Primeros auxilios psicologicos
Primeros auxilios psicologicos
Primeros auxilios psicologicos
Facultad de Educación
Sección de Orientación
Memoria del Seminario de Graduación para optar por el grado de Licenciatura en Ciencias de la
I
TRIBUNAL EXAMINADOR
______________________________________________
M.Sc Grettel Valenciano Canet
Directora
______________________________________________
Licda.Viria Ureña Salazar
Lectora
______________________________________________
M.Sc Maritza Veitch Forbes
Lectora
______________________________________________
Dra. Katia Alvarado Calderón
Representante de la Directora de la Escuela de Orientación y Educación Especial
______________________________________________
Dra. Viviana Carazo Vargas
Representante de la Escuela de Orientación y Educación Especial
II
AGRADECIMIENTO
Por último, queremos agradecer a los centros educativos y personas que conforman los
departamentos de Orientación que nos abrieron las puertas para realizar este trabajo, por toda la
confianza y la ayuda que nos brindaron participando y aportando sus grandes conocimientos para
esta investigación.
Por cada una de sus contribuciones y aportes para ayudarnos a ser mejores personas y
profesionales, gracias.
III
DEDICATORIAS
Quisiera dedicar este trabajo a las personas de mi familia y amistades que me han apoyado
durante la carrera, además de las profesoras que han sido un soporte importante, fuente de reflexión
y aprendizaje. Les agradezco por ayudarme a mejorar mi potencial y descubrir de lo que soy capaz.
Ha sido un largo camino para mí, y no lo hubiera podido lograr sin su acompañamiento, guía y
apoyo. Por último, deseo dedicarlo a mi abuelita Marielos, que, aunque ya no está con nosotros,
siempre fue una motivación para mí.
El llegar a este punto de mi vida y de mi carrera pareció siempre lejano. Al llegar a aquí
solo tengo gratitud por las personas que directa o indirectamente han dejado una huella en mi
camino, impulsándome en este trayecto de autoconocimiento, crecimiento, retos y sueños. A
ustedes les dedico este trabajo, el cual espero sea el primero de muchos. Entre estas personas
quisiera destacar a mi mamá, quien con tanto esfuerzo me ha sostenido en este camino y me dio el
privilegio de formarme en aquello que encendiera una llama en mí, además de darme las
condiciones para aprender continuamente, desde que tengo memoria, impulsado por mi curiosidad.
A Jk, por mostrarme que era posible y necesario otro camino, siempre tomando mi mano al saltar
a lo desconocido en un intento de volver a mi esencia. A mi hermano, a quien espero ver desplegar
sus alas como hoy me toca a mí. Y a mi grupo de amigas y amigos, quienes me dieron un segundo
aire cuando creía que empezaba a marchitar.
Return to self.
IV
A Dios y a su hermosísima Madre, la Virgen María, por estar siempre presentes,
acompañándome e iluminándome, sosteniéndome y guiándome en cada paso.
Mucho de este nuevo logro es gracias a todos ustedes, que estuvieron para mí en cada
momento, que, con sus palabras, regaños y abrazos, hicieron de mí una persona más fuerte, sabia,
resiliente, humilde y agradecida.
También quiero agradecer de forma muy personal a la Universidad de Costa Rica porque
sin sus múltiples beneficios probablemente yo no hubiera podido estudiar; agradezco a las
profesoras y profesores que en distintos momentos fueron una voz fraterna llena de conocimiento,
forjando en mí una profesional no sólo en el título sino en el corazón, me hicieron saber que
siempre debo ver frente a mí a una persona, más allá de la puntita de un iceberg, que mi labor es
siempre brindar herramientas para el desarrollo, dar el ejemplo de mi disciplina, y abrir puertas. A
las personas que trabajaron junto a mí en este TFG, por dar mucho de sí.
Gracias a cada uno de ustedes hoy puedo sentirme satisfecha, he logrado concluir este
proyecto que en un inicio parecía interminable. Sin embargo, esto también se convierte en una
responsabilidad enorme, por lo que en este momento y a partir de hoy, con mucha esperanza deseo
hacer lo que San francisco de Asís decía, “comienza haciendo lo necesario, después lo que es
posible y de repente estarás haciendo lo imposible”.
V
En primera instancia quiero darle gracias a Dios, porque él ha sido una parte fundamental
en este proceso, gracias por permitirme llegar a una carrera que me encanta, donde puedo ser un
instrumento tuyo para ayudar a muchas personas y gracias por permitirme alcanzar tantas metas y
sueños. Seguidamente, quiero darles las gracias a mis papás Tobías y Patricia, porque sin ellos
nada de esto sería posible; gracias por creer en mí, por impulsarme a cumplir mis sueños y
enseñarme a luchar por ser mejor cada día, los amo.
También gracias a mis hermanos Andrés y Tobías, por ser todo un ejemplo a seguir, por
amarme, por confiar en mí y por apoyarme desde chiquitita para llegar a donde estoy, estoy
sumamente orgullosa de los dos.
Gracias a mis compañeros de grupo, sin ustedes no hubiera sido lo mismo, fueron un gran
apoyo y aprendí mucho de ustedes, a pesar de los momentos difíciles salimos adelante y eso es lo
más importante. Les deseo todo el éxito del mundo en sus proyectos personales y profesionales, a
pesar de una pandemia, ¡lo logramos!
Y a mis profesoras de tesis, les agradezco por tanta paciencia, dedicación y apoyo en este
proceso, gracias por querer formar profesionales de calidad y transmitirnos sus conocimientos.
Finalmente, quiero agradecer al profe Osvaldo, porque, aunque no pudo estar directamente
en este proceso, estuvo incondicionalmente brindándome todo su apoyo y motivándome a
continuar, gracias por creer en mí, “esto también pasará”.
Gracias a cada uno de ustedes, por ser parte fundamental de mi proceso y ayudarme a crecer
en cada ámbito de mi vida, gracias por motivarme a ser mejor todos los días y a querer contribuir
en el mundo, ayudando y guiando a los demás.
“Sé el cambio que quieres ver en el mundo” -Gandhi
VI
Inicialmente, quiero dedicarle este logro a mi mamá, Elieth, y a mi papá, Armando. No
solo por el acompañamiento y la ayuda en los últimos dos años que ha conllevado el presente
Trabajo Final de Graduación, sino por más de veinticinco años al momento de finalizarlo que han
estado presentes y han confiado en mis capacidades y esfuerzo.
Sé muy bien, que han derramado más lágrimas que sonrisas por mí, pero sé aún mejor que estos
logros son más importantes para ustedes que ello. Por lo tanto, este se los dedico plenamente, que
es de lo menos que puedo hacer para recompensarlos por tanto que han hecho y dado por mí.
Cuando aprenda a amar así, se los voy a hacer saber. A ambos, los amo incondicionalmente.
Agradezco y dedico este logro a algunas amistades, amantes y familiares que han estado
para mí en los últimos años de mi vida, independientemente de si forman parte activa de ella en la
actualidad o no. A quienes "están", les agradezco por ello y espero contar con ustedes por mucho
tiempo más, retribuyendo todo lo bueno, y aprendiendo y superando lo malo. A quienes "no están",
les deseo lo mejor en sus vidas, como que puedan comprenderme; yo aún continúo intentándolo.
Para todas las personas que puedan sentirse aludidas por estas palabras, sepan que pude, que puedo
y que voy a poder. Es justo y necesario.
A Grettel Valenciano Canet, Silvia Alvarado Cordero e Irma Arguedas Negrini, les dedico
este logro también, porque más que profesoras de la carrera de Bachillerato y Licenciatura en
Ciencias de la Educación con énfasis en Orientación , son grandes profesionales de la disciplina
a las cuales admiro y les agradezco creer en mí; a través de los últimos años de mi formación
profesional pude percibir la confianza y el apoyo que tienen hacia mí como persona y orientador,
y eso lo atesoro profundamente.
VII
A la música no le dedico este logro, pero le agradezco su constante compañía y soporte,
porque en ella me he refugiado en incontables ocasiones, y de una u otra forma me mantiene vivo
con la identificación y proyección que me permite, como las inefables sensaciones y pasiones que
me logra transmitir. Le debo demasiado a la música, y espero que cuán pronto me sea posible,
pueda pagarle un poco siquiera.
Por último, pero no menos importante, me agradezco y dedico este logro a mí. A través de
los últimos dos años que este proceso de investigación requirió, sobreviví a este, pero también a la
ansiedad y depresión que por momentos me consumen y me hacen dudar de lo capaz e increíble
que soy; sobreviví a una pandemia que ha cambiado inmensurablemente la realidad en que
vivimos; sobreviví a aflicciones que siquiera yo conozco; y sobreviví a un cáncer que me demostró
cuán vivo quiero estar y disfrutar de estarlo. Sobreviví, para vivir sobre mis motivos y la
motivación de ellos, lo más fuerte, valiente y esperanzado que pueda seguir siendo.
VIII
RESUMEN
Resumen
IX
A pesar de esto, sí se identifican las fases básicas recomendadas dentro del modelo de
Slaikeu para la intervención de estas situaciones, pero no se incluyen de manera formal, rutinas,
prácticas y recursos que velen por el bienestar y el autocuidado de las personas profesionales de
la Orientación, por lo cual se deja como una práctica meramente voluntaria e individual.
Además, se hace patente la necesidad de brindar una capacitación que vaya más allá de los
aspectos teóricos y técnicos para brindar los PAP, ya que se advierte la necesidad de hacer un
trabajo personal e interno que lleve a la persona profesional a reconocer sus limitaciones, sus
sesgos culturales para lograr una sintonía empática, el manejo de la contratransferencia y para
asumir el compromiso ético de la atención de la población que se encuentra experimentando o
viviendo una crisis emocional.
X
TABLA DE CONTENIDOS
TRIBUNAL EXAMINADOR ....................................................................................................................................II
AGRADECIMIENTO .............................................................................................................................................. III
DEDICATORIAS ..................................................................................................................................................... IV
RESUMEN ................................................................................................................................................................ IX
TABLA DE CONTENIDOS ..................................................................................................................................... 11
CAPÍTULO I ............................................................................................................................................................. 14
1.1. INTRODUCCIÓN.......................................................................................................................................... 14
1.2. ALCANCES DE LA INVESTIGACIÓN ............................................................................................................ 15
1.3. JUSTIFICACIÓN .......................................................................................................................................... 16
1.4. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN ............................................................................ 22
1.5. OBJETIVOS................................................................................................................................................. 22
1.6. ANTECEDENTES DE INVESTIGACIÓN ......................................................................................................... 23
CAPÍTULO II ........................................................................................................................................................... 54
2. MARCO TEÓRICO / REFERENTES CONCEPTUALES .......................................................................... 54
2.1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA INTERVENCIÓN EN CRISIS EN APLICACIÓN DE LOS PAP. ..................... 54
2.1.1. Antecedentes históricos de la intervención en situaciones de crisis y PAP en el mundo. ..................... 55
2.1.2. Antecedentes históricos de la intervención en situaciones de crisis en Costa Rica. .............................. 58
2.2. TEORÍA DE LA CRISIS. ...................................................................................................................................... 59
2.2.1. Concepto de crisis..................................................................................................................................... 60
2.2.2. Tipos de crisis. .......................................................................................................................................... 62
2.2.3. Factores que inciden en la aparición y resolución de una crisis. ........................................................... 63
2.2.4. Fases de una crisis ................................................................................................................................... 78
2.3. QUÉ SON LOS PAP: MODELOS, ESTRATEGIAS Y TÉCNICAS PARA APLICARLOS. ............................................ 80
2.3.1. Modelo de Slaikeu y los Primeros Auxilios Psicológicos (PAP). ........................................................... 80
2.3.2. Otras estrategias de intervención y técnicas para aplicar los PAP......................................................... 98
2.3.3. Otros modelos de PAP............................................................................................................................ 105
2.3.4. Protocolos del Ministerio de Educación Pública para la intervención en crisis. ................................ 114
2.4. PERFIL PROFESIONAL DE LA PERSONA ORIENTADORA PARA LA INTERVENCIÓN EN CRISIS EMOCIONALES
MEDIANTE LOS PAP. ............................................................................................................................................. 116
2.4.1. Competencias de la persona profesional en Orientación para la intervención de crisis emocionales
mediante los PAP. ............................................................................................................................................ 120
2.4.2. Fortalezas y virtudes de la persona profesional en Orientación para la intervención en crisis
emocionales mediante los PAP. ....................................................................................................................... 126
2.5. PAPEL Y APORTE DESDE LA DISCIPLINA DE LA ORIENTACIÓN EN LOS PAP................................................ 130
2.5.1. Conceptualización de la Orientación. ................................................................................................... 131
2.5.2. Principios de la Orientación. ................................................................................................................. 137
2.5.3. Prevención del daño emocional desde la disciplina de la Orientación. ............................................... 141
2.6. AUTOCUIDADO DE LAS PERSONAS PROFESIONALES EN ORIENTACIÓN QUE INTERVIENEN EN SITUACIÓN
DE_CRISIS_EMOCIONALES……………………………………………………………………………………… .145
2.6.1. Salud integral. ........................................................................................................................................ 146
2.6.2. Autocuidado de la persona profesional en Orientación que aplica los PAP. ...................................... 148
2.6.3. Riesgo emocional ante los PAP. ............................................................................................................ 156
2.6.4. Estrés y síndrome de Burnout o desgaste profesional. ......................................................................... 159
2.6.5. Técnicas de autocuidado y cuidado en el equipo de trabajo. ................................................................ 162
2.7. SÍNTESIS DEL APARTADO. .............................................................................................................................. 171
11
CAPÍTULO III ........................................................................................................................................................ 174
3. MARCO METODOLÓGICO ....................................................................................................................... 174
3.1. PARADIGMA DE INVESTIGACIÓN. .................................................................................................................. 174
3.2. ENFOQUE DE INVESTIGACIÓN. ...................................................................................................................... 176
3.3. MÉTODO DE INVESTIGACIÓN ........................................................................................................................ 179
3.4. TÉCNICAS DE RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN. .......................................................................................... 181
3.4.1. Entrevista en profundidad. .................................................................................................................... 181
3.4.2. Grupo focal............................................................................................................................................. 197
3.4.3. Documentos utilizados. .......................................................................................................................... 199
3.4.4. Dispositivos para el registro de los datos. .............................................................................................. 200
3.4.5. Triangulación. ........................................................................................................................................ 201
3.4.6. Validez y credibilidad. ............................................................................................................................ 202
3.5. POBLACIÓN PARTICIPANTE. .......................................................................................................................... 203
3.5.1. Criterios de inclusión. ............................................................................................................................ 204
3.5.2. Criterios de exclusión............................................................................................................................. 204
3.5.3. Criterios de protección. .......................................................................................................................... 205
3.6. ETAPAS DE LA INVESTIGACIÓN. .................................................................................................................... 206
3.6.1. Etapa preparatoria. ................................................................................................................................ 207
3.6.2. Etapa de trabajo de campo. .................................................................................................................... 207
3.6.3. Etapa de análisis de los datos. ............................................................................................................... 211
3.6.4. Etapa informativa. ................................................................................................................................. 220
3.7. LIMITACIONES DE LA INVESTIGACIÓN.......................................................................................................... 220
CAPÍTULO IV ......................................................................................................................................................... 221
4. HALLAZGOS Y DISCUSIÓN ...................................................................................................................... 221
4.1. CONCEPTUALIZACIÓN DE CRISIS Y FACTORES QUE INCIDEN EN SU APARICIÓN Y RESOLUCIÓN. ................ 221
4.1.1. Conceptualización e identificación de la crisis emocional en la adolescencia. ................................... 222
4.1.2. Significado del suceso y manifestaciones clave para detectar crisis emocionales. .............................. 226
4.1.3. Estilos de afrontamiento de las crisis emocionales en la adolescencia ................................................ 230
4.1.4. Recursos personales para enfrentar la crisis emocional. ..................................................................... 238
4.1.5. Recursos sociales y contextuales. .......................................................................................................... 239
4.1.5.1. Redes de apoyo al aplicar los PAP. ............................................................................................ 240
4.2. ESTRATEGIA DE INTERVENCIÓN EN CRISIS DE PRIMERA INSTANCIA: METAS, COMPONENTES DE LOS PAP Y
PERFIL CASIC. ..................................................................................................................................................... 256
4.2.1. Procedimiento para aplicar los PAP: Componentes del modelo de Slaikeu. ....................................... 256
4.2.2. Técnicas de intervención al aplicar los PAP, señaladas como las más relevantes. ............................. 270
4.2.3. Protocolos del MEP como guía principal para aplicar los PAP en el contexto educativo .................. 274
4.3. PERFIL PROFESIONAL DE LA PERSONA ORIENTADORA PARA LA INTERVENCIÓN EN CRISIS EMOCIONALES
............................................................................................................................................................................... 280
4.4. ROL Y APORTE DESDE LA DISCIPLINA DE LA ORIENTACIÓN EN LOS PAP. .................................................. 284
4.4.1. Rol y aporte de la persona profesional en Orientación, en relación con la prevención primaria. ...... 285
4.4.2. Rol y aporte de la persona profesional en Orientación, en relación con la prevención secundaria. .. 291
4.4.3. Retos en la atención de las situaciones de crisis (desde la disciplina de Orientación). ....................... 298
4.4.4. Aportes para la intervención en crisis y PAP desde la perspectiva y experiencia de las personas
entrevistadas ..................................................................................................................................................... 304
4.5. AUTOCUIDADO DE LA PERSONA INTERVINIENTE EN CRISIS........................................................................ 312
4.5.1. Conceptualización de autocuidado, estrategias y técnicas. .................................................................. 312
4.5.2. Autocuidado de la persona profesional………....………………………………………….………….316
12
4.5.3. Recursos personales y redes de apoyo para el autocuidado de la persona profesional en Orientación.
.......................................................................................................................................................................... 325
4.5.3.1. Desafíos para el autocuidado de las personas profesionales en Orientación. .......................... 329
4.5.4. Experiencias de las personas entrevistadas para el autocuidado en la intervención de crisis
emocionales……………………………………………………………………………………………………….…339
CAPÍTULO V .......................................................................................................................................................... 343
5.1. CONCLUSIONES. ............................................................................................................................................. 343
5.2.RECOMENDACIONES………………..………………………………………………………………………...353
CAPÍTULO VI ......................................................................................................................................................... 359
6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS .......................................................................................................... 359
CAPÍTULO VII ....................................................................................................................................................... 372
7. ANEXOS .......................................................................................................................................................... 372
TABLAS
13
CAPÍTULO I
1.1. Introducción
14
conclusiones que se encuentran organizadas según los objetivos de la investigación y las
recomendaciones dirigidas a la Escuela de Orientación y Educación Especial, a las personas
profesionales en Orientación, al Ministerio de Educación Pública, a los centros educativos y
departamentos de profesionales en Orientación que participaron en el estudio, y para las personas
que se encuentren en formación para ser futuras personas profesionales en Orientación.
Otro de los alcances obtenidos, fue el reconocimiento de aspectos de mejora dentro del
ámbito laboral en relación con el autocuidado de las personas profesionales en Orientación y sobre
todo a lo referente a la importancia del autocuidado en equipos de trabajo. Asimismo, se
identificaron varios elementos de mejora en relación con la formación de la disciplina, en función
de fortalecer lo referente a la intervención en crisis y el autocuidado.
Por medio del uso de insumos digitales se pudo dar continuidad a la investigación en
aspectos como la verificación de datos en la recolección de información, reuniones como grupo
de trabajo, coordinación y comunicación entre las personas que lo conforman, entre otros
elementos.
15
y aplicación de los PAP desde la Orientación en algunos centros educativos públicos de educación
secundaria, y la forma en la que las personas participantes del presente estudio emplean el
autocuidado a escala individual y de equipo de trabajo. Lo anterior permitió cumplir con los
objetivos de la investigación, al identificar el procedimiento que realizan personas profesionales
en Orientación para atender situaciones de crisis emocionales; determinar el aporte de estas
personas profesionales en la intervención de los PAP; y reconocer las técnicas que emplean para
su autocuidado.
1.3. Justificación
16
presentan; se trata, pues, de eliminar o disminuir aquellas condiciones que
De esta forma, al atender una situación de crisis de manera diligente y con altos estándares
de calidad y consistencia, la persona que atraviesa la situación de crisis podrá salir fortalecida del
proceso, activando recursos personales para atravesar la situación y desarrollando habilidades que
le permitan afrontar situaciones críticas futuras de una mejor forma, previniendo crisis
emocionales futuras. Cabe aclarar que para efectos de la presente investigación se va a entender
que cuando se habla de crisis, todos sus tipos van a conllevar una afectación emocional. Por lo
tanto, al referirse a las crisis, todas estas se entienden como crisis emocionales.
Es por ello, que se considera necesario realizar una investigación que permita conocer
cómo se está manejando la intervención en crisis desde la disciplina de la Orientación con las
personas adolescentes, debido a que si bien es cierto, es una de las etapas del desarrollo donde más
crisis se experimentan debido al cambio constante y a la formación de la identidad con los factores
que influyen en esta, según Cruz (2018, diapositiva, 3), como el grupo de pares, la familia, el
contexto, entre otros, lo cual influye directamente en el área emocional, al tiempo que se está en
una etapa formativa en la cual se van vislumbrando y desarrollando los recursos necesarios para
afrontar los desafíos vitales.
Y es que, tomando en cuenta lo que plantea Slaikeu (2000) refiriéndose a la crisis, como
“un estado temporal de trastorno y desorganización, caracterizado principalmente, por la
incapacidad de la persona para abordar situaciones particulares, utilizando métodos no
acostumbrados para la solución de problemas, y obteniendo un resultado radicalmente positivo o
negativo” (p.16). De lo anterior, se puede determinar que la Orientación desde su enfoque
preventivo, juega un papel muy importante, pues de esta disciplina en gran medida depende, que
las personas estudiantes en etapa de la adolescencia puedan sobrellevar las situaciones de crisis de
manera positiva, enseñándoles a ir adquiriendo herramientas para poder salir adelante, desde sus
propias experiencias de aprendizaje.
17
Es por tanto que la capacidad de aplicar de forma oportuna, correcta y consistente los PAP
se considera indispensable en los centros educativos para hacerles frente a las crisis propias del
desarrollo y circunstanciales que podrían poner a prueba las capacidades de resiliencia de la
persona y al propio servicio de Orientación de manera inesperada.
Murillo (2015) considera que no importa qué tipo de crisis sea, se parte del hecho de que
el evento es emocionalmente significativo, e implica un cambio radical para la existencia de la
persona y es importante adaptarse a ese cambio (p. 280). De esta manera, alguien que pasa por una
situación de crisis, puede encontrarse en un momento que puede ser determinante para su vida.
Frente a una situación de estas, los PAP se pueden presentar como un medio para proteger a las
personas en situaciones de riesgo y contener el daño emocional experimentado en el momento en
que se enfrenta la crisis.
Al respecto, Monge (2016, p.81) afirma que los PAP son “un conjunto de estrategias y
técnicas útiles para enfrentar la crisis”. Por lo que estas, utilizadas por la persona profesional en
Orientación, en este primer momento, son de vital importancia para un mejor desenlace de la
situación crítica. En este punto es de importancia destacar el principio de prevención de la
Orientación, mediante el cual se procura facilitar la adquisición de competencias y destrezas que
preparen a las personas para enfrentar situaciones difíciles y posibles crisis emocionales futuras
aunado a una visión de desarrollo ante las crisis mismas.
Es fundamental señalar que la intervención en crisis de primer orden, según Slaikeu (2000),
es una primera ayuda psicológica, la cual implica una asistencia inmediata que busca evitar que la
situación que se está viviendo produzca más secuelas emocionales de las previstas, tal y como se
mencionó anteriormente y marcan una serie de pasos que se deben seguir para intervenir ante estas
situaciones de la mejor manera.
Se puede afirmar que el procedimiento para ofrecer dicha intervención en crisis en primera
instancia se engloba en los PAP, los cuales para Monge (2016, p. 81)” deben ser dirigidos a toda
situación que conlleve desequilibrio y desorganización a la persona o personas. Esto significa que
los PAP, procuran fomentar un ambiente seguro y sereno para ofrecer información y contener
emocionalmente a las personas afectadas, presentándose como un primer recurso para la
canalización emocional con miras al proceso de resolución de la crisis.
18
Por lo que se debe promover que para la intervención exista la formación adecuada y
entrenamiento en atención de crisis, para una óptima aplicación de las estrategias y las técnicas
más acordes a esta primera atención de las situaciones críticas que pueda afrontar una persona a lo
largo de su ciclo vital. Esto se da con el propósito de disminuir las posibilidades de que las personas
que experimentan situaciones de crisis emocionales desarrollen una sintomatología física y
psicológica más grave posteriormente y que la misma situación de crisis se presente como una
oportunidad de crecimiento para la persona afectada, pero esta posibilidad estará en función de la
calidad del servicio y acompañamiento recibido durante los primeros momentos de la crisis, en los
cuales la persona se encuentra más susceptible ante un daño emocional (Rendón y Agudelo, 2011,
p.229).
pasar por un breve estado de ansiedad o depresión después de dichos eventos, las
19
evento y tienen síntomas de emociones excesivas (Echeburúa y De Corral, 2007, p.
63).
Ante esto, se hace necesario recalcar la importancia de las buenas prácticas en la atención
de crisis emocionales, entendiendo el alto grado de susceptibilidad de las personas atendidas y el
alto riesgo ante un daño psicológico al afrontar una situación crítica. En este punto, se presentan
los PAP como un medio privilegiado para contener las secuelas de las crisis emocionales y como
un punto de partida para la resolución de crisis mediante el desarrollo de habilidades y destrezas
para hacerle frente a la situación y a futuros escenarios desafiantes.
Caso contrario, se ha demostrado que las secuelas psicológicas de una crisis emocional se
exacerban cuando no se cuenta con una atención basada en los PAP, lo cual vuelve a demostrar la
importancia de esta materia, ya que las personas que no son atendidas de manera pronta y con un
servicio de calidad pueden terminar con un trastorno mental o de personalidad que requiera de
otro tipo de intervención más allá de la ofrecida por la disciplina de Orientación y de secuelas
mucho más profundas (Rendón y Agudelo, 2011, pp. 231-232). Por lo cual la calidad del servicio,
así como su consistencia, toman una relevancia capital al hacer referencia a la atención de crisis
emocionales.
Finalmente, no se puede dejar de lado que para brindar un servicio óptimo e intervenir de
la mejor manera, la persona profesional en Orientación también debe contemplar una buena salud
mental para sí misma, debido a que su trabajo es arduo y constantemente enfrenta situaciones muy
20
demandantes; algunas más fuertes que otras, las cuales pueden llegar a afectarlas de diversas
formas, dependiendo de cómo se encuentre la persona a nivel mental y emocional. Entonces
cuando se brinda contención en situaciones de crisis, la preparación de la persona profesional debe
ser adecuada y eficaz mental y emocionalmente, para intervenir de la mejor forma y evitar así que
se vea perjudicada por la situación o problema al que se enfrenta.
Esto va de la mano con lo que Escobar, Franco y Duque (2011, p. 136) advierten al hacer
referencia al autocuidado como una competencia profesional, ya que este daría pie a la integralidad
de la persona profesional. Siendo así, se concebiría el autocuidado como un compromiso con el
propio bienestar y que sirve de base para una consistencia y buenos nexos con en el rol profesional,
lo cual en el caso específico de la atención a las situaciones de crisis se vuelve particularmente
relevante, al retomar lo que se ha venido señalando en cuanto a la necesidad de ofrecer un servicio
de calidad que sea consistente y oportuno en escenarios críticos debido a la susceptibilidad de las
personas afectadas.
Es por ello, que se considera de gran importancia identificar si las personas profesionales
en Orientación están promoviendo espacios de autocuidado y cómo lo están haciendo, debido a
que al atender situaciones de crisis, la persona profesional que hace frente a estas emergencias se
encuentra en una posición también de vulnerabilidad, similar a la de la persona quien sufre la crisis,
ya que tal y como lo plantean Álvarez, Cruz y Porcar (2018), quien atiende una situación crítica
se expone a altos niveles de vulnerabilidad ante el sufrimiento humano al utilizar como principal
herramienta de trabajo la empatía para hacerle frente a estas situaciones, lo cual puede generar
niveles de estrés incluso superiores a los presentes en el síndrome de burnout o de desgaste
profesional (p. 3).
Ante tal escenario se hace perentorio generar una reflexión crítica ante la presencia de
conductas, actividades o protocolos de actuación para ofrecer los PAP que incluyan el autocuidado
como un componente esencial de la atención de crisis, no solo como un medio para el cuidado de
personal a cargo de la atención profesional de las crisis emocionales, sino como una condición
necesaria para el aseguramiento de un servicio y atención de calidad de las personas que sufren
una crisis. Siendo así, se presenta el siguiente problema de investigación para este trabajo.
21
1.4. Planteamiento del problema de investigación
Desde esta perspectiva surge la necesidad de indagar acerca del procedimiento que están
aplicando actualmente profesionales en Orientación para brindar los PAP a personas en situaciones
de crisis emocionales, y dar respuesta a la siguiente interrogante:
1.5. Objetivos
Objetivo general.
Objetivos específicos.
22
1.6. Antecedentes de investigación
Ante el fenómeno en estudio acerca de los Primeros Auxilios Psicológicos aplicados por
profesionales en Orientación a personas adolescentes en una crisis emocional y su análisis, se
encuentra la necesidad de identificar investigaciones tanto a nivel internacional como nacional,
que permitan comprender y analizar las aproximaciones que se han llevado a cabo, referentes a
este tema. Esto, con el propósito de identificar algunas necesidades y carencias en la generación
de conocimiento en torno a esta temática.
Se cuenta con una serie de estudios y publicaciones que se relacionan con elementos
propios del tema investigado y que también permiten contrastar los diferentes conocimientos que
se adquieren en el proceso de la presente investigación con los ya existentes. A partir de un
minucioso proceso de revisión documental en el cual el interés se situó en identificar y contrastar
exploraciones investigativas acerca del fenómeno en estudio, con poblaciones, temáticas y
metodologías relacionadas con las del presente trabajo, se lograron recopilar los siguientes
antecedentes. A continuación, se describen los estudios e investigaciones encontradas y su relación
con el tema de investigación desarrollado, agrupándolos entre antecedentes internacionales y
nacionales.
23
La metodología utilizada en esta investigación es de tipo exploratorio y clínico terapéutico,
con el fin de indagar sobre los hechos que han llevado a las personas a tener las crisis y asimismo,
que puedan afrontarlas mediante el modelo de intervención en crisis de Slaikeu.
Continuando con los antecedentes nacionales, Araya (2004) para optar por el grado de
licenciatura en Psicología en la Universidad de Costa Rica, desarrolla su práctica dirigida
mediante un proceso de formación y capacitación en intervención en crisis psicológicas dirigidas
a equipos de salud en la Dirección Regional de Servicios Médicos de la región Huetar Norte.
En este estudio se visualiza que existe una gran presencia de crisis psicológicas y
emocionales que no están siendo abordadas de forma satisfactoria, ya que los equipos de salud
encargados de proporcionar la atención de primer orden no cuentan con la capacitación adecuada.
Es por eso que se plantea desarrollar un proceso que permita abordar dicha necesidad donde las
personas profesionales de salud en la Dirección Regional de Servicios Médicos de la región Huetar
Norte, puedan dar una atención más eficaz que promueva la salud integral.
24
Para lograr lo anterior, se propuso un programa de capacitación general para la
intervención ante situaciones de crisis emocional dirigido a todas las personas profesionales del
primer nivel de atención en salud y para aquellas encargadas de su posterior seguimiento. Este
proceso se realizó mediante de tres etapas, las cuales consistieron en la exploración, motivación y
negociación, en la ejecución de las acciones de capacitación y formación, y por último en la
evaluación y monitoreo, esto mediante talleres realizados por el investigador.
Entre los resultados más destacables de dicha práctica dirigida, se presenta que al atender
la salud de las personas se hace un énfasis en los factores fisiológicos. Sin embargo, hay una gran
desatención de los factores psicosociales y emocionales de la promoción y atención de la salud
mental. Es por ello, que dicha práctica buscó dar respuesta a lo planteado, facilitando la
conformación de equipos de salud capacitados y aptos para intervenir en crisis psicológicas con
una propuesta de protocolo de referencia y contra referencia para el servicio de Psicología y la
sistematización descriptiva de la experiencia como fuente de información científica para futuras
intervenciones.
Para propósitos del presente estudio, cabe destacar que un esfuerzo investigativo como este
y su justificación, apuntan a la necesidad de formar a profesionales de diversas disciplinas y
ámbitos en la correcta intervención ante situaciones de crisis como una forma de prevenir daños
emocionales y para la promoción del bienestar integral de la promoción atendida.
25
transversal. La población participante fue de sesenta y siete docentes, quienes formaban parte del
profesorado de la institución educativa anteriormente mencionada.
Entre los hallazgos más importantes que se derivan de ese estudio, se encuentra que el
personal docente de dicha institución contaba con bajo conocimiento acerca de los procesos de
duelo en el período de la adolescencia, así como con escasos recursos personales para intervenir
de forma temprana y oportuna en casos de duelo.
Se concluyó también, que es importante que el personal docente conozca cuales son los
cambios que suelen presentarse durante la etapa de desarrollo de la adolescencia a nivel físico,
psicológico y social, debido a que pueden desencadenar procesos de duelo o crisis a raíz del
proceso mismo de desarrollo, que requieran de una adecuada y oportuna atención.
Asimismo, se consideró importante que contaran con la capacitación necesaria para saber
cómo realizar una intervención de primer orden, conocer y llevar a cabo pautas que conduzcan a
una resolución satisfactoria del duelo. Esto se torna relevante para la presente investigación, ya
que al pretender indagar sobre el procedimiento que se realiza para atender una crisis con personas
adolescentes, se hace fundamental profundizar también sobre la necesidad de la capacitación
requerida para ello.
Por otra parte, Román (2011) al optar por su maestría en Trabajo Social con énfasis en
intervención terapéutica de la Universidad de Costa Rica, desarrolla la investigación que le permite
indagar sobre las perspectivas o las crisis familiares que experimentan algunas personas que tienen
parientes internados en el Hospital Nacional Psiquiátrico con esquizofrenia. Lo anterior, debido a
26
que el impacto de una emergencia psiquiátrica dentro de una familia puede provocar un
desequilibrio entre las partes, lo que puede llevar a la crisis. Es entonces necesario que exista un
abordaje ante la situación de crisis con la familia, debido a que es un gran recurso para la
recuperación clínica y terapéutica de la persona que presenta un trastorno mental.
Según Román (2011) dicha investigación dio como resultado una propuesta de
intervención en crisis que puede ser desarrollada con las familias de las personas hospitalizadas
en el servicio de emergencias del Hospital Nacional Psiquiátrico, debido a que la salud mental
debe constituirse como una prioridad para el Estado costarricense, por lo que para desarrollar
estrategias y acciones que logren el cambio, en el abordaje extra e interhospitalario, se debe incluir
a un conjunto de actores gubernamentales y no gubernamentales en estas.
27
Asimismo, el recurso familiar contribuye a la recuperación clínica psicológica y social de
quienes presentan trastornos mentales. Las personas profesionales, en este caso de Trabajo Social,
deben ser parte de un equipo interdisciplinario que promueva los servicios de intervención en crisis
con una perspectiva de fomentar el cumplimiento de los derechos de estas personas.
Se concluye que los resultados obtenidos pueden dar cabida a otros temas de interés, no
sólo del abordaje del trastorno mental y emergencias psiquiátricas, sino que también a la creación
de diferentes lineamientos de intervención en crisis con familias e individualmente. Esto, debido
a que es necesario sensibilizar al personal del Hospital Nacional Psiquiátrico y a las personas
profesionales que laboren en esta institución, para que puedan brindar la mayor atención tanto a
quienes enfrentan una emergencia psiquiátrica como a sus familiares.
De esta forma, apunta a la importancia de intervenir el contexto social de una persona que
pasa por una crisis, resaltando el impacto que puede tener en los subsistemas en lo que se involucra
esta, incluyendo a su familia. Esta perspectiva puede servir de insumo para plantearse el rol
orientador en la intervención de crisis a escala familiar y en otros contextos, como el educativo o
comunitario, y conocer su proceder en dichos escenarios, reconociendo las experiencias de éxito
y los aspectos de mejora, tal y como se desarrolla en el presente estudio.
Por su parte, el estudio de Picado (2012) titulado “Conocimiento que poseen los y las
docentes de Educación General Básicas sobre los problemas emocionales, de conducta y sus
formas de intervención, en la Escuela Jucó de Orosí, del circuito Escolar 08, de la Dirección
Regional de Cartago, durante el año 2012”, se plantea como objetivo general de investigación
analizar el conocimiento del personal docente sobre problemas emocionales y de conducta, y sus
formas de intervención, en la Escuela Jucó de Orosi.
28
Otras técnicas de recolección de información utilizadas, fueron la de documentación y
observación. Se trabajó con la totalidad del cuerpo docente y dirección de la institución. Los
resultados de esta investigación demuestran que la totalidad de participantes posee una definición
clara acerca del concepto de problemas emocionales y conoce sobre algunos de ellos. Además,
coinciden en que los problemas emocionales que manifiestan sus estudiantes son similares, tienen
conocimiento sobre dichos asuntos y reconocen los que están presentes en su alumnado.
En las conclusiones de este estudio, se expresa que las personas docentes enlazan
correctamente la relación de un problema emocional con el de conducta, tienen conocimientos
acerca de los problemas de esta índole, brindan ejemplos de situaciones vividas con sus estudiantes
dentro y fuera de un salón de clases.
Esta investigación apunta a que a pesar de que en los resultados todas las personas docentes
parecían dominar el tema de los problemas emocionales y de conducta en sus estudiantes, fueron
muy pocas las que mencionaron estrategias adecuadas para el manejo de estas situaciones. Por lo
tanto, se concluye que no todas las personas participantes del estudio conocen del tema de
problemas emocionales o de conducta de forma pertinente, adecuada o con el criterio necesario.
El aporte que brinda este estudio a la presente investigación reside en que es fundamental
la capacitación relacionada con este tipo de situaciones. Si bien es cierto que un problema
emocional o de conducta no necesariamente está relacionado con una crisis, estos son elementos
que se deben tomar en cuenta al realizar la intervención de primer orden o PAP en un momento de
crisis, ya que es probable que estudiantes con algún problema emocional o de conducta no tengan
las mismas herramientas para el afrontamiento de una crisis que otras personas de su grupo de
pares.
29
Aunado a lo anterior, debe considerarse que por más que se domine un tema a nivel teórico,
llevarlo a la práctica en realidades y contextos distintos, con una población estudiantil que tiene
sus propias características, se vuelve todo un reto para cualquier profesional, y en relación con la
investigación también puede ser un reto para las personas profesionales en Orientación. Por
consiguiente, es esencial tener presentes las características particulares de cada estudiante, conocer
estrategias que puedan ayudar a aplicar los PAP y realizar una intervención en crisis adecuada.
En otra investigación realizada por Chavarría (2014), denominada “Análisis del abordaje
que brinda el equipo disciplinario y el profesorado que imparten las materias básicas al
estudiantado del nivel de séptimo y octavo año del Instituto de Guanacaste de la ciudad de Liberia
que han sido víctimas del bullying durante el periodo lectivo 2014”, se plantea principalmente
analizar la forma de intervenir por parte del personal docente de la institución a cargo de los dos
primeros grados académicos con el estudiantado bajo su tutela que ha sufrido casos de bullying y
conductas relacionadas.
Se mencionó por parte del estudiantado, que el abordaje que brindó el equipo
interdisciplinario cuando denunciaron ser víctimas de bullying fue muy eficaz, ya que se tomó muy
30
en serio la situación que estaban pasando y además no se volvieron a repetir las agresiones contra
las personas denunciantes. Sin embargo, recalcan que fue muy difícil superar el temor que sentían,
incluso después de que se detuvieron las agresiones.
Es señalado que como una de las secuelas del bullying, las personas que han sido víctimas
viven traumatizadas, debido a que muchas han sufrido los ataques por mucho tiempo. Otro aspecto
importante, es que, en términos generales, es muy difícil para el estudiantado denunciar lo que les
está pasando, y cuando se recurre al cuerpo docente, este debe saber cómo proceder. Para finalizar,
los procedimientos mencionados por la orientadora fueron los más precisos para la atención del
estudiantado, lo cual demuestra un mayor manejo y conocimiento adecuado de estos ante las
situaciones que lo requirieron.
Con respecto a las conclusiones, los principales aportes son los siguientes: según la
percepción del equipo docente, se necesita una mayor capacitación por parte del Ministerio de
Educación Pública; el profesorado cuenta usualmente con el apoyo de las personas profesionales
en Orientación para abordar la situación; algunas personas integrantes del cuerpo docente se
encuentran mejor capacitadas que otras; y falta un mayor interés por parte de algunas de estas
últimas para conocer los procedimientos de abordaje.
En los resultados se muestra que la Orientadora de la institución era quien parecía tener
mayor conocimiento sobre el abordaje de dicha problemática. Sin embargo, faltaba todavía
31
mejorar muchos aspectos a la hora de llevarlo a cabo de acuerdo con los resultados y las
conclusiones del estudio. Por lo tanto, se evidencia la necesidad y la importancia de tener más
capacitación de profesionales en Orientación, para trabajar estos procesos y poder brindar los PAP
de una forma eficaz.
Siguiendo con la investigación realizada por Veitch (2015) para optar por el grado de
Maestría en Psicopedagogía, “El abordaje de la manifestación de las crisis evolutivas en el
contexto del aula, de algunas carreras de Educación de una universidad pública costarricense en
el año 2014”, se propuso analizar la forma en que el personal docente del área de Educación de la
institución universitaria interviene ante las manifestaciones de las crisis evolutivas por parte del
estudiantado a su cargo.
En los resultados se encontró que para las doce personas entrevistadas las crisis evolutivas
son situaciones esperables que le pueden ocurrir a cualquier persona en las diferentes etapas de su
desarrollo, y que pueden ocurrir en el proceso de transición de una etapa a otra. Se evidenció que
las crisis del desarrollo influyen directamente sobre el proceso de formación profesional.
De acuerdo con las entrevistas realizadas, las estrategias para atender las crisis evolutivas
se relacionan con que la persona docente universitaria utilice lecturas en el desarrollo del curso
referentes al tema, y que se modele el abordaje de las crisis. Advierten que el trabajo grupal, la
observación, la empatía, la entrevista y el trabajo colaborativo posibilitan la atención pedagógica.
Además, es necesaria la comunicación cercana y emplear los PAP en el momento que se requiera.
Por otra parte, aseguran que la atención pedagógica de las crisis evolutivas está relacionada
con aportar recursos al estudiantado para que enfrenten su situación de la mejor manera y que ello
implica la visualización, evaluar necesidades, realizar referencias de manera oportuna, asumir un
rol de acompañamiento, mostrar interés, adoptar una posición mediadora, tener la capacidad de
32
escucha, así como dar un seguimiento al caso. Se espera que la persona docente tenga un rol
activo, donde pueda brindar ayuda de forma inmediata, en el momento que se requiera.
Otras estrategias que se mencionaron, se enfocan en orientar para la vida, visualizar las
crisis como parte del desarrollo humano, trabajar con grupos y en forma individual, mantener la
calma, aplicar los PAP, hacer un balance entre la atención individual y la grupal, contar con mayor
conocimiento de la Psicología en relación con la atención de escenarios críticos e informar a la
población estudiantil sobre dicho tema para que comprendan que las crisis evolutivas o del
desarrollo no son extrañas, sino que son comunes en todas las personas. Una docente planteó que
ella no conocía técnicas que pudiera emplear el personal docente.
Por lo general, la persona en ese estado que no está gravemente afectada no se visualiza
como sujeto de atención, lo cual ha provocado una ausencia de recursos destinados a la población
docente para el abordaje de estos eventos; además, no se ha considerado la prevención con miras
a disminuir los índices de casos por eventos críticos, ya que la persona que los atraviesa se visualiza
como alguien que es completamente responsable de solucionar por sí misma su condición. Es por
ello que se considera importante retomar, que las personas profesionales en Orientación
actualmente atienden crisis emocionales. Sin embargo, la mayoría lo realiza con la formación que
adquirieron mientras cursaban la carrera, por lo que es necesario enriquecerse con más estudios;
de ahí la importancia del procedimiento adecuado para la intervención y aplicación de los PAP.
33
También se concluye que la metodología que se ha venido aplicando en el contexto
educativo para atender situaciones de crisis evolutivas, se caracteriza por utilizar diversas acciones
que giran en torno a una diversidad de perspectivas, lo cual no ha hecho posible contar con una
sola línea de acción para una metodología de intervención concreta; es evidente la falta de estudios
sobre esta temática y la falta de conocimiento al respecto.
34
Además, se hizo una revisión bibliográfica, de estadísticas, páginas web, bibliotecas
virtuales y otras fuentes similares con el fin de recopilar la información más relevante y actualizada
sobre el tema de investigación. Se aplicaron instrumentos como cuestionarios y entrevistas
semiestructuradas a personas profesionales, entre estas, a la orientadora de la institución, para
obtener información acerca de la población estudiantil. No se trabajó con una muestra, sino con la
totalidad de la población del personal docente, para un total de 28 personas.
El trabajo realizado por Vallejos y Araya (2015) no cuenta con un apartado específico de
resultados, No obstante, dentro de las principales conclusiones se indica que la salud mental de la
población costarricense, requiere acciones multidisciplinarias para intervenir en los factores que
inciden en su deterioro, y así evitar el incremento en los trastornos mentales.
Por otro lado, precisan que al capacitar a las personas docentes acerca del impacto que
una crisis puede causar en la vida del estudiantado, se puede llegar a sensibilizar a esta población
sobre la importancia de acompañar en este proceso e intervenir en estas situaciones de manera
temprana, para coadyuvar en su intervención futura. Esto permitirá que el personal educativo
pueda brindar un adecuado contacto o PAP con sus estudiantes, en un espacio seguro, mientras se
evalúa la necesidad de una atención especializada.
Las conclusiones apuntan a que todas las causas y consecuencias del deterioro de la salud
mental en las personas menores de edad, generan un aumento desmedido de problemas y trastornos
mentales en la vida adulta. De ahí la gran necesidad de abordar de forma temprana las situaciones
difíciles que experimenta esta población, para evitar o disminuir las alteraciones en su salud mental
a futuro.
Agregan que la salud mental deteriorada, crea un impacto en la población nacional; esto
35
provoca que cada año se genere un aumento en la tasa de suicidios, violencia intrafamiliar,
drogadicción, entre otras problemáticas, a edades muy tempranas. Por lo tanto, se subraya la
relevancia en la implementación de proyectos que prevengan, fortalezcan y mejoren la salud
mental en esta población.
36
para finalmente proponer buenas prácticas y líneas de acción para el rol orientador en la atención
de situaciones similares.
37
crisis y aplicación de los Primeros Auxilios Psicológicos, procurando ser ese apoyo que le permite
a la persona crecer a través de la vivencia de las crisis emocionales que pueda experimentar.
Para este manual las personas autoras se propusieron tanto diseñarlo como adaptarlo para
el Departamento de Psicología de la Universidad de El Salvador, debido a la problemática que se
sitúa por medio del estudio, como lo es la carencia de una guía directa y formal de intervención
desde dicha disciplina por parte de la instancia anteriormente mencionada.
38
instituciones donde se habían desarrollado planes o manuales de intervención, diez estudiantes del
departamento quienes han participado en intervención en crisis por situaciones de desastre, y ocho
profesionales de Psicología.
En relación con lo anterior, es necesario reconocer los primeros síntomas de las crisis para
facilitar la ayuda inmediata y así guiar de mejor forma la intervención, por lo que es preciso contar
con los recursos materiales y logísticos necesarios para intervenir desde instancias como el
Departamento de Psicología. Por otra parte, en cuanto a las recomendaciones, es importante
destacar las remitidas hacia la capacitación, prevención y organización del estudiantado, como
elementos de suma importancia para brindar desde la intervención de primera instancia una
atención satisfactoria en crisis desencadenadas por desastres.
39
En Brasil, Da silva (2012), realizó su tesis para optar por el grado de Maestría en Psicología
Clínica denominada “Los primeros auxilios ante la tentativa de suicidio: estrategias y decisiones
de intervención en crisis”. En este acercamiento el autor intenta conocer las condiciones
contextuales donde hay un intento de suicidio y las estrategias utilizadas por el grupo de bomberos
del distrito federal de Brasilia para brindar primeros auxilios psicológicos cuando deben atender
estos casos, indagando sobre la eficacia de sus acciones y el desarrollo de recursos para la
formación de este grupo de profesionales de rescate, debido a que en ocasiones son las primeras
personas en responder ante una emergencia como esta.
La investigación realizada concluye que hay necesidad de acciones más concretas que
minimicen el impacto en la salud mental, así como para el tratamiento y la prevención del intento
de suicidio. Las estrategias desarrolladas varían en función de la profesión y el nivel de pericia de
la persona que entra en contacto con quien desea suicidarse y el método de suicidio adoptado.
Por otra parte, también en el contexto brasileño, se tiene el estudio de Vasconcelos (2015)
denominado “Atención psicológica en situaciones extremas: comprendiendo la experiencia de
psicólogos”, el cual tuvo como objetivo principal la sistematización de la experiencia de
profesionales en Psicología, quienes actuaron en situaciones extremas como desastres naturales,
40
conflictos armados, accidentes aéreos y epidemias. Para llevar esto a cabo, se realizó una revisión
bibliográfica de los documentos generados entre el año 2003 y 2013, disponibles en diversas bases
de datos en los idiomas inglés, portugués y español, incluyendo, Scopus (Elsevier), MEDLINE
OneFile, SciVerse Science Direct (Elsevier), Sage Publications, Wiley Online Library,
PsyARTICLES (American Psychological Association), entre otras.
Entre los resultados y conclusiones más importantes se encuentra que se necesita una
intervención temprana ante dichas situaciones para reducir el posible impacto psicológico que
estas situaciones extremas pueden causar. Sin embargo, se sugiere que el posible impacto o daño
psicológico depende de o se ve mediado por las características individuales y la intensidad del
contacto con la situación límite.
Dicha conclusión, aporta al estudio una perspectiva de intervención y trabajo sobre las
crisis y sus secuelas de forma personalizada y acorde con las necesidades de las personas afectadas
dentro de sus posibilidades y contexto inmediato; intervención en la cual la Orientación se centra
desde sus principios disciplinares y la incentivación de generar aprendizajes a partir de eventos
críticos en las personas.
Cabe apuntar, que según los resultados de este meta-análisis llevado a cabo por
Vasconcelos (2015), las investigaciones provenientes de Estados Unidos hacen énfasis en la
relevancia de la intervención inmediata ante situaciones de crisis y en los aspectos preventivos.
Por su lado, las asiáticas se enfocan en la utilización de sistemas de soporte y en la creación de
redes de apoyo de carácter comunitario para la atención de las situaciones límite, bajo el nombre
de Intervención Psicológica Inmediata (IPI).
Además, los estudios del contexto europeo apuntan a la existencia de muchos protocolos
de intervención que se enfatizan en la evaluación psicológica y en la proyección de planes de
atención de casos, pero no se les suele dar seguimiento, debido a que las personas profesionales
en Psicología no se limitan a simplemente diagnosticar, ya que intentan responder a las
necesidades de la población en crisis.
41
investigación en relación con las personas profesionales en Orientación a la hora de atender crisis
emocionales con adolescentes, pues recalca la importancia de crear lineamientos de intervención
que permitan ofrecer respuestas más inmediatas y eficaces para la atención de situaciones de crisis
basadas en estudios de casos y buenas prácticas.
El estudio se estructuró en cuatro partes, en las cuales se abordan los datos informativos,
circunstancias contextuales y conocimientos básicos acerca del tema de crisis, conocimiento
relacionado con los PAP y la forma de aplicarlos por parte del personal docente. Dentro de los
resultados se encuentran los siguientes.
42
de 79,30%, seguida por la migración con el 73,50%; embarazo de personas adolescentes con el
69,30% y el divorcio de progenitores con 69%.
Otras crisis a las que más del 50% de docentes han tenido que enfrentarse con sus
estudiantes fueron: económicas-familiares con 65,30%; cambios físicos propios de la etapa de
desarrollo adolescente 63.10%; conflictos en el noviazgo 62,20%; crisis por una discapacidad
física 60,50%; enfermedad crónica de familiares o amistades cercanas 67,40% y violencia
doméstica con un 55%.
Las dos crisis menores puntuadas son el suicidio con 23.20% y el aborto en la etapa
adolescente (situación menos frecuente), dada tal vez por otras variables de índole socio cultural.
Por otra parte, se indica que, de 358 docentes, más de 107 tuvieron que intervenir alguna vez en
situaciones de crisis. Y con respecto a la cantidad de crisis percibidas por el personal docente en
el último año, cerca del 81% observó en sus estudiantes algún tipo de crisis y solo el 9% restante
no lo hizo.
Otros resultados importantes son que la mayoría de docentes afirma conocer cómo actuar
en una situación de crisis y haber recibido algún tipo de capacitación, acerca de cómo brindar
ayuda a sus estudiantes en situaciones de crisis psicológicas.
La mayoría también respondió correctamente sobre las personas que pueden proporcionar
los PAP (cualquier persona puede aplicarlos), y afirma tener la necesidad de capacitarse en la
intervención de situaciones de crisis. Por otra parte, la minoría del personal docente conoce sobre
el concepto de PAP y logró definirlo correctamente; además la minoría conoce el momento
adecuado en el que se debería llevar a cabo los PAP y el proceso correcto por seguir, al momento
de aplicarlos.
43
En esta investigación en particular se pueden observar resultados estadísticos bastante
relevantes, lo cual brinda un aporte diferente a la presente investigación, ya que la mayoría de
antecedentes se basan en investigaciones de tipo cualitativo por la temática y área desarrollada.
Contar con datos cuantitativos puede enriquecer la investigación, al tener otra perspectiva de
análisis.
Es importante recalcar que en las conclusiones de este estudio, se indica que la mayoría del
personal docente no conoce los procesos adecuados de los PAP, por lo cual es una necesidad la
capacitación en esta área. En la disciplina de la Orientación esto es fundamental para las personas
profesionales, ya que esta preparación permite que su quehacer profesional se desarrolle de forma
más adecuada y respondiendo a las necesidades específicas que cada estudiante vaya presentando.
Cabe recalcar que la intervención en crisis es parte de la formación de las personas profesionales
en Orientación, sin embargo es posible que exista una necesidad de reforzar esta temática por lo
que es de gran interés conocer la perspectiva de las personas profesionales en Orientación acerca
de ese tema.
Como otro antecedente internacional, se tiene la obra de Dieltjens, Moonens, Van Praet,
De Buck y Vandekerckhove (2014) “Una búsqueda literaria sistemática sobre primeros auxilios
psicológicos: falta de evidencia para desarrollar guías”, quienes realizaron una revisión
sistemática de la literatura disponible en torno al tema de los PAP, con el fin de determinar la
efectividad de las guías de actuación, las revisiones sistemáticas y los estudios individuales
realizados sobre el tema, de cara a su utilización en el entrenamiento de las personas voluntarias
de la Red Cross-Flanders de Bélgica.
44
se incluyeron cinco lineamientos en los cuales su calificación de rigurosidad, en cuanto a su
construcción estaba en un rango entre el 20% y 53% utilizando el Instrumento para la Evaluación
de Guías de Práctica Clínica (AGREE) y que ninguno de los lineamientos de acción ni los casos
individuales analizados presenta evidencia sobre su efectividad en el uso de los PAP.
Dentro de esta misma revisión, se encontraron otros dos análisis exhaustivos que se habían
realizado y que habían llegado a la misma conclusión de que no se tiene evidencia de la efectividad
de las acciones empleadas en la intervención de primera instancia de situaciones críticas o de
emergencia.
Esto último es de particular interés para esta investigación, ya que se busca determinar si
las intervenciones ante las situaciones de crisis por parte de las personas profesionales que laboran
en los departamentos de Orientación en los colegios cuentan con algún respaldo teórico, en el
sentido de identificar el procedimiento que realiza la persona profesional de la Orientación con
adolescentes para atender situaciones de crisis emocional. O si por el contrario, siguiendo los
resultados de esta investigación, tampoco se cuenta con un alto grado de rigurosidad y
homogeneización, como es el caso de estas personas profesionales y voluntarias en el contexto
belga. Por lo que el estudio anterior, aporta a esta investigación en el sentido de conocer si
realmente la aplicación de los PAP se está haciendo de forma correcta ypor tanto, brindando
resultados positivos para las personas adolescentes de los centros educativos que participen de la
investigación.
Por otra parte, en Medellín, Colombia, Correa, Herazo, Sepúlveda y Yepes (2018)
desarrollaron la investigación titulada “Primeros Auxilios Psicológicos – Intervención en crisis”
como parte de un diplomado en Psicología.
