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Investigación y Ciencia 1665-4412: Issn: Revistaiyc@correo - Uaa.mx

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Investigación y Ciencia

ISSN: 1665-4412
revistaiyc@correo.uaa.mx
Universidad Autónoma de Aguascalientes
México

Herrera Rodríguez, Jacobo; Vega Zayas, Jessica María; Servín Herrera, Beatriz Adriana
Conducta antisocial y pandillas: exploración de efectos del modelamiento conductual
durante la infancia
Investigación y Ciencia, vol. 23, núm. 66, septiembre-diciembre, 2015, pp. 47-55
Universidad Autónoma de Aguascalientes
Aguascalientes, México

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=67446014007

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Investigación
Número 66: 47-55, septiembre-diciembre 2015

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DE AGUASCALIENTES
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Conducta antisocial y pandillas: exploración de efectos


del modelamiento conductual durante la infancia
Antisocial behavior and gangs: study of behavioral
modeling effects during childhood

Jacobo Herrera Rodríguez1*, Jessica María Vega Zayas1,


Beatriz Adriana Servín Herrera2
Herrera Rodríguez, J., Vega Zayas, J. M., Servín Herrera, B. A. Conducta antisocial y pandillas:
exploración de efectos del modelamiento conductual durante la infancia. Investigación y Ciencia
de la Universidad Autónoma de Aguascalientes. Número 66: 47-55, septiembre-diciembre 2015.

RESUMEN 80 gang members in the city of Aguascalientes,


Mexico, all them active members of 30 gangs.
Se estudiaron variables relacionadas con los The procedure followed was based on the Social
modelamientos recibidos en la infancia por un grupo Learning theories of Bandura (1982) and Akers
de 80 pandilleros de la ciudad de Aguascalientes, (2006). Research data used in this work were
México, miembros de 30 pandillas. El proceso se collected through a field survey. The aim of the work
fundamentó en las teorías del aprendizaje social was to identify the behavioral models received in
de Bandura (1982) y de Akers (2006). Los datos de early stages of development (early and middle
trabajo se recolectaron mediante una encuesta de childhood) by young people who are currently
campo. La intención del análisis fue identificar los involved in a gang. The models explored were: types
modelamientos de conducta recibidos en la niñez por of aggressive behavior —including aggressions
jóvenes que actualmente pertenecen a una pandilla. received, testimony of aggression between parents
Los modelamientos explorados fueron: conductas and aggression toward animals—, criminal behavior
de agresión –incluyendo agresión recibida, agresión and overcrowding. The results obtained show that
testificada de los parentales y agresión hacia a significant number of gang members from the
animales–, comisión de delitos y hacinamiento. Los sample studied were exposed in their childhood to
resultados obtenidos muestran que un importante aggressive behavior in various modalities as well as
número de los participantes observaron en su infancia the active membership in gangs of close relatives;
conductas de agresión, así como la pertenencia also significant was the number of those who lived
activa de familiares cercanos a pandillas; también with people engaging in criminal activities.
fue significativo el número de los que convivieron con
emisores de conductas delictivas. INTRODUCCIÓN

