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Alquimia Núm 038, Completo

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Alquimia Sistem a Nacional de Fototecas

enero • abril | año 13 | núm. 38

Consejo Nacional para la Cultura y las Artes


Consuelo Sáizar | Presidenta

Instituto Nacional de Antropología e Historia


Alfonso de Maria y Campos | Director General
Miguel Ángel Echegaray | Secretario Técnico
Benito Taibo | Coordinador Nacional de Difusión
Juan Carlos Valdez | Director del SINAFO
Héctor Toledano | Director de Publicaciones
Rodolfo Palma Rojo | Director de Divulgación
Mayra Mendoza Avilés | Subdirectora de la Fototeca Nacional

Alquimia
José Antonio Rodríguez | Editor
Lourdes Franco | Diseño
Paola Dávila | Asistente editorial y fotografía
Benigno Casas, Patricia Priego | Corrección

Consejo de asesores Alicia Ahumada, Marco Antonio Cruz, Olivier


Debroise (†), Teresa del Conde, Bernardo García, Patricia Massé Z.,

Índice
Patricia Mendoza, Rebeca Monroy Nasr, Carlos Monsiváis, Francisco
Montellano, Ricardo Pérez Montfort, Gerardo Suter.

Comité editorial Alfonso de Maria y Campos, Benito Taibo,


Juan Carlos Valdez, Rodolfo Palma Rojo, Héctor Toledano,
Mayra Mendoza, José Antonio Rodríguez.

D.R. © iNAh Córdoba, núm. 45,


Col. Roma, C.P. 06700, México, D.F.
alquimia@inah.gob.mx

ISSN 1405-7786

Alquimia , publicación cuatrimestral, es el órgano informativo del Sistema Nacional de


Fototecas. Editor responsable: el titular de la Dirección de Publicaciones del iNAh. Certificado
de reserva de derechos al uso exclusivo del título núm. 000790/98; de licitud de título núm.
10366; y de licitud del contenido núm. 7287. Toda correspondencia debe dirigirse a: Benito
Taibo/José Antonio Rodríguez, Insurgentes Sur, 421,séptimo piso, col. Hipódromo, C.P. 61000,
México, D.F.

El contenido de los artículos es responsabilidad de los firmantes.

Impreso en Impresora y Encuadernadora Progreso S.A. de C.V., México, D.F.


Hecho en México / Printed in Mexico
La historia en documentos editorial | 4 • El daguerrotipo. Nuevo descubrimiento físico-quí-
mico | 7 • Francia | 9 • Retratos sacados en medio minuto con el daguerrotipo | 9 • Exterior
|10 • Física. Explicación del daguerrotipo Anónimo |12 • Aparición de imágenes en la cáma-
ra oscura por la sola acción de la luz Anónimo | 17 • Aparición de las imágenes en la cámara
oscura por la sola acción de la luz | 18 • El daguerrotipo M. González | 21 • El daguerrotipo |
25 • Modo de aumentar la sensibilidad del daguerrotipo | 26 • Daguerrotipo. Miniaturas | 28
• Retratos | 29 • Daguerrotipo Sebastián Camacho y Zulueta | 31 • El daguerrotipo | 35 • Re-
tratos por el daguerrotipo | 35 • Importante adelanto en el daguerrotipo. Retratos hechos
en un segundo | 36 • Retratos de colores al daguerrotipo. ¡¡¡Infinitamente más naturales
y más perfectos que las miniaturas al pincel!!! | 37 • Daguerrotipo | 38 • Gran estableci-
miento de fotografía, de la Fama de los Retratos | 39 • Galería de retratos del daguerrotipo.
Rebaja de precios | 43 • Retratos. Con grandes rebajas de precios | 44 • El hallotipo. Ga-
lería de retratos de todas clases | 44 • Retratos de bulto | 46 • Antigua galería de retratos
al daguerreotipo | 47 • Gran exposición de retratos | 48 • Importante para los fotógrafos y
daguerrotipistas | 48 • Melanotipos indelebles sobre tela. Inimitables retratos | 50 • Aclara-
ción interesante melanotipos sobre tela | 51 • Nuevos retratos de bulto de todas clases y
tamaños. Garantizados | 52 • Novedad, en los retratos al daguerrotipo | 52 • Nuevos retra-
tos | 53 • Nuevos retratos de bulto con dos luces | 54 • Retratos | 55 • Extraordinaria | 56 •
¡¡Atención!! | 57 • Mentiras garrafales | 60 • D. Joaquín Díaz González | 65 • Al público los
retratos en tela no se borran. Los retratos que llaman de bulto son anti-artísticos | 70 • La
fotografía M. Villanueva | 73 • SINAFO | Fototeca del estado de Zacatecas “Pedro Valtierra”
Jaime Robledo | 81 • SOPORTES E IMAGENES | Estaciones: el paisaje dentro del paisaje
Gerardo Montiel Klint | 84 • RESEÑAS Rebeca Monroy y María Violeta García Prado | 86 y 87
La historia en documentos
José Antonio Rodríguez

Desde hace más de una década la vocación de Alquimia, órgano de difusión del
Sistema Nacional de Fototecas, ha sido la investigación y la divulgación de las
ideas sobre la fotografía en México. Y con ello también se ha buscado la indaga-
ción en archivos, no únicamente en aquellos que conservan a las imágenes sino,
igualmente, en los que resguardan documentos que hablan de los sucesos dados
en esta historia de la visualidad.

Por eso ahora quisimos rescatar aquellos datos documentales que permiten ver
los primeros hechos que se dieron en nuestra historia de la fotografía. Las primeras
noticias y opiniones sobre un nuevo medio que se volvió la gran invención que
asombró a las sociedades y que terminaría por transformarlas radicalmente en una
manera de ver al mundo. En ese sentido hicimos una recopilación de noticias he-
merográficas aparecidas en la prensa nacional. Textos que dan cuenta de cómo
fue evolucionando la comprensión sobre lo fotográfico, entendido por esto todo
aquello que conllevó a la reflexión y producción de un medio visual. Al respecto hay
que señalar que los documentos publicados, en la prensa de la época —noticias,
ensayos, anuncios que aquí se rescatan—, se reproducen en su sintaxis original,
ortográficamente sólo fueron corregidos mínimamente, para hacerlos más com-
prensibles para un lector de hoy. En cuanto a la selección de anuncios comerciales
aparecidos en el periodo que abordamos (1839-1859), no todos fueron incluidos
dada su abundancia en la prensa, pero sí están aquellos que consideramos rele-
vantes para conocer el proceso que se daba dentro de la cultura fotográfica.
PÁGINA 1
Daguerrotipo
Sin título, ca. 1840.
Col. SINAFO-FN-INAH, Alquimia agradece a Osvaldo Sánchez, Mireida Velázquez y José Luis Lazarini, del
núm. de inv. 839960
Museo de Arte Moderno, quienes nos permitieron reproducir la cámara fabricada
PÁGINAS 2 Y 3
Grabado publicado en por Alphonse Giroux —una de las primeras cámaras de daguerrotipo que llegaron
Louis Figuier, Les merveilles de la
science ou description populaire a México— cuya imagen aparece en nuestra portada. El Fondo Reservado de la
des inventions modernes, París,
Furne, Jouvet et Cie, editores, 1869. hemeroteca Nacional en la UNAM, nos fue de gran ayuda. Asimismo, los fondos
hemerográficos de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada y del Archivo General de
PÁGINA SIGUIENTE
Paul Carpentier la Nación. Otros acervos hemerográficos privados nos resultaron imprescindibles,
y Chardon-Wittmann
Daguerre (1787- 1851) por ello agradecemos también al coleccionista y editor Gustavo Amézaga por su
Fotograbado de la Casa Braun y
Compañía, Boletín de la Sociedad apoyo, como a Daniel Mendoza y Rocío Aranda de la Figuera. Además a Aurelia
Francesa de Fotografía,
s/f [ca. 1857]. Álvarez Urbajtel de la Asociación Manuel Álvarez Bravo. A.C. Igualmente a Eric
Col. Museo de Arte Moderno -
Fondo Manuel Álvarez Bravo Jervaise y Sonia Arlette Pérez.
Alquimia 5
El daguerrotipo.
Nuevo descubrimiento
físico-químico
En la Gaceta de Francia se lee el artículo siguiente:

Mr. Daguerre, nuestro célebre pintor de dioramas, ha encontrado el


medio de fijar las imágenes que vienen a pintarse en el fondo de una
cámara oscura, de manera que estas imágenes no son ya el pasa-
jero reflejo de los objetos, sino su marca fija y durable, que puede
transportarse de un punto a otro como una estampa o un cuadro.

Fijándose la fidelidad de la imagen de la naturaleza reproducida por


la cámara oscura, y uniendo a esta especie la de un trabajo de los
rayos solares que fije esta imagen con todos sus matices de claros,
oscuros y medias tintas, se formará una idea, aunque imperfecta,
de los hermosos dibujos que Mr. Daguerre ha presentado a nuestra
curiosidad.

Mr. Daguerre no trabaja en papel, sino en láminas de metal pulimen-


tado, y los dibujos que hemos visto de varios puntos de los boule-
vards, del puente María y sus inmediaciones, y otros presentados
con una exactitud que sólo la naturaleza puede dar a sus obras,
están en planchas de cobre. Mr. Daguerre presenta la lámina de
cobre sin nada, la coloca en el aparato, y al cabo de tres minutos
en verano, y de pocos más cuando el otoño o el invierno debilitan la
fuerza de los rayos solares, vuelve a sacarla cubierta con un delicio-
so dibujo que representa el objeto hacia el cual estaba dirigido el
aparato. No resta más que hacer una corta operación de lavado, y
el punto de vista adquirido en tan pocos minutos, queda fijo invaria-
blemente, de manera que ni el sol más ardoroso puede destruirle.

Los señores Arago, Biot y Humboldt se han cerciorado de la auten- PÁGINA ANTIERIOR
L.J.M. Daguerre
ticidad de este descubrimiento que ha exitado su admiración, y Mr. Historique et description des
procédés du daguerréotype et du
Arago debe darlo a conocer a la academia de ciencias dentro de diorama, París, Alphonse Giroux
et Cie, editores, 1839.
pocos días. Col. Particular.

La naturaleza puesta en movimiento no puede reproducirse, o por lo


menos sería muy difícil conseguirlo.

En una de las vistas del boulevard de que he hablado, se nota que


todos los objetos que andaban o se movían no han podido fijarse

Alquimia 7
en el dibujo y de dos caballos de un coche que se hallaba parado,
uno movió la cabeza durante la corta operación, y el animal está sin
cabeza en el dibujo. Los árboles se marcan muy bien, pero según
parece, su color presenta un obstáculo para que los rayos solares los
reproduzcan con la misma prontitud que las casas y otros objetos de
diferente color: de aquí que nace una considerable dificultad para
el paisaje, porque hay un punto fijo de perfección para los árboles y
el color verde, y otro para los demás colores, de donde resulta que
cuando las casas están acabadas, los árboles no lo están todavía, y
cuando éstos están en su punto, las casas se hallan ya demasiado
trabajadas.

La naturaleza muerta y la arquitectura, constituyen principalmente el


triunfo de Mr. Daguerre y de su aparato, que se llama daguerrotipo.
Una araña muerta vista en el microscopio solar se ha reproducido en
el dibujo con tal perfección en los pormenores, que se puede estu-
diar en la su anatomía con lente y sin él como en la misma naturaleza,
pues no hay una fibra, ni un vaso por pequeño y tenue que sea, que
no pueda seguirse y examinarse. Viajeros: pronto podreis acaso por
algunos centenares de francos adquirir el aparato inventado por Mr.
Daguerre, y traer a Francia la imagen de los más preciosos monu-
mentos, y de los sitios más hermosos del mundo entero. Vereis cuán
atrás se quedan vuestro lápiz y pincel de la verdad del daguerrotipo.
Mas no desmayen por esto el dibujante y el pintor, los resultados
de Mr. Daguerre son distintos de su trabajo, y en muchos casos no
pueden reemplazarle.

Si hubiese de buscar alguna semejanza al efecto obtenido por el


nuevo método, yo diría que tiene parte del grabado a buril, y parte
del grabado al humo, aunque más de este último que del primero. En
cuanto a la verdad, es superior a todo lo que puede decirse.

No he hablado de este descubrimiento sino bajo el punto de vista


artístico: pero bajo el aspecto científico, si lo que se ha dicho es
exacto, los resultados de Mr. Daguerre producirán acaso una nue-
va teoría en algunos puntos importantes de la ciencia. Mr. Daguerre
confiesa generosamente, que la primera idea de su método se la
suministró hace 16 años Mr. Niépce, de Châlon-sur-Saône; pero en
un estado tal de imperfección, que ha necesitado un largo y cons-
tante trabajo para llegar al resultado que ha obtenido.—(La España,
periódico de Madrid).

Diario del Gobierno de la República Mexicana,


México, 9 de julio de 1839.
Francia
París, septiembre 8 de 1839.— Hoy a medio día ha tenido lugar en
el palacio de la plaza de Orsay, donde el señor ministro del interior
había mandado preparar un local a propósito, el primer experimento
que ha hecho público M. Daguerre, de su procedimiento para es-
tampar los objetos trasmitidos en la cámara oscura. Han concurrido
cerca de ciento veinte personas, entre las cuales se distinguian mu-
chos artistas, sabios y empleados superiores de la administración.
Esta sesión tenía por objeto, no el entrar en todas las explicaciones
y demostraciones cientificas que se refieren al daguerrotipo, sino el
hacer un experimento público, y manifestar el aparato y el manejo de
los diferentes mecanismos que se emplean para lograr el resultado.
Éste se ha obtenido con la mayor facilidad en el espacio de una hora
y algunos minutos, en cuyo término ha pasado de mano en mano
en medio de universales muestras de admiración y sorpresa, una
vista exactísima del río, la terraza y el palacio de las Tullerías (Eco
del Comercio).

Diario del Gobierno de la República Mexicana,


México, 28 diciembre 1839.

Retratos sacados en medio


minuto con el daguerrotipo
El método empleado por los Sres. Goodman y Cornelius, es el si-
guiente: fuera de la ventana de su cuarto, que mira al sur, se proyec-
ta horizontalmente y en toda su longitud, un gran espejo destinado a
recibir los rayos del sol que se reflejan en otro espejo grande de tal
modo colocado, que encamina la luz a la cara de la persona que se
retrata sentada a la parte opuesta del cuadro cerrando la ventana.
Para debilitar la luz, que sería intolerable, se le hace atravesar una
gran placa de vidrio, de 3/8 de pulgada de grueso, y de un rojo subi-
do. La operacion no dura más de medio minuto o un minuto cuando
más. Delante de la persona y a la distancia de 4 pies, hay una mesa
con un cajón de caoba de 6 a 7 pulgadas cuadradas y 18 pulga-
das de largo, abierta por ambos extremos; en el más inmediato a la
persona hay un lente del tamaño de los comunes, que reduce las
dimensiones del busto a las de la placa de plata que ha de recibir
la impresión. Cuando la persona está sentada, la luz del sol pasa
de un espejo a otro, atraviesa la placa colorada; cae sobre la cara,
se refleja sobre el lente que la reúne sobre la placa metálica, donde
se forma el retrato en medio o un minuto.

El Mosaico Mexicano, t.I, México, 1 enero de 1840.

Alquimia 9
Exterior
En el Eco del Comercio, periódico de París, del día 8 de septiembre
último, hemos leído un artículo de sus editores, en que hablando so-
bre el ingenioso descubrimeinto de M. Daguerre para estampar los
objetos trasmitidos a la cámara oscura, descubrimiento grande, que
no sin razón ha llamado altamente la atención de los sabios de Eu-
ropa, expresan haber hecho el autor el primer experimento público,
en aquel día en el palacio de la plaza de Orsay, donde el ministro del
interior tenía preparado un local a propósito. Asistieron para presen-
ciar el referido experimento, multitud de personas entre las cuales
se distinguieron muchos artistas sabios, empleados superiores del
gobierno &c., y tuvieron la satisfacción de admirar su resultado, que
fue una vista del río, terraza y palacio de las Tullerías, obtenido en el
espacio de poco más de una hora.

Nosotros también hemos tenido el placer de haber visto aquí en estos


últimos días y en el mismo espacio de tiempo, varios experimentos
del daguerrotipo traido por M. Prelier, de cuyo aparato y mecanismos
hemos sido testigos. El palacio de la plaza de armas; los edificios
principales de ésta con sus portales; parte de la calle real; el con-
vento de San Francisco; la bahía y el castillo de Ulúa y los médanos
al oeste de la ciudad, todo trasmitido en láminas, son otras tantas
pruebas pruebas de la exacitud con que por aquel feliz descubri-
miento se trasladan a la cámara los objetos que se desean con sus
mismas proporciones. No podemos menos que participar a nuestros
lectores el entusiasmo que produjo en nosotros este portento del in-
genio humano, y lo recomendamos a los amantes de las bellas artes
(El Censor, Veracruz).

El Cosmopolita, núm. 47, t.IV, México, 15 de enero de 1840.

El domingo 26 se ha hecho en esta capital el primer experi-


mento del daguerrotipo, y en unos cuantos minutos quedó la
Catedral perfectamente copiada.

El Cosmopolita, México, 29 de enero de 1840.


Cámara oscura, placa IV,
en L.J.M. Daguerre,
Historique et descriptión
des procédés du daguerréoty-
pe et du diorama, París,
Alphonse Giroux et Cie
editores, 1839

Alquimia 11
Física. Explicación del daguerrotipo
Anónimo

El 19 de agosto fue un día solemne para el instituto de Francia. La Academia de las


Ciencias y de las Bellas Artes, se habían reunido para oír la exposición que debía
hacer Mr. Arago de los métodos empleados por Mr. Daguerre, de que tanto y con
tan gran interés se ha hablado de ocho meses acá; los resultados que se habían
visto de este importante descubrimiento, inspiraban una viva curiosidad y deseo
de conocer el secreto, y cómo este secreto tiene contacto al mismo tiempo con los
intereses de las artes y de las ciencias, se hallaban reunido a las puertas del institu-
to tres horas antes de la señalada para abrir la sesión, un imenso público compues-
to de artistas, profesores de ciencias y aficionados. Con esta concurrencia, a que
la academia no está acostumbrada, podía temerse que hubiera algun desorden,
pero se habían tomado tan buenas disposiciones, que todas las personas que pu-
dieron entrar en la sala, vieron y examinaron a su placer las muestras presentadas
por Mr. Daguerre, y oyeron las explicaciones de Mr. Arago.

Entra éste en materia haciendo un resumen histórico de los principales puntos de


la ciencia, relativamente a la acción química de la luz sobre diferentes substancias;
recuerda que desde 1566 se halla indicado en la obra de Fabricius la influencia
de los rayos luminosos sobre el cloruro de plata, y dice que después el famoso
químico sueco Scheele, hizo experimentos con el espectro solar sobre esta misma
composición, demostrando que el rayo rojo apenas da color a aquella materia, y
que el máximum de efecto le produce el rayo violado. Posteriormente se ha descu-
bierto otro hecho todavía más curioso, a saber: que más allá de los rayos del color
del espectro solar, existen otros rayos invisibles, capaces de producir acciones
químicas más intensas, de manera que hoy se está en el caso de admitir en la luz
blanca una mezcla de rayos luminosos y de rayos químicos, los cuales con los
que gozan en más alto grado del poder de obrar químicamente sobre los cuerpos,
aunque son invisibles.

En los primeros ensayos de la invención de Mr. Daguerre, se debió pensar natural-


mente en colocar en el foco de la cámara oscura sobre el mismo bastidor o tablero,
una capa de cloruro de plata, cuya preparación, como tan sensible a la acción de
la luz, se oscurecía más o menos en proporción a la cantidad de rayos luminosos
que llegaban a sus diferentes puntos. Con efecto, las partes muy iluminadas toma-
ban inmediatamente un color pardo oscuro, las partes donde caían las sombras se
conservaban intactas, y las medias tintas sufrían una acción intermedia; pero de
este modo los efectos eran precisamente opuestos a lo que son en la naturaleza;
es decir, los claros se representaban con oscuros, y las sombras por claros, de
intensidad proporcionada a la oscuridad de los mismos puntos en el objeto natural.
Se ve, pues, que éste era un gran defecto a que era necesario aplicar remedio si se
querían producir efectos verdaderamente útiles y agradables.

Hiciéronse muchas tentativas para aplicar este método a la reproducción de los


gravados. Colocando una estampa sobre un pliego de papel cubierto con la pre-
paración y exponiéndolo al sol, la luz obraba a poco tiempo atravesando el papel,
y su influencia variaba según tenía que atravesar las partes más sombreadas, las
medias tintas o las partes blancas; pero resultaba el mismo inconveniente que he-
mos indicado ya. Wedgwood y Davy hicieron, sin embargo, algunas aplicaciones
de este método, y el físico Charles obtenía en sus cursos algunas figuritas por el
mismo medio.

