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Giovanni Sartori IDEOLOGIA
Giovanni Sartori IDEOLOGIA
Giovanni Sartori IDEOLOGIA
Sistemaseideologas
8.1. La ideologa en poltica
1. Ocaso de las ideologas?
De un cuarto de siglo para ac, se viene hablando del ocaso o muerte de las
ideologas en cuanto utopas absolutas o religiones seculares. Sin embargo, a
pesar de dichas predicciones, las ideologas siguen vigentes y con innegable
vitalidad en muchos de los movimientos sociopolticos de nuestro tiempo.
Con razn un autor advierte que las discusiones acerca de la ideologa
generalmente caen en dos amplios terrenos que hay que saber distinguir. Uno es
el de la ideologa en cuanto conocimiento (ideology in knowledge). Y otro es el de
la ideologa en cuanto poltica (ideology in politics).
En el campo del conocimiento habra que conceder que una larga tradicin, que
viene desde el siglo XVII con Bacon, que reafirm a su modo Marx y a la que
aportan sus elementos las doctrinas positivistas y la llamada sociologa del
conocimiento en Alemania, tiene sobre las ideologas una apreciacin negativa. La
ideologa, desde este punto de vista, sera algo que se opone a la ciencia. Algo no
discutible cientficamente, algo que la ciencia debe poner entre parntesis, cuando
no destruir. El camino de la ciencia, el camino hacia la realidad, hacia las cosas,
exigira la liberacin de las ideologas. La ideologa en cuanto conocimiento no
debera contar.
Pero algo muy diferente es cuando se trata de ideologa en poltica. La ideologa si
cuenta, y es relevante, polticamente hablando.
Para Sartori, ideologa indica la parte poltica de un sistema de creencias; lleva a
la vez una carga de verdad (elemento cognitivo) y una carga de pasin (elemento
dinmico). En poltica, "ideologa" se contrapone a "pragmatismo".
En la ideologa prevalecen los elementos duros (adamant), a saber, elementos
cognitivos fijos o cerrados y elementos emotivos fuertes. Mientras en el
pragmatismo prevalecen los elementos flexibles (flexible), a saber, elementos
cognitivos elsticos y elementos emotivos dbiles, la ideologa declina y muere
cuando se convierte en un simple pragmatismo (sin verdad y sin pasin). A Sartori
no le cabe duda de que la ideologa as entendida (sistema de creencias basado
en elementos fijos caracterizados por fuerte afecto y estructura cognitiva cerrada)
es una variable importante para explicar el conflicto, el consentimiento y la
cohesin entre diferentes sistemas polticos. Asimismo, es la variable decisiva
para explicar la movilizacin y manipulacin de las masas por parte de las lites.
Es decir, la ideologa tiene un inequvoco papel poltico.
2. Cmo se produce una ideologa poltica?
Robert E. Lane tiene interesantes estudios sobre ideologa poltica. Quiz lo ms
original suyo sea el paradigma para dar cuenta de la produccin de cierta
ideologa poltica. Vemoslo:
Para una sociedad, una base existencial que crea ciertas experiencias comunes
interpretadas a travs de ciertas premisas culturales por hombres que tienen
ciertas cualidades personales, a la luz de ciertos conflictos sociales, produce
ciertas ideologas polticas.
Segn ste paradigma, para que una ideologa se produzca se requieren los
siguientes factores entrelazados:
1) Una base existencial, que es el vehculo portador de la ideologa de que se
trate. Suele ser un pueblo, comunidad o regin. Para ideologas encuadradas en
patrones de creencias, los vehculos pueden ser partidos polticos, clases sociales
u ocupaciones (Bell, 1960; Loewenstein, 1953; Mannheim, 1949).
2) Unas experiencias comunes que se reflejan en pensamientos, y viceversa. El
trmino que mejor expresa esta relacin mutua es el de funcin. Las ideologas
son funcionales para los organizadores y las sociedades (lo mismo que para los
individuos), al ayudar a los miembros a trabajar juntos, al darles justificaciones
racionales para sus sacrificios y aportes, al mantenerles su moral (Parsons, 1951).
