Chapter Text
Aquella noche fue extraña.
Sentado en el comedor del recinto real, Mo Xuanyu no tenía apetito al recordar la cantidad de tiempo que estuvo encerrado en su habitación mientras esperaba el regreso de todos los involucrados de la misión.
Elevó su mirada y visualizó a Lan Wangji comiendo en silencio a varios metros de distancia. Estaba de espaldas, por lo tanto, Mo Xuanyu lo vio todo el tiempo.
No iba a mentir. Estaba enojado por haberlo encerrado por tantas horas, pero luego botó un soplido al reconocer que se expuso como un idiota al fingir ser un anzuelo.
Sea cuál fuese la razón por la que Lan Wangji lo mantuvo encerrado en la habitación, se retractó de haberle hecho aquella broma. Si antes Lan Wangji no le hablaba, ahora lo trataba como si no existiera. Era su amor platónico. Por más que lo fingiera, le dolía no ser importante para él.
El sonido de un plato chocando sobre la superficie de la mesa llamó su atención. --Buenos días, Mo Xuanyu. ¿Me puedo sentar aquí?
Aquella voz tan amable y alegre, era propia de Yao Sabadell. Mo Xuanyu lo miró por un segundo, pero luego regresó hacia Lan Wangji, deseando con todas sus fuerzas que hubiese sido él quien se haya sentado a su lado, pero qué más da. Yao Sabadell era una buena compañía, así que le permitió comer con él...
Yao Sabadell sonrió ante su asentamiento de cabeza como respuesta y le brindó el buen provecho. Sin embargo, Mo Xuanyu parecía un tanto distraído al mirar a cada rato hacia donde estaba Lan Wangji. Allí, Yao Sabadell se percató que el segundo hermano Lan estaba sentado a lo lejos.
--No sabía que tú y Lan Wangji eran muy buenos amigos --Alegó.
Mo Xuanyu suspiró. --No lo somos.
--¿No lo son? --Yao Sabadell preguntó un tanto extrañado--. Pensé que sí. Ayer él fue directo en tu búsqueda durante la emboscada. Me pareció extraño considerando que estaba en la vanguardia y no escuché una orden por parte de Zewu-Jun para ir en tu protección. Él actuó por su propia cuenta.
Mo Xuanyu parpadeó un poco. --¿En serio?
El mayor asintió. --Tampoco regresó a prestarnos más ayuda. Más bien... Se quedó en la residencia toda la noche. Luego fue que nos enteramos de que te había encerrado en la habitación para protegerte de cualquier emboscada que el enemigo estuviese dispuesto hacer a nuestras espaldas. Al final de todo, eres el hijo de Jin GuangShan. Tu vida es valiosa.
Mo Xuanyu se sintió extraño: Primero, por escuchar ese "Tu vida es valiosa", y segundo, porque Lan Wangji actuó por su propia cuenta... Si Lan Wangji no recibió ninguna orden para protegerlo, y lo había encerrado para cuidarlo de cualquier ataque improvisado del enemigo, todo para asegurar su bienestar, podría decirse que se preocupaba... ¿Por él? Si eso era cierto, ¿Por qué lo trataba tan indiferente?
--Así que él... ¿No es tu guardaespaldas? --Siguió preguntando Yao Sabadell al desear continuar con la conversación.
Mo Xuanyu no supo de dónde venía ese término de creer que era su "guardaespaldas". Ni siquiera eran cercanos como para que creyera que Lan Wangji era su benefactor. Sin embargo, su corazón deseaba que fuera cierto. No supo qué responder al respecto. Deseaba que todo el mundo creyera que él era su guardaespaldas.
Yao Sabadell fue testigo de su silencio, y simplemente sonrió un tanto fingido. --Lan Wangji tiene una gran dicha de proteger a alguien como usted, para serte sincero.
Mo Xuanyu le dirigió por un momento la mirada. --¿Una gran dicha? ¿Por qué?
--Vi lo que intestaste hacer la noche anterior al burlarte del enemigo. No creí posible que fueras a quitarte la ropa --Se río--. Debe ser bastante entretenido protegerte por tus auténticas decisiones que suelen ser muy inteligentes.
Mo Xuanyu se sintió un tanto avergonzado cuando le confesó que lo había visto desvestirse. Sabía que tenía muchos ojos puestos en él en ese preciso momento; Zewu-Jun era uno de ellos, pero nunca esperó que Yao Sabadell también lo estuviera observando.
