REVISTA HISTORIA PARA TODOS | 01
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Haro, Agustin
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Arte de tapa · Matías Muzzillo
REVISTA HISTORIA PARA TODOS | 03
Índice
SECCIÓN BICENTENARIO
10 | La “desgraciada raza indígena” y la independencia
Cristina del Carmen López
18 | Revisitando la Independencia
Elena Perilli de Colombres Garmendia
28 | Parentesco y poder. Reflexiones en torno al Tucumán borbónico y la Independencia
María Lelia García Calderón
36 | El concepto de libertad en El Sol de las Provincias Unidas (1814)
Carolina Luongo Roca
44 | Conceptos Políticos en la Gazeta de Montevideo hacia el Final del segundo Sitio
(Enero-Junio de 1814). El caso de la Lealtad
Guido Guintela
54 | Costos y beneicios de una economía en guerra. Tucumán 1810-1825
María Paula Parolo
64 | La Iglesia católica frente a las presiones democráticas del Centenario
Miranda Lida
72 | Las mujeres instruidas asumen el desafío de tomar la palabra: representaciones de la Independencia en el in del siglo
Marcela Vignoli
SECCIÓN ARTÍCULOS
80 | El conflicto de los “ismos” dentro del Revisionismo histórico y en torno a la Guerra del paraguay
Ariel Julián Otal Landi
90 | “El arte en la calle”. Vidrieras de autor y experiencia histórica de las imágenes
Juan Cruz Pedroni
98 | ¡América! Vladimir Mayakovski en México a través de la fotografía de Tina Modotti, 1925
María De las Nieves Rodríguez y Méndez
108 | Cine, censura y catolicismo durante la primera presidencia de Perón (1946-1952): el caso de
la revista Criterio
María Alejandra Bertolotto
118 | Historia viva en una narrativa de muerte: el kaidan japonés
Antonio Míguez Santa Cruz
128 | El movimiento sindical ante el “68’ uruguayo” y los “rosariazos de 1969”
Sabrina Alvarez Torres
138 | Dunas de sangre y Estados de arena: una revisión historiográica sobre las estrategias de
integración de las etnias kurdas en Siria e Iraq
Eduardo Núñez Mayeya
¡América! Vladimir Mayakovski en México a
través de la fotografía de Tina Modotti, 1925
María De las Nieves Rodríguez y Méndez
Vladimir Mayakovski, poeta soviético, decide visitar Estados Unidos en 1925. La demora de su visado le impide entrar en el
tiempo convenido y tiene que esperar en la Ciudad de México. Si bien para él aquella era una visita “inútil” el apoyo que recibe
en el país por parte de la embajada y del pintor Diego Rivera lo sorprenden descubriendo el arte y el desarrollo revolucionario
de un país que marca para siempre su obra. Esta visita fue retratada por Tina Modotti, parte vital del círculo intelectual que lo
recibe en el país.
Palabras Clave: Vanguardia, México posrevolucionario, Fotografía
Vladimir Mayakovski en México.
Ampliar el volumen de su vocabulario con palabras arbi-
Fotografías inéditas de Tina Modotti1*
trarias y derivadas.
Ma. de las Nieves Rodríguez y Méndez2
Rechazar el odio invencible al idioma que existía antes
A Penélope
de ellos.
Nacido en la villa georgiana de Bagdadi el 7 de julio de 1892,
Vladimir Mayakovski tuvo desde muy temprana edad la in-
Arrancar con honor de sus orgullosas frentes la corona
quietud por la lucha social. En 1905 se adhirió al bando del
de gloria de a centavo tejida de varas de abedul propios
grupo social demócrata local para luego unirse al movimiento
de los baños.
bolchevique una vez que su familia se mudó a Moscú donde
Tenerse de pie en la roca de la palabra “nosotros” en me-
fue encarcelado tres años después por realizar una intensa
dio del mar de silbidos y ultrajes.
labor propagandística en contra del gobierno autocrático zarista como parte del Partido Comunista. Después de casi un
Y si bien por ahora persisten en nuestro verso las sucias
año en la cárcel Mayakovski, que había dedicado este tiempo
huellas de su “sentido común” y “buen gusto”, ya tam-
a leer sobre arte y política, se convirtió en uno de los mayores
bién, por primera vez, brilla en ellos el Relámpago de la
exponentes del movimiento futurista en el país publicando, en
Nueva Belleza Futura de la Palabra Autosuiciente3.
1912, lo que sería su Maniiesto “Una bofetada al gusto del público” junto a algunos de sus amigos de la Escuela de Arte de
La Revolución de 1917 abrió las puertas a Mayakovski para la
Moscú: David Burliuk, Velimir Jlébnikov y Alexandr Kruchenyj.
consecución de una obra futurista debido, en parte, a que tras
A través de este texto los artistas se oponían abiertamente
la realización y el éxito del ilm Octubre el futurimo fue abierta-
a los preceptos clásicos de la praxis artística acogiendo en
mente impulsado por el régimen de Lenin que hizo de la van-
sus obras las nuevas premisas de la modernidad: la ciudad y
guardia el lenguaje oicial del movimiento revolucionario4. Su
su movimiento, exigiendo una serie de derechos que debían
posición política le otorgó un papel preeminente dentro de la
estar intrínsecamente relacionados con la práctica poética y el
escena artística durante este período poniendo al servicio del
soterrado ánimo antiburgués que profesaban. Propugnaban :
nuevo estado leninista su talento y producción. De este modo
fue que realizó carteles, poemas e incluso películas5 con el in
1 *Agradezco al Dr. Irving Reynoso Jaime por su atención y cuidado de
las colecciones como Director del Archivo Histórico del Centro de Estudios del Movimiento Obrero y Socialista (México) así como su oportuno
apoyo para que este material fuera usado para esta investigación.