Las autoras tuvieron como objetivo documentar todos los elementos epistemológicos,
45
teóricos, metodológicos y prácticos de los PAP, redactando sus principales características y la
manera más efectiva en que este tipo de intervención se puede desarrollar. Esto, para tener mayor
claridad sobre cómo debe ser el proceder o quehacer psicológico ante situaciones o eventos en los
que sea necesario hacer uso de esta estrategia de intervención.
Como conclusiones principales, las autoras puntualizan que conocer los enfoques de
atención ante las diferentes necesidades de atención (el conflicto armado, el duelo y el estrés post
traumático) permite realizar una intervención integral, no solo desde la parte psicológica, sino
desde todos los recursos que pueda necesitar la persona afectada, brindándole información sobre
centros de asistencia y creando una red de apoyo. Asimismo, mencionan que para brindar los PAP
se debe contar con una guía establecida que ayude a actuar de la mejor manera, ofreciendo
protección, seguridad y esperanza.
Para esto se realizaron dos estudios, uno con estudiantes de bachillerato en Psicología y
otro con profesionales de la Orientación. En ambos, las personas participantes recibieron una
charla teórica de tres horas y un taller práctico de tres horas con simulaciones, y para la
investigación misma, se realizó un pre-test y un post-test con ambas poblaciones para definir si se
lograron cambios mediante del entrenamiento.
Estos resultados son de interés para la presente investigación, ya que podrían apuntar a lo
desafiantes que se perciben las situaciones de crisis debido a la carga emocional tanto de las
personas atendidas como el hecho de enfrentarse a esto por parte de los equipos de intervención,
y la necesidad de instaurar programas de capacitación y protocolos de actuación ante estas
situaciones. Lo anterior, buscando ir más allá del plano cognitivo y, un impacto a nivel conductual
y actitudinal en las personas profesionales que pueden hacerle frente a estas situaciones para su
abordaje, asegurando que las personas que lo necesiten, cuenten con apoyos. Para efectos de esta
investigación serían los departamentos de Orientación y las personas profesionales que los
conforman.
Por otra parte, Hagman (2017) en su estudio “Ayudando a Newtown: reabriendo una
escuela ante las secuelas de una tragedia”, comparte su experiencia como líder de un equipo
promotor de salud mental ante el tiroteo en la escuela primaria de Sandy Hook en
47
Connecticut. Para esto detalla el proceso llevado a cabo en la atención a estudiantes,
profesorado y personas encargadas legalmente del estudiantado, como madres, padres u otras
figuras. Dicha intervención tuvo como objetivo fomentar una red de apoyo dentro del sistema
educativo y comunitario, yendo más allá de solo retomar la función educativa dentro de la
institución.
Como parte de las experiencias adquiridas en la atención de esta situación, se encontró que
el personal docente presentaba ciertas demandas psicológicas particulares, lo cual marcó la
importancia de intervenir para el fomento de la resiliencia por medio de un enfoque comunitario.
Además, se refleja la importancia de utilizar un enfoque de respuesta empática para atender las
necesidades tanto de la comunidad como de las personas que la integran, buscando así que la carga
emocional de la tragedia pudiera ser compartida, facilitando que cada persona influya de manera
positiva en el proceso de duelo y sanación de las demás.
Por un lado, se busca, al igual que varios de estos estudios consultados, buscar criterios de
uniformidad de las intervenciones para determinar el procedimiento que se realiza al brindar los
PAP o atender situaciones relacionadas con crisis emocionales, además de la rigurosidad y calidad
de los servicios que se ofrecen desde los departamentos de Orientación. Por otro lado, se trata de
incluir la dimensión del autocuidado tanto en el plano individual como en equipos de trabajo, lo
cual no se reconoce plenamente en todos los antecedentes, investigaciones y modelos de
intervención ante las situaciones de crisis consultados, pero es una forma de promover el bienestar
de las personas profesionales en Orientación que tengan que hacerle frente a una intervención de
49
una situación crítica, para evitar el desgaste profesional u otras secuelas más severas a nivel
psicológico de estas y los departamentos que componen.
Por medio de estas intervenciones de los PAP, se favorece la salud mental e integral de las
personas afectadas, así como una mejor resolución de las crisis para que sirvan como una potencial
oportunidad para el desarrollo de las personas y no como un obstáculo, que pueda llevarse a otras
esferas o dimensiones vitales.
50
educativa, para intervenir no solo de forma individual con una visión de desarrollo y prevención,
sino también a nivel sistémico, fomentando que el mismo sea capaz de servir como una red de
apoyo significativa ante la resolución de una situación de crisis o al brindar los PAP.
Siguiendo con lo anterior, es necesario señalar en este punto la importancia de contar con
protocolos de actuación validados, los cuales se encuentren basados en rigurosa y actualizada
información científica, ya que varias de las diferentes investigaciones consultadas apuntan a la
falta de estandarización a la hora de actuar ante las situaciones de crisis y de claridad ante los pasos
por seguir, así como a las falencias en aplicación de acciones de manera empírica y con sustento
teórico.
Esto perjudica la atención brindada a las personas que experimentan estados de crisis, y a
su vez, puede repercutir en daños psicológicos futuros y otras secuelas, debido a que la persona
puede no recibir una atención efectiva que le facilite la resolución e integración de la crisis a su
entramado vital.
Para esta investigación esto es sumamente importante, debido a que se busca contrastar el
procedimiento que realizan las personas profesionales en Orientación dentro del contexto
educativo con lo que se propone desde la teoría de intervención en PAP, como parte del análisis y
el objetivo general que se trata de alcanzar con la presente investigación, en torno a la atención de
crisis emocionales en personas adolescentes. Esto, porque según las investigaciones consultadas,
existen algunas carencias que parecen ser una constante a nivel nacional e internacional al
momento de atender a personas que se encuentran viviendo estas situaciones.
Ante esto, también es señalada la necesidad de que el personal docente esté capacitado en
la aplicación de PAP y que cuente con los recursos y apoyos necesarios para que pueda ofrecerlos,
51
teniendo en cuenta que puede recurrir a otros agentes del sistema educativo. Por lo tanto, la persona
profesional en Orientación puede dentro de sus funciones, capacitar a las personas que integran la
comunidad educativa.
Esta capacitación, según las investigaciones consultadas, debe pasar por el reconocimiento
de señales de alerta y los procedimientos de actuación según los PAP para reconocer la vivencia
de las crisis dentro de un proceso de desarrollo en la vida de las personas adolescentes,
entendiéndolas como seres integrales y sujetos de derecho.
Se confirma a partir de los diferentes hallazgos de las investigaciones, que este estudio
resulta relevante para la disciplina de la Orientación debido a la importancia de que quienes se
forman como profesionales en esta disciplina, cuenten con una gama más amplia de herramientas,
además de los conocimientos básicos que se obtienen durante la carrera, para intervenir y enfrentar
de manera óptima las crisis emocionales que enfrentan las personas con las cuales trabajan.
Ante esta situación, surge la importancia de indagar acerca de las estrategias y técnicas que
están aplicando actualmente profesionales en Orientación, para brindar los PAP a personas
adolescentes en el contexto educativo en situaciones de crisis emocionales, lo cual permitirá
generar mayor y nueva información que asegure una atención y reflexión adecuada ante el
importante papel de estas interviniendo dichos escenarios.
52
De manera que estos antecedentes se convierten en un aporte sumamente enriquecedor
para la presente investigación, al destacar la importancia de la intervención en situaciones de crisis,
y la forma en la que es indispensable prevenir daños emocionales favoreciendo el bienestar integral
de la persona.
Así como también, destaca la relevancia de esta investigación al evidenciar que existe poco
referente sobre la intervención en crisis con personas adolescentes desde la Orientación, y la
necesidad de generar más conocimientos teóricos y prácticos sobre el papel de la disciplina en este
tipo de intervenciones a partir del reconocimiento de estrategias y técnicas dentro de los
procedimientos aplicados, y el autocuidado que acompaña la labor.
Finalmente, una vez habiendo señalado los antecedentes nacionales e internacionales que
nutren la investigación en relación con los PAP y la intervención en crisis, se procede a presentar
el marco teórico que sustenta la investigación.
53
CAPÍTULO II
En primera instancia, se considera necesario empezar con una reseña en torno a la parte
histórica de la teoría de los PAP, principalmente desarrollada en Costa Rica, así como los lugares
internacionales donde se utilizó.
Para iniciar, es necesario tener presente el concepto de crisis, el cual según Slaikeu (citado
en Monge, 2016, p.3), es un estado temporal de trastorno y desorganización que genera que sea
difícil el manejar ciertas situaciones particulares utilizando métodos ya aprendidos. Las crisis
emocionales pueden surgir a lo largo de la vida y pueden provocar ansiedad, angustia, frustración
o sufrimiento.
Ahora bien, es importante mencionar que “tanto las instituciones gubernamentales como
las no gubernamentales han unido esfuerzos para consolidar una atención integral a nivel físico,
social y emocional de las personas afectadas en el antes, durante y después de las situaciones de
crisis” (Monge, 2016, p.3).
54
A partir de lo anterior, se considera relevante que las organizaciones de salud mental o
instituciones educativas brinden apoyo en función de los PAP, para dar contención a las personas
que estén atravesando por distintas crisis y lo requieran. Es por ello, que desde hace ya algún
tiempo existen distintas instituciones y organizaciones que han puesto en práctica la teoría de PAP
y ofrecen sus servicios a las distintas comunidades y personas.
Por otra parte, se considera importante profundizar en los antecedentes de la teoría de los
PAP a escala internacional y propiamente en Costa Rica, para conocer cómo se han manejado estas
situaciones de crisis.
Según Monge (2016), existe un gran exponente para Centroamérica en cuestión de la teoría
de los PAP; el doctor Joseph O. Prewitt Díaz, quien dice que “el cual escribe, compila y traduce
información en relación a esta temática, buscando crear un modelo que brinde apoyo psicosocial
ante desastres, para la población guatemalteca desde el año 2001” (p.5).
1992, y en 1997 esta institución fue la agencia privada designada por el Congreso
2016, p.6)
55
Por lo tanto, se aprecia según lo mencionado, que a lo largo de los años el mundo ha
experimentado ciertas situaciones que han impactado la forma de vida de las personas y que han
requerido diversas formas de afrontarlas. Por ejemplo, de acuerdo con la Federación Internacional
de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (2008), los fenómenos naturales como
inundaciones, huracanes, terremotos, deslaves, entre otros, así como eventos bélicos, desastres
sociales y accidentes pueden significar o generar situaciones de crisis (pp.7-9).
Ante estos eventos los hábitos o la cotidianidad suelen modificarse y las personas no saben
cómo reaccionar a estos cambios, lo que genera que no se pueda lidiar con situaciones que antes
parecían sencillas o normales, y pueden generar desajustes en el estilo de vida de las personas y
los recursos que se tenían para afrontar situaciones difíciles, los cuales de repente parecen ya no
ser suficientes.
Es por ello, que para la presente investigación se procura entender cómo se han manejado
los distintos momentos de crisis en el mundo, para tener referencias sobre cómo las personas
profesionales en Orientación pueden acompañar a la población que así lo requiera, en los
momentos de crisis que vayan a afrontar.
La intervención en crisis según Parada (2012) comenzó con el trabajo de Erick Lindemann
en 1944, “al atender a personas afectadas en el incendio del centro nocturno “Coconut Grove” en
Boston” (p.9). En ese incendio murieron muchas personas, y Lindemann, doctor en Psiquiatría, les
dio seguimiento a las personas que perdieron a un ser querido. La autora menciona que muchas
personas lograron superar el proceso de duelo por su propia cuenta. Sin embargo, a las que no les
fue posible, desarrollaron síntomas psicopatológicos debido a que no experimentaron el ciclo
completo del proceso de duelo.
56
Cuando suceden situaciones que causan un desajuste a las personas, algunas las saben
sobrellevarlas por sí mismas. Sin embargo, a otras personas se les dificulta transitar por ese proceso
solas y necesitan entonces de un acompañamiento que les oriente sobre cómo seguir después del
evento que generó la crisis. Es en dicho escenario donde es importante que entre el papel de la
persona profesional en Orientación en la intervención en crisis y aplicación de los PAP.
Hay dos teorías según Figueroa (citado en Parada, 2012) que pueden sustentar teóricamente
la intervención en crisis. Una de ellas es la teoría de Erikson sobre el ciclo vital del desarrollo, y
otra la de Holmes, en la cual se expone sobre el estrés asociado a los sucesos de la vida, (p.10).
El ciclo vital del desarrollo según Erikson (citado en Parada, 2012), se compone de ocho
etapas y en cada una se experimentan cambios, pues son procesos de transiciones y retos nuevos
que se presentan, donde la persona aprende ciertas cosas y debe reajustar cada una de ellas
conforme a las etapas que viva. Por lo tanto, se puede considerar como que el paso de una etapa a
otra, puede generar crisis emocionales (p.10).
Ahora bien, desde lo que plantea Holmes (citado en Parada, 2012), el estrés, la enfermedad
y los cambios propios del desarrollo generan desajustes, cambios y por ende, crisis. A partir de
esto, se considera que las crisis han estado presentes desde siempre; donde se generan cambios, lo
más probable es que se va a generar una crisis (p.11).
Por otra parte, otro de los pioneros de la teoría de intervención en crisis es Caplan, (citado
en Gálvez, 2011). Fue el primero en concebir la trascendencia de las crisis vitales en la
psicopatología de las personas adultas, ya que fue integrante del Hospital General de
Massachusetts y de la Escuela de Harvard (p.2).
Se observa que, a lo largo de los años las crisis han estado presentes por diversos sucesos
y en diferentes formas, por lo que se ha buscado darles la atención que éstas requieren. Debido a
57
esto, se buscaron teorías que respaldaran la intervención en crisis, lo que generó que se notara su
importancia habilitando espacios para poder acompañar a las personas en estos procesos y
procurando darles seguimiento.
La intervención en crisis o aplicación de los PAP en Costa Rica inició como necesidad de
dar contención a comunidades que se vieron afectadas principalmente por desastres naturales.
Universidad de Costa Rica (UCR) desde 1988, la Cruz Roja costarricense desde el
Para efectos de los antecedentes históricos nacionales, todos comparten que la aplicación
de los PAP se ha generado en la atención de desastres naturales con las poblaciones de riesgo, en
relación con ello. Se profundiza seguidamente en la referencia de la UCR, ya que es la entidad que
más aporta a la investigación por su enfoque multidisciplinario y su trayectoria.
58
A partir del apoyo recibido de las autoridades universitarias, dicha brigada ha logrado
conformar un equipo interdisciplinario, el cual recibe capacitación en los PAP y atención
psicosocial. Es importante hacer notar que las nuevas personas profesionales que se integran, así
como el estudiantado, son acompañados por profesionales en Psicología con mayor experiencia
durante una emergencia.
Actualmente, la brigada trabaja con la Maestría de Gestión del Riesgo, con el Trabajo
Comunal Universitario de Gestión del Riesgo en comunidades amenazadas y con dos programas
de la Vicerrectoría de Acción Social: Iniciativas Estudiantiles y Kioscos Socioambientales:
Juana, el cual sucedió en 1988. Por lo tanto, esta organización ha laborado por más
59
comprender diferentes conceptos y formas de desarrollarse de las situaciones de crisis, desde la
teoría que se ha planteado al respecto y en aras de actuar frente a estas.
Todas las personas a través de sus vidas están expuestas de una u otra forma a experimentar
diversas crisis, las cuales pueden conllevar una significativa desorganización emocional,
importantes carencias en el sentido de vida y dificultad para utilizar estrategias de afrontamiento
previas. Estos estados de crisis emocionales, son de tiempo limitado, son manifestados por un
suceso precipitante y es esperable que sigan pautas sucesivas de desarrollo durante diferentes
etapas, con el potencial de llegar a una resolución de forma positiva o negativa según la experiencia
misma de las personas que los experimentan. Las crisis siempre van a existir y los cambios
dependen de ellas. Por ende, la importancia de abordarlas también (Vallejos y Araya, 2015, p.24).
Debido a la desorganización o desequilibrio emocional que una crisis puede generar en una
persona, en una temporalidad determinada y de carácter imprescindible ante un suceso precipitante
de esta, para efectos de la presente investigación toda crisis se considera emocional. Las crisis
están acompañadas indiscutiblemente de afectaciones en el manejo y expresión de emociones, las
60
cuales desembocan en conductas o acciones que pueden afectar el afrontamiento y la superación
de la crisis, y que necesitan de una atención integral.
Entre estas diferencias se encuentra que las formas o patrones de afrontamiento son
distintos, ya que durante la crisis el abordaje suele ser más personal y menos social, sin obviar que
este último tiene un importante papel sobre la superación de la crisis. Además, en el proceso de
crisis, la persona tiende a ser menos defensiva y se abre a las sugerencias, consejos y apoyos, lo
cual no sucede a plenitud en casos de estrés o ansiedad.
Asimismo, el resultado de la crisis suele ser debilitación o crecimiento ante los diversos
problemas de la vida cotidiana, mientras que el estrés está relacionado con patologías, dando como
resultado una relativa adaptación a situaciones que puedan generar aflicción y desesperanza. Las
crisis están concatenadas con un suceso repentino y una incidencia de tiempo limitado y corto
usualmente, y el estrés suele ser proveniente de un proceso crónico que se ha desarrollado antes y
durante dicho estado.
61
que este significa para la persona en el entorno de la historia de su desarrollo” (Slaikeu, 2000,
p.17).
Las crisis circunstanciales, de acuerdo con Slaikeu (2000), “son accidentales o inesperadas
y su rasgo más sobresaliente se apoya en algún factor ambiental” (p.19). Este tipo de crisis tiene
poca o nula relación con la edad de la persona que la experimenta, o la etapa de la vida en que se
encuentra. Es decir, no se relacionan directamente con el proceso natural de maduración de las
personas.
Las crisis del desarrollo hacen referencia a una serie de cambios en el organismo o en la
vida misma de una persona, las cuales se caracterizan por diversas tareas, situaciones o
62
preocupaciones que han de ser resueltas para obtener el mayor funcionamiento posible en la
persona que las experimenta; cuando este cambio es extremo, se convierte en una crisis (Dzib,
2013, p.97). Estas crisis están relacionadas con el desplazamiento entre etapas del desarrollo
humano, y la dificultad de la transición entre ellas y las tareas que conllevan. A lo anterior, es
importante añadir que:
hecho, lo hacen posible, es decir, están relacionadas con el traslado de una etapa de
la vida a otra. Muchas de estas crisis son predecibles puesto que sabemos con
anticipación que la gente tiene etapas decisivas que enfrentar en diversas ocasiones
de sus vidas. Razón por la cual, son naturales y sobrevienen desde la niñez hasta la
Ahora bien, posterior a comprender lo que son las crisis circunstanciales y del desarrollo,
es de suma importancia tener en cuenta una serie de factores que inciden y se atañen al estado de
crisis desde su aparición hasta su resolución, como elementos vitales para una respectiva
intervención adecuada. Por lo tanto, se hace referencia a estos a continuación.
Durante una crisis emocional, la persona que la vive se encuentra en una encrucijada entre
la aparición de esta y lo que desencadena en su vida, y lo que debe y puede hacer para encontrar
soluciones adecuadas ante las consecuencias dadas. En este proceso, se encuentra con una serie de
factores que tienen gran incidencia desde la aparición del suceso precipitante hasta la resolución
de la crisis misma, y que determinan el curso de su estado, por lo que a continuación son abordados.
Significado del suceso. Como se mencionó en apartados anteriores, cada crisis es única,
por lo que debe ser entendida desde la historia de vida y el contexto de la persona que la sufre, así
como su personalidad, debido a que esta trayectoria de vida y sus implicaciones permiten situar el
significado del suceso precipitante y el estado de la persona.
63
De acuerdo con Dzib (2013), la personalidad es un factor determinante de gran
significancia para comprender si ciertos eventos conducen o no a una crisis y su gravedad. Pero,
asimismo, existen circunstancias predisponentes en la vida de las personas para que una crisis se
suscite y permita a la personalidad individual entrar a colación. A partir del planteamiento de Zax
y Cowen (citados en Dzib, 2013) se presentan algunas de estas condiciones, entre las que se
encuentran la amenaza y pérdida de suministros básicos, mayores exigencias que enfrentar,
fracasos en proyectos personales y profesionales, desastres con implicaciones de violencia y
arbitrariedad, entre otras (p.96).
En el significado del suceso precipitante de una crisis para las personas, es posible palpar
que este depende también de sus características, principalmente cuando tiene consecuencias
traumáticas por su grave impacto; de la magnitud que puede alcanzar, debido a que existen
acontecimientos que pueden afectar a una sola persona, como a todo un grupo, una familia, una
institución o una comunidad; y la vulnerabilidad a estados de crisis debido a la repetición de
eventos difíciles de afrontar o procesos no abordados adecuadamente.
Aunado a lo anterior, Myer y Moore (citados en Rendón y Agudelo, 2011), plantean una
perspectiva ecológica para comprender la situación y el impacto de la crisis de forma global sin
dejar de lado a la persona que la experimenta. Esta noción propone que las crisis y sus efectos
suponen una interacción entre la persona, el sistema, la comunidad y participantes, y el asunto es
comprendido mediante tres premisas básicas (p.223).
64
La tercera premisa hace referencia a que el tiempo es un factor influyente y determinante
en el impacto y significado del suceso; se considera la cantidad de tiempo que ha transcurrido
desde el evento y otros momentos significativos. En relación con lo anterior:
Es importante saber qué pasó para que se desencadenara la crisis. Saber si existió
precipitante fue del tipo de “la gota que derramó el vaso”, un incidente menor que
cuándo ocurrió el incidente y quién estuvo implicado, como un trasfondo para saber
cómo interactúa aquel con la autoimagen del paciente y con su estructura y metas
vitales. ¿El paciente considera el incidente como una pérdida? ¿Una amenaza? ¿Un
De esta manera, es necesario comprender entonces que el significado de las crisis varía
totalmente de persona a persona, su historia de vida y su vivencia en el contexto inmediato donde
se desarrolla, lo que genera diversas formas de hacer frente a los sucesos precipitantes de crisis y
el desenlace de estas, lo cual se aborda a continuación.
65
Se puede comprender que el afrontamiento es un proceso cambiante con fines de
adaptación, donde la persona y el contexto se encuentran en una permanente interacción, la cual
depende del estilo y las estrategias que se utilicen como del tipo de evento que necesita ser
superado (González y López, 2013, pp.53-54).
Aunado a esto, es importante comprender también de acuerdo con Vázquez, Crespo y Ring
(citados en Jaramilllo, 2015), que los estilos de afrontamiento son las predisposiciones personales
para afrontar los sucesos precipitantes de las crisis y de ellas se derivan las preferencias
individuales para el uso de estrategias de afrontamiento, así como de la estabilidad situacional y
temporal de la persona (p.21).
66
activación fisiológica y los sentimientos negativos causados por una situación estresante” (p.102).
Al respecto, se plantea que por este estilo de afrontamiento:
alteración emocional que genera una situación estresante. Los sujetos lo usan
cuando perciben que los estresores no pueden ser modificados y tienen que
De esta manera, en este estilo importa la disminución y el manejo del estrés emocional
generado por el acontecimiento, donde las personas se centran en respuestas emocionales, así como
en la preocupación y las reacciones supersticiosas y hasta fantásticas que se pueden suscitar.
Para Lazarus y Folkman (citados en Jaramillo, 2015), este estilo de afrontamiento puede
ser hasta cierto punto desadaptativo en situaciones de estrés, debido a que de forma incorrecta y
pasiva puede generar un aumento en la manera en que la respuesta de estrés percibida se
intensifica, y provocar consecuencias negativas en la parte emocional y el rendimiento de la
persona.
67
ocasiones podría traer consecuencias positivas, sobre todo cuando trata de
Se comprende que este estilo de afrontamiento implica que la persona que enfrenta una
crisis emocional evita el problema no pensando en él, esperando que se pueda resolver por sí
mismo, distrayéndose con diversas actividades para evadir pensamientos concurrentes sobre la
situación e incluso, atribuyendo responsabilidad o culpa a otras personas.
Luego de hacer referencia acerca de estos estilos de afrontamiento y tomando como base
lo planteado por Jaramillo (2015), quien a partir de diversos aportes teóricos caracteriza la
dinámica y la vivencia de estos estilos, de la siguiente manera se sintetizan aspectos relevantes
para comprender la vivencia de un estado de crisis y valorar sus fortalezas (pp.24-25).
Si la persona considera que la situación estresante a la que se enfrenta está dentro de sus
capacidades de control personal, la predominancia será entonces de un estilo de afrontamiento
centrado en el problema, con el objetivo de modificar las demandas situacionales a partir del evento
y el estrés que se generó.
68
Las estrategias evitativas y centradas en la emoción se sustentan en importantes predictores
de un pobre ajuste físico y emocional, lo que posibilita la aparición de gran ansiedad y depresión,
conductas disruptivas, bajo afecto positivo y problemas en la salud física. Estos estilos pueden
alejarse de un afrontamiento realista y directo de la situación que se enfrenta, y llevar a un daño
en la salud de la persona.
Las estrategias de afrontamiento son “los procedimientos utilizados por la persona para
hacer frente a las adversidades, estas pueden cambiar de acuerdo con las condiciones
desencadenantes, y son aprendidas por el sujeto a través de las experiencias que internaliza
observando a otros” (Fernández-Abascal, citado en Jaramillo, 2015, p.25).
Retomando a Carver et al. (citados en Jaramillo, 2015, pp. 25-28), se hace referencia a
quince estrategias de afrontamiento que se explicitan a continuación:
69
● Crecimiento personal: consiste en buscar el desarrollo como persona y aprender algo de
lo que sucedió o sucede, en forma de experiencia y mediante métodos que la persona
considere aptos.
● Planificación y afrontamiento activo: hace referencia a las acciones y los esfuerzos para
eliminar, evitar o aminorar los efectos de la situación adversa, mediante el pensamiento de
cómo hacerle frente a lo que sucede y la planificación de las medidas de afrontamiento
activo que se van a llevar a cabo;
● Humor: esta estrategia está relacionada con el uso de bromas sobre lo que sucede, o de
reírse del acontecimiento. Las bromas son comprendidas como formas de distanciamiento
emocional, lo que lleva a una regularización de las ideas amenazadoras, ya que no se toma
en serio lo que sucede;
70
para la reinterpretación positiva y el crecimiento personal, pero también puede ser un
mecanismo que evite el enfrentamiento de la situación;
● Conductas de evasión: implica una desconexión de la realidad que se está viviendo por
medio de ensoñaciones, sueños y formas de evitar los esfuerzos para resolver el problema;
● Búsqueda de apoyo social: hace referencia a que la persona busca ayuda o información
en otras personas sobre qué hacer, o bien, obtener simpatía y el apoyo emocional de alguien
más. Se considera un arma de doble filo, debido a que en algunos casos puede convertirse
en un comportamiento adaptativo y en otros no, donde hay desahogo emocional y nada
más, distrayendo a la persona de realizar un afrontamiento más activo.
● Actividades distractoras: abarca las actividades que no tienen que ver con la situación
precipitante para no pensar en ella. Permite distraerse del acontecimiento y puede ser una
respuesta adaptativa, pero usualmente impide un afrontamiento adecuado;
● Consumo de alcohol o drogas: se evita y huye del problema o situación causante de crisis,
mediante conductas de consumo de drogas con el objetivo de aminorar el estrés generado.
La siguiente tabla 1, sintetiza y ordena los aspectos anteriores con respecto a las estrategias
de afrontamiento de una crisis y los estilos a las que pertenecen.
71
Tabla 1
Estrategias de afrontamiento
Desde la premisa de que cada crisis es única, se comprende que los estilos y estrategias de
afrontamiento que las personas utilizan para afrontar y superar las crisis emocionales dependen de
una serie de elementos de su historia, contexto e interacción intra e interpersonal, que se adecúan
de acuerdo con lo que se considere necesario para hacerle frente de una forma adecuada.
72
situaciones conflictivas y generadoras de crisis en las personas que las viven, comprendiendo que
las crisis forman parte usual del transcurso de la vida y que el significado de estas puede variar
dependiendo de diversos factores, y que se debe trascender de estas para conformar cambios y
reajustes que permitan aprender y crecer de la experiencia.
Asimismo, es necesario comprender que existen otros elementos o recursos que influyen
en el desarrollo de una crisis emocional, en la persona que la experimenta. Incluso, estos recursos
que se abordan a continuación poseen relación directa con los estilos y estrategias de afrontamiento
que recientemente fueron explicados, y pueden ser tenidos en cuenta por la persona que interviene
para un adecuado abordaje y superación de la crisis.
Recursos personales para enfrentar las crisis emocionales. Retomando a Slaikeu (2000),
se afirma que la respuesta de la persona ante una crisis desde su aparición hasta su resolución, y la
translaboración de esta, depende de los recursos personales como sociales o contextuales
principalmente (p.29). Siguiendo a este autor, plantea los siguientes recursos personales como
parte de los principales determinantes de la intensidad y el curso que una crisis toma: “la fuerza
del yo, la historia previa de enfrentamiento a situaciones tensionantes, la existencia de cualquier
problema de la personalidad no resuelto y el bienestar físico, toman todos parte al determinar si un
suceso particular conducirá a una crisis” (Slaikeu, 2000, p.29).
A lo anterior se suma lo planteado por Seligman (2011) acerca del optimismo sobre el
futuro que tenga la persona afectada, quien afirma que esta mejora la resistencia ante la depresión
causada por las adversidades, favorece el rendimiento cuando un contratiempo se suscita y
beneficia la salud física (p.122). El optimismo constituye un eje trascendental para la
resignificación y aprendizaje de la experiencia de la crisis para la persona:
Los seres humanos estamos capacitados para convertir las crisis en oportunidades,
inteligente, las situaciones adversas, para dotarlas de sentido, para vivirlas más
como retos y desafíos que como amenazas o fracasos irreparables, para enfrentarlas
73
o esquivarlas, o para reducir su nivel de impacto psicológico. (Palomero, Teruel y
Recursos sociales y contextuales. Los recursos sociales hacen referencia a aquellas redes
de personas que se encuentran presentes en el contexto social inmediato en el momento de
aparición de la crisis, como la familia, las amistades, compañeras y compañeros, entre otras.
Retomando los aportes de Slaikeu (2000), para considerar un grupo social como una red
de apoyo ante una crisis, debe ofrecer una de las siguientes formas de ayuda. La primera de estas,
hace referencia a un apoyo utilitario, ofreciendo insumos materiales o que puedan satisfacer
necesidades básicas para aminorar así las cargas que se puedan generar por la crisis (p.30).
Ante este escenario, tomando en cuenta las formas de enfrentar las crisis que las personas
puedan tener, así como los recursos tanto internos como externos con los que cuentan, es que el
papel de la Orientación y su importancia resurge en estos apartados desde su posibilidad de ser un
74
recurso externo de servicio y soporte facilitador de procesos de atención y enlace con redes de
apoyo.
Para las personas que transitan por un proceso de crisis emocional, es de suma importancia
el poder crear y contar con una relación estable y de ayuda con sus redes de apoyo, debido a la
trascendencia que dicha relación puede tener para mitigar las consecuencias de la crisis. Por otra
parte, en cuanto al contexto Monge (2016) menciona que:
Existe diversidad en las personas en crisis, cada servicio cuenta con su peculiaridad,
y de su realidad social. Hay una relación entre la cultura, las reacciones y las
Por otra parte, en consideración con los aspectos socioculturales de los contextos en los
cuales se dan las crisis, Sandoval (citado en Sandoval, Scott y Padilla, 2009, p.250), advierte que
es importante reconocer estos elementos que median en la vivencia de un evento que pueda ser
interpretado típicamente como un desencadenante de una crisis, ya que dicha influencia
sociocultural y contextual influirá en el impacto que el evento tenga en diferentes poblaciones,
especialmente en aquellas que formen parte de subculturas dentro de un espacio habitado o
dominado por una cultura en particular.
Cohen (citado en Monge, 2016, p.74), apunta a que las condiciones contextuales de una
comunidad seguirán mediando durante y después de una crisis, y por ende, también en la atención
que se le brinde a cada persona. Debido a esto, se resalta la importancia de contar con una visión
empática de los referentes culturales que median en la vivencia de situaciones de crisis y su
significado dentro de una cultura particular.
75
Como ejemplo, se podría hacer referencia al afrontamiento de una muerte, ya que dicho
evento es manejado e interpretado de formas muy diferentes dependiendo de factores
socioculturales como el género, grupo etario, religioso o comunitario al que pertenezca la persona,
así como a factores más idiosincráticos y personales, como la biografía e identidad personal. Es
decir, por la intersección de estos factores socioculturales y personales. De esta forma, la vivencia
de un evento como la muerte de una persona querida estará enmarcada siempre por la diversidad
humana, como reflejo de su cultura e historia de vida.
Debido a esto, emerge la necesidad de conocer los referentes culturales que son
socialmente aceptados en cada comunidad en la que se trabaje en la atención de situaciones de
crisis, ya que puede haber conductas que se consideren alarmantes por parte de personas externas,
pero que sean esperadas o validadas en un contexto particular. Esto apunta al compromiso ético
con la atención a la diversidad como una condición necesaria para ofrecer los PAP, ya que este
mediará en el servicio que se provea a la población, sus necesidades y hasta en la visión
epistemológica por parte de la persona facilitadora.
Al respecto, Monge (2016, pp.74-78) advierte que siempre habrá una estrecha relación
entre los elementos socioculturales en torno a la situación de crisis, la comunidad o la persona
atendida, sus expectativas y sus referentes interpretativos utilizados para elaborar o reelaborar la
situación y sus expectativas ante el servicio de atención, lo cual no podrá ser ignorado por quienes
brinden los PAP, como las personas profesionales en Orientación , a la hora de atender estas
situaciones críticas y aplicarlos.
Por su parte, Klingman (citado en Sandoval, Scott y Padilla, 2009, p.250) puntualiza que
las conductas en ciertas culturas pueden llegar a extremos como la automutilación o amenazas de
suicidio, y estas pueden ser comunes en un proceso de duelo en ciertas sociedades o culturas
particulares. Esto no significa que estas conductas deban ser ignoradas, pero sí tienen que ser
analizadas, interpretadas, contextualizadas y atendidas según el marco referencial de cada
agrupación social particular.
Para esto, se recomienda trabajar con el asesoramiento de informantes culturales que sean
parte de la comunidad, (como líderes formales, informales, religiosas, activistas u otras figuras) o
personas profesionales expertas que estén inmersas en ese contexto. En este proceso de entrada al
76
campo, además de procurar ese acompañamiento de informantes culturales, se debe mantener una
actitud vigilante que permita el autoanálisis de los propios sesgos y limitaciones profesionales en
todo momento, con el fin de definir si se está en capacidad de atender a la población con la que se
trabaje, o si se tiene la experticia necesaria. En caso de no estar en condición de llevar a cabo este
autoanálisis o si no se cuenta con las habilidades necesarias para trabajar en un contexto o con una
población en particular, cabe la necesidad de definir si se deberá referir el caso a otra persona
profesional o buscar otros apoyos, para no perjudicar a la población ni afectar su proceso de
elaboración de las crisis de forma negativa.
Finalmente, es necesario que en los escenarios antes descritos relacionados con la atención
a la diversidad o con elementos socioculturales, se tomen en cuenta en todo momento aspectos
relacionados con la autoimagen y autovaloración de las personas afectadas, ya que pueden
encontrarse en situaciones de alta vulnerabilidad, lo cual eleva el riesgo de que una persona externa
(en este caso, la persona que interviene en la crisis) pueda causar algún daño al hacer su
intervención, si esta no toma en cuenta los elementos socioculturales referentes a la
autopercepción.
Por lo tanto, estos pueden diferir de manera significativa según la comunidad que se
atienda. Por ejemplo, en una comunidad se podría tener una autopercepción ante una crisis más
orientada hacia el victimismo, por lo cual se espera un servicio muy asistencial, en comparación
77
con otra comunidad en la que las personas se perciban más autónomas e implicadas ante las
situaciones de crisis.
Por esto, según lo antes desarrollado, se posiciona como una condición necesaria para el
ofrecimiento de los PAP el incluir el reconocimiento del contexto sociocultural en los
procedimientos para la intervención de las situaciones de crisis, ya que desde los referentes
socioculturales es donde gran parte de la subjetividad de las personas se moldea, y esto,
inevitablemente, mediará en la vivencia de las situaciones críticas. Por lo tanto, su reconocimiento
debería ser un referente para la persona profesional en Orientación de acuerdo con la presente
investigación, para poder interpretar las necesidades de la población atendida y las adecuaciones
que deberá hacer para su intervención.
El actuar sin tomar en cuenta esto, podría poner en mayor riesgo a las personas atendidas
al ignorar cómo se vivencia estas situaciones de crisis, le restaría eficacia a su intervención y le
haría actuar desde una visión sesgada autorreferencial sobre la situación y no desde las vivencias
de la comunidad o las personas que requieren de su intervención y acompañamiento.
A partir de lo anterior, es palpable que existen tanto factores protectores como de riesgo en
la aparición y resolución de las crisis emocionales, que median en la manera en que se vivencia el
incidente desencadenante de la crisis, tales como: los recursos personales con los que cuenta la
persona; la capacidad de afrontamiento; factores potenciadores de la personalidad y la resiliencia
de ser posible; redes sociales de apoyo; y otros elementos relacionados con la gestión del incidente
crítico tales como la aplicación de los PAP, y el buen trato y manejo por parte de la persona
interviniente. En este caso, la persona profesional en Orientación.
Las crisis, aún con su carácter de ser únicas, y su impacto y significado dependientes de
diversos elementos internos y externos de las personas que las vivencian, atraviesan diferentes
estadios desde su aparición hasta su resolución y transformación en experiencias de aprendizaje y
crecimiento. Estos estadíos o etapas entre la aparición del suceso precipitante de la crisis emocional
hasta su resolución, son planteadas por Slaikeu (2000, pp.24-25) y reforzadas teóricamente por
Pineda y López (2010, p.157):
78
● Desorden: en esta etapa inicial, se presenta un conjunto de emociones, sensaciones y
conductas que se emiten brevemente después del suceso precipitante, como llanto, gritos,
desmayo, dolor de cabeza, mareos, entre otras.
● Intrusión: en esta etapa, la persona puede sentir de forma plena el impacto de lo sucedido,
lo que genera un abarrotamiento de sentimientos e ideas dolorosas sobre el evento,
pesadillas e imágenes recurrentes de la situación. En algunos casos, las personas no
experimentan esta etapa, u oscilan entre esta etapa y la anterior.
Por lo tanto, para efectos de esta investigación se resalta el papel que puede tener la
Orientación en la ayuda y el acompañamiento que pueden brindar las personas profesionales de la
disciplina para la superación de las crisis en las personas afectadas, así como la expresión de
sentimientos y emociones desde un dominio cognoscitivo de cómo actuar en dicho proceso y el
79
transitar por sus diferentes etapas, esto mediante la aplicación del PAP. Dicha ayuda de primer
orden, es abordada enseguida.
2.3. Qué son los PAP: modelos, estrategias y técnicas para aplicarlos.
A continuación, se desarrollan los aspectos más relevantes, relacionados con los PAP y sus
componentes, modelos, estrategias, técnicas y recomendaciones, tomando en cuenta el modelo de
Slaikeu como base y continuando con otras propuestas de modelos y formas de integrarlos.
Además, se hará referencia a las principales acciones que se deben llevar a cabo al realizar la
intervención, y los factores que deben tomarse en cuenta al brindar apoyo a una persona en crisis
emocional. A pesar de que en la literatura se ha encontrado que se sugiere que cualquier persona
con entrenamiento puede realizar los PAP, es de vital importancia el conocimiento básico en los
siguientes puntos, debido a que dicha intervención conlleva un proceso complejo, tanto para quien
brinda el apoyo como para quien lo recibe.
El modelo más amplio y utilizado por diferentes exponentes para los PAP, es precisamente
el de Slaikeu. Es bien sabido que muchas personas autoras han partido de este modelo para
modificarlo, implementarlo y eliminar o añadir nuevos elementos con el fin de realizar una
intervención más contextualizada e integral en la intervención de crisis.
80
Este modelo, constituye toda una estrategia de intervención ante crisis emocionales, la cual,
si se aplica eficazmente, se convierte en una medida de prevención de las secuelas emocionales
después de un evento traumático. Esto es fundamental, debido a que desde Orientación se trabaja
desde el principio de prevención y desarrollo, el cual se explicará más adelante.
Tabla 2
Niveles de prevención
81
Educación, cambios en Intervención en crisis, Psicoterapia a largo
relación con los PAP y terapia de plazo, medicación y
Estrategias y
tensores ambientales, crisis. rehabilitación.
técnicas
enseñar habilidades
para resolver
problemas, entre otras.
La prevención primaria se refiere a las estrategias de mejoría previas a que se den los
sucesos críticos de la vida. Por ello, este tipo de prevención tiene lugar mucho antes de que se dé
una crisis. Slaikeu (2000) indica que la verdadera prevención está en evitar que sucedan algunos
82
acontecimientos en primera instancia. Sin embargo, al no poder alterar factores externos o influir
sobre ciertas circunstancias, las estrategias se dirigen a la capacitación (p.12).
Esta capacitación incluye brindar a las personas herramientas para la solución de problemas
y el manejo de sus habilidades, con el fin de que se encuentren más preparadas para sobrevivir a
los sucesos críticos de la vida. Con respecto a lo anterior, al ser la Orientación parte de la educación
en habilidades para la vida, el papel que juega esta disciplina en la prevención primaria es de vital
importancia, puesto que Slaikeu (2000) menciona la “Orientación anticipatoria” refiriéndose al
ámbito educativo, la cual se lleva a cabo “instruyendo acerca de las habilidades de enfrentamiento
o resolución de problemas, para dificultades que todavía no han surgido” (p.370).
Ahora bien, como puede observarse en la tabla 2, la prevención secundaria incluye tanto la
intervención en terapia de crisis como PAP. El foco de la presente investigación está en los PAP,
sin embargo, debe aclararse que desde la disciplina de Orientación se puede brindar también la
intervención de segundo orden al brindar una atención complementaria a los PAP después del
suceso de crisis. Se hace hincapié en la importancia de esta intervención para con las personas
estudiantes al afirmar que:
Al poner énfasis en el importante aprendizaje que tiene lugar durante una crisis,
83
Se entiende entonces que los PAP se ubican dentro de la prevención secundaria según
Slaikeu (2000), al momento del suceso de crisis. A continuación, se define el concepto de PAP de
acuerdo con este autor, y posteriormente se explican los cinco componentes propios del modelo
para aplicarlos, los cuales constituyen la base para quienes realizan dicha intervención, incluyendo
a las personas profesionales en Orientación.
¿Qué son los PAP? De acuerdo con Monge (2016), “son los Primeros Auxilios
Psicológicos, los cuales deben ser dirigidos [...] a toda situación que conlleve desequilibrio y
desorganización a la persona” (p.81). Entonces, se puede afirmar que el procedimiento para ofrecer
intervención en crisis de primer orden o mediante PAP debe responder a este tipo de situaciones.
Slaikeu describe los PAP de la siguiente manera:
modo usual lleva sólo una sesión. Los primeros auxilios psicológicos pretenden de
persona en crisis con los recursos de ayuda. Aún más, esto puede y debería
Este autor define la intervención en crisis de primer orden como una primera ayuda
psicológica, que implica la asistencia inmediata, la cual por lo general requiere de solamente una
sesión. La pueden y deben brindar quienes observen la necesidad, en el momento inmediato y en
el lugar que se origina la situación. Esta intervención puede tomar desde algunos minutos hasta
horas, dependiendo de la gravedad de la persona en crisis y la capacidad de quien brinda el apoyo.
84
incluyendo el manejo de emociones, para comenzar el proceso de solución de la crisis (Slaikeu,
2000, p.114).
De acuerdo con este autor, la intervención en crisis trata de ayudar a la persona a que
recupere el nivel de funcionamiento que tenía antes del suceso de crisis. Puede decirse, que es una
restauración del equilibrio, en la cual se obtiene o se recupera la capacidad para enfrentar la
situación. Sin embargo, se reconoce que muchas veces la persona nunca regresa al nivel anterior
de funcionamiento, debido a que forma un nuevo concepto de la vida, posterior a la crisis. Por lo
tanto, se espera que esta aprenda otras formas de enfrentamiento, que le ayuden en la crisis presente
y en las futuras ocasiones.
El tercer sub-objetivo es proporcionar enlace con posibles recursos de ayuda dentro del
contexto, en caso de que se hayan agotado los recursos personales, o bien, para ayudar a resolver
la crisis complementando el proceso con otros factores de apoyo. Se trata de identificar las
necesidades críticas e inmediatas, para referir a quien sufre la crisis, a alguna otra persona o
institución, con el fin de facilitar el enlace adecuado para el enfrentamiento de la crisis de forma
que se cuente con la ayuda requerida. (Slaikeu, 2000, p.114).
85
Según Álvarez, Cruz y Porcar (2018), los PAP deben facilitar que la persona pueda hablar
de lo ocurrido, pero sin presionarla. No se debe someter a las personas afectadas a interrogatorios,
sino simplemente acercarse a ellas y preguntarles si necesitan algo. Muchas veces, ellas son las
que saben cuál es la primera necesidad que tienen en un momento determinado. De acuerdo con
este autor, los PAP están indicados y deben ser aplicados inmediatamente después del impacto de
lo que ha ocurrido, sea una crisis cotidiana o una emergencia masiva, y hasta aproximadamente
unas 72 horas después. Sin embargo, esto no significa que transcurridas 72 horas las personas
afectadas que han vivido una situación muy dura o incluso traumática, no necesiten ayuda
posterior. Por lo tanto, luego si hace falta, se utilizan otros procedimientos o la intervención de
segundo orden.
Cabe aclarar que los PAP, no son una terapia o una forma de diagnóstico, y ni siquiera son
una técnica de desactivación. Los PAP no deben ser jamás una forma de abordar con profundidad
o con muchas verbalizaciones lo que ha ocurrido, ya que esto que a su vez es muy útil y necesario,
quedará pendiente para etapas posteriores a las primeras 72 horas después de un impacto.
Por lo tanto, personas expertas en atención en crisis y emergencias están de acuerdo con
que habría que aplicarlos en la primera de las fases de una crisis. Es decir, es la estrategia para ser
utilizada en la fase de shock y adaptación, justo tras el momento del impacto. Es así, que los PAP
según Monge (2016) son “un conjunto de estrategias y técnicas útiles para enfrentar la crisis”
(p.81). Recibir ayuda durante las primeras horas posteriores al evento es prioritario para la autora,
momento en el cual es necesario reducir la aparición de síntomas, en casos de crisis emocionales.
86
Tabla 3
87
importancia de contar con la formación y el entrenamiento para una óptima aplicación de las
estrategias y las técnicas propias del procedimiento de los PAP. Aunado a esto, se hace necesario
asegurarse de que quienes se forman como profesionales en Orientación, estén aplicando los
conocimientos adquiridos para intervenir y manejar de forma adecuada, las situaciones de crisis
emocionales que se presentan en su entorno laboral.
Componentes de los PAP según Slaikeu. El procedimiento propuesto por Slaikeu (2000),
consiste en cinco pasos para brindar los PAP; “lo que surge aquí es un enfoque de cinco
componentes fundamentales al aplicar los PAP” (p.115). Estos se detallan a continuación:
● Examinar las dimensiones del problema: este componente implica estimar las
dimensiones del problema, y enfocarse en el pasado, presente y futuro inmediatos. Es
88
esencial determinar el funcionamiento conductual, afectivo, somático, interpersonal y
cognitivo (CASIC) de la persona. Se profundiza en ello en el próximo apartado, debido a
su importancia.
Se debe indagar sobre la situación de crisis, lo cual se puede realizar por medio de
una conversación, invitando a la persona a contar los sucesos ocurridos. Se evalúan las
fortalezas y debilidades, si hay cualquier indicio de daño físico, se realiza una estimación
de la posibilidad de que la persona muera y se da atención a la disposición para mantener
contacto con otras personas.
● Explorar las posibles soluciones: implica identificar un rango de posibles soluciones, que
respondan a las necesidades, identificadas previamente. Primeramente, se indaga sobre lo
que ya se ha intentado, y luego se busca proponer alternativas en conjunto. Se pueden
explorar los pros y contras de cada una de las ideas que surjan, y se categorizan para tomar
las más adecuadas, en función de las necesidades detectadas.
Siempre se debe fomentar que la persona haga todo lo que pueda por sí misma, para
ayudarle a operar desde una posición fuerte, y no una débil. Es importante reflexionar sobre
los obstáculos que se pueden presentar al llevar a la acción un plan en particular, ya que se
89
debe tratar de que sea lo más adecuado y eficaz que se pueda para la situación que se
presenta.
● Ayudar a tomar una acción concreta: esta fase consiste en ayudar a la persona a tomar
alguna acción concreta, con el objetivo de lograr implementar lo convenido en la fase
anterior.
Cabe recordar que quien brinda la ayuda debe intentar que la persona que está
experimentando la crisis pueda tomar acciones por sí misma, y solamente en casos
extremos se debería adoptar un papel más directivo, en los que la persona en crisis se
encuentre incapacitada física, emocional o psicológicamente para dar el paso (por ejemplo,
al requerir hospitalización de urgencia).
90
de alguna sustancia, referir inmediatamente para la ayuda profesional pertinente, entre
otros.
Para que lo anterior sea llevado a cabo de la forma correcta, es fundamental una
consciencia de las leyes y los protocolos de intervención que rigen y se relacionan
directamente con el tema de crisis. Se actúa de forma directiva, solamente cuando ya han
sido agotadas todas las opciones anteriores.
En la tabla 4 se describen los aspectos más importantes en relación con los cinco
componentes anteriores, en torno a lo que se debe y no se debe hacer en cada uno de estos.
91
Tabla 4
Evaluar la posibilidad de
muerte.
92
Adoptar un papel directivo sólo Retraerse de tomar decisiones
si es necesario. cuando parezca necesario.
Una vez que ha concluido todo el proceso, de manera que la persona que sufrió la crisis
haya logrado recuperarse, entonces el procedimiento estará completo y la responsabilidad de quien
brinda la ayuda finaliza. Si, por el contrario, no se alcanzaron las metas del proceso, entonces se
regresa a la fase dos para explorar nuevamente las dimensiones del problema y se reexamina la
situación.
Estos cinco componentes constituyen la base del procedimiento para aplicar los PAP. Por
lo tanto, es esencial que sean conocidos en profundidad por parte de las personas profesionales en
Orientación, y también por quienes podrían brindar este tipo de atención por la labor que realizan
desde sus diferentes campos, ya sea en el contexto educativo u otros.
93
de la disciplina para encontrarse en capacidad de realizar los PAP, al atender casos de crisis
emocionales en personas estudiantes.
● Conductual: se indaga sobre las actividades cotidianas, tales como comer o dormir, que
se han visto más afectadas por el incidente de crisis; así como también las que no han sido
afectadas, y las que se han incrementado o fortalecido a raíz de la situación vivida. Además,
se toman en cuenta las estrategias de enfrentamiento que se han intentado y su eficacia,
éxito o fracaso, y se indaga si más bien podrían estar manteniendo el nivel de angustia.
Cabe mencionar que la persona que realiza la intervención debe saber plantear y
seleccionar las preguntas apropiadas y ajustadas al antes, durante o después de la situación
94
de crisis y su impacto. A continuación, se señalan algunos ejemplos de preguntas que se
pueden adecuar a cada situación específica, para indagar sobre los siguientes aspectos:
¿Cuáles actividades han sido las más afectadas por el incidente de crisis? (Trabajar,
estudiar, dormir, comer, hacer ejercicio, actividades en el tiempo libre, adicciones, etc.).
¿Cuáles estrategias para afrontar la crisis se han intentado? ¿Existen hábitos o conductas
que desee cambiar o dejar de hacer?
¿Cuáles son sus tres actividades favoritas? ¿Cuánto tiempo dedicaba antes de la crisis a
realizarlas, y cuánto tiempo les dedica ahora?
95
investigar sobre la causa de esta pérdida y sus efectos en el funcionamiento integral del
organismo. Lo siguiente, son ejemplos de posibles preguntas a manera de guía, para
obtener información en torno a esta área:
¿Cuáles son los efectos del incidente sobre otros funcionamientos del organismo?
¿El impacto de la crisis sobre la familia y las amistades resulta adaptativo o se encuentra
en desadaptación?
96
¿Cuál es la actitud interpersonal que se adopta durante el tiempo de la crisis? (Aislamiento,
dependencia, agresividad, autonomía, etc.).
¿Experimenta los “debería”? (Por ejemplo: “yo debería haber sido capaz de manejar esto”).
97
Por último, es importante no solamente poner atención al desequilibrio en cada dimensión
del funcionamiento CASIC, sino también a las áreas que no han sido afectadas, fortalezas y
recursos personales; o bien, las áreas que pueden haber sido fortalecidas como resultado de la
situación de crisis.
El aporte de Slaikeu (2000) en relación con la intervención en crisis y PAP, es uno de los
más importantes a lo largo de los últimos años. Esto debido a que integra las áreas del ser humano
para tomarlas en cuenta a la hora de hacer la intervención. Además, se establece un proceso para
cada etapa de los PAP, lo cual permite un abordaje más adecuado al realizar un seguimiento, para
prevenir situaciones más graves a futuro.
Cabe recalcar que a pesar de que este modelo lo puede aplicar cualquier persona, este
conlleva un aporte esencial a la disciplina de Orientación. Por medio de los PAP, la Orientación
tiene una oportunidad de promover la autonomía de las personas afectadas, para que puedan
recuperarse, volver a tomar decisiones y de esta manera, tratar de recobrar el control de su vida a
partir del impacto de la crisis emocional. Por lo tanto, los PAP no deben ser nunca una forma de
sobreprotección, sino una ayuda puntual y adecuada a las personas que atraviesan este tipo de
situaciones.
Otras personas autoras, quienes trabajan sobre los PAP, proponen estrategias y técnicas
para la intervención, las cuales conviene desarrollar a continuación.
Según lo planteado por Hernández y Gutiérrez (2014), se deben considerar los principios
básicos de los PAP antes de realizar la intervención: escucha responsable, transmitir aceptación,
proporcionar información, generar una atmósfera de confianza y empatía, y permitir la libre
expresión. Para ello, estas autoras proponen lo siguiente (pp.11-24):
98
● Contacto y acercamiento: en este primer contacto es importante presentarse y describir
el rol que se tiene, pedir permiso para acercarse o hablar con la persona y aclarar que se
está ahí para ofrecer ayuda e invitar a la persona a sentarse. Es fundamental garantizar
cierto grado de privacidad y moderar el tono de voz para transmitir tranquilidad.
Para ello, se deben conocer las reacciones comunes ante el estrés y estrategias de
autocuidado y manejo de situaciones adversas; además de utilizar el sentido común para
discriminar la información que debe darse y la que debería omitirse). Además, se debe
promover la interacción social, tanto para ayudar a quién experimenta la crisis, como
también a otras personas afectadas.
99
Las sugerencias generales en cuanto a la estabilización, son las siguientes: respetar
la privacidad de la persona en crisis, ofrecerle un tiempo prudencial antes de realizar la
intervención, mantenerse a su disposición, ofrecerle apoyo y tratar de ayudarle a enfocarse
en sentimientos, pensamientos y metas manejables; mantener el contacto visual y solicitar
la escucha por parte de quien experimenta la crisis, indagar acerca de si la persona sabe
quién es, dónde está y qué está sucediendo.
100
Se debe evitar solicitar descripciones detalladas que puedan provocar angustia
adicional o presionar para que dé detalles del trauma o pérdida. Se debe permitir que la
persona decida la forma en que desea hablar de lo que pasó, y si acaba de experimentar la
muerte de alguien más, se debe intentar brindar consuelo emocional, y facilitar información
de cómo obtener apoyo social. Además, se puede programar una reunión de seguimiento.
En otros casos en los que hay angustia por alguien más, se puede preguntar lo siguiente:
“¿Siente preocupación por alguien más en estos momentos?”; “¿Sabe dónde está?”.
● Asistencia práctica: se sugieren cuatro pasos para ofrecer ayuda práctica con el fin de
atender las necesidades e inquietudes inmediatas. El primer paso, es identificar las
necesidades más urgentes, para lo cual se priorizan si son varias, ya que para algunas habrá
soluciones inmediatas, pero para otras no. Sin embargo, se pueden seguir ciertos pasos para
atender la situación, y enfocarse en cada una de estas.
El segundo paso es clarificar la necesidad, para lo cual se habla con la persona para
identificar la situación. Esto facilitará determinar los pasos a seguir, y que den respuesta a
la necesidad. El tercero es desarrollar un plan de acción, lo que conlleva analizar qué se
puede hacer para atender las necesidades encontradas. Y el cuarto paso, implica actuar para
atender la necesidad, ya que se ayuda a la persona a tomar alguna acción para resolverla.
● Conexión con apoyos sociales: se trata de ayudar a establecer contactos breves o a largo
plazo con profesionales de ayuda u otras fuentes, incluyendo la familia, amistades y
recursos comunitarios. Consiste en conectar a la persona con los servicios disponibles para
atender la crisis. Para esto, se deben identificar las necesidades que requieren información
101
o servicios adicionales, y se debe hacer lo necesario para que la conexión sea eficaz, lo cual
implica inclusive acompañar a la persona hasta el lugar del servicio, si así lo requiere.
