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Juliá - Europa en Crisis, 1919-1939

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EUROPA EN CRISIS, 1919-1939

Mercedes Cabrera, Sancos Juliá,


Pablo Marrín Aceña (Comps.)

Derek H. Aldcroft
Gabriel Tortella
René Rémond
Mercedes Cabrera
Shlomo Ben Ami
Adrian Lyttlecon
PererTemin
Pablo Martín Aceña
Richard]. Evans
Luis Angel Rojo
Francisco Cabrillo
· Enzo CoHorri
Aldo Agosri
Nuria Puig
Juari J. Linz
Javier Tusell ·
Sancos Juliá
Luis Arranz
Juan Pablo Fusi
Ludolfo Paramio

EDITORIAL
INDICE

PR.ESENTACION ......................................................................... VII

l. LAS CONSECUENCIAS ECONOMICAS DE LA GUERRA


·Y DE LA PAZ, 1919-1929, DEREK H. ALDCROFr ....................... 1

COMENTARIO, GABRIEL TORTEllA .•.................................... ,.. 25

2. LA CRISIS POUTICA EN EUROPA ENTRE LAS DOS


GUERRAS MUNDIALES, RENE REMOND ................................ 29

COMENTARIO, MERCEDES CABRERA •..• : ..••.....•.... :................... 39

3. U¡.S DICTADURAS DE LOS AÑOS VEINTE,


SHLOMO BEN .AMI ••••••••.•••••••••••••••••••••••••••••••••• :........................... 47

4. EL FASCISMO EN ITALIA, .ADRIAN LYTI'UTON ............•.......... 65


Primera edición, Mayo de 1991
©Editorial Pablo Iglesias 5. LA GRAN DEPRESION EN EUROPA, PETER TEMIN.............. 77
~onte Esquinza, 30. 28010 Madrid.
COMENTARIO, PABLO MAR.1'IN ACE1'l'A ••••••••••••••.••••..•••••••••..•••. 93
ISBN: 84-85691-59-8
Depósito Legai: M-18648-1991 6. ASCENSO Y TRIUNFO DEL NAZISMO EN ALEMANIA,
RICHARD J EVANS •.•.•.••••••••••••••••••••••••••.••••••.•..•..••...•...••.•......••... 97
Diseño de la cubierta: Pedro Arjona
Ilustración de portada: Fragmento del 7. EL PENSAMIENTO ECONOMICO ANTE EL PARO Y
cuadro «Sailors» Dream of War de LA CRISIS, 1919-1939,LUISANGELR.OJO ................................. 119
Gasta Adrian-Nilsson.
COMENTARIO, FRANasCOCABRW.0............. ::........... :::-; ........ 165
Realización gráfica: Ca.cácrer, S.A.
Feroández de la Hoz, 60 8. EL ASCENSO DE LOS PARTIDOS SOCIALISTAS A
28010 Madrid RESPONSABil.IDADES DE GOBIERNO, ENZO COLLOTTI ..... 171
PRESENTACION

9. LA EVOLUCION DE LOS SINDICATOS EUROPEOS.


ALOO AGOSTI. ......................•.................................................... 191

COMENTARIO, NURIA PUIG .................................................. 225

10. LA CRISIS DE LAS DEMOCRACIAS, JUAN J. LINZ .............•.. 231


Esce libro reúne las ponencias y comencarios presem:ados en el se-
COMENTARIO, JAVIER TUSEll ..•........................................... 281 minario Europa en crisis, ijUe organizado por la Fundación Pablo
Iglesias se celebró de enero a marzo de 1990. Nuestro objecivo fue
11. LA INTERNACIONAL COMUNISTA: DE LA OFENSIVA
abordar los. principales acontecimientos económicos, políticos y
REVOLUCIONARIA AL FRENTE POPULAR,
sociales que caracterizaron la vida europea de-los años veinte y
SANTOSJUUA .................................................................... .'...... 287
treinta. Para ello invitamos a prestigiosos especialistas que nos
COMENTARIO, LUIS ARRANZ--·············································· 319 ofrecieron los resultados de sus investigaciones, así como nove-
dosas y estimulantes interpretaciones sobre la historia europea más
12. LA CRISIS DE LA CONCIENCIA EUROPEA, recience. Aunque los trabajos examinan ei periodo de encreguerras
JUAN PABLO FUSI AIZPURUA ....•................................................ 327 desde perspectivas distintas, codos ellos tienen un denominador
común: tratan de explicar la crisis general (polícica, social, cul-
COMENTARIO, LUDOLFO PARAMIO ..........•.........••......••......•.. 343 mral, económica) de la sociedad europea, que se abrió con la I
Guerra Mundial y se cerró cempora4nente con una segunda con-
rienda que de nuevo mvo al continente como principal escenari_o.
Las ponencias coip.cic:,len en señalar que la Europa que surge del
arn.llsticio de 1918 es una Europa distinta, aunque los contempo-
ráneos no lo advirtiesen así. El conflicto bélico, que a ojos de los
asiáticos apareció como .«la gran guerra civil europea», creó una
dramática discontinuidad en la historia del continente; aparece
como un fuerte. trazo divisorio entre dos periodóS históricos: uno
apacible y optimista, y otro cargado de sentimiento de inquietud e
insegúridad en el que germinó un clima de vfolencia cuyo des-
enlace fué un desastre bélico de mayores proporciones que el an-
terior. Bercrand Russell _en carta abierta a Woodrow Wilson ad-
vertía en 1915 del peligro que se cernía sobre la civilización eu-
ropea, que podría perecer de la misma forma que Roma lo había
hecho ante los bárbaros. Muy pocos fueron entonces conscientes de
las gravísimas consecuencias de la guerra y de las- pasiones nacio-
nales que levantaba. También muy pocos fueron los que compren-
dieron que en 1918 el viejo orden había periclitado. Keynes llamó
la atención sobre la irreversible alteración que había experimen-
tado el panorama político y económico europeo y sobre la inuti-
lidad, e incluso el error, que supondría cracar de restablecer el pa-
11. LA INTERNACIONAL COMUNISTA: DE LA OFENSIVA
REYOLUCIONARIA AL FRENTE POPULAR

SANTOS ]UilÁ

En los tiempos que corren, caracterizados, para fo que aquí puede


interesarnos, por el espectacular desmoronamiento de los sistemas
comunistas de la Europa del Este y por la crisis social y política
abierta en la Unión Soviética, la reflexión histórica sobre los orí-
genes del comunismo europeo, y las políticas elaboradas y puestas
·en -práctica durante el periodo de entreguerras, corre el evidente
riesgo de interpretar el pasado en función del presente: puesto que
es ahora un fracaso, aquello fue un error -si no un crimen-
desde su mismo origen, dicen no pocos ahora. Pero el historiador
debe guardarse de interpretar los orígenes de una determinada ex-
p~riencia a la luz de lo que ya es su evidente liquidación final: aquí
·intentaré trazar las líneas fundamentales de esa historia a partir .del
tiempo mismo que la hizo posible y d.~ lós diferentes elementos
que la determinaron.
El tiempo -ya lo sabemos de sobra a es~as alturas de· nu~stro
seri:ünariO:.- fue de .crisis en el genuino sentido de esta palabra:
crisis de poder a la salida de la guerra, con la desaparición de las se-·
culares escructu.ra.S políticas de los imperios centrales y del Imperio
ruso; crisis de sociedad por el hundimiento de las jerarquías y de
los valores tradicionales, ·por las existencias de democratización y
las reivindicaciones sociales de clases antes marginadas; crisis eco-
nómica de una hondura desconocida hasta el momento y que ex-
tendió entre las clases medias y los sectores más politizados de la
clase obrera la convicción de que el capitalismo había llegado a su
fin. Tiempo propicio, pues, a las esperanzas revolucionarias. Y por
lo que respecta a los elementos que las determinaron, también nos
son familiares: el colapso de la Segunda Internacional y su mani-
fiesta incapacidad para encontrar una respuesta a la crisis, la fragi-

S11111M}sdiá. catedrático de Historia del Pensamiento y de los Movimientos Sociales--


y Politices en la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Autor de La ·:z-
qllim/,, JJ PSOE (1935-1936), Madrid 1931-1934. DE la fiesta popular a la lucha de
dares, y Azaña. Una biografía política. -
288 Europa en crisis, /919-1939 Santos Juliá 289