2 Licenciada y Maestra en Historia del Arte es profesora de Artes en
la Universidad Anáhuac México Sur.
3 Juan Bonilla, Prohibido entrar sin pantalones, Madrid, Ediciones
Seix Barral, 2013, pp. 14-15.
4 El movimiento futurista fue gran influencia para los artistas soviéticos, ecos de su desarrollo pueden advertirse en el cine de Sergei
Eisenstein, Dziga Vertov, el grupo FEKS o la labor teatral de Meyerhold.
5
Mayakovski entró en contacto con el cine en el año de 1913 debido
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de difundir masivamente los preceptos de la nueva revolución
La obra poética de Mayakovski se articuló en torno
del proletariado como fundador y Director de la Revista del
a los preceptos del nuevo arte soviético leninista. Su poesía
Frente de la Izquierda del Arte (LEF) que acogió en sus ilas a
debía carecer de personajes principales, enfatizando un tipo
los artistas e intelectuales más prominentes del modernismo
de literatura al servicio de la comunidad con el objetivo de co-
soviético como Sergéi Eisenstein, los teóricos Ossip Brik, Vik-
municar al pueblo las luchas del proletariado como parte de
tor Shklovsky y Vsevolod Meyerhold, afamado director teatral
la Revolución. Para él la poesía era “un himno amoroso a la
de nombre internacional.
Revolución, al socialismo, un llamado constante a los lectores
para que no se desviaran de la nueva ideología, era una copla
El movimiento revolucionario trajo consigo múltiples cambios
patria, una arenga politicopoética, una conversación belicosa
en la sociedad y en el arte soviético. El impulso leninista dado
y original como su talento”6 y fue por esta misma razón que
a los círculos artísticos y su consecuente libertad para rea-
su poesía se desarrolló intrínsecamente bajo los preceptos
lizar ejercicios experimentales fueron fundamentales para la
impuestos por el Comintern con el objetivo de conducir a las
industria cinematográica y la plástica que se desarrolló como
masas a la victoria del proletariado. La ideología de los artistas
una reacción natural a los medios y materiales usados hasta
de la izquierda fue la base teórica para transformar la creación
el momento, postulando el uso y la fabricación de obras de
artística en arte de masas y, en su opinión, sólo el público
arte de modo mecánico tratando los objetos artísticos como
obrero y los campesinos como constructores verdaderos del
cualquier otro producto manufacturado. Sus propulsores fue-
socialismo tenían la labor de convertirse en lectores capaces
ron fundamentalmente Liubov Popova y Aleksandr Rodchenko
de difundir el mensaje de su nueva existencia por todo el mun-
quienes lograron sobrevivir con grandes esfuerzos a la margi-
do, sólo ellos podían convertirse en “lectores de verdad: y yo
nalidad a la que fueron condenados por el régimen estalinista
debo ser su poeta”7.
que terminó por truncar el movimiento. Sus trabajos arrancaron junto con la Revolución de octubre aplicando el diseño a
VLADIMIR MAYAKOVSKI EN MÉXICO
varios de los experimentos que resolvieron bajo estructuras
La voz de Maiakovski es como la tempestad que va a batalla
formales de abstracción geométrica que aplicarían posterior-
(una tempestad guerrera)8
mente a la publicidad, a la propaganda, al teatro o al cine. La
En 1925 el poeta fue comisionado para realizar un viaje repre-
temprana muerte de Popova (fallecida en el el año de 1924)
sentativo que le llevaría de Moscú a los Estados Unidos pero
inclinó a Rodchenko hacia una particular visión del constructi-
un robo truncó y acortó visiblemente sus planes9. Sin darse
vismo en base a la fotografía y el cine. Fue a partir de 1924 que
por vencido, ahorró por meses para proyectar lo que sería un
Rodchenko entraría en contacto con Mayakovski e, inspirado
por su poesía de corte futurista, comenzarían a crear un arte
conjunto que fue denominado “constructo-publicista” donde
promocionaron las industrias estatales del régimen en base a
una conjunción de imágenes con poesía.
a que conoce a Perski, un pequeño productor cinematográico que
invitó al poeta a colaborar en su revista Kino-Revista. De este mismo
año datan dos incursiones en la cinematografía. La primera se llamó
Los futuristas de Moscú y en ella Mayakovski apareció como parte del
grupo moscovita de los cubofuturistas que celebraban la inauguración
de una muestra pictórica en la capital. En la segunda, igualmente, se
mostraba una reunión de los artistas futuristas entre los que se podían
reconocer a Mayakovski, Burliuk o Kamenski. La cinta, una producción
francesa de la operadora Éclair de París, se perdió.
Fernández Santos, Ángel, Maiakovski y el cine, Tusquets Editor, Barcelona, 1974.
6 Castellote, Carmen, De Pushkin a Tolstoi y Mayakovski, Universidad Obrera de México, México, 1987, p. (37).
7 Fuster, Jaume, Poesía y Revolución, Península, Barcelona, 1974,
p. (105).
8 Bustamante, Jorge, El perro vagabundo. Memorias de escritores
rusos, FONCA, CONACULTA, México, 2008, p. (59).
