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La Adoracion en El A.T.

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3.

LA ADORACIÓN EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

ALTARES PRIVADOS Y FAMILIARES DURANTE


EL PERÍODO PATRIARCAL
La primera cita bíblica registrada de un acto específico de adoración se halla en
<010403>Génesis 4:3, 4:

Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una
ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus
ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a
su ofrenda.
No se da ninguna aclaración referente al ritual seguido en esa ocasión. Sin
embargo, la narrativa bíblica indica que Abel demostró una fe mayor cuando
trajo lo mejor que tenía para el Señor. El autor de Hebreos, escribiendo acerca
del incipiente significado de la fe, describe la ofrenda de Abel diciendo:
Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo
cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus
ofrendas; y muerto, aún habla por ella (<581104>Hebreos 11:4).
Después de la muerte de Abel, Dios da a Adán y Eva otro hijo, Set (quien vino
a reemplazar a Abel). A Set le nació un hijo que se llamó Henos. Es en tiempos
de Henos cuando se introduce la adoración a Dios como cosa permanente
(<010426>Génesis 4:26).
En tiempos de Noé se aceptaba como práctica cúltica el ofrecer sacrificios de
animales. Después de que Noé soportó el diluvio y las aguas bajaron, él adoró
a Dios construyendo un altar al Señor. En el altar sacrificó “de todo animal
limpio y de toda ave limpia, y ofreció holocausto en el altar” (<010820>Génesis
8:20). Este acto fue agradable al Señor.
Dios inicia un pacto con Abraham, quien llega a ser padre de una gran nación.
Abraham se cambia de un lugar a otro, según el Señor le indica. En cada lugar
en que se queda por un tiempo acostumbra construir un altar y adora a Dios. El
Señor aparece a Abraham en Siquem prometiendo darle la tierra en la que está
para sus descendientes. En demostración de su agrado “...edificó allí un altar a
Jehová, quien le había aparecido” (<011207>Génesis 12:7). De esa manera, revela
Abraham que él es un hombre de gran fe. Abraham demuestra su fidelidad y
obediencia a Dios cuando está dispuesto a sacrificar a su hijo Isaac en
respuesta al mandato de Dios. En razón de que Dios responde a la fe
incondicional de Abraham proveyendo de un “cordero para el holocausto...”
(<012208>Génesis 22:8), Isaac continúa la práctica cúltica de su padre,
construyendo un altar en Beerseba e invocó el nombre de Jehová (<012624>Génesis
26:24, 25).
El Antiguo Testamento registra numerosos encuentros de adoración a Dios por
parte de Jacob. Viajando de Beerseba hacia Harán, Jacob pasa la noche en un
lugar donde sueña que Dios se le aparece por medio de ángeles subiendo y
bajando en una escalera que llega al cielo, Jacob despierta y dice con
confianza:
Ciertamente Jehová está en este lugar y yo no lo sabía... ¡Cuán terrible
es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del cielo
(<012816>Génesis 28:16, 17).
Entonces Jacob tomó la piedra que había usado como cabecera y la levantó
por señal, y derramó aceite encima de ella. Pone por nombre Bet-el a ese
lugar, que significa “Casa de Dios”, y hace memoria del Señor (<012818>Génesis
28:18, 19). Después de la reconciliación de Jacob con Esaú, Dios le instruye a
volver a Bet-el, vivir allí, construir otro altar y realizar el ritual de purificación y
cambiarse de vestiduras (<013501>Génesis 35:1-4).
Aunque primitivo en lo formal, el aspecto de adoración familiar se ve cuando
Jacob ordena a su familia a ser obediente a los mandatos de Dios (<013502>Génesis
35:2). Los patriarcas creen en un Dios cercano y real; parece un conocimiento
instintivo que la adoración está ligada a una conducta recta. Antes de que la ley
ritual levítica fuera dada, el Antiguo Testamento enfatiza en la necesidad de la
adoración.
