Politics">
Pukara 100
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Peridico mensual
Diciembre 2014
Qollasuyu
Bolivia
Ao 8
Nmero 100
Edicin
electrnica
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El nmero 100 de
Pukara
Editorial
www.periodicopukara.com
Telfonos: 71519048 71280141
Calle Mxico N 1554, Of. 5
La Paz, Bolivia
Director:
Pedro Portugal Mollinedo
Comit de redaccin:
Nora Ramos Salazar
Daniel Sirpa Tambo
Carlos Guilln
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No ahondaremos aqu las caractersticas de estas publicaciones. Slo recordaremos las que han dejado huella
en la memoria del pueblo, alcanzando
cierta notoriedad y logrando alguna secuencia de edicin a pesar de las dificultades econmicas. Trataremos tambin slo de las publicaciones nacidas
de la imprenta; por ahora postergamos
las ediciones en mimegrafo o en fotocopia, que espero
poder tratarlas en
otra circunstancia.
historia del periodismo indgena. Es posible que meses antes haya salido el
primer nmero.
El nacimiento de este peridicos es
admirable para su poca. Su creacin
coincide con la sublevacin y masacre
de indgenas en Jess de Machaca, en
marzo de 1921. Se sabe que el autor y
director del peridico, Felipe Pizarro,
fue profesor urbano de larga trayectoria en el estudio y promocin de la lengua aymara. El citado profesor fue muy
celebrado por instituciones culturales de
la poca.
Por otro lado, se sabe que Radio San
Gabriel en 1955, cuando era campesina, estaba ubicada en Peas y realmente cumpla el bien social sin dividir a los
aymaras, public un peridico campesino en castellano con el ttulo de El
Campo. No hay mayores datos sobre
su magnitud y alcance.
De los aos 70 poseemos el segundo
nmero de Voz Campesina, peridico
en castellano, (2 de octubre de 1970).
Tiene inclinacin campesinista. En su
portada se puede leer: rgano Oficial de la Federacin de Trabajadores
Campesinos de La Paz. Este peridico fue cofundado por Dr. ChacnRos
Precursores de
la prensa indgena
Fue Felipe Pizarro
quien inici el primer
peridico en lengua
qulla (aymara), El
Andino, escrito mayormente en castellano, con algunos artculos en aymara.
Este peridico de informacin y defensa
de los indgenas fue
elaborado por un
mestizo, lo que le
confiere un valor especial. El nmero
que comentamos es
el 2, de fecha mircoles 29 de junio de
1921. Es un documento nico en la
y Dionisio Osco, ambos de la provincia Ingavi, el primero de Jess de Machaca y el segundo de Guaqui. Osco
fue entonces Ejecutivo de la Federacin Campesina de La Paz.
En el Norte de Potos, en los aos
1980, Accin Cultural Loyola edit un
peridico en castellano dirigido al rea
rural. Su contenido era de vulgarizacin agrcola. Circul desde hace varios aos antes.
Las anteriores publicaciones son parte de una primera etapa en el periodismo indgena. Su historia aporta enseanzas tiles para la edicin de nuevas publicaciones.
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El legado de Jayma
La labor de estos rganos de prensa
obraron sobre quienes negaban el valor de la lengua y cultura aymaras por
la subestimacin de los pueblos originarios, en virtud de la mentalidad
neocolonialista. Despus de los aos
2000 peridicos de circulacin nacio-
Conclusin
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La epopeya de los
Willkas nos permite
entender el carcter
de la lucha de los
pueblos originarios
y nos orienta para
comprender la
actual situacin que
vivimos
Dedicado a mi abuela
Rosa Warachi
Son propsitos de este artculo rendir
homenaje al Willka Pablo Zrate, general aymara que defini un importante
captulo de la historia boliviana; mostrar la importancia del tejido de relaciones aymaras que persiste hasta hoy
y analizar la poltica de distorsin y ocultamiento de la participacin indgena en
la historia boliviana.
Hay quienes afirman que el pueblo
aymara no tiene objetivos ni estrategias polticas; que sus formas de organizacin se conectan al paleoltico o existen slo bajo forma espontnea e irreflexiva. El episodio Zrate demuestra
la persistente poltica nacionalista; nos
emociona (a los originarios del Qullasuyu, del Tawantinsuyo) por su claridad de objetivos, su valor e inteligencia en el despliegue de estrategias militares y comunicacionales y sobre todo
por la mstica presente en cada accin.
En los albores de la Repblica la mayora de aymaras y qichwas an vivan
en comunidades. El ataque ms feroz
por robar las tierras comunitarias se dio
en la presidencia del dipsmano y trastornado Melgarejo, quien reparti tierras de comunidades entre sus amigo1
tes y parientes de su amante Juana Snchez. Segn Pearse de acuerdo a relatos de esa poca, ocurrieron episodios
de genocidio y crueles matanzas, donde
perecieron cientos de hombres, mujeres
y nios campesinos. Santibez relata
cmo los soldados comandados por el
tierras. A fines del s. XIX surge un astuto representante del liberalismo boliviano, Juan Jos Manuel Inocencio Pando
Solares, nacido en 1848 y asesinado el
17 de junio de 1917. Pando, un blancoide oriundo de Luribay, estudi medicina hasta sexto ao y luego se incorpor al ejrcito. Fue presidente de 1899
a 1904 y enfrent la Guerra del Acre,
en la que Bolivia perdi 190.000 km2
por la voracidad del Brasil y la torpeza
diplomtica de los qaras bolivianos.
La esposa Aymara Qichwa
La persona que hara de Pando el tata
apoyado por un poderoso ejrcito aymara, el vencedor de la oligarqua sucrense, el jefe de la nueva oligarqua
pacea y presidente de Bolivia, fue su
esposa, Carmen Warachi Sinchi-Roca,
descendiente de caciques aymaras y
qichwas, oriunda de Sica Sica, uno de
los ncleos de la nacin aymara.
Los Guarachi en el s. XVII son los caciques ms importantes de los Pacajes.
Miembros de esta familia tuvieron estrecha relacin con los seores del Cuzco, posteriormente se plegaron a los espaoles convirtindose en colaborantes. El historiador aymara Roberto
Choque menciona la importancia del
pacto aymara qichwa que significa
la familia Warachi, una de cuyas ramas tena ascendencia inka. Esta familia gobern un territorio comprendido desde el Desaguadero hasta lo que
hoy es Potos y Chuquisaca. En su investigacin sobre Jess de Machaqa,
Choque menciona que algunos miembros de esta familia se convirtieron en
abusivos caciques, sin embargo
meritoriamente conservaron el orden
de los originales ayllus aymaras. Este
mantenimiento -sobre todo en Pacajes
y Omasuyos- facilit el nucleamiento
e irradiacin de las luchas libertarias
aymaras.
