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Texto de Apoyo Oraciones Consagracion

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Preparación para la

Consagración a la
Santísima Virgen
Primera Semana
Siete días empleados en vaciarse del espíritu
del mundo
Pequeña Regla cotidiana de esta primera semana
Oraciones: Veni Creator Spíritus y Ave Maris Stella

Veni Creator Spiritus


Ven Espíritu Creador; corazones corroborando con
visita las almas de tus vigor constante, la fragilidad
siervos. Llena de la divina de nuestro cuerpo.
gracia los pechos que Tú
Rechaza lejos al enemigo,
creaste.
concede prontamente la paz,
yendo así Tú delante como
Tú eres llamado
guía evitemos todo mal.
Paráclito, don de Dios
altísimo, fuente viva,
Haz que por Tí conozcamos al
fuego, amor y unción
espiritual. Padre, y conozcamos también
al Hijo, y por Tí, Espíritu de
Tú septiforme en el don; entreambos, creamos en todo
tiempo.
Tú el dedo de la mano de Dios,
Tú, auténtica promesa del A Dios Padre sea la gloria, y al
Padre, que enriqueces la Hijo, que entre los muertos,
lengua con palabras. resucitó, y al Paráclito por los
siglos de los siglos. Amén.
Enciende lumbre en los
sentidos, infunde amor en los

-4-
Ave Maris
Stella
Salve, divinas
del trata.
mar
Estrell La
a, vista
restituy
Salve,
e,
Madre
sagrada Las
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De nas
Dios y desat
siempre a,
Virgen, Todo
Puerta s los
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Santa. s
quita,
Todo
Tomand s los
o de biene
Gabriel s
causa
El Ave, .
Virgen
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Muéstra
te
Mudand
Madre,
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de Eva, Por Ti
Paces nuestra
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nos
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quien,
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por
pura,
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Nació de Camin
tus o
entrañas firme
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Entre
todas Que
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Libres a.
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culpa, Al
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Virtud Hijo,
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casta.

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Gloria al Padre y al
Hijo y al Espíritu
Santo ...

Día 1º
Medita
ción
- 27 -
Manifesté tu
Nombre a los que
separaste del
mundo para
confiármelos. Eran
tuyos y me los
diste, y ellos fueron
fieles a tu palabra.
Ahora saben que
todo lo que me has
dado viene de ti,
porque les
comuniqué las
palabras que tú me
diste: ellos han
reconocido
verdaderamente
que yo salí de ti, y
han creído que tú
me enviaste.

Yo ruego por
ellos: no ruego por
el mundo, sino por
los que me diste,
porque son tuyos.
Todo lo mío es tuyo
y todo lo tuyo es
mío, y en ellos he
sido glorificado.

Ya no estoy
más en el mundo,
pero ellos están en
él; y yo vuelvo a ti.

- 28 -
Padre santo,
cuídalos en tu
Nombre –el
Nombre que tú me
diste– para que
sean uno, como
nosotros.

Mientras
estaba con ellos, yo
los cuidaba en tu
Nombre –el
Nombre que tú me
diste– yo los
protegía y no se
perdió ninguno de
ellos, excepto el
que debía perderse,
para que se
cumpliera la
Escritura.

Pero ahora
voy a ti, y digo esto
estando en el
mundo, para que
mi gozo sea el de
ellos y su gozo sea
perfecto.

Yo les
comuniqué tu
palabra, y el mundo
los odió porque
ellos no son del
mundo, como
- 29 -
tampoco yo soy del
mundo. No te pido
que los saques del
mundo, sino que
los preserves del
Maligno.

Ellos no son
del mundo, como
tampoco yo soy del
mundo.
Conságralos en la
verdad: tu palabra
es verdad. Así como
tú me enviaste al
mundo, yo también
los envío al mundo.
Por ellos me
consagro, para que
también ellos sean
consagrados en la
verdad. (Jn 17, 6-
19)

Día 2º
Medit
ación
Por lo tanto,
hermanos, yo los
exhorto por la
misericordia de
Dios a ofrecerse

- 30 -
ustedes mismos
como una víctima
viva, santa y
agradable a Dios:
este es el culto
espiritual que
deben ofrecer.

No tomen
como modelo a
este mundo. Por el
contrario,
transfórmense
interiormente
renovando su
mentalidad, a fin de
que puedan
discernir cuál es la
voluntad de Dios: lo
que es bueno, lo
que le agrada, lo
perfecto. (Rm 1, 1-
2)

Día 3º
Medita
ción
“Ved, Señor,
Dios de los
ejércitos, los
capitanes que
forman compañías
completas; los

- 31 -
potentados que
levantan ejércitos
numerosos; los
navegantes que
arman flotas
enteras; los
mercaderes que se
reúnen en gran
número en los
mercados y en las
ferias. ¡Qué de
ladrones, de
impíos, de
borrachos y de
libertinos se unen
en tropel contra
Vos todos los días,
y tan fácil y
prontamente! Un
silbido, un toque de
tambor, una espada
embotada que se
muestre, una rama
seca de laurel que
se prometa, un
pedazo de tierra
roja o blanca que se
ofrezca; en tres
palabras, un humo
de honra, un
interés de nada, un
miserable placer de
bestias que esté a
la vista, reúne al

- 32 -
momento ladrones,
agrupa soldados,
junta batallones,
congrega
mercaderes, llena
las casas y los
mercados y cubre la
tierra y el mar de
muchedumbre
innumerable de
réprobos, que, aun
divididos los unos
de los otros por la
distancia de los
lugares o por la
diferencia de los
humores o de su
propio interés, se
unen no obstante
todos juntos hasta
la muerte, para
haceros la guerra
bajo el estandarte y
la dirección del
demonio.

Y por vos,
Dios soberano,
aunque en serviros
hay tanta gloria,
tanta dulzura y
provecho, ¿casi
nadie tomará
vuestro partido?
¿Casi ningún

- 33 -
soldado se alistará
bajo vuestras
banderas? ¿Ningún
San Miguel gritará
de en medio de sus
hermanos por el
celo de vuestra
gloria: ¿Quién
como Dios? ¡Ah!,
permitidme ir
gritando por todas
partes: ¡Fuego,
fuego, fuego!
¡Socorro, socorro,
socorro! ¡Fuego en
la casa de Dios!
¡Fuego en las
almas! ¡Fuego en el
santuario! ¡Socorro,
que se asesina a
nuestros
hermanos!
¡Socorro, que se
degüella a nuestros
hijos! ¡Socorro, que
se apuñala a
nuestro padre!”
(Trecho de la
Oración abrasada
de San Luis María
Grignion de
Montfort)
Día 4º

- 34 -
Medita
ción
Que ningún
bien tiene el
hombre de suyo
nicosa alguna de
qué alabarse
Señor, ¿qué
es el hombre para
que te acuerdes de
él, o el hijo del
hombre para que le
visites? ¿Qué ha
merecido el
hombre para que le
dieses tu gracia?
Señor, ¿de qué me
puedo quejar si me
desamparas? O
¿cómo justamente
podré contender
contigo, si no
hicieres lo que
pido? Por cierto,
una cosa puedo yo
pensar y decir con
verdad: Nada soy,
Señor, nada puedo,
nada bueno tengo
de mí; mas en todo
me hallo vacío, y
camino siempre a la
nada. Y si no soy

- 35 -
ayudado e instruido
interiormentepor
Ti, me vuelvo
enteramente tibio y
disipado.

Mas Tú,
Señor, eres siempre
el mismo, y
permaneces
eternamente,
siempre bueno,
justo y santo,
haciendo todas las
cosas bien, justa y
santamente, y
ordenándolas con
sabiduría. Pero yo,
que soy más
inclinado a caer que
a aprovechar, no
persevero siempre
en un estado, y me
mudo siete veces
cada día. Mas luego
me va mejor
cuando te dignas
alargarme tu mano
auxiliadora; porque
Tú solo, sin humano
favor, me puedes
socorrer y
fortalecer, de
manera que no se
mude más mi

- 36 -
semblante, sino
que a Ti solo se
convierta y en Ti
descanse mi
corazón. El que
quisiere estar muy
seguro en tiempo
de paz, se
encontrará abatido
y temeroso en
tiempo de guerra.
Si supieses
permanecer
siempre humilde y
pequeño para
contigo, y morar y
regir bien tu
espíritu, no caerías
tan presto en
peligro ni pecado.
Buen consejo es
que pienses cuando
estás con fervor de
espíritu, lo que
puede ocurrir con
la ausencia de la
luz. (Imitación de
Cristo, libro 111,
caps. 40 y 7)

Día 5º
Medita
ción

- 37 -
Por lo cual, si
yo supiese bien
desechar toda
consolación
humana, ya sea por
alcanzar devoción o
por la necesidad
que tengo de
buscarte, porque
no hay hombre que
me consuele,
entonces con
razón, podría yo
esperar en tu
gracia, y alegrar me
con el don de la
nueva consolación.
Gracias sean dadas
a Ti, de quien viene
todo, siempre que
me sucede algún
bien. Porque
delante de Ti yo soy
vanidad y nada,
hombre mudable y
flaco. ¿De dónde,
pues, me puedo
gloriar, o por qué
deseo ser
estimado? ¿Por
ventura de la nada?
Esto es vanísimo.
Verdaderamente, la
gloria frívola es una

- 38 -
verdadera peste y
grandísima
vanidad; porque
nos aparta de la
verdadera gloria y
nos despoja de la
gracia celestial.
Porque
contentándose un
hombre a sí mismo,
te descontenta a Ti;
cuando desea las
alabanzas
humanas, es
privado de las
virtudes
verdaderas. La
verdadera gloria y
alegría santa
consiste engloriarse
en Ti y no en sí;
gozarse en tu
nombre, y no en su
propia virtud, ni
deleitarse en
criatura alguna,
sino por Ti. Sea
alabado tu nombre,
y no el mío;
engrandecidas sean
tus obras, y no las
mías; bendito sea
tu santo nombre, y
no me sea a mí

- 39 -
atribuida parte
alguna de las
alabanzas de los
hombres. Tú eres
mi gloria. Tú eres la
alegría de mi
corazón.

