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Fisica Parcial 2
Fisica Parcial 2
Fisica Parcial 2
Acústica Física:
7 ondas sonoras
1. Introducción
Una onda se define como una perturbación del estado de equilibrio de un sistema físico que se
propaga de un punto a otro del mismo. La onda es generada en un punto (foco) por algo externo
al sistema que provoca en ese punto la variación forzada de alguna de sus propiedades físicas
que tomaba un valor constante durante el estado de equilibrio. Luego esa variación se propaga
debido a la interacción existente entre un punto del medio y sus adyacentes.
Como ejemplo típico pensemos en el caso de un estanque inicialmente en reposo. Como pro‐
piedad física elijamos el desplazamiento vertical de los puntos de la superficie del agua, que to‐
ma valor nulo en el estado de equilibrio inicial. Al arrojar una piedra al estanque (agente externo
generador de la onda), observamos que se forma una ola (el desplazamiento vertical deja de ser
nulo) que se aleja paulatinamente del punto donde
cayó la piedra (foco de la onda) (Fig. 1).
En todo fenómeno ondulatorio la velocidad de
propagación de la onda, sea de la naturaleza que
sea, (que genéricamente denominaremos aquí c)
es una propiedad del medio por el que se propaga
y no del agente generador de la onda. Hemos de
destacar también que cuando se propaga la per‐
turbación no existe un transporte global de masa,
pues, como ocurre en el caso descrito en el párrafo
anterior, las partículas de la superficie del agua os‐
cilan en torno a su posición de equilibrio, siendo Figura 1.‐ Propagación de ondas en un estanque
FFIA: Acústica Física. Ondas Sonoras 7‐2
3. Ondas armónicas
Según se ha visto en el apartado anterior, la forma genérica de una onda unidimensional
viene dada por las expresiones ( x ct ) . Cuando esta función φ es de la forma de un seno o un
coseno, decimos que se trata de una onda armónica. Como veremos en el apartado siguiente,
FFIA: Acústica Física. Ondas Sonoras 7‐4
cualquier perfil de onda se puede sintetizar por una superposición de ondas armónicas, por lo
que estudiar éstas toma un significado especial.
Una onda armónica que se propaga en el sentido positivo del eje x tomará la expresión ge‐
neral:
( x , t ) osen(k( x ct )) , (2)
en la que 0 es la amplitud de la onda y la constante k se denomina número de ondas. Al argu‐
mento del seno en (2) se le conoce con el nombre de fase de la onda1. Como la fase debe estar en
radianes, las dimensiones de k en el SI son rad/m. Es habitual definir la frecuencia angular
como:
kc (3)
que llevada a (2) nos proporciona para la onda armónica la expresión más habitual:
0sen(kx t ) (4)
La frecuencia angular se mide en rad/s. En la Fig. 4.a se ha representado el valor de la fun‐
ción de (4) frente a la distancia x en el instante inicial t=0. Como era de esperar por las propie‐
dades de la función seno se obtiene una función periódica. A la distancia entre dos puntos en los
que la función toma el mismo valor se la denomina periodo espacial o longitud de onda y la deno‐
taremos como . En el SI la longitud de onda se mide en m. La relación entre la longitud de onda
y el número de ondas k puede obtenerse fácilmente sabiendo que el seno es una función perió‐
dica de periodo 2, por lo que:
2
k( x ) kx 2 k (5)
Por su parte, en la Fig. 4.b hemos representado la dependencia temporal de la función de (4)
en el punto x=0. Obviamente de nuevo se obtiene una función periódica. El periodo temporal se
corresponde con el intervalo de tiempo que transcurre entre dos instantes en los que la función
alcanza el mismo valor, lo que simplemente denominaremos periodo, que denotaremos como T y
se mide en s. La relación entre el periodo T y la frecuencia angular puede obtenerse de forma
análoga a (5):
2
(t T ) t 2 (6)
T
Por tanto, una onda armónica como la dada por la expresión (4) presenta una doble perio‐
(x,0) (0, t)
x t
(a) (b)
Figura 4.‐ Onda armónica: (a) variación con la distancia para t=0 y (b) variación con el tiempo para x=0.
1 Una expresión aún más general que (2) sería ( x , t ) osen k( x ct ) 0 , donde 0 es la fase inicial. En la discusión
posterior asumiremos que 0=0.
FFIA: Acústica Física. Ondas Sonoras 7‐5
(x, t=cte)
dicidad, una espacial de periodo y otra temporal de periodo T. En función de la longitud de on‐
da y el periodo la ecuación (4) puede también escribirse como:
x t
( x , t ) 0sen 2 (7)
T
Para el caso de las ondas que progresen en el sentido negativo del eje x, basta con sustituir
el signo – por el signo + en las ecuaciones (2), (4) y (7).
La ecuación (3) nos proporciona la relación existente entre la longitud de onda y el periodo,
pues sustituyendo los valores de y k por los obtenidos en las expresiones (5) y (6):
c (8)
k T
En (8) hemos introducido la frecuencia 1 T que se mide en s‐1 o Hertzios (1 Hz= 1s‐1), y
nos dice que el periodo puede definirse como el tiempo que tarda la onda en recorrer una longi‐
tud de onda.
Si extendemos nuestro análisis al espacio tridimensional, las superficies en las que la per‐
turbación definida por la ecuación (4) toma el mismo valor, en un instante dado, serán aquellas
de fase constante, en este caso los planos x=cte (véase Fig. 5), por lo que la ecuación (4) está de‐
finiendo una onda armónica plana.
Un sistema de ondas de gran interés es el formado cuando se superponen dos ondas armó‐
nicas de igual amplitud y frecuencia que se propagan en sentidos opuestos lo que da lugar a una
onda estacionaria y que no trataremos aquí.
4. Análisis de Fourier
El teorema de Fourier establece que cualquier función2 f(t) periódica de periodo3 T0, puede
expresarse de manera única como superposición de ondas armónicas de frecuencia angular múl‐
tiplos de la frecuencia angular de la función de partida y amplitudes definidas:
f (t ) a0 ansen(n0t ) bn cos(n0t ) , (9)
n 1 n 1
1,6
2
1,4
1,2
1
Desplazamiento
1,0
Amplitud
0 0,8
0 2 4 6 8 10 12 14
0,6
‐1 Tiempo
0,4
‐2 0,2
0,0
(a) (b) 0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6
Frecuencia
Figura 6.‐ (a) Onda periódica compleja (trazo grueso) y sus componentes (trazo fino) en el dominio
del tiempo. (a) Representación de la onda compleja en el dominio de la frecuencia (espectro).
3 f (t T0 ) f (t ) ; muchas veces se confunden los términos periódico y armónico. Un seno o un coseno es un caso par‐
ticular de función periódica.
FFIA: Acústica Física. Ondas Sonoras 7‐7
Amplitud
15
Amplitud
(a) 0
10
‐2 5
0
‐4
100 200 300 400 500 600
0 20 40 60 80 100
Frecuencia
Tiempo (ms)
30
4
3 Período: T 25
2 20
Amplitud
Amplitud
1
15
(b) 0
‐1 10
‐2 5
‐3
0
‐4
1000 1200 1400 1600 1800 2000 2200
0 5 10 15 20 25 30 35 40
Frecuencia
3 Tiempo (ms)
10000
2
1000
1
Amplitud
Amplitud
100
(c) 0
‐1 10
‐2 1
‐3 0,1
0 50 100 150 200 250 300 350 400 450 500
0 100 200 300 400 500
Tiempo (ms)
Frequencia
Figura 7.‐ A la izquierda ondas complejas en el dominio del tiempo y a la derecha sus espectros. Las ondas
(a) y (b) son periódicas con espectro discreto y (c) es no periódica (aperiódica) con espectro continuo.
1 2 3 4 5
Amplitud 0
0 T/4 T/2 3T/4 T 5T/4 6T/4
Tiempo
‐A
(a)
4A
4A/ 1 sen 0t
4A 4A
2 sen 0t
sen 30t
3
4A 4A 4A
3 sen 0t sen 30t sen 50t
3 5
Amplitud
4A 4A 4A 4A
4 sen 0t sen 30t sen 50t sen 70t
3 5 7
4A 4A 4A 4A 4A
5 sen 0t sen 30t sen 50t sen 70t sen 90t
4A/3 3 5 7 9
4A/5
4A/7 4A/9
(b)
1 0 30 5 70 90
Frecuecnia
Figura 8.‐ (a) Tren periódico de pulsos y su sintetización sumando los términos de la correspondiente serie
de Fourier. (b) Representación espectral del tren periódico.
Para simplificar las cosas, el estudio va a limitarse al caso de ondas planas, que son una
buena aproximación para describir la realidad en Acústica Arquitectónica. Para generar y pro‐
pagar sólo ondas planas en una única dirección, vamos a encerrar el gas en un conducto suficien‐
temente largo como para poderlo considerar indefinido, estando uno de sus extremos cerrado
por un pistón como se muestra en la Figura 2. Si el pistón se mueve hacia la derecha, el fluido en
contacto con él se comprime originándose una onda de compresión que se propaga a lo largo del
tubo; por el contrario, cuando se mueve hacia la izquierda lo que se propaga es una onda de dila‐
tación. Este mecanismo es semejante a la forma en que un altavoz genera las ondas sonoras por
desplazamiento de la membrana del mismo.
Las moléculas de un fluido que está en reposo se desplazan con direcciones y velocidades
distribuidas al azar de modo que la velocidad (o el desplazamiento) promedio de un grupo mo‐
lecular4 es nula. De este modo, en un fluido en equilibrio, sin perturbar, estadísticamente la den‐
sidad, la presión o cualquier otra magnitud macroscópica toma valores constantes correspon‐
dientes al valor del equilibrio.
La propagación de una onda elástica supone la aparición de una dirección privilegiada: la de
propagación de la onda, lo cual implica que, para un grupo molecular, podremos hablar de un
desplazamiento, velocidad y aceleración de un elemento de volumen. Consideraremos que el
fluido es continuo, y para encontrar la ecuación de propagación de las ondas planas en el interior
4Por grupo molecular entendemos un volumen muy pequeño comparado con las dimensiones del sistema total, pero
suficientemente grande como para que contenga muchas moléculas para hacer los promedios estadísticos significati‐
vos. Por tanto, trataremos al fluido como un medio continuo.
FFIA: Acústica Física. Ondas Sonoras 7‐9
del tubo de la Figura 2 a lo largo de la dirección longitudinal (dirección x). Emplearemos los si‐
guientes símbolos:
, densidad instantánea en un punto,
0, densidad del fluido en estado de equilibrio,
d, variaciones de densidad provocadas por el paso de la onda, d = ‐ 0;
P, presión instantánea en un punto,
P0, presión del fluido en estado de equilibrio,
p, presión acústica en un punto, es decir, las variaciones de presión provocadas por el paso
de la onda, p = P ‐ P0.
Así mismo, admitiremos las siguientes hipótesis razonables:
1ª) Considerar despreciable las variaciones de la gravedad y que por tanto P0 y 0 son cons‐
tantes en todo el medio;
2ª) Suponer el medio homogéneo, isótropo y perfectamente elástico, es decir despreciare‐
mos cualquier efecto disipativo (tales como los debidos a la viscosidad)
3ª) La amplitud de las ondas es pequeña, por tanto, los cambios de densidad son pequeños
comparados con el valor en el equilibrio.
En base a lo anterior, se trata de resolver un problema de dinámica de fluidos ideales para
pequeños movimientos; por ello se linealizarán la ecuación constitutiva característica del medio,
que relaciona la presión y la densidad en cada punto, la ecuación de la continuidad, que establece
el principio de conservación de la masa y la ecuación de la segunda ley de Newton, que nos pro‐
porciona la ley dinámica de evolución. Combinando esas tres ecuaciones debidamente linealiza‐
das (ver Apéndice 2), se puede llegar a demostrar que la presión acústica p verifica la ecuación
de ondas:
2 p 1 2 p
, (11)
x 2 K t 2
siendo la velocidad de propagación de la perturbación (compare con la ecuación de ondas gené‐
rica que se reflejaba en (1):
P
c K (12)
0
pef2
(22)
0c 2 c
5Si calculáramos el valor medio de la presión en un periodo, este sería nulo, mientras que como vemos la energía tie‐
ne un valor distinto de cero. Por ello, es usual utilizar el valor eficaz de la presión, definido de la siguiente forma:
1 1 p0
T
T
p0 sen ( kx t )dt
2 2 2
pef p( x , t ) dt .
T 0
T 0
2
Precisamente esta presión eficaz es la que proporcionan los equipos de medida.
6 Recuerde que la presión atmosférica es del orden de 100 kPa.
FFIA: Acústica Física. Ondas Sonoras 7‐12
7. Impedancia acústica
De acuerdo con (26), en el SI la impedancia se mide en kg/(m2s), unidad que se conoce como
Rayl. En la Tabla 1 mostramos las impedancias características de diversos medios (siempre bajo
el supuesto de propagación de una onda plana, y para el caso de los materiales sólidos ondas
longitudinales).
8Este caso no tiene porqué reducirse al trivial en el que el medio 1 y el medio 2 son el mismo (entonces obviamente
no hay onda reflejada porque no hay interfase de separación). Basta que el producto de la densidad del material y la
velocidad de propagación de la onda en él coincida para ambos medios.