3) Unas premisas culturales sobre las cuales se disean las ideologas. Todas las
ideologas tienen componentes morales, implican filosofas, se relacionan con
teoras causales de ocurrencia en la cultura (Lane).
4) Unas cualidades personales, siempre muy ligadas a las premisas culturales,
aunque son entidades separadas. Son los agentes de las ideologas, al interpretar
la experiencia comn a travs de sus propias premisas culturales.
5) Unos conflictos sociales, finalmente, sin los cuales no hay cambio, no hay
tensin en el sistema y, en consecuencia, no hay ideologa justificadora del
cambio, persuasiva y movilizadora (Coser, 1956).
3. Definicin de ideologa poltica
Para Willar A. Mullins, quien se fija no slo en lo funcional sino en lo estructural de
la ideologa, toda ideologa es por s misma un activo agente de cambio histrico.
La ideologa enlaza ideales con programas concretos estratgicos que tienen
8.2. Democracia
Sobre democracia se habla y se escribe mucho. Y no hay rgimen poltico, por
desptico que sea, que no intente llamarse a s mismo democrtico en cuanto
depositario de la voluntad del pueblo. Es que hay algo en la democracia que la
recomienda como la forma de vida ms acorde con la naturaleza libre, igualitaria y
social del hombre. Por eso todos quieren apropiarse de su nombre.
Hay quienes sostienen que no se puede hablar de democracia sin calificativo. Y no
les falta razn. No hay poltico, ni grupo, ni movimiento, ni dictadura que no se
autocalifique de democrtica. Quiz la explicacin est en que la democracia
satisface el instinto que tiene el hombre de ocuparse de la cosa pblica, aunque
sea malamente. Y este es un instinto muy generalizado, como sola decir J. K.
Chesterton, con su humor ingls:
Este es el primer principio de la democracia: las cosas esenciales en los hombres
son las cosas que ellos poseen en comn y no las cosas que poseen
separadamente. Y el segundo principio es sencillamente ste: el instinto o deseo
poltico es una de estas cosas que los hombres poseen en comn.
Es acertada la afirmacin de que la democracia es, ante todo y primariamente una
forma de vida . Ella abarca la totalidad de los aspectos de las actividades del
tienden a ser correlativos con estabilidad democrtica. En este buen nivel de vida
deben incluirse tambin la educacin y la cultura. Una sociedad en la que gran
parte del pueblo no sabe leer ni escribir, no est preparada para el ordenamiento
democrtico. No puede captar la informacin poltica, que es otro prerrequisito
para su participacin en el proceso poltico. Segn investigaciones de la Unesco,
es necesario un mnimo de cuatro aos de escuela para todos, para que funcione
el proceso de comunicacin que exige una sociedad democrtica.
2) Una participacin poltica activa. La poblacin debe poder intervenir
activamente en los asuntos pblicos y tener cauces normales para hacerlo. Son,
por ello, instrumentos eficaces de la democracia: los partidos polticos, los grupos
de intereses y organismos intermedios, la posibilidad de expresin de la opinin
pblica.
6. Dos democracias?
La controversia suscitada a nivel mundial entre dos grandes bloques de sistemas,
el de las democracias occidentales y el de las as llamadas "democracias
populares", el de un socialismo democrtico y un socialismo "real" de corte
totalitario, plantea con vigor las preguntas: Hay dos democracias? Puede darse
una democracia de igualdad sin libertades civiles? Buenos elementos de
respuesta da el siguiente texto de Portantiero:
La democracia no es un derivado que surge necesariamente de una estructura: es
una produccin popular, una transformacin de la naturaleza de la poltica que no
depende transparentemente de una base econmica Qu se quiere decir con
la afirmacin de que la democracia es una produccin social? En principio, sealar
que se trata de una dimensin autnoma con respecto al Estado y a la economa.