9 Elsa Troilet da cuenta del robo sufrido por Mayakovski un día antes de su partida hacia México. La cantidad sustraída fueron 25.000
francos que denunció a la policía y tuvo que sufragar pidiendo a sus
compatriotas prestado aprovechando que en esos días se estaba celebrando en París la Exposición de Arte Decorativo al cual habían acudido muchos intelectuales y artistas soviéticos. Un telegrama, enviado
a Lili Brik desde París el 10 de junio diría:
“Beso a mi querida Gatita. No te preocupes y no me mandes
dinero. Pero insiste en Gosizdat. El boleto no me lo robaron. Besos.
Todo tuyo, Perrito”.
viaje de aproximadamente un año y que le llevaría por varios
10
dor mexicano se encargó de expedir el visado correspondiente
continentes . Mayakovski, como el primer poeta de la Unión
para que pudiese entrar a México “estimulando el interés del
Soviética en visitar un país capitalista, se vio profundamente
poeta soviético en el nuevo arte revolucionario mexicano [ale-
impactado por el modo de vida de las urbes americanas, tan
gando que] este arte estaba muy relacionado con el que el pro-
distintas entre sí y ejerció un análisis fundamental y compa-
pio Maiakovski contribuía a difundir, activamente, en la Unión
rativo sobre la nueva modernidad en las ciudades del capital
Soviética”14. De este modo fue que embarcó. Pero la parada en
tan diferenciadas de la vieja y no tan moderna Unión Soviética.
México era, sin lugar a dudas, estratégica. Mayakovski viajaba
con un pasaporte soviético y, para 1925, pocos eran los países
Vladimir Mayakovski abordó el vapor Espagne en el puerto
que habían reconocido la legitimidad del nuevo gobierno de la
francés de Saint Nazaire rumbo a América en el mes de junio
Unión Soviética. Las relaciones diplomáticas entre este país y
de 1925. Europa no le había dejado un buen sabor de boca. A
México se abrieron en 1924 con la llegada de Stanislaw Petko-
pesar de su contacto en Paris con Jean Cocteau, Fernand Lé-
vski. Éste, fuertemente influido por la política de Lenin, trataría
ger o Pablo Picasso (que supusieron la entrada del poeta en el
de implantar y seguir sus lineamientos en el país. Educación
mundo del avant-garde parisino en un momento en el cual era
e Ideología eran fundamentales en la República Socialista y el
deinitivo el empuje del cubismo y las vanguardias en las artes
gran auge del arte, el apoyo estatal sobre la nueva casta inte-
universales), el artista vivió esas semanas muy angustiado por
lectual permearon de algún modo en México a través del cine,
el poco entendimiento que ofrecía la intelectualidad bohemia
baluarte fundamental en la difusión ideológica leninista.15 El
hacia su expresión artística .
apoyo de Petkovski al joven Partido Comunista Mexicano hizo
11
que fuese cesado de sus actividades como embajador ya que el
La visita en París durante el mes de mayo al embajador mexica-
nuevo presidente Plutarco Elías Calles, contrario a su activismo,
no, Alfonso Reyes12, fue deinitiva para que Mayakovski decidie-
solicitó al gobierno soviético un cambio.16 El embajador, así, se
se embarcar a aquel país. Su charla, triangulada con las decla-
convertiría en una pieza clave para el viaje del poeta pues sin
raciones de Diego Rivera sobre la Revolución y el movimiento
contar con visado para entrar a los Estados Unidos, México pa-
pictórico muralista nacional, hicieron que Mayakovski mirase a
recía el lugar idóneo donde esperar el viaje.
México (a pesar de su recelo inicial) como un punto estratégico
para alcanzar su meta inal: viajar a Nueva York13. El embaja-
“Necesito viajar”, escribiría Mayakovsi, “para mí, el contacto
con todo aquello que respira vida casi sustituye a la lectura de
10 El itinerario del viaje fue el siguiente: Moscú, Königsberg (en
avión), Berlín, París, Saint-Nazaire, Gijón, Santander, La Coruña (España), La Habana (Cuba), Veracruz, Ciudad de México, Laredo, Nueva
York, Chicago, Filadelia, Detroit, Pittsburgh, Cleveland, Le Havre (Francia), Paris, Berlín, Riga y Moscú.
11
El 6 de diciembre de 1924 escribió a Lili Brik:
libros. El viaje emociona al lector de hoy. En lugar de historias
icticias, supuestamente curiosas, sobre temas, imágenes y
metáforas aburridas, surgen experiencias interesantes por sí
solas”17. El 3 de julio de 1925 arribó a costas americanas para
hacer una breve parada en el puerto de la Habana, Cuba. La
“No declamé en ningún lado. Únicamente en casa: a media voz y delante de personas seleccionadas”.
tierra caliente y el intenso sol de la isla caribeña lo inspiraron
Maiakovski, Vladimir, Cartas de amor a Lili Brik (1917-1930), Ediciones
de la Flor, Buenos Aires, 1978, p. (84).
visión resplandeciente de un paisaje del trópico18. El 8 de julio
12 Alfonso Reyes fue uno de los intelectuales más destacados en México. Fundador de El Ateneo de la Juventud, estudió Leyes y desarrolló una
fulgurante carrera diplomática. Residió en España, donde fue discípulo
de José Ortega y Gasset, hasta ser nombrado embajador en Argentina.
Regresó a México en la década de los treinta donde le fue otorgado el Premio Nacional de Literatura y residió hasta su muerte en el año de 1959.
