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Efectos Colaterales Delas Cementeras.

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EFECTOS COLATERALES DELAS CEMENTERAS EN MEXICO

AUTORES: OCHOA CORTES CRISTIAN OMAR

PROFESOR: JULIO ESPEJEL JIMENEZ

LUGAR: INGIENERIA QUIMICA

GRUPO:6IQ11
RESUMEN

La industria del cemento en México es una de las más importantes en cuanto a su


capacidad productiva, sin embargo, a lo largo de los años ha tenido severas
fluctuaciones en sus niveles de producción. El mayor impulso de esta industria
ocurrió durante la época de industrialización por sustitución de importaciones que
promovía la producción nacional a través de incentivos fiscales y apoyos
financieros. La industria pasó de contar con una capacidad instalada de 574
millones a 17.02 millones de toneladas métricas en el periodo 1940-1980 (Salomón,
2006). Con seis grupos empresariales que integraban la industria, entre 1940 y
1960, la tasa de crecimiento anual fue de 10.2%. El principal participante era
Cementos Tolteca, seguido de Cementos Anáhuac, Cementos Mexicanos, Cruz
Azul, Guadalajara y San Luis Mining Co. (Kumakan y Martínez, 2008).

A partir de la década de los noventa, las cementeras mexicanas realizaron


importantes reacomodos mediante adquisiciones y fusiones que resultan de suma
importancia para entender el reparto del mercado, el comportamiento de los precios
y la competencia en los mercados internacionales en la actualidad. Información
obtenida en el año 2015 mostraba que la industria del cemento todavía se
encontraba altamente concentrada en un grupo de seis empresas que aún hoy
dominan el mercado nacional: Cemex, Grupo Cementos de Chihuahua, Cemento
Moctezuma, Holcim-Apasco, Cruz Azul y Cementos Fortaleza
FUNDAMENTOS

La estructura de mercado, en la que opera la industria del cemento, se puede


considerar como un oligopolio ya que impera un producto homogéneo y las
empresas son interdependientes para fijar la producción o los precios. Las barreras
impuestas a la entrada de nuevos competidores han hecho que existan bajos
niveles de importación de cemento en México y, además, acusaciones sobre
prácticas de comercio desleales han afectado también su capacidad de exportación
a su principal mercado (Estados Unidos). En los últimos 10 años, la mayor tasa de
crecimiento se alcanzó en 2006 con 7.7%, mientras que el valor de la producción
aumentó 5.8% en términos reales, sin embargo, es a partir de 2006 que la industria
empieza a tener un fuerte declive en sus niveles de producción y de exportaciones.
El momento más crítico ocurrió entre 2009 y 2010 cuando se registraron fuertes
caídas en la producción de -4.21 y de -52.4% en las exportaciones. Es comprensible
que la crisis financiera desatada por Estados Unidos en el 2008 tuviera fuertes
repercusiones en la economía mexicana y en particular en la industria cementera;
sin embargo, mientras la economía en su conjunto se recuperaba en 2013, tanto la
actividad de la construcción como la producción cementera siguieron presentando
tasas negativas de crecimiento. Según el Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (inegi), en 2015 la industria produjo 44.9 millones de toneladas de
cemento y por primera vez en 10 años logró crecer a una tasa de 7% (inegi, 2015a).

A diferencia de la competencia perfecta, donde las empresas toman los precios


como dados por el mercado y a partir de él establecen su nivel de producción, en el
oligopolio la decisión que toma cada empresa afecta al precio de mercado y, por lo
tanto, los beneficios de las demás empresas. Dado que producen un bien
homogéneo, necesariamente existe interdependencia entre ellas y en
consecuencia, su comportamiento debe ser estratégico.

En la teoría de la “competencia imperfecta” existen diversos modelos para explicar


el comportamiento de los agentes en un oligopolio. Partiendo de un modelo
simplificado donde existe n número de empresas que producen un bien
homogéneo, las empresas deben decidir el precio que cobra cada una o la cantidad
que produce. Al maximizar los beneficios (ingreso menos costos), se pueden hallar
dos soluciones: en el modelo de Cournot las empresas eligen simultáneamente la
cantidad, mientras que en el modelo de Bertrand establecen simultáneamente el
precio.

En el oligopolio el ingreso (ITi) y beneficio de la empresa i (Πi) están en función no


sólo de su nivel de producción (qi), sino también, en función de la producción del
resto de las empresas: Q–i . De esta forma la función de beneficio para la
empresa i es:

Donde CTi son los costos totales. Al considerar cuál debe ser su producción
maximizadora (qi), la empresa i debe considerar el comportamiento de las otras
empresas (Q–i). A esta función se le denomina función de reacción pues representa
su producción en términos de la producción de las otras empresas. Por lo tanto, en
el equilibrio las cantidades de producción son iguales:

Por tanto, al maximizar, el precio del oligopolio es:

El precio del producto depende del costo marginal c y de n, por ello en el límite el
precio es igual al costo marginal, es un precio competitivo:
Si en el duopolio u oligopolio existen claras diferencias entre las empresas, y una
de ellas domina, entonces existen dos posibles soluciones. Si la empresa dominante
logra fijar el precio antes que la otra, se convierte en la líder en la elección de precio
y, por lo tanto, la otra es la seguidora. Si lo que la empresa dominante fija es la
cantidad, entonces es la líder en la elección de la producción y las empresas
seguidoras maximizan sus beneficios a partir de esa producción (modelo de
competencia Stackelberg).

Otras de las estrategias que las empresas pueden adoptar es la colusión, es decir,
a través de la colaboración pueden reducir la competencia entre ellas para
maximizar los beneficios como si fueran una sola empresa:

En la expresión (5), los beneficios totales son la suma de los beneficios de cada
empresa. Los costos marginales para cada empresa son iguales al ingreso marginal
de la industria. Dado que sólo se maximiza una función, el beneficio máximo de la
industria es similar a lo que obtendría un monopolista con varias plantas. La ventaja
de la colusión es que permite, mediante la fijación de la producción o el precio del
producto, impedir la entrada de nuevos competidores. Sin embargo, el equilibrio en
la colusión no es estable, pues las empresas requieren establecer un criterio para
el reparto del beneficio total, por lo que si una de ellas no respeta los acuerdos,
entonces puede aumentar su cuota de producción y los beneficios a costa de las
demás. La colusión ocasiona que los beneficios totales de la industria sean mayores
al fijar la producción o precios, pero ocurre en detrimento de los consumidores y de
nuevos competidores. Por esta razón, la colusión es una práctica sancionada por
las leyes de competencia de los gobiernos.

