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Hora Santa Feb-22

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PARROQUÍA

SAGRADOS CORAZONES DE JESÚS Y


DE MARÍA

¡BIENVENIDOS!
El Señor es mi Luz y mi salvación, a nada yo temeré
Hora Santa 24/Sep/20
Hora Santa

Julio. Oración de apertura: Dios todopoderoso y eterno, en Cristo tu Hijo, tú has mostrado tu gloria
al mundo. Guía el trabajo de tu Iglesia: ayúdale a proclamar tu nombre, a perseverar en la fe y a
llevar tu salvación a la gente adondequiera. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
AMÉN.
Armando. “La puerta de la fe,” que introduce en la vida de comunión con Dios y permite la entrada
en su Iglesia, está siempre abierta para nosotros. Se cruza ese umbral cuando la Palabra de Dios se
anuncia y el corazón se deja plasmar por la gracia que transforma. Atravesar esa puerta supone
emprender un camino que dura toda la vida. Éste empieza con el bautismo, con el que podemos
llamar a Dios con el nombre de Padre, y se concluye con el paso de la muerte a la vida eterna, fruto
de la resurrección del Señor Jesús que, con el don del Espíritu Santo, ha querido unir en su misma
gloria a cuantos creen en él. Profesar la fe en la Trinidad – Padre, Hijo y Espíritu Santo – equivale a
creer en un solo Dios que es Amor: el Padre, que en la plenitud de los tiempos envió a su Hijo para
nuestra salvación; Jesucristo, que en el misterio de su muerte y resurrección redimió al mundo; el
Espíritu Santo, que guía a la Iglesia a través de los siglos en la espera del retorno glorioso del Señor.
Oración Dios nuestro Padre, ábrenos la puerta de la fe para que podamos entrar en el misterio de
tu amor salvífico, hecho presente para nosotros en el don de la Eucaristía. Hacemos esta oración
por Cristo nuestro Señor.
AMÉN.
Hora Santa

Norma. Lectura de la Carta a los Hebreos 11:1-2, 8-12, 17-18


 
“Ahora bien, la fe es la garantía de los bienes que se esperan, la plena certeza de las realidades
que no se ven. Por ella nuestros antepasados fueron considerados dignos de aprobación. Por la fe,
Abraham, obedeciendo al llamado de Dios, partió hacia el lugar que iba a recibir en herencia, sin
saber a dónde iba. Por la fe, vivió como extranjero en la Tierra prometida, habitando en carpas, lo
mismo que Isaac y Jacob, herederos con él de la misma promesa. Porque Abraham esperaba
aquella ciudad de sólidos cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. También por la fe, Sara
recibió el poder de concebir, a pesar de su edad avanzada, porque juzgó digno de fe al que se lo
prometía. Y por eso, de un solo hombre, y de un hombre ya cercano a la muerte, nació una
descendencia numerosa como las estrellas del cielo e incontable como la arena que está a la orilla
del mar. Por la fe, Abraham, cuando fue puesto a prueba, presentó a Isaac como ofrenda: él
ofrecía a su hijo único, al heredero de las promesas, a aquel de quien se había anunciado: de Isaac
nacerá la descendencia que llevará tu nombre”.

Período de Oración en Silencio (3-5 minutos)


Hora Santa
Hora Santa

Oscar. Llamados a Vivir por la Fe


 
Oscar: Por la fe, María acogió la palabra del Ángel y creyó en el anuncio de que sería la Madre de
Dios en la obediencia de su entrega. En la visita a Isabel entonó su canto de alabanza al
Omnipotente por las maravillas que hace en quienes se encomiendan a Él. Con la misma fe siguió al
Señor en su predicación y permaneció con él hasta el Calvario. Oremos con fe: Todos: Señor,
aumenta nuestra fe.
 
Oscar: Con fe, María saboreó los frutos de la resurrección de Jesús y, guardando todos los recuerdos
en su corazón, los transmitió a los Doce, reunidos con ella en el Cenáculo para recibir el Espíritu
Santo. Oremos con fe: Todos: Señor, aumenta nuestra fe.
 
Oscar: Por la fe, los Apóstoles dejaron todo para seguir al Maestro. Creyeron en las palabras con las
que anunciaba el Reino de Dios, que está presente y se realiza en su persona. Vivieron en comunión
de vida con Jesús, que los instruía con sus enseñanzas, dejándoles una nueva regla de vida por la
que serían reconocidos como sus discípulos después de su muerte. Oremos con fe:
Todos: Señor, aumenta nuestra fe.
Hora Santa

Oscar: Por la fe, fueron por el mundo entero, siguiendo el mandato de llevar el Evangelio a toda
criatura y, sin temor alguno, anunciaron a todos la alegría de la resurrección, de la que fueron
testigos fieles. Oremos con fe: Todos: Señor, aumenta nuestra fe.
 
Oscar: Por la fe, los discípulos formaron la primera comunidad reunida en torno a la enseñanza de
los Apóstoles, la oración y la celebración de la Eucaristía, poniendo en común todos sus bienes para
atender las necesidades de los hermanos. Oremos con fe: Todos: Señor, aumenta nuestra fe.