Que no es un dato necesario, sino un proceso alojado en la conflictualidad de lo
social. Aunque su punto de llegada sea el consenso, su construccin elude mucho
ms al conflicto, como creatividad y como transformacin, que a una participacin
congelada institucionalmente. En este sentido, la democracia es una voluntad
permanente de realizacin de lo nacional-popular, una lucha que no se cancela en
ninguna Edad de Oro futura, una "revolucin permanente", a travs de la cual los
hombres proyectan su voluntad de controlar la vida
La relacin entre igualdad y libertad no es mecnica, y es sabido que la falta de
libertad es, circularmente, un factor generador de desigualdad. Esto lleva a la vieja
y manida distincin entre "democratizacin sustantiva" (o democracia real) y
"democracia formal". A la diferenciacin que, desde Rousseau y el socialismo
anterior a la II Internacional, se ha establecido entre "democracia liberal" (formal) y
"democracia igualitiaria" (real). La segunda respondera a la pregunta acerca de
quin ejerce desde el Estado el poder soberano; la primera acerca de cmo,
cualquiera que sea el titular de la soberana, ejerce el poder dicho. En esta
contraposicin la tradicin socialista revolucionaria ha privilegiado, tericamente y
de hecho, el quin sobre el cmo. A principios de siglo esa distincin cortara en
dos al movimiento socialista. . . Dos tradiciones, la socialdemcrata y la
comunista, se congelaran desde entonces como propuestas de realizacin del
socialismo, a partir de definiciones diferentes sobre la democracia y sobre su
articulacin con la transformacin socialista.
8.3. Autocracia
Por contraposicin con el concepto anterior de democracia, se puede decir que
hay un sistema autcrata, en mayor o menor grado, all donde:
No se reconoce la soberana del pueblo, por no haber elecciones
represensentativas.
No hay igualdad poltica de los ciudadanos ante la ley.
No se reconoce un Estado de derecho sino simplemente un gobierno de hecho
impuesto por la fuerza, y/o no se reconoce el sistema representativo, y/o no se
reconocen ciertos derechos fundamentales de la persona y de los grupos
humanos.
1. La dictadura
Un sistema autcrata suele definirse como el rgimen poltico en el cual la
autoridad del Estado se concentra en una sola persona (o grupo), que no legitima
sus decisiones. En toda forma dictatorial de gobierno la autoridad poltica est
concentrada en un slo hombre o en un pequeo grupo. El trmino se usa para
describir formas modernas de absolutismo, a veces disimulado tras una fachada
de instituciones democrticas y constitucionales.
Se dan diferentes sistemas autcratas modernos. Los principales actualmente son
las dictaduras (por lo general militaristas), y los totalitarismos (por lo general
marxistas).
La dictadura es, en esencia, el gobierno creativo de un individuo o de unos pocos,
que ejecuta lo necesario sin legitimidad. En su forma moderna (fue notable en la
antigedad la dictadura romana constitucional), se trata ordinariamente en
Latinoamrica de dictaduras militares, que se aduean del poder para la
conservacin (y evolucin reformadora) de un ordenamiento social existente y
para el rechazo de movimientos revolucionarios que atentan contra l. Son
dictaduras funcionales, no-totalitarias. Sus actividades estn ligadas al
cumplimiento de determinadas funciones que sean antdoto contra la ineficacia de
la democracia parlamentaria y antdoto contra aquellas fuerzas que, en caso de
dejarlas sin freno, podran erosionar y destruir el ordenamiento jurdico. En
general, estas dictaduras se caracterizan por tres cosas:
a) En ellas el ejrcito desempea un papel independiente del partido o los
partidos, pero papel decisivo para la totalidad del Estado, y que est en el centro
de la burocracia.
b) Suelen tener carcter temporal o transitorio, sin nimo de perpetuarse (como
son todos los gobiernos totalitarios), y
c) La transformacin que intentan de la sociedad no la apoyan en una estricta
base utpica-ideolgica (como s lo hacen los totalitarismos).