Ahora es tiempo para otro descanso. Hasta este punto nuestro entendimiento
acerca de la adoración bíblica es muy personal. Dios ha elegido establecer
patrones de adoración sólo con individuos y familias durante el período
patriarcal. Es posible que sus primeras experiencias de adoración fueran
personales o familiares antes de llegar a ser institucionales. Lo último es el
patrón que surge durante el período mosaico al cual ahora volvemos nuestra
atención.
EL TABERNÁCULO Y EL DÍA DE REPOSO
(SÁBADO) DURANTE EL PERÍODO MOSAICO
Entre el período de los patriarcas (Génesis) y el mosaico (Éxodo-
Deuteronomio) se nota un gran avance en el desarrollo del proceso del patrón
de adoración de los judíos. La aparición de la adoración congregacional en un
marco institucional parecerá familiar aún cuando los títulos parecen diferentes.
Este progresivo desarrollo estará trazando en cinco pasos que vienen desde
Egipto, cruzan el Mar Rojo, el monte Sinaí y posteriormente el peregrinaje por
el desierto. Es la institución del tabernáculo y del sábado en este período que
tiene una directa influencia en la forma de adorar en la actualidad.
La Necesidad de Adorar Se Intensifica en Tierra Extranjera.
El libro de Éxodo comienza con el recuento de los descendientes de Jacob en
Egipto. La necesidad de adorar parece ser la base de la demanda divina de que
los israelitas fueran libres:
El Dios de los hebreos nos ha encontrado; iremos pues, ahora, camino
de tres días por el desierto, y ofreceremos sacrificios a Jehová nuestro
Dios, para que no venga sobre nosotros con peste o con espada
(<020503>Éxodo 5:3).
Dios había dado a conocer su presencia a Moisés en el monte Horeb, el monte
de Dios, en la experiencia de la zarza que ardía y no se consumía. A Moisés se
le pide que se quite el calzado pues está en tierra sagrada. El mandato de Dios
refleja una común actitud de reverencia en la presencia de aquello que es santo.
Esta experiencia de adoración prepara a Moisés para su inmediata
confrontación con Faraón y le da confianza en la presencia protectora del
Señor en su vida.
La participación de la cercana liberación fue celebrada en las prácticas cúlticas
de la pascua, la fiesta de los panes sin levadura y la dedicación de los hijos
varones primogénitos (<021201>Éxodo 12:1—13:16). Estas ceremonias tenían
profundo significado teológico ya que ellas recordaban a los judíos su liberación
de la opresión de Egipto y el perdón de la vida de sus primogénitos. El
significado de esta ceremonia para los creyentes cristianos aparecerá más tarde
en nuestro viaje a través del Nuevo Testamento.
Cuando la nueva nación, Israel, cruzó el Mar Rojo hacia la recién encontrada
libertad, Moisés dirige su culto de acción de gracias. Miriam, la hermana de
Moisés les dirige en alabanza a Dios mientras el pueblo canta y baila,
recordando su victoriosa experiencia de redención (<021501>Éxodo 15:1-9). A
medida que los israelitas viajan por el desierto Dios les provee para sus
necesidades físicas. Les llega el maná, al cual el salmista se refiere como el “pan
del cielo”. Este maná es más que comida: simboliza el Shekinah de Dios, esto
es, una expresión de la cercanía de Dios para con su pueblo cuando éste le
adora.
Con el propósito de que las futuras generaciones pudieran ver este pan con el
que Dios había alimentado a sus antepasados, Moisés mandó a Aarón tomar
una vasija y poner en ella un gomer (3.7 litros) de maná y ponerlo delante de
Jehová y ser guardado para los descendientes de Israel (<021633>Éxodo 16:33).
Los creyentes cristianos posteriormente pudieron apreciar la forma en que
Jesús habló del maná como de “el” mismo, el verdadero “pan del cielo” que
trae inmortalidad a aquellos que vienen a Jesús y participan de su gracia
espiritual (<430631>Juan 6:31-35).
La Forma de Adorar Se Hace Más Específica en el Sinaí.