--Yo no hubiese hecho eso en tu posición --Yao Sabadell continuó--. Jamás se me hubiese ocurrido, y fíjate que fue muy práctico. Me gustaría tener esa audacia estratégica que posees.
--Por favor... --Mo Xuanyu desvió la mirada con una sonrisa--. No es necesario que me halague tanto... Más bien, fue una estupidez, nada profesional.
--Y eso es lo que lo vuelve divertido. ¿Ahora me entiendes cuando te digo que Lan Wangji tiene suerte de ser tu guardaespaldas? Es porque eres muy divertido, Mo Xuanyu. Al menos, yo me divierto bastante estando contigo.
Mo Xuanyu cerró los ojos sin borrar la sonrisa. La tristeza que había adquirido al sentir que Lan Wangji lo ignoraba, pasó a segundo plano cuando se estaba sintiendo muy bien al estar al lado de Yao Sabadell. Para ese entonces, Mo Xuanyu cambió muy rápido de parecer, y jugueteó con su comida con el tenedor para decir: --Nada que ver. Lan Wangji no es mi guardaespaldas porque él y yo no somos amigos.
--Oh... --Yao Sabadell pareció sorprendido, pero no lo suficiente cuando le entregó una agradable sonrisa. --Entonces, hay una vacante disponible.
Mo Xuanyu lo miró con un leve entrecierre de sus ojos. --¿Usted cree? ¿Qué lo hace pensar así?
--Al menos que tengas a otra persona en mente... Me gustaría solicitar esa vacante. ¿Dónde llevo mis papeles?
Mo Xuanyu se río al parecerle muy gracioso.
--Quizás, debería ser un poco más elocuente --Yao Sabadell carraspeo e irguió la espalda para luego tomar una postura más elegante hacia él--. Mi estimado, permítame expresar mi admiración por su valentía al enfrentar las adversidades. Anoche, al ofrecerse como voluntario para atraer a los bandidos, demostró un coraje excepcional. Rara vez he visto a alguien tan valiente como usted. Su acto altruista merece elogios y reconocimiento --Mo Xuanyu se río nuevamente. Él continuó al decir-- ¿Podría enseñarme más de sus destrezas? Me encantaría ser su más noble aprendiz si me concede el honor de suplir la vacante disponible.
--¿Tanto desea obtenerla? --Mo Xuanyu lo miró divertido.
Yao Sabadell se puso de pie y luego hizo una reverencia hacia él, teniendo uno de sus puños frente a su pecho como muestra de su seguridad.
Para ese entonces, Mo Xuanyu sintió un poco la vergüenza de que estuviese haciendo esto frente a todos los ministros donde podrían verlos y murmurar tonterías. Es decir, él era el hijo de Jin GuangShan, y Yao Sabadell era el hijo del líder del clan Yao, debían comportarse frente a lo demás para mantener su buena imagen política, pero Yao Sabadell era muy entusiasta y bastante extrovertido al hacer estos actos nobles sin la preocupación de ser criticado.
Mo Xuanyu se estaba entreteniendo con su forma particular de hacerlo sentir importante. Sin embargo, cuando giró por un instante hacia donde estaba Lan Wangji, pudo notar que éste había dejado de comer, pero no se había ido.
Lan Wangji se quedó pendiente de ellos al observar el comportamiento de Yao Sabadell. Pero eso no fue todo, Mo Xuanyu también se dio cuenta de las miradas de los otros ministros que estaban sentados cerca de ellos, observando principalmente la reverencia inusual de Yao Sabadell.
--¿Qué dice, estimado? --La voz de Yao Sabadell volvió a surgir, ajena a las miradas de sus hombres. Sin embargo, antes de que pudiera decir algo más, se percató de que Mo Xuanyu había estado observando a Lan Wangji por durante un tiempo prolongado. Cuando dirigió su mirada al hombre de blanco, Yao Sabadell se dio cuenta de que el Jade no siguió perdiendo más el tiempo en ellos y se retiró con sus platos entre sus manos-- Ya veo --Alegó--. No hay nada que pueda hacer si la vacante ya está apartada.
A pesar de que su voz se escuchó desilusionada, su sonrisa se hizo ver en todo momento sin la intención de criticarlo.
