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Morales Incómodas... Desmentidas Ana Fernandez
Morales Incómodas... Desmentidas Ana Fernandez
Morales Incómodas... Desmentidas Ana Fernandez
I. INTRODUCCION.
totalmente a gusto con las propias evidencias". Y en homenaje a Merleau Ponty titula
dicho artculo "Por una moral de la incomodidad"3.
Es desde una perspectiva similar que en este trabajo -"Morales incmodas"- se
intenta sostener la tensin, es decir mantener una incomodidad, en el intento de poder
pensar de otro modo, o desde otro lugar, algunas certezas psicoanalticas que en tanto
tales corren el riesgo de dejar de operar como herramientas, para instituir regmenes de
verdad.
A tal efecto, se operar con algunas nociones de Michel Foucault (Punto II) que, a mi
criterio, pueden ser de utilidad para pensar -a partir de all y ms all de Foucaultalgunos impensados del Psicoanlisis (Punto III).
En el Punto IV se trabajan algunas cauciones de mtodo frente a ciertos universales
antropolgicos y se establecen criterios de genealogizacin que hagan posible interrogar
algunas certezas y naturalizaciones del campo, para arribar al Punto V donde se trabajan
algunos procesos de dogmatizacin del mismo.
II. LEY, EDIPO Y SEXUALIDAD
De qu modo algunas cuestiones planteadas por M. Foucault permiten operar
problematizaciones en el universo de las conceptualizaciones psicoanalticas?
Problematizar, en este caso, implica abrir interrogacin crtica a algunos
presupuestos naturalizados con que opera el Psicoanlisis tanto en sus teorizaciones como
en sus prcticas clnicas instituyendo algunos de los invisibles - no enunciables ms
significativos.
En este trabajo se toman cuatro cuestiones planteadas por Foucault en distintos
momentos de su obra que, a mi criterio, permiten abrir algunas interrogaciones con
respecto al Psicoanlisis:
1. El problema de la Ley (La voluntad de saber)4
2. El Edipo como Rey (2 Conferencia de Ro de Janeiro)5
3. La sexualidad como dispositivo (La voluntad de saber)6
4. La genealoga del hombre de deseo (El uso de los placeres)7
Estos cuatro puntos, a su vez permitiran pensar un modo de articulacin en el
pensamiento foucaultiano de tres pasajes o momentos de giro de su pensamiento, que
suelen exponerse de modo cronolgico: la nocin de episteme, la nocin de dispositivo y
la nocin de subjetivacin.
No interesa aqu tanto el desarrollo exhaustivo y el tratamiento especfico de los
campos de problematicidad que Foucault inaugura, cuanto las interpelaciones que a partir
de all pueden abrirse con respecto a los cuerpos doctrinales de los psicoanlisis. Se
intenta operar con algunas herramientas foucaultianas, con un dirigido sentido de
Edipo como hijo incestuoso, deja en invisibilidad a Edipo Rey obsesionado por su
prdida de poder frente a un saber que lo ha excedido. Deja sin enunciacin las profundas
y fecundas relaciones entre los saberes de la sexualidad y los poderes, al interior del
propio campo. Por otra parte, cabe abrir la pregunta: Qu saberes han excedido al
Psicoanlisis? Qu poderes le son invisibles - no-enunciables?
La sexualidad pensada como dispositivo pone de relieve un fuerte impensado: la
urgencia socio-histrica a la que este campo dio respuesta al resituar la sexualidad en
la alianza. Surge as una particular amalgama, aquella que ligar las potencias de lo
inconsciente a una narrativa edpico-familiarista. Mantener como impensada la demanda
socio-histrica a la que la inauguracin de un campo de saberes y prcticas es respuesta,
es presuponer una neutralidad de origen, es exaltar los campos con los que opera ruptura,
pero es no poder pensar las lneas de sostenimiento, continuidad, reproduccin de
dispositivos que mantiene ignorados.
Tal vez uno de los ejemplos ms contundentes de la articulacin de dispositivo de
alianza y de sexualidad es la deformacin que Freud realiz en sus primeros historiales de
pacientes que relataban situaciones de abuso sexual en su infancia, donde prefiri decir
que dichos abusos haban sido efectuados por personas extraas, parientes lejanos o
gobernantas ocultando que haban sido cometidos por el propio padre. Si bien en
segundas versiones despus de los aos 20, en algunos historiales, en llamadas al pie, se
corrigi y -con independencia de las razones estratgicas que lo llevaron a la
desfiguracin de los hechos en los comienzos del psicoanlisis- esta desmentida se
produjo20.
Breuer y Freud publican sus Estudios sobre la histeria en 1895. En dos historiales
clnicos, Sigmund Freud afirma que sus jvenes pacientes enfermaron a raz del abuso
sexual sufrido en los primeros aos de la pubertad. En ambos casos, dice, eran sus tos
quienes, adems de "asediarlas sexualmente", las amenazaban con castigarlas si ellas
hablaban. Uno de esos historiales es el de Katharina, hija de un posadero alpino, que en el
momento de la terapia tena dieciocho aos y el otro es el de Rosala, cuyo relato puede
encontrarse en el historial de Elizabeth de R.
