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Cuando el tren viaja

Chapter 63: Las crónicas de Mo Xuanyu

Summary:

Las crónicas de Mo Xuanyu (Parte IX)
"El eco del sufrimiento"

Chapter Text

Cuando Mo Xuanyu escuchó a su Padre decir que ambos merecían un reconocimiento por igual, sintió que su autoestima se elevó. 

Su Padre lo estaba reconociendo como un hombre capaz de llevar las ocupaciones del Palacio Jin como lo hacía su hermano mayor. Imaginar que esta era una gran oportunidad para que pudiera destacar y llegar a ser tan especial como lo era Meng-Yao, lo hizo sentirse muy bien consigo mismo.        

--De acuerdo --Asintió hacia Jin GuangShan--. Aceptaré ser su mano derecha, Padre.

Jin GuangShan dibujó una amplia sonrisa. --Ese es mi chico. Ahora, ya que estamos aquí, y Yao Sabadell ha sido una excelente compañía todo este tiempo, me gustaría saber si... ¿Estás dispuesto de encargarte de los asuntos relacionados con el clan Yao?

Mo Xuanyu lo escuchó, y luego dirigió su mirada a Yao Sabadell, quién ya lo estaba mirando con una gran alegría en el rostro. 

--Te lo propongo porque el clan Yao te considera como uno de ellos --Jin GuangShan continuó--. El líder del clan Yao propuso que fueras tú el que los siguiera ayudando. ¿Estás dispuesto de encargarte de ellos? Serás mi mano derecha, y me gustaría estar informado de cada uno de ellos ahora que forjamos un vínculo estrecho...

--Es correcto, su Majestad --Yao Sabadell secundó--. Sin la inteligencia de Jin Zixuanyu en el Monte Huaicang, jamás hubiésemos resuelto ese inconveniente por nuestras propias manos. De hecho, mi padre tiene pensado construir otra residencia real en la montaña, y desea colocarle su nombre --Yao Sabadell hizo otra reverencia hacia Mo Xuanyu; se arrodilló de una pierna frente a él, sin dejar de lado hacerlo ante los ojos de Jin GuangShan--. Esto era una sorpresa, pero, ya que ha aceptado trabajar con nosotros, me gustaría decirle que usted se convirtió en un héroe. Todos los residentes en el Monte Huaicang lo adoran, y nosotros queremos que esa adoración continué con el pasar del tiempo.

Mo Xuanyu no sabía ni qué decir al respecto. Evidentemente, quedó impactado, pero la reacción de su Padre fue la que terminó por llamar su atención.

--Vaya... Eso... No me lo esperaba --Jin GuangShan acotó--. Has entregado una gran influencia, Mo Xuanyu. Incluso, una más grande de lo que Meng-Yao ha logrado hacer todos estos años. Me atrevo a decir que tienes un don único para encantar a las personas... Mucho más que tu propio hermano.

--Eso es correcto --Yao Sabadell continuó con la cabeza en alto--. Es usted un gran ícono de admirar para nuestras tierras.

Era la primera vez que Mo Xuanyu sentía ser reconocido en su totalidad. Le parecía extraño tanta adulación, pero, a la vez, se sentía muy especial. No pudo evitar sonreír hacia Yao Sabadell al verlo hacerle esa reverencia. Pensó que tener una residencia conmemorativa a su nombre en el Monte Huaicang era mucho por asimilar, pero, lo hacía sentirse demasiado importante... Cómo si fuese una celebridad.

Al finalizar aquella reunión, Jin GuangShan les permitió salir. Justo ahora, Mo Xuanyu iba con la cabeza agacha y las manos atrás de su espalda con un cierto rubor en sus mejillas. Allí, observó a la persona que tenía a su lado.

Fue un poco silencioso el camino que recorrieron por el pasillo. Mo Xuanyu sintió que debía cuidar bien de sus palabras. --Yo... --Se detuvo, logrando que el mayor también lo hiciera-- Gracias. Gracias por siempre haber confiado en mí en todo momento.

Yao Sabadell le hizo otra reverencia. --No hay de qué.

--No lo haga --Mo Xuanyu lo detuvo antes de que profundizará aquel gesto--. No me consideró superior a usted. De hecho... --Sus mejillas se sonrojaron un poco más y desvió la mirada--. No era necesario que utilizarán mi nombre como honor para uno de sus aposentos en el Monte Huaicang. No fui el único que intervino en la misión.

--Fue el único que insistió en sacarnos de aprietos.

--Solo era mi deber... El deber que tenía con ustedes.

--Oh --Yao Sabadell se quedó en su lugar sin saber qué decir. Para ese entonces, Mo Xuanyu creyó que había dicho algo equivocado, pero fue sorpresivo la forma cómo Yao Sabadell sacó algo de su chaleco: Era una cajita--. Ya que no encontré el momento adecuado para hacerlo en el pasado, prefiero hacerlo ahora. Con esto, espero y le guste mi preciado obsequio.  