lidad de los nuevos sistemas democráticos ante el asalto del fas- las que son perceptibles también algunas inflexiones y cambios; la
cismo y el triunfo de Ja Revolución Rusa. Sin situarnos en aquel primera, que dura apenas dos años, podría definirse como de
tiempo de-crisis y-sin tener en cuenta estos tres fenómenos polí- ofensiva revolucionaria protagonizada por los sectores de izquierda
ticos y su evolución, no podrá encenderse ni la expectativa de revo- de la vieja Internacional Obrera y por los comienzos del proceso de
lución que acompañó y alentó el nacimiento de la Internacional en bolchevización como resultado del predominio soviético tras el
el umbral de los años veinte, ni el poder de seducción que la cons- fracáso de los intentos de revolución de 1919. La polfrica de re-
trucción del socialismo en un solo país ejerció sobre un amplio tirada en el interior, y su inmediata expresión como política de
sector de la izquierda europea en los años treinta. - frente único del proietariado en el exterior, y la adopción de una
Esa experiencia tuvo su propia historia interna cuyas etapas estructura orgánica que convierta a la Internacional en «un partido
pueden establecerse de distinta for;ma según el elemento que de comunista mundial» caracterizan el periodo que abre Lenin con su
ella se destaque. Si se tiene en cuenta como principal criterio las discurso en el III Congreso y culmina en la resolución sobre la
políticas formuladas y puestas en práctica por la Internacional, y su Láctica de la Internacional aprobada por el IV Congreso en no-
conexión con los cambios en la política interior y exterior de la viembre de 1922. La siguiente etapa tiene su momento culminante
propia Unión Soviéticá, habría que definirla como un proceso que en 1929 cuando triunfa, con la característica versión del bolche-
lleva desde la expectativa de revolución de 1919/1920 hasta el vismo que fue el stalinismo, la variante de la política de frente
frente popular para la defensa de la democracia de 1934/193 5, pa- único calificada luego de se<;t:aria pero definida en su primera for-
sando por fas políticas de frente único de 1921 y de clase contra mulación como política de frente único por la base, y luego de
clase de 1929. Pero podría atenderse, para periodizar estos años, a clase contra clase, y cuya sustancia consistía en considerar a la so-
un criterio diferente y tan decisivo como el anterior: el de los cialdemocracia como el ala izquierda del fascismo y ver en ella al
cambios en la propia estructura organizativa. de la Internacional. «enemigo principal». Por un proceso que veremos, la política de
En ese caso, su historia podría verse.como la de una línea continua dase ·contra clase 9,ejq paso, desde principios .de 1934, a lo que se
que condt.fce de la convocaroria y ios primeros congresos en los que ha llamado· -discutiblemence- retorno a la polícica de frente
todavía es perceptible una poderosa herencia de la tradición de iz- - único para desembocar en el curso de ese mismo año en la defi-
quierda de la socialdemocracia hasta su completa rusificación y nitiva política de frente popular y en la nueva identidad política
bolchevización, iniciada ya en su mismo momento fundacional, del militante comunista como defensor de la democracia en 193 5.
confirmada en el segundo congreso, acelerada en sus tercer y cuarto El año 1929 puede servir. una vez más aunque por distintas ra-
congresos -todavía en vida de Lenin- y culminada, hasta su con- zones; como encrucijada: el triunfo de Stalin en el partido soviético
vei:;ión en apéndice del partido soviético, tras el triunfo de Stalin ·significa para la Internacional su completa bolchevización or-
sobre la oposición interior en. 1929. Podría atenderse, en fin, a un gánica, su transformación en instrumem:o de la política exterior so-
criterio más culcural -o más de cultura política- y entonces la viética, la adopción de una política catastrófica y la constitución de
historia de la Internacional sería la de la conversión de los revolu- un tipo político de inconfundible identidad, el comunista.
cionarios de los años diez en los burócratas de la revolución de los
años treinta, o sea, la del proceso de bolchevización no principal-
mente como adaptación de estruccuras orgánicas a las exigencias de EXPECTATIVA REVOLUCIONARIA Y COMIENZOS DE LA
política interior y exterior soviéticas, sino en cuanto afectó a la BOLCHEVIZACION
constitución de una específica identidad política colectiva, la de ser
comunista y, más hondamente, la de ser un verdadero comunista. Entender en su origen la Internacional Comunista exige ver en ello
Sea cual fuere el punto de mira que se adopte, y aquí se in- uno de los posibles sucesores de la Internacional Obrera afectada ya
tentará una mezcla político/orgánica/culcural, creo que pueden es- de un grave proceso de fragmentación y disolución cuando Lenin,
tablecerse cuatro etapas de contenidos y duración muy diversos, en los bolcheviques, y algunos de sus sectores de izquierda decidieron
290 Europa en crisis, 1919-1939 Sanws J11/iá 291

fundar una nueva organización internacional para hacer frente, por otros les movía la creencia, muy razonable a la salida de la guerra,
medio de una ofensiva revolucionaria, a la crisis de poder abierta ·de. que había llegado la esperada hora de «la descomposición y el
en Europa y para contribuir por medio de una acción concertada a hundimiento de todo el sistema capitalista mundial y de la civili-
la defensa del nuevo poder soviético. Es, por tanto, en el doble con- zación europea en general» y, con ella, se había planteado al prole-
texto de las evidentes carencias de la IOS para promover la solida- tariado «la tarea de apoderarse del poder de Estado» 2• Era una con-
ridad internacional antes de la guerra y hacer frente al vacío de vicción compartida por los bolcheviques y la izquierda revolucio-
poder creado a su fin y dei triunfo de los bolcheviques en Rusia naria europea procedente de la socialdemocracia que sólo por acci-
donde hay que ~ituar el origen de la Internacional Comunista, que, dente la revolución mundial había comenzado en Rusia. Alemania,
vista así, aparece como continuación de los proyectos alentados por donde debía haberlo hecho, no tenía más remedio que seguir,
desde 1915 por la izquierda socialdemócrata en Zimmerwald y lo que a corro plazo equilibraría de nuevo las cosas. Si Luxemburg
Khiental y, por otra, como resultado de la convicción, común a y otros dirigentes alemanes pusieron algunos reparos a la fundación
esos sectores y a los bolcheviques, de que la revolución rusa era sólo de la Internacional, no fue porque creyeran disparatada su convoca-
el preludio de una revolución mundial,_ para lo que era imprescin- toria sino porque pensaron que, con esperar unos .r.r;ieses, los ale-
dible dotarse ·de una organización mundial. manes irían a ella en las mismas condiciones que los rusos.
La Internacional no fue, o. no fue sólo, una iniciativa bolche- Esa mezcla de viejos militantes de la IOS con bolcheviques en
vique sino la confluencia en Moscú -lo que resultará determi- un clima de igµaldad favorecido por la común expectativa revolu-
nante para .su futuro-- de los sectores de izquierda .de la socialde~ cionaria dará el tono a los momentos fundacionales de la IC,
moc:racia, que habían roto -0 e~taban a 'puntp d~ romper con sus res- cuando todos creen todavía que la nueva Internacional es, como la
peétivos .partidos socialistas, y del partido· bolchevique. Esto no antigua, una organización de iguales y cuando puede percibirse el
quiere decir, eo modo alguno, que polfrica y orgánicamente exis- gusto por la discusión y el debate·político en busca de líneas tác-
tiera un .equilibrio entre los grupos procedentes de la IO~ y los ticas y estratégjcas «correctas» que lleven al rriunfo de la revo-
bolcheviques: excepto el partido alemán, todo lo que procedía de la luCión mundial. Así se entiende que la izquierda socialdemócrata y
socialdemocracia no pasaba de ser grupos más o menos homo- los bolcheviques sean unánimes en el diagnóstico del pasado y en
géneos sin una base de masas, mientras que por el lado de los la propuesta política y organizativa. Para todos .ellos, la guerra
rusos, lo que había era ya un partido altamerne centralizado y dis- había puesto de relieve la insuficiencia de la Internacional como
ciplinado que acababa de triunfar en una revolución y estaba cons- organización mundial capaz de defender una política obrera. Como
truyendo una nueva forma de poder. No se trata sólo de que los origen de esa carencia, la crítica procedente de la izquierda insistió
bolcheviques rusos controlaran, F-n el congreso fundacional cele- sobre todo en dos aspectos: el primero, su debilidad orgánica, su
brado ep marzo de 1919, cerca de la mitad de los votos, sino que estructura federada y flexible, sin exigencia de disciplina interna,
disponían del único partido que había triunfado en una revolución a
que condujo su incapacidad para imponer una determinada po-
y accedido al poder de Estado 1 • lítica a las diferentes secciones y, por tanto, para hacerles llegar ór-
Ese desequilibrio parecía compensado, en los primeros mo- denes eficaces; el segundo, su ambigüedad teórica, la elaboración
mentos, por la fuerza de las convicciones comunes y por la incapa- de teorías incorrectas sobre capitalismo, toma del poder por el
cidad soviética, ocupado~ como estaban los· bolcheviques en una partido de la clase obrera y transición al socialismo, que conducían
guerra civil, para controlar a la nueva organización. A unos y a a errores tácticos.

1
Para las raíces de la IC en la izquierda socialdemocrática, Helmut Gruber, : «lnvitaeión al Partido Comuni~ta Alemán (Spartakusbund) al ler Congreso de la
lnternational C011Z17ltmism in thc era o/ Lmin. A áocmnmtary histor;·, Nueva York. 1972, Internacional Comunista», en Lar aJatro primeros congresos de la Internaá01ZIZI CllllllllÚSta.
pp. 1-13. Primera parte, México, 1983, p. 26.
292 Europa en crísis. 1919-1939 Santos Juliá 293

La nueva Internacional se presenta, desde el mismo manifiesto cores de la población. Los trabajadores que se agrupan en consejos
que sirve de convocatoria, como superación de ambas carencias. El y en soviets y los que vuelven de los frentes con las armas en la
fuerce ataque a las tendencias reformisc-as y centristas de ia social-_ mano parecen tener a su disposición el instrumento de la revo-
democracia y la intención de recoger a codos los fragmentos de su 1ución. El movimiento espartaquista en Berlín, Bela Kun en
ala izquierda revolucionaria en una Tercera Internacional, como Hungría, la república soviética en Bayiera, los intentos de con-
también se denomina, refleja bien el propósito de erigirse en su- vertir el movimiento de consejos en repúblicas soviéticas en
cesora de la Segunda, pero no para reproducir el mismo modelo de Austria; los estallidos revolucionarios de 1919, protagonizados por
organización sino para crear un nuevo órgano de lucha común que los· recién creados partidos comunistas de estas regiones, parecen
subordine «los intereses del ,movimiento en cada país a los inte- anunciar el comienzo de la revolución mundial.
reses de la revolución a escala mundial». Naturalmente, las formas Al finalizar el año era evidente, sin embargo, que eQ ninguno
concretas de organización y representación se dejan a un furu;o de los lugares en que estallaron sería posible consolidar los dife-
congreso que, sin embargo, avanzará poco rndavía en el camino de rentes intentos de revolución. A principios de 1920 parecía claro
definir las estructuras orgánicas de la nueva Internacional aparte de que la oleada de revoluciones había fracasado y que, para mancener
definirla con su nuevo nombre y como «Organizac!ón uniforme, la ofensiva, la izquierda revolucionaria debía previamente orga-
común e internacional de todos fos elementos comunistas» que se nizar verdaderos partidos comuriistas disciplinados ·y capaces de
sitúan .sobre el terreno de la lucha por la dictadura del proletariado obedecer a. la Internacional. Era preciso convertir a aquellos par-
y que expresan su propia identidad revolucionaria separándose ne- tidos. demasiado proclives a dejarse comagiar por una. enfermedad
tamente de los «elementos social-traidores»º. infantil' del comu{\ismo que Lenin, para salir a su paso, definió en-
La política de lucha por la dictadura del proletariado, por la re- tonces como izquierdismo, en verdaderas organizaciones para. la re-
volución y por la ruptura con los elementos de derecha y centro de volución. Y en este punto, no eran las izquierdas sociald_emócratas,
la fm:ernacional Obrera se acompaña, pues, en los momentos fun- o ya comunistas, eurC!peas las qµe después de sus fracasos podían
dacionales de la Tercera Internacional c;le éien:a ambigüedad sobre dar lecciones ni propagar _consignas, sino los maestros en el duro
su estructura orgánica: el Congreso· fundacional no aprueba esta- trabajo organizativo que había garantizado el triunfo de la. única
cucos ni establece órganos de dirección ni formas de· represe·n- revolución, los bolcheviques y, especialmente, Lenin, dispuestos a
tacíón, tarea que queda para un futuro congreso. Entre ambos no dejar que ninguna enfermedad liquidase a la nueva criatura
tendrá lugar un hecho decisivo para la futura relación de fuerzas mientras no hubiera salido de la infan~ia aunque -fuera a base de
dentro de la nueva Internacional entre-sus raíces socialdemócratas proporcionarle l~ única receta que había convertido en organi-
de izquierda y las bolcheviques: el fracaso de los intentos de revo- zación robusta, en poder, a sú propio partido. Tras el fracaso de la
1uc ión en varias regiones de Europa central. En Alemania, en primera oleada de revolución mundial, .los bolcheviques se dis-
Hungría y en Austria, por codas partes habían surgido, como con- ponen a convertir la Internacional en un. nuevo partido bolche-
secuencia del vacío de poder creado por el desmoronamiento de los vique, esta vez a escala mundial. .
Imperios centrales y en la estela de esperanza levantada por el Y así, el II Congreso, todavía bajo la política de ofensiva con-
triunfo de la Revolución Rusa, iniciativas de revolución dirigidas tra la socialdemocracia y por la revolución, presencia la verdadera
por pequeñas minorías comunistas pero apoyadas en amplios sec- fundación de la Internacional como partido de la revolución
mundia[ El primer y sólo aparente equilibrio entre los herederos,
por la izquierda, de la socialdemocracia y los bolcheviques se des-
plaza a favor de éstos que son, al cambio, los únicos que disponen,
' •Resolución sobre la creación de la Internacional Comunista», Lor cuatro primeror,
p. 59. La edición &ancesa, de la que se craduce esta castellana, habla de «organisacion
frente a los grupos más o menos heterogéneos y generalmente dé-
unifiée»: Quatrr premim rongro mondiaux de l'lnternationale Communiue, 1919-1923. biles que se han desgajado de los partidos socialdemócratas para
París, [1934], 1972, p. 19. fundar partidos comunistas, de una verdadera organización, con-
294 Europa en crísis, 1919-1939 Somos Juliá 295

