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TRILCE

Caractersticas de "El lazarillo de tormes"


* Arquetipo de antihroe por carecer de valores y porque su vida est orientada por la coyuntura que marca la sobrevivencia. Su destino ya est fijado desde el inicio de la obra. * Presentacin de un protagonista pobre y miserable por primera vez en la historia. * Los acontecimientos siguen un orden progresivo y antelado. * Tiene un carcter supuestamente autobiogrfico. * El autor apenas inventa, se basa mucho en relatos populares. * Posee un carcter realista. * No mezcla lo sobrenatural y lo natural (como ocurra en la Edad Media) y por ello tiene un carcter renacentista. * Simplicidad expresiva, patente en el uso de diminutivos y de adjetivos plsticos. * Es annima aunque, una investigadora de la Universidad de Barcelona (UB) asegura que su autor es Alfonso Valds, el secretario de cartas latinas del emperador Carlos V. El erasmista y filoprotestante Alfonso Valds es, segn las investigaciones de la catedrtica de Filologa Hispnica de la Universidad de Barcelona Rosa Navarro, el autor de Lazarillo de Tormes.

Argumento Prlogo:

En la primera parte, encontramos el motivo de porqu est escribiendo esto; es decir, para dar noticia y evitar que estas cosas 123

Literatura

nunca odas ni vistas caigan en el olvido. En el prlogo, el personaje se compara con un soldado raso que se dirige al frente de combate dispuesto a dar su vida. O sea, Lzaro considera que su labor de ascenso tiene tanto mrito como la del soldado y por eso merece la pena que se cuente desde el principio y que el mundo la conozca.

Tratado I "La familia de Lzaro y el ciego".

La familia de Lzaro se deshace del protagonista de una manera dura para un nio. El padre, quien trabaja como molinero es acusado por unas sangras mal hechas y por eso es condenado al destierro; luego toma parte en la lucha contra los musulmanes y cae muerto. Tanto la madre como el padrastro del Lazarillo, los cuales trabajan en la misma casa, fueron acusados de robar cebada, junto, salvado, lea, almohazas, mandiles y mantas; todo esto para poder criar al pequeo hermanito. Gracias a est falta fueron condenados: por un lado la madre recibi el acostumbrado centenario que consista en un centenar de azotes y el padrastro fue azotado y pringado, es decir, luego de los azotes vertieron grasa sobre las heridas causadas por stos. Luego de todo este hecho, la madre decide recuperar su honra y se va a trabajar prestando servicio en el mesn de la Solana. Este lugar comenz a ser frecuentado por un ciego que pidi a Lzaro como gua. Su madre, argumentando que su padre haba sido un buen hombre y que confiaba en que el Lazarillo no saldra peor hombre que ste entreg a su hijo como criado.

La ancdota contra el toro de piedra.

Esta es la primera cuestin que relaciona a Lzaro con el ciego y tuvo lugar en el mismo momento en que salan de Salamanca. Cuando estaban cruzando el puente se encontraron con un toro de piedra y fue ah cuando el ciego dijo al nio que si se acercaba al animal podra escuchar ruidos. El inocente pequeo lo hizo de ese modo y al acercar la cabeza a la piedra, el ciego le dio una calabazada tan fuerte que el dolor le dur tres das.

La ancdota del vino y el jarrazo.

Lzaro, al ser un adicto al vino, desde pequeo, se atreva a robarle un poco de su jarro al ciego cuando coma con una pajilla; pero el astuto amo lo not y comenz a colocarse el jarro entre las piernas. Un da, el nio hizo un agujero en el jarro, tapndolo con cera. As, al momento de comer, Lzaro se colocaba entre las piernas del ciego con el pretexto de cobijarse, derreta la cera y comenzaba a beber. Estuvo con este truco un tiempo hasta que lleg el da en que el ciego descubri el engao pero simul no saber nada. Determinado da, siguiendo la rutina, Lzaro se encontraba entre las piernas del ciego bebindole el vino y ste se lo solt en plena cara lastimndolo y rompindole los dientes.

La ancdota de las uvas.

Otras de las ancdotas gir en torno a un racimo de uvas que el amo trajo un da. Acordaron comerlo juntos cogiendo una uva cada uno por turnos, pero de repente el ciego comenz a tomarlas de dos en dos. Entonces el nio hizo lo mismo hasta que el ciego continu agarrando de tres en tres y el nio volvi a seguir el ejemplo. Finalmente, una vez terminado el racimo, el ciego comenta al nio que sabe que las ha tomado de tres en tres. A pesar de que el Lazarillo niega el hecho, el viejo da un argumento al nio de por qu lo acusa dicindole "Sabes en qu veo que las comiste tres a tres? En que coma yo dos a dos y callabas"

La ancdota de la longaniza

Cierto da el ciego se hallaba cocinando una longaniza y Lzaro sinti muchos deseos de poder comerla tambin. Aprovechando que su amo le dio dinero para ir a comprar vino, cambi la longaniza por un nabo y se la comi camino a la taberna. Al regreso del nio, el ciego lo acus de la falta del embutido y al ver que Lzaro negaba el hecho, meti su nariz en la boca del pequeo para oler su aliento. Debido a que la nariz le haba alcanzado la epiglotis, vomit la longaniza y el ciego le dio tremenda paliza por lo que Lzaro debi ser salvado por los vecinos que vieron el hecho. A lo largo de su despertar a la vida, Lzaro va haciendo una serie de comentario, como por ejemplo, luego de la calabazada contra el toro de piedra dice: "Verdad dice ste, que me cumple avivar el ojo y avisar, pues solo soy, y pensar cmo me sepa valer". El comentario siguiente lo encontramos exactamente despus del anterior cuando el ciego le dice: "Yo ni oro ni plata te puedo dar: mas avisos para vivir muchos te mostrar" Seguido a esto, Lzaro reflexiona."Y fue as, que, despus de Dios, ste me dio la vida y, siendo ciego me alumbr y adestr en la carrera de vivir".

Tratado II "El clrigo de Maqueda"

Al comparar a su nuevo amo con el ciego, el segundo es quien sale mejor parado. 124

TRILCE

La ancdota de la llave.

Lzaro consigue una copia de la llave de la despensa donde su amo guarda las provisiones. El clrigo en un primer momento crea que eran ratones quienes estaban robndole el pan, pero luego, gracias a la influencia de los vecinos, comenz a pensar en una culebra. Determinada noche, escuch un silbido y, haciendo el intento de dar con el animal, fue a dar a lugar donde el nio estaba durmiendo. Este esconda la llave en su boca (gracias a que tena los dientes rotos por el jarrazo que le haba dado el ciego) y ese era el silbido que el clrigo escuchaba ya que Lzaro estaba durmiendo con la boca abierta, pasando el aire por el agujero de la herramienta. As el clrigo, al escuchar el sonido se acerc al nio y descubri el engao.

Tratado III "El escudero"

Este amo le da un buen trato; pero es muy pobre. Es conmovedor y casi pattico leer cmo trata de esconder su pobreza. A pesar de que el nio se muestra agradable con su amo, tiene muy claro, en su interior, que el escudero es slo una imagen de riqueza pero que en el fondo, es completamente pobre y que slo intenta mantener su honra. Sobre la vida, Lzaro aprende algo muy importante en el final: que la honra no sirve de nada.

