Primeros Gobiernos Patrios
Primeros Gobiernos Patrios
Primeros Gobiernos Patrios
orientales.
La Asamblea del Ao XIII, presidida por Alvear, tema que la incorporacin de los
artiguistas produjera una virtual alianza entre el caudillo oriental y San Martn para apurar
una declaracin de independencia, en contra de los intereses del grupo alvearista.
Los representantes de Artigas traan instrucciones muy precisas, que no eran del agrado
de la clase dirigente portea: Inmediata declaracin de Independencia; constitucin
republicana; gobierno central con respeto a las autonomas provinciales y el
establecimiento de la capital fuera de Buenos Aires.
Las elites porteas teman que la influencia del caudillo oriental se extendiera al resto de
las provincias. Vean en la accin de Artigas un peligroso ejemplo que propugnaba un
serio cambio social.
El reparto de tierras y ganado entre los sectores desposedos concretado por Artigas en
la Banda Oriental bien poda trasladarse a la otra margen del plata y poner en juego la
base de su poder econmico.
La Asamblea del Ao XIII aprob el uso de los smbolos patrios desechados por el Primer
Triunvirato como la bandera, la escarapela, el escudo y el himno nacional que propona:
"coronados de gloria vivamos o juremos con gloria morir."
En lo social, la Asamblea declar libres a los hijos de los esclavos; suprimi la mita y el
yanaconazgo; aboli los ttulos de nobleza; prohibi y mand a destruir los instrumentos
de tortura.
La
Asamblea
se
ocupaba
de
la
salud
de
sus
habitantes:
"4 de Agosto. La Asamblea General declara que habiendo conocido con dolor y perjuicio
de la poblacin que la multitud de infantes que perecen luego de nacidos del mal
vulgarmente llamado de los siete das, un espasmo que entre otras cosas se origina
por el agua fra con que son bautizados; y habiendo odo al efecto a los profesores
ilustrados en la materia; resuelve que no se bautice en pueblo alguno de los
comprendidos en el territorio de las Provincias Unidas sino con agua templada en
cualquiera de las estaciones del ao; y a efecto de ocurrir por todos los medios posibles
a reparar los males consiguientes con que son tratados los infantes al nacer, y luego de
nacidos por las primeras manos a que deben su socorro, se reencarna muy
particularmente al Supremo Poder Ejecutivo la vigilancia del cumplimiento de la ley.
Mientras sesionaba la Asamblea, se produjo en Europa la derrota de Napolen. El
consecuente retorno de Fernando VII al trono espaol complic las cosas. El primer
mensaje de Fernando VII a los revolucionarios americanos fue contundente: Amrica era
una colonia espaola y las juntas que gobernaban en su nombre haban caducado.
Estaba claro que el rey intentara por todos los medios reconquistar estos territorios.
Con la excusa de la amenaza exterior, la Asamblea, dominada por Alvear, dio un paso
ms en la concentracin del poder: cre un poder ejecutivo unipersonal, el Directorio. As
lo cuenta Alvear en sus memorias: "Yo sent al instante este gran defecto (un poder
ejecutivo de varias personas) y siendo miembro de la Constituyente, trat de sondear los
nimos con el objeto de concentrar el poder en una sola persona. (...) No haba pues
tiempo que perder y era preciso empezar por hacer en el gobierno una gran variacin
que pedan imperiosamente las circunstancias. El coronel San Martn haba sido enviado
a relevar al general Belgrano y la salida de este jefe de la capital que habase
manifestado opuesto a la concentracin del poder, me dejaba ms expedito para intentar
esta grande obra".
Gervasio Posadas, el to de Alvear, fue el primer Director Supremo del Ro de la Plata.
Nombr a su sobrino Jefe del Ejrcito del Norte, lo que despert gran descontento y
finalmente la renuncia de Posadas y para peor, el nombramiento del propio Alvear como
reemplazante. Todo quedaba en familia, pero esto fue visto como una provocacin y
pronto qued ms clara aun la impopularidad del nuevo Director.
Posadas, con el apoyo de la Asamblea, tom una serie de medidas: tras las derrotas de
Vilcapugio (1 de octubre de 1813) y Ayohuma (14 de noviembre de 1813) reemplaz a
Belgrano por San Martn en el Ejrcito del Norte, declar "traidor a la patria" a Artigas y
orden la creacin de una flota de guerra que puso al mando de Guillermo Brown, quien
inmediatamente realiz un bloqueo naval a Montevideo, completando el sitio que estaba
llevando adelante Rondeau.
