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Schereber Ensayo

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SEGOVIA RUIZ MOISES. EL DEVENIR DE UN CUERPO. El pensamiento en s no esun sufrimiento.

estoy en el punto en que la vida ya no me concierne, pero con todos los apetitos y el parpadeoinsistente del ser dentro de m. Slo tengo una ocupacin, Rehacerme Artaud.

El acontecer de la paradoja es algo peculiar que se acenta a lo largo del texto de Schreber, ya que retomando la idea de Antonin Artaud de que es necesario decir con drama lo que es sin conflicto, que es necesario dar la visin del origen, hacer escuchar la palabra antes de las palabras,se apuntala a establecer el ejercicio sealado en el inicio de este seminario, ya que este nos invita a escuchar la descarga energtica de la palabra, a escuchar lo indiferenciado, a escuchar lo no derivable de un cuerpo hecho palabra.

Retomando el pensamiento de Lacan en el momento en que refiere que la palabra es la que instaura la mentira en la realidad, precisamente porque introduce lo que no es, puede tambin introducir lo que es, antes de la palabra nada es ni, no es. 1Con ello la dimensin de la palabra se vuelca de nueva cuenta en algo paradjico por que es y no es, la palabra se introduce cuando el Otro se encarna en otro sujeto, la palabra hace llamados para que el Otro reconozca al sujeto, la palabra se funda en lo que se dice, en Lacan es la constancia del mensaje, la palabra se encarna en el cuerpo, como dice Schreber y tuve en mi cuerpo partes del alma de ambos.2

Por otro lado, en la escritura de las memorias, sucede algo entre Schreber y la superficie del texto, ya que acontece el acto de poder inscribir signos a lo largo de ellas, el lenguaje se concreta por los efectos del significante que recurre al trazo en la superficie del texto, aqu hay una cierta relacin entre la escritura hablada y la escritura escrita, ya que ambas pueden ser escuchadas por el otro o bien pueden ser silenciadas, ante esto retomo el
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Lacan, J. Seminario 1, Escritos tcnicos de Freud. Versin pdf, p.300 Schreber, D. Memorias de un enfermo de los nervios, p 75.

aspecto donde Lacan menciona que si algo puede introducirnos a la dimensin de lo escrito es la lectura que uno escucha de significante, el significado no es lo que se escucha, lo que se escucha es el significante, el significado es efecto de significante. 3

Desde el punto de vista de si lo escrito no pertenece al registro del significante, lo escrito pareciera entonces que no sabe de su alcance de transmisin, ya que lo escrito no es para ser comprendido, pero sus efectos de discurso sobre lo escrito apuntala a decirlo todo, matizado por la lgica del no-todo del dicho, ya que lo dicho plasmado en lo escrito aparece ah donde hace falta y cuando le hace falta al texto, al lector lo atrapa en su realidad en tanto palabra de lo que es escrito, esto que acaba de ser plasmado por el autor, le significa algo, pero es paradjico ya que en tanto como significante, lo escrito no solo no le dice nada y a su vez, no le quiere decir nada. Lo escrito en las memorias no creo que se trate de una superficie llena de sonidos, si no de primera instancia es una superficie de silencios, ya que al escribir Schreber es uno con su voz, una voz que plasma por medio de la letra una presencia del significante, el ejercicio de escribir que logro Schreber, es a mi parecer, el hecho de poder haber colocado condiciones donde uno como lector se atreve a tocar el sentido en el punto donde el sinsentido interrumpe el sentido comn de lo escrito.

El cuerpo que habla en Schreber da un lugar, ya que hablan sus nervios, pero si los nervios en Schreber son causas de uno para el otro, acaso no surge una relacin donde se cuestiona si existe una relacin sobre qu del cuerpo? Tal vez sea este el punto donde Schreber se descubre en su lmite, ya que esta causa desemboca en los efectos de discurso, pero estos no se constituyen como cuerpo ya que son atributos significantes, el acontecimiento del cuerpo de-viene, ya que la palabra scherebiana constituye un cuerpo, pero es una palabra fragmentaria que a su vez, est adscrito a l, es decir de la corporalidad misma, por ello la enunciacin vira bajo mltiples formas ya sean personales e impersonales, propiciando que el cuerpo del escritor as como del lector sean anudados . El cuerpo de las memorias es un cuerpo viviente que determina la vida de Schreber, pero es in-corporal ya que es un cuerpo instrumentado, un cuerpo que produce sonorizaciones de amor y de heridas que se confunden sin cesar en la turbulenta tarea de re-producir sus memorias. Schreber se posiciona como un profeta ms que como un escritor, debido a
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Lacan, J. Seminario 20 Aun, p 45. Ed. Paidos.