En la práctica es común que las empresas que acuerdan formar carteles, se


mantengan por muchos años. hicieron una revisión extensa de casos empíricos de
carteles en diferentes industrias para identificar, entre otras cosas, qué tan exitosos
son y cuánto tiempo han durado. Encontraron que la duración es muy variada,
mientras que el cartel de cerveza (en Estados Unidos) se mantuvo por nueve años
consecutivos, el cartel del cemento (en Sudáfrica) logró mantenerse por 40 años El
éxito y duración de los carteles es mayor donde existe menor número de
participantes y donde la demanda del producto es inelástica. En ambos casos, la
industria cementera cumplió estas condiciones. Otros casos documentados parecen
apoyar que la colusión y concentración de la industria del cemento son un tema
común alrededor del mundo, por ejemplo, esto sucede en la India (Pradhan, 1992),
Canadá y Alemania entre otros.

Además de las prácticas oligopólicas de competencia, existen otras teorías que


explican el comportamiento de empresas para buscar reducir la competencia. Por
ejemplo, la teoría de integración vertical sostiene que la adquisición de empresas
que pertenecen a la cadena de producción y distribución conduce a una integración
vertical, dando origen a la creación de barreras de entrada para los nuevos
competidores Por ejemplo, encontraron que, en el caso de las empresas
cementeras del centro de Canadá, la adquisición de empresas integradoras y de
distribución de cemento había creado una integración vertical que impedía la
entrada de nuevos competidores pues implicaba altos costos para participar. La
integración vertical de estas empresas permitía, por lo tanto, establecer precios
elevados en comparación a empresas ubicadas fuera de la región.

DESEMPEÑO DE LA INDUSTRIA CEMENTERA MEXICANA

La industria cementera mexicana oferta uno de los productos más importantes para
la industria de la construcción: el cemento, cuya cadena productiva en la industria
es muy corta ya que al hacerse las construcciones son muy pocas las
modificaciones que se le pueden hacer para seguir agregando materiales
complementarios. Desde otra perspectiva, aquí convergen varias cadenas (acero,
vidrio, aluminio, madera, etcétera) hasta concluir las obras, cuyos usos definirán el
tipo de materiales y, asimismo, las demandas de cemento.

Por la composición de los materiales e insumos que necesita esta industria, se ha


concentrado en unas pocas empresas hasta crear un mercado oligopólico,
propiciando prácticas de colusión abiertas y encubiertas para manipular el mercado.
Dada la estrechez de su cadena productiva y especialización en unos cuantos
productos, las empresas no invierten en actividades industriales complementarias.
La experiencia de Cemex ha sido un ejemplo de éxito que desafía la lógica de las
redes de empresas transnacionales, que formatean la globalización de la economía

Es más común que los industriales del cemento realicen fusiones y adquisiciones
para controlar el mercado, lo que propicia la competencia internacional mediante
compras hostiles de empresas y de cementeras pequeñas que están bien
posicionadas en mercados en crecimiento y con demanda. En las últimas dos
décadas, la estrategia de aglomeración, ha hecho patente este proceso de
concentración en la industria cementera, cuyos beneficiaros finales han sido las
grandes empresas transnacionales del cemento.

En México y en el mundo, las grandes obras de infraestructura como puentes y


edificios demandan importantes cantidades de cemento para realizarse y propician
la competencia entre las empresas cementeras para abastecerlas. Seguramente,
por la alta composición del capital para producirlo y el costo de transporte para
llevarlo hasta el consumidor final, la industria cementera se encuentra dominada por
sólo algunas empresas, es decir, tiene capacidad de manipular los precios (De la
Garza y Arteaga, 2012).

En el puede apreciarse algunos indicadores del desempeño de la industria


cementera desde 2005 hasta 2015. A lo largo de estos años, la industria ha estado
controlada por seis empresas que poseen alrededor de 34 a 37 plantas.
Actualmente cuentan con 30 mil puntos de venta a lo largo de todo el territorio
nacional, generando 86 mil empleos directos; sin embargo, su participación en el
Producto Interno Bruto (pib) fluctúa alrededor de 1%. En el cuadro observamos que
en 2005 la producción de cemento nacional fue de 39.7 millones de toneladas,
mientras que el consumo nacional per cápita fue de 384.1 kilos por habitante: 10
años más tarde, aunque la producción fue mayor (44.9 millones de toneladas) el
consumo per cápita se redujo a 375.5 kilos por habitante.
Los efectos de la crisis financiera de 2008 muestran cómo el consumo per cápita
durante el 2009 alcanzó 396 kilogramos, que bien puede ser explicado por las
presiones de la recuperación a través de nuevas inversiones en infraestructura e
ingeniería, que tienen comportamientos semejantes a la tasa de crecimiento de la
economía nacional. En vista del poco crecimiento económico después de la crisis,
muy dependiente de la economía norteamericana, la caída del consumo nacional y
per cápita de cemento se hace evidente. Una revisión a mayor detalle, con
estadísticas de la Encuesta Mensual de la Industria Manufacturera (emim) del,
muestran la caída en el valor de la producción desde el 2006, año que significó el
nivel máximo previo a la crisis financiera global, al registrar una tasa de
crecimiento real de 5.8%. De 2008 a 2010 sólo se registraron tasas de crecimiento
negativas. Es posible que el efecto de la crisis financiera haya pegado fuertemente
a los productores de cemento, ya que Cemex, Holcim-Apasco y Lafarge
mantienen altos montos de colocación en los mercados bursátiles para financiar
su actividad productiva.

La situación en 2015 fue diferente, ya que la industria mostró entonces rápidos


signos de recuperación. Ese año el valor de la producción ascendió a 64 mil
millones de pesos (a precios de 2008), lo que representó un crecimiento real de
6.7%. Los datos de la emim confirman que, en 2015, la capacidad productiva del
cemento fue de 45 millones de toneladas y tuvo una capacidad ociosa de 15.7%.
En cuanto a las características del producto, la mayor parte de la producción de
cemento es el portland que se elabora con material clinker pulverizado (representa
más de 80% de la producción total). En orden de importancia le sigue el cemento
blanco, que es la mezcla de piedra caliza, arcilla de caolín con bajo contenido de
hierro y yeso (representa alrededor de 2.5%) y el mortero que es la mezcla de
cemento con arena y agua (alrededor de 8%). Estos tres tipos de materiales
constituyen los principales productos de la industria. También existe el cemento
mixto que es la integración de cemento portland y escoria molida y granulada de
los altos hornos, cenizas volátiles, humos de silicato, arcilla calcinada, caliza
hidrogenada y otras puzolanas . En el se presenta cómo ha fluctuado la
participación de cada tipo de cemento a lo largo del periodo.

