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Colom y Melich. Antropolgía y Educación

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TEORA DE LA EDUCACIN, Vol. VI (1994) pp.

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Antropologa y educacin Nota sobre una difcil relacin conceptual


ANTONI J. COLOM CAELLAS

Universidad de las Islas Baleares JOAN-CARLES MLICH SANGRA Universidad Autnoma de Barcelona SUMMARY.-The aim of this article is to show the relationship between anthropology and education. Question about education and man does not constitute two different questions but just only one. In that way Anthropology of Education is not a marginal discipline within educational sciences but just the opposite.

El hombre es algo que debe ser superado. Qu habis hecho para superarlo? Todos los seres han creado hasta ahora algo por encima de ellos mismos: y queris ser vosotros el reflujo de esta gran marea y retroceder al animal ms bien que superar al hombre? (F. Nietzsche, As habl Zaratustra) La relacin entre las ciencias humanas en general y la antropologa en particular parece estar establecida cuanto menos desde la filosofa kantiana, al afirmar ste que todas las preguntas filosficas podan resumirse en una sola: qu es el hombre? De ser esto cierto, se podra sostenerse algo parecido respecto a las ciencias de la educacin o incluso ms an de la pedagoga. Si el objeto de sta es la descripcin, comprensin y normatividad del fenmeno educativo entonces resulta que la pregunta por la educacin y por el hombre no son dos cuestiones distintas sino una sola. Abordar los problemas pedaggicos significa habrselas necesariamente con la realidad humana, y viceversa. Incluso en el caso de una teora o filosofa de la educacin de las llamadas antihumanistas (Foucault o Luhmann, por poner un ejemplo), debe quedar clara la relacin que se establece entre la estructura o el sistema social y la realidad humana. Al considerarse esta cuestin se construye de nuevo el puente entre la teora/filosofa de la educacin y la antropologa. Convertir al hombre en un entorno de los sistemas sociales, como lo hace Luhmann, por poner un ejemplo, es ya tomar una determinada posicin antropolgica. En definitiva, la primera idea que queremos establecer no es otra que la siguiente: la antropologa de la educacin no es una disciplina marginal dentro de las llamadas ciencias de la educacin, sino todo lo contrario. Una segunda perspectiva se centrara en reconocer calidad de enfoque a la Antropologa de la Educacin, en el sentido que muy fcilmente puede superar los planteamientos de una disciplina para convertirse en una forma o manera de abordar el estudio pedaggico.

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A N T O N I J. C O L O M C A E L L A S , J O A N - C A R L E S

MLICH

SANGRA

1.