En Ti me
gloriaré y ensalzaré
todos los días; mas
de mi parte no hay
de qué, sino de mis
flaquezas.
(Imitación de
Cristo, libro 111,
cap. 40)

Día

Medit
ación
El ejemplo
de los
Santos
Padres
Considera
bien los heroicos
ejemplos de los
Santos Padres, en
los cuales
resplandece la
verdadera

- 40 -
perfección y
religión, y verás
cuán poco casi nada
es lo que hacemos.
iAy de nosotros!
¿Qué es nuestra
vida comparada
con la suya?

Los santos y
amigos de Cristo
sirvieron al Señor
en hambre, en sed,
en frío y desnudez,
en trabajos y
fatigas, en vigilias y
ayunos, en
oraciones y santas
meditaciones, en
persecuciones y
muchos oprobios.

¡Oh! ¡Cuán
graves y muchas
tribulaciones
padecieron los
apóstoles, mártires,
confesores,
vírgenes y todos los
demás que
quisieron seguir las
pisadas de
Jesucristo! Pues en
esta vida
aborrecieron sus

- 41 -
vidas para poseer
sus almas en la
eterna. ¡Oh! ¡Cuán
estrecha y retirada
vida hicieron los
Santos Padres en el
yermo! ¡Cuán
largas y graves
tentaciones
padecieron! ¡Cuán
de ordinarios
fueron
atormentados del
enemigo! ¡Cuán
continuas y
fervientes
oraciones
ofrecieron a Dios!
¡Cuán rigurosas
abstinencias
cumplieron! ¡Cuán
gran celo y fervor
tuvieron en su
aprovechamiento
espiritual! ¡Cuán
fuertes peleas
pasaron para
vencer los vicios!
¡Cuán pura y recta
intención tuvieron
con Dios! De día
trabajaban, y por la
noche se ocupaban
en larga oración; y

- 42 -
aunque trabajando,
no cesaban de la
oración mental.
Todo el tiempo
gastaban bien; las
horas les parecían
cortas para darse a
Dios; y por la gran
dulzura de la
contemplación, se
olvidaban de la
necesidad del
mantenimiento
corporal.
Renunciaban a
todas las riquezas,
honras, dignidades,
parientes y amigos;
ninguna cosa
querían del mundo;
apenas tomaban lo
necesario para la
vida, y les era
pesado servir a su
cuerpo aun en las
cosas necesarias.
De modo que eran
pobres de lo
temporal, pero
riquísimos en gracia
y virtudes.
(Imitación de
Cristo, libro 1, cap.
18)

- 43 -
Día 7º
Medita
ción
En lo de
fuera eran
necesitados, pero
en lo interior
estaban con la
gracia y divinas
consolaciones
recreados. Ajenos
eran al mundo; mas
muy allegados a
Dios, del cual eran
familiares y amigos.

Teníanse por
nada cuanto a sí
mismos, y para con
el mundo eran
despreciados; mas
en los ojos de Dios
eran muy preciosos
y amados. Estaban
en verdadera
humildad; vivían en
la sencilla
obediencia;
andaban en caridad
y paciencia, y por
eso cada día crecían
en espíritu, y
alcanzaban mucha

- 44 -
gracia delante de
Dios. Fueron
puestos por
dechados a todos
los religiosos y más
nos deben mover
para aprovechar el
bien, que no la
muchedumbre de
los tibios para
aflojar y descaecer.
¡Oh! ¡Cuán grande
fue el fervor de
todos los religiosos
al principio de sus
sagrados institutos!
¡Cuánta la devoción
de la oración!
¡Cuánto el celo de
la virtud! ¡Cuánta
disciplina floreció!
¡Cuánta reverencia
y obediencia al
superior hubo en
todas las cosas!
Aun hasta ahora
dan testimonio de
ello las señales que
quedaron, de que
fueron
verdaderamente
varones santos y
perfectos que,
peleando tan

- 45 -
esforzadamente,
vencieron al
mundo. Ahora ya se
estima en mucho
aquel que no es
transgresor, y si con
paciencia puede
sufrir lo que aceptó
por su voluntad.
¡Oh tibieza y
negligencia de
nuestro estado, que
tan presto
declinamos del
fervor primero, y
nos es molesto el
vivir por nuestra
flojedad y tibieza!
¡Pluguiese a Dios
que no durmiese en
ti aprovechamiento
de las virtudes,
pues viste muchas
veces tantos
ejemplos de
devotos! (Imitación
de Cristo, libro 1,
cap. 18)

- 46 -
Segunda Semana
Empleados en adquirir el conocimiento de sí mismo
Pequeña regla cotidianade esta Segunda Semana
Oraciones: Las Letanías del Espíritu Santo, el Ave Maris Stella y las
Letanías de la Santísima Virgen.

Letanías del Espíritu Santo


Señor, ten piedad de nosotros. Espíritu del buen consejo,
Jesucristo, ten piedad de nosotros.
Espíritu de la ciencia,
R/. Señor, ten piedad de nosotros.
Divino Espíritu Santo, óyenos. Espíritu del santo temor,

Espíritu Santo Paráclito, escúchanos. Espíritu de la caridad,


Dios Padre celestial, ten piedad de Espíritu de la alegría,
nosotros.
Espíritu de la paz,
Dios Hijo Redentor del mundo,
Espíritu de las virtudes,
Dios Espíritu Santo, Santísima
Trinidad que eres un Espíritu de toda la gracia,

sólo Dios, Espíritu de Espíritu de la adopción de los


la verdad
hijos de Dios, Purificador de
Espíritu de la sabiduría, nuestras almas,

Espíritu de la inteligencia, Santificador y guía de la Iglesia

Espíritu de la fortaleza, Católica,

Espíritu de la piedad,

- 48 -
Distribuidor de los dones celestiales, de espíritu,
Conocedor de los pensamientos y
De toda impureza de la mente y
de las intenciones del corazón,
Dulzura de los que comienzan del cuerpo,
a serviros, Corona de los De todas las herejías y errores,
perfectos,
De todo mal espíritu,
Alegría de los ángeles,
De la muerte mala y eterna, Por
Luz de los Patriarcas, Vuestra eterna procedencia del
Padre y del Hijo,
Inspiración de los Profetas,
Por la milagrosa concepción del
Palabra y sabiduría de los
Hijo de Dios, Por Vuestro
Apóstoles, descendimiento sobre Jesús
Victoria de los Mártires, bautizado, Por Vuestra santa
aparición en la transfiguración
Ciencia de los Confesores, del Señor, Por Vuestra venida
sobre los discípulos del Señor, En
Pureza de las Vírgenes,
el día del juicio, Aunque
Unción de todos los Santos, pecadores, te rogamos óyenos,
Para que nos perdones, Para que
Sednos propicio, te dignes vivificar y santificar a
Perdónanos Señor. Sednos todos los miembros de la Iglesia,
propicio, Para que te dignes concedernos el
Escúchanos Señor. don de la verdadera piedad,
devoción y oración,
De todo pecado, líbranos Señor.
De todas las tentaciones y celadas Para que te dignes inspirarnos
del demonio, De toda presunción y sinceros afectos de misericordia y
desesperación, Del ataque a la de caridad,
verdad conocida, Para que te dignes crear en nosotros
De la envidia de la gracia fraterna, un espíritu nuevo y un corazón puro,
De toda obstinación e impenitencia,
De toda negligencia y liviandad
- 49 -
Para que te dignes concedernos Cordero de Dios, que quitas los
verdadera paz y tranquilidad de pecados del mundo, Dadnos el buen
corazón,
Espíritu Espíritu Santo, óyenos.
Para que nos hagas dignos y fuertes,
para soportar las persecuciones por Espíritu Consolador, escúchanos.
amor a la justicia, Para que te dignes
Letanías de la Santísima Virgen V/. Envía
confirmarnos en Vuestra Gracia, tu
Para que nos recibas en el número Espíritu y todo será creado,
de tus elegidos, R/. Y renovarás la faz de la tierra.
Para que te dignes atendernos,
Oremos. ¡Oh Dios! que aleccionaste
Espíritu de Dios, Cordero de Dios, a los corazones de Tus fieles con la
que quitas los pecados del mundo, ciencia del Espíritu Santo, haz que,
Envíanos el Espíritu Santo. Cordero guiados por este mismo
de Dios, que quitas los pecados del
Espíritu, apreciemos las dulzuras del
mundo, Mándanos el Espíritu
bien, y gocemos siempre de Sus
prometido del Padre.
divinos consuelos, por Jesucristo
Nuestro Señor. Amén.

