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Marx

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Ramón Portillo de la Calle

Escuetos apuntes sobre Marx


«La burguesía no ha dejado en pie más relación entre las personas que el simple
interés económico, el dinero contante y sonante; enterró la dignidad personal bajo
el dinero y redujo los derechos del pasado a una única libertad: la libertad ilimitada
de comerciar» - El manifiesto comunista - K. Marx.

Vamos a resumir la amplia teoría de este pensador en unos cuantos conceptos que
se articulan en torno a su objetivo filosófico: transformar la realidad material. Los
conceptos que vamos a abordar son los siguientes: alienación, infraestructura,
superestructura, plusvalía, fuerza de trabajo, medios de producción.

Pregúntate lo siguiente ¿por qué piensas como piensas? ¿Eres completamente


autónomo en tu pensamiento? En un primer momento, casi instintivamente uno
quiere responder «¡Por supuesto!». Te pido que te pares un momento y pienses «¿de
qué depende mi pensamiento?». Para Marx la respuesta es clara: tu pensamiento
depende de tus condiciones materiales, tu realidad material. En todas las
sociedades existe una realidad material (infraestructura) que crea un pensamiento
común1 que hace que se mantenga el status quo material. Nuestra manera de
pensar deriva de lo material.

De este modo, a las preguntas «¿Pensamos autónomamente?, ¿somos dueños de


nuestro pensamiento?» Marx responde de manera clara: no. Pensamos lo que
nuestra realidad material nos permite pensar. Pero es que, además, solemos
pensar y desear lo que otros necesitan que deseemos, concretamente lo que la
misma infraestructura necesita que pensemos para funcionar. Esto es lo que se
conoce como alienación. Uno está alienado cuando piensa y desea, no lo que uno
quiere pensar y desear, sino lo que el otro (en este caso la infraestructura) necesita
que uno piense y desee. Piensa, por ejemplo, en la última vez que compraste algo
que no necesitabas, que consumiste algo que, en un primer momento, no sabías
que querías, o que defendiste alguna idea que escuchaste en la tele o en internet
copiando palabra por palabra la frase que escuchaste. Si has experimentado alguno
de estos casos, Marx te diría que estás alienado.

Ahora analicemos la realidad material de la época de Marx, que se extiende, en


muchos casos, hasta la nuestra. La realidad material se compone de una
infraestructura. Hemos de tener en cuenta que, para Marx, el ser humano
transforma la realidad mediante el trabajo, de modo que el trabajo es lo que
define al ser humano y a la infraestructura de cada época. La infraestructura, para
Marx, explica el modo en que se articula el trabajo en cada época. En nuestra
época existe una lucha de clases entre burgueses, que tienen los medios de

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Ese pensamiento común, junto con elementos como la religión, la cultura, los ritos, las
instituciones, las leyes, etc. forman la superestructura.

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Ramón Portillo de la Calle

producción (imagínate a Jeff Bezos, que posee toda la logística, almacenes,


maquinaria, etc. de Amazon) y los proletarios (son los trabajadores) que solo
poseen su fuerza de trabajo.

Los proletarios les dan a los burgueses su fuerza de trabajo a cambio de un salario
que siempre es injusto. ¿Por qué? Para Marx este no es un asunto de cantidad, sino
técnico. El proletario genera muchísimo más beneficio que el salario que recibe. La
diferencia entre el beneficio que genera y el salario que recibe es lo que se conoce
como plusvalía y, a ojos de Marx, le pertenece al proletario, sin embargo, se lo
queda el burgués.

Esta es la infraestructura de nuestra época. Esta realidad material genera una


superestructura que está en consonancia con la realidad material. La
superestructura se compone del pensamiento imperante, de las leyes, la cultura,
las instituciones de cada época, y se orienta a perpetuar el funcionamiento de la
infraestructura de ese momento.

Esta sociedad nuestra actual que hemos descrito se conoce como sociedad
capitalista. Estamos en un capitalismo que comenzó con la revolución industrial,
sin embargo, Marx analiza las condiciones materiales que han existido en toda la
Historia. En todas las épocas ha existido una lucha de clases en la infraestructura
(en cuya clase dominante residían los medios de producción que eran trabajados
por la fuerza de trabajo de la clase dominada).