ABSTRACT Existe la creencia de que en las metrópolis del


mundo gran parte de los problemas de seguridad
A study was made of variables related to behavioral se relacionan con el pandillerismo (Ramos, 1998;
modeling received during childhood by a group of Ballesteros de Valderrama et al., 2002; Portillo, 2003),
el cual a su vez es considerado como generador
de conductas antisociales y producto de vínculos
Palabras clave: pandillas, teoría del aprendizaje precarios entre los jóvenes y la sociedad, basados en
social, modelamiento conductual, niñez. normas y valores distorsionados y un panorama de
Keywords: cliques, gangs, Social Learning Theory, exclusión, violencia y aislamiento (Mejía Navarrete,
behavioral modeling, childhood. 2001; Alejandre Ramos y Castillo Oropeza, 2009),
por lo que no debe sorprender la cantidad de
Recibido: 11 de abril de 2014, aceptado: 20 de marzo de 2015
trabajos que se han desarrollado sobre el tema.
1
Departamento de Estudios Sociales, División de Ciencias Sociales y
Humanidades, Universidad de Guanajuato campus León.
De hecho, se ha señalado que un tema que ha
2
Universidad Autónoma de Nuevo León. atraído el interés científico es la adolescencia como
* Autor para correspondencia: herrerajacob@yahoo.com.mx periodo crítico proclive para el inicio o incremento
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del comportamiento antisocial (Sanabria y Uribe El contenido de este trabajo se estructura en tres
Rodríguez, 2009)3. apartados. Primero se hace un recorrido para ubicar
el estado del arte sobre el fenómeno de la conducta
Entre las investigaciones sobre el comporta- antisocial juvenil; enseguida se presentan las
miento antisocial (que incluyen al pandillerismo) generalidades del estudio realizado, la descripción
pueden identificarse algunas realizadas desde so- metódica y la caracterización de los participantes
ciología que se han interesado en estudiar las identi- y del procedimiento; y finalmente se despliegan los
dades y factores sociales que explican el fenómeno resultados obtenidos.
(Mejía Navarrete, 2001; Alejandre Ramos y Castillo
Oropeza, 2009). Por otro lado, se reconocen también Psicología criminológica, conducta antisocial y
las que desde la psicología se han enfocado hacia pandillas
temáticas como la psicopatología, la perfilación y el Diversos autores se han interesado por el estudio de
tratamiento a delincuentes (Garrido Genovés, 1993; la conducta antisocial en los adolescentes. Dentro
Stoff et al., 2004; Soria Verde y Saiz, 2006). Sin embar- de esos esfuerzos existen propuestas hechas desde la
go, otro rubro de importancia en el tema que vin- psicometría (Seisdedos Cubero, 2004), la psicología
cula la psicología y la criminalidad es el que busca conductual (Bandura, 1973; Perrin, 1980; Bandura,
conocer las variables involucradas en la adquisición 1982; Kazdin, 1988, 1995; Kazdin y Buela Casal, 2001),
de las conductas antisociales. la psicopatología (Pichot, 2002) y la psicología
criminológica (Garrido Martín et al., 2002).
En este estudio se establece una aproximación
al conocimiento de las conductas que fueron Sin embargo, mayoritariamente hay interés por
modeladas en la niñez a jóvenes que actualmente estudiar aspectos criminológicos, así como puntos de
viven en el fenómeno pandilleril. Aquí es pertinente la psicopatología y se descuida el abordaje de las