Señor, ten piedad de nosotros. Santa María, ruega por nosotros,

Jesucristo, ten piedad de nosotros. R/. Santa Madre de Dios,


Señor, ten piedad de nosotros.
Santa Virgen de las Vírgenes,
Jesucristo, óyenos.
Madre de Cristo,
R/. Jesucristo, escúchanos Dios Padre
Madre de la Divina Gracia,
celestial, ten piedad de nosotros.
Madre purísima,
Dios Hijo Redentor del mundo,
Madre castísima,
Dios Espíritu Santo, Santísima Trinidad
que eres un Madre intacta,
sólo Dios, Madre incorrupta,

- 50 -
Madre Inmaculada, Torre de David,

Madre amable, Torre de marfil,

Madre admirable, Casa de oro,

Madre del buen Consejo, Arca de la alianza,

Madre del Creador, Puerta del cielo,

Madre del Salvador, Estrella de la mañana,

Madre y ornato del Carmelo, Salud de los enfermos,

Madre de la Iglesia, Refugio de los pecadores,


Consuelo de los afligidos,
Virgen prudentísima,
Auxilio de los cristianos,
Virgen digna de veneración,
Patrona de los carmelitas,
Virgen digna de alabanza,
Reina de los ángeles,
Virgen poderosa,
Reina de los patriarcas,
Virgen clemente,
Reina de los profetas,
Virgen fiel,
Reina de los apóstoles,
Virgen flor del Carmelo,
Reina de los mártires,
Espejo de justicia,
Reina de los confesores,
Trono de la sabiduría,
Reina de las vírgenes,
Causa de nuestra alegría,
Reina de todos los santos, Reina
Vaso espiritual,
concebida sin pecado
Vaso honorable,
original, Reina
Vaso insigne de devoción, asunta al cielo,

Rosa mística, Reina del Santísimo Rosario,

Reina de la familia,
- 51 -
Reina de la paz, R/. Para que seamos dignos de
alcanzar las promesas de Nuestro
Esperanza de todos los carmelitas, Señor Jesucristo. Amén. Oremos.
Cordero de Dios, que quitas los pecados Concédenos, Señor, a nosotros tus
del mundo, R/. perdónanos, Señor. siervos, gozar de perpetua salud
Cordero de Dios, que quitas los pecados de alma y de cuerpo, y por la
del mundo, R/. escúchanos, Señor. gloriosa intercesión de la
Cordero de Dios, que quitas los pecados bienaventurada siempre Virgen
del mundo, María, vernos libres de las
R/. ten piedade de nosotros. tristezas de la vida presente y
gozar de las alegrías eternas. Por
V/. Ruega por nosotros Santa Cristo nuestro Señor. Amén.
Madre de Dios,

Día 1º
Meditación
Acaeció que, hallándose Él orando en cierto lugar, así que acabó, le dijo
uno de los discípulos: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñaba
a sus discípulos. Él les dijo: Cuando oréis, decid: Padre, santificado sea tu
nombre; venga tu reino; danos cada día el pan cotidiano; perdónanos
nuestras deudas, porque también nosotros perdonamos a todos nuestros
deudores, y no nos pongas en tentación. Y les dijo: Si alguno de vosotros
tuviere un amigo y viniere a él a medianoche y le dijera: Amigo, préstame tres
panes, pues un amigo mío ha lIegado de viaje y no tengo qué darle, y él,
respondiendo de dentro, le dijese: No me molestes; la puerta está ya cerrada
y mis niños están ya conmigo en la cama; no puedo levantarme para dártelos.
Yo os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, a lo menos por
su desvergüenza se levantará y le dará cuanto necesite. Os digo, pues: Pedid
y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá; porque quien pide,
recibe, y quien busca halla, y al que llama se le abre. (San Lucas, cap. 11, 1-10)

Día 2º
Meditación
- 52 -
De la obediencia del súbdito humilde a ejemplo de Jesucristo
Hijo, el que procura sustraerse de la obediencia, él mismo se aparta de
la gracia; y el que quiere tener cosas propias pierde las comunes. El que no se
sujeta de buena gana a su superior, señal es que su carne aún no le obedece
perfectamente, sino que muchas veces se resiste y murmura. Aprende, pues,
a sujetarte prontamente a tu superior, si deseas tener tu carne sujeta. Porque
tanto más presto se vence al enemigo exterior, cuanto no estuviere
debilitado el hombre interior.

No hay enemigo peor ni más dañoso para el alma que tú mismo, si no


estás bien avenido con el es píritu. Necesario es que tengas verdadero
desprecio de ti mismo, si quieres vencer la carne y la sangre. Porque aún te
amas muy desordenadamente, por eso temes sujetarte del todo a la voluntad
de otros. Pero ¿qué mucho es que tú, polvo y nada, te sujetes al hombre por
Dios, cuando Yo, Omnipotente y Altísimo, que crié todas las cosas de la nada,
me sujeté al hombre humildemente por ti? Me hice el más humilde y abatido
de todos, para que vencieses tu soberbia con mi humildad. Aprende, polvo, a
obedecer; aprende, tierra y lodo, a humillarte y postrarte a los pies de todos.
Aprende a quebrantar tus inclinaciones y rendirte a toda sujeción. (Imitación
de Cristo, libro 111, cap. 13)

Día 3º
Meditación
Por aquel tiempo se presentaron algunos, que le contaron lo de los
galileos, cuya sangre había mezclado Pilato con la de los sacrificios que
ofrecían, y respondiéndoles, dijo: ¿Pensáis que esos galileos eran más
pecadores que los otros por haber padecido todo esto? Yo os digo que no, y
que, si no hiciereis penitencia, todos igualmentepe receréis. Aquellos
dieciocho sobre los que cayó la torre de Siloé y los mató, ¿creéis que eran
más culpables que todos los hombres que moraban en Jerusalén? Os digo
que no, y que, si no hiciereis penitencia, todos igualmente pereceréis. (San
Lucas, cap. 13, 1-5)

- 53 -
Necesitamos a María para morir a nosotros mismos
Para vaciarnos de nosotros mismos es menester morir a nosotros
mismos todos los días; es decir, es menester renunciar a las operaciones de
las facultades de nuestra alma y de los sentimientos de nuestro cuerpo; es
menester ver como si no se viese, oír como si no se oyese, servirse de las
cosas de este mundo como si no se sirviese uno de ellas, lo cual llama San
Pablo morir todos los días: Quotidie morior (1 Cor, 15, 31). Si al caer el grano
de trigo en la tierra no muere, permanece solo y no produce fruto bueno
(Jn,12,24). Si no morimos a nosotros mismos y si nuestras devociones más
santas no nos conducen a esta muerte necesaria y fecunda, no produciremos
fruto alguno, y serán inútiles nuestras devociones; todos nuestros actos de
justicia estarán mancillados por el amor propio y la propia voluntad, lo que
hará que Dios tenga por abominación los mayores sacrificios y las mejores
acciones que podamos ejecutar, y a nuestra muerte nos hallaremos con las
manos vacías de virtudes y de méritos, y no tendremos una centella del amor
puro que sólo se comunica a las almas muertas a sí mismas, cuya vida se
esconde con Jesucristo en Dios. Es menester escoger entre todas las
devociones a la Santísima Virgen, la que más nos lleve a esta muerte propia,
como que es la mejor y más santificante, porque ni es oro todo lo que reluce,
ni miel todo lo dulce, ni lo más factible y practicado por la mayoría es lo más
perfecto. Como en el orden de la naturaleza hay operaciones que se hacen a
poca costa y con facilidad, asimismo en el de la gracia hay secretos que se
ejecutan en poco tiempo, con dulzura y facilidad, operaciones sobrenaturales
y divinas que consisten en vaciarse de sí mismo y llenarse de Dios, y lograr así
la perfección. (Tratado de la Verdadera Devoción, núms. 81 y 82)

Día 4º
Meditación
Durante la primera semana dedicarán todas sus oraciones y actos de
piedad a pedir el conocimiento de sí mismos y la contrición de sus pecados, y
todo lo harán con espíritu de humildad. Podrán meditar lo que he dicho
anteriormente sobre nuestro mal fondo y no se considerarán en los seis días
de esta semana, más que como caracoles, babosas, sapos, cerdos, serpientes,

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ani -males inmundos; o bien meditarán estas trespa labras de San
Bernardo: Piensa lo que fuiste,semen pútrido; lo que eres, vaso de estiércol;
lo queserás, cebo de gusanos. Rogarán a Nuestro Señory al Espíritu Santo que
les ilumine por es tas pala-bras: Señor, que yo vea; Señor, que me
conozca;Ven Espíritu Santo, y recitarán todos los días el Ave,Maris Stella, y las
letanías de la Santísima Virgen odel Espíritu Santo. Recurrirán a la Santísima
Virgen, pidiéndole estagracia, que debe ser el fundamento de las otras, ypara
ello dirán todos los días el Ave Maris Stella ylas letanías de la Santísima
Virgen. (Tratado de la Verdadera Devoción, núm. 228)

De la consideración de sí mismo
No debemos confiar de nosotros grandes cosas,porque muchas veces
nos falta la gracia y la dis -creción. Poca luz hay en nosotros, y presto la
perdemospor nuestra negligencia. Y muchas veces no sentimos cuán ciegos
es -tamos en el alma. Muchas veces también obramos mal, y lo excusamos
peor.

A veces nos mueve la pasión, y pensamos quees celo. Reprendemos en


los otros las cosas peque ñas,y tragamos las graves si son nuestras. Muy
presto sentimos y agravamos lo que deotros sufrimos, mas no
miramos cuánto enojamosa los otros. El que bien y rectamente examinare
sus obras,no tendrá que juzgar gravemente las ajenas. (Imitación de Cristo,
libro 11, cap. 5)

Día 5º Meditación
Del juicio y penas de los pecadores
Mira el fin en todas las cosas, y de qué suer te es-tarás delante de
aquel juez justísimo, al cual no haycosa encubierta, ni se amansa con dádivas,
ni admite excusas, sino que juzgará justísimamente. iOh ignorante y
miserable pecador! ¿Qué res -ponderás a Dios, que sabe todas tus maldades,
túque temes a veces el rostro de un hombre ai rado? ¿Por qué no te
previenes para el día del juicio,cuando no habrá quien defienda ni ruegue por
otro,sino que cada uno tendrá bastante que hacer por sí? (Imitación de
Cristo, libro 1, cap. 24)

- 55 -
Decía a los discípulos: Había un hombre ricoque tenía un mayordomo,
el cual fue acusado dedi siparle la hacienda. Llamóle y le dijo: ¿Qué eslo que
oigo de ti? Da cuenta de tu administra-ción, porque ya no podrás seguir de
mayordomo.y se dijo para sí el mayordomo: ¿Qué haré, puesmi amo me
quita la mayordomía? Cavar nopuedo, men digar me da vergüenza. Ya sé
lo quehe de hacer para que cuando me destituya de lamayordomía me
reciban en sus casas. Llamandoa cada uno de los deudores de su amo, dijo
alprimero: ¿Cuánto debes a mi amo? Él dijo: Cienbatos de aceite. Y le dijo:
Toma tu caución, sién-tate al instante y escribe cincuenta.

