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El desfile de Dafne. Ritual y exaltación en el Imperio seléucida (The Daphne parade. Ritual and exaltation in Seleucid Empire).

2014, Mundo Iranio nº5

Throughout history, the Seleucid military might demonstrated many times its importance for the maintenance, expansion and defense of the Empire. Rarely the Seleucid army was defeated in a campaign and it happened in front of the almighty Rome. After the defeat at Thermopylae and Magnesia, and following the imminent withdrawal must conquer the Ptolemaic Empire, the new king Antiochus IV Epiphanes held a military parade as never been done before, its real purpose is unknown, but the Seleucids showed the world the power that still had the Empire. Through the stories of several classic sources, we can come closer to this event and what it could entail.

1 EL DESFILE DE DAFNE. RITUAL Y EXALTACIÓN EN EL IMPERIO SELÉUCIDA THE DAPHNE PARADE. RITUAL AND EXALTATION IN SELEUCID EMPIRE Arturo Sánchez Sanz asblade@msn.com Licenciado en Historia (UCM), Máster en Historia y Ciencias de la Antigüedad (UCM/UAM) Doctorando en Estudios del Mundo Antiguo (Univ. Complutense de Madrid). Resumen. A lo largo de la historia, el poderío militar seléucida demostró no pocas veces su importancia para el mantenimiento, expansión y defensa del Imperio. Pocas veces el ejército seléucida fue derrotado en campaña y ello se debió sobre todo a la todopoderosa Roma. Tras las derrotas de las Termópilas y Magnesia, así como tras la obligada retirada ante la inminente conquista del Imperio lágida, el nuevo soberano Antíoco IV Epífanes celebró un desfile militar que no tenía precedentes, su finalidad concreta se desconoce, pero lo que sí es cierto es que con él, los seléucidas mostraron al mundo el poder que aún tenía el Imperio. Gracias a los relatos de varias fuentes clásicas, podemos acercarnos un poco más a este acontecimiento y a lo que pudo suponer. Abstract. Throughout history, the Seleucid military might demonstrated many times its importance for the maintenance, expansion and defense of the Empire. Rarely the Seleucid army was defeated in a campaign and it happened in front of the almighty Rome. After the defeat at Thermopylae and Magnesia, and following the imminent withdrawal must conquer the Ptolemaic Empire, the new king Antiochus IV Epiphanes held a military parade as never been done before, its real purpose is unknown, but the Seleucids showed the world the power that still had the Empire. Through the stories of several classic sources, we can come closer to this event and what it could entail. 2 I. INTRODUCCIÓN Una vez que su padre, Antíoco III Megas fue derrotado en Magnesia (190 a.C.), en Lidia, por el ejército romano comandado por Publio y Lucio Cornelio Escipión, los términos de la subsiguiente Paz de Apamea que se firmaría entre ambas potencias no sólo estipularían fuertes sanciones económicas y militares al Imperio seléucida, sino que entre sus cláusulas se exigió la entrega como rehén de su hijo menor Antíoco, quien sería llevado a Roma. La derrota ante el Imperio romano supuso un duro golpe para el imperio helenístico que, ya con Seleuco IV en el poder desde el 187 a.C. tuvo que hacer frente a serios problemas económicos para llevar a cabo el pago de las indemnizaciones que aún se debían a Roma. Ello llevaría al soberano seléucida a intentar apoderarse del tesoro del templo de Jerusalén, pero su enviado, Heliodoro, bien pudo haber encontrado allí suficientes riquezas como para pensar en apoderarse del trono y a su regreso asesinaría al nuevo monarca seléucida. No serian las cosas tan fáciles para Heliodoro y su acceso al poder duraría poco, ya que si bien el heredero legítimo al trono habría sido el joven hijo de Seleuco IV, llamado Demetrio, éste también se encontraba en Roma al haber tenido que ser entregado por su padre como rehén. La situación se presentó propicia para que Antíoco, hermano de Seleuco y recién retornado de Roma tras ser intercambiado