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Erikson 4 Primeras Fases
Erikson 4 Primeras Fases
Erikson 4 Primeras Fases
Teoría
Erikson es un psicólogo del Yo freudiano, es decir, acepta las ideas de Freud como
básicamente correctas. Afirma que Freud es la roca que sirve de fundamento a todo el
desarrollo de la teoria de la personalidad. El trabajo de Erikson representa ahora un
progreso decisivo con respecto a la psicologia freudiana. Podriamos decir que Erikson
realiza un distanciamiento de la teoria de Freud por tres razones: la primera de ellas es
que Erikson se centra más en el yo que en el ello. El individuo tiene capacidad innata de
relacionarse de manera coordinada con un ambiente típico y predecible. En segundo
lugar, Erikson establece la relación del individuo con los padres dentro del contexto
familiar y con un medio social más amplio dentro del marco de la herencia historico-
cultural de la familia. Y por último, la vision de Erikson ha sido señalar las oportunidades
de desarrollo del individuo que le ayudan a triunfar sobre los riesgos psicologicos de la
vida. Toda crisis personal y social aporta elementos que se orientan hacia el crecimiento.
Erikson está bastante más orientado hacia la sociedad y la cultura que cualquier otro
freudiano, ya que relaciona su obra con la problemática y el dilema de su tiempo.
Prácticamente, desplaza en sus teorías a los instintos y al inconsciente.
Cada fase comprende ciertas tareas o funciones que son psicosociales por naturaleza.
Cada fase tiene un tiempo óptimo también. Es inútil empujar demasiado rápido a un
niño a la adultez pero tampoco es posible bajar el ritmo o intentar proteger a nuestros
niños de las demandas de la vida. Existe un tiempo para cada función.
Las primeras cinco etapas del desarrollo de Erikson son esencialmente una reformulación
y ampliación de las etapas del desarrollo psicosexual de Freud. A partir de esto elaboró
tres estadios adicionales de la adultez a partir del estadio genital hasta la adolescencia.
Para Erikson un individuo nunca tiene una personalidad fija, siempre esta volviendo a
desarrollar su personalidad.
El desarrollo es un proceso continuo en la que cada fase tiene la misma jerarquía como
parte del continuo, pues será su antecedente en fases anteriores y su conclusión en las
posteriores.
Un individuo pasa a la siguiente fase tan pronto este preparado biológica, psicológicas y
socialmente y cuando su preparación individual coincide con la preparación social.
Si pasamos bien por un estadio, llevamos con nosotros ciertas virtudes o fuerzas
psicosociales que nos ayudarán en el resto de los estadios de nuestra vida, es decir. Por
lo que cada fase introduce una nueva serie de cargas sociales intensivas y en conjunto,
las fases abarcan una serie de cargas instituidas en la vida humana. Si no nos va tan
bien, podremos desarrollar mal adaptaciones o malignidades. De las dos, la malignidad
es la peor, ya que comprende mucho de los aspectos negativos de la tarea o función y
muy poco de los aspectos positivos de la misma, las personas desconfiada. La mal
adaptación no es tan mala y comprende más aspectos positivos que negativos, las
personas que confían demasiado.
Cada estadio supone una crisis, como un punto de giro, un periodo crucial, de
vulnerabilidad incrementada.
Maladapta-
Relaciones Virtudes
Crisis psico- Modalidades ciones y
significati- psico-
Estadio (edad) social psicosociales Malignida-
vas sociales
des
Distorsión
Confianza vs. Coger y dar en Esperanza, sensorial y
I (0-1) infante Madre
desconfianza respuesta fé Desvaneci-
miento
Autonomía
II (2-3) Voluntad, Impulsividad y
vs. vergüenza y Padres Mantener y dejar ir
bebé determinación Compulsión
duda
III (3-6) Iniciativa vs. Propósito, Crueldad y
Familia Ir más allá jugar
prescolar culpa coraje Inhibición
Virtuosidad
IV (7-12) Laboriosidad Vecindario y Completar
Competencia Unilateral y
escolar vs. inferioridad escuela Hacer cosas juntos
Inercia
Generabilidad Hogar,
VII (20’s tardíos a Lograr ser Sobrextensión y
vs. Compañeros de Cuidado
50’s) adulto medio Cuidar de Rechazo
autoabsorción trabajo
Ser, a través de
VIII (50’…) adulto Integridad vs. Los humanos o Presunción y
haber sido. Enfrentar Sabiduría
viejo desesperación los “míos” Desesperanza
el no ser
El niño por lo tanto desarrolla un sentido de la expectativa gracias a una mezcla de:
El sentido de la confianza del neonato exige una sensación de comodidad física y una
experiencia minima del temor o incertidumbre. Si se le aseguran estos elementos,
extenderá su confianza a nuevas experiencias. Por el contrario, las experiencias físicas y
psicológicas insatisfactorias determinan un sentido de la desconfianza y conduces a una
percepción temerosa de las situaciones futuras.
