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Ir A Misa para Que
Ir A Misa para Que
Ir A Misa para Que
ALTAR:
En el Altar se celebra la Ultima Cena y el sacrificio de Cristo que se entrega por
nosotros en la cruz para darnos Su Cuerpo y Su Sangre.
Quienes nos reunimos en Misa alrededor del Altar participamos de ese nico
acontecimiento como si estuviramos presentes en aquel momento, porque aquel
momento se vuelve algo actual que rompe las barreras del tiempo y del espacio y
sucede en el hoy y el aqu.
El Altar es la mesa del banquete al que te ha invitado el Seor para darte el Pan que da
la Vida. Ninguna otra invitacin, ningn otro banquete puede compararse a este! Es
una invitacin completamente gratuita
Cuando contemples el Altar se consciente de que gozas de un privilegio extraordinario
e inmerecido: contar con un lugar reservado en este banquete que te alimentara para la
vida eterna!
El Altar representa a Cristo. De ah el respeto que se merece
Ojo: Al pasar frente a un altar vaco, no debes hacer genuflexin, solamente una
pequea reverencia.
AMBON:
Se dice que en la Misa hay dos mesas: la mesa del Pan y la mesa de la Palabra. Pues
bien, esta ultima es el ambn.
Desde el ambn se realiza la Liturgia de la Palabra, es decir, se proclama la Palabra de
Dios: se leen en voz alta textos bblicos elegidos segn el orden y secuencias que se
comentara mas adelante. Tambin desde el ambn puede decirse la homila.
Djate inundar por la emocin de saber que Dios esta a punto de hablarte a travs de lo
que se lea desde el ambn y cuando llegue el momento, no dejes que nada te distraiga.
CRUCIFIJO:
Sobre el altar o en la pared detrs de este debe haber un crucifijo, es decir, una cruz con
una imagen o escultura que represente a Cristo crucificado.
Ahora que nos reunimos a celebrar la salvacin que Cristo nos dio, es natural que
tenga un lugar destacado el smbolo de dicha salvacin: una representacin de Cristo en
la cruz.
Para quien se pregunta por que en las iglesias catlicas hay crucifijos si la Biblia
prohbe hacer imgenes segn dice en Ex 20,46; cabe aclarar que ah el Seor prohbe a
su pueblo hacer imgenes de las creaturas y adorarlas como hacan los pueblos paganos,
pero Jesucristo no es una creatura, es Dios, y su representacin en un crucifijo no esta
realizada con fines idoltricos, no esta hecha para ser adorada sino para recordarle a
los fieles a su Salvador.
No veas el crucifijo simplemente como seal de que estas en una iglesia catlica o
como un smbolo cristiano al cual te has acostumbrado: contempla a Jess en la cruz
con los ojos del alma mira a tu Seor en el Calvario y djate impactar por esta certeza:
El acepto padecer y morir en la cruz porque pens en ti, porque quiso liberarte del
pecado, rescatarte de la muerte. Tanto as te ama tu Seor!
LAS VELAS:
La luz de las velas nos recuerda que Cristo dijo: Yo soy la luz del mundo. (Jn 8,12)
Cuando te agobia la preocupacin, el dolor, el miedo, la angustia, la depresin, la
desesperanza y te sientes como rodeado de oscuridad, estas velas encendidas te
recuerdan que el Seor es la luz que rompe toda tiniebla, que el Seor fue capaz de
penetrar la negrura mas terrible, la del sepulcro, y destruirla, as que no hay situacin en
tu vida que no pueda transformar en camino de luz y vida.
Al mirar las velas acoge estas palabras en tu interior:
Seor, T eres mi lmpara,
Dios mo, T alumbras mis tinieblas. (Sal 18,29)
La iglesia nos invita a anhelar siempre la cercana de Aquel que es el nico capaz de
iluminar verdaderamente nuestra vida y desterrar toda sombra.
LAS FLORES:
Las flores es lo ms bello que tiene raz. Por lo tanto se considera que la flor es
manifestacin de Dios, de Su Verdad, de Su Belleza y Amor. Las flores nos permiten
contemplar un pedacito de la Creacin,
Sabernos creados por Aquel de cuyas manos han salido lo mismo las galaxias que los
delicadsimos ptalos de las rosas. Y no solo eso: las flores nos sirven como
recordatorio que el Seor es capaz de crear y dar vida a esta belleza natural, y te creo a
ti y te sostiene en la palma de la mano.
Se ponen flores en la iglesia como una especie de ofrenda para expresar amor y
devocin hacia Dios, quien nos amo primero, y nos llamo a la existencia en un mundo
hermoso
LAS IMGENES:
Los catlicos tenemos imgenes en nuestras iglesias de la misma manera que las
personas acostumbran tener fotografas de sus seres queridos en sus casas, porque al
verlas les permiten recordar a la persona retratada. Cabe hacer notar que no estn ah
para ser adoradas: La iglesia catlica ensea claramente que solo a Dios hay que adorar
(ver CIC #2131-2132). Las imgenes, hay que insistir en ello, son solo instrumentos
que nos ayudan a tener presentes a quien o lo que representan.
Es pertinente, aclarar que los catlicos no creemos que Mara y los santos sean
dioses, si nos dirigimos a ellos es para pedir que oren por nosotros, tal como se lo
pedimos a nuestros hermanos en este mundo.