Mo Xuanyu cogió de la cajita, y cuando la abrió, descubrió que eran chocolates de todo tipo de tamaños. --¿Chocolates? ¿Por qué?

--Con esto deseo obtener su total perdón por lo de la última vez. Jamás fue mi intención lastimarlo. Créame cuando le digo que usted es como un héroe para mí.

Mo Xuanyu agachó la mirada para ver mejor los chocolates. Claramente, le gustaba que fuera tan detallista. Lo hacía sentirse como un rey. Poco después, con mucha suavidad, le susurró "gracias", y luego terminó por entregarle una mirada tierna e inocente proyectada por sus hoyuelos.

Yao Sabadell quedó cautivado por haber visto esa sonrisa otra vez, esa que creía haber perdido.

Mo Xuanyu se dio cuenta de que algo había sucedido con él cuando no escuchó una respuesta de su parte. --¿Quiere un chocolate? --Preguntó.

--Oh, no... No podría.

Mo Xuanyu sonrió otra vez: Mirar a Yao Sabadell optar esa actitud tímida hacia él, le parecía de cierta forma adorable. Allí, recordó los besos que se entregaron esa noche cuando miró sus labios de pasada. Acto seguido, giró a sus alrededores, y, al no ver a nadie presente, se tomó el atrevimiento de abrir la cajita y luego entregarle un bombón.

--Jin Zixuanyu... Gracias, pero no lo quiero, en serio --Yao Sabadell le dijo.

Mo Xuanyu lo desenvolvió para luego decir --¿Y así? ¿Le gusta? --Lo ubicó entre sus dientes, inclinándose un poco más hacia él.

Yao Sabadell sufrió un gran impacto. Giró hacia todos lados por si alguien los estuviese viendo. Sin embargo, el chocolate en la boca de Mo Xuanyu se derretía. Allí, el menor no tuvo más opción que masticarlo, optando por coger otro. --Si me como este nuevo chocolate... Me convencerás de que no deseas otro beso mío.

Antes de metérselo a la boca, Yao Sabadell sostuvo de su mano y la acercó con suavidad a sus labios, con la intención de degustar el bombón.

Una vez lo hizo, distanció su mano, pero no la soltó. Yao Sabadell masticó el chocolate y luego le sonrió. Para ese entonces, sus manos unidas se sujetaron con más firmeza, donde Yao Sabadell aprovechó en besarle delicadamente el dorso de la misma con los ojos cerrados. Mo Xuanyu sintió que esa forma de besarlo fue muy tierna. Jamás, ni siquiera su hermano o Nie Huaisang, lo habían tratado de ese modo tan romántico.

Mo Xuanyu tenía presente de que no debería estar haciendo algo así con un hombre, pero la curiosidad nubló un poco su mente, y ahora se estaba lamiendo los labios al ver los suyos. Yao Sabadell abrió sus ojos con la intención de verlo, y se encontró con esa sorpresa. Su mano cerca de su boca, no la quería soltar por nada del mundo.

Esa noche, ambos decidieron pasarla juntos, pero no como simples amigos. Mo Xuanyu intentó dejar sus miedos atrás al desear besar a otra persona que sentía la misma atracción que él.

Desde esa noche, Mo Xuanyu y Yao Sabadell comenzaron a verse con otros ojos dentro del Palacio Jin. Se saludaban frente a Jin GuangShan como dos socios, pero a escondidas, se comían a besos. Aunque parecía una relación fugaz, donde las sensaciones a flor de piel lideraban el encuentro, Mo Xuanyu comenzó a pensar que ir despacio podría ayudar a volverla más interesante, principalmente, cuando asumió de forma egoísta que Yao Sabadell estaba tragado por él.

Muy en lo profundo de su ser, no deseaba que su Padre o cualquier sirviente del Palacio Jin se enterará de lo que tenía a escondidas con Yao Sabadell, aunque, a veces, parecía llamarle la atención el peligro.

Explorar su sexualidad se convirtió en algo muy interesante de hacer a menudo. Tenía problemas consigo mismo con respecto al gusto que tenía por los hombres, pero no podía negarse a explorar el amor cuando Yao Sabadell estaba dispuesto a probar cualquier cosa.

Esa tarde, Meng-Yao y su Padre salieron temprano del Palacio Jin. Mo Xuanyu se quedó solo, y aprovechó en invitar a Yao Sabadell para que pasarán otro rato agradable.

En su habitación le besó los labios mientras estrujaba de sus mejillas para dejarlo sin aliento. Hoy era el día que deseaba ir más allá que solo besos y toqueteos. Ya la espera lo estaba agobiando. Su deseo carnal le pedía avanzar, así que, separó sus bocas y le susurró en un sensual y coqueto tono de voz: "Estoy listo para ti".

Desde ese día, Mo Xuanyu tuvo su primera vez. En esa habitación hubo sensaciones y sonidos que ni él mismo sabía que podía expresar por todo lo que Yao Sabadell le hizo sentir. Lentamente, aquellas manos y esos besos resultaron ser su nuevo idilio. Mo Xuanyu comenzaba a suspirar por él, y cada vez que se veían, quería tenerlo en el palacio por bastantes horas... 