2. El totalitarismo
El totalitarismo acenta y perpeta las caractersticas de las dictaduras
funcionales. Es un tipo de Estado que somete la comunidad y sus elementos
constitutivos a sus intereses particulares y se coloca por encima del cuerpo social.
La dictadura totalitaria trata de perpetuarse por todos los medios, y la
transformacin que intenta de la sociedad la apoya en una base utpicaideolgica. As fueron los totalitarismos pasados: el nacionalsocialismo alemn de
Hitler y el fascismo italiano de Mussolini. Y as son los actuales totalitarismos
8.4. Marxismo
El marxismo-leninismo, con sus varios retoques y diversidad de aplicacin segn
los pases, es hoy una ideologa de fuerte penetracin y uno de los sistemas
econmico-polticos que controla ms poblacin del mundo.
1. Principios del marxismo
A pesar de las varias formas actuales de marxismo, hay elementos bsicos y
comunes que siguen siendo fieles al pensamiento original de los fundadores del
marxismo: Marx y Engels.
1) El primado filosfico del materialismo. Para Engels, "materialismo histrico" no
es solamente insistir en el papel desempeado en la historia por las causas
econmicas y sociales, sino elevar dichos factores a la suprema dignidad de
"causa primera" y de "gran motor". Para Marx, toda la historia (incluidos el
derecho, la filosofa, la religin, el arte y toda ideologa) se reduce, en ltima
instancia, a la evolucin de los factores econmicos y sociales. "No es la
conciencia de los hombres lo que determina su existencia, sino que, al contrario,
es su existencia social la que determina su conciencia".
2) El primado fundamental de la economa. Todas las alienaciones
(enajenaciones) del hombre (polticas, sociales, psicolgicas, religiosas, etc.)
tienen su raz y su causa en la alienacin (enajenacin) econmica. Mientras
subsistan la propiedad privada de los medios de produccin y la consiguiente
explotacin del hombre por el hombre, el hombre seguir estando dividido con los
dems, con el producto de su trabajo y consigo mismo. Hay, pues, que socializar
los medios de produccin y repartir los beneficios entre todos.
3) El primado tctico de la poltica. Pero para echar por tierra los privilegios
capitalistas y realizar la propiedad colectiva de los medios de produccin, hay que
aduearse del poder poltico; se debe imponer la "dictadura del proletariado" sin
debilidad, y por el tiempo que sea necesario para liquidar los residuos del
capitalismo y eliminar toda posibilidad de oposicin. Como final de la utopa,
despus de esta etapa larga de socialismo (en la que "cada uno recibe segn su
trabajo"), se llegar a un punto en el que la autoridad poltica y el mismo Estado
sobrarn y la produccin de bienes ser suficiente para todos (de modo que "cada
uno reciba segn su necesidad").
4) El primado prctico del partido. Todo proceso de "conquista del poder" y, luego
de construccin del socialismo mediante la "dictadura del proletariado", es
primordialmente obra de una minora esclarecida y organizada, la que conforman
el partido y sus cuadros dirigentes. Es como un proceso de destilacin fraccionaria
. Del petrleo crudo (la masa negra) se extrae el material apto (el pueblo real), del
que se separa la esencia pura, clara y detonante (el militante del partido).
2. El marxismo despus de Marx
Hoy da, cuando se habla de "marxismo", apenas se enuncia un concepto
aproximativo. No se da un solo marxismo: existen varios. Hay varias
interpretaciones del marxismo, que tienen sus rasgos tpicos y sus grandes
diferencias. Hay marxismos reformistas, marxismos leninistas, marxismos
stalinistas, marxismos trotskistas y una variada gama de "izquierdismos" que
toman su inspiracin de Marx.
