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CAPITULO 1 Anduiza y Bosch
CAPITULO 1 Anduiza y Bosch
CAPITULO 1 Anduiza y Bosch
COMPORTAMIENTO POLÍTICO Y
ELECTORAL
Ariel
Barcelona, España
2004
CAPITULO 1
EL COMPORTAMIENTO POLÍTICO
Introducción
A la hora de explicar por qué unos ciudadanos participan y otros no, o por qué se
utilizan diferentes formas de participación, se pueden distinguir dos aproximaciones
generales que se analizan en el apartado 3: el conductismo y la teoría de la elección
racional. Ambos enfoques nos permiten introducir algunos de los factores explicativos de la
participación más importantes, que se detallan en el apartado 4.
Para finalizar, la última sección analiza las consecuencias que la participación puede
tener sobre los individuos, sobre las políticas y sobre el propio sistema político.
16 COMPORTAMIENTO POLÍTICO Y ELECTORAL
La participación política toma formas muy diferentes, desde la emisión del voto
hasta el activismo en una asociación u organización política, pasando por los contactos
directos con políticos, la participación en manifestaciones y actos de protesta, etcétera.
Algunos ejemplos de formas de participación política son:
votar en unas elecciones o en un referéndum
colaborar y participar en distintos aspectos de campaña electoral (asistencia
a mítines, canvassing, financiación, pegada de carteles, etc.)
ser miembro activo de un partido político
ser miembro activo de un grupo, asociación u organización de carácter
político (sindicato, organización empresarial, organizaciones
no gubernamentales, etc.)
participar en manifestaciones, sentadas u otros actos de protesta
boicotear determinados productos por razones políticas, éticas o
medioambientales
desobedecer una ley por razones políticas o éticas (como la insumisión)
EL COMPORTAMIENTO POLÎTICO 17
Estas formas de participación pueden ejercerse con un grado variable de intensidad
y frecuencia. En algunos casos la frecuencia e intensidad están limitadas por las propias
características de la actividad. Por ejemplo, cada ciudadano tiene a su disposición un voto y
sólo uno para participar en unas elecciones, pero puede participar con toda la frecuencia e
intensidad que desee en asociaciones o actos de protesta. Si quiere, puede mandar cientos
de cartas a los periódicos y a los políticos. También hay diferencias en el grado de
iniciativa y esfuerzo que exigen distintas formas de participación. El voto exige un esfuerzo
y una dedicación escasos y esporádicos, mientras que el activismo dentro de un partido es
una forma de participación mucho más exigente.
¿Está el ciudadano de la calle preparado para asumir el reto que supone la
participación política cotidiana? ¿Debe la participación ser mas intensa entre aquellos
ciudadanos que muestren un conocimiento y una capacidad suficientes para tomar una
decisión responsable? ¿O todo ciudadano por el hecho de serlo debe poder participar,
independientemente de su nivel de estudios o su grado de información y competencia polín-
cas? La respuesta a estas preguntas dependerá en buena parte de si consideramos la
participación como un fin en sí mismo o como un medio pan conseguir un objetivo (por
ejemplo, una decisión adecuada para resolver un problema). En el primer caso es
importante que todos participen. Lu el segundo caso puede considerarse preferible que
participen quienes m saben, y no es un problema que algunos ciudadanos mantengan una
actitud relativamente apática y poco participativa.
Las razones que están detrás de la participación política pueden ser muy variadas.
La cuestión es fundamental, ya que una participación motivada por el interés tiene una
interpretación y unas consecuencias muy distintas a una participación motivada por el
descontento. De hecho, detrás de cada forma de participación y de cada ciudadano
participante (o no participante) se pueden encontrar distintos aspectos que motivan o
explican su comportamiento. Se trata de identificar los factores que de alguna manera se
encuentran sistemáticamente relacionados con la participación. Algunos de los más
importantes son los siguientes:
De las cuatro cuestiones aquí planteadas ésta es, posiblemente, la menos estudiada a
pesar de su indudable importancia. En general, se pueden distinguir efectos sobre tres
ámbitos:
Sobre las personas. ¿Contribuye la participación política mejores ciudadanos,
generando actitudes de interés, cooperación y compromiso por las cuestiones
públicas?
Sobre las decisiones. ¿Contribuye la participación directa ciudadanos a tomar
mejores decisiones en términos de eficiencia? ¿O por el contrario las decisiones
tomadas por especialistas en la materia (políticos o técnicos) son más acertadas?
¿Tiene la participación política de los ciudadanos comunes un efecto real sobre las
decisiones que finalmente se toman? Es decir, ¿se diferencian
las decisiones tomadas por los ciudadanos de las decisiones tomadas por expertos y
políticos?