Mo Xuanyu se dio cuenta de lo que causó ante la distracción. --¿Qué? --De hecho, balbuceó en su pésima defensa.
Yao Sabadell no siguió perdiendo cara. Estuvo a punto de irse cuando Zewu-Jun, en compañía de otros hombres como el capitán Yao, se hicieron ver en el comedor.
Llegaron diciendo el informe de los resultados de la emboscada de ayer: Aparentemente, todo había sido un éxito, pero temían que varios malhechores todavía estuviesen en la fuga, por lo tanto, el comedor se convirtió en una sala de conferencias cuando el capitán Yao expuso la importancia de continuar con un nuevo plan de captura que les brindará la mayor seguridad posible.
El debate entre Zewu-Jun y el capitán Yao se detuvo cuando una figura de mayor autoridad se hizo presente al entrar por la puerta: El líder del clan Yao llegó a la residencia. Ingresó, logrando que todos los guardias y ministros hicieran una reverencia hacia él, incluyendo al capitán Yao. Aquellos que estaban todavía sentados, se pusieron de pie, donde Mo Xuanyu tuvo que quedar justo al lado de Yao Sabadell para hacer una reverencia.
--Zewu-Jun, Mo Xuanyu, Hanguang-Jun --El líder del clan Yao echó un vistazo y vio cómo Lan Wangji se hizo ver con la misma postura que los demás--. Me alegro de que estén aquí. Les informo que Jin GuangShan junto a Lan Qiren están solicitando que regresen a Jilintai. Lo informaron a través de esta carta.
Sacó el sobre decorado con un lazo dorado mediante el cual Lan Xichen supo de quién provenía exactamente. De hecho, Mo Xuanyu también lo reconoció, y fue allí cuando su corazón se agitó al saber que provenía de su preciado hermano mayor, Meng-Yao.
Su pecho se emocionó cuando vio a Zewu-Jun coger de la carta para leer el contenido, deseando ser él quien la pudiese tener primero entre sus manos.
--Vine a informarles de forma presencial este inconveniente ahora que, gracias a su ayuda, el problema se está solucionando en el Monte Huaicang --Dijo el líder del clan Yao--. Si necesitan irse, me gustaría estar informado para continuar el caso sin su ayuda.
Zewu-Jun le explicó su punto de vista de ir en búsqueda de los malhechores que habían logrado escapar. El líder del clan Yao asintió ante su explicación y también le dio la oportunidad a Yao Sabadell de abrir un debate cuando impartió su opinión al respecto. Por otro lado, Mo Xuanyu prefirió tomar la oportunidad para coger la carta que Zewu-Jun había dejado sobre la mesa, detallando la hermosa fuente de letra de Meng-Yao.
Un leve suspiro salió de su pecho cuando sintió extrañas mariposas en su estómago. No sabía por qué se sentía tan entusiasmado por saber de él. Lo cierto es que lo había extrañado muchísimo. Lo tenía literalmente clavado en su pecho, suspirando por el anhelo de volverlo a ver.
--Sería una pena su ausencia ahora que estamos más cerca del final --Expresó Yao Sabadell abiertamente hacia Zewu-Jun, logrando llamar la atención de Mo Xuanyu cuando sintió que esta conversación lo incluía--. Cada ayuda que nos han brindado ha sido muy importante para nosotros. No deberían marcharse todavía.
--Entendemos --Zewu-Jun respondió al verse compasivo por las palabras de Yao Sabadell. De cierta forma, sentía una desagradable sensación de dejarlos antes de finalizar la misión--. Pero desconocemos los asuntos que se estén presentando en el Palacio Jin. Como podrá entender, debemos tomar precauciones en cuenta a...
--Yo me quedaré.
De pronto, Zewu-Jun enmudeció abruptamente al escuchar aquella voz. Cuando giró despacio hacia Mo Xuanyu, él hizo una reverencia con las manos en alto. --Disculpa la interrupción, Zewu-Jun. P-Pero, le prometí al joven Yao Sabadell en continuar con la búsqueda hasta finiquitar la misión. No veo conveniente irnos ahora que estamos a un paso de ganar la batalla.