En varias ocasiones, Meng-Yao comenzó a ver un cambio significativo en él apenas llegaba de sus viajes. Mo Xuanyu parecía más distraído, pero no de una forma negativa. Se veía más alegre y bastante callado cuando le preguntaba sobre su razón de estar muy contento. Meng-Yao se sentía alegre por verlo de ese modo, pero jamás esperó recibir pocas explicaciones de su parte, en donde la mayoría de las veces lo dejaban insatisfecho.

--Mierda... Meng-Yao, apresúrate, ¿Quieres? --Esa tarde, Xue Yang había visitado el Palacio Jin en compañía de Meng-Yao. Pronto debían irse hacia la Ciudad de Yiling para arreglar unos asuntos personales, y ya habían perdido mucho tiempo valioso. De brazos cruzados, visualizó de pasada a Mo Xuanyu pintando a lo lejos. Al ver que Meng-Yao no saba señales de aparición, decidió ir hacia allá para matar el tiempo-- ¿Qué estás haciendo? ¿Un abanico? 

--¿Huh? --Mo Xuanyu elevó su mirada hacia él, encontrándose con lo brillante que resultaban ser sus ojos color rubí. Para ese entonces, se mantuvo en silencio, sintiendo un poco la timidez de hablar con personas desconocidas.

--Tiene muchos detalles que describen a Meng-Yao... ¿Acaso ese abanico es para él? 

Mo Xuanyu sintió sus mejillas arder de lo inesperado de la adivinanza. --Y-Yo... No... No es lo que parece... 

--A-Yang, ya estoy listo --Dijo Meng-Yao, cuya voz aproximándose alborotó a Mo Xuanyu. Tan nervioso se puso que no encontró la manera de ocultar el abanico, pues, no deseaba que lo viera.

Para ese entonces, Meng-Yao llegó, logrando que Xue Yang le diera un codazo como respuesta que lo dejó desconcertado.

--A que no adivinas --Le dijo--: Mo Xuanyu está haciendo un abanico para ti --Meng-Yao lo miró a los ojos, y luego dirigió su mirada a su hermano. Él continuó--. Mira esta obra de arte --Xue Yang cogió del abanico de Mo Xuanyu y le mostró la parte frontal, donde estaban sus rasgos faciales pintados con mucha delicadeza mientras sonreía-- ¿Lo ves? Este eres tú --Se río-- ¿No te parece adorable que tu hermanito se inspire en un ser tan básico como tú? 

--Cállate --Meng-Yao le dio un codazo como respuesta por su comentario. A Xue Yang siempre le gustaba hacer este tipo de bromas de mal gusto. Sin embargo, la expresión de Meng-Yao se suavizó cuando regresó su mirada hacia el abanico.

Para ese entonces, Mo Xuanyu no sabía cómo sentirse. Sus mejillas estaban ardiendo, y a la misma vez, sentía que la presión se le bajaba al visualizar la forma cómo su hermano le prestaba atención a su creación.

--A-Yu, ¿Este soy yo? 

-- ...

¡Ahora qué le decía!

Mo Xuanyu se vio muy bochornoso. Sin embargo, jamás se esperó que Meng-Yao le quitará de un solo jalón el abanico a Xue Yang y lo visualizará más a detalle, terminando por sentarse a su lado. --¿Quieres que te ayude en terminarlo? Por lo que veo... Intentas plasmar mi firma en el abanico.

La mirada de Meng-Yao hacia él era muy suave, para nada parecida a la que le había entregado a Xue Yang hace unos minutos, donde este último parecía interesado en ver cómo terminaba este encuentro entre hermanos. Meng-Yao terminó por coger del pincel que Mo Xuanyu había estado utilizando para finalizar los últimos retoques, y allí intentó plasmar su mejor firma.

--Ups --Hizo una línea errónea-- Oh, lo lamento... Esa línea no debería estar allí. Creo que tengo demasiado tiempo sin pintar... 

--No jodas, Meng-Yao. La idea era que lo ayudarás, no que lo arruinarás. Ahora tu querido hermanito se quedó con tu peor intento de ayuda --Xue Yang criticó.

Meng-Yao le entregó una mirada fulminante como diciendo que se callará, pero jamás se esperó que Mo Xuanyu le dijera:

--A mí me gusta, Ge-ge.

--¿Estás seguro? --Mo Xuanyu asintió, por lo tanto, él continuó--. No es mi firma, pero... Es una nueva y especial para ti. Una que es única y puede durar contigo toda la vida. ¿Te sirve?

Una carcajada se escuchó justo después de terminar de hablar, cosa que llamó la atención de Meng-Yao al girar hacia Xue Yang.