El período en que acamparon en el monte Sinaí es propicio para memorables
experiencias de adoración. La celebración y proclamación del pacto que Dios
hace con su pueblo a través de Moisés llega a ser una importante parte de la
práctica de adoración hebrea. Roy Honeycutt dice:
Los actos históricos de Dios asociados con la fe de Israel fueron, a
menudo, revividos en la adoración y los principales actos de entrega de
leyes y pacto eran, sin duda alguna, parte muy importante en las fiestas
religiosas anuales.f18
El Señor se revela a Israel como el Dios que hace el pacto y da instrucciones
mediante los diez mandamientos, de la forma en que su pueblo debería adorarle
en cada área de sus vidas. Dios demanda una adoración sincera: “No te
inclinarás a ellas (imágenes), ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios,
fuerte, celoso,...” (<022005>Éxodo 20:5). La significación de la adoración es
resumida con la declaración: “Oye Israel: Jehová nuestro Dios Jehová uno es”
(<050604>Deuteronomio 6:4). Esta expresión que es bien conocida de todos los
judíos como la Shema es recitada en forma antifonal. Cuando la congregación
dice la palabra “uno”, el que dirige exclama gozosamente: “Bendecido sea el
nombre de la gloria de su reino para siempre jamás.” El término “uno” enfatiza
la unidad de Dios con su pueblo. Este concepto es central en el pensamiento
israelita.
El Lugar de Adoración Se Institucionaliza Con la Construcción
del Tabernáculo.
Antes de que los israelitas se fueran del Sinaí Dios instruyo a Moisés para que
el pueblo construyera “un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos”
(<022508>Éxodo 25:8). La palabra “santuario” indica un lugar en el cual la presencia
de Dios habita en medio del pueblo. Este paso crucial representa el comienzo
de la adoración organizada que toma un nuevo significado con la construcción
del tabernáculo.
La palabra “tabernáculo” quiere decir “morada”. La comunión de Dios con los
Israelitas puede ser entendida predominantemente en cada símbolo usado en el
tabernáculo para adorar. Por ejemplo, el arca del pacto simboliza las
condiciones de acuerdo con las cuales el Señor dice: “Y de allí me declararé a
ti y hablaré contigo de ...todo lo que te mandare para los hijos de Israel”
(<022522>Éxodo 25:22). La mesa de los panes de la proposición (de los panes de la
presencia) parece simbolizar la presencia del Señor como el alimento vital. Los
candeleros simbolizan la presencia de Dios como fuente de la luz de la vida.
Estos y otros símbolos actúan para concentrar la atención sobre el significado
de Shekinah del Señor (la cercanía de Dios al pueblo). Aun la forma en que
estos símbolos eran arreglados enseñan lecciones concernientes al
acercamiento a la presencia del Señor.
La Práctica de la Adoración Se Realza con el Servicio de
Sacerdotes y Levitas.
Es lógico que a la construcción del tabernáculo siga la adoración
congregacional como algo instituido. Con la inauguración del sacerdocio del
Antiguo Testamento comienza una nueva era en la historia de la práctica de la
adoración en el pueblo de Israel (Éxodo 28, 29; Levítico 8).
La idea de expiación (reparación) se enfatiza con el sacerdocio y el servicio en
el tabernáculo. Las divisiones del tabernáculo con su respectivo equipamiento y
uso en el culto simboliza una cubierta que separa del pecado. Los que adoran
sólo pueden entrar en la sección de más afuera para traer sus ofrendas
(especialmente las ofrendas mayores por sus pecados).
Los sacerdotes y levitas son representantes del pueblo delante de Dios. A ellos
les es permitido entrar al lugar santo para que mantengan dispuestos los
símbolos de comunión, lo que permite cubrir los pecados. Únicamente el
sacerdote puede entrar al lugar santísimo. Él hace su intercesión como el
principal representante del pueblo sólo el día de la expiación con el propósito
de rociar la sangre del sacrificio en el lugar llamado propiciatorio. Esta
importante práctica claramente establece que los sacrificios son condición
necesaria para una adoración efectiva. La base para “cubrir los pecados” es la
misericordia de Dios. De esa manera, el tabernáculo llega a ser el punto central
para la comunión con Dios tanto personal como nacional (<023307>Éxodo 33:7-11).