fundida además con un Estado. Ellos son, por otra parte, los nueva organizac10n es ya menos Tercera que Comunista, es una
únicos que han logrado triunfar en una revolución y que disponen nueva Internacional4 •
de recursos para ofrecer a la nueva Internacional una sede. Ellos
serán también los únicos con poder suficiente para establecer las
condiciones de adhesión a la nueva Internacional y formular sus FRENTE UNICO Y HEGEMONIA BOLCHEVIQUE
políticas.
- Son los bolcheviques, en efecto, cuando ha pasado sin dejar más La ofensiva revolucionaria y la política de escisión y de lucha
huellas que la frustración la oleada de revoiuciones que sacudió a contra la socialdemocracia tendrá su inmediata expresión en la es- _
Europa en 1919, quienes presentan al II Congreso, celebrado en cisión de los partidos socialistas que los comunistas franceses llevan
julio de 1920, las 19 -luego 21- condiciones de ingreso en la a cabo en el congreso de Tours, en diciembre de 1920, y los ita-
Internacional con objero de que cada uno de lo partidos que as- lianos en el de Livorno, un mes después. Ambos tendrán un rasgo
piren a integrar la _nueva organización subordine a ella su anterior común: quienes se escinden son minoritarios en sus respectivos
autonomía. No todos ni de cualquier forma pueden ser comunistas. partidos y .quienes siguen a los escisionistas contarán, una vez con-
La fragmenJ:.ación de grupos, las disputas sobre la táctica, las discu- sumada la escisión, con menos seguidores de los que contaban los
siones sobre la teoría correcta, propias de la izquierda.socialdemó- delegados de las alas izquierdas socialdemócratas o los propios co-
crata, se van a sustituir por una nueva disciplina cuyo objetivo no munistas dentro de los congresos de los partidos socialistas~. La
es ya la inmediata revolución, c~mo en 1919, sino la formación de ofensiva contra la socialdemocracia como política complementaria
partidos disciplinados' capaces de organizarla en un futuro próximo de la ofensiva general por la revolución mundial se salda, en un
éon perspectivas de éxito. · cortísirno lapso de tiempo, con un debilitamiento general de los
Las' 21 condiciones imponen, en efecto, la formación de partidos comunistas y su creciente aislamientó. Esto no importaba
nuevos partidos -más que la adhesión de los partidos socialistas ·demasiado a los dirigentes bolcheviques en un momento en que la
ya existentes- «edificados sobre el principio de la centralización revolución había refluido y lo que esperaba era un largo trabajo de
democrática», obligados a adoptar todas las decisiones de los organización: mejor pocos y disciplinados que muchos y díscolos.
congresos de la nueva Internacional ·y de sus comités ejecuti".os, Todo contribuía, una vez consumado el proceso de escisión, a un
es decir, en resumen, a repetir exactamente la organización y la radical cambio de política, el primero que protagonizará la Interna-
historia del propio partido bolchevique. Serán partidos que vi- cional. En la Unión Soviética, la guerra había terminado y se nece-
gilen estrechamente el comportamiento de sus parlamentarios y sitaba paz interior y exterior para remediar los estragos del hombre
procedan a depuraciones periódicas, además de controlar con mi- e iniciar la marcha hacia la construcción del socialismo; en Europa,
litantes muy. probados la prensa, la propaganda. Por supuesto, los tras el fracaso de la «acción de marzo» de 1921 en Alemania, la
partidos que. deseen formar parre de la Internacional habrán de oleada revolucionaria había remitido definitivamente, mientras se
romper con el social-patriotismo y el social-pacifismo, o sea, con asistía a un periodo ·de aparente prosperidad. En los análisis que los
las tendencias reformistas y centristas de la socialdemocracia, de- comunistas hacían de la nueva situación, la burguesía se mostraba
nunciar y expulsar a sus dirigentes y sostenér sin reserva a todos más firme al frente de las economías que al salir de la guerra y la so-
los republicanos soviéticos. En fin, y como demostración de que cialdemocracia había mantenido su hegemonía sobre la clase obrera
los nuevos partidos han declarado una guerra sin cuartel al viejo
mundo burgués y a los partidos socialdemócratas amarillos,
deben también cambiar de nombre y adoptar el de Partido Co- • «Condiciones de admisión de los partidos en la Incemacional Comunista», Los
munista de ... Se trata, pues, de una fundación, de un nuevo 'Cuatro primeros, pp. 109-114.
' Pm escos congresos y cifras de cada cendencia, Annie Kriegel, A1IX origines du rom-
origen en el que la adopción de la cultura política bolchevique r.nmisme fra11faÍI. París, 1964, y Paolo Spriano, Storia del Partito C1mu111ista italiano. l.
corre pareja con el ataque a la tradición socialdemócrata. La De Bordigg a Gramsci, Turín, 1967.
296 Europa en crisis, 1919-1939 Santos Juliá 297

y se aprestaba a apoyar a la burguesía en su política de recuperación La táctica o, más bien, la estrategia de frente único partía de
económica: no quedaba oera opción que abandonar la «Teoría de la una constatación distinta de la fuerza del sistema capitalista y de
·ofensiva» con que la izquierda alemana había juscificado su partici- - los partidos socialdemócratas- y del aislamiento y relativa irrele-
pación en la «acción de marzo» y formular una política de retirada vancia de los nuevos partidos comunistas, dos fenómenos que
canto en el frente interior como en el excerior. Hacia dentro esa po- podían entenderse coyunturales pero que son el origen de una re-
lícica recibió el nombre de Nueva Política Económica que, anee flexión estratégica, de una elaboración de política a largo plazo y
todo, devolvía la cierra a sus cultivadores para crear así las condi- hasta de una novedosa concepc;ión del periodo de transición del
ciones de aparición de un mercado de alimentos; hacia fuera exigirá, capitalismo al socialismo. En efecto, enrre el capitalismo y el
como dice Lenin, poner fin a los asaltos y pasar al asedio, y recibirá Estado burgués, por una parte, y el socialismo y la dictadura del
el nombre de «frente único del proletariado». La coincidencia de un proletariado, había un largo recorrido en el que los comunistas
giro en la política interior con una nueva formulación política para podían ir acompañados. ·Para emprenderlo era preciso «ir a las
el exterior ruvo también en Lenin su origen6• masas» allí donde escaban, o sea, en las organizaciones políticas y
Si la política ofensiva revolucionaria va unida al primer con- sindicales de la socialdemocracia y estabiecer con ellas alianzas y
greso de ia IC y la de escisión y organización al segundo, los funda- hasta gobiernos de coalición que permitieran crear las condi-
mencos sobre los que se edifica la táctica de frente único se echan ciones para ganar luego al comunismo a la mayoría de la clase
en el tercero. La nueva política inaugurada en ese congreso puede obrera.
sincecizarse, como escribiera Borkenau, en una sola frase: la Co- Ir a las masas con el objetivo de conquistar la n;iayoría im-
tnincern renuncia, para el fururo, a los intentos <;le insurrección ar- plicaba, por capeo, establecer un nuevo cipo de i;elaciones con la Se-
mada y. reconoce la necesidad de un periodo más largo de prepa- gunda Internacional y con los partidos socialdemócratas o socia-
ración 7. Livorno en enero de 1921 había demostrado que las listas nacionales. Y en este punto, codas las interpretaciones eran
«masas» no seguían a los dirigentes comunistas si su dirección im- posibles, desde las qu~ veían en la nueva política la necesidad de
plicaba la ruptura con sus organizaciones tradicionales, y la· una fase de transición en la que podía poscularse·incluso un nuevo
«acción de marzo» del mismo año en Alema·nia había mostrado cipo de gobierno, que el IV Congreso baul:iza como «gobierno
que el éiempo en que las insurreciones de pequeñas mino.rías co- obrero», con parricipación comunista y socialista -es decir, las de
munistas encontraban simpatías entre la población había P'asado. quienes tomándose a la letra la política de frente único admitían la
La ofensiva concra la socialdemocracia, por la escisión y la for- posibilidad y hasta la oportunidad de alianzas formales con la so-
mación de partidos comunistas y la política insurreccional había cialdemocracia sin excluir el gobierno de coalición- hasta
conducido a la formación.de pequeños partidos comunistas aislados quienes, acusando a éstas de derechistas, no veían en el frente único
y con evidente tendencia a convertirse en sectas. Era preciso for- más que el medio de combatir a «los jefes de la socialdemocracia
mular una política más cauta que ruviera en cuenca, ante todo, el reaccionaria y liberar a los obreros socialdemócratas de su in-
apego de l~ clase obrera a sus organizaciones sindicales y políticas fluencia». Frente único no sería, para éstos, más que «Un medio de
tradicionales y su nuevo deseo de sacar partido a las condiciones de agicar y movilizar a las masas» y el «gobierno obrero» no otra cosa
estabilidad y hasta de relativa prosperidad por las que atravesaba la que un equivalente de dictadura del proletariado3 • Por decirlo con
economía europea. la expresión francesa que hizo fortuna_, el frente único no sería más
que el medio de p!umer !a vo!ai!!e. Por supuesto, en ambas concep-
6
Para la cica de Lenin, Femando Claud.ín, La crisis MI mavimíento c01TU1nísta, París,
1970, p. 101. La simultaneidad del giro en la política rusa y en la Internacional fue
visea por Arthur Rosenberg: «El gran cambio de ruta de 1921: la MEP y: el ill Con- •Para el gobierno obrero, «Resolution sur la cactique de IIC», aprobada por el IV
greso mundial,., en su Historia del bolchevimw. México, 19n (1939}, pp. 135-152. Congreso, Qt1atre premiers. op. cit., p. 159. para lo último, resolución «Sobre la
' Franz Borkenau, World Commrmism, Ann Arbor, 1962, p. 221. rácrica,., V Congreso de la Internacional Comunista, Segunda parte. México, 1975, p. 53.
298 Europa en crisis, 1919-1939 Santos Juliá 299