--Meng-Yao, hiciste un desastre. Mira como se ve --Le señaló las líneas mal hechas--. Se nota que no tienes habilidad para dibujar como el muchacho. Hubiese sido mejor que ni siquiera hubieses intervenido... --Mientras Xue Yang parecía burlarse literalmente de la torpeza de Meng-Yao, Mo Xuanyu pudo notar algo interesante en su muñeca cuando le señaló el error.

--¿Qué es eso? --Le preguntó.

Xue Yang se vio el tatuaje que cargaba en la muñeca, producto de sus más esplendorosos recuerdos de su adolescencia. --Este garabato es un tatuaje de mis comienzos --Sonrió de medio lado--. Lo hice yo mismo a la edad de los 13 años, por eso se ve manchado y viejo, pero es uno de mis más grandes orgullos que lo conservaré hasta el día de mi muerte.

--¿Para toda la vida? --Mo Xuanyu preguntó bastante interesado.

--Exacto. Los tatuajes no se borran. Una vez te lo hagas, siempre permanecerán en tu piel como un símbolo de tu identidad --Xue Yang le pareció interesante por donde estaba yendo esta conversación-- ¿Por qué? ¿Te gustaría hacerte uno? Tienes cara de que te gustó. Si quieres uno, fácilmente te puedo ayudar.

--Xue Yang... --Meng-Yao llamó su atención.

--¿Qué? Mo Xuanyu tiene cara de que le agrada el arte y los tatuajes forman parte de esa extensa categoría. Puede, incluso, comenzar con uno pequeño para que no le duela. Solo tiene que saber en qué región del cuerpo le gustaría y... 

--Son peligrosos --Meng-Yao se levantó de su lugar, no queriendo continuar con esta conversación--. Ya es tiempo de que salgamos. Se nos está haciendo tarde para viajar hacia la Ciudad de Yiling. --Se retiró, llevándose a Xue Yang consigo, pero antes, Meng-Yao se giró hacia Mo Xuanyu--. Gracias por el regalo, cuídalo por mí para cuando regrese.

Terminó por guiñarle el ojo, además de entregarle una adorable sonrisa. Justo después se dio media vuelta y se llevó a Xue Yang lejos de ahí. Este último comenzó a explicarle sobre lo bueno que era en el arte del diseño de tatuajes, dejando a Mo Xuanyu a solas.

Mientras los veía irse, el menor se sintió afectado por ese guiño que su hermano mayor le entregó. Su corazón no dejó de latir con furor, y es que, nadie lo ponía tan de malas como él lo hacía. Cuando los perdió de vista, dirigió su mirada grisácea hacia el abanico que tenía entre sus manos, y visualizó la firma de Meng-Yao.