Por otra parte los Sinchi Roca son evidencia del relacionamiento entre aymaras y qichwas. El Cuzco antes de los
inkas estaba habitado por aymaras. El
primer Sinchi Roca, hijo de Manco Capac y Mama Ocllo, gobern por ms
de 20 aos, probablemente desde 1230.
A l se le atribuye la ampliacin del
Intiwasi como inicio de los ritos al sol
y la construccin de los primeros camellones escalonados en gran escala. El
segundo Sinchi Roca, Apu Sinchi Roca,
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Foto del Willka Zrate en el libro de A. Chervin Antropologie Bolivienne, Paris, 1908.
Pablo Zrate, llamado General Vilca y su estado mayor en el ejrcito del coronel
Pando.
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El Jiliri Apu Mallku Martn Condori Flores y la Jiliri Apu Mama Talla Erminia
Sandoval., responsables principales de CONAMAQ.
Foto: CONAMAQ
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Liberemos nuestro
cerebro conociendo
la verdad sobre
los hroes a
quienes el poder
colonial quiere
que brindemos
homenaje
Como todos los aos este mes la ciudad de La Paz se engalanar el 16 de
julio para recordar a Pedro Domingo
Murillo y a los que se conoce como los
protomrtires de la independencia.
Es algo que puede parece banal, pues
el poder nos ha acostumbrado en esta
fecha a desfiles, horas cvicas, exposiciones y verbenas de homenaje. Sin
embargo debemos estar atentos, pues
esta algaraba hace parte de lo que los
tericos llaman utilizacin por el Estado de formas de dominacin. Por
qu formas de dominacin? Porque
se da el caso de que en La Paz (y lo
mismo en otros departamentos en sus
fechas cvicas y en Bolivia en su
conjunto el 6 de agosto) se persuade a
los descendientes de los oprimidos e
invadidos a festejar y rendir homenaje
a sus opresores.
Esto se logra mediante mecanismos
que distorsionan la verdad histrica,
ocultando actos fundamentales, modificando otros e incluso creando de todas piezas interpretaciones que poco
tienen que ver con la realidad. Esto es
importante para justificar y mantener
un sistema de dominacin. El dominado tiene que acatar y admirar a sus
opresores, principalmente a travs de
sus hroes que se los presenta como
sus liberadores, sus bienhechores.
Conseguir la aquiescencia del invadido para mantener la dominacin es tarea importante en todo proceso colonial. Cmo se lo consigue?
Uno de los mecanismos es alienar la
cultura de los invadidos. Segn el in-
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Mateo Pumacahua,
la anttesis de hroes
como Tupak Katari,
termin decapitado
por los mismos
espaoles a quienes
sirvi
El presente ensayo busca desmitificar
algunos paradigmas que la historiografa
peruana pretende tomar como modelos
de libertad y que generan culto a la
personalidad, olvidndose del papel de
las masas como motor que mueve la
historia.
Desde la invasin espaola y el establecimiento del poder colonial en el Per,
para la explotacin y la semi esclavitud
a la que fue sometido el indio (entendiendo como indio al poblador autctono),
se usaron antiguas instituciones del
Tawantinsuyo, como la mita, como
medios de explotacin, (segn Glave en
su libro Trajinantes, pobladores originarios de Quito actual Ecuador tenan
que hacer el recorrido hasta Potos, hoy
Bolivia, para cumplir el servicio de la
mita). Las encomiendas, el sistema de
repartos y las correcciones fueron
tambin imagen viva de la explotacin y
la injusticia que se viva en nuestra
Amrica y que hoy, casi ya a doscientos
aos de nuestra independencia,
seguimos sufriendo.
La actual historia peruana est basada
en la veneracin al ser individual, dejando
de lado a las grandes masas populares
de indios y mestizos que hicieron posible
desde su lejano annimo la independencia
del Per. Pumacahua, indio noble, heredero de varios cacicazgos en su natal
Cusco, antepuso su inters personal
frente al inters popular que demandaba
la independencia del poder colonial
explotador.
Mateo Garca Pumacahua naci en
Chincheros, Cusco, el ao 1740. Por su
origen noble hered los cacicazgos de
Chinchero, Maras, Guayllabamba,
Umasbamba y Sequecancha.
Desde su juventud mostr un acerca* Bachiller en Historia.
Iskallani22@hotmail.com
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Indigenistas de izquierda,
ciudadanos de clase mundial?
Hugo Rodas Morales*
La chambonadas de los
embajadores del MAS no
obedecen slo a las dotes
personales de los artistas,
sino que son reflejo de una
ideologa difusa entre el
socialismo extico y el
persistente capitalismo
multifuncional
El objetivo de este comentario es intervenir
en un debate crtico y plural sobre la congruencia de la poltica internacional del
MAS, que se reivindica democrtica y
contraria al orden neoliberal global, mientras
sus representantes en el exterior reproducen
prcticas del nacional-populismo
conservador.
La primera y ms simple idea acerca de las
Relaciones Internacionales, seala que para
el cumplimiento de nuestros deseos,
debemos sujetarnos al conocimiento de
dichas relaciones, pues slo as podremos
saber cules de nuestros valores expuestos
son conflictivos y cundo los medios que
utilizamos comienzan a perjudicar nuestros
fines. Es indudable que nuestros deseos
estn guiados por valores, por juicios acerca
de lo que es bueno y malo desde el punto de
vista de una determinada poltica exterior.
El gobierno boliviano del MAS convoc
en el primer mes de este ao 2009 al cuerpo
diplomtico en pleno, para instruir mediante
el presidente Evo Morales y su Canciller, el
seor David Choquehuanca, el objetivo
comn de lograr la despenalizacin
internacional de la hoja de coca, para que
se la considere una planta no peligrosa en
base a la experiencia y valores bolivianos.
La primera pregunta, siguiendo el precepto
general indicado, es determinar cmo se
decide y ejecuta la poltica exterior de Bolivia.
Reflexionemos sobre la forma de hacer
pol-tica del presidente Evo Morales en base
a una opinin informada, irrecusable adems
en el plano de los valores, que podran interesar al gobierno boliviano actual por la admiracin que declara a dicha poltica su autor.