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Luego dijo aotro: Y tú, ¿cuánto debes? Él dijo: Cien coros detrigo.
Díjole: Toma tu caución y escribe ochenta.El amo alabó al mayordomo
infiel por haber obra -do sagazmente, pues los hijos de este siglo
sonmás avisados entre sus congéneres que los hi -jos de la luz. (San
Lucas, cap. 16, 1-8)

Día 6º
Meditación
Dijo a sus discípulos: Es inevitable que hayaes cándalos; sin
embargo, ¡ay de aquel por quienven gan! Mejor le fuera que le atasen
al cuello unarue da de molino y le arrojasen al mar antes que
escandalizar a uno de estos pequeños. Miradpor vosotros. Si peca tu
hermano contra ti, corrígele, y si searrepiente, perdónale. Si siete veces
al día pecacontra ti y siete veces se vuelve a ti diciéndote: Me
arrepiento, le perdonarás. Dijeron los apóstoles al Señor:
Acrecientanues tra fe. Dijo el Señor: Si tuvierais fe tantocomo un grano
de mostaza, diríais a este sicó-moro: Desarráigate y trasplántate en el
mar, y élos obedecería. ¿Quién de vosotros, teniendo un siervo
arandoapacentando el ganado, al volver él del campo ledice: Pasa en
seguida y siéntate a la mesa, y nole dice más bien: Prepárame la cena,
cíñete paraservirme hasta que yo coma y beba, y luego co -merás y
beberás tú? ¿Deberá gratitud al siervo,porque hizo lo que se le había
ordenado? Asítam bién vosotros, cuando hiciereis estas cosasque os
están mandadas, decid: Somos siervosinúti les; lo que teníamos que
hacer, eso hicimos. (San Lucas, cap. 17, 1-10)

Todas las cosas pesadas se deben padecer por la vida eterna


Hijo, no te quebranten los trabajos que has tomado por Mí; ni te
abatan del todo las tribulaciones; mas mi promesa te esfuerce y
consuele entodo lo que viniere.

Yo basto para galardonarte sobre toda maneray medida. No


trabajarás aquí mucho tiempo, ni serás agravado siempre de dolores.
Espera un poquito y verás cuán presto se pasan los males. Vendrá una
hora cuando cesará todo trabajo einquietud. Poco y breve es todo lo
que pasa con el tiempo. (Imitación de Cristo, libro 111, cap. 47)

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Día 7º
Meditación

También le presentaban niños para que los to-case; viendo lo


cual, los discípulos los reprendían. Jesús los llamó a sí, diciendo:
Dejad que los niños vengan a mí y no se lo prohibáis,que de ellos es el
reino de Dios. En verdad os digo: quien no reciba el reino de Dios como
un niño, no entrará en él. Cierto personaje le preguntó, diciendo:
Maes-tro bueno, ¿qué haré para alcanzar la vida eterna? Jesús le
respondió: ¿Por qué me llamas bueno? Na-die es bueno sino sólo Dios.
Ya sabes los pre ceptos: No adulterarás, no matarás, no ro-barás, no
levantarás falso testimonio, honra a tu-padre ya tu madre. Díjole él:
Todos esos precep-tos los he guardado desde la juventud. Oyendo esto
Jesús, le dijo: Aún te queda una cosa:Vende cuanto tienes y
repártelo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme.
Él, oyen do esto, se entristeció, porque era muy rico. Viéndolo Jesús,
dijo: Qué difícilmente entran en el reino de Dios los que tienen
riquezas! Porque más fácil es que un camello pase por el ojo de una
aguja que el que un rico entre en el reino de Dios. Dijeron los que le
oían: Entonces,¿quién puede salvarse? Él respondió: Lo que es
imposible a los hombres, es posible para Dios. Díjole Pedro: Pues
nosotros, dejando todo loque teníamos, te hemos seguido. Él les dijo:
En verdad os digo que ninguno que haya dejado casa, mujer,
hermanos, padres e hijos por amoral reino de Dios dejará de recibir
mucho más en este siglo y la vida eterna en el venidero. (San Lucas,
cap. 18, 15-30)
Tercera Semana
Empleados en adquirir el conocimiento a la Santísima
Virgen
Pequeña Regla cotidiana de esta Tercera Semana

Oraciones: Las Letanías del Espíritu Santo, el Ave Maris Stella, las Letanías
de la Santísima Virgen, la Oración de María para sus fieles esclavos, un
Rosario completo, o al menos, La corona de los cinco misterios.

Ejercicios espirituales: Actos de amor, afectos piadosos a la Santísima


Virgen; imitación de sus virtudes, en particular su humildad profunda, su fe
viva, su obediencia ciega, su oración continua, su mortificación universal, su
pureza divina, su caridad ardiente, su paciencia heroica, su dulzura angélica y
su sabiduría divina “que son - escribe San Luis María de Montfort - las diez
principales virtudes de la Santísima Virgen”. Oraciones jaculatorias
recomendadas por San Luis María: “Yo me doy todo a Vos, ¡Oh María!, os
tomo por todo mi bien”.

Oración de María para sus fieles esclavos

Salve, María, amadísima Hija del Eterno Padre; salve, María,

Madre admirable del Hijo; salve, María, fidelísima Esposa del Espíritu

Santo; salve, María, mi amada Madre, mi amable Señora, mi poderosa


Soberana; salve, mi gozo, mi gloria, mi corazón y mi alma. Vos sois toda mía
por misericordia, y yo soy todo vuestro por justicia. Pero todavía no lo soy
bastante. De nuevo me entrego a Vos todo entero en calidad de eterno
esclavo, sin reservar nada ni para mí, ni para otros.
Si algo veis en mí que todavía no sea vuestro, tomadlo en seguida, os
lo suplico, y haceos dueña absoluta de todos mis haberes para destruir y
desarraigar y aniquilar en mí todo lo que desagrade a Dios y plantad, levantad
y producid todo lo que os guste.

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La luz de vuestra fe disipe las tinieblas de mi espíritu; vuestra


humildad profunda ocupe el lugar de mi orgullo; vuestra contemplación
sublime detenga las distracciones de mi fantasía vagabunda; vuestra continua
vista de Dios llene de su presencia mi memoria, el incendio de caridad de
vuestro corazón abrase la tibieza y frialdad del mío; cedan el sitio a vuestras
virtudes mis pecados; vuestros méritos sean delante de Dios mi adorno y
suplemento. En fin, queridísima y amadísima Madre, haced, si es posible, que
no tenga yo más espíritu que el vuestro para conocer a Jesucristo y su divina
voluntad; que no tenga más alma que la vuestra para alabar y glorificar al
Señor; que no tenga más corazón que el vuestro para amar a Dios con amor
puro y con amor ardiente como Vos.

No pido visiones, ni revelaciones, ni gustos, ni contentos, ni aun


espirituales. Para Vos el ver claro, sin tinieblas; para Vos el gustar por entero
sin amargura; para Vos el triunfar gloriosa a la diestra de vuestro Hijo, sin
humillación; para Vos el mandar a los ángeles, hombres y demonios, con
poder absoluto, sin resistencia, y el disponer en fin, sin reserva alguna de
todos los bienes de Dios.

Esta es, divina María, la mejor parte que se os ha concedido, y que


jamás se os quitará, que es para mí grandísimo gozo. Para mí y mientras viva
no quiero otro, sino el experimentar el que Vos tuvisteis: creer a secas, sin
nada ver y gustar; sufrir con alegría, sin consuelo de las criaturas; morir a mí
mismo, continuamente y sin descanso; trabajar mucho hasta la muerte por
Vos, sin interés, como el más vil de los esclavos. La sola gracia, que por pura
misericordia os pido, es que en todos los días y en todos los momentos de mi
vida diga tres amenes: amén (así sea) a todo lo que hicisteis sobre la tierra
cuando vivíais; amén a todo lo que hacéis al presente en el cielo; amén a todo
lo que hacéis en mi alma, para que en ella no haya nada más que Vos, para
glorificar plenamente a Jesús en mí, en el tiempo y en la eternidad. Amén.

Día 1º
Meditación
Fueron con presteza y encontraron a María, a José y al Niño
acostado en un pesebre, y viéndole, contaron lo que se les había dicho
acerca del Niño. Y cuantos los oían se maravillaban de lo que les decían
los pastores. María guardaba todo esto y lo meditaba en su corazón.
Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo
que habían oído y visto, según se les había dicho. Cuando se hubieron
cumplido los ocho díaspara circuncidar al Niño, le dieron el nombre
deJesús, impuesto por el ángel antes de ser concebido en el seno.

Cuando era ya de doce años, al subir sus padres, según el rito


festivo, y volverse ellos, acabados los días, el niño Jesús se quedó en
Jerusalén sin que sus padres lo echasen de ver. Pensando que estaba
en la caravana, anduvieron camino de un día. Buscáronle entre
parientes yconocidos, y al no hallarle, se volvieron a Jerusalén en busca
suya. Al cabo de tres días le hallaron en el templo, sentado en medio
de los doctores, oyéndo los y preguntándoles. Cuantos le oían
quedaban estupefactos de su inteligencia y de sus respuestas. Cuando
sus padres le vieron, quedaron sorprendidos, y le dijo su madre: Hijo,
¿por qué has obrado así con nosotros? Mira que tu padre y yo,
apenados, andábamos buscándote. Y Él les dijo: ¿Por qué me
buscábais? ¿No sabíais que es preciso que me ocupe en las cosas de mi
Padre? Ellos no entendieron lo que les decía. Bajó conellos, y vino a
Nazaret, y les estaba sujeto, y su madre conservaba todo esto en su
corazón.Jesús cre cía en sabiduría, edad y gracia ante Dios y ante los
hombres. (San Lucas, cap. 2, 16-21; 42-52
Día 2º
Meditación
La verdadera devoción a la Virgen
Para subir y unirse a Él, preciso es valerse del mismo medio de que
Él se valió para descendera nosotros, para hacerse hombre y para
comunicarnos sus gracias; y ese medio es la verdadera devoción a la
Santísima Virgen. Hay muchas devociones a la Virgen
- 27 -

Santísima y verdaderas: que no hablo aquí de las falsas. Consiste la


primera en cumplir con los deberes de cristiano, evitando el pecado
mortal, obrando más por amor que por temor, rogando de tiempo en
tiempo a la Santísima Virgen y honrándo la como Madre de Dios, sin
ninguna otra especial devoción para con ella.

