Hace tiempo que estoy pensando abrir una seccion de trabajos a partir de materiales "reciclados". Si recordais, ya hice una manta de patchwork para el sofá y un osito a partir de camisas de chico recicladas (podeis verlo aqui y aqui). Hoy me he animado a mostraros unos complementos muy particulares. ¿A ver si adivinais con que estan hechos?... pues si, con cápsulas de Nespresso.Aunque resultan un poco frágiles, quedan la mar de aparentes.
Este verano he podido lucir unos cuantos conjuntos como los de las fotos y han sido la envidia de mis amigas que, como no, también han tenido los suyos en los colores que ellas han elegido.
Con este diseño pueden hacer pendientes, collares, pulseraas y hasta cintutones. Ahora estoy experimentando con otras formas. Ya os mostraré cuando estén listos.

Estos broches son muy fáciles de hacer y quedan la mar de resultones.
El primero está hecho con un botón de abrigo antiguo y una cinta fina de rayitas. Sólo teneis que pasar la cinta por los agujeros del botón y coser un cierre por detrás.
El segundo está hecho con bies de diferentes tonos. Tambien es muy fácil de componer y se puede hacer en los tonos que querais para combinar con una claqueta o un vestido. Yo lo llevo con un vestido marrón y queda muy alegre.
Finalmente, el último está hecho con cinta de lunares y un botón forrado en tela de lunares mas pequeños. Es uno de los botones que Angela (de La Maison Bosoux) me regaló. Este broche es el último que he hecho y lo quiero para llevar con una cazadora vaquera o con una chaqueta negra.

Hace tiempo os mostré una cajonera antigua de mercería que contenía unos hilos de bordar. Si recordais procedia de una vieja tienda familiar. Ahora quiero enseñaros unas puntillas que estaban guardadas en el mismo lugar. Deben tener los mismos años que el mueblecito, mas de setenta. Algunas son restos que sobraron de alguna labor. También hay puntillas que pertenecieron a una almohada o una sábana y conservan la forma de la prenda. Incluso, hay algunas que incluyen el soporte de cartón donde estaban en la tienda, la etiqueta y el precio. Son un tesoro.