Infraestructura Superestructura
Modo de Clase dominante Clase dominada Tipo de sociedad
producción
Esclavismo Amos Esclavos Esclavista
Feudalismo Señores Siervos Feudal
Capitalismo Burguesía Proletariado Capitalista

Para Marx el último estadio de la Historia es la dictadura del proletariado, en la


cual el proletariado toma conciencia de clase, es decir, deja de estar alienado y de
querer y desear lo que la infraestructura capitalista necesita que quiera y desee. En
esta toma de conciencia de clase los medios de producción pasan a ser propiedad
de todos los proletarios y no solo de los burgueses.

Hemos de entender que este estadio comunista final no está en contra del
consumo, ni de la falta de producción, sino del enriquecimiento de quien no aporta
fuerza de trabajo. Para Marx, lo preocupante es el enriquecimiento de quien, por
heredar grandes medios de producción, puede aprovecharse de la fuerza de trabajo
de los demás.

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Ramón Portillo de la Calle

A continuación pongo un cuadro resumen de lo explicado y unas conclusiones


finales. Ten en cuenta que en el cuadro resumen la lucha de clases hace referencia
a nuestra sociedad y la de Marx. En sociedades previas la infraestructura se
articulaba de manera algo diferente.
Ideas, pensamiento imperante, cultura,
ritos, leyes, instituciones, Estado, etc.

Superestructura
Burgueses o
Perpetúa capitalistas
Genera
Poseen: medios
La venden generando
Infraestructura de producción su salario más un extra
Lucha de clases (plusvalía) nada
(realidad material)
desdeñable que se
queda el capitalista.
¿Cómo se articula el trabajo? Obreros o
proletarios

Fuerza de trabajo

Una crítica extendida hacia el marxismo y al comunismo es que quiere abolir la


propiedad privada y esto es cierto muy muy parcialmente. Dice en el manifiesto
comunista «en vuestra sociedad actual, la propiedad privada está abolida para las
nueve décimas partes de sus integrantes; existe en la medida en que no existe para
esas nueve décimas partes. Nos reprocháis, pues, el querer abolir una forma de
propiedad que no puede existir sino a condición de que la inmensa mayoría de la
sociedad sea privada de propiedad». Marx no está en contra de que tú tengas tu
coche, tu guitarrita, tu móvil o tu casa. Marx está en contra de que Blackstone
realice negocios millonarios con la compra-venta de pisos y su especulación,
mientras tu acceso a una vivienda es prácticamente inviable 2.

Marx acertó en algunas de sus críticas y falló en otras. Decía que el capitalismo
llevaba dentro de sí la semilla de su propia destrucción (falló). Por la propia lógica
de aumento ilimitado del capital, el capitalismo sufriría crisis cíclicas incalculables
(acertó). Además la misma lógica del capital provocaría que este se acumulara en
unas pocas manos (acertó). ¿Habéis jugado alguna vez al monopoly? Es un poco lo
que ocurre con el capitalismo. Esta acumulación de capital provocará que la clase
trabajadora sea cada vez mayor y la clase capitalista cada vez menor (acertó). A ojos
de Marx, la siguiente consecuencia sería que los obreros tomaran cada vez mayor
conciencia de clase debido a la cada vez mayor explotación de la clase capitalista
hacia el proletariado (falló). Guy Debor (otro filósofo) criticó a Marx diciendo que
Marx no contó con la capacidad de adaptación del capitalismo. El capitalismo se
adapta para que la clase explotada no tome conciencia de su condición. Alienando

2
La edad media de emancipación en España es de 30,3 años. Y eso hace referencia a la
emancipación, ni si quiera a la compra de una vivienda propia.

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Ramón Portillo de la Calle

a todos los miembros de la sociedad. Piénsalo, el más revolucionario de la


sociedad, como mucho, se compra una camiseta del Ché Guevara. No desea tomar
nos medios de producción o repartir la propiedad de una manera más justa, sino
hacerse ver como un revolucionario comprando un producto (la camiseta del Ché
Guevara) que la infraestructura necesita que él quiera.

Marx fue considerado, junto con Nietzsche y Freud, como uno de los tres maestros
de la sospecha. La razón es la siguiente: nos hizo ver que uno se cree dueño de sus
pensamientos, de sus deseos y pretensiones sin serlo. Uno siente tan suya su
identidad que parece inviable que esta se construya en beneficio de intereses que
no son nuestros. La filosofía de Marx debe hacernos reflexionar sobre nuestra
identidad más íntima para preguntarnos «¿estoy alienado?, ¿me pertenecen mis
deseos y aspiraciones? ¿O quizás deseo, quiero y aspiro lo que la infraestructura de
mi época necesita que yo desee, quiera y aspire?».

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