En poco tiempo, Alvear consigui que lo nombraran al frente del sitio y al caer la capital
oriental se llev todos los laureles del triunfo. Poco despus promovi un armisticio con
Artigas que durara muy poco.
En el plano internacional, llegaron a Buenos Aires certeros rumores de que en Espaa se
estaba preparando una poderosa expedicin militar para aplastar a los movimientos
patriotas y se decidi enviar una misin diplomtica a Espaa, a cargo de Belgrano y
Rivadavia.
A fines de 1814, Alvear consigui que Posadas lo designara al frente del Ejrcito del
Norte en reemplazo de Rondeau, quien a su vez haba suplantado a San Martn, que
pas a hacerse cargo de la gobernacin intendencia de Cuyo.
La plana mayor del Ejrcito del Norte rechaz el nombramiento de Alvear, poniendo a la
que haba enviado para combatir a Artigas se sublevaron al mando de Ignacio lvarez
Thomas el 3 de abril de 1815 en Fontezuelas. Deca lvarez Thomas en su proclama:
"Cuando un pueblo valiente, generoso y lleno de virtudes se ve ajado, oprimido y
degradado por la pequea fraccin de hombres inmorales y corrompidos que en la
actualidad componen y son los agentes del gobierno que representa el general Alvear, es
un deber sagrado de sus hijos librar a sus hermanos y compatriotas de los horrores que
sufren".
Alvear debi renunciar al directorio y al sueo del protectorado britnico para estas
tierras. La cada de Alvear arrastr a la Asamblea manejada por sus partidarios. Pero la
necesidad de organizar al pas y declarar la independencia segua pendiente. El nuevo
Director Supremo, lvarez Thomas, convocar a un Congreso, esta vez en la ciudad de
Tucumn.
Los caudillos
El auge del caudillismo fue un fenmeno social de la Amrica Latina posterior a la
independencia. Durante el perodo 1820-1835, frente a la crisis del Estado y a la
ausencia durante muchos aos de un gobierno central fuerte, los caudillos se
transformaron en muchos casos en el nico poder real en sus zonas de influencia.
Muchos de ellos se transformaron en gobernadores; otros mantuvieron ejrcitos
poderosos que desafiaron al poder central y legitimaron sus polticas con el apoyo de los
sectores populares de sus provincias, defendiendo los intereses regionales y su
autonoma
amenazadas
por
la
poltica
portea
del
libre
comercio.
La superioridad de recursos econmicos y financieros de Buenos Aires haran que su
influencia predominase en cualquier tipo de gobierno nacional.
Este descontento estall tras la sancin de la Constitucin de 1819, unitaria, aristocrtica
y centralista; la difusin en las provincias de las noticias provenientes de Europa sobre la
bsqueda, por parte de enviados porteos, de un monarca para las Provincias Unidas del
Ro de la Plata. El surgimiento de un grupo heterogneo de caudillos, le dio cauce a la
protesta y expres un sentimiento que se transform en el sostn de las ideas
republicanas y federales enfrentadas a los intereses porteos.
Los caudillos surgen como una forma de autoridad ms cercana a los problemas de la
gente. Los ejrcitos gauchos no eran hordas predatorias como las de Atila, sino que
estaban estrechamente vinculados a la institucin que les haba dado origen y que se
fortaleca cada vez ms: la estancia.
La mayora de ellos eran terratenientes que se haban destacado en la defensa de las
fronteras, en la lucha contra el indio o participando en las luchas por la independencia.
La lucha contra el indio import distintos logros para los valores de los propietarios de
entonces: la proteccin de la sociedad blanca y de la propiedad, la conquista de nuevas
form la Primera Junta de gobierno presidida por Cornelio Saavedra, que puso fin al
perodo virreinal. Mariano Moreno, secretario de la Junta, llev adelante una poltica
revolucionaria tendiente a fomentar el libre comercio y a sentar las bases para una futura
independencia.
Entre 1810 y 1820 se vive un clima de gran inestabilidad poltica. Se suceden los
gobiernos (Primera Junta (1810), Junta Grande (1811), Triunviratos (1811-1814) y el
Directorio (1814-1820) que no pueden consolidar su poder y deben hacer frente a la
guerra contra Espaa. En esta lucha se destacaron Manuel Belgrano, Jos de San
Martn, llegado al pas en 1812, y Martn Miguel de Gemes. Las campaas
sanmartinianas terminaron, tras liberar a Chile, con el centro del poder espaol de Lima.