Es posible brindar información sobre los tres tipos de reacciones de estrés post
traumático que existen: reacciones intrusivas, que son formas en las que la experiencia
traumática vuelve a la memoria, por ejemplo en imágenes mentales o sueños; reacciones
de evitación y retraimiento, que son estrategias que se utilizan para mantener la distancia
de la angustia, por ejemplo evitar hablar, pensar y tener sentimientos sobre el evento
traumático; y reacciones de excitación física, que corresponden a cambios físicos que hacen
que el cuerpo reaccione como si todavía hubiera peligro.
102
Por otra parte, se puede facilitar información sobre acciones de afrontamiento
adaptativo, que son las que ayudan a reducir la ansiedad. Para ello, se recomienda hablar
con otra persona para recibir apoyo, buscar la información que se requiere, lograr el
descanso, nutrición y ejercicio adecuados, ejecutar actividades positivas que sirvan como
distractores, mantener un horario normal, participar en grupos de apoyo y pasar tiempo con
otras personas, aplicar técnicas de relajación, llevar un diario, y emplear métodos de
afrontamiento que han sido exitosos en el pasado.
Por último, cabe mencionar que es probable que algunas situaciones generen cierto
grado de ira en las personas al enfrentar una crisis. Por lo tanto, es necesario también
conocer estrategias sobre el manejo de la ira para informar sobre las mismas. Algunas
pueden ser hablar acerca de los sentimientos que se están experimentando con alguna
persona cercana, tomarse un descanso o unas vacaciones, hacer ejercicio físico, la música
o actividades artísticas, llevar un diario, utilizar distractores como leer un libro, mirarse
desde afuera para identificar emociones negativas, entre otras. Si la persona enojada se
encuentra fuera de control o se muestra violenta, se debe buscar atención profesional.
Hernández y Gutiérrez (2014, pp.34-35), también proporcionan las siguientes técnicas para
la atención a personas en estado de crisis emocional: enfocarse en el problema, lo cual implica
mantener la atención en la catarsis emocional; valorar las áreas CASIC más afectadas; Identificar
la pérdida y comprender el significado que esta tiene para la persona, no confrontar o interpretar
para no rechazar lo que la persona diga hasta que se establezca un vínculo de confianza, y tampoco
forzarla a cambiar su estado emocional.
Continuando con las recomendaciones que dan las autoras, se sugiere motivar a la persona
a tomar acción y reforzar cada logro que obtiene, sujetar al deseo de vida para intentar crear o
mantener las ganas de vivir, planteando acciones que se podrían realizar a futuro; no debatir o
103
discutir con la persona afectada, y en su lugar, sugerir posibles opciones para ayudarle a proponerse
metas y objetivos realistas.
También se puede hablar de diferentes temas para mantener la conversación, pero enfocada
en la situación; no prometer lo que no se puede cumplir, promover la esperanza sobre aspectos
futuros, corroborar los datos obtenidos y fomentar la búsqueda de ayuda posterior, que puede darse
por medio de líneas telefónicas o servicios psicológicos profesionales (Hernández y Gutiérrez,
2014, pp.34-35).
Otras recomendaciones que plantean Hernández y Gutiérrez (2014), sobre qué hacer
durante una crisis son escuchar atentamente, ser cortés pero realista, mostrar honestidad y empatía,
pero también respeto por las creencias, tener objetividad, estar alerta en relación con las
oportunidades, hacer énfasis en las cualidades y fortalezas de la persona, y aceptar el derecho de
quien experimenta la crisis de sentirse como se siente en ese momento (p.37).
Por otra parte, para tomar en cuenta algunas sugerencias adicionales, aparte de las
propuestas por estas autoras, Álvarez, Cruz y Porcar (2018, diapositiva 6) expresan que las
condiciones mínimas con respecto al espacio en el que se deben aplicar los PAP, son las siguientes:
un lugar seguro, grande, con subdivisiones, buena temperatura y posibilidad de garantizar la
privacidad de las familias, ofreciendo espacios pequeños (por ejemplo: cubículos o biombos),
protegido de los medios de comunicación. Además, el lugar debe contar con disponibilidad de
alimentos, bebida y ayuda para las personas menores de edad.
Con respecto a las estrategias y técnicas anteriores, puede notarse que para aplicar los PAP
se requiere de ciertas habilidades personales que permitan aplicarlas de forma adecuada, además
de conocimientos previos sobre ejercicios de relajación, respiración u otros, que ayuden a
tranquilizar a la persona que experimenta la crisis. Por ello, aunque cualquier persona que posea
104
estas habilidades pueda ser capaz de aplicar los PAP, se recalca el papel de la persona profesional
en Orientación, ya que por su formación cuenta con más recursos, herramientas y capacidades para
llevar a cabo estrategias que permitan realizar el proceso de forma más ajustada a las necesidades
de la persona.
105
ofrecer tranquilidad y transmitir información precisa de forma responsable; referir a profesionales
de salud mental a aquellas personas que muestren un comportamiento inusual, violento o
autodestructivo; y animar a estas personas a que participen lo antes posible en tareas sencillas y
útiles.
Raphael (citado en Martín y Muñoz, 2009, p.153), en su modelo indica que se debe
confrontar y consolar; proteger de futuras amenazas; satisfacer las necesidades físicas inmediatas;
ayudar a que las personas afectadas se involucren en el proceso de recuperación dirigiendo su
comportamiento hacia un objetivo; promover que si personas queridas se separaron durante el
suceso se reúnan de nuevo; fomentar el desahogo emocional; estructurar una rutina a las personas
afectadas; promover redes de apoyo; y referir a profesionales de salud mental y asegurarse de que
se esté recibiendo la atención necesaria.
También se menciona que Walker (citado en Martín y Muñoz, 2009, p.154), desde su
modelo propuso comprender el suceso; evaluar la respuesta de las personas afectadas; formarlas
sobre las reacciones de su estrés y dolor; facilitar habilidades realistas de afrontamiento; desarrollar
un plan de respuesta; fomentar un buen auto-cuidado físico; reforzar el uso de las redes de apoyo;
y realizar las referencias pertinentes y dar el seguimiento correspondiente. Everly y Mitchel
(citados en Martín y Muñoz, 2009, p.154), con su modelo afirman que se debe dar una
estabilización, evaluación y conocimiento de la crisis, para facilitar su comprensión y favorecer el
afrontamiento adaptativo. O bien, referir a otro servicio o persona profesional de ser necesario.
Por otro lado, Wiger y Harowski (citados en Martín y Muñoz, 2009, p.154), señalan en
relación con los PAP: establecer “rapport” con la persona; realizar una evaluación; favorecer la
toma de decisiones y la acción; y mencionan la referencia a otros servicios disponibles. Y por
último, Ritchie (citado en Martín y Muñoz, 2009, p.154) establece que se debe proteger a las
personas afectadas de algún peligro o daño a futuro; intentar reducir la sobre-activación
psicológica; movilizar el apoyo hacia quienes muestran mayor malestar; y brindar información y
aplicar técnicas eficaces de comunicación de riesgos.
Desde los modelos mencionados anteriormente, puede notarse que muchos comparten una
serie de elementos, lo cual permite identificar aspectos que siempre van a ser parte fundamental
106
de la aplicación de los PAP. Algunos modelos pueden modificarse o renovarse, para contextualizar
la intervención, de manera que responda a las necesidades actuales.
Por su parte, Martín y Muñoz (2009, p.155) proponen un modelo de protocolo de aplicación
de los PAP denominado “ACERCARSE”, para lograr en la medida de lo posible, una autonomía
en la persona afectada, y que así pueda manejar la situación y ponerse en control. Este protocolo
surge ante la necesidad de un abordaje más eficaz y contextualizado. Está diseñado para aplicarse
a la población adulta, por profesionales en psicología u otras personas profesionales de ayuda y
salud mental.
Sin embargo, de ser necesario se puede realizar una adaptación para aplicarse con otras
poblaciones y por personas no profesionales en estos campos. Este modelo consta de ocho fases
secuenciales, y los objetivos que persigue se relacionan con el restablecimiento del equilibrio en
todas las áreas de la persona, tales como la física, psicológica, social y emocional. Las fases del
protocolo ACERCARSE de Martín y Muñoz (2009, p.157), son:
Por último, se concluye con el modelo “ABCDE” de Cortés y Figueroa (2015), quienes
proponen primeramente una etapa de preparación y posteriormente la aplicación del protocolo
ABCDE. En la etapa de preparación se deben tomar en cuenta los siguientes aspectos (pp.10-11):
107
● Entrenamiento: se debe contar con un entrenamiento adecuado en PAP.
● Evaluar la aplicabilidad: No todas las personas que experimentan una crisis van a necesitar
PAP. Por lo tanto, es esencial respetar las decisiones y recursos personales de la persona
afectada, para lo cual se puede limitar el contacto a comunicar que se estará disponible para
ofrecer ayuda, si se llegara a necesitar más adelante.
● A - Escucha activa
Este paso puede tener una duración aproximada de diez a veinte minutos. Es
esencial saber cómo comunicarse con una persona angustiada, ansiosa o alterada, ya que,
al encontrarse en ese estado, es de gran ayuda permitir que se exprese, proporcionar ese
espacio para que pueda hacerlo y escucharla; sin embargo, no se le debe presionar, ya que
muchas personas prefieren guardar silencio. Lo principal en la escucha activa es poder
transmitir que hay otro ser humano al lado comprendiendo lo que está experimentando.
108
No obstante, no debe caerse en el impulso de “hacer algo” por quien sufre la crisis,
puesto que se podría decir o realizar acciones que perjudiquen a la persona afectada, aunque
no sea la intención. El lenguaje corporal es una herramienta muy importante para transmitir
comprensión y empatía, al utilizar las posturas y gestos adecuados, además de mantener el
contacto visual.
● B - Reentrenamiento de la (B)entilación
La forma en que se respira influye en las emociones, por lo cual en prácticas como
el yoga y la meditación se trabaja con la respiración. Es por esta razón que al momento de
aplicar los PAP, se pueden tomar unos minutos para practicar el reentrenamiento de la (B)
ventilación, y ayudar a la persona afectada a tranquilizarse, ya que muchas veces se pueden
presentar síntomas como crisis de ansiedad, dificultades para respirar, taquicardia,
temblores, entre otros. Este paso puede tomar aproximadamente diez minutos.
Para aplicar algunas técnicas de respiración, se pueden llevar a cabo los siguientes
pasos: en primer lugar, se le dice a la persona lo siguiente: “Ahora ensayaremos el re-
entrenamiento de la respiración: consiste en inspirar, exhalar y luego esperar un momento
con los pulmones vacíos hasta volver a inspirar [...] lo importante es la pausa luego de
vaciar los pulmones”. Dentro de esta técnica, se le puede solicitar a la persona que practique
el ejercicio en conjunto con quien brinda los PAP; es decir, que ambas personas lo realicen.
Los cuatro tiempos no se dan necesariamente en tiempo real (en segundos), ya que
su duración es variable dependiendo del estado de agitación de la persona afectada; por lo
cual esta técnica debe adaptarse a las condiciones que presente y de forma que se sienta
comodidad al aplicarla. Una vez que se ha comprendido lo que se debe hacer, se le puede
109
dejar a la persona que continúe por sí sola durante unos minutos, reforzando cuando lo hace
de forma correcta, con frases como: “muy bien [...] está haciéndolo excelente”.
Por último, se le dice a la persona que repita el ejercicio diariamente por diez
minutos, tres veces al día (en la mañana, en la tarde y en la noche), y cada vez que tenga
sentimientos de angustia.
● C - Categorización de necesidades
Debe recordarse que esta es una intervención muy breve, ya que se limita solamente
a ayudar a identificar necesidades y a jerarquizarlas. Esto, porque es importante que en la
medida de lo posible la persona utilice sus propios recursos, o bien, los de sus redes de
apoyo más cercanas.
Una vez identificadas las necesidades inmediatas, se procede a brindar ayuda con
el contacto de personas o servicios de apoyo que podrán responder a dichas necesidades
(se debe recordar que la primera red de apoyo, usualmente es la familia y las amistades o
personas cercanas). Para ello, es indispensable conocer previamente la oferta de servicios
y recursos de apoyo disponibles en el contexto inmediato de la persona.
● E - Psico-Educación
110
angustia, llanto, confusión, insomnio, hiperventilación, entre otros., para que la persona
afectada no sienta que está presentando un comportamiento anormal.
Por otra parte, desde el modelo ABCDE encontrado en Cortés y Figueroa (2015), se hacen
las siguientes recomendaciones al aplicar los PAP, con el fin de que la intervención sea más
adecuada (pp.13-22):
● Comunicar a la persona afectada que está siendo escuchada, para lo cual la técnica del
parafraseo puede ser una herramienta útil.
● Ser paciente con lo que la persona relata, con los espacios de silencio o llanto, y no
preguntar por detalles a los cuales no se ha referido aún; para lo cual no hay que precipitarse
a decir algo inapropiado por tratar de responder rápidamente para “hacer algo”.
● Ayudar a la persona a priorizar sus necesidades, para lo que se le puede solicitar tratar de
distinguir entre lo que requiere solución inmediata y lo que puede esperar. Se pueden
111
utilizar frases como: “[…] me doy cuenta de que son muchas las cosas que le preocupan.
¿Le parece si vamos paso a paso y nos enfocamos primero en lo más urgente?”
De acuerdo con este modelo, se deben evitar los siguientes aspectos, para una mejor
intervención al aplicar los PAP (pp.13-22):
● Distraerse, estar pendiente del reloj o mirar insistentemente hacia otra parte.
● Precipitarse en querer dar una solución, si la persona lo que necesita es simplemente ser
escuchada.
● Decidir las necesidades de la persona afectada, sin poner atención a lo que está diciendo,
con frases como: “antes de que me diga nada, yo creo que lo más importante que usted
debe hacer en este momento es [...]”
● Tomar la iniciativa de ayudar a la persona con asuntos que pueda resolver por sí misma,
con acciones o frases como: “Páseme el celular, yo llamaré a su hijo para contarle lo que
pasó”.
Se enfatiza en la preparación previa, ya que a pesar de que se afirma que cualquier persona
puede realizar PAP, es esencial un conocimiento básico de aspectos como manejo del estrés;
conocimiento de instituciones y redes de apoyo que pueden facilitar atención especializada;
112
reacciones comunes ante experiencias traumáticas y cómo abordarlas; técnicas de respiración y
relajación; entre otros. De ahí la importancia de la capacitación en estos temas, ya que en cualquier
momento puede surgir algún evento que requiera de la aplicación de PAP.
Como se observa, el modelo “ABCDE” propuesto por Cortés y Figueroa (2015), desarrolla
los pasos básicos que se deben aplicar al brindar los PAP, y sugiere técnicas bastante útiles que
pueden marcar la diferencia cuando una persona se encuentra experimentando una crisis emocional
y requiere ayuda. Este modelo, permite contrastar sus planteamientos con el modelo de Slaikeu
(2000), reconociendo así similitudes y diferencias importantes en torno a la aplicación de los PAP
en la intervención de crisis emocionales; razón por la cual, ha conllevado mayor profundidad
teórica.
Cualquier persona que desee aplicar los PAP, debe poseer ciertas habilidades y
conocimientos básicos que le permitan un abordaje satisfactorio con resultados positivos. Además,
el abordaje debe llevarse a cabo tomando en cuenta ciertas variables como por ejemplo la edad o
etapa de desarrollo, ya que no se utiliza el mismo modelo de intervención ni las mismas técnicas
y estrategias en la etapa de la niñez, adolescencia o adultez. Incluso, pueden considerarse
diferencias en el proceso; por ejemplo, con personas que tengan alguna discapacidad o debido a
distinciones socioculturales.
113
componentes, considerándolo meramente necesario, se debe contar con la capacidad de adaptarlos
a la situación y la persona que se atiende.
En el siguiente apartado se desarrollan los aspectos más relevantes de los protocolos del
Ministerio de Educación Pública (MEP), ya que constituyen una herramienta importante para
brindar los PAP; no solamente desde la Orientación, sino también como guía dentro del contexto
educativo en Costa Rica. Por lo tanto, se incluyen en el referente teórico utilizado para la presente
investigación.
En este apartado, se realiza una síntesis de los principios rectores que orientan los
protocolos de atención de diversas situaciones de riesgo y violencia, que se dan en los centros
educativos del Ministerio de Educación Pública. Con esto, se procura entender su aplicación
general, sus alcances y la visión epistemológica que contienen en relación con el fenómeno en
estudio de la presente investigación. Sin embargo, cada protocolo para situaciones específicas no
se detallará en forma individual, por cuestiones de extensión y de utilidad para esta investigación.
Para iniciar este apartado, se debe entender qué es un protocolo, o cómo se posiciona a
nivel del MEP. Este organismo, lo define como un instrumento de aplicación o uso obligatorio en
todas las modalidades de centros educativos públicos y en todos los niveles. Su fin es el desarrollar
un proceso de mediación pedagógica, dando insumos teóricos, prácticos, administrativos y legales
a fin de tener pautas generales para la atención de las situaciones de violencia y riesgo que se
presenten en los centros educativos públicos (MEP, 2015).
Para lograr esta meta, los protocolos presentan una serie de pautas generales, las cuales dan
una visión epistemológica de la situación de riesgo y de las personas involucradas, desde un marco
de inclusión, derechos humanos, género sensible, y con una visión de desarrollo de las partes
involucradas. Adicionalmente, presenta una definición de sus alcances, tanto administrativos como
legales, sentando las obligaciones de los agentes que tienen que ejecutar los protocolos, y
finalmente, brinda los insumos documentales que se necesitan para las gestiones que se deben
realizar para llevar a cabo todo el ciclo del protocolo. Esto para cada situación particular, las cuales
incluyen hasta el momento las siguientes publicaciones del MEP (2015):
114
● Protocolo de actuación en situaciones de bullying.
● Protocolo de atención del bullying contra la población LGTBI inserta en los centros
educativos.
● Alcance: son de carácter obligatorio para todos los centros educativos públicos y aplican
para todos los niveles, procurando una intervención institucional y no solo de la persona
que activa el protocolo. Además, velan por la prevención de las situaciones de riesgo y
violencia, así como por la atención durante la situación y posterior a esta, buscando el
seguimiento de las personas involucradas y de la situación en sí.
115
buscando respetar, proteger y hacer valer sus derechos humanos. Además, se les dará una
protección especial a las personas menores de edad, asumiendo su derecho a educarse en
un entorno libre de peligros y violencia, así como su potestad para defender su integridad
y la de otras personas que se encuentren en peligro.
● Enfoque de inclusión: implica que el proceso y las acciones que deriven de esta deberán
hacerse con una visión género sensible, generacional-contextual, según la etapa y nivel de
desarrollo de las personas involucradas, y con una visión intercultural, procurando atender
y entender las características socioculturales de las partes involucradas y su identidad
(MEP, 2018).
Como parte del quehacer de la disciplina, la persona con profesión en Orientación necesita
ser poseedora de un perfil profesional, el cual está relacionado con los conocimientos, las
116
habilidades, destrezas, competencias y actitudes que debe poseer y que le permiten desempeñarse
de manera ética, capacitada y dispuesta. Todos estos aspectos formativos deben caracterizar
también a la persona profesional en Orientación al poner en práctica los PAP, para garantizar una
intervención adecuada, eficiente y eficaz, para la prevención de daño emocional por situaciones
de crisis.
Bajo este supuesto, cabe señalar que el perfil según Monge (2016) “nace del estudio de las
competencias que se requieren para brindar la intervención en crisis” (p.129). Por lo tanto, y favor
del fenómeno en estudio de la presente investigación, se desarrollan a continuación algunas de
estas características, habilidades y destrezas de la persona profesional en Orientación interviniente,
que facilitan su quehacer ante la aplicación de PAP a personas en situaciones de crisis emocional.
ayuda, catarsis como una forma de desahogo, ayudar y acompañar a una persona en
117
Asimismo,
Las destrezas se definen como las habilidades que se desarrollan a través del
redactar informes; manejo del estrés; sintonía emocional; escucha empática; trabajo
118
● Favorecer la catarsis: facilita a la persona afectada que desahogue las emociones y
pensamientos generados por la crisis.
● La habilidad de escucha: se refiere a la escucha activa, no sólo a oír. Cabe aclarar, que la
escucha empática no consiste en estar de acuerdo con todo lo que la persona en crisis
manifiesta en medio de su dolor, sino estar atentos a lo que habla, para comprender lo que
trata de expresar, desde su realidad, que puede ser muy dolorosa, tanto emocional como
intelectual.
● La empatía: hacer una lectura del lenguaje verbal y no verbal de la persona afectada, tener
la capacidad de percibir o que está experimentando y sintiendo sin mezclar nuestras propias
emociones.
● La comunicación asertiva: transmitir lo que, si dice de una forma amable, sincera, con
tacto, se espera que la persona que interviene ante la crisis, tenga claro que la asertividad
no es lo que se dice, sino cómo se dice.
119
Se comprende entonces que aspectos importantes como utilizar el tono de voz adecuado;
generar un ambiente tranquilo donde la persona orientada se pueda sentir segura, con calma y
apoyada; que la persona se sienta a gusto y con la confianza para poder expresar lo que experimenta
en una situación de crisis; entre otros aspectos, son debidos a las habilidades de la persona
interviniente y a cómo las pone en práctica. Estos, son aspectos que pueden generar la diferencia
en que la persona que experimenta la situación de crisis continúe sintiéndose vulnerable, o al
contrario, que se sienta mejor y le sea aún más fácil afrontar la situación de crisis.
Para comprender algunas de las competencias que deben presentar las personas
profesionales en Orientación, es necesario definir qué se entiende por las mismas. Según Bisquerra
120
(citado en Calderón et al., 2012), una competencia corresponde a “la capacidad para adoptar
comportamientos apropiados y responsables para afrontar satisfactoriamente los desafíos diarios
de la vida” (p.14), Por lo tanto, una competencia permite a la persona hacerles frente a las
circunstancias, pero de forma satisfactoria. Por otra parte, también una competencia corresponde
a lo siguiente:
Se comprende entonces, que una competencia se puede relacionar con las habilidades y las
destrezas que posee una persona, Sin embargo, esta se diferencia de ellas debido a que corresponde
a un concepto más amplio, el cual contiene actitudes, aptitudes, destrezas, conocimientos,
fortalezas y habilidades dentro de sí misma; aspecto que permite realizar una tarea de forma
satisfactoria con gran capacidad.
Esto es de suma importancia ante la intervención de una crisis, debido a que evidencia que
la persona interviniente necesita competencias para poder llevar a cabo su labor de la manera más
eficaz, facilitando a la persona en estado de crisis emocional un acompañamiento acorde con las
necesidades que esta posee, fomentando su desarrollo y previniendo consecuencias más
perjudiciales a raíz de la situación que se encuentra viviendo.
Sobre esto, la Fundación Omar Dengo (2014), de ahora en adelante FOD (2014), clasifica
a las competencias en cuatro tipos distintos, los cuales corresponden a: maneras de pensar, maneras
de vivir el mundo, manejar de trabajar y herramientas para trabajar. Estas competencias permiten
a la persona desempeñarse de manera óptima, y se abordan a continuación:
121
● Maneras de pensar: corresponde a aquellas competencias relacionadas con las formas de
pensar individuales que también toman en cuenta el contexto donde la persona se
desenvuelve.
● Maneras de vivir el mundo: esta competencia corresponde a las distintas maneras en las
que las personas le pueden hacer frente a la realidad que se encuentran viviendo.
122
comprometiéndose con el cumplimiento de los derechos humanos y de los valores
éticos universales” (p.13).
● Herramientas para trabajar: las herramientas para trabajar hacen referencia a aquellos
aspectos que permiten o facilitan las maneras de trabajar, en este caso estas herramientas
brindan oportunidades a las personas para poder cumplir con sus tareas de una forma más
actualizada y eficaz.
123
○ Apropiación de las tecnologías digitales: capacidad para explorar, crear,
comunicarse y producir utilizando las tecnologías como herramientas.
Por otra parte, se menciona que frente a la intervención en crisis no solo es necesario tener
competencias, sino que estas deben ser las adecuadas, para que permitan brindar una intervención
óptima reduciendo el peligro frente a una crisis. Según Monge (2016), las competencias necesarias
que debe poseer una persona que interviene frente a la crisis deben ser:
● Para evitar dependencias: brindar un apoyo emocional claro y con límites, favoreciendo
que la persona en crisis pueda salir adelante.
● Para ayudar de una manera concreta: ante los pensamientos desorganizados y las
diversas necesidades de la persona en crisis, quien interviene debe identificar la necesidad
a trabajar de forma rápida.
● De resistirse a prometer lo que no puede cumplir: la persona que interviene puede verse
comprometida a prometer solicitudes difíciles o imposibles de conseguir por parte de la
persona en crisis, por lo que debe ayudar en un tema en particular, comunicar de forma
clara que esas solicitudes no las puede cumplir e informar en qué consiste su ayuda.
● Empatía: conocer el entorno y la situación que experimenta la persona atendida sin caer
en mezclar las emociones propias con las de esta persona, es quien está experimentando la
crisis la persona que debe sentirse comprendida.
124
● De resolver conflictos: atender las necesidades de las personas afectadas y brindar
soluciones.
● De ser objetivo: hacer a un lado los juicios personales, actuar de forma respetuosa y sin
hacer juicios de valor.
● De ser asertivo: que la comunicación sea clara, honesta, pasiva, brindando las palabras
indicadas, con el tono indicado y lenguaje no verbal acorde con la situación.
● De ser proactivo: la actitud de tomar decisiones con iniciativas que cambien las
circunstancias a situaciones más favorables.
● De autoconocimiento: esta persona debe conocer sus virtudes y áreas de mejora, y conocer
si posee la estabilidad emocional para atender adecuadamente la situación que se le
presenta. Monge (pp.68-74).
Por lo que, en síntesis, estas características de la persona interviniente, en relación con los
objetivos del presente estudio, permiten dar a conocer que estas son necesarias para ofrecer un
procedimiento o una intervención atinada, coherente, atenta, inmediata y eficaz, promoviendo en
todo momento un bienestar integral. Además, la persona profesional en Orientación posee y
desarrolla en su formación estas características, por lo que su aporte ante la aplicación de los PAP
es o puede ser realmente significativo, siempre y cuando posea un perfil profesional adecuado y
sea capaz de ponerlo a colación al momento de aplicar los PAP interviniendo crisis emocionales.
125
2.4.2. Fortalezas y virtudes de la persona profesional en Orientación para la
intervención en crisis emocionales mediante los PAP.
Como parte del perfil profesional de la persona orientadora interviniente, algunas de las
características que debería presentar ante situaciones que requieren PAP, son sus fortalezas y
virtudes, ya que estas contribuyen a enfrentar las situaciones de una mejor manera y evitar riesgos
por daños emocionales. Además, favorecen el desarrollo y bienestar integral de la persona que
atiende y que es afectada por una crisis emocional, y de sí misma.
Al respecto, Park y Peterson (citados en García, 2017) destacan que las fortalezas y
virtudes personales, ayudan a la persona a enfrentar las distintas circunstancias y a alcanzar una
mayor integralidad en las áreas de su vida (p.23). Lo anterior se puede relacionar con poner en
práctica los PAP y el autocuidado, debido a que la persona que atiende las situaciones de crisis
puede asimilar mejor la situación y prevenir secuelas aún más graves.
Para Park y Peterson (citados en García, 2017, pp.45-47), estas fortalezas y virtudes
personales pueden ser clasificadas en sabiduría y conocimiento, coraje, humanidad, justicia,
moderación y trascendencia, las cuales se describen en la tabla 5.
Tabla 5
126
● Apertura mental (juicio, pensamiento crítico): pensar en las cosas con profundidad y
desde todos los ángulos, sin precipitarse al sacar conclusiones.
● Amor por el aprendizaje: buscar el desarrollo de nuevas destrezas y temas de
conocimiento añadido a lo que ya sabemos.
● Perspectiva: capacidad de proporcionar consejos adecuados y sabios para los demás.
● Valentía (valor): capacidad para defender una determinada postura en la que creemos,
sin miedo ante la amenaza, el desafío, la dificultad o el dolor.
● Persistencia (tenacidad, diligencia, laboriosidad): finalizar las tareas que uno empieza a
pesar de los obstáculos.
● Integridad (autenticidad, honestidad): actuar de forma verdadera, presentándose a uno
mismo de una forma auténtica y genuina.
● Vitalidad (ánimo, entusiasmo, vigor, energía): afrontar la vida con entusiasmo y
energía.
HUMANIDAD: se relaciona con fortalezas interpersonales que implican cuidado y amor a los
demás.
● Amor (capacidad de amar y ser amado): valorar las relaciones cercanas con los demás.
● Amabilidad (bondad, generosidad, cuidado, compasión, amor altruista, simpatía): hacer
favores y ayudar a los demás.
● Inteligencia social (inteligencia emocional, inteligencia personal): ser consciente de los
motivos y sentimientos de uno mismo y de los demás.
127
JUSTICIA: está relacionada con fortalezas de tipo cívico para una vida en comunidad.
● Perdón: perdonar a aquellos que han hecho algún mal, aceptando sus defectos sin
guardar rencor ni necesidad de venganza.
● Modestia, humildad: dejar que sean los logros los que hablen por nosotros sin
pretensión de ser el centro de atención.
● Prudencia (discreción, cautela): ser cuidadoso con las propias decisiones y formas de
actuar, y no dar lugar a arrepentimientos por lo hecho o dicho.
● Autocontrol, autorregulación: ser capaz de regular adecuadamente los propios
sentimientos y acciones.
128
● Esperanza (optimismo, proyección hacia el futuro): esperar que suceda lo mejor y
trabajar en ello para lograrlo.
● Humor: gusto por la risa, la broma, sonreír y hacer sonreír a los demás.
● Espiritualidad: ser reflexivo ante la existencia y el significado de la vida.
Al respecto, para Park y Peterson (citados en García, 2017, p.45) las virtudes corresponden
al conjunto de rasgos positivos deseables, aceptados universalmente relacionado con un carácter
deseable. Mientras tanto, Arguís, Bolsas, Hernández y Salvador (citados en García 2017, p.45)
consideran que las fortalezas corresponden a estilos de pensar, sentir y actuar, que contribuyen a
alcanzar una vida en plenitud.
Además, el coraje permite hacer frente a esa situación de crisis emocional, facilitando a la
persona interviniente tener la energía para abordar la atención de la persona afectada, y luchar con
valentía e integridad para que ésta pueda afrontar dicha situación con la mayor cantidad de recursos
129
posibles. Lo mismo que la justicia, promoviendo la equidad e igualdad con fidelidad a las leyes y
lo que sea requerido y necesario de acuerdo con las necesidades de la intervención.
Asimismo, se suma lo que García (2017) llama humanidad, la cual es una característica de
la persona profesional en Orientación de suma importancia al intervenir y aplicar los PAP, debido
a que le permite velar por que la persona en estado de crisis emocional perciba de su parte bondad,
respeto, amabilidad e interés por su bienestar en la relación de ayuda (p.46).
Por lo tanto, las fortalezas y virtudes en la persona que interviene ante situaciones de crisis
permiten que esta adopte una actitud más optimista ante la situación de crisis y realice una
intervención más adecuada, velando por el bienestar de ambas partes. Estas fortalezas y virtudes
se acoplan a las habilidades y destrezas anteriormente caracterizadas del perfil profesional de la
persona orientadora; para efectos del presente estudio, al aplicar los PAP.
En este apartado se hace referencia al papel (la función que desempeña) y el aporte (la
contribución o apoyo) que brinda con el procedimiento que realiza, una persona profesional en
Orientación frente a las situaciones que requieren su intervención en una crisis emocional mediante
la aplicación de los PAP. Además, se incluyen aspectos acerca de la Orientación como su
conceptualización; función y contribución que ofrece como disciplina ante la intervención en
situaciones crisis emocionales; sus principios de intervención; y su papel en la prevención del daño
emocional.
130
2.5.1. Conceptualización de la Orientación.
y dentro del marco más amplio en las Ciencias Sociales. Facilita en contextos
las personas, las familias y de diferentes grupos, a lo largo de todo el ciclo vital,
Por lo tanto, es función de esta disciplina velar por el bienestar de las personas; aún más,
cuando sufren crisis emocionales y requieren de ayuda. En cuanto a la Orientación, se destaca que
existen algunas similitudes contextuales de la disciplina en otras partes del mundo, en cuanto a
fundamentos filosóficos, teorías y métodos que se observan en la práctica orientadora, en la visión
de la persona e incluso en la investigación realizada; aspectos que apoyan el hecho de que la
Orientación es necesaria en el país y, sobre todo, en los centros educativos para tener un mayor
acceso a la población (Frías, 2015, p.21).
Por otra parte, al inicio del desarrollo de la Orientación en el país, esta fue considerada
como un servicio dentro de las instituciones de educación formal; aspecto que implicó que la
Orientación se ejecutara acompañando al estudiantado hacia la definición de metas específicas,
promoviendo el desarrollo vocacional, la resolución de conflictos dentro de la institución, atención
en crisis, que se conozcan y se comprendan, entre otros aspectos. Por lo tanto, la Orientación ha
sido desde sus inicios en el país, y continúa siendo de suma relevancia dentro del sistema educativo
nacional. Al respecto:
131
En la formación académica se visualiza la Orientación como facilitadora de la
construcción y clarificación del sentido de vida, que se logra mediante los procesos
Además, Frías (2015) hace mención a que la Orientación desde hace algunos años, en
especial en la última década, ha sido considerada como una disciplina de las Ciencias Sociales,
comprendiendo disciplina según Morin (citado en Frías 2015) “una categoría organizacional en el
seno del conocimiento científico; ella instituye allí la división y la especialización del trabajo y
ella responde a la diversidad de los dominios que recubren las ciencias” (p.16).
Aunado a esto, Bolaños, Vargas y Velázquez (citados en Frías, 2015) agregan que la
persona como el objeto de estudio de esta disciplina tiene dos dimensiones las cuales corresponden
a: el campo de acción de los fenómenos específicos y lo correspondiente a estos, por ejemplo, los
aspectos que se desean conocer, analizar, comprender, investigar, transformar y demás; y la
comprensión teórica que aporte lo necesario para entender el campo de acción (p.17). Es decir,
132
estas dos dimensiones de la disciplina de Orientación procuran abarcar los fenómenos que
experimentan las personas orientadas, como aspectos que permitan su desarrollo integral a lo largo
de la vida.
Por otra parte, Sandoval (2018) hace mención a tres características de la profesión de
Orientación en Costa Rica. La primera de ellas consiste en que esta se encuentra relacionada con
un trabajo de ayuda, donde se les da asistencia a las personas; la segunda característica plantea que
a la Orientación se le considera como un servicio que brindan estas personas profesionales; y por
último, la tercera característica propone que dicha labor consiste en un acompañamiento constante,
respetuoso y sistemático que se les brinda a personas y a grupos que requieren una guía en sus
vidas (p.17). Este aspecto, se encuentra en relación directa con el tema de estudio de la presente
investigación, ya que las personas profesionales en Orientación al intervenir ante las situaciones
de crisis, buscan promover el desarrollo de la persona a partir de la experiencia vivida.
133
La Orientación es una disciplina científica por cuanto es singular, posee un
conocimiento científico que conforma el marco teórico y práctico para realizar las
intervenciones, tiene límites que pueden ser definidos y además tiene un objeto y
La persona corresponde a dicho objeto y sujeto de estudio, aspecto que permite que la
Orientación tenga límites definidos e intervenciones claras, estudia e interviene a la persona y su
contexto, con el sentido de generar conocimiento científico y aportar un bien a la experiencia
social. Al respecto de la persona como sujeto de estudio de la Orientación, se propone que:
que tiene capacidades para realizar su proyecto de vida en el aquí y ahora; para
persona y es aplicada porque se trata de una ciencia fáctica, debido a que recurre a
La misma autora destaca que esta disciplina posee conocimiento científico bajo el cual
actúa, y construye elementos para realizar las intervenciones de forma propicia, centrándose en su
134
objeto y sujeto de estudio, y marcando límites de acción. Por lo tanto, el objeto de estudio de esta
disciplina interesa para dar respuesta a la investigación científica, como busca establecer formas
de contacto con la persona, sus experiencias y los fenómenos alrededor de ella. Según la comisión
plan de estudios de la carrera de Ciencias de la Educación con Énfasis en Orientación de la
Universidad de Costa Rica, el objeto de estudio corresponde al:
Además, es importante destacar que la Orientación también cumple una función, que
atribuye un valor social a las personas y la sociedad; según Frías (2015), puede relacionarse al
objeto y sujeto de estudio con su referente epistemológico y teórico. Al respecto, la Orientación
desde esta atribución, procura:
Estos fines superiores deben comprenderse no sólo como un logro individual, sino
135
que se deben considerar los contextos en que se desenvuelve la persona. (Beck,
De manera que, la Orientación debe buscar siempre brindar mediante sus intervenciones,
el acompañamiento que permita a la persona alcanzar comodidad en cada una de las áreas en las
que se desenvuelve y el desarrollo de sí y su entorno siendo un ser integral. Para efectos de esta
investigación, esto permite añadir mayor conocimiento a favor de la persona como objeto y estudio
de la disciplina.
Por otra parte, en cuanto al rol profesional, se sabe que nuestro país enfrenta diversas
situaciones que son generadoras de crisis emocionales y las personas profesionales en Orientación
que laboran en instituciones y centros educativos, deben atender a la población a su cargo que se
encuentre en dichos escenarios, en conjunto con las modernas y complejas realidades y contextos
que influencian estos espacios. Es por esto, que también se les forma desde la universidad para
desempeñar esta importante tarea de la manera más actualizada y acorde con las demandas que se
presenten.
En cuanto al aporte que brinda la persona profesional en Orientación ante las situaciones
de crisis emocionales, como ya se ha expuesto antes, consiste en la intervención que realiza
mediante el procedimiento de los PAP; estos permiten ser utilizados como primera ayuda
emocional y, por lo tanto, pueden enfocarse desde la prevención. Para las personas profesionales
en Orientación, lo anterior consigue visualizarse con un carácter proactivo. Es decir, favorece
actuar de forma anticipada a la aparición de todo aquello que suponga un obstáculo al desarrollo
de la persona, así como los eventos circunstanciales que le impiden superar situaciones de crisis
que inciden o afectan la parte emocional.
136
satisfacción de necesidades, donde la aplicación de los PAP permite brindarlos, como
simultáneamente trata de prevenir y evitar que la persona sufra más daño emocional, minimizando
consecuencias; aspectos que se desarrollarán posteriormente.
En relación con el apartado anterior, la Orientación como parte de su interés por velar por
el bienestar integral de la persona, debe actuar con base en tres principios, los cuales como
menciona Sebastián (citado en Frías, 2015, pp.25-27) corresponden a: prevención, desarrollo e
intervención social.
Principio de prevención. Este principio hace referencia a una acción que promueve el
desarrollo integral de las personas anticipándose a eventos que puedan causar daños o
repercusiones negativas en su vida.
Este principio tiene sus orígenes en el campo de la salud [...]. De esta manera la
las personas; una condición muy importante de este principio es que demanda que
Al respecto, Sanchiz (2009, p.34) puntualiza los tres posibles niveles de prevención que se
pueden llevar a cabo mediante una intervención de Orientación , los cuales son: el nivel primario,
antes de que suceda un acontecimiento o problemática; el nivel secundario, cuando se actúa ante
la presencia de una problemática o fenómeno indeseado en la vida de la persona orientada,
buscando disminuir su impacto y las posibles repercusiones; y el nivel terciario, cuando se da
tratamiento o rehabilitación antes las consecuencias de una situación crítica, subrayando la
importancia de dirigir los esfuerzos hacia la prevención primaria.
Es importante destacar que, este principio es una de las fortalezas con las que cuenta la
Orientación y es el ámbito donde adquiere más dinamismo su intervención, debido a que es aquí
donde se promueve su carácter formativo, procurando actuar para anticipar situaciones de crisis y
promover siempre el bienestar integral. Con este principio de intervención las personas
137
profesionales en Orientación facilitan la prevención del estrés postraumático, el cual es frecuente
cuando no se dan los PAP, también trata de prevenir múltiples problemáticas sociales y patologías
psicológicas, debido a la vulnerabilidad que les genera la exposición a una situación conflictiva y
de crisis.
Principio de desarrollo. Como su nombre lo indica, este principio lo que busca es fomentar
el desarrollo integral en todas las personas, y que se pueda brindar un acompañamiento adecuado
a través de procesos o intervenciones desde la Orientación, con el fin no sólo de conocer cómo se
puede dar este desarrollo, sino también de facilitarlo.
El principio de desarrollo para Martínez (citado en Sanchiz, 2009, p.29), lleva a las
personas profesionales en Orientación a concebir el desarrollo humano como un proceso evolutivo
continuo, que se da a través de todo el ciclo vital. De manera que, dicha evolución se fundamenta
en diversos cambios cualitativos y cuantitativos, basados en las experiencias vitales a las cuales
está expuesta la persona y en cómo estas se integran y amplían, de forma dialéctica, impactando
de esta forma su desarrollo integral.
138
Es importante resaltar el carácter formativo que tiene la Orientación, que se centra en
potenciar las capacidades y habilidades de las personas con el fin de buscar su desarrollo integral.
Jiménez (2015, p.123) señala que las ciencias interesadas en el desarrollo humano son algunos de
los principales insumos que posee la Orientación en su quehacer. La misma autora resalta cómo
esta visión de desarrollo infiere una ruptura con el modelo médico de otras disciplinas, el cual
supone la presencia de una patología o enfermedad mental en aquellas personas que buscan ayuda
ante una crisis existencial o ante algún problema personal o social presente en la vida de la
persona.
Debido a esta visión, Sanchiz (2009, p.53) propone entender a cualquier ser humano como
un sujeto capaz de desarrollarse sin límites, entendiendo el desarrollo como algo no lineal. Al
comprender esto, se visualiza como cualquier persona puede mejorar lo que ya es o encontrar
nuevas áreas en las cuales desarrollarse, y esto lo puede alcanzar mediante la función
transformadora de la Orientación, la cual puede mejorar a la persona y, por ende, a la sociedad de
forma paralela. Por lo tanto, las personas profesionales en Orientación al aplicar los PAP, lo que
buscan es fortalecer aquellas áreas que en ese momento las personas en crisis se encuentran menos
fuertes, y fomentar el desarrollo general para favorecer su bienestar integral.
De esta forma, se podría afirmar que el principio de desarrollo está más interesado en
fortalecer las habilidades y potencialidades de las personas con las que se trabaja, de forma que
estas sean capaces de hacerles frente a las diversas situaciones de su cotidianidad. Desde este
principio, la Orientación sustenta su carácter pedagógico y formativo, ya que procura que la
persona alcance el mayor desarrollo posible. Bisquerra (citado en Jiménez, 2015), señala que el
desarrollo es un proceso que implica cambios permanentes que no están estrictamente relacionados
con la madurez (p.120).
139
Por lo que, al referirse al desarrollo como un proceso, es importante señalar que este se da
a lo largo de la vida, la perspectiva del trabajo desde este principio es con una visión evolutiva y
de largo plazo, más que solo centrada en el presente, lo cual a su vez implica proactividad con
miras al futuro y las posibles tareas o desafíos del desarrollo que enfrenta la persona según su
contexto y con una visión integral del ser humano, incluyendo sus aspectos físicos, sociales,
emocionales, vocacionales y personales, entre otros.
condiciones del entorno que dificultan el pleno desarrollo; la persona debe ser
consciente que debe actuar sobre esas condiciones lo que supone una persona
profesional en Orientación que actúa como agente de cambio. (Frías, 2015, p.27)
140
Como lo menciona Murillo (2015) estos tres principios no pueden ser visualizados de
manera independiente ya que entre los tres existe una interdependencia, donde la acción
orientadora debe nutrirse entre sí (p.247). Esto, buscando no solo prever situaciones, sino que
también al mismo tiempo potenciando al máximo las competencias y recursos de cada una de las
personas en favor de su desarrollo óptimo; recurriendo no sólo a la persona misma, sino también
a su contexto inmediato.
Es decir, estas reacciones son las respuestas que cada persona realiza frente a momentos o
situaciones específicas como una manera de adaptarse a las mismas. Dichas reacciones son únicas,
es decir, propias de cada persona y a pesar de que las emociones se consideran universales, depende
de cada persona lo que llegue a experimentar.
Las emociones son diversas y como se menciona anteriormente, estas dependen de lo que
la persona pueda llegar a experimentar en un momento determinado. Al respecto existen distintas
clasificaciones que se les pueden dar, separándolas en dos grandes grupos; según su carácter
agradable o desagradable, tales como aquellas que implican peligro, amenaza, daño, pérdida, éxito,
novedad, entre otras.
Para Piqueras et al. (2009), una emoción es una experiencia que se ve mediada por
múltiples dimensiones de la persona, incluyendo su respuesta cognitiva, fisiológica y adaptativa,
lo cual en su conjunto es denominado sistemas de respuesta (p.87). Por tanto, la experiencia
141
emocional, lo que se siente y piensa durante una reacción emocional, es necesario para ayudar a
clasificar o identificar cada emoción.
Por su parte, Arguís, Bolsas, Hernández y Salvador (2012) mencionan que el conocimiento
respecto a las propias respuestas emocionales y su regulación, puede dar pie al reconocimiento de
fortalezas personales, o por el contrario, pueden dejar en evidencia áreas que deberán ser
fortalecidas para alcanzar una vida en plenitud y armonía con el medio social y natural (p.284).
La regulación emocional es señalada a su vez por Piqueras et al. (2009) como un medio
para: la adaptación, el desenvolvimiento en el medio social y para la motivación en diversas esferas
vitales (pp.88-89). La primera de estas, la adaptación, consiste en la función de preparar al
organismo para que pueda ejecutar de manera eficaz alguna conducta de acuerdo con las
exigencias del contexto, permitiendo utilizar la energía necesaria para cumplir dicha exigencia y
dirigir la conducta hacia el cumplimiento de este objetivo.
Por último, la motivación de las emociones, señalada por Piqueras et al. (2009) es la de
promover conductas motivadas, caracterizadas por la dirección e intensidad, propiciando una
conducta más vigorosa y eficaz (p.90). A su vez estas conductas motivadas fomentan la alegría, la
atracción interpersonal, la sorpresa, la atención ante estímulos novedosos, y la adaptación ante
amenazas del entorno, entre otras reacciones.
Aunado a esto, para Prada (citado en García, 2017, p.44) las emociones caracterizadas por
una sensación agradable o positiva, permiten que las personas puedan ampliar las maneras
habituales de pensar y, de esta manera, puedan construir recursos personales de afrontamiento para
142
situaciones cotidianas, incluyendo las situaciones adversas, lo cual debe ser puesto en práctica para
alcanzar el bienestar integral. Para Avia y Vázquez (citado en García, 2017) citando las emociones
de carácter positivo tales como la alegría, la esperanza, la ilusión y además, expresa que potencian
el desarrollo de diversas habilidades, como la capacidad de resolución de problemas o el aumento
de la creatividad (p.43).
Sin embargo, como se ha mencionado anteriormente, siempre hay una probabilidad de que
las personas experimenten situaciones que les hagan experimentar emociones de desagrado o de
carácter negativo, aspecto que puede repercutir en la vida personal y emocional o en otras áreas
vitales. Por lo que es necesario, como se ha mencionado, ya que en medida de lo posible se pueda
actuar desde una perspectiva preventiva y formativa ante la vivencia de estas emociones, además
de propiciar emociones de agrado o carácter positivo.
Continuando con lo anteriormente expresado, las emociones pueden ser entendidas como
respuestas que permiten a las personas enfrentar su cotidianidad y manifestar conductas
adaptativas, sociales o motivacionales afines a las experiencias vividas en momentos
determinados. Esto permite que las personas perciban sensaciones que favorecen o no su
estabilidad psicofisiológica, relacionándose esto con la salud mental y emocional de la persona,
puesto que según la frecuencia, intensidad o duración de cada una de las emociones que
experimente, esto va a repercutir en cómo la persona se sienta, piense y actúe.
Es de suma importancia evitar que las personas experimenten algún daño emocional por
encontrarse en constante contacto con sensaciones o emociones de desagrado, ya que esta
exposición constante puede afectar a la persona de manera cognitiva, conductual-expresiva o a
nivel fisiológico-adaptativo. Asimismo, además se puede generar un descenso en el estado de
ánimo, afectaciones psicosomáticas, un estado de malestar generalizado e incluso, finalmente,
resultar en una patología, agravando considerablemente la salud de la persona.
143
Es debido a esto que se pretende que las personas profesionales en Orientación procuren
velar por la prevención de daños emocionales causados por este tipo de malestares emocionales,
en especial aquellos relacionados con situaciones de crisis, con el fin de promover el desarrollo y
el bienestar de las personas orientadas, actuando de manera proactiva y preventiva ante cualquier
situación que pueda poner en riesgo el bienestar integral de estas, y fomentando un ambiente de
seguridad y emociones agradables que propicien el desarrollo de las personas orientadas.
De igual forma sucede, cuando la persona profesional en Orientación lleva a cabo los PAP,
procurando que la persona en crisis mediante una regulación de sus emociones a causa de
experimentar una situación crítica consiga evitar experimentar una sensación profunda de
emociones negativas, que puedan desencadenar un daño emocional e incluso un trastorno mayor.
Por lo tanto, a partir del conocimiento de las emociones y su regulación, una persona
profesional en Orientación puede prevenir consecuencias mayores en la persona que atiende, al
enfrentar una situación de crisis. Asimismo, también puede prevenir riesgos en sí misma, al
encontrarse vulnerable por la sobreexposición a situaciones de crisis emocionales. De ahí la
importancia de que esta persona profesional posea características pertinentes para la atención de
estas situaciones, con el fin de que exista una atención óptima para la persona que experimenta la
crisis, y un cuidado para sí misma, como persona que interviene y brinda los PAP.
La prevención del daño emocional desde la Orientación hasta este punto, ha sido destacada
a partir del conocimiento, manejo y expresión de emociones en la aparición, vivencia, intervención
y superación de una crisis, tanto para la persona afectada como para la persona profesional de la
disciplina, Sin embargo para esta última, dicha prevención se puede atender desde una variedad
de técnicas, estrategias y actividades que fomenten un mayor cuidado propio, como profesional y
como persona, en todas las áreas en las que se desenvuelve y se puedan ver afectadas por la labor
144
orientadora, principalmente al atender crisis emocionales y aplicar los PAP. A continuación, se
profundiza en ello.
Es de suma importancia que las personas profesionales en Orientación que aplican los PAP
con diversas poblaciones, en el momento y lugar que lo requieran, deban llevar a cabo la
intervención procurando el bienestar tanto de las personas atendidas como de sí mismas, para evitar
riesgos y afectaciones en la salud no solo mental, sino integral también. Pues como se ha señalado
anteriormente, las personas orientadoras por sus funciones, están expuestas a escenas impactantes,
de las cuales pueden verse afectadas física y psicológicamente.
145
2.6.1. Salud integral.
Al respecto, Garita (2013) advierte que es necesario comprender a la salud como “un
proceso multifactorial y estado de bienestar con atributos físicos, sociales, axiológicos, culturales
que están interrelacionados y que a su vez requiere la incursión de nuevos actores sociales” (p.12).
Asimismo, la Organización Mundial de la Salud (2014), se refiere al concepto de salud como no
solo la falta de afecciones de las áreas física, mental y social de la persona, sino que esta debe
encontrarse en estado de completo bienestar, propiciando el cuidado de cada una de estas áreas
(p.1). De manera que, como profesionales en Orientación, ante situaciones límites es importante
no solo velar por la salud de las otras personas, sino que también lo es estar vigilantes del propio
bienestar.
Por otra parte, de igual forma Flórez y Marks (citados en Garita 2013) puntualizan los
elementos que interactúan en el proceso de salud de una persona, los cuales son (p.58):
● Los factores conductuales como todas aquellas pautas individuales de comportamiento que
se encuentran relacionadas con el estilo de vida de la persona, sus metas o propósitos de
vida, los factores de riesgo ante la enfermedad, sus decisiones y demás.
● Las condiciones sociales como la cultura, las relaciones familiares y el apoyo social que la
persona puede experimentar.
● Los factores psicológicos como la autoestima, manejo del estrés, resolución de conflictos,
creencias y otros.
146
De acuerdo con lo anterior, las relaciones entre todos estos factores llevan a la persona
también a tener la percepción de bienestar y una vida de calidad, a partir de que comprender las
condiciones y recursos que posee a nivel personal, social y contextual permite que la persona sea
consciente de todos aquellos elementos que favorecen o limitan la salud integral, debido a que
estos componentes comprenden a la persona como una totalidad que se encuentra en interacción
con su contexto.
De manera que cuando una persona profesional en Orientación pone en práctica los PAP,
se encuentra expuesta a distintos riesgos y situaciones que atenten contra su salud, por lo que
siempre debe velar y procurar mantener un bienestar a nivel físico, emocional, psicológico, e
incluso a nivel social, de manera que se presente un equilibrio en cada uno de estos aspectos, y
así la labor que realice pueda ser llevada a cabo de manera más eficiente, de mejor calidad, y
procurando lo mejor para sí misma y para la persona que se encuentra atendiendo.
Al respecto, uno de los ámbitos de salud que más conviene cuidar y en ocasiones puede ser
dejado de lado al atender a personas en situaciones de crisis, puede llegar a ser la salud mental,
esencial para un óptimo bienestar integral. Siguiendo lo propuesto por Sartoriu (citado en Bhugra,
2013, p.3), la salud mental integral iría más allá de la mera ausencia de enfermedades, debido a
que comprende un estado de bienestar integral y equilibrio entre la persona y su entorno físico y
social aunado a la falta de enfermedades o trastornos.
Este estado de salud mental significa que la persona pueda mantener relaciones
interpersonales afectivas, asumir roles y demandas sociales, así como reconocer y comunicar
acciones y pensamientos positivos, y manejar y afrontar emociones negativas como la tristeza y
otras asociadas al manejo de la adversidad.
Asimismo, según Monge (2016) la salud mental es una condición que permite a la persona
disfrutar la vida a plenitud y disponer de sus recursos emocionales o cognitivos ante los diversos
retos de la vida, por lo que su entorno social como la familia, comunidad y el Estado debe
promover lo necesario para que esta lo alcance (p.182).
Por lo tanto, se comprende que contar con un óptimo estado de bienestar integral, se
convierte no solo en la ausencia de un malestar o de un riesgo para sí mismo, sino que también se
147
transforma en un estado propicio para que la persona pueda disponer y disfrutar de un equilibrio
positivo en cada una de sus áreas de vida. Lo anterior permitirá a la persona profesional en
Orientación que aplique los PAP, contar con recursos adecuados para una óptima atención y
afrontamiento de la situación de crisis.
Entre estas tareas, se encuentra la aplicación de los PAP, la cual se caracteriza por ser una
atención inmediata de personas que enfrentan situaciones de crisis, aspecto que puede provocar un
desgaste emocional, e incluso puede llegar a ser tan perjudicial que provoque a la persona
profesional en Orientación caer en situaciones de riesgo o un síndrome mayor de desgaste, de ahí
lo importante de referirse al autocuidado. Según Monge (2016),” en ocasiones quien brinda la
intervención en crisis emocional puede presentar un desgaste en su salud [...] y su rol está expuesto
a imprevistos, olvidando con frecuencia las técnicas de autocuidado” (p.179).
Aunado a esto, según Uribe (1999) el autocuidado se concibe como una actitud responsable
de la persona ante el cuidado de su salud integral (p.110). Por su parte, Escobar, Franco y Duque
(2011) se refieren al autocuidado como la responsabilidad de apropiar un estilo de vida saludable
mediante la formación profesional y su desarrollo en el trayecto vital. Estos autores señalan tres
características del autocuidado (pp.134-135):
● Es de carácter voluntario.
● Es un estilo de vida que debe perpetuarse día a día y se sostiene en las redes de
apoyo de la persona, como lo son su familia y comunidad.
148
● Necesita de una base de conocimientos para ejercerlo.
Lo anterior, no solamente implica estar vigilante por su salud física, sino que también que
esta persona cuide sus dimensiones social, espiritual y mental, lo que conlleva a que también
sobrelleve de la manera más adecuada sus propios procesos de duelo, el manejo adecuado de sus
propias crisis, del estrés, de la resiliencia y de su sentido de vida.
149
El autocuidado también es una forma preventiva de evitar desgastes emocionales o secuelas
aún más perjudiciales, ya que según Arguedas (2015) “Orientación para la prevención, puede
afirmarse que esta consiste en evitar adversidades o disminuir su efecto, lo cual se consigue
mediante un proceso de interacción dinámica entre los factores de riesgo y los factores de
protección” (p.78).