mencionar que se consideraron las etapas del interacciones sociales y los sistemas de convivencia
desarrollo correspondientes a la niñez temprana e establecidos por los adolescentes y jóvenes o por
intermedia propuestas por la psicología del desarrollo pandilleros. Esto aparentemente se debe a que el
(Papalia et al., 2012) y que abarcan el rango de los estudio de las pandillas conlleva dificultades logísticas
2.5 a los 12 años de edad del individuo. y riesgos que aún no está bien determinado cómo se
pueden subsanar con buen balance costo-beneficio
El trabajo se fundamentó en la teoría del apren- en el proceso de investigación (Portillo, 2003).
dizaje social de Bandura (1982) y de Akers (2006),
considerando otros referentes del conductismo- El estado del arte permite ver aproximaciones
ecológico (Wilson y Herrnstein, 1998). Se pensó que que se han interesado en el tema de la conformación
la identificación de los modelamientos conductua- social de las pandillas al existir abordajes a través
les a los que tempranamente se vieron expuestos los de diversos recursos como el análisis funcional
actuales pandilleros puede ser trascendente, ya que del comportamiento; al analizar las interacciones
posibilita realizar aportaciones para las instituciones entre pares de una misma pandilla (Ballesteros de
encargadas de la seguridad pública y del diseño de Valderrama et al., 2002), e incluso al usar como
políticas sociales, principalmente de prevención pri- recurso de obtención de datos la infiltración no
maria. policial, consistente en involucrar a pandilleros como
colaboradores de la investigación (Portillo, 2003).
De manera que una vez identificada la
función que tienen las conductas modeladas en la Otros aportes se han obtenido de bases de
propensión hacia comportamientos antisociales en datos gubernamentales, por ejemplo, en el Salvador
niños y jóvenes, se puede incidir para impedir que en la década de los noventa la Policía Nacional
desemboque en un problema de comportamientos (citado en Portillo, 2003) publicó que entre 10 y 20,000
con consecuencias de mayor gravedad. En ese jóvenes eran miembros de pandillas. Al respecto,
sentido, se advierte la necesidad de contar con se ha señalado que estos grupos representan
políticas sociales informadas y basadas en la generalmente un fenómeno masculino y juvenil, ya
investigación. que las pandillas están conformadas en un 80% por
varones adolescentes, cuyas edades rondan entre
los 14 y 25 años (Cruz y Portillo Peña, 1998; Santacruz
3
Las autoras realizan un análisis del contexto colombiano a través del
estudio de las manifestaciones de la conducta antisocial y delictiva de Giralt y Concha Eastman, 2001).
grupos de adolescentes (mujeres y hombres) en aquel país.
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Es pertinente considerar los resultados de un grupos humanos. En su construcción conceptual, la
estudio longitudinal hecho en Pittsburg, EE.UU. TAS aporta el término modelamiento para referirse
(Lahey et al., 1999) que determinó que 24% de los operacionalmente a uno de los procesos por el que
niños pertenecía a una banda territorial y que de una persona adquiere una conducta nueva en su
ellos 16% se vinculaba en la adolescencia tardía a repertorio de opciones conductuales a partir de la
una pandilla delictiva. Este estudio encontró que la observación de un modelo (otra persona) que emite