Recordemos que San Pablo invita a los cristianos a orar por el (ver Rom. 15,30), que
Santiago afirma que la oracin de un justo es muy eficaz (ver Stg. 5,16) y que los
ngeles ofrecen a Dios las oraciones de los santos (Ap. 8,3-4) as que no es mala idea
pedirles que oren por tus necesidades!
EL COLOR:
Vivimos en un mundo lleno de colores y nos hemos acostumbrado a asociar ciertos
colores con ciertas ideas y emociones, por ejemplo: si vemos un gran moo azul fuera
de una puerta en la sala de maternidad de un hospital, sabemos que dentro hay una
mama que dio a luz a un varn.
En la iglesia tambin se emplean los colores. La eleccin de estos, tanto para los
ornamentos que cubren el altar y el ambn como para las vestiduras que usan los
ministros, no obedece a un capricho del momento (como por ejemplo que al celebrante
amaneci con ganas de revestirse de rojo y quiere que el altar le haga juego, o que ya
le choco el verde y quiere variarle tantito vistindose de morado) sino que se sigue una
tradicin que la Iglesia ha utilizado a lo largo de los siglos, de acuerdo a la cual cada
color tiene un significado especifico y por ello es empleado en un particular tiempo o
fiesta. Dichos colores son:
EL BLANCO: Representa la divinidad, la luz de Dios.
Se usa en las Solemnidades y fiestas, celebraciones del Seor (que no sean de su
Pasin); en los de la Virgen Mara; los santos ngeles y los santos no mrtires.
No solo los sacerdotes usan el blanco en las fiestas: tambin los fieles lo empleamos. El
blanco esta presente de manera significativa en lo que usa quienes reciben los
Sacramentos (por ejemplo: el ropn del bautizado, el vestido de Primera Comunin, el
vestido de novia).
EL ROJO: Expresa sangre, martirio y tambin fuego.
Se usa el Domingo de Ramos, el Viernes Santo, en Pentecosts; tambin en las
celebraciones relacionadas con la Pasin del Seor: fiestas de Apstoles, evangelistas y
mrtires
EL VERDE: Representa el tiempo ordinario, cotidiano.
Se emplea la mayor parte del ao, cuando no hay Solemnidad que celebrar (aunque si
puede haber una memoria o feria, es decir, una celebracin en recuerdo de algn
santo o en honor de alguna advocacin de Mara).
EL MORADO: Expresa espera, preparacin, purificacin interior para lo que viene.
Se emplea durante las cuatro semanas previas a la Navidad y durante los cuarenta das
previos a la Pascua. Cabe comentar que en dos ocasiones durante estos periodos (en la
tercera semana previa a Navidad y en la cuarta semana anterior a Pascua) se emplean
vestiduras rosas en lugar de moradas: El morado tambin expresa luto, por lo cual suele
usarse en Misas de difuntos.
Si quieres saber el color que se emplea en la liturgia de determinado da consulta un
misal o un calendario litrgico.
DESARROLLO DE LA MISA
COMIENZA LA MISA
La misa comienza cuando el celebrante entra a la iglesia y se dirige hacia el presbiterio
(as se llama el rea del altar). En esos momentos puede haber una monicin de
entrada: desde un atril mvil (no desde el ambn), alguien previamente asignado tiene
la tarea de dar la bienvenida a los asistentes.
POSTURA DE PIE
Ponerse de pie al inicio de la celebracin es, desde luego una seal de respeto hacia la
procesin que va entrando. Es tambin un signo de disponibilidad, como expresar: aqu
estoy, seor, listo para lo que me pidas. Nos ponemos de pie para expresar nuestra
disposicin de estar ah no solo de de cuerpo presente, sino asumiendo el compromiso
de participar de veras en cuerpo y alma.
Cabe comentar que hay muchas maneras de estar de pie con la actitud cansada y
aburrida de quien esta en una fila larga y lenta para pagar algo, o con la actitud erguida
y atenta de quien espera con ilusin algo que esta apunto de comenzar.
PROCESION DE ENTRADA
La procesin nos recuerda que no hay que preocuparse de nada ni aferrarse a nada en
este mundo porque nada es definitivo, estamos aqu slo de trnsito hacia nuestro
verdadero hogar.
La procesin de entrada es una invitacin tcita a retomar el camino correcto y tener
muy claro que nuestro caminar tiene un sentido: seguir a Jess.
CANTO DE ENTRADA.
Una cancin alegre alegra, una triste entristece, el de la msica es un lenguaje
prcticamente universal de ah que se procure iniciar la Misa con un canto de entrada.
En Misa acompaa la procesin de entrada. Y tiene cuando menos tres objetivos:
1. El primero es crear comunidad` sintonizar a todos los asistentes en una misma
frecuencia.
2. El segundo objetivo es expresar lo que se est celebrando.
3. El tercer objetivo es elevar el alma, crear un contagioso ambiente de alegra y
animar a los asistentes a expresar cantando su gozo y gratitud por estar aqu
invitados por el Seor.
Ests invitado a cantar, no importa si no lo haces bien. Aqu lo primordial no es lograr
la armona de la msica sino la de la comunidad de hermanos reunidos en la casa del
Seor.
Deca San Agustn: quien ora cantando, ora dos veces
El canto es una forma de alabanza a Dios.
Cantad al Seor un canto nuevo, cantad al Seor toda la
Tierra; cantad al Seor, bendecid Su nombre, proclamad da
Tras da Su victoria (Sal 96, 1-2).