La segunda tiene para la Virgen más altos sentimientos de


estima, amor, veneración y confianza; induce a entrar en las cofradías
del Santo Rosario y del escapulario, a rezar la corona o el santo rosario,
a honrar las imágenes y altares de María, a publicar sus alabanzas, a
alistarse en sus congregaciones. Y esta devoción (con tal quenos
abstengamos de pecar) buena es, santa y laudable; pero no tan a
propósito como la que sigue para apartar a las almas de las criaturas
ydes prenderlas de sí mismas a fin de unirlas a Je-sucristo. La tercera
manera de devoción a la SantísimaVirgen, de muy pocas personas
conocida y practicada; es almas predestinadas, la que os voy
adescubrir. Consiste en darse todo entero, como esclavo, a María ya
Jesús por Ella; y además en hacer todas las cosas con María, en María,
por María y para María. Hay que escoger un día señalado para
entregarse, consagrarse y sacrificarse; y esto ha deser
voluntariamente y por amor, sin encogimiento, por entero y sin
reserva alguna; cuerpo y alma, bienes exteriores y fortuna, como casa,
familia, rentas; bienes interiores del alma, a saber: sus méritos, gracias,
virtudes y satisfacciones. (El Secreto de María, núms. 23-24)
Día 3º
Meditación
Sus caracteres
Interior: La verdadera devoción a Nuestra Señora es interior: es
decir, debe partir del espíritu y del corazón; nace dicha devoción de la
estima que se hace de la Virgen, de la alta idea que uno se ha forma do
de sus grandezas y del amor que se le tiene. Tierna: Es tierna, es decir,
llena de confianza en la Santísima Virgen, como la de un niño para con
su buena madre. Esta devoción es la que hace que un alma recurra a
Ella en todas sus necesidades de cuerpo y espíritu con mucha sencillez,
confianza y ternura. Santa: Esta devoción a nuestra Señora es santa: es
decir, que conduce a un alma a evitar el pecado y a imitar las virtudes
de la Santísima Virgen en particular, la humildad profunda, la fe viva, la
ciega obediencia, la continua oración, su universal mortificación, la
pureza incomparable, la caridad ardiente, la heroica paciencia, la
dulzura angelical y la divina sabiduría. Tales son las diez principales
virtudes de la Santísima Virgen. Constante: Es constante, es decir,
afirma a un alma en el bien y la lleva a no abandonar fácilmente las
prácticas de devoción; la hace animosa para oponerse al mundo, y sus
costumbres y sus máximas, a la carne con sus apetitos y sus pasiones, y
al demonio en sus tentaciones: de modo que una persona
verdaderamente devota a la Santísima Virgen no es mudable,
melancólica, escrupulosa ni medrosa. Desinteresada: La verdadera
devoción a Nuestra Señora es desinteresada; es decir, inspira aun alma
que no se busque a sí misma; sino sólo a Dios en su Santísima Madre.
Un verdadero devoto de María no ama a esta augusta Reina por
espíritu de lucro y de interés, ni por su bien temporal ni espiritual, sino
únicamente porque merece ser servida, y Dios sólo en Ella. (Tratado de
la Verdadera Devoción, núms. 105-110)

Día 4º
Meditación
En qué consiste la perfecta consagración a Jesús por María
Toda vez que nuestra perfección consiste en estar conformes,
unidos y consagrados a Jesucristo, la más perfecta de todas las
devociones es, sin duda alguna, la que nos conforma, une y consagra
más perfectamente a este acabado modelo de toda santidad; y pues
que María es entre todas las criaturas la más conforme a Jesucristo, es
consiguiente que entre todas las devociones, la que consagra y
conforma más un alma a Nuestro Señor, es la devoción a la Santísima
Virgen, su Santa Madre, y cuanto más se consagre un alma a María,
más se unirá con Jesucristo, y, he aquí por qué la perfecta consagración
a Jesucristo no es otra cosa que una perfecta y entera consagración de
sí mismo a la Santísima Virgen, y ésta es la devoción que yo enseño; o
con otras palabras, una perfecta renovación
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de los votos y promesas del santo bautismo. Consiste, pues, esta


devoción en entregarse enteramente a la Santísima Virgen para ser
todo de Jesucristo por medio de María. Es menester entregarle:
primero, nuestro cuerpo con todos sus sentidos y sus miembros;
segundo, nuestra alma con todas sus potencias; tercero, nuestros
bienes exteriores, o sea nuestra fortuna presente y futura; cuarto,
nuestros bienes interiores y espirituales, o sea nuestros méritos,
nuestras virtudes y nuestras buenas obras pasadas, presentes y
futuras; en una palabra: todo lo que tenemos en el orden de la
naturaleza y en el orden de la gracia, y todo lo que lleguemos a tener
en lo porvenir en el orden de la naturaleza, de la gracia y de la gloria, y
esto sin reserva ninguna, ni de un céntimo, ni de un cabello, ni de la
menor buena obra, y ademáspor toda la eternidad, y sin pretender ni
esperar ninguna otra recompensa de nuestra ofrenda y de nuestros
servicios, que la honra de pertenecer a Jesucristo por María y en
María, aun cuando esta amable Señora no fuere, como lo es siempre,
la más liberal y reconocida de las criaturas. (Tratado de la Verdadera
Devoción, núms. 120-121)
Día 5º
Meditación
Esta devoción es un camino fácil, corto, perfecto y seguro para
llegar a la unión con Dios que es la perfección cristiana. Es un camino
fácil: Es un camino que Jesús ha recorrido viniendo a nosotros, y en
que no se encuentra ningún tropiezo para llegar a Él. Es verdad que es
posible llegar a la unión con Dios por otros caminos, pero será pasando
por muchas más cruces y extraños desfallecimientos, y al través de
muchas más dificultades, penosísimas de vencer.

Es un camino corto: Esta devoción a la Santísima Virgen es un


camino corto para hallar a Jesucristo, ya sea porque en él no hay
extravíos, ya sea por que, como acabo de decir, por él se camina con
más gozo y facilidad y, por tanto, con más prontitud. Se avanza más en
poco tiempo de sumisión y de dependencia de María, que en años
enteros de propia voluntad y de apoyo sobre sí pequeño gusanos de la
tierra que nada somos. ¿Cómo se ha obrado esto? El Altísimo ha
descendido perfecta y divinamente por María hasta nosotros sin
perder nada de su divinidad y de su santidad, y por María de ben los
más peque-ños subir perfecta y divina mente al Altísimo sin temor
alguno. Es un camino seguro: Esta devoción a la Santísima Virgen es un
camino seguro para ir a Jesucristo y adquirir la perfección uniéndose a
Él. Porque esta práctica que enseño, no es nueva; es tan antigua, que
no se pueden marcar sus principios. Y no se la podría condenar sin
trastornar los fundamentos del cristianismo. Consta, pues, en
conclusión, que esta devoción no es nueva, y que si bien no es común,
consiste esto en que es demasiado precio sa para ser saboreada y
practicada por todo el mundo. Esta devoción es un medio seguro para
ir a Nuestro Señor, porque es propio de la Santísima Virgen el
conducirnos seguramente a Jesucristo, como lo es de Jesucristo
llevarnos seguramente al Padre Eterno.

(Tratado de la Verdadera Devoción, núms. 152-16)


Día 6º
Meditación
Persuadíos de que si sois fieles a las prácticas interiores y
exteriores de esta devoción, que os voy a marcar a continuación,
tendrán lugar los efectos siguientes: Efecto 1.º: El Espíritu Santo os
dará por María, su amada Esposa, luz para conocer lo malo devuestro
fondo, vuestra corrupción y vuestra incapacidad para todo bien, si Dios
no es su principio, como autor de la naturaleza y de la gracia, y por
consecuencia de este conocimiento os despreciaréis y no pensaréis en
vosotros sino con horror. En fin, la humilde María os hará partícipes de
su profunda humildad, la que os hará, despreciándoos, que no des
preciéis a nadie y deseéis que os menosprecien. Efecto 2.º: La
Santísima Virgen os dará parte de su fe, que fue sobre la tierra más
grande que la fe de todos los patriarcas, de los profetas, de los
apóstoles y de todos los santos. Efecto 3.º: Esta Madre del Amor
Hermoso quitará de vuestro corazón todo escrúpulo, todo temor servil
y desarreglado. Efecto 4.º: La Santísima Virgen os llenará de una gran
confianza en Dios y en Ella misma porque ya

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no os acercaréis a Jesucristo por vosotros mismos sino por medio de


esta buena Madre. Efecto 5.º: El alma de la Santísima Virgen se os
comunicará para glorificar al Señor. Su espíritu en trará en el lugar del
vuestro, para regocijarse en Dios, su Salvador, siempre que seáis fieles
a las prácticas de esta devoción.