que se adjudica el hecho de haber recibido la iluminacin y la gracia, habla con aparente autoridad, se engancha en esta ficcin delirante que precisa acontecimientos, en palabras de Nietzsche dichos acontecimientos serian dramas, ya que refiere que el alma humana esta contenida en los nervios del cuerpo, que debemos representarnos como elementos de extraordinaria sutileza, comparable a finas hebras de seda4, es decir, el cuerpo deviene como receptor en trminos de funcionalidades biolgicas, de ah parte hacia algo mas trascendental y representativo ya que se empieza a organizar como dira Freud en dos puntos cardinales : en asumir su misin redentora y en transformar(se) en mujer.

Schreber entonces se hace de un cuerpo sin rganos, implicando la posibilidad de poder observar en su obra el dejar de ser un organismo, es decir de anudar la falta, de pervertir las significaciones y dejar de experimentarse como un yo. En el fondo es un modo de individuacin absolutamente distinto al planteado por una lgica de lo uno, es un modo de individuacin a partir de las multiplicidades. En ese punto la subjetivacin es individualizarse a partir de poder experimentarse como sujeto, desde este punto refiero que la individuacin no se abreva al sentido de solo ser paranoico, si no a aquellos efectos de superficie, en las diferencias con las multiplicidades donde el sujeto se reproduce, es por ello que Freud menciona que el psictico ama a su delirio como si mismo, porque su yo est construido a partir de sus delirios, en consecuencia Schreber es su delirio.

Nietzsche menciona que la gran razn del cuerpo hace un yo, podra pensarse el hecho de que no se trata de un yo especular, ya que el cuerpo es lo a-preciado, es lo que mediatiza con el espritu, Schreber en tanto cuerpo real se liga a una constitucin que est sometida a transformaciones del cuerpo, pero en ltima instancia el cuerpo es cuerpo, en sntesis no tendra la necesidad del rgano, ya que en Schreber l es recipiente, es representacin de un cuerpo, donde por medio de un milagro divino, los nervios de Dios vertieron su semen dando lugar a la fecundacin, es por ello que el cuerpo nunca es organismo como nos refiere Artaud, ya que el organismo ya es eso: el juicio de Dios del que se aprovechan los mdicos y del que obtienen su poder.

Freud, S. Observaciones psicoanalticas de un caso de paranoia, p 558

El hecho de pensar de lo que es poder tener un cuerpo nada lo muestra mejor que el cuerpo como cadver, un cuerpo abandonado por el sujeto, cuerpo que ya no es de nadie, un cuerpo rgido, un cuerpo volcado hacia su putrefaccin, es por ello que el juicio de Dios lo arranca de su inmanencia y le hace un organismo, una significacin, un sujeto. l es el estratificado.5 El es resto, es cadver.

El cuerpo se hila hacia lo que acontece en una realidad real, donde por medio de la letra, se desnuda, donde el cuerpo quiere emancipar su libertad, donde por medio de la validacin y el reconocimiento quiere quebrantar su mito de locura, lo refiere. la verdad completa se encuentra quizs (a manera de cuarta dimensin) en una diagonal, que el hombre no puede concebir, entre ambas direcciones.6

La verdad pareciera que puede dar una proteccin frente al acontecer de su locura que al final lo-cura, al menos mientras pudo ser posible dicho sostn de cura, la verdad no se comunica, solo se vierten pinceladas venideras de verdad que mantienen un paralelismo con la no-verdad, es por ello que las memorias como narrativa sirve de base para construir el mito, que eventualmente ser relatado, colocando de nueva cuenta sus condiciones, ya que tiene que ser escuchado, por ello las memorias son atemporales ya que la historia no necesita de secuencias, si no de poder escuchar las posiciones enunciativas que plasmo Schreber, el dilema seria que una cosa es contar narrando acerca de lo que es, otra cosa es captar lo que es en su carcter de ser.7

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Deleuze, G. Mil Mesetas Cmo hacerse un cuerpo sin rganos?, p 358, versin pdf. Schreber, D. Memorias de un enfermo de los nervios, p 59. 7 Heidegger, M. El ser y el tiempo. Heidegger en castellano.com

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