presencia de pandillas se asocia poco con los niveles la conducta en referencia ante la presencia del que
de criminalidad del vecindario, pero sí se asocia con la adquirirá (Bandura, 1982).
la criminalidad contra otros vecindarios. Asimismo,
Scandroglio et al. (2008) señalan que los pandilleros Técnicamente Bandura (1962, 1970) se refiere a
a menudo se asocian bajo criterios de ajuste que que el modelamiento sigue los siguientes procesos:
implican consumir sustancias, ejercer la violencia, el 1) procesos atencionales; es decir, si no se atiende,
robo y tráfico de sustancias, lo que hace notar que la difícilmente se adquiere la conducta; 2) procesos
violencia se liga con deficiencias en las habilidades de retención, que refieren deben retenerse los
sociales. datos originales que aporta el modelo para poder
reproducir la conducta; en este punto Bandura
Por otro lado, Castillo Berthier (2004) desde una cita dos sistemas mediacionales: uno imaginativo
visión socioantropológica señala que las pandillas (cuando la conducta es transformada en imágenes)
emergen a la par de la magnitud de las desigualda- y otro verbal que sirve para la reproducción de
des sociales, razas, géneros, edades y regiones que respuestas imitativas; 3) definición: la adquisición de
hacen que estos tópicos vuelvan a plantearse como conductas nuevas por parte del observador como
pertinentes en la discusión sobre las consecuencias consecuencia de observar el modelo.
de la inequidad social.
En este marco de referencia la explicación más
En un análisis similar, Alvarado Mendoza (2014) usual para analizar grupos antisociales como las
estudió en conjunto con otros la situación de los pandillas, es la propuesta de Akers (Akers y Sellers, 2004;
jóvenes en relación con la seguridad pública en Akers, 2006), que considera que en el aprendizaje
América Latina y encontró que colectivos como las del comportamiento delictivo intervienen cuatro
pandillas se generan a menudo como respuesta a las mecanismos relacionados entre sí: 1) la asociación
entidades gubernamentales cuando se considera diferencial con personas que presentan conductas
que estas son poco confiables, corruptas y abusivas. y hábitos delictivos; 2) la concepción favorable del
delito por el individuo; 3) el reforzamiento diferencial
De acuerdo con lo revisado, se puede afirmar más favorable a los comportamientos delictivos; y 4)
que se han tenido avances en la investigación sobre la imitación de modelos delictivos “exitosos”.
las conductas de los pandilleros. No se pueden
dejar de reconocer las aportaciones realizadas por De acuerdo con Mischel (1966) los niños adquie-
otras investigaciones de corte socioantropológico ren roles de género imitando modelos y al obtener
que también se interesaron por el abordaje de retroalimentaciones positivas para las emisiones de
estas problemáticas en los universos juveniles y que conducta que se aproximan a lo que es considera-
siguiendo a Reguillo (2008) delinearon las agendas do socialmente apropiado, en ese proceso a menu-
investigativas que se sintonizaron con los debates do toman como modelo a sujetos “poderosos”, ge-
políticos en los que se incluyó la violencia en el neralmente el padre, construyendo así un temprano
campo de estudio de la juventud. tejido de criterios de ajuste social.

