011 Dios Habla A Traves de La Oracion
011 Dios Habla A Traves de La Oracion
011 Dios Habla A Traves de La Oracion
11
Dios
Habla a travs de
La Oracin
Basado en el libro Mi experiencia con Dios de Enrique T. Blackaby y Claudio V. King
a) b) c) d)
La Biblia, La oracin, La iglesia y Las circunstancias, para revelar su persona, sus propsitos y sus caminos. Despus que habla: a) Dios espera respuesta de su pueblo. b) Dios revela su persona, sus propsitos y sus caminos.
La invitacin que Dios nos hace para trabajar con l, siempre nos llevar a una crisis de convicciones que demandar de nosotros fe y accin. 6. Necesitamos realizar ajustes importantes en nuestra vida para poder unirnos a Dios en lo que l est haciendo. 7. Llegaremos a conocer a Dios por experiencias en nuestro trato con l, a medida que le obedecemos cuando l lleve a cabo su obra a travs nuestro.
5.
TEXTO CLAVE:
Y de igual manera el Espritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qu hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudria los corazones sabe cul es la intencin del Espritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos. Romanos 8:26, 27
INTRODUCCIN:
Es importante que tengamos conciencia real de que la verdad no es simplemente un concepto para ser estudiado. La verdad es una persona. Lo que estamos diciendo es que cuando el Espritu Santo revela la verdad, est revelando la persona de Cristo. Jess dijo en Juan 14:6 Yo soy la verdad. Tambin declar en Juan 16:13 sobre lo que sera la labor del Espritu Santo: Pero cuando venga el consolador, l os guiar a toda la verdad; porque no hablar por su propia cuenta, sino que hablar todo lo que oyere, y os har saber las cosas que habrn de venir. l me glorificar; porque tomar de lo mo, y os lo har saber. Esta verdad ser revelada por medio de la Oracin y por la intercesin del Espritu Santo.
2.
Recordemos la definicin de Orar dada por John Bunyan el escritor del progreso del peregrino cuando dijo: Orar es Derramar de modo sincero, conciente y afectuoso el corazn o alma ante Dios, por medio de Cristo, en el poder y ayuda del Espritu Santo, buscando las cosas que Dios ha prometido, o que son conforme a su Palabra, para bien de la iglesia con fiel sumisin a Su voluntad.
3.
Entendamos que la oracin no es solamente hablarle a Dios, sino esperar que Dios nos hable. Es ms, tenemos que aceptar que lo que Dios nos diga, tiene que ser siempre ms importante que lo que nosotros le digamos a l. Por esto la oracin es una relacin, no meramente una actividad religiosa.
4.
Debemos entender que el propsito primordial de la oracin es que nos adaptemos a Dios y no que Dios se adapte a nosotros. Dios no necesita de nuestras oraciones, si nos aconseja orar es porque somos nosotros los que necesitamos or su voz y atender a sus demandas.
2.
La secuencia por medio de la cual buscamos la voluntad de Dios debe ser esta:
a) Dios toma la iniciativa, poniendo en nosotros el deseo de orar. b) El Espritu Santo, a travs de las Escrituras nos revela la voluntad de Dios. c) En el Espritu nosotros oramos en armona con la voluntad de Dios. d) En este momento armonizamos nuestra vida con la verdad de Dios. e) Aqu debemos buscar, y tratar de estar atentos para recibir confirmacin o ms indicaciones de la Biblia, de las circunstancias o de la iglesia, de tal manera que confirmemos la voluntad de Dios.
f) Luego obedecemos su voluntad soberana. g) De esta manera Dios obrar en y a travs de nosotros, para dar cumplimiento a sus propsitos. h) As podremos vivir la experiencia de relacionarnos con Dios, tal y como el Espritu Santo nos lo revel mientras orbamos.
3.
Los creyentes tenemos que entender que el Espritu Santo no podr actuar separadamente de la Palabra de Dios que es el verbo de Dios - el logos de Dios. Por esto debemos estar atentos cuando oramos tomando pasajes de la Palabra de Dios, de forma tal que vayamos a ellos para escudriarlos buscando lo que Dios tiene para nosotros y de esta manera experimentar nuestro encuentro con Dios. La Biblia tiene que ser parte de nuestra oracin.