Velando por sí mismas, las personas intervinientes también deben promover la ayuda
mutua, donde las personas cercanas puedan ayudarse de distintas maneras las unas a otras, esto a
través del apoyo emocional, compartir ideas e información o experiencias que permitan no sólo la
expresión de ideas, sentimientos o emociones, sino que también permitan desarrollar la empatía y
el vínculo entre sí en equipos de trabajo, relaciones interpersonales significativas, grupos
comunales, entre otras acciones o elementos protectores.
150
menciona que existen aspectos a estimar de carácter interno y externo, que pueden ser considerados
como factores protectores que promueven la salud, los cuales consisten en:
● Voluntad: relación con los valores, creencias, motivaciones que le permiten a la persona
a hacerles frente a las prácticas y decisiones saludables versus las conductas de riesgo que
pueda enfrentar.
● Actitudes: principios, valores, creencias con las que la persona puede asumir una posición
personal saludable frente a alguna situación demandante.
Además, otros aspectos que pueden ser considerados como factores que brindan protección
a las personas profesionales en Orientación frente al contexto en el que se desenvuelven son: la
autoestima y la motivación.
151
autoestima positiva influye como un factor protector que puede proteger ante la vulnerabilidad a
la persona profesional en Orientación en su bienestar, y la forma en la que esta pueda prevenir
riesgos emocionales severos en sí misma al brindar la atención ante situaciones de crisis
emocionales y la aplicación de los PAP.
Además, esta autoestima no solo se presenta como un proceso interno de la persona, sino
que también se relaciona con el éxito o fracaso que se obtiene en la conducta. Al respecto Maslow
y Goble (citados en De Mezerville, 2004), describen que la autoestima posee dos tipos de
necesidades, las cuales son la propia y aquella que proviene de las personas que le rodean; la
autoestima también se encuentra conformada por un deseo de confianza, competencia, maestría,
adecuación personal, logro, independencia, libertad, el prestigio, reconocimiento, aceptación,
atención, estatus, reputación y aprecio (p.25). Estos componentes, permiten situar la autoestima
como un factor protector de suma importancia para el desarrollo profesional y personal.
Por lo que la autoestima positiva no solamente es una sensación de bienestar que puedan
sentir las personas, sino que esta se encuentra conformada por cómo se percibe la persona a sí
misma pero también cómo se percibe en relación con todos aquellos aspectos contextuales que las
demás personas esperan sobre ella e influyen sobre ella., lo cual se profundiza en el párrafo
anterior.
Por otra parte, es importante reconocer que existen dimensiones de la autoestima, las cuales
corresponden a lo actitudinal y a lo conductual, donde cada una de estas se integra por tres
componentes que le resultan esenciales. De Mézerville (2004) los menciona como: actitudinales
(autoimagen, autovaloración y autoconfianza), y conductuales (autocontrol, autoafirmación y
autorrealización) (p.40).
152
Por ende, al sumar cada uno de estos componentes y propiciar el aumento e integración de
ellos, se favorece un adecuado desarrollo de la autoestima y una adecuada identidad, la cual
fomenta la seguridad, la independencia, el sentido del logro, la confianza, aceptación y demás
aspectos. Esta identidad, repercute fomentando la sensación de bienestar integral, por lo que afecta
de manera positiva tanto lo personal como lo profesional.
De manera que la autoestima positiva puede ser un factor que ayude a la persona
profesional en Orientación a fomentar y cuidar su salud de forma más integral, pero sobre todo le
ayuda ante la aplicación de los PAP. Esto, debido a que quien intervenga ante las situaciones de
crisis, al conocer sobre sí, su imagen, la confianza que proyecta, su propio control, y que pueda
afirmar que se encuentra bien, como aceptar y manejar las situaciones, utiliza estos elementos para
permitirse como persona interviniente actuar de manera segura y positiva, velando por enfrentarse
a las experiencias críticas sin sentirse tan vulnerable; una persona profesional que se cuide a sí
misma, como cuida a las otras personas.
La motivación por su parte, según Naranjo (2009), corresponde a “un aspecto de enorme
relevancia en las diversas áreas de la vida, entre ellas la educativa y la laboral, por cuanto orienta
las acciones y se conforma así en un elemento central que conduce lo que la persona realiza y hacia
qué objetivos se dirige” (p.1). Santrock y Ajello (citados en Naranjo, 2009, p.153), hacen
referencia a la motivación como el conjunto de razones por las que las personas se comportan de
la manera en que lo hacen, y permite el desarrollo de diversas actividades valiosas.
Por otra parte, Herrera, Ramírez, Roa y Herrera (2004) indican que:
153
(activación), se dirija hacia un objetivo (dirección) y persista en alcanzarlo
(mantenimiento). (p.2)
Factores de riesgo para el autocuidado. Por otra parte, existe otro tipo de factores que al
contrario de ser aspectos que favorecen el autocuidado de la persona profesional en Orientación,
se convierten en aspectos que pueden repercutir negativamente en su salud y bienestar integral, su
autocuidado y de manera directa o indirecta en su desempeño; por ejemplo, cuando atiende a
personas en situaciones de crisis, con los PAP.
154
Aunado a lo anterior, también deben situarse la baja autoestima y la no motivación como
factores de riesgo para el autocuidado de las personas profesionales en Orientación. Al existir una
baja y no adecuada valoración de sí mismas por parte de estas personas, así como baja o nula
motivación por brindar el servicio de ayuda, para efectos de esta investigación en torno a la
aplicación de los PAP en la intervención de crisis emocionales, se pone en riesgo no solamente la
atención y el bienestar de la persona orientada, sino la propia salud integral de la persona
profesional; su desempeño alcanza una decaída paralela a su salud en todas sus áreas involucradas.
Para Garita (2013) las actitudes, hábitos, la cultura, el género, la ciencia y tecnología, y lo
físico, económico, político y social, corresponden a elementos determinantes del proceso salud-
enfermedad que pueden favorecer o dificultar la intervención orientadora (p.62).
Dicha autora señala que los hábitos que tenga una persona, en especial aquellos que hagan
referencia a su rutina diaria, impactarán de manera directa en su salud y bienestar integral, por lo
que estos deben ser gestionados por las personas profesionales, para dar su mejor rendimiento en
el lugar de trabajo y en otros espacios vitales, como la familia, la comunidad, entre otros. Además,
como agentes sociales activos, deben ser vigilantes del medio social, político y cultural en el que
se desenvuelvan, para intentar incidir en un cambio o avances hacia una sociedad que promueva
el bienestar y la salud integral de todas las personas desde una visión ecológica. Estos hábitos,
positiva o negativamente, tienen relación directa con el autocuidado y la salud integral.
155
Como se mencionó anteriormente en este apartado, al haber una relación directa entre la
salud integral de las personas profesionales, incluyendo a aquellas de la disciplina de la
Orientación, y la calidad del servicio que ofrecen, es de suma importancia promover factores
protectores para el fomento del bienestar y la salud integral, mediado por un componente ético-
profesional de autocuidado. Esto, para asegurar la mayor calidad posible de las acciones
desarrolladas por los departamentos de Orientación y como una forma de evitar el desgaste
profesional.
Los factores de riesgo anteriormente abordados, son elementos que deben visualizarse,
tratarse y reestructurarse con miras a favorecer el desempeño profesional y el desarrollo de la
persona encargada de brindar servicios de ayuda en todas sus áreas vitales; esto puede lograrse
atendiendo las falencias y problemas que se tengan al respecto de manera consciente y directa.
Inclusive, se puede llevar a cabo poniendo mayor atención a los factores protectores del
autocuidado que se tienen a favor. Sin embargo, cuando estos factores de riesgo no son observados
y tratados adecuadamente, dan mayor apertura a otros problemas o dificultades en la atención de
situaciones de crisis emocionales y la aplicación de los PAP, como lo es el riesgo emocional
inmerso en la intervención y que se aborda a continuación.
Se reitera que, debido a que la persona profesional en Orientación comúnmente dentro del
quehacer orientador debe enfrentarse a situaciones adversas que pueden llegar a resultar un factor
influyente en las emociones que experimente, haciéndola vulnerable en caso de que predomine o
perdure una serie de emociones con características desagradables o negativas, está expuesta a un
mayor riesgo de afectar su autocuidado problemáticamente. Esto es de importancia en el contexto
de intervención de situaciones de crisis, ya que estos suelen ser escenarios de alto desgaste
profesional y de alta exigencia emocional para las personas profesionales a cargo, aspecto que
156
podría llegar a reducir las competencias para desempeñar óptimamente las funciones (Monge,
2016, p.129).
Siguiendo con lo antes mencionado, Álvarez-García (2015, p.2) señala que al intervenir en
situaciones de crisis que devienen de una situación traumática o algún incidente crítico, la persona
profesional se ve expuesta a una serie de factores de riesgo para su propia salud mental. Estos
factores, pueden sobrepasar los niveles de estrés asociados al síndrome del desgaste profesional o
burnout, llegando a niveles similares al de las víctimas de la situación. Por lo cual, los protocolos
de actuación, tanto individuales como grupales que incluyan componentes de autocuidado y
gestión de este riesgo serán necesarios para salvaguardar el bienestar integral de la persona
interviniente y para asegurar, en la medida de lo posible, la disponibilidad del servicio, la calidad
de este y su uniformidad.
De acuerdo con esta idea, algunos de estos factores de riesgo son consecuencia del contacto
continuo con el dolor profundo de las personas que se atienden, el confrontar la incertidumbre y
la pérdida de control a causa de una situación crítica y el confrontar situaciones de violencia o
muerte (lo cual también pone en cuestionamiento el proyecto vital de la persona profesional).
157
a afectar el funcionamiento del sistema inmunológico, endocrino-metabólico y, en general de todas
las funciones fisiológicas, así como a nivel físico, social, personal y laboral (p.101).
especial cuando se convierten en trastornos clínicos, así como por medio de sus
físico moderado, dieta equilibrada, descanso, ocio, etc.) y “no saludables” (abuso
158
2.6.4. Estrés y síndrome de Burnout o desgaste profesional.
Al respecto, el estrés tal y como lo señala Mondy (2010), es una reacción no definida ante
una exigencia o ante una situación o estímulo tensionante (p.354). Dicho autor advierte que las
causas del estrés, así como las consecuencias de este, son vividas de forma particular por cada
persona, ya que los motivos del estrés y el impacto que tendrán sobre el bienestar de cada persona
y su desempeño profesional varían según cada quien. Algunas causas mencionadas son los
problemas económicos, las exigencias del trabajo, un clima organizacional nocivo o las largas
jornadas de trabajo, lo cual dificulta mantener un equilibrio entre la vida personal y profesional.
A su vez, Mondy (2010, p.354) puntualiza que todas las personas enfrentan alguna cantidad
de estrés en sus vidas, en menor o mayor medida. Además, el estrés puede ser visto como una
respuesta natural ante diversos estímulos tensionantes, pero el problema se da cuando hay una
exposición prolongada ante el estrés o “picos” significativos causados por situaciones críticas.
Este caso es de interés para el presente estudio, por la atención de situaciones de crisis de
la población que se atiende desde el rol orientador, lo cual repercute en la salud física, psicológica
y emocional de cada persona. Esto puede derivar a otras problemáticas por una mala gestión del
estrés, tales como el consumo y abuso de diferentes drogas legales o ilegales, problemáticas
familiares, decaimiento y una insatisfacción general ante su vida y su trabajo. Lo anterior, recalca
159
la importancia del autocuidado para la promoción de la salud y el bienestar al atender este tipo de
situaciones y aplicar los PAP.
Ante este panorama, Escobar, Franco y Duque (2011, p.136) y Sáinz, Ferrando, Hernández,
Fernández, Fernándiz, Bermejo y Prieto (2012, p.138), concuerdan en que el manejo del estrés se
podría considerar como una competencia emocional necesaria para el desarrollo personal y
profesional, al concebirla como una habilidad para la vida en sí misma y que fomenta el éxito y el
desarrollo profesional de las personas, promoviendo la excelencia y el estado de bienestar de estas.
Aunado a esto, Muñoz y Correa (2012, p.237) afirman que la población docente y la
dedicada a servicios es una de las más expuestas a situaciones estresantes, por ello vulnerables al
desgaste profesional, a lo cual se puede incluir la población dedicada a la Orientación y otros
servicios de atención directa en las comunidades escolares. Dicho fenómeno acarrea grandes
costos a nivel económico, social e individual, ya que socava el bienestar de las personas que lo
sufren y disminuye la calidad de los servicios que se brindan, incluyendo el servicio de
Orientación, además de que repercute en múltiples incapacidades que acarrean altos costes y
presión en los servicios de salud.
Por su parte y abarcando ahora el punto culminante del desgaste profesional, Maslach
(citado en Muñoz y Correa, 2012, p.227), señala que el Burnout lleva a la despersonalización en
el trabajo, el agotamiento emocional y a la baja realización personal, lo cual es particularmente
sensible cuando se trabaja con personas y se atienden sus situaciones más emocionalmente
vulnerables o en las que está en juego su seguridad. Esto en la persona interviniente, es
especialmente crítico cuando se habla de situaciones en las que las capacidades personales de
afrontamiento ante una situación son mermadas o la persona se encuentra totalmente abrumada,
como en el contexto de una situación de crisis.
Al respecto, es necesario mencionar el desgaste por empatía o fatiga por compasión, el cual
según Álvarez, Cruz y Porcar (2018) “se da en algunos intervinientes y sería el síndrome análogo
al trastorno de estrés postraumático secundario” (p.9). Menciona que este desgaste genera que la
persona interviniente experimente síntomas similares a los que experimentó la persona en crisis,
además puede generar sentimientos desgastantes como la impotencia, desamparo, melancolía,
frustración, entre otros (p.9)
160
Ante esto, Muñoz y Correa (2012, p.228) apuntan a la necesidad de que las personas que
brindan servicios de ayuda, en este caso de Orientación, desarrollen y se apropien de mecanismos
para hacerles frente a las posibles causas del desgaste profesional, tanto de forma preventiva al
adoptar estilos de vida saludables, hasta al técnicas o estrategias que les permitan enfrentar
situaciones tensionantes de la vida profesional y personal. Más adelante se propondrán algunas
técnicas que se pueden utilizar y promover para la prevención del desgaste profesional y se
desarrollará en mayor medida en otros apartados.
Parte de lo propuesto por Mondy (2010, p.355) para el manejo del estrés de manera
individual es lo siguiente:
● Hacer pausas cuando sea necesario: esto es esencial para disminuir el estrés durante la
jornada diaria y lograr permanecer estable en el día a día.
● Cambiar la actitud ante las situaciones tensionantes: muchas veces las personas sufren de
estrés por las interpretaciones que hacen de esas condiciones y no por la situación en sí, ya
sea porque lo vuelven una catástrofe o porque perciben una magnitud más grande de lo que
realmente es.
● Buscar a alguien dispuesto a escuchar: puede ser de gran ayuda encontrar a alguien con
quien compartir lo que se está enfrentando o ayuda profesional, cuando sea necesario.
161
● Establecer una estructura en la propia vida: muchas veces el estrés se debe a que la persona
siente que ha perdido el control de la situación, por lo cual la planeación a futuro puede
ayudar a que la persona evite situaciones estresantes. Esto también debe contemplar el
tiempo durante la rutina diaria para el esparcimiento y el descanso lejos del trabajo, como
una forma de mantener el balance en la vida.
● Ser tolerante: esto incluye cambiar una perspectiva ante la vida de manera rígida y ser
capaz de aceptar a las personas como son y las situaciones que no se pueden cambiar,
dejando de lado las expectativas poco realistas.
Como lo plantea Monge (2016), debido al rol tan expuesto y demandante que tienen las
personas profesionales en Orientación en la aplicación de los PAP ante situaciones de crisis
emocionales, en ocasiones se pasa por alto el autocuidado y el cuidado en los equipos de trabajo,
así como también las técnicas necesarias para mantenerlo y favorecerlo. Por lo tanto, es de suma
importancia que las personas profesionales intervinientes tengan presente su autocuidado y el
cuidado en los equipos de trabajo, poniendo en práctica acciones, estrategias, pensamientos y
ejercicios que velen y favorezcan una mejor calidad de vida, procurando siempre alcanzar el
bienestar integral y que, de esta forma, se puedan prevenir riesgos o afectaciones en la salud
(Monge, 2016, p.184).
162
atender a la persona en situación de crisis, siempre procurando su bienestar y disminuir o evitar
las secuelas negativas.
Es debido a lo anterior, que en este apartado se presentan algunas técnicas sencillas que
permiten a las personas profesionales en Orientación cuidarse a nivel emocional y psicológico
frente a la atención de personas en situación de crisis y como parte de un equipo de trabajo.
Role-play. Esta técnica, puede denominarse también como un juego de roles, el cual según
Solís (citado en Fernández, González, Anadón y Arias, 2017), corresponde a:
De este modo, los participantes son al mismo tiempo actores y espectadores. (p.668)
El role-play o juego de roles, puede ser llevado a cabo de manera individual o grupal.
Según menciona García (2015), la diferencia radica en que de forma individual es solo una persona
quien lleva a cabo todo, mientras que las demás personas pueden ser observadoras y en el role
playing, son varios grupos o personas quienes desarrollan una situación (p.8).
Esta técnica funciona como parte del autocuidado, debido a que las personas profesionales
en Orientación pueden visualizar cómo es ponerse en el lugar de la otra persona y observar distintas
situaciones que pueden suceder mientras atiende a personas en situaciones de crisis, de manera
que se anticipa la sorpresa y se equipa con herramientas para poder hacerles
frente, evitando todas aquellas sensaciones perjudiciales que puedan sentir al atender a alguien
en esta situación.
Para Domene y Romero (citados en García (2015), de forma individual, “ofrece la ventaja
de que los observadores pueden prestar una mayor atención a la representación, evaluando con
detenimiento todo lo que se dice y hace” (p.8); mientras que, si se efectúa de forma grupal, “hace
posible la ulterior comparación del proceso seguido por cada grupo, así como el resultado
obtenido” (p.8).
163
De manera que, aunque se puede hacer de forma individual, efectuarlo de forma grupal
proporciona una comparación entre la actuación que hace cada una de las personas lo cual
proporciona un mayor aprendizaje para la resolución de la situación que estas personas están
planteando al ver distintas perspectivas. Según De la Herrán, (citado en García, 2015) al llevar a
cabo esta técnica, los escenarios y juegos de roles pueden clasificarse en:
Asimismo, estas variedades poseen distintas etapas que deben cumplirse, las cuales según,
De la Herrán, Jordán y Peñas, y Alonso (citados en García, 2015), son:
● Entrenamiento y motivación.
● Preparación de la dramatización.
164
Por tanto, si se utiliza esta técnica de dramatización pensando en el autocuidado de las
personas profesionales en Orientación que aplican los PAP, se puede observar que son múltiples
las herramientas que brinda para adquirir habilidades, y conocer cómo actuar de forma anticipada
frente a una determinada situación. Y también, para poder desarrollar situaciones reales y encontrar
soluciones alternativas, aspectos que pueden prever el daño o desgaste emocional y psicológico.
Debriefing. Esta técnica es definida por Díaz y Cimadevilla (2019) como “un proceso
social de reflexión a través de la conversación, cuya intención es construir mejores aprendizajes
[...] hacer conscientes y reestructurar los modelos mentales desde la reflexión profunda favorece
la mejoría en el desempeño” (p.95). Esta, se utiliza como apoyo con el fin de prevenir
consecuencias mayores a nivel emocional o psicológico.
El debriefing ha sido utilizado desde muchos años atrás en el ámbito militar, de aviación,
y marina, el cual a partir de la Segunda Guerra Mundial fue utilizado como una conversación
posterior a los eventos; en este las personas podían comentar sobre lo que vivieron, reflexionar
sobre sus misiones y, a la vez, reconocer sus logros y dificultades en las mismas, ideando planes
con posibles estrategias para en un futuro poder obtener mejores resultados.
Según exponen Díaz y Cimadevilla (2019), existen distintos modelos o formas de hacer
debriefing. Entre ellas, se encuentra el modelo con juicio severo, con juicio oculto y con buen
juicio; aunque los tres procuran construir un aprendizaje a partir de los hechos, es este último, el
modelo con buen juicio, el que busca de una manera respetuosa las causas de los problemas o
dificultades para llevar a cabo una tranquila conversación que genere aprendizaje (p.96).
Sin embargo, según distintos autores todos estos pueden poseer distintas fases que permiten
la meta de generar aprendizaje a partir de las distintas situaciones. A continuación, se presentan
las etapas que Díaz y Cimadevilla (2019, p.97) mencionan como necesarias.
● Primera etapa: explicar a las personas que participan de la técnica que es lo que se hará,
cómo se hará y por qué se hará, invitar a que expresen las emociones que sintieron durante
la simulación y las generadas después de esta.
● Segunda etapa: a partir de lo que recuerden las personas que vivieron la situación
determinada, debe hacerse su reconstrucción, tratando de que sea lo más real posible.
165
● Tercera etapa: es importante que quien se encuentra recordando la situación y haciendo
la simulación no se pierda en lo que está haciendo, por eso la persona que se encuentra a
cargo de la experiencia debe estar atenta y si es necesario hacer recuento de lo que la
persona ha contado desde su perspectiva, para luego contrastar esto con lo que
experimentaron sus pares.
● Cuarta etapa: esto corresponde a una fase de exploración donde es importante buscar las
causas detrás de las acciones, lo que las personas pensaban y las llevaron a actuar de
determinada manera con el fin de identificar estos pensamientos o acciones, para dar una
solución y posibles alternativas.
● Quinta etapa: la persona encargada debe hacer un cierre o una síntesis de lo que se
experimentó, hacer vigilancia epistémica, y asegurarse de que cada persona identifique el
aprendizaje de esta situación (p.97).
Es importante destacar que, en esta técnica, cada una de las personas va a narrar, explicar
o simular una determinada situación, pero cada quien lo hará desde su perspectiva. Es por ello que
luego se hará un contraste entre lo que cada persona dijo conforme vivió esa determinada situación,
para llegar a un acuerdo de lo que pasó. Por ende, según manifiestan Díaz y Cimadevilla (2019)
“la realidad sería entonces la suma de las realidades individuales, sería una construcción social”
(p.97).
Por lo que con las personas profesionales en Orientación que aplican los PAP, esta técnica
le permite a la persona que la lleve a cabo cuidar de sí misma en dos momentos: antes de atender
a la persona en situación de crisis y después de que lo ha hecho. Al participar del debriefing,
antes de atender a la persona en situación de crisis esta puede visualizar los distintos escenarios,
cómo sucede y cómo se atiende a una persona en ese instante, permite facilitar en un futuro el
dominio de la situación, mantener la calma, y conocer más opciones de cómo atender la situación
a partir de las experiencias de otras personas que han tenido experiencias similares al atender estas
situaciones.
166
se sintió, qué pensó, pude reflexionar sobre la intervención que llevó a cabo y pensar cómo
realizarla mejor en un futuro, aspecto que le permite analizar cómo cuidar de sí misma, y cómo
brindar una atención mejor en el futuro.
Al respecto, Díaz y Cimadevilla (2019) mencionan que “los modelos mentales son
representaciones internas de la realidad externa, que nos permite ser funcionales en el mundo [...]
al ser constructos cognitivos complejos, tienen estructura interna, son dinámicos y modificables a
lo largo del ciclo vital del individuo” (p.97).
De manera que cuando se realizan las representaciones de la situación específica que las
personas experimentaron, detrás de cada una de estas narraciones se pueden llegar a reconocer los
modelos mentales que las personas utilizaron para actuar de una forma determinada, y al contrastar
lo que todas las partes experimentaron se puede llegar a encontrar coincidencias en esos modelos
mentales identificar qué cambios se pueden realizar en esos modelos mentales para conseguir
otras acciones determinadas.
Por ende, al realizar la técnica del debriefing, se pueden inspeccionar distintas dimensiones
que llevan a las personas a actuar de determinada manera, y no sólo reconocer las causas. También
partiendo de ahí, se pueden reconocer distintas soluciones para cada una de estas dimensiones,
aspecto que puede ayudar muchísimo a la persona profesional en Orientación, al conocerse mejor
y saber cómo actuar mejor frente a una persona en situación de crisis, previniendo así daños
emocionales, y psicológicos en sí misma.
La finalidad de la técnica del debriefing, es procurar que las personas puedan no solo
reconocer de qué forma actuaron, sino que también puedan aprender de esa situación. Díaz y
Cimadevilla (2019) mencionan que “estos modelos mentales, además de ayudarnos a interpretar
el mundo, pueden aportar en la construcción de aprendizajes” (p.97).
Esta técnica al ser aplicada con personas profesionales en Orientación que trabajan con
personas que experimentan situaciones de crisis, permite expresar en forma de desahogo la forma
167
en la que atendieron o vivenciaron esas determinadas situaciones de crisis. También permite
identificar los sentimientos o emociones que experimentan, mediante la narración o representación
del caso conocer de qué forma actuaron y cómo lo podrían haber hecho mejor, y generar
aprendizajes significativos de esta experiencia.
Aunque no siempre generar cambios en los modelos mentales es fácil, al enfrentar algunas
situaciones esto se vuelve algo indispensable, sobre todo las situaciones que implican atender a
personas en crisis. Díaz y Cimadevilla (2019) mencionan que hacer un cambio de modelos
mentales aparte de no ser sencillo, tampoco es algo rápido ni espontáneo, pues es necesario que
exista la intención de generar ese cambio, la reflexión sobre lo que sucedió y cómo se puede
mejorar, poner en práctica las nuevas acciones, y procurar mantener esa mejora.
Por lo que, en síntesis, esta es una técnica donde se socializan algunas de las experiencias
de crisis o atención de crisis vividas, y las personas pueden reflexionar sobre los aciertos y
desaciertos que tuvieron al enfrentar esas situaciones, por lo que ayuda a la persona interviniente
a: expresar sus emociones; encontrar contención, catarsis y empatía con las realimentaciones o
escucha; y aprender de la situación y demás.
Defusing. Esta es una técnica que permite intervenir de forma rápida, inmediatamente
después de una situación crítica, tanto a la persona que experimenta dicha crisis como en este caso
a las personas profesionales en Orientación que atienden en ese primer llamado.
168
Bessoles (2006) menciona que, sin importar las metodologías o los fundamentos teóricos
utilizados, el objetivo de una intervención frente a este tipo de situaciones críticas o momentos
post-traumáticos son:
● Hacer menos dramática y “normalizar” las respuestas iniciales a las reacciones inmediatas
post-traumáticas.
Cómo se ha mencionado, este tipo de técnicas o estrategias permite dar una respuesta rápida
a todas aquellas situaciones críticas o de riesgo que las personas puedan estar experimentando. En
el caso de las personas profesionales en Orientación, es una técnica que favorece el autocuidado,
ya que puede ser utilizada para prevenir y disminuir los riesgos a nivel emocional y psicológico
que se pueden generar al atender situaciones de crisis.
Como afirma Bessoles (2006), se utiliza desde las primeras horas luego de que ha ocurrido
la situación crítica, con el fin de atender a las personas en el momento de shock, pánico o crisis;
se busca que las personas logren verbalizar lo que sucedió y están sintiendo, para que se les brinde
apoyo en lo que necesiten en ese momento (p.54).
El defusing también posee una serie de principios a seguir para poner en práctica de forma
correcta la técnica. Según Bessoles (2006), estos corresponden a:
169
● Primer principio: la estructura, con el fin de implementar un plan que permita a la persona
tener la sensación de seguridad, este la puede incluir servicio médico, de seguridad, y lo
que genera el control sobre los acontecimientos.
● Segundo principio: la escucha, aspecto que permite que la persona verbalice lo que
sucedió y valide sus reacciones (pp.57-58).
A su vez este principio se compone de siete pasos a seguir, descritos por Mitchell (citado
en Bessoles, 2006), y son los siguientes:
o De introducción: tiempo que utiliza la persona que atiende para contactar con
quien lo requiere.
o De los síntomas: cada una de las personas describe no solo lo que sintió sino cuáles
fueron las acciones o qué fue lo que hizo cuando eso estaba sucediendo.
o De enseñanza: este paso procura aceptar lo que sucedió y poder reconocerlo, para
evitar reacciones traumáticas en un futuro.
● Tercer principio: busca que la persona sea capaz de retomar su rutina cotidiana y sus
actividades vitales comunes, tratando de promover la resiliencia y una preparación
psicológica adecuada para que existan menos riesgos a futuro.
170
Esta técnica propone la prevención de mayores daños emocionales y, a la vez, funciona de
forma terapéutica como una herramienta, para que las personas experimenten menos desequilibrio
psicológico y emocional, al tiempo que fomenta una inserción más natural al contexto cotidiano
después de una crisis.
Por lo que, en resumen, esta técnica consiste en una ayuda para la persona interviniente en
las primeras horas posteriores a la situación de crisis, donde esta puede expresar lo que vivió
atendiendo esa situación, qué hizo, cómo se sintió y demás, para que así pueda aprender de esa
situación específica, desahogarse, evitar su propio riesgo emocional y en el futuro actuar de una
mejor manera.
En la presentación del marco teórico anterior, se pudo hacer una aproximación a la teoría
sobre el tema de investigación, logrando un mejor entendimiento del estado de la cuestión y de los
constructos teóricos necesarios para el entendimiento de la temática por estudiar.
Para esto, se hizo un breve recorrido histórico sobre el desarrollo teórico de los PAP,
logrando reconocer las fuentes de su génesis dentro de la intervención ante situaciones de
emergencia y gestión del riesgo hasta la actualidad, que ha devenido en una diversificación de
ámbitos de intervención, incluyendo el sistema educativo, el cual es el de principal interés para
este esfuerzo investigativo.
171
Lo anterior, debido al perfil profesional de las personas orientadoras y sus competencias,
que les hacen idóneas para la atención de situaciones críticas; en especial al tomar en cuenta que
muchas veces son la única figura de ayuda presente en las instituciones educativas de secundaria
costarricenses por la falta de equipos interdisciplinarios.
Debido a esto, es que se debe insistir en dar a conocer y mejorar el servicio de PAP e
involucrar a otros agentes del sistema, como una forma de dinamizar las posibles redes de apoyo
que estén disponibles para atender las situaciones de crisis y para procurar un servicio de atención
de calidad, que fomente la recuperación emocional, la prevención del daño psicológico y físico y
la resolución de la situación de crisis con miras al desarrollo de la persona afectada por una
situación de esta naturaleza, buscando que la persona sea capaz de recuperar su estado de
funcionamiento ante los desafíos que se le presenten y que, idílicamente, esté en posibilidad de
incorporar el evento a su entramado vital, como una oportunidad de desarrollo.
Asimismo, se visualizan puntos de convergencia entre las obras consultadas que apuntan a
la necesidad de contar con profesionales que tengan disponibles habilidades que les permitan
afrontar la atención en situaciones y contextos de crisis, dentro de las que resalta la empatía, la
cual es una herramienta básica para una persona profesional de la Orientación y esencial para un
contexto de incertidumbre con el presente en un evento crítico.
172
De igual manera, se rescatan aquellas características necesarias para la facilitación de
procesos psicoeducativos que potencien o permitan el desarrollo de las personas atendidas, ya que
mediante los procesos de Orientación se encuentra un espacio privilegiado para una atención más
individualizada y especializada que cualquier otra que se pueda hallar en los sistemas educativos
actuales (Sanz, citado en Frías, 2015, p.33).
Es por esto que se le ha querido dar un énfasis especial a esta temática, para poder así
posicionar su relevancia dentro del fenómeno en estudio de la presente investigación, con miras al
mejoramiento de los servicios de PAP y de las condiciones en las que se dan.
173
CAPÍTULO III
3. Marco metodológico
174
Comprendiendo la intencionalidad del paradigma naturalista en torno a estudiar las
realidades, la subjetividad y significados de las personas hacia estas, es que destaca la postura
interpretativa del presente estudio mediante el objetivo de analizar el quehacer de la persona
profesional en Orientación en cuanto a las estrategias y técnicas que emplea para ofrecer los PAP
en situaciones de crisis emocionales.
● Aborda los fenómenos como algo natural, sin la menor influencia de categorías teóricas.
● Contempla a la realidad como una realidad múltiple, que puede variar y que está en
continuo cambio.
● Quien investiga bajo este paradigma, reconoce la presencia e influencia de sus propios
valores en la investigación.
Desde este paradigma, las personas investigadoras, así como la población o el fenómeno
investigado están interrelacionados, influyendo de forma recíproca el uno en el otro, a partir de la
comprensión de que la parte investigadora naturalista hace un esfuerzo para mantener una distancia
adecuada con el fenómeno en estudio.
175
De tal manera que, las personas investigadoras reconocen la presencia e influencia de sus
propios valores en la investigación, de sus vivencias anteriores y conocimientos, y de su formación
como profesionales en Orientación. Sin embargo, las interpretaciones que se realizan, surgen de la
misma dinámica del evento estudiado.
Es así entonces, que se pretendió que, por medio de la información brindada y recolectada
de las personas participantes, se llevará a cabo una interpretación de significados, los cuales
mostrarán todos los aspectos relacionados con el quehacer de la persona profesional en Orientación
en torno a los PAP y las estrategias y técnicas que utiliza al ofrecerlos en situaciones de crisis
emocionales en población adolescente y estudiantil.
176
fenómenos que los rodean, profundizar en sus experiencias, perspectivas, opiniones
investigación (p.364).
Aunado a lo que hasta el momento se ha explicitado acerca del enfoque cualitativo, Taylor
y Bogdan (citados en Álvarez-Gayou, 2003), plantean diez características de la investigación
cualitativa (pp.23-28):
177
• Quienes investigan cualitativamente, tratan de comprender a las personas dentro del marco
de referencia de ellas mismas: para la investigación cualitativa y el método
fenomenológico, es esencial experimentar la realidad tal y como las personas la
experimentan.
• Quienes investigan mediante este enfoque suspenden o apartan sus propias creencias,
perspectivas y predisposiciones: se deben ver las cosas como si estuvieran ocurriendo por
primera vez, sin dar nada por sobreentendido, pues todo es asunto de investigación.
• Para la investigación cualitativa todas las perspectivas son valiosas: no se busca la verdad
ni la moralidad, sino una comprensión detallada de las perspectivas de las personas.
• Los métodos cualitativos son humanistas: los métodos por los cuales se estudian a las
personas, influyen necesariamente en el modo en que se les ve.
• La investigación cualitativa pone en relieve la validez de su estudio: los métodos
cualitativos permiten una importante proximidad al mundo empírico, subrayando la validez
interna y la coherencia de lo que se realiza.
• En la investigación cualitativa, todos los escenarios y personas son dignas y merecedoras
de estudio: ningún aspecto de la vida social se considera demasiado trivial como para no
ser estudiado, por lo que se comprende a todos los escenarios y personas como similares y
únicos a la vez.
• La investigación cualitativa es un arte: se siguen directrices para orientarse, pero no reglas.
Los métodos sirven a la persona investigadora; no es un procedimiento ni técnica.
178
la realidad de las personas participantes. A partir de la utilización de este enfoque, se toma de
referencia un método que delimita aún más el proceso investigativo que se presenta, el cual se
contempla a continuación.
originaria (p.215).
Lo fenomenológico procura situarse desde cómo se ven las cosas y cómo se interpretan.
Como parte de este aspecto se puntualiza “como diferencia fundamental de la investigación
fenomenológica frente a otras corrientes de investigación cualitativas, el énfasis sobre lo individual
y sobre la experiencia subjetiva”, (Rodríguez, Gil y García, 1999, p.40). Es decir, acerca de la
propia vivencia de cada persona, sobre cómo la interpreta, la vive y se expresa sobre el tema
investigado.
Para Gurdián (2007, p.151), no es la creación de una teoría sino el análisis de un mundo
conocido a partir de compartir experiencias lo que destaca en este método. Por lo tanto, el fin no
es únicamente describir un fenómeno, sino también descifrar en él la esencia válida universal y
científicamente útil, así como el significado que las personas le confieren.
179
De esta forma el método fenomenológico permite identificar las experiencias de las
personas profesionales en Orientación y el significado que estas le otorgan a la situación vivida,
proporcionando así la información necesaria para destacar el papel y aporte de la disciplina en la
aplicación de los PAP en crisis emocionales con personas adolescentes, describiendo y
reflexionando sobre las experiencias vividas y la afectación de las personas intervinientes en este
rol, dilucidando sus esfuerzos de autocuidado ante dichas intervenciones.
Por otro lado, se utilizó el enfoque cualitativo, el cual trata de identificar la naturaleza
profunda de las realidades, parte de la relación sujeto y objeto, y estudia la realidad en su contexto
natural. En cuanto al método fenomenológico, se trata del estudio acerca de la experiencia y sus
significados, con el análisis de un mundo conocido a partir de compartir subjetividades, con énfasis
sobre lo individual y acerca de la experiencia única de cada persona en su contexto natural.
Asimismo, esto es coherente con la casuística, la cual, según Josen y Tulmin (1988) citados
por Hall (2016, p. 37) apela a un entendimiento de la naturaleza de los fenómenos en su contexto,
haciendo que sea imposible la generalización de resultados extrapolándolos a otros escenarios o
realidades socioculturales. De esta forma, la presente investigación se ve limitada al estudio de los
casos particulares que son aprehendidos por medio del acercamiento a la población participante,
quienes representan una visión subjetiva única de un objetivo de estudio, lo cual se alinea a una
lógica inductiva particularizante, la cual no busca imponer reglas universales a todo la realidad y
se invita al lector o lectora a atender esta característica de la presente investigación, entendiendo
los resultados como una muestra de una realidad concreta en un espacio-tiempo definido, en
especial al tomar en cuenta el tamaño de la muestra de estudio.
180
3.4. Técnicas de recolección de información.
La entrevista consiste en una técnica que se destaca por ser un instrumento de recopilación
de datos que se da en una relación entre sujeto - sujeto, de manera que propicia la conversación
entre la persona investigadora y las personas participantes para obtener los datos necesarios para
la investigación (Gurdián, 2007, p.198).
Al respecto, Sierra y Galindo (citados en Gurdián, 2007), quienes plantean que esta
entrevista no es directiva, sino que es abierta o no estructurada, ni estandarizada, y que sigue un
modelo de conversación. Esto, debido a que es un intercambio de preguntas y respuestas que
procura formular un diálogo que parezca entre iguales (p.198).
Hernández, Fernández y Baptista (2010) definen esta técnica cualitativa como “una reunión
para intercambiar información entre una persona (entrevistadora) y otra (entrevistada) u otras
(entrevistadas)” (p.479). Además, se basa en ser íntima, flexible y abierta. La finalidad de esta
técnica dentro del proceso de investigación es la de profundizar la información recolectada, tomar
en cuenta aspectos de interés e indagar con hondura sobre ellos, tratando de no dejar de lado
información relevante.
Asimismo, se puede comprender que esta técnica es una herramienta que facilita el diálogo
entre dos personas como mínimo, permitiendo que una de estas realice preguntas para obtener la
información deseada y la otra persona responda sin sentir presión alguna; debe ser un diálogo
fluido entre la persona que entrevista y quien es entrevistada. De igual forma, Sierra, Galindo y
Ander-Egg (citados en Gurdián, 2007) contextualizan que:
181
La entrevista cualitativa consiste en una conversación entre dos personas por lo
menos, en la cual uno es el entrevistador y otro u otros son los entrevistados. Estas
Siguiendo lo anterior, la OEI, IBERTIC (s.f) plantea que “el entrevistador es la persona
encargada de llevar a cabo la entrevista; es decir, de aplicar las guías de pautas: plantear las
preguntas, escuchar y registrar las respuestas de las personas entrevistadas” (p.1). Lo anterior,
debido a que es la persona que entrevista quien debe recabar la información necesaria del tema por
investigar y sabe cuáles son los aspectos de mayor interés para la investigación. Así mismo, debe
facilitar a la persona entrevistada la comprensión de las preguntas para que la información que
recopile sea oportuna, veraz e importante.
De manera que estas entrevistas deben caracterizarse por las experiencias, ideas, valores y
vivencias de las personas participantes. Aunado a lo anterior, Galindo (citado en Gurdián, 2007)
la describe como una técnica útil en la investigación de normas y valores, además permite la
captación de imágenes y de representaciones colectivas y contextuales, fomenta el análisis de las
creencias de las personas entrevistadas, las formas de expresión y sus ideas al respecto.
Por otra parte, la OEI, IBERTIC (s.f) menciona que “el desarrollo de una entrevista
requiere de mucha habilidad por parte del entrevistador, puesto que el objetivo es lograr recopilar
182
la información requerida en forma completa y objetiva, en un ambiente de mucho respeto,
prudencia y cordialidad” (p.1). Es decir, para la realización de una entrevista a profundidad la
persona entrevistadora debe promover que la entrevista se realice en un ambiente óptimo y cómodo
para la persona entrevistada, así dicha entrevista podrá fluir como una conversación, y se
posibilitará que la persona entrevistada se encuentra anuente a profundizar en las respuestas y los
temas de dicha investigación.
● Se pretende conseguir los significados que los informantes atribuyen a los temas en
cuestión.
Asimismo, de acuerdo con Rojas Crotte y Sierra (citados en Gurdián, 2007) la entrevista
es un listado reducido de temas acerca de los cuales se conversa con la o las personas participantes
durante un tiempo de treinta a cincuenta minutos. Preferiblemente, en ella debe existir coherencia
teórica; una conversación fiel a los objetivos perseguidos por la investigación de manera que se
pueda obtener información suficiente para que se pueda avalar dicho estudio. Es importante
recalcar que, en la presente investigación, se tomaron estas recomendaciones para realizar las
entrevistas.
Por otra parte, y siguiendo a Rojas, Crotte y Sierra (citados en Gurdián, 2007), dicha técnica
cuenta con un importante instrumento llamado “guía de tópicos”, el cual es un listado reducido de
temas sobre los cuales se conversará con la persona entrevistada. En este caso, para la presente
investigación el objetivo de utilizar esta técnica es indagar acerca de los procedimientos que realiza
la persona profesional de la Orientación con adolescentes para atender situaciones de crisis
emocionales, el aporte de la persona profesional en Orientación en la intervención de los Primeros
183
Auxilios Psicológicos y las técnicas que emplean las personas profesionales en Orientación para
el autocuidado, de manera que la Guía de tópicos corresponde a estos temas.
Al respecto, Díaz et al. (2013) destacan que las entrevistas con guía de preguntas
semiestructuradas son las que ofrecen un grado de flexibilidad más aceptable, ya que, aunque es
flexible tiene la capacidad de mantener la suficiente uniformidad para alcanzar la información
deseada dentro del estudio que se desea realizar (p.163)
184
interpretaciones ni respuestas. Además, debe guiar el curso de la entrevista hacia los temas de
interés.
Una vez realizada dicha guía, fue revisada por cinco personas profesionales expertas en
Orientación y validada con cinco profesionales que laboran en esta disciplina, posteriormente una
vez realizadas las correcciones y dado el visto bueno de la directora y lectoras del presente estudio,
se procedió a realizar las entrevistas con la población seleccionada.
A continuación, se presenta la tabla informativa con las fechas en que se procedió a realizar
las entrevistas y la duración respectiva.
Tabla 6
Entrevistas realizadas
Elaboración propia.
185
Al inicio de la entrevista, se solicitó permiso para grabarlas con audio. Luego se procedió
a dar paso a que la persona entrevistada respondiera de forma abierta y detallada acerca de las
temáticas, a su vez ampliando temas e incluyendo preguntas que no se encontraban ya planteadas.
Posteriormente se procedió a la verificación de dichas entrevistas.
Algunos de los retos que presenta la persona entrevistadora al realizar este tipo de
entrevista, pueden consistir en el manejo del tiempo, estar alerta de su comportamiento no verbal
y sus reacciones ante las respuestas, para no intimidar o coaccionar las respuestas de la persona
entrevistada, asimismo mantener el interés de las personas entrevistadas en las preguntas que se le
están realizando, y demás aspectos.
Además, Martínez (citado en Díaz et al., 2013, p.163) presentan las siguientes
recomendaciones, las cuales se siguieron para llevar a cabo entrevistas en profundidad en los 5
centros educativos:
● Contar con una guía de entrevista, con preguntas agrupadas por temas o categorías, con
base en los objetivos del estudio y la literatura del tema. (tabla 7, ver Anexo 1)
● Validar la guía de preguntas para la entrevista, con cinco profesionales en Orientación que
cumplen con características muy similares a las del grupo de profesionales en Orientación
que se entrevistarían posteriormente.
● Realizar el contacto con las personas profesionales en Orientación en los distintos centros
educativos para realizar las entrevistas y grupos focales.
● Elegir un lugar agradable que favorezca un diálogo profundo con las personas
entrevistadas, sin ruidos que entorpezcan la entrevista y la grabación.
● Tomar los datos personales que se consideren apropiados para los fines de la investigación.
186
● Seguir la guía de preguntas de manera que la persona entrevistada hable de manera libre y
espontánea, si fue necesario se modificó el orden y contenido de las preguntas acorde con
el proceso de la entrevista.
● Se evitó el curso del pensamiento de la persona entrevistada y se dio libertad de tratar otros
temas que la persona entrevistadora perciba relacionados con las preguntas.
Es importante recalcar que una vez concluidas las entrevistas, se llevó a cabo la revisión
de la información recopilada, acordando un encuentro con las personas profesionales en
Orientación que fueron entrevistadas para la verificación de los datos. Cabe destacar que este
último aspecto se dio de manera virtual, por medios como el correo electrónico, Zoom y
WhatsApp, esto debido a que no era posible reunirse físicamente de nuevo con las personas
entrevistadas debido a la realidad nacional e internacional de la pandemia por COVID-19.
Por otra parte, es de suma importancia destacar que la entrevista en profundidad se realizó
de forma abierta en donde no se preguntaron aspectos de forma cerrada que llevaran a la persona
a responder solamente sí o no, sino que se hicieron preguntas facilitando el diálogo de la persona,
para que expresara la manera en la que ha experimentado el fenómeno de estudio. Es por ello, que
para el presente estudio se utilizó la entrevista a profundidad, con el fin de conocer con hondura la
perspectiva de las personas entrevistadas.
187
Tabla 7
Indicadores
188
el lugar que se origina la Orientación, que lleva a crisis emocional? (Por
situación. El período de cabo al realizar la ejemplo: conductas,
duración de esta atención inmediata de pensamientos, emociones,
intervención puede una crisis síntomas físicos,
variar, dependiendo de la (aproximadamente en interacciones sociales, etc.).
gravedad. De acuerdo las siguientes setenta y
4. ¿Cuáles son los pasos y
con este autor, el dos horas).
acciones que lleva a cabo,
objetivo principal de la
para intervenir en una crisis
intervención en crisis es
emocional con sus
ayudar a la persona a que
estudiantes?
recupere el nivel de
funcionamiento que tenía 5. ¿Utiliza algún modelo o
antes del suceso de crisis. guía de intervención para
aplicar los Primeros Auxilios
Psicológicos al atender una
crisis?, ¿cuál o cuáles?
6. ¿Cuál ha sido su
experiencia al referir a una
persona en crisis a algún otro
servicio profesional?
189
7. ¿Con cuáles redes de
apoyo (internas y externas)
cuenta para abordar las crisis
emocionales de sus
estudiantes?
9. De acuerdo con su
experiencia profesional,
¿cuáles factores considera
importantes de tomar en
cuenta en las intervenciones
de crisis emocionales? (Por
ejemplo: factores sociales,
culturales; socioeconómicos,
género, entre otros).
190
enfrentado al atender una
crisis emocional?
Determinar el aporte Aporte de la Según Frías (2015) la Abordaje de las 13. ¿Cuál considera que ha
de la persona persona Orientación “busca funciones y aportes sido su aporte profesional en
profesional en Profesional en la promover cambios desarrollados [MGP6] la intervención de crisis
Orientación en la intervención en significativos en las desde el perfil emocionales con sus
intervención de los crisis emocional. personas y en los profesional de la estudiantes?
Orientación (principios
191
Primeros Auxilios contextos donde de prevención, 14. ¿Qué considera usted que
Psicológicos. interactúan” (p.17). desarrollo e se podría mejorar desde el
intervención social, aporte de la Orientación, al
Frías (2015) “[...] la
procesos de Orientación intervenir en situaciones de
Orientación interviene
). crisis, según su experiencia
para favorecer el
profesional?
desarrollo personal y el
fortalecimiento de las
personas[...]”. Además,
el aporte tiene que ver
con las tareas que realiza
tales como la prevención
(previene la enfermedad
mental, el trastorno de
estrés postraumático; el
promover la crisis sea
una oportunidad, que la
persona salga fortalecida.
Según Frías (2015) “[...]
la Orientación interviene
para favorecer el
desarrollo personal y el
192
fortalecimiento de las
personas[...]”.
Reconocer las Estrategias que Monge (2016), advierte Para los fines de la 15. ¿Qué significa para usted
técnicas que utilizan para el que el autocuidado son presente investigación, el autocuidado?
emplean las autocuidado. aquellas acciones como se entenderá como
16. ¿Suele experimentar
personas el descanso, la autocuidado a aquellas
momentos de estrés en su
profesionales en alimentación sana, la acciones
vida diaria o laboral? Si su
Orientación para el actividad física autogestionadas y
respuesta es afirmativa, ¿qué
autocuidado en la (incluyendo el ejercicio) predominantemente
situaciones o sucesos le
intervención de y el manejo del estrés, preventivas, a escala
provocan estrés?
crisis emocionales. entre otras, que propician individual o colectivo,
la salud mental y el que propicien la salud 17. ¿Ha tenido alguna
bienestar, de forma integral y el bienestar afectación personal o
automotivada, con miras de los individuos ante profesional a partir de su
a la salud integral. las tareas y desafíos que intervención en crisis
asuman en sus emocionales?, ¿Cuáles?
Escobar, Franco y Duque
diferentes dimensiones
(2011) advierten al 18. ¿Qué acciones lleva a
vitales en del trayecto
autocuidado como la cabo para su autocuidado?
de vida.
responsabilidad de
apropiar un estilo de vida Acciones 19. ¿Con qué recursos cuenta
193
formación profesional y persona profesional en 20. ¿Qué importancia
su desarrollo en el Orientación en torno al considera que tiene el
trayecto vital. autocuidado en la autocuidado, al atender una
intervención de crisis situación de crisis?
Garita (2013) puntualiza
emocionales.
que el autocuidado Grupal
favorece la promoción de Prácticas grupales,
la salud de la persona como departamento de 1. ¿Qué entienden ustedes
194
carácter interno y 5. ¿Cuáles estrategias o
externo, que promueven técnicas suelen utilizar para
la salud integral, y por el manejo del estrés, de
ende, pueden ser situaciones laborales difíciles
tomados en cuenta en la y para su autocuidado?
promoción del
autocuidado, como por 6. Después de que se presenta
motivaciones, las
7. ¿Cuáles recomendaciones
actitudes, los hábitos, la
podrían brindar para el
cultura, el género, la
fomento del autocuidado
ciencia y tecnología,
como equipo y a escala
además de los aspectos
personal?
físico, económico,
político y social. Estos 8. ¿Con cuáles recursos y
factores, aunados al redes de apoyo cuenta el
manejo del estrés y la equipo de trabajo, para la
prevención o presencia atención de situaciones de
del síndrome de burnout, crisis con sus estudiantes?
195
así como la motivación y 9. Como equipo de trabajo,
la autoestima de la ¿qué prácticas y estrategias
persona profesional, van consideran necesarias de
a presentarse como implementar para la
factores de riesgo o intervención en crisis con sus
protectores según el nivel estudiantes?
de presencia o desarrollo
de estos factores en la 10. ¿Cuáles últimas
Elaboración propia.
196
De manera que, la entrevista es una técnica de suma relevancia en la recaudación de
información en una investigación, aspecto que permite enriquecer enormemente la temática de una
forma más contextualizada y actualizada según los objetivos que persiga la investigación.
De manera que finalmente, al revisar las respuestas de las personas participantes, se realizó
una verificación de datos en línea, esto debido a la modalidad “Aprendo en casa” del MEP instaurada
a partir de la pandemia por COVID-19. Lo anterior, con el fin de profundizar en cada detalle que el
grupo de personas investigadoras consideró necesario de indagar según la guía de preguntas
previamente realizada y los objetivos del estudio, para posteriormente realizar la etapa de análisis
de los datos según Taylor y Bogdan (2010), la cual se describe posteriormente en la investigación.
El grupo focal es una herramienta de la investigación cualitativa, que ha demostrado ser una
fuente de información de enorme riqueza. Esta técnica, para Hamui-Sutton y Varela (2012), “es un
espacio de opinión para captar el sentir, pensar y vivir de los individuos, provocando
autoexplicaciones para obtener datos cualitativos” (p.56). Se define como una forma de entrevista
grupal que utiliza la comunicación entre las personas participantes y las investigadoras, con el
propósito de obtener la información requerida para el estudio.
Para esta investigación, se realizaron dos grupos focales con dos departamentos de
Orientación de forma presencial, correspondientes a dos centros educativos de secundaria; estos con
el fin de que cada persona profesional expusiera su punto de vista en relación con lo que interesaba
investigar. En este caso, el objetivo fue indagar acerca de las técnicas individuales y del equipo de
trabajo que emplean las personas profesionales de la Orientación para su autocuidado y también
como prevención del agotamiento laboral.
197
A continuación, se presenta la tabla informativa con las fechas y duración en las que se
procedió a realizar los grupos focales.
Tabla 8
Orx1-EGF1
Orx7-EGF1
Orx8-EGF1
Orx9-EGF 2
Orx10-EGF 2
Orx12-EGF 2
Orx13-EGF 2
Elaboración propia.
Esta técnica es particularmente útil para explorar los conocimientos y experiencias de las
personas en un ambiente de interacción, debido a que permite examinar lo que la persona piensa,
cómo piensa y por qué piensa de esa manera. El trabajar en grupo facilita la discusión y activa a
198
quienes participan a comentar y opinar aún en aquellos temas que se consideran como tabú, lo que
permite generar una gran riqueza de testimonios.
Barbour (citado en Hernández, Fernández y Baptista, 2010) destaca que en un grupo focal:
explorar a detalle las narrativas individuales. Los grupos de enfoque no sólo tienen
potencial descriptivo, sino sobre todo tienen un gran potencial comparativo que es
Lo anterior, es posible siempre y cuando se propicie una participación equitativa entre todos
los miembros del grupo. Estos grupos focales, fueron realizados en coordinación con los
departamentos de Orientación; se les solicitó el permiso para grabar con audio y así se realizó, para
posteriormente transcribir lo que cada participante aportó.
De manera que finalmente, al revisar las respuestas de las personas participantes, mediante
una verificación en línea se profundizó en cada detalle que el grupo de personas investigadoras
consideró necesario para completar la información necesaria según la guía de preguntas previamente
realizada y los objetivos del estudio. Para de esta forma, simplificar la etapa de análisis de los datos
según Taylor y Bogdan (2010), que se describe posteriormente en la investigación.
Al respecto, se resalta que la verificación de los datos de los Grupos Focales como se
mencionó, se dio en línea, esto por medios como el correo electrónico, Zoom y WhatsApp, debido
a que no era posible reunirse físicamente de nuevo con las personas de los Departamentos de
Orientación debido a la pandemia por COVID-19.
Para iniciar este trabajo de investigación, los documentos consultados para la elaboración de
los antecedentes investigativos fueron sumamente relevantes para el entendimiento del estado de la
199
cuestión del tema a tratado, y permitió conocer los estudios ya realizados acerca de la temática de
interés y el enfoque de estos a escala nacional e internacional.
De esta manera, se pudieron vislumbrar posibles aportes que se podían hacer desde este
esfuerzo investigativo. Por otro lado, los referentes teóricos de la investigación son los que
permitieron relativizar los datos obtenidos, triangularlos y analizarlos a luz de las obras de otras
personas autoras que han desarrollado líneas investigativas similares.
Dentro de estos documentos, sobresale la obra de Monge (2016), debido a que esta autora
desarrolló una guía comprensiva acerca de la intervención en crisis para el contexto nacional, lo cual
es de importancia capital para el análisis de la información obtenida de este trabajo de investigación,
con la intención de aplicarla desde la disciplina de la Orientación.
Además, se contó con una matriz que sirvió como guía de preguntas para las entrevistas a
profundidad. Esto facilitó que el equipo investigador pudiera visualizar, de forma sencilla, los
objetivos específicos y sus indicadores para clarificar su definición conceptual y su definición
operacional. Habiendo clarificado esto, se construyeron las preguntas que responderían a estos
indicadores, procurando así la coherencia interna de la investigación. Asimismo, se incluyó un
protocolo de entrevista para uniformar la forma de llevar a cabo la entrevista a profundidad con las
personas participantes del estudio y para los grupos focales. Esto, con el fin de promover la
relevancia y fiabilidad de las respuestas.
Para el registro de los datos, se utilizaron teléfonos celulares y una grabadora, dispositivos
que permitieron registrar toda la información suministrada. Asimismo, se tomaron apuntes para
reforzar los datos con las ideas más importantes, lo cual se utilizó posteriormente para su
transcripción y verificación.
200
las entrevistas y la información administrada en estas, así como su verificación, lo que permitió
determinar los temas emergentes y las posibles categorías de análisis.