El periodista argentino Martn Sivak, al presentar una biografa sobre el presidente Evo
Morales (Jefazo) respondi sobre el hecho
admitido de que el presidente boliviano le
sugiri nombrarlo embajador: Lo interesante de esto es su respuesta -seala el periodis* Profesor universitario boliviano de Ciencia Poltica y
Administracin, reside en Mxico y es autor del libro
Huanchaca: modelo poltico-empresarial de la cocana
en Bolivia, Plural, La Paz, 1997.
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La impostura en el poder:
Verdaderos kallawayas
sometidos a falsos amawtas
Carlos Guilln
Quienes hablan
en nombre de una
sabidura que
desconocen
Algo va mal en la administracin del
actual gobierno, que busca su validez
histrica en ser gobierno indgena y
en aplicar una poltica de descolonizacin. En efecto: Es legtimo
llamarse gobierno indgena cuando
cuantitativa y cualitativamente el
indgena est fuera de esa administracin? Se puede descolonizar sin
que el colonizado sea agente activo y
predominante en ese proceso?
El colmo llega cuando en los sectores
en que es evidente la necesaria
participacin indgena, ste est
excluido. Es el caso de la reciente
nominacin como Viceministro de
Medicina Tradicional del seor
Marcelo Zaiduni Salazar, ex
funcionario en esta gestin del
Ministerio de Relaciones Exteriores de
Bolivia y conocido esotrico y
fantasioso.
Walter lvarez Quispe, practicante
y defensor de la medicina tradicional
y actual director ejecutivo del Instituto
Boliviano de Medicina Tradicional
Kallawaya, INBOMETRAKA, institucin que agrupa a mdicos originarios
y tradicionales, alert pblicamente
sobre el desatino de la nominacin
como Viceministro del seor Zaiduni,
indicando que ello sera originada por
una falta de informacin sobre los
cdigos, las jerarquas y los ttulos que
en el mundo aymara se mantienen
hasta hoy en da. Las nominaciones
tienen que ser pensadas porque las
medicinas
tradicionales
son
importantes para mantener la salud de
la poblacin en general, indica
lvarez.
En efecto, el seor Marcelo Zaiduni
fue reciente funcionario de la Cancillera, habiendo iniciado una carrera
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Flagrante indigenismo:
Foto: Internet
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Despus de Todo,
Podemos Ser Hermanos
Cristina Bubba
Investigadora
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Peridico Pukara, Ao 4, N 50, del 15 de febrero al 14 de marzo de 2010, pginas 10, 11.
Vestimenta e ideologa:
Smbolismo y poltica en la
posesin de Evo Morales
Pedro Portugal Mollinedo
Los ritos y ceremonias con que algunos gobernantes quieren reclacar su pertenencia al mundo indgena, pueden cumplir una
funcin contraria a la esperada, cuando se desprenden de la realidad e incurren en el espectculo. Ese mecanismo, sin embargo, puede no afectar la relacin con quienes buscan justamente la mistificacin de la realidad indgena.
Foto: http://www.lv12.com.ar/fotos/201001/00431b.jpg
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Resulta curioso que, incluso en las obras creadas por occidente para defender al
indgena, este siempre es subalternizado. El hroe en la pelcula Avatar no es un
indgena, sino un colonizador arrependido que adopta la figura del indgena.
En trminos polticos, es la misma pretensin de quienes siempre han querido jugar
el rol de redentores de los indios; es decir, de todas maneras ser siempre los jefes.
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Amalia Laura Villca, la mujer quechua que fue discriminada en la Universidad Mayor de San Simn, UMSS, en Cochabamba. Los
sucedido nos muestra que para los indios, el famoso proceso de cambio es pura retrica de los qaras.
y denunci pblicamente la
discriminacin de la que fue objeto
por sus compaeros de curso,
docentes y autoridades de la
Universidad Mayor de San Simn,
en Cochabamba. Amalia relat los
hechos a la prensa y a instituciones
esforzndose por contener las
lgrimas. Quiero que se respeten
mis derechos. Quiero entrar al acto
de graduacin como soy, para que
mi pap se sienta orgulloso. Ya me
desanim cuando tena que salir
bachiller, pero ahora que egreso he
decidido no aguantar ms
humillaciones, seal.
Al momento de redactar estas
lneas no se sabe si el acto de graduacin tendr lugar, pues podra
ser suspendido por el repudio y las
acciones legales que se emprendieron por esa denuncia. Otros
opinan que debera mantenerse. El
Captulo Boliviano de Derechos
Humanos, Democracia y Desarrollo,
en comunicado pblico indica: Nos
sumamos a las voces deapoyo y
solidaridad con Amalia Laura Villca
y convocamos a las autoridades
universitarias de la UMSS y de la
Facultad de Derecho a que no se
suspenda el ACTO DE GRADUACIN
UNIVERSITARIA y ms bien sea un
acto que pueda realzar la diversidad
e identidad cultural, y que precautele el respeto a la dignidad humana, como una muestra de lucha
contra la discriminacin y el
racismo. El caso de Amalia se est
convirtiendo en un caso definitorio
de actitudes y de diagnstico del
racismo en Bolivia y de las actitudes
para combatirlo.
Despus de la denuncia pblica,
las autoridades bolivianas rpidamente intervinieron en el asunto. La
Ministra de Justicia Nilda Copa
present una demanda por
discriminacin, indicando que la
denuncia la estamos haciendo en
contra de los compaeros de curso
y los vamos a hacer de oficio ante
la Fiscala de Cochabamba. Sin
embargo, esa denuncia no alcanza
a los docentes y autoridades
universitarias implicadas. La misma
ministra adelant que Amalia es un
smbolo de la discriminacin y para
reconocer su valenta le han dado
su respaldo, ofrecindole que
presida el Registro Pblico de
Abogados, pese a que todava no
es abogada, slo egresada de la
carrera de Derecho. Estamos
conscientes de que ella es
egresada, pero estamos haciendo
las gestiones para que ella presida
esta reparticin. Primero es la
decisin. Estamos haciendo las
gestiones, dijo Copa.