ciones del frente único, el horizonte final era la desaparición de la nueva dirección soviética, empeñada ahora en la lucha contra
socialdemocracia y el paso de todos sus militantes a las filas comu- Trotski, rechazaba como una desviación derechista y oportunista
nistas. La divergencia radicaba exclusivamente en la forma de esa . la interpretación del frente único como «estrecha alianza po-
conquista de la mayoría y en el tiempo que sería preciso para que lítica» y lo reducía a puro medio de agitación para liberar a las
la transición se consumara y con ella el gobierno obrero dejara paso masas de su sumisión a los jefes traidores de la socialdemocracia.
a la dictadura del proletariado. Comenzaba así, como reflejo de luchas internas en el se.no del
Lo imeresanre del caso es que cada una de estas condiciones de partido soviético tras la muerte de Lenin y como resultado de la
la estrategia de frente único encontrará su expresión en sendos frustración de los contados intentos de· llevar a la práctica el
congresos de la Internacional: el IV, de noviembre de 1922, frente único -la reunión de las tres Internacionales en Berlín, en
después de formular los habituales ataques contra la socialdemo- abril de 1922- la interpretación izquierdista que pasará· a
cracia corno instrumento de la burguesía y de renovar la consigna formar parte del lenguaje comunista durante los próximos diez
de ir a las masas y conquistar la mayoría, aceptaba la posibilidad años: corno los jefes socialistas no eran más que la mano iz-
de constituir «gobiernos obreros» de cinco tipos diversos entre quierda de la burguesía, siendo la derecha los fascistas, el frente·
los que se comaban, en cuarto lugar «un gobierno obrero con único que deberían propugnar los comunistas era sólo «por la
participación de los comunistas», lo que implicaba, en definitiva, base», o sea, que implicaba en su misma propuesta la élenuncia
la posibilidad de alianzas políricas firmes entre comunistas y so- de la traición de sus jefes. A partir de ese ·momento, las cartas
cialistas. A esta resolución, el IV Congreso añadió las tesis sobre abiertas en las que se propone el frente único serán, en sustancia,
la política de frente único adoptada por la comisión ejecutiva de manifiestos de denuncia de los partidos socialdemócratas ·ame sus
la lC en diciembre de 1921, elaboradas por Rodek siguiendo la afiliados o, como quería el V Congreso, un medio de agitar a las
iniciativa rornada a principios de ese mismo año por Paul Levi masas.
con ~u célebre Carta abierta dirigida a- los partidos. obteros ale- Significativamente, tanto la versión de derechas del frente
manesY. único defendida por ienin en el IV Congreso, corno la de iz-
Casi dos ~ños después, desaparecido Lenin y, sobre todo, de- quierdas, proclamada en el V a instancias de Zinoviev, aunque
rrotado el intento de revolución alemán que tuvo lugar en ocrubre entrañaban distintas consecuencias en la política -de alianza de
de 1923, en el que los delegados de la Internacional jugaron un cada partido nacional, implicaban resultados organizativos que
papel nada desdeñable, las duras críticas que los dirigentes de iz- iban en la misma dirección: reforzar el carácter bolchevique de la
quierda de la Internacional -Bordiga, Ruth Fisher, entre ellos- Internacional y convertirla en un verdadero partido comunista
habían formulado desde comienzos de aquel año contra la política de mundial. En efecto, tanto si se querían acercar a los socialdemó-
frente únic;o, encontraron libre curso en ,el V Congreso. Ya en la carta cratas para formar con ellos alianzas políticas como si lo hacían
de convocatoria del V Congreso, Zinoviev anunciaba que sería so- para escupirles a la cara, los comunistas debían ante todo estar se-
metida a una dura crítica debido a que en la práctica se «había uti- guros de su propia identidad. Y esa identidad les debía venir de
lizado repetidas veces.en una forma que tendía al oportunismo»'°. La su pertenencia a una organización con estructuras propias, incon-
fundibles; estructuras cuyos fundamentos venían de lejos, desde
su misma fundación y las 21 condiciones, pero que se perfeccio-
•Milos Hajek, Historia de la Ter~era lntemariona/, Barcelona, 1984, p. 18, ve en esca naron en el sentido bolchevique tras el ataque de Lenin a las des-
Carta abima -hay muchas en la hiscoria de la Internacional, dice, pero sólo una que:
viaciones izquierdistas y que se remataron ahora, ca~ la reorgani-
se escriba con mayúscula- el verdadero origen de la nueva política de frente úaico,
lo que no impidió que fuera expulsado, premoniroriamence como señala Clandín, de zación de la ejecutiva, tras el ataque de Zinoviev a las desvia-
la Inremacional. ciones derechistas.
10
En Jane Degras, The C1Jt11mz111ist lnternational 1919-1943. Dot:11ments. Londres. El partido de la revolución mundial, como lo definía Lenin,
1960, vol. 2, p. 89. . debe ser en todas sus secciones un partido bolchevique: esta rusifi-
300 Europa en crisis. 1919-1939 Samas Juliá 30!

cación se evidencia en el IV Congreso, último de los celebrados en tiene validez universal, o sea, reforzar la ejecutiva y, como ema-
vida de Lenin tt, y en los nuevos estatutos aprobados por el V nadón de ella, la ~ecutiv~ ampljada y el Presídium. De hecho, a
Congreso, controlado de cerca por Zinoviev. En resumen: los esta- partir del V Congreso, las reuniones dejarán- de ser anuales y, lo
turos de la Internacional se calcaron de los estaturos que regían la que es tan significativo en ellas, dejará de oírse otra voz que no sea
vi~a del partido ruso y presuponen que todos los partidos la oficial. La última nota disidente en un congreso de la Interna-
miembros adoptarán antes o después idénticos estaturos: elección cional la puso Rodek, en el V, cuando defendió, ante la nueva for-
de delegados al congreso; atribuciones de la ejecutiva y del comité mulación de izquierda, la .versión IV Congreso del frente único,
ampliado; celebración de lq~ congresos nacionales después y no que había encontrado, por su parte, el firme rechazo de las delega-
antes de los de la Internacionál 12 • En el V Congreso, esa tendencia ciones de Francia, Italia y España. A partir de ahí, los movidos de-
se extrema· con la consigna de la boichevización, nuevo término bates que caracterizan el primer periodo de fa Internacional.dejarán
que aparece por vez primera en un artículo de Treint publicado en paso a los informes y a las tesis que vienen respaldadas por el eje-
marzo de 1924 y que pasa enseguida «al arsenal de la Comin- cutivo ampliado. La Internacional, desde 1924 es, en efecto, el
tern» i;. Bolchevizarse era, ante todo, mostrarse hostil a la tenden- partido comunista universal, sólo que universal en este caso no es
cia de derechas y al trotskismo, denunciado entonces por el triun- más que un eufemismo que oculta la verdadera dirección, soviética
viraro que sucede a lenin al frente del partido ·soviético. Pero era y rusa, de ese partido.
rnmbién «la tarea central del periodo acr:ual» en lo que respecta a De esta forma, el frente único por la base y el partido mono-
la organización .de los partidos comunistas y a la «formación del lítico son los dos resultados a que habrá llegado la política de
parrido comunista. universal». Bolchevizar es hacer del partido frente único y lá tarea ~e creación de verdaderos partidos comu-
una verdadera organización de masas, capaz de maniobrar, esen- nistas propugnadas .por Lehin desde 1921. El giro de izquierda
~ial°'.'ente revolucionaria y marxista, centralizada, que no admita que aparentemente rét1ejan esas. dos direcciones -polfrica una,
tracc10nes ni tendencia ni grupos, un partido monolícico fundido orgánica, otra- tendrá. en el ínmediaro futuro una singular im-
en un ~o~o bloqué; que se aplique dentro del ejército a un trabajo portancia en l.a definición -de la nueva estrategia ultraizquierdista
s1stemanco de propaganda. En resumen, la bokhevización de los que emprenderá Stalin cuando afirme su. absoluco dominio sobre
partidos significa «la transferencia a nuestras .secciones de. todo lo los órganos de dirección del partido soviético. Muy posiblemente,
que en el bolchevismo ha tenido y tiene aún alcance universal;, 14 • la política que en los años siguientes va a emprenaer la Interna-
Sobre codo, según se deduce del mismo congreso, la estructura cional habría tropezado con fuertes resistencias eñ'las secciones
o:~.anizativa:. ~ Internacional procede a reformar sus organismos nacionales y tal vez en la misma ejecutiva, si no se hubiera pro-
dmgentes teruendo en cuenta lo que en la experiencia bolchevique cedido precisamente a transformar a los partidos creados entre
1918 y 1921, y que sólo se distinguían de los socialdemócratas
por ser «los únicos que creían que la situación permanecía revolu-
"-~enin h_í~~ en este congreso su penúltima ap~ción en público para justificar la cionaria» 1\ en organizaciones altamente centralizadas, monolí-
polmca sov1eaca aunque, al final de su intervención, lamencó que la resolución sobre
organiz_ación de los pan:idos aprobada en el anterior era «demasiado rusa ,. y cerraba ticas, sin fisuras, sin tendencias, fieles trasuntos, en fin, de lo que
el camino a nuevos progresos; Leonard Shapiro, The Comm11nist Party of the Soviet había llegado a ser el part_ido bolchevique tras las sucesivas purgas
Union. Londres, 1970, p. 223. que siguieron a la muerte de Lenin y que culminaron en la vic-_
" E.H. Carr, Socía/ism in one .-011ntry, _1924-1926, vol. 3, p. 949 [El sodalismo en 1111 toria de Stalin sobre Zinoviev y Kamenev, primero, sobre Bujarin,
sólo país, Madrid, Alianza, 1985}.
0 después.
E.H. Carr, «El V Congreso de ia Incemacional Comunisca,., en V Congreso, pp. 27
y 28.
" Ver pun_co XIV, «La bokhevización de los partidos y la formación del partido co-
munista universal» de la resolución «Sobre la táctica comunisca», Congreso. Segunda " Es «el primer elemento de diferenciación» entre comunistas y socialistas que ob-
parte. pp. 59-60. serva Spriano en Storia, p. 109.
302 Europa en crisis, 1919-1939 SanrosJuli:í 303