Efecto 6.º: Si cultivamos bien a María, que es el árbol de la vida


en nuestra alma, siguiendo confidelidad la práctica de esta devoción,
Ella dará su fruto en su tiempo, y este fruto suyo es Jesucristo. Efecto
7.º: Por medio de esta práctica, fidelísimamente observada, daréis a
Jesucristo más gloria en un mes, que de ninguna otra manera, por más
difícil que sea, en muchísimos años. (Tratado de la Verdadera
Devoción..., núms. 213-225)

Día 7º
Meditación
Si queréis comprender a la Madre, dice un santo, comprended al
Hijo, pues es una Madre digna de Dios: Que aquí toda lengua
enmudezca. Para demostrar que la divina María ha estado desco
nocida hasta ahora, y que es una de las razones por las cuales
Jesucristo no es conocido como debe serlo. Si, pues, como es cierto, el
reino de Jesucristo ha de venir al mundo, no será sino con secuencia
necesaria del conocimiento del reino de la Santísima Virgen María, que
le trajo al mundo la vez primera y le hará resplandecer en la segunda
venida. Confieso con toda la Iglesia que no siendo María sino una pura
criatura salida de las manos del Altísimo, comparada con la Majestad
infinita es menos que un átomo, o más bien nada, puesto que sólo Dios
es quien es, y por consiguien te, confieso que este gran Señor, Ser
soberano y absoluto, ni ha tenido ni ahora tiene necesidad alguna de la
Santísima Virgen para hacer su voluntad santísima y para manifestar su
gloria. Basta que Dios quiera, para que todo se haga. Digo, sin
embargo, que así y todo, habiendo querido Dios empezar y concluir sus
más grandes obras por la Santísima Virgen desde que la formó, es
de creer que no cambiará de conducta en el transcurso de los siglos,
pues es Dios y no varía
en sus sentimientos ni en su proceder. María es la Reina del cielo y de
la tierra por la gracia, como Jesús es Rey por naturaleza y por
conquista; pues el reino de Jesucristo consiste principalmente en el
corazón y en el interior del hombre, según estas palabras: “EI reino de
Dios está dentro de vosotros”, del mismo modo el reino de la Santísima
Virgen está principalmente en el interior del hombre, es decir, en las
almas, y en las almas es en donde principalmente está más glorificada
con su Hijo que en todas las criaturas visibles, y podemos llamarla con
los santos, Reina de los corazones. (Tratado de la Verdadera
Devoción..., núms. 12-38)

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Cuarta Semana
Empleados en adquirir el conocimiento de
Jesucristo
Pequeña regla cotidiana de esta Cuarta Semana

Oraciones: Las Letanías del Espíritu Santo, Ave Maris Stella, las Letanías
del Santo Nombre de Jesús o del Sagrado Corazón; la Oración de San Agustín,
la Oración ¡Oh Jesús viviendo en María!

Ejercicios espirituales: Meditación sobre Nuestro Señor Jesucristo. Actos


de amor a Dios y de caridad hacia el prójimo. Soportar las pruebas y perdonar
las injurias. Camino de la cruz. Acción de gracias por los beneficios de Jesús,
por los sacramentos, por el don que nos ha hecho de su Madre. Resolución
de hacer o renovar nuestra consagración a María, para se perfecto esclavo de
amor de Jesús.

Oración de San Agustín


Vos sois, oh Cristo Jesús, mi Padre santo, mi Dios misericordioso, mi
Rey infinitamente grande; sois mi buen pastor, mi único maestro, mi auxilio
lleno de bondad, mi bienamado de una belleza maravillosa, mi pan vivo, mi
sacerdote eterno, mi guía para la patria, mi verdadera luz, santa dulzura, mi
camino recto, mi preclara sapiencia, mi pura simplicidad, mi paz y concordia;
sois, en fin, toda mi salvaguardia, mi herencia preciosa, mi eterna salvación.

Oh Jesucristo, amable señor, ¿por qué en toda mi vida, amé, por qué
deseé otra cosa sino Vos? ¿Dónde estaba yo cuando no pensaba en Vos? ¡Ah,
que a partir de ahora, mi corazón sólo os desee y por Vos se abrase, Señor
Jesús! Deseos de mi alma, corred, que ya bastante tardasteis; apresuraros
hacia el fin al que aspiráis; procurad de verdad Aquél que buscáis. Oh Jesús,
anatema sea quien no os ama. Aquél que no os ama se llene de amarguras.

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Oh dulce Jesús, sed el amor, las delicias, la admiración de todo corazón
dignamente consagrado a vuestra gloria. Dios de mi corazón y mi plenitud,
Jesucristo, que en Vos mi corazón desfallezca, y sed Vos mismo mi vida.
Enciéndase en mi alma la brasa ardiente de vuestro amor, y se convierta en
un incendio todo divino, al arder para siempre en el altar de mi corazón; que
inflame lo íntimo de mi ser y abrase el fondo de mi alma; para que, en el día
de mi muerte, aparezca delante de Vos enteramente consumido en vuestro
amor. Así sea.

Letanías del Santo Nombre de Jesús


Señor, ten piedad de nosotros. Jesús, hijo de la Virgen María,

Jesucristo, ten piedad de nosotros. Jesús, amable,

R/. Señor, ten piedad de nosotros. Jesús, admirable,


Jesús, óyenos, Jesús, óyenos. Jesús, Dios fuerte,
Jesús, escúchanos, Jesús,
escúchanos. Dios, Padre Jesús, padre del siglo futuro,
celestial, ten misericordia de Jesús, mensajero del plan divino,
nosotros.
Jesús, todopoderoso,
Dios Hijo, Redentor del mundo,
Jesús, pacientísimo,
Dios Espíritu Santo,
Jesús, obedientísimo, Jesús,
Santísima Trinidad, un solo Dios, manso y humilde de corazón,
Jesús, hijo de Dios vivo, Jesús, amante de la castidad,

Jesús, esplendor del Padre, Jesús, amador nuestro,

Jesús, pureza de la luz eterna, Jesús, Dios de paz,

Jesús, rey de la gloria, Jesús, autor de la vida,

Jesús, sol de justicia, Jesús, modelo de virtudes,

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Jesús, celoso de la salvación De las asechanzas del demonio,

Jesús, nuestro Dios, Del espíritu impuro,

Jesús, nuestro refugio, De la muerte eterna, Del


menosprecio de tus inspiraciones,
Jesús, padre de los pobres,
Por el misterio de tu santa
Jesús, tesoro de los fieles,
encarnación, Por tu natividad,
Jesús, pastor bueno,
Por tu infancia,
Jesús, verdadera luz,
Por tu divinísima vida,
Jesús, sabiduría eterna,
Por tus trabajos,
Jesús, bondad infinita,
Por tu agonía y Pasión,
Jesús, camino y vida nuestra,
Por tu cruz y desamparo
Jesús, alegría de los ángeles,
Por tus sufrimientos,
Jesús, rey de los patriarcas,
Por tu muerte y sepultura,
Jesús, maestro de los apóstoles,
Por tu resurrección
Jesús, doctor de los evangelistas,
Por tu ascensión,
Jesús, fortaleza de los mártires,
Por tu institución de la santísima
Jesús, luz de los confesores,
Eucaristía,
Jesús, pureza de las vírgenes,
Por tus gozos,
Jesús, corona de todos los santos,
Por tu gloria,
Senos propicio; Perdónanos, Jesús.
Senos propicio; Escúchanos, Jesús.
Cordero de Dios, que quitas los
De todo mal, líbranos, Jesús. pecados del mundo, perdónanos,
Jesús.
De todo pecado,

De tu ira,

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Cordero de Dios, que quitas los Dios Espíritu Santo, Santísima
pecados del mundo, escúchanos, Trinidad que eres un
Jesús.
sólo Dios,
Cordero de Dios, que quitas los
Corazón de Jesús, Hijo del Padre
pecados del mundo, ten misericordia
Eterno
de nosotros, Jesús. Jesús, óyenos,
Jesús, óyenos. Jesús, escúchanos Corazón de Jesús, formado por el
Jesús, escúchanos. Espíritu Santo en el seno de la
Virgen Madre,
Oremus: Te pedimos Señor, que
quienes veneremos el Santísimo Corazón de Jesús unido
Nombre de Jesús disfrutemos en esta substancialmente al Verbo de Dios,
vida de la dulzura de su gracia y de su Corazón de Jesús, de majestad
gozo eterno en él Cielo. infinita,

Por Jesucristo nuestro Señor. Corazón de Jesús, templo santo de

Amén. Dios,

Letanías del Sagrado Corazón de


Jesús
Señor, ten piedad de nosotros. Corazón de Jesús, tabernáculo del
Altísimo,
Jesucristo, ten piedad de nosotros.
Corazón de Jesús, casa de Dios y
R/. Señor, ten piedad de nosotros.
puerta del cielo, Corazón de Jesús,
Jesucristo, óyenos.
horno ardiente de caridad,
R/. Jesucristo, escúchanos
Corazón de Jesús, receptáculo de
Dios Padre celestial, ten
justicia y de amor, Corazón de
piedad de nosotros.
Jesús, lleno de bondad y de amor,
Dios Hijo Redentor del mundo,
Corazón de Jesús, abismo de todas

las virtudes,

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Corazón de Jesús, dignísimo de

toda alabanza,

Corazón de Jesús, Rey y centro de


todos los corazones,

Corazón de Jesús, en el cual están


todos los tesoros de la sabiduría y de
la ciencia,

Corazón de Jesús, en el cual habita


toda la plenitud de la divinidad,
Corazón de Jesús, en el cual el Padre
pone todas sus complacencias,
Corazón de Jesús, de cuya plenitud
todos nosotros participamos,
Corazón de Jesús, deseo de las
colinas eternas,

Corazón de Jesús, paciente y


misericordioso,

Corazón de Jesús, rico para todos los


que os invocan, Corazón de Jesús,
fuente de vida

y santidad,

Corazón de Jesús, propiciación por


nuestros pecados, Corazón de Jesús,
saturado de

oprobios,

Corazón de Jesús, atribulado por


causa de nuestros crímenes, Corazón
de Jesús, obediente hasta la muerte,

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Corazón de Jesús, atravesado por Señor. Cordero de Dios, que quitas
los pecados del mundo,
la lanza,
R/. escúchanos, Señor.
Corazón de Jesús, fuente de todo
consuelo, Cordero de Dios, que quitas los
pecados del mundo,
Corazón de Jesús, nuestra vida y
resurrección, R/. ten piedade de nosotros. V/. Jesús
manso y humilde de Corazón,
Corazón de Jesús, nuestra paz y
R/. haced nuestro corazón semejante
reconciliación, al vuestro.
Corazón de Jesús, víctima de los Oremos: Dios omnipotente y eterno,
pecadores, mirad para el Corazón de vuestro
Hijo dilectísimo y para las alabanzas
Corazón de Jesús, salvación de los
y satisfacciones que Él, en nombre
que esperan en Vos, Corazón de
de los pecadores, os tributa; y a los
Jesús, esperanza de los que expiran
que imploran Vuestra misericordia
en Vos, Corazón de Jesús, delicia de
concédeles benigno el perdón, en
todos los santos,
nombre de Vuestro mismo Hijo
Cordero de Dios, que quitas los Jesucristo, que vive y reina con Vos,
pecados del mundo, R/. perdónanos, por todos los siglos de los siglos.
Amén.