Tratado IV, V y VI El Buldero

Lzaro descubre las trampas del buldero cuando, luego del milagro con la bula hacia el aguacil, ambos se van riendo y comprendi que todo haba sido una burla de estos hombres; aunque reconoce que tanto l como el resto de los presentes creyeron que realmente haban presenciado un milagro.

El Aguador

En los sueos heroicos de caballeras y en los bellos discursos sobre las armas y las letras la espada era smbolo de nobleza y superioridad, por eso Lzaro al conseguir la espada se siente orgulloso de s mismo. El autor pone la espada en manos del autor porque a pesar de que en la Edad Media sta era un smbolo de respetuosidad, en la actualidad del personaje slo era un elemento corriente y que casi todo el mundo posea, en este caso, hasta un pobre aguatero.

Tratado VII

De la psicologa de Lzaro, podemos deducir que es un personaje simplista que al no encontrarse a gusto en un trabajo o en el que corre peligro directamente lo abandona sin intentar defenderse con la espada que ha conseguido. Segn las propias palabras del autor, l consigue paz en su casa diciendo a los que comentan sobre la impureza de su mujer que si son amigos no digan cosas que le pesen, porque l conoce a su mujer y jura sobre la mismsima hosta que su mujer es muy buena. Adems amenaza con la muerte a quien se anime a decir otra cosa. Y Lzaro nos dice que "Desta manera no me dicen nada, y yo tengo paz en mi casa". Estar en la cumbre de la fortuna simboliza para Lzaro haber alcanzado lo mximo a lo que poda aspirar alguien de su origen; estar casado y con un oficio real, aunque eso implique perder su honor para conseguirlo. De este modo, es predecible el final ya que todo el mundo comenta que su mujer le sirve a l, su marido y a un arcipreste a la vez; pero estas cosas traen sin cuidado al personaje, quien slo se ocupa de callar a los que dicen esas cosas.

Miguel de Cervantes Saavedra Caractersticas del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha:

* Gran sentido humano. No son personajes rgidos, sino dotados de propia vida. Cervantes, incluso, devuelve la cordura

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Literatura
a Don Quijote, en la segunda parte. * Su valor ms importante deriva del hecho de que puede considerarse como una maravillosa sntesis de dos orientaciones: la valoracin del mundo de los ideales y la conciencia de la realidad. * Se produjeron diecisis ediciones en vida del autor. * Representa una concepcin del amor caballeresco sustentada en la tradicin del amor corts. * Su construccin se sustenta en el artificio narrativo del manuscrito encontrado. * Est integrada por dos partes: la primera publicada en 1605 y la segunda en 1615.

Argumento I Parte:

Su nombre deriva de: Quijada (apellido), Mancha (pueblo). Es un buen hombre de 50 aos, vendi tierras para comprar libros sobre aventuras de caballeros. Enloquece a causa de la lectura de estas novelas. Una maana sali cabalgando con un caballo viejo y maltrecho a quien llam Rocinante, solicit a un ventero que lo nombre caballero. Como caballero deshacedor de entuertos, primero va a rescatar a un nio al que le estaba pegando su amo, el amo jura que no le va a pegar, entonces el Quijote se va pensando en que lo haba salvado; pero luego el amo le sigue pegando. Luego se encuentra con varios caballeros y el Quijote les dice que juren que Dulcinea es la ms hermosa de todas; pero estos se niegan, entonces el quijote ataca y cae y los otros se van. Un labrador, tambin de la Mancha, lo levant y lo llev a su casa, ah estaban la criada y la sobrina contndole al barbero maese Nicols y al cura Pero Prez; sobre el quijote que lea libros y eso. Luego acostaron al Quijote y lo dejaron descansar. El cura y el barbero tiraron los libros al corral para quemarlos pero dejaron algunos: La Araucana, Amads de Gaula, La Galatea, La Astrada y el Monserrat. Al levantarse, el Quijote no encontr sus libros; entonces le propuso a su vecino Sancho Panza ser su escudero. En esta segunda salida, El Quijote se enfrenta contra unos gigantes que, en verdad, son molinos de viento. En otro paisaje, Rocinante se fue a meter a una manada de vacas, al llegar los dueos le pegaron al caballo. Luego llegaron el Quijote y Sancho a pelear pero ellos eran ms de 20; los expulsaron. Otros de los momentos memorables de la novela, ocurri cuando caballero y escudero iban por un camino mientras llovia y a los lejos viendo a alguien, supuestamente era un caballero que en la cabeza traa el yelmo de Mambrino, pero en realidad era un barbero y en su cabeza llevaba una baca. Tras despojarlo de sus bienes, el quijote se puso la baca en su cabeza. En un instante del camino que llevaban, vieron que se les acercaban galeotes (presos) con guardias armados, los llevaban a cumplir condena. El Quijote exigi que los liberaran, maltrat a un guardia y los dems murieron. los presos se soltaron; el Quijote les dijo que fueran donde Dulcinea a contarle la hazaa; pero estos le tiraron piedras y le robaron la ropa. En la noche, uno de los galeotes le rob el asno. Posteriormente, El Quijote manda a Sancho donde Dulcinea, hija de Lorenzo Corchuelo y Aldonza Nogales, con una carta contndole sus hazaas. Sancho Panza lleg a la Mancha y el cura y el barbero lo detuvieron , le preguntaron qu haca en el caballo del Quijote y este dijo que llevaba una carta a Dulcinea y una autorizacin para que le dieran 3 asnos, pero el Quijote se haba quedado con ambas cosas. En el camino apareci el que le haba robado el asno a Sancho y se asust y se fue, Sancho recuper las cosas, el Quijote le pregunt como le fue con Dulcinea y le dijo que no haba llevado la carta; pero se la saba de memoria. Despus de algunas aventuras ms, metieron al Quijote a una jaula de madera e imitando una voz le dijeron que lo llevaran donde Dulcinea para casarse y tener hijos.