Durante los primeros meses, gran parte de la rutina del infante se centra alrededor de la
absorción de aire y alimento, luz, sonido y otros estímulos corporales. Los contactos más
regulares y significativos entre el infante y su medio social se realizan a través de la
absorción de alimento. El amor y el placer de la dependencia en esta fase, son
transmitidos al niño a través de la madre (abrazos, besos, habla…). Erikson habla de
una etapa oral-respiratoria sensorial en la cual todos los contactos sociales implican el
modo incorporativo.
A medida que el bebe crece, encuentra placer al integrarse de manera activa agresiva y
activa con su medio, la llamada segunda etapa oral.
Aunque Erikson considera que el niño participa en un matiz social acepta que parece ser
egocéntrico y conducirse como si solo el existiera. Erikson incluye la experiencia
conjunta y la regulación mutua de una frustración como componentes esenciales de la
identificación, como referencia al sentido básico de la confianza.
Los niños tienden a percibir las inseguridades y las intenciones inconscientes de sus
padres, así como los pensamientos conscientes y la conducta manifiesta de estos,
aunque no comprenden la causa y significado de los mismos.
El modo intrusivo que domina gran parte del comportamiento de este estadio,
caracteriza diversas actividades y fantasías configurativamente similares. Incluyen lo
siguiente: La intrusión en lo desconocido mediante la curiosidad, la intrusión en el
espacio mediante la locución vigorosa, la intrusión de los oídos y las mentes de otras
personas mediante la voz, la intrusión hacia otros cuerpos mediante ataques físicos y el
imaginar que el pene se introduce en el cuerpo femenino.
En este momento el niño necesita un guía sensible y comprensiva así como un apoyo
graduado, pues lo contrario puede sentirse desorientado y forzado a volverse contra si
mismo, con vergüenza y dudas acerca de su propia existencia. El niño debe aprender a
querer lo que puede ser y a convencerse de que el quería lo que tuvo que ser.
Desde el punto de vista físico el niño sufre una aceleración de la maduración. sus
movimientos pasan a ser fenómenos bien coordinados y asimilados. Por otro lado,
también consigue regular sus funciones eliminatorias: adquiere capacidad para controlar
sus esfínteres anal y uretral. El centro anal se convierte en el centro de los esfuerzos
físicos, sociales y psicológicos.
El proceso pone de manifiesto en el cuerpo del niño una nueva zona erógena, que hasta
esta etapa había permanecido latente. La educación esfinteriana conduce a una mayor
autonomía del niño así como a su subordinación a la dirección de los adultos en un área
de conducta que hasta ese momento se ha desarrollado sin inhibición.
El juego asume importancia durante esta fase y ofrece al niño un refugio seguro que le
permite desarrollar su autonomía dentro de su propio conjunto de limites y leyes.
En estos años la relación entre el niño y el progenitor varía. En la primera fase, madre-
niño consagraron muchos esfuerzos a establecer una confianza mutua y una disposición
a afrontar juntos nuevas situaciones. En esta segunda fase, el niño viola esa confianza
mutua y trata de afirmar su autonomía en áreas diferenciadas.
El niño es todavía flexible, si conoce y comprende cuales son sus limites y lo que se
espera de el. Por el contrario, se hará casi inaccesible cuando se encuentre implicado en
actividades que cree que entiende y están a su alcance, pero que en realidad no son
permisibles.
El niño aprende a conseguir que alguien haga por el algo que desea a la vez que el
mismo aprende a dar.
El medio social del niño gravita de manera directa en su comprensión final de su sentido
de la autonomía o en sus dudas acerca del mismo.
Si los padres (y otros cuidadores) permiten que el niño explore y manipule su medio,
desarrollará un sentido de autonomía o independencia. Se requiere, un equilibrio, se ha
de ser “firmes pero tolerantes” en esta etapa. De esta manera, el niño desarrollará tanto
un autocontrol como una autoestima importantes.
Este es el estadio genital-locomotor o la edad del juego. Desde los 3-4 hasta los 5-6
años, la tarea fundamental es la de aprender la iniciativa sin una culpa exagerada.
La iniciativa sugiere una respuesta positiva ante los retos del mundo, asumiendo
responsabilidades, aprendiendo nuevas habilidades y sintiéndose útil. Debemos alentar
la fantasía, la curiosidad y la imaginación. La iniciativa es el intento de hacer real lo
irreal.
El sentido de la iniciativa impregna la mayor parte de la vida del niño cuando su medio
social lo incita a desarrollar una actividad y alcanzar una finalidad. Se le pide que suma
la responsabilidad de si mismo y de lo que esta englobando en su mundo.