13 En la correspondencia enviada a Lili Brik se puede encontrar una
referencia de noviembre de 1924 en donde, una vez en París y tras
habérsele concedido el permiso de estadía, Mayakovski se enfocó
a establecer contactos con América para realizar el deseado viaje a
Nueva York descartando, en un primer momento, el paso por México
por parecerle “inútil” a su objetivo inal. Con el pasar de los días y sin
obtener el resultado esperado Mayakovski, desesperado, escribió:
“Mi principal sensación es de angustia, una angustia hasta las lágrimas
y absoluta falta de interés hacia todas las cosas de aquí (¿Cansancio?)”.
Unos días más tarde, en un telegrama enviado desde París el 27 de
noviembre, conirmaría: “Espero visa americana. Si no recibo dentro
mes, mes y medio vuelvo a Moscú”.
a detallar en su Diario y en el único poema escrito de la isla la
Maiakovski, Vladimir, Cartas de amor, pp. (79, 82).
14 Richardson, William, “Maiakovski en México”, en Historia Mexicana 29, 4, 1980, p. (624).
15 Para más información véase María de las Nieves Rodríguez y
Méndez, “Imágenes colaterales. La influencia de la vanguardia soviética en la obra de Tina Modotti”, en Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM, núm. 106, 2015, pp. (149-177).
16 “El compañero Petkousky regresa a la U. R. S. S.”, El Machete, 30
de septiembre de 1926, p. 1.
17 Mayakovski, Vladimir, Mi descubrimiento de América, Consejo
Nacional para la Cultura y las Artes, México, 2013, p. (29).
18 La naturaleza lo deslumbraba mas no así tanto la sociedad.
Unas pocas horas le valieron al poeta para percibir, desde la borda,
la profunda escisión social que se vivía en el país y el anhelo de un
movimiento como el que entendían se había desarrollado en la lejana
Unión Soviética. El título de aquel poema, Black and White, describiría
REVISTA HISTORIA PARA TODOS | 101
llegaría al puerto mexicano de Veracruz. Mientras penetraba
sido presa de tantos ataques de vandalismo. Aquella representa-
la inmensa vegetación en la noche de la selva veracruzana a
ción de la Historia mexicana, de aquel “paraíso virgen con trabajo
bordo del tren que lo conduciría a la ciudad de México, escribía
libre, antiguas costumbres, iestas de maíz, danzas del espíritu
sus primeras impresiones de la nación mexicana. Admiración
de la muerte y de la vida, ofrendas frutales y florales”22 parecían
y sorpresa había marcado su llegada al puerto donde se ha-
teñir la visión objetiva de la misma de un cierto enfoque populis-
bían quebrado los imaginarios estereotípicos forjados por la
ta y proteccionista que corría un velo sobre la verdadera causa
lectura de novelas idealizadas19.
política revolucionaria. Para Mayakovski, el sentido de la palabra
“revolución” en México estaba fuertemente disociada de lo que
El verdor, la selva, los campesinos..., todo lo inspiraba profunda-
signiicaba en la Unión Soviética. En su juicio “el revolucionario
mente. Su confrontación con la realidad mexicana supuso una
mexicano es cualquiera que derroque el poder con armas con la
nueva construcción de todo el imaginario: los indios, las escenas
mano, no importa de qué poder se trata. Y, como en México cual-
populares, los limpiabotas, los vendedores de lotería o las ma-
quiera ha derrocado, está derrocando o quiere derrocar a algún
rionetas que ofrecían espectáculos callejeros le asombraban y
poder, todos son revolucionarios”23. Pero no era él el único so-
le sorprendían al mismo tiempo. Había descubierto una nación
viético que en México podía atestiguar esta impresión, ya que el
profundamente arraigada y, en parte, surrealista en la expresión
mismo embajador soviético o su sucesora, Alexandra Kollontai
de sus tradiciones populares donde la lucha del campesinado
en 1927 escribiría en su diario de viaje impresiones análogas24.
actuaba como un testimonio vital de la reciente Revolución.
Con todo, impactado por las decenas de muros pintados y de
su discurso prolijamente seleccionado, llevaría consigo diversas
Arribó a la capital mexicana la mañana del 9 de julio donde
reproducciones fotográicas realizadas por Tina Modotti de la
una comisión liderada por Petkovski y otros funcionarios de la
obra de Diego Rivera en la Secretaría de Educación Pública con
embajada e intelectuales lo esperaban.
las cuales materializaría sus impresiones mexicanas en las conferencias que dio a su regreso a la U.R.S.S., vía fundamental de
Diego Rivera20, en representación del Partido Comunista Mexi-
conocimiento de la obra del mexicano en aquel país.
cano, se encargó de fungir como guía durante la estancia del
poeta en la ciudad. Mayakovski, impresionado por el volumen
La demora en la expedición de su visado para entrar a territo-
y la capacidad artística de Diego, se dejó imbuir de sus orienta-
rio norteamericano le retuvo en el país por tres semanas. La
ciones e impresiones de la vida nacional. A Mayakovski el pintor
embajada soviética y su embajador brindaron todo el apoyo al
le resultaba “una persona robusta, con una buena barriga, un
camarada y fue a través de ésta que se insertó en el mundo
rostro ancho y siempre sonriente”21;sus historias, mitomanías en
cultural del momento. Mayakovski llegó a México en un año
ocasiones, divertían al ruso y le daban herramientas para termi-
donde la confluencia de migrantes culturales llegados sobre
nar de entender la complejidad social y cultural del mexicano.
todo desde los Estados Unidos, había hecho emerger la na-
Por supuesto, Rivera le mostró su casa, las costumbres y los
ción como un epicentro cultural fundamental en el continente,
murales que se encontraba pintando en la Secretaría de Edu-
como el “París” americano.
cación Pública. Para Mayakovski parecía claro que aquella obra
pertenecía a una campaña para ejercer una activa propaganda
Las primeras impresiones del poeta en la ciudad fueron en-
comunista en el país y por eso no era de extrañar que hubiese
contradas, por un lado, se sentía fascinado por la diversidad
cultural del país pero por el otro percibía la ciudad como una
la subcultura que parecería aflorar en el intrépido movimiento de un
puerto, la visión falsa de una realidad que en apariencia engañaba al
visitante pero que lucía dramática bajo la tinta de Mayakovski.
