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Schopenhauer y La Religión
Schopenhauer y La Religión
Schopenhauer y La Religión
Intercongregacional de Mxico
PRESENTACIN
Alumno:
Luis Enrique Ramrez Gutirrez.
Docente:
P. Vicente Montiel Romero, C.M.F.
Asignatura:
Filosofa de la Religin.
Fecha de entrega trabajo:
Lunes, 23 de junio de 2014.
Arthur Schopenhauer: la
metafsica del pueblo, la
religin.
ndice.
Introduccin................................................................................................................ 3
1.
1.1.
2.
2.1.
2.2.
Conclusin.................................................................................................................. 8
Bibliografa................................................................................................................. 9
Introduccin
En el presente trabajo pretendo poner en relieve el pensamiento religioso de uno de los
grandes filsofos de la poca del romanticismo y uno de los impugnadores del hegelianismo,
adems de considerarse un filsofo pesimista y malhumorado: hablamos de Arthur
Schopenhauer, que, en trminos generales, el ncleo de su pensamiento sera con base en
preguntas (y a las respuestas que hace) tales como: cmo podemos escapar del dolor de la
existencia? En qu consiste este mundo en el que vivimos anhelando cosas que no llegan y
nos hacen sufrir y cuando llegan nos sacian y nos hastan y nos proyectan hacia otros deseos?
Cmo podemos salir de ese crculo vicioso? Cmo escapar de la maldicin de la voluntad,
de esa cadena deseos y de dolores, esa suma de afanes y desasosiegos que conforman la vida
humana?1
Englobo parte de su pensamiento para lograr entender el de la religin, algunas ideas clave y
previas a su pensamiento religioso, para, finalmente, desembocar en algunos puntos
importantes de esas ideas.
Se ha tenido, a lo largo de la historia aquello que es considerado lo otro, el misterio, lo
sagrado, aquello a lo cual, en palabras de Eugenio Tras, es una expresin de la creatura
oprimida que sufre2, es decir, de la religin; como aquella actividad humana que propicia el
encuentro con lo sobrenatural, lo otro, lo sagrado y que, de cierta manera, conduce al ser
humano hacia un fin, esto es, una trascendencia despus del la muerte.
Desde la bsqueda filosfica se ha dado dar razn de aquello que est ms all de nuestras
posibilidades, dando lugar a una diversidad de pensamientos y desarrollando as una filosofa
de la religin, que, desde los presocrticos hasta los filsofos del posmodernismo, se ha
buscado dar una reflexin filosfica de aquella actividad de adoracin del misterio; tenemos
algunas posturas, por ejemplo, cuando hablamos de un Absoluto hegeliano, al hacer referencia
a que todo est subsumido en religin, o cuando nada es religin, dada su diversidad y la
1 SAVATER, Fernando; La aventura de pensar, DEBOLSILLO, Mxico, 2012, p. 151.
2 TRAS, Eugenio; Por qu necesitamos la religin, DEBOLSILLO, Madrid, 2000, p. 20.
subjetividad de quienes participan en ella. Sin embargo, me parece interesante versar sobre el
pensamiento de este personaje del que hablar mi trabajo, pues, en un mundo donde hay
constante sufrimiento, hay cabida para creer en algo trascendente, donde el dolor pueda ser
superado y el sufrimiento soslayado? Es posible tener ese encuentro con lo otro? Por qu
llamar metafsica para el pueblo a la religin? Veamos, a continuacin.
Mientras tanto, haba publicado La voluntad de la naturaleza en 1836, y en 1841, Los dos
problemas fundamentales de la tica. Su ltima obra, Parerga y Paralipmena, se remonta a
1851 y es un conjunto de ensayos (entre los que se cuentan La filosofa de las universidades y
Aforismos sobre la sabidura de la vida) escritos con brillantez y atractivo popular, los cules,
precisamente gracias a esto, contribuyeron a difundir el pensamiento de Schopenhauer. Fue as
como en los ltimos aos de su vida, Schopenhauer tuvo la satisfaccin de verse pblicamente
reconocido.