Mientras tanto, el tabernáculo como el futuro templo simboliza la presencia de
Dios en Israel, el concepto de “ser” de Dios no puede ser descuidado. El
énfasis de un Dios trascendente está demostrado en el uso de mediadores,
representados por los sacerdotes y levitas así como por el diseño del
tabernáculo y del templo. Las restricciones concernientes al ingreso de
personas a áreas específicas de estas instituciones y el velo del templo eran
símbolos de separación y otra indicación de la naturaleza distinta de Dios.
De acuerdo con el libro de Números, los hombres de la tribu de Leví fueron
seleccionados para “ministrar en el tabernáculo de reunión” (<040815>Números
8:15). Como mediadores entre Dios y los hombres, los sacerdotes tenían que
ofrecer algo en nombre de ellos mismos así como por la congregación. Está
claro que ellos también eran pecadores aunque eran sacerdotes. El Señor da a
Moisés la ley acerca de las ofrendas, indicando lo que serían estas prácticas
(cuándo, dónde, cómo, y a través de quiénes serían hechas). También define el
significado de cada ofrenda. Así uno está consciente de que toda la vida de los
judíos está centrada en Dios porque la vida misma se entiende como una
relación permanente entre la humanidad y Dios.
El Tiempo de Adoración Está Especificado con la Institución del
Día de Reposo (Sábado Judío).
La observancia del reposo instituye un símbolo del tiempo en cuanto a las
relaciones del pacto entre Dios y su pueblo. Como el tabernáculo era un lugar y
el servicio sacerdotal un ritual o culto, así el sábado era el tiempo adecuado
para que el pueblo de Dios recordara el pacto (<023112>Éxodo 31:12-17).
Obviamente, la adoración de los israelitas se entiende mejor como algo que va
en su desarrollo progresivo, de acuerdo con las necesidades humanas que
aparecen y las demandas divinas.
A pesar de que Israel mantiene estrecho contacto con el Señor a través de la
multiplicidad de leyes, ofrendas, sacrificios y días santos, el pueblo decide
seguir sus propios deseos antes que obedecer los mandatos de Dios. La falta
de preparación para entrar a la tierra prometida y tomar posesión de ella resulta
en cuarenta años de vagar por el desierto.
Usted necesita otro descanso antes de continuar con nuestro viaje. Habiendo
llegado desde el Mar Rojo hasta el monte Nebo, a la vista de un lado del río
Jordán, Moisés completa su misión de líder en el drama del desarrollo de la
historia israelita. El relato sigue con la ayuda de Samuel durante el período de
los jueces y con los reinados de Saúl, David y Salomón durante el período de
los reyes.
EL TEMPLO Y CULTO DURANTE EL PERÍODO DE LOS
JUECES Y REYES.
La entrada a la tierra de Canaán puso a Israel en el punto de transición de su
vida nómada a la sedentaria, lo que permitió un mayor desarrollo de su cultura.
Las hazañas de Josué y los otros jueces de Israel juegan un papel importante en
la obtención de su estabilidad en la tierra prometida; así que, los patrones de la
adoración hebrea pueden continuar desarrollándose, especialmente en Gilgal y
Silo.
Gilgal es probablemente el primer lugar establecido para adorar a Dios en
Canaán. Gilgal llega a ser un santuario prominente. Cuando Israel acampó en
ese lugar se levantaron doce piedras traídas del río Jordán para recordar al
pueblo que Dios les había hecho pasar a través del Jordán en seco como lo
había hecho en el Mar Rojo:
Para que todos los pueblos de la tierra conozcan que la mano de
Jehová es poderosa; para que temáis a Jehová vuestro Dios todos los
días (<060424>Josué 4:24).