La primera mejora que obtuvo Mr. Niépce, fue la de presentar la naturaleza tal y
como es en cuanto a las luces y las sombras, substituyendo a los efectos inversos
de que acabamos de hablar, otros que estuviesen en armonía con los fenómenos
de la luz; y para obtener este resultado, empleó un fondo negro, el cual pudiese
blanquear la luz más o menos según la intensidad con que hiriese sus diversos
puntos, e hizo los primeros resultados por medio de una preparación de betún de
Judea seco, disuelto en aceite de espliego. Después consiguió también sustraer su
preparación a los efectos ulteriores de la luz, lo cual era un gran paso, pues hasta
entonces los resultados obtenidos no podían ni aun verse, porque al momento que
se sacaban a la luz para mirarlos, todo se borraba y adquiría una tinta uniforme.

En fin, otro punto aún más curioso e inesperado, que ha debido ejercitar singu-
larmente la sagacidad de Mr. Niépce, y que aún hace un papel importante en el
daguerrotipo, es el siguiente. Cuando la lámina de cobre cubierta (plaquée) de
plata y barnizada con la preparación de betún se había espuesto a la acción de la
luz, apenas era sensible la marca de las imágenes, aunque realmente existía, como
vamos a ver, y que fue necesario un nuevo esfuerzo de invención para hacerla
aparecer a la vista.

Para comprender bien el fenómeno que vamos a describir, le compararémos a lo


que se verifica en la fabricación del moiré de la hoja de lata. Sus efectos dependen
de la cristalización de la capa de estaño que cubre al hierro, más esta cristalización
no se presenta a la vista mientras que por medio de un ácido no se quita la capa
más exterior del estaño que ha cristalizado con el aire. Pues del mismo modo la
imágen impresa por los rayos luminosos sobre la preparación de Mr. Niépce nece-
sita para presentarse a la vista, sufrir la acción de un nuevo agente, y este agente
en los primeros ensayos del autor era el aceite de [ilegible en el original], el cual
según parece, tiene la propiedad de atacar y disolver los puntos de la superficie
metálica que las sombras han preservado de la acción de la luz, y no tiene influjo
alguno sobre los puntos heridos por los rayos del sol. Entonces sale, por decirlo así,

Alquimia 13
la imagen de la capa en que se hallaba oculta, y basta lavar la capa para sustraerla
de la acción ulterior de la luz.

Así caminaba poco a poco hacía su objeto esta maravillosa invención; más la pre-
paración de Mr. Niépce no daba todavía sino resultados muy imperfectos, y ade-
más era tan poco sensible, que a veces era necesario mantener el objeto tres días
consecutivos representado en la cámara oscura, para imprimirle de una manera
bastante distinta.

En tal estado llegó esta invención a M. Daguerre, en cuyas manos debía recibir
modificaciones tan importantes, y dar a su nombre tanta fama.

Los ensayos de este último han sido cada vez más ingeniosos, empleando las
materias no ya en un estado grosero y palpable, sino en estado de vapor, llegando
al punto de conseguir los maravillosos resultados que se conocen, por la acción
combinada de dos vapores en proporciones sumamente delicadas.

El método que en el día sigue Mr. Daguerre es el siguiente:

Toma una chapa de cobre cubierta de plata (plaquée) y la lava cuidadosamente


con una disolución de ácido nítrico, que le quita todas las sustancias extrañas que
puedan hallarse en su superficie, y principalmente los pequeñísimos restos de co-
bre que la plata puede contener; este lavado exige cierto cuidado, y el frote que se
da para auxiliar la acción del ácido no debe ser siempre en el mismo sentido. Mr.
Daguerre ha observado que el cobre cubierto de plata produce mejores resultados
que la plata pura, y esto hace creer a Mr. Arago que la acción voltaica tiene alguna
parte en la producción de este fenómeno.

Después de esta primera preparación, expone la lámina metálica con ciertas pre-
cauciones especiales y dentro de una caja cerrada, al vapor del iodo, que en muy
corta cantidad está colocado en el fondo de la caja y separado de la hoja de metal
por una gasa ligera a fin de tamizar por decirlo así, el vapor, y esparcirle con más
uniformidad. Mas no basta esto, sino que se necesita otra cosa que Mr. Daguerre
ha descubierto a fuerza de ensayos, y que no le hubiera indicado jamás la ciencia,
a saber, que es necesario rodear la lámina con un marco o bastidor metálico por-
que de otro modo el vapor del iodo se condensa en mayor cantidad en las orillas
que en el centro, y perjudica a la operación, cuyo buen resultado depende de la
perfecta igualdad de la capa de ioduro, de plata que se produce. La lámina debe
estar expuesta al vapor del iodo un tiempo determinado, ni más ni menos; y el
momento de quitarla le indica el color amarillo que toma la lámina. Mr. Dumas ha
tratado de calcular el grueso de la capa de ioduro, y ha encontrado que no pasa
de una millonésima de milímetro, cantidad infinitamente pequeña, tan difícil de con-
cebir como la eternidad del tiempo o el espacio infinito. Dispuesta de este modo
la lámina metálica se coloca en la cámara oscura, preservándola cuidadosamente
de la luz, pues su sensibilidad es tal, que la décima parte de un segúndo es más
que suficiente para alterarla.

Un mecanismo muy sencillo proporciona el que se pueda colocar inmediatamente


la lámina en el foco de la cámara oscura. En el fondo de ésta, que Mr. Daguerre ha
reducido a proporciones bastante pequeñas, hay un vídrio esmerilado que puede
subir o bajar hasta que la imagen se pinte en él de una manera limpia y perfecta;
cuando se ha conseguido, se sustituye en su lugar la lámina metálica, y se recibe
la impresión de la imagen. En muy poco tiempo se produce el efecto, y hay que
retirar la lámina; pero en tal estado apenas se percibe la imagen obtenida, la cual
debe sufrir la acción de un segúndo de vapor que le da, por decirlo así, la vida, y
este vapor ¡cosa singular! es el del mercurio.

Y como todo debe ser misterioso en este fenómeno, la lámina metálica no se


presta de una manera conveniente al influjo de la atmósfera mercurial, sino bajo
un ángulo determinado. Así es que hay que colocarla en otra tercera caja en cuyo
fondo se halla un vasito con mercurio. Si el cuadro ha de verse en la posición ver-
tical que por lo regular se colocan las pinturas y grabados, debe recibir el vapor
del mercurio con una inclinación de 45°; mas si por capricho se quiere obtener un
cuadro que se haya de ver con esta inclinación, debe recibir el vapor en posición
horizontal. La emanación del mercurio necesita exitarse con una temperatura de
60° de Reaumur.

Hechas estas tres operaciones, estas tres especies de incubaciones, casi tan mi-
lagrosas como la incubación del huevo de donde ha de salir vivo el pollo, está ter-
minado el misterio, y no falta más que hacer sufrir una especie de bautismo a este
nuevo ser de creación humana, sumergiéndole en una agua de hiposulfito de sosa,
disolución que ataca según parece, las partes en que la luz no ha podido obrar, y
respeta las partes claras, al contrario del vapor mercurial que se fija exclusivamente
en los puntos heridos por los rayos del sol; de esta manera, que se pudiera acaso
pensar que los claros están formados por un amalgama de mercurio y plata, y las
sombras por un sulfuro de este metal, formado a costa de la disolución de hiposul-
fito de sosa. Mucho nos exponemos a engañarnos al indicar esta explicación; pero
lo hacemos porque queda el campo abierto a todas las suposiciones, después de
la declaración formal hecha por Mr. Arago en su nombre y en el de los químicos
más distinguidos que han examinado la cuestión, confesando la completa impo-
tencia en que se hallan las ciencias combinadas de la física, la química y la óptica,
para dar una teoría algo racional y satisfactoria de estos fenómenos tan compues-
tos y delicados.

La imagen que resulta de estas operaciones que pudieran llamarse diabólicas,


sufre un nuevo lavado con agua destilada, y con él acaba de adquirir aquella
estabilidad que permite que pueda esponerse a la luz sin sufrir una nueva al-
teración.

Después de esta luminosa esplicación, pasa Mr. Arago a examinar qué mejoras
podrá recibir todavía esta hermosa aplicación de la óptica.

Se ha hablado de fijar no sólo las imágenes, sino hasta sus colores naturales; más
este resultado parece, si no imposible, por lo menos muy dificil de realizar, y Mr.
Daguerre no espera que pueda obtenerse por medio de sus preparaciones; sin
embargo, debemos decir por más increible y maravilloso que parezca el hecho,
que en algunos ensayos practicados con el espectro, se ha visto una especie

Alquimia 15
de coloración azul salir del rayo azul, y así de los demás, excepto el rojo, que no
produce efecto alguno.

Mr. Arago cree que por este método podrán hacerse retratos sumamente pareci-
dos, aunque se presentan para ello dos dificultades, a saber, que la inmovilidad es
necesaria para el buen resultado de la operación, y que esta inmovilidad es casi
imposible de obtener estando el rostro expuesto a una luz muy viva, que necesa-
riamente produce algun movimiento en los ojos; pero Mr. Daguerre ha observado
que la interposición de un vidrio azul en nada perjudica a la acción de la luz, y
preserva suficientemente la vista; en cuanto a la inmovilidad de la cabeza, no es
difícil mantenerla quieta por espacio de algunos segundos.

Otra mejora que sería muy de desear, consistiría en hacer la imagen inalterable al
frotamiento, pues la materia de los cuadros ejecutados por el daguerrotipo es tan
poco sólida, que el menor roce la hace desaparecer como si fuese una pintura al
pastel, de manera que los cuadros obtenidos de este modo, no pueden conservar-
se sino con un cristal delante, y fijos de suerte que no puedan moverse, de donde
resulta inconveniente para usar el daguerrotipo en un viaje; más es de esperar
que algunos nuevos ensayos permitirán obviar este inconveniente, ya con el uso
de algún barniz, o ya por algún otro medio.

En sus numerosos experimentos y ensayos, se ha convencido Mr. Daguerre de


que el sol no obra del mismo modo a todas horas del día, ni aún en los instantes
en que su altura sobre el horizonte es la misma,; es decir, que produce un efecto
mejor a las diez de la mañana que a las dos de la tarde. De aquí se deduce que
el daguerrotipo puede conciderarse como un instrumento de una sensibilidad ex-
quisita, para medir las diferentes intensidades de la luz, punto que hasta ahora ha
ofrecido a la física las mayores dificultades. Es de advertir que la preparación de
Mr. Daguerre se altera por la acción de la luz emanada de la luna, a la cual habían
sido insensibles todas las sustancias que se habían experimentado hasta ahora,
aún concentrando los rayos lunares por medio de una lente convexa.

En la sesión de la academia del 26 del mismo agosto, ha manifestado Mr. Arago,


que Mr. Dumas, después de algunos ensayos, ha descubierto que los dibujos foto-
génicos pueden barnizarse con una disolución caliente de dextrina, que contenga
una parte de esta sustancia y cuatro de agua, con lo cual quedan perfectamente
inalterables. La dextrina es un cuerpo gomoso que se extrae del almidón.

También ha anunciado Mr. Arago que el cobre plateado produce los mismo re-
sultados que el cubierto con la chapita de plata, lo cual era de esperar, puesto
que la plata es como una capa sumamente delgada. En fin, se está en camino de
perfeccionar el descubrimiento, y es imposible calcular el grado de perfección y
de utilidad a que podrá llevarse.

El Cosmopolita, México, 1 de febrero de 1840.


Aparición de imágenes en la cámara oscura
por la sola acción de la luz
Anónimo

Todos saben que el aparato llamado cámara oscura consiste en una caja cerrada
por todas partes, en la que penetrando los rayos de los objetos exteriores al través
de un cristal convexo, se representan éstos de un modo distinto, aunque con los
mismos colores, en una superficie blanca, fija en el centro de dicha caja, y al frente
del anteojo. Mr. Daguerre ha conseguido proyectar estas imágenes tan perfectas
como fugitivas, no con los colores de la naturaleza, sino con sus sombras y su luz,
cual pudiera hacerlo el dibujante más hábil, o más bien con cierta perfección a
que ningún dibujante puede aproximarse, y con tal escrupulosidad de detalles, que
supera a toda ponderación.

Cuando el lente es acromático se diseñan las imágenes en la cámara oscura con


toda limpieza, y esta misma se obtiene por el procedimiento de M. Daguerre; así es
que los perfiles, que no se descubren a la simple vista, se ven distintamente cuando
se miran con el anteojo. Sólo la luz es la que forma la imagen iluminada en la cámara
oscura, la que saca hasta cierto punto el dibujo de la imagen, la que le reproduce a
la aguada en una tabla preparada con un paño particular.

Ahora bien, ¿cuánto tiempo invierte la luz en producir este resultado? Comunmente
ocho o diez minutos en nuestro clima; pero bajo un cielo puro como el de Egipto,
bastarían dos minutos, y quizá uno sólo para ejecutar el dibujo más compicado. No
es M. Daguerre el primero que ha concebido la idea de obtener dibujos en la cá-
mara oscura con sólo la acción de la luz: mucho tiempo ha que se han empleado a
este fin diversas combinaciones químicas, que bajo la influencia de la luz cambian
de color: una de las adoptadas hasta el presente consistía en el cloruro de plata,
que después de preparado en blanco pasa a azulado y a negro al influjo de los
rayos luminosos; de este modo cuando se colocaba en la cámara oscura un lienzo
cubierto de este cloruro recién preparado, se alteraba más o menos el color en sus
diversas partes, según era mayor ó menor la luz que ofrecían las porciones de la
imagen correspondiente: es decir que en los puntos donde reflejaba la luz blanca,
el lienzo se volvía negro, aquellas partes que no recibían luz permanecían blancas.
Resulta pues que no se podía conseguir una verdadera imagen de los cuerpos es-
teriores, puesto que los negros aparecían blancos en el lienzo y los blancos negros;

Alquimia 17
más claro, sólo se obtenían como especie de siluetas. Pero ni aún éstas podían
conservarse, pues desde el instante en que se quería examinar el dibujo sacado,
y se exponía a la luz, la luz empezaba a alterarlo (Concluirá).

“Variedades”, El Duende, México, 1 de febrero de 1840.

Aparicion de las imágenes en


la cámara oscura por la sola
acción de la luz
(Concluye)
M. Daguerre ha encontrado una sustancia infinitamente más sensible a la luz que el
cloruro de plata, y que se altera en sentido inverso, dejando, en las diversas partes
del lienzo correspondientes a las diversas partes de la imagen, tintas oscuras para
las sombras, medias tintas para las partes más claras, y ninguna especie de tinta
en las completamente luminosas. Después de obrar esta acción de la luz en las di-
ferentes partes del lienzo, y de producir el efecto deseado, le saca M. Daguerre de
pronto, y fuera ya de la cámara oscura, no por eso sufre la alteración más mínima.
Parece que este Sr. se ha ocupado muchos años de esto con tanta perseverancia,
y seguridad, que ha llegado al fin, rodeado de infinitas dificultades; y ahora, ven-
cidas ya, el procedimiento de M. Daguerre es tan sencillo, tan al alcance de todos
está, que se expone a no sacar de su invención el provecho que sus estudios y
sus esfuerzos merecen; una cédula de privilegio será insuficiente a garantizarle la
propiedad de una idea, que cada cual puede ejecutar por sí, apenas se extienda
algo más.

M. Arago se propone solicitar del ministro la adquisición del invento de M. Dague-


rre, recompensándole de un modo conveniente. Si se considera este descubri-
miento bajo el punto de vista de utilidad científica, fácil es conocer que tan sensible
reactivo como el que ha encontrado permitirá hacer experimentos fotométricos,
que hasta el día se han tenido por imposibles. “Tales son, dice M. Arago, los ex-
perimentos de la luz de la luna, tan importantes en el sentir de la Academia, que
nombró para ocuparse de ellos a una comisión compuesta de M. Laplace, de M.
Malus y de mí. La luz de la luna es trescientas mil veces más débil que la del sol,
sin embargo no se ha perdido la esperanza de obtener algunos efectos sensibles,
concentrando sus rayos en un anteojo de grandes dimensiones. Nos servíamos de
un anteojo enorme, y colocándole en el foco del cloruro de plata, el reactivo más
sensible que se conocía, no produjo ningún fenómeno de decoloración: juzgué que
M. Daguerre conseguiría mejor éxito empleando su nuevo reactivo, y en efecto,
valiéndose de un anteojo no tan fuerte como el nuestro, ha obtenido a los veinte
minutos una imagen en blanco de la luna sobre el baño oscuro de su lienzo. Hasta
el presente sólo se sabía de un cuerpo, que fuese sensible a la luz de la luna, y es
el ojo, cuya pupila se contrae al influjo de los rayos lunares.”

M. Biot añade algunos detalles a los dados por M. Arago. “He visto Muchas veces
a M. Daguerre, dice, y puedo asegurar, que en los infinitos ensayos que ha hecho
a tan sorprendente resultado, ha descubierto muchas propiedades de la luz, inte-
resantes en extremo, y algunas de ellas podrían haber sido previstas por los físicos
desde el momento en que hubieran tratado de investigar lo que debía suceder en
ciertas circunstancias dadas, siendo en las demás completamente inesperado.”

Respecto al principal descubrimiento puedo hablar de la perfección de los re-


sultados obtenidos, no ateniéndome a mi juicio, sino al de un artista célebre; M.
Paul Delaroche opina que semejantes dibujos pueden dar lecciones útiles a los
pintores más hábiles acerca de la manera de explicar, por medio de la sombra
y de la luz, no sólo el relieve de los cuerpos sino también el trazo local. El mismo
bajo relieve ejecutado en yeso y mármol se representará de diverso modo en
ambos dibujos, de suerte que al primer golpe de vista se conocerá cual es el de
la imagen de yeso.

Casi, casi se conoce en tales dibujos hasta la hora del día que representan. Se han
tomado tres vistas de un mismo monumento, una por la mañana, otra a medio día,
y otra por la tarde, y nadie confundirá el efecto de la mañana con el de la tarde aún
cuando la altura del sol, y de consiguiente las longitudes relativas de las sombras,
sean visiblemente las mismas en ambos casos.

Bien se deja concebir que, no siendo instantánea la acción de la luz en el reactivo,


se necesita que la imagen trazada esté limpia, y los cuerpos que han de proyec-
tarse en la cámara oscura estén perfectamente inmóviles. Así es que sucede a
menudo que no se representan en las vistas los árboles con la misma perfeccion
que los demás objetos; basta para esta diferencia que una ráfaga de viento agite
sus ramas.

Este efecto de la agitación de una de las partes está marcado de un modo singular
en dos vistas, que tiene en su casa M. Daguerre. En una se ve en primer término
un carruaje, tirado por un caballo, todo su cuerpo está inmóvil y de consiguiente
muy bien presentado; más a cada instante bajaba la cabeza para tomar un bocado
de heno, y no está señalado el cuello ni la cabeza, pero existe cierta especie de
rastro entre el lugar más alto y más bajo que ocupaba la cabeza. En el otro se ve un
hombre a quien está otro limpiando las botas: no se movía y está muy bien repre-
sentado, pero el limpia-botas que necesariamente debía menearse mucho, ofrece
una imagen confusa, y con especialidad hacía el brazo.

“Variedades”, El Duende, México, 22 de febrero de 1840.

Alquimia 19
El daguerrotipo
M. González

Damos principio a nuestra tarea anunciando un portentoso invento, que sin duda PÁGINA ANTERIOR
Sin título
formará época en los anales del mundo científico. Al siglo XIX estaba reservado el Daguerrotipo
ca. 1845
poner en acción al agente más incoercible de la naturaleza parta retratarla a ella Col: SINAFO-FN-INAH
núm. de inv.: 839946
misma. Era nuestro ánimo escribir un artículo concerniente al aparato fotogénico del
Sr. Daguerre, cuya operación hemos tenido el gusto de presenciar; pero afortuna-
damente hemos hallado a la mano, en un periódico español, un artículo relativo a
este precioso instrumento, del cual habla en los términos siguientes:

El célebre pintor del diorama de París, M. Daguerre acaba de hacer en su arte un


descubrimiento que puede con razón llamarse prodigioso. Con efecto, trastorna
todas las teorías científicas adoptadas hasta ahora acerca de la luz y de la óptica, y
producirá indudablemente una revolución en el arte del dibujo y la pintura.

M. Daguerre ha hallado el medio de fijar las imágenes que se pintan en el fondo


de una cámara oscura, de manera que ya no son el reflejo pasajero de los objetos,
sino la impresión fija y permanente de ellos, la cual puede trasladarse fuera de la
presencia de dichos objetos, como si fuese un cuadro o una estampa.