LA ACCIN EDUCATIVA COMO ACCIN SOCIAL

El pensamiento contemporneo ha desarrollado una tesis, a nuestro juicio de vital importancia, que vincula esencialmente el ser humano al fenmeno educativo: nos referimos a la categora de inacabamiento, o si se quiere de apertura. Al respecto es conocida la afirmacin de Karl Jaspers: Ser hombre es llegar a ser hombre (Menschsein ist Menschwerden) (Jaspers, 1983, p. 57). Mientras que el mundo animal aparece cerrado, el mundo humano est abierto, indefinido1. El anthropos es un no ser todava, un proyecto, una posibilidad. Heidegger, en Ser y Tiempo insiste en esta dimensin antropolgica, hasta el punto de construir toda su trama categorial alrededor del existenciario de la cura, cuidado o preocupacin, (Sorge, en alemn)2. La precariedad ontolgica del ser humano se manifiesta en su estructura biolgi3 ca . No hay un mundo del hombre, es decir, un entorno slidamente estructurado por la organizacin de sus propios instintos4. Como advierten Peter Berger y Thomas Luckmann, el mundo del hombre es abierto, a diferencia de todos los otros animales que viven en universos cerrados, cuyas estructuras estn predeterminadas por su equipaje biolgico. La apertura del mundo antropolgico se traduce tambin en una carencia, en una falta de.... Esta carencia queda compensada por la sociedad, por la cultura, por la civilizacin. Cultura puede entenderse aqu como concepcin del mundo o cosmovisin (Weltanschauung). Resulta epistemolgicamente til la distincin entre cultura y civilizacin. La primera es un elemento de la segunda. En otras palabras, la civilizacin engloba la cultura, la concepcin del mundo, aunque no se reduce a ella. Contamos adems con todo el mbito del saber hacer, de lo tecnolgico, as como de lo institucional, de la organizacin del mundo (Vase la figura 1). CULTURA CONCEPCIN DEL MUNDO TCNICAS TRANSFORMACIN DEL MUNDO INSTITUCIONES ORGANIZACIN DEL MUNDO (Los elementos de la civilizacin). Dentro del apartado cultural no debe olvidarse lo que se conviene habitualmente en denominar imaginario simblico . La concepcin del mundo antropolgica es simb1. Arnold Gehlen escribe al respecto: A diferencia del animal, el hombre est entregado a un mundo indefinido, infinitamente abierto, con una multitud de posibilidades imprevistas (...). El hombre ha sido arrojado inerme, sin inters ni especializacin, es decir, inadaptado, a un mundo que es de contenido tan inmensamente rico justamente porque agobia e inunda de impresiones a un ser carente de esa limitacin orgnica protectora que posee el animal, el cual puede vivir en su cuerpo gracias a que armoniza con el medio (Gehlen, 1993, p. 48). 2. Cfr. Heidegger (1979), Sein und Zeit, concretamente el captulo titulado: Die Sorge ais Sein des Daseins. 3. Vase Plessner (1975), Die Stufen des Organischen und der Mensch, pp. 288 y ss. 4. Berger y Luckmann sostienen al respecto: Unlike the other higher mammals, he has no species-specific environment, no environment firmly structured by his own instinctual organization. There is no man-world in the sense that one may speak of a dog-world or a horse-world (1991, p. 65). 5. Recurrimos a un fragmento Clifford Geertz para ilustrarlo: El hombre, ese animal que fabrica herramientas, que re o que miente, es tambin un animal incompleto, o ms exactamente, un

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lica, y la educacin, en la medida en que es una accin social puede definirse tambin como accin simblica. El ser humano es un ser social. Ante todo y sobre todo se construye a s mismo en un entorno socio-cultural. Sin embargo, esa construccin es el resultado siempre inacabado de la interaccin con los otros. Desde este punto de vista, la educacin es un proceso, pero un proceso interactivo, es decir, una accin social. Todava hoy debemos recurrir a Max Weber para clarificar el significado de accin social. En su obra Economa y sociedad, Weber comienza dndonos esta definicin: Por accin debe entenderse una conducta humana (bien consista en una hacer externo o interno, ya en un omitir o permitir) siempre que el sujeto o los sujetos de la accin enlacen a ella un sentido subjetivo. La accin social, por tanto, es una accin en donde el sentido mentado por su sujeto o sujetos est referido a la conducto de otros, orientndose por sta en su desarrollo (Weber, 1987, p. 5). La educacin es una accin social, y, por lo tanto, una accin antropolgica. No debe entenderse aqu, empero, la educacin como una mera accin socializadora pasiva, o como un proceso de enculturacin, al modo de Durkeim. Aunque, en efecto, la educacin tambin es enculturacin, creemos que el fenmeno es ms complejo. En la accin educativa lo que se forma es el yo del individuo, el s-mismo, el self. La construccin del yo es educativa; esto es: interactiva. El otro es la condicin de posibilidad de la edificacin del yo. Es importante comprobar cmo la filosofa de Hegel, concretamente en su Fenomenologa del Espritu, ya anticip mucho de lo que aqu se ha desarrollado7. Incluso en Sartre8, el otro tambin me afecta aunque sea negativamente -en el plano de la educacin hablaramos junto con Fullat de violencia (con la consiguiente agona)- degradando mi mismisidad -deconstruccin- por va ontolgica (conociendo al otro me doy cuenta de mi no ser). No hay duda, que como afirma G. Steiner (1991, 127) la Antropologa tiene bastante de arqueologa de la conciencia. En su relacin de alteridad el ser humano construye tambin modos de contemplacin del mundo. Es la construccin social de la realidad que la sociologa del conocimiento desarroll con xito. Pero el entorno humano, su Umwelt, no es solamente social, sino tambin fsico. El orden fsico le viene dado al sujeto. No obstante, el hombre no se limita a adaptarse al medio, sino que lo transforma, y lo transforma culturalmente, en funcin de esas pautas de conocimiento que posee. La biologa humana no resistira una mera adaptacin. Gehlen lo vio as en el fragmento siguiente: animal que se completa a s mismo. Siendo agente de su propia realizacin, el hombre crea, valindose de su capacidad general para construir modelos simblicos, las aptitudes especficas que lo definen. O -para volver porfina nuestro tema- el hombre se hace, para bien o para mal, un animal poltico por obra de la construccin de ideologas, de imgenes esquemticas de orden social (Geertz, 1991, p. 190). 6. La Escuela de Chicago y, en particular, George Herbet Mead, en su libro Espritu, persona y sociedad (1982), lo estudi en detale. 7. Vase Hegel, Fenomenologa del espritu, Cap. IV: Autoconciencia. 8. Sartre, J. P., en la tercera parte de El ser y la nada, es donde desarrolla ms sistemticamente su teora negativista del otro. Hemos consultado la edicin publicada en Buenos Aires, 1961, por edit. Ibero-americana (3 tms).

