Copos de Espuma PDF
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a 00004
027671
This book
DATE
DUE
^S^
im
\m^ m
wnr^
torm No. bu
Rev. 1184
DATE
DUE
RET.
&-
200!
RET.
2009
Chapel
Hill
http://www.archive.org/details/coposdeespumaOOvarg
J.
M.
VARGAS VIL A
ce
Copos
LIBRERA DE LA
DE CH. BOURET
MXICO
PARS
23,
Rus
Vificofiti, 23
1923
Propiedad del Editor.
Quedan asegurados
los
derechos de propiedad
conforme
la ley.
Amiga mia
He aqu el libro.
Tal como lo has querido asi est hecho.
El rumor del ion^ente alborotado^ cuyo
braba, se ha calmado para llegar hasta
i-uido te
asom-
ti
Deseabas
un momento de la tucha
un libro asi. Ahi lo tienes.
alma de todo hombre, del fondo
que apartndome
de lamia
el
escribirlo.
tuyo....
el
i. Ai.
Vargas Vila.
Pginas de subjetivismo
Como
sierpe
entre
doloroso
crmenes
forman su esencia.
vese
floridos
el
dolor por
COPOS DE ESPUMA
cleras;
;
callan aqu
COPOS DE ESPUMA
TARDE!
Cuando
tas al
se la vea
los
mrmo-
antiguos y envuelta en sus tocas negras semejaba una flor de cera sobre las hojas del monte,
les
pensaba uno en
las
vrgenes en-
VARGAS TILA
en
las castidades,
en ese
mundo de sueos
y quiha
la ciencia
histerismo.
muerte que
le
las
arrebat su madre
de unas
tas
el silencio
el
en
el
la f-
bula.
Su franca
risa
campesina fu reprendida, su
mundo
COPOS DE ESPDHA
sueos
no conoca ms que
el
pas ilimitado de
la fbula.
Una,
Mar
Asfallites,
de Pales-
en pos de
las
mino de depredaciones, de
incendios, de saqueos,
la
el ase-
sinato de Holofernes.
Sus sueos
terrorficos fueron
la hostia
las
fin,
Padre
Ao
le lean
antes de dormirse.
Pero su inocente admiracin se concentraba especialmente en esos hroes hoscos y selvticos qua
huan del mundo y se refugiaban en la soledad, en
VARGAS VILA
las
mundo.
aos sin acostarse; San Ddimo, que estuvo noventa aos sin hablar nadie, y San Simn esti-
lita
roes predilectos.
al
desierto
de contento porque
sus dos hijos la
servir al Seor
cndose
el
muerte de su marido y de
dejan en un solo da libre para
la
cuero de
la cara
Santa
buscando
el cielo.
soaba con
las alas
ios angele.
COPOS DE ESPUMA
Pero
la
.uenta con
el
aguijn.
as,
la
pobre joven
vados de
llorar,
monaguillo,
el
vigilia,
lamaceracin,
con
las pupilas
mensa
tristeza de algo
Y, vencedora,
* 9
De su casa
la iglesia
y de la iglesia su casa,
no se nombraban
TARGAS VILA
ante ella sino con tremendos anatemas. San Bernardo haba dicho que el baile era la escuela del
diablo. Sus heronas no haban tenido
que
el
amor de
ms amor
que amaban.
murmurar de
amor.
Haba llegado
plegado
al
mio su
castidad.
el
erotismo no rebosaba en versos. Pero desde entonces sus pasados sueos la consolaban.
era
amada de quin? de
Amaba y
de algn ngel.
por besos invisibles, y despertaba, macilenta, cansada, enferma, i Tristes amores con una sombra!
la
COPOS OE ESPUMA
primas suyas
para
el
mundo
ella.
No encontr
el
el
la miraban atrevidos, y no
comer pasto con sus rebaos como
mofletudos y alegres,
se les vea
de santos, y en
el
pueblo
las
muchachas no hacan
que
lo
ella
del
que amar
hombres no era un crimen. La conversacin de
sus primas la asombraba primero y la deleitaba
poda ejercerse fuera del misticismo
los
despus.
Cuando iba
al baile
VARGAS VILA
la
juventud desde
la
y de
la vida.
se asegur de ello
de un traje vaporoso y
le haca llevar. La
sola hurtar
al templo,
flor
No
un
el
paujil.
muy
moribunda,
jvenes, que no s
Su primo Luis
n
COPOS DE ESPUMA
habituado tronchar en
amor, en
el
campo y las
9
el
pueblo
Y puso
sitio
la
plaza.
Inocente
como
si
tuviese
que miraran
al
el
misma sombra de
la
Ade-
mismos
la
encanto de su
mismo
El
ros-
ojos tristes, la
barba naciente,
los
mismos
No
adormecer
por aquel himno que no haba odo nunca y marchaba al abismo en brazos de la inocencia. De sus
Asi,
10
TARCAS VILA
sombra de
libro
que
acababa de
leer el bello
l le
imaginacin
la
llena
estremecimientos
blorosa por
la
de
extraos,
emocin,
amorosos, de
xtasis
murmuradas
amantes
frases
odo,
al
con
los
sinti
voz
la
ojos
tem-
brillantes
al talle, la tfajo
contra su pecho
y,
como con
en
la
la frescura
La noche avanzaba, de
la
Ella haba
tierra se alzaba
una
formaban
el misterio,
all lejos el
como un
de
te-
campanario
la aldea.
Sus bocas unidas y temblorosas, sus brazos enlazados como bebiendo la beatitud del placer, se
hundieron en
En
la
sombra y
el
amor.
colinas,
COPOS D ESPUMA
!1
trays del
Am como una
leona con
amor de
fiera.
Toda su
Cans
frenes.
el placer.
Cuando
los
tres meses,
amor
del cuerpo en
el espritu, sinti
que
as le
clera y
haban hecho perder
la
Encontr
triste
ms
y solitario
le
ha-
preciosa de su vida.
el
pueblo y volvi
la
ciudad.
grandes bas-
licas.
toscas esculturas,
montona
la
En vano de
la salvara,
que
rodillas
le
ante
el
Cristo
le
peda que
VARGAS tlU
ia
rancia,
del placer.
Muda permaneca
fervor.
Los
muerto
la estatua,
el
antiguo
vano se golpeaba
enardecida sobre
el
el
haba comido la
pecho y reclinaba
mrmol
En
la frente
del templo.
manzana, espulgada
Eva que
sera del
paraso.
Ante
la indiferencia
la
desesperada
histrica
maldijo
el
fango.
arquetipos ideales.
el vicio
Safo ind-
genza
fueron su ideal.
COPOS DE ESPUMA
Al histerismo mstico sucedi
el
13
histerismo
al pie
mun-
de los altares
el al tarde la
diosa
del amor.
Ya no
en
viva
la
f,
leyenda sino en
l
el
mundo;
iba al abismo.
la religiosa
que
la asista,
se
negaba ver
al
el
Cristo ostentaba su
tradicional
De
mostrando un punto en el
La Hermana puso su mano sobre uno y otro
objeto y al fin dio con el deseado. Era un San Luis
Gonzaga que haba al lado del Cristo.
La religiosa se lo trajo temblando de alegra. Ei
levantarse, se extendi,
altar.
TARCAS VILA
14
Lis
saWaba aquella
alma.
La moribunda
lo trajo
contra su corazn,
lo
una lgrima
ideal.
Verde es
el
Verdes son
mar
EN EL MAR
azul
como
lirios.
l amor.
como
blanca
la
la inocencia.
de
los
muertos.
Negro es
alas de
un
el cielo
tempestuoso
negro como
las
paujil gigante.
el
fondo de
16
VARGAS VILA
mar
El
es el engao perpetuo
el violceo,
el
En
En
lo
lo
profundo del
Tritn dej
una
el
cielo...
verde,
el azul,
fondo.
azul desmayado,
el
fondo.
monstruo,
el
fango.
nada.
dinasta de fantasmas.
La
el
el
cree hallarlo en
el
el
fondo del
cielo.
aire.
representa
la
Quin interroga
el
corazn de mujer
quin ve en
Tempestades del
cules
fondo
cielo
son ms temibles
te
iguala
el
el
plido y triste
muere sobre
la
arena
blanca...
Las espumas y
las
COPOS DE ESPUMA
17
espuma
se besaba
con
lo
blanco de la nube.
Amor
de mariposas.
mar
El
ni ruga, ni se
quejaba
murmuraba.
Arrullo de gigante!
Efluvios lejanos
ligero, suave,
gilio.
todo
y brisas fugitivas,
era
cuadros de Fierre
Lolti.
Era una mar como griega que suspiraba por la estrofa de Baudelaire y el
poema de Leconte de
L'Isle.
como garzas
el
himno
del
amor y
la
esperanza.
Benditas
Los
perfiles sinuosos
azul oscura
rumores;
como una
la
descendiendo
el ro gris
una anciana
de
la
flor
montaa;
al
valle
plomizo como
sombra
poblado de
la cabellera
la
el
la
boscaje
de
arboleda,
la
la
VARGAS VILA
18
las
lo
ms un
lago po-
profundos, azules
mas,
lirios
los
sueos de su
alma.
el
la nieve
inmaculada.
Prfida
como la
Shakespeare.
ola, dijo
ambas dan
Guando alc
el
la
el cielo,
negro
mar.