Sobre la democracia. ¿Contribuye una intensa participación política a fortalecer la
democracia? ¿O por el contrario una elevada participación puede sobrecargar el
sistema político con un exceso de demandas? ¿Contribuye la participación a reducir
o a incrementar diferencias sociales?
autoritarias y mejora la calidad del gobierno, ya que las políticas definidas con la
participación directa de los ciudadanos responderían a las orientaciones básicas aprobadas
en asambleas.
EL COMPORTAMIENTO POLÍTICO 23
los ciudadanos eligen representantes sobre quienes delegan la capacidad de decidir durante
un período determinado.
¿Cuáles son las consecuencias de una Mejores ciudadanos. Mejores Sobrecarga de demandas.
elevada participación en todas sus decisiones y mejor implementación de Inestabilidad política.
formas? las mismas.
Como hemos visto, esta situación tan alejada del ideal del ciudadano democrático
interesado y comprometido es interpretada positivamente por la teoría elitista de la
democracia (según ésta, no todo el mundo tiene por qué estar interesado en la política, ni
conocerla profundamente, ni participar de forma continua). Pero lo cierto es que esta
situación ha cambiado. La información política es más accesible (a través de los medios de
comunicación de masas y especialmente de la televisión) y los ciudadanos están mejor
preparados para procesarla (ha aumentado el nivel educativo). Esto no quiere decir que los
ciudadanos tengan un nivel de sofisticación política similar al de los cargos públicos, pero
los ciudadanos reconocen la importancia de la política y desarrollan atajos para simplificar
y manejarse por este ámbito (Dalton, 2002: 25-29).
Algunos de los atajos que los ciudadanos utilizan para manejarse por el proceloso mundo de
la política son, según Dalton:
1) Limitar los ámbitos de interés. Los ciudadanos no se interesan por todos los ámbitos de
la política, sino que especializan sus intereses
26 COMPORTAMIENTO POLÍTICO Y ELECTORAL
Esta mayor sofisticación política, junto a los achaques del modelo de democracia
representativa sobre el que se asienta la teoría elitista, ha facilitado que se produzca una
atención renovada por los distintos procesos de participación política. Durante los años
noventa se desarrolla de manera muy notable la definición de nuevos mecanismos
participativos por parte de autores que defienden una participación más directa de los
ciudadanos en la toma de decisiones: consejos ciudadanos, encuestas de opinión
deliberativas, presupuestos participativos, etcétera.
llevado a cabo en un ámbito público o colectivo por parte de un ciudadano para poder ser
considerada como tal.
Aun con estas limitaciones son muchas las formas de participación política que
podemos encontrar, muy diversas entre sí, con explicaciones y consecuencias también muy
diferentes, por lo que conviene intentar ordenarlas de acuerdo con algunos criterios
relevantes.
En esta sección se presentan los criterios más utilizados a la hora de distinguir tipos
de actos participativos:
• Electoral vs no electoral.
• Convencional VS no convencional.
• Salida VS voz.
La voz y la salida están relacionadas entre sí. A veces, como en el caso del voto, la
salida es relativamente fácil; en cambio, ejercer la voz resulta más complicado (no se
pueden escribir comentarios en la papeleta). Cuando la salida es más costosa, por el
contrario, se incrementa el uso de la voz. En organizaciones y asociaciones los costes de la
salida para sus miembros activos suelen ser mayores (porque suelen sentirse más
identificados, ser más leales con la organización, y no la abandonan fácilmente) y por ello
utilizan más la voz para comunicar el descontento. Es más, la eficacia de la voz puede verse
favorecida por una amenaza (no excesivamente probable) de abandono o salida. Hirschman
(1977), el autor de la distinción entre voz, salida y lealtad (exit, voice and loyalty) argumenta
que en los sistemas bipartidistas hay más debate interno (voz) que en los multipartidistas,
porque el coste de irse del partido es mucho mayor. En un sistema multipartidista puede ser
más fácil para un disidente encontrar otro partido parecido en el que integrarse.
de una amenaza de la salida como instrumento de presión para reforzar la voz, se da aquí la
situación contraria: la promesa de volver a entrar si se atienden las demandas.
Representativa Extrarrepresentativas
s
No convencional
Salida Voto Consumo político
Activismo
Activismo Protesta política
Voz en
en partidos
partidos
Contacto Convencional
cipación política, sino también por sus características sociodemográficas y por sus actitudes
políticas.