Mo Xuanyu no lo miraba directamente a la cara. Se mantuvo con la cabeza agacha y los brazos arriba todo el tiempo, sabiendo que hizo mal al interrumpirlo de esa forma. Ante la vista de todos los presentes, Mo Xuanyu se convirtió en una novedad poco conocida. Su acto altruista llamó la atención de los ministros, terminando por murmurar entre ellos. Por su parte, él no miraba a nadie a los ojos, pero sí podía sentir lo que su discurso había causado en todos, y de pronto, empezó a temblar.
--Y-Yo --Tragó lento--, no deseo irme. Me quedaré aquí los días que han de ser necesarios --Mo Xuanyu elevó muy lento su mirada hasta observar a Yao Sabadell--. Ustedes nos importan, y estoy dispuesto en continuar y resolver la problemática hasta el final como se lo prometimos.
Hubo un completo silencio después de sus fuertes declaraciones. Yao Sabadell nunca le quitó la mirada de encima. Su semblante desilusionado cambió gradualmente a uno dónde la esperanza parecía estar de su lado, y le sonrió.
--De acuerdo... --Por otro lado, Lan Xichen por fin hizo acto de presencia, y cuando iba a tomar de la carta que había dejado sobre la mesa, se dio cuenta de que Mo Xuanyu la tenía entre sus manos-- Ya veo... Jin GuangShan de seguro está necesitando ayuda en el Palacio Jin. Si ha de ser así...
--Deseo quedarme, Zewu-Jun --Mo Xuanyu insistió sin dejarlo terminar nuevamente--. Por favor, si mi Padre necesita de nuestra ayuda, puede esperar. El clan Yao es nuestra prioridad, debemos terminar lo que comenzamos. Todo por los residentes del Monte Huaicang.
El líder del clan Yao se vio secretamente sorprendido por la lealtad de este señorito. Jamás creyó que Mo Xuanyu sería el hijo de Jin GuangShan que tuviera más determinación en resolver una problemática que, por más que se viese, resultaba irrelevante para el Gobierno Jin. El Monte Huaicang estaba cundido de transeúntes y población rural. Muy poco aportaba a la era industrial de la actualidad.
Mo Xuanyu solo tenía una cosa en su mente: Estrechar lazos suficientemente fuertes.
Estaba seguro de que Meng-Yao lo haría de esta manera, y no desistiría hasta obtener la satisfacción de haberlo hecho bien.
Además, no podía irse sin antes entregarle buenas noticias a su Padre. No deseaba llegar con las manos vacías. Debía demostrarle a su hermano mayor y a su progenitor que tenía la capacidad de resolver una misión por sus propios medios.
Mo Xuanyu, entre la inquietud, pudo observar cómo los hermanos Lan intercambiaron miradas por un breve instante. Para ese entonces, no entendió el significado de esas miradas, pero sí escuchó la voz del líder del clan Yao decir:
--Me halaga su lealtad, joven Mo --Habló en gratitud--. Pero, no necesita quedarse si Jin GuangShan lo necesita en el palacio. Nosotros estaremos bien. Solucionaremos lo que queda del problema por nuestros propios medios.
--No me iré --Continúo, sin cambiar de opinión--. Zewu-Jun...
Lan Xichen alzó la mano en una señal de que se detuviera. Justo después de sentir el silencio tan anhelado, giró hacia el líder del clan Yao para decir --No se preocupe. Yo viajaré de retorno al Palacio Jin mientras que Lan Wangji y Mo Xuanyu seguirán prestando apoyo a la problemática --Hizo una reverencia hacia él--. Espero pueda aceptar este cambio de planes.
Cuando Mo Xuanyu escuchó que solamente él iría ante el llamado de Meng-Yao, observó la aprobación del viejo Yao al estar de acuerdo con la decisión que acabó de proponer, logrando sentir bastante alivio porque lo haya escuchado. No esperaba que Zewu-Jun le permitiera quedarse, y mucho menos, haya dejado a Lan Wangji en su compañía para terminar por solventar la problemática.
Ahora su inquietud se enfocó en Lan Wangji. Iba a quedar solo con él... Se rascó un poco la mejilla con un ligero sonrojo. ¿Debía disculparse de nuevo por lo de la otra noche? No tenía sentido... ¿O sí?
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Zewu-Jun tuvo que retirarse esa mañana temprano para dirigirse a la zona central de LanlinJin. Antes de partir, le propuso a Lan Wangji quedarse para prestarle apoyo a Mo Xuanyu, y, a éste último le sugirió paciencia, ya que seguramente las cosas no serían sencillas de ahora en adelante.