La
como
espuma encima de
ella
Pens en mis
orfandad.
tristezas,
en mi nostalgia, en mi
COPOS DE ESPUMA
19
alma
los
tumba de mi madre.
patria, la
Negro era
negro era
el cielo,
como
como
el
las
hurfano.
el
escollo, la
la patria, la
emu-
me miraba
Negro
Era
la
espacio haba un
tristeza.
el cabello,
estallido de
el
con
un beso sobre mi
el
frente.
la
som-
Entonces murmur
olvidado, para
el
la
Hubo en
el cielo
ma...
como todos
El idilio comenz
pestres
la
sombra de
Era un da en que
ropa en
el
la
los idilios
cam-
los rboles.
lavadero, la
sombra
tando los
bamulta.
Gomo una
lejos
en
el
de
la casa,
la
no
gri-
tur-
la tur-
el
para
el
en mitad del
que buscara
muchacho de
las
los
el
la piedra ms
como un cachorro de len
monte. Sobre
ro,
ms grandes de
un
la escuela tra-
22
YAROAS TILA
mado
su cabeza
en
la orilla volvi
la
altiva y su
Preguntle
el
otros, ella
lando con
el
contempl
la
el
la ribera
salto
opuesta y mientras
nos ojos
el
Despus
triste,
ban
muy
punto de
la visin
desvanecida.
los gritos
estrpitos del
campo
los
inmensos
de
la orilla...
trigales
Cuando pocos
das despus, su
al
que acariciaba
madre
le
anunci
le
COPOS DE ESPUMA
all
23
sobre la piedra
que acariciaba
los
inmensos
en los rboles de la
la brisa estival
trigales
y murmuraba
orilla...
la
malabares entreabiertos.
Verlo desde la
maana hasta
la
noche, servirlo
sumisa y silenciosa, temblar ante aquel adolescente tumultuoso indmito, sufrir con sus dolores y gozar con sus alegras, llorar en silencio
cuando era castigado, admirar su esbeltez que ella
encontraba
ideal, y
dormirse en
ramajes en
flor
el
la
noche hmedos
ah su vida.
3
he
24
TARGAS VILA
alma al dolor.
Cuando el da de
la partida
aquella
muy
idilio,
maana som-
que deba
muy
despert su
irse lejos,
grande, y
lo vio
pegada contra
el
lo
mir
el sol
de una ma-
ana esplndida.
lancola,
loma cercana,
aparecer, y
soando con
all
su|idilio doloroso,
la
la
des-
mi-
Volvi
ella
COPOS DE ESPUMA
que
25
estremeci ante
la
ins-
Y continu
las
noches
sombra de
el idilio,
plccidas,
y se
en
los naranjos
el
amaron como
antes, en
misterio de la huerta la
en
flor
y los malabares en
el
corazn
al suelo
y se pisotea un
da de enfado.
Altivo, indiferente, sensual,
apartaban de
ella
nuevos placeres
diariamente y
la infeliz se
lo
con-
En
las
la calle
los rui-
VARGAS VILA
26
muy
y gozaba oyndolo
all echada
permaneca
respirar como en xtasis
en la puerta con la fidelidad de un perro que
paso se acercaba
la puerta
guarda
sueo de su seor.
el
Cuando un da
solicitando
pudo negarse y en
el
herosmo de su amor
lo hizo
hermosa nia,
ella
uno y otro
las
se
clavaba en
el
corazn y
lo
fro,
esperaba,
recostada en
sollozando
de otra mujer
caricia furtiva,
el
de
seno
banco, miraba el cielo estrellado y permaneca como en un xtasis, hasta que una vaga
taba en
el
maana la
azucenas y
tiempo testigo de
COPOS DE ESPUMA
SU amor, y cantaban los pjaros el
27
himno de
la
florecidos.
amado...
En
tropas,
Llegada
miradas atrevidas de
los jefes.
la capital, sola
all,
hallarlo.
y que
el
muchos
vspera para
el
como
salido la
Tolima.
mada en
tenaz
ms
l,
llegar
l,
idea, fija,
una vez
y morir
despus.
As abstrada y silenciosa,
como
una
visio-
VARGAS VILA
28
fija
en un punto
Tocaban
lati
pueblo
formadas en
las tropas
joven
las cornetas
al
la plaza. El
corazn de
la
haba presentido.
lo
ademn atrevido. La joven como fascinada con las manos tendidas cual si caminase en
militar y su
la
sombra
al
Un
Marta
exclam
l.
joven.
Qu vienes hacer?
Vengo verlo.
De dnde vienes?
Desde entonces
la
dequiera, en pos de
joven sigui
al batalln
don-
29
COPOS DE ESPUMA
siendo para
la
campaa y
soldado,
el
de muertos
sepultureras
queridos,
los
que
nicos
lloran, las
tumbas recin
abiertas, de aquellas
tumbas melan-
clicas y solas...
En
las
las
montaas
siempre
ella
estaba
all, lista
con
el
alimento con-
y con la bebida
fresca cuidadosamente preparada.
Era
feliz...
Cuando
la
el
campamento
retra-
quin vive
la
noche
de los centine-
corazn, besndolo callada conversando del pueblo y de los seres queridos hasta dormirse soando
con aquellas noches perfumadas, aquellas citas pri-
meras en
el
sombra de
los
bares entreabiertos.
30
VARGAS niA
amaneci
nubes
al
llones y
comenz
el
combate.
tropas
las otras
El batalln
la
la altura
las
en tanto que
la izquierda,
en
la llanura verde,
por
el
bosque oscuro.
le
toc internarse
rompi
el
combate.
el
montono de
continuada,
formaban un
el
envolva toda la
las ametralladoras,
Como
camino
pie, al lado
de su amante.
caan pedazos de
las astillas
las balas,
COPOS DE ESPUMA
31
como una
el
General en
no contemplaba ms que
mirada
como un
ella
que-
len
el
som-
asordadora
ella le
Nunca
adelante! adelante/
pareca
Lo segua como un
xtasis.
le
No haba ms que
l,
como
mandaba
sobre
el
la
compaa que
el
el
enemigo haba
fuego, no se vea.
como
el vrtice
All al frente,
negro como
dando un
el
primero, con
grito
como de
la
la
asaltan... El
bandera en
guila salvaje.
la
mano,
Una nube
VARGAS VILA
32
de fuego se extendi en
el
horizonte,
como espigas
All, al
el suelo, la
espada en una
lo
l, el
rostro contra
mano y en
la otra la
en
la
mismo monte
se
y caer
abalanz
al
tom en sus
ms que
hijos, lo
gritndose entr
el
coii l al
arroyo.
Una vez
all,
palp
la herida, se
el
dolmn y
empap en su
y acerc
el
agua
la camisa,
sangre, peg
los labios del
verse en brazos
Un
el
himno de
la
esperanza.
herido, intent sonrer y cerr los ojos para siempre, sintiendo estremecerce su hijo bajo su cabeza
COPOS DE ESPUMA
en
de
el vientre
madre, en
la
el
Muerte
los
labios el beso
ruido embriaga-
el
el
33
ocano.
lelizl
abandonaba
Se oan
campo de
el
batalla.
el tropel
fra el olvido
campo de
lado
la
el
deso-
batalla.
la orilla del
No
miraban
el cielo,
desmesuradamente abiertos
y cual
si
mirase en
los
el
fondo de
ruidos de la
VARGAS VILA
34
Bajo
el cielo lvido
comenz andar.
el
como
el
ocano, y
avanz y avanz... hasta perderse en las lontananzas melanclicas, entre los ruidos dolientes de
noche.
la
Pocos das
la
pequea
amado. Nadie
le
Pregunt por
de
ella,
hablaba.
la seora,
al
verse en presencia
Qu vienes hacer?
La joven nada respondi, abri su jubn, sac
de su pecho un escapulario, un medalln y una
cartera y lo extendi la anciana. La pobre madre
lo comprendi todo y dio un grito horrible.
Marta la vio impasible, no tena ya lgrimas que
verter.
Pasado
el
la
seora se
la
casa.
La joven
COPOS DE ESPUMA
35
Ddgnada y aquella
se
Una
vez
all,
en sus citas y
la
Adis
mado y
dijo,
fu perderse en
le
haban arrebatado su
hijo,
consuma en
la
jarse la silueta de
tras all lejos se
mezclado
oye
el
brisa estival,
en los rboles de la
orilla...
que
murmura
VENGADO
Floreaban los
agrupaban en torno de
ella
la
tapia del
en
el
ramaje y
el
le
formaban
al
el cabello,
enfermo tena
lado de su esposo.
rostro
Belleza deslumbrante
de sol en
bondadoso y aspecto de
l.
el zenit,
y voluptuosa, hermosura
la montaa, de fruta
de rosa de
VARGAS TILA
38
madura y
Morena
la color,
negro
el cabello,
un
cuyas ondas
ro acrecido, en
marmreas, ajustado al
talle
y ceido
el traje
un estudio de
delo escapado
artista,
deja-
de
la reja.
el
el
si
bus-
de
las flores
Pareca soar
j
en qu pensaba?
Imaginacin de mujer
los insectos
COPOS DE ESPUMA
39
buscando
el
como
por
el sol
generoso.
Soaba? Sueo de
la planta
agostada con la
el
el
en
la reja.
la bestia
Era un nio? No
tal.
ralo,
el colegio.
cuando hace
La adolescencia
s,
lo
fantil
en
la
hebreo.
Federico, dijo
el
esposo.
VARGAS VILA
40
Es verdad, qu crecido
Y
la
lo sigui
prxima
rando
el
calle.
el silencio, el
perro volvi
la brisa
jugar
un sueo.