FFIA: Acústica Física. Ondas Sonoras 7‐14
Consideramos la forma funcional de la magnitud que, como hemos visto, es ( x , t ) ( x ct ) ; utilizado la cono‐
cida regla de la cadena9, podemos escribir:
d u d
x du x du
c (40)
d u d t x
c
t du t du
Tomando las segundas derivadas en las expresiones anteriores se obtiene que:
2 d d d u d 2
x 2 x x x du du du x du2
(41)
2 d d d u 2 d 2
c c c
t 2
t t t du u du t du2
de donde concluimos que:
2 1 2
0 , (42)
x 2 c 2 t 2
La ecuación constitutiva
Los desplazamientos de los grupos moleculares, al paso de la onda, dependen de la posición y del tiempo. Como
consecuencia de estos desplazamientos, se producen unos cambios de densidad en el medio y por tanto también en la
presión. La relación entre los cambios de presión (la presión acústica, p) y los de densidad d dependen de la ecuación
característica del medio, es decir, de la ecuación que relaciona la presión y la densidad, P=P().
P0 p P( 0 d ) (43)
Si hacemos un desarrollo en serie del segundo miembro, truncando la serie en los términos lineales, y tenemos en
cuenta que P0= P(0):
P
P( 0 d ) P( 0 ) d (44)
0
La derivada que aparece, calculada para el valor de 0, es una constante característica del medio que denotamos por K:
P
K (45)
0
La ecuación de continuidad
El principio de conservación de la masa nos va a permitir establecer la relación existente entre los desplaza‐
mientos provocados por el paso de la onda y los cambios de la densidad. En el tubo de sección S (Fig. 12) considere‐
mos un pequeño elemento de volumen de longitud dx. En el estado de equilibrio, la presión valdrá P0, y la densidad 0.
Cuando pasa la onda se producirá una deformación del elemento al aparecer los desplazamientos netos, de modo que
la longitud de la rebanada anterior se modificará10 en dq y supondremos que dq<<dx (recuérdese que hemos dicho
que admitíamos que la amplitud de los movimientos era pequeña). La conservación de la masa exigirá que la masa
df df dy
9 Si una función f es de la forma f=f(y) y la variable y a su vez depende de x como y=y(x), entonces se tiene
dx dy dx
10Al ser dq el desplazamiento del elemento de fluido, la velocidad de éste será v q / t y su aceleración a q / t . Es importante
2 2
no confundir la velocidad con la que se mueve el elemento fluido, v, con la velocidad a la que se propaga la onda, c.
FFIA: Acústica Física. Ondas Sonoras 7‐16
m0 m0
S S
x P0+p; x
P0; 0 0+d
x dx x dx dq
contenida en la rebanada sin deformar debe ser igual a la que hay una vez que ésta se deforma:
S 0dx S ( 0 d )(dx dq) S 0(dx dq ) S d (dx dq ) (47)
Simplificando la ecuación anterior y despreciando el infinitésimo de segundo orden d dq (recuérdese que d repre‐
sentaba las variaciones de densidad provocadas por el paso de la onda), nos quedará:
q
0 0dq d dx d 0 (48)
x
La presión acústica es la responsable de las fuerzas que deforman el volumen al que no hemos referido antes
que, lógicamente, depende de la posición y del tiempo, tal y como se muestra en la Fig. 13. La fuerza neta sobre la re‐
banada será:
p
dF S ( p( x , t ) p( x dx , t )) S dx (49)
x
Aplicando la 2ª ley de Newton:
p 2q p 2q
dF dm a S dx S 0dx 2 0 2 (50)
x t x t
Si derivamos la ecuación anterior respecto de x y tenemos en cuenta las ecs. (46) y (48) se obtiene:
2p 2 q 2 1 2p
0 2 2d . (51)
x 2
t x t K t 2
Es decir, se verifica la ecuación de ondas:
2p 1 2p
, (52)
x 2 K t 2
siendo la velocidad de propagación de la perturbación (compare con la ecuación de ondas genérica de(1)):
P
c K (53)
0
Para comprobar si las aproximaciones realizadas son o no correctas, podemos intentar calcular la derivada que
aparece en el radicando de (53) para obtener un valor teórico de c y comparar este valor con los valores experimenta‐
les medidos para la velocidad del sonido. Para ello, en primer lugar hay que considerar que la interacción de un ele‐
mento de fluido con otro al paso de la onda de presión es tan rápida que no da tiempo a que se produzca transferencia
de calor entre ambos, es decir, se trata de un proceso adiabático.
Cuando un gas perfecto sufre una transformación adiabática la
presión y el volumen verifican que PV=P0V0, donde el parámetro
es el cociente entre los calores específicos a presión y volumen Sp(x,t) Sp(x+dx,t)
conste: =cp/cv. Para el aire vale aproximadamente 1.4. La relación x
anterior implica que, en función de la densidad, se podrá escribir:
m m P dx
P P0 P 0 (54)
0 0
Figura 13. Fuerzas sobre el elemento de
Diferenciando la ecuación anterior podemos buscar el valor fluido al paso de la onda.
de K:
FFIA: Acústica Física. Ondas Sonoras 7‐17
P 1 P P0
dP 0 d K (55)
0 0
0
Por otra parte, la razón P0/0 para cada temperatura puede extraerse de la ecuación de estado de los gases ideales:
m P R
P0V0 nRT0 RT0 0 T0 , (56)
M 0 M
donde M es el peso molecular (para el aire 0.029 Kg/mol) y R=8.31 J/mol 0C es la constante universal de los gases. Con
ello, podemos escribir para la velocidad de propagación:
para t 0º C (273 K ) c 331.5 m/s
R
c K T0 (57)
M para t 20º C (293 K ) c 343.4 m/s
valores que se corresponden con los experimentales, validando así las hipótesis de partida.
Al mismo tiempo el volumen en el equilibrio V0 se deforma (comprime o dilata) hasta un valor V a causa del tra‐
bajo realizado por las fuerzas de la presión acústica (ver Fig. 12), de modo que la energía potencial se podrá escribir11:
q V
E p ( V0 pdV
pS ) dq (58)
0
fuerza desplaza‐
miento
El signo – de (58) indica que al disminuir el volumen (se comprime) aumenta Ep y al aumentar (se dilata) disminuye la
Ep. Observe también que se ha elegido el nivel de energía potencial cero en el equilibrio (cuando V=V0 la ec. (58) es
nula). Para integrar vamos a expresar dV en función de dp:
m V V 0V0
0 0 V 0 0 dV d , (59)
V V ( 0 d )2
pero como d<<0, en el denominador puedo despreciar d y recordando que p=Kd =c2d podemos escribir:
V V V 1
dV 0 d( 0 d ) 0 d d 0 2 dp (60)
0 0 0 c
Sustituyendo en (58) y teniendo en cuenta que cuando el volumen es V0 la presión acústica es 0 y cuando se deforma
hasta V vale p, se obtiene para la energía potencial la expresión:
p V 1 1 p2
E p p 0 2 dp V0 . (61)
0 c 2 0c 2
0
Aplicando la ecuación (40) del Apéndice 1 a la onda plana de presión acústica p=p(x‐ct),
p 1 p
, (62)
x c dt
Y combinándola con la (50) de la ley de Newton del Apéndice 2, nos proporciona la siguiente relación de proporciona‐
lidad entre la presión acústica que experimenta el elemento fluido y la velocidad que adquiere (insistimos de nuevo en
que una cosa es velocidad del elemento fluido, v, y otra la de propagación de la onda, c):
1 p 2q p q p
0 2 0 0v p 0cv . (63)
c t dt t c t t c
El signo + cuando la onda viaja en el sentido de las x positivas y – cuando lo hace en el sentido de las x negativas.
11 A toda fuerza conservativa F se le asocia una energía potencial que viene dada por dE p Fdx
FFIA: Acústica Física. Ondas Sonoras 7‐18
PROBLEMAS
NOTA: Para resolver estos problemas es necesario tener en cuenta los contenidos del tema 8.
Solución
a) Se trata de una onda armónica de frecuencia f=1000 Hz y nivel de presión sonora LP=120 dB.
A partir de éste podemos determinar la presión eficaz de la onda:
pef2 1 LP 1
LP 1 10log
p 2
pef2 1 pref
2
10 10
pef 1 20 106 1012 20 Pa ,
ref
Solución
22
K Kc 0.74·340 251.6
cT c
2 256
2 f f 40.7 Hz
T 2 2
Luego la expresión para la presión sonora es:
p( x , t ) 0.509cos 0.74 x 251.6t )
b) La figura muestra (trazo continuo) el espectro, sobre el ruido de fondo horizontal (a todas las
frecuencias 30 dB) aparece el pico representativo de la componente tonal del motor a 40.7 Hz y
nivel:
2
pef 0.36
2
1. Introducción
En el tema anterior estudiamos el fenómeno físico de las ondas sonoras. En el ámbito arqui‐
tectónico el interés del fenómeno viene determinado en cuanto que va a ser percibido por nues‐
tro sentido del oído. Es de suma importancia por tanto establecer la relación entre el estímulo
físico (ondas sonoras) y la respuesta de nuestro organismo (sensación sonora) que viene deter‐
minada, por un lado por las magnitudes físicas asociadas al fenómeno (cuantificables y medi‐
bles), y por otro por los condicionantes impuestos por nuestra fisiología y psicología, convir‐
tiéndose así en un ente psicosomático. Estas relaciones se muestran en el diagrama de la Fig. 1.
La forma en que se cuantifican y miden las magnitudes físicas asociadas a las ondas sonoras
viene determinadas en muchos aspectos por la forma en que percibimos. Para conciliar ambos
aspectos la Acústica ha utilizado la psicofísica para investigar y establecer las relaciones que
existen entre la sensación sonora y las ondas sonoras, estableciendo lo que podemos denominar
observador patrón que incorpora las características de la respuesta al estímulo promediadas so‐
bre una amplia muestra de individuos con audición normal. Esta es la razón por la que se han
unificado en este tema los aspectos de percepción y medida.
Hemos definido en el capítulo anterior los conceptos de presión e intensidad acústicas rela‐
cionados entre sí, para el caso de ondas planas, por la expresión:
p2
I ,
c
FFIA: Percepción y Medida del Sonido 8‐2
PERCEPCIÓN
PSICOFÍSICA
OBSERVADOR PATRÓN:
ENTE FÍSICO CON PROPIEDADES DEL OBSERVADOR REAL
Figura 1.‐ Diagrama relacional de los aspectos físicos y perceptivos del sonido
donde c=z es la impedancia específica del medio en el que se lleva a cabo la medida y cuyo va‐
lor depende de las condiciones termodinámicas en que dicho medio se encuentra.
Veremos más adelante que el rango de presiones del campo audible es del orden de 106 Pa
tomándose como valor umbral inferior (mínimo audible) una presión acústica de 20·10‐6 Pa para
un sonido de 1000 Hz de frecuencia. Asimismo el rango de intensidades es del orden de 1012
W/m2 y un valor umbral de 10‐12 W/m2.
Esta gama tan amplia de presiones e intensidades para el campo acústico no es de fácil ma‐
nejo y por tanto una escala lineal no es adecuada cuando se tienen que realizar medidas de estas
magnitudes, por lo que se ha optado por comprimir dicha escala. Otra razón para hacer esto es
que el mecanismo auditivo humano se comporta de manera semejante.
La forma más fácil de llevar a cabo la compresión de una escala lineal es convertirla en una
escala logarítmica, ya que de esa forma trataremos con los exponentes de la base elegida.
Por ejemplo, si tenemos una intensidad:
I 105 W / m2 log10 I 5; o bien si I 10‐10 W / m2 log10 I ‐10 ,
A efectos de que la escala sea siempre positiva y las unidades adimensionales, las intensida‐
des o las presiones se miden respecto de una intensidad o presión de referencia, que para la
acústica audible y cuando el medio sea el aire, son los umbrales de audibilidad mencionados an‐
teriormente:
pref 20 106 Pa para la presion; Iref 1012 W / m2 para la intensidad ,
Por lo tanto, definiremos como nivel de intensidad acústica LI:
I
LI 10log con pref 1012 Pa .
Iref
Análogamente se define el nivel de presión acústica LP:
p2 p
Lp 10log 2 20log con pref 20 106 Pa
pref pref
FFIA: Percepción y Medida del Sonido 8‐3
Los niveles se expresan en decibelios y a la escala definida de esta manera se le llama escala
de decibelios. La relación entre ambos niveles se puede obtener a partir de la expresión:
I
p2
LI 10log
I
10log
p2 c p2
10log 2
2
pref
c Iref Iref p I c
ref ref
p2 p2
10log 2 10log ref Lp 10log 20 10 Lp 0.16 dB
2
6
I c
pref ref 1012 415
Donde se ha tenido n cuenta que la impedancia del aire a una temperatura de 20 0C vale
z=c = 415 rayls (1 rayl=1N·s/m3).
En todo caso, como la presión acústica es la magnitud física más fácil de medir del campo
acústico, es más común y razonable especificar los niveles sonoros en términos de niveles de
presión sonora que de intensidad (Fig. 2). En cualquier caso, como hemos visto, para la presión
atmosférica normal y condiciones normales de temperatura (el cálculo lo hemos hecho para una
temperatura de 20 0C) los niveles de presión e intensidad coinciden.
Para mantener un campo acústico, es necesario que una fuente acústica suministre al medio
la potencia (energía por unidad de tiempo) necesaria. Esta magnitud por tanto caracteriza a la
fuente, se expresa en vatios (W). Con frecuencia es necesario expresar la potencia de una fuente
en la escala de decibelios, es decir, como nivel de potencia acústica y se escribe:
W
Lw 10log con Wref 1012 W
Wref
Ejemplo: Sabemos que la intensidad de un sonido producido por una fuente omnidireccional de
potencia acústica W a una distancia r de la fuente en campo libre viene dada por I W 4 r 2 ,
¿cuál es su nivel correspondiente?
