Este documento presenta una metodología para el análisis de contenido de mensajes periodísticos que combina enfoques académicos y experienciales de periodistas. Propone incorporar las perspectivas de los periodistas junto con la economía política de la comunicación para analizar la influencia de los poderes políticos, económicos y mediáticos en los contenidos. El objetivo es desarrollar un método que revele las intencionalidades subyacentes en los mensajes a través de una perspectiva crítica y una lógica discursiva
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Este documento presenta una metodología para el análisis de contenido de mensajes periodísticos que combina enfoques académicos y experienciales de periodistas. Propone incorporar las perspectivas de los periodistas junto con la economía política de la comunicación para analizar la influencia de los poderes políticos, económicos y mediáticos en los contenidos. El objetivo es desarrollar un método que revele las intencionalidades subyacentes en los mensajes a través de una perspectiva crítica y una lógica discursiva
Este documento presenta una metodología para el análisis de contenido de mensajes periodísticos que combina enfoques académicos y experienciales de periodistas. Propone incorporar las perspectivas de los periodistas junto con la economía política de la comunicación para analizar la influencia de los poderes políticos, económicos y mediáticos en los contenidos. El objetivo es desarrollar un método que revele las intencionalidades subyacentes en los mensajes a través de una perspectiva crítica y una lógica discursiva
Este documento presenta una metodología para el análisis de contenido de mensajes periodísticos que combina enfoques académicos y experienciales de periodistas. Propone incorporar las perspectivas de los periodistas junto con la economía política de la comunicación para analizar la influencia de los poderes políticos, económicos y mediáticos en los contenidos. El objetivo es desarrollar un método que revele las intencionalidades subyacentes en los mensajes a través de una perspectiva crítica y una lógica discursiva
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Aproximacin a la metodologa emprico-periodstica del anlisis de
contenido: concepto y aplicacin prctica.
Antonia Isabel Nogales Bocio Departamento de Periodismo II, Universidad de Sevilla anogalesb@us.es Persona para participar en la mesa: Antonia Isabel Nogales Bocio CV: Antonia Isabel Nogales Bocio cuenta con el Diploma de Estudios Avanzados y es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla. Actualmente se encuentra en la ltima fase de investigacin de su tesis doctoral. Forma parte del Personal Docente e Investigador en Formacin (PDIF) de la Facultad de Comunicacin de la Universidad de Sevilla. Actualmente, completa su actividad investigadora con tareas docentes en el Departamento de Periodismo II impartiendo, entre otras, las asignaturas de Estructura de la Informacin, Periodismo Especializado y Periodismo Deportivo. Pertenece al grupo de investigacin en Historia, Estructura y Contenidos de la Comunicacin (GREHCCO). Su campo de investigacin es el estudio estructural de la comunicacin, centrndose en las interrelaciones entre los poderes polticos, econmicos y mediticos, y su repercusin en los contenidos informativos, as como en la labor del periodista. Mesa de comunicaciones 4: Mesa de comunicaciones libres. Palabras clave: Metodologa; Anlisis de contenido; Periodismo, Emprico, Periodstica; Estructura. Resumen: La labor informativa es un proceso de interpretacin contextual y de construccin textual de la actualidad, un proceso ineludiblemente intencionado, porque no hay informacin sin sujeto con una voluntad concreta de informar o desinformar. El anlisis de contenido desde una perspectiva estructural, un planteamiento crtico y una lgica discursiva es la herramienta metodolgica que nos permite profundizar en la dimensin esencial del mensaje periodstico: su significacin latente o implcita. Pero no podremos comprender en toda su extensin sus condicionantes y caractersticas si obviamos el enfoque aportado por los profesionales del periodismo. A pesar de su pertinencia, en la actualidad observamos la carencia de un basamento metodolgico que incorpore una verdadera aproximacin al anlisis de contenido desde la experiencia periodstica. Con este fin, pretendemos demostrar la implicacin del entramado poltico-econmico y meditico en la configuracin y presentacin intencionada de la informacin. Mostrar lo que subyace al acontecimiento y cmo los anlisis que de la profesin periodstica llevan a cabo los propios profesionales son muy sensibles y conscientes de la realidad de la que partimos: la intencionalidad estructural y cualitativa del mensaje. A esto hemos denominado metodologa emprico-periodstica del anlisis de contenido, a la aplicacin al anlisis del mensaje intencional de una metodologa de ndole mixta: acadmica y profesional. Metodologa propuesta: Escuela metodolgica: Economa Poltica de la Comunicacin, la Informacin y la Cultura como base terico-metodolgica del anlisis de contenido. Incorporacin con fines metodolgicos de los planteamientos expuestos por los periodistas desde la observacin participante. Anlisis de mensaje: El anlisis de la macroestructura o contexto real, la estructura y el mensaje mediticos a travs de los propios documentos periodstico-informativos tomados como base primaria de referencia dentro de un mtodo inductivo-deductivo.
