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Entrevista Agustin Andreu
Entrevista Agustin Andreu
Entrevista Agustin Andreu
DE LA VIDA (ENTREVISTA)
Mara Luisa Maillard
UNED, Madrid
XIX y XX. Pero ese mismo documento y sus precedentes (el contacto vivo
con determinado exilio) es buena prueba de mis sentimientos-guas interiores.
Segn he ido cumpliendo aos y presenciado el desfile de generaciones, he
advertido una continuidad profunda en mi ter y mi destino: algo ms fuerte
que yo mismo. Esto lo veo con una claridad tal que me vence.
MLM: Ese fondo religioso y patritico que ha heredado, de su familia como
usted seala, y que sin duda compartieron metafsicamente autores como
Machado y Zambrano no se encuentra hoy en Espaa arrumbado, cuando no
anatematizado, como perteneciente a una derecha rancia?
AAR: Que ese fondo metafsico y esa idea de la cultura espaola que comprende a Unamuno, Machado y Zambrano sea patrimonio de la derecha es un
dato fundamentalmente equvoco, producido menos por el franquismo, esa
poca tan larga, que por las apostasas de la filosofa modernsima, la posterior
a la II Guerra Mundial. Cree usted que la derecha lee mucho La vida de don
Quijote y Sancho o Los complementarios o El hombre y lo divino? Otra Universidad
tendramos si en ella predominaran las tesis y estudios de estos autores. Le voy
a definir el Pas Vasco: es un lugar de la pennsula ibrica del que est real y
oficialmente proscrito don Miguel de Unamuno. Comprender que acepto
que los hombres se hundan a s mismos todo lo que merecen a veces. Despus
de la dictadura ha sido muy cmodo ser de izquierdas. No se ha querido
entender la verdadera posicin y actitud de Unamuno, Ortega, Machado,
Maran, Azorn en relacin a Europa y Espaa. Ha faltado valor y sinceridad.
MLM: Volviendo a su trayectoria intelectual. Podra ampliar un poco ms su
recorrido desde los autores espaoles a la filosofa alemana?
AAR: Yo tuve la influencia de un maestro de la Institucin en mi infancia, y
de un gran pedagogo, el maestro de Pedro Lan, rector del seminario, don
Antonio Rodilla, un discpulo de la Institucin a distancia. Esta influencia es
la que me condujo a buscar libros de la Revista de Occidente. En concreto muy
pronto estudi La teora de las concepciones del mundo, de Dilthey, y el Discurso de
Metafsica, de Leibniz; lo estudi a solas; sin profesorado de ese nivel. El padre
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Colomer con quien confidenciaba Julin Maras me ense a estudiar la historia de la filosofa en Maras y en el Klimke, tan lleno de erudicin. Con esto
entr culturalmente en rbita. Desde Dilthey descubr a Bhme. Bhme me
sac del problema confesional: desde Dilthey me embarqu en el cristianismo
jonico que estaba ms all de los pleitos eclesisticos y que saba ver en la
naturaleza y la vida el misterio de lo divino. Esto se concret ms tarde cuando
traduje e introduje la Aurora de Jacob Bhme, pero vena de un silencio padecido ms de veinte aos. Berdiaeff hablaba de Bhme tambin en libros traducidos en Espasa-Calpe antes de la Guerra Civil y que se podan adquirir en
los aos 40. No fue casualidad que no publicase durante los aos de profesor
de Teologa, ms que un libro que era definitivamente crtico de las Confesiones y el eclesiasticismo: Qu es ser cura hoy? (Ministerios y existencia cristiana). El
verdadero ttulo era el subttulo. Un gran amigo mayor me dijo: has escrito
una antropologa. Tena razn.
MLM: Qu supuso entonces para usted el descubrimiento de Bhme?
AAR: Bhme, adems de ayudarme en uno de los peores momentos de mi
vida, me liber del biblicismo y me ense a ver el proceso mismo de la vida
divina en la naturaleza: la vida tiene un proceso universal. Es una idea que se
recuperara en el siglo XX por Scheler. Y con ello la inmanentizacin de la
trascendencia en su forma trinitaria. Pero a la lectura de Bhme llegaba yo
desde el concepto griego de sustancia. En los padres griegos me ense a
fijarme Zubiri. A los quince o diecisis aos estudi Naturaleza, Historia, Dios,
y ah encontr el concepto trinitario de sustancia, la interioridad de la sustancia en forma de Fuente, Palabra y Espritu, as como la orientacin hacia los
padres griegos (que Zubiri aprendi de Petavius y de De Regnon). Mara
Zambrano se entusiasm al verme traducir a Bhme y, antes, al conocer que
me ocupaba en los escritores cristianos alejandrinos. Como digo, el zapatero
Bhme me ense a prescindir de las teologas confesionales y a dirigirme a la
observacin de la vida y su proceso trinitario.