I W 1
LI 10log 10log 10log LW 10log 4 r 2
Iref Wref 4 r 2
100 134
124
10 114
104
1 94
Nivel de Presión (dB)
Presión acústica (Pa)
84
0,1 74
64
0,01 54
44
0,001 34
24
0,0001 14
4
0,00001 ‐6
Figura 2.‐ Relación entre la presión acústica en Pa y el nivel de presión sonora en dB (re a 20 Pa).
FFIA: Percepción y Medida del Sonido 8‐4
DETECTOR SALIDA
SOBRECARGA
PANTALLA
PLACA
ESQUEMA DE BLOQUES DEL SONÓMETRO
AMPLIFICADOR
Para llevar a cabo las medidas de la presión acústica se utiliza un sonómetro, que consiste
esencialmente en un micrófono, el cual convierte las fluctuaciones de presión en fluctuaciones
de potencial eléctrico (normalmente por la variación de la capacidad de un condensador provo‐
cada por los movimientos de la membrana al incidir sobre ella las ondas de presión, Fig. 3). Me‐
diante una adecuada circuitería electrónica las señales eléctricas son transformadas y presenta‐
das en niveles de presión expresados en decibelios. En la fig. 3 se muestra un esquema del mis‐
mo.
Es posible trabajar con los niveles de presión, pero en este caso lo que sumamos es el valor
de los cuadrados de las presiones. Así, el nivel de presión total que se mide cuando se perciben
de forma conjunto dos niveles, que por separado son Lp1 y Lp2, será:
p12 pref
2
10LP 1 10
L 10 log
p12 p22 10log Lp1/10 Lp2/10
PT 2 10 10
p22 pref
2
10LP 2 10 pref
En el caso concreto de que los dos niveles fueran iguales (L1=L2):
LPT 10log 10Lp/10 10Lp/10 10log 2 10Lp/10 Lp 10log(2) Lp 3 dB
FFIA: Percepción y Medida del Sonido 8‐5
Figura 4.‐ Sonidos típicos y sus señales acústicas en el dominio del tiempo y de la frecuencia.
Casi la totalidad de los análisis que hemos hecho hasta ahora corresponden a situaciones en
que las ondas acústicas son ondas armónicas, es decir, ondas mono frecuenciales. En algunos ca‐
sos se mencionó que es posible la generalización a fenómenos complejos mediante el uso del
análisis de Fourier. En la práctica debemos enfrentarnos a la realidad de que la gran mayoría de
los sonidos naturales están formados por la superposición de multitud de ondas simultáneas con
amplitudes y frecuencias diferentes. En muchas situaciones no es posible o resulta despropor‐
cionadamente laborioso hacer un análisis exacto.
Cuando se lleva a cabo el análisis de un sonido, a menudo nos interesa conocer no sólo su ni‐
vel de presión sonora sino además su contenido en frecuencias, particularmente cuando quere‐
mos analizar un sonido complejo en el que se pueden encontrar todas las frecuencias del espec‐
tro audible (a tales sonidos los denominamos, en general, ruidos) (fig. 4).
El espectro audible abarca desde los 20 Hz hasta los 20 kHz, por lo que hacer un análisis por
frecuencias individuales es prácticamente imposible. Lo que se hace es dividir el espectro en
partes o bandas (fig. 5). Cada banda tiene un contenido en frecuencias limitado por su frecuencia
inferior f1 y su frecuencia superior f2. Se denomina ancho de banda a B = f2 – f1. En términos del
ancho de banda se utilizan dos estrategias fundamentales:
a) Ancho de banda sea constante en todo el espectro. Permite anchos de bandas muy estre‐
chos en la zona de interés, lo que implica una gran resolución en frecuecnia, y su aplica‐
ción fundamental se relaciona con el análisis de las vibraciones mecánicas en sólidos (má‐
quinas, edificación, ...). La implementación práctica del algoritmo de filtrado se denomina
FFT (Fast Fourier Transform, transformada rápida de Fourier).
b) Ancho de banda proporcional. Ene este caso el ancho de banda va aumentando a medida
que se avanza en el espectro, de modo que el ancho de banda es proporcional a la frecuen‐
cia central de la banda. Este es el que más se usa en acústica audible con anchos de banda
del 23 % y 70 % como veremos a continuación.
FFIA: Percepción y Medida del Sonido 8‐6
B L 1/1 OCTAVA
0 B = 1/1 octava
FILTRO IDEAL
f [Hz]
f1=708 f2=1410
fc=1000
f1 fc f2 f
Figura 5.‐ Filtro paso‐banda ideal y real. Figura 6.‐ Filtro paso banda de octava y tercio de octava centra‐
Frecuencias de corte y central. dos en 1000 Hz.
En el segundo caso es muy común dividir el rango audible en 11 bandas de tal modo que, pa‐
ra cada una de ellas, f2 =2f1. En tal caso, cada una de estas partes se denomina octava (fig. 6). Pa‐
ra cada banda se define también la frecuencia central como la media geométrica de f1 y f2:
fc f1 f 2
Las frecuencias centrales de las mismas están normalizadas en la norma ISO‐266 y son 16,
31.5, 63, 125, 250, 500, 1000, 2000, 4000, 8000 y 16000 Hz. En función de esta frecuencia cen‐
tral el ancho de banda para cada octava, teniendo en cuenta las consideraciones anteriores, vale:
B f2 f1 2 f1 f1 f1 fc
B 0.7 fc .
f c 2 f 1 f1 2
2
2
Como la frecuencia central se incrementa al avanzar en el espectro, vemos que el ancho de
banda también lo hace proporcionalmente, es decir, el contenido en frecuencias de cada banda
de octava aumenta conforme la frecuencia central crece. En el caso de las bandas de octava ve‐
mos que este ancho es el 70% de la frecuencia central (de aquí el nombre ancho proporcional).
Si se pretende tener mayor resolución en nuestro análisis, se eligen bandas más estrechas,
por ejemplo las denominadas bandas de tercios de octava (fig. 6), definidas como:
3
2 1
f 2 3 2 f1 B fc 0.23 f0
6
2
Si a un sonómetro, como el citado anteriormente, se le incorpora un conjunto de filtros lo
habremos convertido en un analizador acústico. Los filtros utilizados para analizar señales acús‐
ticas, eliminan las componentes cuyas frecuencias están por debajo y por encima de las frecuen‐
cias de corte inferior y superior propias de cada filtro. Las componentes cuyas frecuencias están
comprendidas entre ambas frecuencias de corte pasan a través del filtro sin ser atenuadas. De
esta manera dispondremos del valor de la frecuencia central en cada banda (en octavas o tercios
de octava) y del nivel de presión para cada una de ellas para caracterizar el espectro de la señal
acústica. Si se quiere obtener el nivel total para todas las bandas, se sumarán los niveles de todas
las bandas como hemos visto en el apartado anterior (fig. 7):
FFIA: Percepción y Medida del Sonido 8‐7
1/3 octava
1/1 octava
LP
FFT
LA Llin
Frecuencia
Figura 7.‐ Representación del contenido frecuencial de una señal: filtrada con filtros de
ancho de banda constante, en octavas, en tercios de octava, con red de ponderación “A” y
n
LP 10 log 10 Pfi
L /10
i 1
donde T es el intervalo de tiempo que dura la medida, y pA(t) la presión acústica (variable
con el tiempo) registrada con la red de ponderación A (ver su
Los niveles percentiles, LN, que se definen como el nivel que es superado durante el N% del
tiempo de medida. Los más utilizados son el L1, L10, L50, L90 y L99, que corresponden, respecti‐
vamente, a los niveles que se han superado durante el 1%, el 10%, el 50%, el 90% y el 99%
del tiempo total que se ha estado midiendo. Lógicamente, L1 nos da información acerca de los
65 100
90
60
80
L90
55 70
Leq
60
50
LP (dB)
L50
50
%
45
40
L90
40 30
20
35
10
30 0
0 20 40 60 80 100 120 140 160 180 200 220 240 40 42 44 46 48 50 52 54 56 58
L90=41.4 dB L =57 dB
Tiempo (s) LP (dB) L50=49 dB 90
Figura 8.‐ Nivel acústico variable con el tiempo (izquierda) y distribución acumulada de niveles (a la dere‐
cha) con indicación del nivel continuo equivalente y de los niveles percentiles más significativos.
FFIA: Percepción y Medida del Sonido 8‐8
niveles más altos del ruido durante el periodo de medida, mientras que L99 nos informa de
los niveles más bajos medidos (ver fig. 8). Estos parámetros se recogen y utilizan en las nor‐
mas y reglamentos de protección contra el ruido, desde el ámbito Europeo al local.
y la transforman en impulsos nerviosos que, por último, son transmitidos al cortex cerebral. La
sensibilidad de dichas células depende de la frecuencia de la perturbación y varía con la distan‐
cia a lo largo de la membrana basilar, la respuesta máxima a altas frecuencias ocurre cerca de la
ventana oval y a las bajas frecuencias cerca del helicotrema (fig. 9).
Mediante el sistema de canales, palancas, membranas y células ciliares, el oído es capaz de
detectar sonidos dentro de una amplia gama de frecuencias e intensidades. El sonido de mayor
frecuencia que un oído humano sano puede oír es 1.000 veces la frecuencia del más bajo, y el
más alto que puede ser oído tiene una presión acústica más de un millón de veces mayor que la
del más bajo (correspondiente a una razón de intensidades de 1012:1).
Se supone que existe una relación entre la impedancia del aire en el oído medio y la impe‐
dancia del líquido cloqueal que implica el cambio de las señales acústicas de baja presión y gran
amplitud de la membrana timpánica a señales de alta presión y baja amplitud en el caracol. Por
otra parte, debemos tener en cuenta que al cerebro llega información codificada sobre las ondas
acústicas y no una réplica de estas, es decir, la respuesta a una onda acústica no es una onda
eléctrica. Por ejemplo, el sistema auditivo no percibe las fluctuaciones de presión acústica de una
onda armónica de amplitud constante, sino una sensación continua de intensidad y la repetición
de los ciclos produce una sensación continua de tono.
Lamentablemente, no hay unas relaciones sencillas entre el nivel de presión de un sonido medi‐
do físicamente y la percepción humana del mismo sonido. La sensación sonora subjetiva (sono‐
FFIA: Percepción y Medida del Sonido 8‐10
Martillo Yunque
Estribo
15
Ventana oval Membrana
basilar
Respuesta relativa
10 8 kHz
6 kHz
2 kHz
1 kHz
Ventana circular Helicotrema 0.63 kHz
1,5 5 0.3 kHz
Y (mm)
1,0
Tímpano 0,5
0,0 0
0 5 10 15 20 25 30 0 5 10 15 20 25 30
Figura 10.‐ Sección longitudinal de la cóclea y esquema del comportamiento de la respuesta en frecuencia.
ridad) de un tono puro de nivel constante, quizá la señal acústica más simple de todas, varía con
su frecuencia, y un pulso corto del mismo sonido variará también con su duración, aun cuando la
presión del sonido sea la misma en los dos casos. El tratamiento de un sonido y sus efectos es
por lo tanto un problema complicado que debe tener en cuenta una gran variedad de parámetros
para alcanzar una buena correlación entre la medida de dicho sonido (acción puramente física) y
la percepción o reacción humana (acto puramente psíquico e imposible de medir). Esto nos obli‐
ga a llevar a cabo medidas de tipo estadístico. Se elige un conjunto suficientemente numeroso de
individuos jóvenes, entre 18 y 25 años y oído sano, y se les somete a una serie de ensayos en
condiciones idénticas. Los resultados de dichas experiencias se acostumbran a representar en
gráficas.
Umbrales de audición
Así como un sonido excesivamente débil no se percibe, uno excesivamente fuerte produce
una sensación dolorosa y molesta, existiendo por tanto unos límites de intensidad para el estí‐
mulo físico por encima y por debajo de los cuales la audición es imposible. La intensidad mínima
Fonos
Frecuencia (Hz)
que el oído puede percibir se denomina umbral de audición. La experiencia demuestra que dicho
umbral varía con la frecuencia, encontrándose un máximo de sensibilidad en el entorno de los
3000 Hz. Al crecer las intensidades, la sonoridad crece hasta producir una sensación de molestia.
A este nivel se le denomina umbral de molestia y se encuentra próximo a los 120 dB. Cuando se
alcanzan los 140 dB, se produce sensación de dolor pudiendo ocasionar daño permanente en la
audición si la exposición a dichos niveles es prolongada. (fig. 11).
Curva de ponderación A
Sin embargo, sí estamos interesados en efectuar una valoración global subjetiva de un so‐
nido complejo (ruido) al llevar a cabo su medición, sin necesidad de hacer cálculos. Con este fin,
se ha construido la curva de ponderación “A”, a la que ya nos habíamos referido en la figura 6,
que consiste, a semejanza de lo que hace el oído, en efectuar la corrección de los niveles de pre‐
sión sonora mediante unos factores de compensación fijos dados en decibelios, para cada una de
las bandas de frecuencia correspondientes. El perfil de la curva de ponderación “A” es similar a
la curva isofónica de 40 fonos (fig. 14). Esta curva de ponderación se incorpora a los medidores y
FFIA: Percepción y Medida del Sonido 8‐13
20
10 D
0 C
Ponderación (dB) B
‐10
A
‐20
‐30
"A"
"B"
‐40 "C"
"D"
‐50
1k
1.25 k
1.6 k
2k
2.5 k
3.15 k
4k
5k
6.3 k
8k
10 k
31.5
40
50
63
80
100
125
160
200
250
315
400
500
630
800
Frecuencias centrales 1/3 de octava (Hz)
Figura 14.‐ Redes de ponderación para medidas acústicas mediante un índice global.
analizadores utilizados en acústica (es el módulo red de ponderación de la figura 3) y los resul‐
tados obtenidos se expresan en decibelios “A” (dBA).