Cuando volvi ver su esposo, parecale que
toda la nieve de la sierra prxima le hubiese cado
en la cabeza y su edad se hubiese duplicado.
Deslumbrada con la vista de la aurora hallaba
horrible aquel crepsculo helado.
Senta
el
como que
fondo de
ella.
Vamonos,
dijo,
dirigi la casa.
como
si
en su interior retozaran
febril.
fieras.
Su
ella.
Su naturaleza dor-
le
gritaba
sedienta.
como nunca
COPOS DE ESPUMA
41
lo
Djame, djame,
me
haces mal.
reti-
en
la
el
febricitante. Crea
fro
que
y volva arrebu-
le
las
el
lecho
jams
Mir su esposo
el
reclinarlo
all.
Olor de tomillos y
42
VARGAS ViL
el suelo
como
SI
las ltimas
casi
el
descenso que va
la fuente
se sumergan en el rerhanso
melanclicas y sin
perfume abran
sus
hojas
si
la
las
estrellas.
Rumor de
Mujan las vacas, susurraban los insectos, las lucirnagas, lmparas del boscaje, voloteaban ya en
el
monte. y haba en
la naturaleza ese
vago rumor
donde
el
las
mozas
donde des-
ancianos y zagales
del
montee han platicado de amor, cogidos de las manos, presos en las miradas, en dilogo feliz estn
los dos.
COPOS DE ESPUMA
43
amor
secretos subterfugios.
Cmo
amado? Soledad
se haban
del pueblo,
amor en la tarde de
dos corrientes de electricidad y de pasin
que se encontraron he ah el rayo.
lescente y tempestades de un
la vida;
Sentada
all
estaba transfigurada.
Todo en
ella
respiraba voluptuosidad
el
feliz.
El labio
seno palpitante
la opresin. Sus grandes y hmedos ojos, no miraban sino devoraban al mancebo y haba en sus
miradas algo como del amor celoso de una leona,
la
reverberacin de
fe
en que se trueca
el
44
VARGAS VILA
el
y noble.
eternamente repetidas.
El di alago era paso y tierno, era
surro,
el
hojas y
el
Busca
el
amor
la
paseantes campesinos
la sole-
la
noche.
ellos aU,
tes-
COPOS DE ESPUMA
tigo
45
luz a
Por
tres veces se
puso
ella
traerla su lado.
la cuarta y l
no pu-
puso
la frente
asom-
brado
con
la
hmedos, llameantes
labios
como
entreabiertos
si la
rechazarlo lo contemplaba
la respiracin
anhelosa los
;
la
pupila de
ella,
que temblaron
le dio
en
las aves
la
la
selva de placer.
labios de volcn
Bobre
el
con
el
se dobl
pecho de su amante y despus se abraz
furor de una llama que rodea un tronco
;
VARGAS VILA
46
murmuraba
la fuente, susu-
cuando
el cielo
p-
lido y la
ellos
dejaron
hmedo
el
boscaje, el entol-
fondo de
el
la selva.
III
El tiempo es cierzo
pasa sobre
ella la
la ilusin
es
or, cuando
marchita.
inonte.
amor muerto.
fin.
Deseo
satis-
COPOS DE ESPUMA
47
amor de
ella
siempre vivo,
la
pasin de
siempre desbordante.
Ella lo amaba con delirio
era su nico, su primer amor. l confunda su pasin con sus senti;
muchas
visto,
el
del otro.
sol
agonizaba, tenue
citas se
el sol al
el
como siem-
La tarde era
la soledad
se le haca insoportable.
Oh desesperacin de
que esperan
Cansados estaban sus hermosos ojos de mirar el
camino; cansados de intentar leer y prontos estaI
ban
los
llorar.
El ruido de
de cualquier viandante
Cunto tarda y ya
la
la luz se oculta,
vendr?
Nubes de negros pensamientos
la
el
paso
haca temblar.
le
por qu no
pasaban por
mente.
Hacasele
ms espesa
la
sombra, ms
triste la
TARCAS TILA
48
pueblo.
vida, lleg
el
luz.
Una
anciana,
que sentada en su
silla, teja
namente.
1
Erall...
Como
Colocada as en
la estatua del
la
asombro.
alma
estaba estupefacta.
Adentro, segua
La nia
el idilio.
plida, rubia,
dolo.
COPOS DE ESPUMA
Su mirada no tena
cicia. Era un xtasis.
49
ni atrevimiento, ni
muy
como
el aleteo
impudi-
paso,
fiera.
Arro-
lentamente
Buenas noches.
madre respondieron.
La nia y
la
l, sinti
extraa conmocin,
como quien
pierta de
un sueo. Se acord de
tado la
cita.
La nia, qued
jer perderse en la
No
saba que la
fija,
viendo
silueta de la
mu-
sombra.
ms grande de
la
des-
ella
las
la
tempestades
tempestad de
TARCAS TILA
50
IV
amor
cuerpo,
Hubo
amor
del
sentimiento, la pasin.
el
y lgrimas, y besos, y
reconciliacin,
disculpas.
amorosos
la
draron
el hasto
el
la tristeza los
bosque y
la luna,
veces, lejos el
ademn
El
la desconfianza
la querella; el placer
al
uno del
engen-
desbordado engendr
cubri
muchas
tardes en
otro,
indignado.
se alzaba en
'\^
empezaba
COPOS
t)E
ESPUMA
lo
todo lo oscureca,
que muere
Al
ms
fueron
el
raras, la sancin s
Al
fin la
soledad fu completa.
Su esposo muri
sin perdonarla.
Cuando aquella noche de la agona, desmelenada y llorosa, hincada la orilla del lecho, pugnaba por tomar una mano del anciano dicindole
con voz ahogada por
el llanto
Perdn, perdn.
-- N, n, jams, responda
indignado.
ella.
fu su tltlm
palabra.
lo
bendijera aquel
ribundo abri
los ojos,
el
mo-
el lecho.
VARGAS VILA
62
Estaba muerto.
Cuando
al da siguiente
la luz oscilante
en
la sala
mortuoria,
al fijar
sus ojos en
el
ambos
bajaron aterrados.
El remordimiento,
fatdica,
pas
rozndoles la frente.
El dolor produjo
del
amor.
Algo de nobleza en l que
al
abandonada por su causa, le indicaba que deba ser amada, lo hizo volver su
aislada, triste
regazo.
Y
all
el
campo,
donde iba
ella
l,
63
COPOS DE ESPUMA
ir
buscarlo y fu.
sombra de su esposo,
el fro
ella lo
de
la
muerte y
la
esperaba.
Los ojos de
dla cuna
la
madre iban de
la calle la
cuna y
la calle.
La noche vena y
n.
Poco poco, los montes lejanos se iban hundiendo en la sombra, las verdes dehesas se hacan
oscuras, el cercano ro no se vea, sino trechos
reflejando una que otra estrella naciente, los
al
el silencio
y en
las tinieblas, el
54
VARGAS VlLA
empezaba poblarse de
cielo
en
las
estrellas, y trechos
pocas casas del poblado empezaban apa-
La sombra
se haba
apoderado de
ella
la habitacin
presa de inmensa
llegar.
haba cum-
plido su comisin ?
el sirviente.
seis.
y llor
amargamente.
Entonces medit en su pasado, en su pasin, en
8u cada.
El recuerdo alz las lontananzas en su
alma y
le
Un
Acerc ms
hacia afuera.
la
cabeza los
cristales
pocos metros de
all
sala
Con
la
ansiedad y
el
y mir
la calle
dejaban ver
en
la
haba un baile.
55
COPOS DE ESPUMA
En verdad,
no estaba
un
la
con-
alivio
all.
Este rayo de
corazn
el baile
entonces
ella,
su
ella
el
tampoco.
inocente
rival
tampoco
estaba.
Su alma
S,
le
deca
son
ellos.
la abandonaba y la despreciaba; l
un baile mientras ella gema en la
l que bailaba ebrio de
soledad y el abandono
placer mientras ella lo aguardaba medio loca de
S^ l
que
que se iba
dolor.
Como una
fiera
la
ventana, quiso
abrirlos, llamarlo
donde
Pronto
pus mezclarse
ella
la casa enlutecida,
ella deliraba...
al
en los brazos.
56
YAROAS YILA
Su mirada
dad
brillante indicaba su
los dos se
hablaban con
sueo de
los ojos el
felici-
infinito
lenguaje de ternura.
No
hondo dolor
en un silln y lfgrimas de
Despus,
resolucin su-
primeras luces de
la
aurora
la
;
la
campana
toc la ora-
pobre madre de
rodillas, llorando
pasiones.
abandonada.
COPOS DE ESPUMA
57
VI
Mucho ms de
seis
muda
triste,
la
ms
como
murmurado de
la seora,
amor hacia
ella,
Diga ,
domo.
al
implacable mayor-
68
VARGAS VILA
Ya lo he dicho.
Y qu dice la seora?
Que no puede recibir .
Por qu?
Porque est leyendo.
caso en
alh'
el placer, la
belleza de la
amor carnal
un elemento
preciso de su vida.
faltaba, hall
vivir
Entonces
formas de
el
la obsesin
lo
COPOS DE ESPUMA
59
se vea
l,
temblando de placer, aquella boca divina y sus besos enloquecedores que eran un frenes, aquellas
formas esculturales,
aquellas carnes
mrbidas,
aquellos brazos cuya dulce cadena le pareca sentir aiin y entonces crea aspirar hasta el perfume
Toluptuoso de aquella mujer divina y pensaba con
furia que era imposible reemplazarla por el amor
mente cuando
rada de su
el
amada
caa sobre
l.