Horas después empezaron a elaborar un nuevo plan estratégico para ir en búsqueda de los malhechores restantes. Varios de los guardias del clan Yao se fueron a recorrer los mismos lugares de ayer, y también los rincones sospechosos del Monte Huaicang. El escuadrón se dividió en dos segmentos, dónde en esta ocasión, Mo Xuanyu pudo salir al ofrecerse como anzuelo nuevamente.
Mo Xuanyu consiguió información valiosa al hacerse pasar por un loco de la comunidad. Los pueblerinos no lo veían como un enemigo y tampoco como el hijo de Jin GuangShan. La vida rural era atrasada, pero llena de mucha información. Le notificó a Yao Sabadell sobre sus hallazgos, recolectando pistas de dónde podrían estar los miembros restantes de la pandilla, y planificaron el siguiente movimiento para ir tras ellos.
En menos de tres días lograron detener a los fugitivos. Los atraparon y los llevaron al calabozo de la región central del clan Yao. Todo esfuerzo dio resultado. Cayó la noche y varios de los guardias que se habían quedado en la residencia real del Monte Huaicang, se vieron festivos por la victoria. Sirvieron una cantidad exagerada de comida como parte de la celebración del buen trabajo en equipo.
Por otro lado, en la habitación compartida, Mo Xuanyu sostenía entre sus dedos un paño presionando su hombro derecho gracias a un rasguño increíblemente extenso por una vara de metal que no vio cuando tuvo que correr para escapar de los enemigos. No se dio cuenta de ese dilema, y ahora sentía la sangre escurrirse por su piel blanca.
--Bébelo --Lan Wangji le acercó un recipiente lleno de medicina--. Te ayudará a desinflamar.
Mo Xuanyu odiaba tomar medicina. Se rehusó, pero sabía que sería inútil estando Lan Wangji a su lado. La bebió y luego sacó la lengua ante el desagradable sabor. En ese proceso, Lan Wangji fue cuidadoso e ignoró las quejas del menor. Se enfocó en echarle un vistazo a la herida de su hombro.
--N-No retires el paño, me duele... --Mo Xuanyu le pidió con dolor. Para ese entonces, Lan Wangji sacó un pañito nuevo compuesto de nubes y limpió con mucho cuidado la herida.
Mo Xuanyu se quejó cada vez más, pero luego terminó por soportarlo al sentir que Lan Wangji lo vendó. Suspiró al sentir solo la presión del vendaje hacerle daño. Estos últimos tres días, Lan Wangji había optado por ser su guardaespaldas. Recordó lo que le dijo Yao Sabadell con respecto a que el Jade tenía mucha suerte de tenerlo bajo su protección. Para ese entonces, Mo Xuanyu no estaba seguro si el suertudo era Lan Wangji o él.
Lo cierto es que, botó un soplido nuevamente, no porque estaba herido, fue precisamente porque su corazón no dejaba de latir por tenerlo tan cerca. Lan Wangji lo estaba matando por dentro. Le estaba haciendo la vida imposible. A Mo Xuanyu se le estaba haciendo difícil desaprovechar la oportunidad de estrechar lazos también con él...
Cuando el hombre de blanco terminó por vendarlo, Mo Xuanyu agradeció y luego recurrió a colocarse la camisa y abrochársela. Sin embargo, Lan Wangji se lo impidió.
Mo Xuanyu lo miró con confusión. Allí, Lan Wangji interrumpió su intención de abrocharse los botones de su camisa. Para ese entonces, el dedo de Lan Wangji viajó entre la tela negra y las separó, dejando a la vista la región de su cadera izquierda. Sus ojos dorados se concentraron allí, observando pequeños hematomas que debían ser sanados.
Mo Xuanyu no supo qué había pasado, pero ese dedo deslizándose por su piel para evaluar los hematomas, no lo tranquilizó en lo absoluto. Más bien, lo alborotó más.
Dicen por ahí que cada persona posee diferentes zonas erógenas por todo su cuerpo. Bueno, aparentemente, esa zona al lado de su cadera izquierda parecía ser un botón de encendido que desconocía.
Mo Xuanyu no supo exactamente qué sucedió consigo ante el ligero roce, pero su corazón se aceleró demasiado, al grado de volverse un poco inquieto. No sabía muy bien qué le pasaba, y tampoco qué tenía pensado hacerle Lan Wangji. Era solo un moretón, no era tan grave... ¿Cierto?