1. Introduccin Partimos de la consideracin de que los mensajes periodsticos que encontramos a diario en los medios de comunicacin, lejos de ser aspticos, estn motivados por una dualidad lejana a la pretendida objetividad periodstica: la motivacin comercial-econmica y la sintona ideolgica. De este modo, queda difuminada la frontera entre informacin y contenido propagandstico o publicitario. Las turbulencias que actualmente azotan a la industria de la comunicacin a escala global dan cuenta de las mximas de rentabilidad que dentro de los conglomerados mediticos han de cumplirse. Pero las empresas de medios funcionan tambin como catalizadores de la opinin pblica, y es precisamente ante ese pblico ante el que se encargan de proyectar una imagen positiva de las instituciones, accionistas y poderes polticos que respaldan al medio. Desde finales de los aos noventa se han intensificado una serie de tendencias que han propiciado el actual contexto meditico-econmico. Una de ellas es la diversificacin cada vez ms frecuente de los grupos mediticos. El resultado es la constitucin relativamente reciente de macrocorporaciones mediticas, tambin llamadas gigantes de la comunicacin. En su descomunal tamao influyen adems dos factores de vital importancia: por una parte, la transnacionalizacin que caracteriza a estas empresas, y por otro lado, se encuentra la entrada en las industrias mediticas de sectores ajenos a la comunicacin. En lo que respecta al primer factor, conviene decir que la sociedad de la informacin (tambin denominada Era de la informacin 1 o la Tercera Revolucin, la de la informacin 2 ) no conoce de fronteras y por eso los
1 ROJO VILLADA, Pedro A: Tecnologa y contextos mediticos. Condicionamientos socioeconmicos y polticos a la comunicacin de masas en la Sociedad de la Informacin. Sevilla, Comunicacin Social ediciones y publicaciones, 2003, p. 22. 2 Marshall McLuhan alude al concepto de aldea global conectada por ondas, cables y satlites, en la que nos encontraramos actualmente segn l. que aspiran a dominar sus ejes de influencia han de situarse estratgicamente de forma internacional. En lo referente a la incursin de sectores ajenos a la comunicacin, no es menos cierto que estos ven en el universo meditico un suculento mercado que reporta tanto dividendos como beneficios inmateriales. Este ltimo punto resulta fundamental, dado que a finales del siglo pasado se intensific especialmente esta carrera por la inversin en medios de las grandes industrias a nivel mundial. Empresas armamentsticas, del sector inmobiliario, e incluso compaas de seguros comenzaron a adquirir medios de comunicacin para que formaran parte de su grupo empresarial. La justificacin de esta especie de bulimia informativa 3 se explica, como decamos, tanto por las halageas perspectivas de negocio que representaba el panorama comunicativo, como por la posibilidad nada desdeable para estas industrias de contar con un medio a travs del cual proyectar una buena imagen de s mismos y paralelamente filtrar los flujos de informacin perjudicial para sus intereses. En la actualidad nos encontramos ante ese contexto meditico y poltico- econmico. Desde la perspectiva de la Estructura de la Comunicacin, la connivencia entre estos tres poderes se solapa bajo los mensajes que recibimos constantemente. Para descubrir la influencia de estos poderes en el discurso que llega cada da a la ciudadana a travs de los altavoces mediticos, es necesario acometer un exhaustivo anlisis cualitativo de los mensajes desde una perspectiva de totalidad eminentemente crtica. Para acometer este anlisis, partimos de la fundamentacin terico-cientfica de la Economa Poltica de la Comunicacin, la Informacin y la Cultura, cuyos postulados sern completados a travs de los planteamientos realizados por diversos profesionales en activo desde la observacin participante. Son numerosos los periodistas que, como implicados en el contexto meditico real, han reparado en la descripcin de los condicionantes que interfieren en la labor de los profesionales del medio, y por ende, en la visin de la realidad mediada que llega a la ciudadana. Sin embargo, sus planteamientos no son usualmente tenidos en cuenta desde la perspectiva acadmica, de ah el carcter innovador de nuestra propuesta: la incorporacin con fines metodolgicos de los planteamientos expuestos por los propios periodistas. Nuestro objetivo consiste, por tanto, en realizar una aproximacin a los fundamentos de una metodologa del anlisis de contenido que combine los planteamientos acadmicos con las aportaciones realizadas al respecto por parte de los periodistas, considerados estos como las fuentes empricas ms acreditadas para acercarnos al estado actual de la profesin. En este sentido, buscamos reivindicar el papel de estos conocedores- periodistas como base primaria de referencia a pesar de que sus planteamientos y su experiencia no son objeto de las publicaciones cientficas ms prestigiosas: las revistas cientficas de comunicacin social. Se trata de una comunicacin que ms all de analizar aspectos cuantitativos de las revistas y los parmetros de publicacin, est relacionada con aquellos contenidos derivados de la experiencia profesional, que resultan vitales para
3 MIGUEL DE BUSTOS, Juan C.: Los grupos multimedia: estructuras y estrategias en los medios europeos. Bosch, Barcelona, 1993. completar el anlisis cualitativo de contenido periodstico y que paradjicamente permanecen ajenos a las publicaciones cientficas.
2. Economa Poltica de la Comunicacin, la Informacin y la Cultura como base terico-metodolgica del anlisis de contenido. La fundamentacin terico-cientfica de nuestra propuesta se sustenta, como anunciamos anteriormente, en el enfoque estructural y, dentro de l, en la Economa Poltica de la Comunicacin. La EPC ancla sus supuestos tericos en el materialismo histrico marxista. Es decir, parte de la tesis de que los procesos histrico-materiales que se inscriben en el desarrollo de las diversas formaciones sociales tienen como fundamento explicativo las determinaciones estructurales de la produccin material, rechazando la visin idealista de la cultura y de los procesos comunicativos en la que el anlisis separa cultura y medios de su base terrenal, enfatizando los aspectos subjetivos o superestructurales 4 . En este sentido, se reconoce el determinismo macroeconmico como base motivadora de los procesos histricos y la interrelacin efectiva entre los poderes econmico, poltico e informativo. Histricamente, para desarrollar una estructura de poder econmico-poltico, ese poder siempre ha precisado de un elemento decisivo: unos mensajes que justifiquen la necesidad de que tal estructura exista. En lo que respecta al panorama de la comunicacin de masas, esta visin vendra a constatar el carcter comercial de la informacin periodstica, como un elemento productivo ms, sujeto a las leyes de la Economa de Mercado.