3.4.5. Triangulación.
● Triangulación de datos: Se utiliza una amplia variedad de datos para realizar el estudio que
provienen de diversas fuentes de información.
201
En esta investigación se utilizó la triangulación de las personas investigadoras, de los datos, y
de las técnicas empleadas. De esta manera, se puede reconocer la necesidad de integrar diferentes
tipos de triangulación que presenta la persona autora en esta investigación, los cuales permiten
recabar y contrastar importante información en aras de concretar un análisis de esta a partir de los
objetivos planteados y, para retomarla posteriormente en un apartado de conclusiones y
recomendaciones en torno a la intervención de personas profesionales en Orientación ante crisis
emocionales en sus estudiantes.
● Se logra cuando los hallazgos del estudio son reconocidos como reales o verdaderos por las
personas que participaron en el estudio y por aquellas que han experimentado o estado en
contacto con el fenómeno investigado.
202
Asimismo, con respecto a la validez de este estudio, con el fin de cumplir con todos los
requerimientos que subyacen a una investigación formal, se validaron los instrumentos aplicados a
una población que cumpliera con los requerimientos necesarios de inclusión y exclusión.
Este estudio se llevó a cabo con cinco centros educativos de enseñanza secundaria, ubicados
en la Gran Área Metropolitana (GAM). Los instrumentos de recolección de información aplicados
consisten en cinco entrevistas individuales realizadas a profesionales en Orientación, y dos grupos
focales llevados a cabo con dos departamentos de Orientación de secundaria, de dos de las cinco
instituciones consultadas. A continuación, se citan las instituciones en las cuales se realizaron las
cinco entrevistas individuales:
● Liceo de Moravia.
● Liceo de Escazú.
203
● Universidad de Costa Rica.
● Universidad Nacional.
● Universidad Católica.
● Universidad Latina de Costa Rica.
En Arias et al (2016, p.204) se definen los criterios de inclusión como las características
específicas con las que debe contar un sujeto para una investigación en particular; las cuales pueden
incluir: edad, sexo, nivel académico o socioeconómico, estado civil, etc. En la selección de la
población participante del presente estudio, tanto para la aplicación de las entrevistas individuales
como para la ejecución de los grupos focales, se eligieron personas con las siguientes características:
● Se priorizaron profesionales con quienes ya se había tenido algún contacto anterior, ya fuese
por alguna experiencia de intervención práctica en las instituciones en las que laboran o por
haber compartido alguna otra experiencia profesionalizante durante la formación inicial del
equipo investigador, debido a que esto sirvió para agilizar el ingreso al campo en algunas de
las instituciones.
Para Arias et al. (2016, p.204), los criterios de exclusión determinan las características
particulares que podrían alterar o distorsionar los resultados, por lo cual se califican como no
elegibles para la investigación. En la selección de la población participante del presente estudio,
204
tanto para la aplicación de las entrevistas individuales como para la ejecución de los grupos focales,
se excluyeron personas con las siguientes características:
Los criterios de protección se entienden como los aspectos que van a permitir la
confidencialidad y protección de privacidad de las personas participantes de la investigación. Vélez
(2015) expresa que la privacidad consiste en la potestad de decidir con respecto al acceso de la
información personal. Y la confidencialidad se refiere a un previo acuerdo, en el que se espera que
los datos brindados para la investigación no sean divulgados, para no revelar la identidad ni la
información personal de la población participante (p.10).
Por otra parte, Vélez (2015, p.11) también menciona las siguientes consideraciones: no
divulgar información sensible (nombre, teléfono, e-mail ni dirección); utilizar datos codificados
(asignar un código o seudónimo a cada persona participante para proteger su anonimato dentro de
la investigación); mantener confidencial y en un lugar seguro el material de recolección
(grabaciones, videos, fotos o archivos); durante la interacción al aplicar las técnicas o instrumentos,
procurar que sea en un lugar privado, mantener la distancia y confirmar que la información obtenida
se mantendrá confidencial, siempre y cuando no conlleve ningún peligro para quienes participan u
otras personas.
Por ejemplo, en el caso de grupos focales, es importante destacar que no se puede garantizar
que la información no se filtre por parte de las otras personas presentes, además de quienes realizan
205
la investigación. Y al realizar grabaciones, se recomienda borrarlas inmediatamente después de la
transcripción.
Tomando en cuenta los elementos anteriores mencionados por Vélez (2015), tanto para la
aplicación de las entrevistas individuales como para la ejecución de los grupos focales, se tomaron
las siguientes medidas de protección:
● Se solicitó el permiso para la grabación de audio de las entrevistas y grupos focales, de forma
verbal a todas las personas participantes, antes de comenzar a ejecutar las técnicas de
recolección de información.
● Se indicó de forma verbal a todas las personas participantes, que la información brindada se
utilizará solamente con el fin de aportar datos valiosos a la presente investigación, así como
también las grabaciones de audio realizadas.
● Se especificó de forma verbal a todas las personas participantes, que sus nombres
permanecerán anónimos dentro de la presente investigación, para lo cual se asignará un
código a cada persona participante. Esto con el fin de fomentar la expresión de ideas de
forma más libre en un ambiente de confianza y proteger los datos personales de quienes
participaron.
Como parte del proceso metodológico, el presente estudio se llevó a cabo siguiendo las
etapas del modelo de investigación de Rodríguez, Gil y García (1999), las cuales se explicitan a
continuación.
206
3.6.1. Etapa preparatoria.
Se realizó una revisión bibliográfica acerca del tema en estudio, desde la disciplina de la
Orientación. Se buscaron los antecedentes y se explicó el problema de investigación. Posteriormente
se construyó el marco referencial, y se seleccionó la población participante, la cual fue conformada
por personas profesionales en Orientación que laboran en instituciones de secundaria en el sector
público.
De esta etapa preparatoria, surgió la creación de la guía de preguntas para las entrevistas
semi-estructuradas, con el fin de operacionalizar los objetivos de investigación en indicadores que
respondieran a una definición conceptual y operacional de los tópicos de interés para la
investigación. Como resultado final de este ejercicio, se crean las preguntas guía para las entrevistas
y para los grupos focales, logrando así una coherencia interna a lo largo de la investigación y una
consistencia significativa entre los diversos encuentros de investigación con la población
participante.
207
A partir del contacto inicial y concretando la aprobación necesaria de las instituciones
educativas, a mediados del año 2019 se acordó a nivel del grupo investigador, llevar a cabo el estudio
con diversas personas profesionales en Orientación de las siguientes instituciones: Liceo José María
Castro Madriz, en Barrio Córdoba, Zapote; Liceo de Moravia, ubicado en San Vicente, Moravia;
Liceo Nuevo de San Diego, en San Diego, Tres Ríos; Liceo Edgar Cervantes Villalta, en Hatillo
Centro; y Liceo de Escazú, ubicado en San Antonio, Escazú.
Se ingresó nuevamente a las instituciones a finales del año 2019, específicamente en el mes
de noviembre, para coordinar previamente fechas y espacios para aplicar los instrumentos
necesarios, y posteriormente para que cada persona integrante del grupo investigador, se hiciera
cargo de realizar las entrevistas individuales y los grupos focales respectivos.
Para las entrevistas en profundidad individuales, cada miembro del grupo investigador visitó
una de las instituciones educativas para realizar la recolección de información. Para los grupos
focales, llevados a cabo en el Liceo de Moravia y Liceo de Escazú específicamente, el grupo se
dividió en dos equipos; dos personas se encargaron de realizar uno de los grupos focales en una de
las instituciones, y las restantes tres en el otro centro educativo.
Con respecto a las entrevistas de verificación, cada miembro del grupo investigador se
encargó de realizar la entrevista respectiva a la persona profesional en Orientación con quien
desarrolló la entrevista inicial.
Contexto. Las instituciones educativas consultadas, forman parte de distintos sectores del
Gran Área Metropolitana, aspecto de inclusión inicial al comienzo de la presente investigación, ya
que se quería garantizar que el trabajo de campo pudiera realizarse en zonas de fácil acceso para el
equipo investigador, donde el transporte y el tiempo para este no fueran impedimentos en su
desarrollo.
208
Orientación y las personas profesionales que los conforman fue satisfactorio y colaborador a las
intenciones y objetivos del presente estudio.
A través de los cinco liceos a los que se accedió, el equipo investigador se encontró con
departamentos de Orientación conformados por entre tres a cinco profesionales en la disciplina. Este
aspecto tuvo gran relevancia, ya que para la conformación y desarrollo de los dos grupos focales
realizados se requería un mínimo de tres personas Orientadoras que los conformaran. De igual
manera, para las entrevistas individuales se contó con cinco profesionales acordes con los criterios
de inclusión contemplados para la aplicación de dicha técnica; cabe resaltar que solamente una de
estas personas formó parte de uno de los grupos focales llevados a cabo.
El segundo aspecto que se tomó en cuenta estuvo relacionado con los escenarios
socioculturales, económicos y demográficos en que la población estudiantil de cada institución se
desarrolla. A pesar de que las instituciones se encuentran en diferentes cantones e inclusive
provincias, preponderando cuatro instituciones en la provincia de San José y solamente una en
Cartago, estas se hallan dentro y alrededor de comunidades que presentan situaciones y
problemáticas precipitantes de crisis emocionales para los diversos actores de las respectivas
comunidades educativas a nivel social, económico, cultural, psicológico, entre otros.
209
Bajo la misma línea, importó reconocer que a nivel demográfico los diversos centros
educativos de educación secundaria pública consultados atienden alrededor de ochocientos a mil
estudiantes de zonas aledañas a las instituciones cada uno. Esta población estudiantil se divide por
años lectivos y secciones, teniendo las personas profesionales en Orientación a su cargo al menos
una cantidad similar de grupos. Existen casos donde tienen a su cargo una generación de estudiantes
completa.
Debido a los anteriores elementos, el Liceo de Moravia, Liceo de Escazú, Liceo Castro
Madriz, Liceo Edgar Cervantes Villalta y Liceo Nuevo de San Diego, fueron los centros educativos
elegidos para desarrollar el trabajo de campo de la presente investigación.
Escenario. Con respecto a los distintos colegios, con los cuales se trabajó para la aplicación
de los instrumentos, se puede hacer referencia en este apartado al escenario para la recolección de
la información, el cual en todos los casos fue la oficina de las diversas personas profesionales en
Orientación consultadas y el espacio en conjunto de los dos departamentos de Orientación
participantes de los grupos focales. Para esto, previamente se coordinaron los espacios, y se solicitó
que solamente estuvieran presentes las personas orientadoras y quiénes aplicaban la entrevista.
Estos espacios eran bastante pequeños, donde la ocupación de personas era limitada a dos o
tres personas como máximo. Lo anterior con respecto a las entrevistas individuales, ya que para los
grupos focales se utilizaron espacios ligeramente más grandes, donde la ocupación aumentaba en
unas cuantas personas más. Estas dificultades de espacio se debieron al tamaño limitado de los
habitáculos determinados para llevar a cabo las técnicas de recolección de la información, en
conjunto con la ocupación de escritorios, sillas, material didáctico, documentos y otros recursos a lo
interno del espacio. En la mayoría de los casos, el espacio se prestaba para mantener el acuerdo de
confidencialidad, pero de forma muy reducida.
210
En uno de los colegios consultados específicamente, se determinó que el acuerdo de
confidencialidad era un poco difícil de cumplir, pues el espacio no estaba totalmente cerrado debido
a que la pared que lo delimitaba dejaba un espacio donde personas cercanas a la oficina podían
escuchar lo tratado si se desarrollaba en un tono alto de voz
Ahora bien, con respecto a los grupos focales y como fue expuesto anteriormente, se llevaron
a cabo en espacios ligeramente más grandes que las oficinas donde se realizaron las entrevistas
individuales a profundidad; en el aula de Orientación de una de las instituciones, y en la oficina del
Departamento de Orientación en la otra. Ambos recintos contaban con un espacio acorde con lo
necesario para desarrollar los grupos focales, y tenían dentro insumos como mesas y sillas para
sentarse de forma circular, como gradas espaciosas donde las personas que formarán parte de la
interacción se sintieran cómodas; ambos espacios favorecieron la fluidez de la comunicación dada.
Fase de descubrimiento en progreso. De acuerdo con Taylor y Bogdan (2010, p.160), esta
fase se caracteriza precisamente, por un descubrimiento en los datos recolectados para extraer los
temas generales. Se buscan los temas, examinando la información recopilada de todos los modos
posibles. Para lograr esto, se leen repetidamente los datos, se sigue la pista de temas e ideas, se
buscan temas emergentes, se elaboran tipologías, se identifican conceptos teóricos y se lee el
material bibliográfico.
Para el presente estudio, se realizó la revisión del referente teórico para incluir la información
más relevante dentro del análisis, en conjunto con los datos obtenidos de las entrevistas y grupos
211
focales. Esto, con el fin de responder a los objetivos de investigación y desarrollar los aspectos
relacionados con ellos.
Para esto, se desarrolló una guía para reconocer las tendencias emergentes en los datos y se
realizó un matriz para tabular la información recolectada en las entrevistas. Además, se leyeron de
forma repetitiva dichos datos al transcribir las frases etnográficas más significativas en varios
instrumentos de trabajo, incluyendo un documento en la nube mediante la aplicación Google Docs,
para que estos estuvieran disponibles en tiempo real para todo el equipo investigador para las etapas
posteriores de codificación y análisis.
Una vez cargados dichos datos en esta matriz, se llevaron a cabo reuniones de trabajo para
realizar comparaciones e integraciones de los datos para evitar la redundancia de la información y
para la definición de posibles categorías de análisis que agruparan los temas emergentes que se
reiteraran entre las respuestas brindadas por más de una persona participante del estudio.
Fase de codificación. Durante esta fase, se asume que los datos ya fueron recolectados y se
espera codificar los que vayan a permitir comprenderlos e interpretarlos en relación con el tema de
estudio. Es decir, que el proceso más relevante en esta segunda fase es el de la codificación, la cual es
para Taylor y Bogdan un “modo sistemático de desarrollar y refinar las interpretaciones de los datos
[…]” (p.167). Se reúnen todos los datos que se refieren a temas, ideas o conceptos, se desarrollan
las categorías de codificación, se codifican los datos y se separan los datos pertenecientes a cada
categoría de análisis.
Para la presente investigación, se realizaron las categorías de análisis con base en los
objetivos propuestos; tanto a nivel general, como los objetivos específicos. Más adelante en la fase
para la relativización de los datos, se presenta el cuadro con las categorías y subcategorías de análisis
por objetivos, las cuales se logran definir por medio de un archivo de texto común “en la nube” por
medio de la plataforma Google Docs, compartido por todo el equipo investigador.
Mediante este, cada persona del equipo se encargó de agrupar los datos obtenidos en las
entrevistas individuales que le correspondió llevar a cabo y en los grupos focales de los cuales
participó en temáticas emergentes comunes, priorizando la identificación de tendencias en los datos
surgidas de las respuestas obtenidas de las personas participantes. Dichos aportes, a modo de frases
212
etnográficas codificadas por participantes y encuentro de investigación, quedaron disponibles para
el uso discrecional de todo el equipo de investigación una vez ya agrupadas por tendencia, por lo
cual dicho archivo sirvió de base para que se tuvieran todos los datos compartidos y agrupados para
la etapa de análisis y relativización de los datos.
A continuación, se muestra la tabla de códigos que se emplearon como forma de registrar las
distintas frases expresadas por las personas orientadoras entrevistadas, las cuales son la base para la
interpretación de los resultados:
Tabla 9
213
Profesionales en Orientador 1: Orx1- EGF1
Orientación participantes
Orientadora 6: Orx6 - EGF1
del grupo focal 1
Elaboración propia.
Fase para la relativización de los datos. Esta es la fase final, la cual incluye la dinámica del
análisis de los datos y la triangulación mediante diversas fuentes, tales como el referente teórico y
las frases expresadas por la población participante del presente estudio. Se tomaron en cuenta los
datos directos e indirectos, así como los supuestos propios para la interpretación, reflexión y análisis,
en contraste con la información bibliográfica recolectada. Esto, con el fin de darle al estudio la
credibilidad y validez necesarias.
Taylor y Bogdan (2010, p.171), aseguran que es aquí donde las personas investigadoras
interpretan y comprenden los datos en el contexto que fueron recogidos. Es decir, desde la realidad
de las personas participantes. De este modo, la comprensión de la última fase se aprecia en el
apartado denominado como el análisis de los datos o hallazgos y discusión; se toman en cuenta,
214
aspectos como la influencia de la persona observadora acerca del escenario en el que se llevó a cabo
la técnica de recolección de información, personas presentes, entre otros. Para esto, se realizó una
verificación de los datos obtenidos y una realimentación con las personas entrevistadas con el fin de
asegurarse de que los hallazgos obtenidos en la discusión de la información correspondieran con el
contexto y el escenario en los cuales se hizo este estudio. Además, estos se contrastaron con la teoría
y se facilitó por ende la comprensión del fenómeno en estudio.
Tabla 10
● Conceptualización de
Identificar el procedimiento 1.Conceptualización de crisis y factores que
que realiza la persona crisis y factores que inciden en su aparición y
resolución
profesional de la Orientación
215
con adolescentes para atender inciden en su aparición ● Conceptualización de la
crisis emocional en la
situaciones de crisis y resolución
adolescencia y su
emocional. identificación
● Significado del suceso y
manifestaciones clave
para detectar crisis
emocionales
● Estilos de afrontamiento
de las crisis emocionales
en la adolescencia
● Recursos personales para
enfrentar la crisis
emocional
● Recursos sociales y
contextuales
● Redes de apoyo al aplicar
los PAP
● Influencia del contexto en
las crisis emocionales.
216
Procedimiento empleado por las personas Orientadoras para la atención de la crisis
emocional de estudiantes adolescentes
217
intervención de crisis ● El cuidado como equipo
emocionales de trabajo
● Recursos personales y
redes de apoyo para el
autocuidado de la persona
profesional en Orientación
● Desafíos para el
autocuidado de las personas
profesionales en Orientación
● Consecuencias de no
poner en práctica el
autocuidado
● Experiencias de las
personas entrevistadas para el
autocuidado en la intervención
de crisis emocionales
Elaboración propia.
A continuación, se desarrolla la descripción de cada una de estas categorías para una mejor
comprensión de su contenido, y relación con cada uno de los objetivos a los cuales se pretendió dar
respuesta por medio de ellas.
218
(2000) para aplicar los PAP, los cuales se entienden como las estrategias básicas para la
intervención, tomando en cuenta la evaluación del perfil CASIC de la persona en crisis.
Además, se agregaron otras técnicas para los PAP, propuestas por Hernández y Gutiérrez
(2014), para complementar el referente teórico con otras personas autoras, que si bien parten del
modelo de Slaikeu (2000), realizan aportes valiosos en esta temática. Por lo tanto, se combinaron
ambas propuestas de estrategias y técnicas de intervención para sustentar el análisis del
procedimiento que se lleva a cabo para brindar los PAP.
219
objetivo que pretendía reconocer las estrategias y técnicas que emplean las personas profesionales
en Orientación para el autocuidado al llevar a cabo este tipo de intervenciones, siendo de interés
para el presente trabajo las prácticas individuales así como las grupales por parte de los
departamentos de Orientación en las instituciones educativas, además del reconocimiento de
recursos personales y redes de apoyo para el autocuidado del personal de Orientación. Asimismo,
se buscaba el reconocimiento de los desafíos para el autocuidado que se presentan a nivel personal
y en el sitio de trabajo, al tiempo que se hace referencia a las consecuencias de no poner en práctica
el autocuidado y se presentan las experiencias de las personas entrevistadas referentes a su
autocuidado ante la intervención de crisis emocionales.
Una vez concluida la investigación, se elaboró el informe final, en el cual las personas
investigadoras llegaron a tener una mayor comprensión del objeto de estudio. Se dieron a conocer
sus resultados, primeramente al tribunal examinador, respondiendo a los objetivos originalmente
planteados para este proyecto. Además, se procura que la persona lectora sea capaz de comprender
el proceso llevado a cabo y la metodología utilizada para el desarrollo de esta investigación y la
obtención de sus resultados. Adicionalmente, se pretendió la publicación de un artículo científico
posterior a la presentación de los resultados de investigación, que integra los principales hallazgos
de este esfuerzo investigativo para su divulgación a la comunidad científica.
220
CAPÍTULO IV
4. Hallazgos y discusión
En este capítulo se exponen los hallazgos y discusión de los resultados obtenidos a partir de la
información recopilada al realizar cinco entrevistas individuales a personas profesionales en
Orientación y dos grupos focales con departamentos de Orientación, con el fin de dar a conocer las
experiencias del procedimiento que realizan estas personas al ofrecer los Primeros Auxilios
Psicológicos a personas adolescentes en situaciones de crisis emocionales. Asimismo, determinar el
aporte que brindan desde la disciplina de la Orientación en la intervención de los PAP y las
estrategias y técnicas que emplean para el autocuidado.
Esta categoría se refiere a la concepción de la crisis que tienen las personas entrevistadas, así
como al reconocimiento de los factores que tienen su propia incidencia desde la aparición del suceso
221
precipitante hasta la resolución de la crisis misma. Entre los factores que determinan el curso de su
estado y que son analizados a continuación, se encuentran el significado del suceso, los estilos y
estrategias de afrontamiento, los recursos personales para enfrentar la crisis, y los recursos sociales
y contextuales.
Ahora bien, antes de iniciar con los factores que inciden en la aparición y resolución de una
crisis, se considera pertinente mencionar la conceptualización que tienen algunas de las personas
entrevistadas en este estudio acerca de lo que entienden por una crisis emocional.
La presente subcategoría procura dar a conocer cómo conciben las personas profesionales en
Orientación que participaron en la investigación las crisis emocionales y cómo se pueden identificar
cuando una persona adolescente está atravesando por una. Las crisis:
Es por ello que se considera de gran importancia, además de tener claro que es una crisis, el
hecho de poder identificar los factores más comunes que desencadenan las crisis emocionales, así
como los que ayudan a resolverlas en las personas adolescentes. Es necesario aprender a diferenciar
las crisis emocionales de otras situaciones, para poder determinar cuál es el procedimiento para
intervenir de manera óptima.
Ante esto las personas profesionales en Orientación que participaron en esta investigación
manifestaron lo siguiente con respecto a qué entienden por una crisis:
“Crisis yo lo veo como un desequilibrio emocional, [...] donde la persona tal vez no está
en sus cinco sentidos para tomar una mejor decisión, esa crisis lo hace desestabilizarse un
222
poco en ese sentido verdad, emocionalmente hablando, físicamente, como seres integrales
en todo aspecto” (Orx1).
Y se concibe también, según otra persona entrevistada como un “evento extraordinario que
le pasa a uno, pero le provoca algún tipo de ansiedad o angustia, o desequilibrio” (Orx5).
Se logra asociar mediante lo indicado anteriormente, que una crisis emocional se presenta
cuando el estudiantado adolescente reacciona con un desequilibrio emocional (Orx1), ante un evento
extraordinario (Orx5) que le está ocurriendo y que no sabe cómo afrontarlo; “ese tocar fondo” se
puede interpretar como la incapacidad de la persona adolescente en ese momento para enfrentar la
situación, con los métodos que estaba acostumbrada a usar para solucionar los problemas.
“Pero eso le va a ayudar a generar cambios positivos o negativos, pero de qué va a haber
un cambio, va a haber un cambio” (Orx4).
Lo señalado por Orx4, se relaciona con el potencial para obtener un resultado posiblemente
positivo o negativo. Asimismo, Orx5 expresa lo siguiente:
En relación con lo expuesto anteriormente, hay que tener claridad de que cuando se trata de
una situación de crisis o cuando se refiere a una situación de ansiedad o angustia según Viney y
Westbrook (citados en Dzib, 2013), existen ciertas diferencias con las crisis. Por ejemplo, que
las formas o patrones de afrontamiento son distintos, ya que durante las crisis el abordaje es más
personal y menos familiar (p.94).
223
Además, en el proceso de crisis la persona tiende a ser menos defensiva y se abre a los
consejos, sugerencias y apoyos, lo cual no sucede a plenitud en casos de estrés o ansiedad. Y por
último, el resultado de la crisis suele ser debilitación o crecimiento ante los diversos problemas de
la cotidianidad, mientras que el estrés suele estar relacionado con una patología, dando como
resultado una relativa adaptación a situaciones que puedan generar afligir a la persona y causarle
desesperanza (Viney y Westbrook citados en Dzib, 2013, pp.94-95).
Como se puede observar, según los autores citados anteriormente, en algunos casos se
relacionan los ataques de ansiedad con las crisis, y efectivamente estos pueden desencadenar crisis
emocionales. En este punto, es importante comprender y aclarar que los ataques de ansiedad, así
como, los períodos de estrés pueden ser detonantes de crisis emocionales en el estudiantado, debido
a las diferentes presiones, expectativas y obstáculos que se presentan en el desarrollo y la vida
cotidiana de esta población. A pesar de sus diferencias, estas situaciones por lo general van de la
mano, pero las crisis se suscitan solamente cuando una situación de alto estrés o ansiedad se sale del
control de la persona.
En relación con esta subcategoría se entiende según lo manifestado por las personas
entrevistadas y en contraste con la teoría, que sí poseen conocimiento claro acerca de qué es una
crisis emocional. Ahora bien, con respecto a cómo se pueden identificar las crisis a partir de lo que
expresan las personas entrevistadas, se mencionan conductas y emociones manifestadas en lo
siguiente:
“[…] para nosotros crisis es cuando a un muchacho le dio un ataque de llanto, de ira,
ahora que está tan de moda los ataques de ansiedad, y de todo lo que hace [...]” (Orx7 -
EGF1).
224
Con respecto a lo anterior, Slaikeu (citado en Dzib, 2013) plantea que existen situaciones
conflictivas donde la persona en crisis, y en este caso en particular, estudiantes adolescentes,
ingresan en un estado emocional en el cual no saben qué hacer ni de qué forma reaccionar con
exactitud ante la situación determinada, lo cual es generado por esa incapacidad de utilizar
mecanismos acostumbrados para afrontar problemas (p. 91).
Es en este escenario, donde se encuentran estudiantes que se expresan con ira o llanto y con
una alteración necesaria de atención, debido a que todo aquello que conocían cambió de repente y
sus reacciones tratan de comunicarlo. Es así como, el impacto de los eventos generadores de crisis
produce reacciones de diferente tipo de intensidad, dependiendo de los factores de vulnerabilidad de
las personas, sus comunidades y de la magnitud del evento. Lo anterior permite entrever lo
planteado por Monge (2016), al expresar que una crisis es una respuesta psicoemocional normal a
una situación anormal, frente a la cual no se puede responder con los mecanismos habituales de
resolución de problemas (p.42).
Se identifica entonces en contraste con la teoría, que existe conocimiento acerca de las crisis
emocionales por parte de las personas profesionales participantes, lo cual también les permite
entender cómo afecta al estudiantado y por tanto, cómo se puede observar e identificar los síntomas
y las reacciones psicológicas, conductuales y físicas como una señal de que algo pasa.
Es así que, según la información brindada por las personas entrevistadas, se comprende
también que los departamentos de Orientación tienen gran potencial y posibilidades de apoyar al
estudiantado cuando tienen crisis emocionales, por lo que las personas adolescentes cuentan con un
mayor acompañamiento para atravesar las situaciones de crisis y aprender de ellas. De la misma
forma, poco a poco la persona que enfrenta una crisis puede entender que esta no tiene por qué verse
como algo negativo, sino que los cambios suscitados conllevan desajustes que la persona necesita
para adquirir nuevos mecanismos de defensa y afrontar situaciones venideras.
Además, el modo con que se enfrenta, aporta al crecimiento personal, y gracias a la guía de
las personas profesionales en Orientación es más sencillo trabajar esto. Cabe mencionar también que
cada estudiante cuenta con sus recursos internos para hacer frente a las crisis; algunas personas
adolescentes no ocuparán ayuda externa, en cambio otras, con una óptima intervención lograrán salir
adelante.
225
Por lo tanto, en consonancia con las definiciones de crisis, se evidencia que las personas
profesionales entrevistadas están conscientes de que una crisis es un estado temporal de trastorno,
desorganización y de necesidad de ayuda. Dicho estado está caracterizado básicamente por un
desequilibrio emocional que aparece ante un obstáculo en la vida. Por lo tanto, se pierde
temporalmente la capacidad de dar una respuesta efectiva a la situación vivida, debido a que fallan
los mecanismos habituales de afrontamiento para gestionar las situaciones y resolver los problemas.
Ahora bien, para continuar con el análisis, se profundiza en lo que es el significado que tienen
las personas del suceso de crisis y cómo se puede detectar por medio de las manifestaciones de las
personas adolescentes.
4.1.2. Significado del suceso y manifestaciones clave para detectar crisis emocionales.
Es importante comprender cómo se manifiesta (signos y síntomas) una crisis emocional, así
como tener claro qué significado tiene el evento para la persona que la está viviendo y los recursos
que posee para enfrentarla. Ante esto, se debe tomar en cuenta que al conocer y observar a una
persona adolescente, cómo suele comportarse, cómo acostumbra reaccionar ante situaciones
difíciles, entre otras conductas, se puede facilitar además de identificar la crisis, entender cómo se
puede sentir ante el evento que la generó. De acuerdo con Dzib (2013), la personalidad es un factor
determinante de gran significancia para comprender si determinados eventos conducen o no a una
crisis y su gravedad, aunque también existen circunstancias predisponentes para esta (p.96).
De acuerdo con lo anterior, el significado del suceso precipitante de una crisis depende de
las características de este, de la personalidad de quien lo enfrenta, de las experiencias de vida, el
entorno sociocultural y el tipo de situación que precipitó la crisis, principalmente cuando tiene
consecuencias traumáticas por el impacto que posee. Por lo tanto, los recursos personales con los
que cuenta la persona influyen trascendentalmente en cómo se van a vivir las crisis emocionales que
experimenta a lo largo de su vida.
Ante dicho escenario, y tomando en cuenta que las crisis se generan tanto en transiciones del
desarrollo humano como en momentos inesperados, y que afectan la estabilidad de la persona, es
necesario comprender cómo es la visión desde las personas profesionales en Orientación que
participaron en la investigación a la hora de identificar posibles manifestaciones de las crisis
226
emocionales en las personas adolescentes. Para ello se toma en cuenta lo que estas personas
mencionan cuando han detectado estas crisis:
“cambios de conducta o cambios de ánimo [...]. También puede ser cambios de conducta
con los compañeros, miedo, ansiedad porque generalmente lleva situaciones que son
desconocidas para la persona o le hacen enfrentarse a algo que no conocían” (Orx4).
“[…] con los adolescentes es curioso, por ejemplo, algo que hemos detectado de hace
mucho tiempo son, incluso los sweaters. Muchas de las crisis de los estudiantes, su forma
de canalizarlo es por medio de autolesiones, verdad. Tal vez es un estudiante calmado y a
veces está un poco ansioso, quiere salir del colegio o lo nota uno disperso, en otro mundo
verdad, son como algunas señales que uno nota [...]“ (Orx1).
De las frases anteriores, se logra identificar que las manifestaciones empiezan por cambios
en la conducta o en la personalidad de la persona orientada, lo que empieza a ser un llamado de
atención; para las personas profesionales en Orientación, es una alerta. Ante ello, también
mencionan que dentro de las expresiones hay que tomar en cuenta:
“el estado de ánimo verdad, cómo le está afectando esas crisis en su vida diaria, ...si no
está durmiendo, si emocionalmente está muy mal, si no está comiendo, si está faltando al
cole verdad. Hay chiquillos a veces están muy, muy deprimidos después de que les pasa algo;
verdad esos son como síntomas básicos” (Orx5).
En relación con las frases y lo expuesto por Dzib (2013) anteriormente, en un principio la
personalidad es un factor influyente, pues al conocer a la persona, cómo es o cómo se comporta, y
verla actuar diferente, son indicios de que algo está sucediendo. Incluso, podría ser algo crítico donde
227
se deban aplicar los PAP en un proceso que no necesariamente va a ser fácil para la persona o
adolescente.
Aunado a lo anterior, además del estado de ánimo y las afectaciones que pueda tener en
relación con las funciones básicas como comer o dormir, se logra identificar que la crisis también
influye directamente en el comportamiento o conducta de las personas adolescentes, lo cual se
respalda con la siguiente respuesta:
Ante la interacción de la persona con su entorno y con lo que está viviendo específicamente,
se identifica además que surgen emociones que a veces la persona estudiante no sabe cómo manejar,
lo que por ejemplo genera que presente enojo y tristeza en su interacción con otras personas y su
contexto inmediato, o que no pueda contener el llanto ante la sensación de no controlar lo que le está
pasando. En dichos casos, es más fácil detectar que la persona necesita contención y apoyo.
Por lo tanto, se puede entrever la ventaja que tienen las lecciones de Orientación o el papel
de la persona profesional en Orientación con sus estudiantes, para conocer al estudiantado, dando
apertura a un espacio seguro que les permita mostrarse cómo son realmente, sabiendo que no se les
va a juzgar. Este espacio o acercamiento permite entender al estudiantado, es decir, su forma de ser,
de pensar y de actuar, y gracias a ello se facilita el identificar cuando hay una forma diferente de
comportamiento o cuando hay patrones distintos en su conducta, lo que puede ser resultado de crisis
emocionales.
Lo anterior se sustenta en lo planteado por Slaikeu (2000, p.29), quien propone que la fuerza
del yo, la historia previa de enfrentamiento a situaciones que generan tensión, cualquier problema
228
de la personalidad que no haya sido resuelto antes y el bienestar físico, forman parte de la
determinación de si un suceso particular puede llevar a una crisis o no.
Como se hizo mención anteriormente a partir del contraste teórico y de lo planteado por las
personas entrevistadas, las crisis son parte de la vida, las cuales permiten que la persona cambie y
crezca. En el caso de las crisis del desarrollo, estas son inevitables, debido a que todas las personas
pasan por ellas, y aunque son parte del desarrollo, no suelen ser fáciles de afrontar. Sin embargo, la
persona profesional en Orientación se puede valer de esa etapa de vida para identificar patrones
distintos que llegan a ser las manifestaciones de una crisis.
Se observa, que las principales manifestaciones de las crisis se dan por cambios de conducta
en el estudiantado, también a nivel afectivo o físico, y por cambios en las relaciones interpersonales;
de un momento a otro, su personalidad cambia y empieza a implementar conductas que no son
propias de su comportamiento regular, como por ejemplo dejar de comer, el enojo, la violencia, las
autolesiones, entre otras. Es ante dicho panorama, donde las personas profesionales en Orientación
detectan que algo está sucediendo e intervienen con la persona estudiante afectada, para conocer qué
pasa y analizar cómo le puede apoyar en su situación.
229
A lo anterior, se suma que aunque los cambios en la conducta y los estados anímicos son los
principales y los que con mayor facilidad se identifican, las crisis emocionales poseen distintas
manifestaciones que dependen de cada persona y que se pueden suscitar tanto fisiológicamente, en
sus relaciones interpersonales y contacto social, como en la expresión y manejo de emociones. Los
cambios dados en estas áreas se pueden observar mediante la conducta y comportamientos
identificados, pero se dan plenamente en distintas dimensiones de la persona.
Por estilos de afrontamiento se entienden las predisposiciones a nivel personal para afrontar
los acontecimientos precipitantes de la crisis, las cuales se derivan en las tendencias individuales
230
para el uso de estrategias de afrontamiento, así como de su estabilidad tanto situacional como
temporalmente (Vázquez, Crespo y Ring, citados por Jaramillo, 2015, p.21).
Todas las personas en las distintas etapas de la vida, están expuestas de una u otra forma a
experimentar diversas crisis, lo que puede generar una desestabilidad emocional, importantes
carencias en el sentido de vida y dificultad para utilizar estrategias previas de afrontamiento. Zax y
Cowen (citados en Dzib, 2013) presentan algunas de estas condiciones, entre las que se encuentran
la amenaza y pérdida de suministros básicos, mayores exigencias que enfrentar, fracasos en
proyectos personales y profesionales, desastres con implicaciones de violencia y arbitrariedad, entre
otras (p.96).
Es por ello que resulta de gran interés, después de conocer cómo se suelen manifestar las
crisis emocionales según lo que compartieron las personas profesionales en Orientación consultadas
para la investigación, identificar cuáles son los efectos de las crisis en el estudiantado, y las formas
de afrontamiento que tienen las personas adolescentes, en función de poder entender cómo se debe
intervenir ante cada circunstancia y en qué momento aplicar los PAP.
Hay que tomar en cuenta que la forma de contención no va a ser igual en cada caso, pero sí
se debe tener claro que hay ciertas pautas por seguir en cada intervención, pues los efectos de las
crisis emocionales que hoy en día viven las personas adolescentes no son los mismos que algunos
años atrás. Por lo tanto, se considera necesario identificar cómo están afectando las
crisis emocionales actualmente, para también tener claro cómo se están afrontando.
Con respecto a lo anterior, se retoma lo expuesto por Vázquez, Crespo y Ring (citados por
Jaramillo, 2015, p.21), cuando mencionan que los estilos de afrontamiento se suscitan a nivel
personal mediante estrategias que procuran hacer frente a los sucesos precipitantes de crisis
emocionales situacionalmente, y de manera temporal también. Ante esto, las personas profesionales
en Orientación que participaron en la investigación mencionan lo siguiente acerca de lo que puede
desencadenar una crisis, como de sus respectivas manifestaciones:
231
que es un chico tranquilo, lo ves enojado, lo ves golpeando algo o a la defensiva, entonces
uno dice di algo está pasando [...]” (Orx 2).
También mencionan que se pueden ver los efectos a través de cambios, lo que se respalda
cuando mencionan que:
Aunado a lo anterior, las personas profesionales consultadas mencionan que hay estilos de
afrontamiento que no necesariamente resultan en buscar ayuda, sino que pueden dañar incluso la
salud integral del estudiante. Por ejemplo:
“Sí, a veces son pleitos entre los chiquillos. Hemos tenido oleadas de ideación suicida.
[...] A veces no responden a nada, simplemente es verdad… y también depende del nivel en
el que estén los chiquillos, porque también eso va responder a cuestiones propias del
desarrollo, a veces cuestiones de noviazgo, de autoestima, de consumo de sustancias,
fiestas, etc. Y todo eso responde muchas veces a ciertas etapas y al contexto en el que nos
desarrollamos aquí” (Orx13 - EGF2).
232
Mediante la información recabada de las personas profesionales entrevistadas, se detecta que
situaciones problemáticas como violencia y abusos sexuales en diferentes y simultáneos ámbitos del
estudiantado como la familia y el centro educativo, la incidencia de las drogas en las interacciones
sociales con otras personas adolescentes y las dificultades en el proceso educativo, pueden también
desencadenar crisis emocionales en el estudiantado.
Dentro de los estilos de afrontamiento, según lo expresado por las personas profesionales
consultadas en la investigación, se identifica que las personas adolescentes recurren a ciertas
acciones evasivas o a las autolesiones para afrontar la crisis; acciones que terminan perjudicando su
salud física o mental, o inclusive llevando al suicidio, lo cual se evidencia con lo siguiente:
“Con los adolescentes es curioso, por ejemplo, algo que hemos detectado de hace mucho
tiempo son, incluso los sweaters. Muchas de las crisis de los estudiantes, su forma de
canalizarlo es por medio de autolesiones, verdad [...] Estamos creando una generación
carente emocionalmente, los hemos acostumbrado solo al éxito y nunca al fracaso, y eso
hace que venga esta parte del suicidio, porque son tan carentes emocionalmente [...]”
(Orx1).
“en cuanto a lo que es cutting, que ellos se estén cortando por A o por B, y esto es en
cuestión de violencia, que se estén gritando o se estén golpeando mucho, lo del bullying,
[...] En cuanto a hostigamiento, en cuanto a consumo y tenencia de drogas y lo que es…
igual tenencia de armas, este ya es el de convivir en general” (Orx3).
233
Es por ello, que según los casos del estudiantado señalados en la presente investigación, se
puede entrever que hay una importante carencia de sentido de vida o falta de fortalecimiento en el
área emocional de estas personas adolescentes en particular, pues ante las situaciones difíciles se
inclinan por buscar medidas de afrontamiento evasivas o de daño a sí mismas; no consideran tener
la suficiente preparación para afrontar retos ni nada que los haga dejar su zona de confort. Lo
anterior, se debe a que cuando hay una gran inestabilidad que no pueden controlar y sus recursos
personales reflejan no contar con la suficiente fortaleza interna, no logran utilizar estrategias de
afrontamiento positivas, buscando entonces medios para evadir las emociones que les desagradan.
Refiriéndose a lo anterior:
convierten en trastornos clínicos, así como por medio de sus propiedades motivacionales
para modificar las conductas “saludables” (ejercicio físico moderado, dieta equilibrada,
descanso, ocio, etc.) y “no saludables” (abuso de alcohol, tabaco, sedentarismo). (Piqueras,
Ramos, Martínez, y Oblitas, 2009, citados por Cano y Miguel, 2001, p.95)
Por lo tanto, es evidente que, si no se trabaja lo que están atravesando, las personas
adolescentes no van a lograr conformar cambios y reajustes que les permitan aprender y crecer de
la experiencia, ni saber cómo actuar ante situaciones difíciles que surjan en el futuro, lo que puede
llevar a que las secuelas de la crisis vivida no sean funcionales ni saludables, y generen patrones o
formas inadecuadas de afrontar sucesos posteriores.
Cómo se evidencia en los aportes anteriores, algunas de las manifestaciones de las crisis en
la etapa de la adolescencia influenciadas por los contextos de la investigación, y que también pueden
ser conductas o experiencias desencadenantes de estas, son el cortarse, ideaciones suicidas, la
violencia, el bullying, el consumo de drogas y la tenencia de armas. Estas conductas, pueden
encontrarse dentro de estilos fijados de afrontamiento, los cuales abordan a continuación.
Es aquí donde se comprueba que las situaciones de conflicto llevan a la última condición de
la incapacidad, de utilizar mecanismos acostumbrados para afrontar problemas, debido a que a la
234
persona no le son suficientes y efectivas las pautas o estrategias que usualmente utilizaba para
resolver situaciones problemáticas. Por lo tanto, al tener respuestas que no son funcionales, la
persona tiende a inclinarse hacia el cambio aunque este no siempre sea positivo, lo que puede traer
consecuencias perjudiciales a su salud mental y física.
Por lo tanto, se evidencia el estilo principal de afrontamiento que se está utilizando, el cual
según Sheir y Wientraub (citados en Jaramillo, 2015), es el de evitación del afrontamiento. Dicho
estilo contempla estrategias cognitivas y conductuales que les permite a las personas evitar el
afrontamiento de problemas o emociones que puedan considerarse negativas, las cuales son
derivadas de las situaciones problemáticas que afrontan (p.22).
Este estilo es un intento de manejo no funcional ante lo demandante de la realidad para las
personas, a partir de un alejamiento o un manejo irreal de la situación, pudiendo llegar a ser
manipulativo o hasta ilusorio. Respecto a este estilo de afrontamiento, Casado (citado en Jaramillo,
2015, p.23) plantea que “las estrategias de evitación permiten escapar del problema, reduciendo la
ansiedad y el estrés, permitiendo un reconocimiento gradual de la amenaza” (p.24).
Por lo tanto, según lo que expresan las personas entrevistadas en relación con la teoría, se
considera que las estrategias evitativas y las cuales donde predomina la emoción, se erigen en
importantes predictores de un ajuste físico y emocional pobre; esto posibilita la aparición de gran
ansiedad, depresión, conductas disruptivas, bajo afecto positivo y problemas en la salud física. Estas
estrategias pueden alejarse de un afrontamiento realista y directo de un problema, y llevar a un daño
en la salud de la persona adolescente.
Fernández-Abascal (citado en Jaramillo, 2015), manifiesta que las estrategias son “los
procedimientos utilizados por la persona para hacer frente a las adversidades, estas pueden cambiar
235
de acuerdo con las condiciones desencadenantes, y son aprendidas por el sujeto a través de las
experiencias que internaliza observando a otros” (p.25).
Por otra parte, dentro de lo mencionado por las personas profesionales consultadas, se
encuentra lo siguiente:
“depende del nivel en el que estén los chiquillos, porque también eso va responder a
cuestiones propias del desarrollo” (Orx13 - EGF2).
En lo mencionado anteriormente, se evidencia que hay crisis que son propias de la etapa de
vida en la que se encuentra el estudiantado, donde experimenta situaciones esperadas dentro de la
misma, pero que le generan crisis emocionales que no sabe cómo sobrellevar. Ante esto, tomando
en cuenta las crisis propias del desarrollo y en esta investigación la etapa de la adolescencia
propiamente, Slaikeu (citado en Dzib, 2013) menciona que
Las crisis del desarrollo hacen referencia a una serie de cambios en el organismo o en la
vida misma de una persona, la cual está caracterizada por diversas tareas, situaciones o
236
preocupaciones que deben ser resueltas para alcanzar un funcionamiento completo; cuando
este cambio es extremo, se convierte en una crisis; esta se relaciona con el desplazamiento
entre las etapas del crecimiento y la dificultad de la transición y de las tareas de cada una
(p.97).
Por lo tanto, las transiciones propias de la etapa del desarrollo de la adolescencia, pueden
generar cambios y estos últimos inclusive, crisis emocionales. Estas transiciones son esperadas en
dicha etapa, por ejemplo las crisis relacionadas con la experimentación o iniciación sexual, los
noviazgos, la búsqueda de identidad y la influencia del grupo de pares, entre otras. Sin embargo, las
formas de actuar o las estrategias que están utilizando las personas adolescentes de los centros
educativos consultados para la investigación y según lo que plantean las personas profesionales en
Orientación entrevistadas, ponen en riesgo la vida propia y la de terceros. Aunado a lo anterior, Zaz
y Cowen (citados en Dzib, 2013) plantean que:
[…] muchas de estas crisis son predecibles, puesto que se sabe con anticipación que
la gente tiene etapas decisivas que enfrentar en diversas ocasiones de sus vidas, razón
por la cual, son naturales y sobrevienen desde la niñez hasta la senectud. (p.97)
Es por ello, que considerando que hay situaciones predecibles que desencadenan crisis
emocionales, se torna de gran importancia trabajar con el estudiantado procesos de Orientación que
le ayude a sobrellevar las crisis emocionales en la adolescencia; las cuales aporten en su crecimiento
y le permitan adquirir estrategias necesarias para afrontar los sucesos difíciles que se aproximen,
como por ejemplo sobre el desarrollo de habilidades de afrontamiento efectivo y positivo,
autoestima, asertividad y solución de conflictos. De este modo, se pueden prevenir eventos que
ponen en riesgo su salud física y mental.
237
4.1.4. Recursos personales para enfrentar la crisis emocional.
Se entiende por recursos personales, las fortalezas internas del yo, la capacidad de resistir el
estrés, el grado de realidad al enfrentar la crisis y de resolver los problemas. Es lo que plantea
Slaikeu (2000) cuando se refiere a:
toman todos parte al determinar si un suceso particular conducirá a una crisis (p.29).
Es por ello que surge el interés de conocer cuáles son los recursos personales, según los
ejemplos concretos proporcionados por las personas orientadoras, que utilizan las personas
adolescentes para afrontar crisis emocionales. Al respecto Orx1 señala lo siguiente:
“[...] hay que alentar a esa persona positivamente, a que puede afrontar esa situación
y visualizar a como nosotros estamos acostumbrados, a ver qué herramientas tanto
internas como externas tiene la persona para afrontar esa crisis. Tal vez hay
estudiantes que no tienen herramientas emocionales para poder afrontarla o
herramientas externas, redes de apoyo que tal vez carecen, entonces es bueno
visualizar qué herramientas tiene la persona para afrontar esa crisis. Ver la situación
y con qué cuenta la persona, para ver cómo puede afrontarla (Orx1).
Por su parte, es importante tener presente que no todas las personas adolescentes van a
reaccionar del mismo modo, así como que no necesariamente las crisis se manifiestan al mismo
tiempo, debido a que está relacionado con los recursos personales con los que cuenta, en el momento
de esta. En relación con esto, existen indicadores previos que pueden influir en las reacciones de las
personas en crisis, los cuales deben tomarse en consideración, tales como los rasgos de la
238
personalidad, las habilidades para afrontar los problemas, las experiencias previas, la salud física y
emocional, entre otros (Monge, 2016, p. 45).
“Muchas veces se muestra en violencia, en enojo, depende de las personalidades [...] que,
si de repente vos ves que es un chico tranquilo, lo ves enojado, lo ves golpeando algo o a
la defensiva, entonces uno dice di algo está pasando [...]” (Orx 2).
Esta subcategoría se refiere a las redes de apoyo que se deben considerar al aplicar los
Primeros Auxilios Psicológicos y por ende, a la consideración de la influencia del contexto en las
crisis emocionales y su afrontamiento por parte de las personas adolescentes. En este caso, el
contexto busca describir la conducta humana y su inserción en la sociedad, es decir, el accionar
individual analizado desde los aspectos sociales. En otras palabras, se refiere al comportamiento de
la persona adolescente en un contexto social y la influencia que este último tiene, ante situaciones
de crisis emocionales.
239
4.1.5.1. Redes de apoyo al aplicar los PAP.
A continuación, se desarrollan las principales redes de apoyo con las que se puede contar al
aplicar los PAP, para dar soporte a la persona estudiante en crisis emocional. Para ello, se toma en
cuenta el contexto educativo, comunitario y familiar. En primer lugar, se hace referencia a los apoyos
que existen dentro de la institución educativa. En segunda instancia, se mencionan las
organizaciones e instituciones externas que más aportan al proceso de atención de crisis, según la
información recolectada. Y por último, en tercer lugar, se indaga sobre la familia como red de apoyo.
Una de las principales redes de apoyo con las que cuenta la persona estudiante es la
institución educativa en la que se encuentra inmersa, ya que tanto su grupo de pares dentro de esta,
como el personal docente y otros agentes pueden ser un soporte importante a la hora de experimentar
una crisis. Refiriéndose al ámbito educativo:
El hecho de que los niños pasen muchísimo tiempo de sus horas de vigilia en la
escolar de apoyo en un papel determinante en la ayuda a los niños para superar las
“Redes de apoyo encontramos aquí muchas, por ejemplo, hay estudiantes que no hacen
afinidad con uno, pero hacen afinidad con un profesor. [...] y ese profesor y ese vínculo
puede ayudarle en ese momento” (Orx1).
240
“Además, tenemos 100% apoyo de parte de la Dirección. Ella, con ojos cerrados, nos
apoya y nos avala en lo que vayamos a hacer [...] entonces es una gran red de apoyo, y a
raíz de eso, obviamente está todo el personal, todo, los papás, todo, los mismos chiquillos,
estudiantes y todo” (Orx2).
“[...] no descuidar la parte académica, porque la idea es que ese muchacho apruebe, vaya
ahí, el éxito escolar siempre tiene que estar ahí, porque no está aquí sólo para recibir
atención psicológica [...] Ese vínculo también se trata de que no deserte, que es lo número
uno. Que lo que está pasando en la casa, aunque sea un infierno, se puede entender, pero
que no deserte, y brindarle y bombardearlo con la parte extrínseca de motivaciones [...]”
(Orx3).
Cabe recalcar que el grupo de pares puede ser un apoyo importante en momentos de crisis,
ya que al encontrarse en la misma etapa de desarrollo y dentro de un mismo contexto a nivel de la
institución educativa, puede existir cierta empatía hacia algunas situaciones similares que se pueden
estar viviendo, y se puede fortalecer ese apoyo mutuo entre la misma población estudiante. No
241
siempre va a ser el caso, puesto que más bien algunas veces el grupo de pares puede ser el causante
de la crisis, por ejemplo, con el bullying. Sin embargo, desde la Orientación se pueden implementar
estrategias para prevenir estas conductas.
Por ejemplo, en el protocolo de actuación del MEP (2016) sobre el bullying, se menciona la
toma de acciones para fomentar la convivencia entre el grupo de pares, donde se precisa que en el
centro educativo se deben aplicar estrategias y acciones concretas para fomentar “una convivencia
de calidad y respeto, fortaleciendo la autoestima y aprendiendo a resolver conflictos de forma
constructiva; es decir, pensando, dialogando y negociando” (p. 7).
Por lo tanto, se procura que la persona estudiante pueda contar con diversas personas tanto
adultas como adolescentes dentro de la institución educativa, desde su grupo de pares hasta personal
docente, administrativo y de mantenimiento, para pedir ayuda o como un apoyo en situaciones
difíciles que puedan generar una crisis. De acuerdo con Slaikeu (2000), lo que se espera no es que
el personal se atribuya la responsabilidad del departamento de Orientación, sino que al tener
constante contacto o comunicación con la persona estudiante, los componentes de PAP puedan servir
de estructura para ayudarles a desarrollarse, con el fin de ayudar a su alumnado con las crisis que
pueda experimentar (p.378).
Se sabe que la persona estudiante pasa mucho tiempo en la institución educativa, la cual
constituye parte del contexto en el cual se desarrolla, y como lo han mencionado las personas
profesionales en Orientación entrevistadas, en algunas ocasiones se crean conexiones con alguna
242
persona docente, o incluso cualquier persona inmersa dentro de dicho contexto. Por ende, se pueden
aprovechar esos lazos de confianza para lograr atender una situación de crisis en la persona
adolescente y brindarle el apoyo que necesita.
Dentro de los protocolos del MEP (2018), también se hace hincapié en la importancia de los
apoyos dentro de la institución educativa en situaciones de crisis con personas estudiantes. Por
ejemplo, en el protocolo de atención a la población estudiantil que presenta lesiones autoinfligidas
y/o en riesgo por tentativa de suicidio donde se indica que:
individual. (p.27)
Por supuesto, la persona profesional en Orientación es una figura de apoyo que va a constituir
uno de los principales soportes para la persona estudiante. Sin embargo, todo el personal de la
institución puede contribuir a conformar una red de apoyo más amplia para las personas estudiantes,
e incluso el grupo de pares como ya se advirtió anteriormente.
243
como por ejemplo las personas docentes y auxiliares, la dirección, y otras personas profesionales de
ayuda, principalmente del Departamento de Educación Especial o Psicología.
Ahora bien, Slaikeu (2000) plantea tres sub-objetivos de la primera ayuda psicológica o PAP,
que son proporcionar apoyo, reducir la mortalidad y proporcionar enlace con recursos de ayuda. Este
último se da en caso de que se hayan agotado los recursos personales u otros para ayudar a resolver
la crisis dada, complementando entonces el proceso con otras redes de apoyo; se trata de identificar
las necesidades críticas e inmediatas para referir a quien sufre la crisis, a alguna otra persona
profesional o institución que pueda atenderle de mejor manera (p.114).
Además, por su parte Hernández y Gutiérrez (2014) mencionan la conexión con apoyos
sociales, en la cual se ayuda a establecer contactos breves o a largo plazo con personas de ayuda
primaria o de otras fuentes, donde los recursos comunitarios de ayuda son incluidos (p.19). Para
ello, se indaga sobre algunos de los principales agentes, organizaciones e instituciones de referencia
que se utilizan por parte de la población participante del presente estudio, para identificar algunas a
las cuales se puede recurrir en caso de una crisis emocional en una persona estudiante.
“Entonces a veces, incluso con la Latina, hacemos convenio, hay estudiantes de psicología
que ayudan o lo hacen gratis. Por ejemplo, la parroquia de Tibás tiene a disposición una
psicóloga totalmente gratis, tratamos de generar algo rápido, una acción rápida, porque
si me espero a la caja muy probablemente puede pasar algo que podamos lamentar”
(Orx1).
“También, a veces uno duda a quién referir: refiero a la CCSS, refiero al Patronato, refiero
al OIJ, refiero al Juzgado, ¿a quién se refiere? Y hasta ellos mismos a veces le dicen “no,
no es aquí, es allá” y de repente te devuelven para acá y para allá; entonces a veces es un
poquito complicado eso. [...]Defensoría de los Habitantes, que buscar el bienestar del
estudiante desde el MEP, qué sé yo, para poder ser atendidos” (Orx2).
“[...] Aquí hay algo que se llama Proyecto Abraham, entonces aprovechamos, está el
Juzgado si queremos presentar una denuncia por violencia o el Tribunal Juvenil, lo
244
aprovechamos; que, bueno el OIJ ya nos conoce, ya que ellos vienen a cada rato; entonces
es un enlace muy bonito para trabajar” (Orx2).
“[...] igual se remite. No es que aquí se le va a dar toda la atención. [...] se decide
dependiendo de la valoración inicial que se dé, si se manda al Ebais, a la clínica o al
hospital” (Orx3).
“Si la situación es un poquito más seria y esa crisis lleva a atentar contra la vida o la
integridad o la vida de los demás, tratamos de contactar con la Caja, el IAFA en caso de
que sea necesario, o el PANI o las instancias judiciales si fuera necesario, o algunas
instituciones públicas o privadas como la UCR, la Católica, la UNIBE, etc., que dan
ese tipo de servicio, el Colegio de Psicólogos” (Orx4).