Por tanto, se considera que las aportaciones Dentro del marco de las TAS, es pertinente referir
que se hacen sobre el fenómeno de las conductas el modelo de Bandura (1982) que destaca el papel
antisociales de los jóvenes enriquecen en todos los de la imitación al adquirir conductas; se distinguen
casos el conocimiento producido y los ámbitos del dos momentos clave en ese procedimiento: por un
pensamiento en torno a este grupo social. lado, la adquisición de un comportamiento y, por
otro, la ejecución postadquisición y su mantenimiento
Aprendizaje social, modelamiento y pandillas posterior.
La Teoría del Aprendizaje Social (TAS) es un marco
explicativo recurrente en el estudio de la exposición, Desde hace algunos años, la TAS de Bandura
adquisición y transmisión de conductas dentro de ha demostrado incluso bajo los controles de labo-
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ratorio que la conducta humana se puede dirigir, repercusiones de esta connotación es la negación
modificar o aprender con base en la observación y aislamiento de estos grupos por parte de la socie-
de las consecuencias que esta le devenga a otra dad, ante lo cual sus integrantes buscan e inventan
persona —modelo— (Bandura, 1982). Dentro de los nuevas opciones de resistencia, lo que da lugar al
postulados teóricos de la TAS son esenciales con- surgimiento de subculturas con capitales propios.
ceptos como aprendizaje vicario, castigo vicario y
reforzador vicario, mismos que se refieren a modos Se entiende por capital cultural lo siguiente:
de aprendizaje indirecto, fundamentados en que la
observación de las consecuencias adquiridas natu- En cada campo existen diferentes bienes que están
ralmente o administradas por pares a las conductas permanentemente en juego: económicos, culturales y
de otros se liga directamente con el incremento o sociales. Estos tres tipos de bienes o recursos que los agentes
decremento de una conducta. sociales tratan de apropiárselos en cada campo, además
de constituir los objetivos principales, son también condición
Es pertinente citar que experimentalmente la para poder entrar y jugar. Aunque estos tres tipos de capital
TAS ha mostrado que uno de los modos más eficien- son por naturaleza distintos, en la realidad mantienen
tes de adquisición de la conducta agresiva en hu- relaciones muy estrechas y las transformaciones mutuas
manos es la imitación a través del modelamiento por son continuas, bajo ciertas condiciones. Un determinado
una figura referente para el que aprende (Bandura, bien se convierte en un capital cuando existe un mercado
1973). En ese tema existen respaldos como los traba- en el cual se fija el precio de ese bien, en función de las
jos de Berkowitz (1989), quien encontró experimen- relaciones objetivas de fuerza establecidas entre los agentes
talmente la existencia de relación funcional entre la del campo (productores y consumidores). En este sentido,
frustración y la agresión, con una alta influencia de todo campo es un mercado donde se produce y negocia
lo observado en otros individuos en la morfología de un capital específico. Por eso el valor de un capital no está
la agresión. Asimismo, desde una perspectiva eco- fijado de una vez por todas, sino que no para de fluctuar
lógico-conductual, Wilson y Herrnstein (1998) infor- según la relación de fuerzas de cada campo. (Bourdieu,
man que un modo de transmisión de las conductas 1973: 90)
antisociales es a través del reforzamiento social a la
transgresión, aún más si el reforzamiento es inmedia-
to; al contrario, el castigo tiene un efecto tenue o Por ello, como lo expresa Bourdieu (1973), las
casi nulo ante el reforzamiento de la conducta an- pandillas tienen un bien como grupo, que está en
tisocial. constante disputa y causa conflictos en diversos
ámbitos; motivo por el que enfrentan un aumento
creciente de violencia por parte de otras bandas, de
Las pandillas como grupo cultural la sociedad y de las autoridades: de otras pandillas
En complemento con la TAS, se propone incorporar porque buscan apropiarse de los bienes que cada
la perspectiva referente a la banda como un una tiene, de la sociedad debido a su rechazo y de
grupo social con un capital de tipo cultural, por el las autoridades debido a las violaciones y excesos
que se encuentra en competencia y tensión con justificados bajo el argumento de controlar a estos