Como sealan autores como Antonio Snchez Bravo 5 , los equipamientos para hacer de la informacin un instrumento eficaz (de conocimientos, de acumulacin de datos, de toma de decisiones, etc.) estn controlados por la industria que capta y envuelve al poder poltico. El control del capital financiero, de la tecnologa y de los canales hacia los mercados impone criterios y fundamentan la dependencia, convirtiendo la informacin en un producto esencial y muy rentable, puesto que puede ser colocado en el mercado varias veces y es ms accesible que otros productos. En esta lgica, el producto periodstico pasa a ser un mero recurso, con las consecuentes repercusiones negativas para la opinin pblica receptora.
Para detectar los indicios de este determinismo productivo, el anlisis estructural de los mensajes informativos se detiene sobre todo en los intereses que puedan estar detrs de ellos. A travs de un posicionamiento crtico y una perspectiva de totalidad nos aproximamos a una interpretacin sincrnica lo ms amplia posible. En suma, un anlisis de las interconexiones entre el poder poltico, el socioeconmico y el meditico que nos aproxime a un boceto del macrocontexto actual. El pensamiento estructuralista pone de manifiesto la
4 QUIRS FERNNDEZ, Fernando: Globalizacin, Economa Poltica y Estudios Culturales. Redes.Com No. 2. Publicacin anual editada por el Instituto Europeo de Comunicacin y Desarrollo, Sevilla, 2005. p. 33. 5 SNCHEZ-BRAVO CENJOR, Antonio: Manual de Estructura de la Informacin. Fundacin Centro de Estudios Ramn Areces, Madrid, 1992. p. 35. necesidad de un anlisis discursivo macro. Por lo que, trasladado al terreno de la comunicacin de masas, se deduce que la interpretacin contextual resulta imprescindible para comprender la autntica motivacin de los mensajes mediticos. Las implicaciones estructurales de cada uno de los elementos presentes son las que aportan un significado mucho ms rico al que ofrece cada elemento a priori individualmente. Tras las relaciones observables externamente, aparentes y tangibles, el estructuralismo descubre que se oculta una lgica interna, estructura, [] esta no se establece por induccin, sino postulando, por debajo de ciertas manifestaciones superficiales, estructuras profundas, siendo las primeras una manifestacin de las segundas 6 . Atendiendo al planteamiento metodolgico completo, Bourdieu seala que son tres las operaciones necesarias para el dominio cientfico de los hechos sociales: una conquista contra la ilusin del saber inmediato (epistemolgica), una construccin terica (metodolgica) y una comprobacin emprica (tecnolgica) 7 . Entre estas tres operaciones existe un metalenguaje que las relaciona. As pues, las tres perspectivas de la investigacin social, la distributiva, la estructural y la dialctica, puntan de modo diferente estos niveles. La perspectiva distributiva punta sobre todo el nivel tecnolgico (es empirista); la perspectiva estructural, el nivel metodolgico (articula empirismo y formalismo); y la perspectiva dialctica, el nivel epistemolgico (articula empirismo, formalismo e intuicionismo). Consideramos que nuestra investigacin se adecua de un modo especial a la perspectiva dialctica, puesto que conjuga el enfoque epistemolgico (de la Economa Poltica de la Comunicacin, la Informacin y la Cultura, el enfoque crtico y estructural en comunicacin), con la articulacin de una metodologa concreta (la del anlisis de contenido a partir de los posicionamientos acadmicos y periodsticos) y una construccin emprica (la comprobacin de las hiptesis a travs del anlisis crtico de mensajes periodsticos). El mtodo consiste pues en el anlisis de la Macroestructura o contexto real, la Estructura y el Mensaje mediticos a travs de los propios documentos periodstico-informativos tomados como base primaria de referencia, dentro de un mtodo inductivo-deductivo. Todo ello bajo la fundamentacin cientfico- metodolgica de la Economa Poltica de la Comunicacin y la incorporacin de los planteamientos expuestos por los periodistas acerca del ejercicio profesional y sus condicionantes reales. La constatacin emprica a partir de los postulados profesionales y los textos periodsticos son los que nos permiten hablar de una verdadera metodologa emprico-periodstica. El contexto real detectado por los periodistas es el que se incorpora, ya como propuesta acadmica, como mtodo para el anlisis crtico del discurso.
3. La incorporacin del enfoque profesional desde la observacin participante con fines metodolgicos.
6 BOLVAR BOTA, Antonio: El estructuralismo: de Levi-Strauss a Derrida. Editorial Cincel, Madrid, 1990. p. 38. 7 BOURDIEU, Pierre: El oficio del socilogo. Siglo XXI, Mxico, 1976. La investigacin en comunicacin juega un papel clave en un aspecto fundamental para nuestra democracia: la interpretacin crtica de los medios de comunicacin. Estos tienen como misin democrtica bien reconocida la crtica a la funcin pblica, pero los medios, a su vez, tambin deben ser objeto de crtica y anlisis. Esta funcin corresponde a la investigacin en comunicacin que debe interpretar sus contenidos y poner al descubierto los intereses polticos y econmicos que los condicionan. Hasta el momento la perspectiva acadmica de la investigacin social meditica parece ser la nica va para acometer este anlisis. Sin embargo, consideramos que el enfoque aportado por los profesionales de la comunicacin es el ms adecuado para completar una visin metodolgica profunda acerca del anlisis de contenido. En este sentido, las publicaciones de los profesionales se refieren generalmente a la actividad meditica, descrita como experiencia, o como reflexin desde el conocimiento interno de los medios y de los procesos de informacin 8 . Son este tipo de obras las que emplearemos como basamento para completar la perspectiva terico-acadmica.
A travs de un recorrido por los planteamientos expresados por diferentes periodistas, los conocedores del oficio, pretendemos aproximarnos a las verdaderas dinmicas y condicionantes presentes hoy en da en una actividad de tal repercusin para el desarrollo de una opinin pblica libre y formada. Los periodistas, tomados aqu como base primaria de documentacin cientfica y metodolgica, son fuentes empricas que teorizan sobre su profesin y aportan argumentos slidos y crebles para demostrar que el anlisis de contenido debe partir fundamentalmente de una visin macroestructural de totalidad, una interpretacin contextual, una perspectiva eminentemente cualitativa y un irrenunciable enfoque crtico.