No era hermosa en comparación a lo que estaba acostumbrado visualizar en las cartas, pero, sencillamente, era una firma exclusivamente para él. Un suspiro profundo se adueñó de su cuerpo, y lo próximo que hizo fue sonreír más de la cuenta, de forma atontada.

~~~

La relación con Yao Sabadell duró varios meses. Mo Xuanyu se las había arreglado para encubrirla. Sin embargo, con el tiempo, surgieron varios cambios. Su padre comenzó a organizar reuniones nocturnas en las que, en su mayoría, Meng-Yao nunca participaba.

Traía amigos y mujeres de origen desconocido, y todo terminaba en agradables momentos llenos de risas y alcohol. Al principio, Mo Xuanyu disfrutó de cada una de ellas, pero a medida que se volvieron frecuentes, empezó a pensar que no parecían ser muy sanas, especialmente cuando su padre derrochaba dinero sin conciencia. Los miembros del clan Yao siempre eran invitados. De hecho, Yao Sabadell era el invitado estrella.

En una de esas reuniones tarde por la noche, Mo Xuanyu no paraba de ver a su Padre reunido con varias mujeres mientras bebían licor. El hombre estaba muy risueño hablando hasta por los codos como siempre acostumbraba a hacer al estar ahogado en el alcohol.

Allí, desde su asiento, observó a Yao Sabadell alejarse de una señorita. Parecía muy sonriente apenas se despidió de ella. Luego se acercó a él para tomar asiento y susurrarle en la oreja. --¿Te gustaría salir de aquí por un momento? 

Cuando ambos se retiraron hacia la habitación de Mo Xuanyu, Yao Sabadell pareció suspirar más de la cuenta mientras cerraba la puerta.

--Te ves cansado --Mo Xuanyu alegó.

--Lo estoy, pero... --Sacó un pequeño sobre de su chaleco negro--. No puede faltar nuestro momento íntimo favorito.

Mo Xuanyu sonrió de lado, sabiendo que lo que había dentro de ese sobre era bastante relajante. Allí, abrieron un espacio en la mesita de noche y Yao Sabadell dejó un plato para echar el polvo blanco en su lugar. Por lo general, Mo Xuanyu no era de hacer estas cosas, pero disfrutaba de la compañía de Yao Sabadell, y era innegable que la droga lo hacía sentirse bien apenas era aspirada.

Ambos tomaban la brillante idea de aspirarlo juntos y reírse entre ellos mientras lo alternaban con algunos besos. En su mente, ese polvo no tenía otra función más que hacerlos divertir. Mo Xuanyu se entregó esa noche al besarle, morderle los labios, rozar su lengua con la suya. De hecho, quiso tomar el control al ubicarse sobre sus piernas y así tener un encuentro pasional. 

Las últimas reuniones entre ellos habían terminado así, entre besos, sexo, droga y alcohol. Mo Xuanyu descubrió que, ante la presencia del alcohol o cualquier sustancia estupefaciente, su lívido aumentaba. Era claro que una situación así debía suceder. Estaban solos y el deseo desbordaba. Cuando estaban desnudos entre las sábanas, totalmente exhaustos por la experiencia, al menor le gustaba acurrucarse junto a él y dormir toda la noche. Sin embargo, hoy Yao Sabadell le dijo:

--Sabes, hay alguien más que desea integrarse con nosotros.

--¿Alguien más? --Mo Xuanyu preguntó con extrañeza. Yao Sabadell se retiró de la cama con una bata de baño y luego se fue hacia la puerta. Allí, una de las señoritas que estaba abajo en la sala de reuniones apareció delante de ellos, preparada para todo al traer su respectiva lencería.

--Ella se llama Sisi, y se unirá a nosotros --Le dijo Yao Sabadell.

Mo Xuanyu sintió la extrañeza de la situación. Desde su punto de vista, había visto a Yao Sabadell demasiado raro abajo en la sala de reuniones, y ahora resulta que deseaba integrar a una mujer. Estuvo tentado en decirle que no deseaba acostarse con una mujer, pero recordó que una de las fantasías de Yao Sabadell era tener un trío. 

En contra de sus deseos, Mo Xuanyu aceptó, pero se supone que ambos se gustaban entre ellos por ser hombres. Experimentar ahora con una mujer... Sería muy extraño, y hasta incómodo. Al punto de temer sufrir de disfunción eréctil. 

Esa mañana del día siguiente, Mo Xuanyu no dejaba de ver el dinero que la mujer le había entregado por sus "servicios". Aquella mujer terminó diciéndole que era un chico encantador y que debía ser reconocido por todos. Mo Xuanyu no podía evitar sentir suciedad en su cuerpo. Es decir... Ayer había tenido su primera experiencia al incluir una tercera persona en la intimidad que mantenía con Yao Sabadell. A pesar de que estaba drogado, recordaba muy bien lo que hizo.

Era la primera vez que había llevado su sexualidad a otro nivel al incluir una mujer. Justo ahora, observó cómo Yao Sabadell salía del baño con una sonrisa. Cuando se acercó lo suficiente para darle un beso, Mo Xuanyu lo recibió, pero lo miró sin gracia.

--¿Sucede algo, cariño? --Yao Sabadell detectó la seriedad en su mirada.

--¿Qué significa este dinero? --Le señaló el objeto sobre la mesa-- ¿Por qué esa mujer me lo dio ayer?

--Oh --Yao Sabadell le dijo con cautela--. Es un dinero que la chica me debía. Por lo visto, después de la espléndida noche que le dimos, se dignó en pagarme... 

Con esa excusa, puso a Mo Xuanyu pensativo. El menor tenía otras preguntas en su mente, pero prefirió callar. No quería exagerar. No quería caer en una discusión con él, así que prefirió dejarlo pasar.

Los días pasaron, y cada vez que las reuniones se hacían más frecuentes los fines de semana, su Padre comenzó a invitar un montón de personas que desconocía. Eran personas que él no había visto en su vida, al menos... No las recordaba. Yao Sabadell siempre estaba presente, y da la casualidad de que algunas de esas personas eran sus amigos... Las reuniones tomaron más vitalidad cuando su Padre empezó a involucrar juegos de apuestas para adultos en compañía de mucha droga y alcohol.

Al llegar las doce, Mo Xuanyu solo quería pasar un rato agradable con Yao Sabadell y nada más. No tenía la mínima intención de repetir lo de la última vez. Se había autoconvencido de que ya había cumplido una de las fantasías de su novio, así que él debería cumplir las suyas; y una de ellas es que estuvieran a solas.

Yao Sabadell aceptó sus condiciones, pero esa noche bebió demás. Tal parece que el alcohol sacaba lo peor de él. Yao Sabadell se comportó de la misma forma que la vez anterior cuando le robó su primer beso en el Monte Huaicang. Envuelto en el alcohol, parecía no escuchar razones.

Mo Xuanyu entendía que él se había vuelto su pareja y ya no era aquel chico tímido que se retraía por un beso, pero cada vez se repetía que no había suficiente justificación para que lo dominará con su fuerza, hasta el punto de hacerle daño y no escuchar sus peticiones. Esa noche, el acto sexual fue demasiado rudo, hasta el punto de que lo hizo llorar del dolor. Intentó aliviar cada uno de sus quejidos al desear invocar el placer, pero no lo lograba.

Mo Xuanyu tenía presente que no todos sus encuentros iban a ser placenteros, así que, se dejó llevar a pesar del daño, pensando en que... Esto era lo que hacían las personas cuando se amaban, ¿Cierto? Permitían cualquier acción del otro así le desagradara...

Al final de todo, esa noche, se convirtió en una de las peores.