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En todo caso, se puede decir que el hombre, expuesto como el animal a la naturaleza agreste, con su fsico y su deficiencia instintiva congnitos, sera en todas las circunstancias inapto para la vida. Pero esas deficiencias estn compensadas por su capacidad de transformar la naturaleza inculta y cualquier ambiente natural, como quiera que est constituido, de manera que se torne til para su vida (Gehlen, 1993, 33). La antropologa de la educacin, entonces, deber descubrir las acciones pedaggicas no solamente como procesos de enculturacin pasiva, al modo clsico, sino como una actividad del sujeto. El hombre educando es el objeto de la accin educativa, pero no es un simple objeto. En su relacin con las otras subjetividades las construye, las educa, y reconstruye a su vez su entorno. La antropologa en este sentido incidira sobre el hombre en su devenir. Es, de todas formas, una constante que se evidencia desde los pre-socrticos hasta nuestros das; los presocrticos se afiliaban a concepciones cosmolgicas -el hombre en funcin del universo- o sea, tomaba conciencia de s en cuanto l pero no como yo; en cambio, la concepcin antropolgica supone el universo en funcin del hombre, ya que es el hombre quien asume en su devenir interactivo una concepcin del mundo.

2.

LOS PRIMEROS POSITIVISMOS EN LA ANTROPOLOGA DE LA EDUCACIN

El concepto de antropologa, acaso debido a su amplitud, y en consecuencia a su indefinicin, o en todo caso, a las mltiples posibilidades de desarrollo que encierra, ha sido entendido de muy diversa manera a lo largo de la historia, lo que ha dado lugar no slo a diversas escuelas antropolgicas y en su caso antropolgico-educativas, sino a confusiones y posicionamientos radicales que de todas formas no han ayudado a la comprensin de lo antropolgico-educativo y ni tan siquiera han servido para evolucionar de forma clara y segura dichos estudios. En un principio y tal como su etimologa da a entender, Antropologa, era el estudio del hombre por lo que tales estudios se realizaron, bsicamente desde dos posturas en verdad muy diversas, pero que obedecan a un mismo juego de intereses: el conocimiento positivo, certero del hombre; y a ello se aunaron tanto la ciencia (la biologa, fundamentalmente) como la filosofa. La perspectiva filosfica, trataba de profundizar en la esencia del ser humano -en lo que era verdaderamente el hombre- siguiendo para ello las tradiciones bien ontolgicas o metafsicas propias de la Filosofa. As, desde esta perspectiva, la antropologa no tena independencia epistemolgica ya que se trataba de una sntesis de los discursos que sobre el hombre haban realizado las diversas escuelas o autores ms relevantes en el mundo de la filosofa. De todas maneras, era ms un problema de formas que de fondo ya que la reaccin antropolgica de manos de las filosofas vitalistas o positivistas, no eran sino una contestacin metodolgica al positivismo cientfico ms que a su identidad. Esta corriente influy sobremanera en los estudios pedaggicos casi de forma mimtica. Desde el posicionamiento filosfico se hablaba de Antropologa Pedaggica (lo pedaggico como conocimiento alcanzado por va de la racionalidad o del pensamiento especulativo) que se converta en el estudio de los paradigmas humanos considerados valiosos y por tanto como objetivos alcanzables a travs de la actividad educativa; evidentemente, estos paradigmas se trasvasaban directamente desde la filosofa, fundamen-