La luz de aquellos
VII
el
pueblo que
la
VARGAS VILA
60
El
mdico de
la
tambin.
La casa envuelta en
la
una quietud de
claustro. Lasluces
que intervalos
ms opacas
las tinieblas
que
la
rodeaban.
La antigua y
reciba.
acompaaba,
amada
corredor de
el
casa de su
la
habr ve-
himno
idilio.
epitalmico.
Pronto
gemir
un
el
las
ramas en
los
el
rboles
voloteaban las
agua azotaba
los crista-
una
luz,
mvil de un
abierto
un
Haba
ojo.
all
Bramaba
un
silencio de tumba.
viento, escuchbase
el
rumor del
COPOS DE ESPUMA
trueno en
el
61
el
Como una
un
splica,
grito de locura, se
ledad
mo
!...
Mi hijo
Mi
escuchaba clamar en
hijo
la so
Hijo
temblaban
las
pequeuelos contra el pecho y levantaban azorados los padres la cabeza, mirando al lecho de sus
los
hijos.
Iodo qued en
I
silencio.
VIII
Qu bello
pramos
el
sol tras de la
No hay una
palidez
cima helada de
ms
bella
que
los
la
VARGAS YILA
62
Como una
as,
de color de
va subiendo
el sol
al
horizonte.
como
rboles
maana
arroyos
las nieblas
cintillos
mucho
la vetusta iglesia.
incienso
doblaban
moradas, bajo
En
la
Haba muchas
sonaba
el
rgano sonoro y
otro,
en los
humedad de
flores
didos,
los
baaba
cristal; la
la naturaleza
la lluvia brillaban
de
el
la cabeza,
la
feliz
uno
del
ena-
centro de la iglesia y
sequio la
el
pareja, haba
lirios blancos,
En mitad de
al
la
de azucenas salvajes.
templo.
La otra anciana,
llevaba sobre el
manto.
altsima, plida, descarnada,
COPOS DE ESPUMA
63
durmiese y
el
si
cubierto con
las
rosas.
en el altar, de
endomingada, la mujer sorpren-
tan ta concurrencia
Qu es esto?
No s seora. Pascual fu quien arregl esto,
y
el Sr.
la
misa.
el
nio despus de
N, puesto que . lo
probibi.
S,
No
s seora
Pero
la iglesia?
Es
,
El
oro.
verdad.
rgano y
el
el
64
VARGAS VILA
las
cabezas iDclinadas.
Bajo
el
manto de
la
Poco despus
El
pequeo
el cortejo
fretro,
descenda del
altar.
la
lati
primera que
lo
y dio un
lo vio
contempl. Su corazn de
La madre
un
se haSa puesto
el
un momento.
Entonces
ella alz la
cabeza
manos
un
e\
grito dbil,
madre
Hijo mo
un
grito de
la tierra bajo
al
pao
65
COPOS DE ESPUMA
entre sus
de
manos
con-vulsas,
un puado de rosas
lirios.
Cuando volvi en
cumpla
la consigna.
La cuna de su
vaco, el
hijo estaba
all,
pequeuelo dorma en
el
como un nido
cementerio, y la
La msica de su
ya no turbaba su sueo,
noche traan lejanas armo-
llanto
El
dormido en
como
se haba
los de ella.
Despus se acerc
las luces
en casa de
los
desposados se extinguan...
La tempestad de
los celos
el grito del
dolor
dio
su
ltimo reflejo en
VARGAS VILA
66
poblada del rumor doloroso de besos y suspiros lejanos, dando una ltima mirada la cuna de
su hijo, cual si se sintiese transfigurada por el
ella
ante
j
l la rodilla
Ya
ests
y la frente
vengado
murmur
doblando
EMBOSCADA
Era
la
hora en que
Inmenso
ro de claridades
escuchaba
el
la dulce
el
cocottes saliendo
se
la
taba el
himno
del
amor y de
la vida.
humana
pareca
ir
per-
VARGAS VILA
68
las
de la Columna Vendme.
A.rco
de
la Estrella
himnos de amor
lascivo,
grita,
Es
el
inmenso aleteo de
la
vida bajo
el ala del
placer.
Un
tos dolores
la
blaba
Dia
como de
le
ha-
COPOS DE ESPUMA
OV)
Habl
al
muy baja,
paseante en voz
en un idioma que
en tono de
sealaba con
cha
calle
la otra la
El paseante vacil.
la
penumbra y
la luz
meridionales
si
un
conmovi
al viajero,
pero
le
muy
paso
siempre
las
en su
al viajero,
suyas frebrici-
una
splica, no
El viajero le
matendole
el
una provocacin.
orden que siguiese delante de
ya
l,
70
VARGAS VILA
aquella
que se extenda ante ella, se contemun instante su vestido miserable y, sin em-
estela de luz
pl
muy
de los cafs y
aprisa, lejos de
los focos
de luz de los
que llevaban
los
hombres
al
Bosque de
uno de
en direccin
al
inmensa
la
delgada y oscura
si-
aquella
viajero sigui.
atrs,
COPOS DE ESPUMA
71
de la esquina
estaba en la fue de
..,
Maison
Meuble.
Ambos
la puerta invit al
entraron.
En
gema bajo
ni una luz.
angosta
la
el
peso de
no haba
llamando
properios.
al
al
La nia apur
el
Un
VARGAS VILA
72
una belleza
lasciva,
nada de
lo
que
los cuartos de
un
violn colgado
all.
rincn,
un rincn, sobre un
sof
una toca h-
meda y
sucia,
de
un muchacho como de siete aos dorpie del lecho y un nio pendido al pezn
la luz,
mido
al
exhausto de
rubia joven.
la
Olga, dijo
muy
La mujer rubia
paso
la
nia
alz la cabeza
al entrar.
que tena
nada sobre su
en pie, guard
hacia
el
el
incli-
puso
joven y de madre. Su palidez de hambre y de miseria le daban el color de una rosa blanca que empieza marchitarse. Sus ojos, de un verde claro,
romana de
la
poca de decadencia.
COPOS DE ESPUMA
73
mi
Como
gros,
de
la joven.
Con
la intencin
nia.
tomamos alimento. Y ya ve
se muere...
Esta noche,
dije
Litzka,
v,
prate en la
Dios sea
La joven dobleg
la
y la vergenza.
El extranjero
lejos,
muy
tena
lejos...
Pens en
TAR6AS TILA
74
manos
Pronto estuvo en
la brisa fresca,
tura.
la calle.
el cielo
El via-
la
sombra.
Contempl con
tristeza
el
Pars que re
se retir su hotel
ciana enferma
hambrienta
sobre
el
aquella arpa
muda
aquella nia
aquel violn
ltima meloda.
Y pens en
estaban lejos,
muy
lejos...
INOLVIDABLE
con
la dicha.
La caricia
hlito
infinita
abrasado de
la
inmensidad marina
playa
la
la
calma
triste
el
de
la
turna
la vela
dose en
el
plido horizonte,
como
el
ala de
una
76
TAR6AS VILA
que
al
extremo de
subido sobre
el alto
haban
das y bravias- se parten las olas, y haban descendido hacia el mar, detenindose fatigados sbrela
roca hmeda,
gan
plie-
El pueblo
el
peasco
empezaba hundirse en la
sombra; algunos nadadores se vean an confusamente entre las olas en la playa hormigueaban los
la estacin balnearia
paseantes, y la extensa
fila
inmensas
mar y
la
de un azul
triste
el faro,
y en
el cielo
comenzaban asomarse
las
estrellas.
Lulu,
como
ella la llamaban su
madre y sus
COPOS DE ESPUMA
77
mano
su mejilla miraba
mar...
el
y pasaban sobre
ella las
llegando la ribera.
Su amante,
silencio, inmvil,
contemplaba en
mudo
cual
si
fuerza
temiese
infinita,
la
creyente de rodillas.
respiraba
Nunca
la
Un ao
haba visto
as.
muy
re-
el
acompaado de aquel
VARGAS VILA
78
mar donde
acu-
All la
tranquila,
En qu pensaba
el
como perdida
as,
la tristeza
un paraso abandonado,
Lul, Lul, en
el
la
desme-
nostalgia de
qu piensas? dijo
l triste-
mente.
cabeza, lo mir
respondi
Pensaba en
Ah, por eso estabas triste?
No. Es que soaba cosas horribles.
ti.
~ Cules?
No, no puedo decrtelas.
79
COPOS DE ESPUMA
mano de su amigo y
puso de
se
Caminaron silenciosos en
el sol
y avanzaba
la
la
la
pie.
sombra. Descenda
sobre
el
atrs la
march pensativa,
el
el
beso
dialo-
lidas...
11
Conclua
el
can negro
el
mar que
lgubres y se
se estrellaba
agitaba
con gemidos
murmurando su himno
VARGAS VILA
80
Desierto el poblado...
ni paseantes
en
No haba luces en
la ribera
la playa.
el ala hmeda de
una vela cortaba la mo-
un viento tempestuoso,
ni
poblaban
el
en
la
pea.
El paseante soHtario,
gada por
el sol
cuya
Llegando
la orilla,
all
donde ya
las
cerca aquel
espumas
mar
le
mo-
alborotado,
Dnde estaba
que
le
ella, la
solitarios,
la
COPOS DE ESPUMA
El clera, el clera, oa l decir
El
81
el f-
nebre crescendo.
las casas
quedaban
soli-
la vspera
ella.
noche
haba costado
le
fu imposible
Entonces Usmi.