Existen otras redes de ponderación para usos específicos que se han incorporado también
a la figura 14: la red “B” sigue la curva isofónica de 70 fonos y la “C” la de 100 fonos (son más
planas y se utilizan para medir niveles elevados); la “D” penaliza especialmente las altas fre‐
cuencias y se utiliza en la medida del ruido de aeronaves. Recuerde que el objetivo de estas re‐
des de ponderación es valorar los sonidos de amplio espectro como los valoraría el oído para
evaluar la molestia. Cuando no se aplica ninguna corrección en frecuencia se habla de la red “Z”
que normaliza la precisión para las medias sin penalización.
TABLA 1
Frecuencias bajas (graves) Frecuencias medias Frecuencias altas (agudas)
20 ‐ 360 Hz 360 ‐ 1400 Hz 1400 ‐ 20.000 Hz
4000
25
3750
3500
3250
3000 20
Frecuencia (Hz)
es el bark. Un bark contiene aproximadamente 100 meles, por lo que el espectro audible com‐
prende 24 bark (fig. 15).
Timbre
Se define el timbre como aquel atributo de la sensación sonora que nos permite distinguir
dos sonidos que teniendo la misma sonoridad y tono son ejecutados por instrumentos musicales
distintos. Esto es posible debido a las extraordinarias cualidades que presenta el oído como ana‐
lizador acústico. Ya hemos visto anteriormente (análisis de Fourier) que una onda compleja está
caracterizada por su contenido en armónicos. La misma nota musical emitida por dos instru‐
mentos diferentes, piano y guitarra por ejemplo, presentan la misma frecuencia fundamental pe‐
ro su contenido en armónicos es distinto y el carácter analítico del oído nos permite distinguir‐
los. Es esta diferencia del contenido en armónicos la que caracteriza el timbre de un sonido. Este
contenido en armónicos, y por tanto el timbre, depende de la envolvente del sonido, es decir de
cómo varía la amplitud con el tiempo y cuando se ejecuta una pieza musical esta envolvente vie‐
ne determinada por el ataque, sostenido, y extinción de las sucesivas notas.
Encubrimiento o enmascaramiento
En pocas ocasiones estamos expuestos sólo a un sonido aislado. El sonido en el que esta‐
mos interesados ocurre habitualmente en presencia de otros, normalmente aludidos como ruido
de fondo. El umbral de audibilidad tendrá los valores que hemos visto en las curvas isofónicas
sólo si al hacer su medición no existe otro sonido en el canal auditivo. Hay ocasiones en que se
pierde la inteligibilidad de la palabra en momentos cruciales o la audibilidad de pasajes impor‐
tantes de la música por la presencia de un ruido de fondo inconveniente.
El ruido tiene el efecto de reducir la agudeza del oído, es decir, eleva el umbral de audibili‐
dad. El desplazamiento del umbral de audibilidad se llama encubrimiento o enmascaramiento.
Cuantitativamente, el encubrimiento es la cantidad de decibelios que se eleva el umbral de audi‐
bilidad por la presencia de un ruido. A menos que el nivel del ruido de fondo sea suficientemente
bajo, la palabra no podrá ser completamente inteligible, ni la música adecuadamente percibida.
FFIA: Percepción y Medida del Sonido 8‐15
Audición Binaural
La audición binaural hace posible determinar la posición de la fuente sonora, ya que per‐
mite observar pequeñas diferencias de dirección por la diferencia del tiempo de llegada de las
dos señales a ambos oídos. Tal diferencia constituye una clave que puede interpretar el cerebro,
en virtud de su experiencia y hábitos acústicos. Por otra parte, las dos señales difieren en inten‐
sidad debido a la sombra producida por la cabeza. Un oído percibe una señal más intensa que el
otro y el individuo orienta la cabeza hasta que la diferencia de intensidad sea máxima, determi‐
nando así la dirección de llegada de la señal.
Por último, añadiremos que la localización del sonido depende de las características de la
fuente. Si la fuente emite sonidos puros la localización es difícil, en cambio, es fácil y precisa si la
fuente emite ruidos.
FFIA: Percepción y Medida del Sonido 8‐16
PROBLEMAS
1. En una cámara anecoica se encuentran funcionando dos fuentes, A y B, que emiten sonido con
un nivel de potencia de 103 dB cada una. a) Determine el nivel de presión que se medirá en un
punto Q, situado entre las dos fuentes, a 0.4 m de la primera fuente y a 0.6 m de la segunda
cuando las dos emiten simultáneamente. Si el sonido emitido por la primera fuente tuviera una
frecuencia de 1000 Hz y el de la segunda de 400 Hz, b) determine el nivel de sonoridad que se
observaría en el punto Q corres‐
pondiente al sonido emitido por ca‐
da fuente. Utilice para ello el dia‐
grama de curvas isofónicas de la fi‐
Nivel de presión sonora, LP (dB)
gura. c) Teniendo en cuenta los re‐
sultados anteriores, formule la de‐
pendencia de la presión acústica en
función del tiempo para cada uno
de los sonidos en el punto de ob‐
servación considerado. Nota: c=340
m/s
SOLUCIÓN: FONOS
PA
L LPB
LPT 10log 10 10 10 10 10log 1010 109.65 101.6 dB
b) Para la fuente de 1000 Hz el nivel de sonoridad en fones coincide con el valor del nivel de
presión en dB, es decir:
S A 100 fones .
Para la de 400 Hz, buscamos el calor de 400 Hz en el eje horizontal y los 96.5 dB en el vertical.
Donde se corten la vertical y la horizontal trazadas por los puntos anteriores, determinan la
curva isofónica que me permite leer el nivel de sonoridad que le corresponde (ver figura):
S B 97 fones .
A 6
100
B cTB c 340
Las ecuaciones respectivas serán:
p(0.4, t ) 2.83cos(6283.2t 5.69 0.4) 2.83cos(6283.2t 2.28)
p( x , t ) pmax cos(t kx ) .
p(0.6, t ) 1.90cos(2513.3t 7.4 0.6) 1.90cos(2513.3t 4.44)
2. La presión acústica de una onda armónica plana que se propaga en el eje OX viene dada por la
expresión: p( x , t ) 0.01cos(6000t 14 x ) , donde todas las magnitudes se expresan en el SI de
unidades. Determine, indicando las unidades en el SI: a) La amplitud de la presión, la frecuen‐
cia angular y el número de ondas. b) El periodo y la frecuencia. c) La longitud de onda y la velo‐
cidad de propagación. d) La presión eficaz. e) El nivel de presión sonora.
SOLUCIÓN:
a) Comparando la expresión dada con la expresión genérica de una onda plana propagándose en
la dirección positiva del eje OX, en función de la frecuencia angular ω y el número de ondas k:
p( x , t ) p0 cos(t kx ) ,se tiene que la amplitud de la presión es p0=0.01 Pa, la frecuencia angu‐
lar ω=6000 rad/s y el número de ondas k=14 m‐1.
6000 1 1
b) Por tanto la frecuencia es: f 955 Hz , y el período T 1,05 103 s s.
2 6,28 f 955
2 6,28
c) La longitud de onda es: 0,45 m , o sea 45 cm, aproximadamente. La velocidad
k 14
6000
de propagación es c 428.6 m / s .
T k 14
p0 0,01
d) La presión eficaz es: pef 7,07·103 Pa .
2 2
pef2 7,071 103
e) El nivel de presión sonora, viene dado por: Lp 10log 20log 50,97 dB .
pre2 20 106
SOLUCIÓN:
4. La figura representa, en el dominio de la frecuencia, una onda plana que se propaga en el aire
(c=340 m/s) en condiciones de campo libre. Determínese la presión acústica (eficaz) de la onda,
su frecuencia angular, su periodo, su longitud de onda y su número de onda. Escriba una expre‐
sión para esta onda armónica en el dominio del tiempo.
SOLUCIÓN:
36.96 m‐1.
0
La expresión en el dominio del tiempo: 1000 2000 3000 4000 5000
Frecuencia (Hz)
p( x, t ) pmax cos( t kx) pef 2 cos( t kx) 2.83 cos(12566.4t 36.96 x)
5. En un recinto existe un sonido producido por dos fuentes. La primera actuando sola produce
un LP=60 dB en el punto de observación. Cuando actúan las dos conjuntamente el nivel total es
de 66.2 dB. Determinar el nivel que produciría la segunda fuente si actuara sola.
FFIA: Percepción y Medida del Sonido 8‐19
6. Un ingeniero observa explosiones regulares en la vertical del globo aerostático que ocupa. Mi‐
de el nivel de presión acústica que producen dos explosiones sucesivas para dos posiciones di‐
ferentes del globo, situadas sobre la misma vertical, separadas por una distancia de 100 m. Es‐
tos niveles son: LP1=110 dB y LP2=104 dB. Determinar: a) La distancia del globo al lugar de las
explosiones. b) La potencia acústica de éstas.
7. En una calle tranquila existe un nivel de presión sonora de 50 dB. Irrumpen en la misma 10 mo‐
tocicletas a escape libre, de modo que cada una produce 100 dB. Calcular razonadamente el ni‐
vel acústico resultante.
8. a) ¿Cuál es la razón de las intensidades de dos ondas sonoras cuyos niveles de intensidad difie‐
ren en 20 dB? b) ¿Cuál es la diferencia entre los niveles de intensidad de dos ondas si la inten‐
sidad de una es dos veces la de la otra? c) ¿Y si la amplitud de las variaciones de presión de una
es dos veces la de la otra?
9. Un sonido complejo está formado por 6 componentes de LP=50 dB cada una y 4 componentes
de 45 dB cada una. Determinar el nivel de presión total producido por las diez componentes.
10. Un tono puro de 3000 Hz y 90 fones se percibe conjuntamente con otro de 1000 Hz y 85 fones.
Utilizando las curvas isofónicas, determinar el LP total. No debe considerarse el efecto de la di‐
ferencia de fase.
Tema
9 Acústica Arquitectónica
1. Introducción
Lo que desde principios del siglo XX se ha venido denominando Acústica Arquitectónica abarca
tres grandes temas con principios y desarrollos distintos, pero cuya aplicación a casos concretos
requiere que se tengan en cuenta simultáneamente la mayor parte de las veces:
Acondicionamiento acústico: su objetivo es proporcionar las condiciones acústicas en los
recintos para mejorar el confort acústico y adaptarlos al uso al que están destinados.
Aislamiento acústico: que trata del estudio de la protección contra los ruidos y vibraciones
que se deseen evitar en los recintos habitables.
Acústica ambiental: que, entre otros aspectos, pretende asegurar la adecuada protección
frente al ruido de las distintas zonas del territorio, según el uso al que se destinan.
En este tema trataremos de abordar los aspectos y métodos relacionados con el acondiciona-
miento acústico, y establecer algunas ideas básicas sobre el problema del aislamiento acústico.
Pospondremos los aspectos relacionados con la acústica ambiental por necesidades temporales.
El acondicionamiento acústico tiene por objeto proporcionar la máxima calidad acústica posible
al mensaje sonoro emitido en un recinto y/o proporcionar un adecuado confort acústico limi-
tando el nivel reverberante. Dado que las características físicas del mensaje son diferentes según
se trate del discurso oral o la interpretación musical, las exigencias acústicas que definen dicha
calidad serán también diferentes.
La emisión y recepción de todo mensaje sonoro lleva implícita la existencia de una cadena de
comunicación que consta de tres elementos:
FFIA: Acústica Arquitectónica 9-2
500 a 1000 Hz (ver Fig. 1). Hay que tener pre- Figura 1.- Espectros de potencia de diferentes fuentes
sente que la potencia emitida entre 2 y 4 kHz, sonoras habituales en Acústica Arquitectónica.
F F
R R
Figura 2.- Camino para el sonido directo (a la izquierda) y superpuesto con el de las reflexiones
que alcanza a un oyente en el interior de un recinto simultáneamente (a la derecha).
FFIA: Acústica Arquitectónica 9-3
100
90
Sonido directo LP
80
LP
70
LP (dB)
60
50
40
30
0 25 50 75 100 125 150 175 200
Figura 3.- Ecograma de llegada de ondas sonoras directa y Figura 4.- Sonidos cortos sucesivos percibidos en campo libre y
reflejadas a un punto en un recinto. en campo reverberado (interior de un recinto).
Tanto el sonido directo como el reflejado presentan atenuaciones debidas a la ley de la inver-
sa del cuadrado de la distancia y a la absorción del aire; el reflejado además sufre atenuacio-
nes adicionales debidas a la absorción producida por las sucesivas reflexiones en los límites
del recinto. Después de un gran número de reflexiones, la energía sonora disminuye poco a
poco hasta que desaparece por completo al cabo de un cierto tiempo. Esta superposición de
ondas sonoras, retrasadas en el tiempo, procedentes de la fuente y de sucesivas reflexiones, y
percibido como un sonido continuo se denomina reverberación. En la Fig. 3 se presenta la
secuencia de llegada (nivel frente al tiempo de retardo) de sucesivas reflexiones a un punto
determinado y en la Fig. 4 se compara una sucesión de sonidos cortos (por ejemplo las sílabas
de un discurso) percibidos en campo libre (sólo hay sonido directo) y en el interior de un re-
cinto (la reverberación alarga los sonidos) superponiéndose y enmascarándose unos a otros.
Si tras un cierto tiempo llega una onda reflejada, con una intensidad tal que es perceptible
como sonido separado del directo prolongado por la reverberación, el fenómeno se denomina
eco. Es decir, la reverberación produce una prolongación del sonido directo y el eco una repe-
tición, percibiéndose como dos sonidos separados.