El 9 de julio de 1816 un congreso de diputados de las Provincias Unidas proclam la
independencia y en 1819 dict una constitucin centralista que despert el enojo de las
provincias, celosas de su autonoma.
Era
de
Rivadavia
(1820-1829)
A partir de 1819 en el pas se fueron definiendo claramente dos tendencias polticas: los
federales, partidarios de las autonomas provinciales, y los unitarios, partidarios del poder
central de Buenos Aires. Estas disputas polticas desembocaron en una larga guerra civil
cuyo primer episodio fue la batalla de Cepeda en febrero de 1820, cuando los caudillos
federales de Santa Fe, Estanislao Lpez, y de Entre Ros, Francisco Ramrez,
derrocaron al directorio. A partir de entonces, cada provincia se gobern por su cuenta.
La principal beneficiada por la situacin fue Buenos Aires, la provincia ms rica, que
retuvo para s las rentas de la Aduana y los negocios del puerto.
poca
de
Rosas
(1829-1852)
En 1829 uno de los estancieros ms poderosos de la provincia, Juan Manuel de Rosas,
asumi la gobernacin de Buenos Aires y ejerci una enorme influencia sobre todo el
pas. A partir de entonces y hasta su cada en 1852, retuvo el poder en forma autoritaria,
persiguiendo duramente a sus opositores y censurando a la prensa, aunque contando
con el apoyo de amplios sectores del pueblo y de las clases altas porteas. Durante el
rosismo creci enormemente la actividad ganadera bonaerense, las exportaciones y
algunas industrias del interior que fueron protegidas gracias a la Ley de Aduanas. Rosas
se opuso a la organizacin nacional y a la sancin de una constitucin, porque ello
hubiera significado el reparto de las rentas aduaneras al resto del pas y la prdida de la
hegemona portea.
Buenos
Aires
y
la
Confederacin
(1852-1862)
Justo Jos de Urquiza era gobernador de Entre Ros, una provincia productora de
ganado como Buenos Aires que se vea seriamente perjudicada por la poltica de Rosas,
que no permita la libre navegacin de los ros y frenaba el comercio y el desarrollo
provinciales. En 1851, Urquiza se pronunci contra Rosas y form, con ayuda brasilea,
que crey controlar y que dio paso al perodo de las democracias condicionadas
encabezadas por gobiernos radicales.
Frondizi
e
Illia
(1958-1966)
En 1958 el lder de la Unin Cvica Radical Intransigente, Arturo Frondizi, lleg al
gobierno tras sellar una alianza con Pern. Sin embargo, su poltica desarrollista, llevada
a cabo mediante la contratacin de empresas extranjeras para la extraccin de petrleo y
la gestin de un crdito del FMI, condicionado a la implementacin de medidas liberales,
no tardaron en granjearle la hostilidad del peronismo. Para hacer frente a las
manifestaciones de descontento, el gobierno puso en marcha el plan Conintes, que
otorg al Ejrcito la facultad de arrestar, detener e interrogar a gremialistas y opositores.
Su poltica exterior y el triunfo del peronismo en las elecciones de 1962 precipitaron un
nuevo golpe de estado. Procurando salvar la institucionalidad, asumi el presidente del
Senado, el radical Jos Mara Guido, cuyo gobierno estuvo tutelado desde las filas
castrenses. Las elecciones presidenciales de 1963, con proscripcin del peronismo,
llevaron a la presidencia a Arturo Illia, de la Unin Cvica Radical del Pueblo. La
anulacin de los contratos petroleros, la Ley de Medicamentos y un aumento en la
inversin en salud y educacin cosecharon hostilidad en el empresariado. El peronismo,
especialmente su base sindical, y la prensa llevaron adelante una fuerte campaa contra
el lder radical, dejando el terreno libre para que, una vez ms las Fuerzas Armadas,
asestaran un nuevo golpe a la democracia. El 28 de junio de 1966, Juan Carlos Ongana
asumi de facto el mando del pas. Contaba, una vez ms, con amplio apoyo poltico y
social.
La
Revolucin
argentina
(1966-1973)
El general Juan Carlos Ongana aplic, con apoyo del FMI, un fuerte programa liberal
orientado a satisfacer los intereses de los grandes grupos econmicos, al tiempo que,
bajo los auspicios de la Doctrina de la Seguridad Nacional impulsada por Estados
Unidos, convirti la persecucin del peronismo en la del comunismo y de las guerrillas.