Desafortunadamente, los israelitas quedan bajo la influencia del culto a Baal en
Canaán. La pureza del culto hebreo se prostituye por trescientos años. Hay
algunos hebreos, como siempre, en cada generación que permanecen fieles al
Señor durante ese período. En el tiempo de Samuel, el arca del pacto llega a
ser un fetiche y finalmente capturada por los filisteos. Aun Silo, que fue un
centro de adoración de los israelitas desde Josué hasta Samuel, pierde su
preponderancia como el principal santuario de Dios. Como resultado,
adoración en un determinado lugar no se menciona desde Josué hasta 1
Samuel. Pero bajo la sabia dirección y sobresaliente integridad del joven
Samuel, Israel se dirige por mejor sendero.
El reinado de Saúl, también marcado por numerosas guerras, trae un desarrollo
de los músicos. Eventualmente, los israelitas reconocen que la música ha tenido
un efecto significativo en sus vidas.
Dado que los reyes eran ungidos de Dios, ellos son considerados directores de
la adoración. Cuando David es rey de Israel, cuida de proveer lo necesario
para la vida religiosa organizada, en la cual los músicos juegan un papel
importante en la adoración. Con gran pompa y ceremonia, David trae el arca
del pacto a Jerusalén. La pone cuidadosamente en un tabernáculo que prepara
con ese propósito. Allí permanece hasta que Salomón construye el Templo
(<100615>2 Samuel 6:15).
Es David quien hace los planos para el Templo en Jerusalén. Los diseños son
muy elaborados pues la adoración sin forma es menos significativa. Se agrega el
hecho de la necesidad de salvaguardar la adoración de la idolatría que rodea a
Israel.
La adoración en el Antiguo testamento alcanza su mayor altura durante el
reinado de Salomón. El Templo en Jerusalén es la más elaborada y magnifica
estructura que está dedicada a la adoración entre los judíos. Segler resume el
relato de la dedicación del templo según 2 Crónicas de la siguiente manera:
Los sacerdotes y los levitas cantores vestidos de lino fino, con
címbalos, arpas, liras y trompetas, junto con muchos cantantes hacen
oír al unísono, alabanzas y acción de gracias al Señor.
Cantaban:”...Porque él es bueno, porque su misericordia es para
siempre (5:13);... la casa se llenó de una nube, la casa de Jehová. Y no
podían los sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la nube;
porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Dios” (versículos
13, 14). Entonces Salomón se arrodilló ante el pueblo reunido y oró
una oración de dedicación. Una vez más Dios se manifestó y su gloria
llenó el templo. Cuando el pueblo vio la gloria del Señor sobre el
templo se postraron sobre sus rostros a tierra y adoraron y dieron
gracias a Dios. Salomón y todo el pueblo ofreció sacrificio delante del
Señor. Los sacerdotes hicieron sonar sus trompetas mientras el pueblo
permanecía de pie (7:3-6).f19
La adoración en el templo contempla cuatro partes principales:
(1) se hacen sacrificios regularmente y en ocasiones especiales;
(2) toman lugar las posturas de adoración o reverencia y los actos
ceremoniales cuando el sumo sacerdote regresa de ofrecer la ofrenda
de incienso en el lugar santísimo, después de lo cual los adoradores se
postran a tierra al sonido de las trompetas de plata;
(3) el servicio de alabanza incluye instrumentos musicales, solos vocales
o ambos;
(4) la oración pública se ofrece en forma descrita como más corta,
media alabanza, media oración.f20
De acuerdo con Horton Davies, el templo cumplía tres funciones en la vida
religiosa de los judíos:
Era un permanente recuerdo de la centralidad de Jehová (Yahweh) y su
ley en la vida nacional. También daba oportunidad para la adoración
sistemática y regular a Dios en alabanza y oración y sacrificio. Tercero,
era el lugar de reunión de las asambleas religiosas nacionales que se
juntaban en honor de Dios en los festivales del año judío.f21
El templo de Salomón fue el más atractivo y permanente lugar de oración que
los judíos conocieron jamás.