19 La censura del Partido Comunista sobre la literatura extranjera
fue exhaustiva llegando a purgar la entrada de obras que, según su
criterio, podían distorsionar la idea de América Latina que el ámbito
cultural soviético pretendía instaurar seleccionando sólo autores de
tendencia abiertamente comunista. En consecuencia, el imaginario de
los soviéticos sobre América Latina fue bastante limitado.
20 Rivera, para 1925, era uno de los artistas más famosos de la nueva nación mexicana, líder indiscutible del movimiento muralista había
apoyado la creación del Sindicato de Obreros, Técnicos, Pintores y Escultores Revolucionarios (SOTPE). Había pintado ya el Aniteatro de
la Escuela Nacional Preparatoria y se encontraba pintando los patios
de la SEP.
21
Mayakovski, Vladimir, Mi descubrimiento, p. (43).
urbe “pesada, desagradable, sucia e ininitamente aburrida”25.
22
Mayakovski, Vladimir, op. cit., p. (44).
23
Mayakovski, Vladimir, op. cit., p. (59).
24 Alexandra Kollontai había denotado que el militante mexicano no
poseía todas las características de un revolucionario, en su juicio el
partido y sus inscritos eran “poco numerosos, careciendo de líderes
preparados, no está en condiciones de dirigir los acontecimientos e
influir en su curso; va a la zaga de los sucesos” denotando entre ellos
la heterogeneidad de sus miembros y la falta de hábito de disciplina
debido a esto, sólo mantuvo relación con algunos de los camaradas
con los que en verdad entabló una amistad.
Rina Ortiz, Alexandra Kollontai en México. Diario y otros documentos,
México, Universidad Veracruzana, México, 2012, p. (170).
25
Maiakovski, Vladimir, Cartas de amor, p. (102).
Con Diego Rivera como guía, Mayakovski visitó museos, cines,
La casa diplomática soviética celebró asiduamente reuniones
teatros, dictó conferencias y acudió a algunas reuniones en
donde el poeta pudo declamar abiertamente sus versos. Fue a
la sede del Partido Comunista26. Se interesó, desde el primer
través de estas reuniones que Mayakovski conoció y se integró
momento, por las costumbres y tradiciones mexicanas que,
al círculo intelectual mexicano de Rafael Carrillo, secretario del
en cierto modo, le recordaban aquellas de la Rusia pre-revolu-
comité central del Partido Comunista Mexicano, el diputado ve-
cionaria. Tina Modotti lo fotograió durante su visita a la plaza
racruzano Francisco Moreno, el senador Luis Monzón, el pintor
de toros México. Mayakovski aparece en este retrato de peril,
Xavier Guerrero y Úrsulo Galván, jefe de la Liga de Comunidades
de pie en la tribuna de la plaza momentos antes de que inicia-
Agrarias. Visitas a las que acudía también una casi recién llega-
se la corrida. Las gradas estaban vacías, sólo se advertía una
da Tina Modotti que para este momento, inserta en el mundo
pequeña multitud sobre la puerta de los corredores. Su igura
intelectual-artístico a través de Diego Rivera, comenzaba a incur-
se yergue, sólida, en mitad del círculo. Devoraba con su mi-
sionar en el mundo de la fotografía como artista independiente
rada el paisaje, la gente, la estructura del ediicio que parecía
de su maestro (Edward Weston). Fue ella quien realizó siete de
dominar. Es la única foto de exterior que se ha conservado de
las fotografías que reflejan su estancia en la capital mexicana:
los paseos a los que Diego Rivera invitó al poeta, de singular
la ya referida visita a la corrida de toros y otras de las reuniones
peculiaridad al representarse solo, en un momento íntimo de
que sostuvo dentro de la embajada con líderes e intelectuales
la visita en la cual sus pensamientos lo absorbían.
mexicanos. Cuatro de estas fotografías, muestran a modo de
documento histórico, la reunión entre el poeta, Francisco Moreno, Volynski y otro intelectual que no hemos podido identiicar.
Las distintas tomas rebelan a un Mayakovski humano, afín a sus
acompañantes a los que siempre demuestra un gesto afectuoso.
Fig. 2. Tina Modotti, Vladimir Mayakovski con Francisco Moreno y Volinsky, 1925. Ciudad de México.
AHCEMOS, Col. Gianni Pignat.
Fig. 1. Tina Modotti, Vladimir Mayakovski en una plaza de toros, 1925.
Ciudad de México.
AHCEMOS, Col. Gianni Pignat.
Otra, sin embargo, muestra a Mayakovski junto a Moreno, diputado local comunista que fue asesinado tan sólo unos meses después, en septiembre de 1925 en el Palacio de Gobierno
de Xalapa, Veracruz, tras una disputa con el gobernador del
26 Su estancia en el hotel duraría tan sólo una noche, ya que como
él explicó a Lili Brik en una de sus cartas, consideró mejor mudarse a
la embajada.