Los inactivos no participan políticamente casi nunca. Entre los ciudadanos inactivos suelen
predominar las mujeres, las personas de edad avanzada, y con un estatus socioeconómico
bajo. Como cabría esperar, también suelen ser personas con menores niveles de interés por
la política, y de habilidades cívicas, que se sienten escasamente capaces de participar e
incidir en las decisiones políticas. Se identifican poco con los partidos políticos y en
muchos casos ni siquiera toman una posición ideológica definida. Como se desarrollará
más adelante, los recursos y las actitudes políticas inciden directamente sobre la
participación y, por lo tanto, distinguen a los ciudadanos que participan de los que no.
En contrapartida, entre los ciudadanos políticamente activos suele haber una mayor
presencia de hombres de mediana edad, con niveles educativos y de ingresos elevados,
casados y con una vida social y laboral activa. Los ciudadanos que participan con más
intensidad y frecuencia suelen tener un mayor interés por la política, están más implicados
en los conflictos sociales y políticos (toman partido, se posicionan) y muestran mayores
niveles de eficacia política (se consideran capaces de participar, ser escuchados, influir).
Aun así, dentro de los ciudadanos participantes podemos distinguir diferentes perfiles.
Los conformistas participan únicamente de manera convencional (contactos directos,
trabajo en campañas, trabajo en organizaciones u asociaciones), pero no en acciones de
protesta. Por el contrario los contestatarios rechazan la participación convencional y
prefieren limitarse a la participación no convencional tanto legal como ilegal. Los
reformistas participan en formas convencionales y algunas formas legales de protesta.
Finalmente los activistas utilizan todas las formas, tanto convencionales como no
convencionales, e incluso ilegales.
Entre los conformistas son numerosas las personas mayores que participan
políticamente. Los activistas son más jóvenes que los reformistas, pero ambos grupos
comparten un nivel de estudios elevado y una composición mayoritariamente masculina.
Los contestatarios suelen ser jóvenes con un menor nivel de estudios.
Además, participantes y no participantes se diferencian en sus necesidades económicas y en
los beneficios que reciben o esperan recibir del gobierno (Verba, Sclilozman, Brady y Nie,
1993). Por ejemplo, los ciudadanos con una situación socioeconómica poco favorable (y
por lo tanto menos proclives a participar) se preocupan fundamentalmente por las
necesidades humanas básicas (salud, educación, vivienda). Estas diferencias entre
participantes y no participantes se incrementan cuando se pasa del acto político más común
(votar) a otras formas de participación más difíciles y exigentes, que requieren más
información y pueden ejercer más presión., como las donaciones económicas para sufragar
gastos de campañas que, lógicamente, se concentran en los ciudadanos
socioeconómicamente privilegiados.
EL COMPORTAMIENTO POLÍTICO 43
46 COMPORTAMIENTO POLÍTICO Y ELECTORAL
El desarrollo económico altera la estructura social de una nación. A medida que las
naciones se desarrollan económicamente se producen tres cambios: 1) aumenta el tamaño
relativo de las clases medias y altas; 2) aumenta el número de ciudadanos que se concentran
en áreas urbanas y 3) la densidad y complejidad de las organizaciones económicas y
secundarias aumenta. Estos cambios sociales implican cambios políticos. Mayores niveles
de la población se encuentran en situaciones vitales en las que aumenta el nivel de
información política, conciencia política, eficacia política y otras actitudes relevantes. Estos
cambios en actitudes, a su vez, conducen a incrementos en la participación política.
Fuente: R. Inglehart (1991) El cambio cultural en las sociedades industriales avanzadas. Madrid: Centro de
Investigaciones Sociológicas (p. XXXVII)
Régimen
Principios Valoración de la
democracia como la
mejor forma de
gobierno
embargo poco útil en la práctica, pues muchas de las actitudes más utilizadas mezclan
elementos cognitivos, afectivos y evaluativos.
Para simplificar y sin ánimo de ser exhaustivos podemos distinguir tres grandes
grupos de actitudes políticas:
• En primer lugar podríamos distinguir las actitudes que denotan una implicación en la
política por parte del individuo o por el contrario, sentimientos de apatía, indiferencia y
alienación respecto a la misma.
• En segundo lugar podríamos distinguir las actitudes que denotan politización, es decir, un
posicionamiento o identificación del individuo con respecto a las cuestiones conflictivas
existente en una sociedad.
• Por último podemos distinguir actitudes relativas a la satisfacción o insatisfacción del
ciudadano con la realidad política que le rodea.
EL COMPORTAMIENTO POLÍTICO 49
El interés por la política es uno de los indicadores más utilizados para medir el grado
de implicación política. Puede medirse directamente preguntando a los entrevistados cuál es
su grado de interés por la política o bien de manera más precisa a través de distintos
indicadores como la atención prestada a cuestiones políticas en los medios de
comunicación, la frecuencia de conversaciones sobre cuestiones políticas, o el
conocimiento de instituciones y líderes políticos.
clivaje centro-periferia (véase el capítulo 4). Aun así, una parte importante de los
ciudadanos no se ubica en estas escalas, mostrando en ese caso ausencia de politización
para estas dimensiones del conflicto político.