Principales indicadores de la industria del cemento en México. Periodo 2005-2015

Con respecto a la creación de empleos, ha fluctuado de manera cercana con la


producción; sólo que por ser una industria intensiva en capital, el empleo de años
recientes es mucho menor al que se registró en 2005. La industria ha realizado
importantes inversiones a lo largo del periodo, a excepción de la crisis de 2009-
2010. Las expectativas de comercio internacional, así como la presencia de nuevos
productores (Cementos Fortaleza, de Carlos Slim y asociados) dieron un impulso a
la inversión en los últimos años: de 116.2% en 2015, podría ser resultado también
de un incremento del consumo, que según la Cámara Nacional del Cemento fue de
7.6%; mientras que los datos del INEGI reportaron un 9.6%.

Como puede observarse en la , están representadas las tasas de crecimiento anual


de algunos indicadores ya mencionados. Se percibe la tendencia generada por el
ciclo de recuperación en la industria cuyo costo ha sido la caída en la tasa de
crecimiento del personal ocupado, la producción y el comercio internacional en
2009. Así como la cercana relación entre el indicador de la actividad económica de
la construcción con el cemento, pues la construcción representa la principal
demandante de cemento y concreto premezclado.
ONG’s mexicanas alertan sobre los daños a la salud y rechazan el
concreto a base de plástico creado por CEMEX

En los últimos días, la industria cementera ha estado presentando una serie de FALSAS
SOLUCIONES frente a la crisis climática y plástica, que provocan graves daños a la salud
humana, el ambiente, a las luchas por la justicia ambiental y a la defensa del territorio.

Cemex además de contaminar con la quema de residuos y plásticos en sus hornos


cementeros, ahora presenta un concreto plástico. Así, el pasado 26 de enero, Ricardo
Naya, presidente de CEMEX dio a conocer la creación del concreto con 100% de
agregado plástico. Dicha tecnología se basa en convertir el PET y otros residuos
plásticos en “pellets”, los cuales se mezclan con agregado de concreto o arena, para ser
usados en la construcción.

La innovación del Pavimento Flexible de Concreto (Paviflex), son las celdas de plástico
de alta densidad como componente clave. Como podría esperarse, el pavimento flexible
ya ha sido utilizado precisamente en Monterrey, de la mano de OXXO al introducir este
material en sus estacionamientos, por ser Nuevo León el estado de orígen de estas
compañías y por estar en contra de las prohibiciones de plásticos de un solo uso como
es el caso de la prohibición de Oaxaca.

Ahora, Cemex no solo estará contaminado con el coprocesamiento, sino que agrega
desechos tóxicos como la basura plástica a sus productos finales. Las organizaciones
firmantes denunciamos que esto NO es economía circular, como la industria señala, ni
son prácticas verdes ni sustentables ya que profundizan el problema de la crisis plástica
y climática.
REPETIMOS, no se trata de agregar residuos a los productos, de enterrarlos o
quemarlos; se trata de disminuir drásticamente su producción y generación, atacar la
raíz del problema y dejar de usar plásticos.

El iceberg crece haciendo uso de falsas soluciones como el “Reciclaje descendente o


Downcycling (plástico a carretera, plástico a ladrillo)”. Enunciamos que estas y otras
prácticas son un peligro tóxico debido a que “los productos químicos peligrosos pueden
filtrarse cuando los materiales reciclados se exponen al calor, los rayos UV y el agua”
(Oropeza en GAIA, 2020), lo cual duplica el peligro del concreto creado por CEMEX, ya
que una de sus características es que filtra el agua. Además, “los microplásticos
resultantes pueden atraer (…) bifenilos policlorados” (GAIA, 2020).

Es importante señalar que este tipo de tecnologías lo único que hacen es beneficiar a
los intereses económicos de las corporaciones sin importar la salud humana, los
territorios en sacrificio que sufren de las actividades extractivas de la industria
cementera y de la quema de residuos. Estas tecnologías son las responsables de
enfermedades crónicas, de impactos irreversibles en el medio ambiente ya que entre
sus emisiones está la generación de gases de efecto invernadero, generación de óxidos
de azufre y nitrógeno, contaminantes orgánicos persistentes COP, metales pesados, y
otros ; siendo muchos de ellos también alteradores hormonales.

Por ello, las ONG’s Colectiva Malditos Plásticos , Global Alliance for Incinerator
Alternatives, Greenpeace México, Observatorio de Emergencias Socio-Ecológicas
reiteramos nuestra postura contra las falsas soluciones que CEMEX busca implementar,
mismas que atentan contra la salud, los derechos humanos, la seguridad alimentaria y
los ecosistemas. Esta no es una alternativa ni solución ante el caos provocado por la
contaminación plástica. Solo es una vía que transgrede a las comunidades y beneficia a
las empresas. Asimismo, nos preocupa que COFEPRIS y Secretaría de Salud no accionen
y generen mecanismos de evaluación ante los riesgos a la salud que este tipo de
tecnologías pueden ocasionar. Exigimos que el gobierno mexicano deje de ser
espectador ante acciones empresariales que pretenden beneficiarse perjudicando la
salud de la población y ejerzan mecanismos que prioricen los derechos humanos, la
salud y medio ambiente.

Como bien señaló el Relator de Derechos Humanos y tóxicos de Naciones Unidas, la


incineración y el procesamiento han sido por décadas tecnologías contaminantes
utilizadas para el manejo de residuos como parte de un modelo industrial y de políticas
públicas neoliberales de alta actividad extractiva, sobreexplotación, devastación,
consumo y una inconmensurable contaminación química, que “ha ocasionado una
pandemia silenciosa de enfermedades y discapacidades”, en palabras del Relator
Especial sobre sustancias tóxicas y derechos humanos, Baskut Tuncak.

Más noticias de FALSAS SOLUCIONES en el contexto nacional mexicano:

• “Residuos, clave para producir energía y mejorar el ambiente: experta”, , 31 de enero


2024.

• “Gobierno de Morelos promueve actividades para dignificar las condiciones de vida de


hombres y mujeres privadas de su libertad”, 29 de marzo 2023.

La Cámara Nacional del Cemento (Canacem) pretende reducir un 17% sus


emisiones de dióxido de carbono (CO2) para 2030, tomando como referencia
las emisiones registradas de 2016.