por su sobrino, reclamara el trono con la ayuda de Eúmenes II de Pérgamo. Así lo hizo y, una vez fue eliminado Heliodoro, el nuevo soberano pasaría a controlar el vasto Imperio seléucida con el nombre de Antíoco IV Epífanes. Pronto Antíoco IV buscó la recuperación económica y militar del imperio a través de una serie de reformas administrativas, militares, etc. inspiradas en el modelo romano, que pudieron tener que ver con lo que este aprendió mientras fue su rehén. En la capital, Antioquia, introdujo los combates de gladiadores y sabemos que 250 parejas de ellos participaron en el desfile de Dafne1, acometió la ampliación de la capital con la ayuda del arquitecto romano Cosutio y optó por promocionar la creación de gimnasios por todo el imperio para favorecer el entrenamiento militar2. No tardaría mucho el nuevo soberano en enfrentarse a los Lágidas, enemigos tradicionales de los seléucidas al tratarse de importantes imperios fronterizos con intereses comunes en la zona de Levante, donde las reformas y la habilidad militar de Antíoco IV propiciaron que conquistara Chipre y todo Egipto menos su capital, Alejandría. Pero cuando estaba cerca de conseguirlo, si bien Roma no intervino cuando éste se hizo con el poder al considerar que ello no supondría un problema para los intereses romanos, Roma no estaba dispuesta a que se hiciera con el control del imperio Lágida y de esa forma aumentara aún más su poder hasta hacerlo peligroso. El cónsul Cayo Popilio Lenas fue enviado como embajador para instar al soberano Seléucida a retirarse y sus amenazas surtieron efecto en un Antíoco IV al que no le sentó nada bien la intervención romana pero que era plenamente consciente de que no podría 1 Polib. 30.25.5 y 30.26.1. SEKUNDA, Nick (1994): Seleucid and Ptolemaic Reformed Armies. 168-145-BC. Vol. 1. The Sleucid Army; Montvert, Stockport, p. 4. 2 3 derrotar a este enemigo como los recientes acontecimientos de Magnesia así demostraban e incluso a pesar de las reformas. Así, Antíoco IV prefirió abandonar sus conquistas y regresar a su territorio para preparar una nueva campaña militar, en este caso hacia la frontera oriental, que era necesario asegurar una vez que quedó claro que no sería posible llevar a cabo sus proyectos en occidente. Pero antes de ello decidió dar un golpe de efecto escénico que nos ha dejado, gracias a los comentarios al respecto de las fuentes clásicas, uno de los relatos sobre la composición del ejército seléucida más importantes de la antigüedad. En el año 167 el general romano Emilio Paulo había celebrado su victoria en Pidna con unos juegos llevados a cabo en Anfípolis, ante ello se cree que Antíoco IV decidió superar esa exhibición con un desfile en honor a Apolo que se celebraría en la ciudad siria de Dafne3, tan sólo un año después, aunque en realidad es más probable que su finalidad fuera la celebración de su victoria en Egipto4, la exaltación de los logros acaecidos en la Sexta Guerra Siria5 o la preparación con ello de la subsiguiente campaña en el Este, que buscaba restablecer la cohesión del imperio6. En cualquier caso, Antíoco IV esperaba utilizar el desfile como una muestra de su poder a nivel internacional7, de forma que el impacto fuera enorme tanto entre sus aliados como entre sus enemigos, y para los propios habitantes del imperio. Es por ello que ya en el 167 había comenzado a enviar emisarios a los distintos reinos helenísticos con el fin de asegurar la asistencia de sus mandatarios. El festival se habría llevado a cabo, probablemente, en verano, aunque se discute sobre la fecha exacta, y comenzó con un gran desfile militar8, donde se mostraron todas las unidades que integraban el ejército seléucida en aquella época, portando sus mejores galas9. El registro de este acontecimiento conforma una de las fuentes más valiosas para el estudio que nos ocupa, no sólo por lo inusual, sino también por su magnitud y simbología. II. EL DESFILE DE DAFNE Para el periodo que abarcó el reinado de Antíoco IV contamos, principalmente con los textos de Asclepiodoto, Eliano y Arriano, los cuales en sus menciones sobre el Imperio seléucida de esta época son en ocasiones muy 3 Para Polibio (30.25.1) este habría sido el principal motivo de su celebración, pero Habitch incide en que no fue el único. HABICHT, Christian (2006): The Hellenistic Monarchies; University of Michigan Press, Michigan, p. 196. 