Comprende que la vida tiene una finalidad, la confiada autonomía que alcanzo es
inevitablemente frustrada en alguna medida por la conducta autónoma separada de los
otros, que no siempre concuerda con la suya propia, y que niega hasta cierto punto las
formas anteriores de dependencia que había creado con los adultos que lo cuidan.
Erikson subraya que el dominio psicológico del campo ambulatorio y la modalidad de los
órganos alienta y refleja las realizaciones propias de la maduración del niño.
Durante esta fase ha mejorado su uso del lenguaje, esta extensión del lenguaje y la
locomoción hace que el niño ensanche su campo de actividad e imaginación, de manera
que fácilmente puede pensar y tener. El lenguaje representa asumir una posición en una
cuestión o situación dada y un compromiso verbal con dicha posición.
Erikson reconoce la existencia de una condición que tiene dos aspectos. Los procesos del
ello exigen una nueva forma de expresión en momentos en el que yo se ha desarrollado
lo suficiente como para ofrecer nuevos modos expresivos a dichos procesos. El superyó
se ha desarrollado hasta un punto que le permite aprender de las situaciones de crisis.
En esta fase la conciencia del niño asume cada vez más las funciones de apoyo y control
de los adultos significativos de su medio.
Los varones y las niñas desarrollan un agudo interés por los genitos de ambos sexos (en
el caso de las niñas la ausencia de órganos visibles). Ambos sexos imaginan que algo les
ha ocurrido a los genitales femeninos y que eso también puede ocurrirle a los
masculinos.
En esta fase los varones y las niñas, cada uno de distinta manera, hallan nuevos
métodos para resolver sus impulsos antagónicos de esta fase.
En esta fase el niño parece crecer como una unidad física y psicológica. Pone a prueba
su nueva independencia dinámica en relación con las diversas facetas del ambiente
inmediato y en el proceso de expansión.
Demasiado iniciativa y muy poca culpa significa una tendencia maladaptativa que
Erikson llama crueldad. La persona cruel toma la iniciativa. La forma extrema de la
crueldad es la sociopatía. La crueldad es mala para los demás, pero relativamente fácil
para la persona cruel. A la malignidad de culpa exagerada, Erikson la llama inhibición.
Un buen equilibrio llevará al sujeto a la virtud psicosocial de propósito. La capacidad
para la acción a pesar de conocer claramente nuestras limitaciones y los fallos
anteriores.
El tema fundamental de esta fase refleja su determinación de dominar las tareas que
afronta. El temor del individuo se acentúa también por el hecho mismo de que todavía
es un niño, una persona incompleta, situación que tiende a suscitar sentimientos de
inferioridad.
El ritmo de maduración física es mas lento, como si fuera necesario considerar lo que ya
ha sido incorporado. El desarrollo psicológico desarrolla algo similar. El varón y la niña
han hallado sus respectivos límites psicológicos y sociales.
Las modalidades básicas relacionadas con los roles sexuales psicosociales determinan la
preocupación fundamental del juego en un individuo. Hacia el final de esta fase el juego
comienza a perder importancia con la pubertad y la incorporación de los valores
adolescentes, el individuo abandonara lentamente sus hábitos anteriores. Los
adolescentes tienden a seguir un curso medio entre el juego y el trabajo entre la niñez y
la adultez.
Al llegar a esta edad, el niño ha superado su lucha edípica por el pode. Dando que el
niño ve a sus progenitores como representantes de la sociedad en que debe actuar,
empieza ahora a compararlos con otros representantes. Los varones y las niñas buscan
identificarse con otros adultos, porque los padres ya no pueden satisfacer totalmente los
requerimientos del niño.
Los niños deben aprender que no solamente existe placer en concebir un plan, sino
también en llevarlo a cabo. Deben aprender lo que es el sentimiento del éxito, ya sea en
el patio o el aula; ya sea académicamente o socialmente.
Si el niño no logra mucho éxito, desarrollará entonces un sentimiento de inferioridad o
incompetencia.
Lo ideal sería desarrollar un equilibrio entre la laboriosidad y la inferioridad; esto es, ser
principalmente laboriosos con un cierto toque de inferioridad que nos mantenga
sensiblemente humildes. Entonces tendremos la virtud llamada competencia.
A medida que el niño se desarrolla, la sociedad parece preocuparse cada vez mas por
incorporarlo sobre una base igualitaria.
Según Erikson el niño se convierte en una persona con cualidades cognoscitivas mas
amplias y con capacidad mucho mayor para interactuar con una gama mucho mas
extensa de personas en las que esta interesado a las que comprende y que reaccionaran
frente a el.
Podemos decir que es estadio es tan solo un periodo de calma antes de la tormenta de
la pubertad durante la cual vuelven a surgir todos los impulsos anteriores en nuevas
combinaciones.