Pero ya se trate de marxismo (en singular) o de marxismos (en plural), es
innegable el hecho de que la obra personal de Carlos Marx sigue siendo la
autoridad, la referencia obligada, la nueva "Biblia" de la que los dems hacen sus
propias exgesis o interpretaciones.
Una historia de los marxismos despus de Marx debera incluir hombres
revolucionarios de la talla de Lenin y Mao, de Tito y Castro. Y debera incluir
pensadores tan dismiles como Trotsky, Rosa Luxemburg, Gramsci, Bauer,
Lukcs, Pannekoek, Reich, Lefebvre, Althusser. Parece lgico que al tratar de
concretar los elementos bsicos del marxismo, les concedamos ms valor, como
exponentes autnticos del marxismo, a aquellos idelogos que han construido el
socialismo y han hecho las grandes revoluciones, por sobre las opiniones a veces
contradictorias de intelectuales e idelogos de escritorio o de crcel. stos
ofrecen, sin embargo, el gran aporte de romper un cierto monolitismo dogmtico
del marxismo y mostrarnos la validez de varias interpretaciones y el atractivo de
varios rostros del marxismo. Este hecho de un cierto "pluralismo" en el marxismo
nos tiene que llevar a matizar los juicios de valor que demos sobre l. No es lo
mismo un marxismo humanista y abierto al papel, a veces dominante, que ejercen
elementos de la "superestructura" (cultura, poltica, religin, arte, filosofa) que un
marxismo mecanicista y cerrado al papel "siempre determinante" de los factores
econmicos de produccin. No es lo mismo un marxismo que propugna un juego
libre democrtico de la sociedad y una estructura interna democrtica del partido,
que un marxismo que propugna a toda costa la dictadura frrea de un partido por
sobre el resto de la sociedad y aplica en la estructura interna del partido una lnea
dogmtica, burocrtica y autoritaria.
Tratndose aqu de una simple introduccin breve, no podremos sino delinear
algunos de los nombres principales de revolucionarios y pensadores, sin la
profundidad y el detalle de precisin que mereceran en un estudio ms
cuidadoso. Mientras tanto, la bibliografa al final, puede remitir al lector interesado
a estudios de mayor extensin y profundidad.
1) LENIN (1870-1924). Vladimir Ilich Ulianov fue el estratega de la Revolucin y
sin que haya privilegiados por su nacimiento, su dinero o su clase social. Son los
valores del socialismo en referencia a una sociedad tal y como debera ser. y que
todos anhelamos sinceramente. Estos valores socialistas -como dijo Po XI- se
aproximan mucho a los postulados sociales del cristianismo y ninguna persona
sensata puede oponerse a ellos, sino ms bien desearlos.
Pero tambin hay que enfocar el socialismo como sistema, como intento concreto
de encarnar histricamente los valores socialistas. Como sistema es: un tipo de
organizacin socioeconmica de una nacin, basada en la propiedad colectiva de
los medios de produccin, por lo menos de los ms importantes (definicin). Y en
cuanto sistema, el socialismo tiene un rostro mltiple. Son muy diferentes y an
contradictorias las varias experiencias de organizacin que se cobijan bajo el
mismo rtulo de "socialistas".
Hay socialismos moderados que slo buscan una "organizacin racional" de la
sociedad, haciendo que la propiedad sea social, es decir, que no pertenezca
nicamente a un grupo de individuos o familias sino a toda la sociedad. Y hay
socialismos extremos cuya base es la "colectivizacin total" de los medios de
produccin (tierra, industria, banca, comercio, etc.).
Hay socialismos democrticos que garantizan la libertad de las personas y los
grupos, facilitan el debate pblico y permiten la activa participacin poltica de los
ciudadanos en el manejo de la cosa pblica. Y hay socialismos totalitarios que
aplastan derechos fundamentales del hombre, que no permiten elecciones
populares ni discusin de los asuntos pblicos, que todo lo imponen dentro de un
autoritarismo absoluto y deshumanizante.