Cuando sali Aurora (Jaime Salinas trat excelentemente mi traduccin),
me llev una alegra inolvidable: en la primera caseta de la Cuesta de Moyano
empezando por abajo, el librero sealando un volumen de Aurora, que estaba
expuesto en el interior, le deca a alguien con quien conversaba, sin saber
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quin era el que echaba una ojeada a los libros: este libro acaba de salir y ya es
un libro buscado de lance. Bhme es slido, concreto, hroe, anticonvencional
y ajeno a la Academia y a las Iglesias, humilde, veraz, amigo de Dios.
MLM: Usted estaba ya en esa poca en relacin con Mara Zambrano. Unos
pocos aos despus su relacin epistolar se centrara en gran medida en las
relaciones entre el Logos y el Espritu en la concepcin trinitaria de la sustancia. Cree usted que es precisamente este asunto que representa una nueva
manera de sentir y concebir lo divino, lo que acabar separando la antropologa de Zambrano de la de su maestro Ortega?
AAR: Lo que separa, en una primera vista ms bien superficial, a Mara
Zambrano de su maestro en la visin del ser y la vida, es ms la aplicacin de
su direccin que la direccin misma. Ortega se aplica a entender este mundo,
la historia, el tiempo de la vida. Mara vive el tiempo y la historia como la
ocasin concreta en que acontecen hechos metafsicos como los del Paraso
original y la Crucifixin del Logos. Esta manera de estar en el mundo era
corriente en los aos 20 y 30 entre catlicos y entre marxistas cuya metafsica era tambin escatolgica, es decir, desembocaba en el reino futuro de
dialctica certeza de la Justicia y la Paz, que daba sentido al ser. Mara sacaba
agua, pozaba de los dos acuferos: del catlico y del marxista en cuanto socialista. El smbolo y la alegora con que trabajaban en teologa Haecker y
Peterson, Pieper y Wusst (y en general los conversos de la Revista Hochland)
eran categoras que reunan lo metafsico, lo individual y lo social en su forma
ms concreta, y lo histrico: el smbolo y la alegora eran la concretizacin de
lo histrico, su concretizacin metafsica, apocalptica, escatolgica. Quienes
no lean as a Mara, no la entendern. Ahora bien, negaba sustancialmente
eso su maestro? Eso no se ha contestado todava. La religin de Ortega, que en
Alemania frecuent tambin actividades teolgicas, no ha sido suficientemente estudiada. Ortega define expresamente el cristianismo como una religin
encarnacional y escatolgica. Religin encarnacional es la que ve a lo divino
encarnndose en la humanidad, en el tiempo y en la historia, y en el caso,
encarnndose como logos, pensamiento. La escatologa significa entre otras cosas que esa encarnacin produce libertad y responsabilidad ltimas. La indiferencia de Ortega por el cristianismo est por demostrar y ms an su abando11
Los Nuevos ensayos sobre el entendimiento son una rectificacin expresa del concepto de inteligencia de Locke. Materia y espritu, Descartes y Locke positivamente criticados. El trabajo estaba hecho y adems desde la matemtica y la
astronoma, desde la Fsica y la naciente Qumica. Todo eso lo encontr entonces. Pude discrepar de la Modernidad y de Europa, de Alemania y Francia,
con seguridad; pero solo. Los dems trabajos sobre Lessing y Leibniz fueron
extensin del camino tomado, ratificacin cada vez ms aceptada. Y el tiro de
gracia: Inglaterra traicion el pensamiento renacentista tica y estticamente
moderno en Shaftesbury, ratificador de Leibniz en todo menos en el concepto
de muerte. Pero no hay una cabeza que haga valer el conjunto de Leibniz, su
idea mondica; se le estudia por partes o reas y no hay autor ms traicionable
por parcialidad que Leibniz.