CLASE CONTRA CLASE vique» 17 • Para Shapiro, la cuestión es simple: el giro político em-
prendido por el partido ruso en su dirección de la Comintern re-
Porque, en efecto, la historia que sigue es difícilmente compren- flejaba «el grado en que esta organización era utilizada como un
sible si no se tiene en cuenta que el triunfo de la versión del frente campo de batalla para las luchas internas de Rusia» 18 •
único como frente único por la base y de la bolchevización, habían La batalla que los rusos trasladaron a la Inrernacional no era
desembocado en la consolidación de una organización inrerna- otra que la que llevaría a la clerrota de Bujarin y ai triunfo de
cional supeditada por completo a la dirección rusa y que encon- Stalin al frenre del Partido Bolchevique. Es una historia conocida y
traba en ese hecho su orgullo y su motivo de alegría 16 • Supeditado de la que aquí sólo importa su repercusión en ias dos constanres
a ia dirección no quiere decir que nada de lo que ocurra en las di- que estamos considerando: las políticas adoptadas por la Interna-
ferenres secciones de la Inrernacional puede explicarse sin ver cional y su creciente organización como partido comunista (bol-
detrás la mano de Moscú, sino, únicamente, que de Moscú pro- chevique) mundial. Con el apoyo de Bujarin, y de los que se co-
cedía la línea política a seguir por las diferentes secciones nacio- nocía como ala derecha del partido, Stalin había ·conseguido li-
nales y que era Moscú, en último término, quien resolvía, en un quidar la oposición de izquierda representada por los viejos bolche-
sentido o en orro, y por la intervención directa de sus delegados, viques K.amenev y Zinoviev que, a su vez, había sido altamente
las tensiones y enfrenramienros que se producían en el seno de insmúnental en la lucha e irunediata derrota de Trotski en 1925.
cada partido. Liquidada la oposición de izquierda, Stalin emprendió un especta-
Pero quiere decir algo más: la línea política, la táctica o la es- cular movimiento estratégico que.consistió en volverse contra Bu-
trategia que definía todo un periodo de la. Internacional, aunque jarin con objeto de iniciar una política que dejaba en ·moderada la
pudiera t~ner su origen en experiencias nacionales, se imponía a q~e había propugnado la izquierda de 1925-1927. Esa política, la
todas las secciones en función de las luchas internas en la dirección «tercera revolución» como la denomina Shapiro, ~onsistió en
del partido _ruso y en la ·percepción que los dirigente~ rusos tu- acabar con la NEP y con las capas sociales que habían crec;ido a su
vieron de ~us intereses nacionales. La Inrernacional fue en estos cal~r, los kulaks, y emprender una vertiginosa política de industria-
años, quizá, algo más que el reflejo de las luchas por el poder en los lización. .
órganos dirigentes del partido ruso y fue, desde luego, algo más Sean cuales hayan sido las razones de Stalin para iniciar esa po-
que un puro instrumento de la política ~nternacúonal soviética, lítica, lo cierto es en todo caso que la persecución contra los kul':ks
pero como demuestran los dos giros políticos que todavía quedan en el interior se acompañó de un ataque en toda regla a la social-
por esrudiar, fue cada vez más ambas cosas. democracia en el exterior: todo formaba parte de una ofensiva ge-
Que fue lo primero lo demuestra, más que ninguna otra etapa neral contra la derecha. Ese ataque se justificó teóricamente con el
de esta historia,. la que se inaugura oficialmente con el IV Con- hallazgo de un tercer periodo en la evolución del capitalismo
greso cefebrado en julio de 1928 y se consagra en su versión ex- después de la guerra, que conduciría «fatalmente, por un nuevo
trema, y exactamente un año después, en el X Pleno de la comisión desenvolvimiento de las contradicciones de la estabilización capi-
ejecutiva. Incluso un historiador generalmente proclive a conceder talista, a un nuevo quebrantamiento de la estabilización capita-
grandes márgenes de autonomía a los desarrollos internos de las lista y a una aguda agravación de la crisi~ general del capitalis-
seccciones, como Hajek, r:econoce que «la evolución en la orien-
tación de la Comintern en 1928 y en los años siguientes sería im-
17 Naruralmente, después de haber señalado orros factores, entre los cuales, el «giro
pensable sin la nueva fase de la lucha interna en el partido bolche-
a la derecha» de la Segunda li:itemacional y de la lncemacional de Amscerdam, His-
toria, pp. 171-174. En .p. 209, Hajek rechazaba la idea de que la política de clase
contra clase fuera la simple e inevirable consecuencia de la política de rápida indus-
16
Por ejemplo, 0.H. Kuusinen «Under leadersbip of Russia», en The C011111U111Í!t Irz- trialización}" «un simple instrumento de Stalin contra Bujarin».
ternalío11al. 1 (1924), p. 134 y ss. '"Sbapiro. The Com=nirt. p. 371.
304 Europa en crisis, 1919-1939 Santos Juliá 305

mo» 19 • Por supuesto, con la crisis sonaría de nuevo la hora de. la asumido, según afirma el Congreso, el papel «particularmence
revolución mundial. odioso en los manejos escisionistas del reformismo», «Son-de hecho
Ante esa fatal salida que esperaba al tercer periodo, la· Interna- los enemigos más peligrosos ael comunismo y de la dictadura del
cional decidió intensificar la lucha contra todos los partidos en proletariado», «los más peligrosos agentes de la política burguesa
cuyo programa se incluyera la defensa de la burguesía y del capita- en el seno de la clase trabajadora» y, en fin, «la fracción más perni-
lismo y, particularmente, contra la socialdemocracia, «partido ciosa de los partidos socialdemócratas» 21 •
obrero de la burguesía». Era, sin embargo, difícil compaginar la Que la Internacional aprobara estas tesis -aunque no fuese po-
declaración de la socialdemocracia como enemigo principal de la sible introducir todavía, por la oposición con que tropezó, la
clase obrera con el mantenimiento de la política aprobada por el III fórmula que identificaba a los socialistas como socialfascistas-
Congreso de la Internacional y ratificada por el N y V, aun con las significaba un gran paso adelante en la derrota de Buj<1:-fin que se
modificaciones que tendían a corregir su aplicación oportunista. consumará con su condena formal en el X Pleno. Mientras tanto,
Ahora ya no se trata sólo ·de combatir el oportunismo de derechas Stalin, fuerce ya con el respaldo que el VI Congreso presta a su po-
sino de combatir a la socialdemocracia, lo que obliga a los autores sición y convencido de que maduran «los elementos de un nuevo
de la resolución sobre la táctica a modificar su «forma» aunque auge revolucionario», impone en abril de 1929 una «retahíla de
-añaden- sin cambiar «de ningún modo el contenida princi- careas» a la Internacional: es preciso que los comunistas asuman la
pal» 2º. Esca dedaración podría entenderse literalmente en el carea de «agudizar la lucha contra la socialdemocracia y, anee todo,
sentido de que, en efecto, la táctica -de frente único siempre había contra su ala 'izquierda»>, conveniencemente encreco.millado; que
sido lo mismo, un medio para ahogar en el abrazo a la socialdemo- agudicen en el seno de l9s partidos comunistas la lucha contra los
cracia. Pero las conse~uencias prácticas de esta modificación elementos de derechas y, en fin. que agudicen l.a lucha· contra «las
«formal» no serán nada formales. La Internacional rompe de hecho tendencias conciliadoras con la desviación derechista». Tareas rodas
roda posibilidad de que alguna de ·sus secciones se aventure por el .que el X Pleno de [~ comisión ejecutiva asumirá de buen grado
camino de las coaliciones electorales con los partidos socialistas. Y «imponiendo a las distintas secciones de la Internacional Comu-
éste es el sencido final de lo que se define como cambio de forma nista reforzar la lucha contra la socialdemocracia internacional» y
aun manteniendo el concenido. · especialmente contra su ala izquie.rda que «sostiene con roda su
El resultado más inmediato y devastador de esca política fue fuerza la polítiéa del socialfascismo» 22 •
que el VI Congreso idencificó a la socialdemocracia como enemigo Las tesis sobre el socialfascismo y la definiciófi· de la izquierda
principal del comunismo y llamó, por canco; a reforzar la lucha, no socialdemócrata como la más peligrosa ola de la socialdemocracia
en primer término contra las masas socialdemócratas, que podían encrañaban un cambio sustancial en· las cesis leniniscas dei frente
estar equivocadas de buena fe, sino contra SU$ dirigentes y, sobre único, por muy sectaria que fuese su interpretación o aplicación.
codo, contra sus dirigentes de izquierda, es decir, contra quienes· En resumen, a partir de ese momenco, el frente único era la forma
más proclives podían sentirse a pactar con los comunistas o vice- bajo la que debían dirigirse los partidos comunistas a los afiliados
versa. Los líderes socialdemócratas llamados de izquierda han de la socialdemocracia individualmente considerados, es decir, ni
siquiera como miembros de organizaciones de base e~ cuanco cales.
Naturalmente, esa línea política implicaba el rechazo de cualquier
19
«Tesis sobre ta situaeión y las careas de la Incernacional Comunista», VI Congroo
de la lnternadrmal C~ Primera parte, México, 1977, p. 97. En la «introducción»
a escas cesis se definía el primer periodo como «crisis aguda del sistema capitalista», ' VI Congreso, pp. 106, 108 y 261. respeccivamence.
1