~~~

A medida que los días transcurrían, Mo Xuanyu comenzó a ver las reuniones como una pesadilla, principalmente cuando Yao Sabadell contradecía sus peticiones al manipularlo con sus fantasías. Varias de esas noches, Mo Xuanyu no quiso tener intimidad con él. Sin embargo, Yao Sabadell lo persuadía al prometerle que no sería tan rudo.

Así lo fue sonsacando en compañía de las drogas: Mo Xuanyu se lo vivía encima de él después de haber inhalado varias cantidades con tan solo despertar su lívido. Mo Xuanyu era un chico naturalmente dedicado a sus relaciones si las consideraba valiosas, por lo que muchas veces se vio manipulado en darle lo que quería, acostándose con muchas mujeres y hombres que parecían buscar solo placer en las fiestas que su Padre no paraba de realizar.

Hubo una vez que Nie Huaisang fue a visitarlo, y a Mo Xuanyu le surgió la brillante idea de invitarlo a quedarse en el Palacio Jin por una cantidad de tiempo ilimitado. Dada la casualidad de que cuando Nie Huaisang se quedaba, las intenciones de Yao Sabadell de lastimarlo y de acostarse con mujeres, quedaban en el olvido. 

Se comportaba como un hombre tranquilo sin otras intenciones.

Mo Xuanyu comenzó a ver un consuelo enorme en Nie Huaisang, así que, cada vez que tenía la oportunidad, se unía más a él: Entrelazaba sus brazos para que nunca lo dejará solo en los momentos que Yao Sabadell reclamaba por un poco de su atención. Nie Huaisang, como todo buen amigo, lo aceptó, y su relación de mejores amigos transcendió a ser una de las más estrechas.

Su relación volvió celoso a Yao Sabadell, principalmente cuando Mo Xuanyu ni siquiera le entregaba la debida atención para darle un beso. Varias reuniones le dejaron en claro que Mo Xuanyu no deseaba separarse de Nie Huaisang. Lo prefería más que a nadie, a pesar de que él era su novio.

Una noche, Nie Huaisang le pidió a Mo Xuanyu hablar a solas, por lo que él se distanció gustoso de aquel salón de reuniones. Cuando Nie Huaisang vio la oportunidad de estar solos, suspiró un poco y lo miró a los ojos para decir --Hermano Mo... Hay algo que no te he dicho y... Creo que ya llegó el momento de hacerlo.

Mo Xuanyu borró su sonrisa al verlo entrar en un trance melancólico, como si lo que estuviera a punto de decir fuera una mala noticia. 

--No sé si lo sabes, pero... Estoy estudiando en Yunmeng Jiang --Al ver la cara del menor un tanto extrañada, él continúo--. Da-Ge me consiguió la oportunidad de ir a estudiar en Yunmeng Jiang hace tiempo, por lo tanto, iba cada tres veces por semana y luego regresaba al Palacio Heijan los fines de semana. Sin embargo... Los horarios han cambiado, y ahora me piden ir todos los días, por lo que Da-Ge me aconsejó que lo mejor es que me quedé allá hasta que terminé el año... 

--¿Qué? --Mo Xuanyu no supo dónde quedarse cuando escuchó la cantidad de tiempo que faltaba-- ¿Me dejarás solo por lo que resta del año? ¡Qué! ¡Cómo puede ser! --Nie Huaisang se tragó un chillido cuando escuchó la altanería del menor, notablemente molesto. Él continuó-- ¿Cómo puede ser? ¿Por qué nunca me lo dijiste? ¡No sabía nada! 

--¡No pude hacerlo! --Se escudó, templando el abanico al frente de su rostro con cierto arrepentimiento-- Y-Yo no sabía nada... D-Da-ge fue el que finalizó todo. Y-Yo... Sabes que por mí no me iría tan a la deriva y...

--¡Lo harás! --Mo Xuanyu explotó.

Por lo general, Mo Xuanyu no era de explotar de ese modo. Casi nunca estaba en contra de las decisiones de los demás. Incluso, Nie Huaisang lo sabía. Por eso, se vio muy sorprendido cuando Mo Xuanyu le gritó aquello.

--Hermano Mo... --Nie Huaisang susurró un tanto dolido-- ¿No estás feliz de que por fin podré cumplir mis sueños? 

--Me dejarás solo --Mo Xuanyu susurró, sintiendo que eso era un golpe directo al corazón. Él no debía irse hacia Yunmeng Jiang y abandonarlo como si nada por lo que restaba del año. Precisamente, él era su refugio, su egoísta refugio para zafarse de los problemas que tenía con Yao Sabadell-- ¿De esta manera te irás como si nada? ¿Por qué no decírmelo antes? ¿¡Por qué ser un hipócrita!?