Dada la brevedad del presente trabajo, no es posible profundizar en exceso en todos los elementos que condicionan el mensaje meditico desde la opinin de los profesionales del medio. Observaremos, por lo tanto, a continuacin tan slo unos apuntes acerca de algunas de las cuestiones que se obtienen de la sntesis entre unos y otros planteamientos, a la postre complementarios.
El estado actual de la profesin periodstica. La independencia de los periodistas: entre la ilusin y el deseo.
El periodista portugus Furio Colombo define la profesin como el producto de las condiciones culturales, sociales y polticas de un pas y una poca 9 . Para l, desde sus orgenes el periodismo se ha visto amenazado y asediado por cuatro adversarios: la escasez de las fuentes, la fuerza del poder, el riesgo de la censura y el estado de nimo de la opinin pblica. En Europa, tras la cada
8 Vanse algunos ejemplos como: MAS DE XAXS, Xavier: Mentiras. Viaje de un periodista a la desinformacin. Ediciones Destino, Barcelona, 2005; MNGUEZ SANTOS, Luis: Peligro! Periodistas. Un anlisis crtico del oficio de informar. Comunicacin Social Ediciones y Publicaciones, Sevilla, 2005; ANGUITA, Eduardo: Grandes hermanos. Alianzas y negocios ocultos de los dueos de la informacin. Ediciones Colihue, Buenos Aires, 2002; ELAS PREZ, Carlos: Telebasura y periodismo. Ediciones Libertarias, Madrid, 2004; REVERTE, Jorge M.: Perro come perro. Gua para leer los peridicos. Ares y Mares, Barcelona, 2002.
9 COLOMBO, Furio: ltimas noticias sobre el periodismo. Anagrama, Barcelona, 1997. p. 9. del Muro de Berln, y ubicados en las democracias postindustriales, observamos cmo los nuevos tabes estn interfiriendo con las limitaciones que el dilogo entre poder y opinin pblica es capaz de imponer a la prensa 10 .
Desde un punto de vista terico e ideal, la misin de los medios de comunicacin es la de contar la verdad, pero los profesionales coinciden en preguntar: qu verdad? La informacin que suministran los peridicos est condicionada por diferentes factores internos y externos, que acaban contribuyendo a deformar esa verdad absoluta e ideal, al igual que sucede en los procesos de comunicacin humana. Para el periodista Pedro Rojo Villada:
Internamente, actan como condicionantes del periodista, los conocimientos; la personalidad y los prejuicios del propio redactor; as como la lnea editorial del medio para el que trabaja; y su tarea y estatus dentro de este. Externamente, influyen las deformaciones introducidas por las fuentes que le proporcionan la materia prima informativa; los grupos de presin que tratan de interferir en la poltica informativa de cualquier medio de comunicacin (anunciantes, partidos polticos, administracin); y la propia audiencia 11 .
A estas presiones hemos de aadir la propia presin del medio de comunicacin. Los medios son empresas con las mismas limitaciones econmicas y tcnicas que el resto de empresas, y los periodistas son simples asalariados en una estructura burocrtica y jerarquizada como cualquier otra. Esta realidad coloca a los profesionales en una situacin muy delicada, puesto que la informacin, adems de ser un bien de servicio pblico, con todas las implicaciones que esto conlleva, al mismo tiempo se configura como mercanca, es decir, como producto que se somete a las leyes del mercado y de la competencia con otros productos informativos.
Para sobrevivir como empresa, el medio est obligado a privilegiar la obtencin de beneficios sobre otras consideraciones. Las caractersticas del producto vienen condicionadas por la adecuacin o no a las exigencias del pblico que lo consume, y por la lgica de la rentabilidad y la productividad. Si la informacin es hoy de mayor calidad que nunca, no es por el afn altruista de la empresa, sino por la creciente competitividad entre los medios de comunicacin 12 .
En este contexto, la labor del profesional se encuentra notablemente influida por la presin de los poderes econmico-financieros que detentan la propiedad del medio, que forman parte de su consejo de administracin o que insertan su publicidad en l. As pues, los profesionales que trabajan para el medio acaban asumiendo la representacin del mismo a travs de la interiorizacin de los valores, pautas y normas del comportamiento del medio. El periodista es consciente de que tendr que adaptar su obra al estilo ideolgico de la empresa informativa, y eso es algo que los profesionales en ejercicio
10 Ibd. 11 ROJO VILLADA, Pedro A.: Tecnologa y contextos mediticos. Condicionamientos socioeconmicos y polticos de la comunicacin de masas en la Sociedad de la Informacin. Comunicacin Social ediciones y publicaciones, Sevilla, 2003. pp.100-101. 12 Ibd. confirman. El proceso de liberalizacin nos da una idea de que las telecomunicaciones eran y son un elemento clave de cualquier estrategia de reactivacin econmica y social, y que los cambios afectan a las races mismas de la sociedad, al desarrollo de las nuevas tecnologas, al crecimiento econmico. Las empresas se convierten as en multinacionales porque eso les confiere una serie de ventajas sobre el resto de empresas.
En este sentido, para Iaki Gabilondo, la accin periodstica tiene que ponerse en contacto (necesariamente) con una actividad empresarial cuyos cdigos, juegos y prioridades van a aparecer ante nosotros. Los periodistas seremos muy afortunados si conseguimos trabajar en una organizacin cuyo objetivo es la comunicacin, que luego tendr un segundo objetivo, que ser la comunicacin desde una perspectiva ideolgica determinada 13 . En este entorno empresarial, como seala Mnguez Santos, que un redactor tome partido, siquiera sea de manera subliminal, en una direccin contraria a la lnea editorial del medio que le paga, es casi ciencia-ficcin, salvo que, como en el ejemplo del esoterismo, se trate de temas ligeros. El periodista sabe enseguida por dnde tiran los que le mandan 14 . Resulta interesante observar la constatacin de esta perspectiva a travs de los propios profesionales.