Primero, es más agradable, porque la casa es hermosa y, a diferencia
de las otras representaciones, hay “poquísima gente. Cuatro personas
(después de la partida de Volynski y señora) componen todo el personal. Segundo, es más cómodo, desde que en español no sé decir
una palabra y confundo todavía todo: gracias con excusado-que ya es
closet. Tercero, no tengo plata, y aquí la cuota es de dos pesos (dos
rublos) por día, lo cual para la vida mexicana tan cara es fabuloso”.
Maiakovski, Vladimir, op.cit., p. (101).
estado, Heriberto Jara, que confrontaba una dura crisis entre
la propia situación política derivada de su mandato y los líderes de la Liga de Comunidades Agrarias de Veracruz.
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Querido señor Mayakovsky:
Sus amigos nos han informado de su deseo de visitar
Estados Unidos y organizar aquí una exposición de sus
carteles y demás material propagandístico. Nuestro estudio le dará con gusto tal oportunidad y está además
dispuesto a ayudarlo en todo lo necesario. Estamos escribiendo al respecto al Departamento de Estado, informando que nos alegraremos de ayudarlo a usted, que
viene a invitación nuestra y por tiempo limitado, que desea conocer el arte americano y el estilo americano de vida, y también exponer algo de su obra. Esperamos tener
el gusto de verlo pronto y le deseamos un buen viaje28.
De esta manera fue que al poeta se le asignó el 24 de julio
por parte del Vicecónsul, el visado correspondiente para poder
ingresar al país. Ese mismo día, en el Servicio Consular Norteamericano de la ciudad de México, Mayakovski declaraba :
Quiero ir a Estados Unidos con el in de exponer allí mi
obra y me propongo a permanecer por un período de
Fig. 3. Tina Modotti, Vladimir Mayakovski con Francisco Moreno, 1925.
Ciudad de México.
hasta 5 meses. Mi dirección en Estados Unidos de América será Willy Pogany, 152 West 46 Street, New York29.
AHCEMOS, Col. Gianni Pignat.
Tras conseguir su visado logró atravesar la frontera con alMayakovski, a pesar de disfrutar y entregarse a los distintos
gunos percances y llegar a la ciudad de Nueva York el 30 de
eventos de los que fue parte en México27, no quitó nunca aten-
julio donde el periódico Novy Mir se hizo eco de su llegada. La
ción de su verdadero objetivo: ingresar a los Estados Unidos.
visión de Nueva York impactó al poeta ruso de sobremanera
Numerosos telegramas fueron enviados a la embajada nortea-
tanto por la iluminación pública como por la modernidad que
mericana hasta que llegó el visado gracias a la intervención
la electricidad le ofrecía a la ciudad. Fue su visión futurista
de Willy Pogany, ilustrador húngaro asentado en Nueva York
sobre el lugar lo que plasmó en su diario: la Luz en farolas, pu-
quien, el 15 de julio le escribiría directamente :
blicidad, escaparates, ventanales de grandes ediicios, cines,
teatros, luz en los trenes subterráneos y en los letreros publici-
27 El 10 de julio el periódico Excélsior le haría una entrevista, la que
sería veriicada en las oicinas de la embajada soviética junto al secretario de la Legación y traductor, Volynski. Durante la charla Mayakovski se mostró afecto al país de acogida por el cual declaró sentir una
gran curiosidad y estar escribiendo un libro con el in de divulgarlo en
la Unión Soviética donde aseguró que existía “un gran interés por el
temperamento mexicano” [“Notable poeta ruso que llegó a esta capital. Vladimir Majakovsky se encuentra desde ayer en esta ciudad”,
en Excélsior, 10 de julio de 1925, p. (1)]. La simpatía despertada por
Mayakovski fue de eco también entre los círculos gubernamentales.
La visita realizada por el embajador Petkovski con el in de presentar al
poeta con el secretario de Educación Pública, Manuel Puig Casauranc,
le valió para asentar su reputada fama entre los artistas del momento.
En Antorcha, el semanario dirigido por José Vasconcelos, fueron publicados igualmente dos de sus poemas donde se dejó advertir que “la
poesía revolucionaria respira[ba] a compás del aliento colectivo, y tiene
el ritmo de grandes masas” [Los poemas publicados fueron “Nuestra
Marcha” y “Marcha a la Izquierda”: Mayakofsky, Vladimir, Antorcha.
Revista mexicana de Cultura moderna, agosto de 1925, pp. (21-22)].
Kahan, Salomón, “La poesía rusa de la Revolución frente a la poesía
“estética” (Con motivo de los poemas de Vladimir Mayakofsky)”, en Antorcha. Revista mexicana de Cultura moderna, agosto de 1925, p. (19).
tarios; “luz, luz y más luz”30. Mayakovski acudió a esa cita con
la capital del imperialismo como poeta del primer país socialista con el propósito de divulgar el mensaje del proletariado
en la clase obrera americana entre la cual era cada vez más
aceptada la nueva ideología bolchevique. En la entrevista dada
a New York World el 9 de agosto, Michael Gold dejaba ver la
impaciencia y desilusión que sentía Mayakovski por la ciudad:
El dinámico poeta ruso encuentra tibio Nueva York;
para Mayakovsky somos anticuados, desorganizados;
“Manhattan es un accidente con el cual tropezaron
unos niños”, declara.
28 Woroszylski, Wiktor, Vida de Mayakovsky, Era, México, 1980, pp.
(375-376).