Yo en realidad a Leibniz lo encontr muy pronto, en el Discurso de Metafsica traducido por Julin Maras, como he dicho. Lo entend a medias porque
ni el prlogo ni nadie explicaba bien aquello. Pero Leibniz se qued ah dentro inspirndome cuando curs los cuatro aos de la carrera de Teologa. El
segundo encuentro con Leibniz, el lcido, independiente e independizador,
se produjo mediante Lessing. Lessing es el lugar despus de Bhme donde me
situ para discrepar de la Ilustracin kantiana, inglesa y francesa, o sea del
camino europeo de la Modernidad. Cuando Lessing me fue descubierto por
Dilthey pude ponerle nombre propio y actitud a mi reserva ante la Reforma y
ante la Ilustracin superficial por antimetafsica; hipcrita, por tolerante con
los presupuestos providenciales del Cristianismo europeo y americano; escandalosa, por falta de generosidad intelectual y social. Los estudios filosficos y teolgicos
de Lessing han sido una aportacin definitiva para poder empezar desde la
periferia europea otra Ilustracin.
MLM: Puede sintetizar cules seran los rasgos determinantes de esa otra
Ilustracin que defiende y cuyo camino le abrieron Bhme, Lessing y Leibniz
en clara oposicin a Kant?
AAR: Se trata de la Ilustracin leibniziana, que no prescinde de nada y da su
lugar a todo. No es testa sino trinitaria. No es aconfesional sino interconfesional
en un horizonte de Humanidad. No es cerebral sino antropolgica: el instinto
es ya espiritual de raz. Es metafsica y no meramente fenomnica. Es innatista
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metafsica son los ms trgicos; slo hay uno mayor: carecer de metafsica o
profesar el agnosticismo metafsico. Ya slo por esa razn pueden comprenderse ciertas aberraciones de obcecacin en la historia de Occidente y no slo
en la de la Alemania moderna, desde Hegel hasta Kant y el idealismo. Enumerar e indicar algunos de estos errores slo puede hacerse desde fuera de la
Academia. La Academia ha sido y es menos tolerante y ms subordinadora
con sus opositores y novicios que las Confesiones religiosas. Mientras sigan as
las cosas, y creo que van a seguir, la Academia ser un puerto de naves con ruta
asignada, falseada. Habra que hacer en Pars y en Berln una Avenida con
estatuaria antiacadmica empezando por Scrates y acabando con Nietzsche.
Hablo desde la personal experiencia que fue para m hacer oficialmente pblica mi actitud mediante el trabajo De Lessing a Benjamn: la otra Ilustracin (en
ISEGORIA, N 4, 1991). La Academia marca la moda y el momento, la lnea
oficial acadmica y la oficial de oposicin. No se ensea filosofa enseando
historia, la historia viviente del pensamiento. El leibnizianismo estaba en el
trasfondo de los hombres de la Institucin, pero no hubo nadie que lo hiciera
valer. Cmo y de dnde poda decir Mara Zambrano en el momento ms
dramtico de su vida y de su juventud, en plena guerra civil, Leibniz me
salvar? Si lo hubiera podido y sabido decir antes! Don Manuel Garca Morente
lo saba pero no tena vigor para aguantar contra viento y marea los marxismos
y los confesionalismos, los tumultuosos tsunamis de la Idea y los modos formales de la intolerante religiosidad cristiana. Y don Xavier Zubiri estuvo en
su batalla muy personal, preocupado por la salvacin de su alma una actitud como la de Newman cien aos antes. (Estamos a la espera de la aparicin
de la biografa de Zubiri, que acaban de escribir los doctores Corominas y
Albert). Por supuesto, no se trata de repetir a Leibniz. El siglo XIX espaol
necesita una revisin a fondo. Pienso aconsejar a algn joven amigo que la
intente. Cunta traduccin francesa del XIX y del XX que no se puede
poner al lado de Giner de los Ros! Don Jos, un ilustrado; goyesco saba
serlo, torero tambin, respetuoso tambin; pero no me lo imagino masn y
con peluca. Saba bastante del hombre para no bajarse a las barricadas, pero
alguien tena que reservarse para dar masajes enceflicos a los hombres, no?
Don Jos es un filsofo de toda la historia de la filosofa; su escuela es la filosofa como aventura del hombre, por cuyo ser se preguntaba en el Instituto de
Humanidades. Mara Zambrano es una figura del pensamiento metafsico15
pus de abandonar su actividad universitaria, se embarca usted en una aventura inslita; la Universidad libre de Zambuch que an hoy mantiene cierta
actividad. Nos podra hablar de dicha experiencia?