El receptor está constituido por los oyentes, con sus respectivos mecanismos de escucha, y es
el que califica la calidad acústica del mensaje recibido y por tanto la del canal por el que se ha
transmitido el mismo.
Tanto la acústica fisiológica como la sicoacústica se ocupan del estudio de las características
del sistema auditivo humano y de la no linealidad entre estímulos y percepciones. Existen
además otra serie de condicionantes socioculturales que modulan la respuesta del receptor
humano frente a la percepción de mensajes sonoros, ya que todo mensaje acústico conlleva
información semántica e información estética, no igualmente cuantificables. La primera es
propia del mensaje oral, mientras la segunda lo es del mensaje musical. No obstante, la expe-
riencia acumulada ha permitido definir una serie de parámetros acústicos que se correlacio-
nan bien con la calificación subjetiva de las salas, dadas por músicos y oyentes, y que pueden
utilizarse para tomar decisiones de diseño. El primero y más importante es el tiempo de re-
verberación que analizaremos con detalle más adelante. Los demás parámetros requieren
profundizar en la disciplina Acústica de Salas y queda fuera del objetivo de este tema.
FFIA: Acústica Arquitectónica 9-4
T. horizontal
ri Sonido reflejado
N rr
i r
i=r
ri, rr, N: coplanarios Sonido directo
Figura 6.- Reflexión de un rayo sonoro al Figura 7.- Construcción gráfica de las primeras reflexiones sobre el
alcanzar una pared. techo de una sala.
FFIA: Acústica Arquitectónica 9-5
Teoría Estadística: de la misma forma que la energía de una fuente sonora se radia en todas
las direcciones, las ondas reflejadas que concurren y se propagan desde cualquier posición
dentro de un recinto también viajan en todas las direcciones posibles. Las fases de las ondas
que llegan a cada punto puede considerarse que están distribuidas de una forma aleatoria.
Esto permite determinar la energía, en cualquier posición de un recinto, sin tener en cuenta
los retardos de fase entre las ondas, como los valores medios de la energía de las ondas refle-
jadas que simultáneamente coinciden en ella. Las combinaciones de fenómenos aleatorios
que tienen propiedades comunes, tales como son las combinaciones de las reflexiones que
alcanzan cada punto del local, se estudian mediante la matemática estadística, basada en la
teoría de la probabilidad. El método estadístico no descubre los detalles intrínsecos del fe-
nómeno; sin embargo, su ventaja consiste en que, mediante unas matemáticas sencillas, ba-
sadas en datos de los resultados del proceso, es posible obtener unas conclusiones objetivas
de los aspectos cuantitativos del fenómeno, así como de sus posibles efectos. Este será el
punto de vista que vamos a desarrollar en secciones posteriores.
Estado
Establecimiento Estacionario Extinción
Densidad de energía acústica
Tiempo
Figura 8.- Proceso de establecimiento, estado estacionario y extinción del campo acústico
cuando una fuente sonora en un recinto inicia, emite de forma estacionaria y cesa la emisión.
FFIA: Acústica Arquitectónica 9-6
Para evaluar la reverberación no es útil, ni factible, seguir el camino individual de cada rayo, ni
estudiar cada una de las infinitas ondas propagándose en la sala, sino que es conveniente reali-
zarlo mediante una evaluación estadística del comportamiento de la energía acústica en su con-
junto. Estrictamente hablando, para poder llevar a cabo un análisis estadístico del campo sonoro
en una sala, es necesario idealizar dicho campo. Esta idealización se conoce como campo sonoro
difuso y se concreta en las siguientes proposiciones:
Las ondas reflejadas llegan a todos los puntos del interior del recinto desde diferentes direc-
ciones, siendo todas las direcciones igualmente probables.
La energía sonora, en un punto del recinto, se obtiene sumando los valores medios de las
energías de todas las ondas reflejadas que pasan por él en un instante dado.
La densidad de energía sonora, en un instante cualquiera, debe ser la misma en todo punto
del recinto tras el cese de la emisión de la fuente.
Aunque el campo sonoro en un recinto real presenta un comportamiento diferente de unos pun-
tos a otros, sería deseable poder tener una impresión general de cómo se percibe el sonido en
dicha sala caracterizándola mediante un índice global, que sea indicativo, al menos en aspectos
fundamentales, de la calidad acústica del recinto. Dicho índice no debería ser un valor promedio
de las valoraciones acústicas en los diferentes puntos, sino un parámetro que no varíe sustan-
cialmente de una a otra posición.
El físico americano Wallace Clement Sabine tuvo el mérito de haber reconocido y probado que la
reverberación era el aspecto adecuado para evaluar la calidad acústica de un recinto. En sus me-
didas de la duración de la reverberación definió como magnitud para su cuantificación el tiempo
de reverberación (T), que es el tiempo requerido, desde que la fuente deja de emitir, para que la
energía presente en la sala se reduzca a la millonésima parte del valor que tenía en el estado esta-
cionario. Como la densidad de energía y la intensidad son proporcionales se podría escribir:
I(T ) IEST ·106 , (1)
o bien, teniendo en cuenta que la densidad de energía es proporcional al cuadrado de la presión:
p2(T ) pEST
2
·106 . (2)
2
Si dividimos los dos miembros de (2) por pref y tomamos logaritmos, la expresión anterior se
expresará en decibelios de la siguiente forma:
p2(T ) 2
pEST ·106 2
pEST
LP (T ) 10log 2
10log 2
10log 2
60 LPEST 60 dB , (3)
pref pref pref
es decir, podemos definir el tiempo de reverberación “como el tiempo que transcurre desde que la
fuente cesa su emisión hasta que el nivel acústico disminuye 60 dB”.
3. Absorción sonora
Hemos visto que uno de los parámetros que controla la reverberación de un recinto es la energía
acústica absorbida por las superficies límites cuando las ondas inciden sobre ellas. Los materia-
les y sus condiciones de instalación determinan el valor del coeficiente de absorción sonora, ,
FFIA: Acústica Arquitectónica 9-7
Si en el interior del recinto existen diferentes objetos y personas, hemos de contabilizar la ab-
sorción adicional debida a los mismos. Ésta
se obtiene multiplicando la absorción equiva-
1,0
lente, aj, de un objeto (se obtiene experimen-
Material poroso
talmente) por el número total de objetos de Tablero 4 mm
0,8
Coeficiente de absorción
j 1
0,4
Por consiguiente, la absorción total será:
A A1 A2 (8) 0,2
La que incide sobre la superficie de todos los cerramientos del recinto en la unidad de tiempo se
obtendrá integrando sobre toda la superficie interior del recinto:
dEV S c
S. (13)
dt 4
Si llamamos al coeficiente de absorción medio del local, la energía sonora absorbida por las
paredes de éste, por unidad de tiempo, se podrá expresar:
dE dE c c
V S S A. (14)
dt dt 4 4
Observe cómo al evaluar la energía absorbida en la unidad de tiempo ha aparecido la absorción
acústica que habíamos definido antes.
Trataremos ahora de encontrar una expresión del tiempo de reverberación que tenga en cuenta
que, realmente, la absorción de energía tiene lugar de una forma discreta en el tiempo. En la Fig.
11 se ha representado este proceso de extinción discreto por una línea quebrada o escalera. Para
una onda en particular los peldaños de la escalera tendrán diferentes alturas (contrahuellas),
debidas a los diferentes coeficientes de absorción, y diferentes anchuras (huellas) a causa de los
distintos tiempos transcurridos entre dos reflexiones consecutivas.
Ahora bien, si promediamos en términos estadísticos todos los recorridos para todas las ondas
que inciden sobre un punto particular de observación, obtendríamos un recorrido medio entre
dos incidencias consecutivas. Efectivamente, si llamamos li al recorrido de una onda sonora en-
tre dos reflexiones y N al número de éstas en un tiempo t, se puede escribir:
N
ct c N
l li ct; l con n , (15)
i 1 N n t
donde l se define como el recorrido libre medio entre dos reflexiones consecutivas.
Si (t)V es la energía sonora contenida en el recinto en un instante determinado, la que incide
sobre las superficies límites, por unidad de tiempo, se obtendrá, en promedio, multiplicándola
por el número medio de impactos por unidad de tiempo que acabamos de escribir en (15):
dE
= (t )V n . (16)
dt
Si la igualamos con la obtenida anteriormente, en condiciones de campo difuso (ec. (13)), pode-
mos obtener el número de reflexiones por unidad de tiempo y el recorrido libre medio:
(t )c c S 4V
S (t )V n n = l= . (17)
4 4V S
Ahora estamos en condiciones de obtener la expresión del tiempo de reverberación a que alu-
LP LP
l1
l2
ln
ct ct
l
Figura 11.- Extinción en escalones desiguales de la intensidad de una onda sonora tras sucesivas
reflexiones en un recinto (izquierda) y su sustitución por otra con escalones iguales (derecha).
FFIA: Acústica Arquitectónica 9-10
, (18)
...;
I N = IEST 1 -
N
Figura 12.- Atenuación de la intensidad tras múl-
tiples reflexiones en el interior de un recinto.
y como, según la ecuación (15):
ct Sc
N t, (19)
l 4V
se obtendría, para IN:
Sc
IN I(t ) IEST 1 4V
t
(20)
Si denominamos NT el número de reflexiones durante el tiempo de reverberación T y aplicamos
su definición que habíamos escrito en la expresión (1):
Sc
INT IEST 1 4V IEST 106 .
T
(21)
Simplificando y tomando logaritmos neperianos, podemos despejar el valor de T:
24ln10 V 0.161 V
T . (22)
c S ln(1 ) S ln(1 )
En la expresión anterior, denominada ecuación de Eyring para el tiempo de reverberación, he-
mos tomado el valor de 343 m/s para la velocidad de propagación del sonido, de modo que el vo-
lumen del recinto lo expresaremos en m3 y su superficie interior en m2.
Para coeficientes de absorción pequeños (digamos 0.25 ), podemos hacer la aproximación
ln 1 , tomando antilogaritmos obtenemos que (1 ) e y la ecuación de la extin-
ción de la intensidad, (20), se transforma en:
Sc S c Ac
t t t
I(t ) = IEST e 4V
IEST e 4V
IEST e 4V
, (23)
y la del tiempo de reverberación, (22), en:
0.161 V 0.161 V
T n , (24)
S
i S i i 1
denominada fórmula de Sabine para T, y donde hemos tenido en cuenta la expresión (4) del coe-
ficiente medio de absorción y la de la absorción (ec. (6)).
En condiciones de campo libre (como en la cámara anecoica de la Fig. 13, 1 ) la fórmula de
Sabine proporciona un valor finito del tiempo de reverberación que depende de la relación V/S,
en contra de lo que cabría esperar, pues no hay sonido reflejado, mientras que la de Eyring pro-
porciona el valor correcto T=0.
FFIA: Acústica Arquitectónica 9-11
Figura 13.- Vista interior de una cámara anecoica (izquierda) y otra reverberante (derecha).
Por otro lado, la experiencia ha demostrado que, cuando se utilizan las fórmulas de Sabine y Ey-
ring para hallar los coeficientes de absorción de materiales muy absorbentes, a partir de medi-
das experimentales de T en cámaras muy reverberantes (Fig. 13), se obtienen valores de ma-
yores que la unidad, lo cual es incongruente desde el punto de vista físico: ello significaría que se
absorbe más energía de la que incide. Para obviar este problema, Millington propone para calcu-
lar T la siguiente expresión:
0.161 V
T n , (25)
Si ln(1 i )
i 1
0.07
promedio calculado como:
12.5 kHz
P S P V SV 0.06
Prom (26)
S P SV 10
0.05
Para obtener la ecuación de Millington se 8
supone que el número de reflexiones, en 0.04
6.3
la unidad de tiempo, sobre cada una de
0.03
las superficies interiores del recinto es 5
4
proporcional al cociente Si /S, donde Si es 0.02 3
2.5
el área de la superficie i y S el área total 2
0.01
interior.
Hasta ahora, en ninguna de estas expre- 0
0 10 20 30 40 50 60 70 80
siones de T, se ha tenido en cuenta la Humedad relativa (%)
atenuación sonora debida a los efectos Figura 14.- Valores de m para evaluar la absorción del aire a 20 0C.
FFIA: Acústica Arquitectónica 9-12
disipativos del aire. Si se considera ésta, la expresión para el tiempo de reverberación quedaría:
0.161V
T= , (27)
A + 4 mV
donde m es el coeficiente de atenuación de energía sonora en el aire, que depende de su tempe-
ratura, de su humedad relativa y de la frecuencia del sonido. En la Fig. 14, podemos apreciar que
su influencia es especialmente significativa a altas frecuencias.
No debemos olvidar que estamos suponiendo que la fuente emite de forma omnidireccional (la
intensidad emitida es la misma en todas las direcciones). Si no fuera así habría que ponderar
mediante un factor adecuado la intensidad en cada dirección denominado factor de directividad.
Llamaremos radio acústico o distancia crítica, rc, a la distancia a la que se igualan el campo direc-
to y el reverberante y, si la fuente es omnidireccional, vale:
1 4 RR
rc . (35)
4 rc RR
2
16
La ecuación (34) puede escribirse en términos de niveles acústicos. Para ello dividimos ambos
12
miembros por Iref 10 W / m , tomamos logaritmos decimales y multiplicamos por 10:
2
I W 1 m2 1 4 W 1 4
10 log = 10 log + = 10 log + 10 log + (36)
I
Iref 1 m 4 r RR 4 r RR
2 2 2
ref Wref
Al multiplicar y dividir por 1 m2 tenemos que Iref·1 m2=10-12 W/m2·1 m2=10-12 W=Wref en el deno-
-5
-10 R=50
-15
Lp - LW, dB
Reverberado
-20 R=500
-25
Directo
-30 R=5000
-35
1 10 100
Distancia fuente-receptor (m)
Figura 16.- Campo sonoro directo, reverberado y total en función de la distancia en el interior de un recinto.