Cuando
se agitaba en
el
l, lvido,
contrado,
lecho.
El clera...!
y qued solo.
Cunto estuvo as ?
No
lo saba.
las
puertas de su cuarto se haban abierto, y Lul, destrenzado el cabello, llenos de lgrimas los ojos,
blanco
el traje
y rojas
zado su lecho,
manos,
lo
le
las
zapatillas, haba
avan-
VARGAS VILA
82
Cuando volvi en
rostros de convalecientes
s,
la
cabecera
Pregunt por
ella.
Todas
las
familias haban
Ella tambin.
sol ardiente
y
una brisa marina, atraves aquellas calles desiertas,
pas frente
Haba
por todo
all el
el
el
y se dirigi
silencio de
Vag en torno
al
los
pensando en
el
ser
que
lo lloraba
acaso all en su
con un
el
S.
S,
le
dio el
COPOS DE ESPUMA
char sin
83
huy su lado y se puso cuidarlo. All fu atacada por la enfermedad y muri alas pocas horas...
Y extendiendo
su mano, dijo
Est enterrada
all,
y mostr
el
Yo mismo la
enterr, est la
sombra
del
cuando
puso en
el
pie. Solitario
amor
se
agua y
all en la
punta
mar contra
la
y se estrellaba
roca negra.
III
84
VARGAS VILA
sombra
del
muro,
nieve..
IV
el
hotel de
~
Porque se detiene en
B...
~Yqu?
All fu
la Historia
de Lul.
esposo
le
le
No seas tonta. Si
dice
muy
da un
paso.
yo no he amado sino
t...
SUPERSTICIN
animales?
me
dominar
la
deca
cido la vista de
haba produ-
idjo
Ya lo creo.
Conociste prima Berta ?
Oh bellsima mujer
Pues oye ella se refiere
s,
tarte
lo
la
amaba como
una her-
VARGAS VILA
86
al lado
de nosotros,
t conoces.
la trataba
la hija
la
como asombrados,
dades,^ estupefaccin
la distincin
casi
de su propia
indmita cuando no se
la
dejaba
comunicado su
espritu. Crea en
los present-
COPOS DE ESPUMA
87
el destino. Soaba
muertos y crea sinceramente en los fantasmas. No adorn nunca su cuello, ni engalan
con
los
cuantas
dana
mirando
furia,
la
nuestra conversacin.
vas a verlo.
el
colegio, volv 4
mi pueblo natal.
En mi casa no haba sino mi madre y Berta; mi
padre haba muerto ya.
Con el cario de esta madre y de esta hermana,
que no otra cosa era Berta para m, me consolaba
de mi orfandad paterna y de las desgracias pecuniarias
Berta haba crecido mucho, se haba hecho bellsima; pero haban aumentado tambin en ella
ese sentimentalismo exagerado que fu la desgra-
TARCAS VTLA
88
miedo
lo
vi
ca de su vida y ese
sobrenatural que
era su tormento.
el
la
Una
amigas suyas k una hacienda cercana y regresbamos casi al anochecer. Era una puesta de sol
esplndida. T conoces el valle de SorentOy donde
queda mi pueblo. Los rboles que amparan los cafetales frondosos hacan ms oscura la sombra que
la
el cielo.
fuego, pareca
como si
Sobre
la lejana
como un globo de
y algunos robles, como fugitivos por las escarpaduras, dirase que escapaban de la catstrofe; las
nuljcs parecan
sobre
de
la
sado
la altura
salvajes
blanca capilla
la
vuelo
all,
sorprendida por
de naranjos,
lirios
la
el
y terebintos, sobre
noche, y
los
guayacanes.
el
cual alza-
COPOS DE ESPUMA
Yo
iba delante,
me
y Berta
lo
que
ella
tal
segua en su
caballo Tordo,
Con
89
mi nativo
cuando o un
valle,
grito
el
angus-
tiado de Berta.
;
p-
manos
la
como
cabeza,
gritando
qutamela
qutamela
movimiento
este
caballo se espant, y no
el
enredada en
el
el traje
al suelo
camino y
mi pecho. Tena
de sangre
le salan
de
boca.
Campesinos cercanos
me ayudaron
conducirla
casa.
Era ya
muy tarde de
mi madre
se acerc la
haba colocado.
sombrero de Berta
lo
90
VARGAS VILA
Al desdoblar
el
velo
cay al suelo
primero y luego se alz con torpe vuelo y fu posarse entre las blancas cortinas de la cama de mi
;
prima.
de entre
conversaba
l.
un extremo otro, era un campamento. Ejrcitos que cruzaban en diversas direcEl pas, de
COPOS DE ESPUMA
el
pueblo
91
tallas era lo
el
das
l.
Yo
le
carcter ner-
presentimientos.
La noche era
solitario,
fra
la calle
el
paso de
las patru-
Berta estaba
ms
meca
al
lmpara y se estre-
Cierra
la puerta,
me
llegaba.
la cornisa
era una
92
VARGAS VILA
la
lm-
para.
eomo azogada.
No temas, le dije. Ahora la mataremos y tomando uno de los cojines del sof, lo tir contra el
muro donde se haba detenido el animal. Torpemente
lmpara y quedamos
en tinieblas.
Berta exhal un gemido. Corr sa encuentro en
la
la
qu
la
el
pobre nia
s,
yo bus-
funesta mariposa.
sobre
trato de Alejandro,
el
marco pequeo
del re-
triste
la funesta
nueva.
la
Don-
juana.
Era
Bcrla.
el
27 de Enero, el
mismo
da del accidente de
COPOS DE ESPUMA
93
Nada
la consolaba.
Ya
te lo
feliz,
me
repeta constantemente.
mamos
al
Juncal
ya conoces
rido.
All el paisaje es triste, el
horizonte montono;
tsicos.
ella.
VARGAS VILA
94
Yo
haca
el
Era ya tarde.
Mi madre se haba dormido
al
lado de la enferma,
De sbito dio un
su grito nervioso de
grito,
siempre.
Me acerqu
verla-
me
muro, como un pequeo abanico, extenda sus dos alas una mariposa negra.
Ciego de rabia me lanc contra el animal. Lo
mirar.
All,
sobre
el
el cuarto.
logr apo-
l.
las agit
mente...
la tercera
vez no se movi m.
Haba muerto.
COPOS DE ESPUMA
95
Con
los ojos
demesuradamente
la maripOvSa, plida,
abiertos,
mirando
Call
mi amigo bajo
el
roso.
Entonces
tro
me
Gomo
si lo
el estante.
amigo.
Lvido, temblando, Jorge retrocedi
ahogando
un
grito,
pechera irreprochable.
En
ese
momento
tocaron la puerta.
Lo
t,
abr.
le deca.
brelo
t,
me
dijo temblando.
Era de su esposa.
Mam se ha salvado
VARGAS VILA
96
la
los
mdicos
haban salvado.
No
mano
cia.
te lo deca,
por
la frente.
gru con
march.
Desde entonces tengo miedo
mariposas
clera, y se
negras.
Son
fatales.
las
PASIONALES
GNESIS DE UN LIDPd
ti,
y slo para
ti,
mi
vida.
Himno
en estas pginas.
Como
se proyecta la
TARGAS VILA
98
ios
las
En
I
Silencio
me
necesita como
Adrame en el
religiones, de
amor no
culto externo.
Me basta
misterio de tu alma.
tu
por himnos
el
Ay alma ma,
I
tro, el
te
no cabe aden-
djame que
1....
Acaso no
nunca y morir en
lo leers
el olvido.
de este
libro, careciendo
como
carece de
nombres
ni
que
ao
99
COPOS DE ESPUMA
Los leones de
la Livia se
escudan con
las rever-
beraciones del sol para no ser vistos por los cazadores; as nosotros sabremos ocultarnos entre los
*ser vistos.
Adems, yo he suprimido
libro, es decir,
he apagado
nombre en
tu
el sol
este
sobre su cielo,
le
he robado la luz.
Se estudia
el
rumbo de dos
vayan engrosar
la
Que
msero destino
al
ojo indiferente?
misma 1....
Acaso
la
sidad de espectadores?
las
tempestades de los
la
mundos de nieve?
TARCAS VILA
400
En
el
para adorarlo
all
en
la
soledad
aislamiento.
giado en
el
me
he refu-
divino.
Yo soy el
solitario
de tu amor,
el
cenobita consa-
fanatismo de tu
el
pasin.
adorar
ella
para
para adorarte
Ellos alzaban
ti.
sus cantos en
el
misterio.
Yo
tambin.
Este libro es
Amar
mi
plegaria.
es adorar.
El canto del
amor
es la oracin.
mis
ilusiones, corrern
solitarios
en este
libro,
COPOS DE ESPUMA
101
campa-
ms que
tu
amor y
tus re-
cuerdos.
Si algn da llegaras inclinar sobre l la frente
pensadora, podr decirte parodiando un poeta :
fondo.
II
el cielo
tambin
mmtaa
se balan-
i 02
VARGAS VILA
el
acrecidos, y nubes
hmedas y
fras
erraban por
el
cielo.
la
alas sacudindolas
Desde
El
sol,
all
se divisaba el valle
I....
lo
amor de un anciano;
el
ro
ala cumbre.
baaba en
como
el
to-
ltimo
serpenteaba como
manche
la
Ac y
un campo de amapolas y
adelfas.
de jazmines y
aleles, rosas
y vio-
Ms
all, el
polluelos.