Figúrese el lector la exactitud de una imagen de la naturaleza, reproducida por la


cámara oscura, y una a ella la operación de los rayos solares que fijan la imagen
con todos los accidentes del claro y oscuro, y todas las degradaciones de las me-
dias tintas, y podrá formar cierta idea de los dibujos que ha presentado M. Dague-
rre. No trabaja éste sobre papel, sino sobre hojas de cobre bruñido, en las que ha
sacado diferentes puntos de vista de los arrabales de París, y del puente Marie y
sus contornos, son la exactitutd y precisión que sola la naturaleza puede dar a sus
obras. M. Daguerre enseña primeramente la pieza de cobre lisa y limpia, y la coloca
en su aparato, y al cabo de de tres minutos en verano, o algunos más en otoño e
invierno, en que es menor la fuerza de los rayos solares, saca la pieza y la vuelve a
enseñar cubierta de un hermosísimo dibujo que representa el objeto hacia el cual
se ha apuntado el aparato.

Alquimia 21
Una breve y material operación de lavado en seguida es suficiente para que el
punto de vista cogido en tan pocos instantes quede invariablemente fijo, sin que
pueda destruirlo el sol más ardiente.

Los señores Arago, Biot y Humboldt atestiguan lo auténtico de este descubrimien-


to, que ha excitado su admiración, encargándose el primero de dar noticia de él a
la Academia de las Ciencias.

Pero una particularidad de este descubrimiento es que según él no se puede repro-


ducir sino con dificultad la naturaleza puesta en movimiento. En una de las vistas
citada del arrabal, sucedió que todos los objetos que caminaban o se movían no
se fijaron en el dibujo: de dos caballos de un coche parado, meneó uno la cabeza
durante la operación, y salió en el dibujo sin cabeza. Los árboles se retratan per-
fectamente; pero sin duda su color es un obstáculo para que los rayos solares los
reproduzcan con tanta prontitud como las casas y otros objetos de diferente color.
Esto presenta una dificultad para el paisaje, porque hay un punto fijo de perfección
para los árboles y el color verde, y otro para los objetos que no pertenecen a este
color; resultando que cuando las casas salen concluidas, no salen los árboles; y
cuando éstos se retratan bien, las casas se retratan demasiadamente.

En lo que triunfa, pues, el invento de M. Daguerre, es en la naturaleza muerta, o


en la arquitectura. Si una araña muerta a la vista en el microscopio solar aparece
tan acabada en todas sus menores partes que puede estudiarse su anatomía
con la simple vista, sin que contenga una sola fibra ni vaso que no pueda exa-
minarse detenidamente; en breve los viajeros, por medio del daguerrotipo (que
este nombre ha querido darle su autor) podrán copiar con la mayor fidelidad los
más bellos monumentos y los más hermosos puntos de vista, y conocerán cuán
inferiores son sus lápices y pinceles al lado de este aparato; más no por eso
desmayen los dibujantes y pintores, porque los resultados del descubrimiento de
M. Daguerre son cosa diferente de los trabajos de las bellas artes, y en muchos
casos no pueden reemplazarlos.

Los efectos de este descubrimiento pueden compararse en cierto modo a los del
grabado con buril, o a los del grabado al humo, con los que tiene más analogía;
más en cuanto a la verdad supera a ambos.

Sólo se ha hablado hasta aquí de este descubrimiento con respecto al arte en sí


mismo; pero es cierto cuanto se ha publicado sobre el particular, sus resultados
promoverán necesariamente una nueva teoría sobre un punto importante de la
ciencia. M. Daguerre confiesa francamente que la primera idea se la sugirió hace
15 años M. Niépce, de Chalons-sur-Saone; pero tan imperfecta que le ha sido
preciso un largo y obstinado trabajo para llegar a conseguir el efecto.

De las ideas expuestas por M. Arago en su informe a la Academia de Ciencias,


es fácil inferir que el invento de M. Daguerre se funda desde luego en la propie-
dad conocida de la cámara oscura, que pinta los objetos sobre un fondo, del
mismo modo que el cristalino del ojo los imprime en color negro que entapiza la
retina. Síguese el fijar de un modo permanente este cuadro tan exacto, y hallar
algún mordente a propósito para que la luz opere y pueda dejar en él una huella
durable. Toda la dificultad está aquí, y en esto consiste el nuevo invento. M. Da-
guerre ha resuelto el problema, obligando a los pinceles luminosos a que lleguen
a imprimir ellos mismos toda la infinita variedad de sus formas y tintas sobre un
fondo dado con cierta con cierto barniz, en el cual abren una especie de huella.
Es un error creer, como se ha difundido la voz en el público, que se imprimen los
colores: sólo queda un dibujo de viso violado de maravillosa perfección en todas
sus partes.

Conócese, pues, a primera vista que el secreto principal de este descubrimiento


consiste en la preparación del fondo sobre el cual tienen que obrar las imágenes
de la cámara oscura. No puede ser sino un barnizado de un grado suave, sobre el
que la luz opere químicamente, ennegreciéndolo con prontitud. No son raras en la
química este tipo de sustancias, pues generalmente sabido que existe una infini-
dad de materias gaseosas o sólidos vegetales y minerales, en los que el sol ejerce
una acción muy fuerte y poco estudiada hasta ahora. Se concibe bien que si se co-
loca un barnizado de este género en el foco de la cámara, grabándose en él la luz
misma, reproducirá un monócromo perfectamente exacto. Así es que el cloruro de
plata, que es de un blanco mate, se vuelve negro en pocos minutos, bajo la acción
de una luz viva. Según M. Arago, no es ésta la sustancia que emplea M. Dague-
rre, sino otra prepraración muy conocida de los químicos, y mucho más sensible
todavía a la acción luminosa, añadiendo que sería de desear que conservando el
hábil artista el secreto de la preparación de ella, pudiese sacar así algun fruto que
le indemnizará del mucho tiempo consagrado al logro de su designio.

Son, pues, incontestables el mérito de la invención y los servicios que puede hacer,
los dibujos obtenidos por este medio y examinados por los señores Arago, Biot y
Humboldt son delicadísimos. Hasta el presente no se había conseguido sacar por
operaciones análogas a ésta más que algunas especies de siluetas, en las que diri-
gido el sol hacia un fondo cubierto de un barniz preparado, ennegrecía toda la hoja
blanca, menos en los puntos precisos de la sombra de un cuerpo que se interpo-
nia. M. Gaudin, célebre inventor de la luz sideral, consiguió así sacar perfiles para
la escultura con una exactitud inesperada; pero esta especie de calcos ejecutados
por la luz misma no podían conservarse, y se volvían negros progresivamente a la
luz del día. Al contrario M. Daguerre ha encontrado el medio de impedir todo efecto
ulterior, y precaver la confusión de las tintas una vez acabado el dibujo. Además
de ello, en su descubrimiento los claros de los objetos exteriores salen claros en el
dibujo, y los oscuros oscuros, y las medias tintas del mismo modo, siendo esto lo
más incomprensible de este descubrimiento.

Sabido, pues, que la luz es la que ejecuta el dibujo por sí misma en este invento,
no causará extrañeza otro resultado no menos maravilloso, y es que en varios pai-
sajes de M. Daguerre hay puntos en que por medio del lente se ven pormenores
que se escapaban a la simple vista: así es que se copian con toda perfección
los bajos relieves y estatuas; pero sobre todo será precioso su invento para las
grandes masas de arquitectura. En las vistas interiores de París, la una tomada
del puente de las Artes, y la otra de puente de San Miguel, la galería del Louvre se
halla reproducida, particularmente en la primera, con la más admirable verdad.

Alquimia 23
La facilidad de conseguir un dibujo matemático de un gran paisaje en algunos mi-
nutos, que por lo común no pasan de ocho a diez en los días en que hace un buen
sol, es muy preciosa para los viajeros y paisajistas, pudiendo aplicarse también al
dibujo de los grandes monumentos. Promete también este descubrimiento a los
físicos un instrumento muy deseado, y del que hasta ahora han carecido, cual es
el fotómetro o medidor de luz, de una gran sensibilidad. En un tiempo se nombró
una comisión para verificar si el cloruro de plata se ennegrecería a la acción de los
rayos de la luna reconcentrados en el foco de un gran lente. La comisión no pudo
acreditar semejante efecto; pero M. Daguerre asegura (y es un descubrimiento
físico muy interesante) que la luna obra en su preparación hasta el punto de dejar
una imagen muy exacta de sí misma. Puede, pues, aplicarse, según dice M. Arago,
a dar el calco matemático de los planetas y otros cuerpos astronómicos, y propor-
ciona un nuevo medio para el estudio de la física celeste.

“Los objetos movibles son los que no se retratan con exactitud, y la razón es muy
sencilla. Es preciso que la luz tenga tiempo suficiente para morder en el barniz
preparado: podrá operar más o menos felizmente sobre tal o tal parte del fondo;
y si el objeto cambia de sitio o se retira antes que su imagen esté acabada, se
concibe desde luego que deben resultar rasgos caprichosos y confusos; pero
estos inconvenientes quedan muy bien compensados por la extrema delicadeza
de los puntos luminosos. Para los paisajes inmóviles esta verdad de luz es tal
que, según el citado Biot, en tres dibujos de un mismo punto de vista sacados en
tres diferentes horas del día, puede conocerce cuál es el que se ha sacado a la
mañana, al medio día y a la noche; pueden conocerse igualmente los aspectos
vaporosos de la lluvia.

“Este asombroso descubrimiento agradará sin duda más a los físicos que a los pin-
tores, pero sería una intolerancia artística el condenarlo. El arte queda intacto, y el
invento de M. Daguerre no debe desanimar a ningun paisajista dotado de genio.”

Hasta aquí el artículo copiado, al cual únicamente añadiremos que varios mexica-
nos de buen gusto possen ya dibujos que representan algunos de nuestros más
hermosos edificios, y que si se consigue vencer los obstáculos que la luz presenta
para copiar esta clase de dibujos en la piedra litográfica, tendremos la satisfacción
de dar al público una muestra de lo que produce el maravilloso aparato de M.
Daguerre.

De paso diremos que el gobierno francés no ha visto con indiferencia este invento;
antes bien ha recompensado los desvelos de su autor asignándole una renta vita-
licia de dos mil pesos anuales.

Almacén Universal , t.I, México 27 de marzo de 1840.


El daguerrotipo
El Barón Fridrichsshal, cuyos maneras sociales acreditan a un aca-
ballero fino y de instrucción no común, llegó a esta ciudad hace muy
pocos días, trayendo consigo un daguerrotipo, con el cual ha logra-
do formar una hermosa colección de las vistas que ofrecen las más
celebradas ruinas de Yucatán. Muy pronto estos preciosos tesoros
serán debidamente estimados en la Europa, y es muy seguro que
excitarán la curiosidad universal, provocando a los sabios al examen
de objetos de tal importancia. Preciosos son igualmente los dibujos
del señor Barón, y un yucateco no puede menos que enorgullecerse
por un lado, y entristecerse por otro, al contemplarlos ¡Cuánto hizo
perder el fanatismo de nuestros mayores! ¡Qué poco empeño en
evitar la fatal ruina de tan ricos, vistosos y sorprendentes edificios!
Desgraciadamente, aún se conservan algunos resabios inciviles y
fanáticos heredados de los conquistadores. Nosotros los EE. de Mu-
seo, que hemos deseado tan vehementemente el que se verificasen
algunas operaciones arqueológicas sobre Izamal, porque creemos
muy fundadamente que existen prodigiosos monumentos en aque-
lla villa, con sentimiento hemos oído de boca del Sr. Fridrichsshal,
que no fue bien recibido allí, y que en Chichén Itzá casi lo expulsó
el dueño de la finca. Nos pesa en el alma este procedimiento, por-
que los extranjeros formarán un juicio nada ventajoso sobre nuestra
civilización y cultura, y podría retraerlos de visitar el país tan poco
conocido en el viejo mundo.

Aquí no somos arqueólogos, botánicos, químicos, ni cosa que lo


valga. Aún estamos haciendo esfuerzos para tomar la senda del
progreso; y es por lo tanto algo imprudente el no tratar con la debida
consideración, a hombres que la deben a todo el mundo.

Insertamos a continuación un aviso del Sr. Barón Fridrichsshal.

M. F. tiene el honor de participar al respetable público de esta ciu-


dad que por medio de la célebre invención del daguerrotipo, sacará
retratos de medio cuerpo y cuerpo entero, al moderado precio de
6 pesos los unos y 8 pesos los otros, abonándose por separado el
cuadro que importará un peso. Las horas de trabajo serán de las 7 a
las 9 de la mañana, y de las 4 a las 6 de la tarde. Los medios colores
son los más propios para retratarse en esta máquina, y los Sres. y
Sras. que gusten, pueden evitar el amarillo, negro y blanco. Las flo-
res no perjudicarán al dibujo, sino que saldrán con más perfeccción.
Irá á casa de los Sres. que no quieran molestarse en salir, siempre
que se reunan 3 o 4 a la vez.

La exhibición de sus trabajos en la casa de su habitación, será todo


el día, y la entrada por 2 reales.

El Museo Yucateco, núm. 4, Mérida, abril de 1841.

Alquimia 25
Modo de aumentar la
sensibilidad del daguerrotipo
Leemos en La biblioteca universal de Ginebra lo siguiente:

En vista de la analogía que existe entre el cloro y el iodo, se conven-


ció el autor de que el cloro a la acción de la luz, podría aumentar la
sensibilidad de la superficie de la lámina de plata. Intentó primero,
pero sin buen éxito, exponer directamente esta superficie, a la in-
fluencia del cloro, después convertir en cloruro el ioduro de plata
formado en la superficie de la plancha plateada del daguerrotipo
ordinario. Consiguió por este último procedimiento formar una su-
perficie dotada de una sensibilidad tal a la acción de la luz, que
la imagen de un objeto iluminado se representaba sobre ella en la
cámara oscura en un transcurso de tiempo casi imperceptible.

Con este objeto, prepara la plancha iodurada según el método or-


dinario de Mr. Daguerre, y la expone durante medio minuto a la
acción del cloro mezclado con el aire común, en una proporción
tal, que pueda respirarse sin una sensación demasiado penosa.
La plancha se pone entonces tan sensible, que colocándola en la
cámara oscura, con una abertura igual a la que se emplea ordina-
riamente para los retratos en miniatura, se produce la impresión en
el más corto transcurso de tiempo necesario para quitar y reponer
la pantalla. Complétase el dibujo con el mercurio por el método
ordinario.

La lámina así clorurada, en cuanto se expone a la luz, toma un color


violeta muy oscuro, casi negro. No se empaña inmediatamente el
mercurio, y el dibujo es mucho más hermoso que cuando se lava
con hiposulfito de sosa; sin embargo, para conservarle es preciso
lavarle con éste.

El autor asegura que con este procedimiento salen más distintas y


degradadas las sombras y claros, que con el daguerrotipo ordina-
rio. En cuanto a la prontitud de la operación, bastará para formarse
de ella una idea, saber que un hombre andando se ve representa-
do con el pie en el aire, pronto a dar un paso.

Es muy pequeña la parte de cloro necesaria para producir este


efecto. Un medio muy sencillo de medirla, adoptada por el autor,
era abrir un frasco de cloro en una gran caja y dejarle destapa-
do el tiempo necesario para contar una veintena con desprecio.
Cerraba entonces el frasco, y dejaba la lámina expuesta durante
medio minuto a la acción de esta mezcla, por medio de una aber-
tura colocada en lo alto de la caja. Después de haber hecho 50
experiencias, no parecía que el cloro del frasco hubiera perdido la Daguerrotipo,
Sin título,
intensidad de su calor. ca. 1845.
Col. SINAFO-FN-INAH
núm. de inv. 839949

Es preciso evitar con sumo cuidado un exceso de cloro, y debe


atribuirse a esta falta de precauciones el mal éxito de los primeros
experimentos del autor. Inútil es decir que es indispensable impedir
el paso a la luz, mientras duran las operaciones (Corresponsal).

“Boletín”. Diario del Gobierno de la República Mexicana,


t. XXV, México, 5 de febrero de 1843.

Alquimia 27
Daguerrotipo. Miniaturas
Daguerrotipo Eduardo Wilder respetuosamente avisa a los señores de Durango
Sin título, ca. 1850
Col. SINAFO-FN-INAH, que permanecerá un corto tiempo en esta ciudad, con el objeto de
núm. de inv. 839947
sacar los retratos de las personas que gusten ocuparlo.
PÁGINA SIGUIENTE
D.v. Monckhoven, en Traité
Général du Photographie, Los retratos se sacan con una máquina llamada daguerrotipo, del
París, G. Masson editores,
1857. nombre de su autor.
Col. Particular.

La asombrosa exactitud de la semejanza puede sólo concebirse por


los que han presenciado sus resultados. Por la belleza y delicadeza
de la delineación, y por la fuerza y viveza de expresión en todas las
facciones nada puede compararse con el daguerrotipo. No siendo
la mano del hombre que hace el retrato, sino que se delinea por el
medium sutil de la luz, es una imagen ópticamente perfecta, que se
imprime en una superficie de plata, propiamente preparada para re-
cibirla. Por cuyo motivo se garantiza en todo caso la semejanza.

La sala está abierta, desde las ocho de la mañana hasta las tres de
la tarde, en la primera calle de la estampa de San Agustín, a donde
podrán verse las muestras.

El Registro oficial. Periódico del Gobierno del departamento


de Durango, núm. 112, t. II, Durango, 9 de marzo de 1843.
Retratos
En la casa que da vista al costado del señor D. Benito Arritola, cono-
cida por la del señor D. Ignacio Mijares, acaba de establecerse una
máquina de daguerrotipo muy perfeccionada y diferente a todas las
que han recorrido hasta ahora el interior de la República.

Los sujetos a quien pertenece, tienen el honor de ofrecerla al res-


petable público de Durango, asegurándoles que los retratos que se
sacan por ella, son los más perfectos que se han visto; con la ven-
taja al mismo tiempo de poderlos ejecutar a la sombra, empleando
tan poco tiempo en la operación que nada se molesta el retratando
aunque sea de vista débil, y se copian también los niños que son tan
difíciles por sus continuados movimientos.

El precio de cada retrato del tamaño corriente de una miniatura será


diez pesos, y veinte pesos en un tamaño más que doble, comprome-
tiéndose a entregarlos a satisfacción de los interesados aunque sea
necesario sacarlos repetidas veces.

A pesar de que no se permitirá entrar al lugar en que se retrate a


persona alguna sin consentimiento del retratando, los retratistas irán
a casas particulares con su máquina si se les asegurase cuatro re-
tratos por lo menos.

Los retratos se entregarán colocados en su marco con la limpieza y


esmero que requiere una obra tan delicada.

Durango, 27 de junio de 1843.

El Registro oficial. Periódico del Gobierno del departamento


de Durango, núm. 147, t. II, Durango, 13 de julio de 1843.

Alquimia 29
Daguerrotipo
Sebastián Camacho y Zulueta

Los adelantamientos que han elevado a las ciencias fisicas, exactas y naturales,
al grado de perfección en que hoy se encuentran, han sido rápidos y sorpren-
dentes en estos últimos años, en que el amor al estudio, la afición a observar
atentamente las producciones sublimes de la naturaleza y el espíritu de mejora,
que todo lo invade y todo lo escudriña, se han propagado por el mundo entero
de una manera extraordinaria. A cada paso nos sorprenden invenciones nuevas,
que colocan a sus autores en el catálogo de los hombres ilustres, ensanchando
la órbita de los conocimientos útiles; y todos los días admiramos entusiasmados
nuevos descubrimientos, frutos preciosos de la observación y la paciencia que
afianzan más y más el vasto dominio de las ciencias, engrandecen las artes y son
considerados como los monumentos más nobles, más gloriosos y más duraderos
que pueden levantarse al genio: o mejor dicho, que el genio mismo se levanta,
para inmortalizar sus inmensas concepciones. Muchas pruebas, pruebas de to-
dos los días podría citar en confirmación de estas verdades; pero hoy me limitaré
a una sola, al interesante descubrimiento del célebre Daguerre, hecho en 1839,
después de quince años de trabajos, para fijar las bellísimas imágenes que se
presentan en la cámara oscura.