II. Parte
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Pasado un mes, el cura y el barbero fueron a visitar al Quijote. Tambin fue Sancho y le dijo que la gente pensaban que estaban locos, pero que el bachiller, Sansn Carrasco, le cont que haba un libro de sus aventuras. Sancho le dijo a su esposa que volvera a salir con el quijote. Sancho le dijo al Quijote que quera un sueldo mensual; pero el quijote se lo negaba. El ama fue a buscar a Sansn para que le ayudara a convencer al quijote de que no saliera ms pero este no consigui su cometido. Don Quijote se fue con Sancho. En el camino, se encontraron con una carreta de una compaa de teatro (la carreta la manejaba un diablo, tambin iba uno con rostro de muerte, otro con cara de ngel y alas, uno como emperador con corona de oro, el dios cupido y un caballero. De la carreta sali un bufn, Rocinante se asust y se fue Sancho fue a recoger a su amo y el bufn mont el asno para irse; pero el animal lo hizo caer. Ms tarde Sancho durmi y el quijote escuch ruidos, era el Caballero de los Espejos, se puso a conversar con el Quijote sobre su amada Casildea de Vandalia, los escuderos de cada uno se internaron en el bosque para conversar. El Caballero de los Espejos dijo que haba vencido al Quijote de la mancha, pero el Quijote dijo que era imposible por que l era, entonces acordaron pelear al otro da y el que, perda deba ir donde la princesa del otro y adorarla. En la maana, el caballero atac primero pero fall, entonces el Quijote lo tumb, lo iba a matar y se dio cuenta que era Sansn Carrasco y que su escudero era Tom Cecial, un compadre de Sancho. Pensaron que era un encantamiento, al final no lo mat, Sansn dijo que iba a ir donde Dulcinea. Todo haba sido un plan de l, el barbero Nicols y el cura, porque pensaron que iba a ganar Sansn y que de castigo le pedira que volviera a casa y que no saliera por cinco aos. Despus de algunos enredos ms, decidieron ir a la cueva de Montesinos. En el camino, se encontraron con un estudiante, ste compr una cuerda para ayudarles. Entre Sancho y el estudiante bajaron al Quijote. Cuando lo sacaron, el Quijote dijo que haba visto al mismo Montesinos y no le creyeron as que se fueron. En otro momento, caen bajo la farsa preparada por un duque que se divierte a costa del caballero y de su escudero. Sancho y Quijote subieron a un caballo de madera y les vendaron los ojos, les echaban viento y les pasaban antorchas cerca de la cara, al final prendieron al caballo que tena cohetes, se cayeron y al levantarse vieron a todos en el suelo y haba un pergamino que deca que el encanto haba desaparecido y que Sancho deba azotarse para deshacer el otro encantamiento. Continuando con la broma, el duque cedi a Sancho una isla de mil habitantes llamada Barataria para que ejerciera como gobernador. Atacaron la nsula en la noche y los hombres de Sancho los derrotaron, entonces Sancho decidi irse ya que l era labrador y no soldado. Todos se arrepintieron de hacerle tantas bromas. El Quijote fue a la playa y ah lo desafo el caballero de la Blanca Luna, que era Sansn Carrasco, y el Quijote acept, entonces venci el de la Blanca Luna y le orden que volviera a su pueblo y que no saliera por lo menos un ao. Sancho y el Quijote volvieron a la Mancha. Llegaron a su pueblo y los esperaban el cura y Sansn, Sancho se fue a su casa donde lo esperaban Teresa, su esposa y Sanchica, su hja.El Quijote les cont de su vencimiento y les dijo que en ese ao se quera hacer pastor y les pidi que ellos se hiciesen pastores, dijo que se llamaran: El quijote: Quijtiz. Sansn : Carrascn. El cura : Curiambro. Sancho: Pancino A don Quijote le dio fiebre que lo tuvo una semana en cama, un mdico dijo que se estaba muriendo. El Quijote se dio cuenta de que no existan los caballeron andantes, que los libros de caballera eran una farsa, que era enemigo de Amads de Gaula. El cura le dio la confesin final y trajeron un escribano para el testamento. Le pidi disculpas a Sancho porque a l tambin le haban dicho loco y dijo que si sobraba dinero de las deudas se la dieran a l. Le di su hacienda a su sobrina Antonia Quijano, despus de tres das de desmayos Alonso Quijano muri, su tumba deca ".....vivi loco pero muri cuerdo...."

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Literatura
LECTURA: FRAGMENTO DE EL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA : MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA Captulo Primero Que trata de la condicin y ejercicio del famoso hidalgo D. Quijote de la Mancha En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que viva un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocn flaco y galgo corredor. Una olla de algo ms vaca que carnero, salpicn las ms noches, duelos y quebrantos los sbados, lentejas los viernes, algn palomino de aadidura los domingos, consuman las tres partes de su hacienda. El resto della concluan sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas con sus pantuflos de lo mismo, los das de entre semana se honraba con su vellori de lo ms fino. Tena en su casa una ama que pasaba de los cuarenta, y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza, que as ensillaba el rocn como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta aos, era de complexin recia, seco de carnes, enjuto de rostro; gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que tena el sobrenombre de Quijada o Quesada (que en esto hay alguna diferencia en los autores que deste caso escriben), aunque por conjeturas verosmiles se deja entender que se llama Quijana; pero esto importa poco a nuestro cuento; basta que en la narracin dl no se salga un punto de la verdad. FRAGMENTO DE EL LAZARILLO DE TORMES : ANNIMO Tratado Primero Cuenta Lzaro su vida, y cuyo hijo fue Pues sepa vuestra merced ante todas cosas que a m llaman Lzaro de Tormes, hijo de Tome Gonzlez y de Antonia Prez, naturales de Tejares, aldea de Salamanca. Mi nacimiento fue dentro del ro Tormes, por la cual causa tome el sobrenombre, y fue desta manera. Mi padre, que Dios perdone, tenia cargo de proveer una molienda de una acena, que esta ribera de aquel ro, en la cual fue molinero mas de quince anos; y estando mi madre una noche en la acena, preada de m, tomole el parto y pariome all: de manera que con verdad puedo decir nacido en el ro. Pues siendo yo nio de ocho anos, achacaron a mi padre ciertas sangras mal hechas en los costales de los que all a moler venan, por lo que fue preso, y confeso y no neg y padeci persecucin por justicia. Espero en Dios que esta en la Gloria, pues el Evangelio los llama bienaventurados. En este tiempo se hizo cierta armada contra moros, entre los cuales fue mi padre, que a la sazn estaba desterrado por el desastre ya dicho, con cargo de acemilero de un caballero que all fue, y con su seor, como leal criado, feneci su vida. Mi viuda madre, como sin marido y sin abrigo se viese, determino arrimarse a los buenos por ser uno dellos, y vinose a vivir a la ciudad, y alquilo una casilla, y metiose a guisar de comer a ciertos estudiantes, y lavaba la ropa a ciertos mozos de caballos del Comendador de la Magdalena, de manera que fue frecuentando las caballerizas. Ella y un hombre moreno de aquellos que las bestias curaban, vinieron en conocimiento. Este algunas veces se venia a nuestra casa, y se iba a la maana; otras veces de da llegaba a la puerta, en achaque de comprar huevos, y entrabase en casa. Yo al principio de su entrada, pesabame con el y habiale miedo, viendo el color y mal gesto que tenia; mas de que vi que con su venida mejoraba el comer, fuile queriendo bien, porque siempre traa pan, pedazos de carne, y en el invierno leos, a que nos calentbamos. De manera que, continuando con la posada y conversacin, mi madre vino a darme un negrito muy bonito, el cual yo brincaba y ayudaba a calentar. Y acuerdome que, estando el negro de mi padre trebejando con el mozuelo, como el nio vea a mi madre y a m blancos, y a l no, hua del con miedo para mi madre, y sealando con el dedo deca: Madre, coco!. Respondi l riendo: Hideputa! Yo, aunque bien muchacho, note aquella palabra de mi hermanico, y dije entre m: Cuantos debe de haber en el mundo que huyen de otros porque no se ven a s mesmos! Quiso nuestra fortuna que la conversacin del Zaide, que as se llamaba, lleg a odos del mayordomo, y hecha pesquisa, hallose que la mitad por medio de la cebada, que para las bestias le daban, hurtaba, y salvados, lena, almohazas, mandiles, y las mantas y sabanas de los caballos hacia perdidas, y cuando otra cosa no tena, las bestias desherraba, y con todo esto acuda a mi madre para criar a mi hermanico. No nos maravillemos de un clrigo ni fraile, porque el uno hurta de los pobres y el otro de casa para sus devotas y para ayuda de otro tanto, cuando a un pobre esclavo el amor le animaba a esto. Y probosele cuanto digo y aun ms, porque a m con amenazas me preguntaban, y como nio responda, y descubra cuanto saba con miedo, hasta ciertas herraduras que por mandado de mi madre a un herrero vend. Al triste de mi padrastro azotaron y pringaron, y a mi madre pusieron pena por justicia, sobre el acostumbrado centenario, que en casa del sobredicho Comendador no entrase, ni al lastimado Zaide en la suya acogiese. Por no echar la soga tras el caldero, la triste se esforz y cumpli la sentencia; y por evitar peligro y quitarse de malas lenguas, se fue a servir a los que al presente vivan en el mesn de la Solana; y all, padeciendo mil importunidades, se acabo de criar mi hermanico hasta que supo andar, y a m hasta ser buen mozuelo, que iba a los huspedes por vino y candelas y por lo dems que me mandaban. En este tiempo vino a posar al mesn un ciego, el cual, pareciendole que yo seria para adestralle, me pidi a mi madre, y ella me encomend a l, diciendole como era hijo de un buen hombre, el cual por ensalzar la fe haba muerto en la de los Gelves, y que ella confiaba en Dios no saldra peor hombre que mi padre, y que le rogaba me tratase bien y mirase por mi, pues era hurfano. l le respondi que as lo hara, y que me reciba no por mozo sino por hijo. Y as le comenc a servir y adestrar a mi nuevo y viejo amo. Como estuvimos en Salamanca algunos das, pareciendole a mi amo que no era la ganancia a su contento, determino irse de all; y cuando nos hubimos de partir, yo fui a ver a mi madre, y ambos llorando, me dio su bendicin y dijo: Hijo, ya s que no te ver ms. Procura ser bueno, y Dios te gue. Criado te he y con buen amo te he puesto. Valete por ti.Y