29
Woroszylski, Wiktor, Vida, p. (376).
30
Mayakovski, Vladimir, Mi descubrimiento, p. (91).
Mayakovsky está en Nueva York; ¡Vladimir Mayakovsky!
ron a “impulsar el estudio de las debilidades y fortalezas de
¡Bum, bang, bum!
los Estados Unidos en vista de una lucha lejana”33. En estas
conferencias Mayakovski leía su poesía ante la expectación de
Arranquen el tren subterráneo. Enróllenlo al cuello de
los que acudían a verlo. Los boletos siempre se acababan y se
la Torre de Woolworth, y que ondee como una bufanda
vendían todos los libros que llevaba a tal efecto. Vendió 10.000
en el viento.
ejemplares autograiados durante estas presentaciones encargándose David Burliuk de publicar otros dos libros más: Sol y
Disparen y tumben al sol carente de sentido y denle
Mi descubrimiento de América que fueron igualmente un éxito
usos modernos. Píntenlo con anuncios culturales futu-
de venta34.
ristas y suéltenlo otra vez en los cielos vacíos.
A Nueva York le siguieron las ciudades de Chicago, Cleveland,
¡Campanas de iglesia en vez de címbalos, cañones
Filadelia y Pittsburgh por las que pasó sin que le causasen
enormes en vez de tambores y mil salvajes cornetas,
el impacto de la anterior. Sólo en Chicago creyó encontrar la
trombones y tubas de bronce para tocarle una serenata
fuerza obrera necesaria para abanderar un movimiento colec-
a Mayakovsky!
tivo de importancia en el país, pero las condiciones pésimas
a las que eran forzados los trabajadores lo hizo denunciar el
¡Que el tren elevado ruja al doble de decibeles, que re-
trabajo en las fábricas, que en la ciudad de Detroit alcanzó
suenen los tranvías, que los taxistas chillen y piten y
cotas trágicas.
traqueteen como matracas, los soldadores requiquen
y golpeen, la ciudad es demasiado silenciosa para Ma-
REFLEXIONES FINALES
yakovsky!31.
El diario de viaje reflejó las profundas impresiones de Mayakovski sobre los países que visitó y que ejercieron, sobre todo
Era verdad. Mayakovski sintió la profunda soledad y el avance
en el caso de México y los Estados Unidos, un fuerte impac-
imparable de la máquina, de la prisa y el futuro sobre la propia
to sobre su obra posterior. Esta opinión había sido formada
humanidad. Un futurismo, en cierta forma, primitivo que era
a partir de la mera observación debido a que el poeta no ha-
desarrollado e impulsado desde una perspectiva industrial que
blaba ni entendía la lengua española o la inglesa y, por tanto,
alienaba al ser humano y lo desplazaba de su medio y su senti-
no alcanzaba a comprender su pensamiento ni su forma de
miento natural para convertirlo en una pieza más del engrana-
vida, de concebir a la sociedad, la política o el mundo. Para
je mecánico que sostenía el régimen capitalista. El encuentro
él, acostumbrado a usar la palabra para ejercer una influen-
con Nueva York hizo que Mayakovski realizase un ejercicio
cia sobre su entorno, encontrarse “mudo” fue una experiencia
comparativo de reflexión entre la ciudad y Moscú, llegando a
que le hizo enfatizar otros sentidos para llegar a formar parte
declarar a un reportero americano:
y mezclarse en las sociedades que visitó. El viaje, un proceso emocional del propio autor, le hizo revelar su nostalgia y
Estamos caminando ahora por una de las calles más
ricas del mundo: rascacielos, palacios, hoteles, tiendas
33
y mucha gente. Pero tengo la sensación de que cami-
34 David Burliuk terminó por acuñar el título del libro como El Sol
visita a Mayakovsky. Una anécdota acompaña el relato de las conferencias del poeta que lo recordaba así:
no entre ruinas, y estoy deprimido. ¿Por qué no me deprimo en Moscú, donde el pavimento está realmente
respuesta es sencilla: porque allí hay vida, pujante, efer-
“Supongo que los extranjeros me respetan, pero no es imposible tampoco que piensen que soy un idiota... Pónganse en el lugar de los norteamericanos: han invitado a un poeta de quien se les ha dicho que es
un genio. Genio es algo más que personalidad. Vengo y lo primero que
digo es: “¡Denme té por favor!”.
vescente; la energía de toda una colectividad nacional
Muy bien. Me dan té. Espero, y luego: “Denme té por favor...”.
deteriorado y no ha sido reparado, donde hay muchas
casas en ruinas, donde los tranvías están sobrecargados y tan gastados que es imposible repararlos?. La
32
ha sido liberada y fluye y se derrama... .
Fueron varias las conferencias dadas que, organizadas por
periódicos de izquierda como el Novy Mir o el Freiheit, sirvie31
Maiakovski, Vladimir, Mi descubrimiento, p. (157).
Woroszylski, Wiktor, Vida, p. (378).
32 Epstein, Shajno, “Con Vladimir Mayakovsky por la Quinta Avenida”, en Freiheit, 14 de agosto de 1925.
Me sirven té otra vez.
Y sigo y sigo, cambiando mi inflexión y la expresión de mi cara: “Denme” y “té”, “té” y “denme”. Y así pasa la velada...
“Tradúceles esto”, le grito a Burliuk. “Si supieran ruso, podría -sin tocar
sus camisetas- clavarlos con mi lengua a sus propios tirantes, haría
girar en el asador a toda esa colección de insectos...”.