La forma de este aparato es muy variada; pero comúnmente se reduce a una caja PÁGINA ANTERIOR
Marc-Antoine Gaudin,
de madera de base rectangular, herméticamente cerrada por sus seis costados, Traité practique de
photographie. Exposé complet
en uno de los cuales lleva un tubo movible con una lente convexo-convexa. La des procédes relatifs au
daguerréotype,
imagen de todos los objetos que abraza el disco de la lente pasa al través de ella, París, J.J. Dubochet et Cie
editores, 1844.
y va a pintarse disminuida al lado opuesto de la caja. Cuando se quiere hacer un Col. Particular

dibujo por medio de este aparato, se coloca un espejo plano dentro de la caja
inclinado 45 grados sobre el fondo, y en la parte superior un papel restirado. La
imagen de los objetos que se quiere dibujar pasa al través de la lente, como en
el caso anterior, y se pinta en el espejo inclinado de donde se refleja al papel,
sobre el cual puede calcarse; pero para esto se necesita mucha paciencia, mu-
cho cuidado, mucho tiempo, y aún así nunca se obtienen los dibujos tan precisos
como se quisiera.

Estas razones, y el deseo que se tenía de conservar, o hacer duraderas las imá-
genes de la cámara oscura, indujeron a varios sabios a trabajar por descubrir o

Alquimia 31
formar una sustancia capaz de recibir y hacer indelebles las impresiones de la
luz. Nunca se desesperó de obtener el resultado que se petendía, porque ya se
había observado la influencia que ejerce este fluido sobre muchos cuerpos, dis-
minuyendo o variando poco a poco su color, como sucede con toda clase de lien-
zos, ya sean de seda, lana o algodón; por lo mismo se trabajó para conseguirlo
durante muchos años. En la serie de estos trabajos se hicieron descubrimientos
llenos de interés, que se acercaban bastante a lo que se deseaba y que siempre
honrarán a sus autores; pero el que tuvo un éxito más brillante, el que corres-
pondió a todas las esperanzas y satisfizo todos los deseos, venciendo todas las
dificultades con su constancia y su paciencia, fue Daguerre, como ya indiqué.

Para sacar dibujos por medio de la cámara oscura, practicando el método de


este hombre ilustre, se ejecuta, según uno de los físicos más acreditado de nues-
tros días, lo siguiente:

“Se toma una lámina de cobre plateada, cuya superficie se procura que sea de
plata pura sin liga alguna de cobre, para lo cual se le pule, por medio de una
muñequilla de algodón cardado, con polvo de trípoli humedecido en agua que
contenga un catorceavo de su peso de ácido nítrico. Por esta operación queda
la lámina limpia, y el ácido nítrico disuelve el cobre que pudiera estar mezclado
a la plata de la superficie.

“Preparada la lámina de este modo, se le afianza en un marco de madera y se le


expone a recibir los vapores del yodo colocándola en una caja, cuyo fondo con-
tenga algunos fragmentos de esta sustancia, que se evapora al aire libre, y forma
sobre la superficie de la lámina una capa de ioduro de plata, que poco a poco
va tomando color hasta ponerse amarilla de oro, a cuyo tiempo es indispensable
retirarla y ponerla en la obscuridad, hasta que la cámara esté dispuesta para
recibirla. La capa de ioduro de plata, que se adhiere fuertemente a la lámina, es
extremamente sensible a la radiación química, y la luz difusa la transforma rápida-
mente en sub-ioduro de plata, que es, por el contrario, muy fácil de desprender.

“La imagen de los objetos que se quieren dibujar, se recibe, antes de poner la lá-
mina, sobre un vidrio sin pulir, en el que va a pintarse con más o menos confusión,
según la distancia a que se halla la lente, de suerte que será necesario acercarla
o retirarla, por medio del tubo movible en que se encuentra colocada, hasta que
la imagen se produzca sobre el vidrio de la manera más clara posible; después
de lo cual se sustituye, en lugar de éste, la lámina ya preparada, que debe per-
manecer en la cámara cierto tiempo, dependiente de la intensidad de la luz, de
la hora del día y de la época del año en que se practica la operación. Inmedia-
tamente que se retira la lámina del aparato se le expone a recibir los vapores del
mercurio en una caja hecha a propósito, cuyo fondo contiene una cápsula en que
se hecha este metal, la cual se calienta con una lámpara de alcohol puesta por
debajo de ella.

“Por una pequeña ventana lateral se puede observar de tiempo en tiempo la


superficie de la lámina, acercando una bujía, porque la caja debe estar en la
oscuridad, y entonces se ve que el dibujo se manifiesta sucesivamente como
si estuviera cubierto de una niebla opaca que poco a poco se disipase. En esta
operación se precipita el mercurio evaporado, en glóbulos microscópicos, sobre
las partes de la lámina que han sido atacadas por la luz, y disuelve el sub-ioduro
de plata mientras que el ioduro, que forma las sombras, queda adherido a la lá-
mina y permanece con su color amarilloso. Con objeto de hacerlo desaparecer,
lo que es necesario para evitar nuevas impresiones de la luz que desfigurarían el
dibujo, y para dar a éste todo su vigor, se lava la lámina sumergiéndola varias ve-
ces en una disolución de hiposulfito de sosa, o de agua destilada que contenga
sal común. Después de esto se vuelve a lavar la lámina con agua hirviendo, a fin
de hacer desaparecer completamente la disolución de hiposulfito, o de sal, que
con el tiempo podría manchar el dibujo.

“El mercurio esparcido en diversas proporciones sobre las partes que represen-
tan los claros, se adhiere tan débilmente a la lámina, que puede borrarse el me-
nos toque, por lo cual es necesario colocar el dibujo, luego que se le ha lavado
con el agua hirviendo, en un marco con su vidrio.”

Practicando esta serie de operaciones se obtienen unos dibujos tan perfectos


que nada dejan que desear. Es verdad que el azul purísimo del cielo, el verde
encantador del campo y la expresión incomprensible que los colores imprimen
a los objetos, se representan allí bajo un mismo aspecto monótono y sombrío;
pero hay tal verdad en el dibujo y tal exactitud en todas sus partes, que casi
compensan esta falta. Yo he visto algunos de estos dibujos, y no sé si me ha
sorprendido más la exacta minuciosidad con que se reproducen las formas
todas de los objetos por pequeños que sean; o la pureza, transparencia y clari-
dad de las sombras, que desprenden al dibujo de la lámina y le dan una alma,
un vigor y una expresión inexplicables, que a pesar de las mejoras que se ha-
bían introducido en la pintura y de la aplicación interesante de los reflejos en las
sombras, no se habían podido imitar.

Se han introducido mejoras en el uso del daguerrotipo, que lo hacen cada día
más y más interesante. Una de ellas es acelerar muchísimo el tiempo que es
necesario para que se haga la impresión de los objetos, que antes era de mucha
duración. Para esto ha propuesto el mismo Daguerre, después de varias expe-
riencias, que se electrice la lámina, por cuyo medio se obtienen los dibujos en
muy poco tiempo. Lo mismo se consigue poniendo la superficie de la lámina a
que reciba los vapores del clorido de iodo o de bromo, lo cual aumenta mucho la
sensibilidad del ioduro de plata.

Últimamente se ha propuesto también sustituir a las láminas de metal, hojas de


papel. El método es del químico Lassaigne, y se practica, según Lamé, del modo
siguiente:— “Se toma una hoja de papel muy igual y bien pulido, y se le humede-
ce muchas veces secándolo cada vez, por medio de un pincel impregnado de
una disolución que contenga partes iguales de agua destilada y nitrato de plata.
Cuando se haya secado se le sumerge en una disolución de sal marina, donde
se le conserva durante diez minutos; en seguida se le pone al sol hasta que se
ennegrezca; después se lava con agua pura y se deja secar en el aire. Por estas
diversas manipulaciones se consigue que el papel sólo contenga sub-cloruro de-

Alquimia 33
Cámara oscura para taller, plata insoluble; y antes de emplearlo se le sumerge en una disolución de ioduro
en A. Liébert,
La Photographie de potasio, se le comprime entre dos hojas de papel de estrasa y se le aplica
en Amérique, París,
edición de autor, 1878. húmedo sobre el vidrio sin pulir de la cámara, a fin de que reciba las impresiones
Col. Particular.
de la luz. Sobre las partes del papel esclarecidas, se forma un ioduro de plata
amarillo claro, y un sub-cloruro obscuro sobre las que están en sombra. Quitada
la hoja del papel del aparato, se le lava con agua pura, a fin de hacer desapare-
cer las sales de potasio.”

Aún se han hecho mejoras más importantes al precioso descubrimiento de Da-


guerre, de las que quizá hablaré otra vez. También hablaré si es posible de las
numerosas aplicaciones que se han hecho de él y de su influencia en las ciencias
y en las artes.

México, abril 8 de 1844.

El Liceo Mexicano, México, Imprenta de J.M.Lara, 1845.


El daguerrotipo
Varias veces nos hemos aprovechado en el país de las ventajas que
ofrece este celebre descubrimiento, que ha inmortalizado el nombre
de su inventor Mr. Daguerre; pero ha sido temporalmente, y como
de paso, a la llegada de algunos curiosos viajeros, o por pura espe-
culación.

Ahora será otra cosa, pues el Sr. D. Antonio Pallás, casado y esta-
blecido entre nosotros, después de un viaje a los Estados Unidos,
ha empezado a hacer retratos por aquel procedimiento tan sencillo
cuanto admirable, en que la luz es el único agente; y como hemos
tenido algunas obras suyas en la mano, podemos afirmar que reunen
toda la perfección de que son susceptibles, agregando que la ope-
ración es obra tan sólo de treinta segundos, que es hasta donde ha
podido alcanzar el arte.

He aquí un paso, muy avanzado, para el establecimiento de la lito-


grafía que tanto ansiamos unir a esta imprenta, porque el Sr. Pallás,
a quien no es indiferente nada de cuanto pueda conducir a los pro-
gresos de Yucatán, su patria adoptiva, nos ha prometido reproducir
los retratos de algunos sres. obispos, y sacarnos las vistas de la Ca-
tedral, el Jesús y otros elegantes edificios de esta capital, por cuyo
ofrecimiento le damos las más expresivas gracias.

Registro Yucateco. Periódico literario. t. I


Mérida, Yucatán. Imprenta de Castillo y Compañía, 1845.

Retratos por el daguerrotipo


El que suscribe tiene el honor de avisar a este ilustrado público que
acaba de llegar de la Europa con una máquina de última invención,
con lo cual ofrece sacar retratos con la mayor exactitud, tanto con
colores como sin ellos, y de una o más personas sobre la misma pla-
ca. Ofrece que los retratos saldrán perfectamente iguales al original
y a la entera satisfacción de cada individuo.

Tendrá mucho gusto en enseñar las muestras y el surtido de cajas y


marcos a las personas que se dignen en favorecerme con su visita.
Calle del Colegio y Minerva, frente al Sr. Aldana.

Precios de cada retrato cuatro pesos: Ricardo Carr.

El Noticioso, núm. 134, año 1, estado de Yucatán,


30 de mayo de 1847.

Alquimia 35
Importante adelanto en el da-
guerrotipo. Retratos hechos
en un segundo
D. H. Custin ha conseguido sacarlos en este cortísimo tiempo por
un descubrimiento enteramente suyo.

hasta el arte del daguerrotipo se ha presentado con mil dificultades


e inconvenientes: el retratante estaba sujeto a permanecer sentado
largo tiempo, y su tedio se aumentaba por las frecuentes repeticiones
ocasionadas por la insertidumbre del procedimiento químico; el retra-
tante sacaba una expresión forzada; y casi era imposible retratar niños
y grupos de familia.

El Sr. Custin quien en el procedimiento antiguo ya estaba mucho


más adelantado en este arte que la pluralidad de artistas, pues
sacaba retratos en 4 o 5 segundos, se congratula ahora de poder
comunicar al público, que en estos días ha hecho un descubrimien-
to por el cual ha reducido este corto tiempo hasta la cuarta parte;
de suerte, que con un cielo sereno no necesita más que un sólo
segundo para producir un retrato hermoso y animado, libre de la
expresión del fastidio marcado en el semblante por lo mucho que
duraba la operación. El que se retrata le obtendrá su imagen en 15
o 25 minutos ya concluída y colocada en una pulida cajita o gra-
cioso cuadro. La duración de estos retratos está probada por los
mineros químicos de Europa, lo que aumenta el valor de ellos para
todas las naciones civilizadas. Niños de cualquier edad y animales
vivos pueden sacarse con facilidad.

Se invita a las personas, que gusten convencerse de la veracidad


de este descubrimiento, a visitar la habitación del Sr. Custin en la
calle de Tacuba núm. 2, donde el que quiera puede retratarse de las
8 de la mañana a las 4 de la tarde, sin ser molestado por personas
extrañas. Como la permanencia del Sr. Custin en México es por un
tiempo muy limitado, será en obsequio de un público amante de las
artes, no dejar pasar esta ocasión sin aprovecharse de ella. El dueño
de este establecimiento ha recibido de París un excelente surtido de
cajas y marcos para colocar retratos.

El Universal. Periódico independiente, t.III,


México, 28 de octubre de 1849.
Retratos de colores al dague-
rrotipo. ¡¡¡Infinitamente más
naturales y más perfectos que
las miniaturas al pincel!!!
El que suscribe anuncia al ilustrado público, que acaba de llegar Daguerrotipo
Sin título, ca. 1845
de su expedición al interior de la República, y ahora tiene el honor Col. SINAFO-FN-INAH,
núm. de inv. 839948
de avisar a sus amigos y antiguos favorecedores, que ha abierto su
galería en su antiguo local, Gran Sociedad, cuarto núm. 39 primer
piso, en donde, como antes, ofrece servir con esmero a los que gus-
ten honrarle con su confianza en todo lo que pertenece a su giro; y
no hace ninguna exposición pública, ni elogios, porque el público
mexicano conoce muy bien la perfección de su trabajo, tanto en la
exactitud y estilo de los retratados, como en el colorido, que es un
segúndo arte.

Se haya de venta en la misma todo lo que pertenece al ramo, como


instrumentos de la mejor calidad, cajas, láminas, sustancias quími-
cas, etc.

Calle del Espíritu Santo, Gran Sociedad, cuarto núm. 39.


—A. J. Halsey.

El Universal. Periódico independiente, t.III,


México, 22 de noviembre de 1849.

Alquimia 37
Daguerrotipo
El que suscribe tiene el honor de anunciar a este ilustrado público,
que ha abierto su establecimiento en la calle de la Carnicería, núm.
14, casa de la modista francesa, en el que sacará los retratos que
se dignen pedirle las personas que lo honren con su asistencia.
Habiendo tenido una dedicación esmerada en este arte, está se-
guro de que los retratos que salgan de su establecimiento, no sólo
son mejores que los que se conocen en la República hasta hoy,
según se justifica con las muestras que se exciben diariamente a la
expectación pública si no tan claros y bien acabados como la mejor
miniatura hecha a mano.

El método de que se sirve el artsita, es el electromagnético, ulti-


mamente descubierto en Europa, el cual da realce y hermosura a
los retratos. Las personas que gusten retratarse, deben aprovechar
esta ocasión, pues sólo se detendrá muy pocos días en la ciudad,
y advierte a las señoras que el local donde tiene establecida la
máquina, es bastante decente y preparado de modo que su delica-
desa no se ofenda al concurrir a honrar al artista.

Los precios son los siguientes: $4, 5, 8 y 12.—


César von Duven.

Nota: se avisa a las señoras que concurran a retratarse, se sirvan


hacerlo con traje oscuro, pues de este modo se da más realce al
retrato.

Los retratos se sacarán en tiempo claro, nublado y aún lluvioso. El


establecimiento estará abierto todos los días, desde las ocho de la
mañana hasta las tres de la tarde.

El Noticioso, núm. 188, vol. II, Puebla, 14 de noviembre de 1949.


Gran establecimiento de
fotografía, de la Fama de los
Retratos
Calle primera de la Monterilla núm. 1

Cuando hace tres meses publiqué mi fabulosa rebaja en los precios


de mis retratos, no faltó quienes dijeran que lo hacía por desespera-
ción, y que eran las últimas manotadas de un ahogado, sin embargo
de que siempre me ha favorecido el público ilustrado de esta capital,
más que a ningún otro retratista.

Hoy más que nunca, los hechos refutan victoriosamente todo lo


que en vano ha inventado el despecho de algunos rivales para
desacreditar.

LA FAMA DE LOS RETRATOS

Los resultados de un sólo año de mi trabajo en México, han sido


fundar un verdadero establecimiento digno de esta gran capital.
¡fundarlo y fomentarlo!

Quise primero acreditarme por mi trabajo, y en efecto me ocuparon


con gusto, a pesar de ser mis precios superiores a los de los demás
establecimientos.

Casi se había muerto de consunción el daguerrotipo en México,


¡Para él renació el perdido entusiasmo!

Seguro ya de mi crédito con esta prueba, no temí hacer lo que nadie


se hubiera atrevido a poner en ejecución. Igualé los precios de los
retratos con los de Europa. Tal determinación ha sido coronada por
el más brillante éxito, y hoy no sólo la clase privilegiada, sino todas
las clases de la sociedad, acuden a mi taller.

Animado por esta benevolencia del público para conmigo, mi más


vivo deseo es manifestarle mi gratitud. Así, no he omitido ni omitiré
gasto ni sacrificio alguno para perfeccionar mi trabajo, embellecer
mi establecimiento, conseguir siempre de las primeras fábricas de
Europa y del Norte, los mejores y más costosos materiales en fin,
para merecer cada día mejor la distinción con que se me honra.

Tengo hoy el gusto de anunciar a mis amigos, a mis numerosos fa-


vorecedores y al público en general, que acabo de hacer construir
un nuevo salón con una inmensa claraboya, según todas las reglas
fotográficas y otras sugeridas por mi experiencia.

Alquimia 39
Salón de pose Gracias a esta nueva mejora, la primera de su clase en México, y
para la fotografía,
en Louis Figuier, Les sirviéndome de instrumentos perfeccionados, de hoy en adelante,
merveilles de la science
ou description populaire mis retratos superarán con mucho a los anteriores, allanándose por
des inventions modernes,
París, Furne, Jouvet et Cie, medio de ingeniosas combinaciones todas las dificultades del arte,
editores, 1869.
Col. Particular. dando, en fin, vida e inteligencia al daguerrotipo, como el mejor ar-
tista a su pincel.

Mi trabajo es ahora instantáneo.

Saco los grupos dando a cada cara igual vigor y claridad.


Reproduzco los blancos de los vestidos claros.
Trabajo sea cual fuera el tiempo.
En cuanto al colorido que doy a mis retratos, no me contento con
dar toques de carmín en los labios y mejillas; y respecto de eso ya el
público ha formado su juicio.

Mi objeto al sacar un retrato, no es hacer un muñeco de cera, y


embellecerlo, sino trabajar como artista y hacer que obedezca mi
daguerrotipo a las reglas del buen gusto en pintura.

Notas.—Hay piezas reservadas para las familias que quieran estar


solas.
Las señoritas pueden venir sin recelo alguno. En la Fama de los Re- La Revolución, núm. 13,
t.I, México, 5 de agosto
tratos no se sacan retratos dobles para especular con ellos. de 1855.

Precios de los retratos PÁGINA SIGUIENTE


Daguerrotipo
Los que antes valían $4 valen ahora $1.50 Sin título, ca. 1845
Col. SINAFO-FN-INAH,
“6 “ 2.50 núm. de inv. 839953
“7 “ 3.50
“8 “ 4.00
“12 “ 5.50
Los retratos estereoscopicos “14 “ 7.50
Los grandes con caja de lujo “16 “ 10.00

En los grupos, en lugar de 4 ps. de aumento por persona, se cobra


sólo 1 ps., excepto de los retratos grandes, en que se cobran 2 ps.

Para sacar un retrato fuera del establecimiento 40 ps.

Surtido constante para diez mil retratos.


Marcos, cajas corrientes y de lujo, medallones, anillos, cigarreras &c.

Los retratos se hacen y se entregan concluidos en diez minutos.


La Revolución, núm. 13, t.I, México, 5 de agosto de 1855.
— Em. Mangel de Mesnil—

Alquimia 41
Galería de retratos
del daguerrotipo.
Rebaja de precios
Mr. Halsey tiene el honor de participar a sus numerosos amigos y
al público en general, que después de haber pasado su galería de
retratos de la Gran Sociedad a su nuevo local Puente del Espíritu
Santo Nº 8, la concurrencia ha sido mucho más numerosa que an-
teriormente, y agradece al público por estas repetidas muestras
de confianza, y ahora deseando dar una prueba al público y a sus
amigos de su agradecimiento, ha resuelto hacer una rebaja nota-
ble en los precios de los retratos y a ponerlos al alcance de todas
las clases de la sociedad, garantizando como siempre que aunque
sus precios son mucho más comodos que anteriormente, no por
eso dejarán de ser mucho más perfectos y superiores los retratos a
cuantos se hacen en esta capital, con respecto al estilo, exactitud y
colorido que sin este último requisito el retrato no puede ser perfec-
to ni igual a la persona como puede atestiguar todo México, porque
es necesario advertir que una gran parte de los retratos hechos en
México hasta el día de hoy, están muy imperfectos por la falta ab-
soluta de expresión en los ojos, y la falta de emoción en la fisono-
mía, porque en los demás establecimientos de esta naturaleza en
México, trabajan en la azotea, y habiendo un calor excesivo y sien-
do tan fuerte la luz y el resplandor que destruya completamente la
espresión natural de la fisonomía y los ojos pierden enteramente su
brillo. En fin, evitando todos los incovenientes o incomodidades ha
procurado plantar una galería digna de la ilustración y el progreso
de la capital de la República.