--¡Hermano Mo! ¡No pude! --Se sintió culpable--. Te juro que estaba buscando la forma, y le dije a Da-Ge que no me gustaría dejar Qinghe Nie, pero... Tú sabes cómo es él y... --Se rascó la mejilla-- Es muy intransigente con mis gustos.

Mo Xuanyu no sabía cómo sentirse o explicarse. --Nie Huaisang, no. No te vayas --Lo sostuvo con fuerza de su mano, e incluso se arrodilló para implorarle que se quedará. No obstante, Nie Huaisang pensó que estaba volviéndose loco al exagerar de esa forma-- Por favor, quédate.

--Hermano Mo, tienes a tu Padre, San-Ge, incluso a Yao Sabadell. No estás solo. Tienes a varias personas que te quieren... A mí me encantaría tener un novio como Yao Sabadell para que esté a mi lado en todo momento...

Nie Huaisang decía aquello para elevarle los ánimos, pero Mo Xuanyu se vio notoriamente destrozado y fue inevitable no llorar por su despedida que se haría en pocos días. Para ese entonces, Nie Huaisang se sintió muy culpable, y lo único que pudo hacer fue pedirle que se pusiera de pie para abrazarlo, creyendo que, quizás...

Estaba tomando la decisión errónea.

~~~

Desde que Nie Huaisang se fue a Yunmeng Jiang, el estado de ánimo de Mo Xuanyu decayó notablemente.

Comenzó a odiar los viajes de Meng-Yao fuera de LanlinJin, y lo peor del caso es que no podía confesarle que tenía una relación amorosa con Yao Sabadell. La ida de Nie Huaisang se convirtió en un infierno cuando se enteró que Yao Sabadell estaba celoso de su relación de amigos. Mo Xuanyu le explicó varias veces que era su mejor amigo y no tenía nada que ver con él, pero Yao Sabadell poco le creía.

La mayoría de las veces discutían, y cuando intentaban reconciliarse con un poco de sexo, él se volvía cada vez más rudo. Mo Xuanyu comenzó a sentir una ansiedad que lo destruía. Al principio, intentó lidiar con esa ansiedad pintando, pero ahora se rascaba inconscientemente los brazos hasta hacerlos sangrar. De hecho, cuando observó por primera vez sus uñas llenas de un extraño color rojizo, hediondo a hierro, no se dio cuenta de que su brazo estaba irritado de tanto ignorar el dolor.

Mo Xuanyu había soportado tanto el dolor del abuso de Yao Sabadell que no se percató de que se estaba dañando a sí mismo. En ese momento, se horrorizó al punto de querer buscar ayuda urgente. Corrió hacia su Padre para conversar sobre la posibilidad de que Yao Sabadell no estuviera en las próximas reuniones.

Apenas llegó al Salón Fragancia, se encontró con él y Yao Sabadell hablando a solas, repartiéndose lo que parecía ser un dinero en exagerada cantidades en efectivo, dinero del cual su Padre podía guardar y almacenar en la caja fuerte, o en el peor de los casos, derrocharlo en lo que le plazca.

--Para la próxima reunión deja a Mo Xuanyu a solas con una pareja que desea conocerlo --Dijo vulgarmente su Padre con una descarada tranquilidad en el rostro--. El dinero que reciba, lo repartiremos entre los dos.

Tembloroso, Mo Xuanyu no podía creer lo que estaba escuchando... ¿Su Padre estaba haciendo dinero con esas personas a costa de acostarse con él? Lo peor del caso es que Yao Sabadell estaba a favor, compartiendo un secreto en dónde él estaba siendo utilizado para sus fechorías. Fue inevitable retroceder y no hacer ruido, logrando que ambos se dieran cuenta que estaban siendo espiados.

--¿Mo Xuanyu? ¿Qué estás haciendo ahí? ¡Entra ahora! --Jin GuangShan ordenó al descubrirlo. 

El menor hiperventiló, haciendo que su pecho subiera y bajará de forma errática, donde la histeria de su Padre lo espantó.

--¡Hey! ¡Regresa! --Jin GuangShan gritó nuevamente al verlo escapar y le hizo una señal a sus guardias para que fueran tras él.

El miedo se le subió a la cabeza: Mo Xuanyu no sabía qué le estaba pasando, pero empujó a todo aquel personal de servicio que se le atravesará en el camino, hasta el punto de ser llamado "loco" por todos los jóvenes que transitaban el Palacio Jin al verlo salir despavorido de ese modo. Mo Xuanyu no sabía qué estaba haciendo, pero sus pies corrieron hasta bajar las extensas escaleras magistrales.

Bajó tan rápido que no se dio cuenta quién venía subiendo: Sus cuerpos chocaron en un abrupto encuentro. El empujón provocó que la víctima perdiera el equilibrio y cogiera de la mano de Mo Xuanyu para aferrarse, pero fue demasiado tarde. Uno, dos, tres, y así sucesivamente, ambas personas rodaron hasta aterrizar en la división principal que desunía ambas rampas de escalones.