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as me fui para mi amo, que esperandome estaba. Salimos de Salamanca, y llegando a la puente, esta a la entrada della un animal de piedra, que casi tiene forma de toro, y el ciego mandome que llegase cerca del animal, y all puesto, me dijo: Lzaro, llega el odo a este toro, y oirs gran ruido dentro del.Yo simplemente llegue, creyendo ser ans; y como sinti que tenia la cabeza par de la piedra, afirmo recio la mano y diome una gran calabazada en el diablo del toro, que ms de tres das me dur el dolor de la cornada, y dijome: Necio, aprende que el mozo del ciego un punto ha de saber mas que el diablo, y ri mucho la burla. Pareciome que en aquel instante despert de la simpleza en que como nio dormido estaba. Dije entre m: Verdad dice este, que me cumple avivar el ojo y avisar, pues solo soy, y pensar como me sepa valer. Comenzamos nuestro camino, y en muy pocos das me mostr jerigonza, y como me viese de buen ingenio, holgabase mucho, y deca: Yo oro ni plata no te lo puedo dar, mas avisos para vivir muchos te mostrare. Y fue ans, que despus de Dios este me dio la vida, y siendo ciego me alumbro y adestr en la carrera de vivir. Huelgo de contar a vuestra merced estas nieras para mostrar cuanta virtud sea saber los hombres subir siendo bajos, y dejarse bajar siendo altos cuanto vicio. Pues tornando al bueno de mi ciego y contando sus cosas, vuestra merced sepa que desde que Dios cro el mundo, ninguno formo ms astuto ni sagaz. En su oficio era un aguila; ciento y tantas oraciones sabia de coro: un tono bajo, reposado y muy sonable que hacia resonar la iglesia donde rezaba, un rostro humilde y devoto que con muy buen continente pona cuando rezaba, sin hacer gestos ni visajes con boca ni ojos, como otros suelen hacer. Allende desto, tenia otras mil formas y maneras para sacar el dinero. Deca saber oraciones para muchos y diversos efectos: para mujeres que no paran, para las que estaban de parto, para las que eran malcasadas, que sus maridos las quisiesen bien; echaba pronsticos a las preadas, si traa hijo o hija. Pues en caso de medicina, deca que Galeno no supo la mitad que l para muela, desmayos, males de madre. Finalmente, nadie le deca padecer alguna pasin, que luego no le deca: Haced esto, haris estotro, cosed tal yerba, tomad tal raz. Con esto andabase todo el mundo tras l, especialmente mujeres, que cuanto les decan crean. Destas sacaba l grandes provechos con las artes que digo, y ganaba mas en un mes que cien ciegos en un ano. Mas tambin quiero que sepa vuestra merced que, con todo lo que adquira, jamas tan avariento ni mezquino hombre no vi, tanto que me mataba a m de hambre, y as no me demediaba de lo necesario. Digo verdad: si con mi sotileza y buenas manas no me supiera remediar, muchas veces me finara de hambre; mas con todo su saber y aviso le contaminaba de tal suerte que siempre, o las mas veces, me caba lo mas y mejor. Para esto le hacia burlas endiabladas, de las cuales contar algunas, aunque no todas a mi salvo. l traa el pan y todas las otras cosas en un fardel de lienzo que por la boca se cerraba con una argolla de hierro y su candado y su llave, y al meter de todas las cosas y sacallas, era con tan gran vigilancia y tanto por contadero, que no bastaba hombre en todo el mundo hacerle menos una migaja; mas yo tomaba aquella lacera que l me daba, la cual en menos de dos bocados era despachada. Despus que cerraba el candado y se descuidaba pensando que yo estaba entendiendo en otras cosas, por un poco de costura, que muchas veces del un lado del fardel descosa y tornaba a coser, sangraba el avariento fardel, sacando no por tasa pan, mas buenos pedazos, torreznos y longaniza; y ans buscaba conveniente tiempo para rehacer, no la chaza, sino la endiablada falta que el mal ciego me faltaba. Todo lo que poda sisar y hurtar, traa en medias blancas; y cuando le mandaban rezar y le daban blancas, como l careca de vista, no haba el que se la daba amagado con ella, cuando yo la tenia lanzada en la boca y la media aparejada, que por presto que el echaba la mano, ya iba de mi cambio aniquilada en la mitad del justo precio. Quejabaseme el mal ciego, porque al tiento luego conoca y senta que no era blanca entera, y deca: Que diablo es esto, que despus que conmigo estas no me dan sino medias blancas, y de antes una blanca y un maraved hartas veces me pagaban? En ti debe estar esta desdicha. Tambin l abreviaba el rezar y la mitad de la oracin no acababa, porque me tenia mandado que en yendose el que la mandaba rezar, le tirase por el cabo del capuz. Yo as lo hacia. Luego l tornaba a dar voces, diciendo: Mandan rezar tal y tal oracin?, como suelen decir. Usaba poner cabe si un jarrillo de vino cuando comamos, y yo muy de presto le asa y daba un par de besos callados y tornabale a su lugar. Mas turome poco, que en los tragos conoca la falta, y por reservar su vino a salvo nunca despus desamparaba el jarro, antes lo tena por el asa asido; mas no haba piedra imn que as trajese a s como yo con una paja larga de centeno, que para aquel menester tenia hecha, la cual metiendola en la boca del jarro, chupando el vino lo dejaba a buenas noches. Mas como fuese el traidor tan astuto, pienso que me sinti, y dende en adelante mudo proposito, y asentaba su jarro entre las piernas, y atapabale con la mano, y ans beba seguro. Yo, como estaba hecho al vino, mora por l, y viendo que aquel remedio de la paja no me aprovechaba ni vala, acorde en el suelo del jarro hacerle una fuentecilla y agujero sotil, y delicadamente con una muy delgada tortilla de cera taparlo, y al tiempo de comer, fingiendo haber fro, entrabame entre las piernas del triste ciego a calentarme en la pobrecilla lumbre que tenamos, y al calor della luego derretida la cera, por ser muy poca, comenzaba la fuentecilla a destillarme en la boca, la cual yo de tal manera pona que maldita la gota se perda. Cuando el pobreto iba a beber, no hallaba nada: espantabase, maldeca, daba al diablo el jarro y el vino, no sabiendo que poda ser. No diris, to, que os lo bebo yo -deca-, pues no le quitis de la mano. Tantas vueltas y tiento dio al jarro, que hallo la fuente y cayo en la burla; mas as lo disimulo como si no lo hubiera sentido, y luego otro da, teniendo yo rezumando mi jarro como sola, no pensando en el dao que me estaba aparejado ni que el mal ciego me senta, senteme como sola, estando recibiendo aquellos dulces tragos, mi cara puesta hacia el cielo, un poco cerrados los ojos por mejor gustar el sabroso licor, sinti el desesperado ciego que agora tenia tiempo de tomar de mi venganza y con toda su fuerza, alzando con dos manos aquel dulce y amargo jarro, le dejo caer sobre mi boca, ayudandose, como digo, con todo su poder, de manera que el pobre Lzaro, que de nada desto se guardaba, antes, como otras veces,