4 Ibíd. p. 12. 5 A pesar de los hechos protagonizados por Cayo Popilio Lenas, según Gera. GERA, Dov (1998): Judaea and Mediterranean politics. 219 to 161 B.C.E.; Brill, Leiden, p. 216. 6 Incluso autores como Green opina que Antíoco IV sólo buscaba mostrar al mundo que se había retirado de Egipto momentáneamente y para reunir recursos, aunque esta opción parece poco defendible pues ya tenía nuevas campañas en mente. GREEN, Peter (1993): Hellenistic History and Culture; University of California Press, Berkeley, p. 263. 7 Rostovtzeff nos recuerda, en este sentido, que en el desfile participaron miles de esclavos portando bandejas de plata llenas de dracmas. ROSTOVTZEFF, M. (1941): The Social and Economic History of the Hellenistic World. Vol. 1; Oxford University Press, Oxford, p. 497. 8 Aunque también incluía la participación de atletas y artistas que Antíoco IV hizo venir desde regiones lejanas. HABICHT, Christian; Opus cit., p. 196. 9 Polib. 30.25.3-11. 4 similares, por lo que se cree que todos ellos tomaron como fuente de información los textos del filósofo estoico Posidonio de Apamea10. Posidonio era conocido como “el Rodio” por haberse convertido esta ciudad en su hogar tras completar sus estudios en Atenas como alumno de Panecio de Rodas, aunque era originario de Apamea. De entre su ingente obra, de la cual sólo disponemos de fragmentos, la parte que más nos interesa en este estudio son sus Historias, en las que pretendió continuar la obra de Polibio donde este la había dejado y abarcando hasta la dictadura de Sila, a lo largo de, se cree, 52 volúmenes. Pero también nos habría interesado mucho otra de sus obras llamadas Tácticas, la cual también se ha perdido. Por su parte, se sabe poco de Asclepiodoto a excepción de que, posiblemente, fue contemporáneo de Posidonio, y que muy probablemente fue un oidor suyo cuando ya había recalado en Rodas11. De él conservamos parte de una obra también llamada Tácticas, donde la parte relacionada con el Imperio seléucida en el siglo II se cree que pudo basarse en la obra de Posidonio. En cuanto a Eliano, autor griego que vivió en el siglo II d. C., nos centraremos en su Taktike Theoria. Acerca del ejército seléucida en este momento, Asclepiodoto12 trata sobre su composición indicando la existencia de unidades de 16 hombres que llama lochoi, después vendría la systasis de 32 soldados (en cuatro filas de ocho, siendo estas unidades las que parece que se asignaban para la protección de los elefantes de guerra seléucidas) y la tetrarquía de 64 mandada por un tetrarca13. Ocho de estos lochoi formarían un taxis, comandado por un taxiarca14 en tiempos anteriores pero que para esta época lo serian por un hecatontarca. Dos taxeis formaban un sintagma de 256 soldados comandados por un syntagmatarca. Asclepiodoto menciona también, como pertenecientes a la plantilla del sintagma, a los “que daban ordenes de viva voz”15 (stratokerux), los abanderados (semeiophoros), el trompetista (salpinktes), “los que traían lo que fuera necesario” (hyperetes), y los ouragos o soldados situados al final de cada columna y con una misión importantísima ya que se trataba de suboficiales escogidos que cuando en contadas ocasiones la falange giraba 180º, estos pasaban a quedar en primera fila. Dos sintagma formaban una pentakosiarkia de 512 soldados, y dos de ellas una chiliarkia bajo el mando de un chiliarca16. Dos chiliarkias formaban un “ala” o “flanco” (keras o telos) del ejército con 2.048 soldados, comandada por un telarca, aunque más tarde a esta unidad se la denominaría menarkia bajo mando 10 En cuyo gimnasio pudo haber recibido su primera educación física, militar e intelectual según Sekunda. SEKUNDA, Nick; Opus cit., p. 5. 