Oh, Jesús, que vives en María


Ven, ¡Oh Jesús!, que vives en María; ven a vivir y reinar en nosotros,
que tu vida se exprese en nuestra vida para vivir tan sólo para Ti. Forja en
nuestra alma, ioh, Cristo!, tus virtudes, tu Espíritu divino y santidad, tus
máximas perfectas y tus normas y el ardor de tu eterna caridad. Danos
parte, Señor, en tus misterios para que te podamos imitar; tú que eres Luz
de Luz, danos tus luces, y en pos de ti podremos caminar. Reina, Cristo, en

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nosotros por tu Madre, sobre el demonio y la naturaleza, en virtud de tu
nombre soberano, para la gloria del Padre celestial. Amén.

Oración de S. Luis María Grignion a Jesucristo


Dejadme, amabilísimo Jesús mío, que me dirija a Vos, para
atestiguaros mi reconocimiento por la merced que me habéis hecho con
la devoción de la Esclavitud, dándome a vuestra Santísima Madre para
que sea Ella mi abogada delante de vuestra Majestad, y en mi grandísima
miseria mi universal suplemento. ¡Ay, Señor! tan miserable soy, que sin
esta buena Madre, infaliblemente me hubiera perdido. Sí, que a mí me
hace falta María, delante de Vos y en todas partes; me hace falta para
calmar vuestra justa cólera, pues tanto os he ofendido y todos los días os
ofendo; me hace falta para detener los eternos y merecidos castigos con
que vuestra justicia me amenaza, para pediros, para acercarme a Vos y
para da gusto; me hace falta para salvar mi alma y la de otros; me hace
falta, en una palabra, para hacer siempre vuestra voluntad, buscar en
todo vuestra mayor gloria. ¡Ah, si pudiera yo publicar por todo el universo
esta misericordia que habéis tenido conmigo! ¡Si pudiera hacer que
conociera todo el mundo que si no fuera por María estaría yo condenado!
¡Si yo pudiera dignamente daros las gracias por tan grande beneficio!
María está en mí. Haec facta est mihi. ¡Oh, qué tesoro! ¡Oh, qué consuelo!
Y, de ahora en adelante, ¿no seré todo para Ella? ¡Oh, qué ingratitud!
Antes la muerte. Salvador mío queridísimo, que permitáis tal desgracia,
que mejor quiero morir que vivir sin ser todo de María. Mil y mil veces,
como San Juan Evangelista al pie de la cruz, la he tomado en vez de todas
mis cosas. ¡Cuántas veces me he entregado a Ella! Pero si todavía no he
hecho esta entrega a vuestro gusto, la hago ahora, mi Jesús querido, como
vos queréis la haga. Y si en mi alma o en mi cuerpo véis alguna cosa que
no pertenezca a esta Princesa augusta, arrancadla, os ruego arrojadla lejos

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de mí; que no siendo de María, indigna es de Vos. ¡Oh, Espíritu Santo!
Concededme todas las gracias, plantad, regad y cultivad en mi alma el
árbol de la vida verdadero, que es la amabilísima María, para que crezca y
florezca y dé con abundancia el fruto de vida. ¡Oh, Espíritu Santo! Dadme
mucha devoción y mucha afición a María; que me apoye mucho en su
seno maternal, y recurra de continuo a su misericordia, para que en ella
forméis dentro de mí a Jesucristo, al natural, crecido y vigoroso hasta la
plenitud de su edad perfecta. Amén.

Día 1º
Meditación
Cristo, nuestro fin último
Jesucristo Nuestro Señor, verdadero Dios y verdadero hombre,
debe ser el fin último de nuestras devociones; a no ser así, serían falsas y
engañosas. Jesucristo es el alfa y el omega, el comienzo y fin de todas las
cosas. No trabajamos, como dice el Apóstol, más que por hacer perfecto a
todo hombre en Jesucristo porque sólo en Él reside toda plenitud de la
Divinidad y todas las de más plenitudes de gracia, de virtudes y de
perfecciones; porque sólo en Él estamos bendecidos con, toda bendición
espiritual; porque Él es el único maestro que debe enseñarnos, es nuestro
único Señor de quien debemos depender, nuestro único Jefe a quien
debemos pertenecer, nuestro único Modelo a que debemos
conformarnos, nuestro único Médico que nos debe sanar, nuestro único
Pastor que debe alimentarnos, nuestro único camino por donde debemos
andar, nuestra única Verdad que debemos creer, nuestra única vida que
debe vivificarnos, y nuestro único Todo en todas las cosas que debe
bastarnos. No se ha pronunciado bajo el cielo otro nombre que el de Jesús
por el cual debemos ser salvos. Dios no ha puesto otro fundamento de
nuestra salvación, de nuestra perfección y de nuestra gloria, más que a
Jesucristo; todo edificio que no está construído sobre esta piedra firme,

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está levantado sobre movediza arena, y más o menos tarde caerá
infaliblemente.

Con Jesucristo y en Jesucristo lo podemostodo: podemos dar toda


honra y gloria al Padre en unidad del Espíritu Santo, hacernos perfectos y
ser para el prójimo buen olor de vida eterna.

Si, pues, nos entregamos a la hermosa devoción hacia la Virgen


Santísima, es sólo para establecer más perfectamente el amor de
Jesucristo,y de hallar un medio fácil y seguro de hallar a Jesucristo. Como
ya lo he demostrado, y aún demostraré más adelante, pues esta devoción
nos es necesaria para hallar a Jesucristo perfectamente, para amarle
tiernamente y para servirle fielmente. (Tratado de la Verdadera Devoción,
núms. 61-62)

Día 2º
Meditación
Cuando Jesús hubo terminado estos discursos, dijo a sus discípulos:
Sabéis que dentro de dos días es la Pascua y el Hijo del hombre será
entregado para que lo crucifiquen.

Mientras comían, Jesús tomó pan, lo bendijo, lo partió y, dándoselo


a los discípulos, dijo: Tomad y comed, éste es mi cuerpo. Y tomando un
cáliz y dando gracias, se lo dio, diciendo: Bebed de él todos, que ésta es mi
sangre de la alianza, que será derramada por muchos para remisión de los
pecados. Yo os digo que no beberé más de este fruto de la vid hasta el día
en que lo beba con vosotros de nuevo en el reino de mi Padre.

Entonces vino Jesús con ellos a un lugar llamado Getsemaní y les


dijo: Sentaos aquí mientras yo voy a orar. Y tomando a Pedro y a los dos
hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y angustiarse. Entonces les
dijo: Triste está mi alma hasta la muerte; quedaos aquí y velad comigo. Y

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adelantándose un poco, se postró sobre su rostro, orando y diciendo:
Padre mío, si es posible, pase de mí este cáliz; sin embargo, no se haga
como yoquiero, sino como quieres tú, y viniendo a los discípulos, los
encontró dormidos, y dijo a Pedro: ¿De modo que no habéis podido velar
conmigo una hora? Velad y orad para que no accedáis a la tentación; el
espíritu está pronto, pero la carne es flaca. De nuevo, por segunda vez,
fue a orar diciendo: Padre mío, si esto no puede pasar sin que yo lo beba,
hágase tu voluntad. Y volviendo otra vez, los encontró dormidos; tenían
los ojos cargados. Dejándolos, de nuevo se fue a orar por tercera vez,
diciendo aún las mismas palabras. Luego vino a los discípulos y les dijo:
Dormid ya y descansad, que ya se acerca la hora y el Hijo del hombre va a
ser entregado en manos de los pecadores. Levantaos, vamos; ya llega el
que va a entregarme. (San Mateo, cap. 26, 1-2;

26-29; 36-46)
Día 3º
Meditación
De la imitación de Cristo y desprecio de todas las vanidades
del mundo
Quien me sigue no anda en tinieblas (Jn., 8, 12), dice el Señor.

Estas palabras son de Cristo, con las cuales nos amonesta que
imitemos su vida y costumbres, si queremos verdaderamente ser
alumbrados y libres de toda la ceguedad del corazón. Sea, pues, nuestro
estudio pensar en la vidade Jesús. La doctrina de Cristo excede a la de
todos los santos, y el que tuviese espíritu hallará en ella maná escondido.
Mas acaece que muchos, aunque a menudo oigan el Evangelio, gustan
poco de él, porque no tienen el espíritu de Cristo. Conviéneles que
procuren conformar con él toda su vida. ¿Qué te aprovecha disputar altas
cosas de la Trinidad, si no eres humilde, por donde desagradas a la

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Trinidad? Por cierto, las palabras subidas no hacen santo ni justo; más la
virtuosa vida hace al hombre amable a Dios. Más deseo sentir la
contrición, que saber definirla.

