ex Escuela deMec_nica c:je la Armada (ESMA), por ltima vez.
evivientes de la misma lo recuerdan jugando ajedrez a escondidas con el
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Desapareci el16 de marzo de 1975 y nunca ms se supo de ella.
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Fue secuestrada el14 de enero de 1977 en Bulnes, entre Gorriti y Cabrera.
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"lrma naci" el 1 de julio de 1926 en Sampacho, Crdoba. All vivi hasta que
se traslado a Buenos A1res para completar sus estudios secundarios e iniciar
la carrera de ~nfer~eria profesional e instrumentacin quirrgica. Luego de
rec1b1rse, volv1o a Cardaba y contrajo matrimonio con Hctor Luis Carrica padre
de su nico hijo.
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Hasta el momento des u secuestro y posteriordesaparicin trabaj incansablemente
en el campo de la salud pblica. Siempre luch por el derecho a la salud, defendi
los derechos humanos de los presos polticos y de sus familias
Fue Director a de la Escuela de auxiliares de enfermera del Ministerio de
Salud Pblica de la Nac1n durante 17 aos, Delegada de ATE (Asociacin de
Trabajadores del Estado) en los distintos lugares donde trabaj, docente en la
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Su hijo, "Pelusa" Carrica recuerda a su madre: * "Lo que recuerdo es que era
muy querida y muy buena instrumentadora y enfermera, reconocida por sus
compat1eros, los profesionales del Hospital Rivadavia y/os trabajadores de la salud.
Me acuerdo la alegra que tena ella, como se involucraba con los pacientes ms
humildes y necesitados. (. . .) Desde muy joven milit en el Partido Socialista, que
lideraba el Dr. Alfredo Palacios. Cuando era subjefe de enfermera del Hospital
Rvadavia, cumpla su horario rigurosamente. (. . .) Una de las vivencias que
ms la marcaron fue obsetvar a los mdicos cajetillas que durante el peronismo
eran fervientes peronistas y luego de La Libettadora " pasaron a ser fetvientes
antiperonistas, con sus coches en las calles internas del Hospital Rivadavia,
ataron con sogas /os bustos de Pern y Evita, que eran las figuras que haban
puesto los trabajadores del hospital. All /os arrastraron con cantos, brindando con
champagne, mientras /os compat1eros de ella, los trabajadores, lloraban. Estos
heclios, y despus el asalto a /os sindicatos obreros, los fustfamientos de Jos
Len Surez, hicieron que tomara la opcin de incorporarse a ATE como militante
y Juego a la Resistencia Peronista en 1955. (. . .) En el ltimo establecimiento se
incorpora como docente de la Escuela Universitaria de Enfermera de la UBA. All
sus colegas universitarios - recuerda un[J compat1era de ltma, Matta Rojas- la
bautizaron "la enfermera de los pobres" por su modalidad de llevar a sus alumnos
de las distintas ctedras caminar la viJ/a de Retiro, la del Bajo Be/grano, Bajo
Flores o Matanza, para que tuvieran un contacto directo con Jos "excluidos". (. . .)
/rma estaba convencida que este era el mejor estmulo para formar su vocacin
con un profundo sentido social: siempre les deca: 'Hay que hacer las cosas
con la gente y 110 por la gente. No se cans<Jba de repetir: 'No debemos hacer
asistencialismo ni otorgar ddivas, cuando los compat1eros construyan con sus
propias manos, luego sabrn defenderlo.
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Mi madre form parte del equipo asesor del Decanato de Medtcma de la
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Andrs Marizcurrena
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Andrs era oriundo de Acassuso, partido de San Isidro. En este lugar se cri,
fue al colegio. No hizo la secundaria. Empez a trabajar a los 18 aos en una
librera, ah conoci a Liliana, creo que fue cuando empez a militar La conoci
en gimnasia donde practicaban Judo. Luego fueron novios, en el ao 197 4 se
casaron, militaban en la Villa La Caba, en el partido de San Isidro.
Luego empez a trabajaren la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, perteneca
al Partido de la Juventud Guev81ista, a l/os compaeros lo llamaban Jorge.
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poltica sigui dentro del peronismo de base, en/os barrios linderos al Riachuelo.
All conoci a su compaera Mara del Carmen, con quieo.luego se casara y
tendra un hijo.