Con el Templo vino una evolución del culto que se desarrolla alrededor de las
fiestas que se celebran por todo el país. La fiesta de los panes sin levadura con
las ofrendas de los primeros frutos (primicias) está precedida por la pascua y es
celebrada anualmente. La fiesta de Pentecostés queda entre la cosecha de la
cebada y el trigo. La magnífica fiesta de las tiendas (de los tabernáculos) es una
cosecha de acción de gracias que incluye el uso de luces y danza durante la
cual el pueblo vive en carpas o tiendas por siete días y celebra el año nuevo.
La centralidad del templo en las prácticas cúlticas del pueblo no era
exageradamente enfatizada. Trentham describe las actividades del Templo en la
adoración de los israelitas, de la forma siguiente:
Traían ofrendas, diezmos y sacrificios. Su adoración incluía música,
solos, himnos, danza, procesiones acompañadas por una variedad de
instrumentos. El incienso quemándose significaba las oraciones que
elevaba el pueblo. Simples sermones y variados tipos de oráculos
proclamaban paz y reafirmación de ella. Se recitaban historias de los
héroes, padres de Israel y soldados. Se ofrecían oraciones; se cumplían
votos o promesas. La recitación de creencias (credos), el ofrecimiento
de confesiones, comidas sagradas, lavamientos y encender fuegos
sagrados, todo era parte de la adoración en Israel. Había una rica
variedad que estimulaba a la gente a tener recuerdos sagrados de las
manifestaciones del amor de Dios y de sus poderosas acciones a favor
de su pueblo.f22
Ya que el Templo era un lugar de regocijo para los adoradores delante de su
Dios, era incuestionablemente el punto central de la vida de Israel.
Adorar en el Templo está íntimamente asociado con el libro de Salmos. Aún
cuando el próximo capítulo dará mayores detalles, es útil recordar en este
punto que el libro de Salmos llega a ser gradualmente la principal fuente de
materiales para la adoración tanto privada como pública. El título en hebreo
significa “cantos para la alabanza en el culto.” La mayoría de ellos realmente
son Salmos compuestos para el uso en la adoración en el Templo. La lectura
de salmos diferentes guía a sentir tanto la poesía como la inspiración estética del
salmista que escribe y su sentido de cercanía y su comunión con Dios. La
conversación de los salmistas con Dios es directa; durante ella derraman su
alma al Señor; nada se oculta en su confesión de pecados y en su apelación por
ayuda y perdón.
Nuestro viaje por el período del Nuevo Testamento mostrará en un capítulo
posterior que la himnología cristiana tiene su origen en la salmodia hebrea. Los
Salmos constituyen la base para todas las formas de oración y adoración
personal o colectiva tanto para el judaísmo como para el cristianismo.
Necesitamos otro descanso en este punto cumbre del viaje por el Antiguo
Testamento. Me gustaría advertirles por adelantado que esta línea de desarrollo
progresivo en la adoración judía da una vuelta hacia abajo en la próxima
sección.
DESINTEGRACIÓN ESPIRITUAL DURANTE EL PERÍODO DE
LOS PROFETAS.
Desafortunadamente, la adoración judía finalmente llega a ser un fin en sí
misma. A la madurez espiritual la reemplaza un ritualismo hipócrita y vacío. La
adoración llega a ser una actuación tradicional aprendida como una cosa
rutinaria en vez de una actitud adecuada del corazón. Israel ensucia su
verdadera religión con compromisos políticos por incluir ídolos y prácticas
cúlticas de sus vecinos paganos en su propio templo para su adoración.
Pero Dios manifiesta su abundante amor y misericordia una vez más,
levantando profetas para advertir a Israel de un juicio inminente contra ellos.
Los profetas eran individuos toscos en su mayoría, hombres valerosos y de
gran visión espiritual. Predicaban abiertamente sus mensajes de
arrepentimiento. Proclamaban contra la sustitución de los sacrificios por la
misericordia. Oseas habla por el Señor, diciendo: “Porque misericordia quiero,
y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos” (<280606>Oseas 6:6).