“Hay psicólogos que atienden desde su parte social entonces tienen cierta cantidad de
atenciones gratis, entonces uno busca esa, hay ciertas asociaciones verdad también que
trabajan ciertos temas entonces uno busca como más cosas privadas porque a veces… di
pero los protocolos dicen hay que mandarlos al Ebais y al PANI. [...] con las asociaciones
o con fundaciones, pero igual siempre se manda al Ebais y las…Pero no son muy eficientes.
El INAMU también a veces las ayuda. [...] Llamar a otras instituciones si es necesario
como por ejemplo la policía, el 911, el Pani, etc.” (Orx5).
Puede inferirse entonces que las anteriores son las instituciones de referencia más comunes
que se utilizan por parte de las personas profesionales en Orientación entrevistadas, para atender
los diferentes tipos de crisis de ser necesario mediante sus recursos: Caja Costarricense de Seguro
Social (CCSS), el Ebais, 911 (línea de emergencias), Instituto sobre Alcoholismo y
Fármacodependencia (IAFA), Patronato Nacional de la Infancia (PANI), Organismo de
Investigación Judicial (OIJ), Instituto Nacional de la Mujer (INAMU), Defensoría de los Habitantes,
Tribunal Juvenil, Juzgado, Colegio de Profesionales en Psicología, Policía Municipal, asociaciones,
fundaciones y universidades que dan atención psicológica (Universidad Latina (ULATINA),
Universidad de Costa Rica (UCR), Universidad de Iberoamérica (UNIBE) y Universidad Católica).
245
particular de cada crisis, el contexto en el que se encuentra la institución, la persona estudiante por
referir y la facilidad de acceso a la instancia y atención necesaria. Sin embargo, las anteriores
entidades constituyen las más importantes a nivel general, en relación con las instituciones que se
tomaron en cuenta para la presente investigación. Es crucial por lo tanto, que cada persona
profesional en Orientación vaya construyendo su propio directorio de instituciones y entidades de
referencia, para tenerlo a mano en caso de que se necesite de forma inmediata cuando tenga que
hacer uso de estos recursos como parte de los PAP.
En los protocolos de actuación del MEP para la atención de crisis, se recalca la importancia
de contar con estas instituciones de referencia, y en cada protocolo se pueden observar las
instituciones a las cuales se puede recurrir en cada caso. Algunos ejemplos de estas, se encuentran
en el protocolo de atención del bullying contra población LGTB (2018), donde se puntualizan las
siguientes: Centro de Investigación y Promoción para América Central en Derechos Humanos
(CIPAC), Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Defensoría de los Habitantes Instituto
Costarricense para la acción, educación e investigación de la masculinidad, pareja y sexualidad
(Instituto WEM), Patronato Nacional de la Infancia (PANI), Ministerio de Educación Pública de
Costa Rica (MEP), 911, e Instituto sobre Alcoholismo y Fármacodependencia (IAFA).
Por otra parte, en el protocolo de atención a la población estudiantil que presenta lesiones
autoinfligidas o en riesgo por tentativa de suicidio (2018), se recomienda la referencia del centro
educativo a psicología de la clínica o EBAIS más cercano. Además, la Caja Costarricense de Seguro
Social (CCSS), 911, Patronato Nacional de la Infancia (PANI), Ministerio de Educación Pública de
Costa Rica (MEP), Fundación Rescatando Vidas (FUNDAREVI) y la Asociación Costarricense de
Estudio y Prevención del Suicidio (ACEPS).
Puede observarse que muchas de estas instituciones fueron mencionadas por las personas
entrevistadas, por lo cual se infiere que son de los principales recursos de ayuda con los cuales se
cuenta para brindar los PAP, y son parte esencial del procedimiento que se realiza para la atención
de crisis. Los anteriores protocolos, en conjunto con los otros seis que ofrece el MEP para intervenir
en situaciones de crisis, constituyen una herramienta importante, no solamente como guía sobre los
pasos por seguir en casos de crisis con personas estudiantes, sino también como un pequeño
246
directorio ya construido por el MEP para facilitar el enlace con estas instituciones de referencia
como parte del proceso de PAP.
Esta información es sumamente valiosa, ya que por ejemplo en una emergencia médica o
como se planteó anteriormente, una situación crítica donde los recursos a lo interno de la institución
educativa y de quienes la componen no sean suficientes, dichas instancias externas están a
disposición de los apoyos y servicios requeridos.
Aun así, es necesario comprender que en muchas ocasiones estas instituciones no cuentan
con la disponibilidad o facilidad de atención a la referencia hecha debido a trámites burocráticos o
saturación de servicios como lo mencionaron algunas de las personas profesionales en Orientación
entrevistadas, por lo que cobra gran importancia nuevamente la capacitación y la actualización
profesional, así como el aprovechamiento de herramientas y habilidades como la resolución de
problemas para no empeorar la situación y en su lugar, encontrar alternativas que faciliten la atención
de la crisis emocional en la persona estudiante y otras complicaciones que se puedan derivar de esta:
“[...] a veces uno duda a quién referir: refiero a la CCSS, refiero al Patronato, refiero al
OIJ, refiero al Juzgado, ¿a quién se refiere? Y hasta ellos mismos a veces le dicen “no, no
es aquí, es allá” y de repente te devuelven para acá y para allá; entonces a veces es un
poquito complicado eso [...]” (Orx2).
“Es difícil porque por ejemplo, uno quisiera que la atención fuera inmediata pero nosotros
hemos referido casos de chiquillos que me dicen “me quiero matar” y le dan… en el Ebais
le dan la cita al mes [...] (Orx5).
Por lo tanto, queda evidenciado que la coordinación con otras instituciones de la comunidad
como recursos de apoyo, es una función importante que corresponde a las personas profesionales en
Orientación en el contexto educativo, como parte de la atención en PAP a las personas estudiantes.
247
Por último, con respecto a la familia como red de apoyo, retomando a Slaikeu (2000), para
considerar un grupo social como una red de apoyo, en caso de que una persona se encuentre en un
estado de crisis, este debe brindar una de las siguientes formas de ayuda: apoyo utilitario (insumos
para satisfacer las necesidades básicas), apoyo emocional, y brindar información y formas de
acercamiento a otras instancias para recibir la ayuda necesaria (p.114).
En las entrevistas y grupos focales llevados a cabo, la red de apoyo que más se menciona en
este sentido es la familia, pero cabe aclarar que aunque se hace referencia a esta, no precisamente
significa que sea una red de apoyo en la mayoría de los casos, porque de acuerdo con las personas
participantes del presente estudio, la familia no siempre constituye una red de apoyo; más bien se
hace énfasis en que muchas veces no se cuenta con el soporte familiar necesario.
“Hay familias súper comprometidas, hay otras que no. Podríamos decir que un 80-85%
siempre responden, agradecen y se preocupan un poquito, en ese sentido. Hay otro
porcentaje que no, que hay a veces que coaccionarlos; que, si no, van al Patronato o
ponemos la denuncia, eso sí hace que respondan de inmediato. [...]Es que es raro, que
llamemos a una familia y que no venga o a un padre de familia y que no venga” (Orx2).
“Obviamente se invita a la familia porque creemos que la familia es como la principal red
de apoyo que va a tener la persona estudiante” (Orx4).
Sin embargo, en otros casos, la familia no se hace presente en la vida de la persona estudiante.
O más bien, en lugar de ser un factor de protección, se torna en un factor de riesgo, como se menciona
en los siguientes comentarios:
“Porque puede ser que esté bien emocionalmente pero académicamente van mal, o
académicamente están bien, pero en la familia están mal, o con la familia están bien pero
físicamente no, entonces sí se hace esa parte de seguimiento. Y, generalmente, en esa parte
de Orientación es esto, el conversar, el desahogarse verdad, muchos de ellos no se lo
cuentan al papá, no tienen esa red de apoyo en quién confiar” (Orx1).
248
“Influyen en las crisis emocionales que presentan los estudiantes, en la intervención no
tanto ya que uno le da seguimiento en el colegio. El problema se da cuando se refieren a
otras instituciones y no van ya que ese apoyo de la familia no se hace presente” (Orx5).
“Los papás lejos de convertirse, perdón, en un factor protector, son un factor de riesgo.
Entonces todos lo que ellos acaban de decir; ausentes, no vienen, o vienen el 0.0001 de los
papás, y sobre-permisivos con los estudiantes; no saben dónde están, a qué hora salen,
ellos no son los que tienen los límites dentro de la casa, es una cosa. Y es muy desgastante”
(Orx10 - EGF2).
“El problema es que los padres tienen poco manejo de límites verdad, entonces también
están esperando que aquí les vengamos a resolver lo que no pueden hacer en casa.
[...]Muchas veces negligencia y ausencia en el hogar verdad, porque muchos muchachos
que inclusive están casi que, en abandono, muchas veces haciéndose cargo de sus
hermanos más pequeños verdad, la mamá o el papá andan de un lado para otro, no los
quieren tener, entonces eso también forma parte de las complicaciones de los papás. Son
en realidad poquitos los que más bien ayudan en los procesos” (Orx13 - EGF2).
Con respecto a lo anterior, incluso en casos extremos, algunas de las personas participantes
de este estudio expresan que hasta que no haya una amenaza de contactar con el PANI, la familia o
personas encargadas no se involucran, como en los siguientes ejemplos:
“Hay familias súper comprometidas, hay otras que no. Podríamos decir que un 80-85%
siempre responden, agradecen y se preocupan un poquito, en ese sentido. Hay otro
porcentaje que no, que hay a veces que coaccionarlos; que, si no, van al Patronato o
ponemos la denuncia, eso sí hace que respondan de inmediato” (Orx2).
“Es que yo siento que los papas... bueno, para mí no hay apoyo, cuesta mucho. Es más, hay
madres que hacen el rol de papá y mamá, y trabajan todo el día, de sol a sol, entonces si se
citan tienen que solicitar el permiso con anticipación porque no pueden venir de inmediato.
Otros hay que decirles…tengo que llamar al Patronato para que puedan venir porque no
vienen hasta que uno los asusta. Y este… diay, pues acercarlos. Es más, tenemos una Escuela
para Padres cada mes y no asisten…” (Orx12 - EGF2).
249
Queda evidenciado entonces que la familia algunas veces es una red de apoyo, pero otras
veces no se involucra en las crisis que puedan presentar las personas estudiantes, por diversas
razones. Por ello es importante que la persona profesional en Orientación y la institución en general
fomenten la participación de las familias en la medida de lo posible, en actividades que les generen
ese sentido de pertenencia a la comunidad educativa, para que así tengan un mayor compromiso en
el proceso educativo y desarrollo psicosocial, emocional y cognitivo de las personas estudiantes.
La familia puede jugar un rol crucial en el progreso de la persona que sufre la crisis y puede
ser la principal fuente de información para la persona profesional en Orientación en relación con
dicho progreso. Por medio de la familia se podrían notar y registrar los cambios y mejoras en el
seguimiento; por lo que es importante el trabajo en conjunto con el Departamento de Orientación.
Además, la familia puede llegar a ser una fuente importante de apoyo, lo cual en muchos
casos sí sucede, debido a que el soporte familiar viene a brindar un acompañamiento que puede
250
ayudar a promover el bienestar emocional de la persona que sufre la crisis por medio de la escucha,
palabras de ánimo, muestra de interés, entre otras formas. Además, puede proporcionar recursos
materiales y económicos en caso de ser necesario.
Cabe aclarar que además de la familia, puede haber otras redes de apoyo como grupos de
pares o amistades fuera de la institución educativa, en cursos, deportes u otras actividades recreativas
(por ejemplo grupos de scouts), otras personas adultas que se encuentren fuera del grupo familiar o
del centro educativo, integrantes de la comunidad, u otras. Sin embargo, se le da énfasis a la familia,
debido a que fue la red de apoyo que más se mencionó en las entrevistas y grupos focales, además
de los apoyos institucionales que se desarrollaron anteriormente, y en los cuales se incluye el grupo
de pares, entendiéndose como las otras personas estudiantes integrantes de la comunidad educativa.
Por último, es indispensable tener claro que para las personas que atraviesan por un proceso
de crisis, es de suma importancia el poder crear vínculos positivos con sus redes de apoyo, debido a
la trascendencia que dicha relación puede tener para mitigar el impacto de lo sucedido con la crisis.
Lo cual, resulta en todos los desencadenantes que el contexto puede traer a colación, por lo que se
analizará seguidamente.
Influencia del contexto en las crisis emocionales. Al hacer referencia a la influencia del
contexto en el que se desenvuelve cada estudiante, es necesario comprender que la experiencia de
las crisis varía totalmente de persona a persona, su historia de vida y su vivencia en el medio
inmediato donde se desarrolla, lo que genera diversas formas de hacer frente a las experiencias o
situaciones de crisis emocionales. En otras palabras, se refiere al comportamiento de la persona
adolescente en un contexto social y la influencia de este último, ante situaciones de crisis
emocionales.
Ante esto, se puede hacer énfasis en la Teoría de la Crisis en Contexto (TCC) Myer y Moore
(citados en Rendón y Agudelo, 2011, p.223), quienes plantean dicha propuesta como una perspectiva
ecológica para comprender la situación y el impacto de la crisis de forma global sin dejar de lado a
la persona. Esta perspectiva, propone que las crisis y sus efectos suponen una interacción entre la
persona, el sistema, la comunidad y participantes.
251
Debido a lo propuesto en la premisa anterior, se toma en cuenta que la comprensión del
impacto del suceso precipitante de una crisis debe tomar en cuenta la reciprocidad en el efecto que
se genera entre las personas y los contextos afectados. Este efecto conlleva una serie de interacciones
entre las relaciones primarias (directas) y secundarias (mediadas por algún elemento), y el grado de
cambio (interrupción en el funcionamiento) que se disparó por lo sucedido.
Entonces, si la relación entre las personas y su contexto son de soporte, el impacto puede ser
reducido; comprendiendo que los recursos sociales hacen referencia a las personas presentes en el
contexto social inmediato, en el momento precipitante de la crisis, como la familia, las amistades,
compañeras y compañeros, entre otras. Si esa relación más bien es obstruyente, el impacto aumenta.
“por lo menos aquí en Hatillo, en este contexto, el familiar es como el más importante, pero
si la mayoría de crisis vienen desencadenadas por la familia, obviamente también lo social,
la comunidad es muy difícil [...]” (Orx4).
“[...] Pero las crisis sí se han diversificado y yo al menos lo atribuyo mucho a esto, que está
totalmente sin fronteras, 24/7 no hay censura, no hay acompañamiento, responsabilidad
parental, chiquillos que conocen un domingo en la madrugada a alguien de 50 años que ya
ni tiene que disfrazar que es de 50 años, de una vez manda una foto que aquí que allá”
(Orx3).
Y por último mencionan que dentro de la población: “también tenemos como le digo, mucho
abuso, mucho abandono, tenemos mucha violencia familiar también [...]” (Orx1).
252
A partir de lo anterior, se logra identificar de acuerdo con lo señalado por las personas que
participaron del estudio que el contexto sí tiene una gran influencia en el desarrollo de las crisis
emocionales en las personas adolescentes y que muchos de los factores que se consideran
normalmente de protección, pueden terminar también siendo factores de riesgo, que impactan
directamente a la persona estudiante.
Para ello, retomando los aportes de Slaikeu (2000), dentro de las formas de ayuda que debe
brindar un grupo social para ser considerado como una red de apoyo está el apoyo emocional, lo que
implica comunicar a la persona que se encuentra en estado de crisis que es amada, comprendida,
protegida y valorada (p.114).
Por lo tanto, se puede identificar en esta investigación que a partir de lo expresado por las
personas profesionales en Orientación consultadas, la familia no es considerada como una red de
apoyo, pues en lugar de transmitirle a la persona adolescente serenidad, acompañamiento,
comprensión y validación, más bien genera sentimientos de culpa y decepción al ver que la persona
no está alcanzando las expectativas de éxito deseadas por parte de su familia o por los patrones que
observan en casa que no necesariamente son positivos, como por ejemplo la violencia. Sin embargo,
es de su contexto inmediato donde ha aprehendido, y por lo tanto es lo que reproduce en otros
contextos.
253
En relación con lo anterior, hay varias respuestas por parte de la población consultada que
respaldan lo mencionado. Por ejemplo:
“[...] generalmente las crisis se dan por situaciones ajenas a la institución, por ejemplo,
mucho pasa por la parte familiar, como le digo separaciones, ese sentimiento de culpa,
también mucho va en el sentido de que el padre de familia tiene muchas expectativas del
estudiante verdad y a veces el estudiante no la cumple y caen tal vez en negación” (Orx1).
También se menciona:
“La cultura de aquí del entorno sí tiene mucho que ver... hay drogas alrededor, hay cierta
violencia, hay la costumbre por lo menos de las chicas de “me siento resguardada por un
hombre”, por alguien que de repente puede matonear un poquito o lo que sea, entonces hay
ciertas situaciones. [...]” (Orx2).
Y por último: “[...] una crisis personal que puede ser familiar, académico, identidad, sentido
de vida, hay miles de cosas personales; y una crisis para resolver las cosas es porque la
cultura está acostumbrada a resolverlo con golpes, a pesar de que en la institución no se da
tanto [...]” (Orx2).
Se observa según lo expuesto, que las personas adolescentes de los centros educativos
consultados están expuestas a un contexto que incluye violencia, drogas, abandono familiar, entre
otras problemáticas, ya que las zonas son urbano marginales y se exponen a muchos factores de
riesgo. En la Política Nacional de Salud Mental 2012-2021, dictada por el Ministerio de Salud
(2012), se pueden encontrar en la dimensión física y mental de la persona, los cuales se pueden ver
afectados por factores ambientales o aspectos externos, que corresponden a los factores sociales,
económicos y culturales, como la violencia, los ingresos económicos bajos, las prácticas sexuales
de riesgo, entre otras.
254
lo son las drogas, la violencia, las comunidades de riesgo, la falta de acompañamiento y la
responsabilidad parental.
Es así, que al conocer la realidad del contexto del estudiantado con el que se trabaja, se torna
necesario visualizar y tener claras las redes de apoyo con las que se puede contar. Ante dicho
escenario, se puede hacer referencia a otra de las premisas del TCC sostenida por Myer y Moore
(citados en Rendón y Agudelo, 2011, p. 223) donde se menciona que el impacto de la crisis en las
personas y en los sistemas concatenados depende de la proximidad física y del significado que se le
atribuye al suceso precipitante.
Entonces se debe tener en cuenta, que la familia es el primer contacto directo de la persona.
Al sentir que no se están alcanzando ni cumpliendo las expectativas la persona adolescente entra en
crisis, porque en lugar de sentir apoyo o que puede lograrlo, más bien siente frustración, e incluso
puede sentir que no es suficiente, como lo menciona Orx1 cuando dice que:
“[...] también mucho va en el sentido de que el padre de familia tiene muchas expectativas
del estudiante verdad y a veces el estudiante no la cumple y caen tal vez en negación (Orx1).
Se plantea que algunos sucesos son universalmente devastadores, mientras otros no son de
una proporción digna para generar una crisis, pero que deben ser considerados como tal en el
contexto del desarrollo total de la persona que la vive; “[…] necesita observarse tanto el suceso
externo como lo que este significa para la persona en el entorno de la historia de su desarrollo”
(Slaikeu, 2000, p.17).
Por esas razones, es de gran importancia conocer no sólo a la persona y su contexto inmediato
sino también el significado que tiene ese entorno para la persona en crisis y cómo puede influir, lo
que apoyaría mucho más en la aplicación de los PAP y en la contención en el momento de crisis.
Ante este escenario, y tomando en cuenta las formas de enfrentar las crisis, como la
influencia del contexto en el que se desarrollan, surge la importancia de que las personas tengan
claridad de los recursos tanto internos como externos con los que cuentan. Siendo posible inferir,
255
ante lo que se menciona en las frases de las personas entrevistadas, el papel de la Orientación y su
importancia desde su posibilidad de ser un servicio de prevención y promoción de procesos de
atención y enlace con redes de apoyo.
En la intervención ante una crisis, se plantean tres niveles de prevención para atenderla;
primaria, secundaria y terciaria; y según el objetivo que se persigue, así será el procedimiento o la
estrategia a utilizar (Slaikeu, 2000, p.12). La presente investigación se basa esencialmente en la
prevención secundaria, que incluye los PAP y la intervención posterior de segunda instancia
(Slaikeu, 2000, p.110). Sin embargo, esta intervención de segundo orden, a pesar de su importancia,
no forma parte de este estudio en particular, por lo que no se profundiza en ella dentro de la presente
investigación.
Por otra parte, los PAP se toman como el foco de este estudio, los cuales se entienden como
una intervención de primer orden, es decir, una primera ayuda psicológica inmediata, la cual al
momento de darse la crisis puede tomar desde algunos minutos hasta horas, dependiendo de la
gravedad de la situación (Slaikeu, 2000, p.110). Según Álvarez (2018) los PAP están recomendados
desde inmediatamente después del impacto, hasta aproximadamente setenta y dos horas después.
Para aplicar los PAP, se entiende como estrategia de intervención en crisis, los cinco pasos
o componentes del modelo de Slaikeu (2000). Cada uno tiene un objetivo y señala cuál debe ser el
comportamiento de la persona que interviene. Se establecen tres metas y una evaluación del perfil
CASIC de la persona en situación de crisis emocional. Para ello, se genera esta categoría, en la cual
se analiza lo referente al procedimiento para aplicar los PAP, de acuerdo con las acciones que se
llevan a cabo por parte de las personas profesionales en Orientación participantes de la presente
investigación.
4.2.1. Procedimiento para aplicar los PAP: Componentes del modelo de Slaikeu.
Dentro de las estrategias contamos con la intervención en crisis de primera instancia (Monge,
2016, p.84). Según el modelo de Slaikeu (2000, p.115), existen cinco componentes para aplicar los
PAP. Estos, constituyen una guía para realizar todo el proceso e incluyen diversas estrategias y
256
técnicas que se pueden utilizar en una situación de crisis. Por lo tanto, a continuación, se analiza este
proceso tanto desde el referente teórico como desde la práctica, por parte de las personas
profesionales en Orientación participantes de este estudio, con el fin de explorar el procedimiento
que realizan para atender crisis y brindar los PAP.
Este es un componente indispensable para que se lleven a cabo los PAP, ya que es el que
permite identificar la crisis y tomar acción inmediata. Con respecto a este primer contacto
psicológico, se mencionan los siguientes comentarios de las personas profesionales en Orientación
entrevistadas:
“[…] Primero se trata de dar esos primeros auxilios verdad, a nivel emocional […]”
(Orx1).
“Ahora bien, está el otro tipo de situaciones donde más bien se lo traen a uno. Y ahí uno
tiene que manejarlo un poco diferente, ya no es tan transparente el asunto, ya uno tiene
que utilizar otro tipo de preguntas reflejo y un montón de técnicas ahí, porque sí ya hay
como que sacárselo con cuchara. Pero cuando es el estudiante que viene a uno, es mucho
más fácil porque ya hay más fluidez” (Orx3).
“Hay tres formas, una es cuando ellos o ellas mismas llegan, y generalmente vienen por
una situación X por ejemplo […] La segunda es, cuando uno los ve ahí afuera que están
llorando, se ven ansiosos, nerviosos […] La tercera es cuando hay una tercera persona
que la refiere” (Orx4).
“Hay chiquillos que vienen en crisis muy evidente, que son los que vienen y lloran “profe
ocupo hablar con usted” o llegan al aula y lloran y lloran y lloran” (Orx5).
A partir de lo expresado por las personas profesionales en Orientación, se destaca que esta
primera intervención se dirige hacia una apertura de la persona adolescente para expresarse acerca
de lo sucedido. La persona profesional trata de lograr la empatía, describe y brinda información
257
referente a pensamientos, emociones y sentimientos de la persona afectada por la crisis en el
momento de lo sucedido, ya sea por referencia de una tercera persona, el acercamiento de la persona
profesional en Orientación al detectar algún cambio en su comportamiento, o por iniciativa propia
de la persona estudiante para solicitar ayuda.
Asimismo, la contención emocional cobra gran significado en esta etapa, ya que cuando la
crisis se suscita y la persona adolescente acude o es intervenida por la persona profesional en
Orientación, en muchas ocasiones el manejo y expresión de emociones se ve nublado u
obstaculizado por el impacto del suceso. Por lo tanto, quien le atiende debe ser capaz de facilitar
esta interacción para comprender con la mayor plenitud posible el acontecimiento que llevó al estado
de crisis y cómo se expresa la persona adolescente.
Para poder ejecutar este primer contacto psicológico de forma eficaz, se necesitan ciertas
habilidades como la escucha activa, invitar a la persona a hablar, demostrar interés, poner atención
en cómo la persona visualiza la situación, empatía (tratar de entender la situación desde el punto de
vista de la otra persona), hacer devoluciones reflexivas para que la persona sepa que está siendo
escuchada (reflejar hechos y sentimientos), observar las conductas y reacciones, proporcionar
control de calma, entre otras (Slaikeu, 2000, p.115).
De acuerdo con las personas orientadoras entrevistadas, podría decirse que estas habilidades
se aplican de forma constante, ya que son parte de la formación inicial o universitaria y, de las
características que por lo general tiene una persona profesional en Orientación. Parte de su labor es
precisamente la escucha activa y empatía para poder brindar la atención. Según Monge (2016, p.82)
“de no lograrse la empatía, se pierde toda posibilidad de efectuar una adecuada atención si la persona
interventora no se siente confiada en lo que se hace”. Entonces la persona adolescente no se
encuentra cómoda con la expresión de emociones y sentimientos. A continuación, se citan algunos
ejemplos de ello, tomados de las entrevistas individuales:
“Los PAP vienen siendo esa intervención psicológica en una situación de crisis, en la cual
acompañamos y guiamos a la persona para afrontar esa crisis en ese momento específico
desde la parte emocional, para poder estabilizar a la persona en esa situación de crisis en
el momento que está pasando. El primer paso como profesionales es transmitir esa
tranquilidad, esa seguridad, que la persona vea en nosotros un acompañamiento, alguien
258
seguro en quien puede confiar. Me parece importante que, en ese momento de auxilio
psicológico, la persona pueda tranquilizarse estabilizarse para que posteriormente pueda
expresarse de la situación que le generó esa crisis. Más que todo nosotros, tener una
actitud de escucha, de empatía y no dejar sola a la persona, sino que ella sienta que somos
ese acompañamiento que nosotros nos estamos interesando y que nosotros queremos
ayudarle” (Orx1).
“La idea es primero tranquilizar a la persona, para que después pues le explique qué es lo
que está sucediendo y uno desde esa empatía tratar de ver cómo se le interviene y tratar
de darle seguimiento” (Orx2).
“Hablar con la persona para intervenir la situación y tratar de calmar lo que sucede, y a
los involucrados […]” (Orx5).
259
Se deduce que la primera tarea llevada a cabo por las personas orientadoras, consiste en
escuchar como la persona adolescente que se encuentra en crisis emocional, visualiza la situación,
se comunica, entre otros. Se busca de esta manera, que se sienta comprendida, aceptada y apoyada.
El segundo componente, según Slaikeu (2000, p.118), consiste en examinar las dimensiones
del problema. Para ello, se debe identificar primeramente el evento de crisis o suceso precipitante;
y seguidamente, determinar el funcionamiento o perfil CASIC (conductual, afectivo, somático,
interpersonal y cognitivo) que presenta la persona. Se evalúan las fortalezas y debilidades. Y si hay
cualquier indicio de daño físico, se realiza una estimación de la mortalidad. El objetivo es priorizar
las necesidades de la persona, jerarquizándolas en las que deben tratarse de inmediato y las que se
pueden posponer. En relación con este segundo componente, las personas profesionales en
Orientación entrevistadas expresan lo siguiente.
“Primero uno habla con ellos, verdad, para identificar, para ver qué es lo que le está
pasando, qué es lo que les está provocando esa angustia. […] por qué es una crisis
emocional porque en algo le está afectando verdad, en su vida cotidiana […]” (Orx5).
“[…] algunas personas se dan cuenta que están solas, no tienen ningún acompañamiento,
alguien con quien hablar, etc., y es donde viene una crisis donde hay un desequilibrio total
de la parte cognitiva, emocional y demás, entonces varía mucho” (Orx1).
“[…] mucho pasa por ideas irracionales que tienen verdad, entonces cómo enfrentar eso
con un enfoque cognitivo” (Orx1).
“No es que el CASIC no lo utilizamos del todo porque hay elementos que uno toma, verdad,
generalmente cuando se trabaja individual es lo que más se trabaja, los pensamientos, las
260
conductas, que ellos mismos se evalúen, siempre al final de las sesiones hacemos que ellos
mismos se evalúen” (Orx4).
“También puede ser cambios de conducta con los compañeros, miedo, ansiedad porque
generalmente lleva situaciones que son desconocidas para la persona o le hacen enfrentarse
a algo que no conocían” (Orx4).
“[…] uno va… trabajando verdad, proyecto de vida, “por qué te querés matar”, “veamos
todo lo positivo que vos tenés, cosas tenés a proyecto de futuro”, “qué vas a hacer para
conseguir esto”, y uno empieza todas las cosas positivas “y les va quitando como esas ideas
irracionales de manera preventiva, ¿verdad?” (Orx5).
Por lo tanto, se puede señalar que la función de las personas profesionales en Orientación es
la de investigar si el riesgo de la mortalidad es bajo y si la persona es capaz de actuar en su propio
beneficio, o si por el contrario, es alto y la persona puede atentar contra su vida.
Por otra parte, Orx4 hace referencia a los cambios de conducta o en la relación con el grupo
de pares que puede presentar la persona estudiante, lo cual permite explorar el área de relaciones
interpersonales, que constituye un elemento fundamental de la valoración CASIC dentro de este
componente del modelo de Slaikeu (2000, p.34).
261
Se considera conveniente que las personas profesionales en Orientación presten también
atención al área somática, puesto que los síntomas físicos son esenciales de observar para
determinar, por ejemplo, si la persona necesita algún tipo de atención médica o algún ejercicio de
respiración para tranquilizarse.
Por lo que el hecho de saber detectar una necesidad inmediata puede hacer la diferencia al
aplicar los PAP, ya que dependiendo del estado CASIC de la persona, es fundamental responder
primeramente a lo que conlleve un carácter de urgencia como, por ejemplo, ciertos síntomas físicos
o un desequilibrio emocional muy severo.
El tercer componente consiste en explorar las posibles soluciones, lo que implica identificar
un rango de éstas, que respondan a las necesidades inmediatas y posteriores, identificadas
previamente. Se indaga sobre lo que ya se ha intentado, y luego se procura proponer alternativas en
conjunto.
En la mayoría de los casos, se puede lograr un acuerdo entre quien sufre la crisis y quien
brinda la ayuda. Se pueden explorar los pros y contras, categorizando las necesidades para tomar las
decisiones más adecuadas. Y siempre se debe fomentar que la persona haga todo lo que pueda por
sí misma (Slaikeu, 2000, p.120). En relación con este componente, se citan las siguientes frases
etnográficas:
262
“por ejemplo y uno hace el razonamiento socrático” (Orx4).
“[…] uno va… trabajando verdad, proyecto de vida, “por qué te querés matar”, “veamos
todo lo positivo que vos tenés, cosas tenés a proyecto de futuro”, “qué vas a hacer para
conseguir esto”, y uno empieza todas las cosas positivas y les va quitando como esas ideas
irracionales de manera preventiva, ¿verdad?” (Orx5).
Esto se torna relevante, puesto que esta etapa no se trata de que quien brinda la atención le
solucione el problema o la crisis a quien la experimenta, sino más bien, se trata de alentar la lluvia
de ideas en la persona para que le pueda hacer frente a la situación por sí misma en la medida de lo
posible. En este momento, la labor de la persona profesional en Orientación, consiste precisamente
en reconocer una o más soluciones para las necesidades inmediatas y posteriores para continuar con
el siguiente paso. Es decir, la toma de acciones concretas.
263
Al respecto, retomando lo expresado por Orx5 expresa lo siguiente:
“[…] por qué te querés matar”, “veamos todo lo positivo que vos tenés, cosas tenés a
proyecto de futuro”, “qué vas a hacer para conseguir esto”, y uno empieza todas las cosas
positivas y les va quitando como esas ideas irracionales de manera preventiva, ¿verdad?”
(Orx5).
Se rescata este comentario, puesto que al decir: “qué vas a hacer para conseguir esto”, se
plantea una pregunta para tomar acción, es decir, dar un paso a la vez. Este tipo de cuestionamientos
son técnicas esenciales al aplicar los PAP, debido a que se trata de que la persona se enfoque no en
la situación de crisis, sino en acciones específicas que le pueden ayudar a sobreponerse a esta. Por
lo tanto, un hallazgo reflejado en esta respuesta, es que la persona profesional en Orientación se
preocupa por ayudar a ejecutar alguna acción concreta para satisfacer la necesidad urgente y manejar
la crisis.
De esta manera, se interpreta que los elementos de acción van a darse desde la escucha activa
en el primer contacto psicológico hasta la exploración de las dimensiones de la situación y toma de
acciones específicas en conjunto con la persona afectada por el suceso de crisis.
264
Cabe recalcar la diferencia entre seguimiento y la referencia a alguna institución o
profesional. Cuando se refiere el caso intervenido, puede que el proceso de PAP finalice allí, ya que
se deja a la persona en crisis en manos de otros apoyos especializados. Esto puede suceder cuando
la persona que aplicó los PAP no tiene ninguna experiencia en esta área y simplemente dio la
contingencia inmediata. Sin embargo, el seguimiento es mucho más complejo, ya que implica un
mayor involucramiento en el proceso para asegurarse de que se le está atendiendo de forma adecuada
a la persona que experimentó la crisis, y de que hay un progreso (o incluso verificar si no lo hay,
para tomar otras acciones).
A continuación, se presentan algunos ejemplos del seguimiento que se hace en los diferentes
departamentos de Orientación, según las entrevistas individuales realizadas:
“[…] Seguimiento en el sentido de que haya ido a psicología, se le dan sesiones aparte a
ver cómo sigue él […]” (Orx1).
265
se hace por citas de Orientación, dependiendo de la situación […] ¿Qué es lo que se busca
con el seguimiento? como le decía que el padre de familia tenga sus responsabilidades, con
la familia se trabaja esa parte con sesiones aparte, al estudiante se le da seguimiento
emocional y se evalúa también su integralidad” (Orx1).
“Bueno, fundamental la familia, para poder dar un seguimiento del estudiante desde ya una
visión externa. Los docentes también tienen un papel importante en todo este proceso,
porque al final uno está observando también mucho al estudiante” (Orx2).
“Igual, en la intervención en crisis en ese momento, tiene que haber un seguimiento (…)
porque si no es contención, una cosa es diferente contención y otra cosa ya es el proceso.
[…] Ahora, también yo decido a criterio del caso que le pego una llamadita al psicólogo del
Ebais, o al doctor o mando un correo pidiendo información a ver si me lo envían a mí, un
correito, se imprime y lo anexo al caso. Y para ese caso se abre un expediente […]” (Orx3).
“[…] igual si al muchacho o la muchacha uno le ve por ahí uno le pregunta ¿cómo te has
sentido?, ¿cómo has estado?, a veces se le saca cita, incluso a los papás a ver si ha tenido
cambios positivos, si sigue con la misma actitud […]” (Orx4).
“Entonces yo le digo “ok nos vimos hoy, está pasando esto, yo te voy a mandar a tal y tal
lado, pero vamos a vernos los miércoles que tiene libre” y entonces ahí hablamos. […] A
veces nos traen los comprobantes que les dan en el IAFA o en los lugares donde los ven, o
también ellos me dicen “profe, es que el psicólogo del Ebais me dijo tal y tal cosa”, entonces
como lo podemos hacer aquí en el cole o “en el IAFA me dijeron esto y esto y esto”, entonces
uno les da como citas digamos” (Orx5).
Puede observarse entonces, que en esta etapa de seguimiento lo que se busca por parte de las
personas entrevistadas, es que la persona que ha experimentado la crisis reciba atención posterior al
suceso precipitante, se verifique su progreso, las acciones que se han tomado, la eficacia de los
servicios que ha recibido por parte de otras instancias o especialistas. Incluso se toman en cuenta
otros elementos fundamentales en los comentarios anteriores como la familia, relaciones sociales,
conductas, actitudes y comportamientos, indagar sobre los sentimientos emergentes, entre otros.
266
Orx1, Orx2 y Orx4 incluso enfatizan en que el seguimiento no se trabaja solamente con la
persona estudiante, sino también con la familia o personas encargadas, ya que constituyen una fuente
valiosa de información sobre el progreso que se ha logrado hasta el momento.
Gran parte de este seguimiento, también consiste en mantener el contacto con otras
instituciones y profesionales para corroborar la atención que se le está dando a la persona estudiante,
como lo mencionan Orx1, Orx3 y Orx5. Sin embargo, por ejemplo, Orx2, Orx4 y Orx5 también
indican en los siguientes comentarios, que muchas veces la referencia no es tan eficaz, ya que no
existe una disponibilidad inmediata para atender la crisis en el momento que sucede.
“Mirá, cuando existe una crisis uno deseara que todos los entes que están alrededor a los
que uno tiene que, según el protocolo, trabajar, guiar o referir, no es lo que… Regularmente
te dicen en un asesoramiento que vos tenés que referir ya y que la atención tiene que ser
ya… En la mayoría de ocasiones que hemos referido, definitivamente… Días, meses pueden
pasar para una atención. Claro, ellos también están saturados, no es que es porque no
quieren, pero uno deseara que fuera una atención más pronta porque entre más rápido se
logre trabajar la situación que se está dando, más rápido puede seguir y hasta no agravar.
Sin embargo, no ha sido tan bueno, por el momento, lo de las referencias” (Orx2).
“[…] la gente cuando entra en crisis y uno lo refiere, a veces dependiendo del profesional,
hay profesionales que los atienden bien y les dan un buen seguimiento y otros pues no tanto”
(Orx4).
“Es difícil porque, por ejemplo, uno quisiera que la atención fuera inmediata, pero nosotros
hemos referido casos de chiquillos que me dicen “me quiero matar” y le dan… en el Ebais
le dan la cita al mes. Entonces le manda Clonazepam mientras tanto para que esté calmado
y uno “o sea, ¿qué? En un mes se mata” verdad, por ejemplo” (Orx5).
267
El seguimiento al ser parte de los componentes de PAP, lo puede realizar cualquier persona
entrenada, puesto que según Slaikeu (2000, p.127), cualquier persona puede aplicar los PAP, ya que
la intervención en crisis de primer orden la pueden y deben brindar quienes observen la necesidad,
en el momento inmediato y en el lugar que se origina la situación. Sin embargo, se hace énfasis en
que este seguimiento es parte importante de la labor de la persona profesional en Orientación, ya
que por la naturaleza de su formación y funciones correspondientes propias de la disciplina, es su
deber proporcionar ese acompañamiento.
Por otra parte, cabe mencionar que la diferencia entre la disciplina de Orientación y cualquier
otra persona que pueda brindar los PAP, está en que se puede dar la atención durante todo el proceso;
la Orientación puede desarrollarse a manera de prevención, contención, intervención y seguimiento.
Como se aclaró anteriormente, tan solo la prevención terciaria le corresponde a otro tipo de
profesionales, de acuerdo con lo planteado por Slaikeu (2000, p.12).
De todo lo anterior, en relación con los componentes de los PAP, según el modelo de Slaikeu
(2000), se interpreta que las personas profesionales en Orientación entrevistadas, logran extraer
información y establecer un procedimiento que permite ir verificando el progreso de la persona
adolescente. Esto con el objetivo de determinar si se lograron o no las metas de los PAP, que serían
el apoyo, la reducción de la mortalidad y el enlace con las redes de apoyo.
Como ha quedado reflejado, se puede decir, que las acciones por parte de las personas
profesionales en Orientación consisten en identificar la situación, obtener información, examinar las
posibles soluciones para la atención de la crisis, tomar acciones específicas y coordinar el debido
seguimiento.
Esto puede deberse a la urgencia de atender la crisis de la forma más inmediata. No obstante,
a pesar de no haber sido mencionados por tres de las personas orientadoras, pareciera estar de manera
268
implícita en el procedimiento utilizado. Es posible, que se tienda a realizar un proceso más rápido o
corto, sin tanta exploración, pasando directamente a tomar acciones concretas, las cuales sí se llevan
a cabo, según lo expresado por quienes participaron en la presente investigación.
En relación con lo anterior, el modelo de Slaikeu (2000), según las personas entrevistadas,
no se sigue al pie de la letra, ya que como lo asegura, por ejemplo, Orx2, no se realiza de forma tan
estructurada:
“Desde la experiencia. Es que en la U te hablan todo muy bonito desde la parte teórica,
pero la realidad de acá... son completamente diferentes la realidad laboral a todo lo que te
hablan en la U, al menos así ha sido mi experiencia. O sea, como que yo te diga yo sigo tal
modelo, no” (Orx2).
También, cabe aclarar, que, según la situación o caso, la persona profesional en Orientación
asumirá un papel más facilitador o directivo. Este último, solamente en caso de ser necesario. “Los
PAP no son una forma de intervención estructural, pero sí es imprescindible que se lleven a cabo
con calidad y esmero” (Martínez y Muñoz, 2009, pp.13-14).
útiles para el abordaje adecuado durante una situación difícil de una persona o
2016, p.84)
269
Sin embargo, no puede negarse que los aspectos expresados por las personas participantes
de este estudio, al referirse a las acciones que se toman para brindar los PAP, coinciden de forma
significativa con el modelo de Slaikeu (2000). Por lo tanto, el procedimiento que se realiza para
aplicar los PAP en situaciones de crisis, por parte de las personas profesionales en Orientación
entrevistadas, está íntimamente relacionado con lo propuesto por este autor.
Por último, otro hallazgo importante de este proceso de análisis, es que se puede evidenciar
que las personas orientadoras entrevistadas, logran cumplir con las metas de los PAP, que son:
proporcionar apoyo emocional, reducir la mortalidad y enlazar con fuentes de asistencia.
4.2.2. Técnicas de intervención al aplicar los PAP, señaladas como las más relevantes.
En este apartado se retoman y analizan las técnicas de intervención más relevantes, aplicadas
al momento de brindar los PAP por las personas profesionales en Orientación entrevistadas. Para
ello, se toma a Slaikeu (2000) y, lo planteado por Hernández y Gutiérrez (2014), quienes dividen las
etapas de los PAP de forma muy similar al modelo de Slaikeu, y también proponen algunas técnicas
en cada una de ellas, para brindar la intervención en situaciones de crisis emocionales.
En términos generales, se encontró que las personas orientadoras afirman que emplean
técnicas tales como las preguntas exploratorias, preguntas reflejo, escucha activa, generación de
rapport, recurrir a las redes de apoyo como personal docente, familiares y grupos de pares, manejo
de lenguaje no verbal como los gestos que se hacen, tratar de no juzgar, fomentar la calma y
tranquilizar a la persona en crisis, permitir la expresión, el llanto y el desahogo, facilitar el
empoderamiento y la gestión de emociones. Estos son algunos de los ejemplos citados por las
personas orientadoras:
270
“En primera instancia es ver qué pasó, abrirle el espacio, que no sienta que hay una presión
verdad, sino más bien hacer ese insight, ¿qué te pasó? contame… estamos para ayudarte,
ganarse como la confianza verdad del estudiante” (Orx1).
“[…] Regularmente trabajamos más abierto, al menos yo sí lo trabajo más abierto, con
preguntas espontáneas para poder ir entendiendo la situación y para ir bajando; una vez
que el estudiante está en crisis lo principal acá es que baje la situación para poder entender
cómo puedo trabajar a partir de la situación que tengo” (Orx2).
“Creo que algo también que se ha hecho y yo sé que la otra compañera también lo hace
mucho es la alianza con los profesores. Para nosotros es súper importante, son los que más
los ven y algunos tienen mucha confianza, entonces es un apoyo […]” (Orx2).
“Ahora bien, está el otro tipo de situaciones donde más bien se lo traen a uno. Y ahí uno
tiene que manejarlo un poco diferente, ya no es tan transparente el asunto, ya uno tiene que
utilizar otro tipo de preguntas reflejo y un montón de técnicas ahí, porque sí ya hay como
que sacárselo con cuchara […]” (Orx3).
“Apoyarme con sus grupos de pares para evitar un choque de primera entrada, sobre todo
en casos donde no hay una confianza manifiesta Orientador – estudiante. Empoderar al
estudiante con el objetivo de una óptima gestión de sus emociones, aplicando la inteligencia
emocional y la proactividad. La idea es que el joven se acerque al punto que él es el dueño
de sus emociones y no viceversa. Si la crisis emocional involucra a un familiar cercano, soy
asertivo y desde un inicio indico que por la naturaleza del tema hay que notificar a la familia
[…]” (Orx3).
“Uno empieza por cosillas más personales […] como para que la persona baje la tensión y
ya después una ahí va con otras preguntas como para que la persona vaya soltando
información, no es entrar de golpe porque diay uno se puede sentir atacado incluso, hay que
ir de poquito como tratando de que baje el estrés y la tensión de la persona, […] hay que ir
de a poquito, con mucha paciencia” (Orx4).
271
“[…] Lo más importante para mí es, la escucha activa, el no juzgar y generar ese rapport
con la persona en ese primer instante, y después uno le va enseñando herramientas a la
persona para que vaya sobrellevando la crisis” (Orx4).
“Mucho autocontrol, un mal gesto, un mal comentario, un mal movimiento puede hacer que
la persona se sienta mal, […] no solamente la escucha activa, sino todo el manejo no verbal
que uno tiene que hacer […] tener mucho autocontrol y conocerse uno” (Orx4).
Hernández y Gutiérrez (2014) proponen estrategias muy relacionadas con lo anterior, ya que
señalan la técnica de las preguntas exploratorias, a las cuales se refieren Orx1, Orx2, Orx3 y Orx4;
también advierten que se debe tratar de calmar o guiar a la persona en crisis, como lo dicen Orx2 y
Orx4; promover la interacción y conexión social, como lo indican Orx2 y Orx3 cuando mencionan
las redes de apoyo del personal docente y grupos de pares. Además, hay que mantener el contacto
visual, lo cual tiene que ver con el manejo del lenguaje no verbal que señala Orx4.
Otras técnicas que plantean las autoras, son la escucha y el acompañamiento emocional, las
cuales están implícitas en la mayoría de comentarios; ser paciente para lograr establecer un vínculo
de confianza (no juzgar para establecer el rapport), lo cual sugieren Orx1, Orx2, Orx3 y Orx4. Por
último, fortalecer la autoestima, y como lo dice Orx3; “empoderar al estudiante”, permitir la
catarsis emocional y mirarse desde afuera para identificar emociones negativas, lo cual implica la
inteligencia y gestión emocional de lo expresado.
Se evidencia, que se están aplicando diferentes técnicas propias de los PAP y estrategias de
intervención, de acuerdo con la información recolectada y a lo que el mismo referente teórico
plantea. Sin embargo, existen muchas otras que, aunque no son mencionadas, debido al proceso de
intervención ante crisis emocionales, se emplean con el estudiantado, por parte de las personas
profesionales en Orientación, y se sobreentiende que podrían ser llevadas a cabo de forma
intercalada entre las etapas de los PAP.
272
adquisición de mayores herramientas y capacidades para la atención de las necesidades inmediatas
de la población que así lo requiera.
Un hallazgo relevante en relación con la revisión teórica que se llevó a cabo y las entrevistas
individuales realizadas a las personas profesionales en Orientación, es que se encuentra que las
estrategias y técnicas que se aplican al brindar los PAP son la base para que el proceso se realice de
forma que la persona en crisis pueda sobreponerse a las dificultades personales y emocionales que
esta conlleva. Por ende, las acciones que se toman al momento de la crisis, pueden marcar la
diferencia entre la superación de la misma, o por el contrario, causar daño emocional mayor e incluso
la mortalidad de quien sufre la crisis.
Por lo tanto, las técnicas que manifiestan utilizar las personas profesionales en Orientación
entrevistadas, pueden contribuir con la estabilización emocional en primer lugar, para luego
proceder con los otros pasos que completan el proceso, y de este modo, asegurarse de que quien
sufre la crisis reciba toda la atención que requiere en relación con los componentes ya analizados.
No obstante, hay que considerar que cada situación es particular, por lo tanto, se deben tomar
en cuenta las características personales y el contexto dentro del cual se encuentra inmersa la persona
afectada por la crisis. No todas las personas reaccionan igual ante una misma crisis, por lo tanto, se
deben implementar ciertos ajustes al aplicar ciertas técnicas para adaptarlas, con el fin de responder
a las necesidades de cada persona.
Otro hallazgo importante, según lo expresado por las personas profesionales en Orientación
entrevistadas, en cuanto a las técnicas que dicen emplear para brindar los PAP, es que demuestran
con sus ejemplos concretos, que en la mayoría de los casos saben qué hacer y qué no hacer ante una
situación de crisis emocional. Por ejemplo, consideran importante el sentido de la escucha
responsable, comunican aceptación, plantean preguntas abiertas, generación de rapport, recurren a
las redes de apoyo, tales como, personal docente, familias y grupos de pares, manejo apropiado del
lenguaje no verbal como los gestos que se hacen, tratar de no juzgar, fomentar la calma y tranquilizar
a la persona en crisis, permitir la expresión de sentimientos, el llanto y el desahogo, facilitar el
empoderamiento y la gestión de emociones. Las técnicas mencionadas logran facilitar el proceso de
intervención en crisis.
273
Es posible inferir, que las personas profesionales en Orientación entrevistadas pueden
aplicar estas técnicas, debido a que adquirieron el conocimiento en su formación profesional inicial.
En este caso en particular, son herramientas que ayudan a brindar la intervención en crisis de primer
orden, por lo que se evidencia en los comentarios anteriores, que cuentan con las habilidades y
capacitación necesarias para brindar los PAP.
4.2.3. Protocolos del MEP como guía principal para aplicar los PAP en el contexto
educativo
Los protocolos del Ministerio de Educación Pública, son un instrumento de uso obligatorio
en todos los grados o niveles de los centros educativos públicos, con el fin de desarrollar un proceso
de mediación pedagógica, dando insumos teóricos, prácticos, administrativos y legales para tener
pautas generales a seguir en la atención de las situaciones de violencia y riesgo que se presenten,
(MEP, 2015).
Los que se consideran más relevantes para la presente investigación, son los relacionados
con el bullying, tenencia y consumo de drogas, violencia y hostigamiento sexual y riesgo de suicidio,
debido a que son las situaciones que más se mencionaron por parte de las personas profesionales en
Orientación entrevistadas, y además constituyen situaciones comunes que suelen generar crisis
emocionales en las personas estudiantes.
Según las entrevistas realizadas y grupos focales, estos protocolos sí se están utilizando e
incluso algunas de las personas participantes los tenían a la mano y los mostraron a la hora de las
274
entrevistas. En las instituciones donde se recolectó la información, las personas profesionales en
Orientación mencionan lo siguiente:
“Sí trabajamos entonces con el protocolo del MEP, que hasta viene una serie de preguntas
que, si uno quisiera encuadrarse en esas, podría seguirlas para entender un poco más al
estudiante” (Orx2).
“[…] Sirven mucho los protocolos, vienen a servir mucho para los docentes. Porque, ¿qué
hacían antes los profesores? “ay, es que tal estudiante me expresó esto”, salgo corriendo
para Orientación. Entonces esto le da una herramienta muy guiada al docente para que sepa
qué tiene que hacer” (Orx2).
“[…] Es como muy básico. Pero sí, los protocolos podrían ser una guía para…, de hecho,
es una guía para momentos críticos” (Orx5).
“Es responsabilidad de ellos saber el protocolo, sin embargo, hay elementos ya muy propios
de Orientación que un docente no maneja, que es en donde uno tiene que intervenir.
Entonces si bien es cierto, el protocolo se convierte en una guía, para atender una situación
inmediata, emergente, pero el que tiene las competencias teóricas y emocionales, es el
profesional en Orientación […]” (Orx10 - EGF2).
De acuerdo con los comentarios anteriores, se interpreta que estos protocolos conforman una
guía, no solamente para la persona profesional en Orientación, sino también para el cuerpo docente
y todo el personal del centro educativo en general, ya que como lo mencionan Orx3 y Orx10 - EGF2,
los protocolos los debe activar quien detecta la situación de crisis:
“El MEP le pide a uno como patrono que esto lo maneje no sólo el Orientador. Si un conserje
o una secretaria se dan cuenta de que un muchacho se está cortando, él es el encargado de
activar el protocolo y por ley tienen que conocer esto […]” (Orx3).
“El problema es cuando no los aplican. Es que a veces se tiende a creer que es
responsabilidad de Orientación, y no. El protocolo lo activa quién lo detecta, y hay que estar
lidiando con eso […]” (Orx10 - EGF2).
275
Esto coincide con el modelo de Slaikeu (2000) al expresar que cualquier persona que
identifique una situación de crisis puede brindar los PAP. Sin embargo, como lo advierte Orx10 -
EGF2, la persona profesional en Orientación tiene competencias y habilidades por la naturaleza de
su trabajo y su formación, que pueden ayudar a que los PAP se realicen de forma más profesional.
Sin embargo, estos protocolos están diseñados para que cualquier persona pueda utilizarlos
para aplicar los PAP, puesto que contienen preguntas y conceptos básicos, una serie de pasos a
seguir, consideraciones legales e instituciones de referencia para cada caso específico, entre otros
elementos. Por ejemplo, como lo menciona Orx3, hay un ordenamiento dependiendo de la situación
de crisis:
Se indagó también sobre algunas desventajas que podrían presentar estos protocolos, pero
solamente Orx5 comenta sobre ello:
“Sí. Digamos que eso es como lo único que le da el MEP, los protocolos verdad. Pero
también los protocolos son como, no es nada preventivo ni nada de atención emocional
verdad, porque usted los ha visto por supuesto; es como llame al 911, eh, llame a los papás,
llame al PANI y refiera” (Orx5).
276
En relación con lo anterior, se infiere que se puede enriquecer el material informativo de
dichos protocolos; sin embargo, se encontró que, por ejemplo, en el protocolo de atención del
bullying contra población LGTB (2018), sí se dan algunas recomendaciones para promover la
convivencia entre el grupo de pares, que se podrían tomar como acciones de prevención, tales como:
Se interpreta, que a pesar de que estos protocolos podrían complementarse con más
información, sí están muy completos y no se puede negar que son una guía fundamental para aplicar
los PAP, por lo que cabe destacar su utilidad tanto para los departamentos de Orientación, como
para todo el personal del centro educativo, ya que como se mencionó anteriormente, contienen
lineamientos específicos para atender casos muy particulares de crisis en las personas estudiantes al
momento de brindar los PAP.
Con respecto, a la utilización de los protocolos del MEP en relación con el modelo de Slaikeu
(2000), se retoma lo dicho anteriormente, debido a que, según las personas entrevistadas, no se sigue
el modelo al pie de la letra, ya que como lo indica, por ejemplo, Orx2, no se realiza de forma tan
estructurada:
277
“Desde la experiencia. Es que en la U te hablan todo muy bonito desde la parte teórica,
pero la realidad de acá... son completamente diferentes la realidad laboral a todo lo que te
hablan en la U, al menos así ha sido mi experiencia. O sea, como que yo te diga yo sigo tal
modelo, no. Al principio los protocolos de actuación le ayudan a uno a seguir una guía
entonces es un aporte importante” (Orx2).
Esto podría obedecer a que como se señaló anteriormente, se procura tomar acciones más
inmediatas para atender la urgencia de la situación de crisis en la persona estudiante, por lo que se
requiere acortar el proceso. No obstante, en cada protocolo del MEP hay una serie de pasos a seguir,
muy relacionados con el modelo de Slaikeu (2000), para aplicar los PAP.
Por lo tanto, en relación con el modelo de Slaikeu (2000), en el paso 1, al detectar la situación
se está haciendo el primer contacto psicológico; en el paso 3 al atender la situación se examinan las
dimensiones del problema, ya que en los mismos protocolos vienen guías para detectar qué tan grave
es la situación, en el paso 4 y 5 al contactar a las familias y todas las partes se exploran las posibles
soluciones, en el paso 6 se definen medidas a seguir, lo cual conlleva a ayudar a tomar acciones
concretas, y en el paso 7 se realiza el seguimiento.
278
más extenso, se utiliza el modelo CASA en lugar del CASIC, y la escala P.A.L.I. como se mencionó
anteriormente. En este protocolo en particular, se proponen los siguientes pasos: 1) contención
emocional, 2) Comunicar a la dirección, 3) Referencia, 4) apoyo institucional, y 5) seguimiento.
Aunque los pasos son más breves, probablemente por la gravedad de este tipo de casos, igualmente
se relacionan estrechamente con los componentes del modelo de Slaikeu (2000).
En definitiva, se refleja que no se sigue con rigurosidad el modelo de Slaikeu (2000) por
parte de las personas profesionales en Orientación participantes de la presente investigación, pero sí
se toman acciones para atender las crisis durante y después del suceso, y se aplica un procedimiento
congruente con el modelo al brindar los PAP.