Instalados en el barrio de Boedo, se asoci al Club San Lorenzo de Almagro,
donde era frecuente concurrente al polgono de tiro.
Con el retorno de la democracia en el ao 1973, comienza a trabajar en la
Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, como inspector de espectculos
pblicos, tarea que desempe hasta que la persecucin poltica lo forz a vivir
en la clandestinidad. Para ese entonces ya haba decidido unirse al PRT-ERP,
donde era conocido como "Campi", por su hablar campechano y su identificacin
con el campesinado, producto de sus races pergaminenses.
A pocos das del golpe de Estado de 1976, el 28 de marzo, fue secuestrado junto
a su esposa y un compaero por tuerzas de la polica de la provincia de Buenos
Aires y el Ejrcito, y conducidos al Centro Clandestino de Detencin ubicado
en Puente 12, conocido como "Proto Banco". Logra fugarse a los pocos das,
y mantiene contacto por carta con su familia y su esposa, quien permaneci
detenida como presa poltica hasta el ailo 1979.
Luego de la fuga, contina con su militancia en el PRT-ERP hasta que es
secuestrado por fuerzas del Ejrcito el 12 de mayo de 1977 en la localidad de
San Justo, junto a su compaiera Nora Maurer. quien estaba embarazada de 2
meses. Se presume que fueron conducidos al Centro Clandestino de Detencin
que funcion en Campo de Mayo. Tanto Nora como. Alberto permanecen
desaparecidos, como as tambin el hijo o hija de ambos, que debi nacer para
fines de 1977."
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* "Mi mam se llamaba Maria Beatriz Prieto. Era de una familia muy humilde, que
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Naci el12 de junio de 1926.
Tenia 50 aos, era ingeniero agrnomo y trabajaba en la Municipalidad de la
Ciudad de Buenos Aires.
Fue secuestrado el 2 de febrero de 1977 en Olivos.
Humberto an permanece desaparecido.
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Naci el 2 de octubre de 1941.
Eligi la profesin de medico y trabaj en el Hospital Rawson.
El16 de julio de 1976 lo secuestraron fuerzas policiales de su domicilio en Capital
Federal.
An permanece desaparecido.
"Guillermo Alfredo Tamburini Podlesker naci el 2 de octubre de 1941 en el
Hospital Rawson de Barracas, en Buenos Aires. Su madre era profesora de
ingls, por lo que desde chico lo ll&maron Willy, y su padre era obrero de fbrica;
ambos de ideas socialistas, la madre admiraba y defenda a Evita en aquel barrio
predominantemente gorila de Banfield al que se mudaron cuando Willy tenia
ocho aos y su hermano Horacio dos.
Wil/y estudia el primario y secundario en lo que hoy es el Normal de Banfield,
donde conoce a compaeros y amigos que lo acompaarn toda su vida,
muchos de los cuales caern tambin durante la ltima dictadura. Tras egresar
delsecundario,seJnterna en ellnstfuto Nacional de Educacin Fsica de San
Fernando, aunque de ah ser expulsado por su actividad poltica y terminar el
profesorado en la Universidad de La Plata".
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Desde joven era amante de los deportes, jugara al rugby en Pucar, era un
experto yudoca y practicaba diversas tcnicas de defensa personal: era un arma .
en s mismo, y se serva de ella toda vez que una injusticia se cometfa ante
sus ojos. A sus amigos y compaeros an se les enciende la mirada cuando
recuerdan la vitalidad que le sala por los poros, cmo rea y hablaba con las
manos y con los pies, y narran las historias que lo acompaaban: cuando se
gan a sus primeras e inquebrantables amistades ejerciendo de ngel protector
de estudiantes prepoteados; cuando desarm a dos canas que se llevaban a una
manifestante detenida, los estruj el uno contra el otro cual Oblix y los estrell
contra uri escaparate, o cuando hizo lo propio con otros dos que lo iban a detener
y se quedaron adems sin moto; cuando desarm un cordn de policial en una
manifestacin lanzndose contra l con la ayuda de una lanza improvisada;
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DESAPARECIDOS U.E.J.N.
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Ojea Quintana Ignacio
Ortlz de Daz Lestrem Nelly
Sanz Jorge Ornar
Serra Laura Adriana
Varela Gustavo Amrica
Vera Barros Roberto Miguel
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DIRECCIN GENERAL DE
IMPRESIONES YEDICIONES