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Literatura
estaba descuidado y gozoso, verdaderamente me pareci que el cielo, con todo lo que en l hay, me haba cado encima. Fue tal el golpecillo, que me desatino y saco de sentido, y el jarrazo tan grande, que los pedazos del se me metieron por la cara, rompiendomela por muchas partes, y me quebr los dientes, sin los cuales hasta hoy da me quede. Desde aquella hora quise mal al mal ciego, y aunque me quera y regalaba y me curaba, bien vi que se haba holgado del cruel castigo. Lavome con vino las roturas que con los pedazos del jarro me haba hecho, y sonriendose deca: Que te parece, Lzaro? Lo que te enfermo te sana y da salud, y otros donaires que a mi gusto no lo eran. Ya que estuve medio bueno de mi negra trepa y cardenales, considerando que a pocos golpes tales el cruel ciego ahorrara de m, quise yo ahorrar del; mas no lo hice tan presto por hacello mas a m salvo y provecho. Y aunque yo quisiera asentar mi corazn y perdonalle el jarrazo, no daba lugar el maltratamiento que el mal ciego dende all adelante me hacia, que sin causa ni razn me hera, dandome coscorrones y repelandome. Y si alguno le deca por que me trataba tan mal, luego contaba el cuento del jarro, diciendo: Pensareis que este mi mozo es algn inocente? Pues od si el demonio ensayara otra tal hazana. Santiguandose los que lo oan, decan: Mira, quien pensara de un muchacho tan pequeo tal ruindad!, y rean mucho el artificio, y decianle: Castigaldo, castigaldo, que de Dios lo habris. Y l con aquello nunca otra cosa hacia. Y en esto yo siempre le llevaba por los peores caminos, y adrede, por le hacer mal y dao: si haba piedras, por ellas, si lodo, por lo mas alto; que aunque yo no iba por lo mas enjuto, holgabame a m de quebrar un ojo por quebrar dos al que ninguno tenia. Con esto siempre con el cabo alto del tiento me atentaba el colodrillo, el cual siempre traa lleno de tolondrones y pelado de sus manos; y aunque yo juraba no lo hacer con malicia, sino por no hallar mejor camino, no me aprovechaba ni me crea mas: tal era el sentido y el grandsimo entendimiento del traidor. Y porque vea vuestra merced a cuanto se extenda el ingenio deste astuto ciego, contare un caso de muchos que con l me acaecieron, en el cual me parece dio bien a entender su gran astucia. Cuando salimos de Salamanca, su motivo fue venir a tierra de Toledo, porque deca ser la gente ms rica, aunque no muy limosnera. Arrimabase a este refrn: Mas da el duro que el desnudo. Y venimos a este camino por los mejores lugares. Donde hallaba buena acogida y ganancia, deteniamonos; donde no, a tercero da hacamos Sant Juan. Acaeci que llegando a un lugar que llaman Almorox, al tiempo que cogan las uvas, un vendimiador le dio un racimo dellas en limosna, y como suelen ir los cestos maltratados y tambin porque la uva en aquel tiempo esta muy madura, desgranabasele el racimo en la mano; para echarlo en el fardel tornabase mosto, y lo que a l se llegaba. Acord de hacer un banquete, ans por no lo poder llevar como por contentarme, que aquel da me haba dado muchos rodillazos y golpes. Sentamonos en un valladar y dijo: Agora quiero yo usar contigo de una liberalidad, y es que ambos comamos este racimo de uvas, y que hayas del tanta parte como yo. Partillo hemos desta manera: t picaras una vez y yo otra; con tal que me prometas no tomar cada vez mas de una uva, yo har lo mesmo hasta que lo acabemos, y desta suerte no habr engao. Hecho ans el concierto, comenzamos; mas luego al segundo lance; el traidor mudo de propsito y comenz a tomar de dos en dos, considerando que yo debera hacer lo mismo. Como vi que l quebraba la postura, no me contente ir a la par con l, mas aun pasaba adelante: dos a dos, y tres a tres, y como poda las coma. Acabado el racimo, estuvo un poco con el escobajo en la mano y meneando la cabeza dijo: Lzaro, engaado me has: jurare yo a Dios que has tu comido las uvas tres a tres.No com -dije yo- ms por qu sospechis eso?Respondi el sagacisimo ciego: Sabes en que veo que las comiste tres a tres? En que coma yo dos a dos y callabas. , a lo cual yo no respond. Yendo que ibamos ans por debajo de unos soportales en Escalona, adonde a la sazn estbamos en casa de un zapatero, haba muchas sogas y otras cosas que de esparto se hacen, y parte dellas dieron a mi amo en la cabeza; el cual, alzando la mano, toco en ellas, y viendo lo que era dijome: Anda presto, muchacho; salgamos de entre tan mal manjar, que ahoga sin comerlo. Yo, que bien descuidado iba de aquello, mire lo que era, y como no vi sino sogas y cinchas, que no era cosa de comer, dijele: To, por qu decs eso?Respondiome: Calla, sobrino; segn las manas que llevas, lo sabrs y veras como digo verdad. Y ans pasamos adelante por el mismo portal y llegamos a un mesn, a la puerta del cual haba muchos cuernos en la pared, donde ataban los recueros sus bestias. Y como iba tentando si era all el mesn, adonde l rezaba cada da por la mesonera la oracin de la emparedada, asi de un cuerno, y con un gran suspiro dijo: Oh, mala cosa, peor que tienes la hechura! !De cuantos eres deseado poner tu nombre sobre cabeza ajena y de cuan pocos tenerte ni aun or tu nombre, por ninguna vea!Como le o lo que deca, dije: To, qu es eso que decs? Calla, sobrino, que algn da te dar este, que en la mano tengo, alguna mala comida y cena.No le comer yo -dije- y no me la dar. Yo te digo verdad; si no, verlo has, si vives. Y ans pasamos adelante hasta la puerta del mesn, adonde pluguiere a Dios nunca all llegramos, segn lo que me suceda en l. Era todo lo mas que rezaba por mesoneras y por bodegoneras y turroneras y rameras y ans por semejantes mujercillas, que por hombre casi nunca le vi decir oracin. Reime entre mi, y aunque muchacho note mucho la discreta consideracin del ciego.