FFIA: Acústica Arquitectónica 9-14
minador, y el 1 m2 del numerador se simplifica con las unidades del paréntesis que son m-2. Con
ello podemos escribir:
1 4
LI LW 10 log + (37)
4 r RR
2
En la Fig. 16 se presenta la variación del campo directo, el reverberado y el total para tres valo-
res diferentes de la constante del recinto. Observe que en el eje vertical aparecen los valores de
(LI-LW), eliminando así la influencia de la fuente y poniendo de manifiesto el efecto del recinto y
la posición relativa emisor-receptor; de ahí los valores negativos.
2,0
Tiempo de reverberación, (s)
ESTUDIOS
IGLESIAS
1,5 MUSICALES
SALAS DE
CONCIERTO
SALAS SALAS DE
1,0 POLIFUNCIONALES CONFERENCIA
0,0
102 103 104
Volumen de la sala, (m3)
Tabla 1. Propuesta para determinar el tiempo de reverberación óptimo a partir de la ecuación (38).
Frecuencia central banda de octava (Hz) 125 250 500 1000 2000 4000
k 1.30 1.15 1.0 0.9 0.9 0.9
Palabra 0.075
u
Música 0.08 < u < 0.1
CON apoyo electroacústico 0.85
i
SIN apoyo electroacústico 1
50
so de extinción queda representado por
una línea recta cuya pendiente vale -m y 40
t
cuya ordenada en el origen (instante en 30 10 dB
que cesa la emisión de la fuente) es el ni- LPRF
20
vel estacionario LEst. 1/3 Oct. 1 kHz; Salón Plenos Parlamento Andaluz
Si recordamos la definición de T dada en 0,0 0,2 0,4 0,6 0,8 1,0 1,2 1,4 1,6 1,8 2,0 2,2
(3) y la aplicamos a la ec. (39), obtene- Tiempo (s)
mos una relación entre m y el tiempo de Figura 18.- Curva de extinción y medida del tiempo de reverberación
a partir de la pendiente de la recta de regresión lineal.
reverberación:
FFIA: Acústica Arquitectónica 9-16
60
LP (T ) LPest mT LPest 60 m ; (40)
T
sustituyendo en (39) obtenemos finalmente la ecuación de la extinción en términos de T:
60
LP (t ) LPest t ; (41)
T
que nos permite obtener el tiempo de reverberación midiendo la pendiente de la recta de mejor
ajuste en la caída, tal y como se muestra en la Fig. 18. Observe que al principio del registro apa-
rece el nivel estacionario (77 dB) que se había establecido en la sala. En torno a los 0.2 s de ini-
ciado el registro, cesó la emisión de la fuen-
te, de modo que el nivel comienza a extin-
100
guirse aproximadamente de forma lineal [%]
80
hasta alcanzar el nivel del ruido de fondo 60
-40
(al menos 10 dB por encima del ruido de
-60
fondo) al trazar la recta de mejor ajuste.
-80
Observe que la caída del sonido está afec- -100
tada considerablemente por las fluctuacio- 0.0 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0 1.2 1.4 1.6 1.8
[s]
2.0
cada punto, sin embargo se requiere un proceso de integración invertida en el tiempo (desde
atrás hacia adelante) de una señal impulsiva. En este caso, la duración del impulso debe ser pe-
queña, comparada con el tiempo de reverberación a medir, y su contenido espectral adecuado
para proporcionar niveles acústicos suficientes en todas las bandas de frecuencia de interés. En
la figura 19 se muestra la respuesta al impulso en un punto interior de un recinto (el Teatro de la
Maestranza de Sevilla) y el resultado de su integración según el método de Schroeder. La pen-
diente de la integrada es la que nos permite obtener el tiempo de reverberación; observe que
ahora apenas aparecen fluctuaciones.
El concepto de tiempo de reverberación, establecido por W. C. Sabine en 1900, constituye, sin lu-
gar a dudas, el inicio de la Acústica de Salas sobre bases científicas. En la actualidad, el tiempo de
reverberación sigue siendo un parámetro clave, aunque no el único, en el estudio, proyecto y
adecuación de salas de audición y también en locales de pública concurrencia si se desean condi-
ciones de confort acústico (comedores, restaurantes, cafeterías, salas de espera, zonas comunes
de los edificios,….). El CTE (Código Técnico de la Edificación) en su Documento Básico de Protec-
ción frente al Ruido (DB HR) establece limitaciones para el tiempo de reverberación de estos es-
pacios.
-90 90
nima. La mayor parte es reflejada
especularmente, tal como se
REFLEXIÓN
muestra la parte central del es- ESPECULAR
REFLEXIÓN
DIFUSIÓN
rroco). La energía absorbida es pequeña y la mayor parte “dispersada” en todas las direccio-
nes del semiespacio frente a ella, lo que provoca un comportamiento temporal complejo, co-
mo se puede observar en la parte inferior de la Fig.20.
Describiremos brevemente a continuación el comportamiento de los diferentes materiales desde
el punto de vista de la absorción acústica. Los efectos reflectores y difusores requieren un trata-
miento más complejo.
1,0
80 mm
D D
SAB
60 mm
0,8
Coeficiente de absorción,
u D =’ 40 mm
u D <<’ 0,6
0,4
0,2
/2
/4
/2 /4
0,0
PARED RÍGIDA 125 250 500 1000 2000 4000
MATERIAL POROSO Frecuencia (Hz)
Figura 22.- Efecto del espesor del material poroso en la absorción y su Figura 23.- Coeficiente de absorción de una manta
relación con la frecuencia del sonido incidente. de lana de vidrio para diferentes espesores.
rramiento rígido (ver Fig. 21), se producen múltiples reflexiones que incrementan el efecto disi-
pativo. Puesto que en el proceso de absorción es fundamental que el aire penetre en los poros, es
esencial mantenerlos abiertos por lo que este tipo de materiales no se deben de pintar.
Su mayor eficacia de absorción se produce en el rango de altas frecuencias; la razón se explica
cualitativamente en la Fig. 22. En ella se ha representado el perfil del valor absoluto de la veloci-
dad de vibración de las partículas frente a la pared. Observe que cuando D<< la velocidad de vi-
bración en el interior del material poroso es pequeña y por tanto el coeficiente de absorción será
también pequeño. Para la frecuencia tal que /4=D la velocidad de vibración es máxima en el in-
terior del material y por tanto el coeficiente de absorción será mayor. Por tanto, cuanto mayor
sea el espesor, la condición de absorción máxima (/4=D) se producirá para valores mayores de
la longitud de onda, es decir frecuencias más bajas. En la Fig. 23 se muestra la variación típica
del coeficiente de absorción con el espesor del material para una manta de lana de roca.
Para aumentar la absorción a frecuencias menores, sin aumentar el espesor del material, una
opción es separar el material poroso de la pared rígida (es el caso de los falsos techos acústicos).
En la Fig. 24(a) se muestra el diagrama de la velocidad de vibración de las partículas del aire en
esta situación. Puede observarse cómo, para el mismo espesor, el máximo de la velocidad en el
interior del material ocurre para una longitud de onda mayor, es decir a una frecuencia menor.
En la Fig. 24(b) se comparan los valores de los coeficientes de absorción para las frecuencias
centrales de las bandas de octava para un material porosos típico cuando se coloca sobre la pa-
red rígida y dejando una cámara de aire detrás de él.
La densidad del material influye sobre el coeficiente de absorción y los productos comerciales
1,0
Cámara de 50 mm
D
SAB
PARED 0,8
Coeficiente de absorción,
D <<’ RÍGIDA
u 0,6
Sobre la pared
0,4
0,2
/2
d=/4 0,0
MATERIAL POROSO 125 250 500 1000 2000 4000
(a) (b) Frecuencia (Hz)
Figura 24.- (a) Efecto de la cámara de aire tras el material poroso y (b) coeficiente de absorción de un mate-
rial poroso colocado sobre una pared rígida y dejando detrás una cámara de aire.
FFIA: Acústica Arquitectónica 9-20
Pared rígida
Rastreles d (cm)
1,0
SAB
0,8
Coeficiente de absorción,
0,6
S (cm2) V (cm3)
(c)
L (cm)
(a)
1.0
SIN ABSORBENTE
Coef. absorción,
CON ABSORBENTE
0.5
0.0
(b) f0 Frec. (d) ABERTURA (VARIABLE)
Figura 26.- (a) Esquema del resonador de Helmholtz. (b) Comportamiento cualitativo frente a la frecuencia del coeficiente de ab-
sorción del mismo con y sin absorbente poroso en la cavidad. (c) Bloque resonador y su uso en un polideportivo. (d) Esquema de
los resonadores de Helmholtz diseñados por Lothar Cremer para la Berliner Philharmonier de Hans Scharoun.
absorbente se produce en una banda de frecuencia muy estrecha en torno a la frecuencia de re-
sonancia que puede estimar a partir de la expresión:
S
f0 5480 (44)
LV
donde S (en cm2) es el área de la sección del cuello, V (en cm3) el volumen del resonador y L (en
cm) la longitud del cuello. Puesto que los efectos disipativos se prolongan en las zonas anterior y
posterior del cuello, se tiene mayor precisión en la determinación de f0 si en vez de la longitud
física, L, se utiliza la denominada longitud equivalente:
Leq L 1.6r (45)
donde r es el radio de la sección del cuello, si ésta es circular, o el del círculo de área equivalente
en otro caso. Cuando en el volumen se introduce material poroso el resonador se hace menos se-
lectivo en frecuencia (Fig. 26(b)). Suelen instalarse agrupados, a veces conformados como blo-
ques de hormigón para construir paredes (ver Fig. 26(c)), o los que diseñara Lothar Kremer para
el techo de la Berliner Philharmonier de Hans Scharoun (Fig. 26(d)).
1,2
PARED RÍGIDA
Con absorbente
SAB
1,0
V (cm3)
Coeficiente de absorción,
d (cm)
0,8
Sin absorbente
L (cm) 0,6
S S p
f0 5480 5480 5480 (46)
LV LS0d Ld
donde p es la densidad de perforación del panel. Como en el caso del resonador simple, también
ahora se tiene una mejor estimación de f0 si en vez de la longitud física del cuello (dado por el
espesor del panel) utilizamos la longitud efectiva dada por la expresión (45). Es menos selectivo
que el resonador simple y en la Fig. 27(b) se presenta el comportamiento del coeficiente de ab-
sorción del resonador acoplado cuyas características se indican en la propia gráfica.
Butaca grado tapizado alto 0.76 0.83 0.88 0.91 0.91 0.89
BUTACAS OCUPADAS Butaca grado tapizado medio 0.68 0.75 0.82 0.85 0.86 0.86
Butaca grado tapizado bajo 0.56 0.68 0.79 0.83 0.86 0.86
APÉNDICE-1.
9. Aislamiento acústico
También en los problemas de control de transmisión de ruido hay que considerar los tres elementos básicos de la ca-
dena de comunicación: fuente de ruido, canal de transmisión y recinto receptor.
La fuente se caracteriza por su localización (cuestión nada trivial en muchas situaciones prácticas), naturaleza y pro-
piedades del sonido generado (potencia acústica, espectro, variación temporal, características direccionales...).
El canal de transmisión lo constituyen todos aquellos elementos a través de los cuales el sonido se propaga desde la
fuente hasta el receptor y entre ellos podemos señalar: el aire, paredes, forjados, elementos estructurales, otros espa-
cios, puertas, ventanas, conductos de instalaciones... (ver Fig. 28).
En el receptor (ahora nos referimos a un recinto), los cerramientos que configuran sus límites, los componentes de
las instalaciones que en él hay o cualquier otro elemento del mobiliario, vibran bajo la acción de las ondas trasmitidas
desde la fuente, generando, a su vez, ondas sonoras que producen un campo acústico en su interior.
Ruido estructural: la perturbación mecánica se realiza directamente sobre algún medio sólido y desde él se
transmite hasta el receptor a través de elementos constructivos
acoplados físicamente al que sufrió la perturbación. Cuando la
perturbación es un golpe de corta duración hablamos de ruido de
impacto. La perturbación provocada por un impacto se caracteri-
za por ser de muy corta duración y propagarse con gran facilidad
a los elementos constructivos contiguos con muy poca atenua-
ción. Los mecanismos de aislamiento a ruido de impacto preten-
den siempre disminuir la perturbación del elemento constructi-
vo, bien mediante el adecuado diseño del mismo, bien interpo-
niendo algún material elástico para amortiguar el impacto de
modo que éste le trasmita la menor cantidad de energía posible.
Es importante tratar las uniones entre elementos adyacentes a
fin de evitar la propagación. Si la perturbación se mantiene en el
tiempo hablamos de ruido de vibración (motores anclados al sue-
lo, tráfico, ascensores,...). Igual que los de impacto, estos ruidos se
transmiten a grandes distancias del elemento que los origina sin
apenas atenuación. El aislamiento acústico pretende evitar que
las vibraciones mecánicas se transfieran a los elementos cons-
tructivos y que éstas se propaguen de unos a otros.
En los procesos de impacto y vibración se produce también ruido aé- Figura 28.- Fuentes de ruido internas y exter-
nas que producen ruido aéreo y ruido estruc-
reo. La diferencia fundamental entre la transmisión de ruidos aéreos y
tural (impacto y vibraciones).