Efectos del daguerrotipo de todas clases, cajas, láminas, tanto de


lujo como corrientes, anillos, prendedores, relicarios de oro, &c.,
de venta por mayor a precios equitativos.

Calle del Puente del Espíritu Santo número 8.

Diario de avisos, núm. 64, t.I, México, 19 de enero de 1857.

Alquimia 43
Retratos.
Con grandes rebajas
de precios
Miguel M. Servin, participa al público y a sus amigos hacer retra-
tos al daguerrotipo a dos pesos, y en ambrotipo o relieve que tanto
han llamado la atención en México, pues a la simple vista se ven
de bulto, a tres pesos, poniendo caja de aumento, un peso; siendo
también concluidos o iguales en su efecto, a los que en otras partes
valen ocho y diez pesos. Para grupos de dos, tres o más personas el
precio será convencional. Se pueden ver algunos retratos de mues-
tra, en la casa del que suscribe, segunda Calle de la Monterilla,
núm. 1, y esquina de Capuchinas. Miguel M. Servin.

Diario de avisos, núm. 85, t. II, México, 12 de abril de 1858.

El hallotipo
Galería de retratos de todas clases

Diario de avisos, Mr. Halsey participa al público y a sus numerosos amigos que ha
México, 11 de mayo de
1858, núm. 110. perfeccionado un nuevo procedimiento para hacer retratos en pa-
pel llamado hallotipo, que tiene un efecto estereoscópico, pues a la
PÁGINA SIGUIENTE
A. J. Halsey simple vista se ve el retrato de bulto, indudablemente es el retrato
Sin título, ca. 1860.
Col. Particular. más hermoso que se ha visto hasta el día de hoy, tanto por la perfec-
ción, como por la suavidad y naturalidad de los colores, en fin no se
necesitan elogios ni recomendaciones basta sólo ver estos retratos
para convencer al mundo entero de su grande perfección y hermo-
sura sobre todos los que han presentado al público hasta la fecha.
También se hacen ambrotipos estereoscópicos que se ven de bulto
sin necesidad de las lentes. Muestras de estas producciones se
pueden ver en la galería del que suscribe.

Puente del Espíritu Santo, núm. 8

Diario de avisos, núm. 58, t.II, México, 11 de marzo de 1858.


Alquimia 45
Retratos de bulto
Tenemos la satisfacción de anunciar al público que hemos visitado
al establecimiento de retratos al daguerrotipo perteneciente al apre-
ciable y laborioso mexicano D. Miguel M. Servin, que se haya situa-
do en la casa Nº 1 de la 2a calle de la Monterilla, que hace esquina
con la de Capuchinas. En dicho establecimiento hemos visto varios
retratos sacados de personas muy conocidas de esta capital, bajo
el nuevo sistema llamado de relieve o bulto y hemos quedado ver-
daderamente complacidos al observar la perfección en el parecido,
el buen gusto y hermosura, tanto en el colorido, como en todos
los demás pormenores de dichos retratos, por lo que, sin temor a
equivocarnos, creemos que los del Sr. Servin no pueden mejorarse
en México, pues tiene especial gracia y cuidado en imitar con toda
perfección el color natural de cada persona retocada.

Recomendamos a todos lo que tengan buen gusto en ese ramo, el


establecimiento del artista referido, pues en el verán con verdadero
orgullo y satisfacción, los adelantos de un mexicano que a fuerza
de estudios y constancia ha logrado perfeccionarse en el arte de
su profesión hasta un grado superlativo, con la enorme ventaja de
que siendo sus retratos de los mejores conocidos aquí, los hace por
un precio sumamente equitativo, que corresponde a menos de la
mitad, del que otros artistas cobran por un retrato de igual clase o
acaso inferiores.— Unos aficionados de las bellas artes.

Diario de avisos, núm. 93, t. II, México, 21 de abril de 1858.

Gabinete oscuro de fotógrafo,


en Louis Figuier,
Les merveilles de la science
ou description populaire des
inventions modernes,
París, Furne, Jouvet et Cie,
editores, 1869.
Col. Particular.
Antigua galería de
retratos al daguerreotipo
A consecuencia de algunas ocupaciones que ha tenido el que sus-
cribe, suspendió por algunos días sus trabajos en este estableci-
miento; pero concluidas aquéllas, tiene el honor de ofrecer de nuevo
al público sus servicios, protestándole con sinceridad, que con es-
mero, puntualidad, y por un precio muy moderado, hará los retratos
que le encomienden, obligándose a que si no salieren a satisfacción
de la persona interesada, los repetirá hasta conseguirlo sin cobrar
por esta repetición mayor cantidad de la que se haya estipulado. El
precio de los retratos será de dos (2) pesos 4 reales para arriba, y
siempre proporcionando al mérito de las cajas, relicarios, prende-
dores, anillos, o marcos en que quiera el interesado se coloquen,
aumentando también en proporción del número de personas que
formen los grupos de familia que le encomienden. Ofrece asimismo
encargarse de las copias de todas clases, retratos estereoscópicos,
&c. Las horas que ha destinado para hacer el trabajo, incluso los
días festivos, son desde las nueve de la mañana hasta las cinco de
la tarde, aún cuando el tiempo esté nublado, advirtiendo que las
personas que gusten, podrán ser retratados en sus casas mediante
el aumento de precio que se convenga.

Situada en la 2ª calle de San Francisco núm. 9


Antigua Casa de Correos

México, de 1858. — Miguel G. Rodríguez

Diario de avisos, núm. 99, t. II, México, 28 de abril de 1858.

Alquimia 47
Gran exposición de retratos
Conocido como el establecimiento mejor, más grande y más barato
de la Ciudad de México, en la calle del Ángel No 7.

Para los señores que prefieren retratos más grandes, hemos empeza-
do a tomar retratos de relieve de un tamaño hasta ahora desconocido
y a un precio sumamente barato; una visita a nuestro establecimiento
convencerá al más incrédulo que las mejoras y adelantos que hace-
mos en este bello arte, nos coloca a la cabeza de nuestra profesión,
pues nadie hay que pueda igualar a nuestros retratos de mayor ta-
maño. Podemos asegurar al respetable público de México, que ni en
Europa se pueden encontrar retratos superiores a los nuestros.

FOTOTYPO
Los inventores de retratos de bulto, tienen el honor de anunciar otro
nuevo método sobre una materia que facilita la remisión de los re-
tratos a todas partes del mundo, que tiene muchas ventajas sobre
el papel, particularmente la de resistir los efectos del aire, el tiempo
y el agua y que presenta más bien un retrato al óleo o miniatura
que un fototypo, con la notable recomendación de costar, al tamaño
menor, sólo 2 pesos, los más grandes en proporción de su tamaño,
3, 4 y 6 pesos.

Llamamos la atención de los habitantes de esta capital hacia nuestro


establecimiento para que puedan juzgar de su mérito.
— Curtis y Chauner, profesores de fotografía.

Diario de avisos, núm. 152, t. II, México, 29 de junio de 1858.

Importante para los fotógrafos


y daguerrotipistas
Habiendo recibido de Londres la semana anterior y puesto en prac-
tica inmediatamente, un nuevo procedimiento para sacar hermo-
sísimos retratos sobre tela o hule, como las muestras que hemos
presentado al público, enseñaremos en unos cuantos días dicho
procedimiento a las personas que gusten apreciarlo por una modi-
ca retribución.—1ª Calle de Santo Domingo número 2.
— Tumbridge y Balbontin.

Diario de avisos, México, 1 de diciembre de 1858.


Diario de avisos, núm. 152, t. II, México, 29 de junio de 1858.

Alquimia 49
Melanotipos indelebles
sobre tela. Inimitables retratos
Esta clase de retratos, desconocidos hasta ahora en esta capital
y que tengo el honor de presentar al público antes que ninguno,
tienen las ventajas siguientes:

Primera. Un precio tan equitativo, que lo pongo al alcace de todas


las clases, estando seguro que nadie podrá igualarlos, porque los
que en otra parte son de dos pesos, yo los doy a un peso, y así
sucesivamente.

Segunda. Una exactitud tan perfecta y una finura tal, que rivalizan
con ventaja con los ambrotipos y con las mejores fotografías.

Tercera. Una adherencia tan sólida, que se resiste al frotamiento, al


agua y aún a la acción de varios agentes químicos.

Cuarta. Ni el tiempo, ni la luz por intensa que sea, los alteran en lo


más mínimo.

Quinta. Pueden guardarse en una simple cartera y aún remitirse


dentro de carta, sin que por eso sufran detrimento alguno.

No me extenderé más en encomiar mis retratos; al público toca juz-


gar de esta nueva y prodigiosa invención. Me remito a su ilustración
y buen gusto. También sigo mis trabajos sobre papel y ambrotipo.

Estoy en el establecimiento a todas horas y todos los días hasta los


festivos.

Se hacen retratos fuera del establecimiento, a precios módicos.


Aunque esté nublado y llueva puedo trabajar con éxito.

Las muestras están a la vista de todo el que quiera honrar la casa


de su servidor. —Joaquín Díaz González y Cie.

Primera calle de Santo Domingo, núm. 3

Diario de avisos, núm. 1, México, 1 de diciembre de 1858.


Aclaración interesante
melanotipos sobre tela
Primero calle de Santo Domingo N° 3

Única casa donde hasta hoy se ha tenido la satisfacción de presen- Ambrotipo


Sin título, ca. 1860
tar al público retratos indelebles por el más moderno y mejor proce- Col. SINAFO-FN-INAH,
núm. de inv. 838867
dimiento, conocido en los Estados Unidos y Europa.

La circunstancia de haber junto a mi casa otro establecimiento de re-


tratos, en donde hace cuatro días han comenzado a hacerlos sobre
tela, procurando imitar los míos, que han recibido tanta aceptación
en el ilustrado público, me hace poner esta aclaración, para que
las personas que quieran honrar mi casa, que es la única hasta hoy
donde se hacen los verdaderos melanotipos indelebles sobre tela,
no confundan ambos establecimientos, en perjuicio suyo y de la bien
fundada fama que tienen mis retratos. De nuevo invito a las personas
de buen gusto a pasar a mi casa y decir, en vista de mis muestras, si
hay o no la debida justicia a mi procedimiento.

Mi establecimiento está abierto a disposición del público, desde las


siete de la mañana, hasta las seis de la tarde en la primera calle de
Santo Domingo N° 3.—Joaquín Díaz González y Cie.

Diario de avisos, México, 1 de mayo de 1859.

Alquimia 51
Nuevos retratos de bulto
de todas clases y tamaños.
Garantizados
Desde un peso, doce reales, dos pesos, veinte reales, tres pesos,
&c., mejores y más baratos de cuantos se hacen en toda la Repú-
blica. Se irán a retratar los cadáveres y cuales quiera otra persona a
sus casas por doce pesos. Se hacen retratos para poner en relica-
rios, prendedores &c., por cuatro y cinco pesos; y magníficos sobre
tela y papel para mandarlos por el correo. En pocos días y por una
módica retribución se enseña este arte a las personas que quieran
aprenderlo, lo mismo que varias preparaciones químicas indispen-
sables. No se detiene a las personas que honran el establecimiento,
más que el tiempo absolutamente necesario para entregarles sus
retratos. Todos los días se hallará en casa al retratista subiendo sin
preguntar a nadie, desde las ochos de la mañana hasta las cinco de
la tarde. Los vestidos oscuros son los más propios para retratarse.

Primera Calle de Santo Domingo núm. 2, en la casa nueva.—Juan


M. Balbontin.

Nota Suplico a las personas que tengan la bondad de preferir mis


retratos, fijen su atención en el número 2, por haber otro estableci-
miento junto al mío.

Diario de avisos, núm. 133, México, 4 de mayo de 1859.

Novedad en los retratos


al daguerrotipo
El que suscribe, participa al público haber descubierto un nuevo sis-
tema absolutamente desconocido hasta hoy, por el cual aparecen
dichos retratos con dos luces contrapuestas, una natural y otra de re-
flexión, lo que les da más hermosura y realce, favoreciendo al mismo
tiempo la semejanza al original, lo que podrán calificar las personas
que gusten visitar el establecimiento, sitio en la casa número 12 de
la calle del Coliseo Viejo.

Mexico, 1859. —Polo

Diario de avisos, núm. 142, México, 14 de mayo de 1859.


Nuevos retratos
De bulto de dos luces contrapuestas, una natural y otra de reflejo, Daguerrotipo
Sin título, ca. 1845
por lo que aparecen con más realce y hermosura, favoreciendo al Col. SINAFO-FN-INAH,
núm. de inv. 838854
mismo tiempo el parecido al original.

Sistema absolutamente nuevo y desconocido hasta hoy en el Da-


guerreotipo. Sin embargo del mayor trabajo que requieren estos
retratos para lograr su buen efecto, los precios son muy modera-
dos. Además, se hacen de hule a 12 reales. De bulto comunes, y
ambrotipo, desde 20 reales. Al óleo en lienzo, varios precios.

Los señores que quieran retratarse a caballo, pueden ocurrir al es-


tablecimiento de las diez a las doce de la mañana.
Casa Número 12. Calle del Coliseo Viejo.

Junio de 1859. —Polo

Diario de avisos, núm, 157, México, 1° de junio de 1859.

Alquimia 53
Nuevos retratos de bulto
con dos luces
Daguerrotipo Una natural y una de reflejo, por lo que aparecen con más realce y
Sin título, ca. 1845
Col. SINAFO-FN-INAH, hermosura, favoreciendo al mismo tiempo el parecido al original.
núm. de inv. 839944.

Sistema absolutamente nuevo y desconocido hasta hoy en el dague-


rrotipo. Además de hacen de hule, de ambrotipo, al óleo en lienzo,
y se pintan paisajes, imágenes, &c. Se hacen copias y reproduccio-
nes. Se dan lecciones de dibujo y de pintura en el mismo estableci-
miento, o en la casa de los que lo soliciten.

Se suplica a las personas de buen gusto, pasen a visitar el estable-


cimiento, para que vean los adelantos, de este bello arte, pues se
puede asegurar que los retratos de esta casa pueden competir con
las mejores miniaturas tanto por el exacto de las facciones, cuanto
por lo hermoso del colorido.

Sin embargo del mucho trabajo que requieren estos retratos para
que su iluminación sea perfecta, los precios son sumamente cómo-
dos, y además se hace una considerable rebaja en ellos, cuando
una persona toma de tres en adelante.

Calle del Coliseo Viejo, casa núm. 12 que hace esquina al Colegio
de Niños. —Polo

Diario de avisos, núm. 184, México, 2 de julio de 1859.


Retratos
El que suscribe, avisa a sus amigos en particular, y al público en ge-
neral, que en su establecimiento de daguerrotipo y fotografía, situado
en la segunda calle de la Montarilla y esquina de Capuchinas, desde
la presente fecha se ha propuesto hacer una rebaja en el precio de
sus retratos, y ofrece a las personas que se dignen honrar con su Daguerrotipo
Sin título, ca. 1845
presencia el establecimiento, hacerles un trabajo sumamente esme- Col. SINAFO-FN-INAH,
núm. de inv. 839945.
rado en todo lo que corresponde a su arte, pues se hacen hermo-
so retratos sobre lámina, retratos de bulto perfectamente figurados,
ambrotipos sobre cristal y retratos sobre papel y sobre tela, éstos
colocados en cajas finas o marcos, relicarios, prendedores y anillos,
según el gusto de las personas interesadas; advirtiendo que el traba-
jo que salga de dicho establecimiento será garantizado.

Para el desempeño del daguerrotipo en lámina, se ha asociado a mí


D. Miguel G. Rodríguez, joven bastante conocido por su buen traba-
jo, pues es el discípulo más bien aprovechado del Sr. Halsey, y el
que tuvo su establecimiento en la segunda calle de San Francisco
núm 9, antigua casa de correos: éste, por su parte, ofrece dejar muy
complacidos a las personas que se dignen ocuparlo.

México, septiembre, 1° de 1859. Miguel M. Servin.

Nota: el establecimiento se halla abierto todos los días, incluso los


festivos, desde las ocho de la mañana hasta las cinco de la tarde;
también se advierte que se hacen retratos fuera del establecimiento
por precios muy moderados.

Diario de avisos, núm, 242, México, 9 de septiembre de 1859.

Alquimia 55
Extraordinaria
Y sin igual baja de precios en los retratos de ambrotipo, tela, papel,
transparentes, melanotipos y estereoscópicos; únicos que pueden
llamarse verdaderos de bulto

1ª Calle de Sto Domingo num. 3.

Habiendo recibido últimamente con alguna comodidad un buen


surtido de efectos, y deseando corresponder al público que hasta
aquí me ha distinguido tanto con su preferencia, he querido, vistas
además las actuales circunstancias, darle una nueva prueba de mi
gratitud, poniendo a mis retratos unos precios muy bajos que en
ningún otro establecimiento, sin que por esto sean inferiores en el
parecido, &c.

Creo poderme jactar de ser el único que por los precios de 6 reales,
1 peso, 10 reales, 14 reales, 2 pesos, 20 reales, 3 pesos, 4 pesos,
5 pesos, 6 pesos, 8 pesos, &c., da sus retratos tan bien acabados
como todos los que salen de mi galería. Respecto de los retratos
estereoscópicos, únicos, repito, que pueden llamarse con justicia
de bulto, me refiero a las muestras que tengo en mi galería, e invito
a todas las personas que no los conozcan para que pasen a exami-
narlos, y comparándolos con esa especie de muñecos recortados
que algunos ha querido impropiamente llamar de bulto, den su fallo
y digan si podré ser desmentido. Se retratatan cadáveres fuera del
establecimiento por 10 pesos y más. Se enseña este precioso arte a
los aficionados, por un precio módico. Todos los trabajos que salen
de mi establecimiento se garantizan.

Ofrezco a las señoritas que honren mi establecimiento, que si algún


retrato quedara en él, no será vendido a ningún precio, sin su previo
permiso.

Se venden aparatos y sustancias preparadas para el arte de la fo-


tografía.

Repito, como en mis anteriores anuncios, que por motivo a haberse


abierto otro establecimiento junto al mío, es fácil una equivocación
como casi diariamente sucede, y adviertan las personas que me
honren, que el número de mi establecimiento es el
3
Joaquín Díaz Gonzalez y Cª

Diario de avisos, núm. 252, México, 21 de septiembre de 1859.


¡¡Atención!!
Nuevos retratos de bulto de todas clases y tamaños sobre vidrio:
retratos sobre papel en negro y pintados a la aguada y al óleo hasta
de media vara, por el profesor D. Lorenzo Aduna: retratos este-
reoscópicos y todo lo más que abraza hoy el arte de la fotografía;
a precios sumamente bajos, todo garantizado, 1ª calle de Santo
Domingo núm. 2

Reconocida la superioridad de mis retratos de bulto, que a la per-


fección y limpieza reúnen la completa semejanza con el original, cir-
cunstancias todas que admiran las personas instruídas de esta capi-
tal y los que vienen de fuera de ella, participo al ilustrado público que
hoy no tienen rival, pues les he agregado fondos artísticos negros o
degradados permanentes que despegan completamente la imagen
sin necesidad de verlos con lentes.

Estos retratos, cuyo mérito todos confiesan, lo niegan sólo algunos


charlatanes envidiosos en despecho de que no lo pueden imitar.

En sustitución al hule, cuyos retratos se ponen negros, por causa


de las materias de que está perfeccionada esta tela se hacen en
papel para mandar por el correo. Se irán a retratar los cadáveres y
cualesquiera otras personas a sus casas. Se hacen toda clase de
copias. En pocos días y por la cantidad de veinticinco pesos, se
enseña la fotografía sobre vidrio y la preparación de las sustancias
indispensables. Todos los días se hallará al retratista en la vivienda
principal que es la que ocupa, desde las ocho de la mañana hasta
las cinco de la tarde. Los vestidos oscuros son los más apropiados
para retratarse; más no será inconveniente que sean de otros colo-
res. Se preparan calodiones, se venden y cambian máquinas para
hacer retratos, se componen y corrigen las aberraciones de esferici-
dad y de acromatismo que tengan, hasta la exacta coincidencia del
foco químico y visual, sin cuyo requisito no habrá nunca perfección
de imágenes.