Lan Wangji sabía de técnicas curativas, por eso creía que cuando existía una herida, debía ser sanada rápidamente para evitar que se agravará. El cuerpo es un templo y había aprendido a lo largo de toda su vida que toda herida era la abertura para el ingreso de malas energías, por lo tanto, debía ser tratada con premura, parsimonia y delicadeza. En este caso, un moretón pequeño podía convertirse en un hematoma, un estanque de sangre dañada. Si no se curaba podría convertirse en una energía maligna residiendo en su interior.
Con las yemas de sus dedos cogió crema antiinflamatoria y lo depósito en esa área con suaves movimientos circulatorios hasta que se absorbiera por completo. Mo Xuanyu suspiró más de una vez al observar con cuidado como esos dedos parecían fundirse en su piel translúcida. Cada vez se sintió más rígido y tenso, y lo peor del caso es que no se estaba refiriendo a los músculos de sus brazos o piernas.
De hecho, ante la incomodidad de sentir la parte baja de su pantalón apretar, empezó a prensar la mandíbula, perdiendo un poco la cabeza.
Cuando Lan Wangji finalizó la sencilla curación, retiró sus dedos de aquel lugar de manera natural. Sin embargo, Mo Xuanyu sintió que algo faltaba. La presión de los dedos sobre su piel ya no estaba. Ya no ardía. La necesidad que sintió a continuación lo llevó a tomar nuevamente la mano de Lan Wangji, atrayendo la atención del Jade.
Ante la torpe iniciativa, Mo Xuanyu condujo nuevamente sus dedos a esa zona. --Creo que... Todavía falta --Su voz fue muy baja, como invitándolo por segunda vez a que lo siguiera acariciando.
Quería que Lan Wangji lo siguiera tocando. Le gustaba. Aunque, de un solo jalón, Lan Wangji se rehusó por completo. Mo Xuanyu se petrificó como si esos ojos dorados tuvieran el mismo poder de medusa. Lan Wangji se retiró justo después al ponerse de pie, dándole la espalda.
Por un momento, Mo Xuanyu sintió que se quebraría en pedazos. Uno tras otro hasta convertirse en polvo. La vergüenza se le subió a la cabeza al darse cuenta de que se dejó llevar por las turbias sensaciones de su corazón. Intentó explicarse ante él, pero Lan Wangji no estaba dispuesto a escucharlo.
Mo Xuanyu reflexionó antes de decir algo imprudente, aunque había algo en Lan Wangji que comenzaba a notar. Poco a poco, Mo Xuanyu se daba cuenta de que sentía atracción hacia los hombres, y ahora parecía tener un sexto sentido para detectar quiénes podrían sentir esa misma atracción hacia él. Aunque Lan Wangji aparentaba ser un hombre recto y deseado por las mujeres, algo en su comportamiento sugería que ocultaba algo más.
Ese silencio que lo rodeaba era un enigma; su evasión despertaba en él una curiosidad que anhelaba descubrir.
--Lan Wangji --Lo llamó con una entonación baja y un ligero sonrojo. Cuando el Jade terminó de recoger todo lo que había traído como primeros auxilios, le dirigió la mirada de reojo, pareciendo esperar una respuesta rápida--. Gracias y discúlpame.
El Jade pareció mirarlo por más tiempo de lo que él tenía pensado, por lo que, Mo Xuanyu creyó que tenía un discurso a su favor. --Y-Yo... No quería causarte ningún inconveniente. Es solo que a veces me haces sentir que...
La puerta se abrió y luego se cerró, dejándolo con las palabras en la boca.
La voz de Mo Xuanyu cayó de manera abrupta debido a la impresión de haberse ido sin terminar de hablar. Ni siquiera se despidió. Un dolor extraño, similar al rechazo de no haber sido correspondido en el momento que quería confesarse, le hizo sentir un extraño disgusto, pues, le desagradó de sobremanera.
¿Por qué tenía que ser tan malo con él?
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Era de noche cuando Mo Xuanyu se encontraba sentado en el mismo lugar del comedor. No había vuelto a ver a Lan Wangji y da la casualidad de que no se encontraba merodeando por ahí. Mo Xuanyu se sentía peor que esa mañana cuando pensaba en él. Estaba molesto, pero, sobre todo, triste.