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talmente de manos del vitalismo historicista profesado por Dilthey (1965); a partir de l, Spranger (1948), Nohl (1974 y 1975), juntamente con Flitner (1972), que decantaron sus posiciones vitalistas hacia uno de los efectos de la historia -la cultura- (vitalismo culturalista), lograrn mantener tal tradicin entre nosotros hasta ms all de los aos cincuenta. Asimismo, esta lnea filosfica se vio tambin refrendada, recibiendo un extraordinario impulso, a partir de la obra de Husserl y de la fenomenologa en general, que luego, a travs de Cassirer (1979, 1987, 1991) y Brambled (1971) fundamentalmente, lograra aportar otro enfoque filosfico de la cultura (ya plenamente independizado de los neokantianos de Marburgo)9 y de las formas simblicas, que indudablemente refrendaban la posicin ya anunciada en estas pginas y en su primer apartado, a propsito del interaccionismo simblico-constructivista. Tal como decamos, la segunda opcin a la hora de estudiar el hombre vino desde la Biologa, o sea, desde posturas cientificistas y experimentales. No hay duda que la Biologa en tanto ciencia de la vida tena derecho a requerir para s el estudio del hombre en su calidad de ser vivo. De ah entonces que a la cuestin antropolgica ms paradigmtica -qu es el hombre- la Biologa constestase con sus armas, o sea con estudios antropomtricos, que poco a poco se fueron desarrollando prximos a la bioqumica y a la gentica. No hay duda, que del estudio de las caractersticas estructurales de las diversas razas, a las cuestiones que pretende desentraar la biosociologa o la gentica, hay un trecho gigantesco, que sin embargo, ha sido salvado por la investigacin cientfica. Aunque parezca mentira, la Antropologa Pedaggica de la poca, estuvo tambin fuertemente mediatizada por el enfoque biolgico; pinsese que si la educacin pretenda formar al hombre y el hombre era a su vez considerado fundamentalmente como ser biolgico, la pedagoga se converta en auxiliar de la Biologa cuando no en un subproducto o apndice de la misma, tal como llegase a afirmar H. Spencer. Slo as se entiende el sentido por el cual se propiciaron las colonias escolares en pleno siglo XIX, pues obedecan a la necesaria sntesis que deba darse entre pedagoga y biologa. Slo era factible educar si el nio estaba biolgicamente bien desarrollado (como vemos la educacin subsidiaria del estado biolgico del nio) y en este sentido, las colonias ayudaban a esto, a educar de acuerdo a las caractersticas biolgicas de la infancia, inicindose as la corriente del activismo escolar, fundamentalmente, a partir de Dewey. No debe entonces sorprendernos que autores de tanta transcendencia pedaggica como Mara Montessoria publicase una Antropologa pedaggica de base radicalmente biologicista. 9. A pesar de que el vitalismo en un principio pueda considerarse como una manifestacin de las filosofas positivas, y por ello mismo denominadas tambin naturalistas, cabe tener en cuenta que por mor de la cuestin metodolgica se alejan de la que podramos denominar razn material, que ahora estara protagonizada por el mtodo cientfico, para ir encontrando su posicionamiento natural en, o muy cerca de la razn idealista, por lo que a fines del XIX y principios del XX aparece todo un movimiento de fervor neokantiano que tendr su eje en Marburgo. Ello nos da pie para orientar una nueva perspectiva de estudio que se centrara en el anlisis de nuestras preocupaciones que son objeto de este trabajo, en el mbito hispano. Decimos esto porque no debe olvidarse que Ortega y Gasset estudi en Marburgo (cursos 1906 y 1907) siendo alumno de dos neokantianos muy interesados por la Pedagoga y con obra fundamental en este campo, tales como H. Cohen y P. Natorp, que dedicaron adems esfuerzos en pro de la antropologa pedaggica de corte vitalista-culturalista el primero, y de la pedagoga social el segundo.