Implant una rgida censura, que alcanz a toda la prensa y a todas las manifestaciones
culturales, incluyendo la intervencin de las universidades y la expulsin de profesores
opositores, que deriv en lo que se conoce como la fuga de cerebros. Sin embargo, las
movilizaciones estudiantiles, las insurrecciones populares (como el Cordobazo) y la
organizacin guerrillera debilitaron al gobierno provocando un golpe interno. En junio de
1970 asumira Roberto Levingston, de corte nacionalista, que no lograra contener las
protestas populares y la actividad guerrillera. Una segunda manifestacin popular en
Crdoba, conocida como el Viborazo, dio por tierra con este nuevo gobierno. En marzo
de 1971, asumi Alejandro Agustn Lanusse, quien propugn una poltica conciliatoria, a
travs del GAN (Gran Acuerdo Nacional), permitiendo el regreso de Juan Domingo Pern
y convocando a elecciones nacionales sin proscripciones para el peronismo. En marzo
de 1973, el triunfo sera para los candidatos de esa fuerza, Hctor Cmpora y Vicente
Solano Lima.
Vuelta
de
Pern
(1973-1976)
Entre 1973 y 1976 gobern nuevamente el peronismo con cuatro presidentes (Cmpora,
1973; Lastiri, 1973; Pern, 1973-1974; e Isabel Pern 1974-1976), quienes intentaron
retomar algunas de las medidas sociales del primer peronismo, como el impulso de la
industria y la accin social, el mejoramiento de los sueldos y el control de precios. Pero
los conflictos internos del movimiento peronista y la guerrilla, sumados a la crisis
econmica mundial de 1973, complicaron la situacin, que se agrav an ms con la
muerte de Pern en 1974 y la incapacidad de su sucesora, Isabel Pern, de conducir el
pas. Esta crisis fue aprovechada para terminar con el gobierno democrtico y dar un
nuevo golpe militar, que cont una vez ms con un amplio respaldo civil.
Dictadura
(1976-1983)
La dictadura militar que gobern el pas entre 1976 y 1983 cont con el decisivo respaldo
de los grandes grupos econmicos nacionales y el financiamiento permanente de los
grandes bancos internacionales y los organismos internacionales de crdito, como el
Banco Mundial y el FMI. El saldo de su gestin fue el de miles de muertos y
desaparecidos, centenares de miles de exiliados, la derrota del Ejrcito argentino en
Malvinas, la multiplicacin de la deuda externa por cinco, la destruccin de gran parte del
aparato productivo nacional y la quiebra y el vaciamiento de la totalidad de las empresas
pblicas a causa de la corrupcin de sus directivos y de la implementacin de una
poltica econmica que beneficiaba a los grupos econmicos locales y extranjeros.
Ral
Alfonsn
(1983-1989)
El 10 de diciembre de 1983, despus de casi veinte aos, el radicalismo volva al
gobierno tras el triunfo de Ral Alfonsn. Empujado por la fuerza de los organismos de
derechos humanos que nacan tras la feroz represin militar, el lder radical abri las
puertas a las denuncias y a una primera investigacin sobre los crmenes de lesa
humanidad cometidos durante la dictadura, que se reflej en el informe de la CONADEP
y que permiti que fueran juzgadas las cpulas militares en el Juicio a las Juntas. Aunque
insuficiente para algunos organismos, la poltica de derechos humanos de Alfonsn fue
severamente atacada por amplios sectores militares, que produjeron el movimiento
carapintada, los retrocesos hacia las Leyes de Obediencia Debida y Punto Final, y el
ltimo intento guerrillero que culmin en la masacre de La Tablada. Pero lo que haba
cambiado sustancialmente eran las bases econmicas. Con el creciente podero de los
grupos financieros y un mecanismo de endeudamiento externo incontrolable, Alfonsn
cedi ante las recetas liberales y no logr reencauzar una economa desindustrializada y
anmica. Con escaso apoyo social, frente a un peronismo conspirativo y con los grupos
econmicos en contra, la hiperinflacin oblig a Alfonsn a renunciar antes de tiempo.
Vendra el tiempo del menemato.