Por otro lado, en todas las instituciones se dice que se utilizan los protocolos del MEP, que
también tienen relación con el modelo de Slaikeu (2000) al partir de que, cualquier persona que
detecte la crisis puede aplicar los PAP y activar el protocolo, contienen diferentes pasos a seguir
muy similares a los componentes de Slaikeu (2000), y se incluye el proceso de seguimiento y
referencias.
Se puede interpretar entonces, que el procedimiento y las técnicas que aplican las personas
profesionales en Orientación para brindar los PAP en situaciones de crisis emocionales, con
personas estudiantes adolescentes dentro del contexto educativo, según las entrevistas y grupos
focales llevados a cabo para la presente investigación, consiste en tomar acciones tales como:
contención y estabilización emocional, invitar a la persona a hablar, hacer preguntas exploratorias y
reflejo de contenido y sentimientos, permitir el desahogo y la expresión de sentimientos, poner en
práctica la escucha activa, no juzgar a la persona, brindar guía y acompañamiento.
279
Todos estos procedimientos que se realizan en las instituciones educativas incluidas en el
presente estudio, desde los diferentes departamentos de Orientación para brindar los PAP, responden
a pautas generales que se aplican para atender la crisis. Por supuesto, cada institución y cada persona
profesional tiene su manera de hacerlo, pero todo sigue una misma línea con pasos, técnicas y
estrategias similares. Además, se mantiene una guía en común, que son los protocolos del MEP.
Cabe rescatar, que se están llevando a la práctica múltiples acciones propias del referente
teórico investigado sobre los PAP; sin embargo, se considera importante la constante capacitación
para refrescar pasos importantes a seguir y estrategias más actualizadas para la intervención; no
solamente dirigidas a profesionales en Orientación, sino también a docentes, personal
administrativo, familias, e incluso estudiantes.
Lo anterior, porque si bien los protocolos del MEP son una herramienta de vital importancia,
se puede complementar el proceso para la aplicación de los PAP, además del trabajo desde la
prevención primaria y la atención de la crisis, posterior al suceso precipitante. Por lo tanto, el rol de
la persona profesional en Orientación se torna especialmente importante para ejecutar un
procedimiento más integral, que responda a las necesidades de la persona estudiante que sufre la
crisis durante todo el transcurso de la situación.
Bajo esta reflexión, cabe advertir que, el perfil según Monge (2016) “nace del estudio de las
competencias que se requieren para brindar la intervención en crisis” (p.129). En este caso de las
personas profesionales en Orientación. Por lo que a continuación se analizan algunas de estas
280
capacidades, las cuales facilitan a las personas profesionales en Orientación su quehacer profesional,
ante la atención de PAP a personas en situaciones de crisis.
Ahora bien, resulta relevante referirse a las principales habilidades y destrezas que poseen y
ponen en práctica las personas profesionales en Orientación de este estudio, al momento de
intervenir con personas adolescentes que se encuentran en situaciones de crisis emocionales.
Si se hace referencia a lo planteado por Sandoval (2018, p.17), se toma en cuenta que la
Orientación como profesión en Costa Rica, tiene tres características principales, lo cual es de gran
importancia con respecto al perfil, que deben tener las personas profesionales en Orientación a la
hora de atender crisis emocionales. La primera de ellas consiste en que esta se encuentra relacionada
con un trabajo de ayuda, donde se da asistencia a las personas. La segunda característica hace
referencia a que se considera como un servicio que brindan estas personas profesionales; y la tercera
característica, plantea que dicha labor consiste en un acompañamiento constante, respetuoso y
sistemático, que se les brinda a personas y a grupos que requieren una guía en medio de sus vidas.
Es por ello, que se puede considerar que la Orientación, como profesión, busca ser un medio
de ayuda para las personas en todas sus etapas del desarrollo humano, debido a que es un
acompañamiento constante, como lo propone el autor. Ante esto, es esencial que en ese
acompañamiento estén presentes las características del perfil de la persona profesional en
Orientación, así como también, que se promuevan estrategias que permitan la aplicación de los PAP
de una forma adecuada.
De manera que entran al análisis otros aspectos, como las destrezas y habilidades que se
ponen en práctica al momento de intervenir, y las cuales juegan un papel fundamental en el rapport
281
que se logra con la persona adolescente, pues van a permitir que se genere la confianza suficiente
para alcanzar la catarsis y que, a raíz de ello, la persona profesional en Orientación, pueda darle la
contención necesaria de acuerdo con el caso.
emocional. (p.98)
“[...] tal vez no todo el mundo tiene la objetividad que se tiene, que debe tener el ideal de un
orientador y el saber cómo hacia dónde canalizar o llevar, buscar ayuda, porque a veces en
el momento de la crisis, a falta de resolver, se toman malas decisiones. Tal vez esa es la
particularidad de nosotros que nos dice “suave, suave un toque, esto es mejor por aquí, [...]”
(Orx6-EGF1).
Además, se mencionan características que debe tener una persona profesional en Orientación
a la hora de aplicar los PAP e intervenir en crisis, por ejemplo, se habla de ciertas características de
las personas profesionales en esta área, y al respecto se menciona lo siguiente
“Es que hay una sensibilidad y una empatía sumamente fuerte, definitivamente, que uno
asumiría que cada persona la debe tener, pero no es así” (Orx2).
Por lo tanto, es necesario que la persona profesional en Orientación se conozca, sepa cuáles
son sus habilidades o destrezas, hasta dónde puede llegar y qué debe poner en práctica a la hora de
intervenir.
282
Además, desde esta profesión existe esa preocupación por la persona que se tiene en frente,
ante esto mencionan
“[...] está ese factor humano de que cómo no le voy a preguntar si usted está en mi clase por
qué está llorando [...]” (Orx7- EGF1).
Por lo tanto, no se puede dejar de lado lo que plantean Park y Peterson (2009) en García
(2017), cuando hacen referencia a las fortalezas y virtudes personales en función de ayudar a la
persona a enfrentar las circunstancias y a alcanzar una mayor integralidad en las áreas de su vida,
específicamente, lo que se refiere a la virtud de la humanidad.
La virtud anterior, se relaciona con fortalezas interpersonales que implican cuidado y amor
hacia otras personas, teniendo en cuenta que al frente se tiene a una persona y que se requiere apoyar
en su totalidad como ser integral que es. En ocasiones, solamente escucharla, preguntarle cómo se
siente y acompañarla en el proceso, genera cambios positivos y significativos en la vivencia de la
crisis.
Entonces, se observa que la virtud de la humanidad, el preocuparse por lo que está sintiendo
la persona que se tiene al frente, ese sentido en querer ayudar a las demás personas y enseñar cómo
canalizar la situación o buscar ayuda, son características importantes del perfil de la persona
orientadora, aunado a esto, se encuentra el siguiente párrafo que refuerza lo dicho, en función al
perfil y destrezas de la persona profesional en Orientación, en la aplicación de los PAP;
283
● Catarsis: es permitir que la persona afectada por el evento desahogue las emociones y
pensamientos generados por la crisis;
● Escuchar: se refiere a la escucha activa, no sólo a oír. Cabe aclarar, que la escucha empática
no consiste en estar de acuerdo con todo lo que la persona en crisis manifiesta en medio de
su dolor, sino estar atentos a lo que habla, para comprender lo que trata de expresar, desde
su realidad, que puede ser muy dolorosa, tanto emocional como intelectual.
“[...]está ese factor humano de que cómo no le voy a preguntar si usted está en mi clase por
qué está llorando [...]” (Orx7- EGF1).
Por lo tanto, es posible advertir dentro de lo expresado por las personas profesionales en
Orientación consultadas para la investigación, que se necesita que tengan una virtud de humanidad,
teniendo siempre en cuenta que se está trabajando con seres humanos, que necesitan de tiempo,
comprensión y apoyo, en muchas áreas de su vida ya que son seres integrales.
En relación con lo anterior, es que surge la siguiente categoría, la cual procura profundizar
en conocer el rol y aporte de la persona profesional en Orientación, tomando en cuenta su perfil,
ante la intervención en crisis y la aplicación de los PAP, para también poder determinar cómo se
diferencia la Orientación de otras disciplinas, incluyendo su carácter preventivo.
La prevención primaria se refiere a las estrategias de mejoría previas a que se den los sucesos
críticos de la vida. Por ello, este tipo de prevención tiene lugar mucho antes de que se dé una crisis.
La prevención verdadera consiste en evitar que sucedan algunos acontecimientos en primera
instancia. Tiene como objetivos, reducir la incidencia de los trastornos mentales y fortalecer el
crecimiento y desarrollo humano a través del ciclo vital (Slaikeu, 2000, p.12). Sin embargo, al no
poder cambiar factores externos o influir sobre ciertas circunstancias, las estrategias se dirigen a la
capacitación.
Esta capacitación incluye brindar a las personas herramientas para la solución de problemas
que puedan surgir en la vida cotidiana y el desarrollo de sus habilidades personales y sociales con el
fin de que se encuentren más preparadas para enfrentarse a los sucesos críticos de la vida.
285
Slaikeu (2000) se refiere a la “Orientación anticipatoria” para enseñar sobre habilidades de
enfrentamiento y solución de problemas, con el fin de resolver situaciones que aún no suceden
(p.370). Por lo tanto, la disciplina de Orientación juega un papel de vital importancia en el tema de
prevención, ya que busca el crecimiento y desarrollo de la persona en todas sus áreas de vida a lo
largo de todo el ciclo vital. Esto permite fortalecer habilidades, aptitudes, aprendizajes, manejo de
emociones, y otros elementos primordiales en el enfrentamiento de presentes y futuras situaciones
de crisis.
“Yo creo que puede marcar una pauta en tomar decisiones. La labor oportuna y preventiva
va a ayudar mucho para que el adolescente retome o piense en otras decisiones. [...]
Entonces la labor de nosotros es muy grande, grande en el sentido de que somos esa
barrera preventiva y eso nos marca con los demás profesionales [...]” (Orx1).
“[...] también algo muy importante es la prevención, aunque estemos interviniendo ya una
crisis que se ha dado, podemos seguir previniendo y eso es muy importante. La idea es no
llegar a estos protocolos, la idea es no llegar a la intervención en crisis como tal, sino
prevenir una. [...]” (Orx2).
“Que ese estudiante desde que entra a sétimo sepa hacerse responsable de lo que hace
[...] tomar decisiones adecuadas. [...] Pero al amarrarlo con temas de drogas, de abuso y
de todo, ese autoconocimiento lo amarramos a que esas decisiones sean proyectadas a
286
cosas más… a saber decir que no a la presión de los amigos, a ir a un puesto, saber decir
no, y que esos no son sus amigos, o sea, saber discernir” (Orx3).
“[...] por más insignificante que ellos consideran que sea para mí no va a ser
insignificante, si tienen una situación ahí vemos cómo la resolvemos, [...] para uno puede
ser una tontería, pero para ellos no, entonces ese tipo de cosas creo que ayudan mucho a
la prevención, y creo que gracias a eso también he logrado que una crisis que pudo haber
sido más grande se pueda resolver, incluso antes de que se diera” (Orx4).
En las frases anteriores se puntualiza aportes importantes que realizan las personas
profesionales en Orientación entrevistadas, en relación con la prevención primaria con el
estudiantado, tales como el desarrollo de procesos basados en temáticas de toma de decisiones,
autoconocimiento, aprender a decir que no a la presión social del grupo de pares, saber discernir y
hacerse responsables. Al trabajar estas áreas de forma preventiva, aumentan las posibilidades de que
las personas estudiantes puedan contar con más recursos personales para manejar una crisis de forma
más autónoma y asertiva en el futuro.
De igual forma, como lo menciona Orx4, poner atención a ciertos detalles también puede
ayudar a prevenir algunas crisis, ya que con atención a situaciones que pueden parecer
insignificantes se puede lograr que una crisis que pudo haber sido mayor se pueda resolver, o se
pueda prevenir antes de que se dé.
Slaikeu (2000, p.12), enfatiza en utilizar la educación como una herramienta para este tipo
de prevención, al enseñar habilidades para enfrentar eventos que puedan llevar a una crisis. Por lo
tanto, la persona profesional en Orientación cumple un rol fundamental en este tipo de prevención,
ya que como lo indica Orx1, esto es lo que marca la diferencia con otras personas profesionales. Por
medio de modalidades como las lecciones colectivas, se puede trabajar en la prevención primaria
desarrollando temas que vayan empoderando cada vez más a las personas estudiantes, para adquirir
habilidades personales que les ayuden a afrontar situaciones adversas y posibles crisis futuras.
287
“Yo siempre rescato las lecciones de Orientación, porque no siempre llega un estudiante a
decirte “estoy mal” […] Entonces a nivel de prevención diría que la lección de Orientación
y talleres. También se busca traer charlas que sean complemento para ellos, trabajamos sus
habilidades con el fin de alejarlos de las drogas, aumentamos su autoestima y eso nos va a
ayudar a que haya menos crisis y tratar de amortiguar el impacto, pero siempre de forma
preventiva” (Orx1).
“Es muy importante, uno como orientador, la lección colectiva […] uno consejos como tal
no va a dar porque uno es facilitador de procesos de apoyo y el problema es suyo […] yo le
puedo brindar qué herramientas tiene usted dentro de su autoconocimiento para solventarlo
[…]” (Orx3).
“Yo pienso que la parte preventiva más importante que uno tiene son las colectivas, porque
usted ahí empieza como a meterle información para que ellos digan “ah sí, mirá lo que
hablamos en la lección de esto y esto, y puede ser que si yo lo estoy haciendo” o cuando
están en un asunto como que tiene que tomar una decisión “ay, nosotros hablamos eso en
la lección de Orientación y la profe nos enseñó que nosotros podemos decir que no digamos”
(Orx5).
288
Orx1 también hace referencia a los talleres y charlas, dentro de las frases anteriores, y dice
que los pasillos son un lugar importante para poder detectar situaciones que requieran atención de
forma preventiva:
Y Orx3 recalca la importancia de trabajar también con el personal docente y las familias,
por ejemplo, con la “escuela para padres”:
“Hablando del tema, y no sólo con los estudiantes. Personal docente, estudiantes y padres.
Nosotros hacemos escuela para padres una vez al mes en la noche. Y los mismos temas que
hablamos con los chicos los trabajamos con los papás. […] Pero es que, si solo hablamos
del tema con los estudiantes a nivel preventivo, estamos descuidando las otras partes”
(Orx3).
Por lo tanto, se puede trabajar desde distintas modalidades y con toda la población que forma
parte de la comunidad educativa, para abordar diversas temáticas que ayuden en este tipo de
prevención, para abarcarla de forma más integral. Esto se considera un hallazgo fundamental, debido
a que se evidencia la importancia de incluir a las personas inmersas en el mismo contexto educativo,
en el proceso de prevención para que sea más eficaz desde un mismo lenguaje y la coherencia en el
discurso de todas las partes, en la medida de lo posible.
A nivel general, algunos de los temas que las personas entrevistadas dicen que se trabajan
son: habilidades, autoestima, autoconocimiento, seguridad personal, búsqueda de identidad, toma
de decisiones, resolución de conflictos y expresión de sentimientos de forma asertiva. Estos son
fundamentales, ya que constituyen herramientas personales que pueden fortalecer el área emocional
o cognitiva, para enfrentarse a futuras crisis de manera más autónoma y empoderada. A
continuación, se presentan algunos ejemplos de ello:
289
afectar, pero vas a tener una línea más fuerte desde tus habilidades, desde el conocimiento
de lo que vos podés hacer, para al final, poder afrontarla de una mejor manera […]” (Orx2).
provechosas, edificar una escala de valores reflexiva, realizar proyectos que surjan
Puede notarse entonces que estas temáticas que señalan las personas profesionales en
Orientación entrevistadas, vienen a formar parte de esas habilidades para la vida que menciona esta
autora, fundamentales para la prevención primaria, con el objetivo de contar con herramientas
personales que ayuden con el afrontamiento de situaciones difíciles, y de presentes y futuras crisis
emocionales.
evitar condiciones que perjudican el bienestar. Son todas aquellas actuaciones sobre
290
pretenden impedir o retrasar la aparición de problemas, así como aminorar su
En relación con lo anterior, cabe recalcar que, como ya se mencionó, la prevención primaria
no solamente se puede trabajar con las personas estudiantes, sino con todas las personas que integran
la comunidad educativa (incluyendo la familia). Por lo tanto, el rol de la persona profesional en
Orientación viene a cobrar particular importancia en este proceso de prevención de situaciones de
crisis, tomando en cuenta el contexto en el que se encuentran inmersas las personas adolescentes y
el personal del centro educativo, y fomentar las habilidades para la vida que van ayudar en el
afrontamiento de presentes y futuras situaciones de crisis.
Por otra parte, Orx2 y Orx3 mencionan un aporte importante de la disciplina de Orientación
al recalcar que lo que le diferencia de otras disciplinas es la Orientación Vocacional:
“[...] Esa parte es muy, muy importante, nosotros tenemos el plus educativo, tenemos el
plus vocacional, entonces por ahí podemos desarrollar muchas habilidades que de repente
los chiquillos [...]” (Orx2).
“La razón de ser del Orientador en las escuelas y colegios es la parte vocacional. Lo que
pasa es que, al no haber otro tipo de profesional, a nosotros nos toca manejar todo, desde
lo psicológico [...] Pero nosotros es la parte vocacional, el autoconocimiento [...]” (Orx3).
291
Se enfatiza entonces en el rol de la persona profesional en Orientación como uno de los
principales agentes en esta prevención primaria, al trabajar previamente con las personas estudiantes
temas de gran relevancia en el ámbito personal y social, que les ayuden a hacerles frente a diferentes
situaciones que puedan desencadenar en una crisis. Y además, ayudar a reducir trastornos mentales
y fortalecer el desarrollo humano a través del ciclo vital.
Es indispensable tener claro cómo intervenir cuando ya se ha generado una crisis y es donde
entra el nivel de prevención secundaria, el cual se aplica cuando se actúa ante la presencia de una
problemática o fenómeno indeseado, y se procura minimizar su impacto y las posibles repercusiones.
Es decir, cuando se suscita la crisis emocional.
Para Slaikeu (2000), este tipo de prevención pretende reducir los efectos de la crisis y
promover el crecimiento por medio de dicha experiencia. Además, la prevención secundaria viene
a responder al “principio de intervención” de la Orientación que según Frías se refiere a lo siguiente:
condiciones del entorno que dificultan el pleno desarrollo; la persona debe ser
consciente que debe actuar sobre esas condiciones lo que supone una persona
profesional en Orientación que actúa como agente de cambio. (Frías, 2015, p.27)
292
Con respecto al rol y aporte de la persona profesional en Orientación desde la prevención
secundaria, Orx1, Orx2 y Orx5 hacen los siguientes comentarios:
“Mientras que en Orientación el enfoque es más preventivo, pero eso no quiere decir que
no tengamos un enfoque de intervención con las personas, si bien nos enfocamos más en
la parte preventiva, también tenemos casos donde hay que intervenir [...]” (Orx1).
“Los PAP vienen siendo esa intervención psicológica en una situación de crisis, en la cual
acompañamos y guiamos a la persona para afrontar esa crisis en ese momento específico
desde la parte emocional, para poder estabilizar a la persona en esa situación de crisis en
el momento que está pasando. El primer paso como profesionales es transmitir esa
tranquilidad, esa seguridad, que la persona vea en nosotros un acompañamiento, alguien
seguro en quien puede confiar” (Orx1).
“[...] entonces eso les da mucha fortaleza: emocional, personal, valor hacia sí mismos; yo
creo que sí es muy, muy importante. Volvemos a lo mismo, protocolos de actuación, cómo
actuar en el momento, pero lo que se ha hecho previo y lo que se hace después es netamente
de Orientación, o sea el profesor activa un protocolo en ese momento, pero después el
papel de Orientación sigue, el profesor simplemente cerró un protocolo y ya, pero nosotros
seguimos con ese trabajo” (Orx2).
“Nosotros por nuestra formación verdad, no nos centramos en la crisis que es importante
verdad, porque a veces otros profesionales son como “ok, yo lo voy a curar eso que a usted
le pasó, o eso que a usted lo trauma o eso que usted tiene ahí reprimido”, pero nosotros
no. Nosotros de la crisis buscamos las habilidades y las potencialidades que tiene la
persona para que salga adelante” (Orx5).
293
enfrentamiento de la crisis, para restaurar su estado inicial antes del suceso, pero ya con más
herramientas y recursos personales.
Como lo plantea Slaikeu (2000), “el enfoque para un orientador es tener contacto con el
niño y su familia; encauzando la actividad de Orientación a ayudar al paciente en crisis a superar las
cuatro tareas de resolución de la crisis: supervivencia física, expresión de sentimientos, dominio
cognoscitivo y adaptaciones conductuales/interpersonales” (p.380). Esto se puede lograr por medio
de la intervención de la crisis durante las sesiones individuales con la persona estudiante para ir
trabajando en estas cuatro tareas, hasta completar el proceso.
Parte del rol y los aportes de la labor orientadora consisten en ayudar a la persona
adolescente a visualizar la crisis como una oportunidad de crecimiento, ya que se pretende que salga
fortalecida de todo el proceso al realizar la intervención en crisis. Al respecto, Orx1 asegura lo
siguiente:
“Vemos siempre las crisis como algo negativo, pero puede que esas crisis salgan a flote y
ayuden a crecer a la persona. Yo siempre digo que las crisis son necesarias porque nos
retan, pero en ese reto algunas personas se dan cuenta que están solas, no tienen ningún
acompañamiento, alguien con quien hablar, etc., y es donde viene una crisis donde hay un
desequilibrio total de la parte cognitiva, emocional y demás, entonces varía mucho”
(Orx1).
294
para vivirlas más como retos y desafíos que como amenazas o fracasos
irreparables, para enfrentarlas o esquivarlas, o para reducir su nivel de impacto
psicológico (Palomero, Teruel y Fernández, 2009, p.19).
Entonces, como lo menciona Orx1, “las crisis son necesarias porque ayudan a crecer a la
persona”. Por lo tanto, la persona profesional en Orientación tiene un rol facilitador de vital
importancia en este proceso de intervención, ya que es el agente que va a procurar esta interpretación
de la crisis como algo que va a permitir adoptar actitudes, pensamientos, acciones y conductas que
desemboquen en la resiliencia.
Sin embargo, el rol y aporte de la persona profesional en Orientación no termina allí, ya que
no se limita solamente a la persona que sufre la crisis, sino que también es un agente de apoyo
importante para toda la comunidad educativa, incluyendo la familia de la persona estudiante. Esto
se ejemplifica en los siguientes comentarios emergentes de los grupos focales:
“Y otra cosa, usando este mismo ejemplo, también uno tiene esa consciencia de que esa
mamá que yo voy a llamar para decirle la situación de su hijo, también me va a entrar en
crisis, es lo esperable, que me entre en crisis; otra sería que no le importe, pero
naturalmente suele pasar que esa persona se vea afectada [...]” (Orx6 - EGF1).
Como lo menciona Frías, haciendo referencia al plan de estudios del bachillerato de la carrera
de Ciencias de la Educación con énfasis en Orientación (Universidad de Costa Rica, 2000):
295
La Orientación considera a la persona como un ser con capacidad para aprender
Como lo menciona Frías (2015), al referirse al rol asesor que cumple la persona profesional
en Orientación: “con frecuencia este rol se cumple con padres y madres de familia, con personal
docente o bien con personas que ocupan puestos directivos en una organización. Como parte de este
rol se desarrollan tareas como informar y formar” (p.36).
296
profesional y estudiante, así como se menciona en los siguientes comentarios por parte de las
personas profesionales entrevistadas:
“No se espere a que le explote la bomba. Trate de ir metiendo los temas a nivel de
prevención. Algún día hablarles de sexualidad. Recuerde que ahora ciencias y Orientación
trabajan muy juntos con eso. Sobre qué efectivamente es bullying y qué no es, entonces ya
usted sin querer puso un filtro. Le van a llegar casos realmente de bullying, no una tontera
que acaba de pasar, que el mismo chiquillo supo defenderse, porque usted le dijo “ante
tal cosa es así”. Anticípese a ese tipo de cosas” (Orx3).
Por lo que, actuar desde la prevención y las diferentes modalidades, permite a la población
estudiantil, así como otras personas que pueden requerir del servicio de Orientación, que tengan
acceso a la información, que conozcan el servicio, que conozcan a la persona profesional que les
puede ayudar en un futuro, generar confianza, empatía, y también de trabajar temas esenciales para
la vida que pueden ayudar a hacerle frente a una crisis.
Sin embargo, aunque se tomen acciones preventivas, esto no necesariamente va a evitar que
suceda una crisis, por lo que se recomienda tener la conciencia de que una crisis puede presentarse
en cualquier momento y será necesaria la intervención propiamente de la crisis a nivel de prevención
secundaria, por lo que Orx4 menciona que se recomienda, “no entrar en alerta pero sí estar
297
preparado porque en cualquier momento va a llegar alguien en crisis, [...] estar siempre ahí como
digamos como pendiente”.
Por lo que, como se ha mencionado en otra ocasión, parte de las funciones de la persona
profesional en Orientación es dar a conocer cuáles son los alcances de dicha disciplina, informar a
la población meta que el departamento de Orientación es un recurso que se encuentra a disposición
y facilitar herramientas o recursos que permitan enfrentar de una mejor manera las situaciones de
crisis.
Como menciona Frías (2015) la Orientación “busca promover cambios significativos en las
personas y en los contextos donde interactúan” (p.17). Por lo que proporcionar estrategias de
información a la población meta, dar una lección de Orientación y algunos otros recursos ya
mencionados, pueden generar estos cambios significativos en las personas, y forman parte del rol y
aporte tan importante de la persona profesional en Orientación al atender situaciones de crisis.
En definitiva, Bisquerra y Sebastián, (citados por Frías, 2015) recalcan la importancia de esa
función formativa e informativa de la persona profesional en Orientación al advertir que “la
información que proporciona la persona profesional se relaciona con las personas mismas y del
medio que les rodea y que contribuye a la toma de decisiones” (p.38). Además, en relación con la
función principal, que es la de Orientación, advierten que “esta función constituye la esencia de la
profesión y representa todas las acciones realizadas con el propósito de acompañar a las personas,
en su desarrollo y las situaciones de vida que se le presentan” Bisquerra y Sebastián (citados por
Frías, 2015, p.38).
Por lo tanto, todo este proceso de guía y acompañamiento que se ha venido desarrollando
forma parte esencial tanto del rol de la persona profesional en Orientación en materia de intervención
en crisis, así como también el aporte tanto en la prevención primaria como secundaria.
Dentro de esta subcategoría se procura integrar todos aquellos aportes de las personas
participantes relacionados con los principales desafíos que se presentan al brindar los PAP y en la
atención de crisis. Dentro de estos, sobresalen la necesidad de la regulación emocional al atender
298
estas situaciones, el manejo de la contratransferencia por medio de la propia resolución de crisis y
el trabajo personal de retos personales y, finalmente, la autoconciencia ante los propios sesgos desde
una mirada intercultural para atender a las personas que atraviesan procesos de crisis.
Iniciando con el punto referente a la regulación emocional, se hace necesario definir este
concepto para luego entender su importancia dentro de la atención de situaciones de crisis. López-
Pérez, Fernández-Pinto y Márquez-González (2008, p. 505), siguiendo lo propuesto por Eisenberg,
Fabes, Guthrie y Reiser (2000), señalan que la regulación emocional es la capacidad de modificar la
ocurrencia de un estado emocional, así como su intensidad o duración, ya sea modificando algún
factor que anteceda la emoción o las respuestas emergentes posteriores a esta.
Relacionado con este punto, muchas de las personas participantes puntualizan que este es
uno los principales retos con los que se enfrentan al abordar situaciones de crisis, ya que se
identifican dichas situaciones como detonantes de muchas emociones de gran intensidad, no solo de
la persona atendida, sino también del o la profesional:
"Otra cosa sería mantener la calma, porque probablemente en una crisis nadie esté
calmado entonces uno tiene que controlar eso. Recalco, desde el autocuidado ya vos vas a
saber cómo controlarte, cómo vas a reaccionar. La gente espera de vos eso, la gente espera
que vos controles ese ambiente” (Orx2).
"No entrar en crisis yo... mucho autocontrol de la situación, y diay, el principal es que a
veces uno no sabe qué preguntar más o cómo hacer sentir mejor a la persona [...]” (Orx4).
"Si uno aprende, digamos a enfrentarlas porque antes era uno como no, no puedo con
esto. Ahora, uno sabe que se te puede salir una lagrimita, verdad, pero en otro lado y uno
no tiene problema con eso. A mí, por ejemplo, la violencia es algo que me toca mucha
verdad, no me pongo a llorar, lo atiendo, lo enfrento y lo abordo, pero a mí la violencia si
es algo que particularmente me toca mucho" (Orx8 - EGF1).
299
Márquez-González (2008, p.505) advierten un aspecto de interés de la regulación emocional, el cual
es su modo adaptativo, ya que permite que la persona sea capaz de regular sus emociones para
hacerle frente a los desafíos que se presenten en sus diversas esferas vitales, incluyendo la
profesional. En este caso, se hace aún más apremiante dicha regulación y autocontrol debido al
desafío que implica la atención de las situaciones de crisis por la emocionalidad implícita en estas
(Monge, 2016, p. 69).
En segundo lugar, guardando una estrecha relación con el punto anterior, se encuentra la
necesidad y el desafío de poder manejar la contratransferencia al atender personas en situaciones en
crisis. Esto debido a la importancia de saber gestionar situaciones que refieran a eventos que la
misma persona profesional esté enfrentando en su vida personal o haya enfrentado con anterioridad,
por lo cual enfrentarse a situaciones ajenas similares pueden movilizar emocionalmente a la persona.
Para analizar y entender esto, se propone utilizar el concepto de contratransferencia como base.
Campo (2008, p.77) advierte que existen varias posiciones o interpretaciones ante este
concepto, pero en general refiere a las reacciones emocionales, sentimientos, pensamientos o
fantasías que experimenta la persona profesional en Orientación al establecer una interacción con
las personas atendidas. Esta puede ser utilizada para comprender el mundo psicológico ajeno de
forma empática.
300
posteriormente), para poder dar cabida a un entendimiento cuasi-objetivo y empático del campo
fenomenológico de la persona atendida.
Como ejemplo de esto, se tienen los siguientes aportes de las personas participantes de este
estudio:
"Yo creo que también hay que ser transparentes, sinceros y es que no del todo sabemos todo,
ni podemos con todo; entonces a veces hay que pedir ayuda o a veces hay que inclusive al
mismo estudiante decirle vamos a referirte a otra persona porque no se puede o vamos a
trabajarlo en conjunto. A veces se le remueven a uno cosas y, ¿cómo hace uno para poder
atender una situación sin meter las situaciones de uno personales?" (Orx2).
"Sólo en casos muy excepcionales pasamos un caso…donde ya le toca una fibra que yo digo
“no este caso no puedo”, o “no debo porque lo voy a terminar regañando”, entonces lo
pasamos. Bueno, eso es lo que yo siempre he esperado de parte de mis compañeros, pero
desde que llega a tocar una parte personal, me imagino que en su momento sí (se debe
hacer)” (Orx3).
“Por ello es importante, este, trabajarse uno, porque si no usted termina llorando y el
estudiante es el que le dice “profe, todo va a salir bien” verdad, porque si uno no está
emocionalmente estable, si la persona está pasando cosas que usted pasó o que por algún
asunto le tocan el corazón, usted no puede atender bien a esa criatura” (Orx5).
“Y aquí lo importante es... no necesariamente que yo tenga un título… saber que yo en ese
momento estoy capacitado y reconocer si en realidad yo puedo o no puedo abordar el tema.
Para mí eso es esencial. Yo como profesional… si yo en ese momento sé que no lo puedo
abordar, pedir ayuda a mi equipo de trabajo” (Orx 11 - EGF 2).
301
De esta forma, queda en evidencia la importancia de poder integrar las situaciones y crisis
personales, para que estas no interfieran u obstaculicen el rol profesional. Muchos de estos aportes
antes citados refieren al reconocimiento de las propias limitaciones y la importancia de identificarlas
para no poner en peligro a la persona ni afectar el servicio que se brinda, sobre todo en la atención
de situaciones tan delicadas como las crisis. Todo esto, de forma general, refiere a un proceso de
autoconciencia, el cual no solo implica el reconocimiento de los temas personales pendientes a tratar
y resolver, sino también al reconocimiento de los sesgos que se tengan ante diversas temáticas.
Esto último, es el tercer tema en común identificado como un reto por tener en cuenta a la
hora de brindar atención ante las situaciones de crisis: la autoconciencia (o awareness en inglés)
ante los propios sesgos. Malik (2003, p.17) advierte que esta es una competencia enmarcada en la
interculturalidad, la cual refiere a la apertura y voluntad para relativizar los propios valores,
creencias, comportamientos y visiones ante el mundo y sus fenómenos desde una posición empática,
dejando de lado la creencia de que las propias son las únicas posibles o correctas. Esto permite que
la persona sea capaz de comprender las interpretaciones propias de la persona atendida, sus
necesidades y sus vivencias y desde estas brindar los servicios de apoyo. Ante esto, algunas personas
participantes afirman lo siguiente:
"Yo tengo mis prejuicios, tengo mis creencias, yo tengo mi personalidad; entonces de
repente puede ser que algo me sorprenda o no concuerde con lo que la persona esté
diciendo. Yo tengo que saber que yo no puedo cambiar esa persona, que yo no soy quién
para decirle que eso está malo o está bueno, entonces esa parte es como yo irme
"terapeando" mientras trato de escuchar para poder que esa persona exprese, pero también
poderle hacer ciertas preguntas para que ella misma se responda y poder ir trabajando
desde su perspectiva, desde lo que ella quiere o lo que él quiere" (Orx2).
“Aquí hay compañeras que sí tienen resistencia con el tema de la homosexualidad. Lo más
ético es pasar el caso de compañero. Eso es lo que hay que hacer por el bien del caso [...]”
(Orx3).
“Uno cree que las cosas no pasan porque en la casa de uno no pasan [...] Cuando uno
atiende, uno tiene que tener mucho cuidado cómo les pregunta o cómo les dice porque lo
que usted les dice de manera “juzgándolos” o usando mis prejuicios, ellos lo pueden ver
302
como “yo no le voy a contar nada a ella” verdad, “porque ella cree, por ejemplo,
prostituirme es malo o ella cree que lo que yo estoy haciendo es malo”, entonces hay que
tener como mucho cuidado cuando uno les pregunta. Uno tiene que ser muy abierto verdad,
de mente” (Orx5).
De esta forma, se puede visualizar con este último punto y los anteriores tratados en esta
subcategoría de análisis, que los mayores retos identificados por las personas participantes refieren
a un trabajo personal que debe hacer la o el profesional en Orientación, no sólo como un medio para
el desarrollo personal, sino también como un compromiso con la calidad del servicio brindado, lo
cual excede una capacitación meramente técnica en la atención de crisis y el ofrecimiento de los
PAP.
303
De esta forma se ve la atención de situaciones de crisis como algo transversalizado por un
componente humano referente a la regulación emocional, el control de la contratransferencia en el
servicio y el trabajo de los propios sesgos ante las personas atendidas, sus condiciones y su manera
de ver el mundo. Estos factores se presentan como condiciones necesarias para brindar un adecuado
apoyo ante la vivencia de situaciones de crisis, lo cual refiere a un reto más allá de la aprehensión
de conocimientos técnicos y teóricos.
Esta última subcategoría refiere a los aportes que dan las personas profesionales
entrevistadas para intervenir en crisis y en relación con los PAP, específicamente en lo que tiene que
ver con una serie de estrategias que utilizan y sugieren estas para favorecer su desarrollo profesional
y personal, además de facilitar y hacer frente a las exigencias y retos de la intervención en crisis y
aplicación PAP.
Al respecto, Valenciano (2014, p.3) hace mención a que, al velar por la calidad del servicio
que se brinda, se requiere un constante valorar, evaluar y actualizar para hacer frente al contexto y
a la sociedad, es decir, “la gestión de la educación como responsable de velar por la calidad de los
distintos servicios educativos que tiene a cargo, requiere apoyarse de acertados procesos de
detección de necesidades de formación continua” (p.10).
304
Por lo que, algunas de las personas entrevistadas mencionaron que, con el paso del tiempo
al ejercer su profesión han ido recopilando o sugieren recopilar estrategias y técnicas pertinentes
para atender a la población en situaciones en crisis, por ejemplo:
“Vaya haciendo su banco personal de datos, de instrumentos, fotocopias [...] ahora ustedes
son una era muy diferente a la mía que tiene internet, links, videos, vaya descargando
videos para ir manejando” (Orx3).
“Tratar de no dejar que se acumule el trabajo [...], hacer los planeamientos de las
lecciones de Orientación al día, hacer los informes apenas los piden, dejar materiales
preparados, tener un banco de estrategia o actividades que uno pueda desarrollar, [...]
tener como una bitácora de actividades” (Orx4).
Sin embargo, estos aspectos deben encontrarse en constante nutrición, ya que es necesario
hacer frente a las demandas del contexto y la sociedad, por lo que se sugiere, que la persona
profesional en Orientación además de tener un banco de estrategias, es necesario que este se
encuentre en constante mantenimiento y actualización. Todas estas estrategias y técnicas se sugiere
recopilarlas a modo de prevención, sin embargo, también son de gran utilidad al momento de atender
a una persona en situación de crisis.
Además, es importante destacar que en todo momento, aunque sean técnicas recopiladas con
anterioridad o en el instante preciso, las estrategias que se empleen ante el momento de crisis deben
corresponder a una primera ayuda psicológica que cumpla con los tres sub-objetivos propuestos por
Slaikeu (2000, p.114) para la intervención en crisis que corresponden a, proporcionar apoyo,
acompañar a la persona, permitirle hablar y desahogarse, hay que demostrar interés y preocupación,
tratando de proporcionar un ambiente de confianza, reducir la mortalidad y prevenir lesiones físicas
durante la crisis, y por último, proporcionar enlace de la persona con recursos de ayuda.
Lo anterior, puede observarse como una recomendación para poner en práctica los PAP
según manifiestan las personas entrevistadas, por ejemplo:
“[...] irse innovando. Eso es lo que yo le recomiendo y saber escuchar. Uno puede saber
mucho, pero también el estudiante algo tiene que contar” (Orx3).
305
“Tener mucha paciencia y no pensar que todo te va a salir a la primer sesión o el primer
contacto, creo que el primer contacto uno trata de que la crisis baje un poco, que la persona
se sienta escuchada, se sienta comprendida, que no se sienta juzgada, ya después ahí uno
va viendo como qué estrategias se pueden ir implementando, también poner mucho en
práctica la habilidad de escucha, [...] a veces hay que leer más entre líneas que otra cosa,
porque la persona te puede estar diciendo algo que si vos le agarrás ahí es la palabra clave”
(Orx4).
“Saber que lo que usted diga o haga, va a marcar la vida del estudiante [...] tener claro
cuándo hay que referir [...] validar los sentimientos de la persona, tener claro que al frente
hay un ser humano [...] formación, irse actualizando [...] nos falta mucha formación en
intervención en crisis, uno llega a una zona de confort y no explora más. Qué pasa a nivel
cognitivo, nos falta formarnos más [...] en auxilios psicológicos yo creo que nadie nos gana,
porque atendemos la situación y contenemos emocionalmente, ¿pero después qué? yo lo
puedo controlar y que él se equilibre, ¿pero luego qué? ¿qué técnica uso? [...] cómo
profesionales tener salud mental [...] nuestra labor es importante, y para hacerla de la mejor
manera uno tiene que estar bien [...] uno tiene que estar bien, en lo personal, familiar,
emocional, en todo [...] confidencialidad, siempre [...] tener mucha empatía, trabajar con
jóvenes es difícil y más con padres de familia [...] si activa protocolo, hacerlo bien para
evitar problemas judiciales y demás” (Orx1).
Lo anterior refleja las distintas acciones y actitudes que como personas profesionales en
Orientación se deben poner en práctica para proporcionar un servicio de calidad que vele por el
bienestar integral propio y de la persona que está siendo atendida. Es fundamental ser conscientes
de la importancia que tiene cada una de ellas, desde el más mínimo gesto y palabra en la vida de una
persona, sobre todo cuando ésta se encuentra ante una situación de crisis.
Estas sugerencias por parte de las personas entrevistadas sobre las acciones por seguir,
también se hacen acompañar por unas cuantas actitudes o acciones que se deben prevenir o evitar,
306
para no generar consecuencias negativas con la persona atendida, para la misma persona profesional,
el Departamento de Orientación o demás instancias.
Por otra parte, haciendo mención al lugar con las condiciones mínimas en las que se deben
aplicar los PAP según Porcar (2018, diapositiva, 6), y los cinco componentes de la primera ayuda
psicológica según Slaikeu (2000, p.115), algunos de los aspectos que se sugieren tiene que ser
evitados según las personas entrevistadas corresponden a:
“No dejar los casos tirados y llevar un seguimiento. Pedir feedback” (Orx1).
“Yo tengo mis prejuicios, tengo mis creencias, yo tengo mi personalidad; entonces de
repente puede ser que algo me sorprenda o no concuerde con lo que la persona esté
diciendo. Yo tengo que saber que yo no puedo cambiar esa persona, que yo no soy quién
para decirle que eso está malo o está bueno, entonces esa parte es como yo irme terapeando
mientras trato de escuchar para poder que esa persona exprese, pero también poderle
hacer ciertas preguntas para que ella misma se responda y poder ir trabajando desde su
perspectiva, desde lo que ella quiere o lo que él quiere” (Orx2).
Por lo que, en síntesis sobre la intervención en crisis y aplicación de los PAP, desde la
perspectiva de las personas profesionales en Orientación que fueron entrevistadas, existen
307
sugerencias que facilitan la labor orientadora, promueven el desarrollo personal y profesional
mejorando el desempeño de las personas profesionales en Orientación y también del Departamento
de Orientación , además de mejorar la atención, corresponde a acciones como, actuar desde la
prevención facilitando información y recursos, estar en contacto constante con la población, contar
un banco de datos con estrategias y técnicas que faciliten los PAP, proporcionar esta intervención
en crisis en las mejores condiciones, y por último evitar situaciones que comprometan la atención
que se esté brindando y el bienestar de todas las partes.
Sin embargo, todo lo anterior es posible de trabajar desde Orientación siempre y cuando la
persona profesional vele siempre por encontrarse al máximo de sus capacidades y conocimientos.
Para lo anterior es necesario que desde que se adquirieron los conocimientos sobre
intervención en crisis cuando se encontraban en formación cursando la carrera universitaria hasta la
actualidad, las personas constantemente procuren su actualización profesional, esto corresponde al
último aspecto que sugieren las personas entrevistadas.
Para las personas entrevistadas que son profesionales en Orientación laborando para centros
educativos de secundaria que pertenecen al Ministerio de Educación Pública, es importante que
además de tener una formación continua y constante actualización, no sólo esperen a que el mismo
MEP sea quién les facilite dicha capacitación, sino que también es indispensable buscar estos
espacios de crecimiento de otras instituciones que también la brinden. Un ejemplo de lo que se
menciona es el siguiente:
“El MEP, al menos en la asesoría de Orientación cada regional se maneja muy diferente.
No hay herramientas, no hay tests de autoexploración estandarizados a nivel nacional,
porque usted sabe que los derechos de autor, lo que es una batería de tests, no es cualquiera
sacarlo. Entonces ¿qué es lo que queda?, que cada Orientador se autocapacite, si tiene los
medios que pague un test, lo descargue y lo aplique con la licencia. Pero realmente eso es
un tema que se las trae, porque sinceramente no todos navegamos al mismo ritmo en las
regionales [...] yo soy uno que cuando tengo chance paso leyendo, me ha dado por leer
filosofía [...] Eso le toca a cada profesional, ver cómo se autocapacita para no quedarse
atrás” (Orx3).
308
“No puedo decir que me apego a lo que dice el MEP o me apego a lo que dice este otro,
sino que hay que leer, y las capacitaciones que uno lleva en el MEP, CPO, Colypro que a
veces vienen organizaciones u ONG pues uno va agarrando cosillas de lo que más sirve
verdad, pues realmente siempre he pensado que las personas son diferentes, no podemos
encasillar a una persona solamente con lo del CASIC o este autor del MEP o lo que dice
el CPO porque realmente no sabemos si va a servir o no, entonces realmente trato de
agarrar un poquito de todo y ahí lo que vaya funcionando con este estudiante o este otro
pues ahí se va aplicando” (Orx4).
Como lo menciona Orx5 esta formación también puede ponerse en práctica constante con el
personal docente para no olvidar o dejar pasar la formación,
“Con el personal docente las capacitaciones sobre protocolos del MEP, y el seguimiento
y trabajo en equipo con los profesores guías” (Orx5).
El aspecto anterior resalta que el MEP presenta dificultades en relación con la posibilidad de
brindar esas herramientas a dichos profesionales con la frecuencia que se desearía, además de que,
para la intervención en crisis, como mencionó Orx4:
“Es necesario conocer de todo un poco, no solo la teoría que se aprendió en la formación
en la universidad, por lo que se observa como necesario, la constante búsqueda de
formación continua en diversas instituciones, e incluso en ocasiones también aplica la
autocapacitación” (Orx4).
309
Al respecto, se recalca que:
“Se debe considerar como parte de la formación que debe promover la Orientación,
Sin embargo, a pesar de que el centro educativo proporcione o no todas las herramientas
necesarias para la capacitación, debe existir en la persona profesional en Orientación el deseo de
aprender, de adquirir conocimientos nuevos que permitan ejercer mejor la disciplina, sobre ante un
tema tan presente e importante como la intervención en crisis y aplicación de los PAP.
Como menciona, Valenciano (2014, p.5) esta actualización debe hacer frente a las
necesidades sociales y contextuales, la autora menciona que “las funciones desempeñadas y las áreas
de intervención propias de la Orientación en Costa Rica, así como las nuevas funciones y contextos
en los que deben ejercerse, hacen necesario en las personas profesionales de esta disciplina, un
desarrollo profesional que dé respuesta a las nuevas expectativas (p.9).
310
Por lo que se evidencia que la educación continua, la constante actualización, el aprender a
aprender son esenciales para atender una crisis, aplicar los PAP, y además velar por el propio
bienestar integral y desarrollo personal y profesional de la persona profesional en Orientación que
atienda a esas personas en crisis.
Por último, una de las sugerencias que menciona una de las personas entrevistadas,
corresponde a las demandas de la actualización y formación continua, y el uso de la tecnología,
aspecto esencial sobre todo en la actualidad, al respecto la tecnología proporciona un mayor acceso
o facilidad para acceder a la información, y la formación. Por ejemplo:
“La tecnología, hay que irla implementando cosa que diay esas bases teóricas que uno
desarrolla en la U, muchas veces no la incluyen, [...] entonces son cosas que uno mismo
puede ir desarrollando y no estarse tal vez esperando a que alguien venga del MEP, del
INA, o la institución que uno vaya a trabajar que me vaya a capacitar sino que uno mismo
[...] ir relacionando la práctica con la teoría porque no necesariamente la teoría se va a
aplicar a la práctica y contextualizar mucho el lugar en el que uno está” (Orx4).
En relación con esto, como menciona Valenciano (2014, p.5), la formación continua debe
promover el desarrollo profesional de las personas Orientadoras para cumplir con las exigencias del
puesto que se encuentra desempeñando y las necesidades sociales que este implica. Aspecto que
también exige velar por la propia salud integral la cual no se puede olvidar ni dejar de lado.
311
4.5. Autocuidado de la persona interviniente en crisis.
mejor calidad de vida. Son aplicables a toda persona que esté vinculada con las
Además, para esta autora, el autocuidado le facilita a la persona informarse acerca del estrés,
sus reacciones, el manejo de las emociones, las técnicas de relajación, y las estrategias físicas y
psicológicas que se deben utilizar para poder llevarlo a cabo de manera eficaz.
Por lo tanto, esta categoría de análisis pretende dar a conocer y comprender la manera en la
que se vive y entiende el autocuidado dentro de la labor orientadora, refiriéndose a las prácticas
saludables de actividades que realizan las personas profesionales en Orientación consultadas para
el mantenimiento de su salud mental y bienestar, los retos para ponerlo en práctica y las
consecuencias de su carencia; estos corresponden a aspectos de interés a desarrollar en las siguientes
subcategorías de análisis.
Asimismo, se abordan también las redes de apoyo y los recursos con los que cuentan las
personas profesionales en Orientación para poner en práctica el autocuidado al intervenir ante crisis
emocionales en estudiantes adolescentes.
312
La Universidad Autónoma de Barcelona (2015), señala que la atención de las situaciones de
crisis sobrepasa los umbrales comunes de estrés, llegando a niveles aún más críticos que el del
síndrome de desgaste profesional o “Burnout”, debido a que al ser situaciones que requieren de una
alta empatía, estas vuelven vulnerable a la persona profesional ante el dolor emocional y el
sufrimiento; exacerbados por situaciones traumáticas no resueltas y por situaciones catastróficas que
se pueden vivir a la hora de atender la situación (p.9).
Es importante recordar que en una relación de ayuda como la que proporcionan las personas
profesionales en Orientación, la empatía es un recurso fundamental e inevitable que si bien permite
la comprensión del sufrimiento de la persona afectada, puede generar un efecto adverso al punto de
disminuir la capacidad de respuesta y bienestar emocional llamado fatiga por compasión.
Entonces, se puede afirmar que el desgaste por empatía es una respuesta biopsicosocial por
la exposición continua y recurrente a un trauma, tensión o estrés de otras personas como resultado
de una interacción empática y sensible. Así mismo, Care (citado en González, Sánchez y Peña, 2018,
p. 488), afirma que la fatiga por compasión es un subtipo del estrés laboral o también conocido como
Burnout, debido a que la persona profesional de ayuda experimenta gran estrés al dar consuelo a una
persona afectada emocionalmente por diversas circunstancias.
313
alcanzar el desarrollo humano. Para Garita (2013), “este hecho implica dar respuestas oportunas,
para que las personas logren enfrentar adecuadamente sus circunstancias vitales y favorecer el poder
de acción sobre su bienestar personal” (p.56).
De manera que, el autocuidado se visualiza como un acto de cada persona por ser responsable
ante el cuidado de su propia salud integral. Al respecto, las personas profesionales en Orientación
entrevistadas, manifiestan que el autocuidado corresponde a aspectos como:
“sería la parte de buscar cosas [...] para poder manejar el estrés” (Orx11 - EGF2), y
también se menciona que corresponde a:
“esa forma en la que uno mismo se chinea por decirlo así y saliéndome de toda la teoría,
creo que es la forma en la que uno mismo busca cómo sentirse bien verdad, cómo sentirse
pleno, y cómo alcanzar o ir escalando en la pirámide de Maslow por ejemplo, verdad,
cómo uno va desarrollando una cosa y lo lleva a otra y a otra y a otra” (Orx4).
Se aprecia como el autocuidado se entiende para las personas entrevistadas, como cada una
de las acciones que permiten alcanzar un estado de bienestar y satisfacción en las distintas áreas de
la vida, así como también facilita sobrellevar aspectos difíciles sin tanta repercusión. Es decir,
previene secuelas negativas en su salud integral.
En relación con lo anterior, Escobar, Franco y Duque (2011), destacan que el autocuidado
corresponde a la responsabilidad de llevar un estilo de vida saludable a manera personal y
profesional, a través de tres características (pp.134-135):
● Es de carácter voluntario.
● Es un estilo de vida que debe perdurar día a día y se sostiene en las redes de apoyo de la
persona, como lo son su familia y comunidad.
● Necesita de una base de conocimientos para llevarlo a cabo.
314
“[...] tiene que ver con la responsabilidad, responsabilizarme de mis necesidades básicas
durante mi jornada de trabajo. Tomar el tiempo de desayuno, de merienda, de ir al baño,
de tomar líquido, porque si no cuando me doy cuenta en un trimestre uno se ve afectado
por ese constante trajín” (Orx9 – EGF2).
A partir de las características señaladas por Escobar, Franco y Duque (2011) y las personas
entrevistadas, y haciendo énfasis en la responsabilidad que cada persona posee sobre velar por sí
misma, se destaca que el autocuidado corresponde a acciones diarias y constantes; decisiones a favor
de la salud integral propia.
Algunas de estas acciones corresponden a pequeños actos cotidianos, pero que favorecen el
bienestar; aspectos acordes a un estilo de vida que incluye conductas, estrategias y pensamientos
adecuados que le permiten a la persona mantener una mejor calidad de vida en general.
“es cuidarme verdad [...] yo pienso que es una de las cosas que más nos hace falta a
nosotros, porque nosotros cuidamos de todo el mundo [...]” (Orx5).
Es evidenciable de acuerdo con (Orx5), que aún al ser conscientes de la importancia del
cuidado y bienestar en general, también en ocasiones como profesionales buscan velar por el
bienestar de las demás personas, aunque en ocasiones esto implique dejar un poco de lado el
autocuidado. No obstante, se reconoce la necesidad de que la persona profesional en Orientación
vele por su cuidado con responsabilidad, procurando evitar afectaciones personales y anteponer la
salud ajena por encima de la propia.
Es así que, las personas entrevistadas en este estudio, destacan que es importante cuidar de
sí mismas para poder encontrarse en óptimas condiciones para atender a las personas orientadas.
Sin embargo, se denota que, al definir el autocuidado, solamente dos de las personas
315
entrevistadas (Orx4) y (Orx9 - EGF2) brindan una definición del concepto, mientras que algunas
otras como (Orx5) y (Orx11 - EGF2) al preguntarles acerca del mismo, mencionan prácticas que
permiten cuidar de sí mismos, no una definición del mismo. A pesar de esto, estas prácticas son un
aspecto importante para la presente investigación.
Por otro lado, como se ha mencionado, poner en práctica el autocuidado favorece en gran
medida el bienestar de la persona en cada una de las áreas en las que se desenvuelve. A su vez, este
se conforma de decisiones sobre pequeñas y grandes acciones, estrategias o técnicas a favor del bien
propio, y en el caso de las personas profesionales en Orientación, a favor del bienestar del equipo
con el que se trabaje dentro de la institución también.
Según Garita (2013), lo anterior indica que tanto el autocuidado como la ayuda mutua y los
entornos sanos, favorecen la promoción de la salud de la persona profesional en Orientación, lo cual
les permite fortalecer las capacidades, habilidades, destrezas y virtudes (p, 61).
Por otra parte, la toma de decisiones de asumir la responsabilidad por el cuidado propio y el
cuidado del equipo de personas profesionales en Orientación que laboran juntas, permiten favorecer
el bienestar y la salud integral de cada una de las partes. Por lo que, a continuación, se describen las
formas en las que las personas entrevistadas ponen en práctica el autocuidado.
El autocuidado implica procurar un bienestar integral en cada una de las áreas que conforman
la vida de una persona, y aunque las personas son seres sociales que se encuentran en constante
contacto con el entorno, este cuidado puede ser llevado a cabo de forma independiente.
En relación con esto y, aunque en este apartado se menciona que se presentan hábitos
individuales de autocuidado, es necesario comentar que en las decisiones que tome la persona sobre
su bienestar, siempre existirá la influencia de su contexto en aspectos como la alimentación, el
acceso a lugares recreativos, y la motivación al ejercicio, entre otros.
316
Algunas de las prácticas que favorecen el autocuidado corresponden a acciones tales como
el descanso, la alimentación sana, la salud física incluyendo el ejercicio, la salud mental y otras
acciones, que llevan a la persona a comprometerse con su propio bienestar (Monge, 2016, p.185).
“también siento que es necesario la actividad física, para botar un poco el estrés, en mi
caso me gusta mucho la caminata, el correr, las pesas, me encanta hacer ejercicio. Es una
manera muy importante de cómo canalizo el estrés, también son muy importantes las horas
de sueño, la alimentación, el leer es una de las cosas que me ha ayudado para la salud
mental. El viajar, respirar salir de la cotidianeidad [...]” (Orx1).
“escucho música, a veces que se yo qué pierdo la dieta me compro algo y me pongo a ver
una serie en Netflix, verdad, entonces éste diay ahí trato como de relajarme, me gusta
escuchar música, jugar Play, también me metí al gimnasio para bajar también los niveles
de estrés, me gusta pasear cada vez que puedo” (Orx4).
Se observa a partir de lo anterior, como realizar acciones que propicien la salud física y
mental son consideradas como parte del autocuidado. La mayoría de los hábitos anteriores, pudieron
ser realizados por decisión personal, en actos tan cotidianos como cuidar de la propia alimentación,
hacer ejercicio, el entretenimiento y la recreación.
Aunado a esto, algunas otras acciones por decisión individual para cuidar del bienestar
propio según las personas entrevistadas, corresponden a:
“salir, conversar, tomar un café [...] también la cocina, me gusta cocinar, me distrae, el
escuchar música, alimentarse bien” (Orx1); “Yo en lo personal, ejercicio” (Orx10 -
EGF2); “aquí en el trabajo a veces lo que hago es que pongo música cómo instrumental o
cosas así para trabajar más en calma” (Orx4).
317
tareas y roles de su profesión.