Para lograr este objetivo, las cementeras necesitan incrementar la tasa de co


procesamiento de residuos hasta el 32% al 2030.
Impacto sobre la salud y el ambiente de las empresas cementeras que
incineran residuos

El cemento es uno de los materiales más consumidos por la humanidad junto al


agua y su producción demanda 10 veces más energía que otras actividades
industriales. Una sola planta cementera, como la operada por Holcim en la
provincia de Mendoza, consume tanto gas natural por día como una ciudad de
80.000 habitantes. Los principales combustibles utilizados por las cementeras en
distintos países incluyen carbón, coque de petróleo, hidrocarburos líquidos
pesados, gas natural y gas de refinerías de petróleo. Pero los elevados
requerimientos de combustible y su incidencia en la rentabilidad hicieron que las
cementeras buscaran nuevas fuentes de calor. Al mismo tiempo otras actividades
generadoras de residuos estaban dispuestas a pagar por servicios de destino final.
Esto hizo que numerosas cementeras en varios países iniciaran ensayos de
quema para poder incorporarlos como combustibles. Además de ahorrar
combustibles tradicionales, las cementeras pudieron crear empresas dedicadas al
comercio de residuos. Esto implicó reducción de costos y nuevas fuentes de
ganancias. Después de la venta de cemento su mayor negocio continúa siendo el
cobro de tarifas por hacerse cargo del destino final de residuos industriales. De
este modo las cementeras que incineran desechos generaron una nueva cadena
de movimiento de residuos y fuentes adicionales de contaminación, pues al
fomentar líneas de riesgo entre los generadores ubicados en diferentes lugares de
un país y los hornos de cemento, su potencial impacto se extiende sobre varias
provincias. Transporte de residuos y quema centralizada están insolublemente
ligados. Pese al fuerte impacto ambiental y sanitario que producen, estas
cementeras se presentan socialmente como "sustentables", aduciendo que
brindan destino final a residuos altamente contaminantes. Nuestro trabajo muestra
la falacia de esos argumentos y cómo las cementaras producen no solamente
contaminación en las zonas donde operan –con sus descargas de dioxinas,
furanos, otros COPs y metales pesados- sino también contaminación expandida
(incluso a través de la venta de cementos contaminados con sustancias orgánicas
y metales). La multiplicación de cementeras dedicadas a la quema de residuos en
plantas que no fueron diseñadas para esta función es una consecuencia lógica de
incorrectas políticas de gestión ambiental. Estas políticas desalientan el
tratamiento de los residuos en las industrias que los producen -cuando cada planta
es la que mejor conoce la naturaleza de sus descartes- y favorecen en cambio su
envío a empresas de almacenamiento, eventual tratamiento no térmico o
incineración. Las industrias y otros operadores simplemente pagan por
desembarazarse legalmente de los residuos. Este modelo –predominante en
Argentina- facilita la concentración de residuos y sus derivados en un reducido
número de plantas con amplia capacidad cualitativa y cuantitativa de recepción.
Independientemente de los procedimientos que ofrezcan, su almacenamiento
genera "zonas de sacrificio" como San Lorenzo-Puerto General San Martín en la
provincia de Santa Fe (caso IDM, caso Termosan, caso Bravo Energy) o Yocsina
en Córdoba (caso Holcim). En las "zonas de sacrificio" la cantidad y calidad de los
residuos aumenta con el tiempo (caso Taym en Córdoba), los contiene en el
clinker con que se fabrica el cemento luego comercializado (caso Holcim en
Córdoba) y los libera parcialmente al ambiente desde cada planta como
contaminantes. Cada planta genera por lo tanto depósitos secundarios
generalmente no controlados por el Estado. Esto último ocurre en todos los
sistemas de incineración de residuos. Cuando esos contaminantes se depositan
en suelo, agua, construcciones, sedimentos de tanques de agua y superficie de la
vegetación, o ingresan al organismo de las personas y otros seres vivos,
conforman en esas localizaciones depósitos secundarios de compuestos
orgánicos persistentes, metales y otras sustancias tóxicas. Los cementos
contaminados –a su vez- trasladan los contaminantes originalmente contenidos en
el clinker a aquellos sitios donde se usará el producto. En el caso de Argentina dos
circunstancias crearon condiciones favorables para la concentración de residuos
en determinados ámbitos geográficos: el número relativamente pequeño de
empresas dedicadas a tratar residuos peligrosos (57 compañías inscriptas en la
Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación) y la existencia de
solamente 5 provincias que permiten tratar residuos procedentes de otras
jurisdicciones (Córdoba, Corrientes, Mendoza, Santa Fe y Chaco). Las mejor
posicionadas para captar clientes industriales son las cementeras localizadas en
provincias con fronteras abiertas (Minetti/Holcim en Córdoba y Mendoza) o con
fronteras cerradas pero donde se registra una elevada producción de residuos
industriales (Cementos Avellaneda y Loma Negra en Buenos Aires, por ejemplo).
Este modelo y la escasa cantidad de provincias con fronteras abiertas han
provocado un intenso flujo de transportes de residuos peligrosos. Los camiones
recorren así largas distancias y atraviesan numerosas jurisdicciones provinciales.
Muchos residuos peligrosos generados en el sur de Patagonia por ejemplo son
enviados a las plantas de Taym, Ecoblend/Holcim o IBS que se localizan en la
provincia de Córdoba. Semejante riesgo adicional –el transporte y su
concentración en los lugares de recepción- genera impactos propios que no han
sido suficientemente evaluados, y que aumentan aún más el riesgo atribuible al
modelo actual de gestión. El objetivo de este trabajo es proporcionar a
ciudadanos, organizaciones y especialistas una introducción a los problemas
ambientales y sanitarios generados por las cementeras, en particular por aquellas
que queman residuos. Incluye una revisión sobre el origen del cemento y sus vías
actuales de producción, lo cual permite comprender mejor dónde y cuáles son los
principales contaminantes que dañan la salud y el ambiente. Aborda incluso el
problema usualmente poco controlado de la contaminación de cementos
manufacturados que contienen residuos orgánicos, metales y metaloides. Se
analizan los insumos empleados, las descargas producidas desde las plantas, la
importante noción de cócteles de contaminantes y las rutas que siguen hasta
alcanzar personas y otros organismos expuestos. Otros elementos clave, como la
organización de los ecosistemas afectados y el comportamiento de la atmósfera –
muy especialmente la concentración de contaminantes provocada por inversiones
térmicas de superficie- alimentan visiones más sistémicas y realistas sobre los
problemas que generan las cementeras quemadoras de residuos. El trabajo se
completa con una breve referencia a las normas ambientales que regulan esta
actividad y la importancia de los procesos de Evaluación de Impacto Ambiental
(EIAs). Finalmente se repasan los principales conflictos socio-ambientales
provocados por las cementeras en Argentina y otros países de América Latina, la
creciente resistencia social a sus actividades y ejemplos de prohibiciones para la
instalación de incineradores. Un listado extenso de referencias –ubicado al final
del trabajo- permite ahondar aspectos más particulares e iniciar procesos de
investigación sobre casos locales.