11 SEKUNDA, Nick; Opus cit. p. 6. 12 2.2. 13 2.8. 14 2,8 y Polib. 6.24. 15 Sekunda opina que sería el equivalente al romano tessararius que se encargaba, en cada centuria de una legión o de una unidad auxiliar, de las tareas de seguridad, especialmente de conocer y fijar la tessera o contraseña de cada día—lo mismo menciona sobre los hyperetes que hace equivaler con el romano custos armorum encargado de supervisar el transporte del equipamiento. En base a todo lo cual explica que la formación del ejército seléucida en época de Antíoco IV era una copia de la formación del ejército romano en base a la similitud, si bien no en el nombre, si en las funciones de sus componentes y en sus divisiones y estructuración. SEKUNDA, Nick; Opus cit., pp. 9-10. 16 Asclep. 2.10. 5 de un menarca, y dos de ellas formaban falangarkia de 4.096 soldados a cargo de un falangarka que antes de esta época era denominado como strategos. Asclepiodoto17 indica que la infantería ligera podía colocarse tanto delante de la falange como detrás, o incluso inserta dentro de esta. Se componía de unidades llamadas psilagia (256), xenagia (512), systremma (1024) al mando de un systremmatarkai, epixenagia (2048) mandada por un epixenagoi, stiphos (4096) y epitagma (8192), de forma que el resto de oficiales no son mencionados. Así, cabe destacar la aparición en el desfile de unidades romanizadas a dado pie a diversos autores para asegurar que una reforma del ejército seléucida, a imagen del sistema romano, había comenzado ya con anterioridad, y la aparición de estas tropas en el desfile seria la prueba de ello18, a pesar de que el texto que nos ha llegado no es completo y de que muchas unidades estacionadas en distintos lugares del imperio no habrían participado en él. Independientemente de ello, en el desfile sabemos que aparecieron las siguientes unidades: Infantería – 5.000 soldados romanizados, 5.000 misios, 3.000 cilicios de infantería ligera, 3.000 tracios y 5.000 gálatas, junto con 20.000 grecomacedonios19, 5.000 chalkaspides y un número indeterminado de argyraspides20 (no sabemos cuántos pero en la batalla de Rafia en el 217 Polibio21 nos dice que participaron 10.000 hombres escogidos de todo el reino y armados a la manera macedonia, la mayoría de ellos argyraspides). Haciendo un total superior a 46.000 efectivos. Caballería – 1.000 jinetes niseos, 3.000 jinetes ciudadanos, 1.000 compañeros, 1.000 “amigos”, 1.000 jinetes escogidos, 1.000 de la agema y 1.500 catafractos. Total 9.500. Otras unidades – 100 carros de seis caballos, 40 carros de cuatro caballos, 1 carro tirado por cuatro elefantes, 1 carro tirado por dos elefantes y 36 elefantes de guerra. En cuanto a los chrysaspides, estos no son mencionados en el texto con el que contamos para el desfile de Dafne, pero se trata de uno de los nombres que más se han utilizado para rellenar alguna de sus lagunas. La posible existencia de esta unidad es mencionada en la batalla de Belh-Zacarias22. En cuanto a los chalkaspides, el hecho de que esta sea su única mención en un contexto de utilización seléucida, por parte de las fuentes clásicas, hace que autores como 17 6.1. SEKUNDA, Nick; Opus cit., p. 12. 19 Rostovtzeff indica que serían descendientes de los colonos asentados en el imperio y no macedonios autóctonos. ROSTOVTZEFF, M.; Opus cit., p. 497. 20 Sekunda indica que no se mencionaran de nuevo este tipo de soldados en las fuentes posteriores y que ello podría haber sido provocado por avance de las reformas del ejército seléucida hacia la romanización, que habría hecho desaparecer esta unidad, aunque reconoce que ello puede ser debido al carácter fragmentario de las fuentes con las que contamos. SEKUNDA, Nick; Opus cit., p. 14. 21 5.79.4. 22 1 Mac. 6.39. 