el segundo era la cesabilizacióo» y este tercero de «elevación de la economía capita- " Para las careas enunciadas por Scalin, Claudín, La crisis, p. 21. Para lo aprobado en
lista y, casi paralelamente, la de la Unión Soviética más allá de sus niveles de anees de el pleno, cTesi dei X Plenum sulla sicuazione incernaz.ionale e i compiti immediaci
la guerra». dell'Incernazionale comunisca, .. , en Aldo Agosci, La Terza lnternazionale. Storia dom-
'°VI Congreso, p. 115. ntentaria, Roma, 3. 1, pp. 106-107.
306 Europa en crisis. 1919-1939 Santos Juliá 307

oferta de coalición polírica o meramente electoral que pudiera pro- torales. La explicación radica, probablemente, en que se hizo fuerte
ceder de los partidos socialistas, pero significaba también un no- sobre todo en organizaciones de parados y entre jóvenes con em-
table giro en la política sindical 23 • Los sindicatos antes calificados pleos inestables, y en el recurso a la violencia callejera para batir a
de reformistas serán ahora, sencillamente, socialfascistas y la po- los nazis. Debido a la presencia de la socialdemocracia en los go-
lítica sindical emprendida por los obreros revolucionarios exigía su biernos resultaba más fácil presentarla como culpable de la desas-
abandono y la creación de sindicatos rojos que debían mantener trosa situación económica y como principal enemigo a abatir en un
siempre, pues la revolución estaba de nuevo cerca, la ofensiva. frente que llegab.a desde los nazis hasta ella misma incluyendo a la
Los comunistas de los países europeos dieron, pues, una vuelta de política y a la administracíón pública25 • En este sentido, es por
tuerca a su ya larga tradición de aislamiento y sectarismo que se re- completo pertinente la observación de Hajek: viendo fascismo por
flejó inmediatamente en la caída de sus efectivos y de sus votos. En todas partes y calificando a todos de fascistas, los comunistas ale-
realidad, la afiliación a los partidos comunistas había venido cayendo manes subestimaron el verdadero peligro fascista. De otra forma no
lento pero ininterrumpidamente desde los congresos de escisión. El habría ocurrido tal vez lo que Hajek define como «episodio más fa-
partido comunista francés, por ejemplo, que había colocado 109.391 tídico de la política de clase contra clase»: la participación comu-
carnees en 192~ 1 sólo tenía la mitad -55.598- dos años después y nista:; junto con los nazis, en el plebiscito de Prusia de '193 l26 •
de ahí cayó hasta 28.000 en 1933, año en que la política de clase
contra clase alcanzó su mayor nivei de sectarismo. En el español, que
jamás había tenido el nivel de afiliación del francés, las .dimensiones DE LA UNIDAD DE ACCION AL FRENTE POPULAR
a que .se había llegado en 1930 y 1931 lo convertían en una secta po-
líricameme irrelevante, sólo capaz de plantar'por mios minutos una Aislamiento y sectarismo comunista, impotencia socialista,,ascenso
camioneta ·en la Puerta del Soi para gritar «muera la República y del nazismo; así puede resumirse el efecto de la política seguida
vivan los soviets». Y lo que era norma en los partidos latinos, lo es por la Internacional a.partir del comienzo del «tercer periodo». Sin
también en el conjunto de la Internacional: sus cerca de 900;000 afi- duda; que todos estos fueron efectos de esa política no quiere decir
liados de 1921 bajaron al nivel mínimo de 328.000 en 193l24 • que sólo lo fueran de ella. Como en este curso se ha puesto ya de
Las consecuencias de esta política fueron desastrosas no sólo manifiesro, tanto en el ascenso del fascismo al poder en Italia como
para los comunistas. Experimentada por vez prixpera en las elec- en el triunfo del nazismo en Alemania intervinieron múltiples fac-
ciones francesas de 1928, la presencia de candidaturas comunistas tores que no podrían reducirse a la política seguida por la Interna-
en la primera y segunda vuelta les provocó una pérdida de 11 di- cional. Pero si eso es cierto, también lo es que esa política no sólo
putados, de lo que obtuvieron fácil consuelo al comprobar que los no resultó eficaz para c~ntener al fascismo sino que, independien-
socialistas perdíap. 50. En Alemania, sin embargo, la política de temente de la resistencia que pudieran ofrecerle los militantes de
clase contra clase parecía prometer grandes resultados pues fue en- los diversos partidos comunistas, favoreció su consolidación.
tonces, entre 1.929 y 1933, cuando el partido comunista alemán Tanto que el 6 de febrero de 1934 militantes comunistas franceses
tuvo un mayor número de afiliados y alcanzó mayores ·éxitos elec- y miembros de las ligas fascistas llegaron a encontrarse, aunque en-
frentados entre sí y todos con la policía, en.el mismo lugar y pidiendo
la misma cosa: la dimisión de Daladier. A partir de ese momento, sin
23
Agosri considera que las rc:pcrcusiones más profundas de la nueva orientación de embargo, se puso en marcha una dinámica nueva, cuya primera ex-
la Cominrem se produjeron en la poütica sindical.
,. Annie Kriegel, Les ate1llll1ÚJla fr111ff4iS, París, 1968, p. 13. Piatniski, secretario de
organización de la IC, daba la cifra de 120 afiliados en el PCE en 1931, S. Juliá, La " Eve Rosenhafi:, Beating the fasdsrs? The German Com11l1111ÍitJ and poiitical violence.
izquierda ád PSOE. 1935-1936, Madrid, 1977, p. 194. Para la IC, Annie Kriegel, Les Cambridge, 1983, que discute varias tesis tradicionales sobre el papel del KPD du-
Internationales Ollflrims. París, 1966, p. 112 [.Lz.r Internacio114/es obreras, Barcelona, rante los últimos años de la República de Weimar.
Orbis, 1984]. "'Hajek, Historia, p. 222.
308 Europa en crisís, 1919-1939 Santos Juliá 309

presión fue la manifestación de socialistas y comunistas el día 12 del Esta nueva política, elaborada en el concreto espacio de unos
mismo mes. Aunque el lenguaje de clase conrra clase tardó varios meses a pesar de que entrañaba un giro radical- y hasta dos giras-
mes~ en desaparecer, el PCF propone, en la conferencia de Ivry que en las políticas de fience único por la base y, a más razón, de clase
se celebra entre el 23 y 26 de junio, un pacto de unidad de acción a la contra clase, fue aprobada por ia CEIC (Comisión Ejecutiva de la In-
SFIO (Sección Francesa de la Internacional Obrera); aceptado por ésta ternacional Comunista), en presencia y con el beneplácito de un
el 15 de julio y firmado por delegaciones de ambos partidos el 27 y Stalin que se disponía a mostrar, tras el asesinato de Kirov, su «puño
en el que se ha visto, con razón, no sólo la prueba de un giro en las re- de hierro», en la reunión mantenida en diciembre de 1934 30 •
laciones eme ambos partidos sino en toda la política de la Co- Adoptada como política oficial de la Internacional tras la declaración
mínrem17. Pues la iniciativa no se limita a Francia: en España, y en de Stalin de mayo de 1935 en el contexro del pacto franco-soviético,
cartas dirigidas al PSOE los días 4 y 12 de julio del mismo año, el la política de frente único como soporte de un frente popular antifas-
comité central del PCE propone a: la comisión ejecutiva del PSOE la cista fue teorizada y consagrada solemnemente en el VII Congreso de
firma de idéntico pacto -y con idénticas palabras y expresiones y ia Internacional, celebrado en agosro de 1935. Allí, Dimitrov, en un
hasta con la misma sinraxis francesa- al que por las mismas fechas se célebre informe estableció como núcleo de la política comunista la
discutía en Francia28 • Mientas tanto, o sea, entre enero y julio de política de frente único, entendida como acuerdo formal entre·parti-
1934,.y a la vez que tenía lugar este vuelco excraordinario en lapo- do y obreros «de las clases medias», un eufemismo para evitar la tra-
lítica de los partidos comunistas nacionales y de la Internacional, la dicional calificación de partidos burgueses. Lo que había comenzado
Unión Soviética imprimía también un profundo giro a su política ex'- en París, con ocasión de unas manifestaciones en fobrero de 1934.
teríor acercándose .a Francia y a las democracias occidentales en la encontraba en Moscú año y medio después no sólo el alto apoyo de la
bÓsqueda de una política común de contención del fascismo. Todavía Internacional sino su consagración como vía obligada para que los
unos meses después, el 10 de ocrubre, Maurice Thorez, en un dis- comunistas de todo el mundo salieran dé su aislamiento" sectario y
curso que comó por sorpresa a los socialistas, propuso ampliar a las recuperaran la iniciativa en la política de sus respectivos países.
«Capas medias» y, más exactamente, al partido radical el pacto de La magnitud del cambio así Operado en la polícica de los partidos
unidad de acción co.n la firma de un nuevo pacto, nunca anees ima- comunistas nadonales, de la Internacional, y de la propia Unión So..:
ginado por ningún partido comunista, al que denominó «popula,r», viética, ·y la rapidez de la transición del frente único .al popular, ha
para distinguirlo del pacto erirre los partidos de la clase obrera. Ni convertido al VII Congreso y a las reuniones de los.plenos y presí-
que decir tiene que el nuevo contendido «popular» del frente hubo diums de la comisión ejecutiva que le precedieron y siguieron en
de discutirse también por aquellos días entre los comunistas esp~­ materia de exégesis detallada, al objeto de rastrear en discusiones, .
ñoles que acababan de participar en una revolución obrera y que no acuerdos y manifiestos el origen y los exactos contenidos de la nueva
comprendieron en los primeros momentos la necesidad de volver la política y su inmediata ampliación, para poder así atribuirle causas y
vista hacia los republicanos y tenderles formalmente la mano19 • objetivos basados en deducciones racionales y no puramente ideoló-
gicas. Se podría decir que dependiendo de los textos que se tengan a
la vista, se atribuirá uno u otro origen a la nueva polírica y, con el
'' Georges Lefranc, Histoire du front populaire. París, 1974, sigue siendo muy úcil
para cronología y documentos. _
"'S. Juliá, Orígenes del frente popular en España. Madrid, 1978. Hay dos reciences pu- PCE, Vlll-116. Para diversas interpretaciones sobre las primeras huellas de la política
blicaciones que recogen ponencias presentadas en sendos coloquios sobre el frence po- de frente popular en España: S. Juliá. «Sobre la formación del Frence Popular en
pular y que dedican especial atención a los casos francés y español: M. S. Alexander Y España», Sisumd, 73 (julio 1986), pp. 68-70, y Rafael Cruz, El Partida C011lunista de
H. Graham (eds.), The French ami Spanish Popular Front. Comparatiw Perspeat11es, Cam- España m la II R.tptíMiu, Madrid, 1987.
bridge, 1969 y Aldo Agosti (ed.), La stagiom del Fronti Popolari, Bolonia, 1989. "' «lt was only after che assassinatíon of Kirov on December. l... chat che iron fisc
"'Discusión entre José Díaz y Vicente Uribe en «Acta de la reunión del Buró po- was allowed ro appear•, Escribe Carr. Twilight. p. 121 (E/ ocaso de la Comi11tem, 1930-
lítico del Partido Comunista de Cataluña», de 17 de noviembre de 1934, Archivo del 1935, M2drid, Alianza, 1986}.
310 Europa en crisis, 1919-1939 Sanlos Juliá 311