Factores
exógenos no Actitudes políticas Comportamiento
políticos (factores personales
(características y políticos)
socioeconómicas)
TABLA 1.10. Ejemplos de operacionalización de algunas actitudes políticas
Actitud Operacionalización
Implicación
Interés por la Para comenzar, ¿diría Ud. que, en líneas generales, la política le interesa mucho,
política bastante, poco o nada?
Eficacia política Indíqueme, por favor, ¿hasta qué punto está Ud. muy de acuerdo, de acuerdo, en
desacuerdo o muy en desacuerdo con cada una de las siguientes frases?:
- Por lo general, la política es tan complicada que la gente como yo no puede
entender lo que pasa (Interna)
- Los políticos no se preocupan mucho de lo que piensa la gente como yo
(Externa)
- Esté quien esté en el poder, siempre busca sus intereses personales (Externa)
Politización
Cercanía a un ¿Podría indicarme si se siente Ud. cercano o próximo a algún partido o coalición
partido política? (Si/No) (Indica presencia o ausencia)
¿Y a qué partido o coalición se siente Ud. más cercano? (Indica dirección)
¿Y con respecto a ese partido o coalición, dirí Ud. que se siente muy cercano,
bastante cercano o algo cercano? (Indica intensidad)
Satisfacción
Satisfacción con el En general, ¿está Ud. muy satisfecho, bastante satisfecho, poco satisfecho o nada
funcionamiento de satisfecho con el funcionamiento de la democracia en España?
la democracia
Confianza en los Y con estas frases, ¿está Ud. muy de acuerdo, de acuerdo, en desacuerdo o muy en
partidos como desacuerdo?
instituciones -Gracias a los partidos la gente puede participar en la vida política
-Los partidos sólo sirven para dividir a la gente
-Sin partidos no puede haber democracia
-Los partidos se critican mucho entre sí, pero en realidad todos son iguales
pueden constituir explicaciones débiles, insatisfactorias desde el punto de vista teórico. Está
claro que un grado elevado de interés por la política produce mayores niveles de
participación. Sin embargo, también puede suceder que una mayor participación produzca
un interés más intenso. ¿Cuál es la causa y cuál el efecto? En cualquier caso, ¿qué es lo que
hace que la gente tenga distintos niveles de interés por la política?
Además, las actitudes no operan en el vacío, sino en contextos marcados por otros factores
no personales, como las características de los candidatos, de los grupos y organizaciones,
de los temas o cuestiones políticas (issues), que también pueden tener un efecto relevante
sobre el comportamiento.
Habilidades cívicas
Participación política
Participación en
asociaciones
Información y recursos
organizativos Movilización directa
54 COMPORTAMIENTO POLÍTICO Y ELECTORAL
Los ciudadanos con una posición social más central y con más recursos individuales
son más accesibles para los agentes movilizadores y pueden a su vez desempeñar un papel
movilizador secundario hacia otras personas cercanas (familiares, colegas, vecinos,
amigos). Por ello, los ciudadanos con más recursos individuales y mayores conexiones
sociales suelen tener una probabilidad más elevada de ser movilizados directamente (por
partidos, asociaciones y organizaciones) e indirectamente (a través de conversaciones y
contactos con otras personas). Así, aunque los recursos de grupo pueden servir para
compensar las desigualdades sociales en la participación producidas por los recursos
individuales, también pueden llegar a acentuarlos.
Las instituciones pueden ser definidas como reglas, formales e informales, que
marcan pautas de comportamiento. Así, el comportamiento político no estaría definido
únicamente por intereses y motivaciones de carácter individual, sino por una lógica
tendente a respetar las normas sociales, culturales y políticas. Las instituciones pueden
alterar los costes y beneficios de la participación, y pueden ayudar a resolver problemas de
acción colectiva, incentivando bien la cooperación, o bien el free-riding. Esta definición de
instituciones es muy amplia, pues en ella se pueden incluir tanto reglas de naturaleza
estrictamente política (como el sistema
EL COMPORTAMIENTO POLÍTICO 55
o la configuración del poder (la distribución de poder entre los distintos actores implicados
dentro del sistema de partidos y de representación de intereses). En términos más concretos,
una cierta inestabilidad política y electoral (la percepción de que las cosas pueden cambiar)
o las divisiones entre las elites dominantes (parte de las cuales pueden alinearse con el
movimiento de protesta) son aspectos de la estructura de oportunidades políticas que
facilitan la aparición y el desarrollo de movimientos sociales.