Fue notable el influjo que ejerci Schopenhauer sobre la cultura posterior: se ha hablado del
schopenhauerismo de filsofos contemporneos como Wittgenstein y Horkheimer; en cierto
modo su pensamiento ha tenido eco en la novela europea: Tolstoi, Maupassant, Zola, Anatole
France, Kafka y Thomas Mann. Tambin cabe recordar en 1858, en la Revista
contempornea, de Sanctis public su clebre artculo titulado Schopenhauer y Leopardi.
1.1.
Obras importantes.5
2. Pensamiento
2.1.
La filosofa (sistema): qu es el mundo? Mi propia
representacin
Schopenhauer declara que tom de Kant las bases de su sistema. Kant es el pensador a quien
Schopenhauer venera ms que a ningn otro. Semejante actitud se debe a que Schopenhauer
enlaza con la distincin kantiana entre fenmeno y nomeno el punto fundamental de toda su
filosofa: la distincin entre el mundo como aparece y el mundo como es. La funcin de
5 Cfr. WIKIPEDIA, la enciclopedia libre; pgina de internet:
http://es.wikipedia.org/wiki/Arthur_Schopenhauer
o artstica, es siempre una representacin fugaz, ilusoria y relativa respecto del sujeto
pensante; lleva a extremas consecuencias este fenomenismo radical. En resumidas cuentas:
sujeto y objeto son recprocamente dependientes: el sujeto depende del objeto, y viceversa.
La mayora de los pensadores tienden a plantear que el mundo en su conjunto es bueno y
racional y los malos somos los seres humanos, que nos dejamos llevar por las pasiones,
intereses y deseos inconfesables. El pensamiento de Schopenhauer es precisamente lo opuesto.
Nosotros somos las vctimas, los que padecemos; el mundo, en su conjunto el desorden
colosal, es lo malo, lo siniestro, lo que est posedo por un afn incansable de oposicin y
destruccin. Es por eso que la vida no tiene sentido ni valor (este es el peor de los mundos
posibles); somos un querer que nunca puede satisfacerse ni detenerse y por ello es que vivimos
en permanente sufrimiento cuando no alcanzamos los objetos de nuestro deseo o en profundo
hasto cuando lo alcanzamos. La razn nos muestra las cosas tal como son y al verlas
hacernos renunciar a esa voluntad que nos constituye.
Resumiendo estas ideas de este filsofo, tenemos, en palabras de Savater: corremos detrs de
diferentes objetos slo para jams alcanzarlos o si los alcanzamos, para en seguida, hartarnos
de ellos. Porque todos esos objetos son slo representaciones que la misma voluntad pone ante
nosotros. Nuestra vida es, por eso, permanente sufrimiento9.
2.2.
La filosofa nace, segn Schopenhauer, del asombro y extraeza que produce la propia
existencia en el hombre, tal y como vemos en la siguiente cita: Excepto el hombre, ningn ser
se asombra de su propia existencia, sino que todos la dan por sentada de suyo sin reparo en
ella [] Con la entrada de la razn en los hombres, entonces [stos] se asombran de su propia
9 SAVATER, Fernando; op., cit., p. 157.
10 Esta cita, tan famosa y divulgada por internet sin ninguna referencia a una obra en la que se
destaque la autora de este pensador respecto a la cita, se ubica en la siguiente pgina web y direccin
electrnica, respectivamente: AkFrases: http://akifrases.com/frase/129679. SIC.: est tomada de uno
de sus libros: SCHOPENHAUER, Arthur; Parerga y Paralimpmena II, p. 369 en: GARDINER,
Patrick; Schopenhauer, FCE, Mxico, 1963.
obra y se pregunta por lo que es l mismo. Su asombro es tanto ms grave cuando se halla por
primera vez con consciencia frente a la muerte y, junto a la finitud de todo existir, se le impone
tambin la inutilidad de todo esfuerzo. De esta reflexin y de este asombro nace la necesidad
de una metafsica, que slo es propia del hombre y convierte a ste en un animal metafsico.
Al comienzo de su consciencia tambin l se considera como algo que se comprende por s
mismo [] Al comienzo de su metafsica Aristteles dice: Pues el asombro es lo que hace
filosofar a los hombres tanto antes como ahora [I, 982b 12]11.