Por su lado, la directora de
Desarrollo Humano de la Gobernacin de Cochabamba, Celima
Torrico, anunci que efectuar una
representacin institucional ante la
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La foto de la infamia. Arriba, la foto de graduacin tal como es en realidad, con Amalia vestida
de blusa de encaje y pollera y peinada con trenzas, como es actualmente la vestidura de la
mujer india del valle (no como los folklorismos de algunos gobernantes o funcionarios
bolivianos cuando se pasean por Europa). Abajo, la foto retocada, en la que la personalidad e
identidad de Amalia es anulada, borrndole el peinado y la vestimenta, y ponindole mediante
fotomontaje una burda parodia occidental. Esperamos que los aspavientos de las autoridades
de gobierno, se traduzca en una verdadera aplicacin de la actual Ley contra toda forma de
Discriminacin.
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Quechuas que fueron humillados el 24 de mayo de 2008 en Sucre, desfilan en mayo de 2011 con el torso
desnudo, tal como les obligaron hacerlo en esa oportunidad, para reclamar una justicia que tarda y no
llega.
Foto: ITEI
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La carretera de la discordia:
TIPNIS: Crnica de un
desencuentro anunciado
Entre otros aspectos, el actual conflicto
del Estado boliviano con los
Pobladores del Territorio Indgena del
Parque Nacional Isiboro Scure,
TIPNIS, seala la extincin de la
legitimidad indgena del gobierno del
MAS y el fracaso de la concepcin
terica en que basaba esa legitimidad.
Esta situacin est sealada por la
discordancia entre la aplicacin de
polticas reales y la retrica
pachamamista de que haca gala el
gobierno. La contrariedad entre esas
polticas y su ideologa sustentadora
est ya anunciada en la
duplicidad de la Constitucin Poltica
del Estado. Su anlisis es tema del
presente artculo. N.d.e.
Ilse Miranda*
Nota previa
Las Marcas y escrituras en verde
y rojo, marcan contradicciones de
fondo expresadas en nuestra
Constitucin Poltica del Estado
Plurinacional de Bolivia.
Las verdes, expresan y marcan
usos conceptuales y concepciones que corresponden a un paradigma de desarrollo en proceso de
emergencia, que promueve una
visin de desarrollo plural, equilibrado, en suma diferente y superado del paradigma de la modernidad, presente y vigente desde
la colonia hasta los Estados republicanos reproductores de la Revolucin Francesa.
Las rojas, expresan y marcan
usos conceptuales y concepciones que reproducen el paradigma
de la modernidad, por lo tanto,
responden a concepciones colonizadoras y post colonizadoras.
El desencuentro anunciado
En su Prembulo, nuestra nueva
Constitucin se refiere a la: Sagrada Madre Tierra, con la fortaleza de nuestra Pachamama y
a la Pluralidad Econmica lo cual
corresponde a una posicin de
respeto, que no de propiedad,
usurpacin y depredacin de la
tierra y todas sus producciones,
pero por otra parte habla de una
visin Comprometida con el desarrollo integral, siendo ambos con* Ilse Miranda es presidenta de la
Fundacin Inclusin en el Mundo, FIEM,
organizacin que trabaja por la inclusin
social y por el desarrollo social.
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nir una posicin poltica con referencia al mar que intenta recuperar Bolivia. Definitivamente los concurrentes a ese conclave rechazaron de plano las pretensiones bolivianas y, ms al contrario, se sintieron molestos al saber que Bolivia
recurrir en busca de justicia a la
Corte Internacional de la Haya.
El presidente Evo Morales y su
cuerpo ejecutivo, conjuntamente
con las Fuerzas Armadas y los otros
poderes del pas andino, la semana
pasada han cumplido serie de actos patriticos para hacer conciencia en la ciudadana en general,
que Bolivia no cesar en el empeo
de trabajar por la reivindicacin
martima y la recuperacin de un
puerto con soberana con el derecho que le asiste de demandar por
las vas ms aconsejables, para
que Chile acceda a esa demanda
centenaria. La carga de esperanza
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Para consolidar la nueva visin de gobierno, el prximo censo plantea preguntas que ponen en
cuestionamiento la identidad de muchos bolivianos.
Fuente ilustracin: eju.tv
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conocimiento y su impropiedad
para determinadas funciones. El
mestizo no solamente existe
como resultado colonial de
Bolivia, sino que es tambin una
faceta del acontecer indgena
propiamente dicho. Es a tal
punto esencial profundizar y
debatir esos elementos, que
debemos tomar en cuenta que
en algunos pases donde hubo
y hay enfrentamiento entre
colonizadores y poblacin indgena, la creacin de naciones
mestizas (no como sustitutos
del colonizador) ha sido una
evidencia histrica, admitida
tanto por el colonizador como
por las naciones indgenas.
Es el caso, por ejemplo, en
Canad, donde existe la Nacin
Mestiza Saskatchewan, la Nacin
Mestiza Qubec, la Comunidad
Mestiza Autctona de Maniwaki,
slo para citar algunas de ellas.
En ese pas, Canad, uno de los
hroes entre indgenas y mestizos es Louis Riel, el revolucionario mestizo acusado de oponerse al progreso representado
por la va frrea y la locomotora,
que en realidad era la manera
como el Estado canadiense
incursion para apropiarse de
tierras aborgenes (todos pensamos ahora en el TIPNIS y la
famosa carretera que el gobierno
quiere construir, para el progreso de los indios que all
habitan). El ao 1887 Louis Riel
fue ahorcado, pues l prefiri
esa muerte, ser ejecutado, a la
alternativa que le daban sus
verdugos de alegar locura y ser
recluido en un asilo para dementes. Al jurado, Riel declar: Yo
no puedo abandonar mi dignidad. Obligado de defenderme
contra una acusacin de alta
traicin, debo consentir en vivir
como un animal en un asilo. Yo
no aprecio esa vida animal si yo
no puedo, al mismo tiempo, vivir
la existencia moral de un ser
inteligente.
Lo que Flix Crdenas y el MAS
confunden es al mestizaje como
realidad biolgica, histrica y
cultural, con el mestizaje como
explicacin poltica. Ello los
debilita, pues quienes hasta hace
poco en Bolivia nunca hubiesen
imaginado definirse como
mestizos, por su odio hacia el
indio, ahora lo hacen y se abanderan con la diferencia y la tolerancia se definen ellos mismos
como mestizos. De esta manera
obligan al actual gobierno a jugar
una ficcin indgena de la cual
no solamente sale perdiendo
esta administracin, sino que
involucra en su desprestigio a
toda la causa indgena.