 Edith: Por la fe, los mártires entregaron su vida como testimonio de la verdad del Evangelio, que los
había trasformado y hecho capaces de llegar hasta el mayor don del amor con el perdón de sus
perseguidores. Oremos con fe: Todos: Señor, aumenta nuestra fe.

Edith: Por la fe, hombres y mujeres han consagrado su vida a Cristo, dejando todo para vivir en la
sencillez evangélica la obediencia, la pobreza y la castidad, signos concretos de la espera del Señor
que no tarda en llegar. Oremos con fe: Todos: Señor, aumenta nuestra fe.
Hora Santa

Edith: Por la fe, muchos cristianos han promovido acciones a favor de la justicia, para hacer concreta
la palabra del Señor, que ha venido a proclamar la liberación de los oprimidos y un año de gracia
para todos. Oremos con fe: Todos: Señor, aumenta nuestra fe.
 
Edith: Por la fe, hombres y mujeres de toda edad, cuyos nombres están escritos en el libro de la
vida, han confesado a lo largo de los siglos la belleza de seguir al Señor Jesús allí donde se les
llamaba a dar testimonio de su ser cristianos: en la familia, la profesión, la vida pública y el
desempeño de los carismas y ministerios que se les confiaban. Oremos con fe: Todos: Señor,
aumenta nuestra fe.
 
Edith: También nosotros vivimos por la fe: para el reconocimiento vivo del Señor Jesús, presente en
nuestras vidas y en la historia. Oremos con fe: Todos: Señor, aumenta nuestra fe.
 
Período de Oración en Silencio (3-5 minutos)
Hora Santa
Hora Santa

Jorge. Oración Señor, danos corazones para recibir la luz de la fe y el fuego de tu amor.
Queremos adorar en espíritu y en verdad a nuestro Dios y Señor, presente en este
sacramento, que vive y reina por siempre.
AMÉN.
Letanía de Alabanza

Rufino. Dios Padre del Cielo, Creador del mundo, fuente de toda bondad;
Padre, la primera Persona de la Santísima Trinidad;
R. Ábrenos la puerta de la fe
Padre del Hijo Primogénito;
R. Ábrenos la puerta de la fe
Padre e Hijo, de quienes procede el Espíritu Santo;
R. Ábrenos la puerta de la fe
Padre de la belleza y de la sabiduría;
R. Ábrenos la puerta de la fe
Padre eterno, infinita majestad y santidad;
R. Ábrenos la puerta de la fe
Padre todopoderoso, lleno de misericordia y de toda compasión;
R. Ábrenos la puerta de la fe
Hora Santa

Mary. Jesús, nuestro eterno Pastor, nos ofreces tu gracia sanadora;


R. Que vivamos por la fe
Jesús, presente en nuestra Eucaristía, guárdanos en nuestra fe;
R. Que vivamos por la fe
Jesús, el anunciado por los profetas, ábrenos tu Palabra a nosotros;
R. Que vivamos por la fe
Jesús, el soberano de todas las naciones, guíanos con tu amor;
R. Que vivamos por la fe
Jesús, tú revelas el rostro del Padre;
R. Que vivamos por la fe
Jesús, en quien, con el Padre y el Espíritu Santo, somos uno;
R. Que vivamos por la fe
Hora Santa

Estela. Espíritu Santo de amor y de verdad, de sabiduría y de entendimiento;


R. Ven y aumenta nuestra fe.
Espíritu Santo, que renuevas la faz de la tierra;
R. Ven y aumenta nuestra fe.
Espíritu Santo, llena nuestras almas con tu luz;
R. Ven y aumenta nuestra fe.
Espíritu Santo, graba tu ley en nuestros corazones;
R. Ven y aumenta nuestra fe.
Espíritu Santo, inflámanos con el ardor de tu amor;
R. Ven y aumenta nuestra fe.
Espíritu Santo, enseñarnos a orar y guíanos en el camino de la salvación;
R. Ven y aumenta nuestra fe.
 
José. Por nuestra adoración del Santísimo:
R. Que nuestra fe dé fruto.
Por tu Santísimo Cuerpo y Sangre;
R. Que nuestra fe dé fruto.
Por el don de la Eucaristía.
R. Que nuestra fe dé fruto.
Hora Santa

Sacerdote. Les diste a comer el pan del cielo.


R. Que contiene en sí todo deleite
 
Oremos: Oh Dios, que en este admirable sacramento nos dejaste la memoria de tu Pasión y de
tu muerte, concédenos venerar de tal manera los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu
Sangre, que experimentemos siempre en nosotros los frutos de tu Redención. Tú que vives y
reinas por los siglos de los siglos.
 
Amén.
Hora Santa
Hora Santa
PARROQUÍA
SAGRADOS CORAZONES DE JESÚS Y
DE MARÍA

¡GRACIAS!
El Señor es mi Luz y mi salvación, a nada yo temeré

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