Adems de la posesin de la razn en el hombre, contribuye al impulso del pensamiento
filosfico la conciencia de la muerte, del dolor y de las miserias de la vida. Por eso, el
asombro filosfico es en el fondo una estupefaccin dolorosa; la filosofa comienza, con la
obertura de Don Juan, con un acorde menor12. En definitiva, la observacin del dolor y del
mal empuja a considerar la existencia como un problema al que hay que buscar una solucin
pensando, pues en un mundo donde el dolor y la muerte estuvieran ausentes no surgira la
pregunta por el porqu y la naturaleza de la existencia. Sin embargo, la necesidad metafsica,
surgida de la peculiar situacin del hombre y que trata de responder a las condiciones de la
experiencia, es satisfecha de varias maneras, una de ellas es la religin.
Es entonces que podemos decir lo siguiente: la metafsica es un modo de conocimiento que va
ms all de la experiencia, si bien tiene sus fuentes en ella: por metafsica entiendo todo el
supuesto conocimiento que va ms all de las posibilidades de la experiencia, es decir, de la
naturaleza o de los fenmenos de las cosas, para dar una solucin, cualquiera que sea su
sentido, a los problemas de esa naturaleza; o en trminos ms populares, trata de descubrir qu
es lo que hay detrs de la naturaleza y qu es lo que la hace posible 13; en este sentido,
Schopenhauer distingue dos tipos de metafsica: una que toma su autoridad de s misma y la
otra, de fuera: la primera exige para su crdito reflexin, ilustracin, esfuerzo y juicio, por lo
que slo estn al alcance de muy pocos hombres y nicamente pueden surgir y cultivarse en
11 SCHOPENHAUER, Arthur; op., cit., pp. 160.
12 SCHOPENHAUER, Arthur; Respuestas filosficas; EDAF, Madrid, 2001, p. 10.
13 SCHOPENHAUER, Arthur; Introduccin: acerca de la necesidad metafsica del hombre en:
STEPANENKO, Pedro; Schopenhauer en sus pginas, FCE, Mxico, 1991, p. 27
civilizaciones eminentes. En cambio, para la mayor parte de los hombres que son capaces de
creer y no de pensar, y que no aceptan razones, sino slo autoridad, estn reservados los
sistemas de la segunda especie, a los que podramos considerar apropiadamente como la
Metafsica del pueblo, al modo como se habla de una poesa y de un sabidura popular,
compuesta sta ltima por refranes. Dichos sistemas son conocidos como religiones, las
hallamos en todos los pases, excepto en algunos completamente salvajes. Su credulidad se
funda en motivos externos y se llama revelacin. Sus argumentos son por lo general, amenazas
de penas temporales y eternas dirigidas contra incrdulos. Hecha esta distincin en las cuales
hay mucha hostilidad14
Y de igual manera, es interesante la pregunta que hace este genioso filsofo al respecto de la
filosofa de la religin: Qu necesidad tiene una religin del apoyo de la filosofa? No lo
tiene todo: revelacin, milagros, profetas, proteccin del gobierno, jerarqua suprema tal como
a la verdad corresponde, respecto del pueblo, miles de templos para ensearla y practicarla,
legiones de sacerdotes juramentados, y lo que es ms que todo esto, el privilegio de poder
poner el sello de sus doctrinas a la infancia, que de este modo llegan a echar tan profundas
races como si fueran innatas? Dada esta riqueza de medios, al ver solicitar a la religin el
auxilio de los pobres filsofos, no se muestra avara o si se quiere ms recelosa de lo que es
compatible con una conciencia tranquila? [] Los sistemas filosficos deben ser verdaderos
sensu stricto et proprio en cuanto ensean, pues se dirigen al pensamiento y a la persuasin.
En cambio, las religiones jams comprendern sensu proprio las ms profundas verdades, no
tienen necesidad de ser verdaderas ms que sensu alegrico (misterios, dogmas)15.
Concluye de esta manera su crtica a la metafsica de fuera: Las religiones son necesarias
para el pueblo y constituyen para ste un principio inestimable. Pero, si pretenden oponerse al
progreso de la humanidad respecto al conocimiento de la verdad, tienen que ser desplazadas
con el cuidado mayor posible [] El valor de una religin depende de la mayor o menor
verdad que contenga la alegora, y luego del grado de claridad con que pueda percibirse ese
contenido a travs del velo, o sea de la transparencia de ste.
