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El Diego de La Gente

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Si yo fuera Maradona

vivira como l porque el mundo es una bola que se vive a flor de piel Manu Chao

El Diego de la gente Por Salvador Ernesto Fernndez Sandoval

Yo nac en un barrio privado: privado de agua, luz y telfono lanzaba Diego Armando Maradona en una sesin con la prensa boliviana. Haciendo referencia a su barrio natal, Villa Fiorito, una de las villas miseria ms importantes de la capital argentina. Cuando debut en 1976 con Argentinos Junior, Maradona le hizo la ms grande de las gambetas a la historia, al destino. Cambi su vida, la de su familia y la de los habitantes del extenso planeta ftbol. El ftbol nunca ms volvi a ser el mismo. Maradona gambeteaba en la cancha la miseria de los que abajo que somos, se burlaba de la suerte y de los que tienen ms. Fue el mejor con la pelota y fue el mejor sin ella. Denunci la mafia de la FIFA cuando Pel les renda pleitesa y fue castigado. Muchos critican a Maradona por, quizs, su aspecto ms humano. El Diego tena una debilidad en polvo, pero no era ms que un escape a la fama y a la dependencia global de su zurda. Maradona nunca se drog antes de un partido, lo haca solo, triste y encerrado en su casa. Como dice Galeano: Maradona jugaba mejor que nadie a pesar de la cocana, no por ella. El ftbol, como catalizador de felicidad encontr en Maradona el generador que necesitaba. El barrilete csmico devolvi la alegra a un deporte que se haca (y se hace) cada vez ms fsico. La gente encontr en Maradona el ejemplo de cmo uno puede ser ms de lo que se espera, de lo que se supone. Maradona solo sac campen del mundo a una Argentina que necesitaba de triunfos. Los goles a los ingleses devolvieron ms dignidad que cualquier accin gubernamental oficial. Nunca ser sudamericano tuvo tanta dignidad. En Npoles se consagr como d10s. El club de la camiseta azul y de la camorra vio como este insolente petizo del fin del mundo pona el norte en el sur. La vecchia segnora lloraba con la aparicin del pelusa. El reinado del norte se pona en duda por primera vez en medio siglo. Aqu comenz la cada. La coca se hizo pblica y la condena no tard en llegar. Para el mundial de Italia los tanos norteos criticaron y satanizaron cada jugada del diez, y cuando Argentina sucumbi ante Alemania en la final (tras eliminar a los locales en semis) Maradona pas a ser una sombra de lo que alguna vez fue para el ojo popular, influenciado por el establishmen que detestaba al talentoso falopero.

En Estados Unidos 94, la cosa fue distinta. Argentina lleg apenas, y requiri de un olvidado Maradona para llegar a la justa futbolstica norteamericana. Pero la FIFA no estaba dispuesta a dejar que nuevamente Maradona llevara en andas a la Argentina hasta el campeonato mundial. Algo haba que hacer, y entonces, apareci la efedrina. La efedrina est permitida en la competencia deportiva de la mayora de los pases del mundo. Este jarabe para la toz no est considerado como un estimulante por nadie, o casi nadie. La FIFA argument que Maradona haca trampa al ocupar este medicamento y decidi castigarlo, antes de que sus gambetas llegaran a hacer trastabillar el poder de Zurich. Me cortaron las piernas dira el Diego tiempo despus, en su despedida de las canchas. La fantasa alegre, irreverente y rebelde, desapareceran por culpa de quienes no ven goce sino dlares en el baln. Pero no importa. La gambeta ya qued en la retina de todos. El arte de tratar bien al baln hizo cuna en esta parte de la tierra, y hoy, son miles los que quieren ser como l. Gambetear la miseria y olvidar el olvido. Ahora todos lo sabemos, la pelota no se mancha.

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