otras expresiones y grupos sociales, lo que permite grupos.
comprender a la pandilla como sujeto social.
Este apartado se centra en una de las formas Dichas pandillas, al contar con un capital cultural
de colectividad urbanas —las pandillas—, cuyas particular, adquieren pertenencia e identidad pero
características han sido analizadas desde diversas al mismo tiempo pagan por ello, puesto que sus
perspectivas, pero siempre adscribiéndola a integrantes son rechazados por la sociedad. Y eso
jóvenes bajo una mirada etiquetadora, donde con debe ser analizado como factor de la complejidad
frecuencia se les ve como causantes de delincuencia del fenómeno, porque paradójicamente, aun
y actos violentos. aquellos que no pertenecen a pandillas pero viven
en zonas marginadas generalmente son excluidos.
En las sociedades latinoamericanas ha impe- Como resultado, los jóvenes tienen el reto de
rado la connotación negativa hacia las pandillas, enfrentar el que no haya futuro posible (Reguillo,
puesto que se ha articulado con la compleja proble- 2012). Aunado a ello, este aislamiento también deriva
mática que caracteriza a la región, que refiere as- de su propia decisión de excluirse de la sociedad,
pectos de empleo, exclusión, delincuencia, insegu- fenómeno que Goffman (1989) explica de manera
ridad y violencia, entre otros. Una de las principales detallada mediante el estigma.
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Derivado de esta problemática es entendible Materiales
que la respuesta de los jóvenes pertenecientes Para la obtención de datos se empleó una encuesta
a pandillas sea cada vez más innovadora y que en una primera dimensión exploraba con ítems
transgresora. Por ello la pandilla como objeto-sujeto dicotómicos los modelamientos de conductas de
de estudio produce fascinación, puesto que por un agresión a que habían tenido exposición los partici-
lado se desea conocer las interacciones innovadoras pantes en la etapa de infancia. Los modelamientos
que la caracterizan pero por el otro esta estrategia explorados fueron: 1) agresión recibida; 2) agresión
se usa como aspiración de control sobre estos testificada de los parentales; y 3) agresión hacia ani-
grupos, por ello, todo intento de prevención por muy males. En una segunda dimensión, la encuesta ex-
buena intención que tenga, tiene implícito el control ploró a través de ítems dicotómicos la exposición al
y rutinización de esas nuevas expresiones. modelamiento de comisión de delitos y, por último,
las condiciones de hacinamiento que tuvo el hogar
MATERIALES Y MÉTODOS donde se desarrollaron los participantes, dimensión
que se planteó en forma escalar.
Participantes
En este estudio participaron 80 varones, miembros De forma total la encuesta se conformó por
de 30 pandillas de la ciudad de Aguascalientes, seis ítems para la primera dimensión, siete para la
México. La edad de los participantes osciló entre segunda y seis para la tercera, con 19 ítems en total.
16 y 27 años, con una media aritmética de 22.7.
Como criterios de inclusión al estudio se estableció Como parte de la construcción de la encuesta
que fueran miembros activos de una pandilla, que se le sometió a un proceso de validación y
otorgaran el consentimiento informado por escrito confiabilización que incluyó el piloteo con un grupo
de su colaboración, lo que conforma una muestra de 10 jóvenes con características similares a los
por conveniencia para poder tener participantes de participantes del estudio, también se hizo un jueceo
diferentes sectores de la ciudad de Aguascalientes. de validez de constructo que ayudó a configurar
la versión final del instrumento, asimismo, a partir
En cuanto a educación, 50% de los participantes del piloteo se depuraron elementos del proceso de
asistió a la escuela primaria, de ellos 34 certificaron el administración para la fase oficial del estudio. En
nivel y 6 tienen los estudios inconclusos; 40% asistió cuanto al análisis de la confiabilidad, se obtuvo el
a la escuela secundaria, en donde 23 individuos la índice Alfa de Cronbach, que fue un α= .82.
han certificado y 9 la mantienen trunca; por su parte,
6 participantes cursan o tienen certificado el bachi- Procedimiento
llerato, lo que representa 7.5% del total; se detectó El trabajo se inició con la autorización de recursos
además que 2 casos tienen estatus de analfabetis- para realizar el proyecto, de modo posterior a ello se