CEMENTERAS: IMPACTO SOBRE LA SALUD DE LA POBLACIÓN

Cáncer en población general En Viel et al. 2000 se observó un incremento de un


44% en sarcomas de tejido blando, y un 27% en linfomas no-Hodgkin. Este
incremento se dio en residentes que vivían cerca de una incineradora en Francia.
Los investigadores concluyeron que el incremento se debía posiblemente a la
exposición a dioxinas provenientes de dicha planta.

En Biggeri et al. 1996 se observó un incremento de 6,7 veces en la probabilidad de


mortalidad por cáncer de pulmón en residentes que vivían cerca de una incineradora
de residuos sólidos urbanos en una ciudad de Italia. Elliot et al. 1996 encontraron
incrementos estadísticamente significativos de cáncer colorrectal, estomacal,
hepático y pulmonar en la población residente en un radio de 7,5 Km. alrededor de
los 72 incineradores de residuos sólidos urbanos del Reino Unido.

El mayor incremento se producía en poblaciones situadas a un kilómetro de


distancia de incineradoras, con un aumento de un 37% en la mortalidad por cáncer
de hígado. En Diggle et al. 1990 se detectó un incremento significativo de cáncer de
laringe en función de la cercanía a una incineradora de disolventes y aceites en
Reino Unido. Cáncer en población infantil Knox (2000) describió una duplicación en
la probabilidad de mortalidad por cáncer infantil para niños viviendo a menos de
5Km. de incineradoras en un estudio llevado a cabo en 70 incineradoras de residuos
sólidos urbanos en Reino Unido (1974-87) y en 307 incineradores de residuos
hospitalarios (1953-80).
Estos resultados son coincidentes con los de otro estudio (Knox and Gilman (1998)
en el que se reflejaba un incremento de la probabilidad de cáncer infantil debido a
la presencia de incineradoras de residuos hospitalarios e industrias que tienen
procesos de combustión a alta temperatura

Malformaciones congénitas.

En Tusscher et al. 2000 se describió un incremento en la incidencia de nacimientos


de niños con labio leporino, espina bífida e hipospadia. Así pues, se observó un
incremento significativo en los nacimientos de niños con labio leporino en zonas
situadas cerca de una incineradora que se utilizó para la combustión de sustancias
químicas entre 1960-69.

Alteraciones hormonales en niños

En Osius & Karmaus, 1998 se describió un descenso en el nivel de hormona


tiroidea en niños residentes cerca de un incinerador en Alemania.

OTROS EFECTOS DE LAS CEMENTERAS EN LA SALUD. CONTAMINANTES


DE LA COMBUSTIÓN DE PETCOKE.

El principal combustible que vienen utilizando las cementeras es el coke de petróleo


o petcoke. La lista de contaminantes a partir de la combustión de este residuo del
petróleo es muy larga: gases de efecto invernadero como el CO2, y tóxicos como el
CO, gases causantes de acidificación y lluvia ácida (dióxido de azufre) e implicados
en la formación de ozono troposférico (óxidos del nitrógeno); metales volátiles, como
el mercurio y el talio; semivolátiles como cadmio y plomo; no volátiles como níquel
y arsénico; partículas en suspensión, compuestos orgánicos persistentes,
hidrocarburos aromáticos policíclicos etc .
Partículas en suspensión

El polvo generado en todo el proceso de la fabricación de cemento es el


contaminante más visible para el hombre. La agresividad de las partículas en
suspensión es inversamente proporcional a su tamaño. Cuanto más pequeñas, más
facilidad tienen para superar obstáculos y llegar a nuestros pulmones. Joel Schwartz
et al. (2002) indican que no existe un umbral mínimo de exposición a partículas finas
para sentirnos seguros. El Petcoke, tiene un alto contenido en azufre. Un estudio en
China en 2002 encuentra casi cuatro veces más cantidad que en el carbón. Su
combustión genera el Dioxido de azufre (SO2) que se transforma en el aire en ácido
sulfúrico.

En ocasiones hasta el 20% de las partículas en suspensión están compuestas por


gotas microscópicas de ácido sulfúrico, formando los llamados aerosoles ácidos.
Desencadenan crisis asmáticas, enfisemas e insuficiencias respiratorias.

El daño que ocasionan las partículas finas en suspensión se hace más patente en
los grupos más vulnerables: personas mayores, personas con problemas cardiacos
(Schwartz, 1994), niños, afectando al normal desarrollo de los pulmones
(Organización Mundial de la Salud), agravamiento de asma y bronquitis,
especialmente en cardiópatas y diabéticos (Zanobetti & Schwartz, 2001) y de
síntomas en enfermedad obstructiva crónica pulmonar (Brown et al., 2002).
También se ha descrito un incremento de partos prematuros en embarazadas
viviendo a menos de 2 Km. de una cementera (Yang, et al.).
Incremento de la mortalidad

Dockery et. al. (1993) en un estudio epidemiológico a gran escala realizado en


EEUU atribuyeron 60.000 muertes al año (3% del total) a exposición a partículas
PM10. En bebés se ha asociado la exposición a PM10 con un incremento de la
mortalidad neonatal y de la muerte súbita (Woodruff et al). Si bien en las últimas
décadas ha aumentado la capacidad de la industria para atrapar partículas, lo cierto
es que el polvo denominado fugitivo sigue siendo un efecto no deseado de la
actividad. En Sabah A. Abdul-Wahab (2006) se demuestra que en todos los hogares
estudiados (en un radio de alrededor de un Km. alrededor de una cementera) se
excedieron las concentraciones máximas de partículas en suspensión
recomendadas por la organización Mundial de la Salud. Afección a la salud de los
trabajadores En los últimos años se están publicando estudios inquietantes sobre
incidencia de cáncer y exposición continua a polvo de cemento, como: cáncer de
laringe en Int. J. Cancer: 108, 907–911 (2004), cáncer de vejiga y pulmón en G.
Smailyte et al. (2004), cáncer de colon en Jakobsson et al. (1994).

La Larga lista de contaminantes de las cementeras

Mercurio (Hg). A altas temperaturas se vaporiza y no se puede retener en los


sistemas de depuración y filtrado. Entre sus efectos tóxicos se han descrito
disfunciones cerebrales, sensoriales y motoras.

Los combustibles fósiles como los empleados masivamente para fabricar cemento
constituyen una de las principales fuentes de emisión de mercurio al aire.