18 6 Sekunda23 opinen que su aparición en el desfile se podría deber a dos posibles motivos: que se hubieran incorporado el ejército seléucida los restos de esta unidad que habían actuado a las ordenes de los antigónidas hasta su derrota en Pidna frente a los romanos en el 168, o bien a que fueran el resultado de un intento de reforma de otro soberano anterior, quizá Seleuco IV, más tendente a basarse en la tradición macedonia que en las nuevas técnicas romanas. Aunque es de la opinión de que su desaparición de las fuentes se debería al ya mencionado proceso de romanización del ejército. Un caso similar pero al contrario podría haber ocurrido en cuanto a la llamada infantería “romanizada” que se menciona por primera vez en el desfile y formada por 5.000 soldados equipados a la romana (esta cifra es mayor la típica empleada para la legión por el ejército romano, que sería de 4.200 soldados, pero autores como Polibio24 indican que el tamaño de la legión romana podía ampliarse a 5.000 soldados en momentos de claro peligro o necesidad. En ello se basa Sekunda25 para afirmar su adopción y número en semejanza con el romano, llamándola la “legión seléucida”. Polibio se refiere a ellos con el curioso dato de que se trataba de soldados “en la flor de la vida”, de lo cual podríamos inferir que no se trataba de mercenarios sino de soldados regulares greco-macedonios26 que acababan de terminar su periodo de adiestramiento en las tácticas y armas romanas. En cualquier caso parece que las fuentes no nos ofrecen datos de la continuidad de este tipo de soldados tras la muerte de Antíoco IV. Acerca de los 5.000 soldados misios que participaron en el desfile, es muy probable que se tratara de mercenarios, aunque ello habría sido una clara violación de la paz de Apamea, donde se estipulaba que los seléucidas no podrían contratar mercenarios27 más al oeste de la cordillera del Tauro, aunque Antíoco IV mantenía buenas relaciones con Eumenes II de Pérgamo, quien controlaba Misia, toda vez que este le había ayudado a ocupar el trono. Sobre su equipamiento o tácticas de combate Polibio no menciona ningún detalle, pero ya que sabemos que 2.500 arqueros misios participaron en la batalla de Magnesia a las ordenes de Antíoco III, por lo que es posible que estos también lo fueran, aunque no podemos estar seguros ya que también pudo tratarse de hoplitas o tureóforos, como sugiere el hecho de que un contingente de estos al mando de un tal Apolonio fuera enviado en el 167 por Antíoco IV para restaurar el orden en Jerusalén28, por lo que no podía tratarse sólo de arqueros. El caso de los chipriotas es similar, ya que sabemos que en esta época muchos de ellos actuaban como mercenarios de los seléucidas, aunque no se menciona que participaran en el desfile de Dafne, 23 SEKUNDA, Nick; Opus cit., p. 15. Polib. 6.20.8. 25 SEKUNDA, Nick; Opus cit., p. 16. 26 Asentados desde antiguo en las colonias promovidas por la dinastía seléucida desde tiempos de Seleuco I y creadas en todo el imperio, llamadas katoikiai. WALBANK, F.W. y ASTIN, A.E. (Eds.) (1984): The Cambridge Ancient History. Volume VII, Part 01 - The Hellenistic World; Cambridge University Press, Cambridge, pp. 189-190. 27 En cualquier caso Griffith indica que el número de mercenarios que habrían participado en el desfile es mucho menor del que había actuado en los ejércitos seléucidas tradicionalmente por ese tratado. Siendo su puesto ocupado por colonos greco-macedonios. GRIFFITH, G.T. (1975): The Mercenaries of the Hellenistic World; Ares, Chicago, pp. 146-147. 28 2 Mac.5.24. 24 7 (sabemos que en el primer libro de los Macabeos se menciona a un tal Crates29 como oficial de los chipriotas que formaban la guarnición de Jerusalén en el 166, y lo propio sucede en el segundo libro de los Macabeos con un tal Nicanor30 en el 164). A quienes si se menciona es a 3.000 soldados de infantería cilicios, que portaban coronas de oro (por lo que no llevaban casco, aunque ello bien pudo deberse a un premio por su actuación en una campaña anterior o simplemente como una forma de adornar el desfile). Iban armados con jabalinas y son las únicas tropas a las que específicamente se las indica como infantería ligera, cuya