Papers by gerardo hernández guerrero
Ante tú pregunta ¿La fe se puede cansar? Hay que decir que la fe, como realidad dotada de un cont... more Ante tú pregunta ¿La fe se puede cansar? Hay que decir que la fe, como realidad dotada de un contenido objetivo: creer en Dios y creerle a Dios es incasable; su objeto está bien definido Dios y en él encuentra todo aquello que es capaz de colmar sus aspiraciones. No requiere más. Ahora bien, el problema aparece a nivel subjetivo; es decir en el plano de la persona, podemos plantear la siguiente pregunta ¿En qué plano de la persona aparece este cansancio de la fe? Ciertamente no lo es en el plano religioso o vida espiritual; se presenta más bien ante las exigencias y vicisitudes de la vida diaria; es ahí, en el acontecer del día a día de la vida ordinaria donde la fe personal es probada, dónde la persona de fe (creyente) puede sentir las exigencias de ser congruente con su fe, es decir de vivir acorde a como su fe le indica. Vivir conforme a la Verdad de Dios para el hombre. Podemos hablar entonces de una conducta acorde a la fe. ¿Por qué decimos lo anterior? ¿Qué hace tan difícil la vivencia de la fe en la vida ordinaria? ¿Por qué se experimenta este aparente cansancio de la fe? Se debe a la exigencia de mantener la unidad entre lo que se cree, piensa, dice, siente y hace, en el curso de la vida ordinaria. En suma, se trata de vivir todos los días bajo el signo de la integridad o mejor aún de vivir bajo el signo de la fidelidad, es decir, de mantenerse firmes en toda circunstancia, sin desfallecer, confiando (aquí está el creerle a Dios) en que lo que la fe en Dios promete se hará realidad. De esto existen muchos ejemplos tanto en la Biblia como fuera de ella, quizás el más indicativo sea el de Abrahán (el padre de la fe). Sumariamente Abrahán abandona su patria, cree en la paternidad a pesar de su ya avanzada edad y, cuando está se cumple sin dudar se dispone a sacrificar a su único hijo y todo esto a petición de un Dios al cuál no es capaz de ver, si no tan sólo de oír. Esto ya es en sí mismo una locura. Y sin embargo en este ejemplo podemos ver que la fe es la respuesta a una Palabra, la de Dios; por eso la fe está unida a la escucha y a fiarse de esta Palabra, porque descubre en ella una verdad no de tipo lógica o racional, es decir una verdad que se demuestra con argumentos científicos, lógicos y argumentativos; sino una Verdad que descompone toda la estructura racional de la persona pero que, lejos de mostrarse como locura, para el creyente, viene a completar el cuadro de su propia existencia; de tal forma que sin esta Verdad el creyente estaría incompleto. La fe, nuestra fe o mejor mi fe (inserta aquí tú nombre) nace del encuentro con el Dios vivo y su amor; la recibimos de él como un don sobrenatural; es por lo mismo " luz en el sendero, que orienta nuestro camino en el tiempo " ; y por mismo, como ya lo mencioné más arriba, exige (no pide, ni abre la puerta a elecciones para determinar que nos gusta y que no o para escoger aquellos elementos que nos agradan y desechar aquellos que no) pensar, vivir, sentir y actuar acorde a ella, es decir actuar conforme a la Verdad que en la fe encontramos. Esto es, lleva al testimonio y esté testimonio, que se da en la vida ordinaria, es lo que se pide a los católicos (en general a todo aquel que diga tener fe). Nos encontramos aquí en la dimensión moral de la fe: La fe exige y pide ser vivida en la esfera pública y no ser recluida en lo privado.
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