De hecho el 95% de las cementeras estadounidenses comunicaron emisiones de


mercurio en 2003, estando la cementera Lehigh Southwest Cement Co. a la cabeza
del total de las industrias emisoras de mercurio al aire en dicho país. Commission
for Environmental Cooperation (July 2006).
El mercurio, en su forma orgánica, es altamente tóxico, principalmente en el sistema
nervioso del feto y el niño. Incluso exposiciones a pequeñas dosis se han
relacionado con un descenso en el coeficiente intelectual. En los últimos años están
apareciendo estudios que indican una conexión entre el incremento del autismo y la
exposición a mercurio del neonato.

Níquel (Ni): tiene un compuesto cancerígeno y teratógeno, especialmente peligroso


en exposiciones crónicas, afectando al sistema cardiovascular y respiratorio. Otro
metal volátil emitido por los hornos de las cementeras es el Talio. La exposición
crónica al Talio puede provocar entre otros efectos, daños al nervio óptico, al
hígado, riñón, afecciones gastrointestinales y daño cerebral.

Vanadio (Va): causa irritación de las membranas mucosas del aparato respiratorio
y de la piel. Tiene efectos neurotóxicos. Se asocia a enfermedades como el
Parkinson. Hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs), emitidos por la
combustión del petcoque son tóxicos y cancerígenos.

Estas sustancias junto con otras (partículas PM10, dioxinas, óxidos de nitrógeno,
etc) han sido asociadas al desarrollo de la mayoria de cánceres infantiles,
incluyendo leucemia infantil

Óxidos de nitrógeno: Contribuyen a las lluvias ácidas, dañan a la vegetación y


producen enfermedades respiratorias. Son precursores del ozono troposférico otro
enérgico contaminante que produce graves daños a la agricultura y a la salud.

CO2: Contribuye al efecto invernadero y por tanto al cambio climático. La utilización


del petcoke provoca acumulación de metales como el mercurio y el talio en ríos y
embalses (Río Júcar y embalse de Alarcón, en el caso de La Parrilla) y en el agua
potable. La bioacumulación se produce a través de las cadenas tróficas, fauna
silvestre, doméstica y sus derivados, como la leche, magnificando sus efectos.
Monetización del impacto

Los impactos de los productos o procesos en las personas, el planeta y las


ganancias pueden medirse de maneras distintas.

El impacto ambiental, por ejemplo, es generalmente conocido por el potencial de


calentamiento global (Global Warming Potential, GWP). Para ello, la producción
antropogénica de gases de efecto invernadero (CO2, CH4, N2O, O3 y CFC) se
recalcula en función de su impacto relativo y se demuestra en kg equivalentes de
CO2. Por ejemplo, un kg de CH4 genera 21 kg de equivalentes de CO2. Sin
embargo, el impacto ambiental implica más categorías, como toxicidad,
acidificación, eutrofización, competencia en la tierra, uso del agua y obstáculos (por
ejemplo, ruido y luz). El impacto por categoría se demuestra en su propia unidad
(por ejemplo, en kg, ethene, SO2, (PO4)3-, m2 , m3 y dB), lo que dificulta la
comparación y visualización del impacto combinado. Además, la cuantificación del
impacto ambiental se puede realizar calculando la carga económica por categoría
de impacto y posteriormente agregando los impactos de interés (CE 2018).

Al monetizar el impacto ambiental, se puede indicar el costo adicional para la


sociedad. Alternativamente, la cantidad del costo ambiental se puede calcular en el
precio del producto. De esta manera, el contaminador paga el precio de la carga
ambiental.

Esta parte debe entonces gastarse en la prevención o compensación del impacto


ambiental. Una de las formas actualmente implementadas es la determinación de
un indicador de costo ambiental (ECI). Un valor único en euros, también conocido
como "costos ocultos", se determina a partir de la carga evaluada de once
categorías de impacto principales relacionadas de acuerdo al impacto de la
extracción de materias primas y de sus emisiones (SBRCURnet 2015). Sin
embargo, se debe tener cuidado al analizar qué se ha incluido específicamente para
calcular el costo final del impacto y qué valores de conversión se eligieron. Además,
el impacto puede cambiar según el nivel aplicado, como el producto, el elemento
del trabajo de construcción completo y si se tiene en cuenta el reciclaje (BZK 2014).
Por lo tanto, la monetización solo se puede recomendar como una adición al análisis
de impacto original, que preferiblemente sigue un procedimiento estándar
internacional tal como en una evaluación del ciclo de vida (Life Cycle Assessment,
LCA) (NEN-ISO 14040, 2006). Cuando las cuantificaciones, como la ECI, pueden
servir para incluir el impacto ambiental en el proceso de licitación, es posible que
aún deban incluirse y cuantificarse otros tipos de costos sociales (por ejemplo,
mediante monetización). Los primeros pasos para incluir los impactos sociales (por
ejemplo, la creación de empleos, el bienestar y la relevancia social) se están
llevando a cabo en un LCA social (UNEP 2009) o en la toma de decisiones del
gobierno (RWS 2015), pero aún requiere una estandarización.

Alcance de las exposiciones químicas


Las exposiciones químicas son la causa principal de los trastornos de la piel
relacionados con el trabajo. Estas exposiciones son un hecho que ocurre a diario
en muchos trabajadores de una variedad de oficios, de los sectores de:

• Agricultura
• Manufactura
• Servicios
• Transporte/servicios públicos
• Construcción
• Ventas
La piel
La piel es la capa protectora del cuerpo y el sitio principal de interacción con el
mundo que lo rodea. La piel controla la pérdida de agua y de otros elementos
esenciales para el cuerpo. Al mismo tiempo, limita el ingreso al cuerpo de
sustancias nocivas, como las sustancias químicas.

El daño en la piel reduce su capacidad de proteger el cuerpo.

Efectos adversos en la salud por la exposición de la piel a


sustancias químicas

Las exposiciones químicas en la piel pueden ocasionar daños en la salud


temporales o permanentes. Estos efectos en la salud pueden ocurrir en el punto de
contacto con la sustancia química, o dicha sustancia puede ingresar al cuerpo a
través de la piel abierta (como por una herida) o traspasándola. Luego la sustancia
química puede viajar por el torrente sanguíneo y causar o contribuir a un problema
de salud en alguna otra parte del cuerpo.
Efectos adversos

Temporales

La exposición a sustancias químicas puede producir efectos temporales en la salud.


Por ejemplo, no es inusual una piel reseca, enrojecida o agrietada por contacto con
el agua, el jabón, la gasolina y ciertos tipos de solventes. Estos trastornos por lo
general desaparecen rápidamente cuando la piel ya no está en contacto con la
sustancia química, pero pueden aumentar la probabilidad de una infección en una
piel abierta.