I
Tanto
COPOS DE ESPUMA
103
tanto
envolver
la
llanura
entre
mucho
antes de
los pliegues
de su
manto.
Como un
desde
las fiesta
exuberantes de
teras de la
Yo,
el
la vida
muerte 1....
La campana toc en
la torre.
El recuerdo toc en
mi alma.
La una llamaba
la oracin
el
otro la medi-
tacin.
La noche
mi alma.
Entonces
me
sobre
VARGAS VILA
104
Como bandadas
como desde
as,
los valles
Ah
florido valle de
mi vida lleno de
Como en
el
ilusiones y de.
Primavera de mi
la
natura-
plendente.
]
Hubo
luz en
mi alma
amor
atrevido,
de mi
triste vida.
Como un
cadver galvanizado,
la ilusin se le-
vant en mi alma.
Y pens que mi
divinas,
que
la rida
sil-
ma-
taba los
sentir doblarse
COPOS DE ESPUMA
tu rubia cabeza sobre
amor
105
mi hombro, languidecer de
mis brazos, de amor
tu audaz mirada, y en
lgrimas y besos,
Ay pas
I
la visin
mansas
poema
ar-
I...
murmurador,
el ro
rumorosas de los
valles,
Y entonces murmur
La naturaleza
da
la vida,
hace un himno
al
astro que le
e//a,
que
y el fuego de mi vida.
Estas pginas son ese himno.
ha sido
el Sol
Como un
las alas,
yergue
ensayo para
soledad de
ti
mi alma.
el
eco de un
recuerdo.
otra,
como
el
de la brisa y
al
rumor amoroso de
la noche.
VARGAS VILA
i06
No
es el canto de la alondra al
Es un himno de
que tendr
la
la tarde,
el
el
acompasado y
Ser
asomar
Sol
muy lejos.
rumor de
lo
triste,
la palidez
que muere...
el
plido azul
CLAUDIO
Borrbase
la luz
en
el cielo.
el sol,
las estrellas
y rboles copudos
las
los potreros
vacadas apacibles
montonos, con
taa,
el
ro,
tuya
orilla,
manso y
apacible se arrastra
que era
el
TARGAS VILA
108
las
compaeras de Diana,
menuda
hierba, se perdi en
de melanclicos
ruidos...
llorones,
per...
Su mirada
triste
y vaga hundase en
el
fondo
un gandul son
lo lejos.
Vibr en
y al ruido del viento que jugaba con las hojas desprendidas, entre los caaverales de la
orilla.
voz amiga.
Pronto en
recer al
la orilla
opuesta del
ro, vise
apa-
el
Qu haces aqu ?
Vine ver
si
Pedro llegaba.
COPOS DE ESPUMA
Inmutse
bi'a le
el rostro del
pas por
109
la frente
y call.
La joven suspir.
Lo esperabas?
S. Me haba dicho que vendra esta tarde.
Y
al
humede
cieron.
con voi
convulsa.
S,
mucho,
sara con l
modo me
ca-
Es verdad.
Call el joven, y qued como abstrado en su
pensamiento doloroso.
Tomla
seno de
cabellera
la
perfumada
le
se
el
qued
temblando...
Ligera como una ardilla la joven trep por el
sendero y bien pronto desapareci en un recodo
del camino.
VARGAS VILA
lio
le
la
piedra en que
cabeza y medit.
Toda la corta y desgraciada historia de su vida
pas por la imaginacin.
haba estado, reclin
ella
la
all
mend
la Seora
todo
el cario, las
atenciones
oir
an
el grito
de sorpresa y
de su carcajada infantil
al ser
como
si
llevase la corona de
el
sonido argentino
una sacerdotisa
anti-
gua.
Cuan inocentemente haban crecido, obedecindola l hasta en sus menores caprichos, acabando
ella
eran destinados,
ms
preciosas de la
ms
montaa
raros
Con
COPOS DE ESPUMA
la
11
contemplaba
al
venir
todava
su cabellera de un color
un
como
color oscuro
el
muere
rantes
el silencio
el
la
vez pri-
otra vez
no verla
salir
de
las
espumas
orgullosa, proveniente de
que
el
como Venus
ella,
le
haba
nada
lo
as.
VARGAS VILA
112
las
tris-
toda,
ella.
1
la
lo vena
comprender ahora
arrebataban
Ahora que se
ella
y para
mismo en
;
la
apagar su
sol,
llevarse su
vida...
lle-
vrsela...
Se casara y se ira.
Y l quedara solo en aquellos campos, en donde
haba vivido con
Se llevaban su vida y ni
jams.
ella ui l lo sabran
H3
COPOS DE ESPUMA
murmuraba
el
canos.
I!
Abajo rumoroso
nada con
el
el
torrente, poblando la
hondo-
orilla
y envolva
florecillas azules y
rados, volaban de
rboles se inclinaban
Aun
como
y serpenteando por las laderas abruptas, los senderos abiertos por los cazadores de venados.
VARGAS VILA
114
? el
paso de
la presa.
el grito
Oase lo lejos
de los cazadores y
vendr persiguiendo
el
deca
el
venado.
al
animal
y... le
dar
l.
darle l?
Una
vez herido en
el
cmo no
sendero, rodar al
harn
al fin
lo
y no se ir nunca.
En aquel monlogo
del precipicio,
la figura del
mova inquieta en
joven campesino se
fondo verdeoscuro de
el
la
selva.
Ligero
como un
ms por
el
prepar
el
arma
y esper.
COPOS DE ESPUMA
en
el
el
115
La presa estaba
cerca.
Con
la
mirada
orilla,
alli
el venado perseguido y l.
Pronto se escucharon las voces de los cazadores,
pasaran ambos,
el
torrente
hacia
el torrente,
salto aquel
Un
aproximacin de
la vctima.
asomaba.
Claudio dispar. El segundo ciervo que sala del
el
salto.
mando
opuesta.
El campesino absorto se
la
sombra, inclin
la
cabeza y contempl
sus pies.
Estrellbanse las olas,
muga
la corriente,
jugue-
mudos volaban ea
VARGAS VILA
116
Despus descendi
la
al valle.
y oculta en
el follaje
el patio al
estaba
ella
encuentro de su amante.
l la enlaz por el talle y ebrios de felicidad
entraron la sala.
As se
la llevar
Y ahogando un
alamedas del jardn que rodeaba la casa y desapareci en la penumbra del ramaje y de la noche, en
medio de
la
sombra y
el silencio.
III
Aquel
da,
todos despertaron en
la
los pjaros
ii7
COPOS DE ESPUMA
l,
hosco y sombro, sentado en su aposento, se abrazaba con desesperacin su dolor como un hijo al
cadver de su madre.
En vano vino
ella
misma
radiante de felicidad y
los
hoy
es el da
ms
que amo.
Eres mliy
mucho.
feliz ?
S,
Y no
Oh s
sientes irte ?
I
ti,
murmur
luego.
mano
sobre
la frente
Al contacto de aquella
mano suavsima
se estre-
meci.
fijando en ella
l.
se dijo para
118
TARGAS VILA
olTidndolo todo, yo la poseyese aqu, as vio-
si
Entonces
hombre ?
Qu tienes? dijo
ests enfermo?
Djame, djame, volvi decir desgraella,
el
un
silln
prorrum-
pi llorar.
Todos
los consuelos
en
el
Vendrs?
.
dijo.
enjugn-
S.
Cuando
y solo
fija
nia
mirada
All,
ella,
la
el
all,
corredor
lo
sac de su
el
abstraccin, y absorto,
COPOS DE ESPUMA
como
119
tida
el
de su alma.
el
si
fuesen persi-
IV
saban en
la sala
y sonaba
el
una de
las altas
la luz.
Cantaba
el
el epitalamio
como
TARCAS VILA
120
donaron
la sala
y se encaminaron furtivamente
suaposeato.
Al pasar por el ancho corredor cerca la
sombra
un beso y
sica de
el
la
cerca al dolor
aquel que
la
el
ella.
Cuando rein
el
el
templo de Himeneo,
la
visin,
m-
sombra de
la
el
hombre que
como
un
se ocultaba
se despren-
zcalo, avanz...
No por la puerta
al
aposento.
Caminando en
la
sombra
cho.
ha-
COPOS DE ESPUMA
bra brillado en la hoja del
121
le-
vant.
caricias.
el
crimen escapse
del
fugitiva...
como
al
se haba elevado.
amor y
sombra. Vi-
lecho del
eco deesa
poema
sele
el
el
la
las oscuras
el cielo.
como
si
rostro.
llevase del
blonda cabellera
las brisas
perfumadas, rodaban
l.
Perezoso arrastraba
VARGAS YILA
122
Brisas
hmedas y
vagaban en
fras
la ribera,
clari-
l.
Al
fin
perdi
murmurar una
el
te-
pala-
Hundise
flor,
cant
el
fras,
orilla aza-
ruiseor de la montaa, y
en
el
remanso
del ro.
LIBERTINO
\.fueraruge
el
las
el
sueo
ti-
en su lecho de harapos.
La
En torno de
la
mesa
persa
vajilla.
Las
flores
rostros risueos.
y ncar en
la dis-
como marchitndose en
que
el
champaa desbordndose de
el
los vasos,
hembras cuasi descubiertos, nidos de amor esperando sculos viajeros que vengan posar all.