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Mas por no ser prolijo dejo de contar muchas cosas, as graciosas como de notar, que con este mi primer amo me acaecieron, y quiero decir el despidiente y con el acabar. Estbamos en Escalona, villa del duque della, en un mesn, y diome un pedazo de longaniza que la asase. Ya que la longaniza haba pringado y comidose las pringadas, saco un maraved de la bolsa y mando que fuese por el de vino a la taberna. Pusome el demonio el aparejo delante los ojos, el cual, como suelen decir, hace al ladrn, y fue que haba cabe el fuego un nabo pequeo, larguillo y ruinoso, y tal que, por no ser para la olla, debi ser echado all. Y como al presente nadie estuviese sino el y yo solos, como me vi con apetito goloso, habiendome puesto dentro el sabroso olor de la longaniza, del cual solamente sabia que haba de gozar, no mirando que me podra suceder, pospuesto todo el temor por cumplir con el deseo, en tanto que el ciego sacaba de la bolsa el dinero, saque la longaniza y muy presto met el sobredicho nabo en el asador, el cual mi amo, dandome el dinero para el vino, tomo y comenz a dar vueltas al fuego, queriendo asar al que de ser cocido por sus demritos haba escapado. Yo fui por el vino, con el cual no tarde en despachar la longaniza, y cuando vine halle al pecador del ciego que tenia entre dos rebanadas apretado el nabo, al cual aun no habia conocido por no lo haber tentado con la mano. Como tomase las rebanadas y mordiese en ellas pensando tambin llevar parte de la longaniza, hallose en fro con el fro nabo. Alterose y dijo: Que es esto, Lazarillo? Lacerado de m! -dije yo-. ?Si queris a mi echar algo? ?Yo no vengo de traer el vino? Alguno estaba ah, y por burlar hara esto. No, no -dijo l-, que yo no he dejado el asador de la mano; no es posible Yo torne a jurar y perjurar que estaba libre de aquel trueco y cambio; mas poco me aprovecho, pues a las astucias del maldito ciego nada se le esconda. Levantose y asiome por la cabeza, y llegose a olerme; y como debi sentir el huelgo, a uso de buen podenco, por mejor satisfacerse de la verdad, y con la gran agona que llevaba, asiendome con las manos, abriame la boca mas de su derecho y desatentadamente meta la nariz, la cual el tenia luenga y afilada, y a aquella sazn con el enojo se haban aumentado un palmo, con el pico de la cual me llego a la gulilla. Y con esto y con el gran miedo que tenia, y con la brevedad del tiempo, la negra longaniza aun no habia hecho asiento en el estomago, y lo ms principal, con el destiento de la cumplidsima nariz medio cuasi ahogandome, todas estas cosas se juntaron y fueron causa que el hecho y golosina se manifestase y lo suyo fuese devuelto a su dueo: de manera que antes que el mal ciego sacase de mi boca su trompa, tal alteracin sinti mi estomago que le dio con el hurto en ella, de suerte que su nariz y la negra malmascada longaniza a un tiempo salieron de mi boca. Oh, gran Dios, quien estuviera aquella hora sepultado, que muerto ya lo estaba! Fue tal el coraje del perverso ciego que, si al ruido no acudieran, pienso no me dejara con la vida. Sacaronme de entre sus manos, dejandoselas llenas de aquellos pocos cabellos que tenia, araada la cara y rascuado el pescuezo y la garganta; y esto bien lo mereca, pues por su maldad me venan tantas persecuciones. Contaba el mal ciego a todos cuantos all se allegaban mis desastres, y dabales cuenta una y otra vez, as de la del jarro como de la del racimo, y agora de lo presente. Era la risa de todos tan grande que toda la gente que por la calle pasaba entraba a ver la fiesta; mas con tanta gracia y donaire recontaba el ciego mis hazanas que, aunque yo estaba tan maltratado y llorando, me pareca que hacia sinjusticia en no se las rer. Y en cuanto esto pasaba, a la memoria me vino una cobarda y flojedad que hice, por que me maldeca, y fue no dejalle sin narices, pues tan buen tiempo tuve para ello que la mitad del camino estaba andado; que con solo apretar los dientes se me quedaran en casa, y con ser de aquel malvado, por ventura lo retuviera mejor mi estomago que retuvo la longaniza, y no pareciendo ellas pudiera negar la demanda. Pluguiera a Dios que lo hubiera hecho, que eso fuera as que as. Hicieronnos amigos la mesonera y los que all estaban, y con el vino que para beber le habia trado, lavaronme la cara y la garganta, sobre lo cual discantaba el mal ciego donaires, diciendo: Por verdad, mas vino me gasta este mozo en lavatorios al cabo del ano que yo bebo en dos. A lo menos, Lzaro, eres en mas cargo al vino que a tu padre, porque l una vez te engendro, mas el vino mil te ha dado la vida. Y luego contaba cuantas veces me habia descalabrado y arpado la cara, y con vino luego sanaba. Yo te digo -dijo- que si un hombre en el mundo ha de ser bienaventurado con vino, que seras t. Y rean mucho los que me lavaban con esto, aunque yo renegaba. Mas el pronostico del ciego no salio mentiroso, y despus aca muchas veces me acuerdo de aquel hombre, que sin duda deba tener espritu de profeca, y me pesa de los sinsabores que le hice, aunque bien se lo pague, considerando lo que aquel da me dijo salirme tan verdadero como adelante vuestra merced oir. Visto esto y las malas burlas que el ciego burlaba de m, determine de todo en todo dejalle, y como lo traa pensado y lo tena en voluntad, con este postrer juego que me hizo afirmelo ms. Y fue ans, que luego otro da salimos por la villa a pedir limosna, y habia llovido mucho la noche antes; y porque el da tambin llova, y andaba rezando debajo de unos portales que en aquel pueblo habia, donde no nos mojamos; mas como la noche se vena y el llover no cesaba, dijome el ciego: Lzaro, esta agua es muy porfiada, y cuanto la noche mas cierra, ms recia. Acojmonos a la posada con tiempo. Para ir all, habamos de pasar un arroyo que con la mucha agua iba grande. Yo le dije: To, el arroyo va muy ancho; mas si queris, yo veo por donde travesemos mas ana sin nos mojar, porque se estrecha all mucho, y saltando pasaremos a pie enjuto.Pareciole buen consejo y dijo: Discreto eres; por esto te quiero bien. Llevame a ese lugar donde el arroyo se ensangosta, que agora es invierno y sabe mal el agua, y ms llevar los pies mojados. Yo, que vi el aparejo a mi deseo, saquele debajo de los portales, y llevelo derecho de un pilar o poste de piedra que en la plaza estaba, sobre la cual y sobre otros cargaban saledizos de aquellas casas, y digole: To, este es el paso mas angosto que en el arroyo hay.