Lo que el MAS es incapaz de
hacer, es pensar la descolonizacin de manera cabal. De
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Achacachi y su historia:
degollaron a dos perros que, agitando sus patitas ante las miradas
absortas de los presentes, lanzaron su ltimo suspiro entre estertores de agona. Esta demostracin de bravura, como es de
suponer, removi los sentimientos
ms nobles de la gente y el repudio
generalizado tanto dentro como
fuera del pas, porque nadie poda
concebir la idea del porqu unos
luchadores de la libertad se ensaaban de manera brutal contra
dos indefensos animales, que nada
tenan que ver con los regmenes
coloniales ni la injusticia social.
Estos fueron algunos de los antecedentes que me motivaron a viajar a este pueblo que, a pesar de
todo lo que se especul en la prensa, era similar a cualquier otro
pueblo de los Andes. En efecto,
viajar en microbs significa contemplar una parte de la belleza del
altiplano, las cumbres nevadas de
la cordillera, las orillas del lago
Titicaca, ms azules bajo un cielo
despejado, y los ayllus pintorescos
a lo largo del trayecto, con casitas
de construccin rstica, rboles
esparcidos por doquier y animales
pastando en los campos y las
quebradas de los ros.
Para cualquiera que recorre el
trayecto entre El Alto y Achacachi,
el territorio de accin de los temibles Ponchos Rojos y la provincia
Omasuyos del departamento de La
Paz, es un placer para el alma y
una visin inquietante para la mente, que no cesa de explicarse cmo
esta poblacin que est a 96 km
hacia el norte de la capital de Bolivia, a 3.854 metros sobre el nivel
del mar y en lado este del lago
sagrado, hizo correr tanta tinta y
se gan la fama de ser un sitio
harto peligroso, si lo cierto es que
Achacachi fue en otrora la capital
del seoro aymara Umasuyus,
que resisti al embate de la invasin del imperio incaico en defensa
de sus tradiciones ancestrales. La
resistencia contra los quechuas
fue tan significativa que todava
hoy existen pobladores que se
comunican en un aymara puro y
antiguo, y se sienten orgullosos
de su estoicismo y espritu guerrero, que tambin aflor con
pujanza a la llegada de los conquistadores ibricos.
Desde la ventanilla del minibs,
y a considerable distancia, divis
en una colina el monumento de
Tupac Katari, quien, honda en ma-
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El 21 de diciembre de 2012:
Indigenistas e indgenas en el
solsticio de la Isla del Sol
Carlos Macusaya Cruz*
Un aymara observa
un evento creado en
su nombre y
constata falsedad,
desorganizacin e
improvisacin. La
explicacin puede
ser que de esa
manera el criollo
sigue gobernando a
costa de los indios.
El 21 de diciembre la Isla del Sol del lago Titicaca fue ocasin para que hippies, esotricos e investigadores alternos se
dieran cita en lo que conciben como autntica manifestacin cultural indgena. Se trata de una recreacin, pero que llena
la necesidad de espiritualidad de parte del pblico occidental. Es una forma de comunicacin cultural, inventada pero
favorable al mundo indgena, o una nueva manera de manipular su identidad? En la foto la espaola experta en medicina
alternativa Rosa Callelldevall con un aymara asistente al evento.
Fuente foto: elnuevoherald.com
bailarinas de la descolonizacin
y a sus acompaantes pasar
cerca de la plaza, caminaban
tambalendose (tenan varias
copas encima) y mientras conversaban se burlaban de lo que
el viceministerio estaba haciendo
en el lugar.
A los pocos minutos pasaron
otras personas (dos para ser
exacto) que refunfuaban porque, segn lo que comentaban,
ellos estaban haciendo solos el
trabajo. El reclamo ms fuerte
fue el de haber dado dinero para
el evento y ni siquiera haber
recibido comida. Una amiga
procedente de Lima me coment4 que ella haba comido tres
platos en el almuerzo y dos en
la cena y que le haban dado
varias fichas para la comida,
pero que ya no pudo comer ms
y adems me dijo que muchas
personas comieron ms de dos
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decan que ellos se haban reunido con el canciller y en tal reunin se acord el precio. Era
evidente que el vivir bien no
les interesaba a los aymaras
dueos de las lanchas, lo que
ellos queran era ganar bien.
Curiosamente, el vivir bien
fue el seuelo que atrajo a
muchos visitantes. En los puestos de venta, en Copacabana y
en la Isla del Sol, muchas personas preguntaban sobre materiales que se refieran al vivir bien,
pues ellos haban viajado hasta
Bolivia para aprender sobre el
tema. Lo llamativo era que la
mayora que buscaba ese material eran indgenas. Es decir,
quienes supuestamente son
portadores de esa idea eran
quienes ms la buscaban. No
faltaron comerciantes indgenas que entre sus mercaderas
tenan libros sobre el tema y
vendieron bien su material! a
indgenas de otros pases, que
estaban sedientos por algo
que les dijera qu es lo que son6.
Coca: hoja sagrada?
El mircoles 19 por la noche
se realiz una especie de encuentro entre productores de
coca de Per y Bolivia (tambin
haba personas de Colombia), en
el que se discuti el carcter
sagrado de la coca y lo importante de cultivarla. Se escucharon muchos discursos sobre la
identidad indgena expresada en
la coca Tristemente en este
acto, como en otros, se dej de
lado el hecho de que antes de la
Colonia el uso de la coca tena
un carcter ritual y su consumo
era restringido; fue durante la
Colonia que esta hoja se dio a
los indgenas en lugar de comida, pues esto era ms barato
para los espaoles. Defender el
consumo tradicional de la hoja
de coca es defender los usos y
costumbres de la Colonia y esto
en nombre de la descolonizacin, que contrariedad.
En el mismo coliseo, la coca
estaba regada por el piso, pisoteada por quienes defendan su
carcter sagrado. Era evidente
que eso de sagrado era una
palabra vaca. Tuvo mejor suerte
el licor de coca, pues fue muy
vendido en el evento; no sucedi lo mismo con los panetones
de coca que llev al lugar un
muchacho de Lima7. La coca en
el piso, en licor o en paneton no
tena el mismo significado para
los defensores de la coca, lo sagrado se dilua segn la ocasin.
El modelo de la descolonizacin
El detalle ms ilustrativo de este evento fue, para m, la llegada
a la Isla del Sol en un helicptero
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Contra la discriminacin
Para eliminar el
racismo es
imprescindible un
cambio en el
comportamiento
de las mayoras
sociales mestizas
e indias, que
equivaldra a una
revolucin en su
conciencia.