Carlos
Menem
(1989-1999)
La cada del Muro de Berln y el fin de la era del mundo bipolar se combinaron con el
avance de Estados Unidos hacia la regin latinoamericana, cuya formulacin ms
emblemtica en materia econmica fue el Consenso de Washington, una serie de
medidas que establecan la aplicacin en Amrica Latina de un proyecto de corte
neoliberal. Carlos Menem, el candidato peronista que accedi a la presidencia en 1989,
procedi paradjicamente a implementar este programa, que se encontraba en las
antpodas de su prdica electoral y de los postulados histricos del peronismo. La
privatizacin de empresas estatales, como YPF, Aerolneas Argentinas, Entel, Gas del
Estado, entre otras, fue acompaada por una apertura indiscriminada del mercado a los
productos y capitales extranjeros y por una poltica de relaciones carnales con los
Estados Unidos. El proyecto se complet con el Plan de Convertibilidad monetaria
impulsado por Domingo Cavallo y las renegociaciones de la deuda externa, que
provocaron una mayor dependencia y endeudamiento. El modelo suscit el apoyo de los
sectores medios, que inicialmente se vieron beneficiados por la poltica monetaria y de
importacin. Pero pronto comenzaron a hacerse visibles los efectos devastadores en
trminos sociales y culturales, con una explosin de la desocupacin y de la pobreza, y
con la visibilidad e impunidad de la corrupcin a gran escala. A ello se sumaba una
poltica de reconciliacin plasmada con los indultos a las cpulas militares que
implementaron el Terrorismo de Estado y tambin a las guerrilleras. El descontento social
no se hizo esperar y algunos estallidos populares (Santiagueazo y piqueteros en
CutralC y General Mosconi) fueron acompaados por la convergencia poltica de
amplios sectores en lo que terminara conformando el crtico y progresista espacio del
FREPASO y la posterior moderada Alianza en 1997, que con Fernando de la Ra a la
cabeza, pondra fin al gobierno menemista en 1999, pero no al modelo neoliberal
implementado.
rastrillar la pampa. Dos de las columnas estaran bajo las rdenes del propio Roca y del
coronel Napolen Uriburu, que atacaran desde la cordillera para converger en Choele
Choel. Las columnas centrales, al mando de los coroneles Nicols Levalle y Eduardo
Racedo, entraran por la pampa central y ocuparan la zona de Trar Lauquen y
Poitahue. Todo sali segn el plan con el acompaamiento de la armada que con el
buque El Triunfo, a las rdenes de Martn Guerrico, naveg por el Ro Negro.
El 25 de mayo de 1879 se celebr en la margen izquierda del Ro Negro y desde all se
prepar el ltimo tramo de la conquista. El 11 de junio las tropas de Roca llegaron a la
confluencia de los ros Limay y Neuqun. Pocos das despus, el ministro debi regresar
a Buenos Aires para garantizar el abastecimiento de sus tropas y para estar presente en
el lanzamiento de su candidatura a presidente de la Repblica por el Partido Autonomista
Nacional. Lo reemplazaron en el mando los generales Conrado Villegas y Lorenzo
Vintter, quienes arrinconaron a los aborgenes neuquinos y rionegrinos en los
contrafuertes de los Andes y lograron su rendicin definitiva en 1885.
El saldo fue el de miles de indios muertos, catorce mil reducidos a la servidumbre, y la
ocupacin de quince mil leguas cuadradas, que se destinaran, tericamente, a la
agricultura y la ganadera.
Las enfermedades contradas por el contacto con los blancos, la pobreza y el hambre
aceleraron la mortandad de los indgenas patagnicos sobrevivientes.
El padre salesiano Alberto Agostini brindaba este panorama: "El principal agente de la
rpida extincin fue la persecucin despiadada y sin tregua que les hicieron los
estancieros, por medio de peones ovejeros quienes, estimulados y pagados por los
patrones, los cazaban sin misericordia a tiros de winchester o los envenenaban con
estricnina, para que sus mandantes se quedaran con los campos primeramente
ocupados por los aborgenes. Se lleg a pagar una libra esterlina por par de oreja de
indios. Al aparecer con vida algunos desorejados, se cambi la oferta: una libra por par
de testculos".
El general Victorica no andaba con rodeos al explicar los objetivos de la
conquista: "Privados del recurso de la pesca por la ocupacin de los ros, dificultada la
caza de la forma en que lo hacen, que denuncia a la fuerza su presencia, sus miembros
dispersos se apresuraron a acogerse a la benevolencia de las autoridades, acudiendo a
las reducciones o a los obrajes donde ya existen muchos de ellos disfrutando de los
beneficios de la civilizacin. No dudo que estas tribus proporcionarn brazos baratos a la
industria azucarera y a los obrajes de madera, como lo hacen algunos de ellos en las
haciendas de Salta y Jujuy".
El xito obtenido en la llamada conquista del desierto prestigi frente a la clase