El producto informativo se sita en el mercado, como mercanca que es, y est sujeto a la oferta y la demanda. Cada vez es menor el nmero de organizaciones informativas que sobreviven a las estrategias de los grandes grupos multimedia. Como seala Gmez del Castillo 15 , algunas de las crticas que se vierten contra el actual mercado de la informacin son: la tendencia a ocultar los intereses de los propietarios en sus negocios periodsticos; la influencia de los gobiernos a travs de las ayudas en publicidad institucional; la concentracin de la propiedad; los compromisos polticos que adquieren algunas empresas y que suponen una amenaza para el pluralismo.
Manipulacin informativa y poltica. Los vnculos con el poder y el poder de los periodistas.
El medio de comunicacin tiene, para el periodista Lorenzo Gomis, dos efectos aparentemente contrarios: por una parte refuerza las actitudes vigentes en el pblico, pero por otra activa el cambio social con su difusin de los hechos nuevos que acontecen. La funcin de mediacin poltica del medio est ejercida de tres maneras 16 :
a) Transmite las informaciones que proceden de los interesados en que la informacin se d: gobiernos, administraciones pblicas, partidos polticos, empresas, sindicatos, grupos sociales, etc. b) Pregunta, suscita y confronta testimonios, investiga los hechos ms all incluso de los deseos de las partes interesadas, lo que aporta verosimilitud a la realidad social.
13 GABILONDO, Iaki: Ser periodista. Leccin Inaugural del Curso Acadmico 2003/2004. Facultad de Comunicacin, Universidad de Sevilla, 2003. p. 17. 14 MNGUEZ SANTOS, Luis: Op. cit. p. 240. 15 GMEZ DEL CASTILLO, J.: No hay libertad de informacin. Cuadernos de estudio y debate del Movimiento Cultural Cristiano, Madrid, 1987. p. 18. 16 GOMIS, Lorenzo: El medio media: la funcin poltica de la prensa. Seminarios y Ediciones S.A., Madrid, 1974. pp. 525-527. c) Opina, trata de dar una significacin a los hechos y analizar su trascendencia en la vida comn.
Cuando el medio ejerce su labor y proyecta esas informaciones de ndole poltica entran en juego los intereses de los implicados, que no quieren ver en los medios un mensaje que deteriore su imagen. Para evitarlo, el poder poltico lleva a cabo una serie de estrategias de control. Son acciones del poder no establecidas en normas objetivas, producto de la accin poltica. Tienen que ver con las relaciones que se establecen entre los polticos y los periodistas. Algunos ejemplos, aportados por el periodista Justino Sinova, son:
La tctica de las sugerencias, la tctica de la amenazas, la presin de guante blanco [o la concesin de favores para pedir algo a cambio], el chantaje, los privilegios informativos [las filtraciones], la presin de las fuentes, la distribucin no objetiva de las concesiones administrativas, la intimidacin mediante decisiones acciones judiciales, la penetracin poltica en las redacciones, la penetracin en el capital de las empresas, la asfixia econmica, la inspeccin fiscal y la discriminacin en el reparto de subvenciones o publicidad institucional 17 .
A travs de este tipo de mecanismos, los poderes polticos logran influir los medios de comunicacin con maniobras indirectas. En los regmenes autoritarios esta funcin la cumple la censura explcita, pero en las democracias occidentales contemporneas la influencia en el discurso meditico se ejerce de un modo ms sutil y encubierto. El poder tiene una tendencia acentuada hacia el control informativo, por lo que hay que dar por celebrada la batalla en cualquier sociedad, bajo cualquier rgimen y sea cual sea el grado de libertad establecida.
Entendemos, al igual que los profesionales del gremio, que cuando la prensa se identifica con el poder y lo hace suyo, traiciona la libertad de informar y pierde su propia libertad, as lo argumenta Gil Calvo:
Entonces deja de ser un medio para convertirse en un fin, deja de ser un medio imparcial, que acta como servicio pblico a disposicin de los ciudadanos, para convertirse en un medio tendencioso, un poder fctico que trata de intervenir en la opinin de los ciudadanos para secuestrarla o forzarla, coartando su libertad de informacin 18 .
Esta situacin se corresponde con lo que este periodista denomina la autntica traicin de los periodistas 19 , que les lleva a politizarse en el peor sentido de la palabra, ya sea por su debilidad frente al poder poltico o por su propia voluntad de poder. La politizacin de los medios a travs de mensajes intencionados o tendenciosos es peligrosa porque los medios no cuentan hoy con un contrapoder. Nuestros sistemas democrticos, con todas sus deficiencias, se fundamentan en que todo poder tenga un contrapoder. Frente al gobierno est la oposicin, frente a los empresarios los sindicatos, frente a las empresas las asociaciones de consumidores. En cambio, no existe una
17 SINOVA, Justino: El poder y la prensa. El control poltico de la informacin en la Espaa felipista. Ediciones Internacionales Universitas, Barcelona, 1995. pp. 50-54. 18 GIL CALVO, Enrique; ORTZ, Javier y REVUELTA, Manuel: Repensar la prensa. Debate, Madrid, 2002. p. 41. 19 Ibd. p. 42. contraparte frente al poder de los medios 20 , por eso es tan delicado que se hayan convertido en una herramienta en manos del poder poltico o econmico. La confirmacin periodstica de la tendencia hacia el mensaje coyuntural Los periodistas en activo tambin detectan actualmente la sobreabundancia en los medios actuales de los denominados mensajes coyunturales, aquellos relativos al periodismo de declaraciones y a las disputas partidistas cotidianas. El refrendo de su existencia en la experiencia de los profesionales es el mejor argumento con el que podemos contar. Se trata de lo que el periodista Gil Calvo denomina una realidad meditica repleta de espejismos interesados:
La Nueva Economa, la nueva sociedad-red y el nuevo mundo globalizado son puros espejismos interesados, producidos por la propia sociedad del espectculo, y a los que hay que contrastar con los simtricos espejismos opuestos (volatilidad financiera, pnicos burstiles, cambio climtico, catstrofes imprevisibles), propagados por esa meditica epidemiologa del alarmismo que nos hace creer que la nuestra es una frgil y vulnerable sociedad del riesgo, la complejidad y la incertidumbre 21 .