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Como llova recio, y el triste se mojaba, y con la priesa que llevbamos de salir del agua que encima de nos caa, y lo ms principal, porque Dios le ceg aquella hora el entendimiento (fue por darme del venganza), creyose de m y dijo: Ponme bien derecho, y salta t el arroyo. Yo le puse bien derecho enfrente del pilar, y doy un salto y pngome detrs del poste como quien espera tope de toro, y dijele: Sus! Salta todo lo que podis, porque deis deste cabo del agua. Aun apenas lo habia acabado de decir cuando se abalanza el pobre ciego como cabrn, y de toda su fuerza arremete, tomando un paso atrs de la corrida para hacer mayor salto, y da con la cabeza en el poste, que son tan recio como si diera con una gran calabaza, y cayo luego para atrs, medio muerto y hendida la cabeza. Cmo, y oliste la longaniza y no el poste? Ole! Ole! -le dije yo. Y dejele en poder de mucha gente que lo habia ido a socorrer, y tome la puerta de la villa en los pies de un trote, y antes que la noche viniese di conmigo en Torrijos. No supe mas lo que Dios del hizo, ni cure de lo saber.

PRCTICA
01. Corresponde a la primera parte de la novela Don Quijote de la Mancha: a) Quijote llega al Toboso. b) Quijote se escapa dos veces de su finca. c) Sancho gobierna la nsula de Barataria. d) Quijote se enfrenta a los rufianes Caldia y Vicente. e) Aparicin del Caballero de la Blanca Luna. 02. Don Quijote deja sus aventuras definitivamente, debido a su derrota frente a : a) Sancho Panza. b) Los molinos de viento. c) El Caballero de la Triste Figura. d) Un grupo de mercaderes. e) El Caballero de la Blanca Luna. 03. En la segunda parte del Ingenioso, Hidalgo, Don Quijote de la Mancha, aparece, segn Sancho : a) Un grupo de yangeses. b) La Princesa Micomicona. c) Dulcinea del Toboso. d) Crisstomo. e) El Vizcano. 04. En la segunda salida, don Quijote es acompaado por Sancho Panza su : a) Pastor. b) Esclavo c) Mayordomo. d) Escudero. e) Cocinero. 05. En la primera y en la segunda salida, don Quijote parte de : a) La venta donde es armado caballero. b) Los molinos de viento. c) El Toboso, donde vive Dulcinea. d) La cueva de Montesinos. e) La Mancha, donde vive. 06. Son obras de Cervantes Saavedra : a) El Quijote El Alcalde de Zalamea. b) Rinconete y Cortadillo glogas. c) La Galatea Rinconete y Cortadillo. d) La vida es sueo La Galatea. e) El gran teatro del mundo El Quijote. 07. En el siglo de oro, se cultivaron tres tipos de novela: la pastoril, la caballeresca y la: a) Histrica. b) Psicolgica. c) Cientfica. d) Autobiogrfica e) Picaresca. 08. La novela de caballera que ms destac en el siglo de oro fue: a) La Galatea. b) El Quijote de la Mancha. c) La vida del buscn. d) El Lazarillo de Tormes. e) Novelas Ejemplares. 09. La Narrativa Picaresca apareci en .......... con la publicacin de: a) 1512 El Lazarillo de Tormes. b) 1554 La vida del Lazarillo de Tormes y sus fortunas y adversidades. c) 1554 La Vida del Lazarillo de Tormes y de sus andanzas y desventuras. d) 1506 Las aventuras del ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha. e) 1504 El Lazarillo de Tormes. 10. No es caracterstica de La Narrativa Picaresca: a) Relatos independientes. b) Perspectiva biogrfica. c) Intencin satrica. d) Pesimismo. e) Protagonismo del Antihroe. 11. En El Lazarillo de Tormes, los padres del protagonista fueron: a) Tom Gonzles y Antonia Prez. b) Antonio y Teresa. c) Antonio Gonzles y Tomasa. d) Clemente y Matilde Prez. e) Toms Gonzles y Ana Prez. 12. El primer amo de Lzaro en El Lazarillo de Tormes fue: a) El mendigo ciego. b) El frayle de la Merced. c) El buldero de estafador.

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d) El Arcipreste. e) El Hidalgo famlico. 13. En El Lazarillo de Tormes, no fue amo de Lzaro: a) El mendigo ciego. b) El clrigo avaro. c) El maestro panadero. d) El capelln. e) El alguacil. 14. En los .......... que componen la obra, Lzaro tiene .......................... a) nueve tratados nueve amos. b) siete tratados siete amos. c) nueve tratados siete amos. d) siete tratados nueve amos. e) cinco tratados siete amos. 15. El amo de Lazarillo en el quinto tratado es: a) El clrigo avaro. b) El buldero estafador. c) El Frayle de la Merced. d) El Hidalgo famlico. e) El mendigo ciego. 16. El Lazarillo de Tormes finaliza con: a) El casamiento de Lzaro con la criada del Arcipreste de San Salvador. b) La conversin de Lzaro en pregonero. c) La defensa que hace Lzaro de su mujer ante las acusaciones de adulterio. d) La huida de Lzaro por los chismes que atacaban a su mujer. e) El viaje de Lzaro a Toledo. 17. Relacione correctamente: I. La Galatea. II. La vida del buscn. III. El Lazarillo de Tormes. a. Annimo Quevedo a) Ib, IIc, IIIa Ic, IIb, IIIa d) Ia, IIb, IIIc c) Miguel de Unamuno. d) Tirso de Molina. e) Garcilaso de la Vega. 20. Con respecto a Cervantes: I. Participa en la Batalla Naval de Lepanto. II. Publica en 1613 Novelas Ejemplares. III. En 1602 publica la 2da. parte de El Quijote. Son falsas: a) II y III b) Slo III c) I y II d) Slo I y III e) Slo II 21. No es novela ejemplar : a) La Gitanilla. b) El Licenciado vidriera. c) El celoso extremeo. d) El Coloquio de los Perros. e) Todas son anteriores. 22. Cervantes publica en 1613 un conjunto de novelas tituladas Novelas Ejemplares, en virtud de que en todas ellas, segn el autor, se puede sacar un ejemplo provechoso. Estas novelas son en nmero de : a) 10 b) 14 c) 12 d) 8 e) 6 23. Con respecto a El Quijote I. La primera parte fue publicada en 1605. II. Critica las novelas de caballera. III. La primera parte consta de 52 captulos. IV. La segunda parte consta de 74 captulos. Son falsas: a) I y II b) II y III c) Slo III d) Slo II e) Todas son verdaderas. 24. Los verdaderos nombres del Quijote de la Mancha y Dulcinea del Toboso son respectivamente: a) Alonso Quijada Alfonza Lorenzo. b) Alonso Quijano Aldonza Lorente. c) Alonso Quijano Aldonza Lorenzo. d) Alonso Quijano Aldonza Lorente. e) Alonso Quijada Alfonza Lorenzo. 25. En la primera salida que tiene el Quijote, este se enfrenta con: a) Los molinos de viento. b) Los mercaderes de Toledo. c) El caballero de los espejos. d) El caballero de la Blanca Luna. e) No tiene enfrentamientos. 26. No es personaje del Quijote: a) Alonso Quijano. b) Aldonza Lorenzo. c) Sancho Panza. d) El Conde de Lemos. e) El Caballero de los espejos.

b. Cervantes b) Ib, IIa, IIIc e) Ic, IIa, IIIb

c . c )

18. Con respecto a la novela picaresca: I. Es una genuina expresin espaola. II. Denuncia los malestares sociales de la poca. III. Tiene un carcter autobiogrfico. IV. Aparece en el siglo XIV. Son incorrectas : a) I y III b) III y IV c) Slo III d) Slo IV e) I y IV 19. Clebre escritor espaol perteneciente al Siglo de oro, autor de La Galatea, muerto el 23 de abril de 1616: a) Francisco de Quevedo. b) Miguel de Cervantes.