mo, lo que equivale a 2.5% de los participantes. conformó un grupo de seis colaboradores de campo,
quienes se encargaban de la coordinación y gestión
Para la identificación-relación de las pandillas in situ con los miembros de las pandillas. Como parte
con los participantes, se cotejaron los informes del proyecto, la segunda fase del estudio consistió
obtenidos con datos de la Secretaría de Seguridad en la realización de actividades enfocadas a la
Pública Municipal de Aguascalientes. prevención primaria de las conductas antisociales,
entre las que destacaron torneos deportivos,
Escenario reuniones recreativas y rehabilitación de espacios
El estudio se llevó a cabo en las instalaciones co- sociales, las cuales sirvieron para que se desarrollara
munitarias de las colonias donde habitan los partici- la confianza entre los pandilleros y el grupo de
pantes en el estudio, ya que el trabajo se ancló a un colaboradores de campo.
proyecto denominado “Un gol por mi barrio”, cuya
consistencia esencial era el trabajo de intervención En un tercer momento, se recabaron datos
comunitaria de corte preventivo. Se optó por apli- con una encuesta diseñada ex profeso para esta
car la encuesta de recolección de datos en estos investigación. La encuesta abordó aspectos que
sitios, ya que los participantes estaban habituados a posibilitaran la exploración de factores psicosociales
acudir a ellos, lo que ayudó a disminuir resistencias y ligados a la génesis de las conductas antisociales,
evitó alteraciones contextuales, además que en los tales como los modelamientos recibidos de
centros comunitarios existen salones multiusos propi- conductas de agresión que incluyen agresión
cios para este tipo de trabajo. recibida, agresión testificada de los parentales
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y agresión hacia animales, comisión de delitos y había una familia, otro 35% refirió haber habitado
hacinamiento. hogares compartidos por dos familias, 20% no pudo
referir con exactitud el dato debido a que su hogar
RESULTADOS sufría cambios continuos de sitio de radicación,
y 5% vivió en hogares donde cohabitaban tres
Los modelamientos recibidos en etapas tempranas o más familias. En el mismo sentido se encontró
por un grupo de jóvenes pandilleros que el promedio de personas que habitaban los
Con base en los datos recabados, se encontró que 62 hogares era de 7.3, mientras que la propiedad de las
de los 80 participantes en el estudio recibieron en su viviendas fue en 33.4% de casos de las familias de los
infancia algún tipo de agresión, cifra que representa encuestados y en el resto de casos estaban en renta
77.5%. Asimismo, 50 de los 80 encuestados refieren o comodato.
en la misma etapa haber observado agresión de
pareja entre sus figuras parentales al menos una DISCUSIÓN
vez, cifra que representa 62.5%. Con respecto a la
observación de agresiones contra animales, 54 de
los 80 fueron testigos de las mismas, lo que representa Los resultados del estudio permiten apreciar que un
67.5% del total. En este rubro destacó la observación porcentual elevado de los participantes —69.16%—
de peleas clandestinas de animales, maltrato a recibieron en su infancia modelamientos de con-
mascotas o agresión a animales como diversión con ductas vinculadas a tipos de agresión, dato delica-
una distribución porcentual de 38%, 27.9% y 21%, do si se considera que trabajos científicos como los
respectivamente, entre los que reportaron haber de Bandura (1970, 1973, 1982) y Berkowitz (1989) han
estado expuestos a este tipo de conductas; mientras explicado —basados en trabajos empíricos— una
13.1% no definió el modelamiento recibido. estrecha relación funcional entre la observación-
imitación-emisión de la conducta de agresión. Es-
Es pertinente mencionar que se observa que tos resultados ponen de manifiesto la necesidad de
más de 50% de los participantes del estudio fueron considerar el contexto sociocultural en que surgen
testigos directos de más de un tipo de agresión los comportamientos delictivos en las poblaciones
durante su etapa infantil, en donde destaca haber juveniles, así como también la importancia de tomar
estado expuestos a modelamientos combinados de como punto de referencia sus estructuras familia-
agresión directa recibida y agresión testificada de res, tal como lo han señalado Gaeta y Galvanovskis
las figuras parentales. (2011).