Los profetas clamaban por justicia, bondad y una relación espiritual verdaderas
con el Señor y con sus compatriotas. Ezequiel corrige severamente al pueblo
por profanar el santuario de Dios (<260511>Ezequiel 5:11). Los profetas
intensificaban sus advertencias acerca del juicio divino mientras que Israel
continuaba hundiéndose más y más en el pecado.
Pero los profetas hacían más que predicar el arrepentimiento y advertir del
juicio. Ellos también profetizaban liberación con la venida de un Salvador que
sufre, el cual será el Redentor de aquellos que vienen a él con arrepentimiento y
fe.
Josías, el “rey bueno”, procura traer un despertar espiritual a Israel (<122304>2
Reyes 23:4-25). Sus esfuerzos tienen éxito durante su reinado, pero cuando
Josías sale de la escena, Israel regresa a su anterior condición pecaminosa. El
juicio de Dios cae sobre Israel cuando Nabucodonosor captura Jerusalén
saqueando y destruyendo la ciudad, robando y profanando el Templo y
deportando los judíos a Babilonia.
Si le queda un poco más de paciencia, usted podrá continuar el viaje. El final de
esta parte de nuestro viaje está a la vista mientras la parte baja de la espiral del
período de los profetas comienza a ascender durante y después del cautiverio
babilónico.
RESTAURACIÓN DE LA ADORACIÓN DURANTE
Y DESPUÉS DEL CAUTIVERIO.
Aunque el cautiverio fue consecuencia de la falta de cumplir las instrucciones de
Dios entre los israelitas, no fue sin algunas bendiciones. Por lo menos, Israel
obtuvo cuatro beneficios de sus tan amargas experiencias en la cautividad.
Dios. La vida en una tierra extranjera con cultos paganos trae a los israelitas a
un sentido común, les cura de su idolatría y tendencias politeístas. El
monoteísmo es así afianzado. Nunca más Israel interrumpe su adoración al
verdadero Dios.
La sinagoga. La sinagoga judía es probablemente instituida durante ese tiempo
en respuesta a la sentida necesidad de educar a sus hijos en la herencia de sus
antepasados y en la ley de Moisés. La palabra “sinagoga” (significa
congregación, asamblea o reunión) adquiere especial significado como una
agrupación de creyentes para adorar y recibir instrucción. El culto de adoración
en la sinagoga es sencillo e incluye la lectura de las Escrituras, oración e
instrucción. Al comienzo la música se usa poco en la adoración en la sinagoga,
probablemente a causa de los malos tratos recibidos en su alejamiento de la
tierra patria (<19D701>Salmo 137:1-7). Así, el canto israelita se transforma en un
lamento.
Las Escrituras. El estudio de las Sagradas Escrituras da a los israelitas un
nuevo y profundo respeto por la ley de Moisés. Negativamente, se desarrolla
un espíritu de legalismo exagerado que caracteriza al judaísmo en el período del
Nuevo Testamento.
El Mesías. El pueblo que vive en cautividad se inclina más a buscar la
liberación. Ya que los profetas anuncian la venida del Mesías, el pueblo
comienza a desear el cumplimiento de su venida.
Después que el rey Ciro de Persia permite a los judíos volver a su tierra natal,
se construye el nuevo Templo en Jerusalén. Este segundo Templo es menos
elaborado que el anterior y no tiene el arca del pacto en el lugar santísimo. Sin
embargo, el Templo permanece como el lugar central para la adoración de los
judíos. Junto con su indicación de la presencia de Dios con su pueblo, el nuevo
Templo refleja una dedicación renovada al Señor por parte de los judíos. En
cuanto a prácticas cúlticas en el Templo, los coros probablemente cantan
diferentes colecciones de salmos. La fiesta de los tabernáculos se cambia por
tres festividades llamadas; día de año nuevo, día de la expiación y fiesta de los
tabernáculos.