2. Diversidad de sistemas socialistas
El socialismo como sistema de organizacin socioeconmica se presenta hoy
dividido en tres grandes corrientes:
1) El marxismo-leninismo, ms frecuentemente conocido como comunismo. Es el
socialismo extremo y totalitario de Rusia y sus satlites del bloque Oriental, lo
mismo que el impuesto en la China, Mongolia, Corea del Norte, Vietnam, Laos,
Cambodia, Cuba, Albania y Yugoeslavia.
El marxismo-leninismo es la forma ms radical de socialismo. Afirma la lucha de
clases, la dictadura del proletariado y la concentracin de casi todo el poder en
manos de un partido nico y bien organizado, que se supone es la vanguardia de
la revolucin. El comunismo es dogmtico en su intento de acabar con la
propiedad privada y nacionalizar todos los medios de produccin, como primeros
pasos hacia una futura sociedad sin clases.
Ha habido algunos intentos de limarle las aristas a este socialismo totalitario, para
darle un rostro humano y permitirles a los ciudadanos cierto juego de libertad y
participacin poltica. Tal el intento de la llamada "Primavera de Praga", aplastada
por los tanques soviticos en agosto de 1968. Tal el intento de la llamada
"autogestin" obrera de los medios de produccin en Yugoeslavia, que est
funcionando, aunque con dificultades. Tal el intento parlamentario de Allende de
implantar en Chile un socialismo tpico, sin partido nico, sin dictadura del
proletariado y garantizando la propiedad privada de bastantes empresas. Intento
que tuvo un final abrupto en septiembre de 1973. Tal el intento valiente de los
obreros y campesinos del sindicato Solidaridad en la actual Polonia.
Es innegable que ste tipo de socialismo logra muy buenas realizaciones en los
campos econmico y social: industria pesada, empleo para todos, buena cobertura
de educacin y salud para la poblacin. Pero junto a ello, hay innegables fallas.
Desde el punto de vista econmico, estos sistemas colectivistas forzados tienen
permanentes fracasos en la agricultura, el artesanado, la pequea y mediana
industria, el comercio y la vivienda. Desde el punto de vista poltico, estos
sistemas constituyen un poder absoluto de dominacin, controlado por el partido y
con un aparato tremendo de represin policial. No hay libertad de asociacin, de
expresin, de desplazamiento. El disentir de la lnea impuesta por el partido se
paga con trabajos forzados, con prisiones o clnicas psiquitricas. La existencia de
archipilagos Gulag no es un accidente sino el modo propio de estos socialismos
burocrticos y autoritarios. Uno de los nuevos filsofos de izquierda francesa ha
dicho recientemente: Entre la barbarie del capitalismo, que se censura a s mismo
en todo momento, y la barbarie del socialismo, que nunca se censura, me decido
por el capitalismo (B-H. Lvy). Desde el punto de vista religioso, estos sistemas
tratan de imponer el atesmo desde el gobierno y recortar al mximo las libertades
religiosas, de modo que apenas les quede aire para respirar a la Iglesia y a las
dems confesiones religiosas.
Todo esto hace pensar que no es fcil instaurar un socialismo de rostro humano
mientras se mantenga un apego total a la ortodoxia marxista-leninista. El
stalinismo, ms que ser una aberracin, es una consecuencia. El archipilago
Gulag, con sus islas de exterminio, no es un accidente en este tipo de socialismo
rgido y autocrtico. "As como los errores que detect Coprnico llevaron a
cambiar el sistema estelar tal como lo haba trazado Ptolomeo, as los errores
grandes del sistema socialista marxista-leninista imponen una revisin dolorosa
del mismo sistema", ha reconocido con sinceridad el marxista francs Roger
Garaudy.