Msica de
risas,
desmayado
centelleo de pupilas,
VARGAS VILA
124
tiguos en el follaje de
No
de Len no
Amor
el
un bosque.
Fray Luis
habra cantado.
all,
pero sobre
seno de Venus.
La Belleza? oh
El perfil de Lucrecia y el
seno de Mesalina.
Azules mariposas del pantano, azucenas dobla-
das en
el
lodo
el
el
de Tolima
como
su cabellera de gualda
tormenta
que
el
la nieve
semeja co-
clices
mrmol,
seno,
la
mar en
mrmol negro
su-
el
as
oscuros y brillantes
125
COPOS DE ESPUMA
como palma en
la lla-
montes
tristes
quitado la jaura.
del cazador
el
tormenta tiene el
hinchada por
quieta
manla
ha
enlaza el
naciente bozo
flor.
Ondulaciones de
la brisa
mano de
una
el
le
que
y hace temblar en
l la in-
su amigo.
en
Nube de
noche
le
ha tocado de compaero,
joven ni
la
VARGAS VILA
126
formas de
lomas en
la superficie
de una
ola.
forma
el
sol poniente,
como durmindose en un
all, lo
la
como en un
No haba duda,
lo
haban mirado
as,
ese mancebo.
La
rancaba
flores
memoria aquel
traje
el atrio
de una iglesia,
al salir
COPOS DE ESPUMA
127
l,
el
como escondida
senda tor-
bosquecillo de
la pajiza choza.
leza, la
calma de
rillo
campo.
el
el terne-
anciano perro,
Luego,
el
el silencio
sonrojo de ella en
que guard,
el
el
sbito encuentro,
Despus
la
huyendo, los
el
oscuridad de aquel
tintes
negros sobre
follaje,
el
la tarde
aquel
umbro, aquel lecho de grama, la resistencia
desesperada, el grito de augustia y aquellos ojos
el cielo,
follaje
lo
mira-
ban...
Rosa,
pertara.
Rosa, exclam
el
hombre como
si
des-
TARCAS VILA
2S
Qu
me
Os llamis Rosa?
Como mi madre, y la
comprendiendo
la
l.
all.
mo.
hombre como
si
porque su compaero
la
dijo el
soara.
decir,
ella.
arrebataba de nuevo.
volvi
Sinti el
poema interrumpido.
hombre el ruido de los
el
besos,
como
las luces, se
apa-
gaba...
le
deca
la
gritar.
la
le
voz.
su
lado dorma.
COPOS DE ESPUMA
429
la
rojo.
venganza.
el
El
La
haba cesado;
lluvia
como
el
viento gema an
llorando su ausencia.
arrastrndose por
Se detuvo
el suelo.
sombra tambin.
anduvo ella.
la
Anduvo l
La examin temblando.
:
dero.
all
ma-
haba
Rosa.
Llevse
el libertino la
mano
la frente y dobl
la rodilla.
Cuando volvi en
el
sol
mundo
en
el cielo,
s,
haba amanecido.
Asomaba
rumor de epitalamio.
el
como inmenso
INVERNAL
Era
la carta
lo
amaba
bien.
El
muerto.
Aun
interesas
le
Noble amiga
por m,
alma generosa
tas
Cuidado no
!
te
empao
el aliento
de mis
triste-
El dolor es contagioso.
como en ciertos males fsicos basta la respiracin de un hombre enfermo para matar uno
As
un alma desesperada
VARGAS VILA
132
me da tu
No creas,
tuosa.
mi nimo,
me
ni
hablas, al principiar la
muerte.
vida
me
crea herido de
son mi
tipo.
Soadores. Infecundo es
el
ensueo.
pecho de Grecia,
el
como un
Child-Harold pulsando
Margarita, forjando
la lira,
la
el
sacerdote asesinado en
ms grande que en
en Venecia cantando
Lamartine
ms
ilustre
,'
caLU-
mayada.
No
All
son hombres, ms
lemas, no,
que
el
all
son poetas.
decaimiento invada mi
como
el artista,
Bn un
COPOS DE ESPUMA
No me enamora
i33
como
el
plido declinar de
hmeda
una
gruta,
Plceme y sedceme,
s, la
mu-
chedumbres y rumor de catstrofes Muerte indmita que besa frente de hroes rebeldes. Cayo
Graco muerto bajo el prtico y la multitud rugiendo
en torno; Espartaco sagitario que cae bajo un diI
luvio de flechas
al rostro del
verdugo; estoi-
gloria
dumbre,
rival dspota.
sea, ejrcito
muche-
que se parte
Jjeroicos.
el
Tiene
el
patriotismo voluptuosidades
YARGAS VILA
!34
como
la
carne
enervante es la voluptuosidad y no
La agona de esos patricios
produce la grandeza.
semeja la de Petronio, en su bao de perfumes, coronado de nardos, rodeado de cortesanas y discpmlos que escuchaban como canto de cisne salir de
sus labios sus dctilos de oro.
No temas,
apodere de mi corazn.
Tristeza,
mucha
tristeza
me
agobia
pero
me
siempre de
pie.
tinela.
Ruge
el viento,
vegeto.
aman
En
estn lejos.
tanto,
me
la
pie,
sombra
lo
lo siento
veo venir.
ta
para ambos I
135
COPOS DE ESPUBi
y no
me abandon
jams.
conmigo
l juguete
lescente, y joven
infante,
me acompa
ado-
mi
se sienta la cabacera de
lecho.
mi cerebro
in-
mi alma erguida y de
pie
infortunio es
la dignidad.
mi
infortunio
es el carcter.
l hizo fuertes mi cabeza y mis rodillas para que
no se doblaran nunca ante los poderosos de la
tierra
infortunio es la altivez.
me
dijo
mira, y
me
mostr
el cielo
vaco ar-
con
la
cabeza en
demas y aplastadas
los dioses ni
no
los
ador
lectura.
los hombres,
No adorars
me
ni
;
l abri ante
presente, y
las coronas.
me
dijo
estudia.
Y me
VARGAS VILA
136
all
infortunio es
no ignorarlo
todo.
me
bes en la frente, y
al
fuego de su sculo
como
infortunio es
la fantasa.
las-
y su contacto brotaron, de ellos mis anatemas candentes, mis palabras indignadas, mis
civa,
l se reclin en
sentir latir
infortunio
es el sentimiento.
l sacudi fuertemente
ama.
conoc
el
mi
naturaleza, y me dijo
amorl Y escanci
el licor
enve-
labios;
fango del arroyo pblico; y lo sorprend para agotarlo en labios virginales no tocados
lo
el
todava, puro
137
COPOS DE ESPUMA
en ignota soledad.
Y en
el
amor el desengao, y
el
cieno, cieno
el
al fin
In-
amor.
l se inclin
mi odo y me
grandes cosas,
dijo
estos
de
como
mi alma
infortunio es
me
Isaas
desierto
hizo oir en
indignado
el
el
medio de
la
sombra
alma de Botzaris, y me
l
ve,
me
de
el grito
la
patriotismo.
y luch
cin, brotaron en
ticos
Carmelo
el
dijo
voz de Camilo
me
abrazara el
lucha por
el
derecho,
infortunio es la lucha.
combate por
fortunio es
el
la libertad,
fui,
y combat
in-
deber.
l apag tras de
el sol
me mostr
de la patria,
es la proscripcin.
los segu
infortunio
VARGAS VILA
138
un
l lleg
da,
de mi
al lecho
muy
hasta perderse en
lejos,
me
dijo
fandad,
m que
lloraba,
el
ms grande de todos
un
l se acerc
da
la or-
atraillada
me
mucho, hasta
dieron mucho,
me mor-
retirarse llevando
mis mulos
me
muy
trecho,
el
infortunio es la publicidad.
casi mortecina
lugar
espinas
solitario
es-
escasa la luz,
la
diente
murdeme con
fiereza
mirla en mi do-
infor-
tunio eS inspirarla.
Hoy
este antiguo
me
cho conmigo,
COPOS DE ESPUMA
olver
la espalda.
No habr para
dej
el
dolor
139
el
viejo amigo.
el
rostro
que
las nutre.
La fuente de
las l-
semeja
el
cielo cpula
de tumba y
ella asida
el sol
plida lmpara
letos en pie;
pjaro, ni
raleza ha huido y
hay hojas en
el
tristeza.
No
el
nido de la esperanza.
El invierno de
naturaleza
mi alma
sin
se
une
al
invierno de la
Beso de
de una ventana.
suelo y un refugio.
140
VARGAS YILA
Cul?
Voy hacerte
una confidencia
tengo un
querida
Cmo
se llama 7
La soledad.
es amante como una macomo una esposa y fecunda como ei
vientre de Hcuba.
I
Hay
otros
lirios
blancos, brotan
la
como flores de nieve, y vuelan suavemente, como mariposas cansadas parecen rayos
de crepsculo en una concha marina luz de esclicos,
trellas
y vagos
seno de su madre,
Hallas
me
entretengo yo.
pensamiento algo de
la fiebre de
mi cuerpo.
COPOS DE ESPUMA
141
como
la fiebre
el deli-
rio.
flor
No.