Si supieses toda la Biblia a la letra y los dichos de todos los filósofos,


¿qué te aprovecharía todo sin caridad y gracia de Dios? Vanidad de
vanidades, y todo vanidad, si no amar y servir solamente a Dios. Suma
sabiduría es, por el desprecio del mundo, ir a los reinos celestiales.
Vanidad es, pues, buscar riquezas perecederas y esperar en ellas. También
es vanidad desear honras y ensalzarse vanamente. Vanidad es seguir el
apetito de la carne y desear aquello por donde después te sea necesario
ser castigado gravemente. Vanidad es desear larga vida y no cuida,: que
sea buena. Vanidad es mirar solamente a esta presente vida y no prever lo
venidero. Vanidad es amar lo que tan presto se pasó: y no buscar con
solicitud el gozo perdurable.

Acuérdate frecuentemente de aquel dicho de la Escritura: No se


harta la vista de ver ni el oído de oír (Eccl., 1, 8). Procura, pues, desviar tu
corazón de lo visible y traspasarlo a lo invisible, porque los que siguen su
sensualidad manchan su conciencia, y pierden la gracia de Dios. (Imitación
de Cristo, libro 1, cap. 1)

Día 4º
Meditación
Evangelio de San Mateo:
Después de crucificarlo, los soldados sortearon sus vestiduras y se
las repartieron; 36 y sentándose allí, se quedaron para custodiarlo. 37
Colocaron sobre su cabeza una inscripción con el motivo de su condena:
«Este es Jesús, el rey de los judíos». 38 Al mismo tiempo, fueron
crucificados con él dos bandidos, uno a su derecha y el otro a su izquierda.

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39
Los que pasaban, lo insultaban y, moviendo la cabeza, 40 decían:
«Tú, que destruyes el Templo y en tres días lo vuelves a edificar, ¡sálvate a
ti mismo, si eres Hijo de Dios, y baja de la cruz!». 41 De la misma manera,
los sumos sacerdotes, junto con los escribas y los ancianos, se burlaban,
diciendo: 42 «¡Ha salvado a otros y no puede salvarse a sí mismo! Es rey de
Israel: que baje ahora de la cruz y creeremos en él. 43 Ha confiado en Dios;
que él lo libre ahora si lo ama, ya que él dijo: “Yo soy Hijo de Dios”». 44

También lo insultaban los bandidos crucificados con él. (Mt 27, 36-44) Del
Camino Real de la Santa Cruz.

Esta palabra parece dura a muchos: Niégate a ti mismo, toma tu


cruz, y sigue a Jesús.

Pero mucho más duro será oír aquella postrera palabra: Apartaos
de mí, malditos, al fuego eterno. Pues los que ahora oyen y siguen de
buena voluntad la palabra de la cruz, no temerán entonces oír la palabra
de la eterna condenación.

Esta señal de la cruz estará en el cielo, cuando el Señor ven-

drá a juzgar.

Entonces todos los siervos de la cruz, que se conformaron en la vida


con el crucificado, se llegarán a Cristo juez con gran confianza.

Pues que así es, ¿por qué teméis tomar la cruz, por la cual se va al
reino?

En la cruz está la salud, en la cruz la vida, en la cruz está la defensa


de los enemigos, en la cruz está la infusión de la suavidad soberana, en la
cruz está la fortaleza del corazón, en la cruz está el gozo del espíritu, en la
cruz está la suma virtud, en la cruz está la perfección de la santidad.

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No está la salud del alma, ni la esperanza de la vida eterna, sino en
la cruz. Toma, pues, tu cruz, y sigue a Jesús, e irás a la vida eterna. El vino
primero, y llevó su cruz y murió en la cruz por ti; porque tú también la
lleves, y desees morir en ella. Porque si murieres juntamente con El,
vivirás con El. Y si fueres compañero de la pena, lo serás también de la
gloria.

Día 5º
Meditación
Oración de Santo Tomás de Aquino para prepararse a la Santa
Misa:
Aquí me llego, todopoderoso y eterno Dios, al sacramento de
vuestro unigénito Hijo mi Señor Jesucristo, como enfermo al médico de la
vida, como manchado a la fuente de misericordias, como ciego a la luz de
la claridad eterna, como pobre y desvalido al Señor de los cielos y tierra.

Ruego, pues, a vuestra infinita bondad y misericordia, tengáis por


bien sanar mi enfermedad, limpiar mi suciedad, alumbrar mi ceguedad,
enriquecer mi pobreza y vestir mi desnudez, para que así pueda yo recibir
el Pan de los Ángeles, al Rey de los Reyes, al Señor de los señores, con
tanta reverencia y humildad, con tanta contrición y devoción, con tal fe y
tal pureza, y con tal propósito e intención, cual conviene para la salud de
mi alma.

Dame, Señor, que reciba yo, no sólo el sacramento del Sacratísimo


Cuerpo y Sangre, sino también la virtud y gracia del sacramento ¡Oh
benignísimo Dios!, concededme que albergue yo en mi corazón de tal
modo el Cuerpo de vuestro unigénito Hijo, nuestro Señor Jesucristo,
Cuerpo adorable que tomó de la Virgen María, que merezca incorporarme
a su Cuerpo místico, y contarme como a uno de sus miembros.

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¡Oh piadosísimo Padre!, otorgadme que este unigénito Hijo vuestro,
al cual deseo ahora recibir encubierto y debajo del velo en esta vida,
merezca yo verle para siempre, descubierto y sin velo, en la otra. El cual
con Vos vive y reina en unidad del Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los
siglos. Amén.

De La Bondad Y Caridad De Dios, Que Se Manifiesta En Este


Sacramento Para Con Los Hombres.
El Alma:

Señor, confiando en tu bondad y gran misericordia, vengo yo


enfermo al médico; hambriento y sediento, a la fuente de la vida; pobre,
al rey del cielo; siervo, al Señor; criatura, al Criador; desconsolado, a mi
piadoso consolador. Mas ¿se dónde a mí tanto bien, que Tú vengas a mí?
¿Quién soy yo para que te me des a Ti mismo? ¿Cómo se atreve el
pecador a comparecer delante de Ti? Y Tú ¿cómo te dignas de venir al
pecador? Tú conoces a tu siervo, y sabes que ningún bien tiene por donde
pueda merecer que Tú le hagas este beneficio. Yo te confieso, pues, mi
vileza, reconozco tu verdad, alabo tu piedad, y te doy gracias por tu
extremada caridad.

Pues así lo haces conmigo, no por mis merecimientos, sino por Ti mismo,
para darme a conocer mejor tu bondad; para que se me infunda mayor
caridad, y se recomiende más la humildad. Pues así te agrada a Ti, y así
mandaste que se hiciese; también me agrada a mí que Tú lo hayas tenido
por bien. ¡Ojalá que no lo impida mi maldad!

Día 6º
Meditación

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Del Amor De Jesús Sobre Todas Las Cosas.
Bienaventurado el que conoce lo que es amar a Jesús, y
despreciarse a sí mismo por Jesús. Conviene dejar un amado por otro
amado, porque Jesús quiere ser amado sobre todas las cosas. El amor de
la criatura es engañoso y mudable, el amor de Jesús es fiel y durable. El
que se llega a la criatura, caerá con lo caedizo; el que abraza a Jesús,
afirmará en Él para siempre. Ama a Jesús y tenle por amigo, que aunque
todos te desamparen, Él no te desamparará ni te dejará perecer en el fin.
De todos has de ser desamparado alguna vez, ora quieras o no.

Ten fuertemente con Jesús viviendo y muriendo, y encomiéndate a


su fidelidad, que Él solo te puede ayudar, cuando todos te faltaren. Tu
amado es de tal condición, que no quiere consigo admitir a otro, mas Él
solo quiere tener tu corazón y como rey sentarse en su propia silla. Si tú
supieses bien desocuparte de toda criatura, Jesús morará de buena gana
contigo. Hallarás casi todo perdido cuanto pusieres en los hombres, fuera
de Jesús. No confíes ni estribes sobre la caña vacía; porque toda carne es
heno, y toda su gloria caerá como flor de heno.

Día 7º
Meditación
De La Familiar Amistad con Jesús.
Cuando Jesús está presente, todo es bueno, y no parece cosa difícil:
mas cuando está ausente, todo es duro. Cuando Jesús no habla dentro, vil
es la consolación: mas si Jesús habla una sola palabra, gran consolación se
siente. ¿No se levantó María Magdalena luego del lugar donde lloró,
cuando le dijo Marta: El Maestro está aquí y te llama? ¡Oh bienaventurada
hora, cuando el Señor Jesús llama de las lágrimas al gozo del espíritu!

- 86 -
¡Cuán seco y duro eres sin Jesús! ¡Cuán necio y vano si codicias algo
fuera de Jesús! Dime, ¿no es este peor daño, que si todo el mundo
perdieses?

¿Qué puede dar el mundo sin Jesús? Estar sin Jesús es grave
infierno: estar con Jesús es dulce paraíso. Si Jesús estuviere contigo,
ningún enemigo podrá dañarte. El que halla a Jesús, halla un buen tesoro,
y de verdad bueno sobre todo bien. Y el que pierde a Jesús pierde muy
mucho, y más que todo el mundo. Pobrísimo es el que vive sin Jesús, y
riquísimo es el que está bien con Jesús.

Muy grande arte es saber conservar con Jesús, y gran prudencia


saber tener a Jesús.

Sé humilde y pacífico, y será contigo Jesús; sé devoto y sosegado, y


permanecerá contigo Jesús. Presto puedes echar de ti a Jesús, y perder su
gracia, si te pegas a las cosas exteriores. Si destierras de ti a Jesús y le
pierdes, ¿adónde irás? ¿A quién buscarás por amigo? Sin amigo no puedes
vivir contento, y si no fuere Jesús tu especialísimo amigo, estarás muy
triste y desconsolado. Pues locamente lo haces, si en otro alguno confías y
te alegras. Más se debe escoger tener todo el mundo contrario, que estar
ofendido con Jesús. Pues sobre todo tus amigos sea Jesús amado
singularísimamente.

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