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En pases como el nuestro, de arraigado espritu catlico, estos enfoques materialistas no tuvieron apenas implantacin, desarrollndose en todo caso los estudios antropolgico-educativos bajo los planteamientos filosficos ya analizados. No obstante, en las ltimas dcadas, enfoques tales como fundamentos biolgicos de la educacin o de la personalidad han pretendido con mayor o menor fortuna retomar y actualizar la cuestin biolgico-educativa entre nosotros. De todas formas, con la antropologa de corte biologicista concurra la misma falta de independencia epistemolgica que tambin acusaba la antropologa filosfica. En ambos casos, como es fcil comprender, lo adjetivo, o sea, lo biolgico y lo filosfico se manifestaba como las estructuras dominantes de tales saberes. Estudiar al hombre solamente desde la filosofa no era sino resucitar analticamente una cuestin inverterada de la tradicin filosfica ms remota; por su parte, hacer lo mismo desde la biologa no era ms que refrendar el objetivo nico de la biologa humana. Slo ser a travs de un tercer enfoque cuando la Antropologa ir encontrando su lugar epistemolgico, o al menos con una parcela de la realidad de la que har su objeto de estudio. Nos referimos claro est a la cultura, al fenmeno cultural en su sentido ms amplio. Tngase en cuenta que lo cultural no era analizado ni estudiado por ninguna materia, independientemente de los posicionamientos abarcadores de la filosofa, de tal manera que, en el devenir del siglo XX, hablar de Antropologa, ha significado de cada vez ms referirse a la Antropologa Cultural. No obstante el enfoque cultural de la antropologa no es ms moderno que los dos anteriores, ya que tambin tiene sus orgenes en el siglo XIX. De hecho, el enfoque cultural del estudio del hombre tiene su gnesis en el movimiento cultural conocido como romanticismo; este redescubrir la naturaleza que fue el sueo del primer espritu burgus, incluso en el terreno educativo -Rousseau, Pestalozzi, la propia ILE en Espaafue quien a su vez se interes por la naturaleza del hombre y por el hombre en relacin a su medio natural (de ah la moda romntica de los grandes viajeros en el XIX, siendo por cierto Espaa uno de sus objetivos preferidos: Blanco White, Archiduque Salvador de Austria..., etc., que quirase o no, aportaron los primeros documentos antropolgicoculturales referidos a nuestro pas). Si a ello aadimos la fuerte dosis historicista del momento, evidente en todos los ramos del conocimiento humano desde la literatura -bastara recordar ahora El seor de Membrive hasta la arquitectura (revival del romnico o del gtico, fundamentalmente), as como el descubrimiento de lo popular, tendremos algunos de los vectores que conformarn el origen de la Antropologa Cultural. Y como sntesis de todo ello, al menos en Espaa, la Institucin Libre de Enseanza, y sus aportaciones a la recuperacin y estudio de costumbres y tradiciones populares -el folklore- y su implantacin pedaggica en la Escuela, tal como se evidencia a travs del Boletn que publicaba la propia Institucin. Coligado a estos factores intervinientes en sus orgenes cabe citar tambin otro relacionado estrechamente con la poltica colonial de la propia burguesa. Nos referimos al pragmatismo anglosajn aplicado al gobierno de sus colonias llevada a cabo por el Reino Unido en el siglo XIX. Fueron los gobernantes de las diversas colonias britnicas que en aras de la efectividad poltica y econmica, intentaron conocer las costumbres y formas de vida de los pueblos dominados para as mantener unas cotas de respecto con sus tradiciones que permitiesen superar los posibles enfrentamientos. Para ello se rodearon de colaboradores cuya labor se centraba en el estudio de las formas de vida, valores,