Primera Calle de Santo Domingo núm. 2. Vivienda principal.


—Juan María Balbontin

Nota —Suplico a las personas que tengan la bondad de preferir mis


retratos, fijen su atención en el número 2, por haber otro estableci-
miento junto al mío.

Diario de avisos, núm. 272, México, 14 de octubre de 1859.

Alquimia 57
Alquimia 59
Mentiras garrafales
El Sr. Balbontin, que hace retratos en la primera calle de Santo Do-
mingo núm. 2, ha publicado en este diario un anuncio tan lleno de
mentiras, que era necesario estar privado de la razón para dejarlas
pasar desapercibidas.

El pertenecer yo a tan hermoso arte y el estar mi establecimiento


junto al de este señor, mi silencio sería una aprobación y los que por
desgracia confundan mi establecimiento con el suyo me harían autor
de tales desatinos.

1ª mentira: dice el mismo Sr. Balbontin en el anuncio que publica,


que “sus retratos son mejores y más baratos que cuantos se hace en
la República”. En cuanto a lo primero, sólo la ignorancia es capaz de
concebir presunción tan ridícula. Yo puedo presentar al Sr. Balbontin
al momento que guste, no uno, sino varios individuos ante los cuales,
tendría que aparecer muy niño en el arte, aún en aquello que dice
saber mejor.

Sin duda el Sr. Balbontin ha querido volar en alas de su buen deseo


y por eso se equivocó. En cuanto a lo segundo sin tener que ocupar
ferrocarriles mi establecimiento está junto al suyo y en mis muestre-
ros tengo los precios; que se vean unos y otros. ¿Pero con qué se
compara si nada hay? ¿Por qué no hace otro tanto el Sr. Balbontin
para probar que dice verdad y para que el público compare y ca-
lifique? las cosas no se dicen señor mío, sino que se hacen, de lo
contrario se da lugar a que lo tengan por charlatán y más cuando se
habla a un público, que aunque prudente, conoce y merece consi-
deraciones.

Dice también “que participa al público que sus retratos no tienen


rival” ¡Qué delirio! ¡Qué ceguedad! ¡Qué ridiculez!... No hay duda:
repito que ha volado en alas de su buen deseo. Esto se llama char-
lar, esto se llama mentir sin respeto y sin consideración al público:
buscando quizá por este medio, ya que no puede por los legales
una gloria de que carece, la cual conseguirá únicamente entre las
pocas personas que no piensan. El que recurre a medios ilícitos, es
porque le falta verdades y razones. Su palma no la envidio. Digo yo
en el anuncio que publico en este diario, que esos retratos que hasta
aquí han llamado de bulto* es lo peor que se conoce por ser anti-ar-
tísticos en el dibujo y que parecen muñecos recortados. Esto es una
verdad y estoy pronto a probarlo. El Sr. Balbontin quiso contestar en
el anuncio que publica con estas palabras arrogantes “estos retratos
cuyos méritos todos confiesan, lo niegan sólo algunos charlatanes
envidiosos en despecho de que no los pueden imitar” ¡pobre señor!
será preciso perdonarlo porque no supo lo que dijo. Es necesario
no aventurarse tanto para no caer en el ridículo. Yo aconsejo al Sr. Ambrotipo
Sin título, ca. 1860
Balbontin obre con prudencia y veracidad. Col. SINAFO-FN-INAH,
núm. de inv. 839993.

PÁGINA 58
Esto que dije y repito; de que esos retratos llamados de bulto, son Ambrotipo
Sin título, ca. 1855
anti-artísticos en la parte del dibujo y que parecen muñecos recor- Col. SINAFO-FN-INAH,
núm. de inv. 839990.
tados. Esto no lo dije por decir y charlar, así como todo lo que he
puesto aquí, sino que el día que guste el Sr. Balbontin, se lo puedo PÁGINA 59
Ambrotipo
hacer ver, ante una junta respetable de profesores de la Academia Sin título, ca. 1855
Col. SINAFO-FN-INAH,
de San Carlos y en otra junta de fotógrafos. Será el único recurso núm. de inv. 839985.

que el Sr. Balbontin deberá tomar para desmentir si puede. Pruebas


se necesitan y no palabras, señor mío así como si me contesta, le
suplico recapacite para que no se separe del asunto. Para las prue-
bas, si ud. se anima, está pronto su servidor. Quisiera decir más,
pero soy hombre ocupado y me someto en lo dicho a la calificación
de un público ilustrado. —Joaquín Díaz Gonzalez y Cª.

* Con este nombre han querido postergar los estereoscópicos, que


son los únicos que merecen el nombre de abultados.

Diario de avisos, núm. 278, México, 21 de octubre de 1859.

Alquimia 61
Alquimia 63
D. Joaquín Díaz González
El fárrago de mentiras garrafales que ha publicado dicho señor en PÁGINA ANTERIOR
Ambrotipo
este diario, reconviniéndome porque según su opinión, no hablo Sin título, ca. 1855
Col. SINAFO-FN-INAH,
con veracidad y respeto al público de esta capital en mis anuncios, núm. de inv. 839993.

me ha dejado estupefacto, porque son tan gratuitos los cargos que


PÁGINA 62
me hace, como extemporánea la causa que los motiva. A mi edad Ambrotipo
Sin título, ca. 1860
y en la absoluta independencia en que vivo estaba muy lejos de Col. SINAFO-FN-INAH,
núm. de inv. 839979.
pensar que pudiese tener tutores o apoderados oficiosos que tan
PÁGINA 63
directamente se entrometiesen en mis negocios cuando cite ud. ahí Ambrotipo
Sin título, ca. 1860
que me he equivocado pues todo un Sr. Díaz González, con el do- Col. SINAFO-FN-INAH,
núm. de inv. 839982.
ble carácter de fotografo y artista, se me viene encima como llovido
del cielo, con la sana intención, es verdad, de poner coto a mis des-
atinos, ridiculeces y charlatanerías; invitándome a comparecer ante
una junta de artistas de la Academia de San Carlos, y otra de fotó-
grafos, para probar mi incapacidad como artista; no de otro modo
que en los tiempos de Aristipo y de Pericles citaban a los reos para
que compareciesen ante el arcópago de Atenas, para ver su pro-
ceso. Sin embargo, yo no puedo menos que dar las gracias por sus
buenos oficios al Sr. Díaz González, sin perjuicio, no obstante, de
decirle algunas palabras a oreja para que nos entendamos y no nos
oigan los demás. En primer lugar, dígame ud. Sr. D. Joaquín Díaz
González con la franqueza que acostumbra, ¿no es verdad que le
gustan a ud. mis retratos en general, y en particular los de bulto, por
sus blancos y negros tan bien expresados y limpios, por su actitud
natural y artística, pues las sombras y medias tintas bien definidas,
ocupan el lugar que les corresponde, según las reglas de los me-
jores maestros, lo mismo que las luces respectivamente, y sobre
todo, por su completa semejanza con el natural; y que para hacer
esto se necesita una instrucción no común, una clara inteligencia y
una habilidad mecánica que no a todos les es dado tener?

¿No es verdad que si ud. habla al público en otro sentido es porque


está ud. despechado de no poderlos imitar para quitarme los pa-
rroquianos, y por eso charla y vocifera y me busca rencillas porque
dichos retratos son su constante pesadilla?

¿Aún no le dice a ud. su conciencia, Sr. Díaz González, que tengo


razón en decir que mis retratos son buenos y más buenos respec-
tivemente que en otras partes, cuando me pagan las personas que

Alquimia 65
Diario de avisos, México,
22 de marzo de 1958
los buscan, dos, tres, cuatro, cinco pesos, &c. y no quieren los de
seis y cuatro reales que hacen en otros establecimientos? Pare-
ce que no puede haber razón más concluyente: y no se diga que
equivocan mi casa con la de ud., porque muchas veces yo mismo
les digo que adelante, en el número 3 los hacen a seis reales; pero
ellos me responden que así estarán, que buscan lo que se llama un
verdadero retrato porque lo barato cuesta caro. ¿Qué culpa tengo
yo, pues, de este proceder de un público voluntarioso que no obe-
dece los deseos de ud., cada uno sabe irse a su casa derechito,
y es una ilusión creer que pueden confundirse los números 2 y 3,
y más cuando en el número 2 se hacen retratos de bulto, mientras
que al 3 le son antipáticos. Así, pues, no le queda a ud. más arbi-
trio que hechar lazo a las gentes que quieran retratarse, antes de
entrar a mi casa, subirlos a la de ud. y convencerlos por demostra-
ciones matemáticas, o con frijoles que seis reales es menos dinero
que un peso, y con más razón que dos pesos.

Yo bien veo que por todo esto me tiene ud. lástima Sr. D. Joaquín
Díaz González lo que no puedo menos que agradecerle; pero a
propósito de lástima y para que no vaya a ser la lástima que ud.
me tiene de un color equívoco, le contaré un parrafito: en mi fami-
lia había un hermano mío que se llamaba José María, y le decían
Pollillo los demás hermanos, conque cuento a ud. hay que un día
de su santo se estrenó un vestidito José María y el hermano inme-
diato descendiendo se puso a llorar a lágrima viva, preguntando Diario de avisos, México,
19 de mayo de 1858.
porque lloraba respondió que le tenía lástima a Pollillo porque
se había estrenado un vestido... Aunque las comparaciones son
odiosas, como todo contribuye al buen resultado de un negocio,
no podré menos que decirle a ud. que las diferencias de las lo-
calidades que respectivamente ocupamos, debe acercar o alejar
las personas respectivamente: ud. tiene un gallinero en la azotea
de una pequeñisima casa que le gana doce pesos y a que impro-
piamente pretende ud. llamar galería: yo ocupo una bonita y am-
plia habitación, la principal de una casa nueva, con una sala de
recibir amueblada con decencia y que me gana 55 pesos: pues
esto sólo, convenzase ud. y aun suponiendo todas las demás cir-
cunstancias iguales, sería bastante para alejar a las personas de-
centes y de gusto de su casa de ud. si las personas equivocan mi
casa con la suya y celoso ud. de su forma y buen nombre quiere
conservar inéditas sus interesantes producciones, México es muy
grande y puede ud. elegir el punto que mejor le convenga; que
en cuanto a mí estoy contento con el aprecio de mis obras. Ce-
lebro mucho D. Joaquín Díaz González que sea ud. un ardiente
amateur del arte fotográfico y desearía sinceramente que hiciese
ud. en él positivos adelantos, para lo cual se necesita un estudio
y una dedicación constantes, y no meterse en chismes de cocina,
que cuando menos quitan el tiempo, y el tiempo es dinero como
dice Benjamín Franklin.

Alquimia 67
No hable ud. ya de sus retratos estereoscópicos porque son cosa
pasada en autoridad de cosa juzgada, pues sirven más bien como
divertimento de chiquillos: sólo las viejas necesitan lentes, pues los
jovenes gustan ver con sus ojos mondos y birondos. Parece Sr.
Joaquín Díaz González que ud. no aborda los adelantos fotográ-
ficos sino cuando están en su ocaso. Además buen negocio hará
ud. dando retratos estereoscópicos a seis reales, cuando sólo los
vidrios cuestan el doble en casa de los Sres. Calpini.

Tampoco deberá ud. hacer melanotipos indelebles como aseguró


ud. que eran en su anuncio de marras, porque el tiempo ha proba-
do que lejos de eso son bien deleznables, pues en pocos meses
se ponen horribles; por lo tanto y habiendo ud. engañado al público
miserablemente, debería volver el dinero a todas aquellas personas
que retrató en hule, o cuando menos reponerle sus retratos en pa-
pel, ya que fracasaron los encomiados melanotipos.

Ahora diré a ud., para que lo sepa, las razones por qué tienen tan
corta vista los retratos de hule, melanotipos indelebles. Todos los
ácidos tienen la propiedad de desprender el colodión fuertemente
adherido al vidrio, cuya acción ejercen atacando la celulosa de ese
compuesto. Para poseer los positivos directos al hule, se emplean
de preferencia diluidos en alcohol, los ácidos nítrico y sulfúrico, que
además de la acción dicha, obran sobre la pequeñísima cantidad
de plata reducida que forma la imagen, y firman con ella nitrato o
sulfato de plata, y como ambas sales ennegrecen a la acción de la
luz, es claro que los retratos hechos por ese procedimiento, se bo-
rrarán, como sucede, en más o menos tiempo. Si a esto se agrega
que el aceite secante y el cianoferroide de potasium (azul de Pru-
sia) con que está confeccionada la tela, no son los materiales más
apropósito para garantizar la duración de la imágenes, es un motivo
más para su pronta desaparición.

Si tuviese ud. un ápice de sentido común, Sr. D. Joaquín Díaz Gon-


zález no se habría puesto en evidencia prodigándome en su folleto
con tanta audacia como ignorancia injurias e insultos inmerecidos,
porque a tiro de ballesta conoce todo el mundo que la envidia es
su móvil puesto que prescindiendo del escaso mérito que pueda
yo tener como retratista, soy una persona que no me meto con ud.
para maldita de Dios la cosa. Es una desgracia lamentable que se
halle ud. dominado por esa vil pasión; en el pecado llevará siempre
la penitencia; porque como dice el probervio, “el corazón envidioso
está amasado de hiel y de amargura, su lengua destila veneno;
sentado en su triste rincón gime y murmura y el bien que llega a los
otros es un mal para él”.

Se jacta usted de ser discípulo de la Academia de San Carlos, y


esta circunstancia es honorífica para los que verdaderamente han
aprovechado la experiencia de tan útil establecimiento. Los emi-
nentes artistas Mata y Terrazas que con el carácter de maestros le
han pertenecido, y con el de discípulos, entre otros muchos, los se-
ñores Cordero y Aduna, son testigos innegables de aquella verdad,
pero que jamás hicieron ostentación de su saber, dejando a juicio
público la calificación del mérito de sus obras, lo que prueba que
el genio de los mexicanos ameritados es modesto y susceptible
sin embargo de llegar a la cumbre del saber. Un ejemplar recien-
te viene a corroborar mí acierto, la ópera nueva del célebre mexi-
cano maestro Paniagua, que tan justos como merecidos aplausos
ha recibido de nacionales y extranjeros. Más ud. Sr. Joaquín Díaz
González, ¿qué ha hecho por apropiarse el nombre de artista y ud,
que me cita con arrogancia ante una junta de fotógrafos y otra de
artistas de la expresada academia? No hay mayor desgracia en el
hombre que no conocerse a sí mismo, porque el hombre es hijo de
sus obras, y éstas revaloran siempre, su capacidad, su instrucción,
su gusto y hasta su educación misma. Sus obras de ud., Sr. D. Joa-
quín Díaz González, están revelando lo que vale y lo que se debe
esperar de ud. ¿Qué respondería ud. ante esa junta de artistas de
la Academia de San Carlos sobre alguna cosa de las que ud. hace,
por ejemplo y sin ir más lejos, sobre ese retablo que para llamar
la atención pública tiene ud. en la puerta de su casa? Porque esa
obra por sí sola forma el proceso de ud., es el testigo innegable de
su incapacidad no digo como artista, sino como mediano pintor de
brocha. Ese retrato podría pasar solamente en un pueblo de indios
y en los suburbios de México, con dificultad se encontrará un ma-
marracho igual. Prescindiendo de la elección de colores con que
está pintado, que no deja de ser circunstancia agravante en cuanto
al gusto, pues tiene el fondo nevado, amarillo el marco, y las letras,
unas rojas del color de sangre de toro y otras azules o negras; pero
y qué letras, Dios Santo! desproporción en la sombra, en los tama-
ños, en las distancias; no hay plan, no hay dibujo, no hay nada que
pueda indicar ni remotamente la idea del arte y mucho menos del
gusto. Repito que esta sola obra, este sólo retrato que rechaza las
miradas del público, basta y sobra para hacer el proceso de ud. Sr.
D. Joaquín Díaz González, no ya entre las personas imparciales e
instruidas, sino aún entre sus adictos más pasionados.

Y para que no olvide ud. la lección, Sr. D. Joaquín Díaz González, le


suplico que la medite detenidamente, por ser la primera y la última
que le daré, pues no acostumbro ocuparme de paparrachas y ton-
terías. —Juan M. Balbontin.

Lo expuesto es suficiente para que el público decida si soy yo el


charlatán mentiroso o es ud.

Diario de avisos, México, 26 de octubre de 1859.

Alquimia 69
Al público:
los retratos en tela no se borran.
Los retratos que llaman de bulto
son anti-artísticos
Creyendo que por honor del arte y respeto al público no debería de
contestar al Sr. Balbontin, en los mismos términos que este señor
usó en su anuncio publicado en este diario número 293, pero no
pudiendo además dejar pasar desapercibido los crasísimos errores
que está plagado su insustancial artículo, al contetar quise apoyar-
me en la opinión de personas respetables y para eso he demorado
en la publicación del presente. Dirigí las adjuntas cartas a los artis-
tas, fotógrafos y químicos de bastante fama en esta capital, cuyas
contestaciones insertadas al fin prueban ya bastante lo que hay de
falso, engañoso contra el sentido común en esa interminable charla
de juglar con que el señor Balbontin intenta sorprender al público.

Quedan aún otras proposiciones de dicho señor que sin autoridad


de ninguna clase todo el público juzgará de absurdos, y de absur-
dos más imperdonables cuando los dice quien se tiene por maestro
en el arte: tales son por ejemplo los que asienta el Sr. Balbontin cuan-
do asegura “que compone y corrige las aberraciones de esfericidad
y acromatismo” como el mejor fabricante de lentes de Europa.

En cuanto a la serie de personalidades que usa el Sr. Balbontin, las


dejo sin contestación, porque el público bastante ha censurado a
mi favor y porque ese idioma es muy ajeno de quien se crea con
alguna educación y decencia: la cuestión en su terreno científico
sólo me ocupa y para terminarla me basta el apoyo en la califica-
ción de peritos irrecusables, pues esto y sólo esto, la decide siendo
cualquiera otro medio chicona y charlatanería. El público verá por
los siguientes documentos, la exactitud con que hablé al sector que
los retratos llamados de bulto son enteramente nulos, que son muy
superiores los estereoscópicos, y que por otra parte los defectos
con que tacha el Sr. Balbontin los retratos en tela, depende de su
torpe manipulación y no de las disparatadas causas que este se-
ñor acusa ante semejantes pruebas el público juzgará, yo por mi
parte enteramente sujeto a tan respetable fallo, protesto que no
volveré a ocuparme de la cuestión Balbontin siendo ésta la última
vez que me dirijo a la prensa sobre materias que tan poco conoce
mi contrario.

Los documentos son los siguientes:


Los retratos llamados de bulto no son buenos.
Sr. D. Juan Cordero. —Muy señor mío de mi particular aprecio y
respeto. Suplico a ud. tenga la bondad de decirme su opinión sobre
el mérito artístico de los retratos estereoscópicos y los llamados de
bulto, y a cual de ambos debe darse la preferencia.

El deseo de apoyarme en una opinión tan respetable como la de


usted en materia de arte y buen gusto, me obliga a inferirle esta mo-
lestia que aguardo disimulará ud. de su afectísimo servidor y amigo
que atento S.M.B.

Joaquín Díaz González. Noviembre 4 de 1859

Contestación

Sr. D. Joaquín Díaz González. —Muy señor mío: Disfruto la honra


de decir a ud. en contestación de su apreciable que antecede que
no es disputable racionalmente la superioridad de los retratos este-
reoscópicos, sobre los recortados o de bulto; y por lo consiguiente,
a aquéllos debe darse la preferencia sobre éstos, como se debe dar
siempre a lo mejor de lo bueno.

Me repito de ud. su atento y seguro servidor Q.S.N.B. —su casa. No-


viembre 9 de 1859.—Juan Cordero.— Jesús Corral.-— José Manuel
Miranda.— Primitivo Miranda.

Opinión de los fotógrafos y químicos.

Los infraescritos preguntados por el Sr. Joaquín Díaz González, so-


bre si es cierto que los retratos en tela se alteran a la acción de la luz
por el transcurso del tiempo, y si la temida alteración podría depen-
der del uso que se haga de un ácido nítrico o sulfúrico para transferir
el nitrato, formándose con la plata metálica de que éste se compone,
un nitrato o sulfato de plata, ambas sales sensibles a la luz. Con-
testamos: primero, que hasta ahora no hemos visto alterarse ningún
retrato, cuando éste ha sido hecho con un colodión de una densidad
conveniente, debidamente yodurado y sometido a la acción de los
baños sensibilizador y reductor el tiempo puramente necesario para
que este último obre sobre la capa de yoduro de plata reduciendo la
plata metálica sin pasar a oxidarla pues entonces perdería el retrato
el blanco del metal, y quedando negrusco, de este color pasaría a
la tela; segundo, que este color negrusco, impropiamente llamado
alteración, pues que todo retrato directo mal desempeñado lo tiene
antes de pasar a la tela y sufrir la acción del tiempo, nunca podría
atribuirse a la formación de un nitrato o sulfato de plata, pues am-
pliando cualquiera de los dos ácidos diluidos en el alcohol, aquél
se descompone y la reacción no se efectúa, pues a ser así el retrato
primitivo o directo, se borraría en el lavado, siendo aquellas sales
solubles al agua.