Pronto sería la hora de dormir, y le incomodaba de cierta forma regresar a la habitación y encontrarse con Lan Wangji. Los latidos del corazón le golpeaban la garganta cada vez que anhelaba confesarle su amor, pero no sabía si llegaría a ser una buena idea.
De paso, esa idea recurrente comenzaba a frustrarlo. No sabía a qué se debía esa necesidad de confesarse. Jamás había sentido algo similar en su vida, pero ahora que habían pasado varios días juntos, solos, compartiendo la misma habitación, creía que era la oportunidad perfecta para declararle su amor. Después de todo, rara vez tenía la oportunidad en el Palacio Jin.
Deseaba vivir una de sus fantasías, aunque sea una sola vez.
--Oh, Mo Xuanyu. Es agradable verte por aquí a esta hora --Aquella voz masculina llamó su atención. Cuando giró hacia atrás, Yao Sabadell parecía venir de afuera al verlo sostener un cigarrillo usado en la mano--. ¿Ya te irás a dormir?
Mo Xuanyu sacudió la cabeza. --No, en realidad. Yo... --Justo después se quedó en silencio, no sabiendo qué decir.
Al no escuchar una conclusión a su respuesta, Yao Sabadell ladeó la cabeza. --¿Desea algo? Puedo ayudarle en lo que necesite.
Mo Xuanyu sonrió, pero luego desvaneció la sonrisa cuando su ansiedad social volvía a opacar su valentía. Decidió negar suavemente con la cabeza, y así regresar su vista hacia las habitaciones, teniendo la duda de si justo ahora sería una buena idea de buscar a Lan Wangji y decirle todo lo que le hacía sentir.
--Bueno, es bueno saberlo --Yao Sabadell continuó con lo suyo sin descifrar lo que tenía pensado hacer Mo Xuanyu. Con mucha tranquilidad, tomó asiento a su lado--. Ya que estamos a solas, me gustaría aprovechar el tiempo y hablar con usted.
Mo Xuanyu le dirigió la mirada.
--¿Sería tan amable? --La sonrisa de Yao Sabadell era tranquila y enorgullecedora. Parecía transmitirle a Mo Xuanyu que deseaba hablar de temas políticos. Había buenas noticias en esa mirada, por lo que el menor pensó que no era ni mala idea tardarse un poco más antes de regresar a esa turbia habitación.
--Sígame --Yao Sabadell se levantó y le indicó con la mano una sutil invitación--. Quiero que vea algo.
Mo Xuanyu no se esperó eso. Por supuesto que fue un poco sorpresivo, pero decidió ponerse de pie para ir detrás de él. Cuando llegaron a un área más privada, similar a una de las habitaciones de la residencia real, Mo Xuanyu cerró la puerta y pudo ver cómo Yao Sabadell sacaba dentro de un baúl una botella de licor intacta.
--Le prometí en algún momento traer un poco de licor --Le sonrió--. ¿Le gustaría celebrar conmigo el logro de esta misión? Sin usted, nunca lo hubiésemos podido lograr, estimado.
Mo Xuanyu no podía creer que realmente había traído una botella de licor y la había ocultado solo porque él se lo había pedido desde un principio. Se supone que estaba prohibido beber en esta residencia, ni siquiera los guardias bebieron en el comedor cuando se celebró la victoria.
Al ver la botella y los ojos oscuros de Yao Sabadell esperando ansioso porque aceptará, Mo Xuanyu sonrió con los ojos cerrados. --Sería un gusto beber con usted esta noche, caballero.
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Esa botella que antes estaba llena, ahora iba por la mitad. Mo Xuanyu no bebía, pero le gustaba el efecto que causaba en su cuerpo junto a alguien muy agradable.
En su mente estaba la última vez que se embriagó en el Palacio Jin junto a él. Yao Sabadell era bastante entusiasta y alegre. Sonreía todo el tiempo mientras hablaba más de la cuenta, por lo que, Mo Xuanyu se sintió cómodo todo el rato al mantenerse en silencio mientras el vaso de licor se humedecía entre su mano.
Con Lan Wangji era diferente. Ambos eran callados, y los silencios incómodos eran demasiados frecuentes. Él se sentía nervioso a cada instante, pero con Yao Sabadell era todo lo contrario. Se sentía aceptado.