Nuestro pas est enfermo de
racismo. No es un racismo oculto, sino ostensible y cotidiano,
pese a no ser un apartheid
legalmente admitido y a la
existencia de leyes contra la
discriminacin que, en general,
no se cumplen.
El racismo o discriminacin
racial implica la preferencia de los
blancos y blancoides o blancones en el trabajo, en las
instituciones privadas y pblicas
y en otros aspectos de la vida
social, y la exclusin correlativa
de los indios, negros y mestizos,
considerados inferiores por los
blancos.
El racismo en el Per (como en Bolivia, Ecuador y otros pases del continente) se asienta no solamente en la
agresividad de los dominantes, si no tambin en la aceptacin de los dominados. El anti racismo significa
una modificacin sustancial en el orden poltico en esos pases en el que debe jugar un papel fundamental
la autovaloracin de quienes son racialmente discriminados.
Fuente ilustracin: http://perufolklorico.blogspot.com/2011/02/la-colunna-del-autor-el-racismo-en-el.html
de raza blanca y otras con acusados rasgos faciales correspondientes a esta raza contra
los indios, negros y mestizos.
(Por mestizos se comprende al
grupo humano resultante de las
uniones de blancos, indios,
negros, asiticos y su descendencia.) Es el racismo que va de
arriba hacia abajo, impuesto
activamente por la diminuta
cspide blanca, poseedora del
mayor poder econmico de la
sociedad, a travs de sus maneras de pensar, actitudes personales y medios de comunicacin social animados por
modelos blancos. Este racismo
es asumido por los mestizos de
caracteres blancos (blancoides o
blancones) contra otros mestizos menos claros que ellos, y
obviamente tambin contra los
indios y los negros. Cuanto ms
se asemeje el rostro de un
blancoide al de los blancos su
valoracin personal ser mayor
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La discriminacin en las
empresas es ms abominable
todava. Las hay que slo reciben para sus puestos de direccin, de oficina
13y de trato con el
pblico a hombres y mujeres
blancos y blancoides. Las leyes
contra la discriminacin laboral
carecen de vigencia en esos
mbitos que gozan en la prctica
de extraterritorialidad.
Qu
hacer
para
eliminar el racismo?
Se requiere completar el elenco
de normas contra l, pero ms
que eso, es imprescindible un
cambio en el comportamiento de
las mayoras sociales mestizas
e indias, que equivaldra a una
revolucin en su conciencia. Si
an no lo saben, estas mayoras
mestizas e indias deben aprender a reaccionar contra la discriminacin, especialmente en el
acceso a los empleos estatales
y privados y a los bienes y
servicios a los cuales tengan
derecho, y a contestar el menoscabo y el insulto racial. Este
cambio podra ser promovido a
travs de la educacin en todos
sus niveles, y, si sta fuera
incapaz de cumplir esa tarea por
hallarse manipulada por la cpula
gobernante y por grupos interesados en mantener el racismo,
por la accin de los partidos,
movimientos sociales y personas
que asuman la misin de sanear
la conciencia colectiva e individual
de ese trauma heredado para
arribar a un espritu nacional
ms difano y homogneo.
Los movimientos y partidos
polticos llamados a s mismos
de izquierda deberan ser descalificados por las mayoras sociales si en sus programas no
inscribieran en primer lugar la
erradicacin del racismo y si no
practicasen una conducta compatible con este propsito.
En 1972, varios funcionarios
del gobierno de Velasco Alvarado
convencimos a los coroneles del
COAP sobre la necesidad de dar
una ley que destinase el 50%
de la programacin de las televisoras y radios a las manifestaciones culturales nacionales,
sobre todo la msica folclrica y
criolla. Algunos intelectuales de
derecha se escandalizaron ante
lo que calificaron como una osada inadmisible, pero carecieron
en absoluto de eco. No era ese
un gobierno apto para aceptar
su influencia; y esa ley se dio y
se cumpli. Fue a su modo uno
de los primeros ataques contra
la discriminacin racial en el Per,
con el mismo espritu que la ley
de Reforma Agraria, dirigida a
acabar con la herencia feudal de
los conquistadores blancos.
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Ideologa:
En el reto por
superar las
condiciones de
dominacin colonial
que an se viven en
estas tierras, el
nutrirse de trabajos
intelectuales de otras
latitudes, es no slo
saludable, sino
necesario.
Marx, al referirse a los profesores alemanes de economa poltica
de su poca dice: La expresin
terica de una realidad extraa se
converta en sus manos en un
catlogo de dogmas, que ellos
interpretaban, a tono con el mundo pequeoburgus en que vivan1. Lo mismo se puede decir
de quienes, a titulo de ser marxistas y en nombre de la ciencia,
han enseado y ensean a repetir
manuales en las carreras de ciencias sociales en Bolivia. Hablamos
de quienes se conforman con
manuales que brindan un material
escolar, para menores de edad
y esto condicionado por el afn
de ganar militantes que tenan y
tienen los grupos marxistas.
La panfletaria y no la investigacin, es lo que ha caracterizado
a los grupos autodenominados
revolucionarios. La ciencia en
sus labios se redujo a una palabra
de ornamentacin en las actividades docentes, pues sabido
es que: a falta de ideas, se sale
al paso con una palabreja2.Fascinados por los manuales, no es raro que temas vinculados a la condicin colonial en
estas tierras, no haya sido preocupacin de los que dicen manejar
la teora cientfica por excelencia,
pues primero era el acto de fe en
el manual y despus se buscaba
algo que confirme esa fe. No es
* C ar los Ma cusa ya es mi em br o del
Movimiento Indianista Katarista, MINKA.
E-mail:c.macusaya@gmail.com
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Lecciones de la historia:
Deseamos, en este
comentario, resaltar
lo que en nuestra
opinin son las luces
y sombras de ese
libro, pero sobre
todo opinar sobre
las lecciones que de
l pueden
desprenderse para
el futuro del
combate
descolonizador,
combate todava
irresuelto..
Esta fue la tercera y gran
revuelta india de 2003. La
primera fue encabezada por
Tupak Katari, el ao de 1781; la
segunda por Zarate Willka, en
1899 1 : As concluye Felipe
Quispe Huanca su ltimo libro,
La Cada de Goni. Diario de la
Huelga de Hambre, y tiene
razn. Lo sucedido a partir del
ao 2000 y que concluye el 2003
es una de las epopeyas indias
ms importantes en la actual
Bolivia y el parangn que de ella
hace el autor con otras gestas
anteriores tiene asidero. Y en ello
reside el mrito de ese evento,
pero quizs tambin su defecto.