origen, una u otra causa. En resumen, el debate gira, o ha girado, en prendió, pues ya había mostrado su desacuerdo con ella desde
corno a una cuestión fundamental que divide a los historiadores co- 1932, la crítica de la política de clase contra clase y defendió en
munistas de la «Storiografía non cr:mzunista e anticr:mzunista». Mientras distintos organismos de la lnterancional, para los que inmediata-
los primeros aceptan de buen grado la simultaneidad del cambio de mente fue nombrado, un cambio de política que abandonara la
la política exterior soviética con el inicio de la política de frente consideración del socialismo como socialfascismo, la definición de
único, no atribuyen sin embargo a la coincidencia ningún valor los partidos socialistas como principal insrrumerito de la burguesía
causal. Para encontrar los orígenes de la nueva política no hay que y que dejara de ver a la izquierda socialista como el enemigo más
perderse entre papeles diplomáticos y ni siquiera ayuda mucho pernicioso. Dimitrov, nombrado relator para el congreso de la In-
atender sobre codo a las discusiones en el seno de los órganos diri- ternacional, previsto en principio para ese mismo año, consiguió
gentes de la Internacional sino que hay que salir en primer lugar al importantes apoyos en los organismos directivos y logró superar la
encuentro de «las masas obreras francesas», que son las que desem- oposición del grupo encabezado por Bela Kun y partidario de man-
peñan un papel «Verdaderamente importante». El momento decisivo tener la política de clase contra clase. Su política ascendió desde las
para una periodización, «el día exacto» en que puede situarse la instancias de la Internacional hasta que el mismo Stalin, desdeñoso
«efectiva ruprura con el pasado» es el 12 de febrero de 193431 • Por hasra entonces de los P.artidos comunistas exrranjeros y nada inte-
supuesto, los órganos dirigentes de la Internacional- aprobaron la resado por la Internacional, la sancionara en la sesión celebrada por
nueva polírica, pero en ningún casp la impusieron ni la iniciaron. el Presídium de la CEIC en diciembre de 1934, al comprender las
Fue en Francia, por iniciativa de las masas obreras. ante la amenaza ventajas que de ello podía derivarse para el nuevo rumbo im-
fascista donde se inició el frente único, y fQe allí mismó, a iniciaúva primido por Lirvinov a la política exterior soviética desde que los
esta vez .~el partido comunista y más concretamente de su secretario alemanes y los polacos acercaran posiciones 32 •
general, Maurice Thorez --que se h_abría enfrentado por este motivo Pero hay todavía una tercera posibilidad de jdentificar el origen
con dirigentes de la Internacional-, donde esa política giró de de~ giro de la Internacional, que acentúa precisame'nte el papel de-
nuevo, o terminó de abrirse, hacia el frente popular. terminante de la nueva política exterior soviética en la adopción de
Los que atienden menos a la presión de las masas --o los que la política de frente único e, inmediatamente, de frente popular.
sospechan que esa presión puede encauzarse hacia objetivos dis:. No se trata, como a veces se le ha reprochado, de una interpre-
cintos según se empuje hacia una u otra dirección- y se enfrascan tación mecanicista y puramente instrumental que olvidase las ini-
más en la documentación interna de la Internacional o en las ini- ciativas surgidas desde el interior de los partidos comunistas nacio-
ciativas diplomáticas del gobierno soviético, ponen el acento, natu- nales o en el seno de la misma Internacional, sino de situar esas
ralmente, en estas otras dimensiones de la política de frente único. tendencias en el m~co de los cambios de política exterior, postu-
Si para_ Agosti· el día en que se inició el cambio fue el 12 de fe- lando ciertamente para ese roa.reo un papel determinante, tanto
brero, para Edward Carr el «crucial turning-point» fue el día "27 de quizá como la iniciativa de las masas o el trabajo de Dimitrov en .
ese mismo mes y año, pero no porque entonces tuviera lugar las dos. interpretaciones en las dos anteriores. Concretamente, Fer-
alguna gran manifestación de masas sino porque en ese día llegó a nando Claudín afirma que las tendencias en el sentido de frente
Moscú Georgi Dimitrov. A parcir de su llegada, Dimitrov reem- único -como probaría el caso de Doriot en Francia- «no hu-
bieran podido abrirse paso de no haber mediado un giro en la po-
lítica exterior soviética». Por tanto «el punto de viraje» hay que si-
31 Para el papel de las masas, Hajek, Hist(}rÍa, 282. Para el día en que se inicia una
tuarlo en los primeros días de mayo, cuando Barthou, ministro del
nueva etapa. Agosti, La Terza, III, 2, p. 713. Serge WQlikow reclama para el PCF cal
Exterior de Francia, propone un pacto fran~o-soviéticode ayuda
grado de autonomía en la elaboración de la política de frente popular que reduce el
papel de la IC a mera recipendiaria de la propuesta.y no menciona las existencias de la
política exterior soviética, «El antecedente francés», Estudios de Hisr(}ria Social. 16-17
(1981), p. 64. l2 E.H., Carr, Twilight, p. 124.
312 Europa en crisis. 1919-1939 Santosluüá 313

mutua que contrarreste los efecros del pacro germano-polaco que meter aquí tal tipo de análisis, me limitaré para cerrar esta síntesis,
tanto había alarmado a Stalin. La.misma razón de política exterior a discutir el contenido de las propuestas de unidad de acción y
habría determinado at--partido- comunista francés, a principios de frentepopulistas en lo que respeéta a la nueva relación política
octubre, a proponer la ampliación del pacto de frente único a los entre comunistas y socialistas, o lo que signifique _RQstular un pe-
radicales, pues su concurso era decisivo para el proyectado pacto de riodo de transición entre capitalismo y. socialismo o entre Estado
la Unión Soviética con Francia3'. burgués y dictadura del proletariado y, en fin, al papel de la Unión
«Giorno preciso», «crucial turning-point», «punto de viraje»; las Soviética en el sistema mundial de Estados y las repercusiones que
tres interpretaciones utilizan expresiones temporales fuertes y son todo esto tuvo en la configuración de un nuevo tipo de militante
tan precisas que hasta señalan el día de comienzo de la nueva po- comunista.
lítica. De acuerdo en que esa política tuvo una fecha de nacimiento Por lo que respecta a la primera cuestión, las novedad.es del in-
que se puede señalar con el dedo sobre el calendario, los autores, al forme Dimitrov son conocidas y han sido multifud de veces evo-
postular causas diferentes, divergen también profundamente en el cadas y analizadas: el VII Congreso de la Internacional liquida la
énfasis con que destacaban sus diferentes contenidos: el movimiento definición de los socialistas como socialfascistas y como instru-
de masas contra el fascismo bajo la dirección o el impulso del par- mento de la burguesía y la consideración· del ala izquierda del so-
ci~o comunista es lo que aparece privilegiado en la primera visión, cialismo como ei peor enemigo de la clase obrera;. en su luga¡:-,
mientras que la segunda insiste sobre todo en la reconsideración de propone la más estrecha «colaboración con los obreros, militantes
la relación «Sectaria» con los socialistas y la tercera en los acuerdos responsables y organizaciones socialdemócratas de _izquierda»,
de la Unión Soviética con las potencias democráticas y, especial- <}.unque pueda percibirse todavía algún eco del pasado en· la exi-
mente, _con Francia. A consecuencia de este distinto acento, apa- gencia de redoblar «la lucha contra la parre reaccionaria de la so-
recerá diferente también la relevancia de los agentes principales; son cialdemocracia»'\ lo que de todas formas no era sólo una tarea:
las masas las que imponen la política de frente. único; es Dimitrov asignada a los Gomul!istas sino que asumían cambién. con em:u.,- .
quien triunfa sobre B.ela Kun; es Stalin quien se decide por una po- siasmo y dedicación los sectores de izquieda de la socialdemocracia
lírica internacional de contención del fascismo, o sea. y por decirlo y, sobre .todo, sus juventudes. Al presentar escas propuestas de eS,1.
con las instituciones que están detrás de esos agentes. son partidos trecha alianza con el ala izqu~erda del socialismo, Dimitrov no se
comunistas nacionales, la Internacional Comunista, la Unión So- limitaba a recuperar la política de frente único enunciada por:
viética, según los casos, los principales agentes de la nueva política. Lenin en 1921 sino que, para romper el aislamienéó en que el sec-
No por afán de eclecticismo o irenismo, sino porque parece res- tarismo de la política de clase contra clase había encerrado a ios co-
ponder mejor ~ las distintas dimensiones ó facetas de la nueva po- munistas, l~s propone convertirse en «verdaderos partidos políticos
lítica, un análisis del giro político emprendido por la Internacional de la clase obrera» y desempeñar «el papel de factor político en la
y los partidos comunistas en el verano de 1934 debe tener en vida de su países»;6 • No se traca, por canco, de conquistar las masas
cuenta rodos esos factores como deberá tenerlos en cuenta también con el inmediato o primer objetivo de dispon~r del instrumento de
el abandono de esta política en 193954 • En la imposibilidad de aco- la revolución, sino de hallar «Un lenguaje común con las masas
más extensas a fin de encontrar los caminos que conducen a la li-
quidación definitiva del aislamiento de la vanguardia revolucio-
"F. Claudín, «Scalin y el Frence Popular», Estudios de Historia Soda/, 16-17 (1981),
p. 172. Para una versión más abrupca, el cestimonio de Celie y Albert Vasarc, «The
Moscow origin of che French 'Popular Fronc',., en M. M. Drachkovich y B. Lazicch, " .. La ofensíva del fascismo y las careas de la Incemacional Comunista. Resolución
The Comintern. Historial highlights. Scanford, 1966, p. 235. sobre el informe del camarada Dimicrov», Farcismo, democracia y frente popular. VII
J< Jonachan Haslam, cThe Soviet Union, che Cornintem and che demise of che Po- Congruo de la lntmtaei011al Comunirta, México, 1984, p. 468.
pular Fronc, 1936-1939•, en H. Graham y P. Preston, The Pop11/ar Front in Europe. "Georgi Dimicrov, «La ofensiva del fascismo y las rareas de la Incernacional Comu-
Londres, 1987, pp. 152-160. nista», en Fast:irmo. p. 218.
314 Europa en crisis, 1919-1939 Santos Juliá 315