Mientras estos espejismos interesados o cuestiones propias de la coyuntura del momento ocupan pginas y centran el debate meditico, este se aleja cada vez ms de las cuestiones de enjundia sistmica: las cuestiones estructurales. Los nuevos horizontes del periodismo: la apuesta crtica de acadmicos y periodistas El estilo periodstico fundamentado en los hechos se impone desde los aos veinte en toda la prensa occidental, con lo que se produce una hegemona del modelo anglosajn, pero en los ltimos aos del siglo XX y principios del XXI puede hablarse ya de una nueva etapa. La frecuencia con que se mezclan la informacin y, sobre todo, la interpretacin, con la opinin, mediante una utilizacin sesgada del periodismo interpretativo, nos habla de un periodismo de intereses econmicos, polticos, ideolgicos y, en definitiva, de poder- que reclama la adhesin de las audiencias como producto de mercado. Son muchos los periodistas que consideran que el horizonte ms deseable para el ejercicio profesional es el del denominado periodismo cvico. Se tratara de una va democrtica y periodstica de compromiso del medio para con la sociedad. Y para ello se abandonar el sistema de trabajo basado en las rutinas y los estereotipos, renovar sus fuentes y buscar nuevos escenarios. Se da voz a quien no tiene poder y se sigue el proceso de debate entre ncleos sociales que apenas haban intercambiado opiniones anteriormente. Con el periodismo cvico se confirma una de las propuestas tericas del periodista Furio Colombo 22 , en la que propone crear nuevos espacios para el periodismo, constituyendo equipos transversales de periodistas a los que se puede dotar de cierta autonoma para la investigacin.
20 SERRANO, Pascual.: El periodismo es noticia. Tendencias sobre comunicacin en el siglo XXI. Icaria, Barcelona, 2010. p. 43. 21 Ibd. pp. 29-30. 22 COLOMBO, Furio: Op. Cit. Actualmente, estamos acostumbrados a consumir peridicos que distribuyen y fragmentan sus pginas en funcin de unos criterios ms bien rgidos, fruto de unas tendencias histricas que basan la observacin del mundo en una serie de secciones-tipo muy clsicas y que, en estos momentos, no parecen ajustarse demasiado a las variaciones experimentales en la sociedad. Para Manuel Lpez, el futuro puede estar en la articulacin y dominio de las nuevas tendencias periodsticas a travs del periodismo cvico, del periodismo pblico y del periodismo de servicios ser una excelente gua para avanzar, poco a poco, segn lo recomiende la situacin del medio, por un camino de xito comercial garantizado 23 . Los profesionales de los medios destacan la necesidad de redefinir y volver a pensar el concepto de noticia y ampliar el marco de lo que entendemos hoy da como periodismo: es preciso mantener clara la idea de que el periodista ser siempre aquel profesional que sepa interpretar la realidad social, quien sea capaz de buscar, descubrir, seleccionar o levantar una noticia y, adems, sepa contarla bien y con todos los matices que presenta en cada momento el tejido social 24 . Ante este panorama, el futuro a ojos de los periodistas, pasa por abrirse a nuevas fuentes, escenarios y temas. Si los medios de comunicacin consiguen hacerlo, la democracia comunicacional participativa ser un hecho 25 . Pero adems de abarcar nuevas temticas, es preciso, como han puesto de manifiesto los acadmicos y periodistas consultados, impulsar una postura crtica. Los periodistas denuncian la intencionalidad de los medios, los condicionantes estructurales de la actualidad meditica y las maniobras del poder, mientras que autores como Schiller (apud RIVIRE, M.) sostienen que hoy en da la comunicacin no se utiliza para comunicar sino para incomunicar. Incomunica todo lo que no sirve para entender la realidad, la comunicacin ha de permitir la crtica y entender lo que pasa, esto ahora no ocurre 26 , e Ignacio Ramonet seala que para estar bien informado hay que adoptar una postura activa, no se puede ser pasivo. Los postulados de unos y otros sealan la necesidad de una conciencia crtica tanto en el campo de los profesionales como en el de la audiencia, dado que hoy en da la inmensa mayora de los flujos informativos son intencionados. En palabras de Jean-Marie Colombani (apud RIVIRE, Margarita): Hoy no hay lugar de poder, sea poltico o social, religioso, empresarial o universitario que no tenga su estrategia de comunicacin, lo cual significa informacin controlada y dirigida. Nuestro problema es el contrario: es ver qu hay detrs de los mensajes oficiales y de las intenciones ocultas. Esta es la batalla: que la informacin consiga su propio derecho a salirse de los mensajes de la comunicacin 27 .