Para valorar estas apreciaciones
este libro nos proporciona material de primera mano. Este
material, til para el historiador,
el socilogo y el poltico, sirve
no slo para entender e
interpretar lo sucedido en ese
perodo, sino para tener una
visin ms amplia de la lucha
originaria, desde el inicio de la
colonizacin hasta nuestros
das.
En ese sentido, y retomando
la semejanza que el Mallku hace
de los acontecimientos del ao
2003 con la guerra de Tupak
Katari 2 , sabemos que para
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Oruro en duelo?
Drama comedia en mil captulos
Mara Quiros
Captulo 1: A las 18.05 empez a desmoronarse la estructura de
fierro, diseada como puente pasarela sobre las graderas de la
avenida 6 de Agosto. A las 18.07 termin de derrumbarse y tres
personas fallecieron en el acto. Entre ellos msicos de la Banda
Espectacular Poop que llevan una chaqueta de color rojo, rojo sangre
fresca. Nadie quiere muertos, ni heridos, ni menos sangre fresca en
carnavales, as que el color del saco es ideal. Pero esta vez no fue
posible ocultar la sangre. Ms de setenta y siete heridos caus el
derrumbe de la pasarela, por el sobrepeso en la estructura de metal.
Este puente slo estaba pensado para cien transentes.
Fue tal la consternacin que algunos dirigentes orureos estuvieron
a punto de declarar duelo con suspensin total del Carnaval. No
podemos seguir bailando con tantos muertos!, se lamentaban ante
los micrfonos, compungidos y derramando lgrimas. Debemos
proseguir con nuestro homenaje a la Mamita! gritaban otros, los
partidarios de continuar con la muestra de Devocin a la Virgen. Llegaron
rumores de que la iglesia del Socavn cerraba sus puertas en seal de
duelo. Esos curas malditos, son todos extranjeros! vocifer una
seora de apariencia muy humilde, convirtindose as en portavoz de
aquellos que queran seguir manifestando su amor por la Mamita mediante
esta fiesta, Patrimonio de la Humanidad. La portavoz, sin embargo, no
era de las que bailaban. No! Ella era vendedora de cerveza. El Carnaval
es ante todo un inmenso sistema de redistribucin de ingresos. Y ac
en Oruro hay gente, que gana mucha plata en el despilfarro de cohetillos,
disfraces, bandas y cerveza. En Carnavales, la lata de cerveza se
vende a diez bolivianos, lo que significa una ganancia de dos bolivianos
con cincuenta para los revendedores. Pero, en esos momentos su
precio haba bajado a 2x17 y quince minutos despus era de 2x15.
Esta baja en el precio de la cerveza era la manifestacin matemtica
del terror que amenazaba a la economa de esos pobres si se suspenda
la fiesta. El silencio se apoder de las calles de Oruro. Los cohetillos
dejaron de tronar, las bandas guardaban silencio y la gente, slo
murmuraba. El pesar amenazaba en ahogar en tristeza la alegra del
Carnaval. Durante seis horas las fuerzas a favor y en contra de proseguir
o suspender la fiesta libraron una batalla sin cuartel, ni perdn. O de
un lado amenazas de excomunin y del otro intimidaciones de incendiar
la iglesia. Me cuesta creer que se hubiera llegado a esos extremos.
Como siempre, en Oruro, venci la cordura y se lleg a un consenso.
Se decidi continuar el Carnaval en forma de peregrinacin y con
interrupciones de dianas y minutos de silencio. Este periodo de vacilacin
termin a las 12.07 en la Avenida Cvica, cuando despus de una
diana la Banda Fabulosa Poop con gran profusin de cohetillos, anunci
un nuevo da y reaviv el Carnaval con un estallido de platillos,
interpretando una morenada a cuyo ritmo se movieron las figuras de la
Reyes Morenos de la Ferrari Ghezzi (las ms bellas y voluptuosas de la
Entrada). As, las dianas y el paso cansino se esfumaron en la penumbra
de la cerveza y del humo y la fiesta continu como siempre. El precio
de la cerveza se recuper y los escotes y las faldas cortas estuvieron
ms agresivas que de costumbre. Suspender la farra, ni en chiste!
Captulo 2 (voz en off, mientras se proyectan imgenes del carnaval). Las
races, razones y motivos del Carnaval de Oruro yacen en la profundidad
de la historia y del alma humana. Histricamente, aquellas festividades,
en las cuales por escasas horas o das se permitan las sociedades
romper con el marco moral de la cotidianidad, no respetar el Orden Establecido, las jerarquas impuestas, las normas morales, las distancias
sociales, de casta y de gnero, se remontan a pasados ignotos. Tenemos descripciones detalladas de las calendas romanas, ms recientemente de los carnavales venecianos; en ambas festividades sobre
todo las mujeres aprovechaban para dar rienda suelta a sus necesidades
sexuales. Ante la idea dominante entonces de que en las mujeres a
amedida que aumenta su edad se acrecienta su lbido, muchas veces
hasta dominarlas por completo, empujndolas a actos que podan poner
en peligro la unidad de la familia, se permita durante esos das esta
libertad casi plena como una medida de proteger a la integridad familiar.
Ac en Bolivia, tenemos la fiesta de Santa Vera Cruz Tatala, durante la
cual, las mujeres, que no han concebido dentro del matrimonio, pueden
conseguir un padre para su hijo, el cual ser aceptado por el esposo
oficial, como suyo. Esta fiesta tambin sirve para cubrir necesidades
insatisfechas de libido. La necesidad de mujeres y varones de renovar
constantemente su sensibilidad corporal, en cuanto a la libido, la
necesidad de sentirse deseados, lo que les permitir enriquecer su
vida sexual fantasiosa, son razones bsicas y determinantes del porque
todos, pero absolutamente todos, bailan en el carnaval. Estas razones
no pueden pero comentarse as no ms. Como dijo un gran pensador
aimara, hay canciones, que slo pueden silbarse, pero no cantarse.