naria». Tal lenguaje exige a los comunistas partir de los intereses de .voluntad y de acción y está comprobado por la experiencia de
más apremiantes y vitales de esas masas y actuar sobre la base de los bolcheviques rusos» 38 •
sus propias experiencias. En la ambigüedad de la propuesta de frente único con la social-
El primer objetivo de la política de frente único con los socia- democracia radica la evidente insuficiencia de los informes y las re-
listas consiste, por tanto, en lograr que los partidos cómunistas soluciones del VII Congreso, cuando abordan el problema de la re-
salgan del aislamiento y desempeñen un papel relevante en la po- lación entre defensa· contra fascismo y lucha por la democracia por
lítica de cada país. La política, en el sentido más exacco del medio de un gobierno de frente único o de frente popular. La In-
término, juega ahora el papel que la revolución desempeñaba en las ternacional está ahora lejos de identificar el fascismo con una va-
propuestas de frente único de 1921. Entonces había que conquistar riante de la democracia burguesa pero no está tampoco cerca de de-
la mayoría y atraer al seno. de los partidos comunistas a las masas finir la democracia como un objetivo específico de la movilización
socialdemócratas porque tal era la única vía para que los intentos obrera popular. Es cierto que Dimi~rov admite la eventualidad de
de 'insurreción no acabasen en fracaso. Ahora hay que hacer exacta- la creación de un gobierno de frente único proletario (de alianza
mente lo mismo --conquistar lá mayoría, atraer a los militantes con los socialistas) o de frente popular antifascista (con partidos de
socialdemócrátas, denunciar al ala reaccionaria, establecer con el las clases medias) pero sólo le asigna el objetivo de «lucha contra el
ala izquierda relaciones orgánicas y trabajar con la unidad sin- fascísmo y la reacción» mientras atribuye expresamente «a los
d,ical- .n~ para hacer la revolución sino para desempeñar en la.po- oportunistas de derecha» el intento de crear «una fase intermedia
lmca nac10nal un papel .destacado. Era preciso, en definitiva, y democrática especial entre ~a dictadura de la burguesía y la del
como ha visco muy bien Franco de Eelice, retornar a la políi:ica --o proletariado para inculcar a los obreros la ilusión de un pacífico
tal vez, sobre todo para aquellos partidos que en 1921 quedaron paseo parlamentario»; es el gobierno que se forma «en vísperas de
reducidos a pequeñas secras-, comenzar a incorporarse a la po- la revolución sovi_ética», o sea y por decirlo más crudamente, es el
lítica. gobierno que prepará las condiciones de su prnpia desaparición 39 •
Esta nueva perspectiva en la que los comunistas debían situar El gobierno de frente único no parece, en efecto, más que «un ex-
su actividad militante no :tendría sentido si entre el gobierno pediente destinado a ganar tiempo para preparar la verdadera revo-
a~t~ y la dia:adura del proletariado, entre el capitalismo y el so- lución» 4º.
c1al1smo, no se postulara un largo proceso de transición en el que, a Hasta ahí es hasta donde parece· haber llegado el VII Congreso,
través de un inteligente acercamiento a la socialdemocracia, los aunque algunas lecturas -preferente o exclusivamente italianas-
vínculos orgánicos se convirtieran en unidad orgánica, en la cons- perciben «una nueva actitud de los comunistas ante las institu-
trucción de un único partido de la clase obrera. El frente único ciones democrático-burguesas, si bien se reconoce su «forma em-
lleva aparejado; pues, como objetivo intermedio, la unidad or- br.ionaria» 41 • Tal vez los italianos sean en esta interpretaeión deu-
gánica con la socialdemocracia, lo que los intérpretes comunisras dores de los desarrollos libremente realizados por Togliatti a partir
de esta política llamarían la recomposición política de.la clase bur- del VII Congreso aunque con una evidente distancia respecto a las
guesa37. Se trata, como podía esperarse, de una pura y simple ab:. resoluciones de partida. Togliatti, en efecto, reflexionó sobre la ex-
sorción de los partidos socialdemócratas por los comunistas pues a
e~o, y no a otra cosa, equivalen las condiciones de la unidad, espe-
c1almenr.e cuando se habla de «instaurar la dictadura del proleta- 38
«La ofensiva. .. Resolución», Fmas-, pp. 475-476.
nado bajo la forma de soviets» o erigir al nuevo partido unificado 39
Dimitrov, ..La ofensiva», Fascm.o, pp. 201-206 para la cuestión del gobierno de
«sobre la base del centralismo democrático que asegura la unidad frente único.
•• Donald Sassoon, «Togliaa:i, italian communism and the Popular Fronc,,, en P.
Prestan y H. Graham (eds.), Tht Poptdm; p. 142.
1
" Aldo Agosti, «Democracia y socialismo en la línea estratégica frenrepopulista»,
' Franco de Felice, «lntroducci6n•, Fascism1J, p. 27. Estudios de Historia Social, 16-17 (1981), p. 191.
316 Europa en crísis, 1919-1939 Santos Juliá 317

periencia española atribuyendo al frente popular la creación de una nización..3 • En efecto, a partir de 1934, Stalin no tendrá nunca a su
república democrárica de nuevo tipo. Es un desarrollo interesante, alrededor ninguna voz discordante, níngún voto en contra,
sin duda, al menos en el plano teórico, pero que resultó definitiva- ninguna abstención ante sus propuestas. Su completo control del
mente arruinado por la derrota de aquella democracia de nuevo aparato del partido bolchevique y del Estado soviético, que tuvo
tipo en la Guerra Civil. No es posible saber qué le habría deparado hacia el interior el trágico resultado de los juicios y las purgas, no
el desrino si los leales y no los rebeldes hubieran triunfado, pero era compatible con el relajamiento del contr:ol sobre el aparato de
codo hace pensar que, en condiciones óptimas para los comunistas la Internacional y, a través de ella, de los partidos nacionales: la hi-
y la Unión Soviética, la democracia de nuevo tipo no habría sido pótesis de que la política de frente popular, al arrancar a los par-
un modelo diferente a los primeros estadios de las futuras demo- tidos comunistas del sectarismo y empujarles a las alianzas con
cracias populares. Pero es ocioso lucubrar sobre la cuestión42 • otras fuerzas y al tener un contenido antifascista y de defensa de la
Además de sus implicaciones para la relación entre comunistas y democracia, implicaba una democratización interna, no se tiene en
socialistas y de la posible discusión teórica sobre las fases o estadios pie. Al contrario, es ahora cuando culmina también la construcción
de transición al socialismo, la política de frente popular aparece co- de los partidos comunistas como esa especie de círculos concén-
mo vehículo de una nueva concepción del papel de la Unión Soviéti- tricos de permanentes, cuadros, militantes, adherentes y simpati-
ca en el sistema mundial de Estados y la consiguiente presencación zantes tan exactamente definidos por Annie Kriegel. La estructura
de los partidos comunistas como partidos nacionales, identificados de los partidos, su vinculación orgánica con la Unión Soviética ·y,
con tradiciones y valores patrios, que pueden ir desde Jl,lalla de Arco simultáneamente, su trabajo entre las masas y en las: organizaciones
o Agustina de Aragón, símbolos de la resistencia «nacional» contra frencistas configuraron, con una estrategia, una personalidad .po-
el invasor extranjero. Desde lá contención del movimiento de · lítica muy definida: combatividad y sacrificio contra el enemigo
huelgas y de la ocupación de fábricas en junio de 1936 hasta la defi- común con objeto de «convencer y seducir a los elementos que en
nición de la guerra española como una guerra nacional-popular el seno de la alianza creen sinceramente en el ideal comÚn» 44 • De-
contra-el invasor fascisra, la Unión Soviética se pre~enra como ga- voción a la patria soviética y a su líder, incegraci?n de los valores y
rante del orden internacional y de la estabilidad de los Estados exis- tradiciones naciqnales compatibles con el ideal de la patria común,
tentes. A este respecto, la política de frente popular significaría el disciplina en el seno de la organización. y trabajo incansable entre
completo abandono de la primera expectativa de revolución mundial las .qiasas o en los ·organismos de frente único o popular ·confor-
que alentó la creación de la Internacional y su sustirución en las rela- maron una personalidad resistente, capaz de las !llayores virtudes
ciones entre Estados, por: el equivalente de la política de socialismo de abnegación y heroísmo, pero al mismo tie.mpo incapaz de en-
en un solo país enunciada por Stalin en su enfrentamiento con tender el valor no meramente inscrumencal de la democracia y de
Troscki. Tal vez pudiera pensarse que la políciéa de frente popular no la pluralidad de opciones políticas. El despliegue de técnicas de
sería, para el exterior, más que una ampliación de lo que significó la participación, integración y colaboración hacia el exterior del
política de socialismo en un solo país para el interior. partido, junto con las purgas y depuraciones en su seno, constru-·
Lo significó también, y con esto acabo, para la culminación del yeron la personalidad de un militante que resistió ante la amenaza
proceso de bolchevización, encendido ahora como proceso de stali- o el imperio del fascismo, pero que se mostró incapaz de adaptar su
cultura política al triunfo final de los Estados democrárices.

" Algunos de los informes envíados desde España por Togliarti a Ja CEIC apare·
cieron en sus Opere y escán recogidos en Escritos sobre la guerra de España, Barcelona, 4
' Sin pretender, de ningún modo, que el stalinismo sea la consecuencia necesaria o
1980. En su conjunco, escas informes contienen uno de los más penecrances análisis la pura continuidad del bolchevismo. Para una exposición y crícica de la tesis de la
poücicos que se hayan realizado sobre el frence popular español y el papel de los co- continuidad, Scephen F. Cohen, Re1hinking the Swie1 E:cperience. Nueva .York, 1985,
muniscas, especialmente en la fase más descuidada por la hiscoriografía, la que co- pp. 38-70.
mienza después de mayo de 193 7. "Annie Kriegel, Les amztn11niites, p. 249.

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