AAR: Antes de empezar con los Cursos de Verano del Zambuch, me reuna
ya en verano con estudiantes en la Casa construida ad hoc para ello en
Pedralba, con estudiantes de una Residencia Universitaria que haba fundado
(Toms Moro/Concepcin Arenal). El conjunto, la primera fase reducida a
media docena de estudiantes y la segunda, la propiamente Universidad de
Verano, intentan ser una respuesta a las inquietudes de Mayo de 1968. Esto
sera largo de contar. El resultado se pareci a la pedagoga de la Institucin
Libre de Enseanza: Humanidades, Arte, Ciencia... en un ambiente libre, en
contacto con la naturaleza, con trabajo intelectual serio... mucho Homero,
mucho Platn, mucha Astronoma con Matemticas y Fsica, lecturas poticas, Historia... todo en un ambiente abierto y libre. Se trataba de gente seleccionada, contra los prejuicios de entonces que pretendan descalificar a lo que
llamaban elitismo. En cierto modo puse a prueba a aquella juventud que
esperaba ver transformado el mundo. Sobre la Universidad de Verano escribirn algunos de sus alumnos que hoy son profesores de Universidad o profesionales de diversas reas y que se han dado cuenta de lo que aquello intent ser
y acab por ser. Se llev a cabo todo sin apoyo ni de Iglesias ni de Instituciones. Ha carecido de continuidad homloga porque era una iniciativa
generacional y no he credo en continuidades institucionales para semejante
tipo de iniciativas. Por cierto, por una u otra causa, a la Institucin Libre de
Enseanza le sucedi lo mismo. Valdr la pena narrar un da la empresa; creo
que se har. No s si hoy podra emprenderse una manera de vida y trabajo
como aquella. La pedagoga verdadera ha de brotar tanto de lo eterno del
hombre como de la circunstancia en lo que de positivo y condicionante tiene.
Fueron veinticinco aos felices y fecundos. Hoy quedan amistades y dos o tres
reuniones anuales que resultan fructferas intelectual y humanamente.
MLM: Usted ha dicho que no sabe si hoy en da podra emprenderse un tipo
de trabajo intelectual como el que usted ensay en el Zambuch. Cmo ve
usted la evolucin de la educacin y el esfuerzo intelectual en la Espaa de
hoy?
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AAR: El joven medio actual es diez veces ms rico en dinero que el joven con quien
trabajamos antao. Dispone de todo lo necesario y agradable, multiplicado por diez. Es
otra cosa. Hace aos, ms de veinte, a un grupo de amigos entre los que estaba el
periodista Abel Hernndez le expuse la idea de una Universidad de barrio: una
planta baja con biblioteca esencial y lugares de lectura y conversa- cin dirigidos o
aprovechados por emritos (tanto profesores como otro tipo de profesionales, incluidos
obreros, cada cual en su esfera de contribucin), donde se juntasen universitarios del
barrio con profesores y profesionales de todo tipo para charlar e intercambiar ideas... y
donde estudiantes que careciesen en su casa de un sitio cmodo para estudiar contasen
con un rincn propio. Puede usted suplir con su imaginacin todo lo que treinta o
cuarenta emritos y estudiantes (Derecho, Medicina, Historia, Matemticas) podran
realizar dando forma humana y concre- ta a la abstraccin de la Universidad. Las
ctedras deberan ser lugares as. El conocimiento est desmadejado, la filosofa
misma (que debera ofrecer la incita- cin o la idea de la unidad del saber y de la
eticidad de sus consecuencias) est enciclopedizada luego de haber estado ideologizada
de diverso modo. La ensean- za media va de mal en peor; puede empeorar todava ms
porque no hay una idea de lo que habra que ofrecer como educacin. El futuro es
pavorosamente oscuro. La incompetencia y la liviandad imperan en toda clase de alturas.
Pero hacer lo que toca desde la tradicin clsica, antigua y moderna, del saber, es posible.
El modo de saber de Heisenberg y Jaeger, de Ortega y Guitton, de Gentile y Russell...
est ejemplarmente disponible. La Academia y el Gobierno no se dividen en derechas e
izquierdas, sino en irresponsables incompetentes y en gente seria y sabia. La sociedad
no puede consigo misma en Occidente; tiene demasiado de todo lo que se compra y se
vende. No hay gusto profundo por lo humano elevado, por lo humano justo
universal. No hay una tica esttica de las almas. Y no hay una idea. Y no est dicho que
tenga que haberla por obra y gracia de que somos el cogollito del mundo, los
occidentales.
MLM: En lo que usted dice parece aflorar una paradoja de las ltimas creencias del mundo
occidental. Una vez desterrada la pobreza en las sociedades occidenta- les parece
ser la demasa de todo la que reduce el horizonte de lo humano. Sin embargo la
necesidad de ideales absolutos se mantiene, como muestra el recrude- cimiento de los
nacionalismos y de los fundamentalismos religiosos fuera ya de nuestro mbito
occidental. En qu nos hemos equivocado?
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