2.
El Espritu Santo nos aventaja en esto porque conoce la voluntad de Dios. Cuando l intercede por nosotros, est orando en total armona con la voluntad de Dios; entonces nos ayuda a conocer Su voluntad al orar. Cuando oramos en el Espritu el Espritu Santo, que conoce la voluntad de Dios hace la tarea de provocar que nosotros queramos lo que Dios desea y se ocupa de que lo pidamos.
3.
Cuando oramos en el Espritu y pedimos las cosas que Dios quiere darnos, entonces estamos seguros que lo recibiremos. Esto se hace una realidad porque pedimos conforme a la voluntad de Dios. De esta manera, cuando Dios responde nuestra oracin, l recibe la gloria y nosotros crecemos en fe. No nos preocupemos por saber todo, solo estemos atentos a la voz del Espritu Santo y recordemos Filipenses 2:13: Porque Dios es el que en vosotros produce as el querer como el hacer, por su buena voluntad.
2.
Los creyentes que deseamos tener la seguridad de que el Espritu nos gua, debemos de asegurarnos de esto y debemos hacerlo en total honestidad para con nosotros mismos y para con Dios, comprobando que nuestro yo est crucificado. Asegurmonos al orar que nuestro nico deseo es conocer nada ms que la voluntad y propsitos de Dios.
3.
Estemos claros que lo primero que tenemos que procurar para poder ser obedientes a las demandas de Dios, es permitir que el Espritu Santo obre en nosotros y nos pueda revelar y hacer entender las verdades espirituales. De lo contrario las verdades espirituales sern una locura como vemos en 1 Corintios 2:14 y no podremos tener una experiencia real con Dios.
2.
Si leemos Marcos 2:5 veremos que estos hombres que hicieron lo indecible para llegar a Jess con el propsito de que sanara al paraltico, recibieron una respuesta diferente de su peticin o ms bien una respuesta llena de abundante gracia ms all de lo que ellos haban pedido. Notemos que adems de sanarlo le dijo: Hijo, tus pecados te son perdonados.
3.
Como vemos, aquellos cuatro hombres estaban pidindole a Jess que sanara al enfermo, pero Jess tambin perdon sus pecados, porque entenda que lo que realmente este hombre necesitaba era un regalo ms especial del que deseaban sus amigos, quera que este hombre fuese un hijo de Dios.
4.
Esto debe motivarnos a pedir perdn a Dios por las veces que no hemos aceptado una respuesta de l como queramos. De seguro l nos dio ms de lo que necesitbamos o pedimos. O de seguro no nos concedi algo que realmente no nos convena. Recuerda que las respuestas de Dios pueden ser: SI, NO o ESPERA.
2.
Recordemos las palabras del apstol Pablo en Efesios 3:20-21 y veremos lo que nos dice Dios sobre esto: Y aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho ms abundantemente de lo que pedimos o entendemos, segn el poder que acta en nosotros, a l sea gloria en la iglesia en Cristo Jess, por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amn. Sepamos que nosotros nunca haremos una oracin tan perfecta que pueda implicar todo lo que Dios desea darnos como Padre.
3.
Por otro lado tengamos claro algo importante, y recordemos que quin tiene la labor de conocer y saber la voluntad de Dios es el Espritu Santo. El Apstol Pablo nos dice en 1 Corintios 2:10-12:
Pero Dios nos la revel a nosotros por el Espritu; porque el Espritu todo lo escudria, an lo profundo de Dios. Porque quin de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espritu del hombre que est en l? As tampoco nadie conoci las cosas de Dios, sino el Espritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espritu del mundo, sino el Espritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido.
2.
Lo que estamos diciendo es que cuando oramos debemos poner toda la atencin posible en la direccin en que hemos orado para captar la respuesta de Dios. Las Escrituras nos ensean que cuando el pueblo de Dios or l respondi a su oracin y ellos estaban atentos a la respuesta de Dios.
3.
El gran peligro de no estar atentos a lo que sucede con nuestra oracin es el de debilitar nuestra fe. Esto ocurre cuando estamos tan ocupados en otros menesteres, de tal forma que olvidamos lo que hemos pedido a Dios en oracin. Estas distracciones no nos permitirn relacionar las respuestas de Dios con lo que acabamos de orar.