FFIA: Acústica Arquitectónica 9-25
RECINTO DE INTERÉS
Wt
9.1. Aislamiento acústico a ruido aéreo
Cuando una fuente sonora emite en un recinto, crea en su inte- Energía
rior un campo acústico que alcanza a los diferentes cerramien- reflejada
tos. La energía sonora que incide sobre éstos depende de la po-
tencia de la fuente (campo directo) y de la absorción total del
recinto (campo reverberado). Parte de esta energía es reflejada
REFLEXIÓN DISIPACIÓN TRANSMISIÓN
de nuevo al recinto y parte es absorbida por el paramento. La
relación entre una y otra dependerá, como ya sabemos, de la
ABSORCIÓN
relación entre las impedancias acústicas del aire y de la pared.
De la absorbida, parte es disipada en forma de calor y el resto Figura 29.- Transmisión acústica a través de una pared
se transforma en energía mecánica que hace vibrar al cerra- simple.
miento (desplazamientos del orden de 10-5 cm) originando on-
das acústicas en el interior del recinto situado al otro lado. La Fig. 29 muestra el esquema de este proceso.
Para poder evaluar y comparar el aislamiento al ruido aéreo de diferentes elementos constructivos (paredes, suelos,
ventanas, puertas, elementos de fachada, fachadas completas) necesitamos establecer una magnitud que caracterice el
aislamiento. Llamaremos coeficiente de transmisión acústica, , a la relación entre la potencia transmitida al recinto
receptor (Wt ) y la que incide (Wi) sobre el elemento de separación del recinto emisor (Fig. 29):
Wt
. (49)
Wi
Es evidente que la capacidad de aislamiento aumenta cuando este coeficiente disminuye. En la práctica lo que se utili-
za es el logaritmo de la inversa de esta relación, que denominaremos índice de aislamiento acústico, R:
1 W
R = 10log = 10 log i (50)
Wt
El índice de aislamiento acústico de un elemento constructivo depende de sus propiedades mecánicas (masa, elasti-
cidad, amortiguamiento interno) y puede calcularse, de forma aproximada, a partir de la denominada ley de masas
que establece que el coeficiente de transmisión de un elemento simple (una pared) se puede escribir:
2
c
, (51)
f m
LEY DE MASAS
donde c es la impedancia acústica específica del aire (415 Rayls), R+30
M
f la frecuencia de la onda incidente (Hz) y m la densidad superfi- 2M
cial del elemento constructivo en cuestión (Kg/m2). Con ello, el 4M
Índice de Aislamiento (dB)
R+24
8M
índice de aislamiento acústico será:
1 R+18
R = 10log = 20log m + 20log f - 42.4 dB (52)
Como vemos, duplicar la masa, o la frecuencia, implica un incre- R+12
mento de 6 dB en R (ver Fig. 30); por ello es más fácil aislar los
sonidos agudos que los graves. R+6
Hay que tener en cuenta que esta ley de masas es un modelo teó-
R
rico excesivamente simplificado del elemento constructivo, por lo
f 2f 4f
que su utilización ha de hacerse con precaución. Así, su validez
Frecuencia (Hz)
está limitada, a altas frecuencias, por la denominada frecuencia
crítica o de coincidencia, que depende de las propiedades elásti- Figura 30.- Ilustración del comportamiento de la
cas del cerramiento y a la cual empiezan a propagarse ondas de ley de masas.
FFIA: Acústica Arquitectónica 9-26
Amortiguamiento:
Pequeño
Medio
Grande
fC
Frecuencia (Hz)
Figura 31.- Ilustración de las limitaciones a bajas y altas frecuencias de la ley de masas.
flexión en el mismo1. Para las bajas frecuencias las limitaciones vienen impuestas por las resonancias de la pared y su
rigidez. En la figura 31 se muestran esquemáticamente estas limitaciones.
Cuando se pretende medir en la práctica el índice de aislamiento acústico de un cerramiento, y ello siempre es desea-
ble frente a cualquier estimación teórica, ha de hacerse en laboratorio para garantizar que Wt es sólo la potencia
transmitida a través del elemento constructivo y no por otros caminos. Para ello se coloca una probeta del elemento
en cuestión separando dos cámaras (ver Fig. 32) entre las que se han eliminado las transmisiones laterales o por flan-
cos (observe en la figura cómo las paredes contiguas de las cámaras están desacopladas). En tales condiciones, los ni-
veles acústicos medidos en la cámara receptora (LPR) se deberán a la energía generada por la fuente colocada en la
emisora y transmitida, sólo a través de la probeta, a la receptora. Como esta energía va a crear un campo reverberante
en el recinto receptor aparecerá un término corrector de este efecto que depende de la absorción presente en el mis-
mo. En tales condiciones es posible demostrar que el valor de R se puede escribir:
S
R LPE LPR 10log , (53)
AR
donde LPE y LPR son los niveles de presión sonora medidos con el sonómetro en los recintos emisor y receptor, respec-
LPR
1El fenómeno es demasiado complejo como para abordarlo en este contexto. Nuestra intención es simplemente indicar las limitacio-
nes de la ley de masas para evitar el abuso de la misma en la aplicación
FFIA: Acústica Arquitectónica 9-27
70
65
Diferencia de niveles estandarizada, DnT (dB)
60
55
50
45
40
35
30
1000
1250
1600
2000
2500
3150
4000
5000
100
125
160
200
250
315
400
500
630
800
tivamente, S el área (m2) de la muestra ensayada y AR la absorción del recinto receptor, que se determina a partir de la
medida del tiempo de reverberación del mismo utilizando la ec. (24).
Existen métodos adecuados mediante los cuales, conocidos los valores de R de las soluciones constructivas, es posible
estimar cuál es el comportamiento de éstas cuando se montan in situ, de modo que además de la energía transmitida
al recinto receptor a su través, aparecen las transmisiones por los elementos adyacentes sobre los que se apoya, dis-
minuyendo de esta forma el aislamiento efectivo respecto de lo observado en el laboratorio.
El Documento Básico de Protección frente al Ruido (DB-HR) del Código Técnico de la Construcción (CTE) impone dife-
rentes exigencias de aislamiento en función de los recintos separados por el cerramiento (fachadas, sala de máquinas,
zonas comunes, diferentes unidades de uso,…). En este caso, para establecer esas exigencias se utiliza un índice dife-
rente que tiene la ventaja de que valora la protección al ruido ofrecida a los ocupantes, ya que tiene en cuenta la ener-
gía transmitida desde el recinto emisor al receptor por todos los caminos posibles y no se necesita conocer la superfi-
cie de separación común entre ambos: es la diferencia de niveles estandarizada que se define como:
T
DnT LPE LPR 10log , (54)
T0
Observe que el efecto reverberante en el recinto receptor se corrige ahora directamente en términos de su tiempo de
reverberación T, al compararlo con un tiempo de reverberación de referencia, T0, para el que habitualmente se toma
un valor de 0.5 s. En la figura 33 se muestra el aislamiento ofrecido por la solución constructiva esquematizada, valo-
rado por la diferencia de niveles estandarizada en función de la frecuencia.
En las situaciones prácticas, para medidas in situ, hay que considerar que, en el recinto receptor, el nivel acústico que
medimos no se debe sólo a la potencia transmitida desde el recinto receptor. Es posible que antes de conectar la fuen-
te exista ya un nivel de ruido de fondo (LPF) que no podemos despreciar. Así, si LPR+F es el nivel medido en el receptor
cuando funciona la fuente en el emisor, el nivel debido sólo a la transmisión desde el recinto emisor (LPR) se obtendrá
descontando el ruido de fondo (recuerde que ello no significa restar niveles, sino energías):
LPRF LPF
LPR 10log 10 10 10 10 dB (55)
Como ya sabemos, R depende de la frecuencia y para facilitar la descripción de las propiedades aislantes de un para-
mento, existen métodos normalizados para convertir las medidas realizadas en bandas de 1/3 de octava, en un único
índice global, aunque no nos detendremos aquí en este punto.
FFIA: Acústica Arquitectónica 9-28
En la Fig. 35 se muestran los valores de L’nT frente a la frecuencia para un forjado con diferentes tratamientos antiim-
pacto.
70
60
Nivel de impacto estandarizada, L'nT (dB)
50
40
30
20
10
1000
1250
1600
2000
2500
3150
4000
5000
100
125
160
200
250
315
400
500
630
800
Frecuencia (Hz)
Figura 34.- Máquina de impactos normalizada. Figura 35.- Aislamiento acústico a ruido de
impacto medido in situ (L’nT), en función de la
frecuencia para un forjado con diferentes tra-
tamientos antiimpacto.
FFIA: Acústica Arquitectónica 9-29
PROBLEMAS
LP (dB)
obtener TR a partir de ese registro y obtenga el
40
valor del TR del recinto.
30
SOLUCIÓN: 20
5 dB
Para determinar esa pendiente es importante 70
t 0.6 m 28
2 Defina el concepto de radio acústico, formule su expresión y comente las propiedades del
campo acústico estacionario en un recinto para valores mayores y menores del radio
acústico.
SOLUCIÓN:
El radio acústico o radio crítico de un recinto es la distancia, medida desde la fuente sonora, para
la que el nivel de presión sonora del sonido directo y el sonido reverberado se igualan. Las ex-
presiones para la intensidad directa y reverberada en un recinto en condiciones de campo esta-
cionario son:
W 4W
ID IR
4 r 2
R
Donde W es la potencia acústica de la fuente sonora, r la distancia a dicha fuente y R la constante
del recinto. Cuando r=rc se cumple que:
W 4W R
rc
4 rc2
R 16
A distancias mayores que el radio crítico domina el sonido reverberado y a distancias menores el
directo. Teniendo en cuenta que el sonido directo decae 6 dB cada vez que se dobla la distancia a
FFIA: Acústica Arquitectónica 9-30
la fuente, a una distancia de 4rc el nivel reverberado sería 12 dB mayor que el directo (es decir,
podemos despreciar el sonido directo para distancias mayores a 4rc). Por el contrario, para una
distancia de 0.25rc, el nivel directo es 12 dB mayor que el reverberado (es decir, podemos des-
preciar el sonido reverberado para distancias menores que 0.25rc). En el intervalo 0.25rc<r<4rc
habría que considerar ambos para calcular el nivel de presión total en situación estacionaria.
Como 6 m>>ra1 y 6 m>>ra2 a los 6 m el nivel total corresponderá prácticamente al campo rever-
berado (el directo será despreciable). Teniendo esto en cuenta podremos escribir para los nive-
les pedidos:
FFIA: Acústica Arquitectónica 9-31
110
ANTES de la reforma:
Reverberado 1
105 Reverberado 2
Directo
Total 1
100 Total 2
LP (dB)
95
DESPUÉS de la reforma:
90
85
80
0,1 1 10
4 Un auditorio tiene un volumen de 8000 m3. La superficie de sus paredes laterales está
constituida por 1500 m2 de madera contrachapada (M=0.12) y 200 m2 de cortina de
terciopelo (C=0.4). Los 700 m2 del techo son de escayola (E=0.15). La planta está ocupada
por los 200 m2 del entarimado de la escena y los 500 m2 del patio de la zona de audiencia,
completamente ocupada por 500 butacas vacías (aB=0.4 sabinios/butaca). Durante el ensayo
de una pieza musical se puede admitir que cada uno de los 60 miembros del coro emite con
una potencia acústica de 300 W y cada uno de los 60 músicos de la orquesta con 450 W.
Tanto los músicos como los cantantes tienen una absorción unitaria de aO=0.5
sabinios/persona y se supone que ocupan toda la escena. Simultaneamente en el interior
está funcionando una máquina que emite con un nivel de potencia acústica de 53 dB.
Representar gráficamente el nivel de presión frente al tiempo en el interior del recinto desde
un segundo antes de que cesen bruscamente
coro y orquesta y hasta 4 s después de ese 90
60
1500 0'12 200ln(1 0'4) 700 0'15 500 0'4 120 0'5 647'2 sabinios
20
0 1 2 3 4 5
Tiempo (s)
La superficie interior es STOTAL
=1500+200+700+500+200=3100 m2 y la constante
acústica R:
A 647.2
R 818 m2
1 647.2
1
3100
El nivel de potencia sonora conjunto de la orquesta y el coro será:
FFIA: Acústica Arquitectónica 9-32
5 Se quiere proyectar un auditorio para 800 plazas distribuidas en un patio de butacas de 600
m2 y con un escenario de 400 m2. Se recomienda para este uso un volumen por plaza de 7 m3.
El tiempo de reverberación óptimo se cifra en 1.5 s. El escenario se construirá con un
entarimado de madera (M=0.15), el techo con un material con T=0.20. El fabricante de las
butacas indica una absorción unitaria aB=0.35 sabinios. Estímese: 1) El coeficiente de
absorción que ha de tener el tratamiento de los 800 m2 de las paredes laterales. 2) El valor
del radio acústico. 3) Nivel de presión sonora que producirá en su interior, en un punto
situado a 20 m de distancia, una fuente puntual y omnidireccional, que tiene un nivel de
potencia de 105 dB.
SOLUCIÓN
El volumen será: V=8007 = 5600 m3 y la superficies total: S=(600+400) ·2 + 800 = 2800 m2
1. La absorción se calcula a partir del valor del tiempo de reverberación:
0.161V 0.161 5600
A 601 sabinios
TR 1.5
En función de los coeficientes de absorción y absorciones unitarias, tendremos:
FFIA: Acústica Arquitectónica 9-33
R 1 A 1 A 1 SA 1 2800 601
rC 3.9 m 4 m.