2) La social democracia es una forma ms liberal de socialismo. Este tipo de
socialismo moderado y democrtico, slo o en coaliciones, controla los gobiernos
de Alemania Occidental, Austria, Blgica, Dinamarca, Finlandia, Luxemburgo,
Noruega, Holanda, Senegal y, desde mayo de 1981, el gobierno de Francia. En
Suecia domin durante 44 aos. Este tipo de sistema socialista rechaza, desde
Bad Godesberg (1959), los dogmas del marxismo-leninismo. Su propsito es
integrar las ventajas del socialismo con las de la democracia. Admite el pluralismo
democrtico. Rechaza el Estado omnipotente y la dictadura del proletariado.
Renuncia a la colectivizacin a la fuerza y acepta un sistema mixto en el cual
tambin hay propiedad privada de algunos medios de produccin. No hay un
partido nico sino que se admiten otros partidos autnomos. Admite que en unas
elecciones populares se pueda llegar a perder el poder, como ocurri en Suecia en
1976, despus de tener 44 aos el gobierno.
Estos socialismos democrticos del mundo libre presentan sus ventajas. Han
logrado buen desarrollo econmico, con respeto de las libertades fundamentales.
Hay justicia social y a la vez libre juego democrtico. Hay una economa
socializada (que sirve al inters general y no a los intereses de unos pocos), pero
con rostro humano (economa que no aplasta a los individuos). Sin embargo, no
puede olvidarse que en todo sistema socialista se corre el riesgo de un
agigantamiento exagerado del poder central, que fcilmente se vuelve un pulpo
devorador de personas y de grupos intermedios. Dice con razn el lder socialista
los tuvo el fascismo como rgimen de gobierno. El otro elemento (el primero en la
lista) es de orden idelogico, y tambin lo tuvo el fascismo, a pesar de que
Mussolini asegurara en 1942 que el fascismo no necesitaba dogmas, sino
disciplina, y que su nico punto de referencia doctrinal era la Nacin.
Ideolgicamente, se puede definir mejor el fascismo por sus temas negativos. Es
un anti muchas cosas: anti-liberal, anti-individualista, anti-igualitarista, antiparlamentarista, anti-comunista, anti-burgus, anti-democrtico. Pero le podemos
sealar tambin varias referencias o races ideolgicas, como son:
1) El elitismo o la afirmacin de que un pas se gobierna mejor con base en una
minora de marcada superioridad intelectual, fsica, moral y poltica, que sobre las
bases de una masa mediocre y bastarda; que la historia del mundo est hecha por
las minoras excelentes; que la democracia (gobierno del pueblo) es una
morbocracia (gobierno de los enfermizos y de los adocenados) y una mobocracia
(gobierno de la masa voluble).
2) El darwinismo social o la afirmacin de que quienes logran sobrevivir o tener
xito son superiores o mejores que quienes no tienen xito o perecen. El conflicto
entre individuos, grupos y especialmente razas y naciones, es un proceso natural
y necesario para seleccionar al mejor y eliminar al dbil e incompetente.
3) El grupismo o la afirmacin de que los individuos desean siempre pertenecer a
grupos y ser incorporados en jerarquas que tomen las decisiones. El totalitarismo,
al revs del liberalismo, pretende ser, en esencia, un retorno a los valores de
grupo y a la autoridad. Presume ser la respuesta a la necesidad que sienten los
individuos de "pertenecer" definidamente a un todo.
4) El estatismo o la afirmacin de que las instituciones y funciones, no slo del
cuerpo poltico sino tambin del cuerpo social de un pas, deben estar todas
organizadas por el Estado y actuar bajo control del Estado.
Todo dentro del Estado; todo para el Estado; nada fuera del Estado. Cabe
observar que dentro de su concepcin totalitaria y absolutista de Estado, el
fascismo intent darle al Estado un sentido "corporatista", es decir, que el Estado
lograra una cooperacin entre el capital y el trabajo, de modo que se superara la
lucha de clases marxista.