actuación conocemos ya con anterioridad en Rafia o Magnesia. Por su parte, los tracios desfilaron en número de 3.000 pero su panoplia, tácticas y origen nos son desconocidos hasta el punto de no estar seguros de sí realmente se trataba de tracios que pudieron haber fundado colonias en el Imperio seléucida, quizá en Asia Menor31, o si simplemente se trataba de soldados armados a la manera tracia32 que habrían actuado como mercenarios. También participaron gálatas en el desfile, concretamente 5.000 soldados de infantería, pero desconocemos su origen. Estos se habían asentado en lo que llamarían Galacia, zona central de Capadocia, durante el primer cuarto del siglo III y desde entonces ganaron fama como tropas mercenarias muy solicitadas. Su contratación también habría violado el tratado de Apamea, pero Eumenes II de Pérgamo hacia poco (168) había conseguido controlar esa región en respuesta a los ataques de los propios gálatas sobre sus dominios, por lo que bien pudieron haber sido enviados por este como soldados mercenarios para su aliado Antíoco IV, o bien se trataba de los gálatas derrotados de ese enfrentamiento que se habían refugiado en el Imperio seléucida, aunque conocemos de su actuación en el ejército seléucida desde la época de Seleuco II33 y a lo largo de todo el siglo III. Las fuerzas de caballería fueron básicas en el ejército seléucida y de ellas sabemos por los escritos de Eliano34 y Arriano35. Esta se dividía en caballería acorazada o katafractoi y caballería no acorazada o aphractoi, de forma que, a su vez, esta última se dividía en dos cuerpos: los lanceros o doratoforoi36 (también llamados sarisoforoi, kontoforoi, xystophoroi o lonchoforoi según el tipo de lanza que portaran37, una de estas unidades actuó en Panión en el 200 bajo mando de Antíoco III38, permaneciendo en su ejército hasta Magnesia39, pero no son 29 1 Mac. 4.29. 2 Mac.12.2. 31 Quizá en Persis como sugiere BAR-KOCHVA, B. (1976): The Seleucid Army. Organization and tactics in the great campaigns; Cambridge University Press, Cambridge, pp. 42-43. 32 SEKUNDA, Nick; Opus cit., p. 17. 33 Polieno, 7,50. Polib. 5.53.3. 8. 34 2,11-13. 35 4,1-6. 36 Arriano (4,6) los llama “tarentinos” e indica que cabalgaban alrededor del enemigo o atacaban a distancia lanzando sus lanzas, de forma que al portar dos lanzas una la empleaban de esta manera y la segunda la utilizaban después para enfrentarse cuerpo a cuerpo con el enemigo, fueron muy empleados por los ejércitos helenísticos (Jen. Hell. 7.1.21) y en el Mediterráneo oriental sabemos de su primera utilización por Antígono I Monóftalmos en el 316 a. C. (Diod. 19.29.2,5). 37 SEKUNDA, Nick; Opus cit., p. 20. Indica que por lo pesado de la lanza no llevarían escudo. 38 Polib. 16.18.7. 39 Liv. 37.40.13. 30 8 mencionados en el desfile y no contamos con pruebas de su utilización después de Magnesia) y los akrobalistai o arqueros a caballo. Los katafractoi aparecen mencionados en el desfile en mayor número que el resto de unidades de caballería (1.500), sólo por debajo de los jinetes ciudadanos, y se trataba de jinetes acorazados que según Polibio40 portaban armaduras de color purpura con relieves de animales y bordados en oro. Es curioso ver que esta unidad no aparece mencionada en las fuentes como parte del ejército seléucida41 hasta el 192 aunque sabemos que serian empleados 3.000 de estos jinetes en Magnesia42 colocados en dos unidades una en cada flanco del ejército43. Por su parte, 1.000 soldados de caballería de la agema también participaron en el desfile. Sabemos que a la muerte de Alejandro el ejército macedonio se descompuso al igual que su imperio y las distintas unidades que lo componían pasaron a quedar en manos de varios de los diádocos, así Seleuco acabo controlando a la caballería de elite y a los argyraspides macedonios. Con el tiempo la unidad de caballería macedonia se habría mantenido en el ejército seléucida como agema, integrada por miembros de la nobleza de Media44 y según Polibio45 considerada como el