Alquimia 71
Noviembre 6 de 1859. —Antonio Espinoza y Cervantes. — Ignacio
Baz. —Evaristo Bustillos. — Manuel Espinosa y Cervantes.— Andrés
Martínez. — Juan Tumbridge. -— Maximino Polo. — Francisco de P.
Montes de Oca.

Hubiera querido poner más pruebas de personas peritos en ambas


materias; pero mis ocupaciones y el no merecer la pena cuestión tan
decidida, a simple vista me hacen omitirlos, y por lo expuesto ya, el
público verá que cumple lo que anuncia su humilde servidor.
Joaquín Díaz González.

Diario de avisos, núm. 300, México, 16 de noviembre de 1859.


D. Joaquín Díaz González
Habiendo suplantado mi nombre este señor en el anuncio que publi-
có en el número 300 del periódico Diario de avisos, con motivo de
querer probar que los retratos en hule no desmerecen con el tiempo,
lo aviso al público para su conocimiento y al señor redactor de dicho
diario, para que sirva borrar mi nombre de tal anuncio, protestando
tomar las medidas concernientes contra el autor de semejante abu-
so, y con arreglo a las leyes del país.

Mexico, noviembre 18 de 1859.


—John Tumbridge.

Diario de avisos, núm. 314, México, 2 de diciembre de 1859.

Sr. editor del Diario de avisos, D. Vicente Segura Arquelles.—Muy Nuevos retratos de bulto,
15 de junio de 1858. p. 4,
señor mío de mi particular aprecio.— Cuando publiqué mi artículo núm. 140.

sobre la cuestión Balbontin, en las pruebas que lo acompañaron,


PÁGINA ANTERIOR
entre varias firmas, puse la del Sr. Tumbridge, porque verbalmente Cámara oscura, en Louis
Figuier, Les merveilles de
este señor me autorizó para ello. Ahora que por razones particulares la science ou description
populaire des inventions
dicho señor retira su firma, suplico que la mande borrar de mi co- modernes,
París, Furne, Jouvet et Cie,
municado, publicando al fin la presente carta, para que el público editores, 1869.
Col. Particular.
entienda que no ha habido impostura de mi parte al poner entre los
fotografos el nombre del Sr. Tumbridge.

Soy de ud. su afectísimo servidor, Q.S.M.B.


— Joaquín Díaz González
Nov. 22 de 1859.

Diario de avisos, núm. 314, México, 2 de diciembre de 1859.

Alquimia 73
La fotografía
M. Villanueva

Joseph - Nicéphore Niépce


José Niépce crea la fotografía.-Daguerre.-Descripción del procedimiento fotográfico
Las imágenes de este artículo
provienen de
de Daguerre.-Perfeccionamiento del descubrimiento de Niépce y Daguerre.- Pro-
Louis Figuier,
“La photographie”,
cedimiento seguido hoy para sacar una prueba de fotografía en metal.- Fotografía
en Les merveilles de la scien-
ce ou description populaire
en papel.-Teoría y práctica de las operaciones de la fotografía en papel.- Fotografía
des inventions modernes,
París, Furne, Jouvet et Cie., en cristal; empleo del colodión.
Editores, 1869.
Col. Particular.

A José Nicéforo Niépce, natural de Chalon-sur-Soane, que nació en 1765, corres-


ponde el honor del descubrimiento de que vamos a ocuparnos. A los veintisiete
años de su edad José Niépce formaba como teniente parte del ejército que ha-
cia la campaña de Italia, y en 1794 fue nombrado administrador del distrito de
Niza. En 1802 volvió a su ciudad natal, donde se reunió con su hermano, Claudio
Niépce. Retirados en una pequeña casa de campo sita a orillas de Soane, en las
inmediaciones de Chalons, ambos hermanos se ocuparon de asuntos industria-
les y de ciencia aplicada. El principio de los trabajos fotográficos de Niépce se
remonta al año de 1813.

El problema cuya solución buscaba Niépce consistía en fijar las imágenes de la


cámara oscura. Este aparato se compone de una caja cerrada por todas partes, a
excepción de un pequeño agujero por el cual penetran los rayos luminosos. Estos
cruzándose entre sí, van a formar una imagen invertida y abreviada de los objetos
de una pantalla colocada en el fondo de la caja.

Porta, físico napolitano, que fue el primero que dio a conocer el fenómeno oca-
sionado por la cámara oscura, imaginó colocar un lente biconvexo delante de la
abertura de la misma. Por este medio la imagen gano mucho en brillantez, limpieza
y colorido.

En 1824 resolvió Niépce el problema que se había propuesto, reducido, como ya


hemos dicho, a fijar la imagen de la cámara oscura. El agente químico impresio-
nable por la luz que al efecto eligió, fue el betún de Judea, materia negra que
expuesta a la luz se modifica químicamente y pierde su solubilidad en los líquidos
espirituosos. Aplicaba una capa de la mencionada sustancia a una placa de cobre
cubierta de plata, y colocaba esta placa en el foco de la cámara oscura. Después
de una acción bastante prolongada de la luz, sacaba la placa y la sumergía en una
mezcla de aceite de petróleo y esencia de espliego. Las partes sobre que la luz ha-
bía ejercido su influencia permanecían intactas, al paso que las otras se disolvían.
Así modificadas, la capa de betún representaba las partes claras, y la placa metáli-
ca descubierta representaba las sombras; las partes de la capa bituminosa parcial-
mente disueltas correspondían a las medias tintas. Por desgracia, eran necesarias
por lo menos diez horas para un dibujo, a causa de la lentitud con que el betún de
Judea se modifica expuesto a la influencia de la luz, y durante este tiempo, el sol,
al recorrer su carrera, hacia cambiar de posición las sombras y las luces.

Con este procedimiento, harto imperfecto todavía, como desde luego se advierte,
Niépce logró formar láminas para el uso de los grabadores, pues éste era el objeto
que se proponía. Atacando estas planchas con un ácido débil vaciaba el metal en
las partes no protegidas por la cubierta resinosa, y luego se podía emplear esta
plancha para sacar grabados sobre el papel. Niépce daba a este nuevo método
de grabado el nombre de heliografía.

Otro experimentador se ocupaba a la sazón en París de los mismos trabajos: era


éste el pintor Daguerre, que había adquirido cierta reputación por su invento del
diorama. Pero Daguerre no había tenido ningún resultado satisfactorio de sus lar-
gas tentativas, cuando llegó a su noticia que en el fondo de una provincia un hom-
bre había conseguido resolver el problema de que él mismo se ocupaba; esto es,
fijar las imágenes de la cámara oscura.

Habiendo el pintor parisiense conseguido ponerse en relación con el inventor de


Chalons, le propuso asociarse a él para continuar trabajando en común a fin de
resolver el problema que cada cual se había respectivamente propuesto. Al efecto
firmaron un convenio en Chalons el 14 de diciembre de 1829. Habiendo Niépce
comunicado a Daguerre el secreto de sus procedimientos, Daguerre se dedicó
desde aquel momento perfeccionarlos. Reemplazó el betún de Judea con la resina
que se obtiene destilando la esencia de espliego, y dejando de lavar la placa en
un aceite esencial, la expuso a la acción del vapor desprendido por dicha esencia
a la temperatura ordinaria. Este vapor se condesaba únicamente en las partes que

Alquimia 75
IZQUIERDA había permanecido en la sombra, y respetaba los puntos claros representados
Arago anuncia el descubri-
mento de Daguerre en la por la resina blanca. Daguerre cambió por completo las bases del procedimiento
Academia de Ciencias el 10
de agosto de 1839. empleado por Niépce.

DERECHA
Daguerre descubre Mientras éste hacía de la placa un medio de llegar al grabado, es decir, que trataba
la propiedad del yoduro
de plata. de obtener mediante la acción de la luz una plancha a propósito para suministrar
estampas, Daguerre pretendía, por el contrario, que el dibujo definitivo permane-
ciese en la placa. De este modo, la imagen se formaba sobre un metal en lugar
de ser obtenida sobre papel, como se lo proponía Niépce, el primer inventor: al fin
prevaleció el sistema de Daguerre.

Los dos asociados acababan de sustituir a las sustancias resinosas el yodo, que
da gran sensibilidad a las placas de plata, cuando Niépce falleció a la edad de
sesenta y tres años. Después de veinte años de trabajos, murió pobre e ignorado;
y la gloria no brilló hasta mucho después sobre el hombre a quien se debía el más
curioso descubrimiento de su siglo.

Continuando sus tareas, Daguerre tuvo en breve la buena suerte de descubrir la


maravillosa influencia de los vapores de mercurio en la aparición de la imagen foto-
gráfica. Reconoció que la imagen formada por la acción de la luz sobre una placa
cubierta de yoduro de plata es invisible al principio, pero que aparece repentina-
mente si dicha placa se somete a los vapores mercuriales.

El 7 de enero de 1839, Arago anunció públicamente a la Academia de Ciencias de


París el descubrimiento de Niépce y Daguerre. El 19 de agosto de 1839, los proce-
dimientos de los inventores, que hasta entonces habían permanecido secretos, se
hicieron públicos, y el gobierno concedió una recompensa nacional a Daguerre y
al hijo de Nicéforo Niépce.
Daguerrotipo o fotografía sobre placa.— En el procedimiento de Daguerre, esto
es, en el daguerrotipo o fotografía sobre metal, las imágenes se forman en la super-
ficie de una lámina de cobre cubierta de plata. Esta lámina se somete a los vapores
que el yodo desprende espontáneamente: el yodo, al combinarse con la plata, for-
ma una tenue capa de yoduro de plata que es enteramente sensible a la acción de
los rayos luminosos. La placa yodurada se coloca en el foco de la cámara oscura, y
en ella se dibuja la imagen formada por el objetivo del instrumento. La luz, como ya
se ha dicho, goza de la propiedad de descomponer el yoduro de plata: las partes
de la placa vivamente iluminados sufren, pues, esta descomposición, al paso que
las que se mantienen en la sombra quedan intactas.

Cuando se retira de la cámara oscura, la placa cubierta de yoduro de plata des-


compuesto por la luz, no presta aún ninguna señal visible de imagen. Sométasela
entonces, en una caja cerrada, a los vapores desprendidos por el mercurio, que
se calienta ligeramente, y esta operación hace aparecerla imagen. En efecto, los
vapores van a condensarse únicamente en las partes heridas por la luz, es decir,
en las partes descompuestas de la capa de yoduro de plata. Un brillante barniz
de mercurio señala las partes iluminadas, y las sombras están representadas por
la misma superficie de la placa en las partes no cubiertas por el mercurio. Resta,
pues, tan sólo desembarazar la placa de yoduro se ennegrecería bajo la influencia
de la luz y borraría el dibujo. Al efecto se sumerge la placa en una disolución de hi-
posulfito de sosa, sal dotada de la propiedad de disolver el yoduro de plata cuando
no está impresionado por la luz.

En el procedimiento que acabamos de describir era preciso, para sacar una prue-
ba, exponer la placa por espacio de un cuarto de hora a una luz muy intensa.
Estas pruebas espejeaban de un modo desagradable por el efecto del metal, no
era posible reproducir los objetos animados, el tono del dibujo no era armonioso,
sólo se obtenían los perfiles en sombra de las masas verdes de los árboles, y por
último, la imagen se borraba poco a poco a consecuencia de la volatización lenta
del mercurio.

La mayor parte de estos defectos resultaba de la exposición demasiado larga de


la placa a la luz.

M. Claudet, artista francés que en 1841 explotaba en Londres el procedimiento


de Daguerre, descubrió que el cloruro de yodo aplicado a la placa yodurada de
antemano, aumentaba notablemente la sensibilidad luminosa de la misma. El bro-
mo, el bromuro de yodo y el ácido cloroso, son sustancias aceleradoras aún más
poderosas, y descubiertas posteriormente. Con el ácido cloroso se han obtenido
pruebas inmejorables en medio segundo.

El descubrimiento de las sustancias aceleradas permitió sacar retratos. Hasta en-


tonces, la necesidad de tener el original a la vista por un espacio de tiempo bas-
tante largo, sólo había producido por resultado rostros contraídos y poco naturales.
Faltaba aún introducir el último perfeccionamiento en el método de Daguerre. Las
imágenes espejeaban, como hemos dicho; y además el dibujo carecía de consis-
tencia, porque únicamente resultaba de la oposición de las tintas del mercurio y de

Alquimia 77
la plata, bastando el más ligero roce para borrar la imagen. Todos estos inconve-
nientes desaparecieron merced al descubrimiento, debido a M. Fizeau, del proce-
dimiento que sirve para fijar las pruebas. Si sobre la prueba se vierte una disolución
de cloruro de oro mezclado con el hiposulfito de sosa, y si se calienta ligeramente
la placa, ésta se cubre de una delgada hojuela de oro metálico. En tal caso, la plata
no espejea tanto porque está oscurecida por la tenue capa de oro que se deposita
en su superficie; los negros son también más vigorosos, y como el mercurio que
constituye los blancos se amalgama con el oro y adquiere un brillo más vivo, el
dibujo presenta más limpieza y seguridad. Por último, la imagen puede entonces
resistir los rozamientos, porque el mercurio que formaba el dibujo en estado de
glóbulos muy pequeños y poco adherentes, está entonces cubierto con una lámina
de oro que se adhiere a la placa.

Fotografía en papel.— La fotografía sobre placa metálica tiene el inconveniente


capital de que cada operación sólo suministra un tipo. Como inconvenientes se-
cundarios se le atribuyen con razón el espejeo metálico, que es tan notable en la
mayor parte de las pruebas, y casi imposible desterrar. Además, como el dibujo
sólo se apoya en la superficie de la placa, no es más que un delicado velo que no
presenta la resistencia indispensable a los objetos a que se quiere imprimir el sello
de la duración.

La fotografía en papel es el complemento más brillante del descubrimiento de que


hablamos, porque no adolece de ninguno de los inconvenientes característicos de
la daguerrotipia. Presenta en efecto la inmensa ventaja de que, una vez obtenido el
primer dibujo, puede suministrar un número inmenso de producciones. En segundo
lugar, en las fotografías en papel la imagen se forma únicamente en la superficie
de éste, sino que penetra a bastante profundidad en su sustancia, lo cual es una
condición de resistencia y estabilidad.

La fotografía en papel, modificación tan necesaria del método de Niépce y Dague-


rre, fue descubierta en 1839 por M. Fox Talbot, aficionado inglés. No obstante, sólo
desde 1845 fue conocido y se generalizó en Europa el nuevo método.

Antes de exponer el procedimiento práctico de la fotografía en papel, haremos


conocer el principio general de esta operación.

Si sometemos a la acción de la luz solar las sales de plata, que son naturalmente
incoloras, se ennegrecen al descomponerse. Si, pues, se coloca en el foco de una
cámara oscura una hoja de papel impregnado de cloruro o yoduro de plata, las
partes vivamente iluminadas de la imagen ennegrecen la capa de cloruro de la hoja
de papel, al paso que las partes oscuras no la modifican. De este modo se con-
sigue un dibujo en que las partes claras se destacan en negro, y las sombras en
blanco: esto es lo que se llama una imagen negativa. Colóquese ahora esta imagen
sobre una hoja de papel impregnada en una sal de plata, y expóngase a todo sol,
y las partes blancas del dibujo dejarán pasar los rayos luminosos, en tanto que las
negras los detendrán. Resultará, pues, en el papel cubierto por la prueba negativa
e impregnado en la sal de plata, una prueba llamada positiva, en la cual los claros
y las sombras se hallarán en una posición normal.
Hablemos ahora del procedimiento mecánico.

Para obtener la prueba negativa en la cámara oscura, se


recibe la imagen en una hoja de papel empapada en yoduro
de plata mezclado con un poco de ácido acético, y luego
se coloca en el foco de la cámara oscura. Al cabo de medio
minuto queda producida la acción química.

No obstante, cuando se retira la hoja de papel de la cámara


oscura, no se ve en ella imagen alguna. Para hacerla apare-
cer, se sumerge la prueba en una disolución de ácido gáli-
co, que forma una sal negra, el galato de plata, en todos los
puntos en que se ha formado óxido de plata libre, es decir,
en todas las partes heridas por la luz. Elimínese el exceso de
la sal de plata no influida por esta, lávase la prueba en una
disolución de hiposulfito de sosa, y así se obtiene la prue-
ba negativa. Colocando, finalmente, esta prueba sobre una
hoja de papel impregnada de cloruro de plata, exponiéndola
al sol durante quince o veinte minutos, y a la luz difusa por
un espacio de tiempo que varía de media a hora a cuatro
horas, se consigue la imagen positiva, que es preciso lavar
como hemos expuesto, y por el mismo motivo, con el hipo-
sulfito de sosa.

Añadamos que se puede sacar un número muy considerable


de pruebas positivas con la prueba negativa, que también se
llama cliché.

La irregularidad de la pasta del papel impide obtener sobre


esta sustancia pruebas de contornos limpios y bien traza-
dos. El descubrimiento de la fotografía en cristal ha corregi-
do esta imperfección, pues permite obtener dibujos en los
cuales los rayos presentan la más rigurosa exactitud. De-
bido a M. Niépce de Saint-Víctor, este artificio consiste en
formar la imagen negativa sobre la superficie perfectamente
lisa de un pedazo de cristal cubierto con una materia trans-
parente, como la albúmina.
ArribA
Niépce y Daguerre a partir de su asociación para la obtención del
procedimiento de la fijación de las imágenes en la cámara oscura.
Así se obtiene una superficie completamente plana y tersa,
casi igual bajo este mismo concepto la placa de daguerroti- AbAjo
M. Fox Talbot.
po, y sobre la cual el dibujo fotográfico se imprime en prueba
negativa con los contornos más exactos y pronunciados. Con
este cliché negativo sobre cristal, sacase luego pruebas po-
sitivas sobre papel.

Véanse ahora las operaciones prácticas que sirven para ob-


tener una prueba por medio de la fotografía en cristal.

Sobre una lámina de cristal se extiende una ligera capa de


Alquimia 79
albúmina líquida, es decir, de clara de huevo desleída en agua. Déjese secar esta
capa, que forma sobre el cristal una cubierta tranparente y lisa. Es precisa la pre-
caución de añadir de antemano a la albumina una pequeña cantidad de yoduro de
potasio. Cuando se quiere operar, se sensibiliza la albúmina sumergiendo el cristal
cubierto con la capa de ésta en una disolución de nitrato de plata, se forma cierta
cantidad de yoduro de la misma: este es el agente fotográfico, es decir, la materia
que debe ser impresionada por los rayos luminosos.

Así impregnada de yoduro de plata, la placa de cristal se traslada a la cámara


oscura, donde recibe la acción de la luz que debe formar la imagen negativa. Al
salir de la cámara oscura se somete esta prueba a las operaciones ordinarias que
sirven para hacer aparecer y fijar las pruebas negativas sobre papel, es decir, que
se la trata por el ácido gálico para hacer que aparezca la imagen, y por el hiposul-
fito de sosa para fijarla.

Este cliché negativo sobre cristal sirve luego para sacar sobre papel pruebas po-
sitivas.

Vemos, pues, que el cristal sólo se emplea para sacar la prueba negativa destina-
da a servir de tipo; las pruebas positivas se sacan siempre sobre papel. Es preciso
no perder de vista esta circunstancia, por que la frase fotografía sobre cristal pue-
de inducir en error, haciendo creer equivocadamente que las pruebas positivas se
sacan sobre cristal.

Desde el año 1851 se ha sustituido a la albúmina, para formar la capa orgánica que
cubre la lámina de cristal, una materia nueva, el colodión, que es una disolución de
algodón-pólvora en alcohol mezclado con éter. El colodión activa hasta un grado
prodigioso la sensibilidad luminosa del yoduro de plata.

Merced al colodión puede sacarse pruebas negativas en ocho o diez segundos.


Puédase obtener así hasta imágenes instantáneas, esto es, fijar en la placa foto-
gráfica objetos animados de un movimiento rápido, como las nubes impelidas por
el viento, un coche velozmente arrastrado, y un buque que hiende las aguas o las
olas del mar.