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tradiciones, folklore en general y estructuras organizativas de los pueblos sometidos, considerndose tales documentos como las primigenias formas que alumbran lo que luego se denominara Antropologa Cultural. Sin embargo, este nuevo enfoque, ms o menos paralelo en el tiempo a los anteriores, tampoco ha podido solucionar el problema epistemolgico de la Antropologa, que sigue refirindose a su objeto de estudio -el hombre- a travs de sus manifestaciones, o sea, indirectamente, mediatizando su funcin a travs de otros desarrollos (sin estudiarlo nunca directamente) tal como sucede con la filosofa, la biologa o ahora, la cultura. Asimismo, y en los ltimos aos, ha sido tambin notoria la incidencia de la psicologa (Linton, Mead...) ya que al enfrentarse el antroplogo al tema de la conformacin cultural de los pueblos se ha interesado en comprobar cmo los procesos de endoculturizacin influyen en la personalidad humana, en sus pautas sexuales, o incluso, en sus formas de pensar (antropologa cognitiva, de reciente configuracin). As pues, consideramos hoy a la Antropologa como un sistema cientfico abarcador de las mltiples aportaciones de las ciencias humanas (y fsicas), estructuradas alrededor del concepto y del fenmeno cultural; tiene pues una visin globalizadora e integradora, ms que de delineamiento original de su campo de estudio. Tanto es as, que cara al futuro y vista la tendencia a la uniformizacin cultural de la humanidad, vemos a la antropologa ms centrada en posibilitar una visin sinttica y de conjunto, de las aportaciones de las diversas ciencias humanas. Una visin antropolgica de un fenmeno humano sera entonces desarrollar una sntesis de sus especificidades econmicas, sociolgicas, psquicas, educativas... etc., para al fin hipotetizar el modelo cultural conformado, y ver luego cmo esta aporte cultural refuerza, modifica sus pautas de comportamiento social, econmico, psquico, educativo, etc. Lo cultural pues como referente activo y pasivo de conformacin de una comunidad o sociedad humana, y la antropologa como la estructura conceptual que mediatizada por las restantes ciencias humanas logra conformar un concepto especfico de cultura, cuyo funcionamiento y dinmica es a su vez estudiado en aquella misma sociedad. O si se quiere, la antropologa como ciencia de ida y vuelta basculando sobre el significado de lo cultural, y lo cultural como sntesis de todas las manifestaciones comunitarias y a la vez como motor modificador o refrendador de las mismas. Por lo que afecta a la antropologa pedaggica, y coligado a lo visto hasta ahora no hay duda de que podemos hablar de tres modelos o enfoques, a saber: desarrollar una antropologa pedaggica de base biologicista, o bien contextualizada en el discurso filosfico, o en ltimo caso, considerando a la educacin como un elemento conformador de lo cultural y con posibilidad de ser a su vez modificado por la propia cultura.