Mo Xuanyu sintió el dolor en su hombro derecho durante el aterrizaje, sin olvidar los dolores en su piel causados por los bordes filosos de cada escalón. Apenas abrió los ojos, desorientado por la intensa caída, detectó al otro hombre que había caído junto a él: Ese era Meng-Yao.

Sus pupilas se volvieron pequeñas, palideció, y el pánico resurgió en su pecho como bomba de aire queriendo estallar. Tambaleante, se acercó gateando hacia él. --¡Ge-ge! ¡Ge-ge! ¡Lo siento! ¡Lo siento mucho! 

Sangre fresca salía por la nariz de Meng-Yao cuando intentó estabilizarse. Sus brazos temblaban mientras intentaba inclinar su cuerpo hacia adelante para adoptar una posición de estar sentado.

--¡Acuéstate! --Mo Xuanyu sabía qué era sufrir de esas hemorragias nasales, así que le pidió extremadamente preocupado que le hiciera caso.

Meng-Yao no le refutó. Se sentía desorientado y adolorido como para pensar por sí mismo y simplemente se acostó boca arriba, tocándose incesantemente la nariz mientras parecía estar mareado. Para ese entonces, Mo Xuanyu se quitó una parte de su manga para ofrecerle a Meng-Yao un paño o algo que pudiese usar y evitar que manchara su preciosa gabardina dorada.

En el momento en que Meng-Yao se vio más estabilizado y paró de sangrar, Mo Xuanyu se puso de pie y lo ayudó a hacerlo de la misma forma. 

--¡Deténgase, Mo Xuanyu! ¡Órdenes del superior! --Varios guardias bajaron y subieron los escalones para acorralar al menor por ambas direcciones.

Mo Xuanyu se impacientó. Giró hacia todos lados, pero, apenas clavó su mirada grisácea en los ojos acaramelados de su hermano mayor, su próxima reacción fue aferrarse a él como cual pobre náufrago a la orilla. Lo abrazó como nunca lo había hecho en su vida sin tomarle importancia a las consecuencias de la caída. Para ese entonces, Meng-Yao tambaleó, pero se abstuvo en decirle algo al respecto cuando observó a varios guardias detenerse frente a su presencia, al igual que un hombre alto y bien vestido, que de seguro debía ser el hijo del líder del clan Yao, Yao Sabadell.

--Meng-Yao --En efecto, el hombre con porte de heredero hizo una reverencia con sus dos brazos frente a su cuerpo--. Es bueno vernos después de tanto tiempo.  

Junto a los guardias, Xue Yang apareció al ver el escándalo; visualizó a Meng-Yao en todo el medio de las escaleras magistrales. ¿Qué había sucedido por solo tardarse unos minutos en acompañarlo? Su seriedad se hizo ver apenas notó al heredero del clan Yao junto a ellos.

--Yao Sabadell... --Meng-Yao alegó muy bajo mientras seguía siendo estrangulado por Mo Xuanyu. Allí, intentó debilitar el abrazo que le estaba ofreciendo, pero no pudo. Cuando lo intentó, éste último le suplicó en voz baja que no se separará de él, pues, los guardias querían atraparlo.

--¿Qué está pasando aquí? --Jin GuangShan terminó por bajar pacientemente cada uno de los escalones hasta llegar a uno que le permitiese ver quiénes habían llegado. Se quedó inmóvil al notar la llegada de su hijo mayor junto a Xue Yang. Allí, se dio cuenta de que Mo Xuanyu no perdería la oportunidad de protegerse al desunirse de él, considerando que estaba siendo detenido bajo sus órdenes.

--¿Qué está pasando aquí, Padre? --Meng-Yao preguntó al no entender el alboroto, y tampoco el pánico de su hermano, quién ni siquiera deseaba darle un respiro.

Tanto Yao Sabadell cómo Jin GuangShan no estaban a favor de revelar la verdad.

--No tiene relevancia ahora. Todo fue un malentendido de Mo Xuanyu. ¿No es cierto, hijo mío? --Alegó Jin GuangShan con mucha suavidad, haciéndole una señal a los guardias para que se largarán--. Ahora que estamos todos juntos, podemos reunirnos para cenar... Debemos aprovechar la oportunidad de compartir un agradable momento en familia.

Xue Yang, quién estaba ajeno a todo por haber llegado tarde, achicó los ojos cuando observó con más detenimiento a Jin GuangShan decir esas tonterías. Por otro lado, ver a Yao Sabadell presente en el Palacio Jin, considerando que no pertenecía a los grupos de amigos más cercanos de Jin GuangShan, era bastante extraño y sospechoso.

Todo terminó cuando Jin GuangShan los invitó a que subieran las escaleras, dónde Yao Sabadell caminó atrás de él.

--Vamos, A-Yu --Meng-Yao consoló al acariciarle la espalda, entregándole ese apoyo que parecía necesitar mientras lo convencía de subir despacio por las escaleras.