La fotografía sobre cristal colodionado es en la actualidad el método que casi uni-


versalmente se emplea para sacar las pruebas llamadas fotografía sobre papel.
Éste es el procedimiento seguido por todos los fotógrafos para sacar retratos. El
colodión permite en efecto operar con asombrosa rapidez.

La fotografía sobre cristal fue propuesta en 1847 por M. Niépce de Saint-Víctor, so-
brino de Nicéforo Niépce, el creador de la fotografía. La aplicación del colodión a
las artes fotográficas es debida a M. Archer, de Londres, y a M. le Gray, de París.

Biblioteca Universal. Galería de ciencias, artes y variedades, etc., México,


Imprenta de M. Villanueva, 1868.
SINAFO Jaime Robledo

Fototeca del estado de Zacatecas


“Pedro Valtierra”
La Fototeca del estado de Zacatecas inició funciones el 8 de abril de 2006 a iniciativa José Pérez Chávez
16 de septiembre, ca. 1896.
del fotógrafo zacatecano Pedro Valtierra, ante la ausencia de un espacio para resguar- Sombrerete, Zacatecas.
Col. Jorge Sánchez Ruvalcaba.
do y exhibición permanentes de la obra fotográfica histórica y contemporánea en la
entidad, planteando como misión la conservación, resguardo y difusión de la fotogra-
PágINA 82
fía. Sus instalaciones cuentan con bóveda de conservación, centro de documentación, Autor no identificado
Desfile del Centenario de la
área de laboratorio, galerías de exhibición y oficinas administrativas. Independencia, Zacatecas,
Zacatecas, 1910.
Col. Señoritas Ruiseco.
Actualmente resguarda siete colecciones fotográficas con un acervo de 332 piezas,
PáginA 83
negativos y positivos, así como 2,323 imágenes digitalizadas. José María M. Aguilar.
Publicidad del estudio fotográfi-
co Fotografía Metropolitana
La colección Señoritas Ruiseco, en honor a las propietarias originales que la acopiaron, de José María M. Aguilar,
Zacatecas, Zac.
se integra por 107 fotografías que abarcan un periodo cronológico de 1880 a 1920. Esta Fines del siglo XIX.
colección fue donada a la Fototeca por el Instituto Zacatecano de Cultura Ramón López Col. gilberto Becerra Silva.

Velarde. La temática se centra principalmente en imágenes de arquitectura, paisaje y

Alquimia 81
vida cotidiana de la ciudad de Zacatecas, captadas por El fondo Armando Perales está conformado por 2,289
fotógrafos locales de estudio y por fotógrafos ambulan- imágenes digitalizadas que Don Armando fue coleccio-
tes no identificados. nando a lo largo del tiempo. En el año 2008 el Instituto
Zacatecano de Cultura Ramón López Velarde adquirió la
El acervo Bernardo del Hoyo Calzada, en honor al histo- colección, debido a la calidad y relevancia de las imá-
riador zacatecano que hizo la donación, se compone de genes, en las cuales se registra a zacatecanos notables,
17 imágenes de angelitos (niños fallecidos), retratados eventos históricos diversos, paisajes urbanos y rurales,
durante sus funerales en el periodo aproximado de 1890- arquitectura y la vida cotidiana de varios municipios de
1930, por fotógrafos no identificados. Zacatecas, en especial de la ciudad capital, tomadas
por fotógrafos identificados y no identificados durante el
El fondo Jorge Sánchez Ruvalcaba se integra por 129 periodo 1855-2007.
negativos de cristal y nitrato de celulosa, elaborados por
los fotógrafos José Pérez Chávez y Jesús Pérez Sauce- La colección álbum de Familia se compone de 85 imá-
do, originarios de Chalchihuites, Zacatecas, los cuales genes digitalizadas, reunidas en el concurso del mismo
registraron la vida cotidiana y social de de esa localidad nombre, que el ISSSTEZAC convocó en el año de 2006
y del municipio aledaño, Sombrerete, Zacatecas, entre para fomentar la unidad y los valores familiares. En esta
1885-1950. El acervo fue donado por Luis Hernández colección resaltan las imágenes, en buen estado de
Sánchez Ruvalcaba, hijo del coleccionista; quien lo res- conservación, del núcleo familiar zacatecano y su evo-
cató y adquirió a lo largo de su vida. lución entre los años 1860-1950, tomadas por fotógrafos
identificados y no identificados.
La colección Hermanos Mayo se compone de 55 foto-
grafías tomadas por los afamados fotógrafos entre los Por último, el fondo Tiempo, Memoria y Plata se com-
años 1940-1950. Este acervo fue donado por el Instituto pone de 663 imágenes digitalizadas, acopiadas en las
Zacatecano de Cultura Ramón López Velarde, institución dos emisiones del concurso del mismo nombre que la
que la recibió de la representación del gobierno de Zaca- fototeca ha convocado en los años 2008 y 2009, con
tecas en Madrid, España, a cargo en ese entonces del el objetivo de recuperar la memoria fotográfica del es-
reconocido creador literario Alejandro Aura (q.e.p.d.). tado. Estas imágenes registran las categorías de acti-
vidades sociales, arquitectura, paisaje urbano y rural, grafos invitados, dirigidos a público infantil, institucio-
vida cotidiana y retrato. El rango cronológico abarca nes educativas, personas con capacidades diferentes,
desde 1860 a 1950, en imágenes tomadas por fotó- jóvenes, adultos y periodistas.
grafos zacatecanos y extranjeros, identificados y no
identificados. Hasta el momento, la Fototeca del estado de Zacate-
cas ha realizado y promovido 87 exposiciones en sus
Adicionalmente a la conservación y resguardo, la fo- instalaciones y en espacios exteriores de diversos mu-
toteca de Zacatecas ha dado un especial énfasis a la nicipios de la entidad, así como en otros estados de la
enseñanza y la difusión de la fotografía. A sus cuatro República y en el extranjero. Dentro de los servicios al
años de creación ha realizado 33 cursos de fotografía público se ofrecen cursos y el uso del laboratorio para
básica en blanco y negro; fotoperiodismo; de retrato e revelado e impresión en blanco y negro, previo pago de
iluminación; digital, y de rescate de procesos antiguos, cuota de recuperación, además el servicio de consulta
impartidos por fotógrafos de la misma fototeca y fotó- del acervo hemerográfico, bibliográfico y fotográfico.

Las solicitudes de consulta u otro servicio pueden dirigirse a Pedro Valtierra, Director de la Fototeca del estado de Zacatecas,
en la siguiente dirección: Fernando Villalpando 406, CP 98000, Centro Histórico, Zacatecas, Zacatecas. Tel. (492) 92 4 20 15,
correo electrónico: fototecadezacatecas@gmail.com

Alquimia 83
SOPORTES
E IMágENES
gerardo Montiel Klint

Estaciones: el paisaje dentro del pasaje

Los que no toman por modelo a la naturaleza,


que es la educadora de todos los maestros,
se empeñan inútilmente en hacer arte.
Leonardo Da Vinci

I Índice de Refracción 46° C. Laguna de Mayrán en Coahuila. Nada cercano


que resguarde del implacable sol en esto que alguna vez fue un mar interior,
hoy árido desierto de suelo duro y agrietado, allá muy lejos una solitaria figura
humana que flota sobre su propio espejismo. El desmesurado cielo azul cae
sobre los hombros de esa entusiasta figura que recorre a paso de avezado
explorador el sofocante horizonte, tal y como ha trazado su ruta en la fotogra-
fía mexicana.

II Densidad Javier Hinojosa. (Ciudad de México, 1956) de oficio y profesión


fotógrafo, fue uno de los tres míticos integrantes del Taller de la Luz, al lado de
Lourdes Almeida y gerardo Suter. A principios de la década de los ochenta
fue el Taller de la Luz, mediante sus exploraciones y experimentaciones con
el soporte fotográfico, el que dio un sesgo y respiro a la fotografía de autor, en
una época en que la fotografía comprometida éticamente
con causas sociales como denuncia eran dogma, o bien
se reiteraba al infinito en cánones ortodoxos y caducos.
A partir de su exposición en 1982 fueron criticados radi-
calmente en un texto de Lázaro Blanco, cuestionando in-
cluso si su producción debía considerarse fotografía: “El
fotógrafo no entiende que este perseguir actitudes de la
pintura y la imitación servil de la misma destruye su oficio
y elimina la potencia sobre la que se basa su importancia
social…”. Esto en vez de ser un revés fue un estímulo
y reconocimiento para este trío que había roto las nor-
mas, que se atrevió a llegar más lejos, ahí donde sólo
unos cuantos habían pisado: que generaban imagen y
no tomaban imágenes. identificados más tarde como fo-
tocreadores no documentales, junto con otros grupos de
fotógrafos experimentales de esa época contribuirían al
establecimiento de una coyuntura de cambios hacia una
evolución en el curso, entendimiento e imaginario de la
fotografía mexicana…; en sí una hazaña heroica. En el
transcurso de su trayectoria Hinojosa no ha perdido ím-
petu, pero sus directrices son otras. Aunque su compro-
miso como fotógrafo sigue siendo consigo mismo, desde
hace décadas el paisaje como entorno/memoria hacen
patente también su compromiso humanista/naturalista/
ético al ubicarnos como espectadores privilegiados de
la majestuosidad de la biodiversidad y ruinas arqueoló-
gicas de México con proyectos editados en la tetralogía:
Espacios de la memoria (Mayas, Oaxaca, golfo y Altipla- naturales protegidas en América Latina, hermanando a
no) o las monografías: Un pasado visible o Guardianes la naturaleza que no conoce de fronteras ideológicas o
del México antiguo. Su auténtico apego y contacto per- políticas, pero sí del deterioro inducido por la rapiña del
manente con la naturaleza lo ha forjado a través de de- hombre. Hinojosa en un trayecto titánico nos seduce con
siertos, manglares, selvas, glaciares y bosques; patente imágenes desde el Parque Nacional Los glaciares, en
en esta última entrega a manera de fotolibro a cargo de Argentina, hasta la Reserva de la Biósfera del Vizcaíno
editorial RM, con el título de Estaciones. en México, abarcando prácticamente todos los ecosiste-
mas del continente americano. La atemporalidad de las
III Condensación. Con textos de José Warman, Juan imágenes se refuerzan al no encontrar presencia humana
Villoro y Marta Nin i Camps; acompañados de una en- alguna. Imágenes monocromáticas de oscuras densida-
trevista a cargo de Claudi Carreras, nos da cuenta de des y delicadas aproximaciones de envidiable sencillez
los palpitares y latitudes que las imágenes de Hinojosa (no de simplismo), que sólo le son posibles al maestro
provocan en quienes aún el paisaje nos es algo primario, en el arte del haiku, han sido el repertorio de Hinojosa,
íntimo y redentor, y en aquellos que entendemos que Es- que aquí una vez más refrendan al maestro zen de la
taciones también es una lección de la frágil majestuosi- contemplación, en lo que él ha denominado “el paisaje
dad de la naturaleza a la que estamos sistemáticamente dentro del paisaje”. Estaciones es un libro experiencia,
agotando, y quizás tengamos la cobarde desdicha de un libro para ver en solitario y en silencio absoluto, un li-
destruirla como si del enemigo se tratara. bro para recorrerlo pausadamente, para evocar sutilezas
y añoranzas, un libro para redimensionar nuestro ser y
Al trasladarnos por largos tramos carreteros hay quienes redimir a la naturaleza.
seleccionamos música de viaje, porque así haremos esa
travesía mas sensorial y emotiva, generando una entra- Pero seguimos en Mayrán, el sol arrecia aún más mien-
ñable nostalgia a futuro. Estaciones se antoja como libro tras el maestro Hinojosa termina su recorrido y regresa a
de viaje, que estimula nuestra más primitiva capacidad pie cargado de su equipo desde el lejanísimo horizonte,
de asombro. Es un viaje a manera de libro lleno de ano- lo que a mi parecer son leguas de distancia. Y con su ca-
taciones visuales de lugares imposibles y momentos de racterístico entusiasmo nos saluda: “No cabe duda, que
nostalgia inmediata, a los cuales sólo accedemos gra- bonito es lo bonito”.
cias a la visión y tenacidad de Hinojosa por llegar a es-
tos singulares espacios que ahora por fortuna son áreas Javier Hinojosa, Estaciones, Barcelona, RM, 2010.

Alquimia 85
RESEÑAS Rebeca Monroy Nasr

El instante luminoso. Los artistas plásticos


a través de la mirada fotográfica de Juan
Guzmán
Catálogo y edición a cargo de Maricela
gonzález Cruz Manjarrez y Cecilia gutiérrez
Arriola, México, IIE-UNAM, 2009, 115 pp.

La exposición El instante luminoso. Los artistas plásti- previo arreglo con la pintora, penetrando en momentos
cos a través de la mirada fotográfica de Juan Guzmán, de su vida privada en plena recuperación de las múl-
se llevó a cabo en las ciudades de Oaxaca (2007), Que- tiples cirugías o con demostraciones amorosas para
rétaro (2008), para después viajar con Fotoseptiembre con Diego Rivera. Sobresale la presencia de un texto
a San Antonio, Texas (2009) . Con motivo de la misma, que relata la parte técnica de la reproducción de las
se realizó un catálogo que reúne las fotografías de la imágenes, pocas veces considerada en los catálogos,
muestra: 40 imágenes en blanco y negro, 10 en color, escrito por Eugenia de la Rosa Cruz sobre las dificul-
además de dos cartas de Diego Rivera en relación al tades que tuvo para la reproducción de las imágenes,
trabajo de este fotógrafo. respetando por un lado el estilo y el sistema propios
del fotógrafo, pero conservando el suyo como impre-
Éste es en verdad lo que debería ser un catálogo razo- sora y profesional de la fotografía. Cierra los ensayos
nado en el mejor y más amplio sentido de la palabra. la trascripción de una entrevista realizada a las autoras
No se trata de un texto que escudriñe en cada imagen y y curadoras del catálogo-exposición, a la heredera de
devele sus secretos de toma, técnica, medidas o fechas Juan guzmán, Teresa Miranda, quien fuera su compa-
solamente, sino que las fotos vienen acompañadas de ñera en vida y que mantiene frescos en la memoria los
ensayos de destacados investigadores y teóricos del momentos importantes del fotoartista y lo arduo que le
arte, de tal suerte que le dan una gran dimensión a la fue dejar el acervo fotográfico de Juan guzmán, en ma-
obra fotográfica del alemán Hans gutmann guster, me- nos del IIE-UNAM.
jor conocido en México como Juan guzmán, quien se
avecinara a este país a vivir y trabajar después de la El conjunto de textos sólo viene a reforzar lo que el ma-
segunda gran guerra. terial per se suele mostrar, la gran habilidad del fotó-
grafo en su confección de las imágenes: de gran fac-
Los textos son variados y ricos en concepción y plan- tura visual, composición impecable, medios tonos bien
teamientos, el del arqueólogo e historiador Arturo Pas- resueltos, encuadres novedosos, presencias inusitadas
cual, director del Instituto de Investigaciones Estéticas del medio de artistas plásticos, su oportuno disparo con
(IIE-UNAM, institución que resguarda el acervo que le las personas y su parafernalia. El legado visual de Juan
da origen a la exhibición y que publica el catálogo), guzmán es parte también de la riqueza que nos dejó la
nos introduce en el mundo material de guzmán. En se- migración europea de la segunda mitad del siglo XX. Es
guida aparece un texto de la investigadora Teresa del por ello importante la edición de este catálogo: bien di-
Conde que observa la obra de guzmán desde la pers- señado, atractivo en su puesta en página, de impresión
pectiva del análisis psicosocial del personaje. El plan- fina como suele hacerlo el IIE- UNAM, que para beneplá-
teamiento de la importancia cultural y contextual en el cito de sus lectores-espectadores deja huella de esas
mundo del periodismo que tuvo el fotógrafo alemán, presencias de pintores como el Dr. Atl, Jean Charlot, Mi-
lo refiere el doctor Aurelio de los Reyes enmarcando guel Covarrubias, Mathias goeritz, Frida Kahlo, Leopol-
la actividad fotográfica de guzmán en su contexto do Méndez, Juan O’gorman, José Clemente Orozco,
profesional. Sigue su turno a las autoras, curadoras Alice Rahon, Jesús Reyes Ferreira, Diego Rivera, David
y fotógrafas encargadas de realizar la selección del Alfaro Siqueiros, Rufino Tamayo y el escultor Francisco
material, Maricela gonzález Cruz Manjarrez que co- Zúñiga, artistas plásticos coetáneos y contemporáneos
noce bien a su personaje pues ha sido motivo de su de Juan guzmán. Estos personajes, quienes confor-
tesis de maestría, y Cecilia gutiérrez Arriola quienes maron el mosaico artístico de nuestro país en el siglo
analizan el estilo estético de la cámara de guzmán, XX, forjaron nuevas miradas y bordaron fino en torno a
sus contribuciones dentro del género del fotorretrato, nuestra vida cultural, fueron captados por la lente del
así como su comparación con otros fotógrafos de la fotógrafo alemán radicado en México, y ahora quedan
década de 1950. Helga Prignitz-Poda escribe sobre plasmados en este rico catálogo, que muestra un pre-
las fotos de Frida Kahlo que tomó Juan guzmán bajo cioso legado material de nuestra festejada nación.
RESEÑAS
María Violeta garcía Prado

Catálogo temático preliminar


Archivo Fotográfico Rodrigo Moya
México, Conaculta, 2009.

El proceso creativo de Rodrigo Moya queda elucidado


en el Catálogo temático preliminar, con su notable traba-
jo de poco más de una década, clasificado e integrado
en un archivo formal, que será una fuente documental
para ser consultada e investigada, no sólo apreciada.
Ardua labor de profesionales como Florian Sachs Sproli,
titular del proyecto, Emilia Anastasia Moyén F. y Berenice
Fregoso V., investigadoras, que en este trabajo lograron
un primer producto de un proyecto a largo plazo.

Clasificar y organizar información de un acervo como


el de Moya es complejo, aún más si consta de valiosas imágenes de familia, amigos y viajes, captadas a lo largo
piezas fotográficas, históricas y personales que refieren de su vida, con 16 carpetas.
la vida cotidiana de la sociedad que le ha tocado vivir.
infiltrarse en un mundo visual, con toda su variedad de Es importante señalar la favorable intervención narrativa
asuntos, implica en primera instancia conocer al autor, del autor, en la que ofrece justificaciones y pormenores
observar su perspectiva, su pensamiento, y todo aquello sobre cada una de las secciones que formalizan el libro.
que le motivó a tomar tales o cuales imágenes. Rodrigo Deleita al desarrollar el contexto en que se produjeron
Moya ya lo había intuido así al considerar que su material sus imágenes y sus observaciones son innecesariamen-
debía tener formalidad organizativa para poder sociali- te críticas, a veces pesimistas: “medio siglo después
zarlo nuevamente. Su clasificación primigenia ya había lamento todo que no quise o no pude fotografiar y año-
lanzado el esbozo de agrupamiento y almacenamiento ro los miles de negativos que fui perdiendo al paso del
del acervo, de poco más de 14, 500 piezas, lo cual se tiempo, o deseché en las horas de autocrítica ignorante”.
respetó y tomó como base para este catálogo temático Lo hace antes del despliegue del listado de los temas
preliminar. El mismo pretende introducir al interesado preliminares desarrollados en este proyecto, que son: I.
en el mundo de Rodrigo Moya, como el fotógrafo de Ciudad de México, II. Reportaje, III. Personajes, IV. Cuba
prensa y documentalista, a través de veintidós temas y V. Latinoamérica.
principales con nomenclatura propia que dan cuenta in-
mediata del asunto de los “especímenes”, ubicándolos El catálogo es de un tiraje de mil ejemplares, y en su
en un referente que precisa su contenido. Los subtemas edición se contó con el apoyo del Fondo Nacional de la
son variados, y cuentan con una breve descripción que Cultura y las Artes, a través del programa de Fomento
simplifica lo complejo de la catalogación. Cabe seña- a Proyectos y Coinversiones Culturales, emisión 2008. El
lar que este listado evidencía cómo el autor desplazó diseño estuvo a cargo de Susan Flaherty y para su clasifi-
su trabajo en múltiples ámbitos. El material del Archivo cación se utilizó el sistema metodológico del Sistema Na-
Fotográfico Rodrigo Moya se encuentra dividido en tres cional de Fototecas (SINAFO). Sin duda que este Catálogo
grandes grupos: fotografías realizadas de 1955 a 1967, temático preliminar del Archivo Fotográfico Rodrigo Moya
con 85 carpetas; fotografías para la revista Técnica será una herramienta muy valiosa para difundir este im-
pesquera con 21 carpetas aún no clasificadas y que portante acervo, al tiempo que será punto de encuentro
no están dentro de este catálogo temático preliminar, e entre el usuario y el autor.

Alquimia 87

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