23 LPEZ, Manuel: Nuevas competencias para la prensa del siglo XXI. Paids, Barcelona, 2004. p. 165. 24 GOMIS, Lorenzo : Op. Cit. 25 LPEZ, Manuel: Cmo se fabrican las noticias. Fuentes, seleccin y planificacin. Paids Papeles de Comunicacin, Barcelona, 1995. p. 174. 26 RIVIRE, Margarita: El segundo poder. Cincuenta y cuatro entrevistas sobre los grandes cambios del periodismo actual. Ediciones El Pas Aguilar, Madrid, 1998. 27 Ibd. p.106. El resultado de este modelo informativo masivo y empresarial es la divisin de los ciudadanos en dos tipos: una gran mayora que consume grandes medios de comunicacin de forma acrtica y se convierte en carne de manipulacin informativa y una elite poltica e intelectual que logra comprender las claves del mundo. De esta ltima, una parte utiliza esa informacin para aprovecharse y otra la crtica- se ve obligada a convivir con la impotencia de no lograr que su mensaje llegue a la comunidad ciudadana. Hoy en da la audiencia crtica no es muy numerosa, y el sistema de medios no contribuye a su creacin ni a su consolidacin, sin embargo a travs de un planteamiento crtico se puede llegar a un verdadero conocimiento de la realidad, una realidad incmoda y que exige un esfuerzo, pero la nica que puede liberar a la profesin periodstica de la dependencia. Un posicionamiento en el que, en definitiva, convergen tanto acadmicos como periodistas.
4. El anlisis de mensaje como demostracin emprica: el reflejo de la macroestructura o contexto real en el producto periodstico. El anlisis de contenido se ha convertido en este siglo en una de las tcnicas de investigacin ms frecuentes e importantes en muchas ciencias sociales. La experiencia investigadora ha demostrado que cuando el anlisis se realiza de forma tcnicamente correcta, puede ser uno de los instrumentos de mayor valor para el cientfico social. Su utilidad radica en que procura comprender los datos, no como un conjunto de acontecimientos fsicos, sino como fenmenos simblicos, y abordar su anlisis directo. En nuestro caso adems, el anlisis estructural de los mensajes periodsticos es el mtodo para demostrar empricamente las hiptesis expresadas tanto en los planteamientos terico- acadmicos como en los eminentemente profesionales.
Partimos de la consideracin de que el documento periodstico encierra, en no pocas ocasiones, una intencionalidad educativa hacia el receptor y esa educacin se suele dirigir a tratar de conducirlo hacia terrenos derivados de los intereses polticos e ideolgicos del ecosistema en que los entes que producen los mensajes estn inmersos. A este ecosistema occidental lo llamaremos economa de mercado y juego poltico bipartidista.
Como seala Bardin 28 , la moda y la creencia en la existencia oculta de estructuras universales bajo la diversidad aparente de los fenmenos, o en el inters operativo de la puesta a punto de tales estructuras por construccin de modelos, evidentemente han coloreado de manera diferente la actitud de los analistas de las comunicaciones. Los estructuralistas buscan el orden inmutable bajo el desorden aparente, el esqueleto o la osamenta invariable bajo la heterogeneidad patente de los fenmenos:
El anlisis lleva, no ya el vocabulario, lxico o repertorio semntico o temtico del mensaje, sino a los principios de organizacin subyacentes, los sistemas de relaciones, los esquemas directores, las reglas de encadenamiento, de asociacin,
28 Ibd. p.160. de exclusin, de equivalencia, los agregados organizados de palabras o de elementos de significacin, las figuras retricas, etc., es decir, a todas las relaciones que estructuran los elementos (signos o significados) de manera invariable o independiente de estos elementos. El mtodo estructuralista busca pues descubrir bajo la disparidad de fenmenos las relaciones ilegibles, o ahogadas, que prueban un orden oculto 29 .
La estructura, realidad escondida del funcionamiento del mensaje o modelo operativo construido por el analista, permite abstraer los elementos que la componen. Entonces, las reglas de articulacin, las leyes relacionales, adquieren a los ojos del analista preeminencia sobre las unidades mnimas de la comunicacin, en apariencia inorganizadas y variables, y que enmascaran a aquellas leyes y reglas profundas. De hecho, el trmino anlisis estructural abarca un cierto nmero de tcnicas que intentan pasar del nivel atmico de anlisis a un nivel molecular, haciendo girar sus procedimientos, incluso en un plano muy elemental, sobre los lazos que unen a los componentes del discurso ms que sobre los componentes mismos.
Como seala tambin Krippendorff 30 : los mensajes no tienen un nico significado que necesite desplegarse. Siempre ser posible contemplar los datos desde mltiples perspectivas, en especial si son de naturaleza simblica. En cualquier mensaje escrito se pueden computar letras, palabras u oraciones; pueden categorizarse las frases, describir la estructura lgica de las expresiones, verificar las asociaciones, denotaciones, connotaciones o fuerzas elocutivas; y tambin pueden formularse interpretaciones psiquitricas, sociolgicas o polticas. Todas estas cosas pueden poseer validez de forma simultnea. En suma, un mensaje es capaz de transmitir una multiplicidad de contenidos incluso a un nico receptor. En estas circunstancias, la pretensin de haber analizado el contenido de la comunicacin trasluce una posicin insostenible 31 .
A pesar de su orientacin fundamentalmente emprica, el anlisis de contenido estructural trasciende las nociones convencionales del contenido como objeto de estudio y est estrechamente ligado a concepciones ms recientes sobre los fenmenos simblicos. El inters emprico por los hechos simblicos ya no puede aplicarse al estudio de los mensajes de forma aislada, ni reducir la comunicacin a un proceso psicolgico o considerar las interpretaciones lingsticas de un mensaje como la base de la explicacin. Los cambios producidos en la trama social exigen una definicin estructural 32 del contenido, que tenga en cuenta los canales y las limitaciones de los flujos de informacin, los procesos de comunicacin, y sus funciones y efectos en la sociedad, los sistemas que incluyen tecnologa avanzada y las modernas instituciones sociales.
29 Ibd. p.161. 30 KRIPPENDORFF, Klaus: Metodologa de anlisis de contenido. Teora y prctica. Paids Comunicacin, Barcelona, 2002. p. 30. 31 Ibd. 32 Ibd. pp. 10-11. Para Casass 33 , el anlisis de contenido no slo debe atender a las unidades base (la noticia o el artculo), sino tambin a los tems (palabras, fotos, etc.), a los operadores semnticos (significados contenidos en determinados trminos o imgenes), a la probabilidad de poligramos y a las unidades menores (elementos de estructura) que las componen. El anlisis debe tener en cuenta la complejidad de su estructura.