14 Ibidem, p. 27
15 Ibidem, p. 29.
As, la religin trata de dar respuesta a la pregunta sobre lo que hay ms all de la experiencia,
proporcionando un saber cuya confirmacin se encuentra fuera de s mismo. En la religin, las
creencias se adoptan por una autoridad externa y no mediante una reflexin que conduzca a un
saber que explique la naturaleza de la experiencia. Los que siguen las doctrinas de una religin
no piensan, sino que creen, es decir, la fuente de sus imgenes no se halla en ellos, sino en el
exterior y, en algunas ocasiones, sus argumentos se reducen a amenazas de castigo contra los
incrdulos. La religin, adems, al estar dirigida a un gran nmero de personas, no presenta la
verdad en un sentido estricto, sino alegrico, por lo que algunas de sus proposiciones son
contrarias a la razn, pero consiguen impresionar las mentes incultas, no necesitan
demostracin alguna y exigen ser aceptadas como dogmas de fe. Aunque las religiones no
piden que sus adeptos piensen, proporcionan, sin embargo, a la multitud incapaz de pensar la
satisfaccin a su necesidad metafsica al dotarlos de una gua moral en su conducta y un
consuelo para las situaciones dolorosas de la vida. Por ltimo, para Schopenhauer, la
diferencia fundamental entre las religiones no estriba en que sean testas, politestas, pantestas
o ateas, sino en su carcter optimista (consideran la existencia justificada en s misma) o
pesimista (el dolor y la muerte hacen imposible la aceptacin de la vida).16
Conclusin.
Sin embargo, Schopenhauer no rechazaba todas las intuiciones de la religin, pues crea que el
hinduismo y el budismo haban llegado a una concepcin acertada de la realidad al asegurar
que todo era ilusin en el mundo17.
Es interesante ver que algo de lo que podemos percibir de este panorama schopenhauerista es,
precisamente, el hecho de mi yo y mi circunstancia. Dejamos claro que el hombre es un seren-el-mundo, un ser que es interpelado y que interpela, que percibe y es percibido. En este
caso tenemos una visin y percepcin muy negativa de este mundo: primero, como una
ilusin, despus, como una fuerza de voluntad que nos mueve a conseguir nuestros deseos y
que despus nos hastiamos de ellos y deseamos desear, y, qu tenemos de vas de escape?
El arte, la mstica y la compasin; la religin queda en segundo plano, pues, es pura metafsica
mediata, que va dirigida a los que no piensan y slo creen; sin embargo, creo yo, se queda
soslayado ese encuentro con lo otro, el misterio, lo que hay ms all, la experiencia
religiosa se queda atrs, de trasfondo, la misma vivencia. Schopenhauer se interpela gracias a
un encuentro religioso y a partir de su propia vivencia, por lo que desde siempre, el encuentro
con la religin propicia una experiencia que nos permitir, por obra de la voluntad, optarla o
no; aunque pues, ese encuentro se ha venido dando desde que el hombre existe y desarrolla su
proceso de humanizacin y que, ante las situaciones difciles, siempre recurra a aquello que lo
puede salvar y quitar, de manera ntegra, de su problema y situacin que implica su existencia
de manera difcil.
17 Cfr. ARMSTRONG, Karen; Una historia de Dios, PAIDS, Mxico, 1983, p. 407.
Bibliografa.
ATLAS UNIVERSAL DE FILOSOFA; Ocano, Mxico, 2007.
ARMSTRONG, Karen; Una historia de Dios, PAIDS, Mxico, 1983
Centro de Estudios Filosficos de Gallarate, Diccionario de filsofos, Rioduero, Madrid, 1986
REALE, Giovanni y ANTISERI, Daro; Historia del pensamiento filosfico y cientfico III del
Romanticismo hasta hoy, Herder, Barcelona, 1988.
SAVATER, Fernando; La aventura de pensar; DEBOLSILLO, Mxico, 2012.
SCHOPENHAUER, Arthur; El mundo como voluntad y representacin; FCE, Madrid, 2003,
Vol I y II.
SCHOPENHAUER, Arthur; Respuestas filosficas; EDAF, Madrid, 2001.
STEPANEMKO, Pedro; Schopenhauer en sus pginas, FCE, Mxico, 1991.
TRAS, Eugenio; Por qu necesitamos la religin, DEBOLSILLO, Madrid, 2000.