RESUMEN
Su paciencia se aprecia mientras viajamos en esa ardua jornada. Debido a la
gran variedad de personas y lugares, permita que le refresque la memoria
resumiendo los casos más destacados.
La primitiva forma de adoración toma lugar entre los patriarcas y sus
descendientes. El primer acto de adoración pública que encontramos es
posiblemente el realizado en tiempos de Enós, el hijo de Set.
Grandes hombres tales como Noé, Abraham, Isaac y Jacob construyen altares
y adoran a Dios. Sus vidas están bajo el control de Dios. Debido a que la vida
es considerada sagrada, la adoración es equiparada con una vida de rectitud.
Adoración es algo esencial en la vida de los israelitas durante el cautiverio en
Egipto. Las fiestas religiosas fueron decretadas después de que cruzaron el Mar
Rojo, en reconocimiento por la liberación providencial de Dios. La entrega de
los diez mandamientos así como el pacto con el cual Dios establece relación
con su pueblo son significantes eventos ocurridos en el Sinaí.
Moisés recibe instrucciones para hacer un tabernáculo en el monte Sinaí como
un símbolo de la presencia protectora de Dios. Los muebles usados en el
tabernáculo, incluyendo el arca del pacto, juegan un papel importante en
enseñarles el significado de la relación del pueblo con su Dios. Sacerdotes de
entre los levitas son consagrados a ministrar en el tabernáculo. De esta manera,
se institucionaliza la adoración congregacional.
El sábado se establece obedeciendo la ley de Dios. Como forma de fijar el
tiempo para la adoración, el sábado llega a ser una ocasión en la semana
cuando el pueblo puede celebrar y recordar el pacto de relación con Dios.
La adoración en Canaán demuestra lo que sucede cuando la verdadera
adoración llega a ser comprometida. La adoración a Baal y a otros ídolos
paganos anula la relación del pueblo de Israel con Dios hasta que Samuel trae a
la nación un nuevo comienzo religioso.
Con la vida más sedentaria en Canaán, se desarrolla el aspecto cultural de la
nación. David, después de Saúl, organiza la vida religiosa y otorga a la música
un papel más prominente. El arca del pacto y el tabernáculo quedan en
Jerusalén. El sueño de David de construir un templo a Dios fue realizado por
Salomón.
La adoración en el Antiguo Testamento alcanza su clímax durante el reinado de
Salomón. Entre la fastuosidad del ornato del Templo el acto de adorar se
realiza con esplendor y pompa. La música mejora con el entrenamiento y
preparación de coros y orquestas por los levitas. La inclusión de fiestas en días
especiales da a la adoración bases prácticas e históricas, lo que la hace el
centro de la vida del pueblo de Israel.
Desafortunadamente, la adoración gradualmente llega a ser ritualista, hipócrita y
superficial. El énfasis se pone sobre la tradición aprendida en forma de rutina,
que reemplaza la correcta actitud del corazón. La verdadera religión está de
nuevo comprometiéndose cuando Israel abraza ídolos y dioses ajenos. Pero
Dios levanta profetas para predicar y enjuiciar, anunciando el castigo si el
pueblo no se arrepiente. El juicio viene cuando los israelitas son llevados
cautivos a Babilonia.
Los judíos aprenden varias lecciones en la cautividad. Vuelven a su
monoteísmo y crean la sinagoga para instruir a sus hijos en la fe hebrea. La
música pierde su relevancia durante ese período del mismo modo que el pueblo
pierde su deseo de cantar en una tierra extranjera.
Bajo Ciro, a los israelitas se les permite volver a su tierra natal. Construyen un
nuevo y ostentoso Templo sin el arca del pacto. Este Templo representa una
renovación del interés de adorar por parte del pueblo de Dios.
Ya que una parte de nuestro viaje se debió mirar rápidamente, a usted le
vendrá bien acompañarme para hacer una vuelta por las tierras de la salmodia.
La unidad que existe entre la música y la adoración será muy clara cuando
nuestro estudio presente las bases de la himnología cristiana.

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