De pronto, se escuchó al otro lado de la puerta dos golpes concisos que no quisieron explicarse, sino después cuando Yao Sabadell abrió la puerta, donde la mirada de Lan Wangji lo observó de inmediato. --¿Has visto a Mo Xuanyu?
Yao Sabadell ladeó la cabeza ante la inesperada pregunta, sin siquiera un saludo de por medio... Lan Wangji no esperó. Le pidió permiso para ingresar, logrando que retrocediera.
Para ese entonces, Lan Wangji ingresó y vio al menor sentado en una silla con ambas piernas cruzadas y un vaso en la mano. El ligero rubor que proyectaba sus mejillas, además de esa bebida en la mano, le comunicó que estaba bebiendo alcohol.
--¿Te gustaría beber con nosotros? --Yao Sabadell lo invitó de una forma muy cortés-- Adelante, Hanguang-Jun. Puede unirse a nosotros sin compromiso.
--Gracias, pero no --Lan Wangji fue franco en su decisión. De hecho, regresó su mirada a Mo Xuanyu, y éste parecía más callado de lo usual con una extraña coquetería en sus ojos.
Lan Wangji tuvo intenciones de llevárselo de aquí, pero Mo Xuanyu parecía estar influenciado por el alcohol, y no había nada más que repudiara en esta vida que alguien bebiendo alcohol a su lado.
--Si tanto lo piensa, es porque deseas hacerlo --Yao Sabadell alegó y luego le llenó un vaso con una sonrisa-- Adelante, únete a nosotros con confianza. Aquí estamos bebiendo sanamente.
--No está permitido --Lan Wangji frunció el ceño.
--Tranquilo. Es nuestro secreto --Yao Sabadell le guiñó el ojo.
Lan Wangji observó el vaso en la mano del hombre bastante insistente porque lo cogiera. No entendía cómo el heredero del clan Yao fuera tan desleal a las normas de esta pequeña residencia. Sin embargo, lo que menos podía entender era cómo Mo Xuanyu se dejó influenciar, sabiendo lo estricto que era Meng-Yao al no beber con desconocidos.
Esto último lo sabía gracias a su hermano. Meng-Yao y él se contaban todo... Lo cierto es que Lan Wangji sabía muchas cosas de Mo Xuanyu fuera de su voluntad gracias a su hermano. Una de ellas era que, hasta ahora, conocía que no bebía.
Lan Wangji ignoró en todo momento a Yao Sabadell para enfocarse en Mo Xuanyu. Dirigió ahora su atención a la botella que estaba sobre la mesa y la cogió para verificar el grado de alcohol, y para su suerte, no era tan elevado.
--No nos embriagaremos hasta vomitar si eso le preocupa, Hanguang-Jun --Yao Sabadell insistió--. Si no le gusta beber, entonces, puede quedarse hablando con nosotros. De todas formas, no estoy dispuesto en quitarle la vacante de proteger a esta dulce persona...
Lan Wangji lo miró con extrañeza.
--¿Sucede algo? --Yao Sabadell sonrió un tanto divertido al ver su confusión--. Usted es como el guardaespaldas de Mo Xuanyu. Siempre está atento a dónde quiera que vaya. Eso es ser un buen amigo.
Lan Wangji negó al sacudir la cabeza. Allí, no bastó ni un segundo más cuando se hizo a un lado y simplemente salió de la habitación sin quisiera decir un adiós. Para ese entonces, Mo Xuanyu sintió el amargo sabor de lo predecible. Sabía que Lan Wangji no bebía, y tampoco se iba a quedar a perder el tiempo hablando con ÉL.
Esa indiferencia era un claro ejemplo de que lo rechazaba. No le gustaba como hombre. No le atraía. No se sentía deseado. Un pequeño eructo salió de sus labios que pudo retener al instante. Sus ojos afligidos, recordaron la botella en la mesa y la cogió para depositar más bebida en el vaso.
Por otro lado, Yao Sabadell no supo qué había sucedido con Lan Wangji. Todavía lo estaba procesando hasta que vio extraño esa forma de Mo Xuanyu de abastecer su vaso medio lleno. --Eh... Joven Mo... --Pero, justo cuando iba a detenerlo, el rostro de ese chico tan afligido, lo dejó sin aliento.
--Alguna vez... --Le dijo, bastante afectado-- ¿Has sufrido de un amor no correspondido?