El estudio muestra que 42% de los participantes Asimismo, llama la atención que poco menos
tuvieron convivencia directa con emisores de de la mitad de los participantes haya tenido
conductas delictivas, cifra que se distribuyó convivencia cercana con emisores de conductas
porcentualmente de la siguiente manera: la delictivas, dato que respalda lo escrito en estudios
conducta más destacada fue la de robo con un previos (Ramos, 1998; Ballesteros de Valderrama et
27.5%, seguida por el delito de daño en las cosas al., 2002; Portillo, 2003) con respecto a la creencia
con un 23%, vagancia 18%, delitos contra la salud de que en las grandes ciudades una importante
(principalmente tráfico o posesión de sustancias parte de los problemas de seguridad pública guarda
ilícitas) con 15.5%, delitos contra la integridad física relación con el pandillerismo. Considerando el mismo
(e.g. lesiones, riñas y homicidios) con 11%, sumado dato se debe discutir que si bien la cifra es significativa
a otro 5% que refiere haber tenido convivencia y hace probable que en la ecología de los jóvenes
con emisores de delitos pero no logró especificar estudiados los comportamientos antisociales hayan
el tipo de delito observado. En este mismo rubro, se sido reforzados (lo que según Wilson y Herrnstein
exploró si en las familias de los participantes durante (1998) daría pie a una fácil transmisión de los mismos),
la infancia hubo personas que participaran en es importante también pensar en los factores que
pandillas y se encontró que 78.04% refirieron tener llevaron a casi 60% restante a presentar participación
familiares directos activos en pandillas. pandilleril a pesar de no haber convivido con emisores
de conducta delictiva.
Por último, la exploración de las condiciones de
hacinamiento o ausencia de este al interior del hogar Por otra parte, un porcentual significativo de los
donde vivieron los participantes en la infancia, arrojó participantes observó en su infancia la participación
que 40% creció en viviendas donde únicamente de familiares directos en pandillas, dato que puede
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Algunos de los datos recabados invitan a
reconsiderar la percepción de las pandillas, pues
resulta imperante comprender que si bien las
bandas existen, lo hacen particularmente en zonas
urbanas, donde suelen ser un sector impactado por
la desigualdad, la sectorización y la conflictividad
en países no desarrollados (Castillo Berthier, 2004;
Alvarado Mendoza, 2014). Asimismo, es necesario
reconocer el nivel creciente de violencia, así como
que la sociedad los tiende a criminalizar. Es pertinente
someter a discusión si las pandillas debieran ser uno
Figura 1. Imagen hecha en arte urbano tipo grafiti: a menudo
se discute si el arte urbano es una manifestación estética o
de los sectores de la población más atendidos por
antisocial común en las pandillas. las autoridades, se debe recordar que las bandas
Imagen tomada de www.shutterstock.com emergen desde la vulnerabilidad (generalmente
surgen en zonas marginales) y son un grupo en riesgo.
respaldar lo escrito por Mischel (1966) en el sentido
de que los niños adquieren roles de género al imitar Finalmente, se considera que la misma pobla-
modelos y obtener retroalimentaciones positivas para ción estudiada en este trabajo podría ser abordada
las emisiones de conducta que llevan a cabo. con otras técnicas de recolección de datos que en-
riquecieran los hallazgos obtenidos (e.g. grupos fo-
Llama la atención apreciar que en el aspecto de cales, experimentación social, observación directa).
formación académica los escasos alcances formati- De igual modo, se contempla la extensión de la in-
vos de los estudiados apoyan tanto a indicadores vestigación sobre pandillas hacia otras ciudades de
como a publicaciones (e.g. Gallart, 2001; Mejía Na- la región centro-bajío de México. Lo anterior posibili-
varrete, 2001) que señalan que factores como la po- taría el contraste de hallazgos y la determinación de
breza y la marginación correlacionan con la exclusión características en común y atribuibles al fenómeno
social y la exposición a riesgos sociales. pandilleril en su complejidad, así como la definición
de otras características que pudieran ser ligadas a la
Resulta importante considerar la continuidad región en que operan estos grupos o a los criterios de
del estudio, profundizar y hacer cruces de datos ajuste social de cada pandilla (Figura 1).
y variables para determinar si los modelamientos
recibidos en la niñez correlacionan con trayectorias CONCLUSIONES
del desarrollo vinculables a la génesis delictiva
y/o antisocial en la adolescencia o adultez joven. Este estudio permitió observar que los pandilleros
Algo que también enriquecería el estudio sería la participantes tuvieron una cercanía importante
contemplación de variables que permitan el análisis en su infancia con modelamientos ligados a
del carácter gradual, progresivo y persistencia de los conductas de agresión de diversas modalidades.
comportamientos antisociales. De igual forma, se aprecia que aunque tuvieron
modelamientos de conductas delictivas, estas no
El denominar a las pandillas como una forma resultaron estadísticamente significativas ni se pudo
particular de agrupación con un capital cultural establecer una relación funcional entre lo modelado
específico implica aceptar que su proceso de y lo emitido actualmente por los encuestados.
socialización es diferente de otros, planteamiento que
parece fortalecerse si recuperamos la cifra referente De forma similar, el hacinamiento no resultó
al número de encuestados que dijeron contar con un determinante al tratar de vincular lo modelado en
familiar que fuera integrante de una pandilla (78.04%), etapas del desarrollo infantil y lo asumido y ejercido
puesto que esta cifra muestra que más de la mitad de como adolescentes tardíos o adultos jóvenes. A
ellos tiene este rasgo de connotación. partir de los datos de identificación se encontró
que la educación incompleta se presenta en una
mayoría de casos.
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