Vista lateral de la barbilla y el cuello de un hombre mostrando granos en el cuello


Antebrazo de una persona con bandas de ampollas

Las ilustraciones de las lesiones y enfermedades de la piel fueron seleccionadas


del Programa para médicos sobre dermatosis ocupacionales Puede encontrar
información adicional sobre esta presentación en

Permanentes

Los efectos adversos permanentes en la salud pueden ser resultado de


exposiciones de la piel a sustancias químicas capaces de causar daños graves. Por
ejemplo, una quemadura química puede dejar una cicatriz permanente. La
exposición a ciertas sustancias químicas puede llevar a una decoloración
permanente de la piel. También puede producirse un daño permanente en órganos
o sistemas del cuerpo como resultado de la exposición a una sustancia química en
la piel.
Tipos de efectos adversos

Directos: en el punto de contacto

Una sustancia química puede causar un problema en el punto en que hace contacto
con el cuerpo.

Por ejemplo, la exposición a sustancias químicas presentes en la almohadilla apoya-


muñeca para teclado de computadora causó la reacción en la mano del trabajador
a la derecha.

Vista delantera de la parte inferior de la palma de una mano con muchas ampollas

Sistémicos: lejos del punto de entrada

Una sustancia química puede ingresar al cuerpo a través de la piel intacta o abierta
y causar o contribuir a un problema de salud en alguna otra parte del cuerpo. La
exposición a pesticidas organofosforados, los cuales pueden traspasar la piel,
puede causar daños en el sistema nervioso.

La sensibilización es otro tipo de efecto en la salud como resultado de la exposición


cutánea a sustancias químicas. También pueden presentarse efectos combinados
en la salud por una sola exposición a la sustancia química.

Directos: La exposición a sustancias químicas puede causar efectos en el punto de


contacto. Estos se denominan efectos directos e incluyen resequedad o pérdida de
los aceites naturales de la piel, irritación, corrosión, cambios en la pigmentación,
cloracné y cáncer de piel.

Sistémicos: Las sustancias químicas pueden ingresar al cuerpo y causar o contribuir


a problemas de salud en alguna otra parte del cuerpo. Estos se denominan efectos
sistémicos o generalizados y pueden afectar un órgano específico o todo un aparato
o sistema.

Sensibilización: Las sustancias químicas pueden causar un efecto de


sensibilización, cuando una persona se vuelve inusualmente sensible a cualquier
sustancia o grupo de sustancias químicas. A partir de entonces, la exposición a la
sustancia, aunque sea mínima, podrá causar una reacción alérgica. La única
manera de enfrentar este problema es prevenir nuevas exposiciones o contactos
con la sustancia. Los efectos de sensibilización pueden ser dermatitis de contacto
alérgico y sensibilización de las vías respiratorias.

Combinados: La exposición a sustancias químicas puede causar efectos múltiples


en la salud de la persona que ha estado expuesta.

Ejemplos de efectos directos

Resequedad de la piel

La resequedad de la piel ocurre cuando una sustancia química elimina los aceites
naturales de la piel. Las causas más frecuentes son las exposiciones a jabones,
solventes y humedad. Este efecto es temporal si cesa la exposición.

Vista de dos palmas de las manos hacia arriba, mostrando los efectos de
resequedad

Irritación

Algunas sustancias químicas que causan enrojecimiento, resequedad y grietas al


contacto con la piel se conocen como irritantes. La irritación es causada más
frecuentemente por fibra de vidrio, productos alimenticios, aceites, lubricantes y
solventes. Si se detecta a tiempo, no provoca efectos permanentes.
Vista superior del dorso de una mano mostrando irritaci%26oacute;n grave y grietas
en la piel Vista lateral de pie mostrando enrojecimiento e irritaci%26oacute;n
alrededor del tobillo

Corrosión

Las sustancias corrosivas producen daños más graves en la piel. La exposición


breve a una sustancia corrosiva puede resultar en una quemadura química. Entre
las sustancias corrosivas se encuentran los materiales fuertemente alcalinos
(básicos) y ácidos. Frecuentemente dejan cicatrices. Los efectos de una exposición
a sustancias corrosivas son permanentes.

Cambios en la pigmentación

La exposición a algunas sustancias químicas, como el alquitrán y el asfalto, puede


causar cambios permanentes en el color de la piel.

Cloracné

El cloracné es un tipo de acné causado por ciertas sustancias químicas aromáticas


halogenadas. Puede ocurrir tras la exposición a hidrocarburos policlorados (PCB) y
algunos pesticidas.

Cáncer de piel

Una exposición a un carcinógeno ocupacional puede originar tumores de piel


malignos.

Algunas sustancias químicas presentes en el lugar de trabajo pueden contener


sustancias que producen cáncer (carcinógenos). Cuando estas sustancias entran
en contacto con la piel, puede que se forme un tumor maligno en el punto de
contacto. La exposición al alquitrán del carbón dio lugar al tumor en la piel de la
imagen inferior.

Vista lateral de la oreja y el cuello de una persona mostrando enrojecimiento y


tumores de piel malignos

Ejemplos de efectos sistémicos

Órganos específicos

Las sustancias químicas absorbidas por el cuerpo a través de la piel pueden causar
daños a órganos específicos, como el hígado, los riñones y la vejiga. La exposición
a solventes como el tolueno y el xileno puede ocasionar daños en el hígado y los
riñones.

Vista de dos manos con guantes de goma pintando con una brocha una superficie
plana

Sistemas y aparatos del cuerpo humano

Las sustancias químicas absorbidas por la piel pueden dañar todo un sistema o
aparato corporal, como el sistema inmunitario, el sistema nervioso o el aparato
respiratorio. Los pesticidas y los herbicidas son sustancias químicas que pueden
causar efectos en los sistemas corporales.

Ejemplos de efectos de sensibilización

La dermatitis de contacto alérgico es una reacción alérgica (del sistema inmunitario)


de la piel como resultado de la exposición a una sustancia química. Las sustancias
químicas cuya exposición puede producir dermatitis de contacto alérgico incluyen
resinas epoxi, cromatos, sustancias químicas para cauchos, endurecedores de tipo
amina y resinas fenol-formaldehído.
Sensibilización de las vías respiratorias

La exposición de la piel a ciertas sustancias químicas puede producir una reacción


alérgica de las membranas mucosas o las vías respiratorias. Las exposiciones en
la piel así como la inhalación de isocianatos (que contienen muchas pinturas y otros
materiales de construcción, como el aislante en aerosol y los materiales para
techado) pueden llevar a una sensibilización de las vías respiratorias.