mejor cuerpo de caballería. En Magnesia se colocó junto a los katafractoi del ala derecha, un puesto de honor tradicional en los ejércitos griegos46, mientras que la caballería de los “compañeros” estaba situada en el ala izquierda47. En el desfile también participaron 1.000 jinetes niseos48, no obstante el autor no nos ofrece más detalles. Sabemos por Arriano49 que una unidad de caballería nisia procedente de la región irania ya había participado en el ejército de Alejandro durante los últimos años de su reinado, en la campaña de la India, y probablemente en este momento también habrían sido reclutados de entre la nobleza de Media50, pues la llanura de Nisa, de donde procedían, se encontraba al sur de Media y era una región famosa por sus caballos, que eran los de mayor alzada de entre los conocidos en la antigüedad51. Por su parte, el resto de las unidades de caballería que se mencionan en el desfile habrían sido equipadas de forma más ligera que los katafractoi y quizá, a excepción de los aliados, reclutados entre los colonos greco-macedonios del imperio52. Así, los 1.000 40 Polib. 30.25.9. Liv. 35.48.3. 42 Ibíd, 37.40.5, 11. 43 Para Sekunda posiblemente se trataría de soldados no griegos reclutados entre los pueblos iraníes. SEKUNDA, Nick; Opus cit., p. 21. 44 Ibíd, p. 22. 45 30.25.8. 46 Liv. 37.40.5-6. 47 Sekunda considera que estarían armados de forma similar que los katafractoi. SEKUNDA, Nick; Opus cit., p. 22. 48 Polib. 30.25.6. 49 Arr., Anab. 6.2.3. 50 Aunque Habitch opina que no se trataría de tropas iranias ya que las derrotas de Antíoco III habrían favorecido la pérdida del control seléucida sobre las regiones orientales del imperio y las tropas que de esa procedencia se emplearon con anterioridad no habrían participado ahora en el desfile. HABICHT, Christian; Opus cit., 2006, p. 202. 51 Para Sekunda la gran alzada de estos caballos indicaría que, tanto ellos como sus jinetes, irían armados a la manera de katafractoi. SEKUNDA, Nick; Opus cit., p. 22. 52 Ibíd. p. 22. 41 9 jinetes de la unidad de los “compañeros” habrían sido nombrados así como perpetuación del cuerpo que ya actuaba con Alejandro, por lo que se trataría de un título honorífico53. Sabemos que participaron en el desfile54 adornados con phalera de oro, y en Magnesia Tito Livio55 dice que el escuadrón real o ilé, compuesto por las dos unidades de la agema y los compañeros, se situó en el ala izquierda bajo el mando del príncipe heredero Seleuco56. Mil jinetes “amigos” son mencionados también como integrantes del 57 desfile , pero Tito Livio no nos habla de ellos como parte del ejército seléucida en Magnesia, ni contamos con más datos de su existencia anterior o posterior, por lo que autores como Sekunda58 indican que bien pudo tratarse de una unidad no militar de amigos del soberano que habrían participado a caballo en el desfile y sólo durante este evento. Del mismo modo, las unidades de 3.000 jinetes ciudadanos o politikoi (con phalera de oro, la mayoría, y plata59), y 1.000 jinetes escogidos, aparecen en el desfile pero no en la relación del ejército seléucida que actuó en Magnesia. Los primeros se cree que pudieron haber sido reclutados de entre los ciudadanos más ricos del imperio, que no tenían la condición de grecomacedonios60, y cuyas ciudades de procedencia contaran con algún tratado de symmachia con el soberano seléucida que les obligaba a suministrar contingentes de caballería para el ejército en tiempos de guerra (como fue el caso de Larissa en Siria). Así, su elevado número impide pensar que fueran suministrados por una única ciudad, y sus adornos de diferente valor, podría entenderse como prueba de que no se trataba de un cuerpo unitario sino compuesto por unidades de menor tamaño suministradas por cada ciudad, por lo que no sería excesivamente descabellado pensar que cada una de ellas iba vestida y equipada de forma diferente. Por último, los 1.000 jinetes escogidos o epilektoi61 formaban una unidad que tampoco es mencionada por los autores clásicos en ningún otro momento. Finalmente, en el desfile se mencionan 4 cuerpos de carros, 100 tirados por seis caballos, 40 tirados por 4 caballos, 1 carro tirado por cuatro elefantes y 1 carro tirado por dos elefantes62. Sobre ello sabemos que en Magnesia habían participado carros de cuatro caballos (quadrigai) armados con guadañas, aunque sin relevancia 63 y en el Libro I de los Macabeos64 se menciona su utilización en la campaña de Egipto de Antíoco IV, así como la actuación de 300 de ellos en la 53 Polib. 