Y Burliuk traduce concienzudamente: “Mi eminente amigo, el señor
Vladimir Mayakovsky, pide otro vaso de té”.
Woroszylski, Wiktor, Vida, p. (388-389).
REVISTA HISTORIA PARA TODOS | 105
su revalorización por la patria en un poema inal llamado “A
dente en el orden de la estética, pero que esta revolución no
casa” escrito en el vapor que lo conducía de vuelta a la Unión
parece surgir aún en ninguna parte y en la menor proporción37.
Soviética.
La respuesta de Stalin no fue la esperada por ninguno de los
Mayakovski regresó a Moscú a bordo del vapor francés Ro-
tres visitantes. El líder consideraba que las revoluciones cultu-
chambeau donde tras varias semanas de travesía lograría es-
rales y artísticas no eran desarrolladas de modo paralelo a las
cribir sus impresiones en lo que fue el Diario de su experiencia
políticas y, basándose en los textos de los marxistas ortodo-
americana, uno de los libros más importantes escritos sobre
xos, denostó lo que era el academicismo y el formalismo re-
Estados Unidos en los años veinte desde la Unión Soviética.
presentado por Mayakovski que asociaba irremediablemente
El contacto con los artistas e intelectuales mexicanos volvió
al mundo del capital. Las palabras del secretario conmovieron
a emerger a inales del año de 1927 cuando, comisionados
profundamente a los artistas que cambiaron de dirección en
por el propio Partido Comunista, Diego Rivera y David Alfaro
su creencia y obra después del encuentro. Siqueiros evolucio-
Siqueiros -entre otros- viajaron a la Unión Soviética con moti-
nó hacia su doctrina fundamental; Rivera, por su parte, adop-
vo de su participación en la celebración del IV Congreso de la
tó una acérrima simpatía por el trotskismo incentivada por la
Internacional Roja (la PROFINTERN). Mayakovski se mostró
conferencia en el Congreso del catalán Andrés Nin que le llevó
afecto a pasear y convivir con los mexicanos, sobre todo con
a establecer su propia casa en México como un lugar franco
Diego con quien había conocido de cerca el desarrollo mu-
donde refugiar a Trotski a partir de 1936. Mayakovski, por su
ralista en México unos años antes y con el que conservaba
parte, sufrió las inclemencias y persecuciones del régimen
una amistad desarrollada a través del embajador Petkovski, a
estalinista. En el año de 1929 expuso una dura crítica hacia
quien igualmente visitaron en ese tiempo . En sus memorias,
el nuevo régimen en dos obras de teatro de posterior fama:
Siqueiros recordaba que una mañana Diego y Vladimir fueron
La chinche y El Baño. Estas obras fueron sentenciadas por
a buscarlo al hotel donde se alojaba para compartirle la idea
Pravda , uno de los diarios de mayor repercusión en la Unión
de ir a hablar con Stalin sobre la situación del arte en el país.
Soviética, en lo que sería una nota “Sobre los caprichos del
Para estos, el apoyo estatal hacia los viejos profesores de las
izquierdismo” del autor al que presentaron como un títere de
escuelas de Bellas Artes había hecho caduco el propio sistema
su tiempo sujeto a los gustos burgueses y comprometido fal-
de enseñanza y, por ende, el arte producido por los jóvenes
samente con los preceptos del comunismo y el régimen.
35
artistas soviéticos. La nación, abocada a la reconstrucción
nacional merecía de un nuevo arte que correspondiese a los
En 1930, presionado por la férrea línea direccional estalinista
nuevos paradigmas de la vida y la cultura soviéticas mostrán-
y bajo los efectos de un estado depresivo causado por una
dose indispensable “emparejar el arte a las condiciones revolu-
decepción amorosa, Mayakovski se suicidó dejando una breve
cionarias que estaba siguiendo toda la sociedad”36. Los tres se
nota que justiicaba este hecho. Años después fue declarado
dispusieron, entonces, a la Secretaría del Partido Comunista
por el propio Stalin como “el mejor y más talentoso poeta de
en donde -en menos de dos horas- fueron recibidos por el líder
la era soviética”38.
al que se dirigieron como
Camarada Stalin: Estos compañeros mexicanos, cabezas del
gran movimiento muralista mexicano, que en mi concepto
constituye la mejor manifestación internacional de lo que debe
ser un arte expresión del proletariado revolucionario, consideran, como yo, que el Estado soviético, la más revolucionaria
manifestación del mundo, a través de su historia, en lo que se
reiere al Estado, no puede seguir considerando en la práctica
como su arte oicial el academicismo de las escuelas gubernamentales de Bellas Artes, en cualquier parte del mundo. Estos
camaradas pintores creen, como yo, que a la transformación
revolucionaria del país en el orden de la política y de la economía, debe corresponder una revolución igualmente trascen35 Siqueiros, David Alfaro, Me llamaban el Coronelazo, Grijalbo, México, 1977.
37
Siqueiros, David Alfaro, op. cit., pp. (233-234).
36
38
Mayakovski, Vadimir, Mi descubrimiento, p. (22).
Siqueiros, David Alfaro, Ibidem, p. (233).
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María De las Nieves Rodríguez y Méndez
Ma. de las Nieves Rodríguez y Méndez (España, 1981)
es maestra en Historia del Arte por la Universidad Nacional Autónoma de México y profesora de Artes en
la Universidad Anáhuac México Sur. Es autora de dos
libros sobre Tina Modotti y de más de una decena de
artículos de investigación sobre su especialidad: el arte
posrevolucionario mexicano.
julianotal@gmail.com