Ejemplos de efectos combinados

La exposición de la piel a sustancias químicas puede causar múltiples problemas


de salud. Por ejemplo, las personas que trabajan con cemento pueden presentar
problemas de salud combinados. El contacto con el cemento puede producir
irritación en el punto de contacto por la naturaleza alcalina del cemento. El cemento
también puede causar sensibilización en los trabajadores porque contiene sales de
cromo.

Vista de las manos de un trabajador aplicando cemento sin guantes protectores


Vista posterior de dos trabajadores parados mientras aplican concreto usando
calzado protector pero sin guantes

Prácticas laborales que pueden llevar a sensibilización e irritación

Sensibilización, Irritación
Evaluación y manejo de los riesgos de exposición a sustancias químicas

Teniendo en cuenta que la exposición de la piel a sustancias químicas en el trabajo


puede causar efectos adversos en la salud que se pueden prevenir, el siguiente
paso es evaluar el riesgo de que los trabajadores sufran trastornos temporales o
permanentes relacionados con la piel.

Paso a paso

Para evaluar el riesgo de los problemas relacionados con la piel, identifique primero
las sustancias químicas utilizadas en el trabajo. Incluya las sustancias que se
pueden generar durante un proceso.

Después, identifique las sustancias químicas que representan un riesgo para la


salud por su contacto con la piel.

Evalúe el potencial de la exposición de la piel tomando en cuenta la probabilidad de


que el cuerpo absorba las sustancias y la posibilidad de que la piel entre en contacto
directo con agentes químicos en cualquier forma (vapor, líquido, etc.)

Ponga en práctica un programa de prevención de riesgos para la piel, siguiendo el


orden de los controles que se describen en la sección siguiente.

Documente y monitoree la presencia de problemas relacionados con la piel a través


de actividades de vigilancia de la salud.

Establezca un programa de vigilancia de la salud en el lugar de trabajo.

Lleve a cabo evaluaciones médicas.

Lleve a cabo monitoreo biológico.

Manejo de riesgos mediante la prevención y el control


Para reducir el riesgo de efectos adversos en la salud por la exposición de
sustancias químicas en la piel, se debe prevenir o controlar la exposición.

Prevención

La exposición a sustancias químicas dañinas se puede prevenir con estas medidas:

Elimine

Elimine las sustancias químicas innecesarias del proceso de trabajo. Por ejemplo,
use brochas desechables para no tener que utilizar un solvente para limpiarlas.

Sustituya

Sustituya una sustancia u otro producto químico dañino por otro que sea menos
nocivo. Por ejemplo, utilice productos a base de agua en lugar de los que tienen
solventes.

Control

La exposición de la piel a sustancias químicas se puede controlar o reducir mediante


estas acciones:

Modifique los procesos

Modifique un proceso para eliminar la exposición química. Por ejemplo, cuando


realice reparaciones, en lugar de limpiar a mano las partes metálicas, utilice un
limpiador mecánico.
Agregue ventilación

Reduzca la exposición a partículas en el aire agregando ventilación local o general.


Por ejemplo, aplique ventilación durante las operaciones de rociado de pintura para
reducir los niveles de isocianatos en el aire.

Mantenga la piel saludable

Limpie la piel con jabón suave, enjuáguela minuciosamente y aplíquese una loción
humectante. La piel seca está dañada y es menos resistente a las sustancias
químicas.

Modifique las prácticas laborales

Modifique sus prácticas laborales para reducir o eliminar el contacto de las


sustancias químicas con la piel. Por ejemplo, en lugar de aplicar un solvente con un
paño, utilice una brocha.

Siga buenas prácticas de limpieza y mantenimiento

Un área de trabajo limpia ayuda a prevenir el contacto con las sustancias químicas
en las superficies de trabajo.
Use equipo de protección personal

Utilice equipo de protección personal (EPP) cuando no pueda evitar la exposición a


sustancias químicas. Este puede incluir guantes resistentes a sustancias químicas,
delantales, overoles y botas. Por ejemplo, utilice guantes adecuados cuando mezcle
resinas epoxi, para evitar el contacto con la piel. Es muy importante seleccionar el
equipo de protección correcto. Consulte fuentes como la “Guía para la selección
rápida de ropa resistente a sustancias químicas” (en inglés).

Obtención de información sobre sustancias químicas, exposiciones en la piel y


manejo de riesgos

Etiquetas

Lea las etiquetas para informarse sobre el contenido químico de los materiales y
sobre las advertencias de salud y para su manipulación.

Notaciones de NIOSH por riesgos específicos para la piel (SK)

NIOSH ha creado un nuevo sistema que asigna múltiples notaciones a los riesgos
específicos para la piel (SK, por sus siglas en inglés), con el fin de ayudar a los
trabajadores y a los profesionales en salud ocupacional a entender los riesgos que
representan para la salud las exposiciones de la piel a sustancias químicas
peligrosas. El SK de riesgo específico (ver tabla siguiente) aparecerá en las futuras
publicaciones de NIOSH, incluida la Guía de bolsillo de NIOSH sobre riesgos
químicos, y se identificarán los efectos más graves en la salud asociados al contacto
con la piel.

Puede ser que a las sustancias químicas se les asigne más de un SK de riesgo
específico cuando se determine que causan múltiples efectos adversos en la salud
por el contacto con la piel. Por ejemplo, si una sustancia química es identificada
como corrosiva y también contribuye a la toxicidad sistémica, se etiquetará como
SK: SYS-DIR (COR).
CONCLUCIONES

La industria del cemento en México ha generado efectos colaterales significativos,


incluyendo impactos ambientales y sociales. Algunos de los efectos identificados
son:

1. Afectaciones Socioambientales: Las operaciones de las plantas cementeras han


provocado impactos ambientales que han dado lugar a movimientos sociales en
defensa del medio ambiente. Estos movimientos buscan garantizar el derecho a un
entorno saludable y sostenible (ResearchGate).

2. Uso de Residuos como Combustible: En un enfoque hacia la sostenibilidad,


algunas cementeras en México están utilizando residuos como combustible, lo que
también puede tener impactos en el medio ambiente. Se trabaja en la incorporación
de estos residuos nuevamente en el proceso de fabricación de cemento, buscando
reducir emisiones de carbono (CMIC).

3. Reducción de Emisiones de CO2: La industria del cemento en México se ha


propuesto reducir sus emisiones de dióxido de carbono (CO2) por tonelada de
cemento. Se proyecta alcanzar una reducción del 17% en las emisiones de CO2
para el año 2030, en comparación con los niveles registrados en 2016 (CANACEM).

Estos efectos colaterales de las cementeras en México resaltan la importancia de


abordar de manera integral la sostenibilidad y el impacto ambiental de esta industria
para garantizar un desarrollo sostenible y respetuoso con el entorno.

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