5.84.1; Polieno. 4.9.6; Liv. 37.40.11 mencionan la existencia de un “escuadrón real” llamado ilé, dentro de la caballería del ejército seléucida, que sería en realidad la unidad de los “compañeros”. BAR-KOCHVA, Bezalel; Opus cit., p. 68. 54 Polib. 30.25.7. 55 Liv. 37.40.11. 56 Bar-Kochva considera que ambos cuerpos estarían armados de forma ligera y compuestos por soldados reclutados en Siria, Lidia y Frigia (BAR-KOCHVA, Bezalel; Opus cit., p. 68) por lo que podría tratarse de sirio-macedonios asentados en Seleucis y entre los greco-macedonios establecidos en las regiones de Frigia y Lidia (Ibíd. p. 69). 57 Polib. 30.25.8. 58 SEKUNDA, Nick; Opus cit., p. 24. 59 Polib. 30.25.6. 60 SEKUNDA, Nick; Opus cit., p. 24. 61 Polib. 30.25.8. 62 Ibíd. 30.25.11. 63 Liv. 37.40.12. 64 1 Mac. 1, 17. 10 rebelión de Judea65, aunque su número puede ser exagerado. Con respecto a los carros tirados por elefantes, estos aparecieron cerrando el desfile y se especula con que se trataría de elefantes jóvenes que no habrían sido incluidos entre la unidad de elefantes de guerra por su inexperiencia en combate. En cuanto a los elefantes de guerra del ejército seléucida, ya hemos hablado de ellos66 y su utilización es mencionada frecuentemente por las fuentes clásicas a lo largo de toda la historia seléucida, aunque en este caso, su empleo en el desfile indicaría, de nuevo, que se estarían contraviniendo los términos del tratado de Apamea, el cual posiblemente en este periodo ya no se encontraría vigente o los romanos no se atrevieron a pedir cuentas de ello a Antíoco IV67, ya que a su muerte el Senado romano envió una embajada a Siria compuesta por Cneo Octavio, Espurio Lucrecio y Lucio Aurelio con la orden de quemar los buques de guerra seléucidas y cortar el tendón de la corva de los elefantes para reducir su número a cifras que no le resultaran alarmantes. En cualquier caso parece que la medida no duró mucho, ya que en la batalla de Adasa que enfrento al ejército seléucida, dirigido por el general Nicanor, contra los macabeos, dirigidos por Judas Macabeo, se emplearon elefantes de guerra68. Estos, tradicionalmente, se dividían en unidades menores de 16 elefantes llamadas elephantachia, dirigidas por un elephantarka, aunque este título también se empleaba frecuentemente para designar el oficial al mando de toda el cuerpo de elefantes de guerra. BIBLIOGRAFIA BAR-KOCHVA, Bezalel (1976): The Seleucid Army. Organization and tactics in the great campaigns; Cambridge University Press, Cambridge. GERA, Dov (1998): Judaea and Mediterranean politics. 219 to 161 B.C.E.; Brill, Leiden. GREEN, Peter (1993): Hellenistic History and Culture; University of California Press, Berkeley. GRIFFITH, G.T. (1975): The Mercenaries of the Hellenistic World; Ares, Chicago. HABICHT, Christian (2006): The Hellenistic Monarchies; University of Michigan Press, Michigan. 65 2 Mac. 13, 2;. 1 Mac. 6, 43. En Magnesia Livio (37.40.2) indica que dos elefantes fueron colocados en los huecos entre cada una de las diez divisiones de la falange. 67 SEKUNDA, Nick; Opus cit., p. 27. 68 2 Mac. 15. 20. 66 11 ROSTOVTZEFF, M. (1941): The Social and Economic History of the Hellenistic World. Vol. 1; Oxford University Press, Oxford. SEKUNDA, Nicholas (1994): Seleucid and Ptolemaic Reformed Armies. 168145-BC. Vol. 1. The Sleucid Army; Montvert, Stockport. WALBANK, F.W. y ASTIN, A.E. (Eds.) (1984): The Cambridge Ancient History. Volume VII, Part 01 - The Hellenistic World; Cambridge University Press, Cambridge.