Rebelde corazn
l es siempre tuyo
iSDOB
Oh
la patria
una obsesin. No
la patria
sin
andando sola, y
tanto, que djase
el elogio
extraa admiracin
ajeno y
para buscara.
la
calumnia
mase
rumor de
as,
el
Tristeza del
VARGAS TILA
144
ms
dero
sombra ms es-
estrecho, buscando la
la patria.
no llega
sudor de su frente y
el
al
corazn
convirtese el
pensamiento de su alma en
y no alegra
de la patria es amargo y
el cielo
el
placer
es siempre
oscuro.
ma es bella 1...
donde
se alzan los montes lo ms alto del
All
espacio y asoma el Tolima su cabeza formidable y
la patria
se arrastra el
Su miraje
las
montaas misteriosas,
murmurantes,
los arroyos
el
ledad inmensa.
El ro
rumoroso
cioso el poblado
all,
sombra
Duerme
Duerme y espera acaso
la
mrtir
la arboleda, silen-
la tosca cruz
la
extendiendo sus
madre abandonada
sentir
un
da en las are-
145
COPOS DE ESPUMA
el
fuerte,
descansar
all
dolores...
{
Madre ma
La
Patria
ma
evocada por sus pintores y sus cantores, sus novey sus baladas.
Oh, un lado mis yiejos amigos extranjeros
En esta momentnea proscripcin, vayanse de
las
las trovas
de Mis-
Provenza
Blanc,
mi
los resplandores
autor idolatrado
de
Hugo
Louis
de
Bsense en
el brutal
con Rochefort y mzclense la evanglica propaganda de Tolstoi, spera y fra, con el ltimo poe-
ma
TARCAS TILA
146
Abro Jorge
uno como olor
Isaacs.
selva, escchase el
Sabaletas y yese
el
murmurar del
en la montaa profunda.
entristece,
pintando las lontananzas melanclicas de la sabana, los paseos campestres, las serenatas de enamorados trovadores y el ruido de los mercados
populares.
poetas patrios, los que no han ido buscar su inspiracin en las torres gticas entre las nieblas del
Rhin, ni llevado su
musa en
peregrinacin tras
los
Epifanio Meja,
el
loco sublime
all,
en
447
COfOS DE ESPUMA
de
la
estival.
Sot los
la patria
patrios ? No.
amados de
ms queridos de
los
proscriptos.
el cielo
en
el
Leyndola se envuelve
el
imagen de
la patria.
l,
de morir
Pobre amigo!
i 48
TARGAS TILA
call
el rbol
Fu
Me
y nublarse
el cielo...
el
de la escuela, mientras
haca
gritar
Fleury;
el
catecismo nos
el
explicaba
bolsillos,
el
abs-
trado, serio,
tristes,
brados como
si
mirara un
sol.
No
se
inmutaba
casi nunca.
El castigo lo sonrojaba,
lloraba
mucho, luego
Un
le
tom
la
mano
le
su asiento
estaba sublime.
149
COPOS DE ESPUMA
No
se mezclaba
En
la iglesia le
deslumhraba
la
pompa,
la
ma-
aspecto hiertico,
decadencia, la
las
suban
al
columnas de
se
extasiaba mi-
humo que
del incensario
naba
el bside, la
Guando bamos baarnos al cercano ro, mientras todos saltaban desnudos de piedra en piedra,
sumergindose en la corriente pura y asordando el
450
VARGAS VILA
buscaba
ms
el
sombro ms
ms pura y
el
remanso
la capital
Con
inten-
La antigua y noble ciudad, con sus escudos de armas esculpidos aun medio rotos y prodel Estado.
alzando
al cielo las
ilumina
el
sol; la
triste
su arquitec-
severo y
de la vieja capital
todo
lo
el
aspecto
haba impre-
sionado profundamente.
ms triste, msserio,ms
Cuando
fui
peasco bajo
la
COPOS DE ESPUMA
i5i
ramo, y como inclinado sobre el salvaje estrepitoso torrente, me recibi con el cario de siempre.
Haba variado mucho. Era un joven campesino,
alto,
tista,
no fornido, con una hermosa cabeza de ary la profunda y triste mirada de sus ojos
garzos.
puesto su imaginacin
Me mostr mucho de
lo
que haba
escrito.
En
letra
gunos
otros. El
all.
No ha-
la orilla
Haba
all
una
historia
id
52
TARCAS TILA
blancas y tristes
como
all
eran
la
coronaba
el
abrupta
vena
como Diana en
el
rayo de
el
la luna,
manantial que
Muchas de
quedarn
tristeza pienso
en
la patria,
mos
nativos.
los pra-
COPOS DB ESPUMA
lo vi,
153
ramos ya hombres
Lo acompa hasta
la salida del
pueblo cuando
te-
min
la
se detuvo
ya
la
el
sombrero,
al fin
en
el
sombra de aquella
tarde moribunda.
Rugi
Pas
la
lejos.
la ola
Pas
el ala
Volver
el
de
la
muerte y se llev
al
cantor...
el valle, all
donde
fuman
los tomillos
all,
en , a ceja abrupta, en
el
pramo
y perincle-
le cortijo,
tupido
el
monte, sombra
VARGAS VILA
154
De
vienta la ola
el
re-
poeta
I...
ROSA MSTICA
ciudad terrosa y
ella la
fra.
mar en
la
transpa-
rencia triste de un horizonte opalescente, las siluetas deformes de docenas de templos, de arqui-
Hacia el Sur, donde la iglesia de Santa Brbara alza su mole de ladrillos rojos, en el silencio
de una calle
men
triste
el viejo
el
ms puro de
ola, con su
el
cual
156
TARCAS VILA
mana de
ttulos
blasones.
en cuyo descanso un San Cristbal inmenso ostentaba sus formas de Hrcules forneo, y era
all
en
el
patio inmenso,
poli-
de
perfumes.
El saln,
rectoral, tan
la sombra.
Inmensos sofs de cerda, negros, con patas de
len, rojas y doradas
grandes sillones de altos
;
COPOS DE ESPUMA
cial,
pronto para
la
157
reunin de un Captulo de
la
Orden.
que mediocre,
En
el
al leo,
de un ridculo conmovedor.
los haca
el
una
cua-
brillaba,
lista
era
nicera,
del
lustre
no quedaban ya,
fieles
el
VARGAS VTLA
158
Oh,
un mstico
dn divino, cisnes de
cenas de holocausto
Aun me parece
de un jar-
verlas, travs
de
bruma del
como gran-
la
Manuela,
la
altivo el gesto
mayor,
el
las inflexio-
dama
como ropas sacerdode su rostro clsico, como
en las facciones
como un gran
lis
segunda,
imagin en
fl-
las Baleares.
Su
Wagner
ras profundas.
159
COPOS DE ESPUBIA
dolorosa,
en
la
penumbra
clida de
un
sueo.
Dolores, la menor, pequea, vivaracha, mignonne,
delicada
el marfil
aun no
ajado de su rostro
el
al
en
el
encanto mstico
de su pureza arcaica, con su palidez de nardos secos, las tres vrgenes hacan
pensar en ptalos de
un
viejo Antifo-
nario.
ciosa.
como un
despertar de aurora en la
alma archisevera de
la mansin monacal.
La gravedad de Manuela, la tristeza de Valen-
tina, se dulcificaban
i60
VARGAS ViLA
como de
que quisieran
alegras muertas,
revivir.
como
teras,
por
la
turba bullidora.
donde
por
la
el
el
verse, prendido al
un adolescente,
retrato de
bello,
el
imberbe, de mi-
cmoda de
nogal, en
un
apenas entreabiertos.
Por
lo
dems,
escapaba
la
cmo
Ay,
fu
Una
cayendo sobre
el
el
La
templo, y
Ara.
Yo
las vi,
rona en
das
la frente y la
dormidas en
el
palma en
SeoVj
la vieja
como
deca
el viejo
COPOS DB ESPUMA
161
esculpido y bajo
Manuela fu
ras,
como
si
el
el
portal
escudo roto.
el
indomado y su qui-
mera grandiosa.
Dolores se fu luego,
don
la
bran, pareca
se
Aban-
un
flor.
un
corona y
colibr
las rosas
dormido bajo
que
la
cu-
las hojas
de
lirio.
Recluida, silenciosa,
el
como
atontada, semejante
los
una sierva tan vieja como ella, esa virgen fantstica vag como una extraa visin, en aquel hogar
lleno de duelo, bajo la
togado y
el
mirada dura
del
Marqus
162
TARGAS TILA
ms anciana, ms
ms lgubre que nunca, en sus negras ves-
plida,
de
la
Eran gentes de
la familia,
cura de Santa
el
y,
entraban
l,
estaba abierto,
ramajes de una
vibrantes, los
Inmaculado
el
retablo
el Cristo
el
cama
todo un
poema de Piedad.
desptica.
la
mirada
cmoda estaba
medio abrir.
Julio,
bello
En
vista.
el
163
COPOS DE ESPUIIA
Qu hallazgo para
las cosas guerreras
l,
disfrazado.
poWo,
la
que en
azul,
el
Se lade
de
el
la turba, fu
asustar Valentina.
la
un
grito
ahogado y con
la
pobre
No pudo hablar.
En la actitud de una tigre que da el zarpazo,
puso sus manos, como garras, en los hombros del
chicuelo, exhal
Y, rod al suelo.
I
NDICE
Dbdicatoru.
Prlogo
I
Tarde
En
el
Mar
15
...
Vengado
Emboscada
T
tu
Inolvidable
21
37
67
75
Supersticin
85
Pasionales
97
Claudio
107
Libertino.
123
Invernal
131
Soador
143
Rosa Mstica
PAR8
IMPRSNTA DB LA
V<^*
OB CH. BOURBT.
1^5