2.
En estos momentos sentimos que el cielo est cerrado sobre nosotros y que nuestra oracin no ha sido oda. En estos momentos no entendemos que sucede y omos toda clase de explicaciones. Dios no te escucha, Ests en pecado, No ests orando con fervor, No ests ayunando, No eres fiel en la oracin, etc, etc, etc. Esto no quiere decir que no tomemos en cuenta algunas de estas cosas. Pero si lo hemos hecho y todava Dios guarda silencio. Entonces debemos recordar aqu a Job y a sus consejeros.
3.
Todos estos consejeros estaban equivocados, lo que Dios deseaba era que Job esperara en l, Dios estaba trabajando en la vida de Job y deseaba que su siervo demostrara a Satans que l no iba a ser infiel. Job saba, an por encima de las opiniones de su esposa y sus amigos, que Dios era fiel y que un da l le hara saber lo que suceda y lo hara en el momento apropiado. Espere en Dios y Dios har porque l tambin dice: Estad quietos, y conoced que yo soy Dios Salmo 46:10.
2.
En este pasaje se nos dice que Lzaro muri, sus familiares hicieron todo lo que necesitaban hacer humanamente con su cuerpo hasta llevarlo a la tumba. Ellos entendan que Dios estaba en silencio y que Jess estaba tarde para ayudar a su amigo. Cuando ellos pensaban esto, es cuando el Seor dice a sus discpulos, vamos a Betania, llegando 4 das despus de la sepultura y an tiene que or primeramente a Marta (11:21) y luego a Mara (11:32) decirle: Seor, si hubieras estado aqu, no habra muerto mi hermano.
3.
En este momento podemos imaginarnos al Seor dicindoles a ambas: Tienen razn. Si yo hubiese venido su hermano no habra muerto. Ustedes saben que yo hubiera podido sanarlo, porque me han visto muchas veces hacer esto. Pero si yo hubiese venido cuando ustedes me lo pidieron, yo lo hubiera sanado, pero nunca hubiesen conocido ms de m que lo que ya conocen. Yo que soy Dios y entend que ahora es que ustedes estn listas para que yo les revele algo ms de m que todava ustedes no han conocido.
Quera que supiesen que Yo soy la resurreccin y la vida. Mi tardanza y mi silencio no fueron un rechazo a vuestra oracin, sino una oportunidad para prepararlas y luego revelarles ms de lo que jams hayan conocido acerca de m.
CONCLUSIN:
Amados hermanos, Esto es lo que muchas veces pasa en nuestras vidas, sepamos que el silencio de Dios significa que l est preparndonos para introducir en nuestra vida una ms grande revelacin de s, que la que jams hayamos experimentado. Podemos responder al silencio de Dios en dos maneras, uno cayendo en la depresin, en un sentimiento de culpa y de auto condenacin. La otra manera de responder es en expectacin, al saber que Dios est a punto de llevarnos a un conocimiento ms profundo de l. Sepamos que la verdad es una persona; esta persona es Jesucristo, el Logos de Dios; esta persona est activamente involucrada en nuestra vida.
Dejemos de pensar que esa persona no est atenta a nosotros o que no nos escucha an cuando hemos ajustado nuestra vida a Dios. Cuando entendamos esto, sabremos disfrutar de la oracin, como esa relacin de dos vas, donde yo oro a Dios por su Espritu y l me revela cosas que yo no podra conocer si no fuese de esta manera. La oracin no es una actividad religiosa que se debe cumplir, es la manera de relacionarnos con el Dios del Universo. AMN
CRDITOS
Al Dios de los cielos y a Nuestro Seor Jesucristo, que por medio de su gracia y misericordia, puso en nuestro corazn disear esta presentacin, para ser presentada originalmente en la Iglesia de Convertidos a Cristo, en Santo Domingo, Repblica Dominicana. Basado en el libro Mi experiencia con Dios de Enrique T. Blackaby y Claudio V. King. Puedes utilizar esta presentacin todas las veces que quieras, siempre que respetes el derecho de autor y conserves esta nota al final de la misma. El pastor Jos Malln Malla, quien suscribe, agradece tanto sus oraciones como sus comentarios. Si desea recibir esta presentacin puede contactarme en la siguiente direccin E.mail