La prctica del periodismo consiste fundamentalmente en un proceso de reduccin de complejidad en virtud de diferentes criterios. Profesionales como Luis Corts y Matilde Camacho advierten que en el ejercicio de informar es frecuente que nos veamos obligados a realizar un resumen de un hecho que pretendemos contar, resumen que, casi con toda seguridad, no coincidir con el que hemos de hacer al da siguiente del mismo hecho, pero este ser tan vlido como el anterior 34 . La posibilidad de hacer estos resmenes est en la existencia en el discurso de una estructura de significado que permite distinguir qu es lo que pertenece a la esencia o al ncleo del discurso y qu no. En esta lnea, Van Dijk introdujo el trmino macroestructura, el significado global del discurso, para explicar esta estructura de significado.
La interpretacin de todos estos elementos posibilita la lectura ideolgica del contenido, facilitada por los procesos analticos estructuralistas descritos en el anlisis estructural de contenido, constituye hoy la base para el diagnstico ideolgico. Este diagnstico consiste pues en descubrir la organizacin implcita o no manifiesta de los mensajes. Como sostiene Josep Mara Casass: la ideologa se presenta en el nivel de la metacomunicacin como un sistema de reglas semnticas, preexistente al mensaje, que puede cristalizar en cualquier tipo de mensajes, desde el artculo cientfico hasta el comentario de modas 35 . La ideologa opera por tanto en el momento de comunicar un mensaje se vuelve invisible hasta el punto de que el receptor cree estar ante el objeto o el acontecimiento cuando en realidad est, simplemente, ante la forma en que el medio interpreta o media ese objeto o ese acontecimiento. La ideologa esta localizada por ello tambin en el nivel del receptor:
En todo mensaje de comunicacin de masas existe un sistema ideolgico que constituye la red de categoras de codificacin de lo real que nos viene propuesta todos los das en cualquier medio. (). La ideologa es consubstancial a los medios porque no existe una transformacin automtica de la verdad en noticias, ni existen instrumentos tcnicamente aspticos, capaces de semantizar mecnicamente toda la infinidad de matices y valores con que puede interpretarse la realidad cambiante de los acontecimientos 36 .
Los medios de comunicacin no son entes abstractos que desligan a la perfeccin la informacin de la opinin. Por ende, la eleccin de los temas, el titular, la disposicin de las noticias o los enfoques tambin son aspectos subjetivos incorporados al hecho noticioso en ese proceso de semantizacin.
33 CASASS, Jos Mara: Ideologa y anlisis de medios de comunicacin. Ed. CIMS, Barcelona, 1998. p.126. 34 CORTS RODRGUEZ, Luis y CAMACHO AVERDE, M Matilde: Qu es el anlisis del discurso?, Octaedro, Ediciones Universitarias de Barcelona, 2003. p. 45. 35 CASASS, Jos Mara: Op. Cit, pp. 154-155. 36 Ibd. Dado que existen numerosos puntos que condicionan el mensaje, el anlisis estructural se presenta como imprescindible. En este sentido, el mensaje de referencia sera, segn Ramn Reig 37 , un elemento constatador del contexto macroestructural en que lo meditico est contenido (enfoque deductivo), como soporte de datos socioeconmicos y otros relativos a las industrias culturales bajo una visin inductivo-deductiva (para ello har falta acudir a otros textos de referencia que completen a los de los peridicos), y como agente intencional que busca la funcionalidad de la Comunicacin.
5. A modo de conclusiones El anlisis crtico de contenido desde una perspectiva estructural es la herramienta que nos permite constatar empricamente la presencia de intereses econmico-comerciales e ideolgico-polticos en los mensajes periodsticos que consumimos a diario. Para ello resulta imprescindible articular un posicionamiento crtico a partir de los planteamientos cientficos de las escuelas de Economa Poltica de la Comunicacin. As mismo, esta perspectiva ha de ser completada con los postulados expresados por los propios profesionales de la informacin. Todo ello nos permite detectar en el discurso meditico la construccin de realidades o el refuerzo de sistemas de valores que se adecuan a la estructura de dominacin que es conveniente perpetuar. En la actualidad, los trabajos de investigacin de ndole acadmica que hemos podido consultar carecen en su basamento metodolgico de una verdadera aproximacin al anlisis de contenido desde los planteamientos expresados por periodistas. Las referencias frecuentes, y nada desdeables claro est, aluden en su mayora a lo publicado por socilogos, semilogos o antroplogos, una perspectiva valiosa pero necesariamente complementaria a la de los profesionales en el ejercicio de la labor periodstica. Los planteamientos de los profesionales de los medios de comunicacin al respecto del ejercicio periodstico se encuentran casi con exclusividad en obras propias y libros monogrficos, no as por ejemplo en revistas cientficas de comunicacin social. Observamos por lo tanto cmo estos conocimientos no son tenidos en cuenta con asiduidad desde las instancias intelectuales cientficas a pesar de su pertinencia y su innegable valor terico-prctico. Detectamos, en este sentido, un cierto alejamiento por parte de las publicaciones cientficas actuales del contexto real del ejercicio profesional y los condicionantes que dificultan, deterioran o cercenan la labor periodstica, especialmente al no encontrar en ellas la voz de los principales conocedores de la compleja red de intereses que envuelve al producto informativo-meditico.
37 REIG, Ramn: Bases tericas y documentales para el estudio de la Estructura de la Informacin y el anlisis estructural de los mensajes. Estudios sobre el Mensaje Periodstico, 2009, 15. pp. 385-407. http://revistas.ucm.es/inf/11341629/articulos/ESMP0909110385A.PDF
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