Pero en 1924, segn datos aportados por la indagacin realizada por I. Monzn,
Freud agrega al historial clnico de Katharina una nota a pie de pgina en la que dice:
"Despus de tantos aos, me atrevo a infringir la discresin antes observada y a
indicar que Katharina no era la sobrina sino la hija de la hospedera. Vale decir que la
muchacha haba enfermado a raz de unas tentaciones sexuales que partan de su propio
padre. Una desfiguracin como la practicada por m en este caso debera evitarse a toda
costa en un historial clnico".
Igualmente, en la nota al pie de pgina del breve historial de Rosala, Freud
agrega: "Tambin aqu era en realidad el padre, no el to"21
Desde esta perspectiva los seres humanos son copias falladas de la Idea original
y/o de un Dios creador (Dios cre al Hombre a su imagen y semejanza). Si el
pensamiento platnico-aristotlico coloc las bases del hombre fallado, el cristianismo
ensambl la falla con la culpa y su necesaria expiacin-resignacin a travs de la
gobernabilidad de la pastoral. El deseo pensado como carencia dara cuenta del anhelo
imposible de los humanos por alcanzar la perfeccin-completud de la Idea - Dios. Linaje
teolgico que se vuelve necesario de-construir.
De Platn a Hegel insiste una voluntad que al rastrearse slo como historia del
pensamiento y disociarla de la cuestin de la gobernabilidad, deja en invisibilidad las
estrategias de poder en que se inscribe el linaje filosfico del arco conceptual
psicoanaltico de la carencia-castracin.
De esto da cuenta Nietzsche cuando su pensamiento intempestivo convoca a
"invertir el platonismo". En la misma lnea ya antes Spinoza haba dicho "Nadie sabe lo
que puede un cuerpo". Ambos autores toman la idea de potencia y no de carencia para
pensar el deseo.
Segn el linaje filosfico desde donde se piensen estas cuestiones ser la nocin
de deseo que se pueda conceptualizar. Pero las ideas no son slo ideas; por tanto, otros
sern tambin los dispositivos de "cura" que se implementen.
3- La episteme de Lo Mismo.
dogmatizacin.
Muy otro es el camino aqu propuesto. Eludir la dogmatizacin es recuperar lo no
pensado de un campo de saber; no se hace referencia a aquello que est fuera de l, sino
por el contrario a aquello denegado en lo que se afirma.
Es asimismo ofrecer las teoras al juego abierto de lo inacabado y no al cierre por
el cual se supone que una teora ha aprehendido de modo completo la realidad que intenta
dar cuenta.
Ofrecer sus categoras a una construccin conceptual de dimensin socio-histrica
significa quebrar los universales ante rem, principal articulador de la produccin de
escencialismos. En ellos el concepto pensado como universal pre-existe a la cosa (la
mujer, el inconsciente). Problema ya planteado por Abelardo, por el cual nuevamente el
mundo de las escencias universales pre-existe a los sujetos.
Interrogar una diferencia que slo puede ser pensada como lo otro, negativo de lo
idntico (A es no B), es crear condiciones para pasar de una articulacin necesariamente
jerrquica y generadora de exclusiones entre lo uno y lo otro, a categoras de lo mltiple,
lo diverso37.
Genealogizar, de-construir, poner en discurso los impensables es, en sntesis,
desdogmatizar. De modo tal que un campo de saberes y prcticas no se agote en la
repeticin institucional de sus certezas. Queda abierta para pensar la relacin entre
procesos de dogmatizacin y desmentidas fundacionales. Lneas arriba qued
puntualizada una de ellas: la consolidacin que produce el psicoanlisis entre dispositivo
de la sexualidad y dispositivo de alianza, al desmentir el protagonismo del padre en
abusos de pacientes escuchados/as en los primeros tiempos del psicoanlisis. Pero sin
duda, esta no es la nica.
Producir efectos de fetichizacin -ya que de eso se trata la dogmatizacin- implica
varios mecanismos simultneos:
tomar la parte por el todo
hacer de la parte verdad
invisibilizar los procesos de produccin de los conceptos que se transforman en
verdades eternas
ritualizar las prcticas
por lo cual un campo de saberes queda transformado en un sistema de creencias.
Los sistemas de creencias operan desmintiendo realidades insoportables. Qu
realidades insoportables se ha visto y se ve forzado el psicoanlisis a desalojar de su
recorte disciplinario?
Pensar de otro modo lo ya sabido es abrir nuevos campos de problemas. Es
desmarcar las teoras de algunas marcas de poca. Es poder recuperar, actualizar, poner
en nuevos actos, la potencia subvertidora que anim la intencin de los maestros