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Ms desatinos ambientales, el
paso del DAKAR
Marco Octavio Ribera
Arismendi*
El DAKAR es una tropela irresponsable a los valores ambientales
y socio culturales, un aventurismo
tecnolgico millonario supeditado
a los caprichos y veleidades de
una figura corporativa transnacional (denominada ASO: Amaury
Sports Organization) que promueve e impulsa este nefasto show
pseudodeportivo. A los promotores
del DAKAR les importa un pepino
los impactos a los pases y zonas
por donde pasa, a ellos lo que les
interesa es la millonada recaudacin y la imagen.
El DAKAR en el mundo, incluida
en frica, donde naci por el delirio
de un aventurero francs, dej
una estela de impactos y daos
irreversibles a los ecosistemas, la
fauna silvestre, los valores arqueolgicos y geolgicos de los
lugares por donde pas, y ya se
enlista a este evento como uno
de los agentes de mayor perturbacin a ecosistemas de muy alta
fragilidad por donde pasa, principalmente desiertos, punas y salares. El DAKAR es un atentado en
contra de la Madre Tierra, es una
clara efervescencia del mundo
capitalista y una forma ms de
colonialismo.
El hecho de que el DAKAR haya
sido recibido en Bolivia con tanto
entusiasmo por los altos jerarcas
del Gobierno, es una clara muestra
de la absoluta ignorancia e indiferencia acerca de los temas ambientales. Tambin es una muestra
de la temeridad, sin pice de
principio precautorio, con que los
responsables del Estado abrazan
ciertas novedades tecnolgicas,
como es el caso del Fracking o la
energa nuclear.
En todo esto, adems prima la
improvisacin, un indicativo es la
total disparidad y generalidad
(superficialidad) de los mapas por
donde pasar esta competencia,
asombran las declaraciones de
autoridades del Ministerio de
Culturas que mencionan que el
detalle de la ruta recin se dar a
conocer das de antes del inicio
de la competencia. Tpicamente los
diversos tipos de motorizados del
DAKAR, no respetan rutas y prefieren tramos abiertos como dunas
* Bilogo y ecologista
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La revolucin
es el tiempo al revs?
Antonio Prez*
El gobierno boliviano se ha
permitido la travesura de invertir
el desplazamiento de las manecillas del reloj: las de antes, al
parecer propias de un mundo
caduco, se movan de derecha a
izquierda en el sentido de las
agujas del reloj,mientras que
las revolucionarias, las de ahora,
van a moverse al revs, de
izquierda a derecha. Segn el
mismo gobierno, las antiguas
eran colonialistas-septentrionales-imperialistas y por ello
han sido sustituidas por unas
flecheras tradicionalistasmeridionales-indgenas. En
pocas pero finas palabras: de
dextrgiras han pasado a ser
levgiras.
La invencin de las horas
en Occidente
En el sentido actual de la
veinticuatroava parte del giro
terrestre, las horas son una
convencin muy moderna. Que
la Tierra gire sobre s misma es
un fenmeno natural, astronmico y evidentemente ajeno a
la voluntad humana. Sin embargo, la divisin en 24 horas
de esa rotacin es un invento
occidental que tiene fecha de
nacimiento y, adems, reciente.
Pareciera, sin embargo, que
Occidente est dominado por un
(ridculo) intento de oscurecer el
conocimiento de su propia
Historia. Por ejemplo, en este
sentido, las ediciones actuales
de uno de sus libros sagrados
se empean en hacernos creer
que las horas son naturales o,
al menos, que su uso se remonta a tiempos inmemoriales. Por
ello, la Biblia actual asegura en
San Juan 9,9, que Jesucristo
dijo: No son doce las horas
del da?1. Esta afirmacin es
histricamente absurda por la
sencilla razn de que la divisin
del tiempo en 24 horas no se
populariza en Occidente hasta el
siglo XVIII.
En realidad, la artificiosidad de
las 24 horas fue un paso impor* beltranp@arrakis.es
Contrastar al Occidente con una emergencia cultural tradicional respecto a la medicin del tiempo podra consistir en
cuestionar la nocin de tiempo y de su medicin en horas, por ejemplo, estableciendo para ello los instrumentos
adecuados para calcularla y no simplemente en ejecutar jugarretas como la de invertir el desplazamiento de las
manecillas de un reloj que, conceptualmente y a pesar de ello, sigue siendo occidental. Mientras dure el reloj
invertido en la plaza Murillo de La Paz, saltar a los ojos de cualquier espectador la inepcia del actual gobierno en el
t
La geografa
Un 40 % de la superficie del
hemisferio septentrional es tierra
emergida; por esta razn se le
llama el hemisferio continental.
En agudo contraste, el hemisferio meridional slo cuenta con
El arbitrismo
A mi juicio, tiene el sentido de
demostrar que el gobierno
boliviano padece ansias de
arbitrismo si por arbitrismo
entendemos, no aquella escuela
econmica 3 que floreci en
Francia y en la Espaa de los
siglos XVI-XVIII, sino la propensin de algunos sedicentes
revolucionarios a arbitrar medidas rompedoras que, a menudo,
se quedan en extravagantes.
El arbitrismo poltico tiene su
origen en un afn de originalidad
tan desmedido que llega al
adanismo ignorando as que
Adn no fue el primer hombre y
que ser original es imposible
despus de millones de aos de
permanencia del Hombre en la
Tierra. Pese a ello, los ejemplos
son innumerables: desde aquel
faran Ajnatnque que hizo
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Conclusin
Lo peor de las medidas extravagantes es que siempre son
elitistas. Por ello, suelen durar
poco: los egipcios siguieron
siendo politestas, ningn otro
caballo romano consigui ser
Cnsul y los meses siguen llamndose como antes del guillotinamiento del rey francs. No
creo que los relojes levgiros
vayan a ser la excepcin.
Segn se sea opresor u oprimido, la Poltica es vista como el
arte de acrecentar o de disminuir
ese absolutismo que es la
expresin ms desagradable de
la sinrazn. Y es que los opresores predican la irracionalidad
mientras que los-de-abajo,
luchan por implantar la Razn.
El reloj levgiro sera en algunos
aspectos ms racional que el
dextrgiro pero se tratara de
una racionalidad tcnica de nulo
impacto popular. Adems, las
medidas parciales no frenan la
irracionalidad sino que se convierten en extravagancias difciles de admitir por la ciudadana que suele responderlas con
bromas y sarcasmos.
Por todo ello, el Poder revolucionario no debe hacer gestos
gratuitos ni abandonarse a travesuras arbitristas: eso es malgastarlo. En cuanto a la tradicin austral que, supues-
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