“yo creo que la parte espiritual debe uno tener, no hablo de una parte religiosa, hablo de
una parte más espiritual, verdad, yo creo que es importante, como usted lo quiera decir,
Dios, Buda, no sé, pero esa parte” (Orx1 - EGF1).
“[...] entonces todos los que trabajamos con personas es indispensable la salud mental, en
mi caso creo que el primer punto sería la parte espiritual. Parte de mi salud mental va por
esa cercanía con Dios, tener esa visión de fe y esperanza, que en situaciones complicadas
hay un ser supremo en este caso para mí Dios, que lo alienta que lo ayuda y que sale uno
adelante a través de la fe. Yo en lo personal cuando comienzo el día me encomiendo mucho
a Dios, al espíritu santo, siempre tengo una oración que es de San Juan Pablo ll, y eso es
lo que me ayuda en parte de mi salud mental a afrontar el día” (Orx1).
De manera que, la parte espiritual además de en este caso asociarse a una experiencia
religiosa, también contempla tener fe y esperanza, y se convierte en una motivación para que las
acciones que se realicen en la labor orientadora y sobre todo al atender personas en situaciones de
crisis, puedan salir de la mejor manera para todas las partes.
En relación con lo anterior, según Santrock y Ajello (citados por Naranjo, 2009) la
motivación se visibiliza como el conjunto de razones por las que las personas se comportan de la
manera en que lo hacen, de modo que se realizan diversas actividades que se convierten en valiosas
(p.154). Por lo tanto, en este caso específico el autocuidado en la parte espiritual también se convierte
en una motivación para llevar a cabo la labor como personas profesionales en Orientación.
Por otra parte, estos cuidados pueden hacer la diferencia en la manera en la que se pueda
desempeñar la persona profesional en Orientación, cómo se pueda sentir profesionalmente, y cómo
esto va a repercutir en sus labores.
318
En las siguientes frases se denota cómo algunas de las personas profesionales en Orientación
que se entrevistaron, procuran velar por su bienestar separando la parte laboral de la parte personal,
y cómo esto favorece enormemente su quehacer dentro de la institución:
“yo salgo a las 3:00 p.m., o sea, yo soy orientadora de 7:00 a.m. a 3:00 p.m., pero yo para
mi casa no me llevo nada. Si yo tengo que hacer una denuncia o un acta, yo lo hago aquí
y salgo tarde verdad, y no salgo a las 3:30 pm., salgo a las 4:00 p.m., pero yo a mi casa,
yo no hago nada del colegio” (Orx5)
Por otra parte, hay quienes creen que debido a la poca cantidad de espacios formales que
existen dentro de la institución dedicados al autocuidado, este corresponde más a una acción
individual. Una de las personas entrevistadas comentó:
“yo creo que el autocuidado es demasiado personal, vos decidís si trabajás en autocuidado,
pero bueno al menos este año fue la primera capacitación que tuvimos sobre autocuidado,
al menos que la tuve yo, pero eso no es lo habitual. Eso te lo digo porque esta asesora
regional es fenomenal, pero no, esto, la parte de autocuidado no se da. Vos sos un
funcionario público y tienes que rendir, no te ven como persona sino como un funcionario
que no puede cometer errores” (Orx2).
319
De manera que se evidencia cómo el autocuidado realmente son todas aquellas acciones
donde la persona decide y puede velar por su propia salud y bienestar integral, donde sus creencias,
su vida personal, sus condiciones sociales, sus características biológicas, espirituales y psicológicas,
y su trabajo se encuentren en armonía.
Por lo tanto, a pesar de que el personal de Orientación entrevistado está consciente de que
el autocuidado implica asumir la responsabilidad de escoger estilos de vida y trabajo saludables, se
evidencia también que este aspecto a veces es descuidado, por lo cual debería prestársele mayor
atención.
Al respecto, Garita (2013) menciona que la Orientación como disciplina, cuenta con
referentes teóricos, metodológicos e instrumentales que permiten a las personas pertenecientes a
dicha disciplina conocer acerca de su desarrollo socioemocional; aspecto de importancia cuando se
trata de velar por el bienestar y las capacidades personales y colectivas que faciliten el mejoramiento
y la conservación de la salud integral (p.55).
Es así que, como profesionales que pertenecen a un equipo de trabajo, es necesario que
también exista un autocuidado en conjunto, para procurar el fortalecimiento de sus capacidades, así
como el bienestar común.
Estas prácticas pueden ser acciones cotidianas que realice el Departamento de Orientación,
tales como:
320
“espacios para conversar, para tomar café, abrazos, apoyo digamos Hasta a veces en lo
personal, conversamos, nosotros hablamos mucho, yo creo que tenemos esa gran
ventaja” (Orx8).
“entonces eso para mí es esencial, el ambiente o sea el cafecito, el momento del vacilón,
el que hay que reírse, y administrativamente también que aquí la verdad lo tenemos es
que nadie nos controla como tanto” (Orx6 - EGF1).
Al respecto, sobre estas actividades que se incluyen en la salud física, mental y espiritual,
Monge (2016) menciona que “el equilibrio en estas áreas logra que la persona potencie al máximo
sus capacidades y mejore su desempeño en todos sus roles de diario vivir” (p.179). Por lo tanto, es
oportuno para el bienestar de cada una de las personas que pertenecen al Departamento de
Orientación, velar por tener dentro de sus rutinas diarias acciones saludables que también favorezcan
el equilibrio entre lo personal, laboral, y el resto de las áreas de su vida.
Algo importante que se visualiza como parte del bienestar que estas personas encuentran
dentro del mismo Departamento de Orientación, es el apoyo, la contención y la escucha entre
quienes lo conforman; aspectos que para la salud mental son de suma importancia. Un ejemplo de
ello es al mencionar, lo siguiente:
“más que un departamento laboralmente hablando, también uno llega a formar vínculos
de amistad importantes” (Orx1 - EGF1).
“algo muy importante también que yo creo que es el corazón de todo, qué es confiar en
nosotros cuatro como profesionales, y también uno de los elementos que a mí no se me
olvida nunca, en la universidad que nos decían que habían cinco aspectos dentro de los
cuales hay uno que es muy importante que es la confidencialidad, entonces, el saber qué
podemos confiar entre nosotros y las cosas quedan ahí, eso es muy importante, eso permite
que las relaciones afectivas en tu departamento se consoliden más [...] eso va a permitir
una buena labor de equipo” (Orx7 - EFG1).
321
“lo hablamos en grupo, generamos contención en equipo y procuramos acompañar a
nuestros compañeros haciéndonos cargo de otras labores administrativas para alivianar
la carga momentánea de trabajo del compañero. Almorzamos juntos, intentando
despejarnos mentalmente en ese periodo de descanso” (Orx9 - EGF2).
De manera que se observa cómo las personas entrevistadas destacan que el cuidado de la
parte emocional y afectiva dentro del equipo de trabajo, favorece el bienestar integral y la
potencialización de las capacidades de las personas que lo integran.
“una reunión para evaluar los aciertos y desaciertos, eso se sistematiza y además hacemos
un compartir entre el equipo para reírse un rato. Los demás tienen buen sentido del humor,
eso ayuda bastante para relajarse después de situaciones tensas” (Orx10 - EGF 2).
“[...] nosotros semanalmente nos reunimos, y dentro de las reuniones, no son totalmente
rígidas, que hay que seguir una agenda, si hay que molestar, vacilar, sacar algo en el
momento de la agenda y contarnos algo de alguna situación que nos pasa, yo creo que eso
es un punto importante como equipo de trabajo que nosotros tenemos. La confianza que
existe entre nosotros [...] en esa parte que hasta el momento yo nunca he visto que salimos
enojados de una reunión, más bien salimos riéndonos, salimos ese día que tal vez van a
comprar algo, que van a comer algo, muchas situaciones que nos dan la oportunidad
dentro de la semana de iniciar con esa parte” (Orx11 - EGF2).
Además, es necesario destacar que estar en reuniones de manera formal como de modo
informal, funciona como herramienta para que como equipo exista la retroalimentación, el
322
aprendizaje, y el apoyo cómo profesionales. Así como lo menciona Garita (2013), la promoción de
la salud se logra, con los entornos sanos, la ayuda mutua y de esta forma el autocuidado (p.61).
Algunas de las personas entrevistadas al respecto sobre esta ayuda mutua mencionan lo
siguiente:
“se comparte la situación y se escuchan sugerencias para poder mejorar” (Orx11 - EGF2).
“algo que nos ayuda hoy creo yo como departamento es lo que dice [...] porque a veces
uno tiene que quitarse, vamos a ver la palabra, ese egocentrismo de que yo lo sé todo”
(Orx7 - EGF1).
“cuando llegamos a la hora del café y tal vez alguien anda con algo en la cabeza
¿chiquillos ustedes qué harían?, resulta que pasó tal y tal cosa, diay yo haría tal y tal otra,
a veces la respuesta está ahí” (Orx6 - EGF1).
De forma que se evidencia cómo trabajar en equipo dentro de un entorno sano donde exista
ayuda mutua, y esos espacios que como profesionales han decidido compartir ya sea para pedir
ayuda sobre algún caso o expresar los sentimientos que se experimentaron al atender alguna otra
situación, han dado como resultado el autocuidado como Departamento de Orientación. Además, se
destaca que:
poner en práctica algunos elementos que le permitan ampliar su práctica para atender
De esta manera se visualiza que como a nivel de equipo de trabajo en los Departamentos de
Orientación existen espacios comunes para compartir, para que haya diálogo, para el intercambio de
323
ideas, el aprendizaje a partir de las experiencias, y la sensación de apoyo, lo que permite a estas
personas sobrellevar la labor como profesionales en Orientación dentro de una institución.
Además, también las personas entrevistadas comentan que hay acciones que aportan al
autocuidado que son realizadas junto a la presencia de otras personas, aunque estas no
necesariamente corresponden al equipo de profesionales en Orientación de la institución. Estas
personas pueden ser amistades, familiares o incluso colegas de otros espacios. Lo anterior, se puede
encontrar en comentarios como:
“desconectar el teléfono cuando no estamos en horario lectivo, una buena cena familiar,
una salida de pareja para relajar, nadar” (Orx10 - EGF2).
324
existen momentos en los que estas personas se reúnen o coinciden para hablar de temas que no sean
de trabajo, liberar estrés, encontrar contención, comentar sobre diversas situaciones y otras acciones;
momentos que son considerados por las personas entrevistadas como autocuidado.
A continuación, se hace referencia a los resultados arrojados sobre los recursos personales
que tienen las personas profesionales en Orientación entrevistadas para procurar su autocuidado, así
como sus redes de apoyo para este fin. Se considera necesario dentro de la presente subcategoría de
análisis, definir este último concepto, de redes de apoyo. Zuccardi (citado en Artavia y Cubillo,
2014) señala que estas son un conjunto estructurado de personas, servicios e instituciones que
brindan apoyo y sostenimiento a las personas en sus procesos de desarrollo (p.303).
De acuerdo con la Fundación para el Bienestar del Adulto Mayor (citada en Artavia y
Cubillo, 2014), existen las redes primarias, referentes a las figuras más cercanas a la persona,
incluyendo a su familia, amistades, vecinos y vecinas. También existen las redes secundarias o extra
familiares, que son compuestas por grupos sociales y organizaciones civiles o religiosas, así como
por contactos laborales o de estudio con los cuales la persona tiene algún vínculo.
325
Finalmente, se consideran también las redes institucionales o formales, las cuales integran
aquellas organizaciones públicas o privadas de distintos niveles y alcances (municipales, comunales,
nacionales, entre otras), cuya función es brindar servicios de apoyo para fines específicos (p.303).
Dichas redes son consolidadas por medio de las relaciones interpersonales que cada persona
mantiene con su contexto social. Estas tienen una importancia significativa, ya que como lo destaca
Garita (2013), es necesario entender la salud integral como un estado de bienestar mediado por
múltiples factores, incluyendo las relaciones sociales y vínculos afectivos con los que cuente cada
persona, así como otros factores culturales, contextuales y familiares; esto, más allá de la visión que
se acostumbra de la salud, enfocada solo en los aspectos biológicos, ambientales o genéticos (p.56).
De esta forma, las personas que forman parte de una red de apoyo alrededor de otras, pueden
facilitar o promover su salud integral y su autocuidado. Al respecto, algunas personas participantes
del estudio afirmaron lo siguiente:
“[...] hay situaciones que uno sí se lleva y que lo habla con la pareja, como para que te dé
una visión de la situación que vos estás viviendo, en el sentido de que uno a veces necesita
otra perspectiva [...]” (Orx2).
“[...] pasar con la familia, estar con los amigos y algo importante que me ha ayudado es a
nunca poner mi trabajo como prioridad, sonará complicado, pero bueno para mí mi
prioridad es mi familia y mi vida” (Orx1).
Además de estos apoyos que se encuentran en la familia y en las redes de apoyo primarias,
se puntualizan otros apoyos en los propios departamentos de Orientación dentro de las instituciones
educativas visitadas, que apuntan a redes instauradas en los lugares de trabajo:
326
"Mientras estamos trabajando o después del almuerzo, incluso en el carro. Es que a veces
ni siquiera nos da chance de sentarnos a conversar porque sí hay mucho trabajo, eso
también lo hemos hablado. Aprovechamos que viajamos la mayoría de las veces juntas
entonces nos desahogamos un poco, en ese sentido. Ya cuando es una crisis de nosotras
para atender una crisis, inmediatamente yo creo que nos buscamos y en ese sentido, por
lo menos de mi parte, nos acoplamos y ahí tratamos que la otra persona vea la otra
perspectiva o no sé, tratamos de no entrar en crisis las dos" (Orx2).
“Una de mis compañeras sabía que a mí me iba a afectar y entonces ya vino y me atajó, y
me dijo “lo que le pasó fue esto, esto y esto”, entonces yo fui al baño, tomé agua, respiré"
(Orx5).
De esta forma, se hace evidente el rol que juegan los apoyos en el sitio de trabajo, más allá
de contar solo con una red de apoyo primaria paralela al desempeño de la profesión. Posiblemente
las personas compañeras de trabajo, especialmente aquellas que ejercen la misma profesión, están
en una mejor posición de entender los retos que acarrea el rol profesional dentro de las instituciones
educativas y de prestar apoyos para sobrellevar la carga laboral y sus desafíos, por lo cual es más
fácil empatizar con colegas.
Finalmente, en cuanto al tema de las redes de apoyo que fomentan el autocuidado, cabe hacer
énfasis en el rol destacado que tienen las relaciones interpersonales, tanto en el ámbito laboral como
fuera de este, en el bienestar integral de las personas profesionales de la Orientación.
327
Lo anterior se sustenta en lo planteado por Garita (2013), quien advierte que los entornos de
colaboración y los ambientes sanos de trabajo, así como las relaciones interpersonales que la persona
profesional establezca en su vida, la pueden poner en una mejor posición y brindarle más y mejores
recursos para hacerles frente a sus retos profesionales, procurando su salud integral por medio del
autocuidado (p59) tal y cómo quedó ejemplificado con los aportes de las personas participantes de
esta investigación.
En cuanto a los recursos personales con los que cuentan las personas profesionales en
Orientación para facilitar su autocuidado, es importante hacer referencia a ciertas habilidades como
competencias personales y profesionales que le pueden auxiliar en esta área. Muchas de estas son
consideradas como condiciones necesarias para poder aprovechar y participar de manera activa en
las redes de apoyo antes mencionadas, por lo cual se sigue apuntando a la importancia de la mirada
contextual-social de cada quien para procurar, y fomentar el autocuidado como parte de la salud y
el bienestar integral.
Al respecto, Gómez (2017) destaca que las habilidades sociales se relacionan con las
habilidades de autocuidado personal, ya que la persona puede tener así más recursos psicológicos y
personales para regular sus impulsos, para monitorear su bienestar y su salud, para mejorar su
autoestima como factor protector y aumentar su asertividad para afrontar los conflictos y otros retos
presentes en la jornada laboral, y en su vida personal que sean fuentes significativas de tensión o
estrés (p.107).
Todas estas conductas y habilidades le permitirán a la persona activar más recursos para el
autocuidado y le llevarán a evitar conductas de riesgo, además de que le facilitarán tener una mejor
disposición actitudinal ante las tareas diarias, por lo cual podrían ser entendidas como un factor de
prevención del desgaste profesional. Un ejemplo de esto, lo constituyen los siguientes aportes:
"El convivir en el colegio con los compañeros, tener una actitud positiva te va a ayudar en
el trabajo. Fortalecer nuestra salud mental, es importante, porque cuando uno trabaja en
esto, no sabe qué se va a topar en el día y los imprevistos" (Orx 1).
328
Estos aportes apuntan a cómo, más allá de simplemente contar con redes de apoyo y recursos
externos para el autocuidado, se torna necesario contar con habilidades sociales, cognitivas y
actitudinales para hacer frente a los desafíos de la jornada diaria, en especial cuando se atienden
situaciones de crisis:
“A mí me parece súper importante reconocer que, de esa crisis, me puede generar crisis a
mí. Porque no estamos […] o sea, no estamos exentos de que nos dé crisis" (Orx 9 - EGF
2).
“En impotencia, me desestabiliza un poco verdad… uno lo atiende y todo y sigue adelante,
pero solo yo sé que cuando voy en el carro y digo uy por qué estoy pensando en esto, ya
salí, o a veces en mi casa ya verdad, suave estoy en mi casa, entonces ya mañana veo a ver
qué resuelvo porque hay casos que se te pegan y te los llevas, no hay manera” (Orx 6 -
EGF 1).
Por lo tanto, tal y como advierten Londoño, Velazco, Alejo, Botero y Vanegas (citados en
Gómez, 2017), el desarrollo de competencias para el afrontamiento de situaciones estresantes
(especialmente aquellas relativas a situaciones de crisis), el sentido de autoeficacia y las
competencias sociales y prosociales sirven de base para una buena salud mental y bienestar, al
mismo tiempo que posibilita que la persona esté en mejor posición de hacerles frente a las demandas
de sus diversos roles vitales y procure así su autocuidado, (p.107).
Bajo esta misma línea, se evidencia entonces que hay una dialéctica propia de la naturaleza
biopsicosocial de cada persona que no es ajena al rol profesional, y que incide directamente en la
adopción o no de estilos de vida y conductas que promuevan su bienestar integral. Por consiguiente,
se debe ver a cada persona como un individuo y como parte de un entramado social.
329
Como se verá a continuación, se pueden identificar falencias en el sistema educativo que
conllevan a los desafíos u obstáculos antes mencionados, apuntando a la necesidad de generar
cambios a nivel sistémico para poder atender o apalear estas fallas que van más allá del control de
la persona profesional en Orientación, pero que tienen un impacto real en su bienestar.
Al respecto, Gómez (2017) indica que para tener un nivel suficiente de bienestar y salud
mental se debe contar con ciertas habilidades y competencias para hacerles frente a los desafíos de
la vida diaria y el rol profesional, lo cual ya fue expuesto en el apartado anterior. Adicionalmente a
esto, se hace énfasis en el componente social del bienestar, manifiesto en las redes de apoyo en las
cuales la persona está inmersa, pero hay un componente que va más allá de estos componentes
psicosociales, el cual es el factor cultural y como extensión de este, la cultura organizacional en el
lugar de trabajo, (p104).
Para la autora señalada, este último factor cultural tiene un gran peso en cómo la persona
procure su salud integral y su autocuidado, ya que este mediará en la percepción que tenga la persona
ante los hábitos de vida saludable, la educación y capacitación que reciba al respecto, y sobre la
cantidad de recursos que se destinen de manera formal a la promoción de la salud y el bienestar
integral en los espacios de trabajo y en las comunidades (p.108). Al respecto, las personas
participantes afirman lo siguiente sobre la carga laboral en el rol orientador en el sistema educativo
público nacional:
"Sí hay un nivel de sobrecarga. Unas más intensas que otras, entonces sí hay una
sobrecarga donde se junta todo, todos los males, todos los procesos se juntan, entonces
eso implica mucho estrés y mucho desgaste emocional también” (Orx 13 - EGF 2).
“A veces por tener ese peso dentro de la institución, se da una sobrecarga, entonces una
necesidad profesional que a veces no es necesario, porque el mismo docente lo puede
realizar, pero como que necesito que esté ahí, como ese acompañamiento, entonces ya lo
veo como que le da más credibilidad tal vez no, pero más […] al departamento” (Orx 11
- EGF 2).
330
su salud mental, y cómo esta tensión derivada puede ser nociva para el bienestar físico y mental de
las personas orientadoras. Al hacer referencia propiamente a la cultura organizacional derivada de
la gestión del MEP y el aspecto social del clima organizacional, se expresó lo siguiente:
"Esto, la parte de autocuidado no se da. Vos sos un funcionario público y tienes que rendir,
no te ven como persona sino como un funcionario que no puede cometer errores" (Orx 2).
“Nosotros el año pasado nos fuimos a "Paraíso de los volcanes" y nos llevamos al grupo
de profesores que querían ir con nosotros y no muchos se apuntaron. ¿Por qué?, Porque
aquí cuando nos dan un día para nosotros, no hay clases, pero muchos profesores se van
para la casa, porque prefieren compartir con la familia y tal vez no hay una identidad con
el colegio. ¿Por qué? diay ahí es otro tema, porque pueda ser que esa semana se agarró
con el compañero de departamento y “no quiero ni verlo, qué voy a estar yo dándome la
mano ahí en media montaña con fulano”, que no está de acuerdo con la administración,
“yo no voy a ir a ser hipócrita” […] El gremio de educación sí está muy tóxico a nivel
nacional, eso sí se lo doy así en sentencia. Y lo triste es que trabajamos con adolescentes.
¿Si yo estoy intoxicado qué le estoy pasando a mis estudiantes?” (Orx3).
Aquí es importante, que se retomen las frases anteriores antes de continuar con otro tema, ya
que estas dan apertura a reflexionar en cómo la falta de una cultura que promueva el autocuidado
puede tener relación con las actitudes tóxicas que advierten las personas participantes.
“Yo a título personal, atender situaciones con los chicos no (me afecta) porque eso es lo
que nosotros hacemos y lo esperamos, y para eso estamos aquí, para dar un soporte en
una situación. Más bien a veces cuando nos cambia y nos hace un vuelco, es cuando
331
tenemos que atender alguna situación de un mismo compañero o un papá cuando no sabe
manejar sus cosas dentro del hogar" (Orx 11 - EGF 2).
Lo preocupante de estas situaciones se relaciona con lo que plantea Gómez (2017), quien
propone que los sistemas que no sean capaces de dar sostenimiento y soporte a las personas para
que procuren su autocuidado con miras a la salud integral, exponen a su capital humano a la
negligencia ante su propio bienestar; la somatización al afrontar situaciones tensionantes, dentro de
las cuales cabe destacar la atención de crisis; y se promueven estilos de afrontamiento reactivos
basados en la emocionalidad desbordada y la negación del malestar, (p.106).
La salud integral, mediando principalmente para efectos de este estudio a partir del
autocuidado, se considera como un eje del adecuado desempeño profesional de las personas que
laboran en una institución y quienes interactúan constantemente con una comunidad educativa, lo
que genera un intercambio de influencias entre estas y afectaciones tanto positivas como negativas
en el autocuidado al desenvolverse en las respectivas áreas profesionales y personales. No obstante,
se denota que existen importantes carencias y necesidades en la atención del cuidado que las
personas profesionales en Orientación tienen sobre sí mismas al intervenir diversas situaciones de
crisis emocionales por parte de estas, y de otros entes inmersos en los procesos educativos.
Como se ha hecho mención en párrafos anteriores, esto debería de preocupar a las personas
profesionales, a las direcciones y demás personal del MEP, ya que como expresan Escobar, Franco
y Duque (2011, p.140) y Monge (2016, p.184), el autocuidado y el bienestar integral son condiciones
necesarias para velar por la calidad de los servicios que se ofrecen a la población meta, bajo la lógica
de que la persona profesional sea capaz de velar por la propia salud para así estar en condición de
velar por el bienestar de las personas que atiende. Esto se evidencia a partir de lo que destaca la
siguiente participante:
“Yo me acuerdo una vez de un compañero que me dijo “¿quién orienta a los
orientadores?” verdad, me dijo él, y yo “tenés razón, no sé” porque usted les soluciona a
los profesores, escucha los problemas de todos los chiquillos, le busca solución y, ¿quién
lo cuida a uno? Estamos en problemas [...]” (Orx 5).
332
De esta forma, queda explícito el aspecto pendiente que se tiene en cuanto a la promoción
del autocuidado de la persona profesional en Orientación en el MEP, principalmente cuando existe
gran exposición ante situaciones de crisis, que como se indicó al inicio de este apartado, son
situaciones de alto nivel de vulnerabilidad ante las situaciones traumáticas, de dolor y de sufrimiento,
y que pueden hacer mella en el bienestar de la persona profesional y así afectar la calidad de la
atención que brinda.
Por otra parte, se hace necesario analizar el rol del MEP en la promoción de la salud de las
personas profesionales de la Orientación y la facilitación de los recursos necesarios para este
autocuidado del personal de Orientación. Para esto, se hace necesario hacer referencia a las
manifestaciones hechas por las personas participantes relacionadas con este tema.
“No, yo veo que este año no ha habido tanto, pero también esa parte de… una vez al mes
se reúnen a nivel regional, todos los orientadores de la región, igual se comparte algún
tipo de información, de igual manera vas a ver algunas amistades que comparten almuerzo
y esos momentos que pueden ser también para uno distraerse. Ahorita el MEP está
proponiendo un comité de salud ocupacional que tiene que programar actividades para
todo el personal, que algunas situaciones por el tipo de institución no se pueden dar
muchas salidas de esas (recreativas)” (Orx 11 - EGF 2).
“Pero yo creo que hay que rescatar un poquito la Dirección que de repente si necesitás ir
a alguna cita, un mandado o algo, por lo menos te chinean por ese lado, y a todos, no solo
a nosotros; que de repente el Comité de Sociales celebró los cumpleaños y se hizo una
actividad social bonita, se disfrutó; de repente hay algún paseo, no sé, desde los sindicatos
o ahora que vino el Día del Maestro y todo eso; entonces son pinceladitas que se viven en
el año, pero obviamente uno quisiera estar de vacaciones todo el año” (Orx 2).
“Yo creo que también cada uno a ver cómo hace, o sea, porque el tema de la salud
ocupacional aquí sí está mal el MEP. El MEP dice que queda a criterio del director abrir
333
los espacios. Nosotros como siempre tal vez esperan que el Orientador en un consejo haga
algo diferente, pero ¿quién lo hace por nosotros?” (Orx 3).
De este modo, se evidencia el faltante que hay en cuanto a apoyos y recursos para fomentar
el autocuidado de las personas que integran los departamentos de Orientación, dentro del sistema
educativo costarricense. Dicho faltante, es un gran asunto pendiente que se presenta a su vez como
una valiosa oportunidad de mejora, debido su relación directa con el clima organizacional, las cargas
de trabajo, la proporción del personal nombrado por estudiantes que se asigna y, la promoción de
hábitos de vida saludables, entre otras acciones formales dentro del MEP (Gómez, 2017, p 106).
En relación con lo anterior, se puede dar cabida a un cambio que influya de manera positiva
en el bienestar del personal y, por ende, en el servicio que se le brinda a la población. Cabe aquí
hacer énfasis en la atención de situaciones de crisis, las cuales son aún más demandantes para la
persona profesional en Orientación, que cualquier otra tarea. Esto debido, a que cuando se
intervienen crisis emocionales, se pueden presentar una serie de reacciones durante y después de la
participación en la asistencia durante los incidentes críticos o emergencias. Estas manifestaciones
son consideradas habituales por el estrés vivido durante la situación crítica, y por lo cual en estos
escenarios el personal está en mayor riesgo de mayores consecuencias.
Para Garita (2013) existen elementos que son determinantes dentro del proceso de salud-
enfermedad que tenga la persona, los cuales pueden favorecer o dificultar el quehacer de las personas
profesionales en Orientación, ya que estos elementos pueden impactar de manera directa o indirecta
la salud y el bienestar integral. Debido a esto, es recomendable que la persona mantenga hábitos
dentro de su rutina diaria y dentro de los espacios en los que se desenvuelve para mejorar su
rendimiento y la promoción de sus capacidades. Sin embargo, cuando no mantienen estos hábitos
favorables se presentan las consecuencias negativas (p.64).
334
Algunos de los factores ambientales a los que se encuentran expuestas las personas
profesionales en Orientación, pueden repercutir en su bienestar integral y ser los causantes de varias
consecuencias negativas debido a la carencia del autocuidado en algunas áreas. Un ejemplo de esto,
ocurre en la alimentación, donde al respecto la Política Nacional de Salud Mental 2012-2021, dictada
por el Ministerio de Salud (2012), destaca que se pueden encontrar factores de riesgo para la salud
en la dimensión física y mental de la persona, los cuales se pueden ver afectados por factores
ambientales, como el estrés y la nutrición (p.20). Lo anterior, se evidencia en el caso de la siguiente
persona profesional en Orientación:
“hay días en los que yo no almuerzo ni desayuno, paso las 8 horas y medias aquí trabaje
y trabaje, aspecto sumamente nocivo para su salud” (Orx4).
“yo soy de los que no comen a veces y que no me importa que yo esté ocupado en algo,
prefiero seguir, y todo mundo “diay ya almorzó” y yo “no” y la gente “bien vaya
almuerce” pero por dentro yo me digo no voy a terminar esto, pero digo yo sé que al final
uno lo recibe, pero con la salud” (Orx4).
Además, como menciona el Ministerio de Salud (2012), estos factores de riesgo también
repercuten en el estrés que pueda llegar a experimentar la persona (p.26). Al respecto, Mondy
(2010), resalta que todas las personas enfrentan alguna cantidad de estrés en sus vidas, en menor o
mayor medida (p.354).
Esto deriva en niveles excesivos o largos periodos de estrés y poca conciencia de aquellas
consecuencias que se encuentran apareciendo a raíz de esta falta de cuidado, lo que repercute
335
negativamente en la salud de la persona. Una de las personas participantes destaca al respecto lo
siguiente:
“el estrés creo que es muy psicosomático [...] mucho insomnio no puedo dormir [...] el
carácter, si estoy muy estresado y me buscan a veces creo que sí se me nota mucho en la
cara” (Orx 4).
Todos estos factores antes indicados, para Mondy (2010) pueden devenir en factores de
riesgo ante el síndrome de burnout o de desgaste profesional, el cual surge como consecuencia de la
exposición prolongada a factores de estrés que pueden ser laborales o no (dentro de este, se ubica,
la fatiga po señala, lleva a la despersonalización en el trabajo, el agotamiento emocional y a la baja
realización personal; aspecto aún más presente cuando se atiende a personas en situaciones de crisis,
o se abordan situaciones difíciles (p.354). Algunos ejemplos de esto se encuentran en las siguientes
expresiones:
“Yo les contaba a ustedes, yo en ese primer año lloraba en la oficina porque yo decía, esto
no es lo mío, o es mucha carga, mucho problema, ya uno tiene sus problemas como para
cargar con los de los demás. Y terminé enfermándome, de ahí le tomé más importancia a
autocuidarse uno en ese aspecto” (Orx1, EGF1).
“Digamos el año pasado del estrés de la bendita huelga, diay yo salí enfermo y tuve que
ir al hospital” (Orx4).
336
endocrino-metabólico, y en general, de todas las funciones fisiológicas. Por ende, también a nivel
físico, además de repercusiones a nivel social, personal y laboral. (pp.99-100).
De esta forma, se puede visualizar cómo el atender situaciones de crisis emocionales, puede
tener repercusiones más allá del rol profesional de la persona orientadora, ya que su impacto es
capaz de extenderse más allá de este ámbito, lo que resulta en una afectación a nivel, interpersonal,
intrapersonal y psicofísica, motora y cognitiva.
En las personas entrevistadas se evidencia cómo puede llegar a ser común que, como
profesionales en Orientación, consideren que deben tener todos los conocimientos y las capacidades
para resolver cada caso que se presenta. Sin embargo, esa aparente autoestima que tiene la persona
puede llegar a ser también nociva para su salud, debido a que en ocasiones se puede pensar que la
autoconfianza y el autocontrol que se posee, son superiores al atender múltiples situaciones de crisis.
Esto corresponde a una consecuencia, que dificulta que la persona profesional en Orientación
pueda sentirse tranquila con la labor que está haciendo, debido a la exigencia de atender y solucionar
las crisis de las personas orientadas; esto perjudica su salud mental, e incluso en ocasiones, el
ambiente laboral. No obstante, la autovaloración, autoafirmación y autorrealización pueden
significar los límites para poder mantener la salud mental y el autocuidado, lo cual se evidencia en
aspectos como:
“[...]si bien es cierto, en ese afán de sentirnos “Superman” verdad, también perdemos
nuestro autocuidado que es lo que estábamos hablando al principio, de que a veces nos
desgastamos y nos ponemos en riesgo, ni a nuestro entorno, ni yo a los demás” (Orx10 -
EGF 2).
“el Orientador no tiene porqué saberlo todo, no tiene que ser el soila verdad, y no es
omnisciente, ni omniflorecieste, ni omnipotente, o sea hay más gente alrededor también
337
tenés que tener tus redes de apoyo y contactos de todo, y no está mal Llamar a alguien, y
no está mal decir que no sé esto voy a ver a quién le pregunto, voy a investigarlo, voy a
averiguarlo, voy a pedir ayuda, voy a llamar gente, voy a decirle a mi compañera o
compañero y ya” (Orx7 - EFG1).
“algo que nos ayuda hoy creo yo como departamento es lo que dice (nombre de
compañera), porque a veces uno tiene que quitarse, vamos a ver la palabra, ese
egocentrismo de que yo lo sé todo” (Orx7 - EGF1).
“no jugar a ser la Madre Teresa de Calcuta, y no está bien y tampoco es sano pensar que
uno va a resolverle la vida a todo el mundo, hay cosas y casos que le duelen mucho a uno
y que lamentablemente esas crisis no la lograron superar y más bien los llevó aún más
abajo, pero si uno hizo todo lo posible verdad por ayudar a esa persona y aun así no salió,
pues, diay, no sentirse culpa y pensar que uno hizo todo lo posible por esa persona y creo
que eso sería” (Orx4).
Es evidente que a partir de la carencia o dificultad que existe para el autocuidado, la salud
mental y el bienestar integral que la persona pueda experimentar tanto en su vida personal como en
el área laboral, puede llegar a tener consecuencias negativas pequeñas o aún más significativas que
repercutan en su vida cotidiana. Estas consecuencias pueden comprender la mala nutrición, el estrés,
afectaciones emocionales, baja autoestima y dificultades a nivel personal y laboral.
De este hallazgo, también llama la atención la dificultad que se tiene para visualizar los
propios límites ante la atención que se brinda en las situaciones de crisis, llevando a las personas
profesionales a extralimitarse en su rol, ignorando su afectación personal, su agotamiento, o
asumiendo más compromisos de la cuenta en la atención.
Tal y como resalta la Universidad Autónoma de Barcelona (2015), esto es algo común en las
personas que intervienen situaciones de crisis, ya que la misma carga emocional de atenderlas, lleva
a que no sean capaces de identificar cuándo solicitar un relevo para la atención o hasta dónde debe
llegar su intervención (p.9).
Asimismo, esto puede explicar la “fatiga por compasión”, la cual fue explicada
anteriormente, y donde la persona profesional llega a tal nivel de simpatía con la víctima, que no es
338
capaz de permitirse detenerse en su rol y de evaluar su desgaste emocional y físico, lo cual se
alinearía a ese rol “salvador” que precisan las personas participantes.
Partiendo de esta idea, los nuevos tiempos retan al MEP y, otras instituciones, debido a que
se vuelve a poner de manifiesto la necesidad de contar con protocolos de atención debidamente
instaurados y validados, que sean capaces de asegurar una buena calidad y consistencia de la
atención brindada a la hora de brindar los PAP, y que procure el bienestar y el autocuidado de las
personas intervinientes.
"Hay que hacer lo que nosotros predicamos, [...] a veces ni siquiera sabemos qué
nos gusta hacer como manera de lograr Salud Mental, por ejemplo, algo que a
mí me encanta es caminar, me encanta y hasta pienso mejor, será ahí una cuestión
de cerebro, [...] hay que predicar, dar el ejemplo de lo que uno predica, o sea hay
que descubrirse" (Orx1).
“[...] usted no puede dar lo que no tiene. Entonces usted no puede ayudar a
alguien si usted no se ha ayudado a sí mismo en ciertas situaciones; entonces
339
cerrar ciclos o duelos que uno tenga ahí rezagados antes de, que van a haber
muchas cosas que en el camino le puedan remover” (Orx13 - EGF 2).
Este último comentario apunta asimismo a la necesidad de trabajar las situaciones personales
que ha enfrentado la persona profesional en Orientación. También surge por el hecho de que, si no
se tienen incorporadas en el entramado vital estas situaciones y se no han translaborado y terminado,
tal como plantea Slaikeu (2000), estas pueden aflorar en el momento de atender a una persona
atravesando una situación similar o en un contexto semejante al que la persona profesional tuvo que
afrontar (p.130).
Cuando la persona es capaz de translaborar sus crisis y vivencias, esta es capaz de expresar
los sentimientos relacionados con el evento y darle un sentido con miras al desarrollo, la cual es una
condición necesaria para su terminación. Esta consiste en que la situación es incorporada al
entramado vital y a la biografía de la persona, lo cual podría verse a su vez, como una condición
necesaria para poder abordar dichas situaciones desde un rol profesional (Slaikeu, 2000, p. 130).
“si usted está bien emocionalmente, usted va a poder atender bien a sus estudiantes… a
sus estudiantes o la persona con la que trabaje, [...] porque nosotros no solo trabajamos
en el cole. Pero yo sí pienso que usted emocionalmente tiene que estar bien” (Orx5).
Dentro de este contexto, debe aclararse que al integrar las crisis del desarrollo o
circunstanciales al entramado vital, la persona profesional será capaz de afrontar situaciones
similares de mejor manera, e incluso ofrecer ayuda cuando se trate de acompañar a otra persona que
esté atravesando una situación similar. Caso contrario, la persona será confrontada constantemente
con un escenario que superará su capacidad de respuesta y le imposibilitará brindar el
acompañamiento necesario ante situaciones ajenas, ya que verá afectado su criterio profesional, su
capacidad empática y objetividad (Monge, 2016, p.98)
Por otro lado, se suele señalar la importancia de que cada persona sea capaz de velar por su
bienestar y salud integral, tal y como lo expresan Escobar, Franco y Duque (2011), al plantear el
autocuidado de la salud como una responsabilidad y un compromiso ético-profesional con el propio
340
rol que se desempeñe. Esto se hace especialmente significativo al contar con pocos recursos a nivel
ministerial y en los propios centros educativos (p.134). Al respecto, se puntualiza lo siguiente:
“Yo creo que también cada uno a ver cómo hace, o sea, porque el tema de la salud
ocupacional aquí sí está mal el MEP. El MEP dice que queda a criterio del director abrir
los espacios. Nosotros como siempre tal vez esperan que el Orientador en un consejo haga
algo diferente, pero ¿quién lo hace por nosotros?” “[…]todos somos personas. Y sí, ese
es un punto que sí varios estamos intoxicados. Es que es mucha mucha cosa” (Orx 3).
Ante este panorama, cabe recordar lo descrito por Uribe (1999), quien define el autocuidado
como una actitud responsable de cada persona ante el cuidado de su salud integral (p.116). Por su
parte, Escobar, Franco y Duque (2011, p.134) plantean que el autocuidado es un deber de apropiar
un estilo de vida saludable mediante la formación profesional y su desarrollo en el trayecto vital,
partiendo de un carácter voluntario, un carácter continuo durante todo el ciclo vital y en todos los
roles vitales, y la necesidad de partir de conocimiento científico actualizado para ejercerlo. Todas
estas características apuntan a un rol activo por parte de la persona para velar por su bienestar
integral.
Finalmente, se puntualiza la importancia de contar con redes de apoyo, tanto dentro como
fuera de la institución educativa, debido a que el componente social, es uno de los principales
precursores del bienestar y autocuidado (Gómez, 2017, p. 103). No obstante, lo anterior ya fue
desarrollado en la subcategoría referente a los recursos y redes de apoyo para el autocuidado, por lo
cual, no se volverá a hacer referencia al tema en este apartado, para no redundar en lo mismo.
341
logra mediante el reconocimiento de sus necesidades y supliéndolas en la medida de lo posible,
logrando como resultado un buen vivir. (Monge, 2016, p. 184).
Por último, cabe destacar que la formación también, es una estrategia o pauta para el
autocuidado de la persona interviniente en situaciones de crisis emocionales.
342
CAPÍTULO V
5.1. Conclusiones.
343
que se cuenta para enfrentarlas. No obstante, coinciden en que la formación en esta área
debe reforzarse, por ejemplo, con el conocimiento de otros modelos de intervención en
crisis y capacitaciones por parte del Ministerio de Educación Pública, o bien, coordinadas
por la misma institución educativa en la cual se labora.
● En cuanto a las técnicas, que dicen emplear las personas profesionales en Orientación
entrevistadas para brindar los PAP, demuestran con ejemplos concretos, que en la
mayoría de los casos saben qué hacer y qué no hacer, y cuáles técnicas utilizar ante una
situación de crisis emocional. Por ejemplo, consideran importante emplear técnicas tales
como la escucha activa, comunicar aceptación, plantear preguntas abiertas, generar
rapport, manejo apropiado del lenguaje no verbal como los gestos que se hacen, no
juzgar, fomentar la calma y tranquilizar a la persona en crisis, permitir la expresión de
sentimientos, el llanto y el desahogo, facilitar el empoderamiento y la gestión de
emociones, y recurrir a las redes de apoyo. Las técnicas mencionadas logran facilitar el
proceso de intervención en crisis. Por lo tanto, se concluye que las estrategias y técnicas
que emplee la persona profesional de la Orientación en el momento del incidente crítico,
son de vital importancia.
344
● En todas las instituciones que se tomaron en cuenta para el presente estudio, se aplican
los protocolos del MEP, que a su vez están muy relacionados con el modelo de
intervención de Slaikeu. No obstante, estos están diseñados para los PAP, es decir,
propiamente en el momento de crisis para la ayuda inmediata. Sin embargo, no toman en
cuenta la intervención posterior a la crisis, la cual es parte fundamental del proceso
completo, o mejor dicho, la intervención de segundo orden. Por lo tanto, le corresponde
a la persona profesional en Orientación complementar el proceso con la prevención
primaria y secundaria, y el acompañamiento durante todo el proceso de intervención.
● Es importante destacar la utilidad de los protocolos del MEP, debido a que constituyen
una guía para la persona profesional en Orientación al brindar los PAP, en casos muy
específicos de diferentes tipos de crisis emocionales, y además implican a toda la
comunidad educativa, en caso de que una persona estudiante se vea en una situación de
crisis, ya que quien detecta la crisis debe activar el protocolo correspondiente.
● En relación con las redes de apoyo de las personas estudiantes del presente estudio, la
familia no siempre constituye una red de apoyo, debido a que no todas las familias se
relacionan proactivamente con las situaciones de crisis emocionales, y en muchos casos
la misma es el detonante o la causa de la crisis. Por lo tanto, se concluye que el sistema
familiar puede llegar a ser tanto un factor protector como de riesgo, dependiendo de la
situación de crisis que la persona adolescente esté experimentando. Incluso, puede
determinarse como un elemento ausente en el proceso hasta que se debe recurrir a otras
medidas al relacionarse con otras instancias, como por ejemplo el Patronato Nacional de
la Infancia (PANI), por parte de la persona profesional en Orientación.
345
● En cuanto al perfil profesional requerido para la intervención en crisis emocionales, y
específicamente los PAP, se puede decir que las personas entrevistadas, cuentan con los
conocimientos, las habilidades, las competencias y actitudes suficientes para brindarlos.
● A partir de este objetivo, se concluye que la persona profesional en Orientación tiene un rol
de vital importancia en la atención de crisis emocionales en centros educativos; debido a que
se encarga de brindar los PAP, mediante la contención y el acompañamiento durante todo el
proceso. Esto, tomando en cuenta tanto la prevención primaria, como la secundaria, la cual
incluye la aplicación de los PAP y el proceso óptimo para la intervención de crisis.
● Los primeros momentos en los que una persona se enfrenta a un hecho traumático son
fundamentales y a veces decisivos. En la intervención de los PAP, se procura prevenir y
evitar que las personas sufran más daño emocional. Por lo tanto, con el aporte que brindan
las personas profesionales en Orientación, es mediante la intervención de los PAP, y
específicamente con este tipo de prevención secundaria, que se pretende reducir los efectos
de la crisis y promover el crecimiento y desarrollo de la persona adolescente, a partir de dicha
experiencia o evento crítico. De manera tal, que pueda enfrentar las situaciones de crisis y
lograr evitar secuelas negativas posteriores, debido a que, sino hay una buena intervención,
346
es probable que la persona pueda experimentar el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT),
entre otros.
347
destrezas que preparen a las personas adolescentes, a enfrentar situaciones difíciles presentes
y venideras.
348
se perciben no sólo como un apoyo profesional al resto de integrantes de los departamentos,
sino también, como un apoyo personal para procurar el bienestar integral en el lugar de
trabajo.
● Se identificaron las habilidades sociales como unas de las más importantes para procurar el
autocuidado y el bienestar integral de las personas profesionales, debido a que estas les
permiten establecer vínculos significativos y nutricios, que se presentan como redes de apoyo
tanto dentro como fuera del lugar de trabajo.
● Por otra parte, se evidencia que no poner en práctica técnicas apropiadas para el autocuidado,
ya sea de manera individual o en el equipo de trabajo, trae repercusiones negativas desde la
mala nutrición, el estrés, afectaciones emocionales, autoestima, enfermedad mental y
repercusiones a escala personal, familiar y laboral.
● A pesar de que las personas entrevistadas, aseguran que ponen en práctica el autocuidado en
su cotidianidad, se concluye que hay una necesidad significativa de poner en práctica
técnicas a escala individual y, sobre todo en el equipo de trabajo, para propiciar el
autocuidado, si se desea disminuir las repercusiones negativas a escala personal y
profesional. Al tiempo que se procura una buena calidad de los servicios brindados desde la
disciplina de la Orientación, en especial al atender situaciones de crisis.
349
● Por último, se identifica la necesidad de trabajar las crisis personales y otras situaciones
inconclusas o no resueltas, que puedan haber afectado el desarrollo de la persona profesional
en Orientación. Esto, como una condición necesaria para poder brindar un servicio de
calidad, debido a que si la persona profesional no es capaz de afrontar situaciones ajenas
similares a las que ya vivió en un pasado o se encuentra transitando, no estará en posición
de ayudar a otras personas a integrar dichas situaciones en su entramado vital. Por el
contrario, podría significar un riesgo tanto para la persona profesional como para quien
recibe la atención, al tiempo que podría afectar de forma negativa su criterio profesional.
● Las crisis emocionales representan una vivencia personal única. Sin embargo, el contexto
tiene una gran influencia en cómo se desarrollan las situaciones de crisis y cómo se
experimentan por la persona que las sufre. Esto es puntualizado por varias de las personas
profesionales participantes de este estudio, lo cual se alinea a los distintos referentes teóricos
consultados sobre el tema de la vivencia intercultural de las situaciones de crisis, los cuales
apuntan a la necesidad, por parte de las personas profesionales en Orientación, de desarrollar
una autoconciencia ante los propios sesgos, prejuicios o estereotipos desde una visión
intercultural. Esto, para poder estar en una posición que permita el entendimiento empático
de las vivencias e interpretaciones de las personas atendidas, así como para lograr una
sintonía emocional más allá de las propias interpretaciones, y referentes culturales y sociales
de la propia persona profesional. Esto se hace aún más significativo al atender situaciones
tan delicadas como las crisis emocionales; ya que se permite comprender lo que se espera
desde una comunidad en particular, al afrontar una situación crítica, entendiendo los
elementos idiosincráticos de cada contexto sociocultural.
350
una señal de alerta para las personas profesionales en Orientación para trabajar desde la
prevención.
● La familia tiene un papel protagónico en las crisis emocionales, ya sea positivo o negativo.
Para efectos de esta investigación, la familia se puede considerar un factor de riesgo en las
crisis emocionales, pues estas se desarrollan muchas veces por el grado de presión que las
familias ejercen sobre el estudiantado, por las expectativas tan altas que no logran cumplir o
porque las conductas que ven en casa les ponen en riesgo, tales como violencia intrafamiliar
o incluso abandono.
● A pesar de lo anterior, cabe destacar que algunas crisis emocionales, como por ejemplo, las
circunstanciales, son totalmente impredecibles e inesperadas, puesto que pueden ocurrir en
cualquier momento, por lo que contar con la formación, información, estrategias y técnicas
oportunas para la intervención en crisis y aplicación de los PAP, genera una gran
diferencia en la calidad de atención que se brinda, y en el bienestar integral tanto de la
persona que se atiende como de la persona profesional que está brindando el servicio.
351
● Según lo expresado por las personas profesionales en Orientación entrevistadas, se concluye
que solamente mantienen los conocimientos y la experiencia para atender a personas en
situaciones de crisis, basándose en su formación inicial universitaria. Esto, porque a pesar de
que recomiendan la constante formación y actualización acerca del tema de crisis, no se suele
llevar a cabo. Por lo tanto, se destaca la importancia de la formación permanente, la cual
termina con la jubilación.
● Con respecto a lo anterior, aunque la formación continua por parte del Ministerio de
Educación Pública es poco accesible a las personas profesionales en Orientación
entrevistadas, o no se da con la frecuencia y actualización que estas requieren, siempre va a
ser necesario que la persona a cargo de atender situaciones de crisis y aplicar los PAP,
procure su constante capacitación. Para ello, se pueden buscar otras instituciones que
impartan cursos de formación continua, o que utilicen otras herramientas como la tecnología
para la constante actualización, con el fin de mantenerse vigentes en su rol.
● Finalmente, se tiene que reconocer la importancia de contar con espacios formales y recursos
para el autocuidado desde el MEP, no sólo pensando en el bienestar integral del capital
humano de esta instancia, sino también en la calidad de los servicios que el personal brinda
al estudiantado. De esta forma, se puede concebir el bienestar integral de las personas
profesionales como una condición necesaria para procurar un servicio de calidad a lo interno
del Ministerio de Educación Pública.
● Las personas profesionales en Orientación entrevistadas brindaron una serie aportes de suma
importancia, tales como la constante actualización profesional, espacios para el autocuidado
del Departamento de Orientación y el personal del profesional, entre otros, para el quehacer
de la disciplina que resultan convenientes para promover el desarrollo personal y profesional,
sin embargo, en algunas ocasiones se hace mención a que dichas sugerencias no siempre son
posibles de lograr por distintas razones como el tiempo, la falta de recursos, o la sobrecarga
laboral.
352
5.2. Recomendaciones.
353
de los procesos de intervención en situaciones de crisis, y no siempre se cuenta con la
capacitación necesaria por parte del Ministerio de Educación Pública.
● Tomar en cuenta a futuro en sus protocolos, con respecto a la aplicación de los PAP, algunas
recomendaciones para la intervención en crisis emocionales propiamente, dirigidas a los
departamentos de Orientación, debido a que se concluyó, de acuerdo con lo expresado por
las personas orientadoras entrevistadas, que podrían ampliarse en cuanto a la intervención
en crisis y a las acciones preventivas, y no solamente a los PAP.
354
● Se hace perentorio incorporar en la gestión del capital humano del MEP, espacios y recursos
para la promoción de la salud, el autocuidado y el bienestar integral del personal que labora
para éste. Lo anterior, para procurar su autocuidado, su satisfacción en su rol de trabajo y la
motivación como una condición necesaria para procurar la calidad del servicio que se brinda
al estudiantado y al resto de la comunidad educativa.
● Propiciar espacios de constante actualización profesional y velar, para que las personas
profesionales de ayuda, puedan promover su autocuidado, dentro de la rutina de trabajo y
fuera de esta. Además, se considera muy importante, el apoyo que puedan brindar las
personas profesionales a cargo de la gestión educativa de estas organizaciones.
355
fortalecer más los conocimientos acerca del tema y las estrategias que se pueden llevar a
cabo. Esto porque, aunque ya se cuenta con una formación previa, al ampliar y actualizar la
gama de estrategias de intervención y técnicas para la atención de crisis, se tienen más
opciones para aplicar las que mejor respondan a las necesidades de la persona, según el tipo
de crisis que está experimentando.
356
• En cuanto al autocuidado como equipo de trabajo o departamento de Orientación, es muy
importante contar con espacios formales, estrategias y técnicas específicas, tales como la
actualización de la formación como personas intervinientes en situaciones de crisis. Esto se
constituye en una de las más valiosas herramientas protectoras, además del
autoconocimiento, puesto que es necesario identificar las habilidades y las vulnerabilidades.
También las redes de apoyo, que son todas aquellas personas a las que consideren
importantes en su vida y con las que se podría contar en caso de necesitarlas.
• Establecer espacios formales como un recurso dentro de la rutina diaria, para fortalecer el
vínculo entre las personas integrantes del departamento, entendiendo este componente social
como un factor protector del bienestar integral.
• Además, como parte del autocuidado, se recomienda que las personas profesionales en
Orientación procuren obtener apoyo del resto de integrantes del departamento de Orientación
o del equipo interdisciplinario, que busquen redes de apoyo dentro y fuera de la institución,
y procurar un ambiente óptimo para que también haya contención para la persona profesional
si ésta la necesita.
357
• Finalmente, una constante en esta investigación fue la necesidad de que las personas
profesionales en Orientación y en otras carreras de ayuda y servicio trabajen sus propias
situaciones personales e integren sus crisis, debido a que, en caso contrario, no se estará en
una posición existencial y emocional para brindar ayuda a otra persona que se encuentre
enfrentando una situación similar a la vivida o a la que se afrontó en un pasado, pero que
todavía está pendiente de elaborar. No se trata solo del bienestar personal, sino que está en
juego también la seguridad y el proceso de la persona atendida.
358
CAPÍTULO VI
6. Referencias bibliográficas
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371
CAPÍTULO VII
7. Anexos
1. ¿Reconoce usted el concepto de los Primeros Auxilios Psicológicos?, ¿qué entiende por este
concepto?
2. ¿De qué forma reconoce usted la necesidad de intervenir en una crisis emocional con sus
estudiantes?, ¿cuáles son las señales que usted identifica para determinar si se trata de una crisis
emocional?
3. ¿Qué aspectos evalúa al atender inicialmente una crisis emocional? (Por ejemplo: conductas,
pensamientos, emociones, síntomas físicos, interacciones sociales, etc.).
4. ¿Cuáles son los pasos y acciones que lleva a cabo, para intervenir en una crisis emocional con sus
estudiantes?
5. ¿Utiliza algún modelo o guía de intervención para aplicar los Primeros Auxilios Psicológicos al
atender una crisis?, ¿cuál o cuáles?
6. ¿Cuál ha sido su experiencia al referir a una persona en crisis a algún otro servicio profesional?
7. ¿Con cuáles redes de apoyo (internas y externas) cuenta para abordar las crisis emocionales de
sus estudiantes?
8. ¿De qué forma lleva a cabo el seguimiento de una situación de crisis emocional con sus
estudiantes?
10. ¿Cuáles han sido los principales retos que ha enfrentado al atender una crisis emocional?
372
11. ¿Cuáles han sido los principales aciertos y desaciertos que ha tenido en la intervención de crisis
emocionales?
12. Desde su experiencia profesional, ¿qué recomienda o considera necesario realizar cuando se
brinda la atención de una crisis emocional?, ¿cuáles elementos deben evitarse?
13. ¿Cuál considera que ha sido su aporte profesional en la intervención de crisis emocionales con
sus estudiantes?
14. ¿Qué considera usted que se podría mejorar desde el aporte de la Orientación , al intervenir en
situaciones de crisis, según su experiencia profesional?
17. ¿Ha tenido alguna afectación personal o profesional a partir de su intervención en crisis
emocionales?, ¿Cuáles?
20. ¿Qué importancia considera que tiene el autocuidado, al atender una situación de crisis?
3. ¿Se impulsan a nivel institucional actividades o proyectos que fomenten el autocuidado?, ¿cuáles?
4. ¿Qué situaciones laborales identifican ustedes, que les dificultan poner en práctica su
autocuidado?
5. ¿Cuáles estrategias o técnicas suelen utilizar para el manejo del estrés, de situaciones laborales
difíciles y para su autocuidado?
373
6. Después de que se presenta una situación de crisis con sus estudiantes, ¿cómo se fomenta el
autocuidado en el equipo?
7. ¿Cuáles recomendaciones podrían brindar para el fomento del autocuidado como equipo y a nivel
personal?
8. ¿Con cuáles recursos y redes de apoyo cuenta el equipo de trabajo, para la atención de situaciones
de crisis con sus estudiantes?
9. Como equipo de trabajo, ¿qué prácticas y estrategias consideran necesarias de implementar para
la intervención en crisis con sus estudiantes?
10. ¿Cuáles últimas recomendaciones podrían brindar para la aplicación de los Primeros Auxilios
Psicológicos en situaciones de crisis con sus estudiantes?
374