3 . EL OBJETO DE LA ANTROPOLOGA DE LA EDUCACIN

En educacin tenemos pues tres modelos antropolgicos en que basarnos, y la eleccin slo debe realizarse de acuerdo con el objetivo ltimo que buscamos a la hora de investigar o estudiar antropologa de la educacin. Indudablemente este anlisis de objetivos adquiere mayor importancia cuando se trata de una labor curricular, tal como los nuevos planes de estudio de la licenciatura de Pedagoga suponen, al incluir la Antropologa de la educacin como material troncal en el primer o segundo curso.
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Si se considera que la antropologa de la educacin debe servir para iniciar al estudiante en las cuestiones filosficas de la educacin, es evidente que no tendremos problema alguno en seleccionar como modelo orientador a la antropologa filosfica; se tratar en definitiva de estudiar las opciones humansticas filosficas que puedan constituir modelos valiosos, en el plano moral y axiolgico, de educacin. Si lo que se quiere es materializar una introduccin pedaggica orientada exclusivamente a las cuestiones patolgicas (tanto psquicas como biolgico-somticas) que puedan tener inters para posteriores estudios propios de la educacin especial, parecer ms aconsejable introducir la concepcin biolgica como orientadora de la antropologa de la educacin. Ahora bien, si se pretende, que parece ser ha sido la voluntad del legislador, iniciar los estudios pedaggicos a travs de la antropologa de la educacin, y que en consecuencia, tal materia sirva de primer contacto con la realidad pedaggica, parece ser consecuente que, por sus caractersticas intrnsecas, tengamos que abonarnos al modelo culturalista (independientemente claro est de las concepciones eclcticas o de sntesis). El modelo cultural plantea una visin muy amplia y global, que adems tiende a descubrir los mecanismos culturales en relacin con toda la fenomenologa humano-social de que es capaz el hombre; de esta forma analizar lo cultural en la sociedad, en la poltica, en las instituciones (familia...), etc. y por extensin, cualquier produccin efectuada en estos contextos por el propio hombre. Asimismo, siempre que la sexualidad, la personalidad, las formas de aprendizaje, la visin del mundo que se posea, el pensamiento, etc., se vea mediatizado por lo cultural tambin ser objeto de estudio de la Antropologa. En este sentido quiz sea importante recordar la definicin clsica de Tylor10. La cultura o civilizacin, en sentido etnogrfico amplio, es aquel todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres y cualesquiera otros hbitos y capacidades adquiridos por el hombre en cuanto miembro de la sociedad (Tylor, 1975, p. 29). Hoy en da y teniendo en cuenta la evolucin de la propia Antropologa Cultural y de las sociedades actuales creemos que el estudio de la Antropologa tendra que contemplar: 1. Comprensin de la cultura en tanto totalidad de las manifestaciones humanas. 2. Convergencia obligada entonces con las dems ciencias humano-sociales. 3. Debe contemplar no slo los resortes comprensivos de unas sociedades determinadas sino fundamentalmente debe tender a la comprensin y solucin de los problemas actuales de la humanidad, por lo que debe - promover el entendimiento entre las culturas - orientar los cambios socioculturales - mejorar la unidad y el progreso de la humanidad - aportar claves de comprensin intercultural - favorecer la igualdad, justicia y libertad de los pueblos 4. Para asumir tales logros debe ser consciente del tipo de sociedad en la que nos encontramos y favorecer su desarrollo justo y armnico. Ello supone la comprensin de lo urbano y tecnolgico para as promover: 10. Sobre el concepto de cultura y su relacin con el de civilizacin, vase Kahn, J. S. (1975), El concepto de cultura: textos fundamentales, Anagrama, Barcelona.

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- la crtica social - la ingeniera social - los programas de cambio social - la participacin ciudadana - la toma de conciencia hacia el cambio 5. En consecuencia, la antropologa debe trabajar ms hacia lo que debe ser la sociedad y el hombre, en vez de estudiar lo que es. Ante este diseo efectuado no cabe duda que la educacin no es ajena al mismo ya que: 1. La educacin se integra en el mundo cultural como generadora de cultura y como fenmeno influido por la propia cultura. Asimismo, la Pedagoga tiene una vocacin totalizante ya que pretende estudiar cualquier fenmeno educativo (formal, no formal e informal). 2. La educacin se integra dentro de objeto de conocimiento de las ciencias humanas y sociales coordinndose con todas ellas (enfoque de las ciencias de la educacin). 3. La educacin dentro de sus coordenadas pretende tambin resolver los problemas de la humanidad y del individuo, orientndose hacia valores de comprensin, pacifismo y relacin entre las gentes y los pueblos. Es por otra parte transmisores de valores. 4. La educacin conjuga un papel activo en los programas de cambio social, estando atenta a las nuevas problemticas que van surgiendo, a fin de aportar soluciones desde su campo de accin (educacin ambiental, educacin para la paz, educacin intercultural, integracin de la tecnologa, programas de formacin en las ciudades, etc.). 5. La educacin tambin se preocupa por el deber ser, ms que por lo que es. Desde esta perspectiva, no hay duda, que la educacin puede integrarse en el contexto de lo antropolgico con las mismas orientaciones que la ms actual Antropologa, por lo que no debe extraarnos de que haya sido considerada como objeto de su estudio (Spindler, 1963 y 1965; Nicholson, 1969; Kneller, 1974). As pues y bajo el paradigma cultural, la Antropologa de la Educacin se abre a un espacio amplio en donde la cuestin humana, la productividad cultural y la accin educativa se enlazan, se entremezclan, se condicionan y se re-crean constantemente, por lo que se reconvierte en el estudio de las incidencias culturales sobre la educacin del hombre, al mismo tiempo que contempla tambin como la educacin presupone un objetivo cultural al adecuarse a paradigmas culturales determinados, siendo a su vez productorareproductora de cultura. Ello hace que el estudio de la educacin, integrado en este amplio contexto, se vea siempre en relacin con todos los fenmenos humanos y sociales, por lo que aporta una visin sistmica, global, realista y articulada del fenmeno educativo. Para nosotros, pues, la Antropologa de la Educacin, visto el amplio campo de intereses, que abarca, se convierte en una perspectiva o un enfoque comprensivo de la educacin en relacin fundamental con el mundo cultural o sea, contemplando aspectos tales como la poltica, la sociedad, las instituciones... etc., teniendo en cuenta que todo ello afecta al hombre ya que son elementos que inciden en su constructividad. De una forma ms esquemtica podramos hablar de tres grandes esferas de la Antropologa de la Educacin, que sin nimo de exhaustividad, al menos dara lugar a las siguientes reas y submbitos de reflexin y aplicacin:

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1. La educacin como fenmeno cultural: - el enfoque educativo en los distintos pueblos y culturas, as como en pocas anteriores (la educacin de los pueblos de la que hablara Schneider). Hoy toma gran importancia visto el proyecto de la Unin Europea. - incidencia de lo cultural en el diseo curricular, en los procesos de aprendizaje y en general en el aula (Etnografa, curriculum oculto, pensamiento del profesor, como temas ms novedosos) - incidencia de lo cultural en los comportamientos, en las costumbres, en los juegos, y por tanto en la socializacin de nios, jvenes y adultos. Temas tales como ocio, tiempo libre, mass media, comics, tribus juveniles, seran algunas de sus ltimas manifestaciones. - incidencia de lo cultural en la conformacin de la personalidad - incidencia de lo cultural en las instituciones educativas as como en cualquier elemento pedaggico, incluida la tradicin pedaggica. 2. La cultura como elemento educativo - los estudios crticos sobre los ncleos curriculares - los aportes metodolgicos (experimentalismo, cualitativismo..., etc., que no dejan de ser consecuencias culturales con incidencia en la construccin pedaggica y en la comprensin de la educacin) - las culturas especficas de gran incidencia formativa: familiar, grupo de pares, la ciudad, los contenidos de los mass media... - la cultura popular y su integracin en los curriculums y en general en las actividades escolares - la literatura infantil, y otros aportes culturales con propiedad para ser integrados en programas educativos - los ambientes culturales determinantes de tantas caractersticas infantiles (comunidad, barrio, cultura de los grupos de origen) 3. La aplicacin educativa y/o la prctica escolar - programas de europeismo - programas multiculturales o interculturales - los estudios etnogrficos - programas de educacin no formal, y de educacin diferenciada (para grupos de edad, o grupos sexuales..., etc.) - la gestin cultural y las polticas culturales (que poseen sistemas pedaggicos para su implantacin y desarrollo) - la profesionalizacin pedaggica para estas nuevas prcticas educativo-culturales: educadores de calle, monitores..., etc. La Antropologa de la Educacin nos plantea cmo el hombre llega a ser (educado) en funcin de las variables culturales intervinientes. Desde esta perspectiva, el constructivismo sera el paradigma que pretende desentraar la Antropologa de la Educacin a base de explicitar la fenomenologa posibilista de tal constructividad. As pues, y en este sentido amplio con que dotamos a la Antropologa de la Educacin, sta se nos presenta como el estudio de las variables biolgicas, psquicas, sociales, polticas, culturales, religiosas, etc., que mediante la educacin conducen al constructivismo unitario de la persona. En definitiva y con tal planteamiento, nuestra Antropologa de la Educacin supera ampliamente los lmites de una materia o disciplina para, tal como decamos, convertirse en un enfoque comprensivo de lo educativo y de la constructividad humana mediante la

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educacin. La Antropologa de la Educacin es pues una forma actual, abierta hacia el futuro, de entender la Pedagoga y de integrar, bajo un lenguaje ms novedoso y adaptado a nuestro tiempo y circunstancia, el discurso pedaggico.

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