2. Elementos de discusin
El fascismo, en su forma extrema o en sus formas moderadas, es totalmente
rechazable. Si lo juzgamos, no por sus motivaciones (bsqueda en un pas de
solidaridad nacional y unidad, afianzamiento del orden y la disciplina), sino por sus
hechos y mtodos (intervencin del Estado en todos los sectores de la vida
humana, imperialismo invasor, reduccin del espacio de los derechos y libertades
humanas, negacin de todo pluralismo, crmenes y mtodos anti-democrticos,
etc.), el fascismo como movimiento y como ideologa poltica de un grupo o
partido, merece un franco rechazo.
No olvidemos que aunque el fascismo italiano dej de existir en 1945, otros
movimientos fascistas semejantes llegaron al poder tambin. Son ms conocidos
los casos de la Heimwehr en Austria, de la Ustaska en Croacia, de la Guardia de
Hierro en Rumania, de la Falange en la Espaa de Franco y el Corporativismo en
el Portugal de Oliveira Salazar. La tentacin fascista sigue insinundose
permanentemente en nuestras dbiles democracias latinoamericanas.
Actualmente hay quienes hablan de la existencia de un "fascismo amistoso", de un
Seguridad Nacional. Por eso afirmamos que es una ideologa distinguida con soles
de generales.
4. Algunos elementos de discusin
No se puede negar que la Seguridad Nacional ha sido una fuerza cohesionada y
eficaz contra el subdesarrollo y la subversin comunista en pases que estaban
siendo erosionados por la anarqua social y el caos econmico.
Se le critica que haya adoptado un modelo de desarrollo neocapitalista liberal, muy
abierto a la penetracin del capital extranjero, con sus ventajas de acumulacin de
capital y sus desventajas de injusticia social e inadecuada distribucin de los
beneficios entre las clases populares y sectores marginados del pas.
Se le critica que lleve a un rgimen de autocracia, pisoteando elementos bsicos
de una democracia poltica (sistema representativo, sufragio libre y universal,
debate pblico, participacin poltica). Asimismo, su concepcin totalizante la hace
similar a la pretensin totalitarizante del fascismo y del marxismo, con su poder
absoluto, desptico y deshumanizante.
Se le critica que, al igual que otros regmenes autocrticos, incurra en el
despropsito tico de que "el fin justifica los medios". Con tal de lograr los
"objetivos nacionales" y que funcione el modelo econmico y poltico, legitima
cualquier intervencin o pretexto de Seguridad Nacional, aunque se atropellen
derechos fundamentales de la persona humana y de los grupos sociales.
Se critica tambin, con razn, el que a la Nacin la divorcia del pueblo. Se
gobierna para el pueblo, sin el pueblo. La lite "funcional" (militares + burcratas +
tecncratas) piensa, decide y acta por el pueblo. Se niegan la participacin
popular y el libre juego de los grupos intermedios en el manejo de la cosa pblica.
Para juzgar del papel preponderante que asumen los militares en el gobierno, hay
que saber distinguir sus varias formas. Las dos primeras se pueden juzgar ms
benvolamente que la tercera.
1) Existe la forma de gobierno militar de intervencin temporal, que se ve obligado
a tomar el poder para solucionar problemas graves y urgentes del pas, y luego
convocar a elecciones libres, permitiendo que siga la curva institucional del pas.
2) Existe tambin la forma de gobierno militar, por un periodo ms o menos largo,
como resultado de contradicciones polticas y socioeconmicas insolubles para los
partidos y para un rgimen ordinario de democracia liberal.
3) Est finalmente la forma de gobierno militar de corte totalitario: busca
perpetuarse en el poder con todos los medios, y la transformacin que intenta
hacer de la sociedad, la apoya en una base utpico-ideolgica, ya sea de tipo
populista o justicialista o fascista. sta tercera forma, la ms reprobable de todas,
es la de Seguridad Nacional. Implica una ideologa poltica autocrtica y
totalizante, que va contra todos los principios de la democracia.
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