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27. El Quijote culmina con : a) La derrota del Quijote. b) La victoria del Quijote con los molinos de viento. c) La muerte del Quijote. d) El casamiento del Quijote con Dulcinea. e) La muerte de Sancho Panza. 28. La obra que inaugura el gnero picaresco es: a) El Lazarillo de Tormes. b) La vida del buscn. c) La picara Justina. d) El diablo cojuelo. e) Guzmn de Alfarache. 29. En El Lazarillo de Tormes, el primer amo de Lzaro es: a) El clrigo avaro. b) El mendigo ciego. c) El escudero famlico. d) El fraile de la Merced. e) El vendedor de bulas. 30. Al final de la obra, Lzaro contrae matrimonio con la criada de: a) El clrigo avaro. b) El mendigo ciego. c) El escudero famlico. d) El fraile de la Merced. e) El arcipreste. 31. Obra que constituye una stira a las novelas de caballera: a) El Amadis de Gaula. b) El Amadis de Grecia. c) El Palmern de Oliva. d) Tirante, el blanco. e) Don Quijote de la Mancha. 32. En El Quijote Sancho Panza encarna: a) El idealismo. b) La justicia. El honor. d) El pragmatismo. e) La equidad. 33. En El Quijote , el pragmatismo llega a tener: a) Una salida. b) Dos salidas. c) Tres salidas. d) Cuatro salidas. e) Cinco salidas. 34. "En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que viva un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocn flaco y galgo corredor". El fragmento anterior da inicio a: a) El Quijote de Avellaneda. b) La segunda salida. c) La tercera salida. d) La primera parte del Quijote. e) La vida de Don Quijote y Sancho. 35. Cuntas salidas tuvo Don Quijote acompaado de su escudero Sancho Panza? a) Ninguna salida. c ) b) Dos salidas. c) Tres salidas. d) Cinco salidas. e) Slo una salida. 36. Simblicamente El Quijote es: a) La lucha entre el bien y el mal. b) La bsqueda de un amor imposible. c) Un loco descabellado. d) La dualidad, idealismo y materialismo. e) Un caballero de la Edad Media. 37. La novela ms representativa en la Edad de Oro espaola es: a) El Amads de Gaula. b) La Galatea. c) Diana. d) El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. e) El Lazarillo de Tormes. 38. La primera parte de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha fue escrita en el ao ........ y la segunda parte en ........ a) 1605-1615. b) 1605-1614. c) 1604-1614. d) 1603-1613. e) 1604-1616. 39. No es un personaje de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha: a) Dulcinea del Toboso. b) Galatea. c) Sancho Panza. d) Sansn Carrasco. e) El Cura. 40. Expresin literaria netamente espaola: a) Los versos endecaslabos. b) Las glogas. c) Las novelas picarescas. d) Los sonetos. e) Las odas. 41. El Lazarillo de Tormes est dividido en ....... tratados. a) Cinco. b) Seis. c) Siete. d) Ocho. e) Nueve. 42. La persona que se disfraza de Caballero de los Espejos es: a) Sansn Carrasco. b) Sancho Panza. c) El Caballero de la Blanca Luna. d) El cura. e) El barbero. 43. En cuanto al apelativo de El Manco de Lepanto referido a Miguel de Cervantes Saavedra: a) Se lo pusieron los escritores del neoclasicismo. b) Se lo pusieron los escritores de la generacin del 98. c) Hacia alusin a la perdida de movimiento de su

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brazo izquierdo como consecuencia de haber sido herido en la Batalla de Lepanto. d) Hacia alusin a la derrota que los espaoles sufrieron en la Batalla de Lepanto frente a la armada turca. e) Hacia alusin a la falta de temple de Cervantes durante la Batalla de Lepanto. 44. No es una de la novelas ejemplares: a) El celoso extremeo. b) El mayor monstruo los celos. c) Rinconete y Cortadillo. d) El licenciado Vidriera. e) La fuerza de la Sangre. 45. Novela picaresca de Francisco de Quevedo y Villegas: a) Los Sueos. b) La vida del buscn. c) Rinconete y Cortadillo. d) El Diablo Cojuelo. e) Lazarillo de Tormes. 46. No es una novela picaresca: a) El diablo cojuelo. b) Rinconete y Cortadillo. c) El Lazarillo de Tormes. d) La vida del Buscn. e) Juanita la Larga. 47. La novela espaola donde el protagonista es un antihroe: a) Bizantina. b) Morisca. c) Histrica. d) Picaresca. e) Pastoril. 48. No corresponde a la narrativa picaresca: a) La vida del buscn. b) Guzmn de Alfarache. c) El diablo cojuelo. d) Tirante, el blanco. e) La pcara Justina. 49. El Lazarillo de Tormes consta de siete tratados, en los cuales Lzaro llega a tener: a) Cinco amos. b) Seis amos. c) Siete amos. d) Ocho amos. e) Nueve amos. 50. Uno de los siguientes no fue amo de Lzaro: a) Un mendigo ciego. b) Un clrigo avaro. c) Un escudero famlico. d) Un fraile de la merced. e) Un arzobispo. 51. Lzaro consider un buen amo a: a) El mendigo ciego. b) El clrigo avaro. c) El escudero famlico. d) El fraile de la merced. e) El arcipreste. 52. Se le considera el fundador de la novela moderna: a) Francisco de Quevedo. b) Baltasar Gracin. c) Miguel de Cervantes. d) Lope de Vega. e) Caldern de la Barca. 53. No es personaje de El Quijote: a) Alonso Quijano. b) Sansn Carrasco. c) Aldonza Lorenzo. d) Sancho Panza. e) Diego Coronel. 54. La identidad de El Caballero de Blanca Luna es: a) Alonso Quijano. b) Sansn Carrasco. c) Gmez de Guzmn. d) Sancho Panza. e) Diego Coronel. 55. Don Quijote persuade a Sancho Panza para que ste acepte ser su escudero, prometindole entre otras cosas: a) Su hacienda en la Mancha. b) Su caballo Babieca. c) El amor de Dulcinea. d) La gobernacin de una nsula. e) Matrimonio con su joven sobrina. 56. Antes de convertirse en escudero del Quijote, Sancho Panza era: a) Un labrador vecino del Quijote. b) El novio de la sobrina de Quijote. c) Un caballero andante. d) El dueo de una venta. e) Un arriero pobre. 57. Sancho explica al Quijote, que a causa del cansancio por el combate y la falta de muelas y dientes de ste, se le ocurri llamarlo: a) El caballero de la ardiente espada. b) El caballero de la triste figura. c) El caballero de grifo. d) El caballero de la muerte. e) El caballero del Ave Fnix. 58. El famoso "Yelmo de Mambrino" al que alude la mente alucinada de nuestro querido Quijote, en realidad era: a) Una celada de cartn. b) Una armadura oxidada. c) Una baca de barbero. d) El casco de Sancho. e) La corona de una princesa. 59. El Quijote da libertad a unos desdichados que iban a los galeotes, estos en realidad eran: a) Labradores honrados. b) Pastores enamorados. c) Ladrones. d) Caballeros andantes. e) Nobles bachilleres.

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