16 16 1 16 1 S
A
16 S A 16 2800 601
3. El nivel a 20 m de distancia (5 veces el radio acústico) será el nivel reverberado y se escribirá:
4 4( S A)
LP (20 m) LPR L 'W 10log 105 10log 82.2 dB
R SA
A' 161
R' 186 m2
A' 161
1 1
S' 1200
El nivel de presión del campo reverberado será
4
LPR LW 10log 94.24 dB
R'
El ruido de fondo no afecta al valor del nivel de presión percibido.
c) Tras la reforma, la superficie de las paredes verticales es 400 m2 y la superficie del techo es
400 m2. En este caso la absorción acústica es, utilizando la fórmula de Millington,
A V SV ST ln(1 T ) NB aB 0,13 400 400 ln(1 0.3) 300 0.4 315 sabinios
0.161·2000
TR' 1.02 s
315
d) La constante acústica y el radio acústico valen:
A '' 315 R 427
R '' 427 m2 ; r0 2.915 m
1 A ''/ S 1 315/1200 16 16
El nuevo nivel de potencia reverberado es:
4 4
LPR LWB 10log LP R 110.91 10log 90.62 dB
R '' 427
Tras 0.7 s de la desconexión, ese nivel decae a:
60
LP (t 0.7) 90.62 ·0.7 49.44 dB
1.02
Para saber el nivel de presión sonora que mide el observador lejano ahora sí que habrá que con-
siderar el ruido de fondo:
LPT (t 0.7) 10log(1049.44/10 1045/10 ) 50.77 dB
7 En una sala prismática de 10155 m3 se encuentran emitiendo, a la vez, dos fuentes sonoras
A y B. El coeficiente de absorción medio de las paredes, suelo y techo es =0.15. Se realiza un
ensayo con la fuente A (sola) en una cámara anecoica, resultando que a una distancia de 2 m
produce un nivel de presión sonora de 80 dB. a) Obtenga el nivel de potencia de la fuente
sonora A. b) Determine la constante de recinto y el radio acústico. c) Calcule el tiempo de
reverberación de la sala. d) Sabiendo que el nivel de presión sonora que percibe un
observador muy lejos de las dos fuentes es 85 dB y que, además del sonido producido por las
dos fuentes, existe un ruido de fondo de 46 dB, calcule el nivel de potencia de la fuente
sonora B.
SOLUCIÓN:
a) En la cámara anecoica tenemos solamente sonido directo
1
LPD LW 10log 2
4 r
Siendo LPD= 80 dB y r= 2 m, resulta que LWA= 97 dB.
b) Para el prisma rectangular tenemos que el área de las superficies vale 550 m2 y el volumen
vale 750 m3. La absorción acústica de la sala, utilizando la fórmula de Sabine, y el valor de la
constante acústica son:
FFIA: Acústica Arquitectónica 9-35
A 82.5
A VT SVT 0.15 550 82.5sabinios; R 97.07 m2
1 A / S 1 82.5/550
El radio acústico sería
R 97.07
r0 1.39 m
16 16
c) El tiempo de reverberación sería
0.161V 0.161 750
TR 1.46 s
A 82.5
d) El nivel de presión del campo reverberado producido por la fuente A será
4
LPA LWA 10log 83.16 dB
R
Los niveles de potencia correspondientes a las dos fuentes A y B, lejos del escenario verifican la
relación:
10LB /10 10LAB /10 10LA /10
Despejando en la expresión anterior resulta que el nivel de presión originado por la fuente B, LPB,
vale 80.38 dB. El ruido de fondo no afecta a este resultado.
Por lo tanto el nivel de potencia de la fuente B se calculará como
4 4
LWB LPB 10log 80.38 10log 94.23 dB
R 97.06
El nivel correspondiente a la máquina, una vez eliminado el efecto del ruido de fondo, es:
LPM 10log 103.4 103 31.8 dB
A aprtir de este valor, podemos calcular el nivel de potencia acústica de la fuente:
1 1 1
LPM LW 10log 2
LW LPM 10log 2
31.8 10log 52.3 dB
4 r 4 r 4 9
El volumen de la sala es V = 11×7×4 = 308 m2. La superficie del suelo y techo es SS = ST = 11×7 =
77 m2 y la de las paredes laterales, SP = 2(11×4 + 7×4) = 144 m2.
a) La absorción en el estado inicial será:
A1 S S S Y ST S P 0.02 77 0.04 144 77 10.4 Sab. metr .
FFIA: Acústica Arquitectónica 9-36
9 Un restaurante tiene en planta 1811 m2 y una altura de 3 m. Su superficie interior tiene una
terminación acústica homogénea y en su interior se mide un tiempo de reverberación de 2.5
s. Con el fin de adaptarse a las exigencias de nuevo Código Técnico de la Edificación (CTE) se
va a tratar el techo para que el recinto tenga un tiempo de reverberación de 0.9 s. a)
Determine el coeficiente de absorción del material a utilizar. b) Determine el radio acústico y
el nivel total a esa distancia que, tras la reforma, producirá en su interior una fuente de 1
mW. c) Represente el proceso de extinción de la citada fuente en un punto alejado de la
misma, desde 1 s antes de su desconexión brusca, considerando que en el interior del
restaurante hay un ruido de fondo estacionario de 30 dB.
FFIA: Acústica Arquitectónica 9-37
SOLUCIÓN:
a) El volumen del restaurante es V= 18113 = 594 m3 y su superficie S= 2(1811 + 183 +
113) = 570 m2. A partir del tiempo de reverberación medido podemos calcular el coeficiente de
absorción medio:
0.16V 0.16 594
TR 0.07
S 2.5 570
Tras el tratamiento corrector del techo podremos escribir (ecuación de Millington):
0.16V
TR '
S ST ST ln(1 T )
1 0.16 V 1 0.16 594
ln(1 T ) S ST · 570 198 ·0.07 0.4
ST TR ' 198 0.9
T 1 e 0.4 0.33
b) El valor de la absorción acústica del restaurante será:
0.16V 0.16 594
A 105.6 sab. metr .
TR ' 0.9
El valor de la constante acústica del restaurante será:
A A 105.6
R 129.5 m2
1 ' 1 A 1 105.6
S 570
Y el radio acústico (distancia a la que el nivel del campo directo y el del sonido reverberado se
igualan) es:
R 129.5 L (dB)
ra 1.6 m 74.9
16 16
El nivel de potencia de la fuente es:
W 103
LW 10log 10log 12 90 dB
Wref 10 30 dB
Con lo cual, el nivel del campo reverberado se-
rá:
4 103
LPR LW 10log 90 10log 12 74.9 dB
R 10 0.45 s
Y el nivel total a la distancia crítica será la su-
perposición de éste y el directo (que tiene un 3 dB
30
valor idéntico), por tanto:
LP LPR 3 dB 77.9 dB
c) En la figura se ha representado el proceso de t (s)
extinción y en ella aparecen los valores más
significativos.
10 Un recinto de 500 m3 tiene un coeficiente de absorción medio de 0.2 y un recorrido libre medio de 10
m. Hallar: a) El tiempo de reverberación. b) La presión acústica cuando una fuente de 200 W emite
en su interior.
FFIA: Acústica Arquitectónica 9-38
11 Un recinto de 80 m3 de volumen y 112 m2 de superficie tiene una absorción sonora total de 7 sabinios
métricos, si en su interior se conecta una fuente de 5 W de potencia acústica, hallar el nivel de
presión transcurridos 0.5 s después de suspender la emisión.
13 Si el volumen de un recinto es 3000 m3 y el área total de sus superficies interiores 1200 m2, calcular
el tiempo de reverberación si se absorbe un 7% de energía sonora incidente por cada reflexión en la
superficie.
14 En una sala de 30167 m3, con un comportamiento perfectamente difuso, se coloca un altavoz
omnidireccional. El nivel de presión sonora medido a 6 m del mismo es de 80 dB cuando se ha
alcanzado el régimen estacionario. ¿Cuántos dB le corresponden al sonido directo y cuántos al
reverberado? Tómese un coeficiente medio de absorción para la sala =0.15.
15 En una sala prismática de 674 m3 se coloca una fuente omnidireccional. El nivel de presión sonora
a 4 m de la misma es de 80 dB. Si el radio acústico de la sala es de 1 m, determinar: a) ¿Cuántos dB
corresponden al sonido directo y cuántos al reverberado? b) Nivel acústico directo y reverberado a la
distancia crítica. c) Si duplicamos la potencia de la fuente, determinar el nuevo radio acústico. Razonar
las respuestas.
16 Hallar la potencia acústica de una máquina sabiendo que en una cámara reverberante produce un
nivel de presión sonora (LP) de 98 dB y que, en la misma cámara, una fuente de referencia de 50 W
produce 80 dB.
17 En una cámara reverberante de 684 m3 se ensaya una muestra de 15 m2 de cierto material acústico,
colocada sobre una pared. Los registros de extinción, aparecen en la figura adjunta. Hallar: a)
Coeficiente de absorción del material. b) Potencia acústica de la fuente utilizada en cada ensayo.
18 Una fuente sonora se coloca en una cámara anecoica. A 1m de ella se mide un nivel de presión sonora
de 90 dB. a) Calcular la potencia acústica de la fuente. Esta misma fuente se va a utilizar en una
cámara reverberante de 9 85 m3 para ensayos acústicos. Con la cámara vacía se mide un tiempo de
reverberación de 8 s. b) Determinar el nivel acústico producido por la citada fuente en esta cámara. En
la cámara reverberante anterior se ensaya una muestra de 20 m2 de cierto material acústico colocada
sobre una de sus paredes. c) Hallar su coeficiente de
absorción sabiendo que con ella el tiempo de 100
80
la sala se emite un sonido estacionario con una potencia de 10 W en las condiciones iniciales, calcular
la potencia con que habría que emitir ese mismo sonido para alcanzar el mismo nivel sonoro en las
condiciones finales.
20 Una cámara reverberante tiene un volumen de 250 m3 y una superficie de 300 m2. Se mide en su
interior el tiempo de reverberación utilizando una fuente sonora de 200 W de potencia acústica. En
la curva de extinción se observa que el nivel acústico se reduce a razón de 6 dB/s. En esta cámara se
pretende medir el coeficiente de absorción de cierto material acústico, para lo cual se recubren 15 m2
de sus paredes con él, observándose entonces en la curva de extinción una caída de 12 dB/s. Hallar: a)
Coeficiente de absorción del material ensayado. b) Radio crítico de la cámara con y sin la muestra. c)
Nivel acústico estacionario producido por esta fuente en la cámara vacía y con el material a ensayar a
0.2 y 2 m de la fuente supuesta puntual y omnidireccional.
21 Una sala de audición tiene forma prismática de 3040 m2 en planta y 8 m de altura. El coeficiente de
absorción de las paredes y techo es 1=0.2, el escenario tiene 206 m2 con 2=0.25; hay además 160
m2 de alfombra (3=0.30) que cubre el suelo no ocupado por los asientos y 900 m2 de cortinas
(4=0.12). En la sala hay 750 espectadores cuya absorción unitaria es 0.44 sabinios y 210 asientos
tapizados vacíos que presentan una absorción unitaria es 0.2 sabinios. Finalmente, se encuentran
abiertas 4 ventanas de 5 m2 cada una. Determinar: a) El tiempo de reverberación de la sala en las
condiciones dadas. b) El recorrido libre medio. c) El nivel de presión a los 0.5 s de desconectar en su
interior una fuente sonora de 50 W de potencia acústica.
23 La sala de ensayos de un centro cultural tiene un volumen de 2000 m3, una superficie de 1000 m2 y un
tiempo de reverberación, medido en vacío, de 1.5 s. Cuando en su interior ensaya un coro de 50
personas se mide un nivel de presión sonora de 100 dB. Se sabe que cada componente del coro tiene
una absorción unitaria de 0.6 sabinios. El auditorio principal de dicho centro tiene un volumen de
8000 m3, una superficie de 3000 m2 y un tiempo de reverberación en vacío de 2.2 s. La absorción
unitaria de los espectadores es de 0.4 sabinios. ¿Cuántas personas deberían componer el coro si se
desea alcanzar un nivel de 100 dB en este auditorio cuando están presentes 1000 espectadores?
24 Los datos técnicos de sendas fuentes sonoras especifican que, en una cámara anecoica, la primera, F1,
produce 90 dB a 2 m de distancia; y la segunda, F2, proporciona 100 dB en una cámara reverberante
de 200 m3 de volumen y un TR de 8 s. Ambas fuentes van a funcionar simultáneamente en un auditorio
de 10206 m3. En este auditorio, al medir el TR en vacío, se ha comprobado que el nivel acústico se
extingue a razón de 30 dB/s. La superficie en planta está ocupada totalmente por 300 butacas, cuya
absorción unitaria en vacío es 0.3 sabinios y, cuando está ocupada, 0.45 sabinios. Determinar: a) TR del
FFIA: Acústica Arquitectónica 9-40
auditorio vacío y lleno. b) Nivel total que producen las dos fuentes funcionando simultáneamente
cuando el auditorio está lleno. c) Tiempo que transcurre, con el auditorio vacío, desde que
desconectamos sólo la fuente más ruidosa hasta que el nivel alcanza los 87 dB.
26 La potencia acústica de una fuente omnidireccional es W1=20 mW y se sabe que, a una distancia de r1
m, en un recinto de 9×8×6 m3 que tiene un tiempo de reverberación de 5 s, produce un nivel de
presión sonora LP1=102 dB. Se pide: a) Coeficiente de absorción medio del recinto. b) Distancia de la
fuente al punto de media, r1. c) Radio acústico de la sala. d) Potencia de una fuente omnidireccional
que, en el recinto anterior, proporciona 95 dB a una distancia de 1.5 m. e) ¿Cuál es la presión sonora
en estas condiciones?. f) Representar, cualitativamente, el campo acústico directo, reverberado y total,
en el interior del recinto para cada una de las fuentes.